Transformar Un Desea Normal en Dolor de Cabeza

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EL ARTE DE TRASFORMAR UN DESEO NORMAL EN DOLOR DE CABEZA, La mente humana tiene la curiosa habilidad de convertir cual- uier deseo agradable y relajado en un problema psicoldgico. El siguiente relato lo escribié una joven paciente, para que lue- g0 lo analizéramos en ba sesidn de terapia «Deseé con todo mi corazén un vestido que vien una vi- trina porque iba a ir a una fiesta. A los pocos dias logré juntar eldinera corti a comprarlo y me dijeron que mi calla se habia agotado Si! Agotado! Me desesperé, pensé en noir a la fies- tae insulté al destino, al vendedor y a la persona que com- 16 el tltimo vestido que quedaba. Después de dos semanas interminables, atin no habia conseguido qué ponerme y se- guia angustiada, Maldecia una y otra vez @ quien me habia invitado. Es que ese vestido no era uno mas, era especial, me imaginaba en él, era un suefio que no podia dejar de realizar. Y un jueves cualquiera, cuando empecé a rozar la depresién, iencontré otto vestido similar y a mitad de precio! Pensé que Dios me habia bendecdo. Entré a preguntar y si, habia de mi talla. Sali de la tienda feliz, fantaseando sobre lo bella y atrac- tiva que me veria la noche esperada. Llegado el momento, ime fui con mi mejor pinta y sintiéndome una diva... Ni bien ‘entré al lugar me quedé perpleja. Todo el mundo estaba ves- tido de manera casual de jeans y la mayoria de tenis. ‘Toda la gente relajada, comando y bailando y yo de pie como una reina de la moda fuera de época y 2 puertas de hacer el ri- diculo! Pero estuve de suerte, Puedo jurarlo: nadie se fijé en mi vestido ni en mis enormes tacones rojos... Antes de una hora estaba descalza con el peinado vuelto nada y saltando como una loca. Al rato conoci a un chico con el que pienso ‘volver @ salir, que me dijo que yo era una chica encantadora pese a mi pinta de "lady". A la mafiana siguiente, en plena resaca, me di cuenta de algo que todavia me hace sentir es- cipida: el capricho de un vestido me quité semanas de vida y muchas horas de suefio, y finalmente a nadie le importo. Qué manera de perder el tiempol». {Cual fue el problema de mi paciente? ;Querer un vestido? jAnhelar verse bien la noche de la fiesta? De ninguna manera: el verdadero problema radicé en que ella conwirti6 un deseo normal en una cuestién ce vida o muerte. Puso su felicidad realzacion en la obtencién de un objeto. Pretendié llenar un vacio e invents su propio cuento de hadas. Administré mal sus ganas.

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