Modulo III J. Martínez
Modulo III J. Martínez
Modulo III J. Martínez
VALORACIÓN DE EXTERNALIDADES
Y DE BIENES AMBIENTALES.
INTERNALIZACIÓN DE EXTERNALIDADES
Producción (unidades Costos Totales ($) Costos Marginales Ingresos Marginales Ingresos Totales
físicas) ($) ($) ($)
1 1 1 80 80
2 4 3 80 160
3 9 5 80 240
... ... ... ...
39 1,521 77 80 3,120
40 1,600 79 80 3,200
41 1,681 81 80 3,280
[Costo marginal (o incremental o adicional) es el aumento del costo total al producir una unidad
más. Ingreso marginal (o incremental o adicional) es el aumento del ingreso total al producir y
vender una unidad más; en este caso, el ingreso marginal es igual al precio, ya que éste es estable.
Si al vender más, la empresa se viera forzada a bajar el precio de venta, entonces el ingreso margi-
nal estaría por debajo del precio. Aquí, para simplificar el ejemplo, suponemos un precio estable].
Esa empresa A fabrica, por ejemplo, pasta de papel, y por tanto contamina el agua. Pero esta exter-
nalidad no está incluida en sus costos. La empresa A tiene un derecho implícito o se arroga el de-
recho a contaminar.
Aguas abajo existe la empresa B, cuyo proceso de producción del producto b requiere agua lim-
pia. Podría ser, por ejemplo, una empresa agrícola que usa agua para regar. Así, el grado de lim-
pieza que el agua debe tener, depende mucho del uso al que se dedique. Supongamos que la em-
presa B necesita un agua algo más limpia que la que le llega de la empresa A, y que es la empresa
B la que corre con los costos de descontaminación del agua. Así, una parte de los costos de la em-
presa B responden a la fabricación del producto a por la empresa A.
Supongamos que el producto b tiene un precio estable de 100 unidades monetarias, y que la fun-
ción de costos de la empresa B es así : C(b) = b2 + 30a , con lo cual indicamos que los costos de
la empresa B dependen de su propia producción pero también dependen (ya que debe depurar el
agua) de la producción de la empresa A.
2900
Así pues, al fusionarse ambas empresas, aumenta la eficiencia de la situación. Ahora bien, supon-
gamos que no se fusionan, sino que los derechos de propiedad o títulos jurídicos sobre el ambiente
(en este ejemplo, sobre el agua) están bien definidos. Supongamos que está establecido que el con-
taminador paga, es decir, no se puede contaminar impunemente o, dicho de otro modo, suponga-
mos que la empresa A no tiene un derecho implícito a contaminar sin más. Entonces, la empresa B
aceptará que el agua esté contaminada en la medida que la empresa A le pague la descontamina-
ción. Si la producción de a es inferior a 25 unidades, A puede fácilmente compensar a B. Por
ejemplo, al pasar de a=20 a a=21, la ganancia marginal de A es de 39 unidades monetarias y el
costo marginal para B es sólo de 30 unidades monetarias. Así, la negociación llevaría a una inter-
nalización de la externalidad. Ese resultado a veces se glorifica bajo el nombre de “Teorema de
Coase”. El mismo resultado se conseguiría con otra atribución de títulos jurídicos sobre el ambien-
te. Supongamos que la empresa A tuviera derecho a contaminar por ser propietaria del curso de
agua. Si la producción de a es, por ejemplo, de 30 unidades, la empresa B pagará para que se
reduzca la producción de a y por tanto la contaminación, hasta el nivel a=25.
Ganancia marginal
Coste externo
marginal
80
C
10
Cantidad producida de a
10 20 25 30 40
Supongamos que la situación inicial es a=40. Al reducir la producción de a=40 a a=25, la em-
presa A pierde una ganancia igual al área C pero la empresa B se ahorra un costo igual a D +
C. Es decir, la empresa B puede compensar a la empresa A por su menor ganancia, y salir aún
ganando. Si los costos de transacción de tales negociaciones no existen o no son muy grandes (por
ejemplo, comisiones de intermediarios), entonces todo lo que hace falta para internalizar la
externalidad es que ésta tenga un valor monetario y que haya derechos de propiedad (o títulos
jurídicos) sobre el ambiente claramente definidos, y da lo mismo si el propietario del ambiente es
el contaminador o el contaminado.
Es importante darse cuenta de los supuestos restrictivos que hacen posible, en este caso, una nego-
ciación coasiana exitosa. Supongamos, por ejemplo, que la empresa A fuera una central térmica
que produce electricidad y, a la vez, produce dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno (que producen
lluvia ácida), y dióxido de carbono (que es un gas con efecto invernadero). Quiénes son los perju-
dicados? Son personas (y plantas y animales) que están tal vez muy distantes o que no han nacido
50 Impuesto
Coste
30 externo
marginal
10 Cantidad
producida
10 20 25 30 40
de a
La ganancia marginal, después de pagar el impuesto, es igual a cero y por tanto la ganancia total
es máxima en el nivel de producción a=25. Esa sería pues la decisión de esa empresa.
Nótese los efectos distributivos distintos de una internalización de la externalidad lograda mediante
soluciones coasianas (según los títulos jurídicos sobre el ambiente -el agua, en este caso- sean de
la empresa A o de la empresa B), o mediante esa solución fiscal.
Supongamos que el costo externo marginal no fuera constante, como en nuestro ejemplo, sino que
fuera decreciente. Si inicialmente está por debajo de la ganancia marginal, entonces es posible
alcanzar nocionalmente ese nivel óptimo de contaminación y por tanto es posible fijar un impuesto
pigouviano OT (Fig. III.2.2.) igual al valor de costo externo marginal en el nivel óptimo de conta-
minación. Pero piensen ustedes en la situación contraria, es decir, que el valor del costo externo
marginal sea ya inicialmente superior a la ganancia marginal de la empresa: por ejemplo, que el
perjuicio actualizado (a qué tasa de descuento?) de los residuos radioactivos de una central nuclear
sea mayor que la ganancia que va ganando al vender más kilowatios.
Ganancia
marginal 8O
Costo
externo
marginal
Ganancia Marginal
Cantidad producida de a
O 40
Costo
m arginal de
descontaminar
T
A
Producción
de SO 2
O Y Z X
Supongamos que un fuerte movimiento ecologista intenta que el nivel de producción de SO2 sea
cero, pero que la autoridad competente tolera un nivel OY. Esa empresa, al pasar del nivel O de
producción de SO2 al nivel OY, se ahorra un costo equivalente al área CBYO. Supongamos por el
contrario que la autoridad competente venía tolerando unas emisiones de SO2 de esa central térmi-
ca iguales a OX, y que ahora impone un standard inferior, OY. Si la empresa en cuestión respeta
ese standard (ante las amenazas de derecho penal o administrativo, como cárcel o multas), enton-
ces incurre en un costo extra igual al área ABYX. Prefiere pagar ese costo extra a dejar de producir
electricidad, siempre que el costo marginal de descontaminar sea inferior a la ganancia marginal
obtenida mediante la producción y venta de electricidad.
Costo
marginal de
descontaminar
CMDESC
empresa 1
CMDESC
empresa 2
CMDESC
empresa 3
Producción
de SO 2
O
Si con una política super-ecológica, la contaminación fuera reducida a 0, el costo total de descon-
taminación sería por supuesto toda el área bajo cada una de las curvas (o rectas, en este caso) que
indican el costo marginal de descontaminación, desde los respectivos punto de producción actual
de SO2.
La autoridad competente podría imponer un límite obligatorio de producción de SO2 igual a cero.
Naturalmente, si la única manera de no producir SO2 es dejar de producir electricidad, ese límite
sería absurdo. Pero cabe reducir la emisión de SO2 con cambios tecnológicos. La autoridad compe-
tente cede a los ruegos de las empresas, que no quieren cargar con los altos costos marginales de
dejar totalmente de producir SO2, e impone en cambio un límite cuantitativo OS (Fig. III.3.3.)
igual para las tres empresas, medido en microgramos de SO2 por metro cúbico de emisión de gases
de combustión. El total de contaminación tolerado es así tres veces OS. Así, las empresas adquie-
ren un derecho implícito a contaminar (gratuitamente) en esa cuantía; si se pasan, multa o a la
cárcel.
Costo
marginal de
descontaminar
B
CMDESC
empresa 1
C CMDESC CMDESC
empresa 3 empresa 2
Producción
O S
de SO
2
Esa permisividad de la autoridad (que no impone un standard O sino un standard OS) ahorra a las
empresas, respectivamente, las áreas DASO, DBSO y DCSO, que sería su respectivo costo total de
descontaminar si en vez del standard OS se les impusiera un nivel cero de descontaminación.
* * *
Costo
m arginal de
descontam inar
E B F
T CMDESC
empresa 1
C CMDESC CMDESC
empresa 3 empresa 2
Producción
O G S H
de SO2
Todas las empresas comparan lo que cuesta el impuesto con el costo marginal de descontaminar, y
prefieren pagar el impuesto mientras sea más barato que descontaminar. Así, para la empresa 1 por
ejemplo, a partir de H resulta más caro producir SO2 (ya que ha de pagar el impuesto) que no pro-
ducirlo, pero hasta ese punto, el costo marginal de descontaminar es superior al impuesto que ha de
pagar. El impuesto opera como una suerte de permiso de contaminación, pero ahora no gratuito! La
empresa contaminadora paga un impuesto y ella misma decide hasta qué punto va a contaminar.
Fijamos nuestra atención en lo que las empresas ahora dejan de pagar, o pagan de más, en costos
de descontaminación. No olvidemos nuestro punto de referencia super-ecológico inicial: nivel de
contaminación cero.
La empresa 2 queda como antes, en el sentido siguiente: contamina igual que antes y deja de pagar
DBSO, que debería pagar si se le impusiera una contaminación igual a cero. Eso también lo dejaba
de pagar bajo la norma común OS. Mientras antes ese ahorro se lo quedaba ella, ahora una buena
parte de él, el área TBSO, es transferido a la sociedad o al Estado como impuestos.