Sanacion Jeshua

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Jeshua

Sanación

Pamela Kribbe

Traducción
Sandra Gusella
Índice
Í n dice ___________________________________________________________________ 2
I n t r odu cción ___________________________________________________________ 3
El pode r de t u pr opia con cie n cia ______________________________________ 8
El dolor de l n a cim ie n t o cósm ico _____________________________________ 15
Tr a m pa s e n e l ca m in o pa r a lle ga r a se r u n sa n a dor ________________ 26
Solt a r a t u fa m ilia de n a cim ie n t o ____________________________________ 39
En e r gia m a scu lin a y fe m e n in a _______________________________________ 48
Tr a t a r con la s e m ocion e s_____________________________________________ 56
Se x u a lida d y e spir it u a lida d __________________________________________ 64
Tr a ba j o, D in e r o y Cr e a t ivida d - El flu j o de lo n a t u r a l y e l flu j o de lo
su ficie n t e ______________________________________________________________ 73
Sa lu d y En fe r m e da d __________________________________________________ 78

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Series de Sanación - I nt roduccion

Introducción

Por Sandra Gusella

Nuevam ent e m uy agradecida a Pam ela y a Gerrit por su sagrado servicio de t raer a est a
hum anidad la sabiduría y el am or de Jeshua; aquel ser m aravilloso conocido com o Jesús,
quien en ot ra época cam inó ent re nosot ros com o un ser hum ano de carne y hueso
dej ando una enorm e y et erna huella de luz sobre nuest ra t ierra, sobre nuest ra hist oria y
sobre nuest ras alm as. Tam bién agradezco a ellos el generoso gest o de brindarm e la
posibilidad de expresarm e de est a m anera en la int roducción de est a segunda Serie de
m ensaj es de Jeshua t it ulada ‘Sanación’, y cuyo precioso cont enido he t raducido al
español con m ucho am or y regocij o.

Todos los m ensaj es de Jeshua com pilados en est e libro han sido canalizados por Pam ela
Kribbe ant e audiencias en vivo, luego de que su esposo Gerrit Gielen realizara una
m edit ación int roduct oria.

Sé que m uchos recorrerán cada una de las palabras que conform an est os m ensaj es con
t ot al reconocim ient o de la verdad que hay det rás de ellas, con absolut a consciencia de
los m aravillosos acont ecim ient os que est án act ualm ent e ocurriendo en est e m om ent o
t rascendent e de nuest ra hist oria, y por ende con t ot al conocim ient o del fenóm eno de
canalización. Pero t am bién sé que habrá ot ros que t al vez lleguen a est as páginas con
una m ent e crít ica y dubit at iva en cuant o a la veracidad de su cont enido, o incluso
sim plem ent e escépt ica en cuant o a la posibilidad de que sea real est e fenóm eno de
canalización de energías; fenóm eno por el cual, a t ravés de la conexión que logran
ciert as personas con seres de ot ras dim ensiones, y en una expresión m ut ua de energías,
est án saliendo a la luz m uchas cuest iones exist enciales aún desconocidas por nuest ra
hum anidad, cam biando con est o com plet am ent e nuest ra consciencia y nuest ra realidad.
A los prim eros los invit o a disfrut ar de est e ext raordinario acercam ient o hacia nuest ro
am igo y herm ano Jeshua, y a sum ergirse en su am orosa y sabia energía que los irá
despert ando e ilum inando aún m ás a m edida que se adent ren en ella. Y a los últ im os,
con la propia experiencia de haber rechazado durant e m uchos años t odos los argum ent os
m íst icos y m et afísicos, les adviert o que, si su consciencia est á preparada para una
apert ura y un despert ar, sus dudas o incredulidad pueden desvanecerse ant e la claridad,
profunda coherencia, e inconm ensurable sabiduría de est os m ensaj es. Así, los m at ices de
escept icism o que podrían t eñir de absurda a est a im agen se esfum an ant e la inm ensa
fuerza de lo sublim e. Fuerza que haciendo resonar las cam panas de nuest ra int uición se
sient e en lo m ás profundo de nuest ro corazón.

Personalm ent e, el brusco desvanecim ient o de la ilusión t errenal y el ent endim ient o de la
nat uraleza m ult idim ensional de t odo lo que exist e han ido acom pañado de int ensas
experiencias con energías de ot ra dim ensión, sent idas de m anera t an real com o puede
sent irse el vient o en la cara, adem ás de profundos cam bios int ernos en m i persona.
Cam bios relacionados con una diferent e percepción de m í m ism a y de la realidad, lo cual
se t raduce inm ediat am ent e a un cam bio t ot al en la form a en que experim ent o la vida
m ism a. El hecho de ser ahora conscient e de lo que ocurre det rás de bam balinas, m e
perm it e m overm e por est e escenario t errest re con una clase de seguridad y confianza en
m i m ism a, y en general por t odo lo que sucede a m i alrededor, que j am ás ant es había
sent ido ni había im aginado que pudiera sent ir.

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Series de Sanación - I nt roduccion

Según m i percepción, la t ransm ut ación int erna que t iene lugar cuando uno cae a la
rápida corrient e del crecim ient o espirit ual y com ienza un t rabaj o conscient e de sanación
int erior se podría com parar al proceso de afinación de un inst rum ent o m usical. Con est a
com paración pret endo aclarar que, a pesar de que est e proceso del despert ar de la
consciencia im plica inm ensas t ransform aciones personales, no est am os en realidad
perdiendo algo propio o adquiriendo algo nuevo, sino que sim plem ent e vam os calibrando
nuest ra propia nat uraleza vibrat oria para poder así ent onar nuest ro ser de luz con m ás
bellas y refinadas m elodías.

He percibido claram ent e est a sint onización con una nueva energía, el arribar con m i
consciencia a un espacio diferent e de ent endim ient o, com o un est ado de paz y t ranquila
dicha profunda. Un lugar en el que m e sient o m ecida por el suave y sosegado
m ovim ient o de m i energía int erior, cuyas apacibles olas parecen perm anecer siem pre
inm ut ables a las t urbulencias del m undo ext erior; est ado que no est á en absolut o
relacionado con la apat ía, sino por el contrario con un int enso fervor y un profundo
ent usiasm o que, nacidos de ese punt o cent ral de equilibrio, parecen m anifest arse hacia
el ext erior con delicadeza y arm onía.

Ést a percepción int erior, est e m anso pero int enso río de Am or que sient o correr por
dent ro, es la m ayor prueba de la Verdad con la que cuent o. Verdad que encuent ro dent ro
m ío y t am bién en t odos lados a m i alrededor, ya que sient o que se m anifiest a vivam ent e
en t odo aquello que respira vida en est e m undo e incluso t am bién en aquello que se
m uest ra inanim ado. Una Verdad que en realidad considero que const it uye t odo nuest ro
escenario, y que t an sólo buscam os com o algo ext raordinario porque hem os dej ado de
percibirla al capt ar sólo una ilusión t errenal debaj o del velo que genera una consciencia
sint onizada en la dualidad. Todo aquello que avive m i esencia int erior y que m e haga
sent ir claram ent e el hálit o de Dios, lleva para m í el est igm a de la Verdad.
La energía de Jeshua en est os t ext os ha resonado en m i corazón con una ext rem a
dulzura, difícil de describir en det alle pero fácil de condensar en la única palabra Am or,
t an sim ple y cot idiana.

Est a corrient e de sabiduría, am or y verdad m e ha llevado a un punt o desde el cual he


observado con deleit e el nuevo panoram a en el que se posa m i exist encia. Un paisaj e
que ha ext endido su horizont e hast a el infinit o y en el cual part icipa m i alm a y m i esencia
et erna; zam bulliéndose incont ables veces a la t ram a de la realidad física, en los ám bit os
cósm icos m ás alej ados de la Fuent e, para act uar una y ot ra vez en las diferent es arenas
de est e universo.
Y específicam ent e en est e act ual escenario, en est e rem ot o punt o de la inm ensidad
m at erial, m e veo vida t ras vida cam inando sobre el lom o de est a t ierra, palpando a veces
la aridez de sus desiert os y ot ras veces la fresca hum edad de sus bosques, libre en la
vast edad de sus planicies o cont enida en la belleza de sus paisaj es em pinados;
respirando y haciendo propio, en est os diferent es m arcos de cada vida, el aire part icular
de m i ent orno, el arom a de m i cult ura y la especial fragancia de cada época. Y ent era y
absolut am ent e sum ida en est e sueño t errenal, m e veo som et ida al cent elleo y a los
vaivenes de m i energía int erior, represent ando así una y ot ra ves el caut ivant e y
apasionado dram a de est e m undo. Mundo cuyos escenarios hem os hecho vibrar con
nuest ras vidas de carne y hueso, y que com pilados uno t ras ot ro levant an los m uros de
est a hum anidad. Una hum anidad que hoy respira a t ravés de cada ser hum ano, a t ravés
de cada uno de nosot ros quienes, habiendo venido desde t an lej os por los andenes del
t iem po y habiendo part icipado en los diversos pasaj es de su obra, cam inam os ot ra vez
sobre la Tierra.

Y así, siguiendo est e largo derrot ero t razado en los j ardines del universo m at erial,
nuest ra alm a se ha ido pint ando con los colores que las dist int as em ociones,
pensam ient os y sent im ient os fueron im pregnando en ella a t ravés de cada experiencia.
Velados a nuest ra act ual m em oria pero im presos en la energía de nuest ra alm a se hallan
los regist ros energét icos de nuest ra hist oria espirit ual; un cuant ioso cúm ulo de

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Series de Sanación - I nt roduccion

experiencias cuyos m at ices se han ido agregando vida t ras vida a nuest ro cofre personal,
y que hoy com ponen nuest ro bagaj e energét ico, nuest ro perfil espirit ual.
Colores que en realidad definen nuest ro verdadero ser, y que se expresan hoy en nuest ra
vida act ual dirigiendo desde det rás de bam balinas nuest ras conduct as, m odos de ser,
sent ir y pensar.
Muchos de est os rasgos int ernos podrían represent ar profundos t raum as y heridas de
nuest ra alm a; vet as energét icas que asom ando sus cont ornos a est a realidad configuran
el perfil de nuest ra vida act ual.

En est e punt o de nuest ro recorrido, llegando a est e um bral t rascendent e de nuest ra


hist oria, se nos descubren los oj os para que, con el foco de una consciencia expandida,
podam os vernos en un m arco m ult idim ensional. Percibiendo de est e m odo las raíces
espirit uales de nuest ro ser t ot al, reconociendo los t raum as em ocionales que llevam os
im presos en él, y descubriendo t am bién el oasis int erior al cual podem os acceder para
nuest ra t ot al sanación.

Est a serie Sanación com pila aquellos m ensaj es a t ravés de los cuales Jeshua, en una
expresión m ut ua con las energías de Pam ela, t oca t em as fundam ent ales de nuest ra
exist encia m ost rándonos los desequilibrios, t raum as y heridas que llevam os
individualm ent e o colect ivam ent e en nuest ra m at riz energét ica, y que se ext eriorizan en
aquellos asunt os cot idianos: sexualidad, salud y enferm edad, relaciones fam iliares,
dinero, t rabaj o, et c. Así, el propósit o de est os m ensaj es es ilum inar, con una consciencia
Críst ica, t odas aquellas heridas psicológicas y sus m anifest aciones em ocionales: t em or,
angust ia, cólera, et c. que encont ram os durant e el cam ino de t ransición desde una
consciencia basada en el ego a una consciencia basada en el corazón ( proceso descrit o
en profundidad en la prim er serie de m ensaj es de Jeshua llam ada Trabaj adores de la
Luz) , y que se han originado durant e nuest ra prolongada adapt ación a sist em as de
creencia basados en el ego.
Heridas que a m odo de brum a cubren nuest ros cim ient os de luz, y que ahora necesit an
ser sanadas para perm it irnos la com plet a int egración de t odos los aspect os de nuest ro
ser m ult idim ensional a est a realidad física; consiguiendo así que nuest ros dest ellos
divinos com iencen a resplandecer en el am anecer de est a Nueva Era.

A t ravés de est os m ensaj es, Jeshua t am bién nos m uest ra las herram ient as que t odos
poseem os para cam biar en nosot ros m ism os esos aspect os em ocionales que nos apart an
de nuest ro cent ro y del goce de vivir. El m ensaj e com ún que em erge en t odos los t em as
abordados en est a serie de canalizaciones es el que nos revela que la solución de
nuest ros problem as no est á fuera de nosot ros sino que yace en nuest ro int erior. Lo cual
nos m anifiest a el inm enso poder que t odos poseem os, y nos hace ver que el insinuar ser
víct im as pequeñas y desvalidas en realidad represent a una gran ilusión; ilusión que se
esfum a ant e el poderoso foco de nuest ra consciencia.
‘Yo t engo el poder para sanarm e’, ‘Yo t engo el poder para crear la realidad que deseo’,
ést e es el m ensaj e para nosot ros.

A lo largo de m i proceso de sanación he ido descubriendo que m i t rono del poder


personal se halla en un espacio de verdadera y t ot al acept ación de m í m ism a y de m i
realidad, y no en uno de lucha y negación. Acept ación que surge cuando soy capaz de
ver el cuadro com plet o de m i exist encia y de int erpret ar la bella im agen de luces y
som bras revelada en él. Som bras que podrían significar aspect os dolorosos y
desagradables de m is experiencias en los ám bit os densos y alej ados de la Fuent e original
pero que, en la visión am plia y ext ensa que adquiero cuando m e paro en lo alt o de la
vibración críst ica, dan form a y sent ido a la im agen que dibuj an la t ot alidad de m is
vivencias en el rico y creat ivo cam po de j uego de la dualidad.

La luz de m i consciencia, que ha ilum inado y revelado m i const it ución t ot al, m e ha hecho
ver que en realidad cuent o en m i int erior con una configuración invisible propia que m e
perm it e perm anecer en equilibrio y sost enerm e por m í m ism a. De est e m odo, pude ir

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Series de Sanación - I nt roduccion

solt ándom e, en la aut o- confianza, de aquellos lazos, bast ones o est ruct uras a las que m e
m ant enía aferrada con pavor, la m ayor de las veces sin consciencia de los t em ores
subyacent es im plícit os. Punt os de apoyo que exist en en gran variedad dent ro de las
est ruct uras de pensam ient o y de sent im ient o de nuest ra consciencia colect iva, y que a
veces difícilm ent e reconocem os com o t ales: dogm as, relaciones afect ivas, prest igio,
reconocim ient o, poder, et c. Sost enes en los que ya no necesit am os apoyarnos cuando
som os capaces de elim inar las vet as de em ociones y t raum as int ernos, originados en la
ceguedad acerca de nuest ra verdadera nat uraleza y de nuest ro real poder.
Y así, asim ilando la frescura y la am orosa guía de est os m aravillosos m ensaj es, y
siguiendo a ningún ot ro m ovim ient o m ás que al m ío int erno propio, he ido y cont inúo
t ransit ando el a veces arduo pero est im ulant e cam ino de la sanación int erior.

En est e proceso he experim ent ado varios punt os bisagra de cam bio. Uno de ellos ha
est ado relacionado con nuest ro niño int erior, algo de lo que Jeshua nos habla a t ravés de
est os m ensaj es. Ese niño que hem os olvidado y que est á esperando pacient em ent e a que
nos desprendam os por nosot ros m ism os de las garras del ego, liberando así nuest ros
m iedos y at aduras, para poder expresar nuevam ent e su paradigm a del corazón en est a
realidad física.

En algún lugar de m i alm a he conservado un herm oso recuerdo de cuando era niña.
I m agen que t rae a m i m em oria un radiant e día de sol en el que m e hallaba en el j ardín
de m i casa sint iéndom e profundam ent e conect ada con t oda la nat uraleza que m e
rodeaba. Me echaba ent onces sobre el césped y m e fascinaba al hallar pequeños insect os
con ext rañas form as y m at ices, sobre t odo aquellos con pint it as de colores, que pudieran
andar ent re la gram illa. I m aginaba ent onces que yo era ese pequeño insect o y m iraba al
m undo a t ravés de él, hallándom e así de repent e en una frondosa selva de enorm es y
alt os árboles, en la cual a veces una enorm e cabeza nublaba el cielo y una inm ensa
criat ura avanzaba dem oliendo t odo a su paso. El sol t ibio sobre la piel, los colores de las
flores y el int enso perfum e de los frut ales penet raban hast a lo m ás profundo de m i alm a;
com o si hubiese t enido enorm es poros por los que se filt raba hacia m i int erior el m undo
que m e rodeaba, y al m ism o t iem po yo m e hubiese ext endido por ellos m ás allá de m i
cuerpo, siendo el insect o, el árbol, la flor. Todo aquello resonaba dent ro de m í com o un
cant o de alegría y plenit ud.

Muchos años después, m uy dist anciada de aquellos días, com o una m uj er adult a que
corre apresurada por est a vida em puj ada por las dem andas cot idianas, había dej ado
olvidada a m i niña int erior en aquél recuerdo que ya ni evocaba. Por aquel ent onces, la
m ayoría de las veces, las frías lluvias de ansiedades, m iedos y preocupaciones
com ponían m i desolado paisaj e int erior.

Pero uno de esos días, en el que sol radiaba su energía con m ucha fuerza e int ensidad,
sent í que ese paisaj e ext erior se expresaba t am bién dent ro m ío dándom e una sensación
de fresca luz inundándom e por dent ro. Algo ext rañada por ese repent ino y casi olvidado
enardecim ient o de m i llam a int erior, em prendí con m ás ím pet u que lo usual m is t areas
cot idianas. Subí así con apuro a m i aut o, no t enía un m inut o que perder. Pero est a vez,
un im pulso m e llevó a quit ar algunos papeles que había en el bolsillo de la puert a de m i
aut o. Y al ret irarlos, en el fondo de ese bolsillo, m is oj os se t oparon con una pequeño
insect o con pint it as de colores. En ese preciso inst ant e aquella im agen paralizó t odo m i
ser. Y aquel viej o recuerdo llegó ent onces hasta m í t an vivo y t an real que el t iem po y el
espacio parecieron desint egrarse súbit am ent e, y ya no supe en realidad dónde m e
hallaba ni cuál era m i edad. Abrasé ent onces con t oda la fuerza de m i ser a m i pequeña
niña int erior, que llevaba t ant o t iem po esperándom e para poder asom ar nuevam ent e a
est a realidad con sus oj os encendidos. Y así, con m i luz int erior a flor de piel, llena de
j úbilo e inundada por un dulce sent im ient o, sent í t ener ot ra vez t odos m is poros abiert os
y pude nuevam ent e ver y sent ir la unidad, la m aravilla y el am or que t ant o abunda en
cada rincón de est e bello m undo.

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Series de Sanación - I nt roduccion

Est a experiencia, que podría verse com o insignificant e o pequeña, en realidad ha sido
para m í m uy profunda y significat iva; ya que desde ent onces com encé nuevam ent e a
percibir y a expresar en m í esa Verdad que int uit ivam ent e siem pre había buscado, y que
de form a sim ple y nat ural t an bien se m anifiest a en los niños. Experiencia que represent a
el encuent ro con m i niña int erior, y que guarda una profunda relación con la sanación de
m i alm a.

En est a segunda serie, al igual que en la prim era, Jeshua t am bién se dest aca por la
precisa descripción de nuest ras propias experiencias a lo largo de est e sendero del
desarrollo espirit ual. Lo cual nos hace sent ir que no est am os solos en est e proceso, y que
en verdad, t an cerca de cada uno de nosot ros com o nuest ro propio alient o, siem pre ha
est ado y siem pre est á la am orosa energía de nuest ro am ado am igo y herm ano Jeshua.

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Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

El poder de tu propia conciencia


El 4 de Abr il de 2 0 0 4 pr e se n t a m os u n a ca na liza ción e n e l ce n t r o e spir it u a l El
Cír cu lo de la Lu na e n Bé lgica . Aba j o e n con t r a r á e l t e x t o, se guido de r e spu e st a s
de Je sh ua a pr e gun t a s de la a u die n cia . El t e x t o ha sido cor r e gido e n cie r t o m odo
pa r a ha ce r m á s fá cil su le ct u r a .

Est e m e n sa j e fu e t r a du cido de sde e l h ola n dé s a l inglé s por la dr a . W e n dy


Gillisse n ( sit io w e b w w w .r e in ca r na t ie t h e r a pie .com ) , y lu e go de sde e l in glé s a l
e spa ñ ol por Sa n dr a Gu se lla . sguse lla @gm a il.com

Hoy he venido para hablar con t odos ust edes. ¡Yo los conozco t an bien a ust edes!
Ust edes no saben cuánt o los conozco. Yo m uchas veces est oy con ust edes porque m i
corazón est á conect ado con ust edes. Yo veo sus penas; yo presencio sus alegrías, sus
preocupaciones, sus sufrim ient os. Y m e gust aría m ucho hablarles sobre el poder que
reside en ust edes. El poder de su propia conciencia. El poder de su propio ser. El poder
de su propia alm a.

Con m ucha frecuencia ust edes t odavía siguen buscando. Una y ot ra vez, est án buscando
soluciones afuera de ust edes. Pero en cuant o llevan est as soluciones dent ro de ust edes
m ism os, ellas ya com ienzan a esfum arse.
Com prendan que ust edes son el cent ro de su ser, el sol de su propio universo.
La dirección de su conciencia y lo que est á a t ono con el deseo decide cóm o ust edes se
sient en; cóm o piensan, cóm o act úan. Ust edes dirigen est as cosas desde su profundo
int erior, com o un sol dirige sus rayos hacia fuera.
Si ust edes creen que hay aspect os de ust edes m ism os sobre los cuales est e sol no debe
hacer brillar su luz, lugares donde est e no debe brillar, que hay cosas que el no debe
ent ibiar con sus rayos, cualquiera y cualquier cosa que ust edes encuent ren a su
alrededor les confirm arán est as creencias.

Del m ism o m odo, la ayuda o el concej o de algún ot ro sólo puede ser recibido si ust edes
perm it en que su propio sol haga brillar su luz sobre el aspect o acera del cual necesit an
ayuda.
Siem pre es decisión de ust edes poner est os aspect os a la luz, y abrir la puert a. No hay
nadie m ás quien pueda forzarlos a hacer est o. Ést a es la razón por la cual nadie puede
ayudarlos si ust edes no se perm it en a sí m ism os ser ayudados. ( Est o cuent a para la
ayuda t errest re t ant o com o para la ayuda desde nuest ro lado) .

Las convicciones est án vivas dent ro de ust edes, y les hacen pensar que pierden la fuerza
para encont rar su propio cam ino, para sent ir su propio dest ino ot ra vez. Est as
convicciones est án ligadas a un pasado en el cual se han perdido a ust edes m ism os por
un t iem po m uy largo. Aquí est oy hablando en part icular sobre un pasado aquí en la
t ierra, un pasado de m uchas vidas t errest res en las cuales ust edes han experim ent ado
m ucha oscuridad.
Est a hist oria no ha ocurrido sin sent ido.
Es una hist oria en la cual ust edes han sido confront ados a m ucho m iedo y en la cual el
m iedo ha ensom brecido su sol int erior.
Pero ahora t odos ust edes est án lent am ent e despert ando. Part es de ust edes ya est án
nuevam ent e en la luz, pero t am bién hay m uchos aspect os que aún est án en la oscuridad,
ensom brecidos por el m iedo y la inseguridad sobre ust edes m ism os.

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Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

Pueden com parar est a oscuridad int erior con un niño que est á perdido. Una part e de su
alm a es un niño perdido. Ha perdido su cam ino en un pasado de dolor. Pero el pasado no
es una cosa est át ica. Com o Gerrit ha dicho ( en su int roducción est a m añana) el t iem po
es en ciert o m odo una ilusión. Nada est á irrevocablem ent e perdido en el t iem po. No hay
puert as cerradas.
El niño perdido dent ro de ust edes, que est á fragm ent ado en el pasado, puede ser
llam ado para que vuelva. Ust edes son sus padres, ust edes son los únicos que pueden
querer a ese niño, que pueden abrigarlo y t raerlo nuevam ent e a la vida.
Porque hay algo que t am bién quiero decirles, ust edes han olvidado cóm o vivir. Ust edes
son m uy buenos en sobrevivir, pero vivir realm ent e es m ucho m ás excit ant e e inspirant e
y feliz.

Y es j ust o la part e de ust edes que es m ás hábil en hacer est o, la que ha sido perdida.
Perdida en una clase de laberint o del pasado. Perdida en una acum ulación de hechos que
fueron t raum át icos para la conciencia.
En t odo ese t iem po ust edes han est ado encarnando aquí en la t ierra, al nivel del alm a
ust edes han est ado desarrollándose com o lo hacen los niños hacia la adult ez. En ese
sent ido ust edes vinieron a la t ierra com o niños, haciendo propias m uchas experiencias, y
m uchas experiencias no han sido t ot alm ent e com prendidas. Ahora est am os llegando al
final de un ciert o período de t iem po, un ciert o ciclo en su desarrollo, y es t iem po de
elevarse sobre las experiencias que no han sido com prendidas: de llegar a ser padres. De
ser el padre y la m adre de su niño int erior.
Y sobre est o es que quiero hablarles: el poder en ust edes de elevarse sobre el niño
int erior herido.

Su niño int erior es la víct im a de m uchas experiencias que no han sido com prendidas.
Yo les est oy diciendo: la herida int erna m ás profunda es la herida del niño abandonado.
El niño que no sabe qué le est á sucediendo, el niño que ha sido abandonado, que est á
asust ado, que no t iene el m arco de referencia para ser capaz de com prender.
En un ciert o punt o, ust edes com prenderán que est e abandono fue su propia elección m ás
profunda y un act o de creación que fue verdaderam ent e divino.

El dolor profundo que ust edes han sent ido cuando com enzaron solos su viaj e, su viaj e de
experiencia, est e dolor profundo fue al m ism o t iem po un act o de creación.
Porque al solt arse ust edes m ism os com o alm as de la gran t ot alidad, del Padre- Madre-
Dios, ust edes se est án perm it iendo descubrir una gran cant idad de cosas, de
experim ent ar y sent ir m uchas cosas.
En la et apa act ual de su viaj e, donde aún hay m ucho dolor int erior, es difícil ver cuál es
el significado m ás profundo de est e largo viaj e a casa.
Pero quiero asegurarles que ust edes son herm osos seres de luz, con gran coraj e y una
gran confianza en el creador, de ot ro m odo ust edes nunca hubieran com enzado est e
viaj e.
Lo que quiero hacerles recordar es esa chispa de coraj e y creat ividad y luz en ust edes
m ism os. Sient an esa chispa ot ra vez en su corazón, reconéct ense con ella. Sepan que
ust edes t ienen el poder de perm it ir que el niño dent ro de ust edes vuelva a la vida ot ra
vez. De perm it irle cant ar y j ugar.
Ést e es un sím bolo m uy fuert e, el niño int erior.

El viaj e com enzó con un niño perdido y abandonado, dej ado solo en la oscuridad.
El viaj e finaliza con un niño que brilla replet o de felicidad y luz. La única cosa que
necesit a para llegar ahí, es un adult o que lo t om e de la m ano y lo quiera y lo inspire con
confianza.
Y eso es lo que ust edes son: guardianes del niño que est á dent ro de ust edes. Y sepan
que ese m ism o niño es el frut o m ás grande, el regalo m ás grande de alegría que pueden
darse a sí m ism os.

El t iem po ha llegado. En est e punt o de la hist oria es t iem po de j unt ar las part es perdidas

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Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

de ust edes m ism os. Es t iem po de est ar en el cent ro de quienes ust edes son.
Deberían darse cuent a de que est e cent ro no es algo viej o, a lo cual ust edes regresan,
sino algo nuevo.

Ust edes est án a su m anera en una nueva realidad; un nuevo nivel del ser que no est uvo
ahí ant es. Sin em bargo t iene una apariencia de ret orno, en el sent ido de que reconocer
su propia divinidad se sient e com o regresar a casa, agit a un recuerdo de la ant igua
sensación de unidad y arm onía que ust edes conocieron ant es.
Pero es la prim era vez que ust edes encarnarán esa sensación de unidad puram ent e y
solam ent e desde su propia conciencia. Ust edes ret ornaran a la Luz sin t ener que ent regar
su individualidad.
Van j unt os: ser Dios y ser individual, ser Uno y ser único.

En est e punt o m e gust aría invit arlos a que hagan sus propias pregunt as.

Pr e gu n t a 1
¿N o e st á la h ist or ia de Je sh ua e n de sa cue r do con la ide a de qu e e l t ie m po e s
u n a ilu sión ? Todo e l t ie m po se h a bla a qu í de u na h ist or ia y u na e volu ción . Por lo
t a n t o de be h a be r un m ovim ie n t o, u n a m a r ch a ha cia de la n t e . ( Ex plica ción : Ge r r it
h a ha bla do, e n su int r odu cción, a ce r ca de cóm o t oda s la s e x pe r ie n cia s son pa r t e
de y pe r m a n e ce n e n la e x ist e n cia e n u n gr a n m om e nt o de l Ah or a , y e n e se
se n t ido na da se pie r de pa r a sie m pr e e n e l t ie m po, ve r t a m bié n su sit io w e b Life
a n d Con sciou sn e ss)

Hem os hablado acerca de un pasado y una hist oria, lo cual es realm ent e una
acum ulación de experiencias que ust edes llevan dent ro de sus alm as. Lo que est am os
hablando en t érm inos de una cronología es una herram ient a; es t am bién una m anera
hum ana de hablar para dej ar en claro que ust edes est án en un proceso. Un proceso
siem pre t iene una línea de t iem po. Al m ism o t iem po es verdad que la conciencia, su ser
m ás profundo, no est á ligada al t iem po ni al espacio, al igual que su ser m ás profundo no
est á ligado a un cuerpo sobre la t ierra.
En el m ovim ient o hacia ust edes m ism os, ej . al encont rar nuevam ent e su divinidad,
ust edes, com o quien dice, t rascienden el t iem po. En ese m om ent o, ya no int eresa si la
experiencia t raum át ica sucedió ayer un siglo at rás o en qué vida. La energía del t raum a
est á present e dent ro de su ser, en su aura o cam po de energía. En el m om ent o en que
ust edes sanan un t raum a, de esa form a t ransform an el pasado.

Por lo t ant o quisiéram os decir: el pasado est á present e com o un cam po de energía.
I m aginen que ust edes est án en el cent ro de un cam po que est á t odo alrededor de
ust edes, que vibra y que es influenciado por lo que ust edes hacen con su conciencia.
Ust edes est án int eract uando con el pasado: en ese sent ido no es fij o. En ese sent ido no
hay cont radicción al hablar acerca del pasado y al hablar acerca del m om ent o del Ahora
en el cual aún t odo est á present e.
En ot ro sent ido, ust edes pueden hablar acerca del pasado, en el sent ido de un núm ero de
experiencias que ust edes han acum ulado. Aún, ese m ism o pasado es un cam po de
energía que aún est á accesible librem ent e, por lo t ant o ust edes pueden decir que t odo
est á aquí, ahora.
Espero que est o lo aclare de alguna m anera.

Pr e gu n t a 2
Tú e st á s ha bla ndo a ce r ca de nue st r a a lm a y n u e st r o se r y nu e st r o cu e r po. M e
gu st a r ía t e n e r u n poco m á s e n cla r o la dife r e n cia e n t r e e st a s cosa s.

-10-
Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

Es m uy difícil separar la realidad de la conciencia en pequeñas part es y et iquet arlas. Pero


uno podría decir que en el m edio de t odo est á el sol. Usam os el sol aquí com o un sím bolo
de su cent ro m ás profundo. Ust edes pueden llam arlo su ser, pero no t enem os una
preferencia por t érm inos específicos. Est e sol irradia hacia fuera y se m anifiest a en la
m at eria, en el espacio y en el t iem po, dent ro de la lim it ación de la form a.
Las form as se pueden nom brar. Ust edes podrían decir que el cuerpo es la form a que
t iene la m ayor densidad en la cual un alm a se puede m anifest ar, en la cual su ser se
m anifiest a.
Ust edes podrían decir –pero est o est á suj et o a las definiciones- que el alm a es una
ent idad que perm anece igual a t ravés de diferent es vidas, pero que t iene experiencias
nuevas en el proceso. Adem ás ést a es la part e de ust edes que reencarna una y ot ra vez.
En t al sent ido el alm a es en part e una ent idad o form a que se desarrolla con el t iem po,
independient em ent e del cuerpo. Pero t am bién hay una chispa Divina en el alm a que es
sin t iem po y sin form a, la conciencia pura. A est a part e suelt a ust edes la podrían llam ar
su ser. ( Mi aclaración ( Pam ela) : el m ovim ient o del ser al alm a al cuerpo es ent onces el
orden en el cual el Ust edes divino se m anifiest a o fluye hacia lo denso, la realidad
m at erial.)
Recuerden la im agen del sol que irradia sus rayos. El sol j unt o con sus rayos son
ust edes. Cuando los rayos se alej an m ás del sol son propensos a la ilusión y al m iedo. En
est os rayos ust edes podrían dibuj ar divisiones y nom brarlas: ‘ser’, ‘alm a’, ‘cuerpo’.

Algunas veces eso sirve a un propósit o, aclararles las cosas a ust edes.
Pero no est am os t an at ados a definiciones específicas.

Pr e gu n t a 3
Yo fr e cue nt e m e n t e t r a t o de pr opa ga r la s cosa s que yo sé y sie nt o de n t r o de m í
pe r o m e e n cu e n t r o con qu e n o soy com pr e n dido por la s pe r sona s qu e m e
r ode a n . ¿Cóm o de be r ía t r a t a r con e st o?

Cada persona t iene su propia realidad de conciencia. Tú podrías im aginar aquella


realidad, si usam os una vez m ás la im agen del sol, est ando a un ciert o punt o o paso en
el rayo del sol.
Si t ú sient es dent ro de t i la chispa de la conciencia de Dios y la unidad de t odas las
cosas, t u energía, t u radiación energét ica, puede est ar confront ando a ot ros.
Específicam ent e a las personas que obt ienen su seguridad de las ‘leyes de la lim it ación’:
los reglam ent os de la com unidad que dicen qué puede o no puede ser, o qué es
perm it ido o posible. Est as leyes ( m odelos de pensam ient o colect ivo) est án basados en el
m iedo.
Cuando t ú rom pes esas leyes con la luz de t u conciencia, t u radiación energét ica le dice a
la gent e que t ú puedes t rascender las leyes de la lim it ación, y est o podría despert ar
rencor e incom prensión, porque t ú est ás hablando y radiando desde una fuent e que es
desconocida para los ot ros.
Tam bién, puede haber t em or en las personas que t e rodean, porque ellos no com prenden
cóm o t ú elij es t us cam inos en la vida. Cuando t ú est ás viviendo realm ent e a t ravés de t u
int uición, a t ravés de t u propia fuent e de verdad, las decisiones que t ú t om es en t u
cam ino podrían ser vist as com o im pulsivas, caóticas, increíbles. La voz de t u alm a no se
m ant iene at ada a sist em as o reglas. Est o pude t ener un efect o cont radict orio en t u
ent orno.
Es im port ant e que no t e dej es pert urbar por est o, y m ant ent e volviendo al silencio de
est a fuent e int erior, porque ahí yace t u propio poder.
Tam bién es im port ant e, cuando t ú est ás recibiendo m ensaj es desde esa fuent e int erior
silenciosa, int uit iva, realm ent e arraigar esos m ensaj es; conect arlos a la t ierra. Tú
consigues est o perm it iendo a la energía que sient es en ese m om ent o ( la energía de:
‘ést a es m i verdad’) fluir t oda a t ravés de t u cuerpo e im agínat e a t i m ism o realm ent e
firm em ent e conect ado a la t ierra. Est o t e da la fuerza para vivir realm ent e desde aquellas

-11-
Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

int uiciones y no ser desconcert ado por las opiniones de los ot ros.
El cam po de la energía colect iva, o lo que yo llam o ‘las leyes de la rest ricción y el m iedo’,
puede est ar present e de un m odo penet rant e en t u ent orno. Es un cam po colect ivo de
conciencia que es sost enido por una m asa de personas que aún no han elegido vivir
desde su propia luz y desde su propia verdad.
Debido a la presencia de est a influencia, es realm ent e im port ant e facult ar a t u propia
verdad arraigándola profundam ent e dent ro de t u cuerpo y a la t ierra.

Pr e gu n t a 4
¿Es r e a lm e n t e posible qu e yo ha ya vist o la im a ge n de Je sú s? ¿Qu é la r a dia ción
de su cor a zón m e ha ya ca pt u r a do t a n t o? ¿O fue sólo u n su e ño?

Tú eres t an am ada por m i y yo est oy t an cerca de t i. Tú siem pre m e has vist o y m e has
sent ido, incluso si no fuist e concient e de eso t odo el t iem po. Est am os fuert em ent e
conect ados.
Tú siem pre puedes sint onizart e a m í, a m i energía, al est ar de buen ánim o. Solo confía
en t u int uición, en t u percepción.
En el m om ent o en que t ú t uvist e esa experiencia, y ahora m ient ras la est ás t eniendo, t ú
est ás en el cent ro de t u poder. En cuant o em piezas a dudar, la pierdes y se vuelve m ás
oscura, y com ienzas a dudar de t odo.
No t e cuest iones a t i m ism a. Tú eres la fuent e de poder en t u propia vida.
Por supuest o que fui yo quien est uvo cont igo. No deberías pret ender que es ext raño para
m í est ar cont igo, porque yo est oy profundam ent e conect ado con el cam ino de t u vida,
con t u cam ino hacia la luz, hacia la verdad. Y donde quiera que sea posible, yo est aré
cont igo y est aré a t u servicio.
Yo soy un cam po de energía. Yo he sido un ser hum ano, pero t am bién soy de una
realidad que no est á unida al cuerpo, al t iem po y al espacio. Por lo t ant o yo puedo est ar
ahí siem pre para t i. Tú siem pre puedes sint onizarm e.
No es algo que t engas que aprender, no es algo que t engas que est ar ilum inada para
hacerlo; sim plem ent e est á ahí. Al igual que el am or siem pre est á ahí. Tú no t ienes que
t rabaj ar para eso. No t ienes que hacer nada. Sólo perm ít et e recibir.

Pr e gu n t a 5
¿Cóm o pode m os cont a ct a r e sa n u e va for m a de concie n cia de la cua l t ú e st á s
h a bla ndo?

Ust edes ya est án en cont act o con esa form a de conciencia y ust edes t am bién la est án
sint iendo.
Ust edes son t odos com o abej as, enj am bradas alrededor de un panal de abej as, y sus
corazones est án burbuj eando. Algo est á m urm urando y zum bando, que ust edes sient en
que est á diciendo: déj enos ir allí, t enem os que est ar allí.
Por lo t ant o el reconocim ient o ya est á allí.
Ust edes sólo pueden reconocer algo que en ciert o m odo ya conocen.

Sólo que ust edes son com o un ser part ido por la m it ad. Por una part e conocen la verdad
y la realidad de la luz, del ser real que no est á velado por el m iedo y la inseguridad. Pero
la ot ra part e de ust edes aún est á en el frío, aún est á en la oscuridad.
¿De qué se t rat a? Se t rat a de t ener el valor de ident ificarse, de ser uno, con esa part e de
luz de esa nueva realidad; la part e de ust edes que ya es concient e de aquella nueva
realidad.
Si ust edes aún se ident ifican con la part e que t odavía est á det rás, que aún necesit a ser
sanada, se sent irán com o una víct im a; pequeños e inconsolables y siem pre en busca de
algo fuera de ust edes m ism os.

-12-
Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

Mient ras que eso que est án buscando ya est á ahí, dent ro de ust edes. Sólo es cuest ión de
confiar de que lo que est án sint iendo est á bien.

La paut a m ás im port ant e es: confíen en eso que se sient e com o luz dent ro de ust edes
m ism os. Y con luz no querem os decir ‘sagrado’, sino regocij o y alegría e inspiración. Así
se sient en ent usiast as. Sint iendo que su energía se eleva.
Ust edes se sient en obligados respect o a m uchas cosas, y ese sent im ient o de obligación
no es una buena guía para encont rar la luz dent ro de ust edes.
Esa nueva realidad de la que est am os hablando es una de ser libres y ser ust edes
m ism os. El hecho de que est án añorándola indica que ust edes ya t ienen conocim ient o de
ella. Esa part e de ust edes que sabe de est o, que se eleva y alcanza aquella nueva
realidad, esa part e est á, va por delant e. Trat en de ident ificarse con ella. I nt ent en dej arse
guiar por ella, incluso si parece ext raña o sobrenat ural. Si ust edes hacen est o, el rest o de
ust edes seguirá.

Pr e gu n t a 6
La s pe r sona s fr e cu e nt e m e n t e son cla sifica da s, se gún los m e se s com o e n la
a st r ología , o se gú n los a ñ os com o e n la a st r ología Ch in a . A ve ce s la s pe r son a s
h a bla n de los n iñ os de lu z. En ot r a s pa la br a s, t oda una ge ne r a ción de pe r sona s.
¿Cóm o se a da pt a e st o a la t ot a lida d?

Tú est ás realm ent e en un dilem a. Tú quieres com prender la realidad de la luz desde una
realidad que aún est á en la som bra, y t ú est ás t rat ando de usar las herram ient as de t u
realidad corrient e para com prender ot ra realidad.
Eso est á bien. Siem pre que t e ayude.
Si ut ilizas herram ient as que t e elevan ést as siem pre serán correct as. Ya sea ast rología o
psicología, o lo que sea que ut ilices.
Las caract erizaciones de aquellos sist em as est án perfect am ent e bien.
Si un sist em a t e ayuda a ganar perspicacia, para cont act ar en t u corazón la realidad de
t u ser superior o t u propia luz, ent onces ese sist em a es perfect o para t i.
Por lo t ant o no hay nada m alo en aquellas clases de sist em as por sí m ism os.
Em piezan a ser un problem a cuando ellos com ienzan a lim it art e, cuando son propagados
com o la últ im a verdad y son ubicados sobre la realidad, lim it ándola.
Cuando t ú com ienzas a experim ent ar a un ciert o sist em a de conocim ient o com o
rest rict ivo, es m uy im port ant e que seas capaz de alej art e de él. Es sólo cuest ión de
encont rar t u propio poder.
Es el poder de ver que esos inst rum ent os pueden ser m uy út iles por un ciert o t iem po,
para un det erm inado problem a, y t ener la capacidad de abandonarlos nuevam ent e, sin
sent ir la necesidad de j uzgarlos.
Muchos sist em as psicológicos, incluyendo algunos espirit uales, son una com binación de
int uición y pensam ient o racional. Siem pre exist e una m ezcla de ( ese es el aspect o
hum ano de t odos los sist em as) por un lado, la chispa de im pulso verdadero desde la
realidad de luz int erior y por el ot ro lado, la m ent e que necesit a ordenar y cat egorizar. Y
desde el int erior de la m ent e, los aspect os m enos ilum inados pueden ent rar
caut elosam ent e ( porque la m ent e frecuent em ent e quiere t ener a la realidad som et ida a
ella en lugar de ser capaz de ‘dej arla ser’) .
Siem pre es m uy im port ant e est ar concient e de la subj et ividad de una doct rina y est ar en
cont act o con t u propia int uición.

Hoy en día se habla m ucho acerca de los niños de luz o de los niños índigos. Y en verdad,
con la llegada de est os niños, una ola de luz corre dent ro de t u m undo. Desde sus
m ent es, ust edes est án inclinados a t oda clase de ideas o t eorías, para com prender est o y
calificarlo. ¡Pero la luz sim plem ent e corre a t ravés de ellos!
Est a luz t am bién puede ser una fuerza abrum adora. Est os niños puede, con su presencia,
derrum bar m uchas ideas grabadas en piedra. Ellos pueden t rast ornar m uchas ideas, de

-13-
Series de Sanación – El poder de t u propia concienca

las cuales ust edes ( la conciencia colect iva) pensaron que est aban m uy seguros.
La llegada de est os niños es una realidad.
Ust edes pueden discut ir acerca de cóm o nom brarlos o t am bién acerca de varias
int erpret aciones psicológicas.

Pero su llegada es realm ent e el anuncio de una nueva clase de conciencia, y ellos est án
aquí para t raerla.

Pr e gu n t a 7
La bú squ e da pa r a ha lla r e l pr opio se r e s m u y solit a r ia . M i fa m ilia n o e s gr a n de y
yo a m e nudo sie n t o sole da d. ¿Qu é pue de h a ce r e l pode r in t e r ior con t r a e st a
sole da d?

Pam ela: sient o una respuest a de Jeshua que parece ser m ucho acerca de t i. ¿Est á bien
así? Es realm ent e m ás una respuest a personal que una general.

Est á bie n

En cuant o em prendes el cam ino de buscart e a t i m ism o y t e vuelcas al int erior,


encuent ras una part e m uy difícil: una soledad int erior que puede ser paralizant e.
Tu cam ino en est e m om ent o, el cam ino que ha elegido t u alm a, es realm ent e el de
int ensificar cosas desde el fondo hacia arriba dent ro de t i m ism o. Me refiero a t u propio
poder, t u propio cim ient o. Y para hacer est o t ienes que ir a t ravés de la soledad int erior,
en la cual t ú serás t ot alm ent e arroj ado at rás hacia t i m ism o. Pero de est e m odo,
encont rarás el poder dent ro de t i.
Est e proceso est á conect ado con perm it ir que la cólera y la rabia se expresen dent ro
t uyo. Est o concierne cólera en relación con t u ent orno y en relación con t u pasado.

En general, podríam os decir que, en los m om ent os en que t e vuelcas hacia dent ro para
realm ent e sacar la fuerza de adent ro t uyo, y no de afuera de las ideas u opiniones de
ot ros, t u conciencia hace un giro de 180 grados. Debido a est o, inm ediat am ent e
encuent ras dent ro t i las part es con las cuales est ás t eniendo problem as. Ést as pueden
ser una profunda soledad o ansiedad por separación. Pero t am bién pueden consist ir en
sent im ient os de inquiet ud, ira o t rist eza.
Por lo t ant o no es inusual que j ust o cuando t e est ás ent regando al cam ino del
crecim ient o hacia una conciencia m ayor, inicialm ent e t e vuelvas m uy concient e de
aspect os desagradables dent ro de t i. En ese m om ent o es m uy im port ant e, no apart arse,
sino est ar con eso. Acom pañart e y guiart e a t i m ism o, com o un padre lo hace con un
hij o. Esa es la part e de la cual hablé al com ienzo.

Tal vez hayas oído de personas que t rabaj an con los que agonizan. Ellos nos cuent an que
ayudan a alguien principalm ent e sólo est ando allí. Sent ándose al lado de alguien, sin
decir nada.
Lo que t ú puedes hacer por t i m ism o en los m om ent os que sient es la necesidad m ás
profunda, t u soledad m ás grande, es est ar allí cont igo m ism o.

Est ando present e sin t ener que hacer nada. Eso es verdadero consuelo, eso es verdadero
valor.
Eso es t am bién el poder de t u conciencia.
En el m om ent o en que eres capaz de est ar verdaderam ent e present e cont igo m ism o en
t u m ayor necesidad, en t u m ayor soledad, algo sucede dent ro de t i. Tú t ransform as algo
dent ro de t i, y en consecuencia la soledad se vuelve m ás pequeña y t ú t e vuelves m ás
grande que t u soledad. Ese es el poder del ser concient e.

-14-
Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

El dolor del nacimiento cósmico


El 2 3 de M a yo de 2 0 0 4 e st u vim os ca na liza n do a Je sh u a e n nu e st r o luga r de
t r a ba j o pa r t icu la r e n Tilbu r g.
Aba j o pu e de n le e r e l t e x t o, a sí com o t a m bié n la s r e spu e st a s de Je sh ua a
pr e gu n t a s de la a u die n cia .
El t e x t o ha bla do h a sido cor r e gido e n cie r t o m odo pa r a fa cilit a r su le ct u r a .

Est e m e n sa j e fu e t r a du cido de sde e l h ola n dé s a l inglé s por la dr a . W e n dy


Gillisse n ( sit io w e b w w w .r e in ca r na t ie t h e r a pie .com ) , y lu e go de sde e l in glé s a l
e spa ñ ol por Sa n dr a Gu se lla sguse lla @gm a il.com .

Queridos am igos, est oy m uy feliz de que ust edes est én aquí. ¡Y algunos de ust edes han
venido de t an lej os! Yo los he vist o a t odos ust edes y sé quienes son.
Ust edes son m uy queridos por m í.
Mi viaj e es su viaj e y su viaj e es el m ío. Es por est o que m e gust aría com part ir algunos
de m is conocim ient os sobre el largo viaj e, en el que ust edes com o alm as se han
avent urado.

Est e viaj e conduce a una Luz que t odos ust edes pueden ver delant e de ust edes, pero la
cual en verdad es una luz que ya arde dent ro de ust edes. Sin em bargo, ust edes no ven o
no creen realm ent e est o suficient em ent e.

Quiero llevarlos conm igo al com ienzo de su viaj e. Todo el cam ino hacia at rás hacia el
com ienzo, cuando ust edes nacieron com o alm as en una realidad que no conocían de
ant em ano.
Quiero ir at rás en el t iem po al m om ent o en que ust edes com enzaron su viaj e. Su viaj e a
t ravés del t iem po, a t ravés del espacio, a t ravés de la m at eria. El origen se halla en un
m uy largo viaj e hacia at rás.
Pero el event o m ism o, de ser separado del hogar, de la fuent e original, del origen de
t odos ust edes, ese acont ecim ient o y la angust ia que va con él, est á t odavía m uy
present e dent ro de t odos ust edes.
Est e dolor del nacim ient o yace det rás de m uchos de sus sent im ient os y com port am ient os
diarios.

Me gust aría aclarar est o con un ej em plo.


Muchos de ust edes se confront an diariam ent e con una int ranquilidad int erior, una
sensación const ant e de “ buscar algo” . Hay una t ensión int erna que est á relacionada con
no est ar com plet am ent e en el hogar con ust edes m ism os: no sent irse en el hogar con su
propio ser, su propia esencia.

Desde est a t ensión básica int erior, hay una t endencia a buscar validación ext erior,
reconocim ient o y acept ación. Siem pre es necesario algo desde afuera para
t ranquilizarlos. Algo que quit e esa t ensión y diga: ‘est ás en el hogar, est ás a salvo’.
Pueden im aginar cuán frecuent em ent e ust edes necesit an est a seguridad, porque t odos
ust edes pueden sent ir dent ro de ust edes m ism os est e desasosiego, est a com pulsión a
buscar. La inclinación a ir a algún lugar que no est á en el ahora, que est á fuera de
ust edes y no dent ro de ust edes m ism os.

Me gust aría hablar acerca del origen de est a t endencia. La causa real es com o el cent ro
de una cebolla que t iene m uchas capas alrededor. Las capas ext eriores est án form adas

-15-
Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

por ciert os event os en su vida, que los han llevado a sent irse int ranquilos, a no sent irse
en el hogar dent ro de ust edes m ism os. En las capas m ás profundas hay sucesos en ot ros
t iem pos de vida que han sido t raum át icos. Pero si ust edes desprenden t odas las capas,
ust edes descubrirán un núcleo int ranquilo, un cent ro de añoranza que est á conect ado al
com ienzo de su viaj e.

I m agínense a ust edes, ant es de avent urarse en est e viaj e, siendo part e de un est ado de
unidad que era m uy confort ant e y envolvent e. Era com o si est uvieran en un sueño,
com parable a un ciert o est ado m ient ras duerm en en el cual t odo es seguro y su
conciencia es m uy recept iva. Ust edes perm it en que t odo suceda, t odo es fluido. Ust edes
conocen est e est ado en sus vidas t errest res, al m enos parcialm ent e, com o la sit uación en
la que est án cuando son un em brión en el út ero.
Ent onces, no hay aún una clara dist inción ent re adent ro y afuera, hay una unidad en la
experiencia y una seguridad que est á fuera de cuest ionam ient os.

En aquél m uy t em prano com ienzo, ust edes com o alm as fueron com o em briones,
inm ersos en un est ado de paz y seguridad.
En un ciert o m om ent o, vino a su conciencia una experiencia de ser separado
violent am ent e.
Ése fue el com ienzo de su nacim ient o com o alm as individuales; alm as que se
enfrent arían a un m aravilloso viaj e de acum ular experiencia.

Al principio t odo fue uno. Luego vino la experiencia de ser separado, o de ser desgarrado
de una ant igua unidad. Y ent onces hubo desorient ación, hubo un est ado de confusión.
Una búsqueda ciega de algo, algo sobre lo que apoyarse, alguna seguridad que no había.
Fue un m om ent o de oscuridad.
De cualquier m odo, así fue com o ust edes lo sint ieron, pero en el m om ent o en que
ust edes fueron separados y dej ados libres de la fuent e original y siguieron su propio
cam ino, fue al m ism o t iem po un m om ent o de profunda creat ividad.
Ust edes pueden im aginar un espacio negro vacío, el espacio donde fueron esparcidos. Allí
había oscuridad, pero t am bién había espacio para algo nuevo.

Muchos de los sent im ient os que ust edes sint ieron al com ienzo de su viaj e, los pueden
encont rar en la im agen del niño perdido dent ro de ust edes m ism os, del cual he hablado
la últ im a vez ( ver ‘El poder de t u propia conciencia’, precediendo est a canalización en el
sit io web) .
Est a im agen del niño perdido expresa claram ent e las profundas heridas int ernas con las
cuales ust edes com enzaron su viaj e. Durant e est e viaj e, en el cual ust edes han t om ado
m uchas form as ( cuerpos) , han pasado por m uchas experiencias, han regist rado m uchas
cosas, y finalm ent e t erm inaron aquí, en est e planet a: la t ierra.
La t ierra es un lugar de grandiosa creat ividad y de m uchas posibilidades.
Y, a pesar de las posibilidades y de la belleza de la realidad aquí en la t ierra, ust edes aún
sient en añoranza. Hay un sent im ient o de que algo ‘no est á bien’. Com o si algo est uviera
perdido, algo que es esencial para sent irse bien. Lo que est á perdido en sus
sent im ient os, es el am or básico y la seguridad em ocional que es una base necesaria para
que cada ser vivient e crezca, florezca y sea capaz de desarrollarse en libert ad.

Lo que yo quiero pedirles a ust edes es que busquen dent ro de su propia conciencia la
herida original que fue creada cuando dej aron el Hogar. ¿Pueden ust edes encont rar
dent ro de ust edes m ism os el lugar físico donde se sient en ser separados desde la unidad
original? Es una unidad prim ordial que ust edes no pueden explicar con sus m ent es, pero
de la cual est án seguros, profundam ent e en su corazón, de que la han conocido.

Al volverse ust edes nuevam ent e hacia el dolor original de la part ida desde el “ Hogar” ,
pueden encont rar una sust ancial fuerza para sanarse a ust edes m ism os. Es allí, después
de t odo, ¡donde yace el origen de su pérdida de fuerza!
Todos ust edes aquí, los que est án present es y los que est án leyendo est e t ext o, est án en

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

el proceso de dar un paso hacia un nuevo nivel de conciencia. Un nivel donde hay una
base de seguridad int erior y confianza en sí m ism o, a t ravés de la cual serán posibles
m uchas nuevas creaciones. Ust edes serán capaces de vivir y crear desde est a nueva
conciencia int erior.
Pero para realm ent e reconocer est e nuevo nivel de conciencia, es de sum a im port ancia
viaj ar hast a el núcleo y el origen de los bloqueos y desequilibrios que ust edes
experim ent an en su vida diaria.
En est a fase de su desarrollo, es t iem po no solo de m irar los dolores y t raum as que han
surgido en sus vidas act uales y t al vez en los t iem pos de vida ant eriores, sino t am bién de
dar un paso m ás profundo. Es necesario ahora ir hacia at rás a la escena prim ordial y, t an
pront o com o su conciencia la reconozca y la recuerde dent ro de su corazón, prest arle
at ención al dolor dent ro de ust edes m ism os. Es t iem po de cuidar aquel nuevo niño
cósm ico que aún est á vivo dent ro de ust edes y no sabe hacia donde est á siendo dirigido
y carece de t odo sent ido de orient ación.

Me gust aría darles un m odo de conocer y de t rabaj ar con est e dolor prim ordial. Es
im port ant e darse cuent a de que est e dolor t am bién t iene una localización física; est á
ubicado en el abdom en. Ést e es el asient o de las em ociones y de los sent im ient os
asociados.
El abdom en frecuent em ent e es el lugar o el cent ro energét ico desde el cual ust edes
est ablecen relaciones con ot ras personas. El problem a que a m enudo surge aquí es que
en el cent ro de su abdom en hay un dolor que t rasciende est a vida t errest re, que
t rasciende t odos los t iem pos de vida, y que sigue hacia at rás hast a su nacim ient o com o
alm as individuales. El dolor del nacim ient o cósm ico est á en el nivel m ás profundo.
Sin em bargo, ust edes frecuent em ent e t rat an de aliviar est e dolor cósm ico individual en el
nivel de las relaciones con ot ras personas. Específicam ent e en las relaciones personales
profundas, donde hay int im idad con ot ro, frecuent em ent e sucede que ust edes int ent an
sanar su propia herida m ás profunda con la energía de ot ro.
A m enudo, ust edes reconocen m uy bien el dolor en el ot ro. Esencialm ent e, siem pre es el
m ism o dolor que est á basado en la pérdida de la seguridad y de la conexión prim ordial.
El ot ro con frecuencia funciona com o un espej o para su propio dolor. En esencia, ust edes
reconocen su propio dolor en la cara del ot ro.
Debido a que ust edes reconocen su propio dolor en el ot ro, m ás fácilm ent e de lo que
pueden reconocerlo en ust edes m ism os, ust edes com ienzan a t rat ar de resolver est e
dolor en el ot ro y subconscient em ent e ust edes esperan que su propio dolor sea reducido
por la presencia ( am or, reconocim ient o) del ot ro.
Pero est e j uego que es con frecuencia represent ado en las relaciones ( sexuales) hace que
sea m ás difícil que ant es sanar la herida. Est o es porque se puede desarrollar fácilm ent e
una dependencia m ut ua desde est e rol de j uego em ocional, sobre el cual am bos en la
parej a crecen at ados. Tan pront o com o em pieza a form arse la dependencia, com ienzan a
involucrarse aspect os de poder, que los llevarán m ás lej os del hogar, lit eralm ent e ( del
Hogar) . Siem pre que ust edes com iencen a inclinarse al poder, ust edes est án ent regando
su propia fuerza. El poder y la dependencia no pueden exist ir uno sin el ot ro.

El área de las relaciones personales ( ínt im as) es un indicador m uy im port ant e para llegar
a ser concient e del profundo dolor cósm ico que t odos ust edes llevan consigo.
Muy frecuent em ent e ust edes sient en com o que necesit an la presencia de ot ro en su vida.
Est o t rabaj a desde afuera diciéndoles que esa soledad est á asociada con la falt a de
cont act o con ot ros y que la solución est á en una relación de am or o de am ist ad. Pero en
ést a presunción yace una gran t ram pa pot encial.
La t ram pa es que ust edes est án colocando la causa de su dolor fuera de ust edes m ism os.
El result ado es que ust edes, en el sut il rol j ugado en las relaciones, com ienzan a sost ener
que el ot ro es responsable de sus heridas int ernas: ust edes son la víct im a.
Al m ism o t iem po, ust edes est án ej erciendo un ciert o poder sobre el ot ro, porque ust edes
conocen su dolor int erno y su vulnerabilidad.
El significado espirit ual del am or ent re un hom bre y una m uj er, o en cualquier relación
sexual ínt im a, no es: sanarse las heridas uno al ot ro. La belleza real de una relación de

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

am or yace en el encuent ro de dos seres com plet am ent e independient es que com part en
ent re ellos sus propias riquezas. Cada uno t iene sus propios punt os de vist a sobre la
realidad, su propia m anera de experim ent ar las cosas. Ser capaz de com part ir est o
m ut uam ent e en el nivel m ás profundo es una gran alegría para el alm a.
Por consiguient e ¡nada del m enoscabo de las relaciones ínt im as!
Yo solam ent e quiero señalarles que a est as relaciones con frecuencia se les da un m al
uso, cuando se int ent a sanar una herida int erior que en realidad no t iene nada que ver
con la ot ra persona.
A veces puede ser m uy difícil darse cuent a de est o en el nivel m ás profundo. Com prender
que si ust edes se sient en t erriblem ent e solos o abandonados o t rist es, ust edes est án
creando est a realidad, est e sent im ient o para ust edes m ism os. Ust edes son el creador de
est a realidad int erior que llam an soledad o sent im ient o de abandono.

La solución real para est os sent im ient os, que son m uy profundos y m uy viej os, se
encuent ra en volverse hacia ust edes m ism os en lugar de volcarse hacia ot ro, hacia donde
ust edes t ienen la fuerza real a su disposición. Para t odos los sent im ient os de
desesperación, depresión y soledad en su vida, la solución est á disponible dent ro de
ust edes m ism os en una form a energét ica. La solución ya est á ahí, est á present e en su
energía. La energía de la solución puede parecer ocult a, en el sent ido de que ust edes
necesit arán encont rar la puert a y abrirla. Pero en esencia ust edes son energía Divina que
t iene t odo disponible dent ro de sí m ism a para consolar al niño perdido dent ro de ust edes.
La invit ación a t odos ust edes, a cada alm a individual, es la de im pregnarse de su propia
divinidad.
La t endencia a volverse dependient es de alguien m ás respect o a est o, es la cusa de
m uchos desacuerdos y est o nunca resolverá el dolor m ás profundo. Por est o es que es
t an im port ant e reconocer com plet am ent e la fuent e real de ese dolor, darse cuent a de
que yace en una dim ensión espirit ual que t rasciende est as relaciones, est e t rabaj o, est os
padres, et cét era. Y com prender que por lo t ant o la solución no se encuent ra en el
com port am ient o de su parej a, de su m adre, de su hij o, de su colega, sino pura y
solam ent e dent ro de ust edes m ism os.

Todavía t engo m ucho para decir sobre est e t em a, pero quisiera concluir por ahora. Me
gust aría darles la oport unidad de que hagan pregunt as.

Pr e gu n t a 1

Yo a ve ce s sie n t o u na e ne r gía m u y pode r osa e n m í; ¿é se e s m i ve r da de r o pode r ,


e s a m or o e s ot r a cosa ?

Cuando nosot ros hablam os de la fuerza dent ro de ust edes m ism os, de la enorm e fuerza
que est á a su disposición, a veces est o es m alint erpret ado. Porque ust edes
frecuent em ent e asocian fuerza con poder, con algo m ágico, algo explosivo, algo
dom inant e.
La verdadera fuerza en ust edes m ism os es la fuerza que t odos ust edes conocen en los
m om ent os de quiet ud, en silencio.
Cuando t odo se relaj a dent ro de ust edes, cuando t odos los pensam ient os y em ociones
caen com o hoj as al suelo y t odo est á calm o, ent onces puede surgir una cert eza dent ro de
ust edes, un conocim ient o de dónde est án y hacia dónde est án yendo. A ese conocim ient o
nosot ros lo llam am os fuerza int erior.
Est e conocim ient o y est a cert eza est a fuert em ent e asociada con est ar en cont act o con su
fuent e, con quienes son ust edes. Cuando est án en cont act o con su cent ro, no dudan de
ust edes m ism os. Ust edes saben que son quienes ust edes son, y que no hay nada que
dudar: no hay fuera de ust edes m odelos a los cuales t engan que adapt arse, que ust edes
sim plem ent e son lo que son, con t oda la fuerza y la belleza que les pert enece.
En esos m om ent os de cont act o int erior, de conocim ient o int erior, hay pocos
pensam ient os y em ociones. Sólo est á est a fuert e sensación de ser y saber.

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

Y est e sent im ient o t am bién se origina en el vient re. Es un sent im ient o que viene de su
cent ro y est á present e debaj o de sus pensam ient os y em ociones. Es la t ranquila pero
enorm e fuerza que vive dent ro de t odos ust edes.
Ésa es su conexión direct a con Dios, y al m ism o t iem po con su propio ser m ás profundo.
En su propia esencia, cent ro divino, ust edes son t ot alm ent e indefinidos, no est án ligados
al cuerpo o al caráct er, a su nom bre, a su sexo, et cét era. Cuando est án en cont act o con
eso ust edes son concient es de un ser puro.
Todo es abiert o. Y aún sigue siendo único, t am bién. Son ust edes que est án allí.

Pr e gu n t a 2

¿Cóm o pue de un o sa be r si e st á lle va ndo pa r t e s n o r e su e lt a s de u n o m ism o a


u n a r e la ción ( que de be r ía n t r a ba j a r se a t r a vé s de un o m ism o) , o si u n o e st á
ve r da de r a m e n t e t r a ba j a n do e n la r e la ción ?

Cuando ust edes sient en que en una relación con ot ro surgen sent im ient os de m iedo, est o
indica que hay que prest ar m ucha at ención. Porque cuando el m iedo est á present e, es un
signo de que ust edes sient en la necesidad de cam biar algo o de agarrarse de algo o de
dirigir a alguien a alguna dirección.
Los sent im ient os de m iedo siem pre son un signo de que est án t em iendo perder una part e
de ust edes m ism os. Sin em bargo, nunca pueden perder una part e de ust edes sin que
ust edes lo perm it an. No es el ot ro t om ando algo de ust edes. Son ust edes que est án
creando el t em or de perder.

Las relaciones con frecuencia son una m ezcla de am or puro, en donde ust edes le
perm it en al ot ro ser libre y acept an al ot ro, y de sent im ient os de m iedo, en donde j uegan
su part e aspect os de poder y dependencia.
Para darse cuent a dónde ust edes perm it en que sus heridas int eriores
subconscient em ent e j ueguen una part e en la relación, es m uy im port ant e ser concient es
de los m om ent os o sit uaciones en los que ust edes sient en t em or en su relación. Y cuando
son concient es de est o, pueden dar una m irada profunda a esa part e de ust edes m ism os.
Est o quiere decir: cuando ust edes se dan cuent a, en un conflict o con ot ro, que est án
hablando desde un m iedo int erior que no t iene nada que ver con lo que el ot ro est á
diciendo o haciendo, se hacen responsables de ese t em or: reconocen que es algo que les
pert enece a ust edes y que es independient e del ot ro.
Vuelvan su conciencia hacia ust edes m ism os y vean qué m iedo hay dent ro de ust edes y
dense lo que necesit an. Vean que es un problem a que solo ust edes pueden y deben
resolver.

Est o no significa en absolut o que ust edes deberían t erm inar la relación o vivir solos. El
asunt o es que hay que crear claridad en la relación. Cuando ust edes se hacen
responsables de sus propias em ociones ( negat ivas) , ust edes pueden fácilm ent e y
abiert am ent e com unicar est as em ociones al ot ro. Si el ot ro les da el espacio para hacer
est o, es el signo de que hay una buena base para prosperar en una relación sana.
Ya he dicho con ant erioridad que el obj et ivo de una relación de am or no es: curarse las
heridas uno al ot ro.
No obst ant e, una relación en la cual am bos en la parej a se hacen responsables y se
reconocen com o individuos independient es, va a ser sana. El am or recíproco t iene una
propiedad curat iva.

En una relación am orosa, am bos en la parej a se am an y se respet an. En t al relación el


ot ro t am bién les reflej a aspect os de ust edes. El am or que se den a ust edes m ism os, va a
ser exalt ado y fom ent ado por la presencia de la ot ra persona. Ésa es una propiedad
inspiradora.
Por consiguient e, el punt o vit al no es que ust edes no pueden recibir sanación del ot ro,
sino que ust edes no t ienen que volverse dependient es de est o.

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

Y cuando ust edes sient en que surgen sus m iedos – t am bién en la form a de celos, ira,
decepción, expect ación – est én alert as y regist ren el dolor y herida subyacent e dent ro de
ust edes m ism os que es, en esencia, su responsabilidad. El ot ro ciert am ent e puede t ocar
ese dolor con ciert os m odos de com port am ient o, pero es m uy im port ant e no dej arse
seducir por el rol de víct im a. Reconozcan que ese dolor es su creación. Eso es m aest ría.

Pr e gu n t a 3

En e l ca m in o h a cia e l r e con ocim ie n t o de e sa he r ida , e se pr ofun do dolor de n t r o


de u n o m ism o, a m e n u do u n o e n cu e n t r a cóle r a , r e la cion a da con e l por qu é .
¿Pu e de que e st o t e nga qu e ve r con pr e gun t a r se por qu é de a lgú n m odo ocu r r ió
a que lla se pa r a ción ? ¿Pu e de s de cir a lgo a ce r ca de e st a cóle r a ?

La cólera que ust edes puedes sent ir en est e cont ext o es enfado hacia la vida m ism a.
Cólera por el dolor del nacim ient o, lo cual im plica est ar enfadado porque t uvieron que
pasar por ese sent im ient o de ser desgarrado por dent ro, es en esencia una m anifest ación
de im pot encia. Ust edes se sient en t an pequeños y solos y vulnerables y sient en com o si
les hubiera sucedido algo m uy inj ust o. Sient en com o si no hubieran m erecido sem ej ant e
viaj e oscuro y difícil.

El problem a es que cuando ust edes sient en esa cólera, est án en un nivel propio en el
cual aún son el niño perdido, el niño que salió a buscar y no halló salida. Ese niño t odavía
est á ahí. Pero en ese nivel no van a encont rar respuest as. Realm ent e no es m ás que
lógico que ese niño est é m uy enoj ado; no com prende qué est á sucediendo.
La respuest a a est a cólera yace en ot ro nivel de su conciencia. ¡Porque ust edes son m ás
que aquella pieza perdida en su int erior! Exist e un nivel dent ro de ust edes en el cual
pueden sent ir que son m ás que aquel niño perdido, im pot ent e.
En el lugar en su conciencia donde pueden acoger a ese niño, ust edes son m ás que ese
niño. Ahí donde pueden rodear al dolor con su conciencia, ust edes le perm it en ser y lo
acept an. Haciendo est o, ust edes t rascienden el problem a. Ust edes son m ás que el dolor.
I ncluso es posible sent ir que hay un profundo significado en su nacim ient o com o un alm a
y en su viaj e a t ravés del t iem po, del espacio, de la ilusión y de la oscuridad ( ignorancia) .
Es im posible explicar ese significado con la m ent e.
Est o t an profundo, sólo pueden com prenderlo desde ese lugar calm o y pacífico de fuerza
del cual ya les he hablado, el conocim ient o sereno que t rasciende a los pensam ient os y a
las em ociones.
Querem os pedirles que viaj en hacia ese lugar y que sient an que hay ahí un nivel dent ro
de ust edes donde ust edes acept aron ir a t ravés de est e viaj e, y acarrear est e dolor.
En est a et apa de su desarrollo, es difícil darse cuent a com plet am ent e de los frut os
posit ivos que su viaj e cosechará. Tal vez podem os ilust rar est o recurriendo a una
m et áfora.
I m aginen el est ado prim ordial del ser del cual ust edes vinieron com o una nube blanca,
una nube algo m ullida donde t odo est á ent relazado. Todo es suave y uno, pero t am bién
un poco pálido en color. Ust edes pueden im aginar el m om ent o en el que salieron de
aquel est ado prim ordial del ser, com o seres individuales, es su viaj e a t ravés de del
espacio vacío, com o pequeñas sem illas cayendo desde la nube a la t ierra. Las sem illas
germ inaron y de ellas crecieron plant as y flores. Su viaj e a t ravés de lo nuevo y lo
desconocido ha perm it ido la germ inación de cosas en la creación ( la sum a t ot al de lo que
es) que no era posible ant es, que no exist ía y que no nunca se habría podido com pilar.

Para perm it ir la verdadera creat ividad, ust edes necesit an una conciencia individual que
sea capaz de reconocerlos com o separados de ot ros seres. Sólo ent onces puede haber
ahí una diferencia. Cuando t odo es uno y conect ado, las cosas t ienden a volverse
est át icas. Cuando hay diferencias, la diversidad puede florecer.
Ust edes pueden im aginar el dest ino de su viaj e com o un j ardín en plena floración, con
m uchas clases diferent es de flores y plant as, que j unt os form an un t odo conect ado ( a

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

niveles físicos y espirit uales) . Com paren la diversidad y la riqueza de est a im agen con la
im agen de la nube prim ordial; la nube un t ant o descolorida que im plicaba una sit uación
de seguridad prim ordial, pero t am bién algo unidim ensional en ciert o m odo, una clase de
‘insipidez’. Es difícil expresar bien est o.

Tan pront o com o ust edes com ienzan a sanarse el ‘dolor del nacim ient o’ y dej an ir su
cólera con respect o a est o, pueden experim ent ar qué herm oso es com enzar a florecer
por dent ro. Y eso –la experiencia de t al belleza y riqueza - es el significado de su viaj e.
Ent onces la oscuridad ya no es algo sin significado, sino que es experim ent ada com o algo
que hace una im port ant e cont ribución a la Creación.
Es difícil explicar est o desde un punt o de vist a que est á ‘por encim a’ de la experiencia. Se
t iene que experim ent ar que la oscuridad y el dolor pueden ser fuerzas creat ivas. Est o
com ienza a est ar a su alcance cuando em piezan a acept ar a la oscuridad com o algo que
es, sin querer com bat irla o em puj arla fuera.
En cuant o experim ent an sent im ient os de cólera, es im port ant e para ust edes acept arlos
com plet am ent e y luego ir al cent ro sosegado dent ro de ust edes del cual hablam os ant es.
Puede ser út il visit ar la nat uraleza, o algún ot ro ent orno inspirador, donde ust edes
puedan respirar el silencio com o sea. En ese silencio su ira se disolverá, sin t ener que
em puj arla fuera.

Pr e gu n t a 4

Cu a n do e st oy solo, m e r e su lt a fá cil e st a r de n t r o de m i pr opia fu e r za o quie t u d.


Pe r o cu a ndo e st oy r ode a do de pe r sona s, a m e n udo m e r e t r a igo a un a se n sa ción
de in sign ifica n cia , la se n sa ción de t e n e r qu e de fe n de r m is ide a s, y cosa s por e l
e st ilo.

En el m om ent o en que t e sient es herido por lo que ot ra persona dice o piensa, fluye
dent ro de t i una ola de energía que t iene un m at iz de fondo de m iedo. Est a ola saca a t u
conciencia de t u cent ro. Tu conciencia se sum erge en est a ola, com o quien dice, y luego
se ident ifica con ese m iedo.
Es im port ant e reconocer el m ism o m iedo subyacent e en t odos los diferent es incident es
con personas ( observaciones o sucesos) que acont ecen t odo el t iem po. Si t ú puedes
hacer est o, habrás sim plificado el problem a y eso es m uy im port ant e. Cuando los
problem as parecen m uy com plicados, en realidad est án t rat ando con los det alles, a un
nivel superficial. Siem pre t rat en de sent ir la em oción subyacent e o el t ono de sent im ient o
que est á en el núcleo de los incident es. En est e caso, es m iedo. Tú sient es una ciert a
inquiet ud o nerviosism o en t ales sit uaciones. Y t am bién hay cólera, porque los dem ás no
est án viendo o reflej ando t us int enciones correct am ent e.

En el m om ent o en que t e sient es herido por ot ro, t ú ves al m undo y a t i m ism o desde la
perspect iva de los dem ás y ent onces dices: est o no est á bien. Te sient es int ranquilo y
encolerizado y a veces confundido, porque exist e en el m undo una im agen de t i que no
est á de acuerdo con t u percepción int erior.
La respuest a a est e problem a es: dej a que el ot ro t enga su percepción.
Perm it e el m odo de percibir del ot ro, no im port a cuán lim it ado sea a t us oj os.
Tú no deberías t rat ar de corregir el punt o de vist a del ot ro. Tú no t ienes que hacer eso,
no es t u responsabilidad. Cuando t e liberas de est a ‘obligación’, el espacio a t u alrededor
se ext iende enorm em ent e.

Con frecuencia t ú esperas que los dem ás piensen de t i de una ciert a m anera. Tú esperas
la reacción de los ot ros con t em or y expect at ivas. Pero si dej as que el ot ro sea libre en su
percepción, ya no t endrás que experim ent ar su reacción com o un j uicio hacia t i. Tú
puedes sim plem ent e dej ar que la reacción negat iva est é en la ot ra persona com o su
int erpret ación de ciert as señales.

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

Tú dices que puedes est ar en t u cent ro m ás fácilm ent e cuando est ás solo. Para m uchos
de ust edes es im port ant e pasar t iem po solos, porque pueden ent rar m ás fácilm ent e en
cont act o con ust edes m ism os cuando est án solos, que cuando est án en presencia de
ot ras personas.
En presencia de ot ras personas a m enudo em erge un ciert o desasosiego, algo que les
hace sent ir que ust edes deberían ser diferent es de lo que son. Y t an pront o com o piensan
eso, ust edes em piezan a perder cont act o con su cent ro. Ent onces ust edes se desvían, o
quedan com o suspendidos fuera de su cent ro.
Para sent ir cóm o es sent irse en su propio cent ro, es im port ant e perm anecer relaj ados
con regularidad, t ener m om ent os de quiet ud para ust edes m ism os de m odo que puedan
sent ir cóm o es est ar en su propia com pañía. Mom ent os en los cuales t ienen un ciert o
cont act o ínt im o con ust edes m ism os y saben cóm o se sient e su propia energía cuando
est án t ranquilos y relaj ados.

En cuant o est és en cont act o con ot ros nuevam ent e y sient as que eres halado de t u
cent ro, la prim er y m ás im port ant e cuest ión es ser concient e de que est á sucediendo.
Luego, con la ayuda de t u respiración, puedes llevar la energía hacia dent ro de t i, hacia
t u vient re, hacia t u cent ro. Ent onces en el m om ent o que sient es que eso est á
sucediendo, t rat a de respirar t res veces desde t u abdom en. Vas a sent ir que algo sucede:
que la energía se desplaza hacia dent ro de t i. Puede que t engas que hacer est o
frecuent em ent e para volvert e ot ra vez hacia dent ro de t i. Pero cuant o m ás lo hagas, m ás
fácilm ent e lo lograrás. Y siendo concient e, t ú puedes volvert e hacia t u propia energía
incluso m ás fácilm ent e y m ás rápidam ent e, y así increm ent as t u habilidad de perm anecer
en t u cent ro.
Me gust aría decirt e una últ im a cosa. Tú eres una persona m uy em pát ica. Tú fácilm ent e
ves cosas a t ravés de los oj os de los dem ás. Trat a, m ient ras est ás en cont act o con ot ros,
de pregunt art e a t i m ism o: ¿cóm o m e sient o respect o a est o? ¿Cóm o est oy viendo las
cosas? No m ires la sit uación a t ravés de los oj os de los dem ás, en cam bio desplaza la
energía hacia dent ro de t i. Ést a es t am bién una m anera de ir hacia t u cent ro: de sost ener
t u propio punt o de vist a m ient ras est ás con los dem ás.

Pr e gu n t a 5

A ve ce s m e ir r it o m uch o y soy in ca pa z de e x pr e sa r lo. En t on ce s la cóle r a se


vu e lve cont r a m í. ¿Cóm o t e ngo qu e ha ce r pa r a a pr e nde r a e x pr e sa r e st o,
a pr e n de r a u sa r la e ne r gía pa r a a lgo con st r u ct ivo?

Al relacionart e con ot ras personas, acum ulas t u cólera por dent ro y prim ero m uest ras t us
aspect os lindos.
Toda persona necesit a un equilibrio ent re dar y recibir. La part e de dar de una persona es
la part e con la cual se conect a con el ot ro, y ut iliza su energía a favor del ot ro. La part e
de recibir es la part e desde la cual una persona se aísla del ot ro, se da un espacio y dice
‘yo’ en la relación.
Cont igo, la cuest ión es que t ú m uest ras m ás fácilm ent e la part e de dar, a t ravés de la
cual t ú est ás ahí para el ot ro de un m odo am oroso. Pero est a presencia am orosa no es
bien recibida, t ú t ienen problem as con llevar t u energía hacia t i, di ‘yo’ y reclam a t u
propio espacio. Y est o lleva a un m ont ón de frust ración y t am bién decepción.
Tienes que aprender a ponert e en prim er lugar. Es necesario que ut ilices t u propio poder
de discernim ient o para sent ir si ‘dar’ es apropiado en una sit uación det erm inada. No
debería ser algo det erm inado.
Es necesario llegar a un profundo equilibrio ent re dar y recibir.
Por lo t ant o t am bién es im port ant e para t i encont rar un m odo de expresar y liberar esa
cólera. Esa ira t am bién t e est á hablando de t u fuerza int erior, de t u visión, de t u
originalidad. La ira no es solo una energía negat iva, originalm ent e es una energía
creat iva que ha llegado a t rabarse y en esa sit uación de bloqueo causará problem as.
Lo que puede funcionar m uy bien cont igo es canalizar est a ira o sublim arla a una energía

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

creat iva. Porque t ú t ienes m ucha energía creat iva a t u alrededor, y cuando la dej as
florecer t ot alm ent e, de cualquier m odo creas m ás espacio a t u alrededor. Más espacio
para t i, para t us necesidades y t us carencias.

Pr e gu n t a 6

Te n go u n a pr e gu n t a m á s a ce r ca de l a m or . Yo a ve ce s sie n t o e sa qu ie t ud e n m í
de la cu a l t ú h a s h a bla do. Pe r o t a m bié n e se in fin it o a m or por t odo lo qu e m e
r ode a . Bu e n o, n o sie m pr e , pe r o a ve ce s. ¿D e dón de vie n e ?

Tú t ienes la habilidad de alcanzar t u corazón con m ucha frecuencia, y de sent irt e m uy


profundam ent e conect ada con ‘t odo’. Es un conocim ient o espirit ual de la unidad de t odo
lo que est á vivo. ¿De dónde viene? Es una m em oria del alm a de una realidad que
t rasciende lo físico y que es el fundam ent o de t oda la creación, de la realidad conocida.
Es un sent im ient o m íst ico.
De cualquier m odo, es m uy im port ant e para t i aprender a t raerlo hacia abaj o, a canalizar
est a energía hacia la t ierra. Y con est o quiero decir que necesit as perm it ir calm adam ent e
que est a energía se conect e con la t ierra.
Est a energía cósm ica fluye dent ro de t i a t ravés de t us chakras superiores y t rae con ella
t al int ensidad que, cuando fluye hacia los chakras inferiores, pueden crear un ciert o
dist urbio. Ent onces t ú sufres un exceso de energía que lleva al desasosiego. Por lo t ant o
es im port ant e prest ar at ención a la t raslación de est a inspiración espirit ual al ser de
t odos los días, al rit m o de la t ierra. La nat uraleza puede ayudart e a encont rar el
equilibrio. En la nat uraleza hay una quiet ud básica y un rit m o que t e ayuda a
t ranquilizart e. Con una buena conexión a la t ierra t ú puedes int egrar est a energía
espirit ual arm oniosam ent e con t u vida diaria y t am bién com part irla con los dem ás.

Pr e gu n t a 7

Yo h e sido m u y cr e a t ivo e n m i vida y e st o sie m pr e ha e n con t r a do r e sist e n cia .


Pe r o de sde qu e e st oy e n e l ca m in o e spirit u a l, t odo e s m u ch o m á s fá cil. Pe r o a l
m ism o t ie m po, y de e st o se t r a t a m i pr e gu n t a , t e m o pode r t e ne r m u ch a
in flue n cia sobr e los de m á s. Sie n t o r e sponsa bilida d por los e fe ct os de lo qu e yo
h a go ( e spe cia lm e n t e e n m i t r a ba j o) y m e a t e m or iza . ¿Cóm o pue do t r a t a r con
e st o?

Tú no confías en t u propia fuerza. Tu fuerza real est á sint onizada con t u int uición, lo cual
t ú puedes hacer bien. Act úa desde est e profundo conocim ient o int erior, y luego libéralo.
No sient as com o si t odavía necesit aras ret enerlo encim a o cont rolarlo.
Puedes desarrollar el poder de liberarlo com prendiendo que t ú no eres responsable de
t odas las consecuencias de t us elecciones. Tu responsabilidad es t om ar una decisión
desde t u m ás profundo sent ido de la verdad. Lo que sucede luego, ya no es m ás t uyo. De
qué m odo est o se desarrollará en el m undo y cóm o reaccionará la gent e a eso, es
m ayorm ent e una cuest ión de su propio libre albedrío. Y no es t u t area dirigir est o.

Tú no est ás acost um brado a m anifest ar t u propia fuerza claram ent e. Hay una ciert a
desconfianza en t i m ism o y una sensación de inferioridad desde el pasado que t e hace
ret roceder y pensar: ¿puedo yo hacer est o, se m e perm it e ser t an fuert e? ¿Se m e
perm it e brillar, puedo yo saber claram ent e cóm o quiero que sucedan las cosas y qué es
necesario?

Es cuest ión de perm it irt e t odo est o. Y t ú puedes ver las dudas que pueden surgir
ent onces com o una viej a energía que t e est á ret eniendo hacia at rás. Est as dudas no son
un ‘cont rapeso valioso’ que t e m ant iene en equilibrio, sino un bloqueo energét ico en
cont ra de la expresión de t odo t u pot encial creat ivo.

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

Pr e gu n t a 8

Algún t ie m po a t r á s, vin o e spon t á n e a m e n t e sobr e m í u n a e spe cie de a m or . ¿D e


dón de vino e st o?

En ese m om ent o se abrió un port al en t u corazón, dándole acceso a una part e t uya que
es viej a, y al m ism o t iem po es nueva. Tú est ás m ot ivado en t u vida por un poderoso
im pulso espirit ual. Te sient es m ucho m ás encam inado en t u sendero espirit ual y desde
est e em puj e hay un deseo de ej ecut ar t odo t u pot encial. Desde ese deseo t ú has llam ado
a esa experiencia.
Ese deseo ha est ado ahí por m ucho t iem po y est á t rabaj ando a t ravés t uyo de m uchas
m aneras.
La experiencia a la cual t e refieres, t e ha llevado a cont act ar con una capa profunda
dent ro de t i. Es t u corazón que se ha abiert o a una nueva conciencia de la realidad que
es posible para t odos nosot ros. Es una conciencia desde la cual la vida se experim ent ará
m ucho m ás desde una sensación de arm onía int erior, con respect o a t odos los seres.
Tam bién cont igo est a inspiración puede ser int ensa ( Jeshua se refiere a la pregunt a de
arriba) .

Puedes ver a t u experiencia espirit ual com o el result ado de un núm ero de veces en las
que t e has est im ulado desde adent ro. En est a experiencia sucedió algo energét ico en el
cent ro de t u corazón. La apert ura que se ha generado, t e hace m ás suscept ible a t oda
clase de energías alrededor t uyo, pero al m ism o t iem po m ás fuert e.

Con m ás fuert e, quiero decir que t ú eres capaz de ser t ransparent e a las energías que no
pert enecen a t i, que no est án relacionadas cont igo.
La sensibilidad no siem pre t iene que ir de la m ano con la vulnerabilidad. Dent ro de t i, la
sensibilidad ha abiert o eso que t am bién t e da una gran fuerza.
Es im port ant e com prender que lleva t iem po perm it ir que est a energía se arraigue a la
t ierra, que se int egre con t odo los aspect os –terrenales- de t u vida. Es im port ant e confiar
en el rit m o de la t ierra y perm it ir que las cosas sucedan en el orden en el que se
present an. Est o t e sucederá espont áneam ent e. Tú no t ienes que t rabaj ar duro para est o.

Pr e gu n t a 9

Yo t e n go la se nsa ción de qu e no h a go e st o solo, de qu e ha y e n e r gía s n o física s a


m i a lr e de dor . ¿Qué pue do ha ce r con e st o?

Dej ar que t u escept icism o se vaya y perm it ir que t u im aginación corra librem ent e.
Las energías no físicas o guías est án present es en t odos ust edes.
Pero hay m uchas capas en t i que se resist en a est o: t u m ent e, pero t am bién ciert os
sent im ient os.
Te la pasas pregunt ándot e: ¿t engo que creer en est o o no, est o es verdad o no es
verdad?
Mi consej o es: dej a que t u im aginación ent re com plet am ent e por est a vez en una
fant asía ( visualización) en la cual t ú cont act as esas energías o seres a t u alrededor.
Pregúnt ales quiénes son, qué t ienen que decirt e. Y no t e pregunt es si no est arás
invent ando t odo est o y si t iene o no algún sent ido. Post erga esas pregunt as. Y solo
después de que t oda la visualización haya finalizado, cuando hayas com plet ado “ la
sensación a t u alrededor” y hayas acabado de fant asear, explícale t odo est o a t u lado
escépt ico y pregúnt at e si t odo est o es verdad. Pero t en el coraj e de perm it ir prim ero la
realidad de esas energías dent ro de t u corazón y de t u m ent e y j úzgalas m ás t arde. ¡Por
lo t ant o no t e pares sobre los frenos t an rápido!

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Series de Sanación – El dolor del nacim ient o cócm ico

¿Pe r o cu á l e s su fina lida d? ¿Qué pu e do ha ce r con e st o?

Tú no t ienes que hacer nada con est o. Sólo est á ahí. Es part e de t u realidad. Tú no t e
pregunt as por qué los árboles est án ahí, o el agua, o el cielo. Así es com o deberías ver
est o. Est as energías a t u alrededor son algo nat ural.

Si t ú piensas, m e gust aría fam iliarizarm e con ellas, hazlo. Pero no hay obligación, es libre
y abiert o. De hecho, t am poco hay que esperar nada, no hay que t ener un obj et ivo
concret o. Porque ent onces podrás cont act ar aquellas energías abiert am ent e y librem ent e,
y ellas podrán sorprendert e con su sent ido del hum or, am or y sabiduría.

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

Trampas en el camino para llegar a ser un


sanador

El 2 5 de Julio de 2 0 0 4 e st u vim os ca n a liza n do a Je sh u a e n n ue st r o lu ga r de


t r a ba j o pa r t icu la r e n Tilbu r g.
Aba j o pu e de n le e r e l t e x t o, a sí com o t a m bié n la s r e spu e st a s de Je sh ua a
pr e gu n t a s de la a u die n cia .
El t e x t o ha bla do h a sido e n cie r t o m odo cor r e gido pa r a fa cilit a r su le ct u r a .

Est e m e n sa j e fu e t r a du cido de sde e l h ola n dé s a l inglé s por la dr a . W e n dy


Gillisse n ( sit io w e b w w w .r e in ca r na t ie t h e r a pie .com ) , y lu e go de sde e l in glé s a l
e spa ñ ol por Sa n dr a Gu se lla sguse lla @gm a il.com .

Querida gent e,

Es con gran placer y felicidad que les hablo a ust edes a t ravés de Pam ela y les doy la
bienvenida en est e lugar, donde se han reunido para escucharm e, un viej o am igo de
ust edes. Yo soy Jeshua, yo he est ado ent re ust edes en m i vida en la t ierra com o Jesús.
Yo he sido hum ano y sé t odo por lo que ust edes pasan com o seres hum anos en un
cuerpo t errest re y en una vida t errest re. Y he venido aquí a ayudarles a com prender
quiénes son ust edes. Todos ust edes present es aquí y m uchos ent re ust edes, quienes
leerán est e t ext o m ás t arde, son t rabaj adores de la luz ( light workers) .
Ust edes son ángeles de luz, quienes han olvidado quiénes son realm ent e.
Todos ust edes han pasado m uchas pruebas en su viaj e en la t ierra, a t ravés de m uchos
t iem pos de vida t errest res. Y yo conozco est as pruebas desde adent ro.

Ahora ust edes han llegado a un punt o en su hist oria del alm a, donde est á ocurriendo una
finalización, una t erm inación de una ciert a et apa en esa hist oria.
Todos ust edes est án en un punt o en su desarrollo donde est án t eniendo un fuert e
cont act o con el Ser int erior que ust edes realm ent e son, con su Ser Superior que es
independient e del t iem po y del espacio. Ust edes est án en el proceso de adm it ir a su ser
int erior o superior dent ro de su ser t errenal, dent ro de sus vidas present es.

Todos ust edes est án aún un poco incóm odos cont act ando a su ser superior o elevado,
porque han olvidado que ust edes m ism os son est a gran fuent e de luz.
Ust edes han olvidado que t odo el conocim ient o y el am or que ust edes est án buscando,
est á present e en su propio cam po de energía, su propia aura.
Sin em bargo, t odos ust edes han com enzado a cont act ar la fuent e m ás profunda de luz
int erior.
Por lo t ant o ahora ha llegado a ser apropiado en su sendero de vida asist ir a ot ros – ya
sea profesionalm ent e o no – en su cam ino int erior.
I ncluso cuando su propio viaj e int erior aún no ha finalizado, ust edes son capaces, desde
un ciert o punt o en adelant e, de com part ir con ot ros sus energías de discernim ient o y
sabiduría. Todos ust edes se sient en llam ados a est o.

Desde el m om ent o en que ust edes asum en sanar o ser un m aest ro, aparecen un ciert o
núm ero de t ram pas en su cam ino. Est o t iene sus raíces en ciert as incom prensiones
acerca del proceso de los dem ás para volverse com plet os y su part e en est o.
Hoy m e gust aría hablarles acerca de est as t ram pas.

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

¿Qué es la sanación?

¿Cuál es la esencia de la sanación? ¿Qué sucede cuando alguien logra ‘est ar bien’, ya sea
a nivel psicológico, em ocional o físico?
Lo que sucede es que est a persona es capaz de conect arse, en un nivel m ás profundo,
con su propia luz int erior, con quien él o ella realm ent e son. Est a conexión t iene un
efect o sanador en t odas las capas del ser, en el nivel psicológico t ant o com o en los
cuerpos físicos y em ocionales.

Lo que cada persona busca en un sanador o t erapeut a es un espacio energét ico, en el


cual él sea capaz de cont act ar su propia luz int erior. El sanador o t erapeut a puede
ofrecer est e espacio porque él ya ha hecho est a conexión dent ro de él m ism o. El sanador
t iene a su disposición una frecuencia, una frecuencia energét ica dent ro de su ser, la cual
t iene la solución para el problem a del que busca la sanación.
Ser un sanador o t erapeut a significa: llevar la frecuencia energét ica de la solución en su
cam po de energía y ofrecerla a alguien m ás.
Est o es lo que es, nada m ás.
Básicam ent e, es un proceso que puede t ener lugar sin palabras o acciones. Es la propia
energía que ust edes t ienen com o t erapeut a o sanador, la que t iene el efect o de sanación.
Es su energía ‘ilum inada’, que ust edes ofrecen com o un espacio, en el cual algún ot ro
puede cont act ar su luz int erior, su propio centro. Es est e cont act o int erior lo que hace
que ocurra la sanación. Toda sanación en realidad es aut o- sanación.
Sanar o ayudar, en esencia, no t iene nada que ver con habilidades específicas o con
conocim ient o específico que pueda ser aprendido de libros o t om ando cursos. El poder de
sanación no puede ser adquirido a t ravés de algo ext erno. Se t rat a de la ‘frecuencia de la
solución’ que est á present e en su cam po de energía com o result ado de su propio
crecim ient o int erior y claridad de conciencia.
Con frecuencia est o no est á aún com plet o en t odos los aspect os, porque t odos ust edes
aún est án im plicados en procesos personales de desarrollo de la conciencia. Sin em bargo
hay part es en su cam po de energía que han llegado a ser t an claros y puros, que pueden
t ener un efect o sanador en los dem ás.

Es esencial com prender que est e efect o no t iene que ser t rabaj ado. Es el pacient e o
client e quien decide si asim ila o no la frecuencia, si la adm it e. Es su elección. Ust edes la
ofrecen, por quienes son, por ‘est ar ahí’ para el ot ro. No es por las habilidades o
conocim ient o que hayan aprendido de alguien m ás, que ust edes sanan, sino puram ent e
por quienes ust edes son, por el cam ino int erior que han seguido. Es especialm ent e en el
t erreno de los problem as por los que ust edes m ism os han pasado, y por haber sent ido
las em ociones acom pañant es en el cent ro de su ser, que ust edes pueden dar una m ano
al ot ro de la m ej or form a posible.
Por consiguient e, la aut o- sanación, t om ar responsabilidad por sus heridas int ernas y
cubrirlas con la luz de su conciencia, sigue siendo m uy im port ant e para los t rabaj adores
de la luz. Es la habilidad de aut o- sanación lo que los conviert e a ust edes en un sanador o
t rabaj ador de la luz. Es la frecuencia de la solución en su cam po de energía lo que hace
posible que los dem ás encuent ren el cam ino para su propia aut o- sanación.

Cuando est án t rat ando a client es o ayudando a las personas de su ent orno, ust edes
frecuent em ent e ‘leen’ su energía y le dan inform ación, o ust edes t rat an a alguien
energét icam ent e, con energía. Pero el client e o persona con la cual ust edes est án
t rabaj ando est á igualm ent e ocupado ‘leyendolos’ a ust edes. Exact am ent e com o ust edes
est án sint iendo su energía, él est á, concient e o inconscient em ent e, absorbiendo su
energía. Él de t odos m odos sient e lo que ust edes dicen y lo que llevan en su ser, en su
frecuencia de energía. Él los sient e a ust edes.
Es en la lect ura que el client e hace de ust edes que ocurre el quiebre real. Cuando el
client e sient e ahí el espacio que él necesit a para reparar el cont act o int erior con su propio
Ser, sus palabras y acciones adquieren una cualidad sanadora. Ent onces ellos pasan a
ser los t ransport adores de luz y am or que el client e puede llevar hacia el cent ro de su

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

propia luz y am or.


Cuando hay una int ención honest a de ayudar a alguien que viene a ust edes, él est á
abiert o a su energía de t al m odo, que puede ser t ocado por las part es que son m ás puras
en su propio ser.
Est as part es de ust edes no son un result ado de los libros que leyeron o del m at erial que
han aprendido; no son m eras herram ient as o inst rum ent os. Son el result ado de una
alquim ia personal, de una t ransform ación personal de la conciencia que lleva su sello
único.
Me gust aría enfat izar est o profundam ent e, ya que parece haber una t endencia ent re los
t rabaj adores de la luz ( personas quienes, por su nat uraleza, sient en un fuert e im pulso de
ayudar a los dem ás) de est ar siem pre buscando un nuevo libro, un nuevo m ét odo, una
nueva habilidad, que pueda ayudarlos a ser un m ej or t erapeut a o sanador.
La verdadera sanación es t an sim ple.

Cuando yo viví en la t ierra, algo m anaba de m is oj os. Mis oj os m ost raban una energía
que t enía un efect o sanador inm ediat o sobre las personas que est aban abiert as a ést a.
Est o no era un t ruco m ágico o un efect o especial. Yo est aba en cont act o con m i fuent e
int erior de verdad. Yo podía perm it ir que la luz y el am or divino que eran m i herencia –
exact am ent e com o es su herencia- em anaran desde m í hacia ot ros seres vivos.
Est o t enía un efect o sanador sobre aquellos que est aban verdaderam ent e abiert os a est o.
Lo m ism o sucede con ust edes. En est e aspect o, ust edes no son diferent es a m í. Todos
ust edes han cam inado por el sendero int erior de libert ad y aut orrealización, para llegar al
m ism o punt o al cual yo llegué cuando viví en la t ierra. Todos ust edes est án en el proceso
de llegar a ser concient es del Crist o en ust edes m ism os.

La energía Críst ica es su dest ino y su m et a y ust edes est án siem pre llegando cada vez
m ás cerca de est e dest ino. Es el Crist o en ust edes quien sana y cura com o una
consecuencia nat ural de quien él es. Muy frecuent em ent e ust edes aún se ident ifican con
el alum no, aquel que se sient a a los pies de un m aest ro y escucha y pregunt a y busca.
Pero yo les est oy diciendo a ust edes, que el t iem po de ser un alum no ha t erm inado. Es
hora de que clam en su m aest ría. Es t iem po de darle al Crist o en ust edes la oport unidad
de m anifest arse en su realidad diaria, t errest re.

Para realm ent e llegar a ser uno con la conciencia Críst ica, y alcanzar su m aest ría com o
un sanador, ust edes necesit an liberar un núm ero de cosas. Est as cosas represent an las
t ram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador. Es acerca de est o que hoy quiero
hablarles. Diferenciaré ent re t res áreas en las cuales se les pide que liberen.

La trampa de la cabeza

La prim er t ram pa yace en el área de la cabeza, de la m ent e. Ust edes son m uy diest ros
analizando, a t ravés de la reflexión, del pensam ient o lógico. Sin em bargo, el m ent al, la
part e pensant e de ust edes, es m ucho m ás una part e del m undo de la dualidad.
Con el ‘m undo de la dualidad’ querem os decir una realidad de la conciencia en la cual los
hechos son divididos en bueno o m alo, luz o oscuridad, m asculino o fem enino, am igo o
enem igo, et c. En ot ras palabras: una realidad de la conciencia en donde no es reconocida
la unidad im plícit a de t odos los fenóm enos, pero en donde el j uicio y la discrim inación
son vist os com o verdaderos y obj et ivos.
La energía Críst ica es realm ent e una energía que est á por encim a o por debaj o de la
dualidad. Ella es la que form a la unidad debaj o de las polaridades. Pero la m ent e no
reconoce est e fluj o de unidad. A la m ent e le gust aría disgregar el fluj o de unidad en
part es, cat egorizarlas y colocarlas en com part im ent os separados. A la m ent e le gust a
diseñar est ruct uras, t eorías que puedan ser colocadas sobre la realidad, sobre la
experiencia direct a.

Est o t am bién sucede cuando ust edes t rat an de ayudar a ot ros. Desde una perspect iva

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

racional, ust edes t rat an de ubicar los sínt om as individuales de un client e en un m arco
m ás am plio, en una cat egoría m ás general, y a ust edes les gust a invent ar t oda clase de
t eorías acerca del t ipo de problem a y la solución para ést e.

Ahora, yo no est oy diciendo que t odo est o est é m al. Pero lo que m e gust aría pedirles es
est o: cuando ust edes est én t rabaj ando con ot ros, ya sea profesionalm ent e o en su vida
personal, t rat en y liberen t odos sus pensam ient os y razonam ient os, de t odas sus
consideraciones racionales acerca de cuál es el problem a con el ot ro, y sim plem ent e
escuchen la energía del ot ro. Trat en de sentir con su corazón e int uición dónde est á el
ot ro, en su m undo int erior.
Ést e ha sido el propósit o del ej ercicio que Gerrit ha realizado con ust edes ant eriorm ent e,
el segundo ej ercicio. ( Jeshua se refiere a dos ej ercicios de m edit ación que se hicieron al
com ienzo de la sesión. Los encont rarán escrit os al final del t ext o.)

Frecuent em ent e, ust edes t ienen t oda clase de ideas acerca de lo que algún ot ro debería
o no debería hacer para encont rar el cam ino int erior. Y est as ideas suelen ser m ás o
m enos exact as. Pero la cuest ión es: ellos no siem pre est án sint onizados con la energía
del ot ro en el ahora, en est e m om ent o en el t iem po. Podría ser que el ot ro necesit e un
cam ino com plet am ent e diferent e o una energía que ust edes puedan sondear con sus
m ent es racionales.

Me gust aría invit arlos a ver y a sent ir a la ot ra persona solam ent e desde el lugar aún
int uit ivo dent ro de ust edes m ism os, donde t rascienden la dualidad y vienen al hogar
dent ro de la energía Críst ica. Yo los invit o a ust edes a sent irse realm ent e inspirados por
el ot ro cuando le ofrecen ayuda a él o a ella.

La solución ent onces suele ser m uy sim ple.

Piensen, por ej em plo, en los padres que quieren ayudar a sus hij os con los problem as
que les surgen en el cam ino. Con frecuencia, debido a la experiencia, los padres ven
ciert as cosas con m ayor claridad que sus hij os, y ellos pueden ver las consecuencias de
ciert as acciones ant es de que sus hij os las vean.
Desde est e conocim ient o, los padres querrían salvar a sus hij os de sit uaciones negat ivas
o prevenirlos, y los incit arían a rever sus elecciones. Est o podría parecer ser una buena
m anera de ayudar, desde el punt o de vist a de la m ent e.

Pero si un padre sint onizara con el niño desde su lado int erior int uit ivo, calm o, y solo
escuchara lo que el niño le est á pidiendo, podría ser com plet am ent e ot ra cosa. Porque lo
que a m enudo el niño necesit a desde su int erior profundo es la honest a confianza de su
padre.

“ Confía en m í, déj am e ser quien yo soy. Déj am e com et er errores, déj am e t ropezar,
déj am e ser quien yo soy, y m ant én t u confianza en m í” .
Su honest a confianza en su hij o puede alent ar a su hij o a ir dent ro de sí m ism o y
consult ar su propia int uición. Est o puede ayudarlo a t om ar una decisión que él sient a que
es realm ent e buena y que t am bién sea incom prensible desde su punt o de vist a.
Si, por ej em plo, ust edes int ent an que su hij o haga algo desde la est ruct ura de su m ent e,
su niño percibirá en ust edes un sent im ient o de desconfianza, que causará una reacción
de resist encia y que incluso t al vez lo lleve a elegir aquello que ust edes no quieren.

El niño los ‘lee’ a ust edes cuando le ofrecen asist encia. Est á en la nat uraleza de los niños
ver a t ravés de las palabras y sent ir sus m iedos im plícit os. Ellos a m enudo responden con
aversión, com ienzan a resist irse y parecen incapaces de razonar. Pero con frecuencia son
los padres los que han perdido cont act o con sus sent im ient os m ás profundos debido al
t em or; el problem a est á en que ellos son sólo recept ivos a la razón. Ellos ignoran su
conocim ient o int uit ivo, que puede const ruir un puent e ent re ellos y sus hij os.

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

Est oy m encionando est e ej em plo porque es m uy com ún y m uy fácil de relacionar, y


porque es m uy difícil asist ir a sus hij os solam ent e desde su conocim ient o int uit ivo.
Liberar. De est o se t rat a.
Liberar sus ideas, sus pensam ient os acerca de lo que es correct o para el ot ro. I r del t odo
al ahora y pregunt ar: ¿qué necesit as de m í?

Eso es poder; ese es el poder de sanación que ust edes le dan a algún ot ro.
Y a m enudo, lo que es t ransm it ido es lo que el ot ro est á pidiendo: t en paciencia conm igo.
Confía en m í, rodéam e con t u fe, incluso si m e equivoco casi siem pre.

La t ram pa de la cabeza es el origen de m uchas preocupaciones.


En realidad, t odo es m ucho m ás sim ple. En cualquier sit uación difícil, t rat en y encuent ren
con sus sent im ient os e int uición el nivel de energía en el cual t odo llega a ser m uy claro y
sim ple. Ust edes no t ienen que pensar, solo escuchar.
Ése es el lugar de la energía Críst ica. Ése es el lugar donde yo los est oy esperando.

La trampa del corazón

La segunda t ram pa cuando ayudan a ot ros, que quisiera m encionar, est á en el área del
corazón, el cent ro de los sent im ient os.
El corazón es un punt o de encuent ro de m uchas energías. Form a el puent e ent re el cielo
y la t ierra. Puede const ruir un puent e ent re diferent es punt os de vist a. El corazón ‘reúne’
energías de diferent es orígenes y es capaz de reconocer la unidad im plícit a. Ella puede
t rascender la dualidad con la ayuda de las energías de am or y com pasión.
El corazón es la residencia de la arm onía y la com pasión con t odo lo que est á vivo y
anim ado. Por consiguient e es t am bién su cent ro de em pat ía. El corazón j uega un papel
m uy im port ant e en el acom pañam ient o y la orient ación a ot ros. Con su corazón, ust edes
pueden sent ir el dolor de los dem ás y sost enerlos con am or y com pasión.

Sin em bargo, t am bién hay un peligro en est o. Su com pasión y em pat ía pueden llegar
m uy lej os. Tan lej os, que ust edes pierden una part e de ust edes m ism os en el ot ro.

Ust edes deben saber, que cuando ent regan dem asiado de ust edes m ism os porque se
dej an llevar por el sufrim ient o de algún ot ro, la ‘execiva’ energía se volverá cont ra
ust edes. Est a part e de energía va hacia la ot ra persona pero no cont ribuye a la solución
de su problem a, porque no proviene de un t ot al est ado de equilibrio. En realidad, est a
energía sobrant e proviene de un dolor en ust edes del cual no son plenam ent e
conscient es. Est e dolor los vuelve a ust edes ‘exagerados’ en dar.

Ust edes pueden dist inguir cuando est án haciendo est o. Sucede cuando han hablado con
alguien, o han dado a alguien un t rat am ient o, y m ás t arde se sient en vacíos, frust rados,
o desalent ados. Est o indica que ust edes han dado dem asiado.

Cuando dan desde una posición de equilibrio, ust edes se sient en libres, alegres e
inspirados. En seguida vuelven a su propia energía fácilm ent e. Ent onces el ot ro
desaparece de su cam po de energía. Su aura se cierra y ust edes siguen su cam ino
separado. Todo est á bien.

Pero cuando perm anece un enlace energét ico con la ot ra persona, porque ust edes
quieren t an profundam ent e que él o ella est én bien o sean felices, est o t iene un efect o
dest ruct ivo en su energía. En ese inst ant e, aparece un enlace energét ico de dependencia
em ocional. Su bienest ar se vuelve dependient e del bienest ar de alguien m ás.

¿Por qué sucede est o t an fácilm ent e ent re ust edes? ¿Por qué est a t ram pa es t an difícil de
evit ar para los t rabaj adores de la luz? ¿De dónde viene est a dolorosam ent e fuert e
necesidad de sanar y hacer t odo, y hacer del m undo un m ej or lugar?

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

Hay t rist eza en sus corazones. Exist e en ust edes un profundo sent im ient o de
responsabilidad y de relación con la Tierra y con t odo lo que vive en ella. Hay en ust edes
una profunda añoranza por ot ra frecuencia de conciencia, m ás sint onizada con la
divinidad nat ural de t odo lo que est á vivo y respira en su t ierra. Ust edes est án anhelando
una realidad que responda a la canción de su alm a. Una canción que habla de paz,
alegría, unidad e inspiración creat iva.

Debido a est e profundo anhelo y la inquiet ud que provoca, ust edes con frecuencia
quieren ayudar a las personas m ás rápidam ent e de lo que ellos pueden m anej ar. Hay
im paciencia e inquiet ud en ust edes.
Y est o hace que sea difícil para ust edes dist anciarse suficient em ent e de las personas con
las que est án fuert em ent e involucrados. Est o claram ent e j uega una part e en el área
personal; y t am bién en el área de ayudar a ot ros profesionalm ent e.

Liberar el dolor y la aflicción de los ot ros y perm it irles com plet am ent e a ellos el t iem po y
el espacio para ir a t ravés de sus propios procesos, puede provocarles a ust edes un dolor
int erno. Est o es porque est o les recuerda su propia soledad y les da una sensación de
est ar perdidos en est a realidad t errest re. La diferencia ent re est e m undo im perfect o y la
ot ra realidad energét ica con la que ust edes sueñan, m ucho m ás pura y bella que ést a,
los hiere por dent ro profundam ent e.
A est o se debe, que en el área del corazón, la t ram pa sea la im paciencia.

Est a im paciencia t om a la form a de un gran com prom iso con una buena causa, o de la
int ensa preocupación por el bienest ar de los ot ros. Tom a la form a de dar dem asiado.
Si ust edes observan est e im pulso en ust edes m ism os, est a ansia por ayudar o la lucha
por una buena causa, sient an la im paciencia en eso, la part e de negación de la realidad
com o es aquí y ahora.
Sepan t am bién que cuando ust edes son plenam ent e concient es de est o, pueden dej arlo
ir. Tan pront o com o ust edes reconozcan que su ansia e im paciencia vienen de un dolor y
t rist eza int ernos, ust edes pueden dej ar de dar dem asiado.
Las cosas se vuelven m uy sim ples nuevam ent e.

Lo único que es convenient e hacer com o sanador y t rabaj ador de la luz es dej ar que su
energía est é disponible para los dem ás. Ser sim plem ent e quienes son y est ar en paz con
ust edes m ism os. La frecuencia de la solución est á en su cam po de energía.
Frecuent em ent e, at raen hacia ust edes a las personas con los m ism os t ipos de problem as
por los cuales ust edes m ism os han pasado. Ust edes han llegado al fondo de est os
problem as por ust edes m ism os, con su corazón y alm a, y por lo t ant o han alcanzado una
sabiduría y pureza en est as áreas que han pasado a form ar part e de su ser. Lo que llega
a ser part e de su ser es sagrado, inviolable. No puede perderse. No es un conocim ient o
aprendido del cual ust edes se puedan olvidar. Son ust edes t ransform ados por la vida, por
la experiencia y por el deseo de aprender y com prender.
Ent onces lo que ust edes t ienen que com part ir con los dem ás, con el m undo: ust edes
m ism os.
Lo único que necesit an para ofrecerlo es ir a los lugares o hacer las cosas que los hacen
sent ir inspirados, y luego dej ar que los ot ros sean t ocados por su energía, o no. Est o es
asunt o de ellos.
No hay nada m ás que deba hacerse, realm ent e… Est e es el t rabaj o de luz que han venido
a hacer.

Cuando ust edes se at reven a vivirlo de est a m anera, la energía que ponen en dar
dem asiado, y en dej arse arrast rar por el fuert e deseo de m ej orar las cosas, ¡podrían
ahora dársela a ust edes m ism os para un cam bio!
Ust edes han vivido m uchas vidas en la t ierra que fueron duras y difíciles. Vidas en las
cuales t rat aron de encarnar part e de su luz int erior y fueron cast igados por eso. Vidas en
las que ust edes t uvieron que luchar t odo el t iem po en lugar de ser quienes

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

verdaderam ent e son y florecer.


Est e m om ent o en la hist oria les ofrece la oport unidad de ser quienes ust edes son.
Ser quienes ust edes son t am bién im plica: ¡ni m ás ni m enos que disfrut arse a ust edes
m ism os! ¡Disfrut ar la vida!
Est én preparados para finalm ent e ver la belleza en est a exist encia t errest re, aun cuando
t ant as cosas est én m al.
Trat en y asim ilen las chispas de belleza en sus auras cada día. Trat en y véanlas en m edio
de t oda la fealdad, de t oda la disonancia.
Trat en de disfrut ar, t om en eso que se les ofrece, y reciban. ¡At révanse a recibir!

Aquellos t rabaj adores de la luz, que t am bién puedan recibir y realm ent e puedan
disfrut arse a sí m ism os, serán m ás cent rados y poderosos, y por lo t ant o incluso radiarán
m ás frecuent em ent e la ‘frencuencia de la solución’ desde sus cam pos de energía.
Ellos no se vacían a sí m ism os dando dem asiado. Ellos se perm it en fácilm ent e dar igual
que recibir, y de ese m odo t ant o el fluj o de dar com o el fluj o de recibir llegarán a ser
m ás fuert es en sus vidas.

La trampa del deseo

Ahora quisiera llevarlos a la últ im a t ram pa en el cam ino de ser un sanador/ ayudant e que
quiero discut ir con ust edes.
En filosofía y psicología, hay una dist inción t radicional ent re la cabeza, el corazón y el
deseo. He m encionado una t ram pa en el área de la cabeza, y una en el área del corazón,
y quisiera finalizar con la t ram pa del deseo.

El deseo puede ser localizado en el plexo solar, un cent ro de energía cerca del est óm ago.
Est e cent ro dirige la habilidad de act uar, la m anifest ación de su energía int erior en el
plano físico, t errenal.
Cuando el deseo est á conect ado a su int uición, la part e calm a de ust edes que t rasciende
la dualidad, t odo fluye sin esfuerzo.
El deseo ent onces llega a ser la ext ensión de Crist o en ust edes. Ust edes pueden
reconocer est o por el hecho de que sient en alegría en las cosas que hacen. Que su
corazón se abre con las cosas que hacen.
Pero con frecuencia, ust edes no est án bien sint onizados con el fluj o. Hay una part e de
ust edes, que yo llam o su deseo personal, que no siem pre quiere oír la voz del silencio.
Desde su deseo personal ust edes querrán realizar cosas de un m odo diferent e, a m enudo
m ás rápidam ent e que el fluj o nat ural. Ust edes pueden reconocer est o cuando hay una
inquiet ud dent ro de ust edes.

Cuando ust edes est án separándose del fluj o nat ural de su energía, con frecuencia son
dist raídos por el j uicio ext erior. Est o puede ser m uy ruidoso y t iene un gran im pact o y les
hace sent ir ‘t engo que hacer est o’, ‘t engo que hacerlo ahora’.
Lo que caract eriza a est e uso forzado del deseo es la presión a hacer algo. Em erge una
t ensión int erna que viene sim plem ent e de no querer liberar y confiar en su ser superior.
Confíen en la calm a fuerza de conocim ient o en ust edes que est á fuera del t iem po y del
espacio.

Usar el deseo personal excesivam ent e t am bién puede j ugar una part e al ayudar a ot ros.
En esencia, est a t ram pa est á fuert em ent e conect ada a la im paciencia que puede vivir en
el corazón. Aquí t am bién hay una t endencia a querer dar dem asiado a la vez y a querer ir
m ás rápido que lo apropiado.
En el área del corazón, est o era provocado por una t rist eza im plícit a, un profundo anhelo
por m ás arm onía en el m undo. Pero en el área del deseo, est a im paciencia y deseo
excesivo de ‘hacer’ viene del deseo por el poder personal.

Por favor no t om en el poder personal en el ‘m al’ sent ido de la palabra, por ej em plo,

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

querer oprim ir o dom inar a los dem ás. Esa et apa hace m ucho que ha sido pasada por
t odos ust edes. Ust edes t ienen un profundo sent ido del valor de la vida. El episodio del
abuso del poder a expensas de ot ros ha form ado part e de su hist oria.

Aún hay una part e dent ro de ust edes que quiere t ener poder, en el sent ido de querer
influenciar la realidad. Ust edes no confían lo suficient e en el fluj o nat ural, en el rit m o
nat ural de la vida. Est e rit m o frecuent em ent e es m ás lent o de lo que ust edes esperarían
desde su deseo personal.

La razón para est a lent it ud es que t odo proceso de creación int erior com ienza en el nivel
de la conciencia y t iene que recorrer un largo cam ino para llegar a expresarse en su
densa realidad m at erial. Todo lo que ust edes crean, la inspiración que ust edes quieren
volver físicam ent e real, t iene que ir a t ravés de una serie de pasos. Pueden ver el
proceso de creación com o un descenso a t ravés de los chakras, a lo largo de la t ierra.
Cada paso de est e cam ino les pide a ust edes, los creadores, confiar y sint onizar con el
conocim ient o silencioso int erior, que est á siem pre ahí y t rasciende el t iem po y el espacio.

Cuando ust edes pierden cont act o con est e punt o de silencio, est e conocim ient o int erior,
su deseo personal com ienza a act uar. Est o crea m ás inquiet ud y m ás desvíos de lo que
realm ent e es necesario.
Est e ‘error’ t am bién j uega una part e al ayudar a los dem ás.

Todos ust edes t ienen un im pulso int erior, del m odo que sea, a t raer Luz a est a realidad.
Podría ser que t engan su propia client ela o que asist an a ot ros profesionalm ent e en su
t rabaj o. O podría ser que ust edes solo ej ercit en est o en su ent orno personal. Est o no
hace diferencia.
Lo que es im port ant e es que ust edes encuent ran sat isfacción siendo un sanador y
t rabaj ador de la luz, que est a energía sanadora dent ro de ust edes puede fluir hacia fuera
y que ust edes se sient en creat ivos e inspirados por ella. Para que est o suceda es
necesario liberarse de su deseo personal y confiar en aquello que sale de ust edes por sí
m ism o.

A m enudo es difícil para ust edes sólo confiar, porque alcanzar sus m et as frecuent em ent e
lleva m ás t iem po de lo que ust edes piensan. ¡Pero t om en el ‘t iem po m ient ras t ant o’ para
disfrut arse! Rodéense de t odo lo que les gust e, de t odo lo que necesit en y después de
algo m ás. At révanse a perm it irse algunos luj os, en t odo concept o.
Sepan que t odo el t rabaj o int erior que ust edes realizan m ient ras t ant o, eleva la
‘frecuencia de la solución’ en su cam po de energía. Eso at rae a su cam ino a las personas
que pueden ser ayudadas por ust edes.

Liberar es amor

Superar las t ram pas descript as ant eriorm ent e siem pre se logra con form as de liberación.
Dej ar de pensar dem asiado, dej ar de ident ificarse dem asiado em ocionalm ent e, liberar el
uso excesivo del deseo.
Pero si ust edes realm ent e, en confianza, liberan, ayudar a las personas ( o a cualquier
ot ra form a de vida) llegará a ser una gran fuent e de alegría para ust edes. Com o
t rabaj adores de la luz experim ent arán profundas sat isfacciones y aut orrealización.
Siendo un sanador, com ienza a florecer en ust edes algo de la conciencia de unidad, que
t odos ust edes anhelan desde hace m ucho. Su conciencia se hallará ent relazada con la
profunda unidad que exist e ent re t odos los seres vivos, ent re Todo Lo Que Es. Est e
enlace conscient e con la ‘fabrica’ del Espírit u los hará felices sólo en el verdadero sent ido
de la palabra. Ust edes t rascenderán la dualidad y ent raran a un reino diferent e de
conciencia, uno que est á basado en la unidad y en el am or.
Es su sueño m ás profundo y su sat isfacción m ás profunda hacer de la conciencia de
unidad una realidad viva en la t ierra, t raerla hacia abaj o al plano m at erial. Est a es una

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

herm osa inspiración, y por lo t ant o, debido a est a m et a brillant e, yo les pido que sean
conscient es en su energía de las t res t ram pas de las que hoy hem os est ado hablando.
Est as t ram pas crean inquiet ud y negat ividad en su percepción de la realidad. Les
pedim os que sean conscient es de ellas y que las liberen, porque su Ser no- dual, el Crist o
en t odos ust edes, no quiere ot ra cosa m ás que m anifest arse en la t ierra, j ust o aquí j ust o
ahora.

Preguntas y respuestas

¿Cóm o ha ce u n o pa r a t r a t a r con la im pa cie n cia ?

En la im paciencia siem pre hay un elem ent o de cólera. Cólera por est a realidad, porque es
com o es.
En cuant o reconoces la energía de la im paciencia com o una form a de cólera, est ás ahí a
m edio cam ino. Porque t ú con frecuencia piensas que la im paciencia es m uy virt uosa. Que
t ú solam ent e quieres que las cosas est én m ej or, y que por consiguient e sea respet able
‘em puj ar’ la realidad.
Pero esencialm ent e, t u im paciencia es una form a de cólera y en la cólera en realidad
siem pre hay incom prensión. No ser capaz de acept ar las cosas com o son siem pre puede
hallarse que sea una consecuencia de no com prender por qué las cosas son com o son.

El prim er paso para t rat ar con la im paciencia es realm ent e reconocer el núcleo de cólera,
sent irlo.
Ent onces puedes pregunt art e: ¿por qué est oy enfadado?
Frecuent em ent e, en est a cólera hay un m iedo im plícit o de “ que nunca m ás est ará bien” .
En t u im paciencia t ú dices: “ es ahora o nunca” . En el deseo de conseguirlo m ás
rápidam ent e, siem pre hay escondido un t em or a que no suceda en ot ras circunst ancias.
Est e m iedo se hará pat ent e cuando t ú t e liberes de la cólera.
Exist e una pieza de vacío, de soledad en t i con la cual t e est ás confront ando cuando t e
liberas de la cólera. Hay una especie de ‘aguj ero negro’. A eso es a lo que le t ienes
m iedo.
“ Est oy enfadado con algo fuera de m í porque t engo m iedo a algo dent ro de m í” .
Est e es el por qué de la cólera.

Cuando t ú t e liberas de la cólera, t ienes que vivir con rest ricciones, con la im perfección
de las cosas. La im perfección de com o es est o. Aquí puedes encont rart e con t u propia
soledad, o una sensación de vacío y falt a de sent ido.
Est o puede parecer m uy am enazador, pero si t ú realm ent e lo acept as, sin luchar m ás,
puede aparecer en j uego una energía com plet am ent e diferent e. Es la energía del am or.
El am or es: vivir con la im perfección. Am ar al ot ro con t odas sus fallas, am ar la realidad
que t e rodea con t oda su im perfección.

Todos ust edes encuent ran la invit ación del am or en su cam ino.
El am or a m enudo es t an diferent e de lo que ust edes piensan que es.
El am or t am bién significa: ser capaz de dej ar a los ot ros a su suert e, porque ust edes
saben que el proceso int erior de crecim ient o conoce su propia dinám ica, su propio rit m o.
Est o es lo que realm ent e significa respet ar a alguien. Dej ar que él o ella vayan ‘con
am or’.

Desde la perspect iva del am or, pueden incluso observar belleza en la dificult ad por la que
algún ot ro est á pasando. Est a belleza puede ser percibida cuando ust edes realm ent e
com prenden y respet an que t odos est os pasos t ienen que ser t om ados, y que el alm a los
ha asum ido para realm ent e vivir a t ravés de esas dificult ades, part es difíciles. A veces

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

una y ot ra y ot ra vez.
¿Pueden observar a un ser querido cercano o lej ano, revolcándose en la infelicidad, y
pueden ser un espect ador pasivo y m ant ener la fe en esa alm a? Eso es am or. ¿Pueden
ust edes quedarse sint iendo la nat uraleza divina en el ser de esa persona, aun cuando él
m at a, roba, y est afa? Eso es am or.

La irrit ación e infelicidad que ust edes regularm ent e sient en con las cosas que no est án
resuelt as, no es am or. Es una reacción com prensible, pero eso no es am or.

¿Cóm o hacer para t rat ar con la im paciencia? Perm ít anse sent ir su t rist eza causada por lo
que no est á com plet o. En cuant o a la solución que no est á a la vist a, debido a la
im perfección. Perm ít anse sent irse t rist e por eso.

Tú n os ha bla s de que e l m ot ivo de la im pa cie n cia , de e sa cóle r a , e s la sole da d.


Tú in clu so h a bla s de u n a gu j e r o n e gr o. ¿Cu á l e s la r a íz de e st o?

Dent ro de t odos ust edes exist e ese aguj ero negro, del cual se echan at rás cuando
ust edes se ent regan a la im paciencia y a la cólera. Es un hoyo negro, un lugar vacío
donde t odo se desm orona, es decir donde ust edes no se sient en conect ados, sino solos y
sin sent ido.
La soledad, el abandono es un gran t em a para t odos ust edes y es debido al m iedo a est o
que ust edes a veces t am bién est án preocupados por el bienest ar de ot ro o por el
bienest ar del m undo.

La raíz de est a soledad o desolación ha sido parcialm ent e t rat ada la últ im a vez – en la
canalización “ El dolor del nacim ient o cósm ico” ( ver el sit io web) . A la larga, su dolor est á
basado en la separación original del hogar, de la conciencia original, de Dios. Pero no iré
m ás lej os en est o – ha sido discut ido en aquel t ext o.

En t i ( al hacer est a pregunt a) hay un part icular m iedo a est ar en t u propia fuerza. Tan
pront o com o t ú t e liberes de la gran preocupación por los dem ás, y de la im paciencia que
j uega una part e en t i ( especialm ent e con respect o a aquellos con los que sient es m ucha
em pat ía) t ú sient es ese aguj ero negro. Pero al m ism o t iem po, yace en eso una invit ación
a realm ent e ir y est ar en t u propia fuerza, y a encont rar una gran sat isfacción, la t uya.
Hay en t i un recuerdo de una asociación ent re dolor y est ar parado sobre t u propio
poder. Esa es la raíz del problem a para t i. Le t em es a t u propia fuerza. Encont rar t u
propio poder nuevam ent e es la clave para liberar la cólera y adm it ir la felicidad y la
creat ividad en t u vida.

En e l m u ndo m é dico h a y m u ch o con ocim ie n t o, m u ndia l, que podr ía se r ú t il a


m u cha s pe r son a s, pe r o qu e n o se pon e e n pr á ct ica de bido a cue st ion e s de
pode r . Por e j e m plo la pla t a y e l or o coloida l, r e cu r sos sim ple s pe r o m u y
pode r osos. Todo gir a a lr e de dor de l pode r . Est o m e pon e m uy t r ist e y e n oj a do.
¿Cóm o pue do r e solve r e st o?

Tú eres un ángel, agit ando sus puños hacia el cielo. Porque t ú est ás t an enoj ado por t odo
lo que ves.
La luz del cielo brilla sobre t odo y cada uno aquí en la t ierra. Pero t odo y cada uno t iene
libre albedrío, y est á involucrado en un proceso de desarrollo de la conciencia, que hace
posible que haya un t rem endo e inj ust o sufrim ient o, frent e a t us oj os.
El eslabón que necesit as en t u conciencia para llegar a una básica acept ación de est o, es
una verdadera com prensión del libre albedrío.

El libre albedrío es algo asom broso. Supone que ust edes t ienen la habilidad de llegar a
est ar com plet am ent e separados de Dios, del Hogar, de la fuent e original. A raíz de est a
separación hay un profundo deseo de descubrir, de invest igar, de crear. En la base de la
oscuridad m ás profunda est á la creat ividad m ás profunda.

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

Querer invest igar t odo, incluyendo la profundidad m ás profunda, viene de un im pulso


creat ivo –divino- .
Cada alm a individual t iene el derecho de nacim ient o a invest igar t odo. Y en cada alm a
t am bién est á la m ot ivación para conocer t odos los ext rem os. No sólo desde la m ent e,
sino especialm ent e desde la experiencia, desde el cuerpo físico. Porque ¿de qué ot ra
form a pueden ust edes experim ent ar algo t an profundam ent e si no es siendo m at eria, si
no es experim ent ándola físicam ent e m ient ras su conciencia est á velada y ust edes no
t ienen conocim ient o de sus orígenes?
Es un m ot ivo que est á present e en cada alm a, un m ot ivo al cual ust edes necesit an
respet ar.

Mírense a ust edes m ism os y sient an por lo que ust edes han pasado y lo que han
experim ent ado con eso. Vean cuánt os desvíos han t enido en la m ent e, en el corazón y en
el deseo. Y vean cuánt a sabiduría y belleza, que ant es no est aba ahí, ha venido
finalm ent e a exist ir en sus alm as al t om ar esos desvíos.
Porque ese viaj e com plet o a t ravés de los ext rem os de la dualidad no es por nada. Ha
conducido a una creación int erior que es t an rica que ust edes aún no han podido
desent rañar lo que han logrado en est e largo viaj e.

Pueden ver a t odo est e proceso en el cual est án la t ierra y la hum anidad, com o un gran
experim ent o de creat ividad. Y el m ot ivo det rás de est e experim ent o es la alegría de la
creación, la alegría de la experiencia.

Cuant o m ás se hunden en el plano m at erial, m ás difícil es cont act ar esa alegría y


creación. Sent ir eso al fin y al cabo, es la fuent e de t odo, de t odo lo que ust edes
experim ent an en su realidad, del dolor y de la negat ividad t am bién. Al fin y al cabo, la
alegría de la creación es la base de t odo.

¿Cóm o pueden ust edes sent ir eso? ¿Cóm o pueden ust edes hacer cont act o con est o?
Miren hacia arriba, no hacia abaj o. Sient an la energía cósm ica que es su hogar, y sient an
que t odas las cosas t ienen significado, incluso en las horas m ás oscuras.
¿Pueden ust edes im aginar que t odo lo que vive en la t ierra crea su propia realidad? ¿Qué
t odos los seres concient es han ut ilizado su libre albedrío para at raer hacia ellos una ciert a
realidad?
Si ust edes pueden realm ent e sent ir que el libre albedrío es efect ivo en t odas las
realidades, que es la propia creat ividad de alguien lo que at rae hacia él lo que sucede,
ent onces ust edes com prenden que no hay una fuerza ext erna que t enga poder sobre
alguien. No exist e poder fuera de ust edes que pueda im pedirles ser quienes son, ent rar
en cont act o nuevam ent e con el núcleo divino. No hay fuerza ext erna, en esencia, no hay
víct im as. Hay siem pre libert ad de elección.

I ncluso los ‘im pot ent es’ t ienen libert ad de elección. Aquí t am bién el t em a es ser capaz de
t ener respet o por esas elecciones, sin im port ar cuán doloroso pueda ser.
Sin im port ar cuan inhum ano podrá parecerles, quiero invit arlos a que disfrut en la vida. A
m im arse t erriblem ent e. A darse t odo lo que necesit en. Aquellas inst it uciones de poder
m édico y t odos los problem as que est án asociados con ellos, no son su responsabilidad.

Ust edes t ienen algo herm oso para com part ir con est a realidad, pero eso no reside en su
energía luchadora, est á en quienes ust edes son. En la pureza de su ser.

¿En t on ce s, Je shu a , lo cor r e ct o e s solo se r y n o ha ce r ? ¿Qu é su ce de con la s


pe r sona s e n Áfr ica , no de be r ía m os ha ce r a lgo por e llos?

La Com pasión, la com pasión real que est á verdaderam ent e llena de am or, no es piedad
sino respet o.
Los niños que ust edes ven padeciendo ham bre en la t elevisión son t odas alm as

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

diferent es que han hecho elecciones, que t ienen una larga hist oria det rás de ellos, de la
cual el fragm ent o que ust edes ven en la t elevisión es solo una pieza del rom pecabezas.
No est oy t rat ando const ant em ent e de j ust ificar su sufrim ient o, el t em a es que hay una
profundidad en eso, una dim ensión det rás del sufrim ient o, con la que ust edes no est án
act uando j ust am ent e con su enfado. Su respuest a de indignación es dem asiado cort a de
vist a.

Más aún, m e gust aría decirles algo acerca de est e infam e ‘no hacer nada’.
A t i en part icular yo realm ent e t e recom endaría lit eralm ent e ¡no hacer nada por un
t iem po! ( risas) .
Pero en general, quisiera decir est o con respect o al ‘no hacer’. Lo que quisiera invit arlos a
hacer es: conect arse con el fluj o de su int uición, y sent ir qué rit m o de acción se sient e
correct o para ust edes ahora. Ese rit m o con frecuencia es m ucho m ás t ranquilo de lo que
ust edes piensan que quieren.
Al est ar sint onizados con est e fluj o int erior ( la voz del silencio) la sincronicidad ent ra en
j uego: ust edes sólo act úan cuando se sient en obligados por su int uición y t odo sucede de
un m odo suave y flexible; sin resist encia.

Est e fluj o es en esencia la conciencia Críst ica, aquella a la cual Gerrit se refirió com o el
silencio en su ser fuera del t iem po, del espacio y de la dualidad. ( Ver el ej ercicio m ás
abaj o)
Cuando ust edes sint onizan con ella en su ir y venir diario, ust edes hacen m ucho m enos.
Las cosas van a est ar m ucho m enos at areadas y abarrot adas en su cabeza, en sus
em ociones, y t am bién físicam ent e: en lo que ust edes hagan.
Ent onces ust edes est án siguiendo el rit m o nat ural de su ser y eso crea t ranquilidad.

Sin em bargo, algunos de ust edes son t an adict os a ‘hacer’, que ‘no hacer’ les crea
t ensión. Es ent onces im port ant e exam inar aquellas t ensiones porque, en realidad, hay
m iedos que yacen en la raíz de ellas. Est os asom arán cuando ust edes ‘no hagan nada’.
Ant es de que ust edes puedan realm ent e est ar a t ono con su fluj o int erior, em ergerán
em ociones bast ant e int ensas, que t endrán que ser plenam ent e abrazadas por su
conciencia ant es de que se puedan disolver.

En e st e m om e n t o yo t e n go un a pa cie n t e qu e e st á t a n de se spe r a da qu e t ie n e la
in t e n ción de su icida r se . ¿D e be r ía yo e n t on ce s r e spe t a r la t a n t o qu e de be r ía
de cir le : e st á bie n , e s t u e le cción ?

Tú deberías saber que t u am or, donde el am or significa: perm it irle a ella ser
com plet am ent e libre en su elección, puede llevarla a un punt o de cam bio.
La energía de querer cam biar y querer m ost rar ot ro cam ino, de querer llevar a alguien a
un cam bio de pensam ient o, siem pre genera resist encia, siem pre.
En efect o, t ú ent onces le dices a alguien: t ú no est ás bien en el cam ino en que est ás. Yo
t e am o, realm ent e, pero…
La energía del am or incondicional, donde nada t iene que ser hecho y t odo es perm it ido
ser, puede de hecho invit ar a alguien a t om ar un paso hacia delant e, a liberar un ciert o
t em or.
Y ent onces, respondiendo a t u pregunt a, t e digo: sí, libera.
Tú no t e das cuent a que al liberar, est ás dando m ucho.
Tú no t e liberas de la ot ra persona, sino de t us deseos, de t u esperanza, de t us ideas
acerca de lo que est á bien para el ot ro.
Lo que le das al ot ro al solt ar est ar cosas es algo asom broso.
Es am or.

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Series de Sanación – Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador

Ejercicios de meditación
Previo a la canalización, dos ej ercicios fueron hechos por Gerrit , a m anera de int roducir
al t em a de la canalización y com o un m edio para invest igar alguno de los t em as hablados
a un nivel int erior m ás profundo, no verbal.

Ejercicio 1

Siént ense o acuést ense en una posición confort able. Relaj en los m úsculos de su cuerpo.
Dirij an su conciencia a los m úsculos de sus hom bros y cuello, y liberen t oda la t ensión
que hay ahí. Hagan lo m ism o con los m úsculos de su abdom en, de sus brazos y de sus
piernas.
Luego prest en at ención a sus pies y sient an su conexión con la t ierra. Sient an cóm o la
t ierra los t ransport a y les da quiet ud cuando ust edes lo necesit an.
Hagan un par de inspiraciones lent as desde su abdom en.

Luego dej en que su conciencia vaya a un m om ent o o período en su vida en el que se


sint ieron m uy m al. ¿Qué sit uación surge prim ero? Vayan ahí. Piensen nuevam ent e en esa
et apa, donde se sint ieron realm ent e infelices y desesperados. Sient an ot ra vez cóm o fue,
cóm o se sint ieron por dent ro en aquel t iem po.

Y luego vayan a la energía de la solución. Pregúnt ense en est e m om ent o: ¿cóm o


conseguí salir de eso? ¿Qué fue lo que m ás m e ayudó? Puede ser algo que haya venido
de alguien m ás, o sim plem ent e desde su int erior. ¿Cóm o salieron de su punt o m ás baj o?
Nom bren la energía que m ás los ayudó.

Luego dirij an su at ención nuevam ent e a sus pies, a su respiración, y vengan t ot alm ent e
de regreso al ahora.

Ejercicio 2

Siént ense o acuést ense en una posición confort able. Relaj en los m úsculos de su cuerpo.
Dirij an su conciencia a los m úsculos de los hom bros y del cuello, y liberen t oda la t ensión
que hay ahí. Hagan lo m ism o con los m úsculos de su abdom en, de sus brazos y de sus
piernas.
Luego prest en at ención a sus pies y sient an su conexión con la t ierra. Sient an cóm o la
t ierra los t ransport a y les da quiet ud cuando ust edes lo necesit an.
Hagan un par de inspiraciones lent as desde su abdom en.

Revoquen en su m em oria a alguien de su ent orno direct o, alguien con quien ust edes
est én encariñados y en quien ust edes est én m uy int eresados. Alguien cuyo bienest ar
est é realm ent e cerca de su corazón. Podría ser su parej a o hij o, o un colega o un am igo.
Dej en que esa persona aparezca ant e ust edes en su im aginación, y realm ent e adm it an
su presencia. Luego pregunt en: “ ¿qué necesit as de m í?” o “ ¿cóm o puedo ayudart e de la
m ej or m anera?” Hagan est a pregunt a, luego sólo escuchen. Escuchen lo que el ot ro les
est á diciendo o dej ando que ust edes sient an. Sólo déj enlo venir a ust edes.

Luego dirij an su at ención nuevam ent e a sus pies, a su respiración, y vengan t ot alm ent e
de regreso al ahora.

El propósit o de est os ej ercicios es t om ar conciencia de lo que es verdaderam ent e út il en


una sit uación de crisis o dolor em ocional. Est o puede ser bast ant e diferent e de lo que
podrían pensar que es út il ( t ant o para ust edes com o para ot ro) .

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

Soltar a tu familia de nacimiento

Est a ca na liza ción se m a n t u vo e l 1 0 de oct u br e de 2 0 0 4 e n n ue st r o lu ga r de


t r a ba j o e n Tilbu r g.
Elt e x t o ha bla do h a sido lu e go cor r e gido e n cie r t o m odo pa r a fa cilit a r su le ct u r a .
Est e m e n sa j e fu e t r a du cido de sde e l h ola n dé s a l inglé s por la dr a . W e n dy
Gillisse n ( sit io w e b w w w .r e in ca r na t ie t h e r a pie .com ) , y lu e go de sde e l in glé s a l
e spa ñ ol por Sa n dr a Gu se lla . sguse lla @gm a il.com

Querida gent e, es para m í un gran placer est ar con ust edes nuevam ent e.
Cuando est oy con ust edes y hablo a t ravés de Pam ela, sient o su presencia y los veo
com o energía de luz, buscando su cam ino a t ravés de un m undo oscuro, donde a
m enudo encuent ran dificult ades y energías con las cuales no saben cóm o t rat ar.
Todos ust edes son valient es guerreros. Su sola presencia en un cuerpo físico en la t ierra
habla de su enorm e coraj e y disposición para luchar con las energías oscuras y con los
obst áculos que encuent ran dent ro de ust edes m ism os. Pam ela est á preocupada por la
palabra ‘luchar’ que uso aquí. Pero yo sin em bargo uso la palabra aquí porque ust edes,
en ciert o m odo, son luchadores: luchadores que no sólo resuelven dificult ades con el
am or del corazón, sino con la espada del discernim ient o.
Discernim ient o significa: ser capaz de reconocer claram ent e cuando las energías no est án
en arm onía con las suyas ( por lo t ant o ust edes pueden solt arlas de su cam po de
energía) . El discernim ient o es la energía de la espada, la energía m asculina, y la
im port ancia de ést e a la luz del t em a que voy a discut ir hoy es grande.

Quiero hablar acerca del período de t ransición, com o ust edes lo llam an, el período que a
veces es llam ado la t ransición de Piscis a Acuario, o de la Tercera a la Quint a dim ensión.
Ust edes les han dado m uchos nom bres a est a t ransición energét ica que est á act ualm ent e
acont eciendo en su esfera t errest re.
Yo no quiero hablar acerca de est a t ransición en t érm inos de event os ext ernos, en
t érm inos de predicciones sobre lo que va a suceder en su t ierra. Por ej em plo sobre el
núm ero de t errem ot os o cat ást rofes que aún deberían t ener lugar ant es de que el cam bio
pueda ser com plet ado.
Yo quiero hablar acerca del cam bio del corazón.
En m uchos de ust edes hay una necesidad de una ciert a seguridad. Por est a razón
ust edes a veces confían en las t eorías sobre la t ransición y en las predicciones acerca de
las cuales leen o escuchan. Ust edes se dej an llevar por m ot ivos de t em or y/ o curiosidad.
Pero al hacer est o, a veces pierden de vist a el hecho de que las m ism as energías t urbias
pueden est ar asociadas con esas predicciones.
Por lo t ant o yo les pido que cuando lean acerca de predicciones del fut uro, acerca de est e
período de t ransición, siem pre pidan la fuent e. Pídanla con su corazón, sólo sient an de
qué fuent e energét ica vienen esas especulaciones, esas t eorías sobre la t ransición. ¡Usen
la espada de su discernim ient o!

Yo los alient o m ucho a com prender est e período de t ransición en t érm inos int ernos.
Por consiguient e hablo de la t ransición de la conciencia basada en el ego a la conciencia
basada en el corazón. He descrit o en det alle est a t ransform ación int erior en las series de
los Trabaj adores de la Luz, que se encuent ran en el sit io web de Pam ela y Gerrit . Hablo
en est os t érm inos porque se t rat a de una t ransform ación int erior que t odos ust edes
pueden sent ir dent ro. No hay nada fuera de ust edes que necesit en para est e cam bio, y
nada fuera de ust edes puede abst enerlos de est o. Tam poco hay un ‘lím it e de t iem po’, un
período en el cual algo haya t enido que ser ‘hecho’ a t iem po. Es una t ransform ación

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

int erior que ust edes, personalm ent e y singularm ent e, van haciendo paso a paso.

En est a canalización quisiera ilust rar est e proceso de t ransform ación ( del ego al corazón)
con un t em a con el cual t odos ust edes est án profundam ent e im plicados: la relación con
su propia fam ilia de nacim ient o.
Cóm o ust edes se relacionan con su fam ilia, dice m ucho acerca de su propio progreso en
la t ransición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón.

Su nacim ient o aquí en la t ierra puede ser com parado con una especie de caída a la
oscuridad, pero no conect ada con ninguna asociación de pecado y culpa. Es realm ent e
una zam bullida a la profundidad que ust edes t om aron concient em ent e desde una ciert a
capa dent ro de su alm a. En el m om ent o en que ust edes se sum ergen, sin em bargo,
est án en un est ado de inconsciencia, luego est án inm ersos en el m undo de la m at eria. En
ese m om ent o, ust edes arriban al út ero de su m adre.
Por un lado, ust edes llevan consigo una energía m uy brillant e, la energía del Hogar.
Ust edes aún recuerdan cóm o es est ar en el Ot ro lado, ust edes recuerdan el am or que
sent ían a su alrededor com o algo nat ural y la unión con t odo lo que es, t odo lo que vive.
Cuando ust edes descienden a la t ierra com o un em brión, est as energías del Hogar aún
est án fuert em ent e con ust edes. Pero al m ism o t iem po ust edes se confront an con lo que
yo llam o el ‘paradigm a de los padres’.

Paradigm a es una palabra que significa t ant o com o visión del m undo, pero ést a abarca
m ucho m ás que eso. No sólo cont iene los pensam ient os y convicciones de sus padres
sino t am bién sus sent im ient os, sus em ociones m ás profundas. Toda esa ‘red de
seguridad’ es el paradigm a dent ro del cual se sum ergieron com o una nueva alm a que
viene a la t ierra, al com ienzo de su nueva encarnación.
Ust edes est án inm ersos en la realidad de la ‘t ercera dim ensión’, o com o a m í m e gust a
llam arla: el m undo de la conciencia basada en el ego, com o est á represent ado en sus
padres. Ést a es una realidad energét ica en la cual predom inan ciert as ilusiones.
Quiero m encionar aquí las t res ilusiones m ás im port ant es.

1. La pérdida de la m aest ría


La prim er ilusión es la ilusión de la pérdida de la m aest ría. Est a ilusión les hace olvidar,
m ient ras viven, t rabaj an, y est án vivos en la t ierra, que ust edes son los creadores de
t odo lo que sucede en su vida. Ust edes no reconocen lo que sucede en sus vidas com o su
propia creación, de vez en cuando ust edes piensan que son una víct im a. Ust edes creen
que hay poderes, m ás grandes que ust edes, que pueden hacer y planear su vida. Ést a es
la pérdida de la m aest ría.

2. La pérdida de la unidad
Y luego, con la zam bullida dent ro de lo profundo, esa zam bullida dent ro del paradigm a
de sus padres, quienes han vivido en la ilusión por bast ant e t iem po, t am bién est á la
pérdida de la unidad con t odo lo que vive. El reconocim ient o de unidad ent re ust edes y el
m undo, ent re ust edes y ‘el ot ro’ est á perdido para ust edes. Dent ro de la conciencia
basada en el ego exist e la convicción de que t odos nosot ros est am os separados unos de
ot ros, cada uno en un cuerpo separado. Exist e la creencia de que vivim os en ese cuerpo
y que cuest a m ucho t rabaj o cont act ar a los dem ás. Es la ilusión del cuerpo com o una
prisión. Esa es la segunda ilusión.

3. La pérdida del am or
Y la t ercer ilusión que quisiera m encionar aquí es la pérdida del am or. En la esfera fuera
de la cual ust edes vienen a la t ierra, la energía del am or ha sido un nut rim ent o pat ent e.
Cuando vienen aquí a un m undo relat ivam ent e oscuro, donde hay m ucho desam or,
com ienzan a confundir am or con t oda clase de energías que no son am or, com o

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

adm iración de dependencia em ocional. Más t arde en est a canalización ret ornaré a est a
confusión.
Ahora, quisiera llevarlos a aquel m om ent o cuando nacen aquí, un pie aún en el cielo, el
ot ro en la t ierra, en ese paradigm a ust edes no encaj an bien en t odo eso. Siem pre hay
punt os específicos con los cuales sus padres est án m uy ligados al paradigm a. Tam bién
hay punt os donde ellos est án libres de él, est o es decir, hay aspect os en los cuales la
energía del corazón ha sido liberada en ellos. Pero siem pre hay algunos punt os en los
cuales ellos t am bién est án m uy adheridos al paradigm a de la conciencia basada en el
ego.

Y ahí ust edes llegan, com o quien dice, frescos desde el cielo. Lo que sucede luego en el
desarrollo del niño en relación a sus padres, es que al com ienzo se apegará m uy
fuert em ent e al paradigm a de sus padres, y luego com enzará a solt arlo lent am ent e a
m edida que envej ece. Est e proceso de desarrollo est á m uy em parent ado a la t ransición
desde la energía del ego a la energía del corazón que est á t eniendo lugar en la conciencia
colect iva de la hum anidad com o un t odo.

Lo que est á t eniendo lugar a gran escala, t am bién est á sucediendo a pequeña escala, en
el nivel de lo individual. La t ransición de la conciencia basada en el ego a la conciencia
basada en el corazón en un m icro- nivel a m enudo ocurre al t rascender las energías
lim it ant es, cargadas de m iedo, que ust edes han recibido de sus padres durant e su
infancia.
Quiero describir est a t ransform ación de la conciencia a una pequeña escala, por ej em plo
describiendo la relación ent re padres y niños, porque es m uy fácil para ust edes
reconocerlo al nivel de la experiencia personal. No m e gust an las predicciones o anuncios
que no est án a t ono con la experiencia, que no pueden ser reconocidos por su propio
corazón, por sus propios sent im ient os. Es por est o que yo les pido a ust edes ot ra vez:
cuando lean o escuchen un m at erial sobre el período de t ransición, por favor
cuest iónenlos con su corazón y vean si encaj an con su propia experiencia. Porque
ust edes ya no son est udiant es, t odos ust edes son m aest ros. Su propia experiencia es el
crit erio de prueba.

Sus corazones est án llenos de sent im ient os int uit ivos, t iernos y apacibles, acerca de lo
que est á sucediendo. Confíen en ellos. Cóm o se definirá ext eriorm ent e est e cam bio
int erno de la conciencia, en la realidad física de la t ierra, t odo eso no es im port ant e.
Triunfarem os cuando t riunfem os.
Es el paso del corazón, el paso int erior, en el reino de las em ociones, lo que realm ent e
cuent a en la t ransición de la Nueva Era.

En el m om ent o en que com ienzan la vida aquí en la t ierra, ust edes se t opan con la
realidad principalm ent e a t ravés de sus padres. Al llegar aquí ust edes t raen consigo la
m em oria del Hogar, y sient en una apacible sensación de nost algia. Hem os m encionado
ant eriorm ent e el t raum a del nacim ient o cósm ico ( ver la canalización 3 en est as series) ,
que ust edes llevan consigo com o un alm a, por t odo el cam ino desde el com ienzo de su
viaj e a t ravés de t odas sus vidas en la t ierra y en ot ra part e. Pero cada vez que ust edes
com ienzan a vivir com o un niño en una vida t errenal específica, t am bién hay un t raum a
de nacim ient o. Quiero decir est o principalm ent e en un sent ido psicológico: despedirse
siem pre del Hogar, y la necesidad de corregir est o, de encont rar su propio cam ino en la
energía de la t ierra.
En el m om ent o de su nacim ient o, los padres pert enecen a la energía de la t ierra. Ellos ya
se han adapt ado a est a dim ensión, a las leyes que se aplican aquí. Con frecuencia son
leyes lim it ant es, en el área de las norm as sociales e ideas que los padres han absorbido
m arcadam ent e, las cuales no son pat ent es para el niño en absolut o.
De est e m odo los padres represent an para el niño la conciencia basada en el ego, el
paradigm a de las t res ilusiones. El niño se enfrent a a est o por m edio del hogar pat ernal,
y el m odo en el que est e paradigm a se ha desarrollado en los padres, lo influenciará
m arcadam ent e el rest o de su vida.

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

Por supuest o que los padres –Pam ela m e pide que agregue est e pensam ient o, porque no
quiere que los padres sean puest os baj o una luz desfavorable – en algún m om ent o
t am bién han sido niños, y han ido a t ravés del m ism o proceso. Los padres no fuerzan
concient em ent e sus m iedos e ilusiones sobre sus hij os. Por m ás que sea, en la et apa en
que ellos t ienen hij os, los adult os inconscient em ent e han absorbido m uchas energías del
viej o paradigm a basado en el ego, el paradigm a que est á form ado por las t res ilusiones
que hem os m encionado ant eriorm ent e.
El niño ent ra a est o fresco y nuevo y se da cuent a de que la realidad no se corresponde,
no est á en arm onía con lo que él est aba acost um brado. En esa fase m uy t em prana de su
vida, el niño est á en un est ado de conciencia m ás bien pasivo. Est á m uy abiert o en su
ser, en su m ent e y en sus sent im ient os, y absorbe t odo lo que lo rodea. Especialm ent e
en los t res prim eros m eses la habilidad del niño para absorber es increíble, asim ila t odo
de la realidad energét ica que lo rodea, dent ro del núcleo m ás profundo de sus células.
Él se bebe de un solo t rago, y la experim ent a com o realidad, la realidad energét ica del
ent orno direct o, usualm ent e la de los padres. Por ot ro lado, aún est á dent ro de él aquella
‘pieza del cielo’, aquél núcleo de ser puro, incondicional que no es afect ado por las
ilusiones.

En ciert o m odo est as realidades energét icas chocan ent re sí, pero el niño m ant iene est o
escondido de él m ism o. Porque est e conflict o es dem asiado doloroso para experim ent arlo
en est a et apa m uy vulnerable en la cual el niño se encuent ra cuando es un recién nacido.
Para esconder est a colisión, est e conflict o int erior para él m ism o, el niño se acom odará a
su ent orno. Él quiere hallar una rat ificación, en su am bient e, para est as energías de
am or, de unidad, y de m aest ría que aún est án present es en él en su est ado nat ural.

El niño aún es m aest ro de su realidad, se sient e unido y uno, t iene am or, pero quiere que
ést e sea confirm ado por su ent orno. Él com ienza a buscar confirm ación, pero con
frecuencia recibe confusos m ensaj es de su ent orno.
Sus padres quieren darle am or, pero t am bién hay m ucho m iedo en ellos. Hay m ucha
energía bloqueada que no puede fluir, que ellos no se perm it en que fluya. Tam bién hay
en los padres un anhelo, una sensación de añoranza por su propia m aest ría, su am or, su
vínculo nat ural con Todo lo que Es, pero ellos han perdido est e est ado de la m ent e hace
m ucho t iem po. Ellos se han habit uado t ant o a la vida en la t ierra con t odas sus ilusiones,
que han com enzado a considerar est as ilusiones com o reales.
Por lo t ant o inconscient em ent e, los padres criarán a sus hij os con energías que son
confusas para ellos. Y ot ra vez, hast a un ciert o punt o los padres no pueden ser culpados
por est o, en el sent ido de que en un nivel concient e ellos a m enudo se est án esforzando
m ucho por dar a sus hij os lo m ej or.

Cuando un niño nace, los padres a m enudo t endrán una apert ura a m ás luz y am or. En
aquel m om ent o, un núcleo de am or incondicional, divino será t ocado en los padres. Ellos
sient en el caráct er sagrado del nacim ient o y del pequeño ser que se ha confiado en ellos
y en la vida. Al nacim ient o del niño sus corazones est án abiert os de par en par, y ellos
est án en cont act o con su propio ser divino, sagrado. Pero est o con frecuencia es
t em poral, porque m ás t arde t odo com enzará a calm arse, a envolverse ot ra vez en la
realidad energét ica de los padres que exist ía ant es del nacim ient o del niño. Y así la
apert ura a la realidad basada en el corazón que est uvo ahí, t am bién puede cerrarse ot ra
vez y con frecuencia lo hace. Los padres ret roceden a sus viej os m odos de pensar, sent ir
y querer.

¿Y ent onces qué sucede con el niño que crece?


La m ayoría de los niños eligen adapt arse t an enfát icam ent e al paradigm a pat ernal, que
ellos pierden el cont act o con su energía del alm a original, aquella de la que aún t enían
m ucha conciencia al com ienzo de su encarnación. En est a prim er fase de la vida ( hast a la
pubert ad) ellos est án t an preocupados en enfocarse en est e m undo, y en conseguir el
am or y la at ención de sus padres, que ellos m ism os olvidan quienes son.

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

El niño t iene un desenfrenado anhelo por am or y cercanía y cuando los padres no pueden
proveerlo suficient em ent e, el niño se inclinará hacia ot ro lado para conseguirlo de
cualquier form a. Él creará ilusorias im ágenes de am or.
Él t om ará por am or las energías indebidas, por ej em plo el orgullo de un padre cuando el
hij o logra algo que en el m undo ext erno es vist o com o int eligent e o bien hecho. Est a
clase de orgullo pat ernal en realidad no t iene nada que ver con el niño. No es un orgullo
en un logro int erior, sino en un desem peño ext erno que no se origina necesariam ent e en
los im pulsos int ernos del niño. El niño puede crecer viendo a est a clase de orgullo com o
am or. Y a m enudo m ás adelant e en su vida llegará a t rabaj ar m uy duro y no ent enderá,
siendo un adult o, por qué t iene el im pulso a t rabaj ar t an duro t odo el t iem po, por qué el
t rabaj o ha llegado a ser una adicción para él.
Una segunda dist orsión o im agen ilusoria del am or es cuando el niño com ienza a
confundir am or con dependencia em ocional. Muchos padres han experim ent ado ellos
m ism os una falt a de am or real durant e su infancia. Ellos no se han sent ido
verdaderam ent e acogidos en una at m ósfera de cordialidad y seguridad. Cuando luego
ellos m ism os t ienen un hij o, lo abrazan con señales m ixt as. Por un lado, est á el am or
genuino, por ot ro lado est á la necesidad subconscient e de suplir la pérdida. Los padres
int ent an sanar sus propias heridas em ocionales encont rando el am or y la seguridad
em ocional, que ellos perdieron en su pasado, a t ravés de la relación con sus hij os.
Cuando est o sucede, el niño recibe señales m uy confusas por part e de sus padres.
La energía lo pondrá al t ant o, los m ensaj es “ t e am o” y “ t e necesit o” est arán
indisolublem ent e int rincadas. Por est e enredo, que ust edes podrían im aginar com o una
espiral de cuerdas ret orcidas, el niño com ienza a asociar am or con necesidad. Est e
enredo o ilusión es el com ienzo de una relación em ocional de dependencia ent re padres e
hij os, que puede t ener un result ado m uy dest ruct ivo, no sólo en la relación padre- hij o,
sino t am bién a la larga en las relaciones ínt im as que el niño t endrá com o un adult o.
En las relaciones que t enga con ot ros adult os, él o ella podrían fácilm ent e com enzar a
pensar que ‘ser necesit ado’ es un ingrediente esencial del am or en esa relación. Podrían
ent onces com enzar a int erpret ar los sent im ient os de dependencia, incluso los celos y el
caráct er dom inant e, com o una form a de am or, m ient ras que est as energías son
diam et ralm ent e opuest as al am or.

Resum iendo est a prim er part e del m at erial, ust edes ven que siendo niños en el
nacim ient o at errizan a un paradigm a pat ernal que en el com ienzo, es decir la prim er
m it ad de sus vidas, causará t ot alm ent e m ucha confusión. Es com o si ust edes fuesen
llevados por m al cam ino, y en un ciert o m om ent o ent ran a sus vidas oport unidades y
posibilidades que los invit an a invest igar, a desenredar el nudo. Ent onces podrían sufrir
una crisis de ident idad, en la cual ya nada es ciert o y ust edes const ant em ent e dudan de
quienes son y de quienes no son. Est o se ha descrit o en las series de los Trabaj adores de
la Luz com o la prim er fase de la t ransición del ego al corazón.
El verdadero desenredo de sus ilusiones y errores t om an lugar cuando ust edes cont act an
la energía del corazón, t am bién descrit a en la series de los Trabaj adores de la Luz. En
cuant o a sus padres, est o significa ser realm ent e capaz de liberarlos y perdonarlos
int eriorm ent e y com enzar a seguir su propio cam ino.

En ciert o sent ido ust edes han sido las víct im as de sus padres; sus padres com o
represent ant es de la conciencia basada en el ego durant e su infancia. Ust edes han vivido
t em poralm ent e y parcialm ent e de acuerdo a sus ilusiones. En ciert o m odo, ust edes no
t uvieron opción, m ient ras fueron niños. Sin em bargo, t rascender est e est ado de ser la
víct im a es uno de las rupt uras m ás poderosas que ust edes pueden t ener en sus vidas.
Cuando ust edes pueden reconocer las im presiones energét icas m ás profundas de su
infancia com o t ales est o los vuelve una persona libre, y luego deciden cuáles les
convienen y cuáles es m ej or solt ar. Est o es m aest ría.

Ent onces ust edes ya no se adapt arán subconscient em ent e a los deseos y anhelos de sus
padres, cuando no sean los suyos propios. Al m ism o t iem po, ust edes ya no se rebelarán

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

cont ra ellos t am poco. Ust edes pueden ver las im presiones que no les conviene
sim plem ent e com o algo que no pert enece a su período. Ust edes no necesit an j uzgar a
sus padres nunca m ás por cargarlos con est os aspect os. Ust edes no t ienen que luchar
cont ra ellos nunca m ás.

Ust edes son int roducidos a la conciencia basada en el ego a t ravés de sus padres y
ust edes la t rascienden nuevam ent e a t ravés de sus padres, específicam ent e liberándolos
a ellos en am or y perdón y reconociéndose a ust edes m ism os com o el m aest ro
independient e que son. Ést e es el reclam o de su m aest ría, el reconocim ient o de que
ust edes son los creadores de su vida y de t odo lo que han elegido, incluso del cam ino
equivocado que han t om ado.

Los Trabajadores de la Luz y sus padres

Llegado a est e punt o quisiera hablar específicam ent e sobre las alm as Trabaj adoras de la
Luz. Tam bién ellas al nacim ient o se sum ergen dent ro del paradigm a de los padres que
han elegido para ellas m ism as com o alm as. Ahora, los Trabaj adores de la Luz
frecuent em ent e llevan con ellos una asignación ext ra en relación con los padres o con el
paradigm a pat ernal.
Los Trabaj adores de la Luz, cuando vienen a la t ierra, t ienen la int ención de plant ar la
sem illa, los brot es de la conciencia Críst ica, la energía de la Nueva Era. En un sent ido
incluso m ás profundo que las ot ras alm as, Los Trabaj adores de la Luz t ienen el propósit o
de com prender el paradigm a del corazón en la realidad t errenal. Específicam ent e por
est a razón –y est o puede parecer una paradoj a- m uchas alm as Trabaj adoras de la Luz
eligen fam ilias para encarnarse en ellas, en las cuales hay m ucha oscuridad. Con
oscuridad m e refiero sim plem ent e a las ilusiones de las cuales hablé ant eriorm ent e, las
t res ilusiones que llevan a la pérdida de su m aest ría, a la pérdida de su verdadera
unidad, a la pérdida del am or.
Así, cuando los Trabaj adores de la Luz vienen a la t ierra con una conciencia desarrollada,
un refinam ient o o ‘ant igüedad’ en sus alm as, ellos t erm inan en fam ilias donde algo est á
sucediendo, donde una ciert a ilusión es experim ent ada al ext rem o. Por la nat uraleza de
su m isión, los Trabaj adores de la Luz son com o un im án arrast rado a sit uaciones donde
la energía se ha quedado at ascada, donde la energía est á paralizada com o en un callej ón
sin salida. Ellos sient en com o su t area el hacer que la energía fluya nuevam ent e ahí.
Y es por est o que los Trabaj adores de la Luz frecuent em ent e nacen dent ro de fam ilias
difíciles.

Cuando ellos com ienzan la vida, los Trabaj adores de la Luz a m enudo t ienen una fuert e
confianza de que ellos encont rarán la salida, de que ellos superarán la energía lim it ant e.
Sin em bargo, cuando ellos nacen com o niños y crecen, est án expuest os a los m ism os
dilem as y confusiones com o cualquier ot ro niño. En un ciert o sent ido, ellos incluso
experim ent an est a confusión m ás profundam ent e y m ás int ensam ent e. Debido a que
llevan consigo m ucho de la energía del Hogar, ellos ( int eriorm ent e) chocan front alm ent e
con los m odelos de energía bloqueada en su ent orno y est o los hiere profundam ent e. Así
exist e un ciert o riesgo im plicado en el viaj e de los Trabaj adores de la Luz hacia aquellos
lugares de oscuridad o error. Es una m isión peligrosa. No olviden por qué yo los llam o a
ust edes valient es guerreros, es por est a razón.

Su nacim ient o aquí es un at errizaj e en un paisaj e inhóspit o con solam ent e ust edes, su
conocim ient o int erior, com o equipaj e. Hay una baj a resonancia con el am bient e, no
m ucho reconocim ient o y adm isión de quiénes son ust edes. Es el ext raño que ust edes
buscan com o un Trabaj ador de la Luz. Com o un Trabaj ador de la Luz ust edes son los
pioneros que quieren cam biar la dirección a algo, cam biar algo, y ust edes siem pre son
los prim eros en hacer eso en ese am bient e. Por lo t ant o ust edes no se encuent ran con
sus sem ej ant es en ese m om ent o. Y eso hiere, es duro para un alm a hum ana. Com o una

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

ent idad espirit ual ust edes han elegido est e cam ino concient em ent e pero com o un ser
hum ano, m ient ras son niños puede ser cruel. Es por est o que yo los incit o a sent ir y a
reconocer ese dolor en ust edes m ism os, porque sólo haciendo eso pueden t rabaj ar con
eso y liberarlo. Es el dolor de un niño que est á desam parado y que nunca encuent ra
reconocim ient o de su originalidad. El niño es un ext raño en ese am bient e. Los
Trabaj adores de la Luz experim ent an est o incluso m ás porque ellos son 1. m uy
‘diferent es’, y 2. buscan un am bient e donde el ser diferent e no sea reconocido o sea
acept ado con dificult ad.

Todo el viaj e del niño hacia la edad adult a e incluso hacia la vej ez, puede ser vist o com o
un desafío a encont rar nuevam ent e su propia, innat a luz int erior. El desafío es ser,
desde su int erior profundo, conocer y sent ir ot ra vez: “ est e soy yo, y est o es lo que yo he
venido a t raer aquí.”
Est o es especialm ent e verdadero para los Trabaj adores de la Luz. Su asignación ant e
t odo es llegar a ser quienes ellos son. Al hacer eso, ellos llevan a cabo su m isión. No es
su t area m ej orar el m undo. Es su t area encont rarse a ust edes m ism os. Y sí, el m undo
llegará a ser un m ej or lugar por est o, porque su Luz ent onces brillará de un m odo
nat ural. Pero ust edes no t ienen que t rabaj ar para est o, sólo sucederá.
El verdadero t rabaj o es solt ar t odas aquellas pizcas de paradigm a del ego ( m iedo,
ilusión) que ust edes absorbieron t an profundam ent e cuando eran niños, durant e los t res
prim eros m eses y después.
Est a liberación es una t area ext rem adam ent e pesada. No quiero desalent arlos diciéndoles
est o. Más aún, yo quiero enseñarles a ust edes que pueden t ener m ucho respet o por
ust edes m ism os y que ust edes son los valient es guerreros que yo conozco. El desafío es
realm ent e ser t odo lo que ust edes pueden ser en un am bient e que no es el propio. Est e
es el t rabaj o del pionero, de aquél que allana el t erreno para una nueva conciencia aquí
en la t ierra.

Resolviendo el karma familiar

En los t ext os que han sido ubicados previam ent e en el sit io ( las series de los
Trabaj adores de la Luz) he hablado m ucho acerca de las et apas por las que deben pasar
para desprenderse de la conciencia basada en el ego y com enzar a m overse a vivir desde
el corazón. Por lo t ant o aquí yo no t ocaré est os t em as. Quiero decir algo específicam ent e
sobre la relación con sus padres y quiero relacionarlo con los ej ercicios de m edit ación que
Gerrit ha realizado al com ienzo.
( Est o no ha sido publicado) .
Es im port ant e t om ar conciencia de t odos los sent im ient os im plicados en la relación con
sus padres, en part icular los sent im ient os que su niño int erior t iene hacia ellos. Por lo
t ant o puede ser m uy inst ruct ivo invert ir los roles, com o sucede en el ej ercicio. ( En est e
ej ercicio, ust edes se encuent ran con sus padres siendo ellos niños) . Pueden surgir a luz
cosas que ust edes no sospechaban.
Est a inversión de roles lleva en ella una sem illa de verdad. En esencia, ust edes ( t am bién)
son los padres de sus padres. Fue su int ención j ugar la part e de padres cuando ust edes
vinieron a la t ierra en esa fam ilia específica: ust edes querían conducir a sus padres a
algún lugar, o lej os de algo; ust edes querían invit arlos a ellos a volverse hacia una
realidad m ás ilum inada.

Ust edes frecuent em ent e piensan que han fracasado en est o. Sient en com o que han
fallado, que no han sido capaces de ayudar a sus padres del m odo en que lo han
previst o.
Sin em bargo eso no es verdad.
La cuest ión es ent ender verdaderam ent e qué significa ‘ayudar’. Est o funciona de la
siguient e m anera:
Ust edes, cuando nacen, son desem barcados a un paradigm a al cual esencialm ent e

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

ust edes no pert enecen. Pero com ienzan a vivir de él, lo absorben t an int ensam ent e que
pasa a form ar part e de ust edes. Pasa a ser t al part e de ust edes que realm ent e ya no
saben m ás qué es de ust edes y qué no. Subconscient em ent e est o los hiere y los lleva a
un conflict o int erior. A m edida que ust edes se van haciendo adult os, pueden elegir
volverse concient es de est e dolor y t rabaj ar en él. Ent ran al cam ino del crecim ient o
int erior y de la conciencia. Est án llegando a ser concient es de cada una de las capas m ás
profundas de dolor que hay en ust edes m ism os, y las sanan. El dolor de no ser
reconocido, el dolor de la soledad, t odas esas piezas em ergen.
Y m ient ras est án haciendo aquello, ust edes est án cum pliendo su t area. Ust edes est án
ayudando a sus padres, no direct am ent e sino indirect am ent e. Lo que est án haciendo, en
realidad, es m arcar un cam ino, una huella energét ica.
Ust edes se est án elevando de un ciert o valle, un área oscura donde rigen ciert as
ilusiones, y ust edes dej an det rás una huella. La escalada requiere de una t rem enda
cant idad de fuerza y energía. Y ést a es su m isión, la t area que se han asignado. Al
despej ar el cam ino, la ‘huella de la solución’, est a huella est ará energét icam ent e
disponible para sus padres, para su fam ilia y para t odo aquel que quiera usarla, es decir,
t odo aquel que est é en un callej ón sin salida puede usar la energía de la solución, que
ust edes han hecho que est é disponible a t ravés de su escalada fuera de lo profundo. ( Ver
t am bién la canalización ‘Tram pas en el cam ino para llegar a ser un sanador’ para la
noción de la ‘energía de la solución’) .
Así, la huella que ust edes m ism os crean en el cam ino hacia su propia ilum inación, hacia
su propia alegría, es el cum plim ient o de su t area. Adem ás, no es t area de ust edes llevar
t am bién a sus padres o a ot ros cercanos a ust edes, sobre sus espaldas. Ust edes no
t ienen que hacer que ellos cam bien, hacer que ellos se separen de los viej os t em ores e
ilusiones. Esa no es t area de ust edes. Su t area es crear una huella energét ica, la cual
ust edes hacen a t ravés de su propio crecim ient o int erior y liberando.

La noción de karm a fam iliar, la cual se usa en los círculos esot éricos, puede llevar a
m alent endidos en est e sent ido. En el caso del karm a fam iliar se supone que hay un
karm a que va m ás allá del individuo, que pert enece a una fam ilia y que alguien de esa
fam ilia ( los Trabaj adores de la Luz, por supuest o) puede asum irlo. Es verdad, por ciert o,
que en una fam ilia – y est o puede rem ont arse a m uchas generaciones – un ciert o t em a,
ciert os problem as pueden repet irse una y ot ra vez. Est o incluso podría t ener im plicancias
genét icas. En un ciert o nivel se busca la solución para est os problem as, y serán
t ransm it idos hast a que llegue la solución.
A m uchas alm as, no solam ent e a los Trabaj adores de la Luz, se les ha t ransm it ido una
part e de karm a que pert enece a la fam ilia de nacim ient o en una ciert a línea fam iliar. Los
Trabaj adores de la Luz con frecuencia eligen est o concient em ent e y t ienen el propósit o
explícit o de cont ribuir al desenredo o al desem brollo de la energía at ascada.
Pero est a cont ribución no los vincula a ust edes con t ener que liberar a su fam ilia de ese
karm a. Es liberarse a ust edes m ism os de ese karm a. Al hacerlo así, ust edes crean un
espacio energét ico de posibilidades que luego los ot ros pueden usar, si ellos quieren. Los
ot ros t am bién pueden elegir no hacerlo; est e es su derecho y est o es algo que para
ust edes es m uy difícil de liberar.
A veces ust edes realm ent e t ienen la idea de que figuradam ent e t ienen que arrast rar a
sus padres o seres queridos hacia arriba de la m ont aña. Que el éxit o de su m isión
realm ent e depende en el cam bio que t iene lugar en la vida de ot ras personas.
Est o no es así. Aquellos, a quienes ust edes am an y desean m ucho llevar a la Luz, pueden
vivir por un par de siglos m ás en el valle. Pero un día ellos encont rarán una pequeña
huella que va hacia arriba y pensarán “ ¡eh! , est o es int eresant e, parece bueno probar
est o, realm ent e no la est oy pasando bien aquí abaj o” . Y ellos part en. Ellos siguen su
propio cam ino de crecim ient o int erior, su propia escalada hacia la Luz. ¿Y no es est o
m aravilloso, no es fant ást ico que haya ahí para ellos una huella a la cual puedan
agarrarse?
Ellos aún seguirán su propio cam ino, pero ahí siem pre habrá un faro. Un t erreno ha sido
allanado para ellos, por lo t ant o será m ás fácil para ellos t om ar aquellos pasos. Debido a
ust edes. Esa es su t area; ese es el rol del pionero: despej ar el cam ino a t ravés de la

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Series de Sanación – Solt ar a t u fam ilia de nacim ient o

selva, a t ravés de algo que no ha sido conquist ado o t razado previam ent e.
Si ust edes t riunfan en deshacerse de las t res ilusiones, si ust edes pueden perm it ir que
las energías de la m aest ría, de la unidad y del am or fluyan en sus vidas, ent onces
ust edes est án en cont act o con el corazón y ust edes viven desde una conciencia basada
en el corazón. Ent onces pueden solt ar el viej o paradigm a y en un ciert o sent ido dej ar a
sus padres. No lit eralm ent e, sino int eriorm ent e. Despedirse de sus padres int eriorm ent e
significa: dej ar que ellos sean quienes son, no int ent ar cam biarlos nunca m ás.
Com prender que no es su t area conducirlos lit eralm ent e a ellos a algún lugar. Su t area
est á hecha; han m arcado un cam ino, con am or. Para est o han venido, ust edes no han
fallado.
Ust edes verán que luego de est e adiós int erior, la relación con sus padres se volverá
m enos t ensa, que las energías de lucha, reproche y culpa podrán dej ar la escena.

En su am bient e direct o, pueden aparecer ahora ot ras personas que son part e de lo que
ust edes pueden llam ar su ‘fam ilia espirit ual’. Su fam ilia espirit ual no t iene nada que ver
con la biología, con los genes o con la herencia. Se t rat a de alm as sem ej ant es. Est as son
alm as que con frecuencia ust edes conocen de vidas previas. A m enudo ust edes t ienen un
vínculo de am ist ad con ellas. Cuando ust edes se encuent ran con alguien así, pueden
est ar asom brados de cuán fácilm ent e t iene lugar el cont act o y de cuán pront o pueden
reconocerse uno al ot ro en t oda clase de aspect os.
Al principio, ust edes han pasado a t ravés de m uchos problem as para ser capaces de vivir
con el hecho de ser diferent es. Frecuent em ent e han t enido el sent im ient o de ‘no encaj ar’,
pero luego cuando ust edes realm ent e suelt an su viej o paradigm a, se cruzarán personas
en su cam ino con quienes est e ‘ser diferent es’ es la conexión, la afinidad que sient en.
Eso les da una inm ensa cant idad de alegría y de sat isfacción. Es la energía de su
verdadera fam ilia, de sus com pañeros de alm a, con quienes sent irán el reconocim ient o
que han buscado t odo est e t iem po. Cuando ust edes son capaces de reconocerse a
ust edes m ism os independient em ent e de cualquiera, ent onces est as relaciones y
am ist ades sat isfact orias pueden aparecer aut om át icam ent e en sus vidas y con t ot al
nat uralidad.

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

Energia masculina y femenina

Est a canalización se present ó ant e una audiencia en vivo el 12 de diciem bre de 2004 en
Tilburg, Holanda.
El t ext o hablado se ha m odificado ligeram ent e para que su lect ura sea m ás fácil.

Queridos Am igos,

Me da m ucho placer est ar nuevam ent e con ust edes. Est oy m uy cont ent o de est ar en su
com pañía.
Ust edes t ienen una t endencia a verm e a m í, o a personas com o yo, com o m aest ros, pero
nosot ros no lo vem os así. Nosot ros los vem os a ust edes siguiendo su cam ino en la t ierra
en una época difícil, un t iem po en el que m uchas cosas est án cam biando. Y nosot ros los
vem os m adurando hacia su propia m aest ría. Los vem os volviéndose los m aest ros que
ust edes a veces t odavía buscan. Y de est o se t rat a t odo: ¡encont rar su propia m aest ría!
No sigan a ningún m aest ro que sea puest o delant e de ust edes por t radición o por libros o
por algo que alguien m ás les est é diciendo. Encont rar su propia m aest ría, de est o se
t rat a.

Hoy m e gust aría hablar sobre un t em a que se ext iende t iem po at rás en su hist oria: las
energías m asculinas y fem eninas. Est as son viej as energías, con las cuales m ucho est á
sucediendo ahora m ism o.

Prim ero, quisiera decir algo con respect o a la nat uraleza de lo m asculino y de lo
fem enino.
Est as energías son dos aspect os del Uno. Por lo t ant o ellas realm ent e no son opuest as o
dualíst icas, ellas son uno; son dos caras de una energía.

La energía m asculina es el aspect o que est á enfocado ext eriorm ent e. Es la part e de Dios
o del Espírit u que conduce a una m anifest ación ext erna, que hace que el Espírit u se
m at erialice y t om e form a. Por lo t ant o la energía m asculina com prende una int ensa
fuerza creat iva. Es nat ural para la energía m asculina est ar alt am ent e enfocada y
orient ada hacia un fin. De est a m anera, la energía m asculina crea la individualidad. La
energía m asculina les perm it e a ust edes separarse de la Unidad, de la Tot alidad, y
ponerse de pie solos, y ser un individuo específico.

La energía fem enina es la energía del Hogar. Es la energía de la Fuent e Prim ordial, la Luz
fluida, Ser puro. Es la energía que aún no se ha m anifest ado, el aspect o int erno de las
cosas. La energía fem enina es oceánica y lo abarca t odo; no diferencia o individualiza.

Ahora, im aginen a la energía fem enina volviéndose concient e de un ciert o m ovim ient o
dent ro de ella, de una leve inquiet ud, un deseo de… ext enderse hacia fuera, m ás allá de
sus lím it es, m overse fuera de ella m ism a para lograr experiencia. Hay un deseo por algo
nuevo, ¡por avent ura! Y ent onces llega a ella una energía que responde a ese deseo. Es
la energía m asculina que quiere est ar a su servicio y la ayuda a m anifest arse de ese
m odo, en form a. La energía m asculina define y m oldea a la energía fem enina; y por su
cooperación la sum a t ot al de energías puede t om ar una dirección com plet am ent e nueva.
Una nueva realidad puede ser creada en la cual t odo puede ser explorado y
experim ent ado, en cualquier form a cam biant e de m anifest ación.

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

La danza de lo m asculino y de lo fem enino lleva hacia delant e el espect áculo fluct uant e
de la realidad creada, de su creación. Ést e es un espect áculo de gran belleza, en el cual
las energías m asculina y fem enina se adoran m ut uam ent e, y celebran su cooperación y
j uguet ona unión. Y así es com o debería ser. Las energías m asculina y fem enina deben
est ar j unt as, son dos aspect os del Uno y j unt as celebran la alegre m anifest ación que la
Creación se supone que debe ser.

Ha sido dicho que en la com prensión final de quienes ust edes son, la única verdad que
im port a es: YO SOY. Y en est e m ant ra m ístico, precisam ent e aquellos dos aspect os se
funden. En el YO est á la energía m asculina, en el SOY la energía fem enina. El YO es
const rict or, diferenciador, da foco, da dirección, individualiza: Yo, no el ot ro, Yo. Y luego
el SOY. El SOY es oceánico, t odo envolvent e; reflej a el océano del Hogar, la energía
fem enina, la inagot able fuent e que no com prende lím it es, ni diferenciación. El aspect o
fluido y de unión es el núcleo de la energía fem enina. En el YO SOY, lo m asculino y lo
fem enino se j unt an y felizm ent e unen sus energías.

Ahora, en la hist oria de la hum anidad, e incluso ant es de que exist iera la hum anidad,
surgió un conflict o ent re lo m asculino y lo fem enino. No debo t ocar el origen de est e
conflict o ahora. Pero en su hist oria, hay una separación de la energía m asculina y
fem enina, de t al m anera que ellas aparecen com o fuerzas opuest as. El sím bolo yin- yang
dem uest ra m uy bien la verdadera sit uación. En lo m asculino, siem pre hay un núcleo de
lo fem enino, y en lo fem enino un núcleo de lo m asculino, exact am ent e com o hay un
punt o blanco en lo negro y un punt o negro en lo blanco. Pero en el t ranscurso de la
hist oria, est a unión de lo m asculino y de lo fem enino ha sido olvidada y est as energías se
han vuelt o opuest as una a la ot ra com o negro y blanco. La unidad im plícit a ya no fue
m ás reconocida.

Ahora m ism o, ust edes est án en la últ im a fase de est a hist oria de conflict o, en la cual la
energía m asculina ha j ugado la part e de vict im ario por m uchos siglos. La energía
m asculina por m ucho t iem po ha est ado j ugando la part e en la cual oprim e, m ut ila y
dest ruye a la energía fem enina. No siem pre fue así. Ha habido épocas en las cuales la
energía fem enina t uvo el dom inio e inj ust am ent e m anipuló y gobernó a la energía
m asculina. Pero ese t iem po se acabó. En un det erm inado m om ent o el conflict o dio una
vuelt a diferent e y los roles de vict im ario y de víct im a se invirt ieron. Ahora la energía
m asculina ha est ado en el poder por un largo t iem po, y ha abusado de su poder de t al
m odo, que la energía fem enina ha sido debilit ada y ya no com prende la int egridad de su
Ser.
Siem pre que lo m asculino y lo fem enino est én en conflict o, la desint egración de am bos
es inevit able. Donde lo fem enino consigue vict im izarse m ás y m ás y consigue perderse
en la abnegación, la energía m asculina se pierde a sí m ism a en la violencia despiadada y
en la clase de agresión que ust edes conocen a part ir de m uchas guerras en su pasado.

Lo m asculino y lo fem enino dependen uno del ot ro. Cuando ellos luchan ent re sí, las
consecuencias son cat ast róficas. Pero los t iem pos est án cam biando. Desde los siglos XI X
y XX la energía fem enina est á recuperando su fuerza y elevándose sobre el rol de
víct im a. Est a resurrección viene desde el int erior profundo de la energía fem enina.
Finalm ent e ella ha alcanzado el lím it e ext erior de su abnegación. En est e punt o, ella se
ha m irado a sí m ism a a la cara y ha declarado: hast a aquí ha llegado.

Dicho sea de paso: est o es lo que siem pre sucede en la dinám ica ent re la víct im a y el
vict im ario. El cam bio com ienza cuando la víct im a se rehúsa a seguir acept ándolo. El
vict im ario bien podría colgarse de su rol por un largo rat o, porque él no t iene ninguna
razón para parar. La revolución com ienza cuando la víct im a se rehúsa a seguir acept ando
y finalm ent e recupera su poder. En t odas las sit uaciones de represión, por ej em plo una
m uj er en su fam ilia o en la sociedad, el m om ent o real del cam bio ocurre cuando la m uj er
–o la energía fem enina dent ro de una persona- decide por ella m ism a: yo ya no voy a

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

acept ar est o por m ás t iem po. Aquí es cuando el cam bio realm ent e com ienza a ocurrir.
Las m edidas ext ernas son inút iles hast a que est e m om ent o se present a por sí m ism o.

La energía fem enina ha resucit ado y su est rella se est á elevando. En realidad, el asunt o
m ás urgent e en est e t iem po y época ¡¡es la t ransform ación de la energía m asculina! !
Ahora es el m om ent o para una nueva definición de la energía m asculina. Yo bien podría
haber llam ado a est a canalización “ el renacim ient o de la energía m asculina” . Porque
quiero afirm ar que es sólo en la reunión con una energía m asculina m adura y equilibrada
que la energía fem enina puede florecer nuevam ent e.

La energía fem enina, en el siglo pasado ( XX) , e incluso ant es, ha recobrado poder y
fuerza. Ha com enzado a florecer de un m odo nuevo y m ás equilibrado. A pesar de la
desigualdad de los sexos, que aún est á present e en su sociedad, el alza de la energía
fem enina es infrenable.
Sin em bargo, la energía fem enina no puede ganar fuerza y vit alidad t ot al sin la
cooperación de la energía m asculina. Est o result a ser así t ant o a nivel colect ivo com o
individual.

La energía fem enina no puede realizar su avance final sin el apoyo de y la conexión con
la energía m asculina. Est o no es debido a una debilidad inherent e en la energía
fem enina; es debido a la nat uraleza esencial de las energías m asculinas y fem eninas: el
hecho de que ellas est án int erconect adas y solo en cooperación pueden realizar sus
pot enciales m ás brillant es. ¡Es por est o que ahora es indispensable que la energía
m asculina se vuelva a m oldear y se avent ure a lo nuevo!

Cuando ust edes observan la int eracción ent re lo m asculino y lo fem enino a un nivel
colect ivo, ven que la energía fem enina ahora est á en una posición de espera. Ella est á
esperando. Act ualm ent e se est á llevando a cabo una lucha ent re lo nuevo y lo viej o
dent ro de la energía m asculina colect iva. Una nueva ola de energía est á am aneciendo
dent ro de la energía m asculina colect iva que honra y respet a a la energía fem enina. Est a
nueva ola de energía m asculina quiere unirse con lo fem enino y ent rar j unt os a la Nueva
Era. Pero al m ism o t iem po, una ola m ás viej a de energía aún est á act iva y t rat ando de
persist ir. Est a energía est á t rabaj ando evident em ent e en las series de at aques t errorist as
que han t enido lugar en t odo su m undo. La energía m asculina en su ant iguo rol de
agresor despiadado est á m ost rando en eso su horrible cabo. En aquellos que com ent en
est os horrendos at aques hay em ociones m uy oscuras: agresión, cólera y al m ism o
t iem po absolut a im pot encia y desam paro. Es a part ir de est e absolut o desam paro que
ellos recurren a las m ás brut ales y dest ruct ivas form as de despliegue de poder. Est a
energía m asculina, de la cual est am os hablando, est á en agonía de m uert e. Ella percibe
que est án ocurriendo im port ant es cam bios colect ivos y que la hum anidad est á en el
um bral de una nueva era.

Uno de los problem as que ust edes ahora est án enfrent ando, m ient ras se est án
desarrollando hacia una cooperación m ás equilibrada ent re lo m asculino y lo fem enino,
es cóm o t rat ar con est a clase de energía despiadada. ¿Que vam os a hacer con respect o a
est a viej a energía m asculina que en su caída est á t rat ando de crear t ant o caos y
dest rucción com o sea posible? Porque déj enm e decirles est o: su caída es un hecho. La
viej a energía m asculina ha perdido la bat alla, pero no se rendirá fácilm ent e y va a resist ir
hast a el final con agresión y dom inación inhum ana.

Mucho va a depender de cóm o sea la act it ud int erna colect iva hacia est os agresores.
¿Darán lugar a la ira y a la im pot encia dent ro de su propio cam po de energía, com o una
reacción a los act os de violencia? En t al caso ust edes se abren al cam po de energía de
los agresores. En t odo m om ent o que ust edes se sient en abrum ados por la ira y el
resent im ient o hacia ellos, ellos han dado en el blanco. Ent onces ust edes son absorbidos
dent ro de su vibración energét ica y ust edes t am bién podrían est ar deseando m at ar:

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

m at ar a los asesinos de gent e inocent e. Todo est o es m uy com prensible, pero es esencial
ent ender qué es lo que est á sucediendo aquí. En cuant o hay una int ensa em oción
em ergiendo, es sabio hacer una pausa, en silencio. Ret rocedan hacia la part e calm a,
sabia de ust edes y pregunt en: ¿qué es lo que realm ent e est á ocurriendo aquí? Ahora
t odo gira en t orno a su sabiduría y discernim ient o, en su habilidad para ver m ás allá de
las cosas y de sent ir qué es lo que realm ent e est á en j uego. El m undo no será dirigido
por el poder de los t errorist as; la viej a energía m asculina ha cum plido su t iem po y su
hora final est á próxim a.

El m ensaj e m ás im port ant e que t engo acerca del t errorism o, est a m anifest ación de viej a
agresión m asculina, es: ¡est én concient es! No se dej en llevar fuera de su cent ro por
em ociones de desam paro, por ej em plo sint iéndose vict im izados. Sepan que nadie será
t ocado por est a energía agresiva si no le dan lugar en su cam po de energía. Si ust edes
no reaccionan con ira u odio, no la conducirán hacia ust edes. Ust edes est arán a salvo y
prot egidos por su propia luz.

Ahora quisiera prest ar at ención al nivel m ás m undano, individual, en el cual ust edes
t rat an con las energías m asculinas y fem eninas dent ro de ust edes m ism os. Tam bién para
el nivel individual ha habido una lucha ent re la energía m asculina y la fem enina. Todo lo
que sucede colect ivam ent e reflej a procesos en el nivel individual.

Para aclarar la im port ancia del equilibrio ent re lo fem enino y lo m asculino en el nivel
individual, voy a hablar de los cent ros de energía en cada ser hum ano, a los que t am bién
se les llam a los chakras. Ahora ust edes conocen siet e de ellos, y est án localizados a lo
largo de la espina dorsal, desde el sacro a la corona. Pasaré a hablar de est os chacras
brevem ent e para m ost rarles que t odos est án caract erizados predom inant em ent e por uno
de los dos t ipos de energía m asculina o fem enina.

El chakra sacro es el cent ro de energía que los conect a a la t ierra. La energía en est e
chakra se ext iende fuera hacia la t ierra y les perm it e a ust edes m anifest ar su energía del
alm a en form a física, al nivel de la realidad densa, m at erial. En vist a de su ext ensión
hacia fuera y del t ipo de m anifest ación de la energía en el chakra sacro, podrían llam arlo
( predom inant em ent e) chakra m asculino. Un chakra nunca es com plet am ent e m asculino o
fem enino, pero se podría decir que aquí la energía m asculina es dom inant e.

El segundo chakra es llam ado el chakra del om bligo y es el cent ro de los sent im ient os.
Est e cent ro les perm it e experim ent ar las em ociones, cam bios de hum or, es decir t odos
los ext rem os de la vida em ocional. Es un cent ro recept ivo. Es por est o que yo lo llam o un
cent ro fem enino, un chakra en el cual dom ina el fluj o de energía fem enina.

Ahora vayam os al t ercer chakra, t am bién llam ado el plexo solar: el cent ro de acción y
creación. Ést e claram ent e es un cent ro que se ext iende hacia fuera y perm it e que la
energía se m anifiest e en la realidad física. Pueden com pararlo con el sol, la efusión de los
rayos, y el poder de la luz am arilla del sol ( el color nat ural del t ercer chakra es am arillo) .
En el plexo solar sus im pulsos int ernos y est ím ulos se t ransform an en m anifest aciones
ext ernas. Es el chakra de la acción y de llevar hacia el ext erior. Tam bién es la m orada del
ego, significando la personalidad t errest re, sin im plicación negat iva. La energía
predom inant e es m asculina.

Luego sigo con el chakra del corazón. Est e t am bién es un cent ro recept ivo, com o el
chakra del om bligo, y especialm ent e conect a diferent es fluj os de energía. Es el cent ro en
el cual se encuent ran el cielo y la t ierra, y en el cual se conect an los t res chakras
inferiores con los t res chakras superiores. El corazón puede ser el puent e ent re la m ent e
( cabeza) y la em oción ( vient re) . Desde el corazón pueden conect arse con alguien m ás y
se t rascienden. El corazón t rasciende los lím it es del ego y les perm it e sent ir la unidad con
cualquier cosa fuera de ust edes, con Todo Lo Que Es. El chakra del corazón es la puert a a

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

la energía del Hogar. Es claram ent e un cent ro de conexión y por lo t ant o es


predom inant em ent e fem enino.

El chakra de la gargant a es m asculino. Desde est e cent ro, los im pulsos int ernos, las
ideas, las em ociones, adquieren form a física al hablar, reír, cant ar, grit ar, et cét era. Aquí
la vida int erior es llevada hacia el ext erior por la com unicación a t ravés de la voz y el
lenguaj e. A t ravés de est e cent ro ust edes hacen visible a ot ros su vida int erior por m edio
de señales físicas: la palabra, el sonido, el concept o. Es un cent ro de m anifest ación que
les perm it e focalizar su energía ext ernam ent e al plano físico. Tam bién es un cent ro de
creat ividad.

El sext o chakra, t am bién llam ado ‘el t ercer oj o’, el cual est á localizado en el cent ro de su
cabeza, es ot ra vez fem enino. Recibe im presiones int uit ivas, ‘ext rasensoriales’, y
t rasciende los lím it es de lo físico ( los cinco sent idos físicos) . Es el asient o de la
clarividencia, de la percepción elevada, et cét era. A t ravés de est e cent ro ust edes pueden
sent ir la energía de alguien m ás ( las em ociones, las penas, las alegrías) com o propias.
Con est a capacidad, es decir, la habilidad de la em pat ía, ust edes t rascienden los lím it es
del ego y se conect an con ‘lo que ust edes no son’.

Finalm ent e est á el chakra de la corona, encim a de la cabeza. Est e chakra no es ni


m asculino ni fem enino, o se podría decir que es am bos. En est e chakra ust edes se elevan
por encim a de la dualidad de lo m asculino y lo fem enino. El chakra de la corona es una
int eresant e com binación de am bas energías. Cuando est e chakra est á equilibrado la
conciencia ahí est á en un est ado t ant o de recibir com o de ext enderse hacia afuera. Hay
una ext ensión ‘hacia arriba’, hacia ‘ot ras dim ensiones’, donde busca concej o espirit ual o
ayuda, o hacia las capas m ás profundas del Ser. Y al m ism o t iem po hay una calm a y
t ranquila recept ividad, una sabiduría de que las respuest as vendrán a su t iem po. Es una
clase de conciencia que es t ant o alt am ent e enfocada com o alt am ent e recept iva. En est e
‘est ado de la m ent e’ ust edes llegan m uy cerca de la unidad que sust ent a a las energías
m asculinas y fem eninas, la energía del Espírit u o Dios.

Ya he esquem at izado m uy aproxim adam ent e el m ovim ient o de los fluj os de energía
m asculina y fem enina por t odo el cuerpo energét ico del ser hum ano. Ahora quiero hablar
en part icular de los t res chakras inferiores. Est os son los chakras que est án m ás
conect ados a la t ierra, que est án m ás involucrados con est ar en el reino t errenal. Est a
área de los t res chakras inferiores es de sum a im port ancia en su cam ino int erior hacia la
sanación, porque en est a área yacen los t raum as m ás profundos y las cicat rices
em ocionales.

Ust edes con frecuencia sient en que son seres t errenales creciendo hacia lo espirit ual.
Pero nosot ros lo vem os del m odo cont rario. Ust edes son seres espirit uales creciendo
hacia la t ierra. La t ierra es un dest ino brillant e, un diam ant e escondido que aún t iene que
revelar su verdadera belleza. ¡La t ierra es la Tierra Prom et ida!

El Cielo es su lugar de nacim ient o. Pero ust edes no ret ornarán a ese est ado de conciencia
que recuerdan com o el ‘Hogar’ o el ‘Cielo’, a un est ado del ser puram ent e espirit ual. La
avent ura de la Creación los lleva a nuevos dest inos; ust edes est án siem pre
expandiéndose y progresando hacia un t ipo de conciencia t ot alm ent e nuevo. ( Hem os
hablado de est o ant es en el últ im o capít ulo de las Series de los Trabaj adores de la Luz) .
La t ierra es una part e esencial de est e viaj e.

Sin em bargo, en sus m anifest aciones en la t ierra y en sus int ent os de expresarse ahí,
ust edes han sufrido m ucho dolor. Casi t odos ust edes t ienen severas heridas em ocionales
en los t res chakras inferiores, causadas por experiencias de rechazo, violencia,
abandono. Est o puede haber sucedido incluso en est a vida. Casi t odos los bloqueos

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

energét icos en los chakras superiores est án relacionados con heridas em ocionales en los
t res chakras inferiores.

Prim ero voy a hablar un poco sobre el chakra sacro. Su conexión con la t ierra se ha
t ornado m uy cargada em ocionalm ent e, especialm ent e para los Trabaj adores de la Luz o
‘Light workers’. Debido a que ust edes se han encont rado con una grave resist encia a lo
largo de m uchas vidas, hay m ucho m iedo y reserva en ust edes cuando se t rat a de
arraigarse verdaderam ent e. Arraigarse significa est ar com plet am ent e present e en sus
cuerpos t errest res y expresar sus inspiraciones m ás profundas en la realidad m at erial. La
resist encia a arraigarse com plet am ent e ha sido discut ida previam ent e ( en las series de
los Trabaj adores de la Luz) . Est o t iene que ver principalm ent e con ‘ser diferent e’ y haber
sido rechazado por est o.

En el segundo chakra, el cent ro em ocional, ust edes t am bién han sido afect ados
profundam ent e por experiencias de ser am enazados o abandonados ( lit eralm ent e o
em ocionalm ent e) , y de ser severam ent e rest ringidos en la m anifest ación de ust edes
m ism os.

Con est as cargas t raum át icas en los dos chakras m ás baj os, el plexo solar ( t ercer
chakra) t am bién est á fuert em ent e afect ado. El plexo solar t iene que ver con la fuerza
vit al, la energía creat iva y el poder. Ust edes conocen pocos ej em plos de lo que significa
el verdadero poder. Con est o m e est oy refiriendo al poder que no es agresivo y
dest ruct ivo. En el chakra del plexo solar ust edes a m enudo ven que una persona se
m anifiest a t ant o de una form a agresiva, de un m odo det erm inant e, o de una form a
discret a, dem asiado m odest a. Am bas form as son el result ado de sent im ient os im plícit os
de desam paro, result ant es del prim er y segundo chakra herido. En el t ercer chakra t odo
se t rat a de encont rar un m odo equilibrado de t rat ar con el poder y el cont rol, se t rat a de
un ego equilibrado.

¡El ego es m uy bueno! El ego t iene una función apropiada: le añade foco a su conciencia,
lo cual les perm it e crear y m anifest arse com o el individuo separado que ust edes son. Sí,
ust edes son una part e de la Tot alidad m ayor, pero ust edes t am bién son ‘Yo’ y no él, ella
o cualquier ot ra cosa. El ego es un com plem ent o necesario para las fuerzas espirit uales
que t rascienden el ‘Yo’. La energía del ego es t ot alm ent e honorable y j ust ificada en la
realidad energét ica que ust edes viven. El verdadero poder est á en la alineación alegre del
ego y del Espírit u.

El área de los t res chakras m ás baj os es el área m ás im port ant e en la aut o- sanación y el
crecim ient o int erior. El m ayor desafío espirit ual para ust edes ahora es cuidar est a área
herida en ust edes. Medit ar y conect arse con los niveles cósm icos dent ro de ust edes y
fuera de ust edes no es su principal m et a ahora. Es darle su m ás t ierna com prensión y
am orosa ayuda a aquel niño int erior herido dent ro de ust edes, y devolverle su belleza y
su nat uraleza j uguet ona. Est e es su viaj e espirit ual, aquí yace su m ayor t esoro. Apreciar
y respet ar su lado hum ano, su part e de niño, es su cam ino hacia la divina com pasión e
ilum inación.

Me gust aría at raer su at ención al hecho de que, dent ro de est a área de energía, dos de
los t res chakras involucrados son m asculinos. Est o indica que, especialm ent e con
respect o a las energías m asculinas dent ro de cada uno de ust edes, debe hacerse m ucho
t rabaj o de sanación. Debido a est o m i m ensaj e hacia ust edes ahora es: ¡sanen la energía
m asculina int eriorm ent e! La energía fem enina, de varias m aneras, est á recuperando y
adquiriendo la fuerza necesaria para expresarse plenam ent e y herm osam ent e. Las
cualidades fem eninas de la int uición, sensibilidad y conexión est án siendo m ás y m ás
apreciadas, t ant o individualm ent e com o colect ivam ent e.
Pero no est á m uy aclarado cóm o se ve verdaderam ent e una energía m asculina
equilibrada. La energía m asculina de algún m odo se perdió en las falsas im ágenes de lo

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

que significa ‘ser un hom bre’; est ereot ipos que siem pre se reducen al poder a t ravés de
la agresión. Es esencial reconocer y expresar la verdadera nat uraleza de la energía
m asculina. El lado fem enino ahora necesit a a la energía m asculina equilibrada para ser
realm ent e capaz de cum plir su rol. La energía fem enina est á esperando, no solo a una
escala colect iva sino t am bién a un nivel individual. La energía fem enina est á saliendo de
su capucha de víct im a, recuperando su aut oest im a y ahora est á esperando para
m anifest arse poderosam ent e y alegrem ent e a t ravés de la reunión con lo m asculino.

De est e m odo, ¿cuál es ent onces el poder de la energía m asculina equilibrada?


En el prim er chakra una energía m asculina sana y equilibrada lleva a la aut o- conciencia.
La energía m asculina ya no t iene que pelear y luchar, est á present e a t ravés de la aut o-
conciencia. La presencia, es decir, est ar com plet am ent e present e con t oda su alm a, es
una cualidad esencial del prim er chakra. Ser concient e de ust edes m ism os, perm anecer
cent rados, no perderse en las opiniones, expect at ivas o necesidades de alguien m ás, eso
es ser aut o- concient e. Encont rar el equilibrio ent re conect ar y liberar, perm anecer
cent rados y concient es de ust edes m ism os m ient ras int eract úan con ot ros o con el
m undo ext erior: est a es la energía m asculina equilibrada del chakra sacro.

Es esencial desarrollar est a cualidad de aut o- conciencia, porque ést a prot egerá y guiará a
su energía fem enina. La energía fem enina es nat uralm ent e propensa a conect arse con
los dem ás ( ot ros seres vivos) y a est ar present e con el ot ro de una m anera at ent a,
nut rient e. La energía m asculina crea los lím it es y ayuda a encont rar un equilibrio ent re
dar y recibir. Con relación a las fluidas, conect adas energías fem eninas, la energía
m asculina en el chakra m ás baj o cum ple el rol de ancla y espinazo. Es el punt o donde
ust edes llegan al hogar, el punt o donde liberan at aduras a ot ras energías con las cuales
est án conect ados.

El plexo solar, o t ercer chakra, cum ple el m ism o rol de un m odo diferent e. Com o he
dicho ant es est e chakra es el cent ro del ego. Ust edes aún t ienen problem as con est e
concept o del ego. Especialm ent e ent re las alm as de los Trabaj adoras de la Luz o
‘Light workers’ hay una t endencia a ver a las energías generosas, aut o- t rascendent es del
ser hum ano com o ‘superiores’. Pero est o no es así. Ust edes viven en un m undo en el cual
las energías j uegan j unt as y form an los bloques de const rucción de la Creación. Una
t iende a conect ar y busca la unidad, la ot ra crea separación e individualidad. Y la últ im a
energía es t an valiosa y viable com o la prim era.

Es im port ant e hacer las paces con la energía m asculina, abrazar su individualidad, su
singularidad, su ‘Yo’- idad. Hay una ‘soledad’ en la vida que no t iene nada que ver con
sent irse solo, sino que est á t odo relacionado con ser un ‘Yo’, ser un individuo único.
Abrazar est a soledad no es un im pedim ento para experim ent ar una profunda conexión
con los dem ás.
Si ust edes verdaderam ent e abrazan su individualidad pueden ser verdaderam ent e
creat ivos. Est o es lo que est á esperando la energía fem enina dent ro de ust edes. Sus
genuinas inspiraciones quieren darse a conocer en el nivel m at erial, ellas quieren
revelarse de una m anera m uy t errenal y t raer not icias de am or y arm onía a la t ierra. La
energía fem enina es el port ador de la Nueva Era, pero ella necesit a una energía
m asculina equilibrada para verdaderam ent e m anifest arse y echar raíces en la realidad
m at erial. Es por est o que es t an im port ant e que las energías del prim er y t ercer chakra
sean sanadas.

La energía de un ego sano, el plexo solar sano, es aut o- confianza. En el prim er chakra es
aut o- conciencia, en el t ercer chakra es aut o- confianza. Ést a no es la clase de arrogancia
que ust edes ven en un ego inflado, sino que es sim plem ent e confiar en ust edes m ism os:
¡yo sient o que puedo hacerlo! Es ser concient e de sus propias inspiraciones m ás
profundas, de sus propias habilidades creat ivas, y luego act uar en conform idad.
Perm it an que sus energías fluyan fuera de ust edes, confíen en sus propios t alent os y

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Series de Sanación – Energia m asculina y fem enina

dones nat urales, confíen en lo que ust edes son, ¡y m uést rense al m undo! Especialm ent e
para ust edes, Light workers, que llevan m ucho conocim ient o y sabiduría int erior, es ahora
el m om ent o de m ost rarse y de no esconderse m ás. Es el m om ent o. Est e es su dest ino y
en est o ust edes hallarán su m ayor sat isfacción.

Hagan las paces int eriorm ent e con la energía m asculina. No duden en ponerse de pie por
ust edes m ism os, en recibir abundancia y en cuidar de ust edes m ism os. Sean egoíst as, en
el sent ido puro y neut ral de la palabra. Ust edes son un ego, son un individuo. No pueden
y no necesit an ser t odo el t iem po indulgent es y com prensivos. No es espirit ual t olerar
t odo y cualquier cosa. Claram ent e, hay m om ent os en lo cuales ust edes t ienen que decir
‘no’ o incluso ‘adiós’ y no com prom et er quienes ust edes son. Hagan est o sin culpa o
m iedo, y sient an cóm o las energías m asculinas de aut o- conciencia y de aut o- confianza
los habilit an para perm it ir que la delicada flor de su energía fem enina florezca y brille.

Todo se t rat a de cooperación ent re las energías. Las energías m asculinas y fem eninas
han caído j unt as en una larga y dolorosa lucha. Ellas t am bién se alzarán j unt as, porque
una no puede est ar equilibrada sin la ot ra. Ahora que la energía fem enina est á list a para
elevarse de las cenizas de la hum illación y de la represión, hay una urgent e necesidad de
un renacim ient o de la energía m asculina. Est e renacim ient o de lo m asculino finalm ent e
llegará a ser visible a una escala colect iva, pero prim ero se m anifest ará en cada uno de
ust edes separadam ent e, hom bre y m uj er. Todos ust edes son Cust odios de est as ant iguas
energías dent ro de ust edes, y es su derecho de nacim ient o hacer su asociación
equilibrada y gozosa.

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

Tratar con las emociones

Est a canalización fue present ada a una audiencia en vivo el 6 de Febrero de 2005 en
Haaren, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeram ent e corregida para facilit ar su
lect ura.

Queridos am igos,

Est oy encant ado de est ar nuevam ent e ent re ust edes y de com unicarm e con ust edes de
est a m anera. Debo decirles que est o significa m ucho para m í t am bién. Aprecio est os
encuent ros, porque de est e m odo puedo llegar m ás cerca de ust edes que cuando est oy
dent ro de m i propio plano de realidad.

Aún así yo siem pre vivo dent ro de sus corazones y espero esos m om ent os en su t iem po
cuando est án abiert os y suscept ibles a m i energía. Mi energía, la energía críst ica que est á
renaciendo en est os t iem pos, no es solam ent e m i energía. No es sim plem ent e la energía
de un hom bre que vivió en la t ierra en una época: es un cam po de energía colect iva del
cual ust edes form an part e de un m odo m ás profundo de lo que ust edes com prenden.

Todos ust edes hicieron una prom esa una vez, t odos ust edes expresaron su int ención de
llevar est a energía m ás allá hacia la realidad t errest re, de anclarla dent ro de la t ierra.
Durant e m uchas vidas, m uchos siglos, ust edes han t rabaj ado en est a m isión. Todos
ust edes est án en el proceso de dar nacim ient o a la sem illa críst ica dent ro de ust edes, y
yo los est oy ayudando. Yo fui un precursor, sin em bargo la siem bra de la energía críst ica
fue un esfuerzo colect ivo. I ncluso m i llegada a la t ierra fue posible únicam ent e por el
cam po de energía que est uvo present e aquí, t ej ido por ust edes. Nosot ros t rabaj am os
j unt os, som os una unidad.
Por lo t ant o, yo soy accesible a t odos ust edes. Yo no est oy disponible exclusivam ent e
para alguna persona. Yo est oy al servicio de t odos ust edes.

Hoy quiero hablar acerca de un t em a que los t oca profundam ent e y frecuent em ent e en el
día a día de sus vidas. Es sobre t rat ar con las em ociones.

La últ im a vez hablé acerca de las energías m asculinas y fem eninas que corren a t ravés
de su cam po de energía y de sus chacras. He recalcado la im port ancia de sanar los t res
chacras inferiores, com o una part e de llegar a est ar ent ero y com plet o dent ro de ust edes
m ism os. Pensé que era im port ant e recalcar est o, ya que m uchos de ust edes que anhelan
lo espirit ual t ienden a ret irarse, t ant o en pensam ient o com o en sent im ient o, a los
chacras superiores.
El corazón, el t ercer oj o y el chacra de la corona son at ract ivos para ust edes, porque
est os cent ros de energía los llevan a est ar en cont act o con los reinos superiores que son
t an nat urales para ust edes. Pero la real rupt ura int erna debe ocurrir ahora en el nivel
inferior, en el área de los chacras m ás baj os, cercanos a la t ierra.

El área de las em ociones es un área vit al en el proceso de desarrollo hacia la libert ad y la


t ot alidad. Ust edes son seres espirit uales. Ust edes vinieron de un plano de realidad donde
la densidad y la falt a de rum bo de la realidad t errest re era desconocido para ust edes.
Arreglárselas con est o ha sido difícil.
A lo largo de m uchas vidas, ust edes han t rat ado de expresar su energía cósm ica aquí en
la t ierra. Y en est a expresión, en la canalización de su energía a la t ierra, se han

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

desarrollado m uchos t raum as profundos. El cuerpo em ocional, que t odos ust edes poseen,
est á replet o de heridas y de t raum as. De est o quiero hablar hoy.

Todo aquel que t ransit e por el cam ino del crecim ient o int erior sabe de la im port ancia de
las em ociones: que ust edes no deberían reprim irlas, que de algún m odo ust edes t iene
que llegar a un acuerdo con ellas, que ust edes finalm ent e deben liberarlas, pero cóm o
t rabaj a t odo est o no siem pre est á m uy claro.

Prim ero quiero hacer una dist inción ent re em ociones y sent im ient os.
No est oy int eresado aquí en los t érm inos específicos o clasificaciones, y ust edes pueden
llam arlo con diferent es nom bres, pero yo quiero hacer una dist inción ent re em ociones, en
el sent ido de energías que son esencialm ent e expresiones de m alent endido, y
sent im ient os, o energías que son una form a de ent endim ient o m ás elevado. Los
sent im ient os son sus m aest ros, m ient ras que las em ociones son sus niños.

Las em ociones son energías que t ienen una clara m anifest ación en el cuerpo físico. Las
em ociones son reacciones a cosas que ust edes realm ent e no ent ienden. Consideren lo
que sucede cuando ust edes se ven superados por un at aque de rabia. Por ej em plo,
alguien hiere sus sent im ient os inesperadam ent e, y ust edes sient en que se ponen
coléricos. Ust edes pueden sent ir est o en su cuerpo m uy claram ent e: en det erm inados
lugares ust edes sient en que la energía se pone t ensa. Est a t ensión física o rigidez, que
sigue al sobresalt o energét ico, m uest ra que hay algo que ust edes no ent ienden. Hay una
energía viniendo a t ravés de ust edes que sient en que es inj ust ificada. El sent im ient o de
ser t rat ado inj ust am ent e, en breve la incom prensión, se descarga a t ravés de la
em oción. La em oción es la expresión de la incom prensión, es una explosión energét ica y
una liberación.

Cuando est o sucede, ust edes se enfrent an con la siguient e elección: ¿qué voy a hacer
con est a em oción? ¿Voy a basar m i com port am ient o act ual en est o? ¿Voy a usar est o
com o com bust ible para m is reacciones hacia los dem ás o voy a dej ar que la em oción sea,
y baso m is acciones en algo m ás?
Ant es de responder est as pregunt as, quiero explicar la nat uraleza de los sent im ient os.

Las em ociones son esencialm ent e est allidos de incom prensión que ust edes claram ent e
pueden percibir en el cuerpo. Los sent im ient os, por ot ro lado, son de una nat uraleza
diferent e, y son percibidos t am bién de m anera diferent e. Los sent im ient os son m ás
calm os que las em ociones. Ellos son los susurros del alm a, que los alcanzan a ust edes a
t ravés de suaves codazos, una sabiduría int erior o una acción int uit iva súbit a que m ás
t arde parece haber sido m uy acert ada.
Las em ociones siem pre t ienen algo m uy int enso y dram át ico en ellas. Consideren los
at aques de ansiedad, de pánico, de rabia o la t rist eza profunda. Las em ociones se
agarran de ust edes com plet am ent e y los alej an de su cent ro espirit ual. En el m om ent o
en que est án sum am ent e em ocionados, est án llenos de una clase de energía que los
separa de su cent ro, de su claridad int erior. En est e sent ido, las em ociones son com o
nubes suspendidas delant e del sol.

Con est o, yo no quiero decir nada en cont ra de las em ociones. Las em ociones no
deberían reprim irse; son m uy valiosas com o un m edio para llegar a conocerse m ás
ínt im am ent e. Pero yo quiero expresar cuál es la nat uraleza de la energía em ocional: es
un est allido de incom prensión. Las em ociones esencialm ent e los llevan fuera de su
cent ro.

Los sent im ient os, por ot ro lado, los llevan a ust edes profundam ent e dent ro de ust edes
m ism os, hacia su cent ro. Los sent im ient os est án est recham ent e asociados con lo que
ust edes llam an int uición. Los sent im ient os expresan un ent endim ient o m ás elevado, una
clase de ent endim ient o que t rasciende t ant o a las em ociones com o a la m ent e.

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

Los sent im ient os se originan en un reino no físico, fuera del cuerpo. Es por est o que ellos
no est án t an claram ent e localizados en un lugar del cuerpo físico. Consideren lo que
sucede cuando ust edes sient en algo, una at m ósfera o un est ado de ánim o, o cuando
ust edes t ienen present im ient os acerca de una sit uación. Ent onces hay una especie de
sabiduría en ust edes, que parece venir desde afuera, y que no es una reacción de
ust edes a algo ext erno. Ust edes lo t om an desde el ext erior, y viene ‘de la nada’ ( ‘com o
llovido’ com o ust edes t an bellam ent e lo dicen) . En t ales m om ent os ust edes pueden sent ir
que algo se abre en el chacra del corazón.

Hay m uchos m om ent os en los cuales t al sabiduría int erior viene a ust edes. Por ej em plo,
pueden ‘saber’ algo acerca de alguien sin haber hablado m ucho con él o ella. Pueden
sent ir algo acerca de ust edes dos, que m ás t arde j ugará un rol im port ant e en su relación,
pero lo cual no es fácil de expresar en palabras - ‘sim plem ent e un sent im ient o’ – y
ciert am ent e no fácilm ent e com prendido por la m ent e. ( Est os son los m om ent os en los
que su m ent e se pone escépt ica, diciéndoles que ust edes est án invent ando cosas o que
se est án volviendo locos) .

Quisiera m encionar ot ra energía que t iene m ás una nat uraleza de ‘sent im ient o’ que una
em ocional. Es la alegría. La alegría puede ser un fenóm eno que t rasciende lo em ocional.
A veces ust edes pueden sent ir una clase de alegría int erior que los eleva, sin una razón
part icular. Ust edes sient en la divinidad dent ro de ust edes, y su conexión ínt im a con t odo
lo que exist e. Tal sent im ient o puede llegar a ust edes cuando m enos lo esperan. Es com o
si algo Superior los t ocara o com o si ust edes t ocaran una realidad Superior. Los
sent im ient os no son evocados t an fácilm ent e y parecen llegar a ust edes ‘com o llovidos’.
Las em ociones casi siem pre t ienen una causa inm ediat a clara: un gat illo en el m undo
ext erior ‘que presiona sus bot ones’.

Los sent im ient os se originan en la dim ensión de su Ser Superior. Ust edes necesit an est ar
serenos por dent ro para at rapar esos susurros en su corazón. Las em ociones pueden
pert urbar est e silencio int erior y paz. Por lo t ant o, es vit al llegar a est ar calm os
em ocionalm ent e y sanar y liberar las em ociones reprim idas. Solam ent e desde sus
sent im ient os, los cuales los conect an con su alm a, ust edes pueden t om ar decisiones
equilibradas.
Est ando en silencio y t ranquilos, ust edes pueden sent ir con t odo su ser qué es lo correct o
para ust edes en un det erm inado m om ent o. Tom ar decisiones basadas en la em oción es
t om ar decisiones desde una posición no cent rada. Ust edes prim ero necesit an liberar las
em ociones y ent rar en cont act o con su núcleo int erno, donde hay claridad.

Ahora quiero ir a la pregunt a de cóm o pueden ust edes t rat ar m ej or sus em ociones.

He dicho que “ los sent im ient os son sus m aest ros y las em ociones son su niños” . Los
paralelos ent re ‘ser em ocional’ y ‘ser com o un niño’ son sorprendent es. Su ‘niño int erior’
es el asient o de sus em ociones. Tam bién hay una sem ej anza sorprendent e ent re el m odo
en que t rat an a sus propias em ociones y el m odo en que t rat an a los niños ( reales) .
Un niño es honest o y espont áneo en sus em ociones, y él no las esconde o reprim e hast a
que los adult os lo est im ulan a hacerlo. El hecho de que los niños espont áneam ent e
expresen sus em ociones no significa, sin em bargo, que el niño experim ent e sus
em ociones de un m odo equilibrado. Todos saben que un niño puede ser arrebat ado por
sus em ociones ( rabia, t em or o t rist eza) y con frecuencia es incapaz de frenarlo. En t al
sit uación, el niño puede casi anegarse en sus em ociones y eso lo desequilibra, lo dej a
fuera de su cent ro.

Una de las razones de est a em ot ividad ilim it ada, es que el niño ha dej ado recient em ent e
un m undo en el cual difícilm ent e hay algún lím it e. En las dim ensiones et éreas o ast rales,
no había t ales rest ricciones y lim it aciones com o las hay en el reino físico, dent ro del
cuerpo físico. Las em ociones del niño son a m enudo ‘reacciones de incom prensión’ a est a

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

realidad física. Por lo t ant o, el niño cuando m adura necesit a ayuda y apoyo en t rat ar con
sus em ociones. Est o es part e del proceso de la ‘encarnación equilibrada’ en la t ierra.

Por consiguient e ¿cóm o t rat an ust edes con las em ociones, ya sea en ust edes m ism os o
con sus niños?
Las em ociones no deberían ser j uzgadas o reprim idas. Las em ociones son una part e vit al
de ust edes com o seres hum anos, y com o t ales necesit an ser respet adas y acept adas.
Ust edes pueden considerar a sus em ociones com o a sus niños, quienes necesit an su
at ención y respet o, y su guía.
Una em oción puede ser m ej or vist a com o una energía que viene a ust edes para ser
sanada. Por lo t ant o, es im port ant e no dej arse llevar com plet am ent e por la em oción, sino
perm anecer capaz de observarla desde una post ura neut ral. Es im port ant e est ar
concient e. Uno podría decirlo de est e m odo: ust edes no deberían reprim ir una em oción,
pero no deberían sum irse en ella t am poco. Porque cuando ust edes se anegan en ella,
cuando ust edes se ident ifican con ella com plet am ent e, el niño en ust edes pasa a ser un
t irano que los llevará a ext raviarse.

Lo m ás im port ant e que ust edes pueden hacer con una em oción es reconocerla, sent ir
t odos los aspect os de ést a, m ient ras no pierden su conciencia. Tom en por ej em plo la ira.
Ust edes pueden invit ar a la ira a est ar t ot alm ent e present e, experim ent ándola en su
cuerpo en varios lugares, m ient ras ust edes est án al m ism o t iem po observándola
neut ralm ent e. Tal t ipo de conciencia es sanadora. Lo que sucede en est a circunst ancia,
es que ust edes abrazan a la em oción, lo cual es esencialm ent e una form a de
incom prensión, con com prensión. Est o es alquim ia espirit ual.

Por favor déj enm e explicar con la ayuda de un ej em plo. Su hij a se ha golpeado su rodilla
con la m esa y est á realm ent e herida. Ella est á pert urbada, grit ando con dolor, y ella
pat ea la m esa porque est á enoj ada con ella. Ella considera que la m esa es el origen del
dolor.
La guía em ocional en est e m om ent o significa que los padres prim ero ayuden a la niña a
nom brar a su experiencia. “ Tú est ás enoj ada, ¿no es así? – t ienes dolor, ¿correct o?” .
Nom brarlo es esencial. Ust edes t ransfieren la raíz del problem a desde la m esa a la niña
m ism a. No es la m esa, eres t ú quien est á dolorida, eres t ú quien est á enoj ada. ¡Y sí, yo
com prendo t u em oción!
Los padres abrazan la em oción de la niña con com prensión, con am or. En el m om ent o en
que la niña se sient a com prendida y reconocida, su ira se desvanecerá gradualm ent e. El
dolor físico puede aún est ar present e, pero su resist encia al dolor, la ira alrededor de
est o, puede disolverse. La niña lee com pasión y com prensión en sus oj os, y est o relaj a y
calm a sus em ociones. La m esa, la causa de las em ociones, ya no es m ás pert inent e.

Al abrazar una em oción con com prensión y com pasión, ust edes cam bian el foco de la
at ención de la niña desde el ext erior hacia el int erior, y ust edes le enseñan a la niña a
t om ar responsabilidad por la em oción. Ust edes le est án m ost rando a ella que su reacción
a un disparador ext erno no es algo det erm inado, sino que es una cuest ión de elección.
Ust edes pueden elegir incom prensión o com prensión. Ust edes pueden elegir luchar o
acept ar. Ust edes pueden elegir.

Est o t am bién se aplica a las relaciones con sus propias em ociones, su propio niño
int erior. Darle cabida a sus em ociones, nom brarlas y hacer un esfuerzo por ent enderlas,
significa que ust edes verdaderam ent e respet an y aprecian a su niño int erior. Hacer el
cam bio desde lo ‘ext erno’ hacia lo ‘int erno’, t om ar responsabilidad por la em oción, ayuda
a crear un niño int erior que no quiere herir a nadie m ás, que no se sient e vict im izado.
Las em ociones fuert es – ya sea ira, aflicción o t em or – siem pre t ienen el com ponent e de
la im pot encia, ej sent ir que ust edes son la víct im a de algo que es ext erno a ust edes. Lo
que ust edes hacen cuando se enfocan, no en las circunst ancias ext ernas a ust edes, sino
en cam bio en su reacción y en su dolor, es que ust edes ‘descart an’ al m undo ext erno

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

com o la causa de sus em ociones. Ust edes no se preocupan m ucho m ás por lo que
ocasionó la em oción. Ust edes se vuelcan com plet am ent e hacia el int erior y se dicen a
ust edes m ism os: m uy bien, ést a ha sido m i reacción, y com prendo por qué. Com prendo
por qué m e sient o del m odo en que m e sient o, y voy a asist irm e en est o.

Volverse hacia sus em ociones de est a m anera am orosa, es liberador. Est o requiere una
especie de aut odisciplina. Librar a la realidad ext erior de ser el ‘orígen del m al’ y t om ar
ust edes m ism os t ot al responsabilidad, significa que reconocen que ‘ust edes eligen
reaccionar de un ciert o m odo’.
Ust edes dej an de discut ir sobre quién t iene razón y quién no la t iene, quién es el culpable
de eso, y ust edes sim plem ent e liberan la cadena com plet a de event os que sucedieron
fuera de su cont rol. ‘Yo ahora experim ent o est a em oción con t ot al conciencia de que yo
elij o hacerlo así’. Est o es t om ar responsabilidad. ¡Est o es coraj e!

La aut odisciplina en est o es que ust edes renuncian a ser rect os y a ser la víct im a
desam parada. Ust edes renuncian a sent irse encolerizados, incom prendidos y t odas las
ot ras expresiones de vict im ización que pueden sent irse t ot alm ent e bien en algunos
m om ent os. ( De hecho, ust edes frecuent em ent e est im an a las em ociones que m ás los
t raban) . Tom ar responsabilidad es un act o de hum ildad. Est o significa ser sincero con
ust edes m ism os, incluso en sus m om ent os de m ayor debilidad.
Est a es la aut odisciplina que se les pide. Al m ism o t iem po, est a clase de vuelco hacia el
int erior requiere la m ayor com pasión. La em oción a la que ust edes est án francam ent e
preparados para enfrent ar com o su propia creación, t am bién es considerada con t ierna
com prensión. ‘Tú eliges la cólera est a vez, ¿no es así?’ puede ser lo que descubran
respect o a ust edes m ism os. La com pasión les dice: ‘Muy bien, puedo ver por qué, y t e
perdono’. ‘Tal vez cuando t ú sient as m ás claram ent e m i am or y apoyo, t ú no t e sent irás
inclinado a t om ar esa respuest a la próxim a vez’.

Est e es el verdadero rol de la conciencia en la aut odisciplina. Est o es lo que significa la


alquim ia espirit ual.
La conciencia no pelea o rechaza nada; ést a rodea a la oscuridad con com prensión. Ést a
rodea las energías de incom prensión con com prensión y así conviert e el m et al en oro. La
conciencia y el am or son esencialm ent e lo m ism o. Ser concient e significa dej ar que algo
sea y rodearlo con su am or y com pasión.

Con frecuencia ust edes piensan que ‘la conciencia solam ent e’ no es suficient e para
superar sus problem as em ocionales. Ust edes dicen: yo sé que t engo em ociones
reprim idas, conozco la causa de ellas, soy concient e, pero est o no pasa.
En ese caso, dent ro de ust edes hay una sut il resist encia a esa em oción. Ust edes
m ant ienen la em oción a una dist ancia, por t em or o por sent irse agobiado por ella. Pero
ust edes nunca son agobiados por una em oción, cuando ust edes concient em ent e eligen
adm it irla.
Siem pre y cuando m ant engan la em oción a una dist ancia, ust edes est arán en guerra con
ella. Est arán luchando con la em oción y ella se volcará en cont ra de ust edes de varias
m aneras. A la larga ust edes no pueden m antenerla fuera. Ella se m anifest ará en su
cuerpo com o un dolor o una t ensión, o com o un sent im ient o de depresión. Sent irse
agot ado o fat igado es un claro signo de que ust edes est án reprim iendo ciert as
em ociones.

La cuest ión es que ust edes necesit an perm it ir que sus em ociones ent ren a su conciencia
plenam ent e. Si ust edes no saben exact am ente qué em ociones hay ahí, ust edes m uy bien
pueden com enzar por sent ir las t ensiones en su cuerpo. Ést a es una puert a para las
em ociones. En su cuerpo t odo est á acum ulado. Por ej em plo, si ust edes sient en dolor o
t ensión en el área de su est óm ago, ust edes pueden ir ahí con su conciencia y pregunt ar
qué hay. Perm it an que las células de su cuerpo les hablen. O im aginen que, allí m ism o, el

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

niño est á present e. Pídanle al niño que les m uest re qué em oción es predom inant e en él o
en ella.

Hay varias m aneras de ponerse en cont act o con las em ociones que hay dent ro de
ust edes. Es esencial reconocer que la energía que quedó at ascada en la em oción quiere
m overse. Est a energía quiere ser liberada y por lo t ant o golpea a sus puert as com o una
quej a física o com o un sent im ient o de est rés o depresión. Para ust edes, es cuest ión de
realm ent e abrirse y est ar preparado para sent ir la em oción.

Las em ociones son part e de su realidad t errest re – pero ellas no deberían dom inarlos.
Las em ociones son com o las nubes para el sol. Por consiguient e es t an im port ant e ser
concient e de sus em ociones y t rat arlas concient em ent e. Con un cuerpo em ocional claro y
equilibrado, es m ucho m ás fácil ent rar en contact o con su alm a o núcleo int erior, a t ravés
de su int uición.

En su sociedad hay m ucha confusión en t orno a las em ociones. Est o es evident e, ent re
ot ras cosas, por la cant idad de debat e y confusión que hay con respect o a cóm o educar a
sus niños. Los niños son claram ent e m ucho m ás em ocionalm ent e espont áneos de lo que
son ust edes com o adult os. Est o crea dificult ades. ¿Qué ocurre si se sobrepasan algunos
de sus lím it es m orales? ¿Qué sucede si la sit uación se va de las m anos y surge el caos?
¿Uno t iene que cast igar a los niños o perm it irles expresarse librem ent e? ¿Sus em ociones
t ienen que ser cont roladas o no?

Lo que es im port ant e en la educación de un niño es que él aprenda a com prender sus
em ociones. Com prender de dónde vienen y ser responsable por ellas. Con su ayuda, el
niño puede aprender a ver sus em ociones com o ‘est allidos de incom prensión’. Est a
com prensión evit a que él quede ‘anegado’ en sus em ociones y pierda el cont rol. La
com prensión libera y los lleva de vuelt a a su cent ro, sin reprim ir la em oción. Los padres
le enseñan a su hij o a t rat ar con las em ociones de est a m anera siendo el ej em plo
vivient e de ello.

Todas las pregunt as que ust edes se hacen acerca de cóm o t rat ar con sus hij os t am bién
se aplican a ust edes m ism os. ¿Cóm o se las arreglan con sus propias em ociones? ¿Son
duros con ust edes m ism os? ¿Cuándo se sient en enoj ados o t rist es por m ucho t iem po, se
cast igan a ust edes m ism os diciendo: “ vam os, sigue andando, y no t e quedes colgado” ?
¿Suprim en la em oción? ¿Sient en que cast igarse a sí m ism o es bueno y necesario? ¿Quién
les enseñó est o? ¿Fueron sus padres?
¿O se van al ot ro ext rem o? Se ‘revuelcan’ en sus em ociones, no queriendo solt arlas. Con
frecuencia est e t am bién es el caso. Ust edes pueden haber sent ido por m ucho t iem po que
eran una víct im a de una sit uación ext erna a ust edes, por ej em plo de su educación, de su
parej a o de su am bient e de t rabaj o. En un det erm inado m om ent o, puede ser m uy
liberador ent rar en cont act o con la ira dent ro de ust edes relacionada con las cosas
negat ivas que los influencian. La ira puede perm it irles escaparse de est as influencias, y
seguir su propio cam ino. Sin em bargo, ust edes pueden enam orarse t ant o de su ira, que
ya no quieren m ás darse por vencidos. En lugar de ser una puert a, est o pasa a ser una
‘form a de vida’. Ent onces surge el papel de víct im a, que es cualquier cosa m enos
sanador. Est o les im pide a ust edes m ant enerse en su propio poder. Es m uy im port ant e
ser responsables de sus propias em ociones y no hacer de ellas ‘verdades absolut as’.
Cuando ust edes les dan a ellas la condición de verdades, en lugar de considerarlas com o
‘est allidos de incom prensión’, ust edes basarán sus acciones en ellas, y est o los llevará a
t om ar decisiones no cent radas.
Lo m ism o sucede con los niños a quienes se les perm it en dem asiada libert ad em ocional.
Ellos ‘corren desenfrenados’ y se vuelven incont rolables; ellos se vuelven pequeños
t iranos, y eso no est á bien. El caos em ocional es t an desagradable para el niño
exact am ent e com o lo es para los padres.

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

En breve, ust edes pueden ser t ant o est rict os com o dem asiado indulgent es al t rat ar con
sus em ociones ( y, en analogía, con sus niños) . Quiero exam inar un poco m ás el m odo
‘indulgent e’, porque ést e parece ser m ás el t em a de discusión hoy en día. Desde los
‘sesent a’ ha habido una com prensión colect iva de que no se suprim irían sus em ociones,
porque ent onces se est aría sofocando su espont aneidad y creat ividad, en efect o su
verdadera alm a. La sociedad produciría niños obedient es y disciplinados quienes
prest arían m ás at ención a las reglas que a los susurros del corazón, y est o sería una
t ragedia – t ant o para la sociedad com o para el individuo.
¿Pero qué hay en el ot ro ext rem o: qué hay en cuant o a j ust ificar las em ociones de t al
m odo que ellas asum en la dirección y gobiernan sus vidas?

Ust edes pueden observar m uy bien dent ro de ust edes si hay em ociones que las est im an
de t al m odo que las est án considerando realm ent e com o verdades ( en lugar de lo que
ellas realm ent e son: est allidos de incom prensión) . Ust edes se han ident ificado con est as
em ociones. La paradoj a es que, m uy frecuent em ent e, ést as son em ociones que les
causan m ucho sufrim ient o. Por ej em plo: vict im ización ( ‘yo no puedo hacer est o’, ‘yo no
puedo ayudar en est o’, liderazgo ( ‘yo m e ocuparé de est o’, ‘yo lo voy a m anej ar’) ,
t rist eza, m iedo, ansiedad, et cét era. Est as son t odas em ociones que son dolorosas pero
aún así, en ot ro nivel, les dan a ust edes algo especial de qué agarrarse.

Tom en el ‘sent im ient o de víct im a’. Puede haber vent aj as en est e pat rón de sent im ient o.
Puede darles a ust edes una sensación de seguridad. Los libera de ciert as obligaciones y
responsabilidades. ‘Yo no puedo ayudar, ¿o sí?’ Es un rincón oscuro en el cual se est án
sent ando, pero parece un lugar seguro.
El peligro de ident ificarse o ‘fundirse’ con t al pat rón de sent im ient o por m ucho t iem po es
que ust edes pierden cont act o con su propia verdadera libert ad, su núcleo divino m ás
int erno.
En el cam ino de su vida pueden haber ent rado cosas que j ust ificadam ent e han provocado
em ociones de cólera y resent im ient o dent ro de ust edes. Est o puede haber sucedido
durant e su j uvent ud, m ás t arde, o incluso en vidas pasadas. Es m uy im port ant e que
ust edes cont act en est as em ociones conscient em ent e, y que se percat en de la cólera, de
la t rist eza o de cualquier ot ra energía cargada int ensam ent e dent ro de ust edes. Pero en
det erm inado m om ent o, ust edes necesit an t om ar responsabilidades por sus em ociones,
porque ellas const it uyen sus reacciones a un suceso ext erno.

Ser cent rados, ser claros y poderosos y est ar en equilibrio espirit ualm ent e, significa que
t om an una t ot al responsabilidad por t odas las em ociones que est án en ust edes. Ent onces
ust edes pueden reconocer la em oción de ( por ej em plo) cólera dent ro de ust edes y al
m ism o t iem po decir: est a fue m i reacción a un det erm inado suceso. Yo rodeo est á
reacción con com prensión, pero al m ism o t iem po m e propongo liberarla.
La vida finalm ent e no se t rat a de ser correct o; se t rat a de ser libre y com plet o. Es m uy
liberador solt ar viej as respuest as em ocionales que han pasado a ser un ‘est ilo de vida’.

Uno podría decir que t odo gira en t orno al sut il cam ino int erm edio ent re suprim ir
em ociones y sum irse en ellas. En am bos ext rem os, ust edes han sido educados con
opiniones e ideales que no concuerdan con la nat uraleza de la alquim ia espirit ual. La
esencia del desarrollo espirit ual es que ust edes no suprim en nada, sino que al m ism o
t iem po t om an t ot al responsabilidad por eso.yo elij o est a reacción, por lo t ant o yo puedo
sanarlo. Reclam ar su m aest ría, en verdad de est o se t rat a m i m ensaj e.
Tal vez no es realm ent e un cam ino int erm edio, sino un cam ino diferent e.
Todo est o t iene que ver con la alquim ia espirit ual. Al acept ar t odo lo que est á dent ro de
ust edes, se elevan sobre eso y pasan a ser su m aest ro. La m aest ría es t ant o fuert e com o
dócil. Es m uy t olerant e y aún así requiere de gran disciplina: la disciplina del coraj e y la
sinceridad.

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Series de Sanación – Trat ar con las em ociones

Reclam en su m aest ría, vuélvanse los m aest ros de las part es y piezas que los t ort uran, a
m enudo a espaldas de ust edes. Ent ren en cont act o con ellas, t om en responsabilidad. No
se dej en llevar por heridas em ocionales inconscient es que los desvían y que bloquean su
cam ino hacia la libert ad int erior. Es su conciencia la que sana. Ningún ot ro puede
recuperar por ust edes el poder sobre sus propias em ociones. No exist en inst rum ent os
ext ernos o m edios para elim inar esas em ociones. Es siendo conscient es de ellas, con
fuerza, con det erm inación y con com pasión, que ellas son liberadas a la Luz.

Llegar a est ar ileso y libre en el nivel em ocional es uno de los aspect os m ás im port ant es
del desarrollo espirit ual. Quiero finalizar diciendo est o: no hagan est o m ás difícil de lo
que es. El cam ino espirit ual es un cam ino sim ple. Se t rat a del am or por ust edes m ism os
y de la claridad int erior. No requiere ningún conocim ient o específico ni rit uales
específicos, reglam ent os o m ét odos. Todo lo que ust edes necesit an para su desarrollo
espirit ual est á dent ro de ust edes.
En un m om ent o t ranquilo, vayan a la part e sensible de ust edes. Dej en que est e lado
sensible les diga lo que necesit a para ser aclarado y purificado dent ro de ust edes.
Confíen en su int uición. Trabaj en en eso. Crean en ust edes m ism os. Ust edes son el
m aest ro de su vida, el m aest ro de su único cam ino hacia el am or y la libert ad.

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

Sexualidad y espiritualidad

Est a canalización fue present ada a una audiencia en vivo el 17 de Abril de 2005 en
Haaren, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeram ent e corregida para facilit ar su
lect ura.

Queridos am igos,

Me alegro de est ar con ust edes nuevam ent e. Cuando yo los veo a ust edes, yo no veo
t ant o sus cuerpos físicos de la form a en que ust edes los ven en el espej o. Es su int erior
lo que yo veo y sient o: los m ovim ient os int ernos de sus pensam ient os, sent im ient os y
em ociones. Yo est oy aquí para apoyarlos en su cam ino.

Hay un t em a que m e gust aría discut ir hoy, que ha t enido un gran im pact o en ust edes a
lo largo de su hist oria en la t ierra. Se t rat a de la sexualidad y de cóm o es experim ent ada
por hom bres y m uj eres.

Est e no es un t em a fácil. La sexualidad ha llegado a cargarse con m uchos j uicios, m iedos


y em ociones. Difícilm ent e algún aspect o de ella sea aún espont áneo y m anifiest o. Est o es
lo m ism o que decir que el aspect o ingenuo de la sexualidad, el aspect o del niño inocent e
librem ent e explorador, se ha perdido. Ust edes se llenan de m iedo y de t ensión cuando
llegan a expresarse sexualm ent e.

En est a canalización quiero hablar sobre est a carga, pero ant es m e gust aría decir algo
sobre lo que significa la sexualidad desde una perspect iva espirit ual.

La sexualidad es la danza m ut ua de las energías m asculina y fem enina. En principio, la


sexualidad es m ás que un act o físico. Su dest ino era ser una danza en la cual
part iciparan t odos los niveles o aspect os de ust edes y de su parej a.
Voy a dist inguir ent re cuat ro niveles o aspect os que ( podrían) j ugar un rol en est a danza
de energías.

Cuatro aspectos de la experiencia sexual


Prim ero est á e l n ive l físico, el aspect o del cuerpo físico.
El cuerpo es inocent e. El cuerpo conoce el deseo sexual y la luj uria, y est o es algo que
est á present e espont áneam ent e dent ro del cuerpo. El cuerpo busca la sat isfacción de sus
deseos, y es el ser hum ano, o la conciencia del alm a en el ser hum ano, el que det erm ina
el m odo en el que el deseo sexual es ut ilizado y m anifest ado. Nuevam ent e, el cuerpo es
inocent e. El conoce la luj uria y el deseo. No hay nada m alo en est o. Puede ser una fuent e
de regocij o, j uego y placer. Pero el cuerpo no puede elegir por el m ism o de qué m odo se
va a expresar su energía sexual. Son ust edes, el ser hum ano, quien est á a cargo, y el
cuerpo necesit a su dirección.
Cuando ust edes quieren experim ent ar la sexualidad del m odo m ás am oroso, el punt o de
dirección reside en el corazón. Cuando dej an que su corazón se haga cargo de su energía
sexual, ést a encont rará su expresión m ás gozosa.
La alt ernat iva es dej ar que ya sean sus pensam ient os ( j uicios) o sus em ociones dirij an el

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

fluj o sexual, y ust edes verán que est o causará varios bloqueos en su energía, pero luego
hablaré de est o.

El segundo aspect o de la danza sexual que yo quiero dist inguir es e l n ive l e m ociona l.
La unión sexual es un act o profundam ent e em ocional. Si ignoran est e aspect o, ust edes
no est án com plet am ent e present es en el act o y se separan del verdadero significado de
la sexualidad.

En una canalización ant erior llam ada ‘Trat ar con las em ociones’ hem os ahondado en el
t em a de las em ociones ext ensam ent e. Señalam os las poderosas energías de m iedo,
cólera y t rist eza y discut im os cóm o ellas pueden sacarlos de su cent ro. Cuando
cualquiera de est as poderosas em ociones est á t rabaj ando en una relación ent re dos
personas, y no son conscient em ent e reconocidas y t rat adas, ést as surgirán cuando ellos
est én j unt os en int im idad. Est as em ociones pueden causar reacciones psicológicas de
resist encia o de encierro cuando ust edes est án físicam ent e en int im idad, o el cuerpo
puede ser incapaz de sent ir deseo o excit ación.
Cada vez que aparezcan est os bloqueos psicológicos o físicos, es im port ant e t rat ar con
ellos en el nivel en el cual ellos han surgido: el nivel em ocional. Cuando ust edes t rat an
de elim inar est os sínt om as físicos, sin observar la dinám ica em ocional im plícit a, ust edes
est án siendo irrespet uosos con ust edes m ism os y con su cuerpo. Cuando el cuerpo se
resist e a la int im idad, él les est á dando un m ensaj e, puro y claro, de que hay un bloqueo
em ocional. Est o puede deberse a un problem a ent re ust edes y su parej a, o puede ser
una herida em ocional que acarrean con ust edes del pasado. Sea lo que sea, necesit a ser
t enida en cuent a y ser at endida de una m anera t ierna y am orosa, ant es de que la
energía sexual pueda fluir librem ent e.

Próxim o al nivel em ocional est á e l n ive l de l cor a zón , el cual es la m orada de los
sent im ient os.
En la m ism a canalización que he m encionado ant eriorm ent e ( “ Trat ar con las em ociones” )
hem os dist inguido ent re em ociones y sent im ient os. Los sent im ient os pert enecen al
dom inio de la int uición y el conocim ient o int erior. Su lado sensible les habla a ust edes a
t ravés de susurros calm os, llenos de sabiduría y com pasión. Las em ociones son m ás
dram át icas en nat uraleza y nosot ros las llam am os ‘reacciones de incom prensión’, porque
est o es lo que ellas son esencialm ent e: explosiones por no com prender lo que les est á
sucediendo. ( Ver la canalización para m ayor esclarecim ient o) .
Cuando el corazón se abre ent re parej as sexuales, hay verdad, am or y seguridad ent re
ellos. Cuando el corazón est á present e en un encuent ro sexual, ust edes perm it en que su
int uición regist re lo que est á sucediendo ent re ust edes cuando est án en int im idad física.
Ust edes no esconden sus em ociones, ust edes hablan abiert am ent e sobre ellas. Puede
surgir algún viej o t em or y es acept ado com o t al. Ust edes son acept ados com o son y est a
clase de acept ación es el poder de sanación m ás grande que hay. Cuando conect an su
energía del corazón con su energía sexual, puede ocurrir una gran sanación en un área
que t iene m ucha necesidad de ést a.

Sin em bargo, el corazón t am bién puede j ugar un rol sut il en privarles de experim ent ar la
sexualidad de un m odo gozoso y am oroso. El corazón puede haberse cerrado al goce de
la sexualidad por diferent es razones.
Prim ero, puede haber un deseo en el corazón de elevarse sobre la realidad física de la
t ierra. Segundo, puede haber dogm as religiosos funcionando que im piden al corazón
abrirse a lo que la sexualidad realm ent e es.
Trat aré est os dos t em as ahora.

El corazón puede t ener una fuert e t endencia a elevarse sobre el plano denso de la
realidad m at erial. Es una clase de añoranza. Puede haber ahí un anhelo de unidad, que
no es para nada alcanzado en la unión sexual, pero que en realidad acarrea dent ro un
sut il rechazo al reino t errest re ( y a la sexualidad t am bién) . Muchos de ust edes conocen el

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

deseo de t rascender est a realidad. Muchos de ust edes recuerdan la energía de am or y de


arm onía que han experim ent ado en los reinos inm at eriales, ant es de que encarnaran en
la t ierra. Su corazón llora am argam ent e por la com odidad y la lum inosidad de est a
vibración. Ust edes t rat an de beber est a energía cuando m edit an. A m enudo los chakras
superiores son act ivados de est a form a, o sea el corazón, la gargant a, el t ercer oj o y el
chakra de la corona. Ellos se abren, m ient ras que los t res chakras inferiores ( el plexo
solar, el vient re, y el sacro) , los cuales son vit ales para su ser t errenal, quedan m ás o
m enos abandonados.

De un m odo m ás art ificial, est o t am bién sucede cuando ust edes t om an drogas. Cuando
ust edes t om an sust ancias psicot rópicas, los chacras superiores son abiert os
violent am ent e de un m odo art ificial y ust edes pueden t em poralm ent e experim ent ar
éxt asis y arrobam ient o que les hace olvidar el aspect o denso y pesado de la realidad
t errest re.

Aunque el deseo y el anhelo de t rascendencia son com prensibles, es im port ant e hacer las
paces con la realidad t errest re. De ot ro m odo ust edes crearán una separación art ificial
ent re la part e superior y la part e inferior de su cam po de energía. Darán prioridad a est ar
con su consciencia en la part e superior de su aura, y desarrollarán una sut il o evident e
resist encia a la realidad del cuerpo, a las em ociones y a la sexualidad. Est o crea un
desequilibrio en su cam po de energía.

Cuando ust edes est án nost álgicos de est a m anera, t rat en de sent ir la razón y el
propósit o para est ar en la t ierra en est e m om ent o. La razón por la cual est án aquí no es
t rascender la t ierra sino t raer el Hogar abaj o hacia la t ierra. Est e es un viaj e sagrado.

La segunda razón por la cual el corazón huye asust ado de la sexualidad son los dogm as
religiosos, a m enudo de vidas pasadas. Puede haber habido vidas en las cuales ust edes
t om aron vot os de cast idad o en las cuales se les enseñó a sent irse avergonzados o
culpables con respect o al placer corporal y la sexualidad. Est as energías aún pueden
persist ir en su corazón. Debido a est o, ust edes pueden t ener j uicios negat ivos
relacionados con la int im idad física, o una sut il resist encia a ést a. Est os j uicios y
sent im ient os no t ienen sust ent o en la verdad. Nuevam ent e quiero decir que el cuerpo por
sí m ism o es inocent e. El placer, el deseo y sim plem ent e t odos los procesos físicos que les
hacen a ust edes anhelar la unión sexual, son procesos nat urales y saludables. Los
desequilibrios que ocurren en el área de la sexualidad son casi siem pre debidos a los
niveles no físicos, de los cuales ahora he discut ido dos.

El cuart o y últ im o nivel es e l a spe ct o de la m e n t e . En el nivel m ent al, puede haber


creencias m orales o espirit uales que les im piden disfrut ar de la sexualidad. La m ayoría de
est as creencias son de índole religiosa.

En el nivel espirit ual, ust edes pueden sent ir que el cuerpo físico es una clase de prisión.
La realidad no física de los ‘reinos superiores’ ( com o ust edes lo llam an, no yo) es t an
glorificada, que la realidad física es m enospreciada. Est o ocurre frecuent em ent e ent re los
Trabaj adores de la Luz. Especialm ent e ent re ellos, a m enudo hay resist encia al placer y
al goce que la sexualidad puede proveer. Est o proviene en part e de las creencias
religiosas y m orales, en part e de una t ot al inexperiencia con est e aspect o de la vida. La
m ayoría de las alm as de los Trabaj adores de la Luz han pasado m uchas vidas com o
sacerdot es, m onj as o en roles sim ilares, ret irados de la com unidad, sin una parej a o
fam ilia. Ellos se enfocaron t ant o en lo espirit ual, que el área de la sexualidad quedó
descuidada. Por lo t ant o, al nivel m ent al o espirit ual, t am bién puede haber una especie
de falt a de cost um bre que les im pide explorar la energía sexual.

En las personas espirit uales o religiosas suele haber una falt a de respet o por el cuerpo en
su expresión nat ural. Est o es verdaderam ent e lam ent able, porque es la expresión dent ro

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

de la m at eria que desde nuest ro lado es considerado el viaj e m ás sagrado que un alm a
puede proseguir. Sem brar y cosechar las sem illas de su divinidad t an lej os del hogar, en
la realidad de la m at eria y de la form a, es un em prendim ient o sagrado. Es un act o
creat ivo, divino de un orden suprem o.

Tal vez ust edes hayan est ado alguna vez present e en el lecho de m uert e de alguien, o
hayan presenciado un nacim ient o. En esos m om ent os el alm a ent ra o sale de la danza
con la m at eria. Am bos m om ent os est án rodeados de una at m ósfera sagrada. Ust edes
pueden sent ir est o com o un profundo silencio envolvent e, lleno de honor, que anuncia la
llegada o la part ida del alm a. No exist e ot ra cosa sino el m ás profundo respet o, desde
nuest ro lado del velo, por lo que ust edes hacen en esos m om ent os. La danza con la
m at eria es sagrada. ¡Y ust edes con t ant a frecuencia la det est an!

La sexualidad en su verdadero significado es una danza en la m at eria, la cual al m ism o


t iem po se eleva sobre la m at eria. En una expresión sexual equilibrada, ust edes
t rascienden la realidad m at erial, sin ignorarla o reprim irla, sin abandonar los t res chakras
inferiores y buscar éxt asis solam ent e a t ravés de los chakras superiores. La sexualidad
com plet a int egra t odos los niveles de su ser. La sexualidad puent ea la brecha ent re la
m at eria y el espírit u.

Cuando dos personas est án en int im idad física de una m anera am orosa, t odas las células
en sus cuerpos vibran un poco m ás rápido… ellas com ienzan a danzar un poco. Se abre
una puert a a una realidad energét ica con una vibración ligeram ent e m ás elevada y un
sent im ient o m ás alegre. Después de una unión sexual en la cual part icipa t odo lo que
ust edes son, cuerpo, alm a y m ent e, ust edes se sient en serenos y regocij ados al m ism o
t iem po. Hay un t ranquilo éxt asis. Las células de su cuerpo han probado la energía del
am or y en ese m om ent o ust edes t raj eron la realidad del Am or un poco m ás cerca de
ust edes. Ust edes canalizaron la energía divina del Am or que t an profundam ent e desea
fluir a t ravés de ust edes y que sólo t iene el m ayor respet o por su nat uraleza sexual.

Si en una unión sexual la energía fluye al m ism o t iem po en t odos los cuat ro niveles, es
un act o de creación divina. Que los niños nazcan de sem ej ant e act o, es t an solo nat ural.
Cuando la danza de lo m asculino y de lo fem enino es llevada a cabo de t al m anera
alegre, sólo lo bueno y dulce puede venir de eso. Si un niño es concebido de t al m odo,
ent onces ent ra al reino t errest re en un alud de luz y am or. Es la bienvenida m ás am orosa
que un alm a puede t ener en la t ierra.

Debido a que las energías sexuales son t an preciosas, nosot ros les pedim os: por favor
t rat en con su sexualidad respet uosam ent e. Cuando haya problem as, m iedos o t ensiones
alrededor de ést a, no j uzguen a la sexualidad m ism a, ni renuncien a ella, porque es una
part e nat ural de ust edes, y una part e sagrada.

Problemas sexuales y la batalla de los sexos


Ahora quisiera exam inar la hist oria de la sexualidad y luego m e gust aría decir algo acerca
de los problem as específicos que las m uj eres y los hom bres act ualm ent e experim ent an
en su expresión sexual.

Mucho ha sucedido en el área de lo sexual. En su esencia la sexualidad acarrea un gran


pot encial de luz, pero debido a est o, t am bién exist e el pot encial de un gran m al uso. La
hist oria de la cual quiero hablar t rat a de la lucha de poder ent re hom bres y m uj eres. La
hist oria es ant igua y en realidad com enzó en la época en la que los im perios galáct icos
ext rat errest res com enzaron a int erferir con la vida en la t ierra. ( Ver la “ Serie de los

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

Trabaj adores de la Luz” en est e sit io web para una descripción det allada de est e
proceso) . Ant es de est o, la t ierra era una especie de paraíso, un Jardín del Edén en el
que prevalecían la belleza y la inocencia. No discut irem os est a era aquí, pero
sim plem ent e observen que ust edes est án en la fase final de una bat alla de poder, que es
m ucho m ás ant igua que los 5000 años de la hist oria escrit a.

En la últ im a et apa de est a hist oria, los hom bres claram ent e j ugaron el rol de vict im ario y
opresor. Pero no siem pre fue así. Ha habido épocas en las cuales la m uj er fue m ucho
m ás poderosa, t ant o en el ám bit o público de la vida com o en el privado. Ella t am bién
oprim ió a la energía m asculina de form a sádica y cruel. La m uj er no es nat uralm ent e el
sexo oprim ido y suave, ust edes lo saben, t am poco es ella el sexo m ás apacible. Sus
est ereot ipos de la m uj er com o dulce pero incapaz y del hom bre com o fuert e pero
insensible, hablan m ás sobre la últ im a fase de la hist oria m encionada ant eriorm ent e que
sobre el hom bre y la m uj er com o t ales.

Ha habido épocas, ant eriores a la hist oria escrit a, en las cuales las sociedades m at ernales
eran consideradas la norm a. En aquellos t iem pos, las m uj eres t am bién han usado sus
energías de un m odo dest ruct ivo, siendo irrespet uosas de la fuerza de vida individual y
de la creat ividad en cada ser hum ano. Ha habido una época en la cual las m uj eres
t uvieron poder sobre los hom bres. Las m uj eres cont rolaron y m anipularon a los hom bres
usando los poderes de la em oción y de la int uición, con los cuales ellas t ienen una
nat ural afinidad. Ellas t am bién ut ilizaron sus habilidades psíquicas para cont rolar a los
hom bres. Ha habido, por ej em plo, sacrificios y rit uales donde los hom bres fueron
t ort urados y asesinados.

Quiero resalt ar est e aspect o, porque su hist oria oficial dibuj a un solo lado de la im agen
sobre la relación ent re el hom bre y la m uj er. La opresión de la m uj er por el hom bre ha
sido evident e durant e t odo el período abarcado por su hist oria escrit a. Pero el rencor y el
odio que los hom bres han m ost rado ( y aún m uest ran) cont ra las m uj eres no ha venido
por nada. Adem ás de las t radiciones cult urales y hábit os que los influencian, t am bién hay
profundas heridas em ocionales en el alm a m asculina colect iva que provienen de una era
m ucho m ás ant igua.

Sin ent rar en det alles sobre est a era, m e gust aría invit arlos a que sient an por ust edes
m ism os si es posible que ust edes experim ent aran est o. Para las m uj eres la pregunt a es:
¿pueden ust edes im aginar que alguna vez ej ercieron poder sobre los hom bres y que
exit osam ent e t rat aron de cont rolar su energía? Y para los hom bres la pregunt a es:
¿pueden ust edes im aginar que est o t uvo lugar a una gran escala y que ust edes fueron el
‘sexo débil’? Tal vez reciban ciert as im ágenes o fant asías al hacerse est as pregunt as
int ernam ent e. Perm it an que su int uición les m uest re y observen las em ociones que
em ergen. Est o puede ser sorprendent e.

Dent ro del alm a m asculina colect iva, el odio y el resent im ient o han surgido debido a est a
hist oria ant igua. Est o ha salido a la luz en la opresión de la energía fem enina en el área
de la polít ica pero t am bién en el área de la religión, part icularm ent e por m edio de la
I glesia. La idea de que la sexualidad es pecam inosa o a lo sum o un m al necesario, es una
línea de pensam ient o m asculina que fue influenciada por la aversión y el rencor
result ant es de la represión de la sexualidad m asculina en ot ra era. La sexualidad
m asculina en aquella época era considerada ser un inst rum ent o de procreación, sin
respet o por el lado sensible del hom bre y las vinculaciones em ocionales ent re el padre y
sus hij os. Con frecuencia, los niños eran educados por la m adre, dist anciados del padre,
y difícilm ent e se prest aba alguna at ención a lo que el padre pensaba y quería. Los
valores im port ant es pasaban por la figura de la m adre y la inferioridad de los hom bres
era uno de esos valores. El hom bre era m ás una persona que servía por su t rabaj o que
una parej a de igual condición.

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

Adem ás de ser la I glesia un baluart e de la energía m asculina frust rada, el m undo de la


ciencia t am bién m ost ró host ilidad por la energía fem enina. Aunque la ciencia y la religión
son en m uchos punt os de vist a enem igos nat urales, ellos est án unidos en su resist encia
al aspect o int uit ivo, fluido de la energía fem enina. Los dogm as de la I glesia son rígidos y
sofocant es, pero el m ét odo cient ífico t am bién es lim it ant e, de un m odo diferent e.
Mient ras que el ím pet us det rás de la ciencia m oderna fue esclarecedor e innovador ( en el
deseo de derrocar a la falsa aut oridad) , ha quedado at ascado en una est recha clase de
pensam ient o racional que no perm it e que part icipe la energía fem enina. El pensam ient o
cient ífico es analít ico y lógico, pero no se abre lo suficient e a la im aginación y a las
fuent es ext rasensoriales ( int uit ivas) de observación. La aversión que m uchos cient íficos
t ienen por ‘lo paranorm al’ y por t odo aquello que no pueda ser explicado por el
pensam ient o racional, se debe sin em bargo parcialm ent e a un recuerdo de dolor y
hum illación en el alm a, rem ont ándose a una época en la que los poderes psíquicos fueron
abusados por las m uj eres y usados cont ra ellos com o un inst rum ent o de m anipulación.

Hablo de est a hist oria ant igua porque m e gust aría dej ar aclarado que en la ‘bat alla de los
sexos’ finalm ent e no hay víct im as ni vict im arios, que no hay ‘chicos buenos y chicos
m alos’, porque t odos ust edes han sido am bas cosas. Ha sido una lucha ent re las energías
m asculina y fem enina, en la cual est as energías se volvieron opuest as, m ient ras que ellas
originalm ent e son com plem ent arias una con ot ra. En est os días y época, t ant o hom bres
com o m uj eres son invit ados a unir fuerzas ot ra vez y a encont rar nuevam ent e el j úbilo y
el honor de la danza original de lo fem enino y de lo m asculino.

Esencialm ent e, la energía fem enina es guiadora e inspiradora, m ient ras que la energía
m asculina es servicial y prot ect ora. La energía fem enina es la inspiración det rás de la
creación; el aspect o m asculino se encarga de la m anifest ación en la form a y en la acción.
Am bas energías t rabaj an j unt as a t ravés de cada ser hum ano, a t ravés de cada
individuo, ya sea m asculino o fem enino. Que ust edes sean un hom bre o una m uj er no es
lo que realm ent e viene al caso; es el equilibrio y la relación ent re am bas energías dent ro
de ust edes lo que cuent a.

Bloqueos en la sexualidad femenina


Ahora hablaré de los bloqueos energét icos en el área de la sexualidad, los cuales se
aplican específicam ent e a m uj eres u hom bres. En las m uj eres, el área del prim er y
segundo chakra ( sacro y om bligo) es la m ás apaleada y herida com o result ado de
opresión sexual y violencia a lo largo de los siglos. Realm ent e por unos cuant os m ilenios,
las m uj eres han sido enm arcadas en un rol subordinado en casi t odas las áreas de la
sociedad, y est o aún prosigue en m uchos lugares de la t ierra. Con respect o a la
sexualidad, est a inequidad se m anifest ó com o violación, agresión y hum illación a una
gran escala. Com o result ado de est o, m uchas m uj eres, en verdad el alm a fem enina
colect iva, ha sufrido increíblem ent e. Hay profundas heridas em ocionales, las cuales
necesit an t iem po, am or y sum o cuidado para sanarse.

A m enudo, el im pulso para la unión sexual es sent ido por las m uj eres com o una
añoranza del corazón, o com o un sent im ient o espirit ual. Pero cuando ellas logran la
int im idad física, ellas pueden encont rarse con que no pueden expresar su energía sexual
librem ent e, debido a bloqueos energét icos en el prim er y segundo chakra. Hay recuerdos
( en el alm a) en esos cent ros energét icos de ser obligadas a t ener experiencias sexuales
que las hum illaron. Est as experiencias fueron t an dolorosas, que la m uj er ret iró su
energía, su consciencia del área del vient re. Cuando ahora est a part e del cuerpo es
abordada ot ra vez de un m odo sexual, los m úsculos inst int ivam ent e se cont raen o el
cuerpo em ocional aut om át icam ent e indica resist encia. Las células físicas son conscient es
del t raum a y no siguen t an fácilm ent e con la invit ación a danzar. Ellas quieren aislarse y

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

crear una barrera para prot egerlas a ust edes de m ás agresión. Est a reacción es
t ot alm ent e com prensible y siem pre debería ser t rat ada del m odo m ás respet uoso. Usar
cualquier clase de fuerza para elim inar la resist encia, es una m anera de violar
nuevam ent e los cent ros heridos.

Cuando ust edes, com o m uj er, t ienen est as em ociones, es m uy im port ant e llegar a est ar
com plet am ent e conscient es de ellas: puede haber ira ahí, resist encia, o m iedo
relacionado con la int im idad física. Y frecuent em ent e t odas est as em ociones son m ás
ant iguas que la relación que est án t eniendo, aún m ás ant iguas que est a vida. Puede
haber t raum as m uy ant iguos en aquellos chakras inferiores que han dej ado profundas
cicat rices em ocionales.

Quisiera recom endar, específicam ent e a las m uj eres que reconocen est e dolor, que
conozcan de las vidas en las que ellas fueron la ofensora/ agresora ( lo opuest o a la
víct im a) . O, si es difícil para ust edes acceder a vidas ant eriores, ent rar en cont act o
dent ro de ust edes con la ‘energía de la agresora o m uj er poderosa’. Est o puede sonar
m uy ext raño, pero ést a es la razón. Cuando ust edes han sido víct im a de la violencia
sexual, est o ha generado m ucha ira en su cam po de energía. Puede haber cólera ahí de
varias vidas pasadas. Est a ira las bloquea y las m ant iene aprisionadas en un sent im ient o
de im pot encia y de vict im ización. Para liberar la ira ust edes necesit an com prensión.
Ust edes necesit an com prender por qué y para qué; ust edes necesit an ver la im agen m ás
grande. Cuando ust edes pueden im aginarse a ust edes m ism as com o una m uj er poderosa
que pudo ser despiadada y cruel con los hom bres, y sient en por dent ro que est o t am bién
es part e de ust edes, ent onces la ira se puede desint egrar. Puede em erger un
ent endim ient o m ás com plet o, un conocim ient o int erior de que ust edes form an part e de
una hist oria kárm ica m ayor, en la cual ust edes j ugaron t ant o el rol de agresor com o el de
víct im a. Es práct icam ent e im posible liberar sus em ociones de dolor, im pot encia y
vict im ización, sin m irar t am bién el ot ro lado de ust edes, el ‘lado oscuro’.
Ust edes no necesit an necesariam ent e volver at rás hacia vidas pasadas para reconocer
est a part e oscura dent ro de ust edes. Ust edes t am bién pueden volverse m ás conscient es
de ést a observándose a ust edes m ism as en el día a día de sus vidas. Cuando ust edes
sient en est a energía ( por ej . el deseo de ej ercer poder o herir a ot ros) , pueden not ar que
ust edes no han sido solam ent e la víct im a indefensa de las circunst ancias ext ernas. Hay
ligazones kárm icos ent re el agresor y la víct im a: am bos roles reflej an aspect os de
ust edes m ism as.

Tan pront o com o ust edes sepan y acept en su lado oscuro, podrán ent onces observar sus
propias heridas int ernas de un m odo diferent e y com enzar a perdonar. Cuando hay
com prensión la cólera se puede disgregar, y ust edes pueden ent rar en cont act o con la
capa de em ociones que hay debaj o; la t rist eza, la angust ia, el dolor que est á ahí en
m uchas capas, t am bién en el cuerpo m ism o.

Es m uy im port ant e para las m uj eres reconocer el aspect o agresor en ellas m ism as y
t rabaj ar con él. Cuando hay aversión y rencor en ust edes con respect o a la sexualidad,
com prendan que cuant o m ás aversión y rencor ust edes sient an, m ás se ident ifican con el
rol de víct im a, y m ás se despoj an a ust edes m ism as de su libert ad. Trat en de sent ir
dent ro de ust edes que en la arena de la sexualidad se est á represent ando un j uego
kárm ico, en el cual ust edes han llevado a cabo am bos roles, siendo t ant o el chico bueno
com o el m alo. Desde ahí ust edes pueden acceder a un lugar de perdón: perdonándose a
ust edes m ism as así com o t am bién a alguien m ás. Las cosas suceden por alguna razón.
Los act os de violencia y represión pueden parecer sin sent ido, pero siem pre hay una
hist oria det rás de eso. Y cada vez que est á im plicada la violencia sexual, ést a dej a
profundas huellas en t odos los cuat ro niveles del ser hum ano.

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

Bloqueos en la sexualidad masculina


Con respect o a la experiencia m asculina de la sexualidad, los bloqueos que ocurren est án
m ayorm ent e al nivel del corazón y de la cabeza. En est os niveles, puede haber un m iedo
a ent regarse, un m iedo a la int im idad profundam ent e em ocional. Est e m iedo la m ayoría
de las veces se ext iende hacia at rás m ás allá de lo que ust edes pueden recordar.
Pert enece a la era en la cual las m uj eres dom inaron a los hom bres. Est o hizo que el
j uego de la at racción sexual, que inicialm ent e era inocent e y espont áneo, se volviera
am enazador. Los hom bres aprendieron que era peligroso m ost rar abiert am ent e sus
em ociones y abrir su corazón a su parej a.

Dent ro de los hom bres hay profundos m iedos arraigados relacionados con ent regarse a
su lado sensible, y est os m iedos no necesit an necesariam ent e m anifest arse en el nivel
físico. Ellos pueden part icipar en el act o físico del sexo m ient ras m ant ienen sus
sent im ient os separados. Ent onces el hom bre puede est ar físicam ent e present e en el nivel
físico, m ient ras que su nat uraleza sensible est á ( parcialm ent e) ausent e. Sus em ociones
se cierran cont inuam ent e debido a est e t em or a abrirse y volverse vulnerable al rechazo
una vez m ás. Hay ahí en el alm a viej os recuerdos de ser abandonado y last im ado
em ocionalm ent e.

Pa cie n cia y a m or

En general, los bloqueos energét icos son un poco diferent es en los hom bres y en las
m uj eres. Por lo t ant o, es m uy im port ant e com unicarse abiert am ent e uno con ot ro acerca
de lo que ust edes sient en y perciben cuando est án j unt os. Cuando ust edes
verdaderam ent e confían en su parej a, pueden invest igar sin avergonzarse dónde se
at asca su energía sexual cuando est án en int im idad. Est o ust edes lo pueden hacer
sim plem ent e volviéndose conscient es, cuando hay un fluj o de excit ación y cont act o
ínt im o surgiendo ent re ust edes, en qué m edida se est án perm it iendo sent ir y expresarlo.
Observen si se sient en at ascados o bloqueados en alguna part e de su cuerpo o en alguna
part e de sus em ociones y sent im ient os. ¿Sient en una sensación cálida en su corazón
cuando est án j unt os? ¿Sient en una apert ura espirit ual hacia el ot ro; est án ust edes
preparados para recibir al ot ro en su t ot alidad?

Suena ext raño, pero ust edes le t em en al cont act o ínt im o real. Todos ust edes desean
fuert em ent e t ener una relación sat isfact oria. En las calles, casi t odas las cart eleras
aluden al ideal de una relación em ocionalm ent e y sexualm ent e grat ificant e. Pero el
verdadero cont act o ínt im o los at em oriza. Cuando algún ot ro viene m uy cerca y se les
pide que elim inen t odas sus m áscaras, em ergen t oda clase de inhibiciones de las que no
se habían percat ado.
En los m om ent os en que ellas em erj an, t rat en de no j uzgarse por est o. En lugar de ello,
véanlo com o una oport unidad para invest igar aquellas inhibiciones y bloqueos dent ro de
ust edes.

Nadie est á libre de ellas. Casi t odas las personas t ienen bloqueos que los privan de
experim ent ar la sexualidad en t odo sent ido com o he descrit o al com ienzo. Es por est o
que quiero pedirles a t odos ust edes que observen el fluj o de la energía sexual dent ro de
ust edes con am orosa consciencia – ya sea que est én solos o en una relación- y que
t rat en los bloqueos que encuent ren con cuidado y respet o.
La fuerza es el peor consej ero en est as cuest iones. La paciencia y el am or son esenciales.

¡Mant engan vivo el anhelo por una experiencia sexual verdadera y com plet a! Ust edes no
necesit an desechar al niño con el baño de agua. El deseo es sano. El cam ino hacia una
com plet a y gozosa experiencia de la sexualidad puede ser largo y sinuoso. Pero a lo largo
del cam ino ust edes desarrollarán am or y com pasión t ant o hacia ust edes m ism os com o
hacia ot ros, y est o t am bién es inm ensam ent e valioso en su m undo hum ano.

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Series de Sanación – Sex ualidad y espir it ualidad

Ust edes est án sanando una hist oria ant igua de lucha ent re el hom bre y la m uj er. Las
energías m asculinas y fem eninas quieren j untarse ot ra vez y unirse en una danza de
alegría y creat ividad. Todo lo que ust edes cont ribuyan a est o en un nivel individual, t iene
una influencia posit iva en el alm a colect iva del hom bre y de la m uj er. Su egolat ría hace
que las energías de paciencia y am or est én disponibles para ot ros.

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Series de Sanación – Trabaj o, Dinero y Creat ividad

Trabajo, Dinero y Creatividad


El flujo de lo natural y el flujo de lo suficiente

Est a canalización se present ó ant e una audiencia en vivo el 5 de Junio de 2005, en


Haaren, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeram ent e corregida para facilit ar su
lect ura.

Queridos am igos,

Es con alegría y afect o que hoy est oy ent re ust edes. Yo los conozco t an bien y m e parece
que los hubiera conocido ayer. En los reinos en los que yo resido el t iem po no es t an
im port ant e. Yo los reconozco a ust edes m uy bien, aunque su m anifest ación, su
apariencia física, es diferent e a la de la época en la que yo los conocí.

Yo soy Jeshua. Yo he vivido en la t ierra en un cuerpo hum ano, com o Jesús. Yo he sido un
ser hum ano ent re personas exact am ent e igual que ust edes. Nada de lo hum ano m e es
ext raño. Es desde est a experiencia con la exist encia hum ana que yo vengo a ayudarlos a
ust edes con su propio desarrollo, con su nacim ient o en la Nueva Era. La Nueva Era est á
en cam ino. En est os días est á ocurriendo una t ransform ación con la cual t odos ust edes
sient en un fuert e vínculo.

Quiero cont arles algo m ás acerca de m í. En la t ierra, yo fui un ser hum ano de carne y
hueso y yo había form ado un canal con la energía de Crist o. La energía de Crist o est uvo
fluyendo hacia fuera a t ravés m ío y esa fue m i cont ribución esencial a la t ierra en aquella
época. Pero la energía de Crist o no es solam ent e m ía; pert enece a t odos ust edes. Todos
ust edes est án plant ando una sem illa, t rayendo una part e de esa energía aquí a la t ierra
hoy, y en eso se halla su m ayor realización.

Sin em bargo, est a t ransform ación de lo Viej o a la Nueva Era, desarraiga y agit a m uchas
cosas. El área del t rabaj o y del dinero est á m uy involucrada en est e ‘desarraigo’, porque
es precisam ent e un área en la cual las viej as energías est án part icularm ent e act ivas.
Ust edes podrían caract erizar est o com o las energías del poder y del ego.

Las viej as energías han est ado t an fuert em ent e act ivas dent ro de est e cam po que
ust edes pueden encont rarse con que es t ot alm ent e difícil t ener una act it ud equilibrada en
los asunt os de t rabaj o y dinero. En su t rabaj o, en la organización o em presa para la cual
ust edes t rabaj an o con las personas que son sus colegas, ust edes se enfrent an con la
sociedad. Muchas veces ust edes se pregunt an: ¿cóm o m e las arreglo con energías con
las que no t engo afinidad y sin em bargo est án rodeándom e t odos los días? En est e
choque de lo viej o y de lo nuevo a ust edes les gust aría saber cóm o t rat ar con est a
fricción.

Basándonos en los cent ros de energía en su cuerpo, m e gust aría dilucidar est e t em a un
poco m ás.

El aura, que pert enece a cada ser hum ano, cont iene siet e chakras o cent ros de energía.
En el plexo solar, el t ercer chakra ( cerca del diafragm a o del est óm ago) , est á localizado
el deseo. Es en est e cent ro del deseo personal que se sit úan el poder y la am bición. En la
era de la viej a energía, el ser hum ano de ant año, las personas han est ado viviendo en

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Series de Sanación – Trabaj o, Dinero y Creat ividad

exceso desde est e cent ro. Est o ha t enido que ver con una act it ud de ser m uy aficionado
a ganar, o de poner prim ero los propios int ereses y de luchar a expensas de los dem ás.
Una act it ud com o ést a con frecuencia nace del m iedo y de un sent im ient o de est ar
perdido. No es m i propósit o est ablecer j uicios sobre est as energías. Yo sólo quiero
m encionar que a m enudo ellas est án act ivas en el plexo solar, el t ercer chakra.

Un chakra m ás arriba encont ram os el cent ro del corazón. El corazón los conect a a
ust edes con su origen m ás elevado, con esferas de energías en las cuales ust edes alguna
vez han residido y desde la cuales t raen consigo ideales que cont rast an agudam ent e con
las energías del poder y del ego.

Ahora, lo que sucede en la act ual t ransform ación de la consciencia es un pasaj e de un


lugar a ot ro del volant e desde el plexo solar al corazón. Est o no significa que el plexo
solar debería ser abandonado o dej ado t ot alm ent e a un lado. No es verdad que ust edes
deberían ‘librarse del ego’. Es m ás una cuest ión de pasar de un lado al ot ro el volant e
conduct or hacia ot ro nivel del ser, y al hacer est o, basar su vida en la energía del
corazón. De un m odo u ot ro, t odos ust edes est án buscando lograr est o, ya sea en su vida
personal o específicam ent e en el cam po del t rabaj o y de la creat ividad. Todos ust edes
sient en un parent esco con el cam bio hacia la energía del corazón. Todos ust edes int uyen
que de ese m odo pueden vivir su vida con m ucha m ás alegría y t ranquilidad.

Con respect o a la pregunt a: ¿cóm o t rat o con las energías basadas en el ego? ( en ust edes
y en ot ros) , el paso esencial que se les pide que hagan es conect ar, desde el corazón,
con las energías del plexo solar ( el deseo y el ego) y guiarlas de un m odo am oroso y
afect uoso. Es la conexión ent re el corazón y el plexo solar ( en t érm inos generales ent re
los chakras ubicados en la part e superior y los chakras ubicados en la part e inferior) lo
que les provee a ust edes de abundancia en el cam po del t rabaj o, de la creat ividad y del
dinero.

Ahora, ¿cóm o saben ust edes si act úan desde su corazón o desde su m iedo o ego? Me
gust aría darles algunas pist as sobre cóm o reconocer la energía del corazón en m edio de
un am bient e en el cual est a energía no es dom inant e.
Ust edes est án acost um brados a luchar y a pelear por las cosas que quieren.
Especialm ent e en el área del t rabaj o, hay m ucha com pet encia y lucha egoíst a. Con
frecuencia, ust edes t ienen que ser alguien que no son para obt ener reconocim ient o,
m ient ras que su corazón dice que no debería ser así. El corazón añora una clase de
presencia m ucho m ás nat ural. Est e deseo est á fuert em ent e present e en t odos ust edes.
Por lo t ant o, m e gust aría explicarles cóm o t rabaj a la energía del corazón y cóm o pueden
ust edes reconocerla.

La energía del corazón no ej erce presión y es m uy suave y t ierna por nat uraleza. Ella les
habla a ust edes a t ravés de la int uición. El corazón da suaves codazos y sugerencias y
nunca les dirá algo que est á cargado em ocionalm ent e con m iedo o presión.

Por lo t ant o, al prim er fluj o de energía del corazón m e gust aría llam arlo el fluj o de lo
nat ural. En su vida cot idiana, ust edes claram ent e pueden not ar si las cosas m archan
suavem ent e y encuent ran su m odo nat ural o si ust edes repet idam ent e encuent ran
resist encia a algo que t rat an de lograr. El últ im o caso significa que ust edes no est án – o
no est án com plet am ent e – en arm onía con su energía del corazón. El secret o de la
energía del corazón es que ella realiza m ilagros, no con fuerza, sino con serenidad y
t ernura.

At reverse a seguir su int uición es una de las form as m ás im port ant es de ent rar en
arm onía con el fluj o de energía del corazón, al cual yo llam o ‘el fluj o de lo nat ural’.
Seguir su int uición en el cont ext o del t rabaj o y de la creat ividad, donde est a energía no
es evident e, crea posibilidades y oport unidades que ust edes no esperan. Est o los t raerá

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Series de Sanación – Trabaj o, Dinero y Creat ividad

m ás cerca del hogar, queriendo decir que los t raerá a lugares a los cuales ust edes
pert enecen con su energía.

Cuando haya problem as, por ej em plo un conflict o en el t rabaj o, y ust edes sient an que no
est án en el lugar correct o en ese am bient e de t rabaj o, t óm ense un m om ent o de silencio.
Vayan com plet am ent e adent ro, hagan cont act o con su corazón, la fuent e de su m ayor
creat ividad, y pídanle a su int uición que les diga qué es lo correct o hacer en ese
m om ent o. No t rat en de basar sus acciones en opiniones ext ernas, en m odelos sociales de
com port am ient o que, especialm ent e en el cam po del t rabaj o, pueden ser agobiant es. La
consciencia social o colect iva que dict a conduct as aquí est á fuert em ent e basada en el
m iedo: m iedo a ser m enospreciado, m iedo a fallar, y m iedo a la falt a de dinero o
abundancia m at erial. Todos esos m iedos podrían ensom brecer a su int uición y aún así
hay una voz int erior que les dice a ust edes qué es lo que podría ser bueno para ust edes
en ese m om ent o. La clave es at reverse a escuchar a est a voz y ust edes verán que ella
surgirá con genuinas respuest as.

En est a sit uación, los sent im ient os de desconfianza en sí m ism o pueden bloquearlos, y
pueden im pedirles confiar com plet am ent e en el cam ino espirit ual que es exhibido para
ust edes. Por cam ino espirit ual, quiero decir la t rayect oria de experiencias que los pone a
ust edes en cont act o con su fuent e creat iva m ás elevada, las energías creat ivas que
quieren fluir hacia fuera a t ravés de ust edes. Est as energías ya est án present es. La clave
es realm ent e escuchar a sus propios sent im ient os y deseos y seguir las indicaciones de
su corazón sobre cóm o pueden ust edes realizarlos del m ej or m odo.

Ust edes han alcanzado el final del m iedo en el área del plexo solar. Est án resuelt os a
renunciar a est a form a de ser y t odos ust edes est án alt am ent e m ot ivados a conducir su
creat ividad desde el corazón. Yo les pido que confíen en ust edes m ism os en est a et apa y
que cont inúen por est e cam ino, porque ust edes ya t raen consigo una nueva energía a
est e m undo, la cual es de gran valor. Est a energía a m enudo realiza cam bios sin que
ust edes lo sepan: ust edes hacen m ás bien de lo que se dan cuent a. Ust edes ayudan al
nacim ient o de la nueva era, al confiar en el fluj o de su corazón y at reviéndose a seguir el
fluj o de lo nat ural. Por lo t ant o, no t engan dudas y cont inúen por su cam ino.

La energía del corazón es m ucho m ás t ranquila y t ierna que las energías t ot alm ent e
brut ales o t urbulent as que a m enudo dom inan el cam po del t rabaj o. Por est a razón, se
requiere coraj e y fuerza para perm anecer cent rados en el corazón, cuando ust edes est án
rodeados por esas energías basadas en el ego. Pero yo les digo: seguir el fluj o del
corazón finalm ent e los conducirá a posibilidades creat ivas que son t ot alm ent e reales y
práct icas, y les t raerá abundancia en el nivel m at erial. Confiarse a ust edes m ism os a est e
fluj o es un act o de lucha y de coraj e.

Ahora quisiera decir algunas cosas acerca del dinero. En su sociedad, la gent e espirit ual o
idealist a hace un problem a del dinero. El dinero es pecam inoso, una energía inferior. Est e
es el result ado del hecho de que ust edes han llegado a asociar al dinero con el poder y la
riqueza a expensas de los dem ás. El dinero práct icam ent e ha llegado a ser sinónim o de
poder. Est a asociación es una de las razones por las cuales el fluj o de la abundancia
m at erial ha sido bloqueado en su cam po de energía.

Pero el dinero es inocent e. El dinero es un fluj o de energía que realm ent e encierra en sí
pura pot encialidad. El dinero ofrece oport unidades, el dinero es pot encialidad; no hay
nada m alo en est o. Ni es el caso que al recibir dinero ust edes act úan a expensas de los
dem ás. Con el dinero son capaces de crear cosas que benefician a ot ros. Baj o est e
respect o recibir dinero es crear m ás. Est a espiral creat iva siem pre genera t am bién un
fluj o de dar, de m odo que el dar y el recibir est én equilibrados. Est e es el m odo del
corazón. Por lo t ant o, no t em an recibir dinero.

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Series de Sanación – Trabaj o, Dinero y Creat ividad

Ust edes pueden no ser conscient es del hecho de que est án bloqueando el fluj o del
dinero, de que t ienen una t ácit a aversión por el dinero. Tóm ense un t iem po para
exam inar sus pensam ient os y em ociones con respect o al dinero y fácilm ent e podrán ver
cóm o ellos est án obst ruyendo el fluj o de la abundancia en su vida. A m enudo exist e el
aspect o de no perm it irse a ust edes m ism os t enerlo. Adem ás, t ienen ideas negat ivas
acerca de qué es el dinero y qué es lo que represent a. Especialm ent e los Trabaj adores de
la Luz, alm as con un gran sabor espirit ual, asocian dinero con lo baj o, con lo t rivial, lo
cual t iene que ser t rascendido. Aquí est án act ivas m uchas convicciones pert enecient es a
épocas de vidas de aust eridad y abst inencia en el m undo m at erial. Vidas que a m enudo
se han pasado en soledad, apunt adas solam ente a la liberación espirit ual. La energía de
est as vidas aún resuena por t odo su cam po de energía. Est o da com o result ado una clase
de ‘rigor’ que los est á lim it ando.

La abundancia m at erial es algo nat ural: ¡ust edes est án dest inados a disfrut ar de la vida
en la t ierra! Es algo nat ural am ar a la t ierra y a t odo lo que se les ofrece, com placerse
con las cosas preciosas y encant adoras. Am ar a la t ierra y a la realidad m at erial crea un
fluj o de abundancia. La t ierra quiere proveerles t odo lo que ust edes necesit an, no sólo
crecer y evolucionar com o un ser espirit ual, sino t am bién sim plem ent e disfrut ar de la
vida com o un ser hum ano.

Por lo t ant o, por favor, consideren su act it ud hacia la abundancia m at erial al nivel m ás
profundo, y sient an cóm o est e fluj o les ofrece la posibilidad de const ruir una nueva
t ierra, de cum plir sus sueños en el plano m ás denso de la realidad. Est e no es el
m om ent o de apart arse de la sociedad, de m edit ar solos en la cim a de una m ont aña. Es el
m om ent o de part icipar. Es el m om ent o de perm it ir que su energía fluya en est e m undo y
de recibir librem ent e t odo lo que vuelva a ust edes en recom pensa. No t engan m iedo de
recibir abundancia. Honrar su propia ent rada, recibir lo suficient e a cam bio de sus
esfuerzos, es part e de ser un ser hum ano espirit ual bien equilibrado.

Quisiera decir algo m ás acerca de la palabra ‘suficient e’.


Yo les dij e que la energía del corazón est á caract erizada por ‘el fluj o de lo nat ural’.
Cuando las cosas salen bien y aparecen espont áneam ent e en su cam ino, ésa es la señal
de que ust edes se m ueven con el fluj o de su corazón. Ot ro fluj o de energía que
pert enece al corazón es el fluj o de lo suficient e. ‘Suficient e’ significa: t odo lo que yo
necesit o aquí y ahora est á disponible para m í y yo lo disfrut o. Vivir en el fluj o de lo
suficient e significa que ust edes con frecuencia se sient en sat isfechos y agradecidos con
t odo lo que t ienen. Ust edes se sient en alim ent ados por aquello que los rodea en el nivel
m at erial, em ocional, m ent al y espirit ual. Eso es la abundancia. Eso es t ener lo suficient e.

La cuest ión con la abundancia m at erial es que la cant idad ( lo m ucho o lo poco que
ust edes t engan) no est á necesariam ent e relacionado con la cant idad de placer que
experim ent an. El punt o clave es descubrir la clase de abundancia m at erial que los hace
sent ir sat isfechos y com plet os. Para algunas personas, est o podría significar vivir
independient em ent e en una cabaña apart ada donde puedan disfrut ar de la nat uraleza al
m áxim o. Para ot ros, est o im plica un luj oso depart am ent o en una localidad donde ellos
puedan disfrut ar de la act ividad y del bullicio de la ciudad. No hay j uicio sobre est o desde
nuest ro lado, desde Dios o desde el Espírit u.

La clave es encont rar el fluj o que los hace felices a ust edes, que les da a ust edes el
sent im ient o de que viven la vida al m áxim o. Ése es el fluj o de lo suficient e. Lo ‘Suficient e’
es un sent im ient o, no es una cosa.

Cuando ust edes se sient an fuera de ést e fluj o, échenle una m irada a t odas las cosas que
los rodean ahora e int erpret en est o com o un m ensaj e energét ico para ust edes m ism os.
‘Así es com o yo creo la realidad ahora’. No se j uzguen. Luego sient an la energía de su
am bient e act ual – ya sea su casa, su vida social o su t rabaj o – y com paren est o con los

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Series de Sanación – Trabaj o, Dinero y Creat ividad

deseos que sient en en su corazón. Al hacer est o ust edes se vuelven conscient es de la
‘falt a’, de aquello que no est á ahí. No se dilat en en la insat isfacción. Est e no es un
ej ercicio para hacerlos sent ir m al. El propósit o es que ust edes se perm it an sent ir
profundam ent e por dent ro de que hay cosas que querrían t raer a su vida. Est a
com prensión silenciosa es el im án m ás grande para el cam bio. Ust edes no t ienen que
act uar sobre est o. El conocim ient o de qué es lo que ust edes desean es suficient e. No es
necesario em puj ar para el cam bio en el nivel m at erial. La clave es sent ir profundam ent e
( pero no em ocionalm ent e) qué es lo que ust edes anhelan y luego dej ar est o en las
m anos de su corazón. Sólo libérenlo y confíen. Las cosas com enzarán a cam biar en sus
vidas. Tal vez los viej os m odelos, los t rabaj os, las relaciones desaparecerán prim ero.
Ust edes pueden confiar en que lo que est án perdiendo aparecerá luego espont áneam ent e
en su cam ino. Ent rará a su vida con suavidad y elegancia. Es su honest idad y coraj e, su
‘perm anecer leal a los anhelos de su corazón’, lo que les t raerá la ‘realidad de lo
suficient e’.

Hay suficient e para t odos ust edes. ‘Suficient e’ es el est ado nat ural del ser. Todos ust edes
est án aquí para experim ent ar lo suficient e; el fluj o de lo suficient e est á disponible para
t odos ust edes. No t iene ningún sent ido conform arse con m enos. No es verdad que
ust edes se volverán m ej ores ( m ent alm ent e o espirit ualm ent e) por m edio de la
abst inencia o de la pobreza aut o- im puest a. Podrían incluso desarrollar sent im ient os de
am argura o de host ilidad debido a est o. Por favor no t rat en de buscar alguna clase de
j ust ificación espirit ual para su falt a de abundancia. Todos ust edes est án aquí para
disfrut ar de la vida al m áxim o, para perm it ir que su energía creat iva fluya en el m undo y
para recibir riquezas en ret ribución.

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

Salud y Enfermedad

Est a canalización se present ó ant e una audiencia en vivo el 9 de Oct ubre de 2005, en
Haaren, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeram ent e corregida para facilit ar su
lect ura.

Queridos am igos,

Les doy la bienvenida afect uosam ent e y les envío t odo m i am or. Yo los am o a t odos
ust edes t an profundam ent e. Mi am or por ust edes no es del t odo universal sino que
t am bién t iene un t oque personal, porque a m uchos de ust edes yo los he conocido cuando
est uve aquí en la t ierra ent re ust edes.

Yo soy Jeshua. Yo he vivido en la t ierra com o Jesús y he est ado ent re la gent e para dar
evidencia del Am or que est á disponible a t odos ust edes, desde la Fuent e que yace dent ro
de nosot ros m ism os.
Ahora, ha llegado el t iem po de que ust edes se hagan cargo de la ant orcha. Ust edes son
las sem illas que germ inan hoy. Ést e es el significado del renacim ient o de Crist o. No soy
yo ( aquel hom bre que una vez vivió en la t ierra) quien regresará, sino el poder universal
de la energía de Crist o que est á ahora naciendo dent ro de ust edes. Yo est oy t an
com placido de ayudarles en est e proceso est ando con ust edes de est e m odo.

Al com ienzo de est a est ación, Pam ela y Gerrit m e pregunt aron qué t em a m e gust aría
t rat ar y yo les dij e: ‘eso no t iene im port ancia, yo sólo quiero est ar con ellos’.
Yo quiero t ocarlos a ust edes con m i energía y eso es suficient e para m í. Porque lo único
que cuent a es que ust edes sient an la llam a de claridad dent ro de ust edes m ism os, la
llam a de la verdad. Ésa es la esencia de la energía de Crist o.
Yo he sido un port ador prem at uro de est a llam a, pero es t iem po de que ust edes lleven
adelant e est a ant orcha. Es im port ant e reconocer por dent ro quiénes son ust edes.
Ust edes llevan consigo est a llam a y ust edes deben com prender que ha llegado el t iem po
de m ost rarla al m undo, porque el m undo la est á esperando. Ést a es una época de
t ransform ación, de grandes cam bios, que m uest ra m uchas faces, t ant o luz com o
oscuridad. El m om ent o est á list o para las personas que t ienen un punt o de vist a neut ral,
para aquellos que pueden observar las olas de violencia y dest rucción que pueden
aparecer desde un est ado de la m ent e calm o y pacífico, y para quienes son capaces de
est ar present es en am or, sin j uzgar.

Hoy hablaré sobre salud y enferm edad. Pero recuerden: lo que a m í básicam ent e m e
int eresa es perm it irles a ust edes sent ir que yo est oy aquí. Perm it irles a ust edes sent ir
que ust edes son iguales a m í y que yo soy igual a ust edes. Som os uno, som os
port adores de una energía de Luz part icular y hem os est ado t rabaj ando por m ucho
t iem po, durant e m uchas vidas, para arraigar est a energía y anclarla a la t ierra. Ést e es
su t rabaj o. Ést a es su m isión.

Ha llegado el t iem po de que m e dej en de ver com o a alguien a quien respet ar. Yo soy un
herm ano y un am igo de ust edes, no un m aest ro a quien deberían seguir. Yo quiero
rodearlos con las energías de am or y verdad. Est o es t odo lo que yo puedo hacer. Ahora
es su t urno de sost enerse ust edes m ism os y de perm it ir que brille la Luz de sus
ant orchas.

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

Salud y enferm edad….es un t em a que se present a en las vidas de t odas las personas
t arde o t em prano.

Prim ero quiero cont arles algo acerca del fenóm eno enferm edad, acerca de lo que
realm ent e significa.
Todas las enferm edades t ienen un origen espirit ual.
Quisiera explicarles est o haciendo una dist inción ent re los diferent es cuerpos que ust edes
t ienen. Adem ás del cuerpo físico, visible a t odos ust edes, t am bién poseen un cuerpo
em ocional, un cuerpo m ent al y algo que ust edes pueden llam ar un cuerpo espirit ual.

La enferm edad com ienza principalm ent e en el cuerpo em ocional. Es desde aquí que
ciert os bloqueos se est ablecen en el cuerpo físico, en el nivel m at erial. Con frecuencia,
las convicciones del cuerpo m ent al t am bién cont ribuyen al desarrollo de bloqueos
em ocionales, y así a la generación de enferm edad. Est oy hablando de convicciones
profundam ent e arraigadas o hábit os de pensam ient o. A m enudo, ést as son convicciones
acerca de lo que est á bien o m al con respect o a ust edes m ism os.

Las crít icas pueden lit eralm ent e crear un bloqueo en su sist em a energét ico em ocional. En
esos lugares donde surge el bloqueo, donde a la energía em ocional no se le perm it e fluir
librem ent e, com ienza a hacerse visible una energía oscura en el aura. Est a energía puede
echar raíces en el cuerpo. Est o no t iene que ser así necesariam ent e, porque est e proceso
lleva m ucho t iem po y hay suficient es oport unidades de volver las cosas a un equilibrio
em ocional, ant es de que se despliegue la enferm edad ( física) .

Por lo t ant o, no le t em an a los bloqueos em ocionales. Hay t iem po suficient e para


solucionar el est ado desequilibrado. Sin em bargo, es posible que a un ciert o punt o
ust edes no sean capaces de m anej ar est e bloqueo correct am ent e, o incluso sent irlo. Tal
vez el bloqueo pasa parcialm ent e desapercibido para ust edes y ust edes est án m uy
inconscient es de él. Si ést a es la sit uación, los sínt om as físicos en realidad les ayudan a
ent rar en cont act o con el bloqueo.
De est e m odo, los sínt om as físicos o el dolor son el lenguaj e del alm a. El alm a anhela
una com plet a com unicación ent re t odas sus part es. El alm a se sient e feliz cuando hay un
fluj o libre de energía y una cont inua renovación de t odos los aspect os de sí m ism a. Los
bloqueos im piden que la energía fluya librem ent e y eso deprim e al alm a.

Así la enferm edad cum ple la función de un indicador: les m uest ra a ust edes dónde est án
necesit ando sanación. Aunque la enferm edad parece ser negat iva, en el sent ido de que
ust edes son pert urbados por t oda clase de sínt om as y dolores, la clave es int erpret ar a la
enferm edad com o un indicador o guía. Al hacer est o, se vuelve fácil cooperar con la
enferm edad en lugar de resist irse a ella.

Ya que frecuent em ent e la enferm edad represent a una em oción at ascada la cual est á
( parcialm ent e) m ás allá del alcance de su propio horizont e, no siem pre es fácil
com prender dónde est án represent ados la enferm edad o los sínt om as. A veces parece
m uy difícil descubrir lo que el alm a t rat a de decirles a t ravés de una enferm edad
específica. Ent onces, ust edes necesit an ir adent ro y exam inarse m inuciosam ent e, en el
sent ido de volverse conscient es gradualm ent e de la clase de energía que se m anifiest a
en la enferm edad, la señal que ust edes obt ienen de la enferm edad y qué es lo que t rat a
de decirles.

Est a com prensión con frecuencia es obst ruida por el hecho de que ust edes est án t an
at em orizados de est ar enferm os. La prim er reacción a la enferm edad a m enudo es una
de negación o de resist encia. Ust edes m ás bien quisieran que la enferm edad desaparezca
t an pront o com o sea posible, porque los at em oriza. A ust edes les asust an el det erioro, la
im perfección, el caerse a pedazos, y finalm ent e la m uert e.
Est a reacción de pánico es lam ent able ya que los apart a a ust edes de una perspect iva

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

m ás am plia en cuant o a la enferm edad. Ust edes podrían considerar a la enferm edad baj o
ot ra luz. Tam bién podrían experim ent arla com o un m ensaj ero de cam bio, com o un
ret orno a algo precioso que ust edes han perdido.

Para com prender la ‘función de indicador’ de la enferm edad, es m uy im port ant e decir ‘sí’
a los sínt om as y dolores que pueden desplegarse dent ro de su cuerpo. Al decir ‘sí’, al
acept ar el est ado de su cuerpo físico, ust edes realm ent e han resuelt o la m it ad del
problem a. Aquí el problem a no es la enferm edad m ism a, sino aquello que ést a
represent a, el/ los bloqueo( s) im plícit os. Al volverse hacia la enferm edad y decir ‘sí’ con
su corazón y con su alm a, ust edes ya habrán solucionado una part e del bloqueo incluso
sin saber precisam ent e qué es lo que la enferm edad quiere decirles.

Sin em bargo, est e ‘decir sí’, est a act it ud básica de acept ación, no es fácil para ust edes.
Ust edes pueden encont rar resist encia ( em ocional o m ent al) que hace que se m ant engan
diciendo ‘no’ – a veces sut ilm ent e y a veces obst inadam ent e – a lo que su cuerpo les
est á indicando. Frecuent em ent e, el cuerpo da indicios específicos. Por ej em plo, les hace
sent ir que ust edes deben hacer una pausa, abandonar ciert as t areas, ser m ás am able
con ust edes m ism os, et cét era. Aunque ust edes aún no saben cóm o int erpret ar sus
enferm edades desde un nivel espirit ual, ust edes ya pueden ver m uchas de est as
indicaciones part iculares con bast ant e frecuencia.

Pero si ust edes ignoran est e lenguaj e del cuerpo y se m ant ienen resist iéndose a la
enferm edad, es m uy difícil llegar a la esencia espirit ual y significado de la enferm edad.
Hay m ucha ira y t em or rodeándola. Ust edes sólo logran la verdadera libert ad int erior
enfrent ándose cara a cara con su enferm edad, con su dolor y aflicción, y t am bién con sus
sent im ient os de t em or y aversión. Abrácenlos y luego pregúnt enles calm adam ent e y
neut ralm ent e: ¿qué es lo que quieren decirm e?

En su sociedad no est á m anifest ado el ser ínt im o con su propio cuerpo. Hablarle a su
cuerpo com o a un ser que m erece am or y respet o no est á considerado com o algo
nat ural. En su sociedad se les dan m uchas im ágenes idealizadas acerca de cóm o debería
lucir su cuerpo, de qué im plica t ener salud y buenas condiciones físicas, lo que se debe y
lo que no se debe beber y com er. En breve, hay t oda clase de norm as y est ándares en
cuant o a cóm o debería ser una vida larga y saludable.

Pero t odas est as im ágenes idealizadas no t ienen relación con el cam ino del alm a. El
cam ino del alm a es sum am ent e individual. Por lo t ant o, se les pide que sint onicen con
ust edes m ism os de m anera sum am ent e individual para hallar la verdad en cuant o a la
enferm edad, sínt om as o t ensiones que ust edes llevan consigo. Se les pide que renuncien
a t odas las ideas del m undo ext erno y que vayan en busca de su propia verdad en lo
profundo dent ro de ust edes.

Est e es un gran desafío para ust edes, porque el t em or y pánico que los apresa en caso
de enferm edad, hacen que se desvíen fácilm ent e hacia las aut oridades fuera de ust edes.
Com ienzan a ir en busca de aut oridades ext ernas que puedan aconsej arles y
confort arles. Est as podrían ser un m édico o un expert o en t rat am ient os alt ernat ivos; est o
básicam ent e no hace ninguna diferencia. La clave es que con el m iedo ust edes en ese
m om ent o resignan su propia responsabilidad y la ceden a algún ot ro.

Por supuest o, que no hay nada m alo en escuchar los consej os de un expert o y m uy a
m enudo est o es m uy sensible. Pero luego es im port ant e llevar est e conocim ient o adent ro
y sopesarlo con su propio corazón. Est im en el valor de est e conocim ient o. Sólo ust edes
son los j efes, los m aest ros de su propio cuerpo, de su propia vida. Sólo ust edes, ust edes
m ism os, saben qué es lo m ej or para su propio cuerpo. En el sent ido m ás profundo de la
palabra, ust edes son los creadores de su propio cuerpo.

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

Recobrar la int im idad con su propio cuerpo requiere práct ica, no es algo evident e. No se
resignen a est o t an fácilm ent e. Cuando est én t rat ando con t ensiones persist ent es o
sínt om as, t rat en de exam inarlos nuevam ent e. Tóm ense un m om ent o para relaj arse y
luego viaj en con una consciencia neut ral a los lugares de su cuerpo donde se m anifiest an
los sínt om as o la energía de la enferm edad. Pídanle al dolor o a la enferm edad que
t om en la form a de un ser vivo im aginario, de m odo que ust edes puedan hablarle. Pídanle
que aparezca com o un anim al, un niño o un ser hum ano. O pídanle que se m uest re com o
un guía, en cualquier form a. ¡Usen su im aginación! La im aginación es un inst rum ent o
ext raordinariam ent e valioso para descubrir los m ás profundos m ovim ient os de su alm a.

Si ust edes hacen est o, en cuant o not en que su cuerpo les responde – con im ágenes o
con sent im ient os – podrán sent ir alegría. Podrá haber ahí felicidad por el cont act o
recuperado, la int im idad recobrada. En cuant o se den cuent a de que ust edes son los
únicos capaces de hacer est o, de que no hay nada o nadie m ás except o ust edes quienes
podrán llevar a cabo est a t area de conocer su cuerpo a fondo desde adent ro, se sent irán
confiados en ust edes m ism os ot ra vez. Est a confianza en sí m ism o hace que sea m ás
fácil para ust edes sent ir lo que la enferm edad t rat a de decirles. Les im pide ignorar las
respuest as que reciben desde su ser int erior, debido a ideas m ent ales o a ideas aj enas.
La int im idad con su cuerpo es algo sum am ent e bueno, en t odas las circunst ancias, pero
part icularm ent e cuando el cuerpo m uest ra enferm edades o sínt om as.

El m edio para perm it ir que su cuerpo hable es el am or. Ust edes no fom ent an la
com unicación con su cuerpo cuando t rat an de elim inar la enferm edad repit iéndose a sí
m ism os ardient em ent e afirm aciones de sanación o visualizaciones. Ést a sigue siendo una
form a de lucha o de resist encia. La clave es que ust edes lleguen a ent ender el significado
de las part es enferm as de su cuerpo. Si ust edes com prenden est o, est o puede ser
t ransform ado y los bloqueos em ocionales pueden ser rem ovidos. Así es com o funciona el
proceso de sanación; no luchando con la enferm edad, de un m odo u ot ro, sino
acept ándola com o a un am igo que quiere m ost rarles la dirección correct a. Est o es difícil
de ent ender, porque la enferm edad los at em oriza y los angust ia. De cualquier m anera,
acept ar su enferm edad es el único m odo, el único cam ino hacia la Luz. La enferm edad
quiere llevarlos de vuelt a a casa.

El propósit o de la enferm edad es obt ener una m ej or y m ás profunda com prensión de


ust edes m ism os. El result ado puede ser la recuperación física. Pero est o no siem pre
funciona así. La enferm edad no siem pre desaparece en cuant o descienden a la raíz del
bloqueo em ocional.

Llegado a est e punt o, quisiera decir unas pocas palabras acerca de las enferm edades
crónicas e incurables ( t erm inales) .

En caso de enferm edad crónica hay problem as físicos persist ent es que hacen recidivas.
Los sínt om as se repit en, especialm ent e durant e los períodos vulnerables, en los cuales
ust edes m ás o m enos pierden cont act o con su ser int erior. Est o puede ser t ot alm ent e
desm oralizant e. Por lo t ant o, yo les pido que consideren a la enferm edad desde una
perspect iva m ás am plia. No t rat en de echar a la enferm edad cont inuam ent e. Trat en de
verla com o a un huésped bienvenido.

Las personas con enferm edades crónicas em prenden una ardua t area. Al nivel del alm a,
ellos han est ado de acuerdo en confront ar los m iedos que aparecen en el cont ext o de su
enferm edad, y en enfrent ar las im ágenes idealizadas de cóm o uno debería desem peñarse
en la vida. Asum ir est e desafío dem uest ra un enorm e coraj e.

Con frecuencia sucede que un alm a elige una enferm edad crónica para resolver un
problem a específico de un m odo m uy enfocado. La enferm edad cada vez les reflej a a
ust edes det erm inadas em ociones. Hay un pat rón em ocional que acom paña a la

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

enferm edad. Trat ar con est as em ociones una y ot ra vez es una t area t ot alm ent e pesada,
pero acarrea m uchos frut os para el alm a.

Muy frecuent em ent e est as vidas t ienen una gran profundidad y una riqueza int erior que
no siem pre es percibida por los dem ás. Por lo t ant o, no es sust ent ador luchar
const ant em ent e o esperar un adelant o en las condiciones m édicas. El hecho es que la
enferm edad suele avanzar en un m ovim ient o en espiral, haciendo m ovim ient os circulares
hacia arriba hacia un nivel m ás elevado, aunque aparent em ent e ust edes recaigan en los
m ism os sínt om as cada vez. Así no es com o t rabaj a el nivel espirit ual. En est e nivel
ust edes no ret roceden sino que incluso alcanzan una profundidad m ayor en t rat ar con las
em ociones que posiblem ent e hayan sido pasadas por alt o durant e vidas ant eriores.

Est o t am bién se aplica a los defect os físicos congénit os o heredit arios. En cuant o a est o
ust edes a veces hablan de karm a, pero yo soy cuidadoso con est e concept o, porque
ust edes t ienen una t endencia a asociar karm a con delit o y cast igo. Así no es com o
t rabaj a est o. El alm a t iene el sincero deseo de conocerse al m áxim o y ser libre. Est e es
su deseo m ás profundo. Part iendo de est e ardient e deseo, ella a veces t om a a su cargo
dolencias, enferm edades y defect os físicos que les ayudan a alcanzar sus obj et ivos.
Ciert am ent e no es una cuest ión de pagar sus deudas. Es un profundo int ent o de
liberarse, y a veces el m ej or m odo de obt enerlo es experim ent ando circunst ancias
( ext rem adam ent e) difíciles dent ro de su propio cuerpo. Por est a int ención nosot ros
solam ent e podem os t ener el m ayor respet o. Especialm ent e en su sociedad, en la cual se
est im an las im ágenes ideales inhum anas de cóm o ser funcional, út il, bello y exit oso.
Est os concept os idealist as hacen que sea incluso m ás difícil vivir su vida con un
im pedim ent o y de t odos m odos experim ent arla com o significat iva y alegre.

Son aquellos ent re ust edes quienes t ienen coraj e los que asum en t ales vidas enferm izas.
Ellos t am bién irradian una clase de claridad y dignidad a aquellos cuyas vidas pueden
pasarse por alt o fácilm ent e. Cuando ust edes son exit osos de acuerdo a los est ándares
prevalecient es de la sociedad, generalm ent e es m ás difícil dilat arse en quiénes son
ust edes realm ent e y cuáles son sus m ot ivos en la vida. Especialm ent e aquellos que est án
enferm os y débiles t ienen una función de ‘indicador’ hacia est as personas. Ellos son una
‘guía’ hacia la verdad y la claridad. Porque la verdad no im plica perfección, sino am or y
acept ación por t odo lo que hay.

Finalm ent e, quiero decir algo sobre las enferm edades t erm inales, incurables. A veces, va
a ser evident e que alguno no va a sobrevivir m ás a la enferm edad. El cuerpo
gradualm ent e sucum be a la enferm edad. El ‘m arco t errenal’ no persist e. A ese grado,
¿qué hace el alm a que se halla dent ro del cuerpo? Mient ras se m ant engan resist iéndose a
la enferm edad, ust edes no podrán est ablecer cont act o con su alm a, con su conocim ient o
int erior que les dice que es hora de decir adiós. A veces ust edes perciben de ant em ano
que t ienen que part ir, pero la idea los afect a con t al horror y pena que cont inúan
luchando. Ust edes est án im pacient es esperando aquella nueva m edicina ha ser lanzada,
o est án esperando ot ro t rat am ient o en un fut uro cercano que pueda ser efect ivo.
Est o es t ot alm ent e ent endible y yo ciert am ent e no quiero condenar est a act it ud, pero
ust edes se last im an t erriblem ent e de est a m anera. Si ust edes suelt an y perm it en que la
m uert e se acerque, not arán que la m uert e no es un oponent e, sino en cam bio un am igo.
La m uert e los libera de la lucha.

Si ust edes acom pañan a aquello que la m uert e quiere decirles, ust edes pasarán por
varias et apas ant es de que est é t eniendo lugar el verdadero proceso de m orir. Est as
et apas t ienen que ver con una liberación gradual de t odas las cosas t errenales: de sus
seres queridos, de sus am bient es ( t errest res) , de sus sent im ient os con t odo aquello que
ust edes observan a su alrededor. Est e es un proceso herm oso, nat ural.

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Series de Sanación – Salud y Enfer m edad

Sería una lást im a ensom brecer est e proceso con una act it ud de lucha, en la cual ust edes
t rat an de agarrarse bien a la vida a cualquier cost o. A m enudo, el cuerpo ya se ha vuelt o
t an frágil para ese ent onces que ya no vale la pena vivir. Déj enla ir. La m uert e es un
liberador, quien est á ahí para servirles. La m uert e no es su enem igo. La m uert e les t rae
nueva vida.

Cuando ust edes est én con alguien que t iene una enferm edad incurable y ust edes sient an
que él sabe que va a m orir, t rat en de hablarle acerca de est o suavem ent e y
cuidadosam ent e. Es un alivio para la persona que pasa por est o. La cosa m ás valiosa y
m ás preciosa que ust edes pueden hacer por una persona agonizant e es sent arse cerca de
él y sost ener su m ano. No hay nada m ás que ust edes necesit en saber o ser capaces de al
acom pañar a una persona que est á m uriendo.

La at ención a los enferm os t erm inales es m uy im port ant e en su sociedad. Algún día,
t odos ust edes se enfrent arán con est o dent ro de su propia fam ilia o dent ro de su círculo
de relaciones. Sim plem ent e est én present es con la persona que va a m orir y sient an el
viaj e que est á llegando. Sient an el m om ent o ext raordinario, poderoso en el cual el alm a
dej a el cuerpo y regresa a los ot ros reinos, a su hogar.

No consideren a la enferm edad que conduce a la m uert e com o a un enem igo con quien
ust edes van a perder al final. No es una bat alla. Muy frecuent em ent e, la m uert e viene a
liberarlos de incluso m ás dolor y sufrim ient o. Ust edes ciert am ent e no son un perdedor.
Ust edes sim plem ent e cont inuarán su cam ino de ot ra m anera.

A veces, hay asunt os part iculares que a ust edes les habría gust ado vivir o haber
superado durant e est a vida, los cuales no pueden ser concluidos. Est o puede afligirlos, y
no sólo a ust edes sino t am bién a aquellos que est án det rás. No obst ant e, yo les pido que
dej en est o en paz, porque hay una sabiduría int erior t rabaj ando que los guía y que los
reunirá a ust edes y a sus seres queridos en nuevas y m ej ores circunst ancias. Algún día
ust edes est arán j unt os ot ra vez y celebrarán la vida.

Hoy, m i m ayor pet ición con respect o a la enferm edad realm ent e es: abracen a su
enferm edad. Rodeen a la enferm edad con am or y consciencia y dej en que ést a los lleve a
una com prensión m ás profunda de ust edes m ism os. Confíense a la enferm edad y
perm ít anse ent rar en una com unicación m ás profunda con ust edes m ism os. Rendirse no
significa ser pasivo o cruel con su enferm edad, sino cooperar con ella de un m odo act ivo,
com o un am igo.

Yo los abrazo a t odos ust edes con m i am or y les pido que hoy sient an m i presencia, la
energía de Crist o. Sient an el am or, disponible a t odos ust edes, t ant o en la salud com o en
la enferm edad. Hay t ant o am or por t odos lados alrededor de ust edes y disponible a t odos
ust edes, en cuant o liberan sus crít icas. Crít icas acerca de lo que m erecen o no m erecen,
acerca de lo que est án haciendo bien y de lo que est án haciendo m al, acerca de t odas las
cosas que ust edes aún t ienen que hacer y lograr. Liberen. El Am or est á present e aquí y
ahora, para t odos ust edes.

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