La Historia Argentina - Ezequiel Adamovsky

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Adamovsky hace un repaso de más de cinco siglos de historia argentina

El autor señala que este es uno de los rasgos que aún perdura en la configuración de la ESTRUCTURA DE
CLASES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA.

Las élites siempre han tratado de deslegitimar a los


movimientos populares como el Yrigoyenismo, el
Peronismo y el kirchnerismo por incluir a los
movimientos nativos, afroargentinos y a originarios.
Esto responde al lugar en el que se inserta Argentina en el capitalismo
mundial, en la división internacional del trabajo. Al ser abastecedor de
materias primas y tener un rol periférico, esto condiciona la relación
entre las distintas regiones del país y sus pobladores.

El peso gravitante de Buenos


Aires y su concentración
excesiva de la riqueza
producida, condiciona el
desarrollo del resto del país

Las orientaciones del orden capitalista fueron moldeando a la sociedad argentina. Por otra parte, el
involucramiento de las clases populares ha dejado una huella imborrable en la historia argentina y actuó como un
contrapeso a los constantes intentos de avance de las élites.
El autor nos muestra como durante los períodos que
gobernaron los movimientos populares, por ejemplo el
kirchnerismo, a partir de 2003, hubo incrementos en el PBI,
incluso superiores al que tuvo el mismísimo EE.UU. A todo
esto, el autor señala como las élites argentinas nunca
lograron asentar sus dominios en una hegemonía cultural y
política. Nunca sus visiones terminaron de ser convincentes
para el pueblo.

El autor resalta que 111 de 166 años de vida institucional fueron bajo el reinado liberal ortodoxo. El
último ensayo de políticas heterodoxas fue el kirchnerismo.

La dictadura fue un experimento


ortodoxo que dejó al país incendiado
sostiene Adamovsky.

Los ensayos heterodoxos siempre


tuvieron mejores efectos sobre la
sociedad pero nunca lograron superar las
limitaciones contextuales (falta de divisas,
por ejemplo). La falta de estabilidad, las
limitaciones impidieron a ambos estilos
de políticas económicas plasmar sus ideas
en algún resultado firme.

Adamovsky resalta como de todas las líneas de fracturas expuestas en la sociedad argentina en el campo
político – social, hacia 1945 se redujeron solo a dos: peronismo – anti peronismo. Tanto el peronismo como
el antiperonismo se convirtieron en identidades, visiones del mundo

Peronismo y antiperonismo se han transformado en un sistema político en sí mismo.

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