Actuación en Desastres y Catastrofes

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MÓDULO (PPA11):

ACTUACIÓN EN DESASTRES Y CATÁSTROFES

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CONTENIDOS
UNIDAD 1:
EL DESASTRE

→ Definiciones: catástrofes y desastres


→ Conceptos básicos
→ Clasificación de los desastres
→ Desastres naturales
→ Catástrofes tecnológicas y accidentales
→ Catástrofes causadas por el hombre
→ Objetivos durante el desastre
→ EL ciclo del desastre
→ Preparación personal
→ Equipos de primeros auxilios
→ Errores comunes de la respuesta ante un desastre

UNIDAD 2:
MANEJO DE INCIDENTES CON VÍCTIMAS MASIVAS

→ Los incidentes con víctimas masivas (IVM)

→ Sistema de comando de incidentes (SCI)

→ Peligrosidad para los equipos de rescate


→ Servicio médico de urgencia (SMU)
→ Respuesta inicial

→ Búsqueda y rescate

→ Triage

→ Organización en el área de catástrofes

→ Tratamiento

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→ Transportación
→ Equipo de protección personal

→ Zonas de control

→ Amenazas del terrorismo y armas de destrucción masiva (ADM)

→ La descontaminación

UNIDAD 3:
RESPUESTA PSICOLÓGICA A LOS DESASTRES

→ Características de los desastres que afectan a la salud mental


→ Factores que impactan en la respuesta psicológica
→ Secuelas psicológicas de los desastres

→ Estrés de quien responde a las urgencias

UNIDAD 4:
MANEJO DE CADÁVERES EN DESASTRES,
CÓLERA Y OTRAS INFECCIONES

→ Objetivos
→ Definición y tipo de muertes

→ Diagnóstico y certificación de muerte.

→ Objetivos del estudio de cadáveres en la escena

→ Recuperación de los cuerpos

→ Almacenamiento de los cadáveres

→ Identificación de los cadáveres: Triage


→ Precauciones generales de bioseguridad para quienes manipulan cadáveres

→ Manejo de cadáveres en situaciones de pandemias y tanato-enfermedades


→ Apoyo a las familias y allegados
→ Aspectos culturales y religiosos

→ Repaso

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UNIDAD 5:
DESASTRES POR EXPLOSIONES Y ARMAS
DE DESTRUCCIÓN MASIVA

→ Evaluación del escenario

→ Triage de pacientes
→ Categorías de los explosivos
→ Mecanismos de lesión

→ Evaluación y tratamiento

→ Consideraciones de transportación
→ Lesión pulmonar por explosión
→ Desastres por terremoto

UNIDAD 6:
CASOS ESPECÍFICOS DE DESASTRES

→ Desastres por terremotos


→ Desastres por erupciones volcánicas

→ Desastres por deslizamiento


→ Desastres por huracanes

→ Desastres por inundaciones


→ Desastres por sequías
→ Desastres por incendios

→ Desastres por radiaciones ionizantes

→ Desastres por agentes biológicos


→ Organización de la zona sanitaria en incidentes NBQ

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UNIDAD 1
El desastre

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DEFINICIONES

La palabra “catástrofe” procede del griego katastrephô que significa destruir, o su


equivalente “desastre” procedente de la lengua anglosajona disaster y se utiliza para
definir a todo suceso que altera profundamente el orden normal de las cosas.

Las catástrofes son situaciones bruscas que quiebran la estructura económica,


social y psicológica de la población. Afectan la seguridad física de los individuos
mediante riesgos reales y potenciales, aumentando inicialmente las necesidades
sanitarias, que exceden los recursos disponibles.

Los desastres son situaciones de emergencia con víctimas fatales en los cuales las
necesidades exceden los recursos disponibles en forma inmediata, y esto hace
necesaria la aplicación de medidas extraordinarias. Es una situación en la que el número
de pacientes que se presenta para atención médica en un periodo y lugar determinados
es tal que los proveedores de atención de la salud no pueden brindarla con los recursos
usuales a su alcance y requieren ayuda adicional y a veces externa.

La diferencia entre catástrofe y desastre la hace la presencia de muertos; por lo cual no


toda catástrofe es un desastre, pero todo desastre indefectiblemente está incluido en la
definición de catástrofe. A partir del nuevo siglo, la Organización Mundial de la Salud,
utiliza el término desastre en forma indiferente y globaliza la situación, aunque
no se hayan producido muertos.

Si los recursos disponibles no se ven superados por las


demandas, habiendo víctimas fatales estamos en presencia de un
nuevo concepto: Incidente con Víctimas Múltiples (IVM).

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El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, define a las muertes
que no son individuales como “muertes colectivas”, cuando fallecen cuatro o más
personas en un mismo hecho; si la complejidad del caso y/o el número de víctimas
supera las posibilidades de manejo (sanitario, administrativo, investigativo y forense) en
la localidad, se califica el evento
como desastre o catástrofe con
muertes masivas.

Este concepto se aplica a todos


los contextos de la atención
médica, incluyendo hospitales y
servicios prehospitalarios.

Es importante comprender que estas definiciones identifican dos conceptos clave:

→ Un desastre es independiente de un número específico de víctimas

→ El impacto del desastre rebasa los recursos de respuesta médica disponibles.


Dicho de manera simple, todos los IVM son componentes de un desastre, pero no
todos los desastres son IVM.

Todos los desastres, independientemente de su origen, tienen consecuencias médicas


y de salud pública similares. Los desastres difieren en el grado en que se presentan sus
consecuencias y que alteran la infraestructura médica y de salud pública del lugar.

El principio clave de la atención médica de un desastre es hacer el máximo bien al


mayor número de pacientes con los recursos disponibles. Este objetivo es diferente
al de atención médica "convencional" no relacionada con desastres, que es hacer el
máximo bien para el paciente individual.

CONCEPTOS BÁSICOS

Expondremos a continuación los conceptos básicos planteados en la ley 27287


(Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil):

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Alarma: Avisos o señales por los cuales se informa acerca de la existencia de un peligro
y sirve para que sigan instrucciones específicas de emergencia debido a la presencia
real o inminente de un evento adverso.
Alerta: Estado declarado con anterioridad a la manifestación de una amenaza bajo
monitoreo, que permite tomar decisiones específicas para que se activen procedimientos
de acción previamente establecidos.
Amenaza: Factor externo representado por la posibilidad que ocurra un fenómeno o un
evento adverso, en un momento, lugar específico, con una magnitud determinada y que
podría ocasionar daños a las personas, a la propiedad; la pérdida de medios de vida;
trastornos sociales, económicos y ambientales.
Desastre: Interacción entre una amenaza y una población vulnerable que, por su
magnitud, crea una interrupción en el funcionamiento de una sociedad y/o sistema a
partir de una desproporción entre los medios necesarios para superarla y aquellos
medios a disposición de la comunidad afectada.
Emergencia: Es una situación, un daño provocado por un evento adverso de origen
natural o provocado por los seres humanos que, por su magnitud, puede ser atendida
por los medios disponibles localmente.
Evento adverso: Es una situación, suceso o hecho que produce alteración en la vida de
las personas, economía, sistemas sociales y el ambiente, causado por fenómenos de
orígenes naturales o provocados por los seres humanos.
Gestión de la emergencia: Organización y administración de los recursos y
responsabilidades para abordar los aspectos relacionados a las situaciones de
emergencia y/o desastres.
Gestión Integral del Riesgo: Es un proceso continuo, multidimensional, interministerial
y sistémico de formulación, adopción e implementación de políticas, estrategias,
planificación, organización, dirección, ejecución y control, prácticas y acciones orientadas
a reducir el riesgo de desastres y sus efectos, así como también las consecuencias de
las actividades relacionadas con el manejo de las emergencias y/o desastres.
Comprende acciones de mitigación, gestión de la emergencia y recuperación.
Manejo de crisis: Acciones y medidas que permiten enfrentar las situaciones de
emergencias y/o desastres. Constituido por dos componentes: alerta y respuesta.
Mapa de riesgo: Representación gráfica, con información cualitativa y cuantitativa, de los

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riesgos existentes en un territorio (país, provincia, región, zona, municipio, barrio,
comunidad) determinado.
Mitigación: Conjunto de acciones dirigidas a reducir, atenuar o limitar los efectos
generados por la ocurrencia de un evento.
Peligro: Capacidad potencial de causar daño que tiene una amenaza.
Preparación: Conjunto de acciones orientadas a planificar, organizar y mejorar la
capacidad de respuesta frente a los probables efectos de los eventos adversos.
Prevención: Acciones dirigidas a eliminar el riesgo, ya sea evitando la ocurrencia del
evento o impidiendo los daños.
Reconstrucción: Conjunto de actividades destinadas a reparar la infraestructura,
restaurar los sistemas de producción y recuperar la vida cotidiana de la comunidad
afectada.
Recuperación: Conjunto de acciones posteriores a un evento adverso que busca el
restablecimiento de condiciones adecuadas y sostenibles de vida mediante la
reconstrucción y rehabilitación del área afectada, los bienes y servicios interrumpidos o
deteriorados y la reactivación o impulso del desarrollo económico y social de la
comunidad.
Reducción del riesgo de desastres: Enfoque que incluye el concepto y la práctica de
evitar y mitigar el riesgo de desastres mediante esfuerzos sistemáticos dirigidos al
análisis y a la gestión de los factores causales de las emergencias y/o los desastres, lo
que incluye la reducción del grado de exposición a las amenazas, la disminución de la
vulnerabilidad de la población y la propiedad, una gestión sensata de los suelos y del
ambiente, y el mejoramiento de la preparación ante los eventos adversos.
Resiliencia: Capacidad de una comunidad, sociedad o ecosistema de absorber los
impactos negativos producidos, o de recuperarse, una vez que haya ocurrido una
emergencia y/o desastre. Permite el fortalecimiento a través de la adquisición de
experiencias, para disminuir la propia vulnerabilidad.
Respuesta: Conjunto de acciones llevadas a cabo ante la ocurrencia de una emergencia
y/o desastre, con el propósito de salvar vidas, reducir impactos en la salud, satisfacer las
necesidades básicas de subsistencia de la población afectada, salvaguardar bienes
materiales y preservar el ambiente.

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Rehabilitación: Conjunto de medidas y acciones destinadas a restablecer los servicios
básicos indispensables de la comunidad afectada por un evento adverso.
Riesgo: Probabilidad que una amenaza produzca daños al actuar sobre una población
vulnerable.
Sistema de Alerta Temprana: Mecanismo o herramienta de provisión y difusión de
información oportuna y eficaz previa a la manifestación de una amenaza, a cargo de
instituciones responsables identificadas, que permite la toma de decisiones.
Vulnerabilidad: Factor interno de una comunidad o sistema. Características de la
sociedad acorde a su contexto que la hacen susceptibles de sufrir un daño o pérdida
grave en caso de que se concrete una amenaza.

CLASIFICACIÓN DE LOS DESASTRES

Características de los desastres:


→ Situaciones graves y de magnitud
→ Causan muchos muertos y heridos
→ Requieren procedimientos inusuales
→ Exceden la respuesta local y regional
→ Tienen un elevado impacto psicosocial

La OMS (Organización Mundial de la Salud), clasifica los desastres en naturales y los


antiguamente llamados provocados por el hombre, hoy antrópicos o tecnológicos.

CLASIFICACIÓN DE LOS DESASTRES


Naturales Antrópicos o Tecnológicos
Tectónicos:
• Terremotos
• Tsunamis • Contaminaciones químicas
• Erupciones volcánicas • Intoxicaciones masivas
Meteorológicos: • Incendios
• Huracanes • Accidentes e incidentes en masa
• Sequías • Víctimas de violencia social
• Inundaciones • Explosiones y derrumbes
Topológicos:
• Avalanchas
• Deslizamientos

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Los fenómenos naturales, los causados por el hombre y el terrorismo abarcan el
espectro de posibles amenazas de desastre. Las armas de destrucción masiva (ADM),
que provocan gran cantidad de heridos y ambientes contaminados, pueden constituir el
máximo reto para todos.

Esta clasificación tiene algunas dificultades al tratar de aplicarla en toda su extensión, ya


que en muchas ocasiones se encuentra una interacción entre los fenómenos naturales y
la acción humana. Por ejemplo, un deslizamiento puede ser provocado por la erosión,
por fallas en la canalización de aguas, por asentamientos en zonas inestables, etc.

Otro criterio para la clasificación de las amenazas es tomando como referencia su forma
de aparición:

 Comienzo súbito o repentino, como el caso de los terremotos

 Comienzo lento, como las sequías

Los diferentes tipos de amenazas se plantean como eventos que pueden tener efectos
adversos y que, potencialmente, pueden convertirse en emergencia o llegar al extremo
de desastre.

DESASTRES NATURALES

Son aquellos que se producen por la


aparición de energía liberada por los
elementos de la naturaleza: agua,
tierra, aire y fuego.

Dependiendo del elemento detonante se


encontrarán distintas representaciones:

→ Agua: Inundaciones, crecidas


→ Tierra: Terremotos, sismos, hundimientos del terreno y corrimientos de tierra
→ Aire: Ciclones y huracanes
→ Fuego: Incendios provocados por rayo

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En algunas ocasiones, pueden aparecer la combinación de dos elementos a un tiempo
teniendo, como consecuencia: tsunami (tierra y agua), galerna (agua y aire), volcanes
(tierra y fuego), etc.

A pesar de las innovaciones


desarrolladas en nuestra época, y de
los medios a nuestro alcance
(satélites, estaciones meteorológicas,
pluviómetros, etc.) con los cuales se
pueden descifrar movimientos de
ciclones, huracanes, y la inminencia de
inundaciones, la imprevisibilidad es
el arma más dañina de estos
fenómenos y las consecuencias
devastadoras son muy diversas.

CATÁSTROFES TECNOLÓGICAS Y ACCIDENTALES

Son las motivadas por los recientes avances industriales y tecnológicos, producidos
principalmente en nuestra era.

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Este tipo de catástrofe se clasifica dependiendo de:

Los conocimientos que se tengan de los posibles riesgos.

Existen tres grupos:

→ Riesgos conocidos: Son los catalogados ya por el hombre y de los cuales se


conocen sus consecuencias.

→ Riesgos nuevos: Aquellos que se conocen parcialmente, pero se desconocen de


ellos las consecuencias totales que provocan.

→ Riesgos desconocidos: No se tiene idea alguna sobre las posibles consecuencias


de estos. Suelen producirse por la liberación descontrolada de gran cantidad de
energía bien sea térmica, mecánica, radioactiva y química y bacteriológica.

Según las circunstancias de aparición:

→ Accidentes de trabajo. .

→ Accidentes de tráfico (marítimo, aéreo,


carretera, ferroviario, etc.).

→ Deterioro accidental de obras públicas


(carreteras, puentes, puertos, etc.).

CATÁSTROFES CAUSADAS POR EL HOMBRE

Son desastres que ocurren en nuestra sociedad, ya sea de forma accidental, o bien
causados intencionadamente, y que tienen en común que la causa desencadenante es la
acción directa del hombre.

A diferencia de los naturales, estos aparecen de forma impredecible, por lo que se


convierten en los más destructivos. La actuación en este tipo de desastre se centra
principalmente en la vigilancia, preparación de los medios actuantes y en la respuesta
coordinada de los medios actuantes.

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Los motivos pueden ser muy diversos y se comentarán en comentar los más comunes:

→ El cambio climático: Hoy en día, es


vox populi la influencia y consecuencia
del cambio climático en nuestras vidas.
 La destrucción de grandes
extensiones boscosas.
 La urbanización.
 La industrialización.
 El uso de combustibles fósiles.
 Aumento del dióxido de carbono.

→ Bioterrorismo: Un ataque de bioterrorismo es la liberación deliberada de virus,


bacterias u otros gérmenes (agentes) que son utilizados para causar enfermedad o
muerte en las personas, animales o plantas. Estos agentes suelen encontrarse en la
naturaleza, pero es posible que puedan ser modificados para aumentar su capacidad de
causar enfermedades, que sean resistentes a los medicamentos actuales, o para
aumentar su capacidad de propagación en el medio ambiente.

→ Agentes químicos: Una


emergencia química se produce
cuando un producto químico
peligroso ha sido puesto en libertad
y tiene el potencial para perjudicar
la salud de las personas. Las
emisiones de sustancias químicas
pueden ser voluntarias, como es el
caso de los accidentes industriales,
o intencionadas, como es el caso
de los ataques terroristas.

→ Las pandemias y enfermedades: Epidemia que se ha extendido geográficamente,


desarrollándose en una región o incluso a nivel mundial.

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→ Radiaciones: La radiación es una forma de energía que está presente en todo que
nos rodea. Existen diferentes tipos de radiación, algunas de las cuales tienen más
energía que otras. Las cantidades de radiación liberadas en el medio ambiente se miden
en unidades llamadas curios. Sin
embargo, la dosis de radiación que recibe
una persona se mide en unidades
llamadas rem.

Uno de los principales problemas de las


radiaciones son los causados por los
ataques terroristas, que podría implicar la
introducción de material radioactivo en los
alimentos o en el suministro de agua.
También se conoce el uso de explosivos, como la dinamita, para la dispersión de
materiales radioactivos en polvo o gránulos, lo que se denomina como bomba sucia (dirty
bomb).

→ Guerras: Son sin lugar a duda, las


más letales de la historia. En la I
Guerra Mundial fallecieron más de
ocho millones de personas, mientras
que en la II Guerra Mundial, se
alcanzó la cifra de entre cincuenta y
sesenta millones. Dentro de este
grupo debemos señalar que en el
único ataque con armamento nuclear
de la historia (Hiroshima y Nagasaki) perdieron la vida 140.000 personas.

→ Terrorismo: Los terroristas han utilizado con frecuencia artefactos explosivos como
una de sus armas más comunes. Se puede comprobar la facilidad con la que se puede
encontrar en nuestra sociedad información para la fabricación de explosivos (libros,
internet, y otras fuentes de información).

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También cabe destacar la manejabilidad en su desplazamiento, no necesitan apenas
espacio y se pueden transportar fácilmente.

→ Sociales: Pueden ser de diversa índole y dentro ellas se encuentran:

 Pobreza: Crecimiento rápido de la población con pocos recursos. Más del 90 % de


la población se encuentra entre el 66% de la población en regiones pobres.
 Crecimiento rápido de la población con pocos recursos: En 1920 había 100 millones
de habitantes urbanos, hoy en día hay 25 ciudades con más de 10 millones de
habitantes.
 Desigualdad.

 Degradación ambiental.

 Falta de solidaridad.

 Comercio injusto.

 Represión política

 En ocasiones, cuando ocurre un desastre de cualquier índole, este se ve agravado


por las condiciones económicas o sociales de este país.

OBJETIVOS DURANTE EL DESASTRE

El principal objetivo de la respuesta a un IVM es disminuir la morbilidad (lesión y


enfermedad) y la mortalidad (decesos) causadas por desastres. Podemos nuclear los
objetivos en tres pilares fundamentales.

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→ Rescate y atención de los sobrevivientes.

→ Mantenimiento de los servicios básicos.

→ Recuperación y manejo de los cadáveres.

A diferencia del paciente de traumatología que tiene un periodo finito para su


presentación, tratamiento y
recuperación, la respuesta a un
desastre y la recuperación posterior
requieren tiempo, proceso que abarca
a múltiples agencias e incluye no solo
temas médicos y psicosociales, sino
también la recuperación de recursos de
salud pública, seguridad física y
sociológicos, así como de
infraestructura.

El ciclo del desastre

El ciclo de los desastres incluye diferentes etapas que se abordarán más adelante. Sin
embargo, para facilitar la comprensión, pueden resumirse en tres etapas:

→ Antes, cuando se tiene un período de calma o alerta, según el evento adverso que
se esté analizando
→ Durante, etapa que puede durar lapsos muy cortos o prolongados, en función de
las características de impacto del fenómeno.
→ Después, período en el cual se realizan actividades para recuperarse de las
consecuencias del desastre, que pueden ser a corto, medio o largo plazo.

Debido a que es difícil identificar el inicio y el fin de cada una de estas etapas, es
preferible hablar de las diferentes fases del ciclo de los desastres.

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1) El periodo de quietud o interdesastre representa el tiempo
transcurrido entre los desastres o IVM, durante el cual deben realizarse las
actividades de evaluación y mitigación del riesgo y la estructuración, el
estudio y la instauración de planes para la respuesta ante sucesos
similares.

2) La siguiente fase es la de pródromo (predesastre) o fase


precautoria. En este punto se identifica un suceso específico como inevitable, que
puede reflejar un trastorno climático natural (por ejemplo: un derrumbe inminente o
huracán) o el despliegue activo de una situación hostil y potencialmente violenta. Durante
este periodo pueden elegirse los pasos específicos para mitigar los efectos de los
sucesos en proceso. Estas maniobras defensivas pueden incluir reacciones como la
fortificación de estructuras físicas, el inicio de planes de evacuación y la movilización de
recursos de salud pública para estructurar una respuesta posterior al suceso. No
obstante, debe señalarse que no todos los incidentes tienen una fase precautoria. Por
ejemplo: un terremoto ocurre sin avisar.

3) La tercera fase es la de impacto (desastre propiamente dicho), o presentación del


suceso actual. Durante este periodo a menudo hay poco que pueda hacerse para
modificar el impacto o resultado de lo que ocurre.

4) La cuarta fase es la de rescate, urgencia o alivio, periodo inmediatamente posterior


al impacto y durante el cual ocurre la respuesta y la atención apropiadas que pueden
salvar vidas. En esta fase también se favorecen las destrezas de quienes responden
a urgencias médicas, los proveedores de atención prehospitalaria, equipos de rescate y
servicios de respaldo médico, para elevar al máximo el número de supervivientes.

5) La quinta fase es la de recuperación o reconstrucción,


durante la cual se utilizan los recursos de la comunidad
para recuperarse, salir del desastre y reconstruir mediante
los esfuerzos coordinados de la infraestructura médica, de
salud pública y comunitaria (física y política).

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Este periodo es, por mucho, el más prolongado, con duración de meses, y tal vez años,
antes de que la comunidad se recupere por completo.

La comprensión del ciclo del desastre permite que los


paramédicos valoren las preparaciones que se hicieron con
antelación a los posibles riesgos y sucesos que podrían
encontrarse en su comunidad.

La duración de cada fase del ciclo vital del desastre variará de acuerdo con la frecuencia
con que los incidentes se presentan en una comunidad determinada, su naturaleza y el
grado en que está preparada esa comunidad. Por ejemplo, el periodo de quietud en
algunas localidades puede ser en extremo prolongado (medido en años), en tanto que
en otras puede contabilizarse en meses. Un ejemplo específico es el de los huracanes.
Los estados del sureste de Estados Unidos se preparan cada año para los huracanes
durante un periodo de quietud entre sucesos de casi 6 a 8 meses. En contraste, aunque
el estado de Nueva Inglaterra ha sido lugar de origen de huracanes, se trata de un suceso
raro, con un periodo de quietud de años entre sus apariciones.

De manera similar, las fases de rescate y recuperación pueden variar de manera


significativa, lo que depende del incidente en particular. El rescate y la recuperación de
algo (como un avión que se estrelló) se medirá en horas o, a lo sumo, en días, en tanto
que el rescate y la recuperación de una inundación importante puede requerir semanas,
meses o más tiempo.

PREPARACIÓN PERSONAL

Así como es vital que cada comunidad y cada agencia realicen un proceso de planeación
exhaustivo con el fin de prepararse para enfrentar los retos de atender un desastre, cada
proveedor de atención prehospitalaria debe estar listo para enfrentar los múltiples
aspectos que puedan presentarse.

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Los proveedores de atención prehospitalaria deben tener una comprensión completa
previa de los innumerables riesgos potenciales que tal vez acompañen a la respuesta
ante un desastre o incidente real y estar preparados para tomar las medidas necesarias
para protegerse de dichos peligros. Se debe identificar y abordar con antelación temas
como el colapso de edificios, los incidentes de materiales peligrosos, armas de
destrucción masiva, y sus efectos sobre la atención, el equipo de protección personal y
el control total del incidente.

EQUIPOS DE PRIMEROS AUXILIOS

Ya se han visto, en el módulo Introducción a las


Emergencias y Primeros Auxilios, los elementos que
deben formar parte del equipo de primeros auxilios del
Paramédico. En una urgencia, un miembro de la familia
podría cortarse, quemarse o tener lesiones.

Un equipo de urgencia debe incluir lo siguiente:

→ Dos pares de guantes de látex, u otros, estériles (si alguien presenta alergia al
látex)

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→ Gasas estériles para contener una hemorragia
→ Jabón o agente limpiador y toallitas con antibiótico para desinfectar
→ Ungüento antibiótico para prevenir infecciones
→ Ungüento para quemaduras a fin de prevenir una infección
→ Vendas adhesivas de diversos tamaños
→ Solución para lavado ocular o uso como descontaminante general
→ Termómetro
→ Medicamentos de prescripción diaria, como insulina, medicamentos para el
corazón e inhaladores para el asma (revise periódicamente los medicamentos
para verificar las fechas de caducidad).
→ Provisiones médicas prescritas, como equipos de vigilancia de la glucosa o la
tensión arterial y sus provisiones

Otras cosas que podrían ser útiles incluyen:

→ Teléfono celular con cargador

→ Tijeras

→ Pinzas de depilar

→ Tubo de jalea de petrolato u otro lubricante

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→ Fármacos de venta libre:

 Ácido acetilsalicílico o analgésicos de otro tipo

 Antidiarreicos

 Antiácidos (para gastritis)

 Laxantes

ERRORES COMUNES DE LA RESPUESTA


ANTE UN DESASTRE

Numerosos estudios realizados después de identificar IVM significativos señalaron varias


desventajas consistentes en la respuesta médica a estos sucesos, que se mencionan
a continuación.

Preparación

Las destrezas funcionales reales para desastres durante las cuales las víctimas se
seleccionan, valoran, "tratan", transportan y siguen a través del sistema de respuesta
médica de urgencia hasta las puertas de un hospital en una forma real prueban de la
mejor manera la respuesta médica de urgencia que se requerirá. La capacidad de
proveer capacidad súbita (la capacidad de ampliar los servicios para cubrir un ingreso
súbito de pacientes) y para proveer personal numeroso, ambulancias y otros equipos
necesarios para las víctimas, debe abordarse de forma apropiada por toda la comunidad
de respuesta médica.

Desafortunadamente, pocas agencias han


probado una respuesta de capacidad súbita en
condiciones reales. Solo a través de las
destrezas en toda la comunidad, que impliquen
a múltiples agencias de SMU y servicios de
ambulancia, se puede evaluar el nivel real
de preparación para responderá un IVM en una
comunidad.
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Comunicaciones

Muchos sucesos han demostrado que la falta de un sistema de comunicación unificado


obstaculiza de manera significativa la capacidad de conformar una respuesta coordinada
ante un IVM. Los sistemas de comunicación individual son eficaces, pero depender de
un solo sistema para la comunicación está condenado al fracaso.

También la incapacidad de las agencias de policía, bomberos y SMU para comunicarse


entre sí, por diferentes tecnologías o frecuencias de radio, es una grave deficiencia que
aminora de forma considerable la capacidad de responder con eficacia a los IVM.

Es crucial contar con opciones múltiples de comunicación para asegurar que ésta sea
constante. Los siguientes dos principios son indispensables para mantener la capacidad
de comunicación:

Otro problema común es el uso de códigos como forma de comunicación breve.


Desafortunadamente, no hay un conjunto de códigos único acordado para todas las
agencias; por lo tanto, un mismo escenario puede reunir el trabajo de varias agencias,
todas utilizando códigos con la misma tecnología, pero significados diferentes. Es por
ello que SCI y NIMS recomiendan el uso del español simple durante un incidente para
evitar cualquier confusión de significado.

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Seguridad de la escena

La seguridad del escenario se ha vuelto un problema cada vez mayor en los IVM, y es
importante por los siguientes motivos:

La seguridad del escenario se


vuelve un reto significativo durante
un suceso de desastre porque, por
definición, todos los recursos
están al máximo de sus
capacidades y límites.

La coordinación con los líderes locales de aplicación de la ley es indispensable para que
la comunidad prehospitalaria y médica garantice que se dispondrá de seguridad.

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Asistencia por autodespacho

En muchos IVM, agencias de SMU y seguridad pública (así como los médicos de todo
tipo de respuesta) de comunidades adyacentes, e incluso distantes, han respondido al
escenario sin solicitud formal de ayuda de la jurisdicción impactada. Estos sujetos de
respuesta de urgencia autodespachados, aunque bien intencionados, a menudo solo
complican y confunden más una situación ya de por sí es caótica.

Con la asistencia por autodespacho, son imposibles los esfuerzos de rescate


coordinados, por la falta de participación en la estructura de dirección del incidente, y los
aspectos de comunicación a menudo se dificultan más por sistemas de radio
incompatibles que utilizan quienes responden a urgencias por autodespacho.

De manera ideal, las agencias de seguridad pública y SMU deben responder al sitio de
desastre solo si se les ha solicitado de forma específica hacerlo por la jurisdicción
encargada y el director de incidente.

Además, es en extremo útil controlar el acceso al escenario y establecer un área de


clasificación tan pronto como sea posible, a donde todas las unidades de respuesta y los
voluntarios se pueden dirigir para su acreditación y mejor incorporación a la respuesta
ante el incidente.

Suministros y recursos de equipamiento

Casi todas las agencias de SMU tienen planes para la utilización sistemática de las
provisiones, las que han conseguido con base en la demanda diaria esperada. Los
sucesos de gran magnitud consumirán pronto estos recursos y pueden alterar las líneas
de provisión convencionales. Por ello, es indispensable contar con un plan directo y de
respaldo para la reconstitución de las provisiones durante un desastre para el tratamiento
constante de las víctimas.

La agencia de SMU debe tener un plan para la restitución farmacéutica en el sitio.

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Falta de notificación a los hospitales

En la confusión de responder a un incidente con víctimas masivas (IVM) y evaluarlo, así


como en la ejecución de las múltiples tareas que deben realizarse en el inicio de una
respuesta médica prehospitalaria ante tal suceso, a menudo es fácil que las agencias de
SMU pasen por alto la necesidad de entrar en contacto con los hospitales y que estos
activen su plan interno de desastres. Numerosos sucesos reales han mostrado que a
menos que la notificación y activación de hospitales sea parte integral del plan de IVM
de la agencia de SMU, los hospitales pueden quedarse solos para descubrir que ocurrió
un incidente, ya sea cuando los pacientes se autotransportan e informan del suceso, o
cuando arriba la primera ambulancia a una instalación no preparada aún.

Es indispensable que las agencias de SMU incluyan una notificación hospitalaria como
parte de su plan para los incidentes con víctimas masivas (IVM), de manera que pueda
hacer la transición coordinada directa del campo al hospital donde se atenderán.

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Medios

Los medios a menudo se consideran una desventaja para el proceso físico y operativo
de la respuesta a los desastres. Sin embargo, se recomienda a las agencias de SMU
asociarse con los medios porque pueden ser un recurso durante la respuesta a un
desastre. Los medios pueden aportar auxilio para la diseminación de información
apropiada y precisa a la población general, dar instrucciones en lo referente a las
acciones que pueden tomar para mantener la seguridad personal y dónde comunicarse
para obtener información o reunirse con miembros de la familia, así como transmitir otra
información necesaria.

Es inevitable que los medios transmitan información pertinente al público, y los


proveedores de atención prehospitalaria que responden a las urgencias tienen la
responsabilidad de asociarse con los medios para asegurar que la información provista
sea oportuna y precisa, así como útil para el proceso de respuesta.

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26
UNIDAD 2
Manejo de
Incidentes con
Víctimas
Masivas (IVM)

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27
LOS INCIDENTES CON VÍCTIMAS MASIVAS (IVM)

La gravedad y diversidad de lesiones y enfermedades en un IVM, además del número


de heridos, son los factores principales para determinar si se requieren recursos y
asistencia externos para una comunidad afectada.

Los desastres complejos actuales, en especial aquellos que implican terrorismo y armas
de destrucción masiva (ADM [químico, biológico, radiológico o nuclear]), pueden dar
lugar a un ambiente de austeridad, en el que los recursos, las provisiones, el equipo, el
personal y el transporte son limitados, así como los aspectos físicos, políticos, sociales
y económicos.

Como resultado de esas limitaciones, se impondrán restricciones importantes a la


disponibilidad y adecuación de la atención inmediata para la población necesitada.

Los proveedores de atención prehospitalaria deben prever la realidad de que en tales


situaciones se modificará el grado de atención provisto al enfermo o lesionado, y no se
ofrecerán intervenciones que de manera regular se dan a todos los pacientes, sino solo
a aquellos que cumplan criterios específicos y que posiblemente sobrevivan.

29

28
Las actividades médicas de urgencia relacionadas con un IVM incluyen las siguientes:

→ Alerta: Situación de espera. Es la fase en la que los recursos están en actitud de


guardia, operativos, con la disponibilidad de equipamiento y personal adiestrado para
cualquier suceso. Operativos las 24 horas del día, los 365 días del año.

→ Alarma: Es la fase de la recepción, análisis y tratamiento de la llamada para la


posterior activación de los recursos y desplazamiento del equipo.

→ Aproximación: Durante el tiempo que transcurre hasta la llegada al lugar de


intervención se irá, en la medida de lo posible, completando la información, organizando
nuestro equipo individual y distribución de tareas entre los miembros del equipo. Se debe
considerar el acceso al lugar del siniestro por el camino más seguro y rápido.

→ Reconocimiento de la escena, zonificación y control: Es una de las fases de mayor


importancia en el suceso debido a que:

 En primer lugar, se va a ver la magnitud del suceso,


reconociendo la naturaleza del siniestro y los riesgos que
conlleva. Además, el tipo de siniestro nos dará una idea de las
lesiones predominantes y de la necesidad de recursos
necesarios.

 Para ello, se hará un recorrido perimetral a toda la superficie


afectada, balizando la zona y procediendo a una sectorización,
evitando así tanto perder víctimas como el acceso a
espectadores.

 Todo cambio o aspecto relevante será comunicado al centro coordinador.

→ Búsqueda y rescate: Implica el proceso de búsqueda sistemática de aquellos


individuos que han sido víctimas de un suceso y su rescate ante situaciones peligrosas.
Dependiendo de la situación, esto a menudo requiere el uso de equipos entrenados de
manera especial, en particular para aspectos de extracción.

→ Triage y estabilización inicial: Este proceso consiste en la evaluación y clasificación


sistemática de cada víctima de acuerdo con la gravedad de la lesión o enfermedad, y la
provisión de atención médica inicial para abordar problemas inmediatos que pongan en
riesgo la vida o una extremidad.

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29
→ Asistencia: Se realizarán las maniobras de soporte vital básicas y avanzadas
necesarias en la medida que nos permita la optimización de recursos, para garantizar la
supervivencia de los lesionados.

→ Estabilización: Medidas dirigidas a preparar al paciente para su posterior evacuación


hasta un centro idóneo.

→ Seguimiento de pacientes: Sistema por el cual los pacientes se identifican de manera


única y se vigilan durante su contacto inicial con las actividades de búsqueda y rescate,
evacuación, transporte y, finalmente, alta del tratamiento definitivo.

→ Evacuación: Consiste en transportar en el medio adecuado, con personal cualificado,


manteniendo los cuidados de manera ininterrumpida según requiera el nivel de gravedad,
hasta el hospital idóneo. La evacuación se realizará de manera ordenada, registrando la
salida de los recursos móviles con la identificación del paciente y registrando el hospital
de destino. Notificación al Centro Coordinador (CC).

→ Transferencia: Una vez en el hospital se transferirá al paciente informando, primero


verbalmente, la situación del mismo, añadiendo toda la información relevante en cuanto
al suceso, situación inicial del paciente, cuidados necesarios durante el traslado y
situación del mismo a la llegada al hospital. Se debe dejar constancia por escrito –historia
clínica– médica y de enfermería. Dar la finalización al CC (Centro Coordinador).

→ Tratamiento médico definitivo: Provisión de la atención médica específica necesaria


para tratar las lesiones únicas del paciente. Esta atención por lo general será provista en
hospitales; sin embargo, se puede recurrir a instalaciones alternas de atención en
presencia de sucesos mayores, o cuando los hospitales son insuficientes por las
numerosas víctimas o cuando han tenido un impacto y daño directo por el incidente.

→ Reactivación: Tanto el vehículo como el material quedarán totalmente operativos para


una nueva intervención, por lo que se limpiará, ordenará y repondrá lo necesario.

La finalización del suceso se dará cuando se haya comprobado que todas las víctimas
han sido evacuadas y la situación no presenta riesgos, la última palabra la tendrá el
Centro Coordinador (CC).

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Las preocupaciones de salud pública relacionadas con un IVM incluyen las siguientes:
→ Agua (garantía de una provisión de agua potable segura)

→ Alimentos (idealmente no perecederos y sin necesidad de refrigeración o cocción)

→ Albergue (un lugar para cubrirse, protegerse y refugiarse)

→ Saneamiento ambiental (protección del contacto con heces humanas y de


animales, residuos sólidos y aguas residuales)

→ Seguridad

→ Transporte

→ Comunicación (distribución de información a la población


afectada, incluida aquella acerca de enfermedades
transmisibles)

→ Enfermedades endémicas y epidémicas (las primeras son


aquellas que siempre están presentes en una región o población determinada, pero que
suelen presentarse con baja frecuencia; en tanto, las últimas se presentan y diseminan
de forma rápida en la población en riesgo.)

Ambas actividades de respuesta a desastres, médicas y de salud pública, son


coordinadas mediante una estructura organizacional: el sistema de mando ante
incidentes.

SISTEMA DE COMANDO DE INCIDENTES (SCI)

El Sistema de Comando de Incidentes (SCI) es la combinación de


instalaciones, equipamientos, personal, procedimientos y
comunicaciones, operando en una estructura organizacional común,
con la responsabilidad de administrar los recursos asignados para
lograr efectivamente los objetivos pertinentes a un evento, incidente u
operativo. El sistema de mando de incidentes define la cadena a través
de la cual se organiza y estructura la respuesta a un escenario y cómo
se lleva a cabo la comunicación.

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El SCI es la herramienta modelo para mando, control y coordinación. Se perfeccionó
para mitigar los fracasos recurrentes en respuesta a los desastres, que incluyen los
siguientes:
1) Uso de terminología no estándar por las agencias que responden.

2) Estructuras de mando no estándar, no integradas, de las agencias que responden

3) Carencia de la capacidad de expandirse y contraerse, según lo requiera la situación

4) Comunicaciones no estándar, no integradas

5) Carencia de planes de acción consolidados ante el incidente

6) Carencia de instalaciones designadas

Muchas organizaciones diferentes participan en la respuesta a un desastre. El


sistema de comando de incidentes (SCI) se creó para permitir que diferentes tipos de
agencias y múltiples jurisdicciones de agencias similares (bomberos, policía, SMU)
trabajen eficazmente de manera conjunta, mediante el uso de una estructura
organizacional y lenguaje comunes para mejorar la administración de la respuesta a un
desastre u otro incidente mayor.

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32
Los representantes de diversas agencias de respuesta por lo general se reunirán en un
sitio de comando del incidente para facilitar la comunicación entre las agencias y quienes
toman las decisiones, y trabajar juntos para unificar el proceso de comando.
El SCI reconoce que, independientemente de la naturaleza específica del incidente (de
policía, bomberos o médico), hay varias funciones que siempre deben realizarse. Está
siempre organizado alrededor de estas funciones necesarias, y sus componentes son:

DIRECCIÓN

PLANEACIÓN
SCI:
LOGÍSTICA Sistema de
OPERACIONES
comando de
incidentes
FINANZAS

El SCI ofrece una estructura de administración que coordina todos los recursos
disponibles para asegurar una respuesta eficaz.

Desde una perspectiva médica, varios principios importantes de SCI ayudarán durante
la respuesta a un IVM:

1) El SCI debe iniciarse de manera temprana, de preferencia quien responde a la


urgencia al arribar al escenario, antes de que el control del incidente se salga de control.

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2) Todos los incidentes, independientemente de su tamaño o complejidad, tendrán un
comando designado, que podría ser el primer proveedor de atención prehospitalaria
que responde, hasta ser relevado por alguna otra autoridad competente.

3) Integrantes médicos y de salud


pública, que a menudo trabajan de
manera independiente, necesitan
implementar la estructura de mando
de SCI y coordinar sus recursos para
responder de forma óptima ante un
IVM.

4) El uso del SCI permitirá la integración de la respuesta médica con la respuesta total
al incidente.

Terminología común

El SCI promueve el uso de terminología común, tanto dentro de una


organización como entre todas las agencias involucradas en los
incidentes de urgencia. La terminología común indica que cada palabra
tiene una sola definición, y no se usan dos que tengan la misma
definición para la atención de un incidente de urgencia.

Todos usan los mismos términos para comunicar los mismos


pensamientos, de manera que todos comprendan lo que significa. Cada tarea conlleva
un conjunto de responsabilidades, y todo individuo sabe quién es responsable de cada
obligación.

Comunicaciones integradas

Las comunicaciones integradas aseguran que en todo momento en una urgencia se


pueda tener comunicación tanto con supervisores como con subordinados.

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El SCI debe respaldar la comunicación ascendente y descendente para cada nivel de la
cadena de comando. Debe existir la capacidad de enviar de forma eficaz un mensaje en
el sistema desde el director hasta el nivel más bajo, y desde el nivel más bajo hasta el
nivel del director.

Planes de acción consolidadas en un incidente

Un SCI asegura que todos los participantes en el incidente sigan un plan central total.
Diferentes componentes de la organización pueden realizar funciones diversas, pero
todos los esfuerzos contribuyen a los mismos objetivos y metas. Todo lo que ocurre se
combina con todo lo demás. En incidentes más pequeños, el director desarrolla un plan
de acción y comunica las prioridades, los objetivos, las estrategias y las tácticas para la
atención del incidente a todas las unidades operativas. Los representantes de todas las
agencias participantes se reúnen de manera regular para perfeccionar y actualizar el
plan. En ambos incidentes, grandes y pequeños, las personas involucradas comprenden
cuáles son sus participaciones específicas y cómo se ajustan al plan global.

Instalaciones designadas para el incidente

Las instalaciones designadas para el incidente son localidades determinadas donde


siempre se realizan funciones específicas. Por ejemplo, el director siempre se basará en
el puesto de comando del incidente. El área de clasificación, la de rehabilitación, el punto
de acopio de víctimas, el área de tratamiento, la base de operaciones y el puerto para
helicópteros, son todas zonas designadas donde se realizan funciones particulares. Las
instalaciones requeridas para el incidente específico se establecen de acuerdo con el
plan predefinido de SCI.

Administración de los recursos

La administración de los recursos implica el uso de un sistema estándar de asignación


y seguimiento de los fondos involucrados en el incidente.

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El sistema de administración de recursos de SCI da seguimiento a las diversas
asignaciones de fondos. En incidentes a gran escala, las unidades móviles a menudo se
despachan a un área específica antes de ir directamente a la localización del incidente.
Se trata de un área de etapificación que corresponde a una localización cercana al
escenario del incidente donde se pueden mantener en reserva varias unidades, listas
para ser reasignadas en caso de ser necesario.

PELIGROSIDAD PARA LOS EQUIPOS DE RESCATE

Hasta fines del siglo pasado, cuando se evaluaba la situación, la escena y la seguridad,
se hablaba de “escenario seguro”; y si el mismo no cumplía con la total certeza de
seguridad, los rescatadores no ingresaban al mismo.

A partir del año 2001, luego del atentado al World Trade Center en Nueva York, no se
habla más de “escenario seguro” sino de “administración del riesgo”, el cual está
conformado por las amenazas y la vulnerabilidad. La administración del riesgo apunta
a reducir las amenazas externas y la vulnerabilidad la amenaza interna o propia del
individuo mediante la capacitación, el entrenamiento y la prevención. “La seguridad
más segura es dudar”, expresa un pensamiento de Simón Bolívar, en el cual se basan
“LOS 4 NO” de la escena:

NO te NO
precipites supongas
nada

NO pruebes, NO te
comas, huelas conviertas en
ni toques nada una víctima

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¡CUIDADO!
• Si el rescatador se convierte en víctima, el que fracasó es el sistema; es
por ello que el manejo seguro de cadáveres resulta un pilar fundamental en
caso de catástrofes y desastres.

SERVICIO MÉDICO DE URGENCIA (SMU)

La respuesta eficaz a un IVM depende del inicio de una serie de acciones, que
combinadas ayudan a disminuir al mínimo la morbilidad y mortalidad de las víctimas del
suceso. Aunque estas acciones se discutirán en forma secuencial en esta sección del
manual, es importante recordar que durante el desastre real muchas de las acciones se
ejecutarán de manera simultánea.

Respuesta inicial

El paso inicial es la notificación y activación del sistema de respuesta del Servicio


Médico de Urgencia (SMU), que suele hacerse por testigos del suceso, que llaman al
centro de despacho de urgencias local en busca de respuesta por las agencias de policía,
bomberos y medicina de urgencia apropiadas.

Los primeros proveedores de atención prehospitalaria en arribar al escenario tienen


varias funciones importantes que cumplir y que establecerán el escenario para toda la
respuesta médica de urgencia ante el incidente. De importancia máxima, estas acciones
no incluyen iniciar la atención de los pacientes más gravemente lesionados, como
ocurriría en casi todas las situaciones diferentes a un IVM. Antes de iniciar el proceso de
provisión de la asistencia médica de urgencia, los primeros proveedores de atención
prehospitalaria deben dedicar tiempo a realizar una evaluación total del escenario.

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37
Las metas de dicha evaluación son:

 Valorar cualquier riesgo

 Calcular el número potencial de muertes

 Determinar qué recursos médicos adicionales se requerirán en el escenario

 Evaluar si se requerirá equipo o personal especializado, como equipos de


búsqueda y rescate

 De acuerdo con la gravedad del incidente, determinar la posibilidad de un


dispositivo secundario lesivo para quienes responden a la urgencia.

Una vez que concluye esta evaluación, el siguiente


paso es comunicar el resultado total al centro de
despacho, donde se pueden realizar el proceso
de adquisición y el envío de los recursos
necesarios.

Después, los proveedores de atención prehospitalaria deben identificar los sitios


apropiados para realizar la selección, colectar los cuerpos de personas sin vida y
registrar las ambulancias que ingresan, así como el personal y las provisiones, de
manera que no impidan el ingreso o egreso rápido, o expongan recursos de respuesta a
los riesgos potenciales del suceso. Además de proveer la respuesta médica de urgencia
en el escenario del desastre, es indispensable que se notifique a los posibles hospitales
receptores en la comunidad, de manera que puedan activar sus planes de desastre para
prepararse a recibir víctimas.

Las agencias de SMU deben recordar que el componente de la respuesta al


desastre es el primer vínculo en la cadena total de atención médica para un
paciente involucrado, y que son los encargados de notificar y activar los demás
componentes del sistema de atención de la salud.

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38
BÚSQUEDA Y RESCATE

En este punto puede empezar el proceso de inicio de la atención de pacientes en el


escenario. Por lo general, esto se hará con un esfuerzo de búsqueda y rescate para
identificar y evacuar víctimas del sitio de impacto a un sitio más seguro.

La población local cerca de un sitio de desastre, así como los sobrevivientes mismos, a
menudo constituyen el recurso inmediato de búsqueda y rescate, y pueden empezar a
buscar a las víctimas antes del arribo de cualquier personal de salud pública. La
experiencia ha demostrado que la comunidad local responderá a un sitio de desastre y
empezará el proceso de auxilio a las víctimas.

Muchos países y comunidades han desarrollado equipos especializados de búsqueda


y rescate formales como parte integral de sus planes de
respuesta nacional y local ante los desastres. Los
miembros de estos equipos reciben entrenamiento
especializado en ambientes de espacio confinado y se
activan, según sea necesario, para un suceso particular.

Estas unidades de búsqueda y rescate en general incluyen las siguientes:

→ Grupo de especialistas de Medicina.

→Técnicos especialistas conocedores de materiales peligrosos, ingeniería


estructural, operación de equipos pesados, y métodos de búsqueda y rescate (por
ejemplo, equipo de audición, cámaras remotas).

→ Perros entrenados y sus manejadores.

Las compañías constructoras locales


pueden proveer recursos de búsqueda y
rescate valiosos, tales como equipo,
herramientas y tablones, que se pueden
usar en el sitio del desastre para ayudar a
retirar detritos pesados.

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39
TRIAGE

Triage es un término que tiene origen francés (del verbo trier, que significa cribar u
ordenar) y se entiende como “el proceso de categorización de lesionados basado en
la urgencia de sus lesiones y la posibilidad de supervivencia”, diferente al criterio
de atención en condiciones normales, en las que el lesionado más grave tiene prioridad
sin tener en cuenta el pronóstico inmediato o a largo plazo.

En otras palabras, el triage es la


selección de víctimas en un evento,
con el fin de brindar inmediata
atención a aquellas que necesitan
TRIAGE:
intervenciones de salvataje, y diferir la
es la selección de
asistencia de las que no presentan
víctimas en un evento y
lesiones potencialmente letales, o son
brindar inmediata atención
no recuperables.
a aquellas que necesitan
intervenciones de El principal objetivo es garantizar la
salvataje supervivencia del mayor número de
afectados.

La lista de objetivos que se pretende cubrir ante este proceso de categorización son
principalmente:

1) Actuación lo más rápida posible en el lugar de los hechos.

2) Clasificación y atención a los heridos más graves con maniobras salvatorias, rápidas
y sencillas, que, de no ser así, morirían en los primeros momentos (vía aérea, dificultad
respiratoria y hemorragias).

3) Control del flujo y distribución de las víctimas según la prioridad de cada una.

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40
4) Discernir rápidamente entre pacientes críticos y pacientes que no lo son (amenazas
para la vida son hemorragia, asfixia y shock).

5) Aplicación de medidas diagnósticas y terapéuticas si procede.

6) A la hora de priorizar considerar que salvar una vida tiene preferencia sobre salvar
un miembro, y la función sobre el defecto anatómico.

7) Documentar a las víctimas (datos de filiación, lesiones, prioridad, atención recibida).

El triage pretende obtener lo mejor para el mayor número de víctimas, por lo que
las decisiones a tomar son especialmente complejas y difíciles, requiriendo a veces que
algunos pacientes con lesiones letales sean diferidos. Este concepto puede ser mal
interpretado al momento de establecer responsabilidades legales, ya que la figura del
“abandono de persona” y “omisión de auxilio” puede confundir a quienes desconozcan
los principios de aplicación.

Conforme se identifican y evacúan los pacientes, son llevados a un sitio de selección


donde pueden ser examinados y recibir una asignación de categoría.

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41
Es importante seguir los principios básicos para realizar cualquier triage:

→ Debe ser personalizado, es decir, ha de realizarse de individuo a individuo.

→ Evitar evacuaciones indiscriminadas.

→ Nunca retener a una víctima para realizar un tratamiento más completo.

→ Nunca evacuar en sentido retrógrado.

→ Se realizará triage en cada punto de la cadena asistencial (triage 1º, 2º y 3º).

→ El triage se realizará en función del número de pacientes, de la distancia a los centros


asistenciales, del número de medios de transporte y de la capacidad asistencial de la
zona.
→ Debe ser rápido, para no retrasar la atención de las víctimas que esperan su turno.
Nunca se retomará una víctima ya clasificada y estabilizada demorando su evacuación.

Los tiempos estimados para clasificar a una víctima en función de la gravedad y sus
posibilidades, son:

 30 segundos para clasificar una víctima como muerta.


 1 minuto para clasificar una víctima como leve.
 3 minutos para clasificar una víctima como grave o muy grave.

→ Completa, ninguna víctima debe evacuarse antes de ser clasificada, con las
excepciones de oscuridad, condiciones meteorológicas adversas, o existencia de riesgo
potencial importante.

Además, hay que tener en cuenta los tres elementos básicos para
atender a las víctimas:

1) Inspección: Localización e identificación grosera del paciente, signos


vitales, nivel de conciencia, respiración y movimientos espontáneos.

2) Evaluación: Valoración hemodinámica sencilla y del patrón


respiratorio.

3) Decisión terapéutica: Qué hacer con el paciente, quién lo ha de hacer


y dónde se hará.

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42
Niveles de Triage

Los distintos niveles en los que debe ser realizado el triage vienen determinados en
función de la disponibilidad de los recursos en el lugar del incidente y de la red de
instituciones prestadoras de servicios en la zona y proximidades.

Generalmente existen tres niveles en los que se debe hacer triage.

Nivel I (Primer Triage o Triage Primario)


Se realiza en la zona de impacto. Es una clasificación en función de la necesidad de
tratamiento médico inmediato, rápido y sencillo, en el que la primera actividad que se
realiza es la de obtener una visión general de la magnitud de la emergencia y la
necesidad de recursos extras.

Durante el triage primario se persiguen los siguientes objetivos:

Hacer una evaluación diagnóstica inicial de los


lesionados

Prestar auxilio inmediato a los que presenten


compromiso vital para la vida del lesionado.

Clasificar los lesionados de acuerdo con la evaluación


inicial de sus lesiones y asignarles una prioridad.

Trasladar los lesionados al centro de atención y


clasificación de heridos más cercanos y/o idóneo

El procedimiento de triage inicial es el primer filtro en el flujo de los lesionados, lo


cual puede evitar mediante una adecuada clasificación, la “inundación” y probable
bloqueo de los siguientes niveles de atención.

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43
El personal de socorro que llega al sitio de la emergencia define, entre las personas de
mayor experiencia, al responsable del triage primario, quien después de establecer el
criterio de clasificación de cada lesionado, procede a realizar el “tagging” o rotulado. Sus
compañeros lo acompañan para llenar la información inicial de la tarjeta e iniciar de
inmediato la atención de los lesionados que requieran maniobras básicas salvadoras, y
preparar la evacuación en orden de prioridades. La severidad del criterio de clasificación
será directamente proporcional a la magnitud del evento.

¡IMPORTANTE!
El triage primario clasifica según la necesidad de tratamiento médico y
de traslado al puesto médico avanzado (PMA).
Es el primer filtro de lesionados y es fundamental para no bloquear
los siguientes niveles de atención.

Nivel II (Segundo Triage o Triage Secundario)


Se realiza en el Puesto Médico Avanzado (PMA) o Centro de Atención y Clasificación de
Heridos (CACH). Es una clasificación basada en la urgencia de evacuación para el
tratamiento definitivo. El responsable de este nivel de triage debe ser un médico o
enfermera con amplio criterio y experiencia en el manejo de los diferentes tipos de
traumatismo.

Durante el triage secundario se persiguen los siguientes objetivos:


→ Revisar la prioridad de los lesionados provenientes de la zona
de impacto, y evaluar su estado clínico.
→ Estabilizar a los lesionados de acuerdo con la valoración clínica.
→ Brindar tratamiento prehospitalario a los lesionados que no
requieren atención institucional.
→ Trasladar a los lesionados hacia las unidades hospitalarias de
acuerdo con la prioridad asignada y la complejidad de cada
institución.
→ Llevar un registro colectivo adecuado de todos los casos
atendidos.

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44
El procedimiento de triage secundario es el siguiente filtro en el flujo de los lesionados,
lo cual puede evitar el bloqueo de los hospitales, siendo éste el objetivo más importante
de todo el proceso de atención de lesionado

¡IMPORTANTE!
El triage secundario priorizará en función de la necesidad de
evacuación del paciente para realizar tratamiento definitivo

Nivel III de Triage (Triage Terciario u Hospitalario)


Se realiza a nivel hospitalario, en aquellas unidades de salud a las que son remitidos
los lesionados (generalmente hospitales con especialidades en cirugía y traumatología).
La responsabilidad de este triage debe ser, preferentemente, de un médico con
experiencia en el campo de la traumatología, entrenado en el triage, informado de la
magnitud del evento y con conocimiento claro de los esquemas habituales de atención
de emergencias, tanto a nivel extra como intrahospitalario.

Los objetivos del triage terciario son:


→ Revisar la prioridad de los lesionados
provenientes de la zona de impacto y del PMA y
evaluar su estado clínico.
→ Estabilizar los lesionados de acuerdo con la
valoración clínica.
→ Brindar tratamiento hospitalario a los
lesionados.
→ Planear la utilización racional de quirófanos,
servicios de rayos X, banco de sangre y laboratorio,
así como del recurso humano.
→ Trasladar los lesionados hacia otras unidades hospitalarias teniendo en cuenta la
racionalización de recursos según la complejidad de cada institución.

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45
→ Hacer un registro colectivo adecuado de todos los casos atendidos.

Por último, y dependiendo de la complejidad de la lesión que el paciente presente, se


puede realizar un traslado interhospitalario, con el fin de ubicar al paciente en el
hospital más idóneo para dar tratamiento definitivo a sus lesiones.

Metodologías

Existen varias metodologías diferentes para evaluar y asignar la categoría de selección.


La primera implica una evaluación rápida del estado fisiológico y mental. Este proceso de
triage se conoce como algoritmo de selección START (del inglés simple triage and rapid
treatment: selección simple y tratamiento rápido). En este sistema se valora el estado
respiratorio, de perfusión y mental del paciente para anticipar el transporte inicial a
instalaciones de atención definitiva.

Por otra parte, en un esfuerzo por proveer una guía nacional y dar uniformidad al proceso
de selección, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en Estados Unidos
crearon un grupo de expertos multidisciplinarios para desarrollar un sistema de triage
basado en el contexto, ahora conocido como SALT. Este sistema de triage implica
escoger al paciente con base en su capacidad de moverse, su necesidad de
intervenciones que salven su vida, realizar tales intervenciones, así como su tratamiento
y transporte.

Independientemente del método de triage utilizado, todos los sistemas clasifican a los
pacientes en una de las siguientes categorías que indican la gravedad de la lesión.

→ COLOR ROJO: Pacientes de máxima prioridad, aquellos con lesiones críticas, pero
de posible supervivencia, necesitan atención inmediata.

→ COLOR AMARILLO: Aquellos con lesiones moderadas que pueden de forma


potencial tolerar un retraso breve en su atención se clasifican como diferidos.

→ COLOR VERDE: Quienes presentan lesiones relativamente menores, a menudo


conocidos como "lesionados ambulantes", se clasifican como víctimas de atención
mínima.

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→ COLOR AZUL (O GRIS): Moribundos o agónicos. Presentan lesiones incompatibles
con la vida: fractura craneal con pérdida de masa encefálica, estallido torácico, rotura de
grandes vasos, estallido abdominal, gran quemado >50% SCQ (superficie corporal
quemada).
→ COLOR NEGRO: Los pacientes que expiraron en el escenario o cuyas lesiones son
tan graves que su muerte es inminente o posible, se clasifican como con deceso o
expectantes, respectivamente, y se señalan con color negro.

Cabe destacar que en el método de triage CRAMP se le asigna el color negro a los
pacientes agónicos o sin posibilidades de sobrevida, dejando el color blanco para las
víctimas que expiraron en escena.

Es digno de mención que en algunos sistemas de triage, en particular SALT, se separan


de forma específica aquellos pacientes clasificados como mortalmente heridos de
quienes ya están muertos, con codificación en color gris, de los expectantes.

Todos los códigos de color mencionados anteriormente se basan en "etiquetas de


desastre", que se usan en el escenario y se aplican al paciente una vez que ha sido
seleccionado.

El código de color provee una referencia visual inmediata de la categoría de


selección del paciente.

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En algunos sistemas de triage también se usa un sistema de clasificación donde los
pacientes para atención inmediata, diferida, mínima, muertos o expectantes, se envían
a las clases I, II, III y IV, respectivamente.

Es importante que todo este personal de triage tenga en mente que debe evitar la
tentación de omitirla para tratar a un paciente lesionado de manera grave que
encuentren. Como se mencionó antes, el principio primario involucrado en el abordaje
de un IVM es hacer el mayor bien a la mayoría de las personas. Durante esta fase de
selección inicial, las intervenciones médicas se limitan a las acciones que se hacen de
forma fácil y rápida, y que no requieren una labor intensiva.

En general, esto significa hacer solo los procedimientos, como obtener una vía aérea
permeable en forma manual, la descompresión del tórax con una aguja, la administración
de un antídoto químico y el control de una hemorragia externa. Intervenciones como
ventilación con bolsa y mascarilla y compresión cerrada del tórax implican el uso de
personal especializado, y no se realizan.

Una vez que se ha seleccionado a los pacientes, son llevados a puntos de reunión de
víctimas, de acuerdo con su prioridad de atención. De manera específica, todos aquellos
de atención inmediata (rojo) se agrupan, al igual que los diferidos (amarillo) y de atención
mínima (verde). Los puntos de reunión de víctimas deben localizarse lo más cerca
posible del sitio del desastre para que puedan ser trasladadas de forma fácil o para
recibir tratamiento rápido, pero bastante lejos del sitio de impacto para protegerlas de
cualquier riesgo en proceso.

Entre las consideraciones importantes se incluyen las siguientes (referidas al punto de


reunión de víctimas):

→ Proximidad al sitio del desastre.

→ Seguridad respecto de riesgos, pendientes y viento ascendente desde ambientes


contaminados.

→ Protección de las condiciones climáticas (cuando sea posible).

→ Fácil visibilidad de las víctimas del desastre y el personal asignado.

→ Vías de entrada y salida convenientes para la evacuación por aire, tierra y agua.

→ Distancia segura de los vapores del escape de las ambulancias.


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Conforme llega el personal médico y recursos adicionales, y se encuentran
disponibles en el escenario, se provee atención médica e intervenciones en los
puntos de reunión de víctimas, de acuerdo con su prioridad de selección. Estas son
localidades apropiadas a las que los médicos que responden al escenario pueden
asignarse para examinar y tratar de manera adicional a los pacientes lesionados.

Finalmente, conforme se dispone de recursos de


transporte, los pacientes son enviados para su atención
definitiva, de acuerdo con su prioridad de selección. Los
pacientes de atención inmediata no se mantienen en el
escenario para la provisión de atención médica adicional si
se dispone de transporte.
Deben hacerse las intervenciones médicas necesarias
durante el transporte a las instalaciones de atención
definitiva.

Debido a las lesiones críticas visibles, quienes responden ante una urgencia tienden a
enviar pacientes individuales para transporte inmediato, y los transportan evitando el
proceso de triage. Esta tendencia debe evitarse, de manera que todas las víctimas
puedan evaluarse, a fin de tratar primero a aquellas cuya vida corre mayor riesgo, y
proveer la mejor atención para la mayoría. Sin embargo, evadir el proceso de triage está
indicado en ciertas circunstancias, entre las que se encuentran:

 Riesgo, como en un mal clima.

 Oscuridad potencial inminente sin capacidad de recursos de iluminación.


 Riesgo continuo de lesión como resultado de sucesos naturales o no naturales.
 Nula disponibilidad inmediata de instalaciones u oficial de triage.
 Cualquier situación táctica en el escenario de aplicación de la ley, donde las
víctimas son retiradas rápidamente del sitio de impacto hacia el punto de reunión
para su transporte.

Por último, el triage no es un proceso estático, sino dinámico y constante. Una vez
que se valore y clasifique a un paciente, éste no conserva su categoría para el resto de
su atención.
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En su lugar, conforme sus condiciones cambian, puede también hacerlo su categoría de
triage. Por ejemplo, un paciente con una herida importante de extremidad y hemorragia
puede de manera inicial ser clasificado como de atención inmediata; sin embargo,
después de que se aplica presión a la herida y se controla la hemorragia, puede
reclasificarse como de atención diferida.

De manera alternativa, un paciente que en principio fue clasificado como de atención


inmediata pudiese deteriorarse y después reclasificarse como expectante.

Debe hacerse la reclasificación en el escenario mientras los pacientes esperan


recursos de transporte. Además, dichos pacientes serán objeto de nueva selección al
arribar al hospital de destino, así como de priorización para intervención quirúrgica.

Método START

Su objetivo es realizar una rápida catalogación cromática de todas las víctimas. La realiza
el personal con mayor experiencia y se lleva a cabo en el área que se destine para el
triage, situándose en una zona "segura" para los equipos de rescate dentro de la zona
caliente. Aquí se aplica este método (al igual que el SHORT) como herramienta de
clasificación (primer triage). Desde aquí, se trasladarán las víctimas hacia el área de
concentración de víctimas o ACV (en la zona fría) para la segunda clasificación.

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Durante este proceso se procederá a la asignación cromática de cada paciente a través
de las tarjetas (Tagging) o dispositivo alternativo y se realizarán únicamente gestos
salvadores.

Procedimiento:

Método SHORT

El objetivo del método SHORT, como triage inicial extrahospitalario, ha sido simplificar y
protocolizar la labor inicial de rescate, principalmente utilizado por personal de rescate,
salvamento, seguridad y personal no sanitario como primeros intervinientes en el
incidente.
Estudios comparativos han determinado una sensibilidad y especificidad cercanas al
100%, resultando muy útil y rápido para discriminar a las víctimas más graves en el
momento inicial.

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Las letras del acrónimo SHORT representan las iniciales de los pasos a seguir:

S Sale caminando

H Habla sin dificultad

O Obedece órdenes sencillas

R Respira

T Taponar hemorragia

Método CRAMP

El sistema de clasificación de víctimas CRAMP es un método más complejo que los


desarrollados anteriormente. Requiere más tiempo para llevarlo a cabo e involucra más
elementos a tener en cuenta para poder evaluar a las víctimas (mientras los demás se
hacen en cuestión de segundos, este método reviste hasta 2 minutos por paciente). Por
ser más complejo, es necesario que se lleve a cabo en una zona donde el personal que
lo realiza no corra peligro de vida. Es por esto que se lleva a cabo dentro de la zona verde
o fría, como puerta de entrada en el ACV (Área de Concentración de Víctimas) que
desarrollaremos más adelante.

En este sistema, de contemplan cinco elementos a evaluar:

 C: Sistema circulatorio

 R: Sistema respiratorio

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 A: Estado del abdomen

 M: Respuesta motora

 P: Respuesta mediante palabras

A cada uno de estos “ítems” a valorar se le agrega una puntuación que del 2 a 0 según
haya o no respuesta. La puntuación máxima será de 10 y la mínima de 0. Según los puntos
obtenidos, se le asignará un color al paciente y este representará su prioridad de traslado.

Tarjetas de triage

Una vez estudiados los distintos tipos de triage, hay que saber que existen instrumentos
útiles para realizar dicha clasificación de víctimas; estos consisten en el uso de las tarjetas
de triage. Ayudan el propósito de inspeccionar, evaluar y tomar decisiones sabiendo que
si se usan de forma adecuada el tratamiento de los heridos será justificado respecto a los
recursos que se tienen. De esta forma, los heridos más graves con pocas posibilidades
de supervivencia utilizarán menos recursos que aquellos que tengan más posibilidades.

Se debe tener en cuenta que los heridos que ya estén clasificados o triados, no volverán
a serlo hasta una segunda fase, en el ACV donde se ubica el puesto médico de avanzada,
evitando el flujo retrógrado de los pacientes y, por tanto, la pérdida de tiempo que
supondría la doble o triple clasificación de un mismo paciente por diferentes triadores, en
el que caso que los hubiera.

Las tarjetas de triage que se deben utilizar tanto para catástrofes como para IVM no son
universales, y dependiendo de la ciudad, del país e incluso del continente en el que se
esté, se podrán hallar distintos diseños.

La generalidad mantiene algunos puntos en común:

1) Códigos de barras. En la mayoría de ellas se pueden localizar tanto en zonas


móviles como en las fijas para poder identificar al paciente. En argentina, estas
poseen un número de serie

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2) Espacio para la filiación y antecedentes personales.

3) Diagrama del cuerpo humano para apuntar la localización de las heridas.

4) Solapas desprendibles codificadas por colores, símbolos y/o palabras descriptivas


de la prioridad que indican.

5) Zona en donde rellenar las constantes vitales, vía, hora y medicación


administrada.

METTAG (Medical Emergency Triage Tag)

Fueron desarrolladas en los años ‘70 con el objetivo de aumentar el ratio de supervivencia
de las víctimas y desde entonces han sido las más utilizadas por diferentes servicios de
urgencias y emergencias. Son fáciles de usar por utilizar símbolos, que no requieren
conocer ningún idioma en concreto.

Se componen de dos caras:

Cara anterior:

El número impreso en el extremo superior derecho de la tarjeta se corresponde con los


números foliados, marcados en dos tiras troqueladas superiores, indicando estos números
al paciente lesionado. Los mismos quedarán registrados en la hoja de distribución de
lesionados que se confeccionará en el mismo sitio del desastre o accidente.

La primera tira troquelada, representada por una cruz, corresponde al puesto de mando
avanzado o al jefe de triage. Mientras que la segunda tira troquelada, representada con
una ambulancia, corresponde al móvil que realizará el traslado del paciente.

Posteriormente se encuentra un rectángulo donde se detallan nombre y sexo del


lesionado, edad (si se pudiera determinar) lugar donde sucedió el desastre o el accidente,
la fecha y hora de ocurrido el mismo, y si fuera factible el teléfono del lesionado o de un
familiar.

Seguidamente se halla la escala de CRAMP (Circulación-Respiración-Abdomen-Motor-


Palabra) modificada, método funcional para la categorización del lesionado que basa su
funcionamiento en la valoración de cinco parámetros relacionados con las constantes
vitales, la cual deberá ser llenada con una cruz en cada uno de los cinco ítems que la

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constituyen, siendo el puntaje total obtenido el que asignara la prioridad inicial en el
extremo inferior cromático de la tarjeta.

El rectángulo siguiente permite consignar las modificaciones ocurridas en el puntaje de la


escala de CRAMP la hora en que estas ocurrieron, tanto durante el traslado o durante la
realización del triage hospitalario. El valor de ese puntaje deberá ser escrito en los
espacios del color correspondiente.

Además, se agregará un espacio


intermedio para el caso de una segunda
valoración durante el traslado o en el
centro asistencial.

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Cara posterior:

Sobre el esquema del cuerpo humano se


indicarán las lesiones principales que
pongan en peligro la vida del lesionado (en
caso de quemaduras se consignará la
extensión y su porcentaje).

Luego se presenta un recuadro donde se


informará el destino del paciente, qué
servicio lo traslada, número de móvil,
persona a cargo del mismo y hora de llegada
al centro asistencial.

El siguiente recuadro informa acerca de la


hora, terapéutica suministrada y nombre de
quien la efectúo.

En el extremo inferior, tanto de su cara


anterior como la de la posterior, la tarjeta
posee unas tiras troqueladas de colores, las
cuales corresponden a la prioridad inicial
asignada. A saber:

 La tira negra presenta los valores


del CRAMP 0-1 y el dibujo de una
espada, correspondiendo a un paciente moribundo.

 La tira roja presenta los valores del CRAMP 2-6 y una liebre, indicando urgencia
en el traslado al centro asistencial.

 La tira amarilla exhibe los valores del CRAMP 7-8 y una tortuga, que indica la
necesidad de traslado a un centro asistencial, con ausencia de lesión grave que
comprometa la vida en ese momento.

 La tira verde tiene impresos los valores del CRAMP 9-10 y una ambulancia
tachada, que indica que el paciente no requiere ser trasladado, y que debe ser
evacuado o retirarse por sus propios medios al finalizar las acciones en el lugar.

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 El paciente fallecido será identificado por la ausencia total de las tiras de colores,
retirándose todas las tiras, incluida la negra.

La tira que tendrá validez es la última de la tarjeta, ello significa que si está completa,
incluida la tira verde, es porque el paciente responde a esa condición, si la verde está
cortada y la última es la amarilla, esta es la que tiene validez y así sucesivamente.

Tarjeta SMART

Es un desplegable en el que las caras visibles


están rotuladas con un número de prioridad y
teñidas con su color correspondiente, mientras
que las caras posteriores están dispuestas en:

1: Filiación del paciente y antecedentes


personales de interés.

2: Un sumatorio compuesto por la Escala de


Coma de Glasgow, la frecuencia
respiratoria y la tensión arterial sistólica que da como resultado una cifra que se
corresponde con la prioridad que se le debe dar al paciente.

3: Un diagrama del cuerpo humano, las lesiones más importantes y un espacio para
el tratamiento y constantes vitales.

Para realizar el triage se introduce el desplegable en una bolsa de plástico transparente


quedando visible solo la cara coloreada con su prioridad correspondiente.

Algunas organizaciones sanitarias y de seguridad modifican estas tarjetas de triage


adaptándolas a sus propias necesidades y características, y asociando al uso de estas
tarjetas otros métodos clasificatorios como pinzas de colores, tarjetas de colores,
imperdibles de colores, o rotuladores de tinta indeleble.

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ORGANIZACIÓN DEL ÁREA DE CATÁSTROFES:
ZONAS DE CONTROL

En toda gran emergencia, en la cual se vean implicadas un importante número de víctimas,


resulta primordial la zonificación o sectorización del área de incidente, con el objetivo
fundamental de organizar el área de asistencia.

Podremos encontrar tres áreas delimitadas de acción:

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 Zona roja, caliente o de salvamento:

 Es el área de impacto o zona de riesgo, en la cual se originó el siniestro.

 De acceso restringido, exclusivo de los equipos de rescate y salvamento


(Bomberos), dado que su personal cuenta con los elementos y el adiestramiento
indispensable para manejar los distintos peligros que esta área implica.

 El personal de cualquier otra institución No Ingresará a la Zona Roja sin la


autorización de Bomberos y según requerimientos. En caso de hacerlo, lo hará
con el equipo de protección personal necesario.

 Zona amarilla, templada o de socorro:

 Es el área donde se estima que las condiciones de riesgo son menores para los
distintos equipos que trabajan en la emergencia.

 Según el tipo de incidente y previa evaluación y autorización de Bomberos,


podrá ingresar a esta zona todo aquel personal requerido, siempre que lo haga
con medidas de protección personal.

 En caso de ser un evento que involucre materiales peligrosos, esta zona será
de primordial delimitación.

 Será montada aquí, el área de descontaminación (diferenciada para víctimas,


personal y equipos).

 La acción de descontaminación se llevará a cabo por personal capacitado


(brigadas especializadas en materiales peligrosos) provistos de sus propios
equipos de protección persona.

 Zona verde, fría o base:

 Ubicada fuera de límites externos, es el área donde no existirían riesgos para el


personal que actué en el evento.

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 El acceso a esta zona es exclusivo de los equipos y personal de asistencia
médica (Puesto Médico Avanzado), de coordinación de las acciones (Puesto de
Mando Avanzado) y personal de la noria de Ambulancias.

 Puesto de Mando avanzado:

 Se encarga de coordinar las acciones en el área o zona del evento adverso.

 Está conformado por integrantes de las distintas instituciones que actúan en


emergencia, siento los miembros de mayor jerarquía presentes.

 Cuenta con un coordinador del puesto de mando, oficial de bomberos, oficial de


la policía, funcionario de salud del puesto de mando (estos últimos tres
coordinan y representan a sus respectivos equipos).

 Puesto médico avanzado (ACV):

 Tiene como finalidad, asegurar un nivel adecuado en el tratamiento de las


víctimas, así como la correcta utilización de los recursos sanitarios. Cuenta con
los siguientes componentes:

 Coordinador/encargadodel ACV. Supervisa el triage y la estabilización de las


victimas dentro del ACV. Establece la organización interna. Asegura el flujo
eficaz de las víctimas. Asegura disponibilidad de recursos y suministros.
Organiza los traslados de cada paciente

 Oficial/líder de triage. Recibe las víctimas en la entrada al ACV, las examina y


evalúa a cada una de las mismas, asignándole un color según su estado clínico,
según método CRAMP:

 Rojo: Tratamiento médico-quirúrgico urgente, estabilización inmediata y


traslado al centro hospitalario.

 Amarillo: Vigilancia directa, tratamiento médico-quirúrgico diferido,


estabilización y tratamiento en cuanto sea posible.

 Verde: Tratamiento ambulatorio o ningún tratamiento.

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 Negro: Paciente aún con vida, pero sin posibilidades de sobrevida. Mal
llamado “moribundo”.

 Blanco: Paciente fallecido.

 Sublíder de triage (administrativo de triage). Registra a cada víctima que


ingresa en el ACV (nombre o número de tarjeta, posible edad, sexo, hora de
ingreso y categoría asignada).

 Líder de equipo rojo y amarillo. Recibe los pacientes remitidos al área, los
evalúa e instaura las medidas de estabilización necesarias. Continúa la vigilancia
de los mismos. Asigna prioridades de traslado y solicita evacuación de los
mismos.

 Lides de evacuación. Recibe las víctimas que serán evacuadas. Verifica su


estabilidad y la seguridad de los elementos usados en la víctima. Mantiene en
observación a la misma hasta la llegada del vehículo de emergencia asignado.
Informa al coordinador del ACV.

 Sublíder de evacuación (administrativo de evacuación). Registra a cada


víctima que sale del ACV (nombre o número de tarjeta de identificación, categoría,
hora de salida, número y empresa del vehículo-ambulancia asignado, destino).

 Líder de transporte.
Coordina y supervisa
el transporte de las
víctimas identificando
las rutas de acceso y
traslado a un corredor
sanitario. Asigna
vehículo de traslado
según necesidades
del paciente.

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¿Cómo y quién organiza esta estructura?

La entidad primera en llegar al sitio, será la que tome el comando de la situación y quien
establezca un perímetro de seguridad provisorio y realizará su trabajo hasta la llegada de
las otras instituciones, limitándose solamente a su especialidad.

Ni bien se logre conformar el Puesto de Comando (PC) será este quien constituirá
físicamente el límite externo de la zona roja (100 metros de perímetro inicial de seguridad).
Seguido del perímetro de la zona amarilla, de 100 metros también (en caso de ser
necesario). Esto se extenderá según necesidades evaluadas por bomberos.

EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL

Cuando se responde a sucesos de armas de destrucción masica (ADM), agentes


biológicos y agentes químicos es necesario usar el equipo de protección personal
apropiado (PPA).

Los requerimientos del PPA pueden variar desde el uniforme diario estándar hasta un
traje completamente encapsulado con aparato de respiración autocontenida (ARAC), lo
que dependerá del agente específico involucrado, el grado de entrenamiento del
proveedor de atención prehospitalaria y su participación específica.
Este equipo está diseñado para proteger a quien responde a una urgencia de la
exposición a los agentes causales por la provisión de grados definidos de protección de
las vías respiratorias, la piel y las membranas mucosas. Cuando en el escenario hay
sustancias peligrosas de cualquier tipo, el PPA se describe en general en los siguientes
términos:

→ Nivel A. Ofrece la más alta protección al sistema respiratorio y a la piel.


El aparato respiratorio se protege con un ARAC o un respirador con suministro de aire
(RSA), que aporta aire bajo presión positiva a quien responde a la urgencia.
Es una barrera resistente a sustancias químicas que encapsula por completo al usuario
protege su piel y membranas mucosas. Se requiere tiempo considerable para vestirse
con esta indumentaria, lo que retrasa la capacidad de acceso y ayuda a los pacientes.

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Es indispensable la paciencia de parte del proveedor de cuidados prehospitalarios que
responde a este tipo de sucesos. El tiempo que un individuo entrenado en la respuesta
a urgencias puede pasar en la protección de nivel A también es limitado, tanto por la
provisión de aire disponible como por la acumulación de calor y humedad dentro del traje.

→ Nivel B. El aparato
respiratorio se protege de la
misma forma que en la
protección de nivel A, con aire
provisto a presión positiva. La
indumentaria no encapsulada
resistente a productos
químicos, incluidos trajes,
guantes y botas, que provee protección solo para salpicaduras, resguarda la piel y las
membranas mucosas.

Se provee la máxima protección a las vías respiratorias, y en menor grado a la


piel. A semejanza de la protección de nivel A, la de nivel B requiere tiempo para iniciarse
y retirarse, y el tiempo laboral dentro del traje es limitado.

→ Nivel C: Se protege el aparato


respiratorio mediante un respirador con
purificación de aire (RPA), que puede ser
eléctrico (RPAE), el cual hace pasar el
aire ambiental a través de un filtro en
cartucho y lo retoma bajo presión positiva
a una mascarilla facial o campana, o un
RPA sin energía eléctrica, que depende
del usuario para llevar aire ambiental a
través de un filtro en cartucho para la respiración a través de una mascarilla ajustada de
manera apropiada. La protección de la piel es la misma que en el nivel B.

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→ Nivel D: En el nivel D se provee protección respiratoria y cutánea mínima. La
indumentaria de trabajo usual (por ejemplo: uniforme estándar para quien responde a la
urgencia), también puede incluir bata, guantes y mascarilla quirúrgica.

Podría concluirse que la mejor postura de salvaguardia para un proveedor de atención


prehospitalaria es responder siempre con el más alto nivel de protección, el A,
independientemente de la amenaza. No obstante, esto no es una respuesta razonable.

La protección de nivel A es problemática, ya que a menudo dificulta realizar las tareas


manuales. Se requieren entrenamiento y experiencia significativos cuando se utiliza un
ARAC. Esta protección de nivel A pone al usuario en riesgo de estrés por calor y
agotamiento físico. Además, puede dificultar la comunicación entre quienes responden a
la urgencia y las víctimas. Se debe seleccionar un EPP apropiado con base en la amenaza
supuesta, el grado de entrenamiento y las responsabilidades operativas del proveedor
de atención prehospitalaria. Es de gran importancia que el proveedor de atención
prehospitalaria esté entrenado y tenga práctica en el uso de los EPP seleccionados.

LA DESCONTAMINACIÓN

La descontaminación es una consideración importante en todos


los desastres que implican materiales peligrosos y armas de
destrucción masiva (ADM). Los sucesos de terrorismo con su
gran número de víctimas, sustancias desconocidas y multitud de
"individuos en buen estado" aumentan de manera significativa
la posibilidad de víctimas contaminadas o que de forma
potencial lo están. Como regla general, los pacientes transportados por ambulancia
deben descontaminarse antes de su envío, para evitar contaminar los SU que los reciben.

Principios de la descontaminación

La descontaminación tiene como finalidad la eliminación o neutralización de una


sustancia peligrosa, ya sea de materiales, seres vivos o del ambiente.

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Con ella, se conseguirá limitar la exposición del personal afectado por un agente NBQ
(nuclear, biológicos, químicos) y, por tanto, el agravamiento de su cuadro clínico y evitar
la transferencia o traspaso de la misma tanto al personal sanitario que atiende a los
afectados como a los distintos materiales utilizados en la asistencia, incluidos los medios
de evacuación.

Se debe recordar que en este apartado solo


se hace referencia a las instalaciones en las
que se lleva a cabo la descontaminación de
personal afectado. Sin embargo, también se
deberá descontaminar el personal
interviniente (que entra en la zona caliente).
La descontaminación se llevará a cabo en
instalaciones de distinto tipo, pero cuya
base es la misma, el lavado.

Tanto los pacientes como los proveedores de cuidados prehospitalarios pueden requerir
la descontaminación después de la exposición a agentes que tal vez conlleven un riesgo
para la salud. Estos individuos deben ser objeto de procedimientos de descontaminación
en un área designada ex profeso en el terreno. Por lo general, las áreas de
descontaminación se ubican en alto con respecto al viento y por arriba de la zona
afectada, cuando las condiciones lo permiten. La exposición solo a vapores o gases no
requiere descontaminación para prevenir una contaminación secundaria, aunque tienen
que retirarse las ropas de la víctima.

La descontaminación es un proceso en dos pasos que implica:

1) Retirar de toda ropa, artículos de joyería y zapatos, y colocar todo en una bolsa,
etiquetar y asegurar para su identificación posterior. Estos artículos pueden servir como
prueba en la investigación del incidente, y quizá se devuelvan al propietario si se
descontaminan de manera exitosa. El simple acto de retirar las ropas logra eliminar de
70 a 90% de la contaminación. Cualquier residuo contaminante sólido tiene que retirarse
de forma cuidadosa por cepillado y si existiera contaminación por líquido, también debe
eliminarse.

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2) Lavar las superficies cutáneas con agua sola o mezclada con un detergente
suave para asegurar el retiro de todas las sustancias. Evitar el uso de detergentes
duros o soluciones blanqueadoras sobre la piel. La afección química o física de la piel
puede contribuir a una mayor absorción del agente tóxico. Cuando se hace el lavado,
deben recibir especial atención los pliegues cutáneos, axilas, ingles, nalgas y pies, donde
se pueden alojar los contaminantes y pasar inadvertidos.

La descontaminación debe hacerse en una forma sistemática para evitar pasar por alto
áreas contaminadas de la piel. Los lentes de contacto se deben retirar de los ojos para
irrigar las membranas mucosas con abundante cantidad de agua o solución salina, en
especial si el paciente presenta síntomas. Los pacientes ambulatorios deben ser capaces
de realizar su propia descontaminación bajo la instrucción de los proveedores de
atención prehospitalaria.

Los pacientes no ambulatorios requieren asistencia de quienes responden a las


urgencias equipados de forma apropiada con PPA para descontaminarlos sobre sus
camillas.

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La descontaminación rápida puede estar justificada en un esfuerzo por aminorar el
tiempo de la exposición a diversas sustancias que ponen en riesgo la vida. Todos los
proveedores de atención prehospitalaria requieren conocer un procedimiento de
descontaminación apresurado, que se puede ejecutar incluso antes del arribo del equipo
formal de materiales peligrosos/descontaminación, para disminuir al mínimo el tiempo de
exposición tanto de los pacientes y como de quienes responden a la urgencia.

Cuando se planea y organiza un área de descontaminación, los aspectos que deben


considerarse incluyen:

Ofrecer privacidad para hombres y mujeres que sea necesario


desnudar.

Contar con agua tibia disponible cuando sea posible, para irrigación
y baño de regadera.

Proveer un sustituto adecuado de la ropa al concluir la


descontaminación.

Asegurar a las víctimas que sus pertenencias personales estarán


seguras hasta que se decida su destino final, con respecto a
regresárselas o desecharlas, si es necesario.

Colectar efluentes, si es práctico.

Después de que se ha descontaminado a la víctima debe contarse con un método en el


lugar para la documentación de que se realizó el proceso. En este punto no se libera
a la víctima, sino que se mantiene en observación durante algún tiempo para indagar si
aparecen o reaparecen los signos de toxicidad, lo que indicaría un retiro incompleto del
agente causal y la necesidad de repetir el lavado y el tratamiento.

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UNIDAD 3
Respuesta
psicológica a los
desastres

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68
El trauma psicológico y otras secuelas psicológicas adversas son frecuentemente efectos
secundarios de sucesos como desastres naturales y los no intencionales causados por
los seres humanos. En contraste, uno de los objetivos del terrorismo es infringir dolor
psicológico, traumas y desequilibrio. Mantener una buena salud mental es tan importante
como conservar la buena salud física para todos aquellos que responden a urgencias.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DESASTRES


QUE AFECTAN LA SALUD MENTAL

No todos los desastres tienen el mismo grado de impacto psicológico. Entre las
características de aquellos que parecen tener el impacto más
significativo en la salud mental se incluyen:

→ Poca o ninguna nota precautoria

→ Amenaza grave de la seguridad del personal

→ Efectos potenciales para la salud desconocidos

→ Duración incierta del suceso

→ Error humano o intento malicioso

→ Simbolismo relacionado con objetivo terrorista

FACTORES QUE IMPACTAN


EN LA RESPUESTA PSICOLÓGICA

Todo individuo que experimenta un desastre, ya sea como víctima o como respuesta a
la urgencia, es afectado en alguna forma. Afortunadamente, esto no significa que la
mayoría presentará un trastorno de salud mental. Más bien, indica que todos los
individuos afectados, tanto víctimas como quienes responden a la urgencia, presentarán
algún tipo de respuesta psicológica y emocional al suceso, y en algunos casos puede
constituir el fin de una carrera.

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De manera similar, hay reacciones
tanto individuales como colectivas
que interactúan entre sí conforme
los individuos y las comunidades
se recuperan de estos sucesos
extraordinarios.

Entre los factores que afectan la


respuesta individual a los
desastres se encuentran los siguientes:

→ Estado de salud disminuido antes o debido al desastre

→ Magnitud de la pérdida

→ Antecedente de traumas

→ Proximidad física y psicológica al suceso

→ Exposición a situaciones horripilantes o grotescas

Los factores que impactan en la respuesta colectiva a los traumas incluyen:

→ Grado de alteración de la comunidad

→ Estabilidad familiar y comunitaria antes del desastre

→ Liderazgo comunitario

→ Sensibilidad cultural de los esfuerzos de recuperación

SECUELAS PSICOLÓGICAS DE LOS DESASTRES

Las respuestas psicológicas después de un desastre varían mucho, desde las de estrés
leve hasta el trastorno de estrés postraumático (TEPT) manifiesto, la depresión mayor
y el trastorno de estrés agudo.

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70
El TEPT es un estado de salud mental resultado de la exposición a un suceso horroroso
o aterrorizante que lleva a recuerdos del incidente, pesadillas, ansiedad e ideas
incontrolables acerca de este. Aunque muchas personas pueden mostrar signos de
estrés psicológico, relativamente pocos (por lo general del 15 al 25%) de los impactados
de manera más directa, desarrollarán después un trastorno mental diagnosticable.

INTERVENCIONES

Varias acciones relativamente simples pueden ayudar a los individuos a disminuir al


mínimo los efectos psicológicos de un suceso y a regresar a su actividad normal.

→ Los individuos deben regresar a sus actividades normales tan pronto como sea
posible.

→ En personas sin diagnóstico de trastorno mental, es útil proveer materiales de


instrucción que les ayuden a comprender lo que ellos y sus familias están
experimentando.

→ Debe proveerse asesoramiento para las crisis, seguido por envío al especialista
cuando está indicado un tratamiento.

→ Cuando se diagnostica un trastorno mental, las intervenciones terapéuticas


pueden ser útiles, incluyendo tratamiento cognitivo-conductual y medicamentos
psiquiátricos.

ESTRÉS DE QUIEN RESPONDE A LAS URGENCIAS

Quienes responden a las urgencias también pueden volverse víctimas secundarias del
estrés y otras secuelas psicológicas. Esas consecuencias pueden afectar de manera
adversa su funcionamiento durante y después de un suceso. Pueden también tener un
impacto adverso en su bienestar personal y sus relaciones familiares y laborales. El
personal supervisor y los colegas deberán alertar de la aparición de manifestaciones de
estrés o alteración psicológica en aquellos individuos involucrados en la respuesta a un
incidente.
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71
A menudo se usan varias estrategias
de intervención en un esfuerzo por
ayudar a prevenir y controlar el estrés
después de un incidente. Las mismas
Incluyen sesiones de interrogatorio,
inactivación y control de la ira. De
manera colectiva, estos procesos
reciben la denominación de manejo
del estrés por incidentes críticos
(MEIC).
En años recientes se ha cuestionado la utilidad del MEIC, en particular en casos donde
ha sido intervención obligatoria por quienes responden a las urgencias. Se puede ofrecer
MEIC como una opción a aquellos que responden a las urgencias y sienten la necesidad
de participar, pero no debería ser obligatorio para todos.

Signos de estrés en los trabajadores

Algunos signos comunes de estrés en quienes responden a las urgencias incluyen


elementos fisiológicos, emocionales, cognitivos y conductuales.

Signos fisiológicos

→ Fatiga, incluso después de descansar


→ Náusea
→ Temblores motores finos
→ Tics
→ Parestesias
→ Mareo
→ Alteración gastrointestinal
→ Palpitaciones cardiacas
→ Sensaciones de ahogamiento o sofocación

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Signos emocionales
→ Ansiedad
→ Irritabilidad
→ Sensación de inutilidad
→ Previsión no realista de daño a sí mismo o a otros

Signos cognitivos
→ Pérdida de la memoria
→ Dificultades para la toma de decisiones
→ Anomia (imposibilidad de nombrar objetos comunes o personas conocidas)
→ Problemas de concentración o distracción
→ Disminución del rango de atención
→ Dificultades de cálculo

Signos conductuales
→ Insomnio
→ Hipervigilancia
→ Llanto fácil
→ Humor inapropiado
→ Conducta ritual

Control del estrés

Las siguientes intervenciones pueden ayudar a disminuir el estrés:

→ Exposición limitada a estímulos traumáticos


→ Horas de operación razonables
→ Reposo y sueño adecuados
→ Alimentación adecuada
→ Programa regular de ejercicio
→ Tiempo de privacidad
→ Comunicación con alguien que comprenda el tema
→ Vigilancia de signos de estrés
→ Criterio de valoración de la afección identificable

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73
UNIDAD 4
Manejo de
cadáveres en
desastres, cólera y
otras infecciones

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74
El manejo seguro de cadáveres se ha convertido en un desafío para la Tanatología
(tanatos: muerte, logos: estudio). La manipulación de cuerpos y restos humanos
requiere de conocimientos y un entrenamiento específico, a fin de no producir los dos
tipos de contaminaciones indeseados
con la manipulación de fallecidos: la
contaminación de las muestras en
caso de estudio científico y técnico-
pericial de los muertos, y la
contaminación del personal por
inadecuada o inadvertida manipulación
de cadáveres.

En algunos municipios y zonas del país puede no contarse con los recursos
institucionales y profesionales especializados para el manejo de cadáveres en una
situación de emergencia o desastre, por lo cual es posible que se deba identificar la
institución apropiada para ejercer la coordinación, asignando a una persona el rol de
conducción, para que sirva como coordinador local con plena autoridad y responsabilidad
en el manejo de los cadáveres.

En Argentina, la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias, dependiente del


Ministerio de Salud de la Nación, se apoya en las Direcciones provinciales de
Emergencia para realizar la gestión local del manejo de cadáveres en situaciones de
desastre, aportando recursos físicos y humanos: formación de coordinadores sanitarios
en desastres, información para el control de gestión de las emergencias y desastres,
capacitación permanente, insumos y equipamiento. Todo ello, con el objeto de reducir la
improvisación y en definitiva alejar las sombras del fracaso.

OBJETIVOS

→ Definir la muerte, tipos de muerte, criterios para la identificación e individualización


de cadáveres.

→ Establecer las acciones y responsabilidades en el diagnóstico y certificación de


muerte.
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75
→ Definir las acciones a cumplir con fallecidos, sean víctimas únicas, múltiples y
muertes masivas.

→ Determinar las acciones a realizar con cadáveres y restos humanos durante un


desastre.

→ Organizar las tareas a realizar en caso de desastres con sobrevivientes y triage


de cadáveres en forma segura.

→ Aportar herramientas útiles de trabajo para la etapa de clasificación,


individualización e identificación de cadáveres.

→ Contribuir en el manejo tanatológico con técnicas de conservación y enterramiento


seguro de cadáveres, en situación de enfermedades tanato-transmisibles.

→ Asegurar el manejo digno de restos mortales.

→ Identificar los riesgos de manipular muertos y restos humanos en casos


individuales, múltiples y masivos.

→ Difundir las medidas de bioseguridad para el manejo de cadáveres


internacionalmente aceptadas.

→ Establecer normas de profilaxis para quienes contacten fallecidos, en relación a


enfermedades tanato-transmisibles.

→ Exponer la Tanatolegislación vigente en Argentina para el manejo de cadáveres,


con el Derecho internacional comparado.

→ Aportar herramientas para la difusión de información en caso de desastres.

DEFINICIÓN Y TIPOS DE MUERTE

Definimos a la muerte (según Bichat) como la detención total e irreversible de la función


neurológica, cardiovascular y respiratoria.

La muerte es un proceso y no un suceso; se encuentra precedida por un periodo de


duración variable llamado “agonía” (del griego agonos: consumirse), en el cual se

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76
observa un estado físico del moribundo caracterizado por un cuadro clínico constituido
por uno o más de uno de los siguientes signos: hipotermia, deshidratación, cambios
respiratorios, arritmias auriculares y ventriculares, movimientos automáticos y/o cambios
en la conciencia.

De acuerdo al tipo de muerte y las circunstancias que la precedan, el proceso agónico


tendrá mayor o menor expresión. Según la etiología, la muerte puede ser natural o
violenta. Según el modo de aparición, las muertes naturales pueden ser súbitas,
inesperadas, imprevistas o previsibles.

La muerte natural es aquella causada por procesos biológicos


propios de los seres humanos (neoplasias, hemorragias, infecciones,
senectud).

La muerte violenta es aquella que se produce por circunstancias


ajenas al estado biológico del individuo, incluyendo al suicidio, homicidio
y accidente, siendo esta última la muerte en la cual hay un hecho que
no ha podido ser previsto, o que previsto no ha podido evitarse.

La muerte súbita es materia de discusión científica mundial,


tratando los expertos de ponerse de acuerdo en los tiempos y
condiciones necesarias para encuadrar en la misma.

En cuanto a la muerte súbita, la definición médicolegal aceptada en Argentina, y a la


cual adherimos, se encuadra en la línea de pensamiento de la Cátedra de Medicina
Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires: “La muerte súbita

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77
es la muerte que se produce dentro de la hora de aparición de los signos o síntomas
en individuos que presentaban buena salud, o que siendo portadores de alguna
patología idónea para llevarlo a la muerte, la misma era ignorada por el fallecido y sus
familiares”. Prof. Dr. José A. Patitó, 2000.

El primer acto formal luego de la muerte es su proclamación o


declaración. La proclamación consiste en el reconocimiento
público y formal del fallecimiento de una persona. La
proclamación de la muerte se hace por parte de los médicos
tratantes en aquellas personas hospitalizadas o bajo atención
médica y solo requiere la comprobación misma de la muerte, por
diversos medios, la identidad de la persona fallecida y la
verificación de la fecha y hora de la muerte.

En personas no hospitalizadas ni bajo tratamiento médico, son las


autoridades de Policía y Judiciales, mediante la inspección del
cadáver, las encargadas de proclamar la muerte; o el primer oficial
respondiente en el nuevo sistema penal, al rendir su informe sobre
actuación en la escena de los hechos. Igual que en el caso de los
pacientes hospitalarios, solo se requiere verificar la ocurrencia
misma de la muerte, el lugar del hecho, la identidad del fallecido y
la fecha y hora del fallecimiento.

En caso de desastres, el gran número de fallecidos suele producirse por trauma, o sea
muertes violentas, sorprendiendo la muerte al individuo en forma inesperada y en las
condiciones de salud o enfermedad que, en ese momento presente, muchas veces sin
idoneidad para producir la muerte de no haberse producido el hecho catastrófico. Por
ello, el fallecido puede ser portador de las enfermedades que lo
acompañaron en vida, las cuales serán de menor o mayor
relevancia luego de la muerte, debiendo ser consideradas por
quienes deban manipular los cadáveres, teniendo en cuenta que
las mismas podrán mantener su poder infectante para el caso de
infecciones (bacterias, virus, hongos y parásios), o su poder
contaminante, para el caso de intoxicaciones (plaguicidas, gases,

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78
metales y venenos), si se presentan en el cadáver las condiciones apropiadas de
temperatura, humedad, reservorios y preservación.

DIAGNÓSTICO Y CERTIFICACIÓN DE MUERTE

El diagnóstico de muerte lo puede realizar cualquier persona entrenada a tal fin:


médicos, paramédicos, personal de seguridad y/o civiles. Cualquier animal adiestrado
para ello y/o cualquier instrumental construido con ese propósito. La certificación de la
muerte, solo la realiza un médico matriculado. (Ley 17132, art. 17 y 19, inc. 8).

La escena o lugar del hecho donde se produjo la muerte, es el ámbito donde se puede
obtener una evidencia; por ello, la escena o los escenarios son múltiples, y a fin de
preservar el lugar de los hechos y cuidar a quienes deban circular por el mismo, cabe
recordar un aforismo romano que dice: “Mínima mutatio facti, mutat totum jus”, (Una
mínima mutación del hecho puede cambiar totalmente el derecho); debiendo ser
interpretado como que “Un mínimo cambio en la escena puede modificar la interpretación
de los hechos”.

En tal sentido, antes de ingresar a un escenario donde pueda haber víctimas


sobrevivientes y muertos, se debe tener en cuenta diez preguntas a responder:

1) ¿Cuáles fueron los mecanismos desencadenantes?


2) ¿Puedo llegar?
3) ¿Es posible el control de las vías de acceso?
4) ¿Por qué ocurrió?
5) ¿Hay otros riesgos?
6) ¿Cuál es el número de víctimas?
7) ¿Cuántas están graves y cuántas están muertas?
8) ¿Cómo llego a los pacientes con el equipo y transporte?
9) ¿Cómo traslado a las víctimas al hospital adecuado?
10) ¿A quién le comunico lo que está ocurriendo?

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Objetivos en la escena

En situación de desastre, donde la presencia de cadáveres sea una posibilidad, el equipo


de rescate debe tener en claro los siguientes objetivos, con el fin de preservar la
integridad de quienes acuden al rescate, del mismo modo que quienes necesitan el
auxilio:
→ Evaluar la situación

→ Evaluar la seguridad

→ Definir las zonas de acceso

→ Definir las áreas de trabajo

→ Coordinar la búsqueda y rescate

→ Brindar asistencia médica en el escenario

→ Realizar las comunicaciones

→ Manejar la información

→ Lograr una evacuación controlada

El cumplimiento de los objetivos en el manejo de cadáveres requiere de una tarea


conjunta de equipos de trabajo, que en forma coordinada cumplan sus roles en las
distintas etapas de la gestión de cadáveres, cuando las víctimas sean múltiples y los
escenarios complejos.

En el lugar de los hechos deberán actuar en forma coordinada: Defensa Civil, sistemas
médicos, Cuerpos de rescate, Policía, Bomberos, Fuerzas de seguridad y Cruz
Roja.

Durante la etapa de individualización e identificación deberán actuar en forma coordinada:


Policía y Cuerpos Forenses.

En la etapa de disposición final deberán actuar en forma coordinada: El Estado, los


cementerios, las funerarias y las distintas confesiones.

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En todos los casos de gestión de cadáveres en desastres, cuando la respuesta local se
vea superada por la demanda, acudirá en apoyo la respuesta regional, nacional e
internacional, de ser necesario, respetando jurisdicciones y de acuerdo a los convenios
marco de ayuda humanitaria internacionales. Para ello, deberá haber siempre una
institución coordinadora, capaz de desarrollar las siguientes funciones:

→ Ejercer liderazgo efectivo

→ Reunir representantes de todos los organismos

→ Determinar prioridades

→ Manejar de la información

→ Lograr uniformidad de procedimientos

La institución coordinadora del manejo de cadáveres deberá estar capacitada para


desarrollar un plan estratégico que incluya:

→ Recursos: humanos, financieros, logísticos y materiales.

→ Identificar los posibles escenarios de la emergencia.

→ Planificar las características generales de la respuesta administrativa.

→ Mantener en forma continuada la difusión del plan.

→ Capacitar al personal para mitigar los desastres (simulaciones y simulacros).

→ Manejar la información mediante un centro unificado de información: hacia la


comunidad y hacia los medios de comunicación, nacionales e internacionales.

La búsqueda de información para comunicación deberá incluir los


siguientes datos:

→ Del lugar del hecho y sus riesgos


→ Condiciones meteorológicas reinantes
→ Tipo de hecho y peligros potenciales
→ Número de víctimas fatales
→ Estado de los cuerpos
→ Tiempo estimado en realizar el levantamiento
→ Recolección de información de las víctimas
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En todos los casos, la información debería brindarse en forma clara, ordenada,
sistemática e ilustrada, respetando los secretos de sumario, las autorizaciones de
familiares y víctimas, los derechos personalísimos y las buenas costumbres. Además, la
información no puede ser dada por cualquier persona, en general deben comunicar
aquellos más capacitados, que no necesariamente son las máximas autoridades, sino
quienes estas designen, para que el público y los periodistas los identifiquen como los
voceros capaces de informar lo más apegados a la verdad histórica, recordando que no
es bueno restringir información respecto de una tragedia. La restricción de información
fomenta la desconfianza en la población, creando conductas violentas.

OBJETIVOS DEL ESTUDIO DE CADÁVERES


EN LA ESCENA

Los cuerpos de rescate y periciales que actúen en escenarios donde se haya confirmado
la presencia de fallecidos, deberán tener en cuenta los siguientes objetivos de trabajo:

→ Asegurar el diagnóstico de muerte.

→ Identificar el lugar donde se produjeron las lesiones y el de la muerte.

→ Comprobar si el cuerpo fue movido después de la muerte.

→ Formular una valoración preliminar del origen y causa de la muerte.

→ Formular una valoración preliminar de la data de la muerte.

→ Tomar los elementos del cadáver que pueden perderse durante el transporte.
→ Formular una valoración preliminar de la secuencia de los hechos que
condujeron a la muerte.

El estudio de la escena lo hacen los cuerpos periciales, para conocer lo que han visto y
hecho quienes le han precedido, evitando la contaminación de la misma y asegurando
que se cumpla una cadena de custodia fiable del lugar de los hechos, tras el examen
del cadáver y su entorno. “Los restos microscópicos que cubren nuestra ropa y nuestros
cuerpos son testigos mudos, seguros y fieles, de nuestros movimientos y de nuestros
encuentros”. Edmond Locard (1923).
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En una situación de desastre es probable que la muerte sea diagnosticada y certificada.

Pero las circunstancias de


tiempo, espacio y lugar generan
la disyuntiva sobre la
Debe aclararse que no es tarea del proveedor de movilización de los cadáveres.
emergencias investigar; que para ello deben actuar los
Teniendo en cuenta que los
cuerpos periciales, y que la obligación de los rescatistas
cuerpos no deben moverse del
está centrada en prestar colaboración, solo si se le solicita
(Ley 17132, art. 19, inc. 1). (Ley 1883/05 CABA, art. 7); y escenario, hay excepciones que
declarar en instancia judicial si se le requiere deben ser tenidas en cuenta, a
(Responsabilidad profesional: Incumplimiento de los saber:
deberes de funcionario. Código Penal: Art. 274
Obstrucción a la Justicia, 275 Falso testimonio y 277 → Pérdida de pruebas.
Encubrimiento).
→ Problemas de salubridad.

→ Obstrucción a los medios de circulación.

→ Impacto psicológico de la población.

→ Peligrosidad para los equipos de rescate.

Objetivos a cumplir con los fallecidos en caso de desastres:

→ Buscar los cuerpos.

→ Localizar e iniciar el proceso de individualización e identificación en el lugar.

→ Trasladarlos al lugar escogido para su conservación antes de la remisión a Morgue.

→ Determinar las causales de fallecimiento.

→ Entregar cuerpos y pertenencias a familiares.

→ Colaborar en la disposición final de los cuerpos según creencias y costumbres.

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RECUPERACIÓN DE LOS CUERPOS

La recuperación de los cuerpos es el primer paso que se completa en el proceso del


manejo de los muertos y, usualmente, es caótica y desorganizada. Muchas personas y
grupos de diversa índole se encuentran involucrados en la recuperación de los cuerpos.

Con frecuencia, es difícil comunicarse y coordinarse con ellos. Esta parte del proceso es
esencial para la identificación de los cadáveres. La recuperación de los cuerpos
generalmente dura unos pocos días o semanas, aunque puede ser más prolongada
después de terremotos o desastres de grandes dimensiones.

El objetivo de la recuperación de los cuerpos

Es prioritaria la pronta recuperación de los cuerpos, pues ayuda de manera importante a


su identificación y reduce la carga psicológica de los sobrevivientes. La recuperación de
los cuerpos no debe interrumpir la ejecución de otras intervenciones dirigidas a prestarle
ayuda a los sobrevivientes.

Equipo de trabajo

Con mucha frecuencia, la recuperación de los cuerpos la hace espontáneamente un


número considerable de individuos, entre los cuales encontramos:

→ Sobrevivientes que forman parte de la comunidad.

→ Voluntarios (por ejemplo, de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media


Luna Roja).

→ Equipos de búsqueda y rescate.

→ Personal militar, de policía o de la defensa civil. Se requiere la coordinación de


estos grupos para impulsar el uso de los procedimientos y de las precauciones de
salubridad y seguridad recomendados en este manual.

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Métodos y procedimientos

Los cuerpos deben conservarse en bolsas para cadáveres. Si no las hay, se pueden usar
otros materiales disponibles como plásticos, mortajas, sábanas de cama, etc.

Los segmentos corporales (por ejemplo, extremidades superiores o inferiores) deben


tratarse como si fueran un cadáver completo. Los equipos de recuperación no deben
intentar cotejar las partes corporales encontradas en el sitio del desastre.

Los equipos de recuperación de cadáveres trabajan más eficazmente si se les divide en


dos grupos: uno para el traslado de los cuerpos a un punto cercano de recolección y otro
para llevarlos a las áreas de identificación y almacenamiento.

Se deben anotar el sitio exacto y la fecha cuando se encontró el cuerpo pues esta
información se constituye en un elemento de ayuda para su identificación. Las
pertenencias personales, joyas y documentos no se deben retirar de los restos humanos
en que se hallaron; esto se debe hacer únicamente durante la fase de identificación. Para
el transporte de los cuerpos se pueden utilizar camillas, bolsas para cadáveres,
camionetas de platón o remolques de tractores. Las ambulancias no se deben usar para
este fin, pues es mejor reservarlas para la prestación de socorro de los sobrevivientes.

Sanidad y seguridad

Los equipos de recuperación de cadáveres deben utilizar los implementos de protección


necesarios (guantes para trabajo pesado y botas) y se deben lavar las manos con agua
y jabón después de la manipulación de los cadáveres.

Con frecuencia, los equipos de recuperación trabajan entre escombros o en edificios


derruidos. Por lo tanto, se debe contar con una buena dotación de botiquines de primeros
auxilios y brindar el tratamiento médico necesario en caso de lesiones.

El tétanos se puede constituir en un problema importante, especialmente para los


trabajadores que no hayan sido vacunados con anterioridad. Los equipos médicos
locales deben estar atentos ante la presencia de heridas que se pudieren infectar con
tétanos.

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ALMACENAMIENTO DE LOS CADÁVERES

La descomposición de los cadáveres avanza rápidamente si no se les almacena


refrigerados. En los climas cálidos, la descomposición está tan avanzada a las 12-48
horas que es prácticamente imposible el reconocimiento de la cara del cadáver. El
almacenamiento en frío disminuye la velocidad de la descomposición y preserva el
cuerpo para su posterior identificación.

Opciones de almacenamiento

Cada cuerpo o parte corporal debe conservarse en una bolsa o envuelto en una sábana,
sin importar el tipo de almacenamiento que se haya utilizado. Se deben usar etiquetas
resistentes a la humedad (por ejemplo, papel en bolsa plástica sellada) con el número
único de identificación. Nunca escriba los números de identificación sobre el cuerpo, las
bolsas o las sábanas, pues se borran con mucha facilidad durante su almacenamiento.

Refrigeración

La mejor opción es la refrigeración entre 2ºC y 4ºC. Para el almacenamiento hasta de 50


cuerpos se pueden utilizar los contenedores comerciales para transporte con
refrigeración que utilizan las compañías de transporte.

Son contadas las ocasiones en que se cuenta con un número


suficiente de contenedores refrigerados en el lugar del desastre,
por lo cual se deben considerar otras alternativas de
almacenamiento hasta que se pueda disponer de sitios
refrigerados de almacenamiento.

Sepultura temporal

La sepultura temporal es una buena opción para el almacenamiento inmediato, cuando


no se dispone de ningún otro método o cuando se requiere un almacenamiento temporal
más prolongado.

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La temperatura bajo tierra es menor que la de la superficie, razón por lo cual se considera
como una “refrigeración natural”. Los sitios de entierro temporal deben construirse de la
siguiente manera para que se puedan localizar fácilmente en el futuro y completar la
tarea de identificación de los cadáveres:

→ Si el número de cuerpos es pequeño, se entierran en fosas


individuales; para un número mayor de cuerpos, se utilizan fosas
comunes.

→ El sitio de sepultura debe tener 1,5 m de profundidad y encontrarse,


por lo menos, a 200 m de distancia de las fuentes de agua de consumo.

→ Debe existir una distancia de 0,4 m entre cuerpo y cuerpo.

→ Los cuerpos se colocan en una sola capa y no unos sobre otros.

→ Se debe marcar claramente cada cuerpo y hacer lo mismo sobre la superficie para
ubicar su posición.

Hielo seco

Para el almacenamiento a corto plazo puede ser adecuada la utilización de hielo seco
[dióxido de carbono (CO2) refrigerado a -78,5ºC]. El hielo seco no se debe colocar
directamente sobre el cadáver pues, aunque esté envuelto, lo puede deteriorar. Se debe
construir una pared baja de hielo seco (de 0,5 m de altura, aproximadamente) alrededor
de cada grupo de 20 cuerpos, y cubrirlos con plástico, materiales encerados o con una
tienda de campaña.
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Se requieren 10 kilogramos de
hielo seco, aproximadamente, por
cada cuerpo por día, según sea la
temperatura ambiente. El hielo
seco debe manipularse con
precaución ya que puede causar
quemaduras por frío si se le toca
sin los guantes apropiados.

Cuando el hielo seco se derrite produce dióxido de carbono, que es un gas tóxico. Se
debe evitar la permanencia en habitaciones o edificaciones cerradas cuando se use hielo
seco; es preferible el uso de áreas con buena ventilación natural.

Hielo

Siempre que sea posible, debe evitarse el uso de hielo (agua congelada) por las
siguientes razones:

→ En los climas cálidos, el hielo se derrite rápidamente y se requieren grandes


cantidades para lograr el cometido planteado.

→ Al derretirse, el hielo produce grandes cantidades de agua de desecho que puede


ser el origen de enfermedades diarreicas; la disposición final de estos residuos de
agua crea problemas adicionales.

→ Al agua puede deteriorar los cuerpos y las pertenencias personales (por ejemplo,
los documentos de identidad).

IDENTIFICACIÓN DE LOS CADÁVERES: TRIAGE

El triage de cadáveres es un método visual de ordenamiento para la individualización


en caso de enterramientos masivos o paso previo a la identificación de fallecidos.

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El factor determinante para definir los procedimientos de identificación es el estado de
los cuerpos que para tal fin se clasifica de la siguiente manera:

Reconocibles NO reconocibles NO reconocibles


a simple vista a simple vista NI identificables

Cuerpos reconocibles a No reconocibles a simple Cuerpos no reconocibles ni


simple vista e vista, pero identificables identificables por métodos
identificables que que corresponden a básicos que incluyen
corresponden a cadáveres cadáveres completos con cadáveres en
frescos completos con alteración de rasgos, descomposición avanzada
rasgos y pulpejos descompuestos o partes o fragmentos corporales
preservados. corporales con pulpejos sin pulpejos preservados ni
preservados o recuperables. recuperables.

El triage de cadáveres permite ordenar al número de fallecidos, a medida que se los va


recuperando, a fin de iniciar la etapa de individualización para su identificación según el
estado en que se encuentren. Toma cinco ítems de clasificación, capaces de ser aplicados
a cada cuerpo en forma rápida y continuada:

→ SEXO: masculino-femenino-indeterminado.

→ EDAD: mayor o menor de 20 años.

→ CABELLOS: claros-oscuros-calvo-quemado.

→ SEÑAS: tatuajes, cicatrices, lunares, otros.

→ OBJETOS: ropas, efectos personales, joyas.

Dificultades

El método presentará dificultades, que no invalidan su aplicación, sino que obliga a


quienes tengan la tarea de clasificar, de prestar mayor atención en la descripción cuando
se esté en presencia de:

→ Quemados

→ Putrefactos

→ Descuartizados y traumatizados

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→ Lugar del hecho contaminado

→ Escenario inseguro

La descripción inicial puede ser la


única oportunidad que tengamos
para identificar un cadáver, lo cual
hace del método una herramienta
de suma importancia en los
objetivos a cumplir con las víctimas
múltiples, producto de incidentes
naturales o tecnológicos-
antrópicos.

El método puede aplicarse en el lugar del hecho, aconsejando establecer un área de


clasificación ubicada estratégicamente entre las zonas de influencia y adyacencia, antes
llamadas amarilla y verde, o tibia y fría. Se recomienda dejar un registro escrito de lo
actuado, como elemento de prueba judicial para una mejor gestión de cadáveres.

El registro puede ser


escrito o informatizado,
del cual se adjuntan
modelos ya probados a
modo de ejemplo. Si se
cuenta con el recurso de
una cámara fotográfica
digital, se recomienda
tomar al menos una foto
del rostro de frente para
adjuntar al Triage.

Registro manual basado en el Triage de cadáveres

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Registro informatizado basado en el Triage de cadáveres
en el cual se puede agregar una foto del rostro digitalizada

Registro manual doble basado en el Triage de cadáveres.


Uno va con el cuerpo y el otro se archiva para cotejo de individualización e identificación

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Principios

→ Cuanto más pronto se logre hacer la identificación de las víctimas, mayor será su
utilidad. Los cadáveres descompuestos son mucho más difíciles de identificar y requieren
la participación de especialistas forenses.

→ Los pasos clave para la identificación de los cadáveres son: la asignación de un


número único de referencia, la etiqueta adjunta, la fotografía y el registro, y, por supuesto,
la conservación del cadáver en un sitio apropiado.

→ Se debe tener en cuenta que la identificación visual y las fotografías, aunque simples,
pueden resultar en una identificación equivocada.

→ Las heridas de los fallecidos o la presencia de


sangre, fluidos o suciedad, especialmente
alrededor de la cabeza, aumentan la posibilidad de
una identificación errónea.

→ Cualquier segmento corporal que se haya


encontrado por separado y que compruebe la
muerte de una persona, puede ayudar en su
identificación y, por lo tanto, se debe manejar
como si fuera un cuerpo completo, es decir, se
debe usar el número único de referencia.

PRECAUCIONES GENERALES DE BIOSEGURIDAD


PARA QUIENES MANIPULAN CADÁVERES

→ La higiene básica es la mejor protección con que cuentan los trabajadores para evitar
la exposición a enfermedades que se transmiten por la sangre y por el contacto con
ciertos fluidos corporales.

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Se deben observar las siguientes precauciones:

 Usar guantes y botas, si se encuentran disponibles.

 Lavarse las manos con agua y jabón después de la manipulación


de los cuerpos antes de consumir cualquier alimento.
 Evitar limpiarse o frotarse la cara o la boca con las manos.

 Lavar y desinfectar todos los equipos, vestimentas y vehículos utilizados para el


transporte de los cuerpos.

→ Usar guantes y botas, si se encuentran disponibles.

→ La utilización de alcohol en gel está recomendada.

→ Evitar limpiarse o frotarse la cara o la boca con las manos.

→ No es necesario el uso de máscaras faciales si no se provocan aerosoles o


salpicaduras, pero se le debe suministrar a quien la solicite para evitarle la ansiedad.

→ La recuperación de cadáveres de los espacios cerrados y sin ventilación debe


realzarse con mucha precaución pues después de varios días de descomposición se
pueden encontrar gases tóxicos potencialmente peligrosos. Se debe permitir que
transcurra el tiempo necesario para ventilar con aire fresco los espacios cerrados.

→ La descomposición del cuerpo genera gases tóxicos potencialmente peligrosos.

MANEJO DE CADÁVERES EN SITUACIÓN


DE PANDEMIAS Y TANATO-ENFERMEDADES

El cadáver es el resultado de una epidemia y no el generador de esta. Posee menor


riesgo infecto-contagioso que un vivo infectado. La clave para prevenir enfermedades es
el mejoramiento de las condiciones sanitarias y la educación a la población. La
planificación de la respuesta para controlar la enfermedad es esencial para minimizar el
impacto.

Después de la mayoría de los desastres existe el temor de que los cadáveres puede
generar epidemias.
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Esta creencia es erróneamente promovida por los medios de comunicación y, también,
por algunos profesionales médicos o del área de desastres. Se sabe con certeza que
los cadáveres no generan epidemias después de los desastres.

El manejo inadecuado de los cadáveres tiene consecuencias


importantes, como el impacto que puede tener en la salud mental de
los sobrevivientes y los problemas legales que pueden surgir para
los familiares de las víctimas. Es más probable que sea la población
sobreviviente la que disemine ciertas enfermedades. Por lo general,
las víctimas de los desastres mueren a causa de las heridas que han
sufrido, por ahogamiento o por quemaduras, mas no por
enfermedades infectocontagiosas.

No es muy probable que en el momento de su deceso las víctimas hayan estado


enfermas de infecciones que causan epidemias (como plaga, cólera, fiebre tifoidea o
carbunco). Es posible que unas pocas víctimas hayan podido estar sufriendo de
infecciones sanguíneas crónicas (hepatitis o VIH), tuberculosis o enfermedad diarreica.

La mayoría de los organismos infecciosos no sobreviven más de 48 horas en un


cadáver. El VIH es una excepción ya que se le ha encontrado hasta seis días después
de la muerte de una persona. El riesgo para el público en general es insignificante puesto
que generalmente no entra en contacto con los cadáveres. Además, existe el riesgo
potencial de que las fuentes de agua para consumo humano se encuentren
contaminadas con materia fecal de los cadáveres.

Riesgo para quienes manipulan cadáveres

Los individuos que manipulan restos humanos corren un riesgo pequeño de adquirir las
infecciones que se mencionan a continuación puesto que pueden entrar en contacto con
sangre y heces de los cadáveres (con frecuencia, después de la muerte hay salida de
materia fecal de los cuerpos).

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Entre ellas están:

→ Hepatitis B y C

→ El VIH

→ La tuberculosis

→ Las enfermedades diarreicas

Los equipos de recuperación de cuerpos generalmente trabajan en ambientes peligrosos


(por ejemplo, en edificios derrumbados y entre escombros) y, por lo tanto, pueden correr
el riesgo de sufrir heridas e infectarse con tétanos el cual se transmite a través de la tierra
del suelo. Como sucede en cualquier catástrofe, tener un plan de contingencia es
esencial.

Cólera

A lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio original
en el delta del Ganges, en la India.

Seis pandemias en sucesión mataron a millones de personas en todos los continentes.


La actual pandemia (la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en
1971 y a América en 1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.

Enfermedad bacteriana intestinal aguda que en su forma grave tiene comienzo


repentino, diarrea acuosa y profusa, vómitos ocasionales, deshidratación rápida,
acidosis, colapso circulatorio e insuficiencia renal. Son comunes los casos con diarreas
y deshidratación leves.

 El agente etiológico es el Vibrio cholerae toxigénico serogrupo O1, biotipo El Tor


y Clásico, serotipos Inaba, Ogawa o Hikojima y V. cholerae O 139.

 El modo de transmisión es a través de la ingestión de agua o alimentos


contaminados, en forma directa o indirecta, por heces o vómitos de enfermo o
portador.

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Existen portadores crónicos que pueden eliminar vibriones de forma intermitente por
varios meses. El período de incubación varía entre 2 horas a 5 días. En la mayoría de
los casos es 2 a 3 días. La transmisibilidad perdura durante la eliminación de V. cholerae
en las heces.

Es una enfermedad con buena respuesta al tratamiento médico. El primer objetivo es


reponer los líquidos que se pierden por diarrea y vómitos. La mejor guía para la
fluidoterapia consiste en el registro de pérdida y ganancia de fluidos, ajustando la
administración.

Los antibióticos, en casos graves, acortan la duración de la diarrea, reducen el volumen


de líquidos de hidratación necesarios y abrevian el tiempo en que se excreta la bacteria.

Las medidas preventivas se basan, en la provisión de agua segura, inocuidad de los


alimentos y medidas de higiene personal y del ambiente, tendientes a disminuir la
transmisión fecal-oral.

Las medidas de control de infección en enfermos, deben contemplar: El lavado de


manos con agua y jabón o alcohol glicerinado antes y después del contacto con el
paciente, el uso de guantes y batas para contacto próximo con pacientes y con
excreciones o secreciones, el aislamiento de pacientes en habitación individual o
separación entre camas de más de un metro, la limpieza de desechos y materia orgánica
con hipoclorito de sodio (lavandina), dilución (1:10 y la limpieza del ambiente con
hipoclorito de sodio dilución (1:100).

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Las personas que cuidan niños y personas incontinentes, que utilizan pañales, deberán
seguir las precauciones referentes a higiene de manos. Se recomienda remoción
frecuente de pañales sucios.

¿Qué incidencia puede tener el V. cholerae en fallecidos en caso de desastre?

Cuando se presenta un desastre natural, las muertes se producen principalmente por


trauma, como resultado directo del tipo de desastre padecido. El cadáver producto de un
desastre no constituye un riesgo infeccioso. El cadáver, por su condición de tal, no
genera enfermedades; debe haberlas padecido en vida para transmitirlas, y ser
portador de las mismas.

La sola presencia de cadáveres no es causa suficiente para la diseminación de


enfermedades. Cadáveres humanos y animales, representan un mínimo o nulo riesgo
para la salud pública. Para que exista riesgo epidémico, deben coexistir criterios muy
específicos:

Que los cadáveres


sean huéspedes de
una enfermedad
presente en zonas
endémicas.

RIESGO
EPIDÉMICO

Que los
Que se den las microorganismos
condiciones puedan vivir en el
ambientales cuerpo humano o
necesarias. animal después de
la muerte.

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97
¿Qué enfermedades del cadáver
podrían causar epidemias?

Solo aquellas que sean endémicas en la región: cólera, fiebre tifoidea, carbunco y peste.
El riesgo limitado de transmitir enfermedades en los cadáveres se relaciona a las
condiciones adversas que se generan con los fenómenos de transformación postmortem:
desecación, enfriamiento y putrefacción.

La investigación científica a lo largo de la historia no ha podido vincular la presencia de


cadáveres como causa de una epidemia en ningún desastre recordado o conocido,
donde haya habido gran cantidad de fallecidos.

¿Qué enfermedades pueden transmitirse del cadáver


al rescatador o personal sanitario?

Solo aquellas provocadas por bacterias o


virus, que conserven el poder infectante al
momento de la muerte, y que las
condiciones del medio las preserve.

Hepatitis, VIH, Tuberculosis y enfermedades diarreicas

La Hepatitis puede transmitirse en sus tres principales tipos serológicos: Virus A, por
contacto con materia fecal contaminada (vía fecal-oral); y Virus B y C, por contacto con
sangre contaminada (vía sanguínea, inoculación o contacto con piel y mucosas
erosionadas).

El Virus de Inmunodeficiencia Humana tiene las mismas vías de contagio que la


Hepatitis B y C.

La Tuberculosis puede transmitirse por dos vías de contagio: la variante Pulmonar o


Broncogénica lo hace por vía inhalatoria; y la variante Miliar lo hace por vía digestiva.

Las enfermedades diarreicas capaces de ser transmitidas por cadáveres incluyen a


aquellas producidas por V. cholerae, Salmonella, Shigella y E. coli. La vía de contagio es
el contacto fecal-oral.
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98
En áreas endémicas, las condiciones por las cuales puede exacerbarse la diseminación
del cólera son: el hacinamiento, las pobres medidas de saneamiento y las alteraciones
de los sistemas de agua potable. Los cadáveres en descomposición, en contacto con las
fuentes de agua pueden jugar un papel importante en el aumento del rango de infección.

Hay enfermedades que pueden ser transmitidas por manipular cadáveres, sin provenir
de los propios cuerpos, y que consideramos importante que sean tenidas en cuenta. El
Tétanos, por encontrarse el germen productor en la tierra; y las enfermedades que
pueden afectar al personal por no administrar correctamente el riesgo, sin observar la
situación, la escena y la seguridad del lugar del hecho.

¡IMPORTANTE!
“Si el rescatador, el personal sanitario o aquel afectado a una
emergencia, se contagia y se convierte en víctima, indudablemente
fracasó el sistema”.

APOYO A LAS FAMILIAS Y ALLEGADOS

Se les debe respeto en todo momento a los fallecidos y a los dolientes.

→ Para las familias afectadas es prioritario saber con certeza la suerte que han
corrido sus seres queridos desaparecidos.

→ En todo momento y en cada fase del proceso de recuperación e identificación de


cadáveres se debe suministrar información honesta y precisa.

→ Durante todo el proceso mencionado se debe brindar un trato compasivo y solícito


a las familias de las víctimas.

→ Se deben evitar los errores en la identificación de las víctimas.

→ Se debe considerar la posibilidad de prestarle apoyo psicosocial a los familiares y


allegados.

→ Se deben respetar las creencias y necesidades culturales y religiosas.

100

99
ASPECTOS CULTURALES Y RELIGIOSOS

El deseo imperativo de los parientes de las víctimas, cualquiera que sea su religión o su
cultura, es lograr la identificación de sus seres queridos.

Debe procurarse el consejo y la asistencia de los líderes religiosos y comunitarios para


mejorar la comprensión y la aceptación de la recuperación, el manejo y la identificación
de los cadáveres.

La manipulación y la disposición poco dignas


de los cadáveres pueden traumatizar aún
más a los familiares y, siempre que sea
posible, deben evitarse. Se debe garantizar el
manejo cuidadoso y ético, incluso la
disposición final de los cadáveres, además
del respeto por la sensibilidad religiosa y
cultural.

REPASO

¿Los cadáveres causan epidemias?


Los cadáveres de los desastres no causan epidemias. Las víctimas de los
desastres, generalmente, mueren por trauma, ahogamiento o quemaduras.
En el momento de su deceso, generalmente, no tenían infecciones ni
sufrían de las enfermedades que causan epidemias, como cólera, fiebre tifoidea,
paludismo o plaga.

¿Cuáles son los riesgos para la salud pública?


El riesgo para la población en general es mínimo pues ni tocan ni manipulan
los cadáveres. Sin embargo, existe un pequeño riesgo de diarrea por
consumo de agua contaminada con materia fecal de los cadáveres. La
desinfección rutinaria del agua para consumo es suficiente para prevenir las
enfermedades transmitidas por ella.

101

100
¿Pueden los cadáveres contaminar el agua?
Potencialmente, sí. Con frecuencia los cadáveres dejan escapar heces que
pueden contaminar los ríos u otras fuentes de agua y causar enfermedad
diarreica. Sin embargo, generalmente, la gente evita beber agua de
cualquier fuente en la que piense que ha habido cadáveres.

¿Es efectivo rociarlos con desinfectantes o con cal viva?


No, el rociado no es efectivo. No acelera la descomposición ni reduce el
riesgo de enfermedades.

Los funcionarios locales y los periodistas afirman que hay


riesgo de enfermedades por los cadáveres. ¿Es así?
No. El riesgo que existe por los cadáveres después de los desastres está
mal entendido por muchos profesionales y por los medios de
comunicación. Aun los trabajadores locales o extranjeros del área de la
salud con frecuencia están mal informados y contribuyen a la difusión de falsos rumores.

¿Existen riesgos para quienes manipulan los cadáveres?


Para quienes manipulan los cuerpos (socorristas, trabajadores de
funerarias, etc.) existe un pequeño riesgo de infección de tuberculosis,
hepatitis B y C, VIH y enfermedades diarreicas. Sin embargo, los agentes
infecciosos responsables de estas enfermedades no sobreviven más de dos días en un
cadáver (excepto el VIH que puede hacerlo hasta por seis días). Estos riesgos se pueden
reducir mediante el uso de guantes y botas de caucho y la práctica de medidas básicas
de higiene (el lavado de manos).

¿Deben usar máscara los trabajadores?


El olor de los cuerpos en descomposición es desagradable, pero no es un
riesgo para la salud en áreas bien ventiladas y no se requiere el uso de
máscaras por razones de salubridad.

102

101
Sin embargo, los trabajadores se pueden sentir psicológicamente mejor si usan
máscaras. No se debe incentivar el uso de máscaras entre el público.

¿Qué tan urgente es la recolección de los cadáveres?


La recolección de los cadáveres no es la tarea más urgente después de un
desastre. La prioridad es cuidar a los sobrevivientes. No existe un riesgo
significativo para la salud pública asociado con la presencia de cadáveres.
No obstante, los cadáveres deben recolectarse tan pronto como sea posible y llevarlos al
sitio de identificación.

¿Deben usarse fosas comunes?


No. El entierro masivo y rápido de las víctimas no está justificado por
razones de salud pública. El apresurarse a disponer los cuerpos sin una
identificación apropiada produce más daños que beneficios.

Los entierros masivos y comunes (fosas comunes) traumatizan a las familias y a las
comunidades y pueden tener consecuencias legales muy graves (por ejemplo, la
imposibilidad de recuperar e identificar los cadáveres).

¿Qué deben hacer las autoridades con los cadáveres?


Los cadáveres se deben recolectar y almacenar en contenedores
refrigerados o con hielo seco o en entierros temporales. Se debe intentar
la identificación de todos los cadáveres.

Se deben tomar fotografías y registrar la información que describe cada cuerpo. Los
cadáveres se deben almacenar o enterrar transitoriamente para permitir la posibilidad
futura de una investigación forense por expertos.

¿Cuáles son los aspectos relacionados con la salud


mental?
El deseo imperativo de los parientes (de todas las religiones y culturas) es
identificar sus seres queridos. Cualquier esfuerzo hecho con el fin de lograr
la identificación de los restos humanos es bien recibido.

103

102
El duelo y el entierro individual tradicional son factores importantes para la recuperación
o el proceso de curación personal y de la comunidad.

¿Cómo se deben manejar los cadáveres de extranjeros?


Lo más probable es que las familias de los visitantes que hayan fallecido
en un desastre insistan en su identificación y repatriación. La identificación
apropiada tiene implicaciones económicas y diplomáticas muy serias.

Se deben conservar los cadáveres para su correcta identificación e informar a los


consulados y las embajadas extranjeras. Además, se debe establecer contacto con la
INTERPOL para que preste la asistencia que sea necesaria.

Soy un voluntario, ¿cómo puedo ayudar?


Para que su trabajo sea útil, debe colaborar en la recuperación y el manejo
apropiado de los cadáveres, el registro de la información necesaria y la
disposición de los muertos, bajo la dirección y la responsabilidad de la
autoridad coordinadora reconocida. Sin embargo, antes de realizar cualquier actividad,
debes ser instruido, aconsejado, equipado y apoyado para esta difícil tarea.

Trabajo con una ONG, ¿cómo puedo ayudar?


La mejor manera de ayudar a los parientes que han sobrevivido es
brindándoles apoyo a las familias y recolectando información, en
colaboración con la autoridad coordinadora. También puedes colaborar en
la correcta identificación y manejo de los cadáveres. No se les debe solicitar a las ONG
que lleven a cabo la identificación de los cadáveres, a no ser que estén muy bien
entrenadas para esta tarea y trabajen bajo la supervisión directa y la responsabilidad de
la autoridad legal competente.

Soy un profesional de la salud, ¿cómo puedo ayudar?


A ti te necesitan más las personas que han sobrevivido la tragedia que los
individuos ya fallecidos; cualquier ayuda profesional para combatir el mito
de las epidemias causadas por los cadáveres y que puede ocasionar tu
rápido accionar, será bienvenido.
104

103
Conversa de esto con sus colegas y con los funcionarios de los medios de comunicación
masiva que puedan estar mal informados.

Soy periodista, ¿cómo puedo ayudar?


Tu ayuda es muy importante. Si escuchas comentarios o afirmaciones
relacionadas con la necesidad de entierros masivos o incineración de los
cuerpos para evitar epidemias, desmiéntalos.

Consulta en las oficinas locales de la OPS/OMS, el CICR, la FICR y/o la Cruz Roja/Media
Luna Roja. Cita esta y otras publicaciones. Por favor, no actúes como los alarmistas que
divulgan información errada. Sé competente en el ejercicio de tu labor profesional.

105

104
UNIDAD 5
Desastres por
explosiones y
armas de
destrucción
masiva

106

105
El terrorismo puede representar uno de los IVM más retadores para quienes responden
a las urgencias. El espectro de amenazas terroristas es ilimitado, y va desde
bombarderos suicidas hasta armas convencionales o explosivos, y de armas militares a
armas de destrucción masivas (ADM [químicos, biológicos, radiológicos y nucleares]).
De todos los desastres producidos por el hombre, los sucesos de terrorismo tienen el
máximo potencial para generar un gran número de víctimas y muertes.

Los terroristas han mostrado su


ingenio y capacidad ilimitados por
medio de la tecnología o y las
armas. Durante los ataques
terroristas del 11 de septiembre de
2001, los terroristas utilizaron
aviones de pasajeros llenos de
combustible y "bombas volantes",
con lo que generaron destrucción
masiva de vidas y propiedades.

Una de las características únicas de una amenaza terrorista, en especial la que involucra
a armas de destrucción masiva (ADM), es que suelen predominar las víctimas
psicológicas. Los terroristas no necesitan matar a un gran número de personas para
lograr sus propósitos; solo requieren crear un clima de temor y pánico para avasallar a
la infraestructura médica.

Las explosiones y las


bombas continúan siendo
la causa más frecuente de
víctimas masivas en
desastres causados por
terroristas en todo el
mundo, tanto como suceso
primario como cuando se
siembran dispositivos Detonación en el Atolón Bikini, Islas Marshall, Pacífico, 1946

secundarios para lesionar o matar a quienes responden a las urgencias.

107

106
La mayoría de esos bombardeos consta de explosivos relativamente pequeños que
producen bajas tasas de mortalidad. Sin embargo, cuando son colocados de manera
estratégica en edificios, tuberías o vehículos en movimiento, su impacto puede ser mucho
mayor. Las elevadas tasas de morbilidad y mortalidad tienen relación no solo con la
intensidad de la explosión, sino también con el daño estructural subsiguiente que lleva al
colapso de los edificios.

Una amenaza mayor es la de desastres causados por explosivos convencionales en


combinación con un agente químico, biológico o radiológico, una "bomba sucia", que
combina un explosivo convencional con material radiactivo.

Las armas de destrucción masiva (ADM) que crean ambientes


contaminados pueden constituirse en el máximo riesgo de desastre.
Quienes responden a las urgencias no podrán llevar a las víctimas a
los hospitales por el riesgo de contaminar las instalaciones médicas.
Los proveedores de atención hospitalaria deben estar preparados y
equipados para realizar la selección, no solo para determinar el
grado de lesión, sino también para evaluar el potencial de
contaminación y la necesidad de descontaminación y estabilización
iniciales. Al mismo tiempo, los proveedores de atención prehospitalaria necesitan seguir
los pasos apropiados para protegerse a sí mismos de una potencial contaminación.
Prepararse para enfrentar un incidente que de manera potencial involucra un arma de
destrucción masiva (ADM) es un reto diario para los sistemas de servicios médicos de
urgencia (SMU). Parte del motivo por el que las ADM son tan usadas es que se pueden
elaborar con gran variedad de materiales.

Aunque se usan diversas mnemotecnias para recordar los diferentes tipos de ADM, tal
vez la más fácil de recordar es BNICE (siglas en inglés de biologic, nuclear, incendiary,
chemical y explosive), que se refiere a los riesgos biológicos, nucleares, incendiarios,
compuestos químicos y explosivos.

Una persona u organización que intenta dañar a un grupo de personas no tiene que
buscar mucho para encontrar un medio eficaz para infligir daño o muerte. Aunque los
explosivos convencionales son los de uso más frecuente y los que con mayor
probabilidad constituyen un suceso de ADM.

108

107
EVALUACIÓN DEL ESCENARIO

La capacidad del proveedor de atención


prehospitalaria de evaluar de manera
apropiada el escenario es crucial para
garantizar la seguridad del personal, así como la
de quienes responden a la urgencia.

Los sucesos de ADM conllevan amenazas significativas a los servicios de respuesta


de urgencia. En caso de una detonación de explosivos poderosos puede haber incendio,
derrame de materiales peligrosos, riesgos para las líneas eléctricas y caídas de detritos
o hundimientos (creación de cráteres).

Un paramédico murió por detritos que cayeron al atender la llamada de urgencia cuando
una bomba estalló en la ciudad de Oklahoma. Muchos participantes que respondieron al
llamado de urgencia por el ataque al World Trade Center del 2001 murieron, incluyendo
343 bomberos, 15 técnicos médicos de urgencia y tres oficiales de policía, al colapsarse
los edificios.

Los ataques químicos exponen de manera potencial al


proveedor de atención prehospitalaria al agente causal, no
solo desde la fuente primaria (el arma), sino también por
exposición secundaria a la contaminación de la piel, así como
las ropas y pertenencias personales de las víctimas.

Los agentes biológicos, dependiendo de la forma en que se provean, conllevan un riesgo


de enfermedad por el agente causal (por ejemplo: esporas de carbunco en aerosol) o
por la transmisión de una enfermedad comunicable (por ejemplo: peste o viruela).

La posibilidad de que haya dispositivos adicionales constituye un riesgo adicional tanto


para los proveedores de atención prehospitalaria como para los pacientes. Por ejemplo,
podría colocarse una segunda bomba en el mismo escenario del incidente, preparada
para explotar después del arribo de quienes responden a la urgencia, con la intención
de aumentar no solo el número de lesionados sino también la confusión y el pánico.

109

108
Todos estos factores deben tomarse en consideración cuando se despacha un servicio
al escenario de un suceso posible de explosivos o ADM y cuando se examina el sitio.

Antes de ingresar al escenario, todas las unidades de las agencias involucradas que
responden al llamado de urgencia deben llegar en dirección opuesta a la del viento, y
establecer una distancia segura respecto del sitio del incidente. Llegar en dirección
opuesta al viento es importante porque muchos de los ADM, y en particular los
agentes químicos y biológicos, conllevan un riesgo de inhalación, y es más probable la
exposición inadvertida en una localización en la misma dirección del viento.

Además, se elegir una


localidad alta para evitar
la exposición en un
incidente que involucre el
escape de un producto
químico líquido. Los
proveedores de atención
prehospitalaria deben
realizar una evaluación

crítica del escenario, de manera ideal con binoculares, en busca de claves que les
permitan enterarse de riesgos potenciales.

Asimismo, debe precisarse la presencia de vapores visibles, líquido derramado o una


posible dispersión en proceso, circunstancias que indican un daño activo. Como parte de
la evaluación del escenario, debe incluirse ver cómo se presentan los pacientes,
evaluación con atención particular a las señales clave, como las convulsiones de
múltiples víctimas, que sugieren la posibilidad de exposición a un agente químico o
biológico derramado.

Los proveedores de atención prehospitalaria necesitan comunicar sus observaciones a


través de la cadena de mando, de manera que se puedan dar los pasos apropiados para
establecer una respuesta adecuada, incrementar las medidas de protección de quienes
responden a la urgencia y asegurar la atención de los pacientes.

Debe controlarse el acceso y la salida del sitio contaminado de forma potencial. No se


110

109
debe permitir ingresar al escenario a los testigos preocupados y los voluntarios con
buena intención, ya que podrían incrementar la cifra de víctimas al exponerse al agente.

Las víctimas del incidente también deben ser contenidas cuando buscan desalojar el
escenario, ya que el autotransporte podría diseminar más una sustancia química
peligrosa hacia contactos de los que no se sospecha o SU hospitalarios. A semejanza
de un incidente de materiales peligrosos, tienen que establecerse las zonas de control
del escenario (caliente, templada, fría) con puntos de acceso controlado y corredores de
tránsito para evitar la dispersión de los contaminantes y su exposición inadvertida, y
proveer áreas seguras para la evaluación y el tratamiento de los pacientes.

TRIAGE DE PACIENTES

Los proveedores de atención prehospitalaria enfrentarán un número grande y


avasallador de víctimas que requerirán evaluación y tratamiento después de un suceso
de ADM. En todo sistema de SMU se debe identificar y ensayar un mecanismo para la
selección rápida de las víctimas. El objetivo del proceso en un incidente de ADM es
hacer el máximo bien para el mayor número de víctimas.

La selección en campo se basa en criterios fisiológicos


mensurables de manera fácil para asignar a los pacientes a
categorías de gravedad con el fin de identificar aquellas víctimas
que requieren tratamiento y transporte a instalaciones médicas
con máxima urgencia. Se dispone de varios esquemas y criterios
de selección ya vistos.

Los sistemas de selección incluyen al START (selección simple y tratamiento rápido), el


MASS (movilizar, evaluar, seleccionar, enviar) y el SALT (seleccionar por la capacidad
de movimiento, evaluar la necesidad de intervenciones que salvan la vida, selección y
transporte). Cualquiera que sea el sistema de selección utilizado, debe emplearse en
operaciones sistemáticas de SMU para promover la familiaridad y asegurar el
reconocimiento entre los proveedores atención prehospitalaria en todos los niveles de
atención, incluidos el hospital o el centro traumatológico.

111

110
CATEGORÍAS DE LOS EXPLOSIVOS

Los proveedores de atención prehospitalaria necesitan considerar el tipo de


dispositivo explosivo y su localización cuando valoran a las víctimas de incidentes
terroristas. Los explosivos se clasifican en dos categorías, con base en su velocidad de
detonación: explosivos de alta y baja potencia.

Explosivos de alta potencia

Los explosivos de alta potencia reaccionan casi de manera


instantánea. Debido a que están designados para detonar y
liberar su energía de forma muy rápida, estos explosivos son
capaces de producir una onda de choque o fenómeno de
sobrepresión, que puede dar origen a una lesión primaria por la
explosión. La explosión inicial crea un aumento instantáneo de
presión con una onda de choque que viaja al exterior a
velocidad supersónica (2250 a 14500 km por segundo). La
sobrepresión de las explosiones de alta potencia puede
rebasar 281200 kg/cm2, en comparación la presión ambiental
de 1.07 kg/cm2.

La onda de choque es el frente de ataque y un componente integral de la onda de


explosión, que se crea con la rápida liberación de enormes cantidades de energía y la
propulsión subsiguiente de fragmentos, generación de detritos ambientales y, a menudo,
una intensa radiación térmica.

Son ejemplos de explosivos de alta potencia el 2,4,6-trinitrotolueno (TNT), la


nitroglicerina, la dinamita, el aceite combustible de nitrato de amonio y los más recientes,
unidos a polímeros, que tienen 1.5 veces la potencia del TNT, como la gelignita y el
plástico Semtex. Los explosivos de alta potencia conllevan un efecto destructivo agudo
(potencia explosiva) que puede pulverizar los tejidos blandos y el óseo, crear lesiones
por una sobrepresión por la detonación (barotraumatismo) y proyectar detritos a
velocidades balísticas (fragmentación).

112

111
Explosivos de baja potencia

Los explosivos de baja potencia (por ejemplo: pólvora), cuando son activados, cambian
en forma relativamente lenta del estado sólido al gaseoso (en una acción más
característica de un incendio que de una detonación), lo que en general crea una onda
de explosión que se mueve a menos de 2000 metros por segundo. Los ejemplos de
explosivos de baja potencia incluyen bombas caseras, pólvora y bombas a base de
petróleo puro, como los cócteles molotov. Las explosiones resultantes de la rotura del
recipiente y la ignición de compuestos volátiles también entran en esta categoría. Debido
a que su liberación de energía es mucho más lenta, los explosivos de baja potencia no
son capaces de producir una sobrepresión.

El tipo y la cantidad de explosivo determinarán las dimensiones de la explosión


relacionada con la detonación del dispositivo. Este hecho convierte al abordaje del
escenario y la localización de quienes responden a una urgencia y el equipo en una
decisión crítica. Cuando se responde a un escenario que involucra la sospecha de un
dispositivo explosivo o la presencia potencial de uno secundario, todos aquellos que
responden a las urgencias deben mantenerse a una distancia segura del sitio para el
caso de una detonación (evaluación de la escena).

MECANISMOS DE LESIÓN

Las lesiones traumáticas después de las explosiones en general se dividen en tres


categorías: primaria, secundaria y terciaria.

Además de las lesiones que son resultado directo de la explosión, se han descrito
categorías adicionales clasificadas como cuaternarias y quinarias, y son resultado de
complicaciones de los efectos tóxicos que se relacionan con el explosivo o los
contaminantes. Si bien estas lesiones se describen por separado, podrían ocurrir en forma
combinada en las víctimas de explosiones.

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112
CATEGORÍAS DE LAS LESIONES POR EXPLOSIÓN

Efecto Impacto Mecanismo de lesión Lesiones usuales


→ Contacto de la onda de choque de
la explosión con el cuerpo
→ Ondas de presión y cizallamiento → Rotura de la membrana
Efectos directos de la que se presentan en los tejidos timpánica
PRIMARIO explosión (sobre y → Ondas reforzadas/ reflejadas en → Pulmón de explosión
subpresurización) interfaces de densidad tisular → Lesiones oculares
→ Impacto en órganos llenos de gas → Conmoción
(pulmones, oídos, etc.), que tienen
riesgo particular
Heridas de balística producidas por: → Lesiones penetrantes
Propulsión de → Fragmentos primarios (piezas del → Amputaciones
SECUNDARIO proyectiles por la artefacto que explotó) traumáticas
explosión → Fragmentos segundarios → Laceraciones
(ambientales [p. ej., vidrio]) → Conmoción

→ Lesiones no penetrantes
Propulsión del cuerpo
→ Translación de todo el cuerpo. → Síndrome de
sobre una superficie u
→ Lesiones por aplastamiento aplastamiento
TERCIARIO objeto duro o de
causadas por daño estructural y → Síndrome
objetos hacia los
colapso de edificios compartimental
individuos
→ Conmoción

→ Quemaduras y síndromes tóxicos por


→ Quemaduras
Calor y/o humos de combustibles y metales
CUATERNARIO → Lesión por inhalación
combustión → Síndromes infecciosos por
→ Asfixia
contaminación del suelo y ambiental

Aditivos, como la Contaminación de tejidos por:


Una variedad de efectos
radiación o sustancias → Bacterias, radiación o agentes
QUINARIO en la salud, lo que
químicas (p. ej. químicos
dependerá del agente
bombas radiactivas) → Fragmentos óseos alogénicos

Lesión primaria por explosión

La lesión primaria por explosión es producto de la detonación de un explosivo de alta


potencia y la interacción de la onda de sobrepresión de la explosión con el cuerpo o los
tejidos para producir ondas de tensión y cizallamiento. Ocurre lesión primaria por
explosión en los órganos llenos de gas, como pulmones, intestino y oído medio. La lesión
tisular se presenta en la interfaz gas-líquido, supuestamente por una rápida compresión
del gas dentro del órgano, que causa su colapso violento, seguido por una expansión
equivalentemente rápida y violenta, que da como resultado la lesión tisular.

114

113
El daño a los pulmones se manifiesta como contusión pulmonar o,
de manera posible, hemoneumotórax, con resultado de hipoxemia
si el paciente no sucumbe de inmediato por las lesiones. La interlaz
alvéolocapilar puede también perder continuidad, cuyo resultado
puede ser embolia de gases arterial, capaz de causar
complicaciones embólicas cerebrales o cardiacas. El daño
intestinal puede incluir petequias o hematomas de la pared
intestinal, o incluso su perforación. Puede también ocurrir rotura de
la membrana timpánica o pérdida de continuidad de los huesecillos
del oído medio. Es frecuente la pérdida de la audición después de
una explosión, y dicha pérdida puede ser temporal o permanente.

Se encuentran pruebas de lesión primaria por explosión en el


pulmón (o lesión pulmonar por estallido) más a menudo en
pacientes que mueren minutos después por lesiones asociadas que
en aquellos que sobreviven; sin embargo, la lesión pulmonar
primaria por estallido se ha observado con mayor frecuencia en las víctimas que
sobreviven ante las explosiones en un espacio confinado. La lesión primaria por estallido
también se ha relacionado con otras graves y es índice de un mayor riesgo de mortalidad
en los supervivientes del suceso inicial.

Lesión secundaria por explosión

La lesión secundaria por explosión es causada por detritos y fragmentos de la bomba


que vuelan lo que causa traumatismos tanto penetrantes como contusos.

La lesión secundaria por explosión (por fracciones [fragmentación] o secundaria) es la


categoría más frecuente de lesión en bombardeos terroristas y explosiones de baja
potencia. Estos proyectiles pueden ser componentes de la bomba misma, como en las
armas militares diseñadas para fragmentarse, o partes de bombas improvisadas a las
que se agregan clavos, tornillos o tuercas.

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La lesión secundaria también es producto de detritos que arrastra el viento de la
explosión. Los vientos de explosión asociados con una sobrepresión que da lugar a una
lesión significativa primaria por el estallido pueden rebasar 1337 km por hora.

Lesión terciaria por explosión

La lesión terciaria por explosión es producto del viento de estallido, que arroja el cuerpo
de la víctima y provoca volteretas y colisión con objetos estacionarios. Esto puede causar
todo el espectro de lesiones asociadas con un traumatismo penetrante o no penetrante,
como el empalamiento.

Efectos cuaternarios y quinarios

Después de la explosión pueden observarse efectos cuaternarios, lesiones que incluyen


quemaduras y toxicidad por combustibles, metales, traumatismos por colapso estructural
y síndromes infecciosos por contaminación del suelo y ambiental.

La amenaza creciente de explosivos aunados a sustancias químicas o biológicas, o


radiación (es decir, "bombas radiactivas”) ha dado lugar a una quinta categoría (quinaria)
de efectos, que incluyen las lesiones causadas por radiación, agentes químicos o
biológicos y proyectiles, como los fragmentos óseos en un bombardeo suicida.

EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO

Las lesiones primarias por estallido podrían aumentar la


probabilidad de que los proveedores de atención prehospitalaria
enfrenten pacientes con:

→ Hemoptisis y contusiones pulmonares

→ Neumotórax simple o a tensión

→ Embolia gaseosa arterial

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115
Entre los supervivientes de la lesión primaria por estallido puede haber:

→ Manifestaciones clínicas inmediatas

→ Manifestaciones clínicas con inicio diferido después de 24 a 48 horas

La hemorragia intrapulmonar y el edema alveolar focal producen secreciones


sanguinolentas espumosas y llevan a un desequilibrio de la ventilación-perfusión,
aumento de la derivación intrapulmonar y disminución de la distensibilidad pulmonar. Se
presenta hipoxia con mayor esfuerzo ventilatorio, fisiopatológicamente similar a la de
contusiones pulmonares inducidas por otros mecanismos de traumatismo torácico no
penetrante. La presencia de fracturas costales debe aumentar la sospecha de lesiones
terciarias o cuaternarias del tórax.

Las lesiones primarias por estallido no son aparentes de inmediato y, por lo tanto, su
atención en el escenario tiene que incluir:
Vigilancia en cuanto a secreciones espumosas e insuficiencia respiratoria

 Determinaciones secuenciales de la saturación de oxígeno (Sp02)

 Provisión de oxígeno

La disminución de la Sp02 constituye una "alerta roja" de una lesión pulmonar temprana
por estallido, incluso antes de que inicien los síntomas. La administración de soluciones
debe hacerse con cuidado y evitar la sobrecarga de líquidos.

CONSIDERACIONES DE TRANSPORTACIÓN

Los pacientes que requieren transporte deben ser conducidos a instalaciones de


tratamiento médico apropiadas para su evaluación y tratamiento adicionales, quienes a
menudo requerirán los servicios de un centro de traumatología designado. Los
proveedores de atención prehospitalaria deben estar al tanto de la epidemiología del
transporte de los pacientes después de un suceso con explosivos.

El arribo de los pacientes a los hospitales suele ser bimodal, con los ambulatorios que
llegan en primer término y los más críticamente afectados que arriban después en
ambulancia.
117

116
LESIÓN PULMONAR POR EXPLOSIÓN

La lesión pulmonar por explosión (LPE) presenta retos únicos de


selección, diagnóstico y tratamiento, y es consecuencia directa
de la onda expansiva de las detonaciones de explosivos de
alta potencia sobre el cuerpo.

Las personas involucradas en explosiones en espacios cerrados o


en proximidad estrecha están en mayor riesgo. El de LPE es un
diagnóstico clínico caracterizado por dificultad respiratoria e
hipoxia. Puede ocurrir LPE, aunque raramente, sin lesión externa
evidente en el tórax.

Cuadro clínico

→ Los síntomas pueden incluir disnea, hemoptisis, tos y dolor torácico.

→ Se puede presentar hemotórax o neumotórax.

→ Los signos abarcan taquipnea, hipoxia, cianosis, apnea, sibilancias, disminución


de ruidos respiratorios e inestabilidad hemodinámica.

→ Las víctimas con quemaduras de más de 10% de la superficie corporal, fracturas


de cráneo y lesiones penetrantes del tronco o la cabeza pueden tener más
probabilidad de LPE.

→ Debido al desgarro del árbol pulmonar y vascular, puede ingresar aire a la


circulación arterial (embolia aérea) y causar sucesos embólicos que afectan al
sistema nervioso central, las arterias retinianas o las coronarias.

→ Por lo general, hay pruebas clínicas de LPE en el momento de la evaluación inicial;


sin embargo, se ha referido que ocurren durante el curso de las 24 a 48 horas
siguientes a la explosión.

→ A menudo hay otras lesiones presentes.

118

117
Consideraciones del tratamiento prehospitalario

Si bien la seguridad del escenario es siempre una


consideración mayor para los proveedores de atención
prehospitalaria, estos incidentes a menudo requieren el ingreso
al escenario de rescatistas de urgencia de todo tipo, antes de
que pueda declararse que sea por completo seguro.

Los proveedores de atención prehospitalaria deben mantenerse


al tanto de su entorno, observar la posibilidad de la presencia de
dispositivos adicionales y considerar otros riesgos como
consecuencia de la explosión primaria.

Los pasos de evaluación y tratamiento del paciente son los siguientes:

→ La selección inicial, la reanimación del traumatismo y el transporte de los pacientes


deben seguir protocolos estándar para múltiples lesionados o víctimas masivas, e
incluyen la evaluación y el tratamiento de ABCDE, así como el control inmediato de una
hemorragia exanguinante.

→ Tomar nota de la localización del paciente y el ambiente que lo circunda. Las


explosiones en un espacio confinado conllevan una mayor incidencia de lesión explosiva
primaria, incluso la pulmonar.

→ Todos los pacientes con sospecha o confirmación de LPE deben recibir oxígeno
complementario a un flujo alto, suficiente para prevenir la hipoxemia.

→ La afección inminente de vía aérea requiere intervención inmediata.

→ Si es inminente o se presenta una insuficiencia ventilatoria, tienen que intubarse a


los pacientes; sin embargo, los proveedores de atención prehospitalaria deben estar
conscientes de que la ventilación mecánica y la presión positiva pueden aumentar el
riesgo de rotura alveolar, neumotórax y embolia aérea en los pacientes con LPE.

→ Debe administrarse oxígeno a flujo alto si se sospecha embolia aérea y colocar al


paciente en decúbito prono, semilateral o lateral izquierdo.

119

118
→ Las pruebas clínicas o sospecha de hemotórax o neumotórax justifican la
observación estrecha. Deberá hacerse descompresión de tórax en quienes
presentan hemotórax a tensión en la clínica. Está justificada la observación estrecha de
cualquier paciente con sospecha de LPE que se transporta por aire.

→ Se administrarán soluciones en forma juiciosa, ya que su exageración en el paciente


con LPE puede causar sobrecarga de volumen y empeoramiento del estado pulmonar.

→ Los pacientes con LPE deben transportarse rápidamente a las instalaciones


apropiadas más cercanas, de acuerdo con los planes de respuesta comunitaria para
sucesos de víctimas múltiples.

120

119
UNIDAD 6
Casos
específicos de
desastres

121

120
DESASTRES POR TERREMOTOS

Los movimientos de la corteza terrestre, principal origen de los terremotos, generan


deformaciones en las rocas del interior de la tierra y acumulan energía que es liberada
súbitamente en forma de ondas que sacuden la superficie.

Representan una de las más serias amenazas, debido a su gran potencial destructivo,
su amplia zona de afectación y, además, a la imposibilidad de poder pronosticar su
aparición.

Los principales efectos de un terremoto, dependiendo de su magnitud, son:

→ Fallas en rocas y en el subsuelo

→ Hundimientos de la superficie del terreno

→ Derrumbes, deslizamientos de tierra y avalanchas de lodo

→ Licuación o licuefacción

Los terremotos son calificados por su magnitud y por su intensidad. La magnitud


sísmica se refiere a la energía liberada, que suele medirse por la escala logarítmica de
Richter. La intensidad de los sismos se mide según el grado de destrucción que produce
y se utiliza, normalmente, la escala modificada de Mercalli, que va de I (intensidad
detectada por instrumentos muy sensibles) hasta XII (daño total).

La importancia y características de los daños están relacionadas con la magnitud del


terremoto y la extensión geográfica, el diseño antisísmico de las obras y su calidad
constructiva, así como con la calidad del terreno donde se sitúan las obras.

Un sismo tiene una magnitud determinada, pero tiene varias


intensidades dependiendo de la ubicación con respecto al
epicentro, las características propias de la geomorfología del
lugar, así como de los materiales empleados en la infraestructura.

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121
Escala Richter Efectos del terremoto
Menos de 3.5 Generalmente no se siente, pero es registrado
3.5 - 5.4 A menudo se siente, pero solo causa danos menores
5.5 - 6.0 Ocasiona danos ligeros a edificios

6.1 - 6.9 Puede ocasionar danos severos en áreas muy pobladas


7.0 - 7.9 Terremoto mayor. Causa graves danos
8 o mayor Gran terremoto. Destrucción total a comunidades cercanas

Escala Mercalli Efectos del terremoto


Sacudida sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente
Grado I favorables.
Sacudida sentida solo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos
Grado II altos de los edificios. Los objetos suspendidos pueden oscilar.
Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos de
los edificios, muchas personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de
Grado Ill
motor estacionados pueden moverse ligeramente. Vibración como la originada por
el paso de un carro pesado. Duración estimable
Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores, por pocas
en el exterior. Por la noche algunas despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de
Grado IV ventanas y puertas; los muros crujen. Sensación como de un carro pesado
chocando contra un edificio, los vehículos de motor estacionados se balancean
claramente.
Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de
vajilla, vidrios de ventanas, etc., se rompen; pocos casos de agrietamiento de
Grado V aplanados; caen objetos inestables. Se observan perturbaciones en los árboles,
postes y otros objetos altos. Se detienen de relojes de péndulo.
Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia
Grado VI afuera. Algunos muebles pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de
aplanados o daño en chimeneas. Danos ligeros.
Advertido por todos. La gente huye al exterior. Danos sin importancia en edificios
de buen diseño y construcción. Danos ligeros en estructuras ordinarias bien
Grado VII construidas; danos considerables en las débiles o mal planeadas; rotura de algunas
chimeneas. Estimado por las personas conduciendo vehículos en movimiento.

Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente bueno; considerable en


edificios ordinarios con derrumbe parcial; grande en estructuras débilmente
construidas. Los muros salen de sus armaduras. Caída de chimeneas, pilas de
Grado VIII productos en los almacenes de las fábricas, columnas, monumentos y muros. Los
muebles pesados se vuelcan. Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades.
Cambio en el nivel del agua de los pozos. Pérdida de control en las personas que
usan vehículos motorizados.
Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las armaduras de las
estructuras bien planeadas se desploman; grandes danos en los edificios sóli dos,
Grado IX con derrumbe parcial. Los edificios salen de sus cimientos. El terreno se agrieta
notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.
Destrucción de algunas estructuras de madera bien construidas; la mayor parte de
las estructuras de mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos;
Grado X agrietamiento considerable del terreno. Las vías del ferrocarril se tuercen.
Considerables deslizamientos en las márgenes de los ríos y pendientes fuertes.
Invasión del agua de los ríos sobre sus márgenes.
Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie. Puentes destruidos. Anchas
Grado XI grietas en el terreno. Las tuberías subterráneas quedan fuera de servicio.
Hundimientos y derrumbes en terreno suave. Gran torsión de vías férreas.
Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas de
Grado XII nivel (ríos, lagos y mares). Objetos lanzados en el aire hacia arriba.

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Entre las consecuencias que los sismos pueden tener sobre los sistemas de agua
potable y alcantarillado, destacan:

→ Destrucción total o parcial de las estructuras de captación, conducción, tratamiento,


almacenamiento y distribución.

→ Roturas de tuberías de conducción y distribución, daños en las uniones entre


tuberías o con tanques, con la consiguiente pérdida de agua.

→ Interrupción del fluido eléctrico, de las comunicaciones y vías de acceso.

→ Modificación de la calidad del agua cruda debido a deslizamientos.

→ Variación (disminución) del caudal de las captaciones subterráneas y superficiales.

→ Cambio de sitio de salida de aguas de manantiales y/o cambio de nivel de capa


freática.

→ Daños por inundación costa adentro por impacto de tsunamis.

→ Introducción de agua marina en acuíferos costeros.

DESASTRES POR ERUPCIONES VOLCÁNICAS

Las erupciones son el paso de material (magma), cenizas y


gases del interior de la tierra a la superficie. El volumen y
magnitud de la erupción variará dependiendo de la cantidad de
gas, viscosidad del magma y la permeabilidad de los ductos y
chimeneas. La frecuencia de estos fenómenos es muy variable, ya que algunos volcanes
tienen erupciones continuas mientras que en otros transcurren miles de años de
intervalo.

Existen dos clases de erupciones que originan las amenazas volcánicas:

→ Erupciones explosivas: Se producen por la rápida disolución y expansión del


gas que desprenden las rocas fundidas cuando éstas se aproximan a la superficie.

→ Erupciones efusivas: El flujo de materiales, y no las explosiones en sí,


constituyen la mayor amenaza. Los flujos varían en naturaleza (fango, ceniza o
lava) y cantidad.
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Una erupción volcánica es susceptible de generar
diferentes desastres, ligados entre sí, que pueden
provocar consecuencias mayores que las mismas
erupciones.

Entre estos podemos mencionar:

→ Efectos sísmicos provocados por acción


volcánica.

→ Inundaciones y deslizamientos de nieve, tierra o lodo, producidos por el


calentamiento del terreno y por las vibraciones locales.

→ La erupción propiamente, que puede tener cenizas, polvo o gases, rocas o piedras
y lava.

→ Destrucción total de las instalaciones en las áreas de influencia directa de los


flujos, generalmente restringidas al cauce de los drenajes que nacen en el volcán.

→ Obstrucción por las cenizas en obras de captación, desarenadores, tuberías de


conducción, floculadores, sedimentadores y filtros.

→ Modificación de la calidad del agua en captaciones superficiales y en reservorios


abiertos por caída de cenizas.

→ Contaminación de ríos, quebradas y pozos en zonas de deposición de lahares.

→ Destrucción de caminos de acceso a los componentes y líneas de transmisión de


energía eléctrica y comunicación.

→ Incendios.

→ Falla de estructuras civiles por acumulación de cenizas.

DESASTRES POR DESLIZAMIENTOS

Los deslizamientos se producen como resultado de cambios súbitos o graduales en la


composición, estructura, hidrología o vegetación, en un terreno en declive o pendiente.

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En muchos casos están íntimamente
ligados a amenazas primarias, como el
caso de un terremoto, o por saturación
de aguas producto de un huracán o
lluvias intensas. Asimismo, en zonas
urbanas se asocian a la acción del
hombre, por ejemplo, la dotación del
servicio de agua potable en
comunidades ubicadas en zonas de pendientes y suelos inestables, que puede provocar
un deslizamiento como consecuencia del exceso de humedad debido a fugas en los
sistemas. El caso es crítico cuando se suministra agua potable sin dotar, al mismo tiempo,
de los respectivos servicios de alcantarillado.

La magnitud del impacto de los deslizamientos depende del volumen de masa en


movimiento y su velocidad, así como de la extensión de la zona inestable y de la
disgregación de la masa en movimiento.

Los deslizamientos van acompañados generalmente por signos precursores, tales como
grietas y ondulaciones del terreno.

Los efectos más comunes se presentan en:

→ Carreteras con cortes del terreno y zonas de alta pendiente.

→ Alteración en el flujo normal de las corrientes de agua superficial (ríos y


quebradas), presentándose represamientos (acumulación de agua) que en una
ruptura abrupta pueden provocar el desplazamiento de grandes volúmenes de
agua o lodo.
→ Hundimientos y desplazamientos de terrenos, con afectaciones a estructuras
como viviendas, escuelas, carreteras, etc.
→ Cambios en las características físico/químicas del agua cruda que dificultan su
tratamiento.
→ Destrucción total o parcial de todas las obras, en especial las de captación y
conducción ubicadas sobre o en la trayectoria de deslizamientos activos.

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→ Contaminación del agua en las áreas de captación superficial de zonas
montañosas.

→ Impactos indirectos debido a la suspensión de caminos, servicio eléctrico y


comunicaciones.

→ Taponamiento de los sistemas de alcantarillado por acumulación de lodo y piedras.

DESASTRES POR HURACANES

Según sea la velocidad del viento, estos fenómenos naturales se denominan


“depresiones tropicales” (hasta 63 km/h y acompañado por cambios de presión
atmosférica), “tormentas tropicales” (cuando el viento es de 64 a 119 km/h y acompañado
de aguaceros intensos) o “huracanes” (cuando el viento alcanza una velocidad superior
a 120 km/h y va acompañado por fuertes lluvias e importantes diferencias de presión
atmosférica).

El huracán se origina al interaccionar el aire caliente y húmedo que viene del océano
con el aire frío; estas corrientes giran y se trasladan a una velocidad entre 10 y 50
km/h con una trayectoria totalmente errática. Sin embargo, actualmente se manejan
algunos modelos que permiten definir una posible trayectoria, que da una idea básica y
que se va ajustando conforme avanza el evento.

Los huracanes pueden provocar daños en:

→ Líneas de tendido eléctrico, incluso la falla de postes y torres de alta tensión, como
consecuencia de los fuertes vientos ligados a los mismos.

→ Infraestructura aledaña a cursos de agua.

→ Daños en viviendas por efecto de los fuertes vientos, sobre todo en zonas
costeras.

→ Incremento en la precipitación, que puede dar lugar a inundaciones totales en


ciudades.

→ Daños parciales o totales en las instalaciones, puestos de mando y edificaciones,


tales como rotura de vidrios, techos, inundaciones, etc.
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→ Roturas de tuberías debido a torrentes en pasos expuestos, tales como ríos y
quebradas.

→ Roturas y desacoples de tuberías en zonas montañosas, debido a deslizamientos


y torrentes de agua.

→ Roturas y daños en tapas de tanques y reservorios.

→ Daños en sistemas de transmisión y distribución de energía eléctrica.

DESASTRES POR INUNDACIONES

Las inundaciones se presentan como resultado de lluvia excesiva o del crecimiento


anormal del nivel del mar, así como por la rotura de represas y diques.

Cada vez es más frecuente observar


inundaciones ocasionadas por la
intervención del hombre, como
consecuencia de la degradación del
medio ambiente, la deforestación y el
inadecuado uso de la tierra. Por otra
parte, existen inundaciones propias de
las condiciones de las cuencas debido a su geomorfología, climatología, etc.

La magnitud de los efectos que podemos encontrar producidos por las inundaciones
está relacionada con el nivel que alcanzan las aguas, su velocidad y el área geográfica
que cubra. Otros factores de importancia son la calidad del diseño de las obras y la
calidad del terreno donde éstas se ubican.

Los daños que habitualmente originan las inundaciones son:

→ Afectación de viviendas situadas en las proximidades del cauce de los ríos.

→ Inundaciones de áreas, que pueden llegar a ser ciudades o poblaciones


completas, construidas en zonas de baja pendiente, con la alteración de la
actividad económica y de servicios.

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→ Zonas anegadas, con baja pendiente, en las que normalmente se prolonga la
situación al generarse áreas propicias para ransmisores de enfermedades.

→ Destrucción total o parcial de captaciones localizadas en ríos y quebradas.

→ Daños en estaciones de bombeo cercanas a cauces.

→ Atasque de componentes por arrastre de sedimentos.

→ Rotura de tuberías expuestas en pasos de ríos y quebradas.

→ Contaminación del agua en las cuencas.

→ Suspensión de energía eléctrica, corte de caminos y comunicaciones.

→ Introducción de agua marina en los acuíferos continentales, lo que implica la


disminución de agua subterránea o su contaminación.

DESASTRES POR SEQUÍAS

La sequía no se inicia
necesariamente cuando deja de
llover, puesto que en ese caso
podría disponerse de agua
almacenada en presas o en el

Son períodos secos


subsuelo para mantener el

prolongados en ciclos climáticos balance hídrico durante algún


naturales, originados tiempo. En general, entre los
por un conjunto complejo de efectos de la sequía se pueden
elementos hidrometeorológicos citar:
que actúan en el suelo
→ Disminución de la lluvia, con
y en la atmósfera.
la consiguiente reducción de
aguas superficiales en los
cursos y el riesgo de pérdidas
para la agricultura y ganadería
que esto conlleva.

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→ Alteración de la fauna en las zonas influidas por los cursos de agua afectados.

→ Alteraciones en el nivel de vida de poblaciones, consecuencia del perjuicio sufrido


en su actividad económica.

→ Pérdida o disminución de caudal de agua superficial o subterránea.

→ Disminución de los niveles de agua en las zonas de captación.

→ Necesidad de suministro de agua mediante camiones cisterna, con la consiguiente


pérdida de calidad y aumento de costos.

→ Abandono del sistema.

→ Acumulación de materia sólida en los sistemas de alcantarillado.

DESASTRES POR INCENDIOS

El fuego

La norma UNE 23026 es una norma española que define el fuego como una
combustión caracterizada por la emisión de calor, humo y llamas. La misma norma
define la combustión como una reacción química exotérmica (calor liberado) de oxidación
en la que se combina un elemento que arde (combustible) y otro que produce la
combustión (comburente) –generalmente el oxígeno en forma de O2 gaseoso– y en la
que se desprende calor (exotérmica), luz, humo y gases.

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El humo

El humo está constituido por partículas físicas sólidas y líquidas en suspensión en el aire
(principalmente vapor de agua) de diferente tamaño y color, incompletamente quemadas,
que son arrastradas por corrientes de convección de aire (el aire caliente asciende). A la
adecuada proporción de calor y oxígeno el humo es inflamable.

Es muy difícil saber qué está ardiendo por el color del humo, ya que la percepción
luminosa depende de múltiples factores externos ajenos al proceso de combustión.

Humo blanco

El color blanco indica que los combustibles arden


libremente, con gran presencia de O2, y que el
humo está compuesto principalmente de vapor de
agua.

Su origen puede ser productos vegetales, forrajes, fósforos, algunos piensos, etc.

Humo de color

 Amarillo: Su origen puede ser sustancias químicas que contienen azufre, con
formación de ácidos clorhídricos.

 Amarillo verdoso: Su origen puede ser sustancias químicas que contienen cloro.

 Violeta: Su origen puede ser sustancias químicas que contienen yodo.

 Azul: Este color está asociado a hidrocarburos.

Llamas

La llama es un gas incandescente cuya temperatura es


variable y depende de factores como el tipo de combustible
y la concentración de comburente.

Los combustibles gaseosos y líquidos (y la mayoría de los


sólidos) arden siempre con llama.

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Los combustibles sólidos se descomponen emitiendo gases inflamables, que son los que
realmente arden. Las llamas se producen siempre en la fase gaseosa.

El color de la llama depende de la composición química del combustible y de la cantidad


de oxígeno presente. Si la proporción de oxígeno es elevada, las llamas son de color
amarillo luminoso. Si la proporción de oxígeno es baja, las llamas son de color azul, más
energéticas.

Las llamas provocan principalmente reacciones de histeria y nerviosismo en las víctimas.


En ocasiones producen deslumbramientos en el trabajo propio del bombero, lo que al
igual que el humo impide la correcta percepción del entorno del fuego.

Las temperaturas de la llama dependen de la naturaleza del combustible que arde y de


los productos resultantes de la combustión. En la práctica las temperaturas de la llama
alcanzan de 1800ºC a 2200ºC.

Triángulo del fuego

Los incendios se producen cuando


coinciden un producto inflamable
(combustible), un producto que favorece
la combustión (comburente) y una
fuente con suficiente energía de
activación (calor, chispa, llama).

Cuando se dispone de estos tres factores


en las proporciones correctas ocurre la
combustión.

Estos tres factores (combustible, comburente y calor) se representan a menudo mediante


un triángulo: el triángulo del fuego. La supresión de uno de los lados del triángulo (un
factor) hace imposible que se produzca un incendio (o lo extingue si ya existe).

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Tipos de los incendios

Incendios según material combustible

 Clase A: de sólidos
 Clase B: de líquidos
 Clase C: de gases
 Clase D: de metales
 Clase F: derivados de la utilización de ingredientes para cocinar (aceites y grasas
vegetales o animales).

Según la velocidad de combustión

 Combustión lenta y muy lenta. Por ejemplo: el amarilleado del papel sometido
al calor, la oxidación del hierro, etc.

 Combustión simple, normal o rápida. Característica de los incendios normales.

 Combustión instantánea o muy rápida. El caso más típico es la explosión.

Según la propagación del oxígeno

 Combustión completa: La combustión es completa cuando el suministro de


oxígeno es abundante (21%) y produce CO2 y H2O. El humo producido es blanco
o gris pálido. El combustible se combina totalmente con el oxígeno sin dejar más
productos residuales que anhídrido carbónico y vapor de agua.

 Combustión incompleta: La combustión es incompleta cuando hay escasez de


oxígeno (comburente) o existen partículas incombustibles y se produce CO y H2O.
El monóxido de carbono es ávido de oxígeno, lo que constituye una amenaza de
explosión en caso de ventilación súbita del espacio. El humo producido es muy
oscuro y caliente.

 Combustión con llamas: Los líquidos y gases inflamables arden siempre con
llama (la mayor parte de los plásticos sólidos pueden considerarse como líquidos
inflamables solidificados, que como tales funden antes de su combustión). La
llama está relacionada con velocidades de combustión relativamente altas.

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Según el lugar del incendio

 Urbanos: Son los que se producen en lugares conde existe concentración


humana, es decir casas o edificios.

 Industriales: Son los fuegos que se producen en industrias o instalaciones donde


se almacenan o fabrican sustancias combustibles. Abarcan un elevado abanico
de tipos desde gases, líquidos o sustancias peligrosas y tóxicas. Son muy
peligrosos y solo deben ser atacados por personal especializado.

 Forestales: En este caso el combustible es sólido y lo que arde es la masa


forestal. Para poder extinguirlo hay que conocer a que subtipo corresponde. Se
dividen entre: de copas (el fuego se extiende por las copas de los árboles. Son
fuegos virulentos y de propagación rápida), de superficie (lo que arde son los
matorrales, herbáceas y hojas secas. Son los más frecuentes y suelen ser el inicio
de otros tipos de incendio) y de subsuelo (lo que arde son las raíces de los árboles
y otra materia orgánica. Estos incendios no arden con llamas sino con brasas y
con poco humo, su propagación es lenta.

 En transportación: Los fuegos que se producen en vehículos y medios de


transporte, y afectan tambipen a personas y productos. La complejidad depende
de la distancia a la que se encuentre el siniestro de los equipos de emergencia.

Según la magnitud

 Conato: Es un pequeño incendio que puede ser sofocado rápidamente con


extintores estándar.

 Incendio parcial: Estos fuegos abarcan parte de una instalación, casa o edificio.
Este fuego es muy peligroso y podría extenderse y descontrolarse, lo que lo
convertiría en un incendio total.

 Incendio total: Es el incendio que se encuentra totalmente fuera de control y


afecta completamente a una casa, edificio o instalación. Es casi imposible
combatirlo y lo que intentarán los bomberos es que no se extienda a otros edificios
colindantes.

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Según el tipo de riesgo

El riesgo de evalúa en función de varios factores. Los principales factores son: Ocupación
(depende de la cantidad de ocupantes de un edificio), Continente (materiales de
construcción del edificio y altura) y Contenido (materiales más o menos inflamables
dentro del edificio). Como ejemplo un edificio de madera tendrá más riesgo que uno de
hormigón, o un edificio de 30 plantas más riesgo que uno de cinco plantas.

 Ligeros

 Ordinarios

 Extraordinarios

Evolución de los incendios

Dentro de la evolución de un incendio se definen cuatro fases:

→ Inicio: Para que el fuego se inicie son esenciales combustibles, un comburente y una
energía de activación. Con estos tres factores comienza el incendio, que produce una
liberación de energía en forma de calor que es suficiente para mantener la reacción en
cadena.
→ Desarrollo: El incendio se desarrolla libremente porque el contenido de oxígeno
posibilita la combustión completa de los materiales involucrados. La temperatura
ambiente sube y, por radiación y conducción, se inflaman otros elementos que no
estaban afectados por el fuego. La temperatura ambiente sube de forma acelerada (por
ejemplo, en el techo de un cuarto puede superar los 700ºC). En poco tiempo empieza a
disminuir la concentración de oxígeno en el aire, se genera más monóxido de carbono,
gas inflamable y asfixiante, así como otros gases inflamables que no combustionan por
falta de oxígeno.

→ Propagación: El incendio alcanza grandes dimensiones y en esta fase el calor se


transmite por todos los medios. Por convección se generan corrientes de humo y gases
calientes que buscan cualquier resquicio para continuar su camino. La radiación actúa de
forma relevante en esta fase, ya que cuanto más calientes están los cuerpos más
radiación se transmite.
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→ Extinción: Puede producirse de forma natural (si el combustible se agota una vez
quemado, el incendio se apaga), aunque cuando se habla de extinción se hace referencia
a la extinción provocada por la acción del hombre. En la actuación de los Bomberos se
deben seguir unas pautas conocidas.

→ Transmisión: Siempre que existe una diferencia de temperatura la energía (calor) se


transfiere de la región de mayor temperatura a la de menor temperatura. Esta transmisión
se puede definir como el paso de calor de los cuerpos más calientes a los que lo están
menos, con el fin de estabilizar el sistema energético y conseguir un equilibrio.

Mecanismos de extinción

1) Sofocación o eliminación del comburente: Se trata de impedir que los vapores


combustibles entren en contacto con el comburente, o bien que la concentración de este
sea tan baja que no permita la combustión.

2) Desalimentación o eliminación del combustible: Consiste en la retirada parcial o


total del combustible, siempre que la velocidad de retirada del mismo sea mayor que la
velocidad de propagación del fuego.

3) Enfriamiento: Consiste en eliminar el calor para reducir la temperatura del


combustible por debajo de su punto de ignición (o de encendido), con lo que se evita que
se desprendan gases inflamables. Se consigue lanzando agua (es el agente que mayor
enfriamiento produce, fundamentalmente en su paso de fase líquida a vapor, al absorber
540 calorías por cada gramo de agua) adecuadamente sobre las superficies calientes.
Es el método más empleado y suele ir acompañado de ventilación controlada, siempre y
cuando el aporte de comburente sirva para rebajar la temperatura y eliminar humo y
gases en la atmósfera, sobre todo en los niveles bajos, reduciendo el peligro de explosión
por acumulación de vapores.

4) Inhibición o rotura de la reacción en cadena: Los elementos utilizados para este


método son compuestos químicos que reaccionan con los distintos componentes de los
vapores combustibles, neutralizándolos. Suelen utilizarse halones y polvo químico seco.

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Principios generales de actuación

Cuando se produce un incendio, puedes tener los siguientes síntomas:

Asimismo, debes tener muy presente que el humo generado por el incendio incita al
pánico, irrita los ojos (por lo que le afecta a la visión, disminuyendo la visibilidad e
imposibilitando localizar las puertas de salida o de emergencia).

Cómo actuar en el caso de incendios interiores:

→ Una vez realizadas las anteriores acciones, debes tratar de controlar la situación,
retirando a las personas a un lugar seguro y utilizando un extintor.

→ Si el incendio tiende a propagarse, evacua el área, bajando siempre por las escaleras
de emergencia, NUNCA a través de elevadores o ascensores. En caso de estar
totalmente oscuro, sigue una pared, sin separarte de ella.

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→ Al evacuar, moverse lo más bajo posible (el humo y los gases tóxicos tienden a subir
con el calor), taparse la boca con ropa para inhalar menos humo y gases.

→ Cerrar las puertas por las que se atraviesa para demorar el avance del fuego.

→ En caso de quedarse atrapado en una habitación debes:

 Cerrar la puerta
 Si sale humo por debajo de la puerta o esta está caliente, no abrirla; abrir una
ventana; si no sale humo por debajo de la puerta y no está caliente, abrirla
lentamente: si hay demasiado humo, o hay fuego en el corredor, cerrarla
inmediatamente.

 Tapar cualquier entrada de humo utilizando toallas, cortinas o cualquier elemento


textil, preferentemente mojados o húmedos

→ Si tus prendas se prenden fuego, no correr: tirarse al piso, taparse la cara con las
manos, y rodar, rodar, rodar para ahogar las llamas.

Cómo actuar en caso de encontrarte atrapado

→ Taparte con un trapo o pañuelo húmero la nariz y la boca

→ Localizar la ruta de evacuación o entrar en un cuarto u oficina que disponga de


ventanas que den a la calle.
→ En caso de encontrarte herido, guarda la calma. Aplica primeros auxilios. Grita pidiendo
auxilio, debes arrastrarse tratando de alcanzar la ruta de evacuación más cercana ya que
esto facilitará tu localización ya que, durante el incendio, los bomberos siguen esa misma
ruta, pero en sentido contrario por lo que existen mayores posibilidades de que te
localicen.
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Consejos a tener en cuenta:

→ Debes tener en cuenta que lo más importante es salvar la vida.

→ NUNCA vayas solo a combatir un incendio.

→ Ponte en contacto con los servicios de emergencia (cuerpo de Bomberos).

→ NUNCA permanezcas en un lugar donde exista humo. Sal de inmediato.

→ Ten en cuenta que la práctica en simulacros de evacuación en caso de incendios


es la medida preventiva más efectiva para mantener en control en este tipo de
situaciones.

Cómo usar el extintor de incendios


El uso correcto del extintor implica cuatro pasos:

1) Tirar del cierre de seguridad

2) Apuntar a la base del fuego

3) Apretar el gatillo

4) Mover el chorro de lado a lado y de atrás a


adelante.

Cómo actuar frente incendios forestales:

Llama inmediatamente al teléfono de emergencias. La rapidez con la que des aviso


puede ser determinante.

Sigue las indicaciones dadas por las autoridades.

Escucha la radio para informarte de la situación y de qué hacer.

Aléjate del frente del fuego por los lados en dirección opuesta al viento, si es posible,
entra en zona ya quemada lo más pronto posible.

Si se puede, moja un pañuelo para taparte la cara y evitar así los efectos nocivos del
humo. Respira haciendo inspiraciones poco profundas y lentas, tomando el aire de cerca
de tierra y evitando inhalar el humo espeso. Si estás cerca del mar o de ríos, acércate al
agua y si es necesario, métete dentro.

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No te refugies en pozos ni en cuevas, ya que el oxígeno puede terminarse rápidamente.
Evita las zonas con pendiente, los puertos de montaña y los valles estrechos, porque el
aire caliente tiende a subir.

Si estás en coche, detente en un lugar protegido, cierra las puertas y las ventanas, apaga
la ventilación del coche y enciende los faros para que te puedan encontrar en medio del
humo.

DESASTRES POR RADIACIONES IONIZANTES

A pesar de que se habla de incidentes nucleares, la situación menos probable es que


pueda usarse un arma nuclear con fines terroristas o bélicos. En el concepto “nuclear”
se incluyen todas aquellas situaciones que conlleven la exposición a radiaciones
ionizantes, ya sea por la explosión de un arma nuclear o de un dispositivo de dispersión
radiológica o por un accidente o ataque en una instalación en cuyo interior haya fuentes
radiactivas.

En cualquiera de las situaciones anteriores, lo que ocurre es que los afectados se


exponen a radiaciones ionizantes y el cuadro clínico que presentan resultará de los
efectos de esas radiaciones sobre el cuerpo humano.

Un punto importante que conviene aclarar es la diferencia


entre los términos “irradiado” y “contaminado”
El término “irradiado”, hace referencia a la exposición a radiación
ionizante sin presencia de material radiactivo en el interior o exterior del
cuerpo.
El término “contaminado” se refiere a la presencia ya sea en piel o
mucosas de sustancias radiactivas o al ingreso de estas en el organismo
bien por vía inhalatoria, digestiva o bien a través de una solución de
continuidad en la piel. Se diferencia, por tanto, la contaminación externa
de la contaminación interna.

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Otro concepto a destacar en las radiaciones ionizantes es el de la penetrabilidad, ya
que en función de esta se precisarán diferentes materiales para protegerse o “blindarse”
frente a diferentes tipos de radiación. Así, por ejemplo, las partículas α tienen muy baja
penetración y quedan en la ropa o superficie corporal, planteando problemas cuando
pasan al interior del organismo por las vías antes descritas. Por el contrario, para detener
la radiación γ se precisen blindajes de plomo, mientras que para la radiación neutrónica
son necesarios blindajes de hormigón.

Efectos de las radiaciones ionizantes

Cuando nuestro organismo está expuesto a radiaciones ionizantes, aparecen en el


mismo, dos tipos de efectos: probabilísticos y deterministas.

→ Los efectos probabilísticos: Se caracterizan por no tener una dosis umbral,


aparecer de forma tardía y afectar tanto a la persona que recibe la radiación, como
a su descendencia, en función de que las células afectadas sean somáticas o
germinales. De la dosis de radiación recibida no depende la gravedad del efecto,
pero sí la probabilidad de que aparezca el mismo (por ejemplo, neoplasias).

→ Los efectos deterministas: Se caracterizan por tener una dosis umbral y pueden
ser de aparición temprana o tardía. Aparecen en la persona expuesta y entre ellos
cabe citar la alopecia, cataratas, lesiones dérmicas, etc. En estos efectos, la
gravedad sí es proporcional a la dosis recibida.

Síndrome de radiación corporal total

En aquellos casos en los que una parte suficientemente amplia del organismo se expone
a altas dosis de radiación ionizante aparece el denominado Síndrome de Radiación
Corporal Total o Síndrome de Radiación Aguda.

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En este síndrome se distinguen tres fases que se describen a continuación.

Prodrómico o inicial: Dura aprox.48 horas postirradiación y los síntomas

1 que en él aparecen son consecuencia de la reacción del sistema nervioso


autónomo (náuseas, vómitos, cefalea, vértigo, taquicardia, irritabilidad).

De latencia: Se caracteriza por la a usencia de síntomas y su duración


2 puede variar desde minutos a días, en función de la dosis recibida

De enfermedad manifiesta: Aparecen los síntomas característicos de los


3 sistemas lesionados.

Dentro del síndrome de irradiación corporal total se distinguen tres síndromes que
aparecerán en el siguiente orden y de acuerdo al aumento en la dosis de radiación
recibida:

→ Síndrome Hematopoyético: Aparece con dosis entre 1-8 Gy y se manifiesta por


una pancitopenia.

→ Síndrome Gastrointestinal: Aparece con dosis entre 8 y 30 Gy. Aparece como


consecuencia de la afectación de las vellosidades intestinales, lo que altera la
absorción a nivel intestinal y facilita el paso de gérmenes al torrente sanguíneo.

→ Síndrome Cardiovascular y del Sistema Nervioso Central: Aparece con dosis


superiores a los 30 Gy provocando la muerte del afectado en 72 horas
(normalmente en 24-48 horas). Obviamente cuando la dosis recibida es tan alta
como para que aparezca este síndrome no da tiempo a que el paciente sufra la
sintomatología por daño medular o gastrointestinal. Por lo tanto, cuando una
persona se vea expuesta a una dosis de radiación que sea capaz de provocar un
Síndrome Cardiovascular o del Sistema Nervioso Central, también sufrirá un
Síndrome Digestivo y Hematopoyético, solo que dada la gravedad creciente de
los síndromes conforme aumenta la dosis recibida, no dará tiempo a que el
paciente manifieste los síntomas propios de los dos primeros síndromes, ya que
su período de latencia es mayor.
142

141
Conviene recordar llegado este punto que, si bien todo lo anteriormente expuesto se
refiere a la exposición a radiaciones ionizantes, en aquellos casos en los que se produzca
una explosión, a los síntomas y signos derivados de la exposición a la radiación habrá
que sumar lesiones por onda expansiva y lesiones térmicas.

DESASTRES POR AGENTES BIOLÓGICOS

La utilización de agentes biológicos como armas de guerra o con fines terroristas data
de antiguo. Valga de ejemplo que, en
el siglo XIV, los tártaros lanzaban
cadáveres de enfermos de peste a
través de los muros de la ciudad de
Kaffa o la propagación de viruela
mediante el reparto de mantas
contaminadas a la población
estadounidense nativa en el siglo
XVIII por parte de los ingleses.

En fechas recientes, resalta la utilización de esporas de carbunco en Estados Unidos


tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Esa fecha marca un hito en la utilización
de agentes microbianos con fines terroristas, ya que el objetivo principal es crear un
estado de temor e incertidumbre en la población.

Características de los agentes biológicos

Los agentes biológicos utilizados en bioterrorismo deben tener unas características


básicas, entre las que cabe citar:

→ Tener una alta morbi-mortalidad.

→ Capacidad de transmisión persona a persona.

→ Ser precisa una dosis infectante pequeña.

→ Tener una alta capacidad infectante al diseminarse por aerosol.

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→ No contar con medios de diagnóstico rápido.

→ Ser estables en medio ambiente.

Agentes químicos

Los agentes químicos se clasifican en función de su acción en:

LETALES INCAPACITANTE NEUTRALIZANTE

Cuando se habla de agentes químicos se debe tener en cuenta dos conceptos


fundamentales: persistencia y volatilidad, ya que en función de estos dos parámetros la
exposición al agente será mayor o menor en cuanto a tiempo e intensidad.

Letales

Dentro de ellos se distinguen cuatro grandes grupos:

→ Nerviosos o neurotóxicos: Se distinguen tres niveles de intoxicación (leve, moderado


y grave) en base a la aparición y gravedad de los síntomas, que dependen de la vía de
absorción y la forma de presentación de agente (líquido o gas).

 Intoxicación leve: Rinorrea, hipersalivación, aumento de sudoración,


fasciculaciones en el lugar de contacto con el agente, disnea, cefalea, náuseas,
bradi o taquicardia.

 Intoxicación moderada: Se intensifican los síntomas anteriores.

 Intoxicación grave: Además de los síntomas anteriores, los afectados pueden


presentar miosis, importante disnea, comportamiento extraño o confuso, vómitos,
relajación de esfínteres, convulsiones, espasmos musculares graves.

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→ Neumotóxicos o sofocantes: Son gases o líquidos volátiles
que provocan al ser inhalados lesiones en la vía respiratoria,
pudiendo llegar a provocar edema pulmonar por alteración de la
membrana alveolocapilar.

→ Dermotóxicos o vesicantes: Provocan lesiones a nivel


cutáneo, ocular y en vía respiratoria. Tienen alto poder de
penetración de forma que pueden atravesar tejidos, cuero, goma,
etc.

→ Hemotóxicos o cianogénicos: Los agentes hemotóxicos, de los cuales el más


característico es el ácido cianhídrico, actúan impidiendo la utilización de oxígeno por las
células al unirse con la citocromo-oxidasa mitocondrial, lo que provoca fallo respiratorio
y la muerte.

Incapacitantes
Provocan una alteración física o psíquica y entre ellos se encuentran depresores del
SNC como el BZ que se tratará con fisostigmina y estimulantes del SNC como el ácido
lisérgico (LSD) cuyo tratamiento se basa en la administración de benzodiacepinas.

Neutralizantes
La afectación que provocan es inmediata incapacitando a la persona expuesta. Entre
ellos se encuentran agentes estornudatorios (adamsita) o lacrimógenos
(cloroacetofenona).

PRIMERA RESPUESTA Y ORGANIZACIÓN DE LA


ZONA SANITARIA EN INCIDENTES NRBQ (NUCLEARES,
RADIOACTIVOS, BIOLÓGICOS Y QUÍMICOS)

De entre las intervenciones que se deben realizar se encuentran las relacionadas con
riesgo Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico.

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144
Las intervenciones NRBQ requieren un procedimiento de actuación específico, en el que
se debe considerar los siguientes aspectos:

→ La Zonificación

→ La Protección

→ La Actuación

ZONIFICACIÓN en incidentes NRBQ

Zona caliente o de exclusión

Como ya vimos, es la zona donde está presente el agente agresor, o


donde puede llegar a estar presente en un corto período de tiempo.
Se considera también esta zona la que puede verse afectada por una
explosión del producto, o en la que la radiación o la posibilidad de
contacto con un agente biológico es posible.

La entrada en esta zona está restringida a los equipos encargados de neutralizar, reducir
o mitigar la presencia del agente (Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado o
Cuerpos de Bomberos).

La presencia de equipos sanitarios es necesaria en el límite exterior de esta (zona


templada), donde se concentran los heridos y/o afectados. Este punto se define como
Refugio Seguro o Punto de Reunión de Víctimas.

La presencia de equipos sanitarios se realizará, a petición de policía y bomberos, en


tareas de apoyo centradas en la valoración de víctimas y/o afectados, o la supervisión
de tareas de rescate y movilización.

Todos los intervinientes que entren en esta zona, deben llevar los equipos de protección
definidos en la Mesa de Seguridad; inicialmente se considera necesaria la utilización de
Nivel III de protección para entrar en la zona.

Zona templada o de reducción de la contaminación

Se encuentra situada a continuación de la zona caliente. En ella se realiza la


descontaminación cuya función es retirar el agente contaminante de todos los elementos
y personas que han estado en contacto con él.
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145
Es la zona de paso obligado tanto al interior como al exterior de la zona caliente.

Se establecerán "líneas" para la descontaminación de tal


modo que, a la salida de ellas el sujeto esté libre del agente
agresor, con lo que se evita la dispersión (contaminación
secundaria).

El personal de las líneas de descontaminación recibirá a los


afectados por el incidente (tanto heridos como ilesos), al igual
que a los intervinientes que necesiten ser descontaminados.

Para trabajar en la descontaminación se debe utilizar un Nivel II de protección, para los


tres primeros pasos y el nivel I para el último paso de la descontaminación. Estas medidas
pueden ser modificadas por el jefe de la intervención.

Zona fría o de apoyo

Es una zona libre de agente agresor y alejada del mismo. Aquí se realizan las tareas
sanitarias, y se instala el Puesto Médico Avanzado. Todos los equipos de control y apoyo
a la intervención, se sitúan en esta zona.

PROTECCIÓN

Para la protección se utilizan diversos elementos.

→ Elementos de protección de la vía aérea:

 Elementos filtrantes: Para


aerosoles biológicos.

 Semimáscaras: Para salpicaduras


de líquidos no agresivos a mucosas
y/o partículas.

 Máscaras: Para partículas, gases y vapores.


 Equipos de respiración autónoma (ERA): para todo tipo de agentes y productos.
Con utilización de tiempo limitado (unos 30 minutos por cada botella).

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→ Botas y guantes

→ Trajes de protección:

 Impermeables a sólidos y salpicaduras de líquidos (actualmente blancos).

 Impermeables a sólidos, líquidos y vapores de líquidos. Necesitan estar


precintados con cinta en botas, puños y cremallera (actualmente naranjas).

 Impermeables a sólidos, líquidos, vapores y gases (actualmente azules o rojos).

ACTUACIÓN

Existen dos posibilidades:

 El aviso entra a través de la Central de Comunicaciones como incidente


NRBQ.

 Una unidad que se encuentra de servicio es la que da el aviso del incidente


NRBQ.

Una vez conocidos los diferentes agentes hay que centrarse en cómo organizar la
asistencia sanitaria en este tipo de incidentes y qué peculiaridades tiene.

Como ocurre en todos los incidentes con múltiples víctimas, la respuesta será
multidisciplinar, es decir, intervendrán los diferentes servicios de emergencias de forma
que se pueda, en el menor tiempo posible:

→ Detectar/identificar el agente diseminado.

→ Establecer un perímetro de seguridad que aísle el foco o zona de peligro.

→ Rescatar a los afectados y llevarlos a una zona segura.

→ Descontaminar a los afectados.

→ Prestarles la atención médica que precisen, antes de ser evacuados a un centro


hospitalario, en caso de ser necesario.

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Desde el punto de vista sanitario, existen tres puntos clave en un incidente NBQ que
obligan a actuar de una manera muy concreta:

→ Gran número de afectados: Dependerá del tipo de agente y de la forma de


diseminación, de forma que el número será más extenso cuando el agente se
disemine en forma de aerosol.

→ Tratamientos específicos para el agente diseminado.

→ Necesidad de descontaminación de todos los afectados, ya que se parte de la


base de que todo expuesto está contaminado

Se pondrán en marcha los procedimientos de actuación implantados para incidentes de


múltiples víctimas.

Otro punto a considerar, especialmente en el caso de que el agente diseminado sea un


agente neurotóxico, es que habrá que contar en la primera asistencia con antídotos
específicos.

Cuando se está expuesto a un agente NRBQ, se debe


eliminar en lo posible y lo antes posible el agente en
cuestión para, por un lado, limitar los efectos del mismo,
y por otro lado, limitar la transferencia de ese agente
(contaminación) tanto al personal sanitario que intervenga
en el incidente, como al material que se utilice para llevar a
cabo la asistencia.

Para llevar a cabo esta descontaminación existen instalaciones portátiles, fáciles de


montar consistentes en una o varias tiendas con un sistema de duchas, de forma que
permite el desvestido, lavado y vestido de los afectados antes de entrar en una
instalación sanitaria en la que reciban tratamiento. Ese lavado se realiza con una mezcla
de agua y descontaminante, utilizándose uno u otro en función del agente diseminado.

En aquellos casos en los que es prioritario tratar a los afectados, ya sea porque el
pronóstico depende de la rapidez con la que reciban antídotos específicos o porque
precisen soporte inmediato, se contempla la posibilidad de instalar una Estación de
Tratamiento de Emergencia previa a la estación de descontaminación.

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A la hora de balizar o señalizar las zonas de intervención en un incidente
NRBQ es primordial conocer cuál es la dirección del viento, de forma
que las zonas de descontaminación y asistencia sanitaria se sitúen en la
dirección en la que venga el viento. Con ello, se evitará que tanto el
personal ya afectado, como el personal de intervención se expongan al
agente diseminado.

El traslado de personal desde el lugar del incidente a la estación de descontaminación


y desde ésta al puesto sanitario se realizará, en función de la distancia mediante camilleo
y ambulancias, estableciéndose una noria que permita un adecuado ritmo de evacuación.

150

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