Orientacion Vocaciona
Orientacion Vocaciona
Orientacion Vocaciona
Programa de Cursos
Curso coproducido con la Asociación de Profesionales
de la Orientación de la República Argentina.
Introducción a la
Orientación Vocacional.
Nuevos discursos y prácticas de OV
en un escenario social complejo.
Orientación y Subjetividad.
Lic. Adriana Gullco.
Editora: Lic. Beatriz Bacco.
Clase 1/5
Para comenzar.
A lo largo de esta clase desarrollaremos algunos conceptos centrales en
el área de la orientación vocacional para la comprensión de la subjetivi-
dad actual. Fundamentalmente:
Introducción al tema.
La problemática de encontrar y definir cómo puede cada persona ocupar
un lugar determinado en la trama social, ha sido desde la antigüedad
-y sigue siéndolo- motivo de preocupación. Se trató siempre de un lugar
que no puede ser pensado sin tener en cuenta las formas de producción
y la concepción del trabajo en cada época, lo que necesariamente remite
a considerar cual será la preparación que se requiere para ocupar un
status vitae –entendido como posición social, es decir, un lugar relati-
vo- que garantice la relación con los otros actores sociales. Hablamos
entonces, principalmente, de incluirse en el mundo del trabajo y de la
capacitación necesaria para desarrollar las actividades requeridas para
tal fin.
Como orientadores nos interrogamos sobre cuáles son las tensiones que
operan en quienes se acercan buscando la ayuda profesional para pen-
sar qué pueden hacer con su futuro, no sólo en lo laboral y en lo acadé-
mico, sino como proyecto de vida. Para ilustrar algunos de los conceptos
que desarrollaremos en esta clase, analizaremos situaciones tomadas de
mi propia práctica profesional.
Connotaciones de época.
Primer caso. Fernando tiene 19 años y acaba de fracasar en su segundo
intento de completar el nivel secundario. Está repitiendo el quinto año
en una escuela de educación media técnica, que en Argentina tiene una
duración de seis años. Este joven tiene sobreedad –es decir, que supera
la edad prevista para el año escolar que cursa- porque se espera que ter-
mine la secundaria a los 18. Los padres consultan porque quieren que se
“oriente” para tratar de definir, dicen ellos, si su “personalidad” es “para
técnico o humanístico”. Pero fundamentalmente plantean que su hijo es
un “vago” que no quiere estudiar, que se pasa toda la noche frente a la
pantalla de la computadora y eso les produce mucha rabia e impotencia.
Fernando escucha que hablan de él, mascullando argumentos que no
terminan de convencer ni a sus padres, ni a él mismo.
Pero las condiciones socio históricas no son las mismas que en el inicio
de la modernidad. Las transformaciones actuales de los lazos sociales se
observan tanto en la pluralidad de fórmulas convivenciales como en las
nuevas relaciones de poder, en los cambios en los dispositivos de autori-
dad en las instituciones, como en los valores que han perdido sustancia,
por ejemplo, la caída de la idea del deber.
1- Ana María Fernández: “El niño y la tribu”, en Instituciones Estalladas, Eudeba, Buenos Aires,
1999, p. 315.
2- DSM-IV Breviario, Criterios Diagnósticos, Masson, Barcelona, 2000.
Casos como estos muestran que al no contar con referencias del pasa-
do para resolver estas situaciones, muchas veces se recurre a la ayuda
profesional que pueden brindar tanto la psicoterapia – señalada como la
profesión del siglo XX por el historiador Hobsbawm-6 y otras disciplinas
como la Orientación Vocacional en busca de indicaciones y modelos.
Para muchos, pareciera presentarse un panorama que muestra algo así
como una contradicción irresoluble entre seguridad y libertad.
5- Ulrich Beck: La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad, Editorial Paidós, Barcelona,
1998, p. 137.
6- Eric Hobsbawm: Historia del Siglo XX, Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 1998.
Podemos preguntarnos:
- ¿Eligió dejar de estudiar?
- ¿Dónde se gestan esas posibilidades de elección y sus rupturas o con-
tinuidades?
- ¿Cómo podríamos leer esta realidad sobre la que los orientadores tam-
bién operamos o debiéramos poder operar?
7- Jean Pierre Bourdieu: Contrafuegos: reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión
neoliberal, Editorial Anagrama, Barcelona, 2000.
La construcción de representaciones
sociales.
Pero, ¿de qué habla Guichard cuando se refiere a las representaciones?
Veamos como define Serge Moscovici –uno de sus principales enuncian-
tes- a las representaciones sociales. Este autor describe la existencia
de una doble faz en las mismas, considerándolas tanto estructuras es-
tructuradas, como estructuras estructurantes. Dice que las representa-
ciones sociales se presentan en variadas y complejas formas, como dis-
tintas imágenes condensando conjuntos de significados. Esto las ubica
en un punto intermedio que engloba tanto conceptos provenientes de la
psicología como de la sociología.9
8- Jean Guichard: La escuela y las representaciones de futuro de los adolescentes, Editorial Lear-
tes, Barcelona, 1995, p. 18.
9- Serge Moscovici: “Notes towards a description of social representations”, en European Journal
of Social Psychology, Nº18, 1988.
Representaciones y Habĭtus.
Ahora bien, si nos preguntamos acerca de las relaciones entre los meca-
nismos de dominación y las representaciones sociales, podemos acudir a
las ideas de Bourdieu sobre la violencia simbólica. Este autor considera
que la aceptación de un determinado orden de cosas en el mundo, se
logra por imposición de la presión social y no –al menos originariamente-
por una representación mental de los agentes sociales. Agrega Castorina
que Bourdieu estableció que las representaciones sociales, reproducen
las diferencias sociales y, de este modo, ayudan a legitimarlas en la vida
de las instituciones. 10
12- María Cristina Rojas, Susana Sternbach: Entre dos siglos, Lugar Editorial, Buenos Aires,
1997, p. 24.
13- Ibídem, p. 28.
14- Alicia Cibeira, Mario Betteo Braberis: Jóvenes, crisis y saberes, Noveduc, Buenos Aires, 2009,
p. 51.
Desarmando categorías.
Lo que Mariana, Fernando o Luciana decidan acerca de su proyecto fu-
turo, en la medida en que les sea posible decidir, estará entonces sujeto
a diversas condiciones. Una de ellas, por ejemplo, es la idea de vocación
como algo dado de antemano, que es exactamente la pregunta que rea-
lizan los padres de Fernando. Deconstruir esta idea, analizarla, es muy
importante para poder interrogarnos acerca de cual será el mecanismo
y la posibilidad de elegir de cada uno. Vocación, proviene de vocare, que
significa llamado.15
15- Adriana Gullco, Gloria di Paola: Orientación Vocacional, una estrategia preventiva, Editorial
Vocación, Buenos Aires, 1993, p. 26.
Nuestra tarea como orientadores tiene que apelar cada vez más a la in-
ventiva y a no perder de vista el anudamiento de sentidos que se juegan
en las elecciones vocacionales.
Los tres casos aquí planteados requieren ubicarse desde una perspec-
tiva teórica suficientemente amplia para leerlos. La complejidad de los
procesos que sostienen las situaciones descriptas está absolutamente
ligada a los cambios de una sociedad en perpetua aceleración, en la
que el encuentro con la realidad se ha trasformado en azaroso. Cada
circunstancia de vida pone en juego posibilidades distintas: la persona
que emigra, el que busca desesperadamente lazos que lo filien a una fa-
milia que no se presenta como sólida, el que busca surfear en el mundo
“líquido” del trabajo, para pertenecer, para ser parte y descubre que sólo
se encuentra con la falta de sentido.
16- Sergio Rascovan: Orientación Vocacional: Una perspectiva crítica, Editorial Paidós, Buenos
Aires, 2005, p. 42.
Resumen conceptual.
La idea de individuo no siempre existió; se trata de una de las formas de
subjetividad de la Modernidad.
Han cambiado los lazos sociales creando nuevas subjetividades. Es no-
table particularmente cómo ha cambiado el mundo del trabajo y la pro-
ducción.
Se visualiza un deslizamiento de las sociedades de disciplinamiento a las
sociedades de control.
Los sujetos tienen la dudosa ventaja de quedar librados a sí mismos.
La Orientación Vocacional y otras disciplinas psi marcan cómo se recu-
rre a alguien que ayude a afrontar situaciones para las cuales el pasado
no ofrece modelos.
La OV en sus inicios nació para dar respuesta a demandas de ubicación
laboral. Hoy la ubicamos desde otra perspectiva.
Es nuestro desafío como orientadores que la OV no sea considerada
como un dispositivo de disciplinamiento social, sino como una práctica
que contribuya a una postura crítica.
Tomamos de Bordieau el concepto de Habĭtus como forma de incorporar
y reproducir esquemas por el cual los sujetos aparecen sujetados a los
grupos sociales que los producen.
Los sujetos necesitan controlar su presente para dominar su futuro.
Jean Guichard plantea que la elaboración representativa de la situación
presente orienta la construcción del proyecto a través de la reflexión de
las estrategias para realizarlo y los motivos para hacerlo.
Es importante tener en cuenta la reproducción inconsciente de las limi-
taciones a las que nos somete el discurso del orden imperante, por las
cuales rechazamos lo que no se puede y queremos lo inevitable.
Las condiciones de posibilidad de proyectos están ligadas al Habĭtus
como interiorización de potencias. Sobre esta base podemos trabajar
con los deseos y lograr usar la capacidad imaginativa en su sentido más
radical.
La dinámica entre sujeto y deseo implica, siempre, la idea de falta y, por
lo tanto, de búsqueda constante e inacabada.
Los adolescentes, nuestros consultantes por excelencia aunque no los
únicos, ven vacilar lo que suponen que el Otro espera de sí, dificultando
la tarea de construir un proyecto de vida.
Las categorías vocación, profesión, carrera -entre otras- deben ser revi-
sadas a la luz de las condiciones de fluidez del mundo actual.
Bibliografía.
Baumann, Zygmunt: Mundo consumo, Editorial Paidós, Buenos Aires,
2010.
Beck, Ulrich: La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad, Edi-
torial Paidós, Barcelona, 1998.
Bourdieu, Jean Pierre: Contrafuegos: reflexiones para servir a la resisten-
cia contra la invasión neoliberal, Editorial Anagrama, Barcelona, 2000.
Castoriadis, Conrnelius: La institución imaginaria de la sociedad, Tus-
quets, Barcelona, 1983.
Castorina Antonio: Representaciones sociales. Problemas teóricos y cono-
cimientos infantiles, Editorial Gedisa, Barcelona, 2003.
Cibeira, Alicia; Betteo Braberis, Mario: Jóvenes, crisis y saberes, Nove-
duc, Buenos Aires, 2009.
Corea, Cristina; Lewkowicz, Ignacio: Pedagogía del aburrido. Escuelas
destituidas, familias perplejas, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2004.
DSM-IV Breviario, Criterios Diagnósticos, Masson, Barcelona, 2000.
Fernández, Ana María: “El niño y la tribu”, en Instituciones Estalladas,
Eudeba, Buenos Aires, 1999.
Guichard, Jean: La escuela y las representaciones de futuro de los ado-
lescentes, Editorial Leartes, Barcelona, 1995.
Gullco, Adriana; di Paola, Gloria: Orientación Vocacional, una estrategia
preventiva, Editorial Vocación, Buenos Aires, 1993.
Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX, Editorial Grijalbo, Buenos Aires,
1998.
Moscovici, Serge: “Notes towards a description of social representations”,
en European Journal of Social Psychology, Nº18, 1988.
Rascovan, Sergio: Orientación Vocacional: Una perspectiva crítica, Edito-
rial Paidós, Buenos Aires, 2005.
Rojas, María Cristina; Sternbach, Susana: Entre dos siglos, Lugar Edito-
rial, Buenos Aires, 1997.