Plotkin - Perony El Peronismo

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BIBLIOTECAS Y LIBROS

Peron y el peronismo: un ensayo bibliografico

MARIANO BEN PLOTKIN


Universidad de California, Berkeley

El triunfo peronista en las elecciones presidenciales argentinas de 1989, y el


espectacular cambio de rumbo que el presidente Carlos Menem le dio
subsecuentemente a SU gobierno, pusieron el problema del peronismo nuevamente
en el foco de atenci6n de academicos, periodistas y politicos interesados en la
Argentina. Nuevas preguntas acerca de la naturaleza del peronismo, su capacidad
de adaptarse a la cambiante realidad politica argentina, sus transformaciones y su
lugar en el sistema politico del pais, parecen haber adquirido nueva relevancia,
como lo ha mostrado la conferencia que, sobre estos temas, tuvo lugar en la
Universidad de Harvard en abril de 1990 1• Pero para dar una respuesta adecuada a
estas preguntas, tal vez sea necesario analizar el "peronismo original" de las dos
primeras presidencias de Juan Domingo Per6n desde nuevas perspectivas. En este
ensayo me propongo pasar revista a las diferentes interpretaciones del (primer)
peronismo que ban aparecido desde la caida del gobierno de Per6n en 1955. No
tengo la pretensi6n (ni podria tenerla) de hacer una revisi6n exhaustiva de todo el
material publicado sobre el tema en los ultimos treinta y cinco afios. Voy a centrar
mi atenci6n en aquellos trabajos que, bajo mi punto de vista, ban abierto nuevos
caminos o ban ofrecido perspectivas particularmente interesantes para este
complejo tema - el peronismo -, que es sin duda uno de los mas relevantes de la
historia argentina del siglo XX.
Per6n atrajo el interes del publico extranjero desde muy temprano, y los
primeros trabajos de interes academico (aunque no siempre libres de intereses
politicos) sobre el regimen peronista fueron publicados cuando Per6n estaba aun
en el poder2.Sin embargo, en este ensayo voy a concentrarme solamente en los
trabajos aparecidos despues de la caida del gobierno peronista en 19553.
Despues de la caida del gobierno de Per6n, en septiembre de 1955, la sociedad, y
en particular la intelectualidad argentina (que en su mayoria habia sido opositora
del regimen depuesto ), se confront6 con la necesidad de explicarse a si misma los
ultimos diez afios de su historia. El peronismo habia dividido a la sociedad
argentina en dos sectores aparentemente irreconciliables. Peron habia logrado
polarizarla como ningun otro politico del siglo XX lo habia hecho antes, ni lo haria
despues. Ademas, para los distintos sectores sociales, la experiencia peronista
habia tenido caracteres y consecuencias muy distintos. Si para un importante
!':Pr.tor de la.~ clases trabaiadoras los diez afios de gobierno de Peron habian
114 E.l.A.L.

significado un mejoramiento real de sus condiciones·de vida, logrado a traves de


fuertes redistribuciones del ingreso, ademas de su incorporaci6n a la arena politica
y al aparato estatal, y la reformulaci6n (a su favor) de viejas pautas en sus
relaciones con otros sectores de la sociedad; para otros sectores, en particular la
clase media y buena parte de la intelectualidad, el gobierno peronista habia sido
una experiencia extremadamente traumatica. Este trauma era el resultado, no s6lo
de las experiencias de represi6n y censura que algunos miembros de estos sectores
habian sufrido, sino tambien (y tal vez aun mas importante que los factores
anteriores) del hecho que la experiencia peronista parecia no encajar en el
desarrollo normal de la historia argentina contemporanea. Tanto para los politicos
e intelectuales de la izquierda tradicional como para los de la derecha (excepto para
algunos grupos nacionalistas), el peronismo era una prueba de que en alguna
medida el proceso politico y social del pais ya no se adaptaria a las reglas
tradicionales y estaba escapando de su control. T odos estos factores contribuyeron
a generar lo que Raymond Williams llamaria una "estructura de sentimientos"
(structure offeelingsJ, la cual es evidente en algunos escritos politicos y literarios
inmediatameni.t: posteriores a la caida del regimen, en los que el ien6meno
peronista era visto como algo esencialmente aberrante y por lo tanto imposible de
ser entendido por medios racionaless. Jorge Luis Borges (a quien Per6n habia
separado de su puesto de director de la biblioteca municipal y nombrado, a
2ambio, inspector municipal de aves y corrales) escribi6 la slguiente interpretaci6n
del fen6men_o peronista en el articulo publicado en un numero especial de la revista
Sur6, cuyo titulo, "L' Illusion Comique" es, de por si, significativo:
" ... Durante afios de oprobio y de boberia, los metodos de la
propaganda comercial y de la litterature pour concierges fueron
aplicados al gobierno de la Republica. Hubo asi dos historias: una de
indole criminal, hecha de carceles, torturas, prostituciones, robos,
muertes e incendios; otra de caracter escenico, hecha de necedades y
fabulas para consumo de patanes. La dictadura abomin6 (simul6
abominar) del capitalismo, pero copi6 sus metodos, como en Rusia ...
Mas curioso fue el manejo politico de los~ procedimientos del drama o
del melodrama".
Aun mas interesante es la interpretaci6n que Borges daba mas adelante, en el
mismo articulo de la jornada del 17 de octubre de 1945 7, que pone de manifiesto la
"estructura de sentimientos" que mencionaramos antes:
" ... El dia 17 de octubre de 1945 se simu16 que un coronel habia sido
arrestado y secuestrado, y que el pueblo de Buenos Aires lo rescataba;
nadie se detuvo a explicar quienes lo habian secuestrado ni c6mo se
sabia su paradero. Tampoco hubo sanciones legales para los.supuestos
culpables, ni se revelaron o conjeturaron sus nombres ".
Guillermo de la Torre, siguiendo la misma linea, escribi6, a su vez, en el mismo
numero de Sur: "Todo en el peronismo era una colosal impostura. Todo era
ap6crifo, anacr6nico". Anacronismo, ap6crifo, impostura, mentira; el peronismo
era visto por ciertos sectores como una patologia, algo en cierta medida fuera de la
realidad, y por lo tanto como una ruptura total en la historia del paiss.
Esta, que podriamos Hamar "visi6n patol6gica" del fen6meno peronista, es
tambien evidente en los contenidos de gran parte de la catarata de libros sobre el
PERON Y EL PERONISMO 115

tema publicados en los afios inmediatamente posteriores a la caida de Peron.


Muchos de estos libros fueron escritos, o bien por ex-exiliados politicos durante el
gobierno de Peron que ahora retornaban al pais, o bien por gente queen algun
momento habia participado o se habia acercado al regimen y ahora se sentia en la
obligaci6n de explicar sus acciones. Una rapida mirada a los titulos de la mayoria
proporciona una sensacion del animo con el que fueron escritos 9• Para muchos de
sus autores, el gobierno peronista habia sido una versi6n local del Fascismo o del
Nazismoto (y, en el caso de algunos escritores de izquierda, bonapartismo)tt, en la
cual Per6n y su esposa muerta eran presentados como manipuladores
omnipotentes de la voluntad de las clases trabajadoras. El regimen peronista era
visto como una cadena interminable de actos de corrupci6n, de tortura y de
censura. Probablemente el ejemplo mas obvio de esta visi6n del peronismo sea el
titulado Libro negro de la segunda tirania 12 , publicado por el gobierno de la
"Revoluci6n Libertadora"13. Este libro era en realidad un sumario de las
conclusiones a que habian arribado las "comisiones investigadoras" establecidas
por el gobierno revolucionario para investigar diversos aspectos de la
administraci6n de Peron1 4 • Entre otras cosas, decia: " ... Lo inexplicable, lo
monstruoso, es que se establezca una dictadura en tiempos de paz y prosperidad
(tal la situaci6n cuando Peron se hizo cargo del poder), sin causas inmediatas que
la justifiquen, ni antecedentes valederos que la hagan prever" 15 . Segt'm esta
perspectiva, caido Peron, la tarea era ahora resocializar a los sectores populares e
incorporarlos de una manera "democratica" al sistema politico.
Sin embargo, para algunos sectores mas perceptivos (aunque no necesariamente
menos anti-peronistas), era obvio que muchos de los cambios traidos por el
peronismo eran irrevocables. Para algunos se hizo claro que existia "otra
Argentina", para la cual la experiencia peronista, lejos de tener las caracteristicas
demoniacas que algunos le querian atribuir, habia representado el unico canal
Valido para obtener dignidad y mejoramiento de SUS condiciones SOCiales y
ecenomicas. En un tono dramatico, Ernesto Sabato escribio sobre la caida de
Peron:
"Aquella noche de septiembre de 1955, mientras los doctores,
hacendados y escritores feste jabamos ruidosamente en la sala la caida
del tirano, en un rinc6n de la antecocina vi como las indias que alli
trabajaban tenian los ojos empapados en lagrimas. Y aunque en todos
aquellos afios yo habia meditado en la tragica dualidad que escindia al
pueblo argentino, en ese momento se me apareci6 en su forma mas
conmovedora... "16
Dentro de lo que hemos llamado "vision patol6gica del peronismo", es posible ·
encontrar, sin embargo, los primeros intentos de elaborar una interpretacion mas
global del fen6meno peronista. Entre ellos (aunque con objetivos, metodos e
ideologia diametralmente distintos) cabe mencionar: Peron: historia de su triunfo y
su derrota, de Jorge Abelardo Ramos, libro que a lo largo de los afios fue reeditado
con diferentes titulos y formatoI7; y el clasico libro de analisis sociologico de Gino
Germani: Politica y sociedad en una epoca de transici6n 18 •
Ramos basa su interpretacin en una larga cita de Trotsky sobre la imposibilidad
del sistema democratico en paises coloniales o semi-coloniales. En estos paises (de
ln" rmalP~ b AroP.nttn;:t era. un eiemnlo). los gobiernos en general adquieren
116 E.l.A.L.

caracteristicas bonapartistas o semibonapartistas, las cuales, bajo ciertas


circunstancias, pueden incorporar elementos progresistas y anti-imperialistas,
como fue el caso del peronismo 19. Para Ramos, la historia argentina se articula
fundamentalmente alrededor de la historia de la penetraci6n de los imperialismos
britanicos, estadounidense y sovietico. Sin embargo, y a pesar de esta visi6n
simplificada del proceso hist6rico, hay ciertos aspectos de su interpretaci6n que son
interesantes. El enfasis que Ramos pone en ubicar al peronismo en un contexto
mas amplio - el de los sistemas politicos de los paises semi-coloniales -, aunque
sin duda discutible, refina, sin embargo, considerablemente la visi6n que veia en el
peronismo un fen6meno unico y puramente patol6gico. Per(m ya no es presentado
como un manipulador omnipotente de los sectores populares. Ramos no ve en la
jomada del 17 de octubre ni el resultado de las manipulaciones de Per6n, ni la
movilizaci6n del "lumpen proletariado" que la izquierda tradicional habia querido
ver20. Se trat6 mas bien de un moviniento masivo y espontaneo en el que la
verdadera clase obrera se moviliz6 y como consecuencia del cual Per6n emergi6
como lider. Segun Ramos, fueron los trabajadores quienes "crearon" a Per6n el 17
de ociubre y no Per6n ei que manej6 a las masas. En este sentido Ramos ve en el
peronismo un movimiento "racional", siendo sus limitaciones ide6logicas la
·~onsecuencia 16gica de la situaci6n dependiente del pais y de la falta de educaci6n
politica de las masas:
"Jamas en la historia se ha desenvuelto ningiln movimiento que desde
sus comienzos fuese totalmente claro en sus formulaciones; s6lo la
experiencia propia, las lecciones de las derrotas, el fracaso de sus jefes,
permiten a las masas, en estadios sucesivos, realizar un balance intimo
de su orientaci6n y seleccionar las ideas y los caudillos que su lucha
requiere ... Bajo los sim-bolos elementales del peronismo ... enormes
masas de hombres y mujeres que hace s6lo diez aiios vivian en el atraso
precapita lista hicieron su ingreso triunfal en la politica argentina. La
direcci6n que abrazaron era enteramente correcta; no habia ninguna
otra capaz de defenderlo mejor - y los que podian hacerlo (Ramos
mismo y la Hamada "lzquierda Nacional", como oposi ci6n a la
tradicional "izquierda cipaya": el fuertemente "stalinizado" Partido
Comunista) no eran aun suficientemente fuertes para ser
escuchados''21.
Esta visi6n del peronismo como un movimiento liberador seria retomada en los
'60 y los 70. Juan Jose Hernandez Arregui, por ejemplo, ve en el peronismo lo que
el llama un "socialismo nacional ''22.
Sin embargo, Ramos no se desembaraza completamente de la"visi6n patol6gica"
del peronismo. El mismo concepto de "bonapartismo" en lenguaje marxista remite
a un sistema politico de caracteristicas perversas.
Una interpretaci6n mucho mas sofisticada, y que eventualmente se convirti6 en el
centro de lo que se Hamaria la "interpretaci6n ortodoxa del peronismo", es la
ofrecida por el soci6logo italiano Gino Germani. Su Politico y sociedad en una
epoca de transici6n es una colecci6n de ensayos sobre diversos temas de sociologia
latinoamericana, dentro del marco te6rico de la Hamada "teoria de la
modemizaci6n", y escritos entre la caida de Per6n y el principio de la decada del
'60. Aunque Germani no esconde su aversi6n al re2imen caido (ni siouiera se
PERON Y EL PERONISMO 117

propone hacerlo), su libro contiene lo que probablemente fue el primer intento de


llegar a una explicaci6n "cientifica" del fen6meno peronista. Germani se pregunta
por que las masas eligieron un camino no-democratico y totalitario (tales las
caracteristicas que el le adscribe al peronismo) para su incorporaci6n en el sistema
politico, en vez de un camino mas democratico 0 aun mas tradicionalmente de
izquierda. La respuesta que Germani ofrece para su pregunta esta ligada a dos
factores: las caracteristicas y el "timing" del proceso de modernizaci6n de la
Argentina; y el papel esencial desempeiiado por los migrantes internos recientes.
Durante las decadas de los '30 y los '40, y como resultado del proceso de rapida
industrializaci6n desencadenado por la Crisis y acentuado por la Segunda Guerra
Mundial, una marea de gente, de origen rural y sin experiencia politica o sindical
previa, migr6 a las ciudades (especialmente a Buenos Aires) para incorporarse al
mercado del trabajo industrial:
" ...[Como resultado de las migraciones internas] estas grandes masas
trasplantadas de manera rapida a las ciudades, transformadas
subitamente de peones rurales, artesanos 0 personal de fatiga en
obreros industriales, adquirieron significaci6n politica sin que al
mismo tiempo hallaran los canales institucionales necesarios para
integrarse al funcionamiento normal de la democracia. La politica
represiva de los gobiernos de clase media entre 1916 y 1930, las severas
limitaciones al funcionamiento de la democracia despues de esa fecha y
el general descreimiento y escepticismo creados por toda esta
experiencia, unidos a la ausencia de partidos politicos capaces de
proporcionar una expresi6n adecuada a sus sentimientos y necesidades,
dejaban a estas masas "en disponibilidad", hacian de ellas elemento
dispuesto a ser aprovechado por cualquier aventura que les ofreciera
alguna forma de participaci6n'~3.
Habia, por lo tanto, una dualidad en la clase trabajadora argentina en el
momento en que Per6n se hace cargo del poder. Por un lado los "trabajadores
viejos", fogueados con experiencia politica y sindical y fuertes tradiciones
izquierdistas, que no fueron captados por el peronismo y permanecieron en la
oposici6n (al menos en un principio); por el otro lado, estaban los "trabajadores
nuevos", migrantes internos recientes y sin experiencia, que fueron atraidos
facilmente por el discurso y la politica demag6gica de Per6n24 •
Germani no puede (ni quiere) evitar el utilizar las experiencias del Fascismo y el
Nazismo co mo puntos de comparaci6n con el peronismo. Sin embargo, admite que
las experiencias totalitarias europeas tuvieron importantes caracteristicas que las
diferenciaban de la Argentina. Mientras en Europa el Fascismo y el Nazismo se
apoyaron fundamentalmente en las clases medias empobrecidas en vias de
proletarizaci6n, Per6n obtuvo su apoyo fundamental de la clase obrera25 • Esta
peculiaridad derivaba del tardio (comparado con Europa) proceso de
modernizaci6n que habia experimentado la Argentina, siendo el peronismo un
resultado de esta transici6n a la modernidad.
A pesar de todas las caracteristicas negativas que Germani le atribuye al
peronismo, tambien le reconoce algunos rasgos positivos. Germani no acepta la
idea de que Per6n manipul6 a las masas por un "plato de lentejas". Si Per6n
n1'hmn Pl ~nnvn flP. fas tnaSaS_ es noraue. a cambio, el les dio algo muy importante.
118 E.l.A.L.

Bajo el gobierno peronista las masas adquirieron autoconciencia y se liberaron de


viejas pautas de comportamiento social. Teniendo esto en cuenta, ihasta que punto
la actitud de las masas puede ser caracterizada de irracional? Germani ofrece la
siguiente respuesta:
"En verdad, de ningun modo habria [sic] sido necesaria la subversion
institucional, moral y econ6mica, ni mucho menos el regimen
totalitario ... la aparici6n de la masa popular en la escena politica y su
reconocimiento por la sociedad argentina pudieron haberse realizado
por el camino de la educaci6n democratica y a traves de los medios de
expresi6n que es ta puede dar. Desde este punto de vista no hay duda de
que el camino emprendido por la clase obrera debe considerarse
irracional... Mas aqui es menester preguntarnos: z,era posible dicho
mecanismo democratico en las condiciones en que se hayaba el pais
tras la revoluci6n de 1930? La contestaci6n es claramente negativa ... "'26
En otro de los ensayos incluidos en Politica y sociedad... , Germani matiza aun
mas su visi6n del peronismo como una patologia. En el capitulo titulado "De la
sociedad tradicional a la participaci6n total en America Latina", escrito en 1961 27 ,
Germani incluye al peronismo en la categoria mas amplia de movimientos
"nacional-populares" tipicos de los paises menos desarrollados (en particular paises
latinoamericanos). Con ello le quitaba al peronismo SU caracter de unico, implicito
en el ensayo de 1956.
El analisis de Germani fue muy influyente y dio origen a numerosas variaciones.
Un importante estudio, queen parte sigue las lineas de Germani, es el de Torcuato
Di Tena2s. Segun Di Tella, el fen6meno del populismo en America Latina (del cual
el peronismo es un ejemplo) es el resultado de la existencia de grupos campesinos y
trabajadores urbanos ansiosos por obtener una participaci6n mayor en la
distribuci6n del ingreso y en la toma de decisiones politicas, careciendo, al mismo
tiempo, del marco organizativo adecuado para canalizar sus intereses de clase. La
verdadera novedad en el analisis de Di Tella, sin embargo, es su enfasis en la
necesidad de la existencia de lo que el llama "elite anti status-quo" que dirija la
movilizaci6n de las mas as populares para que el fen6meno populista pueda
emerger. En el caso del peronismo, este sector de la elite habria estado compuesto
por sectores del ejercito e industriales que sentian discrepancia entre sus
expectativas y sus reales oportunidades sociales29 •
Coino dijeramos mas arriba, la interpretaci6n de Germani se convirti6 en
"can6nica" durante la epoca del '60 y fue el eje de la Hamada "interpretaci6n
ortodoxa del peronismo". Sin embargo, tambien en esta decada, la percepci6n del
lugar del peronismo en el desarrollo hist6rico y social argentino cambi6
considerablemente. En primer lugar, la experiencia de gobierno peronista iba
quedando en el pasado, perdiendo relevancia directa en el acontecer politico del
pais. Pero al mismo tiempo, como la influencia del peronismo como "mito
unificador" de la clase obrera3° perduraba, y de hecho era cada vez mas fuerte 31 ,
muy pronto se hizo evidente que cualquier explicaci6n que considerara al
peronismo como un fen6meno patol6gico del desarrollo hist6rico argentino no
podria ser satisfactoria. La idea de que resocializando a la clase trabajadora de una
manera "democratica" pondria fin al peronismo no podia mantenerse seriamente.
Por otro lado. oara la izouierda tradicional se hizo evidente one fa 11nir.~ m~nP.r~ nP.
PERON Y EL PERONISMO 119

promover un acercamiento con la clase obrera de la cual habia estado alienada


desde 1945, era aceptar al peronismo como uno de los factores mas importantes en
la ideologia y experiencia de la misma, y buscar la manera, o bien de convivir con
el, o de absorberlo. Ademas, Per6n mismo, desde su exilio en Espana, se estaba
convirtiendo en un factor esencial en el sistema politico argentino. Aunque para
algunos sectores seguia siendo el "tirano pr6fugo", el hecho es que Per6n estaba
legitimando su lugar en la historia yen la politica argentina32 •
Era obvio que el peronismo requeria otro tipo de interpretaci6n. Como resultado
de esta inquietud comenzaron a organizarse seminarios y a publicarse libros con
diferentes interpretaciones altemativas del peronismo, que fue perdiendo su
caracter casi metafisico, convirtiendose cada vez mas en objeto de estudio de
soci6logos, historiadores y periodistas33. Ademas, otras voces comenzaron a
dejarse oir euando antiguos dirigentes peronistas de primero y segundo orden
comenzaron a producir "su" versi6n sobre el periodo peronista34 • Producto de este
cambio de percepci6n fue la "historia del peronismo" publicada por la revista
Primera Plana a mediado de los '60 y que consistia en una secuencia de articulos
que cubria casi todos los aspectos relevantes del gobierno peronista. En muchos de
esos articulos, antiguos dirigentes y miembros del gobiemo peronista relataban sus
experiencias y versiones sobre diferentes aspectos del periodo. Otro producto de
esta evoluci6n es el libro compilado por Carlos Fayt, La naturaleza de/
peronismo3s, que consiste en las conclusiones de una investigaci6n realizada por
profesores y alumnos de la Catedra de Derecho Politico de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Buenos Aires. El objetivo de la investigaci6n era "proveer de
material para el conocimiento del que y el por que del peronismo en la realidad
argentina" y por lo tanto "iniciar, asi, el conocimiento objetivo de esa realidad''3 6•
El libro incluye en la segunda parte discusiones sobre las interpretaciones
altemativas del peronismo en boga en ese momento. Sin embargo, uno de los libros
mas importantes sobre el tema, publicado a fines de los '60, fue El 45, de Felix
Luna37 • Este libro, que a lo largo de sucesivas ediciones se convirti6 en un
verdadero clasico, relata casi dia a dia los acontecimientos del afio crucial de 1945,
que el autor reconoce como un afio de ruptura en la historia argentina reciente.
Escrito en el estilo casi periodistico que caracteriza al au tor, El 45 destila un
sentimiento de "mea culpa". Luna pertenece a una familia de prominentes
miembros de la Uni6n Civica Radical, y estaba envuelto, al tiempo de los hechos
que relata, en el movimiento estudiantil de oposici6n a Per6n. Luna admite su
propia incapacidad en ese momento para evaluar el sentido de los
acontecimientos38.
Este libro es importante por dos razones fundamentales: primero, porque se trata
probablemente del primer relato bien documentado del proceso que llev6 a Per6n
al poder. El libro utiliza y reproduce documentaci6n que no habia sido examinada
seriamente hasta entonces, incluyendo una carta que Per6n envi6 a su entonces
novia, Eva Duarte, desde su prisi6n en la isla Martin Garcia, en octubre del '45.
Pero ademas (y desde mi punto de vista mas importante), la importancia del libro
reside en que Luna devuelve el surgimiento del peronismo a la "contingencia di! la
historia". Luna muestra que el ascenso de Per6n al poder fue el resultado, no
solamente deljuego de diferentes fuerzas sociales (de hecho, Luna deja este aspecto
J..~.,+.. ... +.. A .. 1~nn N1 '11nn1Pr~ ~P. toma la molestia de definir terminos tales como
120 E.l.A.L.

"oligarquia" o "pueblo'i, sino tambien la consecuencia de actitudes de personajes


tales como Amadeo Sabattini, el antiguo e idiosincratico caudillo radical de la
provincia de C6rdoba, y una de las figuras pollticas mas relevantes del momento39,
o el Dr. Juan Alvarez, procurador del tesoro, a quien el gobiemo militar le habia
encomendado formar un gabinete de consenso, tarea en la que fracas6. El proceso
que llev6 a Per6n al poder fue tambien el resultado de la incapacidad de la
oposici6n de evaluar adecuadamente los eventos que estaban teniendo lugar. Luna
muestra que en 1945 nadie estaba en completo control de la situaci6n, y
ciertamente tampoco Per6n, tal como lo demuestra la carta que le envi6 a Eva
desde su prisi6n en Martin Garcia, pocos dias antes del 17 de octubre,
comunicandole que su carrera politica habia terminado. En El 45 el peronismo no
es presentado como la consecuencia casi necesaria de complejos cambios sociales,
sino como uno de los posibles resultados (y ciertamente no el unico posible) de un
complicado y confuso proceso hist6rico. El libro no es - ni pretende ser.- un
analisis "cientifico" de los origenes del peronismo, sino mas bien (y tal vez esta sea
una de sus contribuciones mas importantes) un relato hist6rico que devuelve al
fen6meno del peronismo al (usando el titulo de uno de los capitulos del libro)
"huracan de la historia"40, quitandole en forma contundente el caracter de
"patologia". Al mismo tiempo, Luna traslada el foco del analisis desde la sociedad
al ambito de la politica41.
Sin embargo, el verdadero punto de ruptura en la interpretaci6n de los origenes
del peronismo fue el libro publicado a principios de los 70, Estudios sobre los
origenes del peronismo, de Miguel Murmis y Juan Carlos Portantiero42. Este libro
consiste basicamente en dos ensayos. El primero de ellos, "Crecimiento industrial y
alianza de clases en la Argentina (1930-1940)", analiza las respuestas de los diversos
sectores de la elite al proceso de crecimiento industrial que tuvo lugar en la decada
del '30 como resultado de la Crisis. Pero fue sin duda la segunda parte del libro, "El
movimiento obrero en los origenes del peronismo", la que le propin6 a la teoria de
Germani sabre la dualidad de la clase obrera una sacudida de la que nunca se
recobr6. Este ensayo desencaden6 un debate sobre los origenes del peronismo que
continua (aunque con menos fuerza) hasta el dia de hoy43. Murmis y Portantiero
llevan nuevamente el analisis al ambito social. Para estos autores, el peronismo no
puede ser entendido como una ruptura completa con el pasado, sino que es una
consecuencia de un proceso que tiene sus origenes en los '30. A diferencia de
Germani, que habia visto en el peronismo una visi6n distorsionada y local del
Fascismo, para Murmis y Portantiero, la explicaci6n del fen6meno debia buscarse
en ciertas caracteristicas estructurales del desarrollo de la sociedad argentina
durante la decada del '30: "Las hip6tesis que manejaremos nos inducen a pensar
que la presencia de un periodo previo de asincronia entre el desarrollo econ6mico y
participaci6n resulta decisiva para la apreciaci6n de los rasgos especificos que
asumiran algunos movimientos populistas, en especial el peronismo ... "44 • Estos
autores rechazan la importacia de la dualidad de la clase obrera como un factor
relevante en la emergencia del peronismo, enfatizando al mismo tiempo la
continuidad existente entre las politicas de Per6n y los objetivos de los lideres
sindicales tradicionales45. En un contexto de acumulaci6n de capital sin
distribuci6n, Per6n, desde su puesto de secretario de trabajo y previsi6n, estaba en
oosici6n de otornarle a los sindicatos lo one hada rato nnP. P.dahan rP.rlamanr1n
PERON Y EL PERONISMO 121

Como consecuencia de este analisis, Murmis y Portantiero rechazan la idea de la


"heteronomia de la clase trabajadora" bajo Per6n, tal como estaba formulada por
la "teoria ortodoxa".
A semejanza del an8.lisis de Di Tella, para Munnis y Portantiero, Per6n no s6lo
recibi6 el apoyo de la clase trabajadora (como enfatizaba Germani), sino que ven al
peronismo como el resultado de una alianza polich.sista compuesta por
trabajadores, sectores de las Fuerzas Armadas (mayoritar~ amente del ejercito) y
pequefios industriales que se establecieron como consecuencia del proceso de
sustituci6n de importaciones iniciado en la decada del '3()46. Esta alianza, por lo
tanto, fue el resultado de la manera en que la economia y la sociedad se
desarrollaron en la decada del '30.
&tudios sabre los origenes de/ peronismo tuvo dos consecuencias importantes:
primero, termin6 de destruir la imagen de Per6n como un manipulador
omnipotente de una clase obrera pasiva (cualquiera sea la explicaci6n que se diera
para esta pasividad); y segundo, dado que para estos autores el peronismo no
represent6 una ruptura con el pasado, y dado que la explicaci6n sobre sus origene~.
debia buscarse en las caracteristicas de la clase obrera y los sindicatos a lo largo df:l
periodo pre-peronista*, Murmis y Portantiero dieron con su libro un incentivo
para el estudio de las "precondiciones" del peronismo. A partir de mediados de la.
decada del '70, diversos trabajos ban salido a la luz (y otros, en su mayoria tcsis
doctorales aun ineditas) sobre diferentes aspectos del desarrollo de la clase obrera
argentina -y otros temas relacionados -durante el periodo 1930-1943, teniendo
casi todos ellos como punto de mira el surgimiento del peronismo47 • Esta
aproximaci6n "genetica" del peronismo tiene una vaga similitud con el proceso
experimentado por la historiografia acerca del Nazismo en Alemania durante la
decada del '7()48.
Sin embargo, nuevas versiones de la "visi6n patol6gica" del peronismo parecen
haber re-emergido en algunos trabajos recientes, tales como el libro di.! Carlos
Waisman, Reversal of Development in Argentina49. Para Waisman, el peronismo
(en cuya emergencia el ve el resultado del miedo que ciertos sectores de la elite
tenian a una posible revoluci6n de signo comunista), con su politica de protecci6n
indiscriminada y la organizaci6n de un sistema corporativo, fue la c:msa mas
importante del cambio de camino de desarrollo del pais, que pas6 de s~r una "new
settlement region" (como Estados Unidos, Australia o Canada) a un pais
subdesarrollado (como el resto de America Latina)so.
Como se dijera antes, al cuestionar algunas de las hip6tesis y premisas de la
llamada "teoria ortodoxa" sobre los origenes del peronismo, el trabajo de Munnis
y Portantiero dio origen a una importante polemica sobre los origenes - yen
particular sobre la base social inicial - del peronismo. Parte importante de esa
polemica es cubierta en el libro compilado por manuel Moray Araujo e Ignacio
Llorente: El voto peronistas•, el cual incluye la mayoria de los a.rtkulos relevantes
(muchos de ellos ya habian sido publicados previamente en revistas especializadas)

• Un anlllisis de la literatura sobre el peronismo articulado sobre el eje "ruptura-continuidad" es el de


EuµJ.io de lpola: "Ruptura y continuidad. Claves parciales para un balance de las interpretaciones del
· ---- -" .... ______ ,,_ ----,(-;,.,.. '>0· 111\ fnr.t -tiir. 1QR9t
122 E.1.A.L.

sobre el tema, asi como tambien otros erisayos sobre las caracteristicas del
electorado peronista en diversas provincias y en tiempos mas recientess2. El interes
que despert6 esta polemica, sobre todo en la decada del '70, dio lugar a una
importante cantidad de estudios empiricos sobre el electorado peronista, y todos
los autores parecen coincidir en que la base social del peronismo era mas amplia de
lo que la "interpretaci6n ortodoxa" suponia, y que el rol de los inmigrantes
intemos, si bien importante, lo era menos de lo que originalmente se pensaba53.
Sin embargo, cabria preguntarse si el analisis de la base social del electorado
peronista (que parece haber rendido todos los frutos posibles) es la mejor
aproximaci6n para la comprensi6n del fen6meno peronista. Para Ernesto Laclau,
la respuesta parece ser negativas4• En su ensayo "Towards a Theory of Populism",
el cual trata de un anlllisis general sobre el populismo desde una perspectiva
marxista (aunque to ma el caso del peronismo co mo su ejemplo principal), Laclau
lleva la discusi6n a un nuevo terreno: el de la ideologia. Laclau rechaza la idea de
que el analisis de la base social de un movimiento politico es la clave para su
comprensi6n. Esto seria (segiln Laclau) particularmente cierto para el caso del
popuiismo, debido a que diversos movimientos con distinta base social pueden ser
caracterizados como populistas. Es en el nivel ideol6gico donde encontraremos el
componente crucial que definiria al populismo. Siguiendo a .Althusser, Laclau
define que "lo que constituye el principio unificador de un discurso ideol6gico es el
"sujeto" interpelado y por lo tanto constituido a traves de ese discurso" ss. El
populismo, de acuerdo a Laclau, se definiria por su interpelaci6n al sujeto
"pueblo". Pero esto s6lo nos ubica en el comienzo del problema, ya que hay otros
discursos ideol6gicos que tambien hacen referencia al "pueblo" y que dificilmente
pueden ser caracterizados de populistas. Lo que finalmente definiria al populismo
para Laclau seria la manera en la cual la interpelaci6n "democratico-popular" (al
sujeto pueblo) se articula en el discurso: "Nuestra tesis, sigue Laclau, es que el
populismo consiste en la presentaci6n de la interpelaci6n popular-democratica
como un complejo sintetico-antag6nico respecto de la ideologia dominante" s6.
Para Laclau, la precondici6n fundamental para la aparici6n del populismo es la
existencia de una crisis en el discurso ideol6gico dominante. Esta crisis del discurso
es, a su vez, el resultado de una crisis social general, la cual, a su vez, puede ser la
consecuencia, o bien de una fractura en el bloque del poder, debido a la cual una
fracci6n del mismo necesita apelar al "pueblo" para poder asegurar su hegemonia;
o bien de una crisis en la capacidad del sistema para neutralizar a los sectores
dominados57 . Esta seria la situaci6n existente en la Argentina de principios de la
decada del'40, de acuerdo al analisis de Laclau. Como consecuencia de la Crisis del
'30 y de los cambios sociales y econ6micos provocados por la misma, se habia
producido una fractura en la hegemonia tradicional oligarquica. Esta fractura se
reflej6 en una crisis del discurso politico dominante que hasta ese momento se
habia basado en la articulaci6n de los conceptos de liberalismo y democracia. Por
otro lado, y como resultado de este debilitamiento del discurso dominante, una
nueva posibilidad discursiva hizo su aparici6n: el autoritarismo democratico. "Esta
desarticulaci6n signific6, entre otras cosas, que la capacidad del bloque de poder
para neutralizar sus contradicciones con el pueblo se habia debilitado; en el espejo
de las formas ideol6gicas liberales, ahora roto y empaiiado, nuevas e impredecibles
combinaciones eran posibles''58. Esta seria la raz6n nor la cual "torlo P.1 p~fnPr7n tlP
PERON Y EL PERONISMO 123

la ideologia peronista se centraba en esta etapa en destruir los ultimos vinculos del
liberalismo con el concepto de democracia, presenUmdolo (al liberalismo) co mo
una cobertura lisa y Hana de los intereses de clase de la oligarquia"59.
El analisis de Laclau abre una nueva perspectiva en el tema de la
contextualizaci6n del peronismo. Al desplazar la discusi6n desde el nivel del
analisis de la base social al de la ideologia, Laclau presenta una nueva y aun no
muy bien explorada dimensi6n en el analisis del peronismo. Sin embargo, algunas
de sus generalizaciones han sido sujetas a critica60 • Ademas, cabe preguntarse hasta
que punto es cierto si Per6n rompi6 de manera tan tajante con la tradici6n liberal.
Probablemente mas trabajos empiricos serian necesarios para clarificar este
punto61 .
El interes en explitar los origenes del peronismo, que estimul6 la aparici6n de
numerosos libros y articulos, no fue acompafiado por una producci6n similar sobre
otros aspectos del regimen peronista. Aunque algunas areas del gobiemo peronista
han recibido una atenci6n considerable por parte de estudiosos, otras aun
permanecen virtualmente inexploradas. Dos temas que han despertado gran interes
son el papel desempeiiado por las Fuerzas Armadas (el ejercito en particular) y,
desde luego, el desarrollo del movimiento sindical. Ejemplos de trabajos que tratan
sobre el primero de estos t6picos son el muy bien documentado libro de Robert
Potash, y el mas general, pero muy perceptivo, escrito por Alain Rouquie62. Ambos
trabajos centran su atenci6n en las relaciones entre el ejercito y la politica, y ambos
contienen utiles e informadas secciones sobre el periodo peronista.
La relaci6n crucial entre el estado peronista y los sindicatos ha sido· el tema
central del trabajo ya clasico de Samuel Baily63, y de otros mas recientes y mas
especificos de autores extranjeros y argentinos 64 • Todos ellos muestran que los
vinculos eran mucho mas conflictivos de lo que la mitologia peronista y anti-
peronista admitian. Hay, ademas, otros dos temas que han atraido la atenci6n de
aquellos interesados en el periodo: Per6n mismo y su esposa, Eva. Desde la
biografia de oficial escrita por Enrique Pav6n Pereyra en 195365 , hasta la mas
reciente y menos apologetica escrita por Joseph Page66, mucbas otras (con mayor o
menor sesgo partidario) ban sido publicadas cubriendo diversos aspectos de la vida
de Per6n67 . Pero es probablemente una obra de ficci6n la que proporciona la mas
penetrante interpretaci6n de la vida de Per6n y de su papel en la bistoria reciente de
la Argentina: La novela de Peron, de Tomas Eloy Martinez. La novela se basa en
largas conversaciones que el autor mantuvo en Madrid con Per6n durante la
decada del '60, y en una enorme cantidad de documentaci6n compilada durante
casi diez aiios de investigaci6n. Aunque los primeros dos periodos degobierno de
Per6n (1946-1955) no estan cubiertos por el libro, el perceptivo relato que presenta
de la vida de Peron y su mundo proporciona una excelente puerta de entrada para
la comprensi6n del peronismo.
Eva Per6n tambien ha sido tema de numerosos libros y articulos (probablemente
baya mas escrito sobre Eva que sobre Per6n mismo), asi como obras de ficci6n,
incluyendo una "6pera-rock" realizada por los compositores britanicos Tim Rice y
Andrew Lloyd Weber en la decada del '70. La corta e intensa vida de Eva y el
poderoso rol que le cupo durante el gobiemo de su marido ban despertado el
interes de peronistas, soci6logos e bistoriadores, entre otros. Ademas, la figura de
n •. ~ n~ ~~ :1,. (A,,. ......... :.., AP en mnPrtP) Pn nno ne los simbolos mas importantes de
... . , : ....
124 E.I.A.L.

la imageneria peronista, susceptible a diferentes interpretaciones y


reformulaciones. Es, por lo tanto, muy dificil separar mito de realidad en lo que
respecta a su persona. La desaparici6n de su cuerpo embalsamado despues de la
caida de Per6n (siendo retomado a su marido por autoridades militares a
principios de la decada del 70), fue una fuente adicional de mitos. Gabriela Sontag,
en SU bibliografia anotada sobre Eva Per6n68' incluye mas de cien libros
(incluyendo tesis doctorales ineditas) y mas de doscientos articulos (escritos antes y
despues de la muerte de Eva) que tienen a Eva como tema central. Muchos de estos
trabajos, sin embargo, fueron escritos con prop6sitos partidistas y no agregan
demasiado a la mitologia que rodea su figura, ya sea peronista o _anti-peronista.
Probablemente el primer intento de despejar algunos de los misterios que rodean
la vida de Eva haya sido el libro La vida de Eva Peron, de Borroni y Vacca69. Este
libro se basa fundamentalmente en entrevistas realizadas por los autores y otra
documentaci6n, y provee util informaci6n acerca del tema. Tambien utiles, y mejor
articulados, son los libros y articulos de Marysa Navarro70 , los cuales son
probablemente los trabajos mejor documentados sobre las diversas facetas de la
vida de Eva Peron escritos hasta la fecha. Sin embargo, mientras Borroni y Vacca y
Navarro intentan despejar la mitologia que rodea a Eva, presentando estudios
sobre su vida hist6ricamente fundamentados, Julie Taylor, por el contrario, tom6
precisamente los mitos sobre Eva y su genesis como objeto de estudio 71 •
Adoptando una aproximaci6n interdisciplinaria, Taylor argumenta (aunque a
veces su evidencia no es lo suficientemente conclusiva) que buena parte de la
mitologia cuasi-religiosa que rodeaba la figura de Eva (particular)llente despues de
su muerte) fue "fabricada" por sectores de la clase media y no manifestaciones
espontaneas de los sectores populares, quienes, segun la hip6tesis de Taylor, serian
consumidores y no productores de mitos.
A pesar de estos y otros estudios sobre distintas facetas del regimen peronista, el
mayor interes por parte de los estudiosos ha continuado siendo hasta muy
recientemente el problema de la base social inicial del peronismo o, puesto de
manera mas general, la pregunta "lpor que surgi6 el peronismo?". Aun trabajos
generales sobre el regimen peronista, tales como el de Peter Waldman?2, giran en
parte alrededor de este problema. Waldman explica la aparici6n del peronismo
como el resultado de las diferentes crisis de modemizaci6n, segiln el modelo
formulado por Almond y Pye73 • En general, la mayor preocupaci6n de los
estudiosos del peronismo, ha sido principalmente dar una explicaci6n a la cuesti6n
de c6mo fue posible el peronismo, y no tanto analizar el desarrollo concreto del
regimen de Per6n, lo cual podria sugerir la supervivencia de una visi6n que ve en el
peronismo una especie de patologia.
La escasez de trabajos importantes sobre muchos aspectos especificos del
regimen de Per6n puede ser atribuida a deferentes factores. El mas obvio es, sin
duda, el problema de las fuentes disponibles. Despues de la caida de Per6n, muchos
de los archivos correspondientes a ese periodo existentes en ministerios y otras
reparticiones publicas fueron destruidos, o simplemente se desvanecieron,
haciendo virtualmente imposible la investigaci6n en ciertas areas. Algunos
documentos importantes, tales como ciertas actas de la Confederaci6n Central del
Trabajo, fueron recuperados mas tarde74 , pero otros no ban aparecido. Incluso
otro tipo de fuentes, tales como algunos peri6dicos de la epoca, no siempre son
PERON Y EL PERONISMO 125

facilmente accesibles para el investigador. La importante "colecci6n peronista" de


la Biblioteca del Congreso en Buenos Aires fue reabierta s6lo recientemente, y aun
hoy en dia el acceso a la misma no suele ser del todo facil. Ademas, ciertas
publicaciones oficiales y estadisticas del gobiemo, publicadas regularmente por
diferentes ministerios y reparticiones, simplemente dejaron de aparecer durante el
gobiemo peronista75.
Pero, tan importante como la escasez o inaccesibilidad de las fuentes es el
problema de la imagen que el regimen peronista (y tambien la oposici6n anti-
peronista) dio de si mismo. Tanto uno como otro se empefiaron (por razones
obviamente distintas) en mostrar al periodo peronista como un bloque homogeneo.
Leyendo fuentes peronistas y opositoras, es muy dificil encontrar evidencia de
tensiones dentro del regimen. Excepto el conflicto con la Iglesia (que en cualquier
caso lleg6 a su punto culminante al final de su gobiemo) 76 , la imagen general es
que, ya sea por consenso o por represi6n, Per6n logr6 controlar casi todos los
aspectos de la vida politica del pais. La principal funci6n de las fuentes
gubernamentales o semi-oficiales, desde El .monitor de educaci6n co mun hasta
Mundo peronista, parece haber sido la adulaci6n de la pareja gobemante. S6lo
recientemente esta imagen ha sido cuestionada.
Estudios recientes han mostrado que el periodo peronista y el movimiento mismo
eran mucho menos homogeneos de lo que Per6n admitia. Tai como lo han
mostrado los trabajos de L. Doyon y otros ya mencionados, ni siquiera los
sindicatos estaban bajo el total control de Per6n. Walter Little clasifica las
actitudes de los sindicatos respecto del estado peronista, las cuales cubririan un
rango que va desde lealtad hasta oposici6n, pasando por las categorias intermedias
de sindicalismo, liberalismo, peronismo independiente y oportunismo 77 . De hecho,
tal como lo ha mostrado Peter Ross en su (inedita) tesis doctoral, los sindicatos
como factor de poder impusieron sus puntos de vista en el disefio de las politicas
sociales del regimen aun en contra de las ideas de Per6n78 .
Pero, ademas, el enfasis que usualmente se pone en el anfilisis de las relaciones
entre los sindicatos y Per6n muchas veces ha dado como resultado una imagen un
tanto simplificada de la estructura de la sociedad argentina con la que Per6n se
confront6. Sin duda, el movimiento obrero organizado (y en parte organizado por
Per6n) fue una de las principales fuentes de apoyo con las que Per6n cont6 durante
su gobiemo (y despues de su caida). Este apoyo se canalizaba a traves del poderoso
aparato sindical peronista. Sin embargo, tal como lo sugiere Ignacio Llorente,
entre otros autores, Per6n tambien logr6 atraer exitosamente el apoyo de sectores
populares no organizados, que por lo tanto quedaban fuera del sistema de
sindicatos, y de los beneficios que podin derivarse de su pertenencia a ellos. Estos
sectores eran numericamente y socialmente mas significativos de lo que
habitualmente se considera. Gino Germani, en su clasico estudio sobre la
estructura social de la Argentina, muestra que, de 1.800.000 trabajadores
registrados como ocupados en actividades industriales por el censo nacional de
poblaci6n de 1947, habia 500.000 que no habian sido considerado como tales por el
censo industrial de 1946. Dificilmente se puede creer que la fuerza de trabajo
industrial se increment6 en esa cifra en el mero lapso de un afio. Mas bien, como
puntualiza Germani, " ... La mayor parte de la diferencia se debe a aquellas personas
,,.... ~·~" tr~h~1~ntin tiP.ntro del sector industrial, no lo hacen en empresas
126 E.l.A.L.

organizadas sino qm: desarrollan sus actividades prevalentemente en forma


artesanal, individual o familiar''7 9 • Existe evidencia de que al menos parte de estos
sectores semi-marginales de la clase obrera no estaban incorporados al aparato
sindical, tal como el relativamente alto porcentaje de deserci6n al sistema de cajas
de jubilaci6n parece sugerir80 • Pareciera que nuevamente nos confrontamos con el
problema de una dualidad en la clase trabajadora. Pero la importancia de esta
dualidad residiria menos en la divisi6n entre "nuevos" y "viejos" trabajadores,
como la "interpretaci6n ortodoxa" habia supuesto, que en la divisi6n entre
trabajadores incorporados o no al aparato sindical peronista. Ciertamente el papel
crucial desempefiado por la poderosa y aun no bien estudiada "Fundaci6n Eva
Per6n" en la captaci6n de estos ultimos mereceria ser examinado con cuidados 1•
Los estudios recientes nos muestran una imagen del regimen peronista mas rica y
por lo tanto mas compleja que la tradicional. El periodo de gobierno de Per6n es
entendido ahora mas en terminos de una continuidad con el pasado que como una
ruptura total en la historia argentina reciente. Los cambios politicos y sociales
introducidos por Per6n ,parecen haber sido menos impresionantes de lo que se
pema.ba. Algunos investigadores argumentan que aun los aparentemente
espectaculares cambios introducidos en el sistema sindical durante el gobierno de
Per6n no fueron el fondo sino la continuaci6n y (profundizaci6n) de una tendencia
en la relaci6n entre el estado y los sindicatos cuyas raices eran bastante anterioress 2•
Per6n, lejos de controlar completamente a los sindicatos, tuvo que confrontar las
restricciones y presiones impuestas por el aparato sindical que lo llev6 al poder.
Parece claro que, al enfatizar las continuidades del peronismo con el pasado, las
recientes investigaciones han contribuido de manera efectiva a contextualizar el
tema bajo consideraci6n, eliminando en forma definitiva la imagen de Per6n como
"hacedor de la historia".
Sin embargo, aunque esta visi6n del problema es ciertamente una reacci6n
necesaria y saludable frente a las perspectivas mas tradicionales, tambien es
necesario admitir que el periodo 1943-1955 fue en muchos aspectos una divisoria de
aguas en la historia argentina contemporanea. Ningun otro lider politico en la
historia argentina (con la probable excepci6n de Juan Manuel de Rosas, con quien
la oposici6n anti-peronista trataba de vincular la figura de Per6n) gener6 tanta
devoci6n y odio simultaneamente. Pero probablemente el legado mas importante
de Per6n (aparte de un poderoso movimiento sindical) haya sido una nueva
"cultura politica". Las percepciones sobre el rol del estado, las relaciones entre el
estado y la sociedad, el papel de partidos e instituciones politicas; el concepto
mismo de lo que significa ser un ciudadano, y la manera en que los diferentes
sectores sociales son vistos, y su lugar en la sociedad, han sido sin duda
modificados a partir de la experiencia peronista. En resumen, el peronismo
contribuy6 a cambiar, al menos en parte, lo que (siguiendo parcialmente a Clifford
Geertz) podriamos llamar "contexto de inteligibilidad" del juego politico 83 •
El traumatico tercer periodo de gobierno de Per6n (1973-1974), con sus violentas
consecuencias, gener6 nuevas preguntas acerca de la ideologia y el discurso
peronista. l,Era el discurso de Per6n en 1973 el mismo queen 1945? l,Hasta que
punto SU ultimo gobierno podia relacionarse con el primero? l,Habia continuidad
en las ideas de Per6n? l,Cual era el "verdadero" discurso de Per6n? En los ultimos
aiios han aparecido varios libros que examinan el discurso y la ideologia de Per6R
PERON Y EL PERONISMO 127

desde distintas perspectivas, mostrando la existencia de un fertil campo de


analisis84 •
El enfasis tradicionalmente puesto en el problema de los origenes del peronismo,
yen la estructura de las clases sociales que lo apoyaron, dej6 de lado un aspecto del
problema que es crucial para su comprensi6n. Las caracteristicas y la supervivencia
del peronismo no pueden ser explicadas solamente en terminos del mejoramiento
que las politicas peronistas implicaron para los niveles de vida de la clase
trabajadora (y, mas en general, de los sectores populares). Peron les otorg6
tambien una nueva identidad, basada en un intercambio simb6lico, reformulando
de alguna manera el sistema social de clasificaci6n, y organizando un sistema de
representaciones sociales que se mostr6 incomprensible para los sectores
conservadores, pero, mas dramaticamente, para la clase media. Esto se hizo
pateticamente claro el 17 de octubre de 1945, cuando diferentes sectores de la
sociedad (y particularmente la clase media) se vieron absolutamente confundidos,
sin lograr entender el significado de lo que estaba ocurriendoss.
El problema del intercambio simb6lico nos remite a la cuesti6n de la identidad
peronista. Aunque bubo algunos intentos durante la decada del '60 de estudiar esta
cuesti6n a traves del metodo de encuestas 86 , s6lo muy recientemente este aspecto
del problema ha comenzado a despertar el interes de los estudiosos. La historia oral
del Partido Peronista Femenino, realizada por Susana Bianchi y Norma Sanchis, y
el perceptivo libro sobre la evoluci6n de los sindicatos peronistas despues de la
caida de Per6n, escrito por Daniel J ames 87 , muestran lo fructifero (pero tambien lo
problematico) que puede ser este tipo de analisis. Sin embargo, a pesar de que se
han realizado algunos intentos recientes en este sentido, en particular por Alberto
Ciriass, aun falta un trabajo detallado sobre los mecanismos y caracteristicas del
intercambio simb6lico entre Per6n y la masa (rituales politicos, medios de
comunicaci6n, mecanismos de socializaci6n politica, etc.) que redefini6 muchos
a8pectos de la cultura 'popular. El peronismo tuvo un importante impacto en la
cultura argentina que merece ser estudiado en detalle, aunque algunos intentos en
este sentido, fundamentalmente sobre el impacto del peronismo en la literatura, se
han venido haciendo89.
En estos momentos la Argentina se encuentra por tercera vez bajo un gobierno
peronista. Sin embargo, esta vez, a dieciseis aiios de la muerte de Per6n, las cosas
son muy diferentes. El presidente Menem esta desmontando buena parte del
sistema que Per6n habia armado y que formaba parte de la mistica peronista.
Confrontado con serios problemas econ6micos, el gobierno esta llevando a cabo
una politica de liberaci6n de la economia, privatizando la mayoria de los servicios
publicos que Per6n habia nacionalizado mas de cuarenta aiios antes. Al mismo
tiempo, su politica de austeridad fiscal golpea con mayor violencia a la clase
trabajadora. En muchos aspectos, la politica social y econ6mica del presidente
Menem es la opuesta a la que se podia esperar de un gobierno peronista. Sin
embargo, su campaiia electoral estuvo organizada alrededor de los temas
tradicionales del peronismo. Hasta que punto SU aun alta popularidad entre ciertos
sectores de la clase obrera esta basada (al menos parcialmente) en la supervivencia
de una mistica peronista que puede tornarse mas poderosa que la realidad politica,
es materia de discusi6n. Lo que es claro es que esta mistica peronista ha sido uno de
ln" rnmnnnPntP.~ mA~ imnortantes del universo politico argentino durante los
128 E.l.A.L.

ultimos cuarenta y cinco aiios. El proceso de SU generaci6n y transformaci6n es UDO


de los aspectos del fen6meno que aun requiere ser investigado en profundidad.
En los ultimos afios, un numero de excelentes trabajos de investigaci6n ban
incorporado nuevas perspectivas a la comprensi6n del peronismo, y ban
profundizado otras. El peronismo, sin embargo, permanece siendo uno de los
aspectos mas importantes de (usando las palabras de Halperin) "Argentina's
Unmastered Past". Hay aun mucbo por bacer, y mucbas areas inexploradas. Tal
como Juan Carlos Torre puntualiz6 en sus palabras de cierre de la conferencia
sobre peronismo que tuvo lugar en la Universidad de Harvard en abril de 1990,
parte del problema se debe a la falta de trabajos monogrllficos sobre mucbas
areas9o. Pero, co,mo espero baber dejado claro en este ensayo, tambien son
necesarias nuevas perspectivas de anMisis.

NOTAS
1. La conferencia fue organizada en forma conjunta por la Universidad de Harvard y la Embajada
argentina en Washington, y tuvo lugar a fines de abril de 1990 en Harvard. Entre ios participantes
estuvieron Carlos Waisman, Christian Buchrucker, Juan Carlos Torre, Vicente Palermo, Julio
Aurelio; Manuel Morey Araujo; Guido Di Tella (embajador argentino en los Estados Unidos),
Torcuato Di Tella, y otros.
2. El ascenso al poder de Juan Per6n estuvo ligado de alguna manera a la politica exterior de los
Estados Unidos, a traves de su confrontaci6n con el entonces embajador estadounidense en la
Argentina (y mas tarde secretario asistente de estado para America Latina), Spruille Braden.
Mientras Braden publicamente dio apoyo a la oposici6n anti-peronista, Per6n utiliz6 a Braden
como simbolo de la intervenci6n extranjera imperialista en la Argentina para apoyar la oligarquia
local. Uno de los slogans mas importantes de la campaiia electoral de Per6n fue "Braden o Per6n".
Sohre esta controversia en particular ver, Gary Frank: Juan Peron vs. Sprui/le Braden (Maryland,
1980). Ademas, las autoridades estadounidenses sentian una profunda desconfianza por el regimen
surgido de la revoluci6n del 4 de junio de 1943. Una reciente y provocativa interpretaci6n de las
relaciones entre los dos paises y sus consecuencias para la Argentina es el libro de Carlos Escude:
Gran Bretana, Estados Unidos, y la dec/inacion argentina 1942-1949 (Buenos Aires, 1983). Ver
tambien Mario Rapoport: Gran Bretana, Estados Unidos, y las c/ases dirigentes argentinas, 1940-
1945 (Buenos Aires, 1981), y el reciente volumen compilado por Guido di Tella y Cameron Watt:
Argentina Between the Great Powers, 1939-1946 (University of Pittsburgh Press, 1990).
3. De todas maneras, entre los trabajos publicados en el extranjero durante la presidencia de Per6n,
cabe mencionar como particularmente informativos los de George Blanksten: Peron '.Y Argentina
(University of Chicago Press, 1953); Robert Alexander: The Peron Era (New York, 1951); y
Alejandro Magnet: Nuestros vecinosjusticialistas (Santiago de Chile, 1953).
4. Raymond Williams desarroll6 el concepto de "estructura de sentirnientos" que el define como " ... un
tipo de sentimiento y pensarniento que es a la vez · social y material, pero en una forma aun
embrional, antes de poder convertirse en un intercambio definido y completamente articulado. Sus
relaciones con lo ya articulado y definido son, por lo tanto, excepcionalmente complejas".
(Raymond Williams: Marxism and Literature (Oxford University Press, 1977). Pags. 131y132.
5. Esta "estructura de sentimientos" es claramente percibida en algunas obras literarias escritas
durante el gobiemo de Per6n, o incluso durante el periodo 1943-1946. Ejemplos de esto son Sabado
de gloria, de Ezequiel Martinez Estrada, y la novela obviamente aleg_6rica de Cortazar, El examen
(publicada recientemente aunque escrita al principio de los aiios '50). Algunos de los cuentos de su
colecci6n publicada bajo el titulo de Bestiario (en particular "Casa tomada" o "Las puertas del
cielo" tambien pueden ser leidos desde esta perspectiva. Mas obviamente politico es el cuento de
Jorge Luis Borges "La fiesta de monstruo" (publicado en 1955, pero escrito probablemente a
cornienzos del gobiemo de Per6n). Un analisis provocativo de las relaciones entre literatura y
peronismo puede ser encontrado en Andres Avellaneda: El habla de la ideologia: modos de replica
literaria en la Argentina contemporllnea (Buenos Aires, 1983). Para interpretaciones del peronismo
inmediatamente despues de la caida del gobiemo, ver Contorno N. 7 y 8 de julio de 1956.
6. Sur 237, nov.-dic., 1955.
PERON Y EL PERONISMO 129

7. El 17 de octubre de 1945 fue un dia fundacional para el movimiento peronista. Per6n (que habia
acumulado los cargos de secretario de trabajo y previsi6n, ministro de guerra y vicepresidente)
habia sido separado de sus cargos y puesto en prisi6n por el gobiemo militar, ante la presi6n de la
oposici6n, el 8 de octubre. El 17 de octubre, una gran concentraci6n de obreros (la mayoria
provenientes del gran Buenos Aires) march6 a la Plaza de Mayo para "rescatar" a su lider. Desde
entonces, el 17 de octubre ha sido una de las mayores celebraciones y punto central de la imagineria
peronista. Peronistas y anti-peronistas dieron diversas interpretaciones de los hechos. Entre los
libros y articulos escritos - ya sea por academicos, protagonistas o peronistas - especificamente
sobre el 17 de octubre, son particularmente valiosos: Hugo Gambini: El 17 de octubre de 1945
(Buenos Aires, 1969), el cual es una relaci6n facticia de los hechos. El libro de Cipriano Reyes, Yo
hice el 17 de octubre (Buenos Aires, 1973), y el de Angel Perelman, Como hicimos el 17 de octubre,
proporcionan la perspectiva de dos dirigentes gremiales que participaron en los hechos. El papel
desempefiado por Reyes en la jomada del 17 de octubre fue crucial, al igual que su posterior
participaci6n en la organizaci6n del Partido Laborista, que llev6 a Per6n al poder. Sin embargo, a
los pocos meses del triunfo electoral de Per6n, Reyes se transformaria en opositor (no acat6 la
orden de disolver el Partido Laborista y transformarlo en peronista), y sufriria persecuciones y
encarcelamiento. Una interpretaci6n particularmente interesante de la naturaleza de los hechos del
17 de octubre, y del comportamiento de la gente que particip6 en ellos, puede encontrarse en el
articulo de Daniel James: "October 17th and 18th 1945: Mass Protest, Peronism and the Argentine
Working Class", Journal of Social History, Spring 1988. Sohre el controversial papel desempefiado
por Eva Per6n en los eventos, puede consultarse Marysa.Navarro: "Evita and the Crisis of 17
October, 1945. A Case Study of Peronist and Anti-Peronist Mythology'', Journal of Latin
American Studies 12, 1980.
8. Esta visi6n es clara en la prensa liberal despues de la caida de Per6n. El diario Noticias Graficas, en
su edici6n del 25 de enero de 1956, hablaria del "t6xico virus", refiriendose al gobiemo de Per6n. Es
interesante mencionar que la imagen del peronismo como algo "fuera de la realidad" ha perdurado
en alguna medida hasta el presente. En la contratapa de su, por otro lado, extremadamente
perceptiva novela, La novela de Peron (Buenos Aires, 1985), Tomas Eloy Martinez dice:" Esta es
una novela donde todo es verdad [ ...] [pero] decidi que las verdades de este libro no admitian otro
lenguaje que el de la imaginaci6n ".
9. La lista completa de estos libros seria larguisima, y muchos de ellos son meros panfletos partidistas.
S6lo a titulo de ejemplo, menciono: Ricardo Boizard: Esa noche de Peron (Bs. As., 1955); Raul
Damonte Taborda: Ayer Jue San Peron: 12 anos de humillacion argentina (Bs. As., 1955); Silvano
Santander: Tenica de una traicion: Juan Peron y Eva Peron, agentes def nazismo en la Argentina
(Bs. As., 1955); Juan Antonio Solari: Doce anos de oprobio (Bs. As.,1956); Armando Alonso
Pineiro: La dictadura peronista (Bs. As., 1955); Bernardo Ravinovitz: Sucedio en la Argentina
(1943-1955): lo que nose dijo (Bs. As., 1956); Mario Amadeo: Ayer, hoy y manana (Buenos Aires,
1956). Algunos de estos libros fueron reeditados varias veces, lo cual nos da una imagen de la gran
demanda existente para este tipo de literatura. Para una revisi6n de estos y otros textos publicados
inmediatamente despues de la caida de Per6n, ver: Fritz Hoffman: "Per6n and After: A Review
Article", The Hispanic American Historical Review, Vol. XXXVI, N. 4, Nov. 1956; y su
continuaci6n, por el mismo autor: "Per6n and After. Part II (Conclusion)", en la misma revista, Vol
XXXIX, N. 2, May 1959. Sohre libros y articulos escritos sobre Eva Per6n, puede consultarse la
bibliografia preparada por Gabriela Sontag: Eva Peron: Books, Articles and Other Sources of
Study: An Annotated Bibliography (Madison, Wisconsin, 1983).
10. Aun Jose Luis Romero, en su clasico, Las ideas politicos en la Argentina (edici6n actualizada de
1956), incluye el periodo peronista en un capitulo titulado "La linea del fascismo".
11. Mas recientemente, Juan Jose Sebreli, en su libro, Los deseos imaginarios de/ peronismo (Bs. As.,
1983), intent6 resucitar esta imagen del peronismo, encontrandole elementos estructurales tanto de
fascismo como de bonapartismo.
12. Libro negro de la segunda tirania (Buenos Aires, 1958). El titulo mismo del libro es toda una
declaraci6n en si mismo. El concepto de "segunda tirania" remite a la primera tirania, que habia
sido obviamente el regimen de Juan Manuel de Rosas. La oposici6n anti-peronista intent6 desde un
principio asociar la figura de Per6n con la de Rosas, cosa que nunca (al menos durante su gobiemo)
estuvo en el animo de Per6n.
13. "Revoluci6n Libertadora" fue el nombre que se dio a si mismo el movimiento revolucionario que
derroc6 a Per6n.
14. El libro era un resumen de los cinco volumenes que componen la: Documentacion, autores y
comp/ices de las irregu/aridades cometidas durante la segunda tirania, publicados por la
vir.P.nr1>!1irl1>nr.i::i rte 1::i n::icilm en lQSR.
130 E.l.A.L.

15. Pag. 34.


16. Ernesto Sabato: El otro rostro de/ peronismo. Carta abierta a Mario Amadeo (Buenos Aires, 1956).
17. Jorge A. Ramos: Peron: historia de su triunfo y su derrota (Buenos Aires, 1959). Se trata de un libro
corto, que en realidad era un capitulo del libro mas largo Revolucion y contrarrevolucion en la
Argentina (Buenos Aires, 1957), cuya edici6n ya estaba agotada en 1959. Revolucion y
contrarrevolucion... fue reeditado sucesivas veces, incorporandosele nuevo material. En su tercera
edici6n (1965) ya se trataba de una obra de dos vohimenes, a los que se agregaron tres mas en la
edici6n de 1970. Lo interesante es que mientras en esa edici6n (1970) el volumen que cubre el
periodo 1943-73 se titulaba "La era del bonapartismo", en la edici6n de 1981 el titulo fue cambiado
por "La era del peronismo", lo que sugiere cambios en la percepci6n del periodo por parte del autor.
Las citas son de la edici6n de 1959.
18. Gino Germani: Politico y sociedad en una epoca de transicion. De la sociedad tradicional a la
sociedad de masas (Buenos Aires, 1962).
19. Ver paginas 27 y 28.
20. Esta visi6n de la izquierda tradicional puede verse claramente en las ediciones del peri6dico
socialista La Vanguardia y del comunista La Hora, aparecidas inmediatamente despues del 17 de
octubre de 1945.
21. Pag. 55.
22. Ver Juan Jose Hernandez Arregui: Peronismo y socialismo (Buenos Aires, 1972), y su libro previo:
Laformacion de la conciencia nacional (Buenos Aires, 1960) y ediciones posteriores.
23. Pag. 23!.
24. Esta interpretaci6n que liga al peronismo con una "nueva clase trabajadora" es tambien compartida
(aunque desde una perspectiva diferente) por aquellos autores que ven en el peronismo un
verdadero movimiento revolucionario nacional. Para ellos, los nuevos trabajadores, verdaderos
representantes de una fuerza nacional y libres de las experiencias de alienaci6n sufridas por los
"viejos trabajadores", eran mas capaces de llevar a cabo un verdadero movimiento revolucionario.
Los "viejos trabajadores'', en cambio, estaban limitados por sus vinculos a orientaciones
reformistas. Un buen comentario sobre estas orientaciones puede ser encontrado en Miguel Murmis
y Juan Carlos Pontantiero: Estudios sobre los origenes de/ peronismo (Buenos Aires, 1984). Pag.
63. Sohre este importante libro, volvere mas adelante. Un ejemplo de esta interpretaci6n es Alberto
Belloni: Peronismo y socialismo nacional (Bs. As., 1962) y del mismo autor, Del anarquismo al
peronismo (Bs. As., 1960). Tambien Ramos, op. cit. Otra interpretaci6n que tambien utiliza el
"modelo dual de la clase obrera", aunque desde una perspectiva distinta, es la de Samuel Baily, en
su importante libro Labor, Nationalism and Politics in Argentina (Rutgers University Press, 1967).
Baily ve en el peronismo el triunfo del nacionalismo criollo de la "nueva clase obrera", al que opone
el "nacionalismo liberal" de los sectores mas tradicionales de la clase obrera vinculados al partido
socialista. Esta visi6n que ve en el peronismo la evidencia de ciertas caracteristicas tradicionales de
la cultura argentina es compartida, mas recientemente, por Robert Crassweller, en su libro Peron
and the Enigmas of Argentina (New York, 1987).
25. Esta visi6n de Fascismo y del Nazismo como movimientos de clase media baja ha sido modificada
por estudios recientes. Ver, por ejemplo: Richard Hamilton: Who Voted for Hitler? (Princeton
University Press, 1982) o Thomas Childers: The Nazi Voter: The Social Foundations of Fascism in
Germany, 1919-1933 (University of North Carolina Press, 1983), entre otros. Sin embargo, ya en los
'30, Theodore Abel habia sugerido, con su importante estudio de autobiografias de miembros del
NSDAP, que el nazismo tenia una base social mas amplia de lo que normalmente se creia.
Theodore Abel: Why Hitler Came into Power?(New York, 1938).
26. Pag. 251, subrayado en el original.
27. Vale la pena mencionar que el ensayo que trata especificamente el tema del peronismo, del cual
extraje las citas del texto, habia sido escrito en 1956, apenas un aiio despues de la caida de Per6n. El
ensayo sobre America Latina, como ya se dijo, fue escrito en 1961. Esta diferencia de casi cinco aiios
puede llegar a explicar el cambio de perspectiva de Germani.
28. Torcuato Di Tella: "Populism and Reform in Latin America" en Claudio Veliz (ed.): Obstacles to
Change in Latin America (Oxford University Press, 1965). Ver tambien SUS mas recientes trabajos,
Sociologia de los procesos politicos (Buenos Aires, 1985) y Latin American Politics. A Theoretical
Framework (Texas University Press, 1989).
29. El tema del populismo ha dado lugar a innumerables libros y articulos que estan fuera del alcance
de este ensayo. Una interesante discusi6n de la literatura y su aplicaci6n al caso del peronismo
puede encontrarse en Joel Horowitz: "Industrialists and the Rise of Per6n, 1943-1946: Some
Implications for the Conceptualization of Populism", The Americas, Vol. XLVII, N. 2, October
1990.
PERON Y EL PERONISMO 131

30. Aunque bubo importantes divisiones dentro del sindicalismo peronista (las cuales a veces tenian
consecuencias muy violentas), todos los grupos antag6nicos se declaraban a si mismos
representantes del "verdadero peronismo".
31. Ver Daniel James: Resistance and Integration: Peronism and the Argentine Working Class, 1946-
1976 (Cambridge University Press, 1988).
32. Seria interesante estudiar hasta que punto la historiografia de la decada de los '60 contribuy6 a la
legitimaci6n de Per6n. Durante esa decada, el llamado "revisionismo hist6rico" (tendencia
nacionalista surgida en los '30 que resalta la figura de Rosas y los caudillos en oposici6n a los
pr6ceres liberales tradicionales) se convirti6 es una especie de "historia oficial altemativa", y
ciertamente se convirti6 en la "historia oficial" para el peronismo. Muchos de los historiadores
revisionistas eran de hecho peronistas. La imagen de Per6n (el patriarca defensor de la nacionalidad
exiliado) fue asociada facilmente a la de otro patriarca exiliado del siglo pasado: Rosas. Que yo
sepa, no hay todavia trabajos encarados en esta direcci6n.
33. En parte producto de esta curiosidad, la cual en la mayor parte de las veces estaba mezclada con
intereses politicos, fueron las diversas entrevistas realizadas a Per6n, muchas de las cuales fueron
luego publicadas como libros. Tai es el caso de Peicovich, Esteban: .Ho/a Peron (Buenos Aires,
1965). Estas obras estan fuera del alcance de este ensayo.
34. Entre otros, Angel Perelman: Como hicimos el 17 de octubre (Buenos Aires, 1961); Cipriano Reyes:
Yo hice el 17 de octubre (Buenos Aires, 1973); Luis Monsalvo: Testigo de la primera hora de/
peronismo (Buenos Aires, 1974); Jorge Antonio: iYahora que? (Buenos Aires, 1966); y
anteriormente el libro de Antonio Cafiero: Cinco anos despues (Buenos Aires, 1961).
35. Carlos Fayt (comp.): La naturaleza de/ peronismo (Buenos Aires, 1967). Otra aproximaci6n
"objetiva" al peronismo publicada en los '60 fue el libro de Pierre Lux-Wurm: Le peronisme (Paris,
1965).
36. Pag. 13, subrayado mio (MP).
37. Felix Luna: El 45: Cronica de un ano decisivo (Buenos Aires, 1969) y numerosas ediciones
sucesivas.
38. Passim, pero esencialmente pag. 488 y siguientes.
39. Passim, y pag. 116.
40. Posteriormente, Luna escribi6 varios otros libros sobre aspectos del peronismo. El ultimo es su
obra en tres volumenes Peron y su tiempo, que lleva varias ediciones desde que fue publicada en
1984. Aunque tal vez sea menos interesante que El 45, este libro proporciona una interesante visi6n
sobre temas que no ban sido tratados previamente, tales como el desarrollo del peronismo en el
interior del pais.
41. Sohre la importancia del c'ambio en el foco de analisis de la sociedad a.la politica, ver Juan Carlos
Torre: "Interpretando (una vez mas) los origenes del peronismo", Desarrollo Economico. Revista
de Ciencias Socia/es 28; 112 (enero-marzo 1989).
42. Miguel Murmis y Juan Carlos Portantiero: Estudios sobre los origenes de/ peronismo (Buenos
Aires, 1971).
43. Un ejemplo del debate puede verse en Manuel Moray Araujo e Ignacio Llorente (comps.): El voto
peronista. Ensayos de sociologia electoral argentina (Buenos Aires, 1980). Uno de los puntos
cruciales del debate es el rol de los "obreros viejos" en el ascenso de Per6n. Para eso puede
consultarse la tesis de Juan Carlos Torre: "El rol del sindicalismo en los origenes del peronismo'',
Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, Paris, 1982. Tambien su reciente articulo:
"Interpretando (una vez mas) los origenes del peronismo", Desarrollo Economico. Revista de
Ciencias Socia/es, Vol. 28, N. 112, enero-marzo de 1989. Otro enfoque similar es el de la tesis
pionera de Walter Little: "Political Integration in Peronist Argentina", Ph.D. Diss., University of
Cambridge, 1971, y el articulo de Eldon Kenworthy: "The Function of the Little Known Case in
Theory Formation or What Peronism Wasn't'', Comparative Politics 6, 1973.
44. Pag. 71.
45. Pag. 73.
46. Algunas de las ideas expuestas por Murmis y Portantiero, asi como parte de la evidencia presentada
para sostener sus puntos de vista, serian discutidos por otros autores mas recientemente. El tema de
la participaci6n de los pequefios industriales en la coalici6n fue discutido por Eldon Kenworthy en:
"Did the 'New Industrialists' Play a Significant Role in the Formation of Peron's Coalition, 1943-
1946?", en Alberto Ciria (comp.): New Perspectives in Modem Argentina (Latin American Studies
Working Papers, Indiana University, Bloomington, 1972). Un trabajo queen cierta medida apoya
la hip6tesis de Murmis y Portantiero es el articulo de Judith Teichman: "Interest Conflict and
Entrepreneurial Support for Per6n'', Latin American Research Review XVI, 1, 1981. Sobre las
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Ill RLAL

Pilone: "El desarrollo de la negociaci6n colectiva durante la etapa de modernizaci6n industrial en la


Argentina", en Juan Carlos Torre (comp.): lAformacion de/ sindicalismo peronista (Buenos Aires,
1988). A pesar de que ciertos puntos de la hip6tesis de Murmis y Portantiero sobre los sindicatos
han sido discutidos, la idea central de la participaci6n de los "viejos sindicalistas" en los orlgenes del
peronismo ha permanecido intacta. Ver, por ejemplo, Hugo del Campo: Sindicalismo y peronismo:
los comienzos de un vinculo perdurable (Buenos Aires, 1983), y Torre, Juan Carlos: op. cit. (tesis de
doctorado). Lamentablemente, el libro de Torre basado en su tesis fue publicado demasiado tarde
para ser incorporado a este ensayo.
47. Entre otros, David Tamarin: The Argentine lAbor Movement, 1930-1945: A Study in the Origins of
Peronism (Albuquerque, 1985); Hiroshi Matsushita: El movimiento obrero argentino, 1930-1943.
Sus proyecciones en los origenes de/ peronismo (Buenos Aires, 1983); Joel Horowitz: Argentine
Unions. The State and the Rise of Peron, 1930-1945 (Institute of International Studies, Berkeley,
CA, 1990); Falcoff, Mark y Ronald Dolkart (comps.): Prologue to Peron: Argentina in Depression
and War (Berkeley, 1975). Los trabajos de Horowitz y Tamarin estan basados en tesis doctorales
completadas en los 70.
48. Me refiero concretamente a la controversia sobre el Sonderweg. Ver, por ejemplo, Geoff Eley: From
Unification to Nazism. Reinterpreting the German Past (Boston, 1986). Introducci6n.
49. Carlos H. Waisman: Reversal of Development in Argentina. Postwar Counterrevolutionary
Policies and Their Structural Consequences (Princeton University Press, 1987).
50. Esta visi6n del peronismo como el comienzo (y la causa) de la declinaci6n argentina no es nueva.
Ver, por ejemplo, Carlos Diaz Alejandro: Eysays on the &anomic Hi~tory of the A.rgentine
Republic (New Haven, 1970). Una interpretaci6n que tambien pone al gobierno de Per6n como el
comienzo de la declinaci6n argentina, aunque en este caso por culpa del boicot internacional
orquestado por los Estados Unidos, se encuentra en el libro de Carlos Escude: Gran Bretana,
Estados Unidos y la declinacion argentina, 1942-1949 (Buenos Aires, 1983).
51. Manuel Moray Araujo e Ignacio Llorente (comps.): El voto peronista. Ensayos de sociologia
electoral argentina (Buenos Aires, 1980).
52. Entre los articulos que tratan de la polemica sobre los orlgenes del peronismo, son particularmente
sugerentes el de Gino Germani: "El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y los migrantes
internos'', y la lucida refutaci6n al mismo hecha por Tulio Halperin Donghi: "Algunas
observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y los migrantes internos".
53. Aparte de los articulos incluidos en El voto peronista, ver Schoultz, Lars: The Populist Challenge:
Argentine Electoral Behavior in the Postwar Era (Chapel Hill, 1983); Kenworthy: "The Function of
Little Known Case... ", art. cit.
54. Ernesto Laclau: "Towards a Theory of Populism", en Ernesto Laclau: Politics and Ideology in
Marxist Theory. Capitalism - Fascism - Populism (London, 1977).
55. Pag. 101, subrayado en el original.
56. Pag. 172, subrayado en el original.
57. Pag. 175.
58. Pag. 188.
59. Pag. 189.
60. Ver, por ejemplo, Emilio de lpola: Ideologia y discurso populista (Mexico, 1982). En particular, el
capitulo 3: "Populismo e ideologia I" (a prop6sito de E. Laclau: Politico e ideologia en la teoria
marxista), discute las hip6tesis de Laclau.
61. Trabajos recientes tienden a mostrar que el liberalismo fue en realidad un componente importante
en el discurso e ideologia peronistas. Como ejemplos de estos trabajos, menciono: Colin Wilson:
"Between Rosas and Sarmiento: Notes on Nationalism in Peronist Thought", The Americas, 1983.
Tomas Eloy Martinez, en su muy bien documentada Novela de Peron (Bs. As., 1985), sugiere que
Per6n se sentia a si mismo como un heredero de la tradici6n liberal argentina. Este punto ha sido
resaltado por Tulio Halperin en su reciente articulo: "Argentina's Unmastered Past", lAtin
American Research Review XXIII; 2, 1988. Otra perspectiva sobre la formaci6n de la ideologia
peronista, enfatizando su componente de nacionalismo, puede ser encontrado en la segunda parte
del libro de Christian Buchrucker: Nacionalismo y peronismo. Argentina en la crisis ideo/Ogica
mundial (1927-1955) (Buenos Aires, 1987).
62. Robert Potash: The Army and Politics in Argentina, 2 Vols. (Stanford University Press; 1969-
1980). Alain Rouquie: Pouvoir militaire et societe politique en la Republique Argentine (Par6s,
1978). Mas recientemente, el Prof. Potash public6 una serie de documentos sobre el grupo militar
GOU, hasta entonces inaccesibles: Robert Potash: Peron y el GOU. Los documentos de una logia
secreta (Buenos Aires, 1984).
63. Baily Samuel: Op. cit.
PERON Y EL PERONISMO 133

64. Entre los trabajos escritos por autores extranjeros: Louise Doyon: "La organizaci6n del
movimiento sindical peronista 1946-1955", Desarrollo Economico. Revista de Ciencias Socia/es, V.
24, N. 94, julio-septiembre 1984; ibid.: "Conflictos obreros durante el regimen peronista",
Desarrollo Econ6mico ... , N. 67, oct.-dic. 1977; ibid.: "El crecimiento sindical bajo el peronismo",
Desarrollo Economico .. ., N. 57, abril-junio 1975. Ver, tambien, Walter Little: "La organizaci6n
obrera y el estado peronista, 1943-1955", Desarrollo Economico .. ., N. 75, oct.-dic. 1979. Joel
Horowitz: "The Impact of Pre-1943 Labor Union Traditions on Peronism", Journal of Latin
American Studies 15, 1983, y su libro ya citado: Argentine Unions, the State, and the Rise of Peron
(Berkeley, 1990). Lamentablemente, la importante tesis doctoral de Doyon: "Organized Labour
And Per6n (1943-1955). A Study ofthe Conflictual Dynamics of the Peronist Movement in Power",
Ph.D. Diss., University of Toronto, 1978, permanece inedita. Entre los escritos por argentinos:
Hugo del Campo: Op. cit.; Juan Carlos Torre: tesis doctoral, op. cit. Como ya dije mas arriba,
lamentablemente el reciente libro de Torre fue publicado demasiado tarde para ser incluido en este
ensayo.
65. Enrique Pav6n Pereyra: Peron: preparacion de una vida para el mando (Buenos Aires, 1953).
66. Joseph Page: Peron: a Biography (Random House, 1983).
67. Entre otras, Fermin Chavez: Peron y el peronismo en la historia contemporanea, 2 Vols. (Buenos
Aires 1975-1985); Crassweller: Op. cit; Robert Alexander: Juan Domingo Peron, a History,
(Boulder, CO, 1979). Ver tambien, Torcuato Luca de Tena; Luis Calvo y Esteban Peicovich: Yo,
Juan Domingo Peron. Relato autobiografico (Barcelona, 1976).
68. Sontag: Eva Peron: Books, Articles and other Sources of Study: An Annotated Bibliography
(University of Wisconsin, Madison, 1983).
69. Otelo Borroni y Roberto Vacca: La vida de Eva Peron (Buenos Aires, 1971). Se trata
aparentemente del primer volumen de una obra originalmente pensada en dos volumenes. Hasta
donde yo se, el segundo volumen nunca fue publicado.
70. Marysa Navarro and Nicholas Fraser: Eva Peron (New York, 1980). Marysa Navarro: Evita
(Buenos Aires, 1981). Ambos contienen informaci6n similar, como es de esperarse dada la cercania
de sus respectivas fechas de publicaci6n. De la misma autora, ver tambien: "Evita and the Crisis of
17 October 1945. A Case Study of Peronist and Anti-Peronist Mythology", Journal of Latin
American Studies 12, 1980, y, tambien, su "Evita, el peronismo y el feminismo", en Jose Enrique
Miguens y Frederick Turner (comps.): Racionalidad de/ peronismo. Perspectivas internas y
extemas que replantean un debate inconcluso (Buenos Aires, 1988).
71. Julie Taylor: Eva Peron: The Myths of a Woman (Chicago University Press, 1979).
72. Peter Waldman: El peronismo (1943-1955) (Buenos Aires, 1981). Primera edici6n en aleman de
1974.
73. Sin embargo, debe resaltarse que el trabajo de Waldman presenta un interesante analisis de
importantes aspectos del regimen peronista. De particular interes es SU interpretaci6n del papel que
la movilizaci6n popular desempeiiaba en la ideologia y politica de Per6n. Waldman: Op. cit. Pag.
84 y SS.
74. La recuperaci6n de las actas de la CGT del 16 de octubre de 1945 le permiti6 a Juan Carlos Torre
escribir su ya clasico articulo: "La CGT y el 17 de octubre de 1945", Todo es historia, 105, 1976, en
el cual muestra el papel desempeiiado por la central obrera en los hechos del 17 de octubre.
75. Un caso claro es el del area de la educaci6n. Las memorias ministeriales dejaron de publicarse, al
igual que los reportes estadisticos y otras fuentes.
76. El tema del conflicto entre el estado peronista y la iglesia fue objeto de estudio por parte de
investigadores y periodistas. Entre otros, ver: Hugo Gambini: El peronismo y la iglesia (Buenos
Aires, 1971) y la lamentablemente todavia inedita tesis doctoral de Noreen Stack: "Avoiding the
Greater Evil: The Response of the Catholic Church to Juan Per6n, 1943-1955", Ph.D. Diss.,
Rutgers University, 1976. Sobre el tema especifico de la educaci6n religiosa, ver Virginia Leonard:
Politicians, Pupils and Priests: Argentine Education since 1943 (New York, 1989).
77. Baily: Op. cit.; Louise Doyon: "arts. cit." y tesis citada; Walter Little: "La organizaci6n obrera y el
estado peronista 1943-1955", Desarrol/o Economico. Revista de Ciencias Socia/es, N. 75, die. 1979.
78. Peter Ross: "Policy Formation and Implementation of Social Welfare in Peronist Argentina,
1943-1955", Ph.D. Diss., University of New South Wales, Sydney, 1988. Ross muestracomo el plan
original de Per6n era establecer un sistema de seguro social universal, similar al Plan Beveridge de
Inglaterra, en sustituci6n de las "cajas de jubilaci6n" individuales de cada sindicato. Los sindicatos,
sin embargo, se opusieron y conservaron las cajas de jubilaci6n.
79. Gino Germani: Estructura social de la Argentina (Buenos Aires, 1955). Pag. 169.
80. Agradezco al Lie. Lischinsky, de la Universidad de Buenos Aires, el que me hay a llamado la
-·---!..<.- -~'--0 0 ~• 0 :~-n ... <>nt... nnntn nnp P.1 Pn nllrtP. hahla desarrollado en SU trabajo "La
134 E.I.A.L.

afiliaci6n al sistema previsional (1944-1955). Logros y dificultades en su expansi6n" (Inedito). L.


Doyon, por su parte, muestra que aun en el momento de apogeo del regimen, la tasa de afiliaci6n a
los sindicatos estaba lejos de ser total. Doyon: "El crecimiento sindical ... ", art. cit.
81. Trabajos serios sobre la Fundaci6n Eva Per6n aun estan por hacerse. Marysa Navarro, en su
biografia de Eva, Evita... op. cit., y otros autores que han escrito sobre Eva hacen referencias a la
Fundaci6n, pero aun queda mucho por hacerse. Sin embargo, esto no es tarea facil, ya que casi toda
la documentaci6n de la misma parece haberse desvanecido. Pero hay todavia vias "indirectas" de
acercarse al tema, que pueden resultar provechosas. Existe alguna documentaci6n conservada en
archivos privados, pero tambien se puede estudiar el tema a traves de la prensa escrita, memorias
del ministerio de obras publicas, etc.
82. Para esta linea de argumentaci6n, ver Matsushita Hiroshi: Op. cit; Gaudio y Pilone: "art. cit." Para
una argumentaci6n que enfatiza la ruptura, puede verse Horowitz, Joel: Op. cit.
83. Aplico al caso concreto de la politica un concepto que Geertz utiliza de manera general en su
analisis sobre la cultura. Ver C. Geertz: "Thick Description: Toward an Interpretative Theory of
Culture", en Geertz: The Interpretation of Cultures (New York, 1973). Pag. 14.
84. Desde la perspectiva del analisis del discurso, puede verse Eliseo Ver6n y Silvia Sigal: Peron o
muerte: los fundamentos discursivos de/ fenomeno peronista (Buenos Aires, 1986); y Emilio de
Ipola: Ideo/ogia y discurso popu/ista (Mexico, 1982). Para una aproximaci6n mas psicol6gica que
enfatiza la continuidad en las ideas de Per6n, Le6n Rozitchner: Peron entre el tiempo y la sangre
(Buenos Aires, 1986). Uno de los argumentos de Rozitchner es que la izquierda peronista hizo una
lectnra ingenu a de las ideas de Per6n respecto del lugar que este les as'gnaba en u proyecto politico.
Por otro lado, estas ideas se originaban en parte en una lectura perversa que Per6n habia hecho de
Clawtsewitz. Sohre el origen de las ideologia de Per6n (refiriendose al primer gobierno), ver
Christian Buchrucker: Op. cit. Una perspectiva y lucida interpretaci6n del pasado argentino
reciente puede encontrarse en Tulio Halperin: "Argentina's Unmastered Past'', Latin American
Research Review XXIII; 2 (1988).
35. Pierre Bourdieu: Distinction: A Social Critique of the Judgement of Taste (Harvard University
Press, 1984). Pag. 479 habla de la "Classification Struggle": "Loque senti en juego en las luchas
sobre el significado del mundo social es el poder sobre los esquemas y sistemas clasificatorios que
son la base de la representaci6n de los grupos y por lo tanto de su movilizaci6n y
desmovilizaci6n ... ".
Per6n mismo diria, durante su exilio en Madrid: "Nosotros revertimos las cosas. Lo de arriba lo
pusimos mas abajo, y lo de abajo mas arriba. Eso naturalmente produjo muchos resentimientos ... "
Americo Barrios: Con Peron en el exilio. Le que nadie sabia (Buenos Aires, 1964). Pag. 141.
86. Jeanne Kirkpatrick: uader and Vanguard in Mass Society: A Study of Peronism in Argentina
(MIT Press, Cambridge, MA, 1971). Bourdieu muestra claramente los problemas y limitaciones
inherentes al metodo de analisis politico a traves de encuestas. Ver The Distinction... op. cit.,
passim.
87. Susana Bianchi y Norma Sanchis: El partido peronistafemenino (Buenos Aires, 1988). Este libro
provee datos y percepciones valiosas sobre el partido peronista femenino y la Fundaci6n Eva Per6n,
pero fundamentalmente sobre la mentalidad de las mujeres que participaron en ambos. Daniel
James: Resistance and Integration. Peronism and the Argentine Working Class, 1944-1976
(Cambridge University Press, 1988), tambien hace extenso uso de fuentes orates, entre otras.
88. Sigal y Ver6n: Op. cit. ; De Ipola: Op. cit. Alberto Ciria, en su Politico y cultura popular: la
Argentina peronista 1946-1955 (Buenos Aires, 1983), trata algunos de estos temas, aunque de
manera muy general. Sin embargo, este libro es un importante llamado de atenci6n sobre la
importancia de estos puntos.
89. Un tema que ha recibido alguna atenc6n es el del impacto del peronismo en la literatura argentina.
Ernesto Goldar se ocup6 del tema, aunque desde un punto de vista mas bien partidista: El
peronismo en la literatura argentina (Buenos Aires, 1971 ). Lo mismo puede decirse de la obra
colectiva de Norman Briski et al.: La cultura popular de/ peronismo (Buenos Aires, 1973). Desde
una perspectiva mas "academica", puede verse: Stabb, Martin: "Argentine Letters and the
Peronato", Journal of Inter-American Studies and World Affairs 13, 1971, y Pedro Orgambide:
"Peronismo y antiperonismo en la literatura argentina", Cambio (Mexico) octubre 1978 - marzo
1979. Mas recientemente, Andres Avellaneda public6 un provocativo libro, que es de esperar que
inspire nuevas investigaciones sobre el tema. Andres Avellaneda: El habla de una ideologia. Modos
de replica literaria en la Argentina contemporlmea (Buenos Aires, 1983).
90. Torre se referia en particular al problema del apoyo de los industriales a Per6n. Sin embargo, como
mencione mas arriba, hay algunas investigaciones sobre el tema: Kenworthy: "art. cit."; Teichman:
"art. cit.": entre otros. Se ouede mencionar tambien la falta de trabaios sobre las ooliticas

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