7 Trampas Que Pueden Sabotear Tu Liderazgo

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7 Trampas que pueden sabotear tu

liderazgo

Leyendo un libro sobre la biografía de grandes líderes que realizaron enormes


proezas en su época, quedé impactada cómo algunos de ellos(as) terminaron
fracasando a pesar de contar con un gran potencial, talentos y dones
extraordinarios, muchas veces incluso, adelantados a su época.

Todas las personas en mayor o en menor grado anhelamos ser reconocidas


positivamente y desarrollar un liderazgo genuino donde nos desenvolvemos,
bien sea a nivel laboral, profesional o personal.

Por eso, una de las formas en que nos podemos llegar a sentir exitosos es
justamente la combinación de obtener reconocimiento por nuestra labor y saber
que somos personas de influencia positiva para quienes nos rodean.

Si bien es cierto, no es la única “fórmula” que define el éxito de una persona, las
dos variables anteriormente mencionadas nos pueden llegar a producir esa
sensación de que lo hemos “logrado”.

Sin embargo, hay que tener cuidado con algunas “trampas” en las cuales
podemos caer al sentirnos que hemos conquistado aquella cúspide que tanto
soñábamos cuando estábamos comenzando en nuestro caminar profesional o
laboral.

En esta edición, te invito a reflexionar sobre las trampas que pueden llegar a auto-
sabotearnos a la hora de convertirnos en líderes exitosos.
7 Trampas que pueden afectar tu liderazgo
1. No Ser Enseñable

Liderar a otras personas no


significa que lo sepamos todo.
Un líder que quiera ser exitoso,
personal y profesionalmente,
tiene que abrir su mente al
conocimiento, porque el
liderazgo y el aprendizaje
dependen uno del otro.

De otra parte, también es importante que nos analicemos internamente, no


colocándonos a la defensiva y recibir con humildad las críticas constructivas que
nos pudieran hacer quienes nos rodean, así como estar en la capacidad de asumir
nuestros errores, sin caer en el terreno de la justificación y en caso tal, presentar
excusas si hemos fallado con nuestra actitud.

Un líder exitoso no duda en preguntar, pues sabe que las experiencias y


sugerencias de otros, pueden mostrarle el camino a seguir, además escucha
activamente a sus colaboradores, pues es imposible estar al frente de otros, sin
conocer lo que pasa por sus mentes.

2. No relacionarme con los demás

El liderazgo no debe verse como una


competencia contra otros, donde
prevalecen el control, egocentrismo y la
arrogancia. Ejercer un rol como líder de
esta manera, provocará que la persona
comience a aislarse de aquellos a
quienes dirige, sin duda alguna, una
receta para el desastre.

Hay que tener tomar en cuenta, que una de las cualidades indispensables para
ser un líder exitoso es el tener relaciones de calidad. De hecho, en un mundo
globalizado, donde la más mínima decisión afecta a la mayoría, es necesario
entender lo que significa la palabra colaboración.

Además, evitemos tomar decisiones unilaterales, no nos subamos en "un


pedestal" y por el contrario procuremos acercarnos a nuestros equipos de trabajo,
al compartir con ellos, puedes conocer ideas nuevas y enfoques que te ayudarán
a enfrentar los desafíos diarios del trabajo.

3. Perder La Humildad

Confucio afirmó: “La humildad es el


sólido fundamento de todas las
virtudes”. En otras palabras, allana el
camino para el crecimiento del
carácter.

Un Líder exitoso valora la humildad


por encima de todas las virtudes. Rick Warren nos da un buen consejo sobre
cómo mantenernos humildes. Él sugiere admitir nuestras debilidades, ser
pacientes con las debilidades de los demás y estar abiertos a la corrección.

Otra cosa que nos ayudará a cultivar el carácter y desarrollar humildad es servir a
otros. Poner a otros en primer lugar nos ayuda a colocar en su sitio a nuestro ego.
(Si eres un líder, entonces especialmente necesitas recordar esto, porque puedes
acostumbrarte a que otros te sirvan y llegar a pensar que tienes derecho a ello).

4. Parar de crecer

¿Alcanzaste la cumbre del liderazgo?, entonces, no veas este ascenso como un


simple título. Debes ser disciplinado y seguir esforzándote por capacitarte,
aprender, desarrollarte para ejercer cada día mejor tu rol.

También, saca de tu mente la idea de que el líder nace y no se hace. De hecho, la


investigación “¿Nacido para liderar? Un diseño gemelo y un estudio de asociación
genética de la ocupación del rol de liderazgo”, efectuado por The Leadership
Quarterly, reveló que 24% del liderazgo que posee una persona proviene del ADN
y el 76% restante se desarrolla o aprende.

Para ser un líder no basta tener una personalidad exitosa, con la cuál influyes a tu
equipo. En realidad, requieres poseer las habilidades necesarias para llevar a la
empresa por el camino del éxito y buscar el beneficio de quienes diriges.

Ninguna persona de éxito piensa que el crecimiento se produce de manera rápida


y que llegar a lo más alto sea fácil. El Crecer no ocurre porque sí.

Si quieres conseguir tus metas y desarrollar tu potencial, es importante que seas


intencional acerca de tu crecimiento personal. Cambiará tu vida.

¿Tienes un plan para tu crecimiento personal?


5. Cuidado con el síndrome del impostor

Si en algún momento de tu desempeño como líder empresarial, te cruzan


pensamientos extraños como:

· No tengo la capacidad para este cargo.

· Estoy aquí por suerte.

· No sé si estoy haciendo bien mi labor.

· Los demás son mejores que yo.

Es posible que estés padeciendo el síndrome del impostor y muchos líderes en


algún momento han sufrido sus efectos nocivos. Porque, luego de haber
alcanzado grandes logros y conseguido el respeto de sus semejantes, sienten
temor a fallar. Incluso, sus niveles de confianza bajan y deterioran sus relaciones
con sus socios, clientes y colaboradores.

Si te sientes de esta manera, existen estrategias de desarrollo conductual útiles


para derrotar este fenómeno. De hecho, el coaching, puede ayudarte a visualizar
tus puntos ciegos, normalizar tus fallas, aumentar la autoestima, optimizar tu
desempeño y crear relaciones sólidas y colaborativas.

6. Incapaz de dominar el arte de la paciencia

Una vez George Savile afirmó que “Si


eres maestro de la paciencia, serás
dueño de todo lo demás”. Cabe
destacar que, la paciencia es una
virtud y quién la pone en práctica es
una persona con equilibrio
emocional.

Además, los líderes que son


pacientes suelen ser más exitosos,
porque tendrán más habilidades para
afrontar momentos difíciles.
Asimismo, su desarrollo personal y
laboral no estará bloqueado, ya que, nunca tomará decisiones apresuradas,
pensará con claridad antes de actuar.
Si en algún momento de tu día eres impaciente, no te asustes, esto es algo
natural. Tienes que comenzar a preocuparte cuando todos los aspectos de tu
trabajo y vida personal se ven afectados, por ausencia de paciencia.

7. No eres la roca que golpea la ola

El paradigma de que el líder es una roca sólida y rígida, que no muestra sus
emociones verdaderas, debe ser derribado. Actualmente, hacen falta más
modelos de liderazgo donde se incorpore la vulnerabilidad.

Cuando escuchas la palabra vulnerabilidad, no supongas que está relacionada


con debilidad, pasividad, incapacidad o impotencia. Todo lo contrario, si una
persona ejerce un liderazgo, reconociendo sus errores y mostrando con
transparencia sus emociones, manifiesta gallardía. Esta actitud inspirará a sus
colaboradores a no rendirse en momentos difíciles y a desbordar su creatividad
para salir adelante.

El camino a ser líderes exitosos y no auto-sabotearnos a nosotros mismos(as)

Millones de personas en todo el planeta


están haciendo sus mejores esfuerzos por
ser líderes excelentes. Si eres una de ellas,
debes estar en capacidad para aprender a
ser humilde, paciente, creer en tus
capacidades y nunca parar de crecer.

Para ingresar a la senda del éxito debes tener


voluntad y fortaleza para saber escuchar y
aceptar diferentes puntos de vista sin
arrogancia. Igualmente, ser un líder
inspirador, que logre que su equipo trabaje
colaborativamente para alcanzar los
objetivos.

#liderazgo #motivación #gerencia #liderazgopersonal #valores

Fuente: Johanna Gómez

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