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ARl E, ( UlTURA
POl1 l LAR, Al IAN7 AS ANl II ASCIS IAS
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<lllt< l u le hr,H 10 n Ol' m,1c,,11,, tomo muc.><,trt1n l,1<; fotogrJÍÍ,1<:, í('d
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< , d1" ,11 ,mt1ta~c. bmo y l,1 ~olid,uiclad; ,1 lé1 ap,rnc 1ón dC' un nuevo
c. nt(\ndc r la l ultura íntim<1mente unida a lo popular y de considerar :a
,iv.,., _,.-,,ng , la tormac ión c•c,téticc1 como elementos fundamentales de todo pro-
e po te o, C1udadano.
Por e lo. al anali7ar el período que media entre la proclamación de la
~ gunda Rc,pública y el sublevamiento del general Franco este epígrafe se
trara. más que en seguir trayectorias u obras individuales, en dibujar esos
p >\Peto~ de difusión cultura l y esas redes antifascistas incidiendo en la par-
• e 1panón en ellos de artistas e intelectuales. Junto a esos dos grandes ejes,
no puPden dejarse de lado algunos episodios del panorama artístico de ese
momento que, en ocasiones, convertían a España en un microcosmos de lo que
pa~aba a nivel internacional y en lugar de complejos encuentros. En España se
darían cita movimientos con voluntad internacionalista, como el surrea lismo
\ también cristalizaría n otras cuestiones vinculadas al fascismo o a los lega-
dos el colonialismo.
Las fotografías tomadas por el cineasta José Val del Ornar, encargado de la
sección de cinematografía de las Misiones Pedagógicas, dan testimonio de la
amplitud de su labor y del entusiasmo con que eran acogidas. Una bella imagen
de esta muestra al público en una sala de cine: son mujeres con bebés en sus
brazos, hombres, niños, todos manifiestamente campesinos y todos mirando a la
pantalla con fascinación. La mayoría con una gran sonrisa. La fotografía pone el
foco en quienes miran y no en lo que es objeto de su mirada (¿qué película se
proyectaría?) y es por ello especialmente emocionante ya que, en consonancia
con el espíritu de las Misiones, la imagen sugiere que no eran tan importantes
las manifestaciones artísticas si no a quienes iban dirigidas.
La labor de las Misiones, creadas por decreto en mayo de 1939, abarcó todos
los campos de la cultura y sus miem?ros se trasl~daban e~ carnion~s -o barcos
0 burras si <'ra nC'ccsario con gramofonos, equipos de c111e o copias de obras
mac>stras. Entre sus se'< e ion<'s hubo un Servicio de Bibliotecas, tanto fijas corno
eirc ulantPs, estas últirn,1s c1c ornpJñ¡ic!Js el(' l('l 1Llri1S C'll los pueblos. También iti-
nPrdnt<-'s fu<•ron el Coro, PI lC',tlro del Pueblo, el MusPo Circulante, l,1 Sección de~
Cirw, PI RPtJblo de• f.lntm hes y el Scrvic io ele Múc.ic,1. Adcm5s, Sl' incidía en la
• MI NI )1 1<,( )N Jorcl, 111 .i · "l pii,od10<,, '>U¡>c>rpo'>lt 10111•'> y cli-.p(•r-.iorws. Un,1íl'\ l'>l<>n de hi'>tori,1<. d<•
lo-, ""º" lrc•int,t", ;. 11 / níwn11m eun /m d/H)\ 'HJ. M,1drid, MNC ARS, l ,1 i,füm ,1, 201 l, p. 2B. r.1r,1
, , ,li• l,I rn ¡.,111,1
pro t une 11/.tl 11 1,,1,~, ve'• ,l'(' ,llltor ,1 /)orn111t •11/1ng \¡>,lln \r/1\I\ , l\hihit1on Culture', .1()(/ thc>
/\fo<le,n N.ition, f'Jl'J /tJ J'J. P<·1111 !'il.il<· Uniwr'>ily Pr<•'>t,, .!OOí.
CAPÍTULO 11. ARTE Et\ [SPA~A EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 355
José Val del Ornar: Espectadores en una proyección
organizada por las Misiones Pedagógicas. 1932-1936.
Biblioteca Nacional de España, Madrid.
1
·: • N:•( P<,it,imo., un pw•blo ». C,(•1w,1logí,1 d(• l,1s Misionps Pedagógicas", en GARCÍA ALOr--!SO,
Mdr 1.1 : \ c1/ <id ( Jtn,11 )' /.i, Mi,iun<•s />, / , · M · ·
te .igog,c,i,;, ur( 1<1, Res,dentia de Estudiantes, 20 03 • ,
11,
_MA( ¡11 1
.
)(), Antonio: Ju.in el<· M.iin'fl.1 S<'ntmc i<1s, donaires, apuntes y recuerdos de un prote)Of
apornto ( 1 ) 14 19 J<,J, Ali( .int(', HibliotPt a Virtual Miguel de Cervantes, 2022, pág. 205-L
Sus decorados fueron realizados por artistas a quienes ya hemos visto cola-
borar con Lorca, como Manuel Ángeles Ortiz, José Caballero, Ramón Gaya,
Alfonso Ponce de León, Alberto o Benjamín Palencia. Este últirno diseñó también
la insignid del grupo, formada por dos mé1sec-1ras de teatro sobre una rueda de un
larro, que podemos ver en el cartel que aparece tras una fotografía del poeta.
CAPÍTULO 11. ARTE E~ ESPAÑA E~ LA PRIMERA MITAD DEL SIGI O XX. 1898 1qi; 1 357
Alberto Sánchez: Telón de fondo para la representación
de Fuenteovejuna de La barraca, 1932-33. Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.
clr,1 mrnd1d,l por un hongo <",l,mc .Jdo, / dime• por qué IJs lluvirlS p11drc•n las horas
\ lac., madPr,h./ Ac l,h,rnw pi;t,1 dud,1 quP tengo sobrP los pc1isc1jes./ D<·spíértame".
OhrJc., <.\n que l..1 til'rra pierde su plc.1cide1 y donde lo que hay en ella de
pcrs,st<."'ntf' y etPrno muestra sus otras caras y se estanca y se pudre o se resPra
' r<:>squcbraja. Tierras alejadas de esas terrosas y secas de Vallecas o Castilla que
repre,entaban Alberto o Palencia y que podemos reencontrar en una fotografa
de Unamuno realizada por el fotógrafo José Suárez en la Flecha en 1934.
Esa fotografía, como los te lones de Alberto y las obras de Palencia o Mallo,
nos sitúan ante la importancia de la tierra y sus saberes, pero también frente
a la búsqueda de nuevos modos de enfrentar la representación del hombre y lo
que le rodea. En esta búsqueda la fotografía jugó un papel importante con obras
como la de José Suárez, que comenzó su trabajo con fotografías etn ográficas
sobre oficios y fiestas en pueblos gallegos y desarrolló múltiples temas con un
quehacer en que las influencias del modernismo ruso y la nueva objetividad se
combinaba n con el humanismo de los fotógrafos documentales norteamerica -
nos de los años 30.
·\·
José SuáreL: Dos foLOgrc1fíns ele la serie Mnriiieiros, 1936. Arquivo José Suárez.
CAPÍTULO 11. ARTE EN ESPAÑA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 359
'"1 1'" oh,.,, d<' BlllHl<'I, M,illo o jo<,<' Sut1re1 no', muestran cómo el interés
t t r lo popul,H no d<'c.,p1ov1c,to dl' t nlr< •': d,11>.1 lr1 m~i~o. c1 IJ vanguardia, inte-
ndn..,t < n < 0111(•111<.., 111!(•1 n,H 1ont1I<.•-, mc1s de• lo qut• rnic rc1lmcnte parece, como
\ (. ,, lll()', ., ( OllllllU,l( ion.
CAPÍTULO 11. ARTE EN ESP\RA E'. LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 361
, un eonv(•nc Hio O('ft'n"'or dPI poder de lo visual, lo'i medios de ~?mun~~ación
, lt'l de• propiciar una reflex1on poi 1t1ca.
lPt nolog,,, ( orno 111 , 1, urm'nto, e,1p,H <.'<,
"u"' totomont,iw,, ( omo 1"" d<.' l,1 <,<.'r it· d(• / ns / () mJnriamicntos (1934) son
lllwn,1 tnll(''-lr, 1 dt• ,u qw•ht1< <'r. 1n PIio<; R,•11.tu p,1rt<' dC' lrn, rreceptos de la reli-
g,on ptll,1 c 11t1< ,ll lo"' 111,111'.., y l.1 liipoc 1Pt.,Í,1 d(' lc1 ~oc i<'d,HI burguesa, del conser-
\Mfu11 ... mo c',p,Hml y d1'I l,1i.c i'illH> intc•tn,H ion,il.
1
"A prop(>'>ilo cli•I ,irl<• primitivo" (1919), <'ll C iHI Ein<;t(•in, La:, masas son el artista. Páginas CÍt' la
tP\'Oluc ión P\/Jt1riol,1. Or'>ini & eo., 20 1<)
Parece un lugcu común, al lrazar la historia del arte español del siglo XX, dete-
1wrse c1ntes del comienzo de la guerra o bien comenzar justo después. Las crono-
logias asentadas por numerosos textos crean una cesura en esos tres años como
si entre 1936 y 1939 nada hubiera pasado en la creación española. Al contrario,
los años de la guerra fueron un período de una intensa labor creativa, en los que
la alianza entre arte y compromiso político alcanzó su punto álgido y en el que
hubo una constante circulación de creadores e intelectuales, de ideas y de imá-
genes que ocupaban el espacio público y viajaban a otros países para denunciar
la situación en España, dar testimonio y expresar la experiencia vivida.
La alianza entre arte y compromiso político que vimos emerger en los últi-
mos años de la República alcanzaría su punto más alto con el estallido de la
guerra en julio de 1936. Si bien la contienda_ paralizar_ía práctica~ent ~ tocias
las actividades culturales, pedagógicas y creativas descritas en el epIgrate ante-
rior, quienes las llevaban a cabo comenzarían a movilizarse de otros modo-,: la
1,1 Véase r-ABEK, SebastiaJn: Memory 8Jt//es of the Spanish Civil War, f-listory, F,ction, Photography.
Nashvillc, Vanderbilt Uf~ 2018.
CAPÍTULO 11. ARTE EN ESPA~A EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1 q; 1 365
QUE FAIS TU POLIR A '
Junto a estos carteles que se sirven de las nuevas técnicas y estéticas pro-
movidas, entre otros, por Renau, otros usaban únicamente la pintura o el
dibujo, adoptando estéticas muy variadas en las que, a menudo, se aprecia
una influencia de la cartelería realista soviética. Pero no es fácil generali1c1r
acerca de las producciones de promoción cultural republicana, marcadas por
un gran eclecticismo. En ellas, como señala Javier Pérez Segura lo popular
-en sus aspectos más transgresores, satíricos y críticos- ocupó un papel impor-
tante del que son buenos ejemplos el proyecto de las fallas populares anti
fascistas de 1937 impulsadas también por Renau como Delegado de Bellas
19
Artes, que no pudieron realizarse , o la pervivencia de géneros como el auca
o el aleluya, a los que ya nos hemos referido, que la vanguardia recuperó
y puso al servicio de la crítica con obras como Sueño y mentira de Franco de
Picasso (1937).
l'I PÉREZ SEGURA, Javier: "¡Un paso al frente! Arte, imagen y cultura en la 'U<>rra CI\ ¡¡ e., mol
en Encuentros con los c1r10s JO ... , págs. 307-319. g P
rio de Calder, a las que yil nm hemos referido en Alfonso Daniel Rodríguez Castelao:
otros momentos dc)I libro, se utiliZé1ron lzis foto- "-Para que crgan o puño! ... "
grc1fías de los fondos de lils Misiones Pedagógi - ele Atila en Calicia, 193 7.
Musco de Pontevedra.
cas en fotomontajes realizados por Rcnau, y se
CAPÍTULO 11. ARTE El\ ESPAÑA El\ LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 367
( 011< « dio r ,11 1111por 1,11H ,., ., 1,, prodw < 1orw" populM<•c; Y ,il < inP, e uya progra-
1, l u,n ( hl\o , , HJ O ,h Bunw I q111<•n l'r,, <•n C'',<' mom< n'o eoorclinador de
1 r p 1 md 1 < n ( 1~t rv1< 10 et,, ltt l11íorrn(1< 1011 c•n 1,, C'rnht1Jddc1 <·spt1ñola en París.
Junto ,l l,1 l,,hrn p1op,1g,111dístic <1 IIC'v,1 dc1 ,1 < c1bo dc•scl<• PI gob=crno re )iJ i-
c .mo PI otro gr.111 intc•1 é>s de PS IP f up lc1 conc;ervél< ión dE>I patrimonio, a trcJvf ~ de
un,l '-0110 de ac. e ionc•s, c.oordinc1 das po r Rc nau que han devenido ejemplares. La
rC'ac. e 1011 de- la Repúblicz1 fue m uy rc1 pida y apenas una semana después del ini-
c. io de la guerra, el 23 de julio, se creó la Junta del Tesoro Artístico que primero
sp pfic-oc upó dc.-- la salvaguarda de las obras en M adrid, evacuándol as a Valen-
c. ia e uando Madrid se conv irti ó en frente de guerra y, posteriorme nte, a Ginebra.
Lac; obras que no podía n ser tras ladadas se protegieron , c rea ndo en torno a ellas
pequeños búnkeres de ladrillo.
Junto a esa preocupac ión por evitar la pérdida de obras a ca usa de la con-
tienda, el gobierno de la República luchó también activamente contra la destruc-
ción del patrimoni o, sobre todo sacro, que se estaba produciend o por las reac-
ciones contra los poderes religiosos y económicos . Las fotografías de la época
nos muestran a al umnos de la escuela de Bellas Artes de Madrid y Valencia rea-
lizando a ma no ca rteles, tiras ilustradas y folletos que incitaban a proteger el
patrimonio con lemas como No veas en una imagen religiosa m ás que el arte,
11
M A R/O, Jorge• 1ui .., y MAYAYO, P,11ric i,1: Arte en l sparic1 , p.1g. 76. Sobre estos actos de iconoclc1 s-
1
4.J. Imágenes-testimonio
CAPÍTULO 11. ARTE EN ESPAÑA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 369
doc,, C'nlrc' loe, qu(' de<.lac <.ln las madres soste-
nl<'ndo d c,uc, bebe-;<,, eon una larga caravana
de f,gur,1<, e onfunclidc1c; que dibujan, en cam-
'"º' C'I ní11do e ,irnino dr> la huida ck•I pue-
blo <¡U(' .ip,Hc·c <.' envuc•llo E'n llamas al fondo.
1 c1 e ornposic i(Hl remite él un imaginario
()( sd<> c,I ini< io dP l.1 gupr, ,1, <011 l,1-. primf'ras \ ictoric1" de los sublevados,
mue hoc, fuuron lo-. ho111h1Ps y muwrt•-. quP ~e \ ieron condenados a la cárcel
o loi, ( c1mpn-. dP <<in, <•1111,H i<'>11 <'11 1'-p,ü1a o tll Pxilio que, en Francia, desembo-
c .1bd Ír<'< uc•nt<>m<'nlP l'll un ( ,rn1po.
I JII JI I iUBI l<MAN, CJl'tJtg<''>: ".( u,inch> t>I hu111ill,1clo rnir.i ,11 humillado", en Remonta¡e:, del
1/( 111po /Jtld<•c JCÍ(). 11 n¡u el!' l.i ht\/011.1 ..!. lhH•110-, AiiP'>, Biblos, }01 5.
En esos lugares, muy pocos podían poseer una cámara con la que retra-
tar su día a día y apenas existen fotografías realizadas por los propios internos
-salvo las de Centelles encontramos solo las de Francesc Boix, cuyas fotogra-
fías del campo de Mauthausen servirían como prueba en los juicios de Núrem-
berg- pero, a veces, sí podían alcanzar un poco de papel y algún lápiz y realizar
rápidos apuntes como los del dibujante catalán Josep Bartolí (1910-1995) que,
tras su exilio a Francia pasó por numerosos campos que registró en un pequeño
cuaderno que ocultaba bajo la arena. Las ilustraciones de Bartolí, además de
retratar, como Centelles, las condiciones de vida en el campo enunciaban más
claramente la crítica hacia la situación vivida y, particularmente, ante la hipo-
cresía del gobierno francés respecto a los refugiados españoles. En el dibujo
Vive la France (1939) sitúa en primer plano la
garita de control del campo en que dos gen-
darmes franceses, satíricamente deformados,
comen y fuman mientras, al fondo, se aprecian
los cuerpos escuálidos tras las alambradas, junto
a los guardias un cartel proclama, irónicamente, 1 7
"Liberté, fraternité, égalité".
Otros artistas como Antonio Rodríguez Luna
(1910-1985) compartieron el destino de Cente-
1les o Bartolí en el campo de Argeles-sur- Mer
CAPÍTULO 11. ARTE Et\ ESPAÑA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1 <)) t 3 71
mPdio rfp 1,1 urgen< lcl, un.1 vicl,1 <ult111c1I y <.'dttc ,1tiva <.'n_P"º~ e.~1mpos, llegando
me lu..,o ,1 < ie,lr lug,ll<'" de c·xpoi;i< ic'>11, e orno <•I "P,1lac.10 ~le Expo5i~iones" en
el ( ,m,po rfe B,H ,11 ¡',<,, t 11 c•..,os l11g,11<'s <'IH ontr,mm~ Ul-.,H iones rcal17adas con
J,lbon IW/O'- de' 1,1s ,,l, 11 nh1,Hl,1s que' le·: rodc•.1b,1~1, ldtc1s c!c: <.onserva y todo tipo
dP m,ltPI I,,l<'s de• dl's<'< ho qul' merc•n•n,111 CSJK'C1,1I ,1tem 10n.
fJ<, este t~mprano interés del régimen por crear un imaginario por más que
PStP no terminase nunca de concretarse del todo- nos habla la creación, ya en
1; rn, de_ una_ comisió~ d? estilo para las conmemoraciones dirigida por Eugeni
~J O;s quien, JU~to a _G1~enez Caballero se convertiría en uno de los principales
ideologos dP la imaginena falangista. En este momento el avance de los fascismos
<:n Fu ropa. P~~Jporcio~7aba buenos modelos estéticos que trataron de conjugarse
< 0 ~ l_c1 tr,1dic ion cspzrnola. Esta se concretó en una exaltación del barroco (el estilo
art1st1c.o f~el, q~c' ~elipe Alt1i~ diría que es el "que mejor se quema"), del hispanismo
Y -~Je~~ e:scnc. ialismo Y antimodernismo inspirados por el Ortega de La cleshuma-
nuaoon del arte(! 925 ), cuando afirmaba: "Nuestro pueblo ha resistido: la historia
moderna de Espana se reduce a I h. t · 1
ª is ona ee su resistencia a la cultura modern.i ·
de los países civili?ados a recorrer la del Norte [ ... ] aun a,d,""'••· de """ºepoprya :n-..ero,,,-,tl
CAPÍTULO 11. ARTE EN ESPAÑA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1898-1951 3 73