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La comunicación y los Lenguajes

Generar momentos de escucha placentera y apreciación de cuentos, enriquece el vínculo del niño
y la niña con la literatura. A través de este vínculo, entre otras cosas, los niños y niñas identifican
estados emocionales, incorporan palabras nuevas, ejercitan la pronunciación de los sonidos del
lenguaje, desarrollan habilidades de comprensión, ejercitan el diálogo y la argumentación…….

“Las experiencias de encuentro con la literatura movilizan la


sensibilidad del niño/a, abriendo espacios de creatividad al ampliar su
repertorio literario y cultural. Los textos literarios son manifestaciones
artísticas cuyo lenguaje posibilita procesos que comprometen el
pensamiento, las emociones, las sensaciones y la imaginación. El
acercamiento constante a ellos, desarrolla el sentido estético, el gusto
por la lectura y el interés por la utilización de la palabra como
herramienta creativa” DCP.

Recomendaciones a la familia:

 Buscar un lugar de casa donde poder generar un espacio de encuentro entre el


niño o la niña, el adulto y el cuento.
 Usar diferentes tonos de voz en la lectura, favorecer la gestualidad.
 Volver a leer cuantas veces el niño lo pida y dialogar sobre el significado de los
textos
 Explicar las palabras que no conocen o investigar a partir de ellas, aprovechando
los intereses del niño y la niña.

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Materiales y recursos
 Cuento
 Hojas blancas
 Fibras o crayones
 Alternativo, cuento en formato digital: http://planlectura.educ.ar/wp-content/uploads/2015/12/Cullo-
duro-Elsa-Bornemann.pdf

A) Leer el cuento
Actividades

Cuello duro- Elsa Bornemann


Este cuento forma parte del libro Lisa de los Paraguas

Aaay! ¡No puedo mover el cuello! –gritó de repente la jirafa


Caledonia.

Y era cierto: no podía moverlo ni para un costado ni para el otro;


ni hacia adelante ni hacia atrás... Su larguísimo cuello parecía
almidonado.

Caledonia se puso a llorar. Sus lágrimas cayeron sobre una flor.


Sobre la flor estaba sentada una abejita.

–¡Llueve! –exclamó la abejita. Y miró hacia arriba. Entonces vio a


la jirafa.

–¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?

–¡Buaaa! ¡No puedo mover el cuello!

–Quedate tranquila. Iré a buscar a la doctora doña vaca.

Y la abejita salió volando hacia el consultorio de la vaca. Justo en


ese momento, la vaca estaba durmiendo sobre la camilla. Al
llegar a su consultorio,la abejita se le paró en la oreja y –Bsss...

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Bsss... Bsss...– le contó lo que le pasaba a la jirafa.

–¡Por fin una que se enferma! –dijo la vaca, desperezándose–. Enseguida voy a curarla. Entonces se puso
su delantal y su gorrito blancos y fue a la casa de la jirafa, caminando como sonámbula sobre sus tacos
altos.

–Hay que darle masajes –aseguró más tarde, cuando vio a la jirafa–. Pero yo sola no puedo. Necesito ayuda.
Su cuello es muy largo. Entonces bostezó:

–¡Muuuuuuaaa!– y llamó al burrito. Justo en ese momento, el burrito estaba lavándose los dientes. Sin
tragar el agua del buche debido al apuro, se subió en dos patas arriba de la vaca.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros dos solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, el burrito hizo gárgaras y así llamó al cordero. Justo en ese momento, el cordero estaba
mascando un chicle de pastito. Casi ahogado por salir corriendo, se subió en dos patas arriba del burrito.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros tres solos no podemos –dijo la vaca. Entonces, el cordero tosió y así llamó al perro. Justo en ese
momento, el perro estaba saboreando su cuarta copa de sidra. Bebiéndola rapidito, se subió en dos patas
arriba del cordero.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros cuatro solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, al perro le dio hipo y así llamó a la gata. Justo en ese momento, la gata estaba oliendo un
perfume de pimienta. Con la nariz llena de cosquillas, se subió en dos patas arriba del perro.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros cinco solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, la gata estornudó y así llamó a don Conejo. Justo en ese momento, don conejo estaba jugando a
los dados con su coneja y sus conejitos.

Por eso se apareció con la familia entera: su esposa y los veinticuatro hijitos en fila. Y todos ellos se
treparon ligerito, saltando de la vaca al burrito, del burrito al cordero, del cordero al perro y del perro a la
gata. Después, don Conejo se acomodó en dos patas arriba de la gata. Y sobre don conejo se acomodó su
señora, y más arriba también –uno encima del otro– los veinticuatro conejitos.

–¡Ahora sí que podemos empezar con los masajes! –gritó la vaca–. ¿Están listos muchachos?

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–¡Sí, doctora! –contestaron los treinta animalitos al mismo tiempo.

–¡A la una... a las dos... y a las tres!

Y todos juntos comenzaron a masajear el cuello de la jirafa Caledonia al compás de una zamba, porque la
vaca dijo que la música también era un buen remedio para curar dolores. Y así fue como –al rato– la jirafa
pudo mover su larguísimo cuello otra vez.

–¡Gracias, amigos! –les dijo contenta–. Ya pueden bajarse todos.

Pero no, señor. Ninguno se movió de su lugar. Les gustaba mucho ser equilibristas. Y entonces –tal como
estaban, uno encima del otro– la vaca los fue llevando a cada uno a su casa. Claro que los primeros que
tuvieron que bajarse fueron los conejitos, para que los demás no perdieran el equilibrio... Después se bajó
la gata; más adelante el perro; luego el cordero y por último el burro. Y la doctora vaca volvió a su
consultorio, caminando muy oronda sobre sus tacos altos. Pero ni bien llegó, se quitó los zapatos, el
delantal y el gorrito blancos y se echó a dormir sobre la camilla. ¡Estaba cansadísima!

B) Luego de la lectura, para favorecer la construcción y desarrollo del


lenguaje es importante dialogar sobre la misma, ejemplo: ¿Cuál es el
problema que tiene en un principio la jirafa? ¿Está muy adolorida? ¿Qué
otros personajes aparecen? ¿Cómo se puede resolver el problema o
conflicto? ¿Muchos personajes tienen nombre en este cuento? ¿Cuál sí?
¿Por qué varios animales tuvieron que ayudar a la jirafa?

C) Ordena la secuencia de las imágenes, podés poner número o recortarlas. El niño o la niña dictan
y el adulto escribe: ¿Qué pasó en cada escena?

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D) Pienso: ¿Qué podría haber pasado si el conejo con toda su familia no hubiera podido venir?. ¿A
cuántos animales hubieran tenido que llamar? El niño o la niña dictan y el adulto escribe:

EL CONEJO Y SU FAMILIA, QUE ERAN VEINTISÉIS NO PUDIERON VENIR. ENTONCES EL CORDERO

TUVO QUE LLAMAR A ……………………..…………………………LLEGÓ CORRIENDO Y SE SUBIÓ EN DOS

PATAS ARRIBA DE …………………………………….……………. ¿PERO TODAVÍA SOBRABA MUCHO CUELLO

PARA MASAJEAR! -NOSOTROS ……………...…….NO PODEMOS- DIJO……………………………. ENTONCES

LLAMÓ A ……………………………………………….

E) Dibujo a los animales que remplazaron a los conejos

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