Patrimonio Fotográfico: Conservación Del
Patrimonio Fotográfico: Conservación Del
Patrimonio Fotográfico: Conservación Del
NACIONAL DE
CONSERVACIÓN DEL
PATRIMONIO FOTOGRÁFICO
Ministerio
de Educación, Cultura
y Deporte
Plan Nacional
de Conservación
del Patrimonio
Fotográfico
Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.mecd.gob.es
Catálogo general de publicaciones oficiales: publicacionesoficiales.boe.es
Edición 2015
Coordinación de la publicación:
Alejandro Carrión Gútiez
Consejo editorial del IPCE:
Isabel Argerich Fernández
Alejandro Carrión Gútiez
Rosa Chumillas Zamora
Soledad Díaz Martínez
Adolfo García García
Carlos Jiménez Cuenca
Lorenzo Martín Sánchez
Alfonso Muñoz Cosme
José Vicente Navarro Gascón
Carmen Pérez de Andrés
María Pía Timón Tiemblo
NIPO: 030-16-417-2
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Página anterior: Carruaje laboratorio de Laurent en el patio del Palacio Real de Valladolid, detalle carro Laurent, 1872. Foto:
J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
1. Aspectos básicos
1.1. Introducción
Los Planes Nacionales son instrumentos de gestión de bienes culturales que, partiendo del
conocimiento exhaustivo de los mismos, permiten el desarrollo de proyectos destinados a su
investigación, conservación y disfrute público. Se trata de un conjunto de herramientas de plani-
ficación estratégica, desarrollado por la Administración General del Estado en colaboración con
las Comunidades Autónomas y sólidamente cimentado sobre el establecimiento de criterios y
metodologías de actuación específica.
Nacidos en los años 80 del siglo xx en virtud de las necesidades especiales de conservación de
los conjuntos catedralicios, los planes nacionales, con el Plan Nacional de Catedrales como pio-
nero, han supuesto la ejecución por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de más
un millar de proyectos de investigación, conservación, restauración y difusión del patrimonio
cultural de España. Estos proyectos, realizados en continua cooperación con las administracio-
nes autonómicas y locales competentes en materia de cultura, han garantizado la preservación
de un alto número de bienes culturales de diversa naturaleza: arquitectura defensiva, industrial,
catedralicia, paisajes culturales, etc.
Transcurridas más de dos décadas desde su creación, los Planes Nacionales se convirtieron en
2010 en el epicentro de un nuevo proyecto teórico-metodológico que ha tenido como objetivos
fundamentales la revisión de los planes creados hasta ese momento y la elaboración de planes
nuevos que respondan a las actuales necesidades en el área de la gestión del Patrimonio Cultural.
En el marco de este proyecto, que ha supuesto la reconsideración de objetivos, criterios y meto-
dología para los Planes Nacionales de Catedrales, Arquitectura Defensiva, Patrimonio Industrial,
Paisaje Cultural y Monasterios y Conventos, así como el establecimiento de estos parámetros para
materias tales como Conservación Preventiva, Investigación en Patrimonio, Patrimonio Inmaterial,
Educación Patrimonial y Patrimonio del siglo xx, el presente Plan Nacional de Conservación del
Patrimonio Fotográfico pone punto y final a esta compleja tarea. Una labor en la que han partici-
pado técnicos especialistas en las diferentes facetas de la gestión de los bienes culturales tanto del
ámbito estatal, a través de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos
y Bibliotecas, como del autonómico, mediante la colaboración de un nutrido grupo de represen-
tantes de las Direcciones Generales de Patrimonio de las Comunidades Autónomas. Todos estos
profesionales, constituidos en Comisiones específicas para cada Plan Nacional, han recibido el
apoyo de numerosos especialistas independientes, del sector universitario o del mundo de la in-
vestigación a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como de asociaciones
y fundaciones relacionadas con el marco competencial de los planes.
Se trata de poner de manifiesto las necesidades y carencias en la gestión del patrimonio fotográfico
español y de establecer un consenso entre las distintas administraciones e instituciones públicas y
privadas que lo custodian para garantizar su conocimiento, preservación y puesta en valor.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
El Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico se plantea por tanto, al igual que el
resto de planes nacionales desarrollados por el IPCE en los últimos años como una herramienta
para la gestión y coordinación de estrategias y el impulso de acciones y proyectos que supongan
aportaciones relevantes en su marco de actuación.
Construcción del Puente de los Franceses en Madrid, hacia 1860. Foto: C. Clifford. Fototeca IPCE
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Vista panorámica de Ávila, entre 1880 y 1886. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
En el marco de la sociedad de consumo todos estos avances tecnológicos propician una rápida
popularización de fotografía. La cámara fotográfica nació como una costosa novedad técnica
solo asequible, en principio, a profesionales y élites. No obstante, su manejo era relativamente
sencillo –sobre todo en comparación con disciplinas artísticas como la pintura o el dibujo y su
resultado–, la copia fotográfica pronto se puso al alcance del ciudadano medio a través de pos-
tales y retratos de estudio. Esta popularización del medio fotográfico fue desarrollándose y acen-
tuándose a lo largo del tiempo y favoreció la producción de millones de fotografías cargadas de
valor patrimonial, cuya conservación y salvaguarda atañe a toda la sociedad.
En la actualidad, las imágenes fotográficas son objeto de consumo cotidiano, masivo y habitual-
mente intrascendente, y su creación y difusión está al alcance inmediato de cualquiera a través
de dispositivos tan comunes como el teléfono móvil.
En este contexto, antes de entrar en el estado de la cuestión es preciso plantear unas conside-
raciones previas:
–– La fotografía nace como técnica artesanal y se desarrolla como industria, dando lugar en
último término a productos industriales destinados al consumo popular. Aunque ya los
primeros fotógrafos mostraron interés por la perdurabilidad de sus obras, lo cierto es que
el material fotográfico no estaba diseñado para permanecer a través de la historia y su
preservación exige la concienciación y empeño de sus depositarios.
–– El objeto fotográfico puede ser considerado como obra artística, documento histórico o
ambas cosas, dependiendo de criterios no siempre coincidentes y que han ido variando a
lo largo del tiempo.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Pero además la fotografía puede constituir en sí misma una antigüedad histórica. No solamente
su resultado final, la copia fotográfica, sino también el negativo, la cámara, la ampliadora, el
laboratorio fotográfico, etc., que se transforman en objetos de valor cultural tanto más aprecia-
bles cuanta más y más valiosa información aportan acerca del tiempo de su fabricación y uso.
–– Una última consideración surge quizás hoy con mayor evidencia que nunca a causa de la
irrupción en nuestra sociedad de la tecnología digital; se trata de la cuestión sobre “origi-
nal” y “copia”. La fotografía, en efecto, es a la vez:
• Un objeto material, tangible, resultado final de un triple proceso de toma, fijación y tra-
tamiento de la imagen negativa, y fijación de la imagen en la copia positiva. La copia
positiva es el resultado final e intencional del fotógrafo; la “fotografía” por excelencia.
Desde sus orígenes, la fotografía es un medio pensado para emitir multiplicidad de “copias” de
“una imagen” fotográfica, y el valor de la copia está en relación directa (además de con la cali-
dad de la toma realizada por el fotógrafo) con la fidelidad a la imagen conseguida y capturada
en el negativo (procesos de tratamiento posterior del negativo y de revelado del positivo). Pero
el valor está también en relación, además de otras consideraciones, con la cantidad y calidad de
ejemplares de la misma imagen que puedan encontrarse actualmente: si se trata de un vintage,
una copia de época, una copia numerada por el fotógrafo, etc. A día de hoy, todas estas consi-
deraciones son aplicables también a las fotografías realizadas con tecnología digital.
Cerramos este apartado con un reconocimiento a la labor de los fotógrafos, cuyo esfuerzo y
capacidad de creación han propiciado la existencia de obras y colecciones de enorme valor pa-
trimonial. Como se ha mencionado ya, la fotografía se ha ido introduciendo en todas y cada una
de las facetas del conocimiento humano, generalizándose su uso, como forma de comunicación
y medio de expresión artística, a medida que los avances tecnológicos facilitaban el empleo de
cámaras y equipos. Así, muchas fotografías tomadas de manera espontánea en el entorno fami-
liar han acabado formando parte de nuestro patrimonio común. Pero además de la labor de los
fotógrafos aficionados, es obligado recordar la valiosa aportación de los profesionales que han
desarrollado su carrera a lo largo de la historia y han enriquecido con sus obras el patrimonio
cultural de nuestro país. Sin ellos y sus creaciones, este plan no tendría objeto.
Los riesgos que afectan al patrimonio fotográfico vienen marcados por la necesidad de atender
múltiples frentes de actuación.
Uno de los más significativos es el que parte del concepto “sostenibilidad”, sobre todo en relación con los
procesos para la correcta conservación del material fotográfico a corto, medio y largo plazo.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Es evidente que los esfuerzos para la preservación de fondos o colecciones de fotografía han
de estar diseñados para su durabilidad en el tiempo. Pero conjugar sostenibilidad y perdu-
rabilidad, teniendo en cuenta la precaria situación económica y de recursos que sufren en
la actualidad muchas instituciones culturales en España, junto con la vertiginosa evolución
tecnológica que rápidamente transforma en obsoletas las aplicaciones informáticas, no resulta
una tarea fácil y ha de implicar un cambio de estrategia con respecto a las fórmulas utilizadas
hasta la fecha.
Se impone trabajar con una planificación suficientemente flexible que, en la medida de lo posi-
ble, ayude a evitar el riesgo de falta de continuidad en las políticas institucionales de conserva-
ción de patrimonio fotográfico. Así, la conservación de grandes volúmenes de objetos fotográfi-
cos implicará la toma de decisiones comprometidas que prioricen necesidades en función de la
relevancia y características de los fondos y de la misión de los centros que los custodian.
Por otra parte, la propia naturaleza del lenguaje visual de la fotografía, directo y universal, con-
trasta con la necesidad de articular soluciones interoperables en los múltiples sistemas de ges-
tión documental utilizados por las diversas instituciones.
En este apartado existe también el riesgo de no llegar a recuperar colecciones enteras de foto-
grafía por la falta de consistencia en la descripción de determinados campos sobre los que se
realizan las búsquedas. Esta inconsistencia viene marcada con frecuencia por la inadecuación de
los sistemas de descripción a las realidades del medio fotográfico, por la falta de consenso en la
utilización de ciertas terminologías descriptivas, o por la necesidad de que el personal encargado
de la catalogación de fotografía amplíe sus conocimientos sobre la materia.
Por tanto, puede afirmarse que para evitar los riesgos en la gestión documental del patrimonio
fotográfico se necesita sistematizar protocolos, adecuándolos a las nuevas tecnologías, y progra-
mar una formación especializada para los profesionales del medio.
En otro orden de cosas, para ampliar la protección y salvaguarda del patrimonio fotográfico es
preciso atender a lo que se ha venido a denominar “patrimonio fotográfico oculto”. En los últi-
mos años se han hecho esfuerzos, con mejor o peor resultado, para que los ciudadanos pongan
a disposición de la sociedad colecciones o archivos fotográficos almacenados en sus hogares y
frecuentemente ignorados en armarios o trasteros. Estos proyectos han propiciado que las fami-
lias empiecen a valorar las imágenes que guardaban sus abuelos, y que familiares de fotógrafos
o aficionados al medio busquen apoyo institucional para la recuperación de aquellas coleccio-
nes a las que finalmente se ha ido dando valor.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
No obstante, la puesta a disposición de este patrimonio oculto se encuentra a menudo con obs-
táculos como la ausencia de una legislación apropiada para la dación, compra o donación, o la
falta de recursos en las instituciones de acogida para poder atender donaciones de colecciones
fotográficas con unas mínimas garantías.
Estas trabas pueden poner en riesgo de pérdida colecciones de fotografía de gran valor patrimo-
nial, por lo que se impone buscar soluciones, tanto de la mano de cambios legales y administra-
tivos, como a través de la optimización de los programas y planes de gestión de las instituciones
y de la articulación de sistemas de colaboración y asesoramiento.
Las carencias formativas de los profesionales encargados de la custodia y gestión del patrimonio
fotográfico son otro de los riesgos a considerar en el ámbito de la preservación de la fotogra-
fía. Por una parte, salvo contadas excepciones, apenas existen programas para la formación de
técnicos especializados en patrimonio fotográfico. Es más, a nivel administrativo la figura del
conservador de patrimonio fotográfico no está contemplada, lo que supone no sólo un agravio
comparativo con otras especialidades, sino un vacío respecto a la formación o méritos que pue-
den o deben exigirse a estos profesionales.
Evitar el riesgo que implica el desconocimiento del patrimonio fotográfico supone actuar a largo
plazo, activando políticas educativas, creando programas especializados y desarrollando herra-
mientas que faciliten la difusión del conocimiento en esta materia. Una sociedad con una amplia
cultura visual será una sociedad más inteligente y capaz en el mundo del siglo xxi.
Construcción del Segundo Depósito de Aguas del Canal del Lozoya o Canal de Isabel II, en Madrid, hacia el año 1874. Foto:
J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Antecedentes históricos
Desde los inicios de la fotografía, la inestabilidad físico-química de los procesos fue una pre-
ocupación constante de los operadores, que veían cómo los registros perdían densidad, ama-
rilleaban o se desvanecían. Por todo ello, los primeros intentos de restaurar fotografías fueron
llevados a cabo en los estudios y por los propios fotógrafos.
La publicación The Daguerreian journal: devoted to the Daguerreian and photogenic art (1850-
1870) –más tarde editado bajo el nombre Humphrey’s journal o The photographic and fine art
journal, publicado y dirigido por Henry Hunt Snelling (1851-1860)– incluye en sus páginas
numerosos artículos relacionados con las múltiples teorías sobre el origen de los distintos de-
terioros que degradaban los originales de cámara.
Tanto los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por esta comisión como los conteni-
dos de los artículos de las revistas mencionadas sorprenden por su rigor y sus acertadas consi-
deraciones. Desafortunadamente, la ausencia de una documentación individualizada de aquellos
trabajos de restauración ha limitado seriamente la investigación, ya que lo que encontramos son,
con frecuencia, solo las conclusiones.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Retrato al daguerrotipo de una bailarina bolera, con castañuelas, hacia el año 1850. Foto: Fototeca del IPCE
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A partir del momento en que los fotógrafos perdieron el conocimiento de la mayoría de las
técnicas y, con ello, competencias en la intervención de los originales, las labores de repara-
ción fueron obviadas o llevadas a cabo por coleccionistas, libreros y marchantes, que aplicaron
tratamientos con fines fundamentalmente cosméticos, y que, con demasiada frecuencia, lejos
de paliar los daños extendieron las patologías y redujeron la esperanza de vida del patrimonio
fotográfico.
Durante las primeras décadas del siglo xx la protección de las distintas formas patrimoniales
empieza a ser objeto de la consideración de gobiernos y estudiosos, especialmente con la crea-
ción de la Oficina Internacional de los Museos, que dependía de la Sociedad de Naciones. Son
programadas reuniones internacionales que empiezan a establecer las bases éticas, técnicas y
científicas de la conservación y de la restauración, como la “Carta de Atenas” en 1931.
La destrucción del patrimonio cultural europeo durante la II Guerra Mundial obligó a realizar
una inmensa labor de reconstrucción y restauración de bienes inmuebles. Resultó evidente la
necesidad de introducir criterios científicos para la conservación de estos bienes. Dichos crite-
rios se materializaron en nuevos documentos como la “Carta de Venecia” en 1964 y la “Carta
del restauro” de 1972, que sirvieron para definir y asentar la estrategia y tácticas para conocer y
conservar la materialidad del patrimonio cultural, así como para reconocer su contribución a la
historia de la humanidad.
En 1950 se funda el International Institute for Conservation of Historic and Artistic Works, IIC; en
1958 se crea el International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural
Property, auspiciado por la UNESCO y, a partir de la década de 1960, un rosario de instituciones,
centros y asociaciones se extienden por Europa y América con el objetivo de garantizar la per-
manencia de los bienes culturales.
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Unos años después, en 1978, se funda el Image Permanence Institute (IPI), adscrito al Rochester
Institute of Technology (RIT), dedicado a la preservación del patrimonio cultural sobre soporte
fotográfico. En 1983 se constituye el Atelier de restauration et de conservation des photographies
de la Ville de Paris y mientras, la escuela de conservación Alemana y la Academia danesa de
Bellas Artes difunden en Europa los incipientes conocimientos del medio.
A principios de la década de 1980 se inicia la organización del campo profesional presidido por la
ciencia y la deontología. En 1980 Kodak edita Preservation of photographs y la empresa Light Im-
pressions publica el libro de James M. Reilly The albumen salted paper book: the history and prac-
tice of photographic printing 1840-1895. En 1984, la Direction des affaires culturelles de la ville
de Paris edita el libro Les papiers salés: altération et restauration des premières photographies sur
papier, de Anne Cartier Bresson. En 1984, y desde el Canadian Conservation Institute, CCI, Klaus
B. Hendriks publica Preservación y restauración de materiales fotográficos en archivos y bibliote-
cas: un estudio del RAMP con directrices, y en noviembre de ese mismo año se celebra en París el
coloquio Conservation et restauration du patrimoine photographique, tercer evento internacional
en su género y el primero en abordar en profundidad la especificidad del patrimonio fotográfico.
En 1985, Kodak edita el libro de Georges Eaton Conservation of photographs y en 1986 Care and
identification of 19th-century photographic prints, de James M. Reilly, que habría de significar un
cambio en el entendimiento e identificación de los materiales fotográficos de copia. También en
1986 se forma el Photographic Materials Group dentro del American Institute for Conservation of
Historic & Artistic Works, AIC. Una iniciativa tan fructífera que en la actualidad existe un grupo
de trabajo de materiales fotográficos en casi todos los estamentos profesionales.
En 1990, Bertrand Lavedrine publica el libro La conservation des photographies y en 1993 apa-
rece The permanence and care of color photographs: traditional and digital color prints, color
negatives, slides, and motion pictures de Henry Wilhelm, con la contribución de Carol Brower.
Es decir, en poco más de una década, la literatura editada para el entendimiento de los mecanismos
que rigen la conservación de la fotografía consolida la capacidad científica de la especialidad.
Santillana del Mar (Santander), vista de la población con un grupo de personas con cámaras posando, hacia 1915. Foto:
Conde de Polentinos, Fototeca IPCE, Archivo Conde de Polentinos
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Vista de la zona ya excavada de la Acrópolis del Cabezo de Alcalá (Azaila, Teruel) con la proyección de la sombra del
fotógrafo en primer término, entre 1919 y 1936. Foto: Juan Cabré, Fototeca IPCE, Archivo Cabré
Contexto nacional
En 1981, Lee Fontanella publica la Historia de la fotografía en España desde sus orígenes hasta
1900. En la primera edición de la feria internacional de arte contemporáneo ARCO, que tuvo
lugar en 1982, la galería Redor acudió con un fondo de autores constituido solo por fotógrafos.
En 1985 se llevan a cabo en Madrid, auspiciadas por el Ministerio de Cultura, las Primeras Jor-
nadas para la Conservación y Recuperación de la Fotografía. Estas jornadas tenían por objeto la
exposición de las diferentes acciones llevadas a cabo en los territorios del estado para estudiar
y difundir la evolución de la fotografía en España.
La iniciativa, especialmente por su falta de continuidad, no llegó a cubrir las expectativas gene-
radas en un campo que presentaba a la vez una intensa actividad y una significativa divergencia
de criterios. Sin embargo, sí supuso una llamada de atención sobre el estado de la conservación
de la fotografía en nuestro país, sobre las evidentes carencias que se podían detectar a nivel de
formación en la materia y sobre la ausencia de una metodología adecuada para atender el valio-
so e ingente patrimonio fotográfico guardado en instituciones públicas y privadas.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
La Biblioteca Nacional dio un paso adelante con la edición, también en 1989, del volumen
150 años de fotografía en la Biblioteca Nacional, obra de Isabel Ortega y Gerardo Kurtz en la
que se identificaban las diversas técnicas utilizadas por los fotógrafos y se prestaba atención
al estado de los fondos en custodia; este trabajo supuso el inicio de un cambio de paradigma.
Ese mismo año se inicia la relación entre profesionales españoles e instituciones de Estados
Unidos y Centroeuropa que dirigían sus esfuerzos hacia la disciplina de la conservación-
restauración y que contribuyeron significativamente a la implantación y desarrollo del campo
profesional en nuestro país. Expertos y técnicos españoles se trasladan a instituciones de
prestigio como el International Museum at the George Eastman House y el Image Permanence
Institute en Rochester, la Mellon Foundation en Nueva York, el ARCP de París, o la Academia
de Bellas Artes de Dinamarca.
Por otra parte, el Centre de Recerca i Difusió de la Imatge (CRDI), dependiente del Ayuntamien-
to de Girona, inició en 1990 sus Jornades Imatge y Recerca y desde entonces se han realizado
12 convocatorias con carácter bienal. Las jornadas conllevan, junto con las presentaciones y
conferencias, la realización de talleres y la publicación de las actas, por lo que constituyen una
contribución de primer orden para el estudio y difusión del binomio fotografía y archivo.
En 1993, la Diputación provincial de Huelva dedica las Segundas Jornadas Archivísticas del
Foro Iberoamericano de La Rábida a La fotografía como fuente de información, publicando
también sus actas con señaladas intervenciones. En 1996 se forma el Grupo Español del IIC
(International Institute for Conservation), con un grupo de materiales fotográficos ya desde
su fundación. Un año después, en 1997, se lleva a cabo en Madrid el I Debate Nacional sobre
Fotografía organizado por el Ministerio de Cultura aunque, desafortunadamente, esta iniciativa
no tuvo la requerida continuidad.
Finalmente, ya en este siglo, la Universidad Carlos III pone en marcha en 2001 las Jornadas de
Imagen, Cultura y Tecnología, y en 2002 la Fundación COF organiza en San Sebastián las jornadas
Perspectivas Actuales en la Conservación-Restauración de Materiales Fotográficos. Casi diez años
después, con la contribución del Ministerio de Cultura, se celebra en La Casa de la Imagen de
Logroño la Conferencia Internacional Fotoconservación 2011 “30 años de ciencia en la conser-
vación de fotografía”, dedicada a revisar las luces y sombras en la reciente historia de esta disci-
plina, con una amplia participación de especialistas nacionales e internacionales. Finalmente la
Fundación MAPFRE, mediante el grupo de investigación del LEMFC (Laboratorio para el Estudio
de los Materiales Fotográficos Contemporáneos) de la Universidad Politécnica de Valencia, or-
ganiza desde 2012 las Jornadas sobre Conservación Preventiva de Fotografía Contemporánea y
Soportes Electrónicos con periodicidad anual.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Puerta de Santa María (Burgos), 1920. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
La difusión de los principios que rigen la conservación de fotografía desde los archivos es un
capítulo relevante. Pese a la paradójica ausencia de materias específicas en los planes de forma-
ción de archiveros y documentalistas, la necesidad de formación en materia de gestión y con-
servación de archivos fotográficos ha sido patente desde la década de los 80 del siglo pasado.
Las características propias de las instituciones archivísticas y el volumen creciente de repertorios
fotográficos que han ido llegando a los archivos, han provocado que desde asociaciones de ar-
chiveros se hayan tratado de suplir las deficiencias con actuaciones formativas auspiciadas desde
dichos marcos profesionales.
A la estela de las ya citadas jornadas del CRDI, diversos archivos y asociaciones profesionales de
archiveros fueron programando cursos y conferencias con el objeto de completar la formación
en la materia de estos profesionales. Entre ellos mencionamos el programado en 1995 por Patri-
monio Nacional “Técnicas de clasificación y protección de repertorios fotográficos” para formar
a los documentalistas involucrados en la puesta en valor de la colección de Palacio Real. Otros
centros, como la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC,
Las Palmas de Gran Canaria), la Fototeca de Huesca, el Museo Etnolóxico de Ribadavia (Ouren-
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
La Sociedad de Amigos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (SAM, Madrid), la Asociación Es-
pañola de Documentación Científica (SEDIC, Madrid), el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
(IAPH, Sevilla), el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE, Madrid) o, más recientemente,
Estudios de Conservación y Restauración Artística (ECRA, Madrid), han realizado también cursos
especializados en conservación de patrimonio fotográfico.
Estación de Sax (Alicante), 1858. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
minimizar la manipulación de los originales, escaneándolos una sola vez para obtener una copia
“máster” destinada a la conservación, y por tanto en alta resolución y formato sin comprimir. A
partir de este máster pueden realizarse todas las copias necesarias en formatos comprimidos y
resoluciones variables, disponibles para su uso habitual y difusión en Internet (catálogos web,
redes sociales, etc.).
En los últimos años, la conservación de materiales fotográficos se ha ido incluyendo como dis-
ciplina en el currículo de títulos otorgados por distintas universidades.
La conservación de fotografías como asignatura está presente en otros másters, como el Máster
en Fotografía de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), y en algunas escuelas de res-
tauración, como por ejemplo la de Madrid. Desde su fundación en 2006, el Laboratorio para
Carnavales, Madrid, 1915. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En el ámbito de los museos y centros de arte conviene diferenciar entre las características del
conjunto museístico general y las de los centros de arte contemporáneo de reciente creación. En
la mayoría de los museos las fotografías tienen la consideración de fondo museográfico (obra de
arte) o fondo documental (relacionado con la historia del museo, sus colecciones o sus activida-
des). Muchas de las fotografías que componen el fondo documental de los museos han adquirido
con el tiempo valor histórico y/o se ha replanteado el nivel artístico de la producción de deter-
minados fotógrafos profesionales. En consecuencia, algunos de los fondos de estos museos han
pasado a ser catalogados como obra de arte.
En relación con los espacios para la conservación y difusión de las obras de arte más recientes,
desde finales de los 80 del siglo xx se han ido creando en el estado español multitud de centros
de arte contemporáneo, hasta el punto de que prácticamente cada provincia española tiene el
suyo propio. En la mayoría de los casos, la adquisición de fotografía y la exposición de obra
fotográfica ha sido una constante en este tipo de centros.
Tenemos así el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Instituto Valenciano de Arte Mo-
derno, el Centro de Arte 2 de Mayo, el Centro de Arte Tomás y Valiente, el Centro de Arte de
Alcobendas, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, el Artium en Euskadi, Gugg-
enheim en Bilbao, CAC en Málaga, CAAC en Sevilla, Fundación Telefónica, Caixa Forum, Centro
de Arte Caja de Burgos, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, Espacio de Arte Contem-
poráneo de Castellón, Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo en Badajoz,
Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear en Cáceres, Museo de Arte Contemporáneo
de Gas Natural Fenosa, Patio Herreriano en Valladolid, Centro de Documentación y Estudios
Avanzados de Arte Contemporáneo (CENDEAC) de la Región de Murcia, Museo Colecciones
ICO, Fundación MAPFRE, Centro Gallego de Arte Contemporáneo, etc.
Por otra parte, el concepto “arte contemporáneo” aplicado a estas instituciones determina la
tipología del patrimonio fotográfico depositado en ellas, constituido generalmente por obras
realizadas a partir del último tercio del siglo xx. Tanto el marco temporal como el carácter
artístico que se atribuye a las fotografías en estos centros, delimitan también sus variables
morfológicas –se trata en general de piezas de medio y gran formato– e implican que su uso
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
y explotación cultural están limitados por los derechos de autor y derechos de exposición
que caracterizan a las obras de arte.
En cuanto a las estrategias de conservación llevadas a cabo por los museos y centros de arte,
sean éstos del tipo que sean, suelen basarse en actuaciones de preservación o de conservación
preventiva. No se debe olvidar que el valor económico que se otorga la fotografía “de autor” es
generalmente alto, y existe por tanto una gran preocupación por su preservación.
Sin embargo, aunque las instituciones públicas de mayor entidad cuentan con laboratorios de
conservación y restauración, las fotografías son atendidas por profesionales especializados
en otro tipo de obras. Hasta la fecha apenas hay entidades que cuenten con especialistas en
conservación de fotografía para dedicarse a este tipo de patrimonio. En cuanto al resto de
instituciones, lo normal es subcontratar estos servicios a empresas especializadas.
En esta línea, se observa en ocasiones una llamativa ausencia de informes sobre las condiciones
mínimas para la correcta conservación de las obras fotográficas cedidas a terceros para exposi-
ciones temporales. Afortunadamente se trata de un hecho cada vez menos frecuente y la mayoría
de las instituciones acompañan la obra prestada con documentos que informan sobre las con-
diciones generales y particulares de conservación. También empieza a ser común el préstamo
de facsímiles en lugar de piezas originales cuando, por las características de la exposición o
por la falta de condiciones adecuadas en las salas en las que ésta va a tener lugar, se considera
aconsejable.
Otro grupo de instituciones que custodian patrimonio fotográfico son las relacionadas exclusi-
vamente con la fotografía, tanto en su aproximación histórica como artística. Algunos de estos
centros son: la Fundación Fotocolectania en Barcelona, el PhotoMuseum de Zarautz, el Centro
Andaluz de la Fotografía (CAF, Almería), el Centro de Documentación de la Imagen de Santander
(CDIS), la Fototeca de Huesca, el Centro de Tecnología de la Imagen (CTI, Málaga), el Fondo Fo-
tográfico de la Universidad de Navarra (Pamplona), el Institut d’Estudis Fotografics de Catalunya
(IEFC, Barcelona), el Centro de la Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU),
el Centro de la Imagen de la Diputación de Girona (INSPAI), el Centro Nacional de Fotografía de
Torrelavega, y el Centro de Fotografía de Tenerife, integrado actualmente en el TEA.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Puente del Cabriel, en la carretera de Madrid a Valencia, 1867. Foto: J. Martínez Sánchez, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Iglesia de Santo Tomé, en Toledo, viéndose a la izquierda el Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos, parcialmente
carruaje laboratorio de Laurent. Foto: J. Laurent, Fototeca oculta por un muro del antiguo Palacio Arzobispal, en el
IPCE, Archivo Ruiz Vernacci año 1852. Calotipo de F. A. Oppenheim, Fototeca IPCE
Las tipologías de objetos fotográficos que custodian son también muy diversas. En muchas
ocasiones han ido creando sus colecciones a partir de la adquisición, mediante compra o
donación, de colecciones completas de fotografías en las que los originales abarcan grandes
intervalos de tiempo.
Una de las actividades que se realizan con mayor dedicación en estas instituciones es la digita-
lización de colecciones, tanto para el acceso como para la preservación. Cada centro ajusta sus
protocolos de digitalización a los recursos de que dispone y apenas hay pautas comunes en los
procesos de conversión digital. Lo mismo ocurre con la gestión documental de las colecciones.
En cuanto a las actividades para la conservación, suelen estar vinculadas directamente con los
procesos de digitalización. En ocasiones se limitan a la realización de una simple limpieza de las
fotografías antes de recolocarlas en sus depósitos. Muchas veces, estos trabajos están realizados
por personal no experto, o incluso se subcontrata a empresas de restauración que no cuentan
con especialistas en restauración de fotografía. Este es un aspecto aún no resuelto, pese a que
cada vez se cuenta en España con más profesionales plenamente formados en materia de res-
tauración de fotografía.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En este sentido, no deja de ser curioso observar que, aunque en la mayoría de estos espacios
se ha ido creando una dinámica que permite atender al patrimonio fotográfico con ciertas ga-
rantías, solo uno de ellos contempla el contar en su plantilla con un conservador de fotografía
especializado que atienda las colecciones de forma continua y a tiempo completo.
Las denominadas nuevas tecnologías han abierto un campo extraordinariamente amplio para la
conservación, conocimiento, difusión e investigación del patrimonio cultural, y específicamente
del fotográfico. Las escasas dos décadas transcurridas desde los comienzos de la implantación
de la tecnología digital, han supuesto un avance muy considerable en este terreno. Aunque es
imposible resumir todas las acciones sobre digitalización de patrimonio fotográfico realizadas en
el estado español hasta la fecha, intentaremos mencionar los casos más significativos.
Los Archivos Estatales vienen desarrollando con éxito labores de digitalización de fondos foto-
gráficos como estrategia para garantizar la preservación y difusión de sus colecciones, especial-
mente desde la década de los 90. De hecho, uno de los primeros programas de digitalización
llevados a cabo en nuestro país fue el realizado sobre el Archivo de Indias, en un proyecto de
colaboración entre entidades privadas (IBM, El Corte Inglés) y el Ministerio de Cultura que se
inició en 1986 y continúa aún en activo.
La iniciativa tuvo tal repercusión que marcó un camino a seguir para muchas instituciones.
Desde entonces, los planes de digitalización se han convertido en una actividad prioritaria y
continua para toda entidad que custodie patrimonio fotográfico, hasta el punto de que la recu-
peración de fondos fotográficos se identifica, a menudo en exclusiva, con su digitalización. Y,
sin embargo, la recuperación de este tipo de materiales incluye todo un proceso de tratamiento
que pasa por el acondicionamiento y descripción de los soportes originales y debe culminar en
iniciativas que faciliten la difusión, no solo de las imágenes, sino de los objetos y procedimientos
que han hecho posible su creación y permanencia.
La digitalización es, por supuesto, parte de este proceso, pero debe planificarse cuidadosamente
y atenerse a unos protocolos mínimos con parámetros establecidos en función del volumen y
relevancia de los objetos a digitalizar, de su formato, procedimiento fotográfico, estado de con-
servación, etc. La ausencia de criterios comunes y la disparidad de las políticas institucionales,
con proyectos impulsados frecuentemente por intereses circunstanciales, han provocado la ca-
ducidad prematura de muchos de los esfuerzos realizados para la digitalización del patrimonio
fotográfico. A esto ha contribuido el hecho de que los diversos planes de digitalización se han
ido elaborando de acuerdo a unas tecnologías en constante evolución y, sobre todo, sin contar
con una colaboración previa entre informáticos, digitalizadores e instituciones depositarias de
fondos.
24
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Escenas vascongadas. Mujer con cesto en la cabeza en el muelle. Foto: Aurelio de Polentinos. Fototeca IPCE, Archivo Conde
de Polentinos
A partir de aquí, diversas autonomías han creado planes específicos que, desafortunadamente,
no siempre coinciden en los procedimientos de actuación que proponen. Como esfuerzos nota-
bles de normalización podemos citar el Plan Director de digitalización, preservación y difusión
del Patrimonio Cultural Vasco, las Pautas para la digitalización en Andalucía, o las recomen-
daciones para los planes de digitalización elaborados por el Archivo General de Castilla y León5.
1
http://www.interpares.org. Uno de los logros del proyecto interPARES es la elaboración de un vocabulario normalizado de
preservación digital, cuya versión en castellano puede consultarse en http://cuib.unam.mx/archivistica/mex_glosario_inter-
pares_total0112.pdf
2
http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32011H0711&from=EN
3
http://www.dpconline.org/component/finder/search?q=handbook
4
Directrices para proyectos de digitalización de colecciones y fondos de dominio público, en particular para aquellos cus-
todiados en bibliotecas y archivos: http://travesia.mcu.es/portalnb/jspui/handle/10421/3342
5
http://www.aefp.org.es/NS/Documentos/Guias-Manuales/JCYLRecomendaciones_Digitalizacion_Archivos2011.pdf
25
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Por otra parte, la experiencia generada en las últimas décadas indica la necesidad de introducir
ciertos protocolos de control de calidad durante los procesos de digitalización. Estos controles
parten de la toma de datos precisos en relación a la calidad que los equipos pueden llegar a
proporcionar, más allá del número de megapíxeles que son capaces de capturar. La medición
del rendimiento en función del ruido, el rango dinámico, la nitidez, la definición, la precisión
en la reproducción del color, etc., junto al análisis de la necesaria reinterpretación para ajustar
la realidad material del objeto fotográfico a la realidad inmaterial del código binario generado
tras su digitalización, forman parte de las necesarias pautas de trabajo exigibles en la actualidad.
6
Término acuñado por Miguel B. Márquez en “Restauración digital de la fotografía: un concepto erróneo”, en Ámbitos, n.º
especial 9-10, 2.º semestre 2002-año 2003 (pp. 313-319), p. 318.
7
Los formatos de preservación e intercambio reconocidos y utilizados ampliamente (BMP, GIF, TIFF, JPEG, PDF, SVG, PNG
o RAW) están reconocidos en la “Guía de aplicación de la Norma Técnica de Interoperabilidad de catálogo de estándares”
(http://administracionelectronica.gob.es/pae_Home/pae_Estrategias/interoperabilidad-inicio/normas-tecnicas-interopera-
bilidad.html#DIGITALIZACIONDOCUMENTOS)
8
Se desaconseja la utilización de soportes de almacenamiento como los discos ópticos (CD, DVD), por su escasa durabi-
lidad, prefiriéndose el uso de cintas magnéticas LTO y el volcado en servidores (http://www.aefp.org.es/NS/Documentos/
Guias-Manuales/JCYLRecomendaciones_Digitalizacion_Archivos2011.pdf)
9
El almacenamiento es, quizá, una de las mayores preocupaciones a la hora de establecer planes y proyectos de digitaliza-
ción. La digitalización de fotografías genera ficheros de gran tamaño, cuyo almacenamiento, gestión y recuperación resulta
problemático. Es por tanto fundamental que las instituciones custodias de fondos fotográficos tengan en cuenta el espacio
de almacenamiento virtual que puede requerir la digitalización de cada fondo, y dispongan de un software de gestión
eficaz para su manejo.
10
Guía de aplicación de la Norma Técnica de Interoperabilidad de Digitalización de Documentos (http://administra-
cionelectronica.gob.es/pae_Home/pae_Estrategias/interoperabilidad-inicio/normas-tecnicas-interoperabilidad.
html#DIGITALIZACIONDOCUMENTOS)
26
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Como puede deducirse de lo expuesto, desde sus incipientes comienzos en la década de 1980
se ha avanzado considerablemente en España en algunos de los aspectos que engloba la con-
servación del patrimonio fotográfico: se cuenta con abundante bibliografía y con profesionales
preparados, y son frecuentes las jornadas y reuniones específicas que favorecen el intercambio
de experiencias.
Sin embargo, pese a que hemos conseguido logros medibles en el campo profesional, y mane-
jamos y compartimos la misma información y criterios que las asociaciones internacionales en
otros aspectos, las carencias son todavía notorias.
–– Se arrastra una evidente dificultad para entender que la conservación y custodia del pa-
trimonio fotográfico deben llevarse a cabo sobre su estructura material, y no sobre otros
criterios intelectuales como la autoría, escuelas o movimientos plásticos, que son comple-
mentarios.
Puerto de Barcelona, 1925. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
27
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Casa de los Picos, en Segovia, entre los años 1870 y 1872. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
28
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Se debe ser consciente de que los originales bajo custodia en instituciones de la memo-
ria –museos, archivos de titularidad municipal, autonómica o nacional– están descritos y
gestionados mediante protocolos dirigidos al acceso y recuperación de los originales, pero
no están protegidos por planes de conservación específicos e implantados de manera na-
cional y coherente.
–– Pese a los diferentes intentos de redactar libros blancos sobre fotografía, lo cierto es que
se carece de un censo o mapa nacional que recoja de manera operativa el patrimonio
fotográfico que poseemos, cuál es su estado de conservación y las necesidades que pre-
senta11. Esto es un verdadero lastre para la puesta en marcha de cualquier herramienta que
pretenda tener un alcance global.
Además de estas carencias generales sobre el estado de conservación del patrimonio fotográfico
se detectan otras debilidades:
–– Un número muy amplio de instituciones, con características, necesidades y recursos muy dis-
pares, albergan colecciones de fotografía como una parte más del patrimonio que custodian.
11
El Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica, promovido por Archivos Estatales, es un buen proyecto en este
sentido ya que abarca también fondos fotográficos, aunque se limita al ámbito archivístico.
29
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Fachada de la casa mudéjar de la Cuesta de Aldana, Cáceres, fotógrafo con la cámara. Hacia 1915. Foto: Conde de Polentinos,
Fototeca IPCE, Archivo Conde de Polentinos
–– Los criterios utilizados en los trabajos de digitalización han sido y siguen siendo absoluta-
mente dispares, desde el seguimiento escrupuloso de normativas internacionales al uso in-
discriminado de escáneres sin atención a pautas de calidad. En este sentido, los programas
de digitalización masiva que se vienen desarrollando desde los años 90 han provocado
la existencia de miles de terabites de información que en muchos casos no sirve para el
propósito con el que se generó.
–– A pesar de que los espacios de almacenamiento y los controles sobre ellos han ido mejo-
rando notablemente en los últimos años, los depósitos se encuentran a menudo en con-
diciones poco apropiadas.
–– Muy pocas de entre las instituciones que custodian fotografía cuentan en su plantilla con
expertos en la materia, por lo que el personal a cargo de estas colecciones se ve con fre-
cuencia obligado a formarse sobre la marcha de forma casi autodidacta.
–– La mayoría de las instituciones no tienen establecida una política concreta sobre la custodia
y difusión de su patrimonio fotográfico, de forma que la carencia de planes de actuación
a corto y medio plazo es una constante. Tampoco desde la esfera política y administrativa
se han diseñado planes, estrategias o programas específicos para este tipo de patrimonio.
–– El sentido que otorga el conjunto de la sociedad a la fotografía suele estar limitado por el
reconocimiento y la interpretación de la imagen representada. Todavía no se ha llegado a
transmitir el sentido completo, material (objeto) e inmaterial (imagen), inherente al patri-
monio fotográfico. Esta aproximación parcial provoca el desapego social hacia los esfuer-
zos profesionales y económicos para la recuperación y conservación de dicho patrimonio.
30
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Introducción
Dada la vertiginosa evolución del entorno web y la creciente importancia de conceptos como la
accesibilidad y la interoperabilidad, quizá lo que urge plantear es, más que la conveniencia de
utilizar uno u otro estándar de catalogación como formato de entrada de datos, las opciones más
eficaces para obtener formatos de salida que resulten en metadatos recolectables por buscadores
y por tanto en catálogos “transparentes”.
–– Cómo tratar las colecciones sin catalogar o con un mínimo nivel de descripción.
–– Cómo tratar las colecciones ya catalogadas en formatos normalizados, de forma que sus
datos puedan publicarse y compartirse en proyectos colectivos y formar parte de iniciati-
vas internacionales como Europeana.
En ambos casos, el camino a seguir parece pasar por la utilización de sistemas de catalogación
que permitan la emisión directa de registros en formato OAI-DC, recogidos en repositorios “re-
colectables” por vía OAI-PMH12. En esencia, un repositorio OAI-PMH permite la recolección de
metadatos por parte de buscadores web. Es decir, una fotografía de Clifford incluida en el catá-
logo de una biblioteca sin repositorio OAI-PMH solo podrá encontrarse mediante búsqueda en
el propio catálogo, mientras que la misma fotografía incluida en un repositorio OAI-PMH podrá
aparecer en los resultados de los buscadores de Internet. Evidentemente, esta última opción
multiplica el impacto y utilidad pública de las colecciones. No obstante, aunque la iniciativa OAI
comenzó a gestarse en 1999, su consolidación es relativamente reciente y los sistemas de catalo-
gación utilizados en la mayoría de las instituciones no contemplan la posibilidad de conversión
automática de metadatos al formato OAI-DC.
12
Como se explica más adelante, OAI-PMH (Open Archives Initiative-Protocol for Metadata Harvesting) es un protocolo de
ficheros abiertos que se utiliza para la transmisión de metadatos en Internet. Los metadatos a transmitir vía OAI-PMH
deben codificarse en Dublin Core sin calificar (OAI-DC), a fin de minimizar los problemas derivados de las conversiones
entre múltiples formatos. Como formato común de intercambio y normalización, OAI-DC permite la descripción de datos
multidisciplinares de forma sencilla y efectiva. En breve estará disponible la traducción al español de OAIS (Open Archival
Information System), modelo de referencia en el ámbito de la preservación digital que, adaptado por ISO en la norma 14721,
pretende facilitar la preservación a largo plazo de los objetos digitales.
31
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Es decir, una gran parte de los archivos, bibliotecas y museos con colecciones fotográficas ya
catalogadas y clasificadas según estándares, se enfrentan ahora al reto de reconvertir esos es-
tándares a partir de programas informáticos no diseñados para ello. En este contexto, la cola-
boración entre los gestores de las colecciones y los propietarios de sus sistemas informáticos es
crucial, porque en algunos casos la opción menos costosa será la incorporación de una interfaz
OAI-PMH mediante un desarrollo informático ad hoc, que exigirá la elaboración de mapeos o
tablas de equivalencia de campos con Dublin Core (existen múltiples ejemplos ya disponibles
en la Library of Congress, Europeana, etc.), mientras que en otros quizá resulte más funcional
plantear directamente un cambio de sistema.
Este estado de la cuestión no es, por supuesto, exclusivo de las colecciones fotográficas, sino que
afecta también a los objetos digitales relacionados con fondos bibliográficos y documentales.
En síntesis, se pueden sugerir los siguientes requisitos básicos para un sistema de catalogación
de imágenes:
–– Catalogación en línea.
–– Conversión automática de datos a formato OAI-DC.
–– Existencia de un visor que permita aumentar el tamaño de las imágenes en pantalla.
–– Existencia de un repositorio OAI.
Campanero de la Iglesia de San Gil, en Burgos, al fondo la Catedral de Burgos, hacia el año 1925, Foto: Eustasio Villanueva,
Fototeca IPCE, Archivo Villanueva
32
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Nos limitaremos aquí por tanto a destacar los principales recursos de información y estudios
sectoriales sobre la materia, apuntando como una de las líneas de desarrollo de este Plan la
necesidad de llevar a cabo la identificación de los centros, fondos y colecciones fotográficas
existentes actualmente en nuestro país, a partir de unos datos mínimos acordados.
Existen diversos proyectos, tanto a nivel nacional como autonómico, que pretenden llenar este
vacío informativo. A nivel estatal, el primero de ellos es el directorio de fondos y colecciones de
fotografía en España, dFoto, que viene desarrollando desde 2010 la Universidad Politécnica de
Valencia. Más reciente y ambicioso, aunque al parecer no ha pasado de la fase de diseño, es el
proyecto InFoco14, auspiciado por la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universi-
dad Complutense de Madrid y que pretende la creación de un censo-guía de fondos y coleccio-
nes fotográficas en España, Portugal e Iberoamérica.
En el ámbito archivístico estatal, la base de datos del Censo-Guía de Archivos de España e Ibero-
américa, mantenida por el Centro de Información Documental de Archivos del Ministerio de Edu-
cación, Cultura y Deporte, contiene un total de 107 centros archivísticos de todo tipo que declaran
contar con fondos fotográficos (ver Anexo 5.2). Precisamente los archivos estatales cuentan con
un importantísimo patrimonio fotográfico así como los museos estatales (ver Anexos 5.3 y 5.4).
Por lo que se refiere al panorama autonómico, Cataluña es la comunidad que más ha avanzado
en esta línea desde la década de los ochenta del siglo pasado. En 1996 se presentó el “Libro
blanco”17 sobre el tema y dos años más tarde se realizó el primer inventario de archivos fotográ-
13
Véase, entre otros, Maria-Josep Mulet: “El acceso a la información sobre patrimonio fotográfico en el estado español”,
Latente: revista de historia y estética del audiovisual, n.º 5 (2007), pp. 57-72.
14
Olivera, María; Sánchez Vigil, Juan Miguel; Marcos Recio, Juan Carlos: “Proyecto Infoco para la creación de un censo-guía
de fondos y colecciones fotográficas en España, Portugal e Iberoamérica”, Ibersid. Revista de Sistemas de Información y
Documentación, 7 (2013), pp. 117-122.
15
Gerardo Kurtz e Isabel Ortega: 150 años de fotografía en la Biblioteca Nacional. Guía–inventario de los fondos fotográficos
de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1989, e Isabel Ortega. “Los fondos fotográficos de la Biblioteca Nacional”, en Imatge i
recerca. Ponències, experiències i comunicacions. VII Jornades Antoni Varés, Girona, Ajuntament de Girona, 2002, págs.
133-149.
16
El Ministerio ha editado diversas publicaciones en relación con sus fondos fotográficos, destacando Ejército y fotografía:
crónica en blanco y negro (1850-1930), Madrid, Ministerio de Defensa, 2007.
17
Cristina Zeich (coord.): Llibre blanc del patrimoni fotogràfic a Catalunya, Barcelona, 1996.
33
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
ficos en línea18. Más recientemente (2011), el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts encargó
el informe Estudio sobre el estado y perspectivas de futuro del sector de la fotografía en Catalu-
ña19, que actualiza los datos existentes.
También se ha progresado bastante en los ámbitos insulares. Para las Islas Baleares existe una
guía de centros y colecciones fotográficas y cinematográficas20, mientras que en Canarias se aca-
ba de presentar la guía-inventario de los fondos existentes en el archipiélago21.
En Navarra se realizó en 2005 un primer estado de la cuestión22, mientras que en el País Vasco
se presentó dos años más tarde el proyecto Isurkide, dirigido por el Photomuseum de Zarautz
para la creación de una base de datos sobre la fotografía en Euskadi.
La Comunidad de Madrid cuenta con una reciente tesis doctoral sobre las colecciones fotográ-
ficas en el Archivo y la Biblioteca Regionales23. Algo similar ocurre con Galicia, donde existe
una primera evaluación de los fondos custodiados en el Archivo del Reino24. Una somera
información sobre los centros y fondos más significativos tanto de Castilla-La Mancha como
de la Región de Murcia se ofrece en el Anexo 5.5 a este documento. Para el resto de Comu-
nidades Autónomas, por lo general se dispone de pocos datos o la información se encuentra
más dispersa.
Más fragmentaria resulta la información sobre centros y colecciones fotográficas privadas, algu-
nas tan importantes como las de grandes empresas y corporaciones que, además de sus propios
fondos patrimoniales (Iberdrola, Telefónica, etc.), cuentan a veces con colecciones de fotografía
de autor25 (Telefónica, MAPFRE, Juan March, etc.). También son de especial interés los archivos
de agencias de prensa y fotografía (EFE, Europa Press, Cover), de medios de comunicación (des-
tacan los de Prensa Española, que contiene los del diario ABC y el Semanario Blanco y Negro,
18
Albert Blanch (coord.): Arxius fotogràfics de Catalunya. Inventari d’arxius fotogràfics públics i privats de Catalunya, Barce-
lona, Azimut, 1998.
19
También interesa el trabajo de Laia Fox: “Patrimonio fotográfico de Catalunya en la red”, El profesional de la información,
vol. 20, n.º 4, 2011 (Ejemplar dedicado a: Fotografía y bancos de imágenes).
20
Catalina Aguiló y Maria-Josep Mulet: Guia d’arxius, col·leccions i fons fotogràfics i cinematogràfics de les Balears (1840-
1967), Palma, 2004. Información de la segunda fase de actualización de la guía en Maria-Josep Mulet y Catalina
Aguiló: “Instrumentos de difusión del patrimonio. La guía de archivos fotográficos de las Baleares”, en Actas de las
Quintas Jornadas Imagen, Cultura y Tecnología celebradas del 3 al 5 de julio de 2006 en la Universidad Carlos III
de Madrid, Madrid, 2007, pp. 69-77.
21
Carmelo Vega (dir.): Guía-inventario de fondos y colecciones de fotografía de Canarias, Fundación general de la Universi-
dad de La Laguna, 2014.
22
Carlos Cánovas: “Las colecciones fotográficas en Navarra”, en Actas del Primer Congreso de Historia de la Fotografía,
Zarautz, Photomuseum Argazki Euskal Museoa, 2005, pp. 16-26.
23
Noelia Rodríguez Rey: Fondos y colecciones fotográficos del Archivo y Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid:
descripción y análisis, Madrid, Universidad Complutense, 2013.
24
Gabriel Quiroga Barro: “Fondos y Colecciones fotográficas en el Archivo del Reino de Galicia: Adquisición, tratamiento y
difusión”, en ¿Qué hacemos con las fotografías en los Archivos?: Experiencias de trabajo en descripción, informatización
y difusión Web, Córdoba: Ayuntamiento de Córdoba, 2005.
25
Un acercamiento a las colecciones de fotografía contemporánea en España, en Cristina Zelich: “Fondos fotográficos en las
colecciones españolas. Constitución, evolución y consideraciones”, Mus-A: Revista de los museos de Andalucía, 9, 2008
(Ejemplar dedicado a: La fotografía y el museo), pp. 42-49.
34
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Curso de fotografía en la Escuela de Patrimonio Histórico Cajas originales del archivo Conde de Polentinos (entre
de Nájera, 2013. Foto: Fototeca IPCE 1892 y 1930). Foto: Archivo IPCE
Pero lo realmente significativo es comprobar que, al igual que sucede con el resto de los llamados
“materiales especiales” (mapas, planos, dibujos, grabaciones sonoras y audiovisuales, etc.), las fo-
tografías han sido tratadas y descritas dependiendo no tanto de las especificidades de los objetos
fotográficos sino de la naturaleza del centro donde se conservan: bibliotecas, archivos, museos,
centros de documentación, unidades administrativas, colecciones privadas, etc.26.
Por tanto, una misma fotografía puede ser descrita de forma diferente en función de que se le
asigne un estándar descriptivo u otro, propio del centro en el que se ubique. Circunstancia que
se ve amplificada por las especiales características de la información iconográfica de las fotogra-
fías, que se describen a partir de la lectura que de su contenido hace el centro catalogador y en
función de las necesidades de éste, pero frecuentemente sin tener en cuenta la intencionalidad
con la que las realizó su autor o las encargó determinada persona física o jurídica.
26
Al respecto interesa el trabajo de Jesús Robledano Arillo y Montserrat Canela Garayoa: “Estándares para la descrip-
ción de fotografía”, Revista d’arxius, n.º 6 (2007), pp. 149-188.
35
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Hay que tener en cuenta que una buena catalogación es premisa básica para la conservación,
ya que evita la manipulación innecesaria de los originales y permite consultas más precisas.
Prescindiendo de modelos descriptivos no normalizados ni interconectados, creados ad hoc por
determinadas instituciones, nos centraremos en los estándares más universales y su aplicación
a las fotografías.
Así, las colecciones fotográficas custodiadas en bibliotecas estarán descritas en el estándar ISBD27,
establecido en la década de los 70 del siglo xx, y en el formato de intercambio MARC2128. El for-
mato MARC se suele presentar en versión web como un lenguaje de marcado tipo XML29, a tra-
vés de un servicio web compatible, entre otros, con el protocolo de intercambio OAI-PMH. Las
ISBD, y su versión nacional de Reglas de Catalogación de bibliotecas españolas, cuentan además
con sendos capítulos para la descripción de materiales gráficos no proyectables y proyectables,
entre los que se incluye a los distintos formatos fotográficos (positivos, diapositivas, estereogra-
fías, etc.). Las reglas de catalogación están pensadas sobre todo para materiales librarios, por lo
que los campos del formato deben adecuarse a las necesidades de descripción de los materiales
fotográficos, respetando su naturaleza específica y estableciendo criterios para la adaptación de
los niveles de descripción a las necesidades de los distintos materiales, al volumen de éstos en
la institución y a los objetivos marcados.
Por su parte, los fondos fotográficos conservados en archivos suelen estar descritos a partir del
más reciente estándar descriptivo ISAD(G)30, aprobado definitivamente en el año 2000 y que ya en
su primera versión incluyó ejemplos de descripción de conjuntos fotográficos. La norma cuenta
con su correspondiente formato de intercambio, el EAD31, que en su versión 2002 ya emplea XML.
En España contamos, afortunadamente, con varias aplicaciones del estándar ISAD(G) a la des-
cripción de fotografías. Así, en el año 2001, el Centre de Recerca i Difusió de la Imatge de Gero-
na publica un Manual para la gestión de fondos y colecciones fotográficas en el que se desarrolla
un modelo descriptivo a partir de la norma internacional32 y, en 2006, la segunda edición del
Manual de descripción multinivel, elaborado por la Junta de Castilla y León, aporta convencio-
nes específicas para fotografías. La última aportación, por el momento, es el pequeño manual
Documentación fotográfica, editado por Juan Miguel Sánchez Vigil y Antonia Salvador33.
Por su parte, los Archivos Estatales cuentan con unas detalladas directrices para la descripción
fotográfica, basadas en ISAD(G) y en el resto de normas y formatos de intercambio archivísticos
(ISAAR-CPF, ISDIAH, EAS, EAC) y utilizadas en el portal PARES (ver Anexo 5.7).
Entre ambos tipos de estándares, perfectamente válidos, existen algunas diferencias. La más rele-
vante es que ISBD se orienta preferentemente a la descripción de material individualizado o de
publicaciones seriadas, si bien es cierto que el formato MARC21 permite también la catalogación
a distintos niveles. Por su parte, el estándar ISAD(G) se organiza como una herramienta descrip-
tiva en la que el llamado “multinivel” aporta una información jerárquica que permite elegir el
27
International Standard Bibliographic Description (Descripción Bibliográfica Internacional Normalizada).
28
Machine Readable Cataloging (Catalogación legible por máquina).
29
eXtensible Markup Language (Lenguaje de marcas extensible).
30
General International Standard Archival Description (Norma Internacional General de Descripción Archivística).
31
Encoded Archival Description (Descripción Archivística Codificada).
32
Boadas, Joan; Casellas Serra, Lluís-Esteve; Suquet, M. Àngels: Manual para la gestión de fondos y colecciones fotográfi-
cas. Girona: Centre de Recerca i Difusió de la Imatge (CDRI), Ajuntament de Girona, 2001.
33
Sánchez Vigil, Juan Miguel y Salvador Benítez, Antonia: Documentación fotográfica, Barcelona, UOC, 2013.
36
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Vista general de Tortosa (Tarragona), entre 1880 y 1886. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
Los museos cuentan con un estándar descriptivo para sus colecciones, el CIDOC CRM36, cuya
primera edición presentó el Consejo Internacional de Museos, ICOM, en 1999 y que actual-
mente es una norma ISO (21127:2006). Más recientemente, el propio ICOM ha desarrollado un
esquema de recolección en XML para la descripción y difusión de colecciones museográficas,
denominado LIDO37.
34
InternationalStandard Archival Authority Record for Corporate Bodies, Persons and Families (Norma Internacional sobre los
Registros de Autoridad de Archivos relativos a Instituciones, Personas y Familias).
35
Encoded Archival Context for Corporate Bodies, Persons and Families (Contexto Archivístico Codificado- Instituciones,
Personas y Familias).
36
Conceptual Reference Model (Modelo de Referencia Conceptual).
37
Lightweight Information Describing Objects.
37
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Dada la heterogeneidad de las colecciones de los museos y las fronteras difusas que a veces
parecen dividir los fondos que tradicionalmente se han considerado de bibliotecas, archivos y
museos, el Sistema Integrado de Documentación Museográfica DOMUS38, desarrollado por el Mi-
nisterio de Educación, Cultura y Deporte y por el que se catalogan en la actualidad más de 170
colecciones de instituciones museísticas en España, trató de solventar el problema derivado de
la consideración de algunos materiales que eran ejemplares únicos como fondos museográficos,
y creó una categoría denominada Fondos Documentales. Bajo este epígrafe se catalogan cartas,
dibujos, memorias de excavación, carnets de baile, grabados, agendas… y fotografías. Obvia-
mente, la tipología del museo determina en muchos casos la inclusión de la fotografía en una
categoría u otra: una fotografía de Ortiz Echagüe de la serie Tipos y Trajes podría considerarse un
Fondo Documental en el Museo del Traje o bien un Fondo Museográfico en el Museo Etnolóxi-
co de Ribadavia. En cualquier caso, la consideración de la fotografía como Fondo Documental
no supone una merma en el control y detalle de su catalogación, ya que ambas bases de datos
comparten la mayoría de los campos de información.
En el ámbito nacional, aunque con vocación internacional, existen otros modelos de represen-
tación del Patrimonio Cultural, como CHARM39, desarrollado por el Instituto de Ciencias del
Patrimonio (INCIPIT), del CSIC. Por último, un ejemplo de modelo descriptivo para fotografías
propuesto para centros de documentación en España es el sistema Photon40, ideado por Manuel
Blázquez Ochando y que plantea un esquema de catalogación único a partir de elementos de
los estándares bibliotecarios y archivísticos, así como de Dublin Core y el esquema de metadatos
fotográficos incrustados EXIF.
A nivel europeo es de destacar la iniciativa SEPIADES41 como parte del proyecto SEPIA42, man-
tenido por la Comisión Europea para Preservación y Acceso (ECPA) con la colaboración de des-
tacadas instituciones como la Biblioteca Nacional de España. SEPIADES establece 21 campos de
información y recomienda la descripción multinivel de las colecciones fotográficas que ya plan-
teaban las normas archivísticas, aunque también opta por la descripción de la escena represen-
tada en la fotografía (la “imagen visual” en su terminología), independientemente del “formato”
utilizado para denotar las diferentes manifestaciones de esta escena representada (diapositiva,
impresión, archivo digital, negativo…). Es decir, se decanta por la imagen captada en lugar de
por el objeto fotográfico material.
38
AA. VV.: Normalización documental de museos, Ministerio de Educación y Cultura, 1998.
39
Cultural Heritage Abstract Reference Model.
40
Blázquez-Ochando, Manuel: “Desarrollo de un sistema de catalogación y gestión de fotografías: Photon = Development of
a system for cataloging and managing photos: Photon”. Scire, 2012, vol. 18, n.º 2, pp. 103-112. Disponible en: http://eprints.
rclis.org/19106/1/ibersid2012-manuel-blazquez-ochando.pdf
41
SEPIA Data Element Set: recommendations for cataloguing photographic collections, Amsterdam, Comisión Europea, 2003.
42
Safeguarding European Photographic Images for Access.
38
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Finalmente, hacemos una breve referencia a algunos de los modelos de metadatos existentes en
el entorno de la fotografía digital. En primer lugar EXIF43, utilizado por la mayoría de las cámaras
digitales en la actualidad y presente también en otros dispositivos como teléfonos, tabletas, etc.,
y, en el ámbito del fotoperiodismo, el formato IPTC headers, usado para la descripción e inter-
cambio de información entre agencias de prensa.
Ante esta diversidad de normas de descripción del patrimonio cultural se viene planteando la
necesidad de contar con modelos de datos interoperables entre las distintas disciplinas y aplica-
ciones, a fin de facilitar su intercambio y difusión a través de plataformas en Internet.
El estándar mínimo más exitoso es el Dublin Core Metadata Element Set (Dublin Core o DC): un
vocabulario básico de 15 elementos o propiedades utilizado para el intercambio de todo tipo de
recursos de información, y que hace referencia tanto al contenido como a la propiedad intelec-
tual y a elementos formales. DC ha contado con una amplia difusión como parte del Protocolo
de la Iniciativa de Archivos Abiertos para la Recolección de Metadados (OAI-PMH) y ha sido
ratificado como norma ISO en 2009 (15836:2009).
Existen numerosos ejemplos de equivalencias entre los campos descriptivos de los diversos
estándares y formatos de intercambio y OAI-DC. Como muestra citaremos el proyecto ICA-
AtoM del Consejo Internacional de Archivos, que puede servir como guía para la implementa-
ción de Dublin Core cualificado en las distintas instituciones con colecciones fotográficas44. El
problema que se plantea es cómo reducir a los 15 elementos de este estándar las complejas y
ricas descripciones de objetos fotográficos con que, en ocasiones, cuentan estos centros. Una
alternativa a valorar es tomar como estándares los establecidos por Europeana: ESE45, modelo
de metadatos que partiendo de DC ha establecido un total de 37 elementos descriptivos, o
su posterior evolución, EDM46, basado en el paradigma de datos enlazados propuesto por la
web semántica.
43
Exchangeable Image File Format.
44
La página del proyecto ICA-AtoM ofrece un útil cuadro de equivalencias entre campos de diversos modelos de descrip-
ción documental y de intercambio (ISAD(G), RDA, RDA2, EAD, MARC21, DC, MODS, CDWA): https://www.ica-atom.org/doc/
Crosswalks:_ISAD(G)
45
Europeana Semantic Elements.
46
Europeana Data Model. Puede ser útil para una toma de contacto con este ámbito el trabajo de Xavier Agenjo y Francisca
Hernández Carrascal: “Los modelos de datos en la perspectiva de Europeana, la DPLA y RDA”, Boletín de ANABAD, LXIII-3
(2013), pp. 17-32.
39
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Fuente de las Ranas en los Jardines de La Granja (Segovia), hacia 1930. Foto: António Passaporte, Fototeca IPCE, Archivo Loty
40
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En el mundo de información global que constituye Internet, cada día es más importante el uso
de esquemas normalizados de metadatos para el intercambio, difusión y conservación de obje-
tos digitales. Entre los distintos modelos destacan los siguientes47:
También los repositorios institucionales de las bibliotecas universitarias y, en algún caso, los
archivos universitarios, cumplen al menos el protocolo OIA-PMH49, con o sin objetos digitales
asociados50.
Algunas de las colecciones fotográficas incluidas en repositorios que cumplen estos estándares
se citan más adelante, en el apartado dedicado a Principales repositorios y sitios web nacionales.
47
Para una visión de conjunto de los principales modelos de metadatos relacionados con la difusión de contenidos patrimo-
niales, véase la información a este respecto que ofrece la Biblioteca Nacional de España.
48
Protocolo de la iniciativa de archivos abiertos para la recolección de metadatos.
49
Directorio de repositorios institucionales de la Red de Bibliotecas Universitarias.
50
Aunque en su mayor parte se han centrado en revistas científicas (e-Prints), también han desarrollado una línea de trabajo
patrimonial que ha dado como resultado un Catálogo de iniciativas de digitalización de patrimonio documental en biblio-
tecas universitarias y científicas (noviembre de 2013), aunque la fotografía no aparece reflejada en el mismo.
41
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Puerta de la taberna, Arenas de San Pedro (Ávila), 1920. Grupo de mujeres y niños en una calle de Forcinas
Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich (Asturias), hacia 1928. Foto: António Passaporte, Fototeca
IPCE, Archivo Loty
El actual panorama de escasez de recursos económicos plantea enormes retos a las instituciones
a la hora de decidir la adquisición, mantenimiento o desarrollo de aplicaciones que cumplan las
expectativas de gestión y difusión de sus colecciones. La evolución de los programas de software
libre o de código abierto amplía el abanico de opciones, pero antes de tomar decisiones hay que
tener en cuenta que libre no equivale a gratuito y que este tipo de software exige normalmente
un desarrollo y mantenimiento que puede llegar a ser bastante oneroso51.
En los últimos años, DSpace, desarrollado inicialmente como herramienta de gestión y difusión
de publicaciones científicas, ha destacado como repositorio institucional de código abierto para
colecciones digitales. Existen algunos ejemplos de su uso en el ámbito de la fotografía, especial-
mente en Latinoamérica (Costa Rica, Ecuador, México o Brasil), pero en España parece que se
ha generalizado especialmente como repositorio documental de instituciones y universidades,
con apenas incidencia en la difusión de colecciones fotográficas.
La iniciativa del Consejo Internacional de Archivos de desarrollar un software libre para la des-
cripción de fotografía ha dado como resultado el programa ICA-AtoM, que además de los están-
dares de descripción archivística es compatible con RDA, Dublin Core, MODS y PREMIS.
51
Puede verse un estado de la cuestión en el trabajo de Jesús Navas Millán y Antonio Ángel Ruiz Rodríguez: “Análisis y re-
comendaciones sobre software para archivos de imágenes”, El profesional de la información, vol. 20, n.º 4, 2011 (Ejemplar
dedicado a: Fotografía y bancos de imágenes), pp. 474-481.
42
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Otro programa de código abierto, ideado como repositorio web de colecciones digitales de pa-
trimonio cultural, es Omeka, desarrollado en 2008 por la Universidad George Mason (Virginia,
Estados Unidos), que cumple el protocolo OAI-PMH, es compatible con otros modelos de in-
tercambio (DC, EAD, CSV) y permite además la creación de exposiciones virtuales (es utilizado
para tal fin, por ejemplo, por Europeana).
En este punto se pretende destacar, sin ánimo de exhaustividad, colecciones fotográficas significa-
tivas cuyas descripciones, y en su caso reproducciones digitales, se encuentran accesibles en línea.
Por razones prácticas se excluyen expresamente los bancos de imágenes, las webs comerciales de
fotografía y las redes sociales del tipo Instagram, Picasa, Panoramio o Flickr, si bien esta última cuenta
con un interesante apartado, “The Commons”, donde diversas entidades culturales de todo el mun-
do –ninguna española por el momento– difunden fotografías de sus colecciones libres de derechos.
Entre las iniciativas institucionales a nivel estatal resulta de especial interés la Fototeca del
Instituto del Patrimonio Cultural de España, cuyo catálogo en línea ofrece acceso a cerca de
135 000 fotografías de contenido patrimonial, localizables por título, fecha, materia, localidad, etc.
En el ámbito de los museos, el portal CER.ES (Colecciones en Red: red digital de colecciones de
museos de España), da acceso a casi 15 000 fotografías e incluye en su base de datos el campo
objeto/documento, que admite búsquedas por varios términos fotográficos.
Por su parte, el Portal de Archivos Españoles (PARES) da acceso a un gran número de imágenes
procedentes de los archivos estatales (ver anexos 5.2 y 5.3) mientras que numerosos archivos
de ámbito autonómico o local permiten en sus sitios web la consulta de descripciones de foto-
grafías, así como la visualización de sus reproducciones digitales. A modo de ejemplo pueden
citarse algunos archivos autonómicos (Cataluña, Madrid, Murcia52), municipales (Córdoba, Giro-
52
Dentro del portal del Proyecto Carmesí (Catálogo de Archivos de la Región de Murcia en la Sociedad de la Información) se
tiene acceso a un total de 29 522 fotografías digitalizas, pertenecientes a once fondos del Archivo General de la Región de
Murcia, así como a 2672 de copias digitales de la iniciativa “Álbum Familiar” de la localidad de San Javier. Al mismo tiempo,
a través del buscador de la web del Archivo General de la Región de Murcia se puede acceder a unos 11 000 registros
descriptivos y/o imágenes de fotografías de sus fondos.
43
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
na, Toledo, Barcelona, Granada, Málaga, Arganda del Rey, Alcoy…), de diputaciones (Gipuzkoa,
Guadalajara, Huesca, Vitoria) o de universidades (Navarra, Granada).
A nivel internacional, el Portal Europeo de Archivos, que incluye actualmente 866 instituciones
archivísticas pertenecientes a 32 países europeos, contiene bajo el término “photo” casi 50 000
registros, aunque solo unos 1200 se corresponden con fotografías y llevan una imagen digital
asociada. Buscando por el término “foto” se recuperan unos 130 000 resultados, de los cuales
algo más de 6950 se refieren a documentos gráficos y contienen efectivamente copias digitales
de fotografías. Entre esas imágenes, 2312 pertenecen a centros españoles, en su mayor parte
(1924) al Archivo Municipal de Arganda y el resto a archivos estatales.
Finalmente, una búsqueda en el Directorio de colecciones digitales de Hispana a partir del tér-
mino “fotograf*”, devuelve poco más de 70 resultados, entre los que solo once (marcados con el
icono de Open Access en el listado) cumplen con el protocolo OAI. Entre ellos, el Archivo de la
imagen de Castilla-La Mancha, la Biblioteca Digital Hispánica, la Biblioteca Virtual de Defensa,
las Colecciones Digitales del Instituto Cervantes, el DARA de Aragón o el Fondo Fotográfico de
la Universidad de Navarra.
A nivel nacional existen herramientas genéricas de este tipo, elaboradas y mantenidas por ins-
tituciones culturales como el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico cuyo tesauro (TPHA)
cuenta con un pequeño apartado dedicado a las técnicas fotográficas55.
53
European ancient photographic vintage repositories of digitized pictures of historical quality.
54
Para una visión reciente de estos aspectos resulta útil el trabajo de Juan Alonso Fernández: Digitalización, catalogación y
recuperación de información en los archivos fotográficos: un estado de la cuestión, II Premi del Col.legi Oficial de Bibliote-
caris i Documentalistes de Catalunya al millor treball acadèmic, Barcelona, 2008.
55
Los principales términos relacionados con la fotografía se encuentran en la siguiente jerarquía “Acontecimientos. Activida-
des. Procesos. Técnicas > Técnica > Técnica de representación gráfica * > Registro de imágenes > Técnica fotográfica”.
44
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Por su parte, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte tiene publicados en línea, dentro del pro-
yecto CER.ES –Colecciones en red de museos– una serie de tesauros entre los que se incluyen algunos
títulos con términos relevantes en el campo de la fotografía: el Diccionario de materias y técnicas
(2008), con definiciones de soportes fotográficos, y el Tesauro y diccionario de objetos asociados a
la expresión artística (2013), de Isabel Trinidad Lafuente, que contempla accesorios, aparatos ópti-
cos, cámaras, objetivos y soportes, así como tipos de fotografía según contenido.
Por lo que se refiere a tesauros específicos dedicados a fotografía destaca en primer lugar el Tes-
auro BIMA (Base de imagen)56, nombre que se le da a la base de datos documental de imágenes
del Ayuntamiento de Barcelona. Más recientemente se ha publicado el avance de un tesauro
elaborado a partir de los géneros fotográficos57.
Otras organizaciones, como el Centre de Recerca i Difusió de la Imatge de Girona o los Archivos
Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (ver Anexo 5.7) han optado por elabo-
rar y mantener sus propios vocabularios controlados para procedimientos, patologías, soportes,
formatos, géneros, etc.
A nivel internacional los tesauros para recursos gráficos –entre ellos la fotografía– más recono-
cidos y utilizados son los siguientes:
–– Library of Congress: : Thesaurus for graphic materials I: Subject Terms (TGM I) y Thesaurus
for graphic materials: Genre and Physical Characteristic Terms (TGMII).
–– Getty Research Institute: Art & architecture thesaurus (AAT).
–– Tesauro de arte & arquitectura. Traducción del AAT realizada por el Centro de Documen-
tación de Bienes Patrimoniales, dependiente de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y
Museos (DIBAM) de Chile.
–– Biblioteca Nacional de Francia: Thésaurus iconographique: système descriptif des représen-
tations. François Garnier (París, 1984)58.
56
Sílvia Domènech: Tesaure BIMA, Barcelona: Ajuntament de Barcelona. Arxiu Municipal de Barcelona, 1997, 127 pp.
57
Miguel García Cárceles y M.ª José Rodríguez Molina: “Elaboración de tesauros para fotografía basados en géneros foto-
gráficos”, Boletín ANABAD. LXIV-1 (2014), pp. 87-100.
58
Utilizado, por ejemplo, para la indexación de las bases de datos Joconde (Catálogo de colecciones de los museos de
Francia): http://www.culture.gouv.fr/public/mistral/joconde_fr.
45
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
A la vista del panorama nacional por lo que se refiere a la descripción de los fondos y coleccio-
nes fotográficas se pueden extraer las siguientes conclusiones:
Introducción
La misión de las instituciones gestoras de patrimonio cultural que custodian patrimonio fotográfico
no se limita a la ordenación, conservación y catalogación de sus fondos; también es imprescindible
que den a conocer y hagan accesibles sus contenidos a investigadores, creadores de obras deriva-
das (Industrias Creativas y Culturales, ICC) y a ciudadanos interesados en el patrimonio cultural.
46
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Actualmente, estas entidades llevan a cabo su función de “uso y difusión” con grandes diferen-
cias en materia de consulta, acceso, uso autorizado (privado/público) y reutilización en obra
derivada, ya sea sin ánimo de lucro o con fines comerciales.
Así, mientras instituciones como la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos ofrecen reproduc-
ciones de la mayoría de sus fondos fotográficos sin apenas restricciones de uso, otras bibliotecas,
archivos y museos de todo el mundo59 plantean limitaciones a la reutilización de sus imágenes,
que van desde el cobro de diversas tarifas de uso y reproducción a restricciones concretas para
fines comerciales o venales.
En general, existen dos corrientes de opinión respecto al uso y difusión de los objetos digitales
producidos y gestionados por las administraciones públicas: por un lado la que aboga por la
gratuidad de acceso y uso a todos los fondos y, por otro, la que defiende el cobro de unos pre-
cios mínimos que permitan atender al pago de costes marginales y derechos de autor, cuando
proceda, y garantizar un mínimo retorno económico sobre la inversión realizada.
La primera corriente está representada por diversos grupos de usuarios (industrias culturales y
creativas, investigadores y particulares) y cuenta con el apoyo de iniciativas como Europeana,
que, enmarcada en la Agenda Digital Europea, fomenta la liberación de contenidos culturales
y el uso generalizado de la licencia Creative Commons CC0 1.0 Universal (libre de derechos de
explotación).
Entre ambas corrientes, la realidad impone generalmente un camino intermedio, ya que aun
logrando aunar voluntades para liberar las fotografías pertenecientes al dominio público, su
reproducción podrá seguir requiriendo contraprestaciones económicas. Es el caso de archivos,
bibliotecas y museos estatales, donde la reproducción de imágenes está sujeta al pago de un
precio estipulado en la Orden de Precios Públicos del Ministerio de Cultura, que es de obligado
cumplimiento para las instituciones dependientes (Orden CUL/1077/2011 de 25 de abril). Este
escenario es similar en las CCAA, que en general aplican diversas tasas y precios públicos para
la cesión de copias e imágenes digitales.
59
Siguiendo en el ámbito estadounidense, el Metropolitan Museum por ejemplo establece limitaciones para la utilización
comercial de sus fotografías y dispone de un baremo de tarifas que varía en función de los usos requeridos:
http://www.metmuseum.org/research/image-resources/image-request-form
60
Directiva 2013/37/UE sobre reutilización de la información del sector público, del Parlamento Europeo y Directrices sobre
las licencias normalizadas recomendadas, los conjuntos de datos y el cobro por la reutilización de contenidos.
61
Considerando 23 de la mencionada Directiva.
47
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
62
http://archivo.ateneodemadrid.es/
63
Plataforma “Access to memory” de Artefactual: https://
www.accesstomemory.org/es/. Se puede ver una insta-
Mendigo, Segovia, 1924. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca lación piloto en: http://atom.i2basque.es/index.php/?sf_
IPCE, Archivo Wunderlich culture=es
48
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Existen también plataformas especializadas para ortofotos (fotos aéreas verticales), que incorporan
funcionalidades GIS (Sistemas de Información Geográfica). Las ortofotos son muy valiosas para los
investigadores en materia de gestión de territorio, patrimonio industrial y cualquier tipo de trabajos
basados en información relacionada con el terreno y los objetos que lo ocupan. Éste es el caso del
Instituto Geográfico Nacional (IGN), que tiene en su “Fototeca virtual” las ortofotos del vuelo ame-
ricano de 1956-57 y las de la empresa CETFA (Ruiz de Alda) de la cuenca del Segura (1929-30).
Metadatos
Los metadatos de las imágenes se almacenan habitualmente como registros en una base de datos
independiente. También pueden acompañar al fichero digital, ya sea como información incrustada
o como fichero adjunto (sidecar). Existen estándares internacionales bien reconocidos: EXIF, IPTC,
DICOM, XMP, etc., entre los que el más versátil es XMP64, basado en el lenguaje de metadatos XML.
Creado por Adobe para la captura, preservación e intercambio de metadatos en distintos medios
digitales y flujos de trabajo, fue adoptado por ISO en 201265.
Los instrumentos actuales de captura y digitalización, ya sean escáneres o cámaras digitales, incorpo-
ran metadatos incrustados al fichero de imagen. Algunos de ellos pueden estar predefinidos (autor,
propiedad intelectual, marca y modelo del dispositivo) y otros corresponden a las características de
la imagen digital (formato y compresión, tamaño y resolución, fecha y hora, localización geográfica).
Es importante tener en cuenta esta circunstancia y agregar los metadatos a la imagen en las nuevas
obras y digitalizaciones siempre que sea posible. La Guía de aplicación de la norma técnica de
interoperabilidad de digitalización de documentos, editada en 2011 por la Dirección General para
el Impulso de la Administración Electrónica (MPT), ofrece pautas en este sentido. No obstante, a día
de hoy son muy pocos los archivos digitales que distribuyen fotografías con metadatos incrustados66.
64
eXtensible Metadata Platform
65
XMP becomes an ISO standard
66
Como ejemplo, el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, en su Cartoteca Digital, proporciona metadatos junto con las
imágenes en un fichero aparte (fichero “sidecar”).
49
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
La calidad de las imágenes digitales y las políticas de uso que se aplican en las plataformas y
catálogos en línea son muy desiguales. Como ejemplo de buenas prácticas en el acceso y utiliza-
ción de fondos de titularidad pública puede mencionarse la colección “Prints & Photographs” de
la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Casi todas las imágenes de su fondo histórico se
pueden descargar en alta resolución, sin marcas de agua y sin restricciones de uso. No obstante,
la biblioteca advierte que algunas fotografías pueden estar sujetas a copyright y señala que es
el propio usuario el que debe informarse sobre los derechos relativos a las imágenes que no
incluyen una declaración expresa en esta materia (http://www.loc.gov/rr/print/195_copr.html).
La situación en Europa puede resumirse a partir de los datos del portal Europeana, que propor-
ciona una interesante visión general sobre la oferta de imágenes digitales y las políticas de uso
en el ámbito de la UE, basándose en información de copyright ofrecida generalmente a través
de licencias Creative Commons:
50
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Los datos muestran que, a pesar de que Europeana se plantea como prioridad para 2015 la reuti-
lización de contenidos, y como reto para el año 2020 que todos sus materiales sean libremente
accesibles para ser reutilizados67, la situación actual aún dista mucho de estos objetivos. Y esto
es así tanto desde el punto de vista de las restricciones de uso como desde la perspectiva de
la calidad y resolución de las imágenes, ya que incluso las que se ofrecen sin restricciones se
presentan, en muchos casos, con resoluciones demasiado bajas para permitir su reutilización en
publicaciones, exposiciones, etc.
Con respecto a la situación en nuestro país, no obstante las ya mencionadas diferencias en ma-
teria de acceso y uso de imágenes, es preciso reconocer que las administraciones públicas –tanto
a nivel estatal como autonómico y local– han realizado un enorme esfuerzo durante los últimos
años para poner a disposición de los ciudadanos sus recursos culturales en formato digital.
67
A goal for Europeana.
51
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Las plataformas o catálogos más destacados, tanto en lo que respecta al volumen como a
la relevancia de sus colecciones fotográficas, son las siguientes:
• Fototeca del IPCE (Instituto del Patrimonio Cultural de España): acceso a 143 000
fotografías de temática patrimonial.
• CER.ES (Red Digital de Colecciones de Museos de España): acceso a 159 000 ob-
jetos digitales provenientes de museos estatales, entre los que se incluyen más de
16 000 fotografías de temática patrimonial.
• Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico (BVPB): catálogo colectivo con ac-
ceso a cerca de 70 000 objetos digitales provenientes de las bibliotecas del Estado,
incluyendo 14 222 fotografías con resoluciones y restricciones de uso variables en
función de las condiciones establecidas por las entidades gestoras.
–– Comunidades Autónomas:
Las Comunidades Autónomas han realizado también un esfuerzo considerable para el tra-
tamiento y puesta a disposición pública de sus colecciones fotográficas, que ha resultado
en la creación de numerosos portales y catálogos en línea. Entre los más significativos
pueden citarse:
• “Memoria Digital”: bajo esta denominación genérica se han creado varios portales
autonómicos con diversas condiciones de acceso y uso. Entre ellos:
52
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Un breve análisis de este panorama sitúa a los proyectos de la Biblioteca Digital Hispánica68 y la
Memoria Digital de Canarias69 como iniciativas modélicas en cuanto a la calidad de las imágenes
ofrecidas y sus condiciones de uso. Se trata en ambos casos de catálogos de creación relativa-
mente reciente y volumen limitado, lo que ha facilitado el uso de plataformas innovadoras con
funcionalidades que no estaban accesibles en su momento a plataformas como PARES o CER.
ES, desarrolladas en los años 90 del siglo pasado. Entre estas nuevas funcionalidades destaca
la apertura de los catálogos a la participación ciudadana mediante la posibilidad de calificar las
imágenes, compartirlas en redes sociales y agregar etiquetas o comentarios.
Entre los proyectos de recuperación y recopilación de patrimonio fotográfico que cuentan con
colaboración ciudadana directa mediante la aportación de imágenes y colecciones se pueden
destacar:
–– Los proyectos dirigidos a la ciudadanía, modelo “álbum familiar”: Caja Madrid (cinco edi-
ciones desde 2002), Gran Canaria (2007), Región de Murcia (2008).
–– Los proyectos con fondos de instituciones, como el ya mencionado modelo “Memoria di-
gital”: Asturias, Cataluña, Elche, Madrid, Murcia, Canarias, Lanzarote, etc.
–– Proyectos municipales con distintos tipos de promotores, que aparecen en cualquier loca-
lidad de nuestra geografía.
Este interés ciudadano por la fotografía se manifiesta también en redes sociales como Facebo-
ok70, Pinterest, Instagram, etc., en grupos de interés como la fotografía de temática minera71 y
en las distintas “localpedias”72, organizadas en ocasiones de forma anárquica, aunque no es raro
encontrar contribuciones de expertos que aportan datos sobre las imágenes mostradas.
68
http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/
69
http://mdc.ulpgc.es/
70
Ver San Sebastián desaparecida y Cantabria y Santander en el recuerdo y otras colecciones similares.
71
Archivo Histórico Minero, con 11 000 imágenes online.
72
Archivo Fotográfico Arija: exposiciones y familias.
53
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Caballos junto al Acueducto de Segovia, entre 1927 y 1936. Foto: António Passaporte, Fototeca IPCE, Archivo Loty
54
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En este apartado del estado de la cuestión se apuntan algunos casos significativos sobre la
reutilización de contenidos custodiados en archivos fotográficos públicos y privados. Esta reuti-
lización genera una actividad económica que se refleja en obras derivadas en distintos formatos
(exposiciones, publicaciones, reportajes), facilitando la labor de creadores, artistas, industrias y
servicios que recurren al patrimonio fotográfico para desarrollar su actividad.
Exposiciones
Sin pretender ser exhaustivos es de destacar el interés de las primeras exposiciones fotográficas
que se celebran en el recién creado Centro Nacional de Exposiciones, que tuvo su sede en la
Biblioteca Nacional de España al inicio de los años 80. El centro combinaba exposiciones de
arte contemporáneo que incluían obra fotográfica, con muestras de la fotografía realizada en el
primer tercio del siglo xx (Imágenes de la Arcadia; Idas y caos, etc.).
Estas iniciativas generaron un nuevo interés por la fotografía y pronto la Sala Parpalló de la
Diputación de Valencia incluyó en su programación una serie de exposiciones de fotógrafos
relevantes como Walker Evans, Robert Frank, Lissete Model, August Sander, etc.
En Madrid, el Círculo de Bellas Artes dedicó la sala Minerva a exposiciones de jóvenes fotógra-
fos entre los años 1982 y 1996, y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía realizó en 1991
el proyecto Cuatro direcciones: fotografía contemporánea española, 1970-1990, que planteaba
una revisión del panorama nacional a partir de la obra de 50 fotógrafos.
Finalmente, en el ámbito privado, destaca la aportación del historiador Publio López Mondéjar,
que a finales de los años 80 comienza el proyecto Las fuentes de la memoria poniendo en valor
la obra de importantes fotógrafos desconocidos o inéditos.
Las exposiciones suelen incluir la publicación de catálogos por lo que, a la vez que despiertan
interés por sí mismas, contribuyen a difundir géneros y autores. Dada la dispersión del patrimo-
nio fotográfico en nuestro país este tipo de actividades son, probablemente, uno de los primeros
mecanismos de aproximación a estos fondos por parte de los usuarios y un excelente medio de
difusión y sensibilización social sobre el valor de la fotografía.
73
Exposiciones de fotografía en Madrid: http://kedin.es/madrid/fotografia.html
55
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Festivales
Con la mirada puesta en los Les rencontres d’Arlès y el Mois de la photo à Paris, nacen en España
una serie de festivales de fotografía que estimulan el interés por este soporte artístico en nuestro
país. Casi todos los festivales incluyen en su programación la recuperación de alguno de los
primeros fotógrafos, y las galerías de arte contemporáneo programan exposiciones de fotografía
coincidiendo con las fechas de los eventos, lo que genera un clima de interés en torno al hecho
fotográfico.
El primer festival de este tipo fue la Primavera Fotogràfica de Catalunya, que celebró su primera
edición en 1982 y siguió en activo hasta 2004 programando con periodicidad bienal exposicio-
nes, concursos, jornadas, foros, etc. Además de las exposiciones dedicadas a fotógrafos contem-
poráneos, el certamen llevó a cabo una importante labor de recuperación de los fotógrafos de
finales del siglo xix y principios del xx, labor que continuaron más adelante otras iniciativas.
Entre los festivales más importantes en la actualidad cabe destacar las Jornadas Universitarias de
Fotografía en Madrid, la Bienal de Fotografía de Vigo, los Fotoencuentros de Murcia, el Festival
de Fotografía de Guadalajara, las Jornades Fotogràfiques a València, Tarazona Foto, Huesca Ima-
gen, Visiona, Imago y, para terminar, PhotoEspaña, una de las iniciativas más exitosas, que se
celebra anualmente en Madrid y cuenta con subsedes en otras ciudades españolas y europeas.
Publicaciones
Una proporción significativa de los libros publicados en materia de fotografía utiliza contenidos
procedentes de archivos fotográficos. El modelo de “álbum geográfico descriptivo”, con graba-
dos o fotografías, se mantiene en vigor desde mediados del siglo xix.
Los libros de historia de la fotografía son otro ejemplo de reutilización de contenidos de archi-
vos, así como los que se basan en la recuperación de fotografía histórica local. En esta línea,
empiezan a ser comunes las iniciativas orientadas hacia el rescate del patrimonio fotográfico de
una localidad, a partir de fondos de particulares a los que se solicita contribuir con sus imágenes
para publicaciones impresas o en Internet.
Los premios convocados por PHotoEspaña para “los mejores libros de fotografía del año” han
reunido una selección de un centenar de libros nacionales e internacionales especializados en
fotografía. Las publicaciones, escogidas entre todas las presentadas a los premios, pueden con-
siderarse una cata significativa de la producción editorial75.
74
http://www.verkami.com
75
PHotoEspaña, Los mejores libros de fotografía del año.
76
http://www.mcu.es/promoArte/Novedades/DiccionarioFotografosEsp.html
56
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
imágenes del siglo xix al xxi de fotógrafos con obra significativa realizada en España. El segundo
es una obra editada en 2013 por el Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia y
que sus autores –M. J. Rodríguez Molina, J. R. Sanchís– han elaborado a partir de la información
que proporcionan los anuarios y guías comerciales.
La visibilidad que proporciona Internet a todo tipo de recursos culturales y la popularización del
uso de redes sociales no solo han ampliado el porcentaje de participación ciudadana en todos
los ámbitos de la cultura sino también la demanda de esa participación.
Las plataformas y catálogos específicos para la consulta de imágenes en línea deben prepararse
para responder a la demanda surgida, adaptando sus funcionalidades y planificando nuevas
estrategias de difusión de colecciones que, a la vez que permitan la colaboración ciudadana,
ayuden a precisar y enriquecer la descripción de las imágenes.
Ya se han mencionado las funcionalidades que incorporan algunas instituciones en sus catálogos
para facilitar el uso de objetos digitales en blogs y redes sociales, como la BNE a través de la
Biblioteca Digital Hispánica y la Diputación Foral de Guipúzcoa con Guregipuzkoa.
57
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Pero los nuevos medios permiten además otras estrategias de difusión, como la creación de
exposiciones virtuales77 y micrositios temáticos en las webs institucionales y la utilización de
blogs y redes sociales –Facebook, Twitter, Flickr, Instagram, Pinterest, Tumblr, etc.– para generar,
compartir y difundir información y colecciones.
Las administraciones públicas constituyen el entorno óptimo para poner en práctica estas nuevas
estrategias, que exigen la puesta al día tanto de las aplicaciones de gestión de imágenes como
de los conocimientos técnicos del personal responsable de las colecciones.
El proceso está ya en marcha, con iniciativas y proyectos en diversas fases de desarrollo en casi
todos los ámbitos institucionales (archivos, bibliotecas, museos y otros centros gestores de pa-
trimonio fotográfico).
En el contexto de los museos se pueden destacar, como botón de muestra, dos iniciativas de
difusión en redes sociales: la participación del Museo del Traje en Europeana Fashion, con la ex-
hibición de una selección de colecciones en Pinterest y Tumblr78 , y la participación en Pinterest
de los Museos de Andalucía, con su serie de “Colecciones y espacios singulares”79.
Por su parte, la Subdirección General de los Archivos Estatales comenzó una línea de difusión
activa en redes sociales en mayo de 2014, centrada en los contenidos de PARES. Disponen de
cuentas en Facebook y Twitter e incorporan contenidos archivísticos en el Canal de Cultura de
Youtube. Además forman parte de @SinergiaALA, red de difusión simultánea entre las comunida-
des archivísticas de España, Portugal y nueve países iberoamericanos, desde la que se fomenta
la participación de los archivos en redes sociales.
Respecto a la Subdirección General del Instituto del Patrimonio Cultural de España, participa
en redes sociales desde principios de 2011, a través de un perfil en Facebook que cuenta con
más de 18 000 seguidores y otro en Twitter con más de 7500. En ambos perfiles se incorporan
periódicamente noticias y actualizaciones sobre los fondos incorporados al catálogo web de la
Fototeca del Patrimonio. En todos los casos, la publicación de colecciones fotográficas en línea
ha supuesto una drástica disminución del número de usuarios presenciales en los centros y un
aumento exponencial del número de consultas a los catálogos web. La evolución se aprecia
claramente a través una comparativa de los datos de PARES en los últimos 10 años: en 2003 se
contabilizaron 231 090 consultas presenciales y 260 000 virtuales, mientras en 2013 las consultas
presenciales eran 77 491 frente a más de 23 millones de consultas virtuales. Es decir, la publica-
ción de catálogos virtuales supone un incremento de la rentabilidad e impacto social de las co-
lecciones patrimoniales, ya que permite el ahorro de recursos a administraciones y ciudadanos,
a la vez que facilita el libre acceso a fondos y colecciones.
Finalmente, es de destacar una iniciativa de Archivos Estatales que conecta la fotografía patri-
monial con la telefonía móvil. Se trata de una aplicación para dispositivos móviles que permite
la visualización de fotografías en un mapa, la navegación entre ellas y el acceso a la informa-
ción disponible en las fichas descriptivas de PARES. El proyecto está en fase de prototipo y, de
momento, se ha trabajado con fotografías conservadas en el fondo del Patronato Nacional de
Turismo custodiado en el Archivo General de la Administración.
77
Ejemplo de la exposición sobre la fotógrafa Kati Horna, organizada por la Subdirección General de Archivos Estatales:
http://www.mcu.es/archivos/CE/ExpoVisitVirtual/kati/index.html
78
https://www.pinterest.com/eurfashion/curation-jewellery-ii/
79
https://www.pinterest.com/museosandalucia/colecciones-y-espacios-singulares/
58
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Cámara minutera, Asociación de Estudios Melillenses, Melilla, 2013. Foto: Archivo IPCE
Una reciente comunicación de la UE considera que “la contribución del patrimonio cultural al
crecimiento económico y la cohesión social está infravalorada”80 y aboga por un enfoque inte-
grado para hacer este patrimonio ampliamente accesible y reutilizable y para que actúe como
catalizador de la economía (ICC –Industrias Creativas y Culturales–, turismo, etc.).
Otro documento sobre la “Agenda digital europea” destaca que la digitalización del patrimonio
cultural proporciona ventajas competitivas a las citadas ICC, que ya generan un 4 % del PIB81.
También indica que la accesibilidad online permite desarrollar nuevos productos y servicios en
áreas como el turismo, la educación, la arquitectura, el diseño, los juegos o la publicidad.
Para facilitar el uso de las creaciones en dominio público, se han desarrollado unos prototipos de
“calculadoras” que proporcionan una primera impresión sobre el estado de las obras desde el punto
de vista de los derechos de propiedad intelectual. En noviembre de 2013 el Ministerio de Cultura y
Comunicación de Francia encargó a la Open Knowledge Foundation (OKF) la elaboración de una
“calculadora de dominio público”82, con el objetivo de proporcionar al sector cultural una herramien-
ta para conocer el estatus jurídico de una obra con la información que figura en sus metadatos.
80
Towards an integrated approach to cultural heritage for Europe.
81
The Digital Agenda Toolbox, página 48.
82
Le calculateur du domaine public français.
59
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Respecto a las barreras que limitan el uso de contenidos, la primera se encuentra en la legisla-
ción vigente sobre propiedad intelectual que, aun teniendo en cuenta la normativa común de la
UE, presenta variaciones entre unos países y otros.
Es habitual encontrar trabas y dificultades para la reutilización de objetos digitales, incluso para
usos de docencia e investigación. Los trámites requeridos para esta reutilización, materializados en
forma de autorizaciones, tasas y precios públicos, pueden variar considerablemente para un mis-
mo objeto entre entidades que en ocasiones dependen del mismo organismo. Las discrepancias en
costes y plazos y la carencia, en algunos casos, de precios reducidos para usos culturales, desmo-
tivan la utilización de imágenes patrimoniales, sobre todo por parte de investigadores y docentes.
Algunas entidades han entendido que la manera más eficaz de aumentar la visibilidad del patri-
monio que custodian y ampliar la rentabilidad económica y social de todo el esfuerzo dedicado
a su preservación pasa por fomentar su utilización. Por eso es cada vez más frecuente encontrar
contenidos libres de restricciones, incluso para la reutilización en cualquier tipo de obra deriva-
da, ya sea comercial o sin ánimo de lucro.
Este es el caso de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, interesada en que sus fondos
tengan una buena visibilidad y sean ampliamente conocidos, divulgados y reutilizados. Así, además
de facilitar el acceso libre y gratuito a sus imágenes a través de su catálogo en línea, en el año 2008
publicó en Flickr The Commons parte de sus colecciones. Esta iniciativa ha sido seguida posteriormente
por archivos y bibliotecas de diversos países, entre los que no se encuentra ninguna entidad española83.
83
Entidades en Flickr The Commons.
84
Acuerdo Europeana-Universidad de Oviedo.
60
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– WLA 2010 (Wiki Loves Arts), con Foconorte, fotografías de fondos de museos.
La línea iniciada por Wikimedia en 2014 pretende la liberación al dominio público del patri-
monio fotográfico. En junio de este año ya se anunció un primer acuerdo de colaboración85 y
existen conversaciones con diversas entidades (archivos, museos, etc.) para alcanzar acuerdos
similares. En 2012 ya se iniciaron negociaciones con la BNE, con la intención de liberar conteni-
dos de la Biblioteca Digital Hispánica bajo CC-BY-SA 3.0, retirando la cláusula NC (no comercial)
de los contenidos que se hubieran publicado con anterioridad.
En conclusión, las tendencias actuales en lo que se refiere a visibilidad, uso y reutilización de conte-
nidos digitales proponen a las entidades gestoras (archivos, bibliotecas, museos y otros organismos
culturales) el cambio desde el modelo tradicional “centrado en la institución” a un nuevo modelo más
abierto y colaborativo “centrado en el usuario”. Se consideran buenas prácticas las dirigidas a facilitar
al máximo el uso del patrimonio fotográfico a los colectivos interesados: investigadores, ciudadanos,
e industrias creativas y culturales, favoreciendo la visibilidad y reutilización de las colecciones.
La Ley de Patrimonio declara en su preámbulo que su objetivo último es el acceso a los bienes
que constituyen nuestro Patrimonio Histórico, a fin de que un número cada vez mayor de ciuda-
danos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un
pueblo. No podemos encontrar términos más adecuados para expresar la importancia otorgada
al uso y difusión de los bienes culturales.
La Directiva 2013/37/UE sobre reutilización de la información del sector público, del Parlamento
Europeo86, y las Directrices sobre las licencias normalizadas recomendadas, los conjuntos de da-
tos y el cobro por la reutilización de contenidos87 recientemente publicadas, pretenden que los
organismos del sector público puedan autorizar la reutilización de documentos sin condiciones,
con las mínimas restricciones posibles y fomentando el uso de licencias abiertas.
Limitan las eventuales tarifas a los costes marginales, excluyendo de esta obligación a “bibliotecas
(incluidas las universitarias), museos y archivos”, que pueden incluir los costes de conservación de
los datos y los de adquisición de derechos, junto con un margen de beneficio razonable.
En España, salvo contadas excepciones, los fondos documentales y fotográficos de las entidades
del sector público se ofrecen sin licencias abiertas y sujetos a diversas órdenes de tasas y precios
públicos, que convendría homogeneizar.
Así, las diversas administraciones deberían plantearse la ponderación en el cobro de costes, jun-
to con acciones para la mejora de la accesibilidad al patrimonio fotográfico por parte de todos
los ciudadanos, realizando un renovado esfuerzo institucional para facilitar su difusión.
85
Wikimedia España y Numismática Pliego.
86
https://www.boe.es/doue/2013/175/L00001-00008.pdf
87
http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52014XC0724(01)&from=EN
61
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
1.2.4. Formación
Introducción
La formación en el campo de la fotografía en España continúa siendo, a pesar de los casi 175
años transcurridos desde que Luis Aragó presentó el invento en la Academia de las Ciencias, de
escasa presencia en los planes de estudios oficiales del Estado Español.
La fotografía tuvo en sus inicios un marcado carácter amateur y el adiestramiento en sus técnicas
se distinguió, hasta los años 70 del siglo xx, por sus connotaciones autodidactas. Esta caracte-
rística supuso siempre un cierto estancamiento en cuanto a la investigación, y le confirió a la
fotografía de la época un marcado carácter mimético en lo referente a temas y estilos, dado que,
no solo se trasmitían las técnicas sino también los motivos a fotografiar.
A partir de los años 30, los recién fundados foto-clubs pronto asumirían las tareas de formación
de sus asociados. La característica principal de esta formación se basaba en contenidos tecnoló-
gicos y de adiestramiento en el funcionamiento de las cámaras y los procesos químicos para el
procesado de películas y copias.
Familia Cencerrado, fotógrafos ambulantes de Urda, en La Puebla de Almoradiel. 1912. La Puebla de Almoradiel (Toledo).
Foto: Archivo de la Imagen de Castilla-La Mancha, Fondo los Legados de la Tierra
62
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Con similares planteamientos surgieron en España a finales de los años 70 y principios de los 80
otras experiencias como el Fotocentro en Madrid, Spectrum en Zaragoza o Visor en Valencia, que
propugnaron un cambio en la concepción de la fotografía. Esta tendencia, marcada por la formación
no reglada en fotografía, continuó ampliándose durante las últimas décadas del siglo xx con certá-
menes como TarazonaFoto o la Primavera Fotográfica de Cataluña, a la que siguió PhotoEspaña. En
casos puntuales se apoyó también la creación de espacios públicos dedicados a la divulgación y la
formación en fotografía, como por ejemplo el Centro Andaluz de la Fotografía, fundado en 1994.
Por otra parte, los temas relativos a la enseñanza de la fotografía en nuestro país, en cualquiera
de los niveles educativos, han sido y continúan siendo una de las grandes ausencias en los pro-
gramas de estudios oficiales. Partiendo de la importancia que dicha formación comporta, tanto
para entender e intentar modificar pautas sociales como para la comprensión de nuestro pasado
o, incluso, como soporte de creación, las reivindicaciones sobre su inclusión en los diferentes
programas educativos tuvieron cierto eco en un determinado momento pero no llegaron a con-
seguir resultados a medio plazo.
Ahora, con la redacción del Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico, surge de
nuevo la ocasión de promover la inclusión de estas materias en los planes de estudios, a fin de con-
seguir generar una estructura de adquisición de conocimientos adaptada a dos objetivos básicos: por
un lado la formación en la comprensión y entendimiento del medio fotográfico en su conjunto y, por
otro, la formación para la correcta custodia, salvaguarda y conservación de este patrimonio.
En relación con el primer objetivo, el primer aspecto a considerar en cualquiera de las fases
de aprendizaje del proceso educativo es la educación de la mirada, dado que la mayoría de la
ciudadanía se vuelve consumidora irreflexiva de imágenes –tanto artísticas como informativas o
publicitarias– si el aprendizaje no se realiza en el momento adecuado, es decir, durante la edu-
cación secundaria obligatoria.
Es necesario recordar sin embargo que, desde la década de los 90 del siglo pasado, el desarrollo de
congresos, conferencias y talleres para formar en el entendimiento de la fotografía desde una pers-
pectiva de custodia y conservación ha seguido una línea ascendente. Asimismo, los profesionales
formados en el extranjero llevan años dedicando tiempo y esfuerzo a divulgar los conocimientos
adquiridos, gracias a lo cual se están realizando en la actualidad talleres formativos, congresos y
conferencias específicos con continuidad, aunque siempre desde la formación no reglada.
63
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Con este resumen se pretende poner de manifiesto la necesidad de ampliar el esfuerzo formativo
en el ámbito fotográfico a todos los niveles, a fin de que se equilibre desde la base la percepción
que tiene la sociedad sobre la fotografía y se comprendan, además, las necesidades específicas
del medio como patrimonio.
Desde el nacimiento de la fotografía hasta bien entrado el siglo xx, los fotógrafos profesionales
españoles, los retratistas célebres que regentaban los estudios en las ciudades y, más aún, los de
los pueblos, no tenían la más mínima formación cultural y técnica. En muy contadas ocasiones
–algunos que procedían del mundo de la pintura y las bellas artes en los inicios del daguerrotipo
y otros como el diplomático Christian Franzen o Antonio Cánovas “Kaulak”, sobrino de Cáno-
vas del Castillo–, los fotógrafos se integraron en las élites culturales del país, por mucho que
algunos, como Eusebio Juliá y Manuel Company fuesen conocidos y respetados por su trabajo.
Con honrosas excepciones, la mayoría de los profesionales de los días de la Restauración y la
Regencia, en la frontera entre los siglos xix y xx, apenas superaban las bases técnicas y teóricas
de los que les habían precedido. Al propio Kaulak debemos esta descripción de la formación
profesional y artística de los miembros de aquellas generaciones de fotógrafos:
“Ante el rótulo de –Se necesita aprendiz– surgía un chico que lo mismo servía
para fotógrafo que para zapatero, dependiente de comercio o cochero de punto.
Una vez aceptado, al aprendiz se le enseñaba el barrido de la galería o el lavado
del laboratorio.
En el segundo curso, el chico sabía de oídas pronunciar hiposulfito, albúmi-
na, nitrato de plata y otros vocablos técnicos (…)
Al tercer año, la curiosidad les hacía enfocar y manejar obturadores y abrir y
cerrar los chasis.
Al cuarto curso, el maestro les enseñaba a que se cortara los dedos con el vidrio
de las placas.
Y, he aquí cómo, mancebos de 12 a 15 años aprendían y aprenden la profesión
fotográfica.
Muchos no saben escribir, pero enfocan, disparan, revelan y son, en suma,
fotógrafos”88.
88
Cánovas del Castillo ( Kaulak): “La Fotografía Moderna”, Madrid, 1912.
64
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Arranque del Puente Colgante de San Francisco, durante el Sitio de Bilbao del año 1874, Foto: C. Monney, Fototeca IPCE
Cuenta Carvajal que su padre, cuando trataba de buscarle un oficio cuando era un niño de 12
años, le encontró un hueco en el estudio de Santos Yubero como “recadero, limpiador del estu-
dio y chico del magnesio”. Así aprendió el oficio, igual que lo habían hecho antes que él “todos
los profesionales que en España han sido89.
Las escuelas y/o academias de fotografía eran algo extravagante o, más aún, inexistente. Solo los
aficionados contaban con el aprendizaje que les ofrecían las Sociedades Fotográficas, a las que
se debe que la fotografía haya existido en aquellos años oscuros, a la manera de los monasterios
en los oscuros años de la Edad Media.
En el ámbito de la enseñanza fotográfica hubo que esperar a principios de los años setenta para
que se creasen las primeras secciones de Cine, Fotografía y Vídeo en las Facultades de Bellas Ar-
tes de Madrid y Barcelona, ciudades a las que se fueron sumando tímidamente otras localidades.
89
“Santos Yubero. Crónica fotográfica de medio siglo de la vida española (1925-1975)”, Publio López Mondéjar, Lunwerg,
Madrid, 2010.
65
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
De estos centros, el más importante y el de existencia más larga es sin duda el Insti-
tut d´Estudis Fotogràfics, que también ha creado un importante archivo con diversas co-
lecciones de placas de vidrio de fotógrafos de la talla de Alejandro y Camilo Merletti. En la
actualidad, la actividad docente del Institut se mantiene viva con matrículas que llegan hasta
los 500 alumnos por año.
Sin embargo, la Photoescuela de Madrid pronto desapareció. A partir de los años ochenta, el
número de escuelas se multiplicó y no hubo ciudad española sin una escuela fotográfica o un
taller de enseñanza técnica, además de la enseñanza impartida en las facultades de Bellas Artes.
En Madrid se crea en 1988 la escuela EFTI, referente de un nuevo estilo de formación fotográfica
privada, ya que no se limita al campo de la enseñanza sino que crea talleres de posgrado y una
sala estable de exposiciones, así como una especie de club donde los alumnos y ex-alumnos
intercambian opiniones y experiencias.
Actualmente hay estupendas escuelas privadas (Blasco 19, Lens, Man Ray, etc.), y un nuevo con-
cepto de enseñanza fotográfica (Blank Paper) donde, aparte de la formación clásica, se enseña
a los futuros artistas-fotógrafos a presentar y justificar su trabajo.
En Barcelona, el IDEP, dirigido por Manel Úbeda, y la escuela GrisArt, dirigida por Antonio Corral, son
los centros privados de referencia, con una enseñanza de alta calidad y un gran profesorado.
Ya en el cambio de siglo, se llevaron a cabo investigaciones como la realizada por María del Car-
men Moreno Saéz90 sobre la implantación de los estudios de fotografía en la educación juvenil
española. En ese momento de cambio tecnológico, para la sociedad y para el medio fotográfico,
90
Moreno, María del Carmen: “Sobre la fotografía en la E.S.O.”, en Arte, Individuo y Sociedad 13, Madrid, 2001, pp. 203-209.
66
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
se constató que no todos los institutos contaban con laboratorios de fotografía y, los que sí lo
tenían, lo mantenían en un flagrante desuso.
Este tipo de estudios dio paso a programas externos de formación en fotografía para jóvenes
españoles, como por ejemplo el proyecto FOCUS, desarrollado en la Comunidad de Madrid.
Estos proyectos intentaban cubrir la falta de conocimientos tanto de los profesores de instituto
como de sus alumnos. Tuvieron cierta repercusión durante unos años, pero no lograron cubrir
la necesidad de alfabetización visual tan apremiante en nuestro país.
En la actualidad, la situación no ha cambiado mucho, sobre todo teniendo en cuenta que los
programas formativos oficiales consideran que la formación en fotografía está suficientemente
cubierta con los distintos módulos de especialidad creados en el ámbito de la Formación Pro-
fesional. Esto constituye un error, máxime cuando los propios módulos se han ido quedando
obsoletos. El plan formativo que puede consultarse en la página web del Ministerio de Educa-
ción, Cultura y Deporte, incluye las siguientes asignaturas: Revelado de soportes fotosensibles;
Positivado, ampliación y acabados; Tratamiento de imágenes fotográficas por procedimientos
digitales; Administración, gestión y comercialización en una pequeña empresa; Procesos de
imagen fotográfica; Formación y Orientación laboral. Todo ello con el objetivo de cubrir unas
salidas profesionales concretas, a saber: Técnico de procesado de soportes fotosensibles en co-
lor y blanco y negro; Técnico de positivado en color, blanco y negro y ampliación; Técnico de
tratamiento de imágenes; Técnico de laboratorio de imagen.
El colofón final indica que “el entorno profesional y de trabajo se sitúa en el área de laboratorio
de imagen”.
Encontramos así que la formación profesional en España trata a la fotografía desde perspectivas
laborales que ya no son demandadas por la sociedad, como el “técnico de procesado de sopor-
tes fotosensibles”. Pero sobre todo, enfoca la formación en fotografía desde un punto de vista
exclusivamente técnico, dejando de lado consideraciones históricas, sociales y comunicativas.
Esta breve aproximación a la formación en fotografía en el ámbito de las enseñanzas medias deja
patente la necesidad de cubrir, mediante una programación razonada y coherente, la carencia
de nuestros jóvenes, y por tanto de toda la sociedad, en el entendimiento y comprensión del
medio fotográfico.
Los ciclos superiores de fotografía impartidos en las Escuelas de Arte han tomado un gran pro-
tagonismo en últimos años, dado que son los únicos estudios oficiales que existen en nuestro
país. Aunque sus programas y contenidos varían según escuela y comunidad, su enfoque tiene
generalmente una orientación profesional, estando ausentes las asignaturas sobre historia, teoría
o conservación. Entre las escuelas más destacadas están las de Huesca, Valencia, Alcoy, Murcia
y Pontevedra.
67
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Estos espacios curriculares indican que todavía se confunde conservación de documento gráfico
con la especialidad en conservación de fotografía, y muestran la falta de entendimiento social
sobre la realidad del patrimonio fotográfico. Este hecho implica un grave problema metodoló-
gico a la hora de afrontar programas de conservación y restauración en Instituciones que sub-
contratan con empresas especializadas en documento gráfico la ejecución de restauraciones e
intervenciones sobre el patrimonio fotográfico que custodian. En consecuencia, muchos de estos
trabajos de conservación no acaban de aportar las soluciones que se demandan por la simple
carencia de conocimientos específicos del personal ejecutor de las intervenciones.
Para mejorar esta situación habría que conseguir un cambio de actitud con respecto al conoci-
miento que se difunde desde las escuelas superiores de conservación y restauración de bienes
culturales en relación a los repertorios fotográficos.
Court of lions, in the Alhambra. Positivo de Laurent realizado hacia 1867. Está incluido en un álbum de coleccionista
perteneciente a Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
68
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Panorámica de Murcia, detalle, entre 1870 y 1871. Foto: Julio Ainaud, Fototeca del IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
En 1979, las Escuelas de Bellas Artes se convierten en Facultades de Bellas Artes y pasan a tener
la consideración de estudios universitarios. En el primer plan de estudios y en su reforma de 1982,
la fotografía entra a formar parte del nuevo programa de estudios. Esta circunstancia fue utilizada
para que en algunas facultades, por presión del colectivo de fotógrafos, más conscientes de la
importancia que esta forma de expresión artística tenía en Europa y Estados Unidos, se procurara
el ingreso como profesores de destacados autores y profesionales del momento. No obstante, ni
entonces ni en la actualidad existió la posibilidad de crear departamentos de fotografía, quedan-
do dicho profesorado adscrito a los diferentes departamentos que conforman la estructura de las
facultades. Esta situación imposibilitó cualquier atisbo de crecimiento y planificación para la ense-
ñanza de la fotografía.
La situación actual es que apenas existen asignaturas sobre fotografía en las universidades es-
pañolas y son prácticamente nulas las enfocadas a la formación en conservación de soportes
fotográficos. Pero además, uno de los principales problemas para el control del patrimonio
fotográfico sigue siendo la carencia de estudios y conocimientos específicos dentro de las
ciencias documentales para la gestión de un material tan complejo como la fotografía. La falta
de conocimientos en la gestión de materiales fotográficos se revela como la causa principal
del estado de abandono en el que se encuentra la fotografía en muchos de los centros en-
cargados de su custodia.
69
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Actualmente, estando implantados exclusivamente los grados que emanan de la aplicación del
plan Bolonia, la docencia en fotografía en las universidades españolas está presente en los gra-
dos de Bellas Artes, Arte y Diseño, en algunos casos como asignatura optativa y obligatoria en
otros. Sin embargo, esto no significa que ocupe un lugar destacado en el programa de estos
estudios, puesto que se le asignan muchos menos créditos que a las asignaturas tradicionales de
pintura, escultura o dibujo.
Sin pretender la exhaustividad, un breve repaso por la oferta de contenidos sobre fotografía que
se imparten en las universidades de diversas Comunidades Autónomas aporta datos reveladores.
–– Andalucía
La Facultad de Bellas Artes de Granada ofrece una asignatura troncal sobre fotografía en
primer curso y una optativa de Fotografía creativa en cuarto curso.
–– Aragón
El grado en Bellas Artes de la Universidad de Zaragoza incluye una asignatura obligatoria
sobre Historia de la fotografía.
–– Balears (Illes)
La Facultad de la Universidad de La Laguna ofrece dos asignaturas obligatorias, una de
fotografía y otra de Fotografía y video. Además existe un Aula de crítica fotográfica.
–– Castilla-La Mancha
El grado en Bellas Artes de la UCLM incluye varias asignaturas sobre Historia de la fo-
tografía: Historia de la Fotografía I y II (obligatorias) e Historia de la fotografía impresa
(opcional).
–– Castilla y León
La oferta de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca se concreta en dos asignaturas obli-
gatorias (Fotografía I y II) y dos optativas.
–– Cataluña
En el grado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona existe una asig-
natura obligatoria de Laboratorio de fotografía y dos asignaturas optativas en los cursos 3.º
y 4.º, una sobre procesos documentales y otra denominada Fotografía.
–– Comunitat Valenciana
En el Grado en Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia existen seis asigna-
turas dedicadas en exclusiva al medio fotográfico, todas ellas de carácter optativo: Procedi-
mientos fotográficos, Fotografía y procesos gráficos, Imagen-foto y comunicación gráfica,
La fotografía en el arte contemporáneo, Dirección de fotografía y Fotografía y pintura.
En esta universidad se imparte desde el año 2004 un Máster en fotografía, Arte y Técnica.
En la actualidad es un título propio de 90 créditos, con un título de Especialista Univer-
sitario en Fotografía y Arte y otro de Especialista Universitario en Fotografía Profesional.
70
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Extremadura
La Universidad de Extremadura imparte la asignatura obligatoria “Historia, teoría y técnica
de la fotografía” y la asignatura optativa “Taller de fotografía” en el Grado de Comunica-
ción Audiovisual. En el antiguo plan de estudios se incluía también una asignatura de His-
toria de la Fotografía en el Programa de Doctorado del Departamento de Historia del Arte.
En el ámbito extracurricular, el Secretariado de Actividades Culturales de la UEx organiza
anualmente Aulas de Fotografía en las sedes de Cáceres y Badajoz.
–– Galicia
La Facultad de Bellas Artes de Pontevedra oferta un par de asignaturas sobre fotografía:
Técnicas fotográficas (obligatoria) y Proyectos fotográficos (optativa), aunque parece que
se complementan con las asignaturas de medios audiovisuales.
–– Madrid
En la Universidad Complutense hay una asignatura obligatoria de Fotografía básica en el
grado de Conservación y Restauración.
En el grado de Bellas Artes existe una materia troncal con el título “Fundamentos de la
imagen fotográfica” y además se ofrecen como optativas las asignaturas: Lenguajes y pro-
cesos fotográficos, Tecnologías fotosensibles aplicadas a la estampa y Producción artística.
–– Murcia
El Grado en Historia del Arte de la Universidad de Murcia ofrece una asignatura optativa
sobre Historia de la Fotografía, además de contar con un Laboratorio de Fotografía dedi-
cado a la foto-historia, desde donde se organizan cursos y talleres de formación
71
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Desde el año 1978 que existe el programa TESEO del Ministerio de Educación para el registro de
tesis doctorales, son escasamente unas 200 las tesis doctorales inscritas en las que el tema tratado
es la fotografía en cualquiera de sus vertientes. Comparado con las demás áreas de conocimiento
del ministerio esta cifra es meramente testimonial, aunque es importante destacar que algunas
de estas investigaciones han cristalizado en publicaciones de interés91.
También debemos considerar los trabajos realizados por grupos de investigación como el de la
Universidad de La Laguna, dirigido por Carmelo Vega, la Universitat de les Illes Balears, dirigido
por M.ª Josep Mulet y la Universidad Complutense de Madrid, con Juan Miguel Sánchez Vigil.
Todos ellos en el campo del patrimonio fotográfico español.
Por el contrario, hay pocas tesis publicadas que tengan como objeto central la fotografía. Entre
ellas cabría destacar la de Enric Mira, que vio la luz en forma de libro bajo el título “La vanguardia
fotográfica de los años setenta en España”, la de Laura Terré, “AFAL 1956/1963: historia del grupo
fotográfico”, y la de Rebeca Romero-Escrivá, “Literatura y fotografía: las dos mitades de Jacob Riis”.
Contexto internacional
Sin necesidad de una investigación exhaustiva podemos afirmar que, en el ámbito de la formación
fotográfica, España se encuentra a años luz de las realidades de otros países de nuestro entorno.
Posiblemente el que dispone de una oferta de formación más completa es Reino Unido, que
en la actualidad cuenta con más de 120 programas de grado en sus diferentes universidades y
aproximadamente unos 30 programas de máster. Ente ellos, algunos de gran reconocimiento
internacional como el del Royal College. Entre los centros más importantes se encuentran: Wes-
tminster, Saint Martins, Fahan, Royal College, Brighton, Sunderland y Goldsmiths.
91
Enric Mira: “Nueva Lente y las vanguardias fotográficas de los 70 en España”.
Laura Terre: “Historia del grupo fotográfico AFAL. 1956-1963”.
M.ª Dolors Tapias: “Xavier Miserachs”.
Rebeca Romero-Escrivá: “Literatura y fotografía: las dos mitades de Jacob Riis”.
72
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
A esto hay que añadir que las universidades inglesas pueden contar con artistas de renombre
como profesores invitados, independientemente de su nacionalidad, lo que eleva el nivel y pres-
tigio de sus programas.
Francia cuenta desde hace años con la École Nationale Supérieure de la Photographie de Arles,
escuela que funciona desde los años 90 con un buen nivel de resultados. Además en las Escuelas
de Bellas Artes, sobre todo en la de París, imparten docencia los teóricos más prestigiosos del
país y algunos de los artistas más destacados.
Uno de los programas de máster de mayor prestigio en Europa lo ofrece Finlandia en la Altoo
University. Solo se admiten 12 alumnos por curso y existe una excelente plantilla de profesorado
dedicada por completo a los alumnos del máster. Las facultades de Bellas Artes ofrecen además
una gran variedad de asignaturas optativas sobre fotografía y existe también un grado específico
en esta materia.
No obstante, el país que mayor oferta presenta en materia de formación fotográfica, tanto en
estudios reglados como en formación complementaria, es Estados Unidos. Además de multitud
de planes de estudios en diversas universidades y centros como el ICP de New York, la práctica
totalidad de universidades americanas ofrecen asignaturas optativas de fotografía, sea cual sea
la tipología de estudios.
Asimismo, el interés general por la preservación de la fotografía hace que fundaciones como la Mellon
Fundation o la Getty Fundation concedan regularmente becas para estudios en conservación.
En el ámbito de América Latina los programas de estudios específicos sobre fotografía son en gene-
ral inexistentes, tanto a nivel de grado como de máster, aunque en alguna facultad de Bellas Artes,
sobre todo en México, existe una interesante oferta de asignaturas sobre fotografía, con particular
relevancia de las de carácter técnico. La Escuela de Conservación y Restauración de la UNAM es
una excepción, ya que cuenta con una especialización en fotografía.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Fachada del Teatro Real, Madrid, hacia 1901. Foto: Mariano Moreno, Fototeca IPCE, Archivo Moreno
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Contexto internacional
Las formas de adquisición de patrimonio fotográfico a nivel internacional son similares a las
vigentes en España, aunque existen grandes diferencias en materia de incentivos fiscales y me-
didas similares para el fomento del coleccionismo y las donaciones.
Los países con mayor número de transacciones de obra fotográfica son Reino Unido, Francia y
Estados Unidos.
Reino Unido
Acapara la mayoría del mercado de la Unión Europea en relación a obras fotográficas. Cuenta con
una fuerte tradición de coleccionismo y con una gran concienciación ciudadana sobre la impor-
tancia del arte y su titularidad estatal para el beneficio y disfrute de todos.
A diferencia de otros países europeos, Reino Unido no tiene un órgano central que ordene las
políticas de adquisiciones de instituciones museísticas y fondos de arte públicos. Tanto el Go-
bierno como el Arts Council England tienen sus propias colecciones que gestionan y amplían a
su criterio, sin vinculación entre ellas.
–– Adquisiciones.
–– Gestión de donaciones.
–– Ayudas a proyectos de comisariado.
–– Itinerancias expositivas.
–– Premio al museo del año.
El país cuenta también con una favorable Ley de mecenazgo, que permite que tanto empresas como
particulares puedan desgravarse del impuesto de sociedades o de la declaración de la renta las do-
naciones dirigidas a financiar actividades artísticas, siempre y cuando estas actividades no tengan
como objetivo producir ingresos directos al donante. Las deducciones pueden llegar hasta un 70 %.
Francia
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Cuentan con un IVA muy bajo en comparación con otros países europeos (un 10 %).
–– Los impuestos de donación y sucesión no tienen un régimen especial, pero las an-
tigüedades y los objetos de arte o de colección están exentos del impuesto sobre el
patrimonio. El impuesto de importación es del 5,5 % y el de exportación del 4,5 %,
para obras de valor superior a 5000 €.
–– Mecenazgo
La Ley francesa de mecenazgo de 200392 creó un departamento específico dentro del Mi-
nisterio de Cultura, la “Mission du mécenat”, cuyos objetivos se centran en el impulso y
desarrollo de círculos de mecenas y donantes y en la promoción de proyectos.
Las empresas se benefician de una deducción en su cuota del 60 % de las donaciones reali-
zadas a favor, entre otros, de entidades con fines de interés general, asociaciones culturales,
museos, fundaciones de empresas etc. Una desgravación fiscal del 60 % sobre el capital
aportado, que en el caso de particulares es del 66 % y puede llegar al 75 %.
Estados Unidos
Sus museos fueron los primeros en adquirir obra fotográfica a principios del siglo xx y crear
departamentos especializados.
Su Ley de mecenazgo cuenta con una larga trayectoria desde 1917 con la “War Revenue Act”. Es
el país con mayor volumen de donaciones. Las desgravaciones pueden llegar al 100 %, de for-
ma que los donantes pueden beneficiarse de forma íntegra de los incentivos de mecenazgo. El
concepto de filantropía se estudia en las universidades y las donaciones son motivo de orgullo
social: “American Top Donors”.
Contexto nacional
Normativa general
No existen condiciones específicas para la adquisición de fondos fotográficos dentro de los bie-
nes que componen el Patrimonio Histórico Español, siendo aplicable a estos bienes la misma
normativa que al resto. Dado que el desarrollo legislativo propio de cada Comunidad Autónoma
92
LOI N.º 2003-2007 du 1r aout 2003 relative au mécénat, aux associations et aux foundations.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
en materia de adquisición de bienes culturales deriva en casi todos los casos de la normativa
estatal, tampoco en las leyes autonómicas se encuentran referencias concretas a la fotografía.
Como todo gasto público, la adquisición de fondos fotográficos se regula según la legislación
vigente y su gestión está sujeta a revisión y control por parte de diversos organismos como la
Intervención Delegada de Hacienda o la Abogacía del Estado. Todas las ofertas o propuestas
de adquisición pasan por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del
Patrimonio Histórico Español, órgano colegiado que, salvo que exista una entidad similar en
la Comunidad Autónoma correspondiente, decide en último término sobre la idoneidad de
las adquisiciones.
Criterios de adquisición
Por otro lado, las instituciones públicas incorporan bienes culturales a sus colecciones estables
siguiendo las pautas de sus correspondientes planes de incremento de colecciones. La política de
adquisiciones de un museo debe cubrir vacíos en la colección o enriquecerla, pero siempre te-
niendo en cuenta la misión y situación geográfica de la institución y las características principales
tanto de sus propios fondos como de las colecciones de los museos de su entorno. La limitación
de espacio en los museos incrementa la importancia de seleccionar las obras adquiridas en fun-
ción de su relevancia y representatividad dentro de la colección.
Otro aspecto importante a la hora de adquirir fotografía es la consideración de los derechos de pro-
piedad intelectual derivados de las obras, así como la valoración de qué es lo que se está comprando
realmente: solo el positivo, el negativo con derecho a positivar, el derecho de reproducción o de
exhibición, etc. Los términos de uso y los derechos de propiedad intelectual que se adquieren con
los bienes deberían figurar claramente en los contratos, a fin de evitar adquisiciones de obras que,
en última instancia, no pueden hacerse públicas.
Habría que hacer aquí una distinción entre la obra que se adquiere para colecciones públicas
por el interés concreto de una institución, por ejemplo un positivo de gran valor documental o
artístico que sale en subasta y, por otro, la adquisición de archivos fotográficos de gran volumen,
provenientes por ejemplo de una donación. Estos dos supuestos pueden necesitar un tratamien-
to diferente una vez que los fondos ingresan en las colecciones.
En todo caso, antes de realizar una compra o aceptar una donación es imprescindible valorar si
la institución que va a recibirla cuenta con suficientes recursos humanos, técnicos y económicos
para llevar a cabo su gestión de forma adecuada.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Revisión y reparación de tapices antes de guardarlos en las torres de Serrano, entre 1936 y 1939. Fototeca IPCE, Archivo
Vaamonde
Formas de adquisición
Existen diversas vías para el enriquecimiento del patrimonio histórico a través de la adquisición
de bienes culturales:
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
a. Derecho de tanteo
b. Derecho de retracto
79
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Las instituciones públicas que custodian archivos fotográficos reciben con relativa frecuen-
cia ofertas de venta de fotografía por parte de particulares y entidades privadas.
En el año 2013 se adquirió por esta vía el Archivo fotográfico de Ramón Ventura, ofertado
al Estado por sus herederos. El archivo, subtitulado “Arte, antigüedades y patrimonio en
España, 1995-2000” y constituido por más de 35 000 originales fotográficos, fue asignado
a la Fototeca del IPCE por su especialización temática. La colección planteaba el inconve-
niente de carecer de un mínimo inventario que facilitara la identificación y catalogación de
las imágenes, pero se adquirió en cualquier caso por su singularidad e interés, asegurando
la propiedad de los derechos de explotación.
Mención especial merece la adquisición en 2009 del Archivo Agustín Centelles, ofertado
por sus herederos y asignado al Centro Documental de la Memoria Histórica. Este fondo
incluye aproximadamente 12 000 negativos y 928 placas de vidrio, junto con los derechos
de explotación de todos ellos. La adquisición se completó en 2013 con la compra por ofer-
ta de venta directa del archivo fotográfico del fondo publicitario que perteneció al mismo
fotógrafo, integrado por 1857 negativos.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
El pago de cualquier deuda tributaria podrá realizarse con la entrega de bienes pertene-
cientes al Patrimonio Histórico Español inscritos en el Registro General de Bienes de Inte-
rés Cultural e incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles.
En el año 2010 se intentó adquirir por dación en pago de impuestos una parte del archivo
fotográfico (fondo publicitario) de Agustín Centelles. Esta adquisición por dación no fue
aceptada y finalmente el archivo se adquirió en 2013 por oferta de venta directa.
La ley establece que las donaciones que se realicen en favor del Estado y demás entes
públicos de bienes que formen parte del Patrimonio Histórico Español, o bien que estén
inscritos en el Registro General de Bienes de Interés Cultural o incluidos en el Inventario
General de Bienes Muebles, tendrán una serie de beneficios fiscales.
La reforma fiscal de 2014 contempla incentivos al mecenazgo que entran en vigor a partir
del 1 de enero de 2015 y pueden resumirse en:
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
6. Depósitos y comodatos
Según los artículos 1741 a 1752 del Código Civil, el comodato es un contrato mediante el
cual una parte entrega a otra un bien no fungible para su uso y disfrute, con la obligación
de devolverlo. Se trata por tanto de una especie de depósito o préstamo, de carácter esen-
cialmente gratuito aunque conlleva obligaciones por ambas partes.
A menudo no se han tenido en cuenta estos factores a la hora de aceptar obras en comodato,
superando en ocasiones la capacidad de la institución para gestionar estos bienes.
1. Administración Central:
–– Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con sus direcciones generales.
–– Otros ministerios.
–– Organismos autónomos: INAEM, ICAA, etc.
2. Administraciones autonómicas:
–– Consejerías de cultura.
–– Organismos autónomos.
3. Otras administraciones:
–– Ayuntamientos, Diputaciones, Cortes, etc.
82
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En lo que se refiere a las Comunidades Autónomas puede decirse que, al igual que se ha comen-
tado respecto a la Administración General del Estado, no existe una regulación concreta para la
adquisición de fondo fotográfico.
Algunas autonomías como Cataluña, Murcia o Andalucía, cuentan con órganos específicos como
comisiones o comités de adquisición o valoración (en general centrados en bienes muebles),
pero los informes de estos órganos no siempre son preceptivos o vinculantes.
En cuanto a los bienes adquiridos, gran parte de los archivos fotográficos integrados en las co-
lecciones autonómicas proceden de donaciones de fotógrafos o de sus herederos. También es
habitual la adquisición de fotografía a través de la convocatoria de concursos donde las obras
ganadoras pasan a formar parte de las colecciones de las instituciones convocantes.
Si nos fijamos en la tipología de los fondos, la mayoría de las Comunidades Autónomas se han
orientado hacia la creación de colecciones fotográficas de arte contemporáneo, configurándose
como clientes potenciales para este mercado.
Así, la Junta de Andalucía lleva desde 1986 realizando adquisiciones de obra fotográfica con destino a su
fototeca y cuenta con una colección de cerca de 800 000 imágenes. Esta valiosa colección se ha formado
reuniendo en la Fototeca diversos archivos fotográficos con un contenido iconográfico común, especiali-
zado en Bienes Culturales muebles e inmuebles del Patrimonio Histórico Español.
Por otro lado, la Junta de Extremadura compró en 2005 el Archivo Happening Vostell, deposita-
do en el Museo Vostell de Malpartida de Cáceres y que integra unas 30 000 fotografías tomadas
entre 1950 y 1998 para ilustrar la vida y obra de Wolf Vostell, así como los movimientos artísticos
happening y fluxus.
A pesar de los ejemplos citados, se percibe un desinterés general por parte de las institucio-
nes en cuanto a la adquisición de fondo fotográfico, agravado en los últimos años por la crisis
económica.
No debe olvidarse que el mercado lo conforma también el sector privado: fundaciones, empre-
sas, coleccionistas, etc. Las adquisiciones de estas entidades y particulares aportan un punto de
vista diferente, al conjugar el afán de coleccionismo con la inversión económica. Siempre ha
habido interesados en inversiones en obras de arte pero especialmente desde finales de los 90
se ha notado un auge creciente en el sector privado.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Mendigando junto a la catedral de Barcelona, hacia el año 1872. Foto: Julio Ainaud, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Dado que todos los niveles de la administración pública –estatal, autonómico y local–
están en mayor o menor medida implicados en la adquisición de patrimonio fotográfico,
es imprescindible promover la coordinación entre las diversas administraciones, a fin de
diseñar una política de adquisiciones coherente y evitar problemas como la duplicidad de
colecciones.
–– Sería deseable desarrollar, por parte de las administraciones públicas y en general de todos
los centros gestores de colecciones, criterios homogéneos de evaluación que permitan
valorar el interés de una obra o archivo fotográfico antes de proceder a su adquisición,
teniendo en cuenta factores como la viabilidad de su gestión, conservación, documenta-
ción y difusión.
–– A pesar de las novedades introducidas en la reforma fiscal de 2014 para favorecer el pa-
trocinio y la donación de bienes culturales, España sigue necesitando incentivos que favo-
rezcan el coleccionismo fotográfico y las donaciones para ponerse al nivel de los países
más proactivos en este ámbito.
Contexto internacional
La protección del derecho de autor en el plano internacional nació a mediados del siglo xix bajo
la forma de tratados bilaterales que:
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Los países que han ratificado o se han adherido al Convenio forman una unión para la
protección de los derechos de los autores sobre sus obras literarias y artísticas, denomina-
da Unión de Berna.
–– Objeto (Preámbulo): “Proteger del modo más eficaz y uniforme posible los derechos de
los autores sobre sus obras literarias y artísticas”.
Las obras creadas en uno de los Estados miembros se benefician en todo otro Estado miem-
bro de la misma protección que este último acuerde a las obras de sus ciudadanos. El trato
nacional no está subordinado a formalidad alguna; la protección se acuerda automáticamente.
El goce y ejercicio de los derechos conferidos son independientes de la existencia de una
protección en el país de origen de la obra.
Obras fotográficas: Artículo 2. 1: “Los términos ‘obras literarias y artísticas’ comprende... las obras
fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía”.
Por lo tanto, el fotógrafo y su obra son equiparables a los demás creadores, tanto a lo que se re-
fiere al reconocimiento de su derecho de autor, en su doble vertiente moral y patrimonial como
al régimen de explotación de su obra por parte de terceros.
86
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Universalidad del Convenio de Berna ya que países de todos los continentes son parte del
tratado. Conformación de la Unión para la protección de autores de obras literarias y artísticas.
Protección, condicionada al cumplimiento de la legislación del país donde se vaya a presentar
la obra. Se considera país de origen de una de obra el lugar donde se publique por primera
vez y, en caso de una obra inédita, el país de nacimiento del autor. Se gozará del convenio
sin distinción de nacionalidad. Todos los estados miembros de la UE son parte contratante
del Convenio de Berna.
También es obligado citar el Acuerdo de 1994 sobre los aspectos de los derechos de propiedad
intelectual relacionados con el comercio (Agreement on trade-related aspects of intellectual pro-
perty rights), administrado por la Organización Mundial de Comercio.
La Unión Europea forma parte de este acuerdo y España aparece también como parte contratan-
te. Introduce la normativa sobre propiedad intelectual en el sistema internacional de comercio.
Contexto europeo
El Artículo 167 del Título XIII, dedicado genéricamente a la cultura, pone de relieve el patrimo-
nio cultural común, pero teniendo en cuenta otras disposiciones del tratado a fin de respetar y
fomentar la diversidad de culturas.
En realidad el Artículo 167 establece los límites de acción de la UE en el ámbito cultural y ejerce una
función de salvaguarda para contener las posibles acciones comunitarias en dicho sector.
87
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Pero la Comisión Europea ha hecho ver que las cuestiones que plantea la sociedad de la in-
formación no son abstractas sino de tipo técnico-jurídico (la principal desventaja de Europa
reside en la fragmentación de sus diferentes mercados y en la ausencia de grandes enlaces
interoperables) y de tipo económico-político. Desde la óptica del derecho comunitario euro-
peo es urgente la implantación de un nuevo sistema de normas sobre los derechos de pro-
piedad intelectual. Es decir, la consecución de un proyecto normativo de carácter global que
permita crear un gran mercado cultural comunitario e imbricar dicho mercado en el mapa
del comercio mundial.
Hay dos líneas de actuación que se desarrollan de forma paralela en el seno de la UE:
88
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Esta propuesta representa solo una solución de compromiso respecto a unos derechos
cuya competencia a nivel legislativo estará compartida por la CE y los ordenamientos
estatales. Sin embargo, el principio de territorialidad vendrá siempre acotado por las con-
diciones de la excepción a la libre circulación y al principio de unidad de mercado.
Directivas europeas
–– Directiva del Consejo N.º 93/98/CEE de 29 de octubre de 1993, sobre Armonización del
plazo de protección del derecho de autor y de determinados derechos afines.
Artículo 1. Duración de los derechos de autor. Las fotografías que sean creaciones intelectua-
les propias del autor, protegidas durante la vida del autor y 70 años después de su muerte.
Artículo 6. Protección de fotografía: “Las fotografías que constituyan originales en el sentido
de que sean creaciones intelectuales propias del autor serán protegidas con arreglo al artículo
1. No se aplicará ningún otro criterio para determinar su derecho a la protección. Los Estados
Miembros podrán establecer la protección de las demás fotografías”.
Considerando 16: “La protección de las fotografías en los Estados Miembros es objeto de di-
versos regímenes. Una obra fotográfica con arreglo al Convenio de Berna debe considerarse
original si constituye una creación intelectual del autor que refleja su personalidad, sin que se
tome en consideración ningún otro criterio tal como mérito o finalidad. La protección de las
demás fotografías debe dejarse a la legislación nacional.
Artículo 7. Protección frente a terceros países:
Como se puede observar se incluye el concepto de mera fotografía, cuya regulación se deja a
la legislación de los diferentes Estados Miembros. Las fotografías originales, entendidas como
creaciones intelectuales propias del autor, son protegidas con arreglo al Artículo 1. El con-
cepto de “originalidad”, surge como concepto clave para determinar si una obra fotográfica es
una creación intelectual o una mera fotografía. Para delimitar este aspecto no se puede aplicar
ningún otro criterio, tampoco el de mérito o finalidad.
89
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
El “derecho de participación”, recogido en la Directiva, afecta a las fotografías como obras ar-
tísticas “siempre que éstas constituyan creaciones ejecutadas por el propio artista o se trate de
ejemplares considerados como obras de arte originales”.
–– Directiva 2004/48/EC del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, rela-
tiva al respeto de los derechos de propiedad intelectual.
Su objeto es que el Derecho sustantivo de propiedad intelectual, que forma parte del acervo
comunitario, se aplique de manera efectiva en la UE, ya que la tutela de los derechos de pro-
piedad intelectual tiene una importancia capital para el éxito del mercado interior y es nece-
sario normalizar las disparidades existentes entre los regímenes de los Estados miembros. La
Directiva se aplica a todas las infracciones de los derechos de propiedad intelectual tal y como
están previstos en el derecho comunitario o en el derecho nacional de los Estados miembros
y promueve el intercambio de información entre los mismos. En cuanto a la presunción de
derecho de autor (Art. 5), se aplica el Artículo 15 del Convenio de Berna, por el que el autor
de una obra literaria o artística se considera tal cuando su nombre aparece estampado en la
misma. La Directiva se entiende sin perjuicio de las disposiciones particulares establecidas
sobre excepciones y limitaciones en el ámbito de los derechos de autor determinados en ins-
trumentos comunitarios y especialmente en la Directiva 2001/29/CE ya citada (concretamente
en sus arts. 2 a 6 y 8). Entre las personas legitimadas para solicitar la aplicación de medidas,
procedimientos y recursos están los titulares de los derechos, los organismos de gestión de
derechos colectivos de propiedad intelectual y los organismos profesionales de defensa.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Directiva 2013/37/UE, de 26 de junio de 2013, del Parlamento Europeo y del Consejo, por
la que se modifica la Directiva 2003/98/CE relativa a la reutilización de la información del
sector público.
Uno de los cambios fundamentales de esta Directiva es que amplía el ámbito de aplicación
de la reutilización a los documentos respecto de los que las bibliotecas, incluidas las univer-
sitarias, los museos y los archivos posean derechos de propiedad intelectual y según unas
condiciones particulares que quedan recogidas en los capítulos III y IV.
No obstante quedan excluidos expresamente del ámbito de aplicación, los documentos sobre
los que existan derechos de propiedad intelectual por parte de terceros (Art. 1. 2 b).
Aunque la exclusión es clara en la Directiva, tiene una evidente repercusión en la actividad
de archivos, museos y bibliotecas, incluidas las universitarias, como veremos al analizar la
normativa nacional.
93
https://oami.europa.eu/orphanworks
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Altamira. Toma de imágenes, 2014. Foto: José Vicente Navarro, Archivo IPCE
–– The contribution of copyright and related rights to the European economy based on data
from the year 2000. Final report, 20 October 2003. Estudio sobre el impacto económico e
importancia de los derechos de autor y derechos afines en el mercado de la UE.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– La segunda parte del libro se refiere a problemas específicos relacionados con las excep-
ciones y limitaciones que afectan especialmente a la difusión de conocimientos, y plantea
la conveniencia de que estas excepciones evolucionen en la era de la difusión digital.
–– El Libro verde trata de abordar todas estas cuestiones de manera equilibrada, teniendo en
cuenta los puntos de vista de los editores, las bibliotecas, los centros educativos, los mu-
seos, los archivos, los investigadores, las personas con minusvalías y el público en general.
–– Study on the application of Directive 2001/29/EC on copyright and related rights in the
information society (the “InfoSoc Directive”), 16-12-2013.
–– “Assessing the economic impacts of adapting certain limitations and exceptions to copyright
and related rights in the EU”, 01-10-2013.
–– Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the Eu-
ropean Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. A single
market for intellectual property rights boosting creativity and innovation to provide eco-
nomic growth, high quality jobs and first class products and services in Europe. Bruselas,
24-5-2011. COM (2011) 287 final.
–– Communication from the Commission. On content in the Digital Single Market. Bruselas,
18-12-2012. COM(2012) 789 final.
93
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Señalar por su actualidad, el White Paper on EU copyright “A copyright policy for crea-
tivity and innovation in the EU”, publicado en junio de 2014. En este borrador se tratan
asuntos relacionados con el uso de materiales sujetos a derechos de autor y en el domi-
nio público por parte de instituciones públicas de carácter cultural.
Las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, suponen también una orientación
importante en la interpretación uniforme que la UE realiza de la normativa, dada su amplitud y
complejidad no es objeto de análisis de este documento.
European Visual Artists (EVA), fundada en 1997, representa los intereses de los organismos de
gestión de derechos colectivos de autores de obras de arte. Hay inscritas 25 entidades de ges-
tión europeas. Gestionan los derechos de autor de cerca de 100 000 creadores en los ámbitos
de las bellas artes, la ilustración, la fotografía, el diseño, la arquitectura y otras artes visuales. Las
entidades de gestión colectivas juegan un importante papel para mantener la diversidad cultural
en Europa. Entre sus objetivos se encuentra el proporcionar a los artistas europeos un adecua-
do reconocimiento moral y financiero. EVA es además entidad observadora en OMPI/WIPO
y coopera con este organismo internacional en la tarea de proteger los derechos de autor. La
española VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos) es miembro activo de EVA.
Contexto nacional
Como hemos visto, independientemente del pertinente y necesario desarrollo normativo su-
pranacional, es imprescindible una legislación nacional apropiada sobre el derecho de autor
para que las obras puedan ser protegidas y difundidas. La protección del derecho de autor en
el marco de la legislación nacional es el primer requisito a observar para crear las condiciones
que permitan a los autores nacionales obtener un beneficio de la utilización de sus obras y
poder seguir por tanto creando. La protección de los derechos patrimoniales y morales de los
autores es un estímulo imprescindible para la creación.
El artículo 1 del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual (Real Decreto Legislativo
1/1996) –de aquí en adelante TRLPI– señala que “la propiedad intelectual de una obra literaria,
artística o científica corresponde al autor solo por el hecho de su creación”94.
El autor –persona natural que crea una obra literaria, artística o científica– tiene, por el simple he-
cho de crear, una serie de derechos tanto de carácter moral como patrimonial sobre la obra creada.
Los derechos morales (TRLPI, Art. 14) están directamente relacionados con la obra y con su
creador; son derechos inalienables e irrenunciables, de manera que el autor nunca puede des-
94
Recientemente ha sido publicado en el B.O.E la Ley 21/2014, de 4 de noviembre, por la que se modifica el Texto Refundido
de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, y la Ley 1/2000, de 7 de
enero, de Enjuiciamiento Civil. Su entrada en vigor en enero de 2015.
94
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
prenderse de ellos. Se reconoce el derecho moral del autor cualquiera que sea su nacionalidad
(TRLPI, Art. 163.5). Cuando una obra pasa a dominio público, siempre deberán respetarse los
derechos morales de autoría e integridad de la obra, en los términos previstos en los apartados
3.ª y 4.º del Artículo 14. No se debe olvidar que el título de una obra, cuando sea original,
quedará protegido como parte de ella (TRLPI, Art. 10.2).
Además de los derechos morales, el autor tiene “el ejercicio exclusivo de los derechos de ex-
plotación de su obra en cualquier forma y, en especial, los derechos de reproducción, distribu-
ción, comunicación pública y transformación, que no podrán ser realizadas sin su autorización
[…]” (Art. 17). Sin embargo, son derechos independientes entre sí y transmisibles, de manera
que el autor puede negociar su explotación con terceros (es por ejemplo el caso de aquellos
autores cuyos derechos de explotación están gestionados por entidades de gestión).
En este contexto, los derechos de explotación de las obras fotográficas pueden estar gestio-
nados por:
1. Entidades de gestión: organismos sin ánimo de lucro que tienen por objeto “la gestión de
derechos de explotación u otros de carácter patrimonial, por cuenta y en interés de varios
autores u otros titulares de derechos de propiedad intelectual”. Hasta la fecha, el Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte ha autorizado ocho entidades de gestión. Para el tema que
nos ocupa (obra fotográfica) la entidad gestora es VEGAP, que representa mayoritariamente
a los titulares de derechos sobre obras fotográficas.
2. El propio autor (si está vivo), sus herederos (transmisión mortis causa) o por otros (trans-
misión inter vivos).
Según el TRLPI, los titulares de derechos facilitarán toda la información posible para una correcta
gestión de los mismos, de modo que se identifiquen la obra, el autor o cualquier otro derechoha-
biente, así como las condiciones de utilización de la obra protegida (Art. 162).
95
La Ley 21/2014 en su artículo 12 recoge: Se modifica el apartado 1 del artículo 153, con la siguiente redacción, su-
primiéndose el apartado 2 de dicho artículo: «La gestión de los derechos será encomendada por sus titulares a la
entidad de gestión mediante contrato cuya duración no podrá ser superior a tres años renovables por períodos de
un año, ni podrá imponer como obligatoria la gestión de todas las modalidades de explotación ni la de la totalidad
de la obra o producción futura. Ello sin perjuicio de los derechos contemplados en la presente ley cuya gestión deba
ejercerse exclusivamente a través de las entidades de gestión».
95
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Entre las medidas adoptadas se recoge detalladamente el catálogo de obligaciones de las enti-
dades de gestión, con especial atención a la rendición de cuentas para con las Administraciones
Públicas, y se establece un cuadro de sanciones e infracciones, exigiendo responsabilidades
administrativas a estas entidades por el incumplimiento de sus obligaciones legales. Se plantea,
además, una adecuación al marco constitucional de la distribución de competencias entre la
Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas.
Según la disposición transitoria cuarta del TRLPI, los derechos de explotación sobre las fotogra-
fías realizadas por los autores fallecidos antes del 7 de diciembre de 1987, tendrán la duración
prevista en la Ley de 10 de enero de 1879 (Art. 6), es decir, ochenta años a favor de sus herede-
ros o causahabientes, a contar desde la muerte del autor96.
Estos derechos, y con la misma duración, son de aplicación también a los autores extranjeros de
Estados que hayan suscrito o se hayan adherido al Convenio de Berna, y también a los países
miembros de la Unión Europea siempre que ejerciten dichos derechos ante la jurisdicción española.
En el caso de las fotografías realizadas antes de la Ley de Propiedad Intelectual de 1987 por autores
vivos después del 7 de diciembre de 1987, el criterio para determinar la duración de los derechos
sobre las obras en estos supuestos transitorios es la fecha de fallecimiento del autor, no la de
creación de la obra como se desprende de las disposiciones transitorias de la LPI. Por ello, a las
fotografías realizadas antes de 1987 cuyos autores hayan fallecido con posterioridad a 1987 se les
aplica el artículo 26 del TRLPI, que fija un plazo de protección de 70 años post mortem auctoris.
La Disposición Transitoria Primera de los nuevos textos legales fija la irretroactividad de la norma
cuando ésta pueda ser perjudicial para los derechos de los autores adquiridos con anterioridad.
–– No se les aplica la distinción entre fotografías y meras fotografías. Esto no significa que
bajo la legislación anterior quede protegido cualquier tipo de fotografía. La Ley de 1879
sólo protege las fotografías originales, es decir, las obras fotográficas, o dicho de otro
modo, antes de 1987 no se protegen las meras fotografías.
El periodo de vigencia de los derechos de explotación sobre las fotografías realizadas a partir de
la entrada en vigor de la LPI/1987, actual LPI 1/1996, difiere en atención a la clasificación de la
fotografía en obra fotográfica (art 10.1 h) o en mera fotografía (Art. 128).
96
No se exigen formalidades adicionales a la creación del autor, como puede ser la inscripción de la obra en el Registro de
Propiedad Intelectual.
96
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Santa María del Naranco, Asturias, 1917. Foto: Otto Catedral de Santiago de Compostela, 1930. Foto: Otto
Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
La Ley instaura así una protección dual para la fotografía, en consonancia con la Directiva
1993/98/CEE sobre armonización del plazo de protección del Derecho de autor y determinados
afines, y se mantiene en la Directiva 2006/116/CE.
Por su parte, los derechos de explotación reconocidos a una mera fotografía, es decir, a una foto-
grafía considerada no original, tienen un periodo de duración menor: 25 años computados desde
el 1 de enero del año siguiente a la fecha de realización de la fotografía o reproducción.
Según el Artículo 129 del TRLPI y el correspondiente artículo 4 de la Directiva 93/98 (Luego Di-
rectiva 2006/116), si las fotografías son inéditas y son comunicadas lícitamente al público o son
publicadas por primera vez, la persona responsable de esta publicación o comunicación pública
puede gozar de una protección equivalente a la de los derechos patrimoniales de autor, con un
periodo de vigencia de 25 años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la publi-
cación o comunicación pública. En todo caso, el TRLPI se refiere en este supuesto a “obras”, es
97
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
La LPI reconoce al realizador de una “mera fotografía” una posición jurídica de mayor debilidad
que al autor de la obra fotográfica. No se le atribuye ningún derecho moral y no protege todos
los derechos patrimoniales98.
El elemento clave para esta clasificación reside en el concepto de “originalidad” de la fotografía reali-
zada, por lo que debería ser fundamental establecer criterios claros tanto para los autores como para
los custodios y los posibles usuarios de fotografías en el contexto de la sociedad de la información.
Teniendo en cuenta las dificultades de aplicación de este criterio, en muchos casos es el Tribunal
de Justicia de la Unión Europea el que debe pronunciarse. El TJUE aplica de manera sistemática
el conocido como “Test de la libre elección” (libertad en la forma de expresar ideas y libertad en
las decisiones del autor) como criterio estándar de verificación. Se trata de aplicar a las fotografías
el concepto comunitario de originalidad, a fin de cumplir con los objetivos perseguidos por el
derecho comunitario de armonización de los derechos de autor e impedir posibles distorsiones
de la competencia en el mercado interior.
En este sentido, resulta interesante citar la Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Tercera) de
1 de diciembre de 2011 en el Asunto C-145/10, Painer. La sentencia viene a establecer ciertos
criterios para diferenciar la fotografía como creación artística protegida como obra intelectual,
de lo que se consideran meras fotografías. Los considerandos que pueden reproducirse son los
siguientes:
97
En lo que se refiere a las obras que se encuentran en dominio público, la Comisión Europea promueve que la digitalización
de estas obras no genere nuevos derechos. En este sentido se expresa la recomendación de 27 de noviembre de 2011
sobre digitalización.
98
No se le reconoce el derecho del Artículo 21, ni el afamado droit de suite del Artículo 24 ni tampoco remuneración com-
pensatoria del Artículo 25.
98
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
“87. Por lo que se refiere, en primer lugar, a la cuestión de si las fotografías realistas, es-
pecialmente los retratos fotográficos, gozan de la protección de los derechos de autor en
virtud del artículo 6 de la Directiva 93/98, es preciso señalar que el Tribunal de Justicia ya
ha declarado, en la sentencia de 16 de julio de 2009, Infopaq International (C‑5/08, Rec.
p. I‑6569, apartado 35), que los derechos de autor sólo se aplican a la obra, como una
fotografía, que es original en el sentido de creación intelectual atribuida a su autor.
88. Tal como resulta del considerando 17 de la Directiva 93/98, una creación intelectual
se atribuye a su autor cuando refleja su personalidad.
89. Pues bien, así sucede cuando el autor ha podido expresar su capacidad creativa al
realizar la obra tomando decisiones libres y creativas (véase, a contrario, la sentencia de
4 de octubre de 2011, Football Association Premier League y otros, C‑403/08 y C‑429/08,
Rec. p. I‑0000, apartado 98).
90. Respecto de un retrato fotográfico, debe señalarse que el autor podrá tomar sus deci-
siones libres y creativas de diversas maneras y en diferentes momentos durante su reali-
zación.
92. Mediante estas diversas opciones, el autor de un retrato fotográfico podrá dejar su
«impronta personal» en la obra creada.
93. Por consiguiente, respecto de un retrato fotográfico, el margen del autor para poner en
práctica su capacidad creativa no es necesariamente escaso o incluso inexistente.
94. En vista de lo expuesto anteriormente, debe considerarse por tanto que un retrato foto-
gráfico puede ser protegido por derechos de autor, en virtud del artículo 6 de la Directiva
93/98, siempre que sea una creación intelectual del autor que refleje su personalidad y que
se manifieste por las decisiones libres y creativas del mismo al realizarlo, lo cual corres-
ponde comprobar al órgano jurisdiccional nacional en cada caso concreto”
Como se ha mencionado, es a partir de la Ley 22/1987 cuando se introduce por primera vez
la distinción entre obras fotográficas y meras fotografías, con importantes repercusiones en el
periodo y alcance de la protección reconocida. La normativa comunitaria también hace esta dis-
tinción pero deja al ámbito nacional la regulación de las fotografías no consideradas “originales”.
La LPI/1987 estipula en su Artículo 10. 1 h) que “son objeto de propiedad intelectual todas las
creaciones originales literarias, artísticas o científicas expresadas por cualquier medio o soporte,
tangible o intangible, actualmente conocido o que se invente en el futuro, comprendiéndose en-
tre ellas: h) las obras fotográficas y las expresadas por procedimiento analógico a la fotografía”.
La protección concedida a las obras fotográficas es inequívoca, si bien está sujeta a que se trate
de “creaciones originales”, noción que se configura como concepto jurídico indeterminado cuya
99
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
zona de incertidumbre es difícil de delimitar y que deberá por tanto estudiarse caso por caso.
Por otra parte, y según lo dispuesto en el Artículo 128 de la LPI/1987, las fotografías que no
reúnan el carácter de originales serán consideradas meras fotografías. Sin embargo, la Ley no
aporta criterio alguno que permita esclarecer el contenido de originalidad para la categoría de
obra en general y para las obras fotográficas en particular. El texto refundido de la LPI 1/1996
mantiene invariable este artículo y no añade la aclaración aportada por el derecho comunitario
al término de originalidad como “creación propia de su autor”, aunque sí se hace esta preci-
sión en normas posteriores para programas de ordenador y bases de datos99.
Es por tanto deseable solucionar la disfunción existente entre el criterio de originalidad con-
templado en la normativa y jurisprudencia comunitaria y el considerado en la jurisprudencia
nacional, ya que una mera fotografía tiene plazos más reducidos para pasar definitivamente al
dominio público y, como hemos visto, una protección menor.
–– En cuanto al contenido del derecho de participación: Artículo 1 “Los autores de obras de arte
gráficas o plásticas, tales como los cuadros, collages, pinturas, dibujos, grabados, estampas,
litografías, esculturas, tapices, cerámicas, objetos de cristal, fotografías y piezas de videoar-
te, tendrán derecho a percibir del vendedor una participación en el precio de toda reventa
que de las mismas se realice tras la primera cesión realizada por el autor”.
99
Relevante la Sentencia del Tribunal Supremo de la Sala Primera de 5 de abril de 2011. Pronunciamientos a considerar:
“Este Tribunal considera correcta la doctrina aplicada por la resolución recurrida, de modo que, bien la falta de origi-
nalidad, o bien la de creatividad, privan a la fotografía de la condición de obra fotográfica (Art. 10.1.h LPI), y consecuen-
temente de los derechos de autor, y la degradan a la condición de mera fotografía con la protección de propiedad
intelectual limitada del Artículo 128 LPI... El criterio expuesto es conforme a la noción de ‘creación original’ del Artículo
10.1 de la LPI, que cabe entender como ‘originalidad creativa’, cuya interpretación, que resulta reforzada por la refe-
rencia de la Disposición adicional décima de la Ley de Protección Jurídica del Diseño Industrial, Ley 20/2003, de 7 de
julio, ‘a grado de creatividad y de originalidad necesario’ para ser protegido como obra artística, es la posición común
de la doctrina, y, además, es especialmente relevante en materia fotográfica para distinguir las creaciones artísticas
–obras fotográficas– de las meras fotografías... La creatividad supone la aportación de un esfuerzo intelectual –talento,
inteligencia, ingenio, invectiva, o personalidad que convierte a la fotografía en una creación artística o intelectual–. La
singularidad no radica en el objeto fotográfico, ni siquiera en la mera corrección técnica, sino en la fotografía misma, en
su dimensión creativa”. La distinción entre una obra fotográfica y una mera fotografía deberá realizarse basándose en
el requisito de originalidad que exige el Libro I del TRLPI. Dependerá, pues, de que el autor incorpore o no a la obra “el
producto de su inteligencia, un hacer de carácter personalísimo que trasciende de la mera reproducción de la imagen”,
tal como dice la Sentencia del Tribunal Supremo de 29 de marzo de 1996.
100
También se derogan los arts. 1 a), 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 del Real Decreto 1434/1992, de 27 de noviembre, de desarrollo de los
artículos 24, 25 y 140 de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual.
100
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– En cuanto a los sujetos de este derecho: Artículo 2 “El derecho de participación se reco-
noce al autor de la obra y a sus derechohabientes tras la muerte o declaración de falleci-
miento”.
Biblioteca del Monasterio de El Escorial (Madrid), 1925. Torre Nueva, o Torre inclinada de Zaragoza, hacia el año
Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich 1875, que fue derribada en los años 1892-1893, por el
Ayuntamiento de Zaragoza. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE,
Archivo Ruiz Vernacci
101
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Estimamos por tanto que, tras la entrada en vigor de esta Ley, es el autor el que debe docu-
mentar que su obra fotográfica es una obra de arte original, aunque el criterio de originalidad
será siempre un criterio cualitativo difícil de ponderar, especialmente para las fotografías que se
custodian en la actualidad en archivos, bibliotecas y museos.
Como hemos visto anteriormente la UE, a través de la Directiva 2012/28/UE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, sobre ciertos usos autorizados de obras
huérfanas, ha visto necesario establecer un sistema europeo de reconocimiento mutuo de obras
huérfanas, consideradas así aquellas que, estando sujetas a derechos de autor, se desconoce el
titular(es) de los derechos después de haber llevado a cabo una búsqueda diligente en un Estado
miembro, o bien se conoce al titular(es) pero no se logra localizarlo(s).
El artículo 37 bis, en sus apartados primero, segundo y tercero, define las Obras huérfanas, la
posibilidad de que existan varios titulares identificados o localizados y el deber de mención de
autor y autorización en el caso de que alguno de los titulares haya sido identificado:
102
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
2. Si existen varios titulares de derechos sobre una misma obra y no todos ellos han sido
identificados o, a pesar de haber sido identificados, no han sido localizados tras haber
efectuado una búsqueda diligente, la obra se podrá utilizar conforme a la presente ley, sin
perjuicio de los derechos de los titulares que hayan sido identificados y localizados y, en
su caso, de la necesidad de la correspondiente autorización.
3. Toda utilización de una obra huérfana requerirá la mención de los nombres de los autores
y titulares de derechos de propiedad intelectual identificados, sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 14.2.º.
4. Los centros educativos, museos, bibliotecas y hemerotecas accesibles al público, así como
los organismos públicos de radiodifusión, archivos, fonotecas y filmotecas podrán repro-
ducir, a efectos de digitalización, puesta a disposición del público, indexación, cataloga-
ción, conservación o restauración, y poner a disposición del público, en la forma estable-
cida en el artículo 20.2.i), las siguientes obras huérfanas, siempre que tales actos se lleven
a cabo sin ánimo de lucro y con el fin de alcanzar objetivos relacionados con su misión
de interés público, en particular la conservación y restauración de las obras que figuren
en su colección y la facilitación del acceso a la misma con fines culturales y educativos:
Los beneficiarios de este uso limitado de las obras huérfanas son, por lo tanto centros
educativos, museos, bibliotecas y hemerotecas, organismos públicos de radiodifusión, archivos,
fonotecas y filmotecas que para su puesta a disposición deberán realizar previamente la corres-
pondiente búsqueda diligente que se realizará de buena fe, mediante la consulta de, al menos,
las fuentes de información que reglamentariamente se determinen, sin perjuicio de la obligación
de consultar fuentes adicionales disponibles en otros países donde haya indicios de la existencia
de información pertinente sobre los titulares de derechos.
Por otra parte, en cualquier momento, los titulares de derechos de propiedad intelectual de una
obra podrán solicitar al órgano competente que reglamentariamente se determine el fin de su con-
dición de obra huérfana en lo que se refiere a sus derechos y percibir una compensación equitati-
va por la utilización llevada a cabo conforme a lo dispuesto en el Artículo 37 bis de la Ley 21/2014.
Señalar que nuestra normativa nacional no contempla de manera individualizada las obras huér-
fanas exentas, ni existe una regulación específica para las mismas, sino que les es de aplicación
bien el artículo 10 del TRLPI o bien el artículo 128 del mismo texto refundido, ya sean obras
103
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
104
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
cativos y de investigación. Tampoco queda definido si las obras huérfanas inéditas pueden ser
utilizadas y, en su caso, con qué fines, qué tipo de licencia se puede conceder para autorizar
el uso de una obra huérfana y cómo articular la compensación económica (mediante depósito
preventivo, contraprestación a la entidad de gestión o compensación en caso de que el titular
de los derechos sea identificado y localizado).
Sería deseable, tanto para los responsables de la custodia como para los usuarios e investiga-
dores de la fotografía, que se estableciera una regulación específica –a través de una directiva
comunitaria y una normativa nacional– para el uso de las obras huérfanas que se encuentran en
archivos, museos y otros centros culturales y que aparecen exentas o independientes, sin formar
parte de libros, periódicos, seminarios, revistas u otros formatos. La directiva actual no contem-
pla el uso de este tipo de obras y su trasposición a la legislación nacional tampoco.
Por otra parte, entendemos que al aplicar a las fotografías exentas un procedimiento similar al
recogido en la Directiva para las obras huérfanas insertas en libros, periódicos o revistas, se
podría avanzar en la identificación o localización de sus titulares y por tanto en el conocimiento
sobre las fechas en que esas obras pasarían a dominio público.
El TRLPI, en su Capítulo II del Título III, establece los límites a los derechos de propiedad inte-
lectual en nuestro ámbito nacional, si bien estos límites deben interpretarse sin causar un per-
juicio injustificado a los intereses legítimos del autor y sin detrimento de la explotación normal
de las obras a que se refieren.
Especialmente significativos para los centros culturales son los límites establecidos en el Artículo
37 referido a Reproducción, préstamo y consulta de obras mediante terminales especializados
en determinados establecimientos.
Los titulares de los derechos de autor no pueden oponerse a las reproducciones de las obras
realizadas por museos, bibliotecas, fonotecas, filmotecas, hemerotecas o archivos de titularidad
pública, o centros similares integrados en instituciones de carácter cultural o científico, siempre
que la reproducción se realice sin ánimo de lucro y con fines exclusivos de investigación o con-
servación.
105
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Asimismo, tanto las instituciones públicas mencionadas como las entidades de interés general y
carácter cultural, científico o educativo sin ánimo de lucro y las instituciones docentes integradas
en el sistema educativo español, no precisarán autorización de los titulares de derechos por los
préstamos que realicen.
Tampoco se necesita autorización del autor para la comunicación de obras o su puesta a dispo-
sición de personas concretas a efectos de investigación, cuando se realice mediante red cerrada
e interna a través de terminales especializados instalados a tal efecto.
Dentro de los límites que se establecen en el TRLPI, cabe también destacar el mencionado en su
Artículo 40 relativo a la tutela del derecho de acceso a la cultura que se contempla en el Artículo
44 de la Constitución, y lo dispuesto en el Artículo 32 del TRLPI sobre cita e ilustración de la
enseñanza, aunque tal utilización solo podrá realizarse cuando se trate de obras ya divulgadas
y los fines sean la docencia o la investigación, e indicando siempre la fuente y el nombre del
autor de la obra utilizada. Este límite o excepción ha sido ampliado en la reciente Ley 21/2014
ya que no se consideraba suficiente para cubrir las nuevas necesidades cotidianas del entorno
educativo, quedando muy por debajo de lo que permitía la Directiva 2001/29/CE.
Especial mención merecen los límites dispuestos en el Artículo 31 bis, relativo a la reproducción,
distribución y comunicación de obras ya divulgadas que se realicen en beneficio de personas con
discapacidad y siempre que los mismos se realicen sin fines lucrativos, y los contemplados en el
Artículo 33 sobre temas de actualidad difundidos por medios de comunicación social. Sin olvidar,
por supuesto, el límite de copia privada contemplado en el Artículo 31 del TRLPI.
En el seno de los debates de la UE, los archivos, museos, bibliotecas y universidades se muestran
favorables a fomentar en la legislación comunitaria un sistema de excepciones de interés público
que facilite el acceso a las obras y a la cultura.
Por lo tanto, existen unos límites y excepciones de acuerdo con criterios de interés público,
ausencia de fines lucrativos, facilidad para el acceso a los contenidos de archivos, museos y
bibliotecas y para las labores que éstos desarrollan en fomento de la cultura (preservación del
patrimonio, archivo, digitalización masiva, e-lending, etc.), ayuda a la enseñanza y la investiga-
ción, atención a personas con discapacidad y a medios de comunicación, etc., que se pueden
ir consolidando en el derecho comunitario con el consiguiente reflejo o transposición en las
normativas de los distintos Estados miembros.
Este aspecto tiene una incidencia clara en los custodios de los recursos y en la gestión y docu-
mentación de los derechos de autor, ya que supone por parte de los archivos, museos y biblio-
tecas, incluidas las universitarias, asumir un gasto adicional de recursos humanos y técnicos para
106
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
poder identificar correctamente qué documentos están afectados por este supuesto. Y todo ello
en un contexto en el que los fondos y colecciones custodiados en los archivos, bibliotecas y
museos ofrecen complejas peculiaridades.
No obstante, a nivel europeo, las instituciones culturales, y entre ellos los archivos, han señalado
su preocupación por la dificultad de determinar, en relación con los documentos que custodian
y que aún se encuentran sujetos a derechos de propiedad intelectual, quién es el titular, con el
problema específico y añadido de las obras conocidas como huérfanas.
Puente de Vilches destruido por un descarrilamiento, 1874. Foto: J. Laurent, Fototeca IPCE, Archivo Ruiz Vernacci
107
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Derecho a la imagen
Una cuestión ad latere que puede resultar de interés es la relativa al derecho a la propia imagen
que se capta en una fotografía, dado que el derecho a la imagen es un derecho constitucional
(fundamental) y que prevalece por tanto sobre los derechos no fundamentales.
El derecho a la imagen está regulado por la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección
civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Tenemos
derecho a disponer de la imagen como parte de nuestra personalidad, de modo que de forma
genérica están prohibidas la captación, reproducción y publicación de la imagen (reconocible)
de una persona, salvo consentimiento expreso. Los consentimientos –de captación, reproduc-
ción y publicación– son revocables.
–– Cuando se trata de personas públicas (por profesión o cargo) en acto público o en lugar
abierto al público, como por ejemplo un político en un mitin o en la calle.
–– Cuando existe interés informativo, es decir, cuando se trata de información gráfica sobre
un hecho o evento en el que la imagen aparece como accesoria, siempre cumpliéndose
dos requisitos indispensables: que la información sea veraz (basado en el fundamento de
la diligencia) y que la información sea de interés público (afecta a la vida pública: social,
política, etc.).
En algunos casos concretos sería necesario tener en cuenta también la Ley Orgánica 1/1996,
de 15 de enero, de protección jurídica del menor, de modificación parcial del código civil y
de la ley de enjuiciamiento civil, ya que en su artículo cuarto se ocupa de la protección de la
imagen de los menores: “se considera intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la inti-
midad personal y familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización de su imagen
o su nombre en los medios de comunicación que pueda implicar menoscabo de su honra o
reputación, o que sea contraria a sus intereses incluso si consta el consentimiento del menor
o de sus representantes legales”.
El derecho a la propia imagen de la persona fotografiada debe ser tenido en cuenta por el autor
de la fotografía, antes de la ejecución, durante la misma, y después. Sobre el mismo soporte, el
fotógrafo ostenta derechos de autor sobre la obra realizada pero el retratado o fotografiado os-
tenta los derechos de imagen sobre la fotografía. Además, la obra puede pertenecer a un tercero
como titular del corpus mechanicum.
101
http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52014XC0724%2801%29&from=EN
108
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Hay que tener en cuenta que la adquisición del soporte de una obra no equivale a la adquisición de
sus derechos de propiedad intelectual, que pueden ser explotados directamente por su autor o incluso
cedidos a terceros. Este hecho conlleva la necesidad de documentar quiénes son los titulares/gestores
de esos derechos de explotación para solicitarles el permiso que autorice a hacer uso (especialmente
de comunicación pública, reproducción, distribución y transformación) de las obras adquiridas.
La documentación de los derechos se refiere a diversos ámbitos y obliga a determinar los si-
guientes aspectos:
–– Cuáles son los usos permitidos de la obra y si éstos están sujetos al pago de una compen-
sación económica al titular de los derechos.
No obstante, el adquiriente de la propiedad del soporte o propietario del original, tiene derecho
a la exposición pública de la obra (Art. 56 de la TRLPI).
Una correcta documentación de los derechos de propiedad intelectual debe ocuparse tanto de
establecer las condiciones en las que la institución particular que posee una fotografía puede
comunicarla y reproducirla como la mención de los derechos morales de propiedad intelectual.
En España, la documentación que cada institución mantiene sobre los acuerdos y contratos con
los titulares sigue siendo muy desigual, dada la gran disparidad de criterios existentes. Por otra
parte, la mención de derechos se sigue haciendo de forma también incontrolada, incluso en
aquellos casos en los que existe una entidad de gestión que vela por la adecuada mención de
derechos, como es VEGAP.
Por otra parte, las estrictas limitaciones del copyright (“todos los derechos reservados”) motiva-
ron la aparición de movimientos internacionales que se han denominado copyleft: grupos de
licencias que permiten a cada autor controlar y comunicar qué derechos están reservados y cuá-
les son libres. En los últimos años, dada la disparidad de normativas nacionales, han sido varios
los intentos a nivel internacional de crear unas licencias que puedan comunicar al usuario las
condiciones de uso a las que está sometida una determinada imagen. Se trata de consensuar un
lenguaje común que permita identificar claramente los usos permitidos y las limitaciones de los
mismos, siendo el más conocido y extendido el de las licencias Creative Commons (CC).
–– Reconocimiento (Attribution) (BY): obliga a mencionar al autor. Forma parte de todas las
licencias Creative Commons.
109
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Compartir Igual (Share Alike) (SA): permite crear obras derivadas, que deberán quedar
bajo la misma licencia en la que está la obra originaria, o una licencia similar (en caso de
que la licencia se haya modificado o esté en otra jurisdicción).
–– No Comercial (Non-Commercial) (NC): no permite que la obra sea utilizada con fines comerciales.
–– Sin Obra Derivada (No Derivative Works) (ND), no permite modificar de forma alguna la obra.
Las seis licencias que existen tras la combinación de estas condiciones o limitaciones son (orde-
nadas de menos a más restrictivas):
–– Reconocimiento (CC BY): se trata de la licencia más amplia, permite a otros distribuir,
mezclar, ajustar y crear a partir de la obra sujeta a esta licencia, incluso con fines comer-
ciales, siempre que sea reconocida la autoría de la creación original.
–– Reconocimiento-No Comercial (CC BY-NC): esta licencia permite distribuir, remezclar, reto-
car, y crear a partir de la obra sujeta a licencia, pero con fines no comerciales. Se incluye la
exigencia de mencionar al autor, pero no la de aplicar licencias similares a la obra resultante.
A estas seis licencias se añade una licencia especial denominada “CC0”, que significa dejar en
dominio público la obra. Está recomendada por la UE como instrumento jurídico que permite
suspender los derechos de autor e industriales sobre la información del sector público.
110
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Por otra parte, desde la UE se ha tratado de dar respuesta a los cambios y transformacio-
nes que los derechos de autor y derechos afines han sufrido, ante el continuo avance de
la tecnología que afecta directamente a la forma de explotación de las obras, para ofrecer
seguridad jurídica a los titulares de derechos de autor en el entorno digital.
–– La Ley 21/2014, que ha entrado en vigor en enero de 2015, traspone recientes directivas
europeas e introduce modificaciones sobre el TRLPI con el fin de adaptarse a los cambios
sociales, económicos y tecnológicos que se han venido desarrollando en los últimos años
y proporcionar instrumentos eficaces que permitan la protección de los derechos legítimos
de propiedad intelectual y una oferta legal en el entorno digital.
–– Las entidades de gestión, y más concretamente la VEGAP, deben articular nuevos mecanismos
de transparencia y rendición de cuentas ante la Administración Pública, para una gestión eficaz
de los derechos de los autores y otros titulares de derechos de propiedad intelectual.
111
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
entre obra fotográfica y mera fotografía. También habría que fijar criterios consistentes
para el uso y explotación de las obras huérfanas, que han quedado fuera de la aplicación
de la Directiva 2012/28/UE.
–– Por otra parte, los autores deben implicarse activamente para documentar la originalidad
y el carácter de obra fotográfica de la fotografía que han creado.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
2. Aspectos metodológicos
2.1. Objetivos del Plan
1. Establecimiento de criterios, metodológicos y deontológicos, para la gestión, conservación
preventiva, preservación digital, descripción, uso y difusión de colecciones fotográficas.
2. Fomento de la investigación sobre los diversos aspectos de la gestión del patrimonio foto-
gráfico, apoyando el desarrollo de técnicas innovadoras y buenas prácticas.
Acondicionamiento
Conservar
Inventario
depósito
Documentación
Digitalización
Restauración
Sistematización
Cooperación
Educación
Investigación
Publicación / Acceso
Exposición
Reutilización
Difundir Sensibilización
113
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Casas sobre las hoces del Río Júcar en Cuenca, 1923. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
Gestión de colecciones
Una buena política de conservación del patrimonio debe incluir como criterio básico la com-
prensión y valoración de los originales. El conocimiento de los fondos nos orienta sobre el
alcance real del valor económico y cultural de los mismos, ayuda a priorizar las actuaciones a
seguir en función de la estabilidad de los originales, indica pautas de manipulación, proporciona
información para optimizar los sistemas de gestión documental y facilita la toma de decisiones
con respecto a protocolos de digitalización. Es decir, entender en profundidad las características
materiales e históricas de un determinado fondo es labor imprescindible para facilitar y agilizar
todas las acciones de preservación, uso y gestión del mismo.
114
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Asimismo, el correcto mantenimiento de las colecciones a largo plazo es también una cuestión
esencial y se deberán tomar las medidas necesarias para garantizarlo, teniendo en cuenta la sos-
tenibilidad en el tiempo. Con este propósito se recomienda la elaboración de un plan de con-
servación de colecciones, para cuya redacción se tendrá en cuenta a todos los estamentos de la
institución implicados en la conservación del patrimonio fotográfico en custodia. El plan de con-
servación establecerá los niveles y fases de las actuaciones y definirá los aspectos más relevantes a
tener en cuenta en el tratamiento de las colecciones de fotografía (condiciones medioambientales
y medidas de control, organización del espacio de almacenamiento y tipo de mobiliario, sistemas
de protección directa, etc.), así como los criterios para la accesibilidad y difusión de los fondos.
Tratamiento de originales
El tratamiento de los fondos fotográficos tendrá en cuenta las características materiales de cada
tipo de objeto a la hora de establecer los criterios de intervención sobre los mismos, así como
sus posibles usos culturales. Se cubren de este modo dos objetivos: por un lado cuidar la in-
tegridad de las fotografías y colecciones, y por otro facilitar los trabajos de difusión y acceso,
optimizando métodos y recursos.
De igual modo resulta esencial conjugar los intereses de la institución con las necesidades de los
materiales fotográficos en función de sus características. Así, las actuaciones para la conservación de
un determinado fondo fotográfico deben estar coordinadas en función de las políticas institucionales
y de la priorización de necesidades, a fin de facilitar su gestión económica y rentabilizar esfuerzos.
En el proceso de digitalización de fondos y colecciones, las entidades deben contar con directri-
ces eficaces que garanticen la perfecta conservación de los originales y den pautas claras sobre
los metadatos necesarios y los formatos de preservación. Además deben disponer de un espacio
de almacenamiento adecuado, con condiciones específicas para cada tipo de material.
En relación con el abundante material ya digitalizado de acuerdo a criterios dispares y con tec-
nología en muchos casos desactualizada u obsoleta, será necesario desarrollar planes de gestión
que permitan optimizar el uso de estas imágenes.
La aplicación de estos criterios permitirá la gestión eficaz de los objetos digitales, con vistas no
sólo a su conservación sino también a su uso y difusión.
115
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
116
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
chives Initiative-Dublin Core) como esquema básico. En esta línea es cada vez más importante
contar con repositorios OAI-PMH que faciliten el uso compartido de datos e incrementen la
visibilidad de las colecciones (véase el capítulo dedicado a Uso y difusión).
La difusión a gran escala del patrimonio fotográfico ha comenzado con la “era Internet”. Des-
de los años 90 del siglo pasado son numerosos los proyectos que se han ido desarrollando
para poner a disposición en la web este patrimonio, con especial énfasis en su digitalización
y difusión. Algunos de esos primeros esfuerzos quedaron obsoletos y, en la actualidad, los
constantes avances tecnológicos están obligando a rediseñar y poner al día herramientas y
catálogos que fueron pioneros en su momento.
A la hora de establecer criterios y recomendaciones es necesario por tanto diferenciar entre las
plataformas ya en funcionamiento, que exigirán un análisis individualizado para detectar sus
méritos y carencias, y los proyectos de nueva creación, que cuentan con la ventaja de disponer
de modelos de éxito en los que basar su estrategia.
Respecto a los segundos, en la evaluación de nuevos sistemas para la gestión y difusión de fon-
dos fotográficos se recomienda ajustarse a los siguientes criterios:
–– Priorizar el uso de herramientas de código abierto (open source), a fin de favorecer tanto el
intercambio y reutilización de la información como del propio sofware de descripción/gestión.
Se anima a los centros gestores de patrimonio fotográfico, tanto públicos como privados, a
promover el conocimiento de sus colecciones mediante iniciativas que combinen estrategias
educativas y de difusión:
–– Actividades dirigidas (visitas, talleres), orientadas en función del público objetivo (profe-
sionales, grupos de interés, niños, etc.).
117
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Se recomienda asimismo que, tanto desde las administraciones públicas como desde el sector
privado, se fomente la reutilización de los contenidos culturales, incluido el patrimonio fotográ-
fico, en apoyo de las Industrias Creativas y Culturales y con respeto al marco jurídico existente.
Las fotografías históricas son muy apreciadas por los ciudadanos, que deben tener acceso al
patrimonio fotográfico en las mejores condiciones posibles. Su interés queda demostrado con
las respuestas ciudadanas a las iniciativas modelo “Memoria Digital”. Se recomienda reservar
recursos para la puesta a disposición pública de las colecciones aún inéditas y mejorar las con-
diciones de acceso y uso a estos fondos, limitando al máximo las restricciones en el caso de
materiales de dominio público.
Retrato de dos personas, una de ellas fotógrafo, junto al Dolmen de corredor de Portillo de las Cortes, en Aguilar de Anguita
(Guadalajara), hacia 1912. Foto: Juan Cabré, Fototeca IPCE, Archivo Cabré
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
2.2.4. Formación
A nivel general, la formación en fotografía debería servir al desarrollo de una progresiva con-
ciencia social sobre el valor del patrimonio fotográfico y su importancia como testimonio histó-
rico-artístico y seña de identidad de pueblos e individuos.
Las actividades formativas deben dirigirse a todos los niveles de la enseñanza, reglada y no reglada,
planteando programas adaptados a los diversos públicos y necesidades. Además de las evidentes di-
ferencias entre los contenidos a introducir en cada nivel educativo (enseñanza primaria, secundaria y
universitaria), no será lo mismo la formación diseñada para aficionados a la fotografía que la dirigida
a profesionales de la fotografía industrial, publicitaria o de moda, la fotografía plástica, la conservación
en fotografía o los complementos formativos para el personal de archivos y colecciones.
La reflexión sobre las redes sociales, la búsqueda de fuentes veraces, el respeto a los derechos
de autor y la obligación de citar la autoría en cada imagen, son otros temas sobre los que con-
vendría hacer hincapié en la educación secundaria. Sin olvidarnos de difundir el uso de inicia-
tivas como el copyleft, que introduzcan al alumnado en la ética global de compartir. En este
sentido, es importante la concienciación del profesorado respecto al cambio experimentado con
la revolución de las imágenes tecnológicas en el campo de las artes y las ciencias.
Por su parte, la enseñanza de la fotografía en el ámbito universitario debe evolucionar hacia una
formación más extensa que contemple los diferentes agentes implicados en la creación, adquisi-
ción, conservación, descripción, uso y difusión de fondos fotográficos, incluyendo cuestiones de
propiedad intelectual y análisis de herramientas para la gestión de colecciones digitales.
En cuanto a la formación sobre preservación del patrimonio fotográfico, habrá que potenciar
desde las escuelas de conservación el entendimiento sobre el medio fotográfico y sus necesida-
des específicas. Además se deberá promover, desde los niveles institucionales correspondientes,
el reconocimiento a la especialidad en Conservación de Patrimonio Fotográfico.
Por otra parte, la formación de profesionales en activo que tengan responsabilidades en materia
de patrimonio fotográfico deberá atender a criterios consensuados para lograr que las institu-
ciones dispongan de técnicos formados en la correcta interpretación de los trabajos a realizar
(acondicionamiento, catalogación, digitalización, restauración, etc.) ya sean éstos ejecutados por
personal propio o externo.
119
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Curso de fotografía en la Escuela de Patrimonio Histórico de Nájera, 2014. Foto: Rosa Chumillas. Fototeca IPCE
Se recomienda homogeneizar los criterios de evaluación de bienes, a fin de facilitar y mejorar las
tasaciones antes de proceder a la adquisición de patrimonio fotográfico, sea ésta por compra o por
donación (ver Anexo 5.10). Se deben tener en consideración los siguientes aspectos:
–– Vinculación a los objetivos e interés de la institución para la que se adquieren los fondos.
–– Importancia histórica del objeto fotográfico.
–– Información adicional que lleve consigo el fondo (documentación, objetos, etc.) y que
pueda contextualizar la colección.
–– Representatividad del fondo en la obra del autor.
–– Consistencia de la información.
–– Riesgo de destrucción o dispersión en caso de descartarse la adquisición.
–– Antigüedad.
–– Rareza.
–– Originalidad.
–– Valor simbólico.
–– Soporte.
–– Cesión de los derechos de autor.
–– Obligaciones contractuales.
–– Restricciones de uso y reproducción.
–– Viabilidad de la gestión (depósito, acondicionamiento, conservación, descripción, difusión, etc.).
–– Viabilidad económica de la compra, donación o depósito.
Se anima a apoyar la recuperación del patrimonio fotográfico español que se encuentre en el extranjero
y que resulte clave para completar las colecciones existentes, y se potencia su investigación.
Se respalda el fomento de la coordinación y cooperación del Estado con las Comunidades Autó-
nomas. En esta línea, se apoya el desarrollo de órganos colegiados o grupos de trabajo interdis-
ciplinares conforme a la normativa estatal o autonómica, con el fin de valorar, tasar y proceder
de acuerdo a la ley en la adquisición de fondos y colecciones fotográficas.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En general debe fomentarse la transparencia informativa por parte de las Administraciones Pú-
blicas en lo que respecta a las compras, donaciones y comodatos de patrimonio fotográfico.
–– Participar en los estudios europeos relativos a las excepciones y limitaciones de los de-
rechos de autor establecidas en la normativa comunitaria, y fomentar una tipificación y
aplicación armonizada en el contexto de la UE. Es necesario adecuar la normativa nacio-
nal a los avances normativos que pudieran producirse en este ámbito.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Impulsar buenas prácticas y criterios de transparencia para que los derechos de au-
tor gestionados por las entidades de gestión repercutan en los titulares de los mismos
(autores y derechohabientes de la obra fotográfica).
–– En su caso, y en aplicación del artículo 37 bis del TRLPI, será preciso llevar a cabo y do-
cumentar una búsqueda diligente con relación a ciertos usos de fotografías consideradas
como obras huérfanas e insertas en revistas, periódicos y otras publicaciones.
–– Conocer las fechas de entrada en dominio público de los fondos custodiados e informar-
se sobre la incidencia que las sucesivas leyes de ámbito nacional en materia de propie-
dad intelectual pueden haber tenido sobre esos plazos.
–– Adoptar criterios objetivos y conforme a la ley para identificar las obras fotográficas y
diferenciarlas de la “mera fotografía”.
–– Definir criterios claros por los que solo pueda ser autorizada la reutilización de docu-
mentos sujetos a derechos de propiedad intelectual si se dispone de la preceptiva cesión
de los derechos de explotación por parte de los titulares de los mismos.
–– Colaborar con las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual (VEGAP en el caso
de obras fotográficas) para la correcta aplicación de estos derechos en el ámbito de la institución.
–– Promover, siempre y especialmente, la protección de los derechos morales del autor cuan-
do se difundan o cedan a terceros colecciones y fondos fotográficos.
–– Respetar los derechos de propiedad intelectual de los titulares de las fotografías y pagar
los correspondientes derechos de explotación en caso de uso o reutilización.
–– Respetar los derechos morales de los fotógrafos, aun cuando sus obras hayan pasado a
dominio público.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Familiarizarse con la normativa sobre propiedad intelectual, a fin de reconocer los dere-
chos de los autores y poder hacer un uso adecuado de las obras de creación.
–– Proteger a obras y autores de cláusulas abusivas que vulneren los derechos de propiedad
intelectual.
Monasterio de Poblet (Tarragona), 1925. Foto: Otto Wunderlich, Fototeca IPCE, Archivo Wunderlich
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Establecer, en una plataforma accesible vía web– de nuevo cuño o a partir de alguna de las
iniciativas existentes, como el Censo-Guía de Archivos–, un mapa o censo actualizable que
recoja información sobre estos centros, incluyendo sus datos de localización y contacto y
un resumen de los servicios que prestan.
–– Diseñar una plantilla con los datos básicos relativos a los fondos custodiados por cada
institución (volumen, fechas, formatos, temáticas principales, estado de descripción, acce-
sibilidad, etc.), que permita una evaluación precisa del estado de la cuestión en nuestro
país y ayude a detectar carencias, priorizar actuaciones y definir estrategias de gestión.
Países de nuestro entorno cultural como México, Chile, Brasil o Portugal, cuentan con centros
nacionales o redes de centros especializados que pueden servir como ejemplo respecto a la
estructura y funcionamiento de iniciativas de cooperación (ver Anexo 5.6). En esta línea se
propone por tanto la creación de un Observatorio de Patrimonio Fotográfico que actúe como
organismo asesor en todos los ámbitos relacionados con la gestión, conservación y difusión de
la fotografía, partiendo de los criterios contemplados en este Plan Nacional.
Aparte de las labores de asesoramiento, el Observatorio se creará con dos misiones fundamen-
tales:
Para llevar a cabo su función este organismo deberá ser dotado de los necesarios recursos
técnicos, humanos y económicos.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Difundir protocolos de actuación para las exposiciones, que contemplen el estado previo
de conservación de los objetos fotográficos y definan las condiciones de conservación
preventiva más adecuadas para el montaje y embalaje de piezas, así como las medidas
medioambientales óptimas y los parámetros de seguimiento.
–– Apoyar iniciativas para garantizar la perdurabilidad de las obras de los fotógrafos contem-
poráneos.
–– Elaborar un procedimiento que recoja unas pautas mínimas comunes para la digitalización
de fondos fotográficos, a partir de las directrices establecidas tanto a nivel nacional como
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Insistir y favorecer la inclusión de metadatos de todos los niveles, tanto descriptivos como
administrativos (técnicos, de gestión de derechos y de preservación) para garantizar la
gestión eficaz de los objetos digitales y su interoperabilidad con plataformas externas.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
–– Identificar las funcionalidades que debe tener un sistema de información y difusión del
patrimonio fotográfico para responder a las necesidades de descripción, conservación, uso
y difusión de este patrimonio y facilitar la gestión de los derechos de explotación.
–– Promover la adaptación de las actuales plataformas y catálogos que dan acceso a fondos
fotográficos, de manera que puedan responder adecuadamente tanto a las nuevas nece-
sidades de interoperabilidad de datos como a las demandas de colaboración ciudadana
planteadas a partir del auge las redes sociales. En este sentido se recomienda apoyar el
desarrollo de APIs que faciliten el acceso a los objetos digitales y a sus metadatos y que
permitan la implementación de mecanismos colaborativos.
Apoyar la difusión de colecciones patrimoniales desconocidas o inéditas, tanto las que se en-
cuentran en manos de particulares como las gestionadas por administraciones públicas, priori-
zando las siguientes líneas de actuación:
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
En conjunto, las actividades de difusión deberían ir orientadas no sólo a la divulgación del patrimo-
nio fotográfico, sino también al desarrollo de una progresiva concienciación social sobre las tareas
que implica su conservación y protección: la diversidad de trabajos a realizar (acondicionamien-
to, descripción, digitalización, tratamiento de datos, investigación sobre autoría y derechos, etc.),
la forma en que se llevan a cabo y los recursos que consumen.
–– Ampliar la oferta de imágenes con licencia CC-BY o CC-BY-SA, como estrategia para incre-
mentar el impacto y difusión de los fondos en dominio público y dinamizar la creación de
obras derivadas de distinta naturaleza.
3.5. Formación
–– Promover el diseño e implantación de programas colaborativos institucionales, de carácter pú-
blico/privado, que impulsen la formación de profesionales en activo en una doble dirección:
129
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
• Apoyar la creación de grados universitarios en fotografía que ofrezcan una formación válida
tanto para el ámbito de la creación como para los profesionales de la fotografía aplicada.
–– Apoyar la reforma de la Ley de Mecenazgo en España para promover las deducciones fis-
cales que favorezcan la existencia de un mayor número de donaciones de utilidad pública.
–– Promover la autonomía de gestión de las instituciones para que las aportaciones puedan
destinarse a proyectos concretos de adquisición.
Cooperación
Normalización
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Transparencia
–– Revisar los contratos de comodato por los que se depositan fondos y colecciones foto-
gráficas en instituciones públicas. Es especialmente relevante incluir una cláusula con la
estimación de los gastos generados por la consignación de los bienes, y fijar una posible
penalización económica en caso de incumplimiento del tiempo establecido de cesión.
131
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
4. Ejecución y seguimiento
4.1. Estudio económico y financiero
Este Plan se constituye como herramienta metodológica común para la actuación coordinada de
las diferentes administraciones públicas, entidades privadas y particulares en materia de conser-
vación del Patrimonio Fotográfico.
Se prevé que tanto el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través del Instituto del Pa-
trimonio Cultural de España, como otros organismos de la Administración estatal y las Comuni-
dades Autónomas, en el marco de sus competencias, contribuirán a la realización de las diversas
acciones contempladas en este Plan Nacional.
132
Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Tendrá asimismo la función de validar y/o proponer líneas básicas de trabajo, estudios sobre
criterios y metodología, e intervenciones prioritarias según las líneas formuladas. De igual ma-
nera, el control del cumplimiento de cada línea de actuación será competencia de la Comisión
Técnica de Seguimiento del Plan.
Con el fin de establecer una total y permanente comunicación y coordinación entre las Admi-
nistraciones, las Comunidades Autónomas podrán designar interlocutores a través de los cuales
se canalizará la información.
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Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico
Fecha de aprobación: Consejo de Patrimonio Histórico celebrado en Mahón (Menorca), marzo de 2015
Coordinadora
Comunidades Autónomas
Rosa Chumillas Zamora. IPCE.
Pablo Ruiz García. Andalucía.
María Concepción Paredes Naves. Principa-
Ministerio de Educación, Cultura do de Asturias.
y Deporte Ángel Argüelles Crespo. Principado de As-
turias.
Carmen Caro Jaureguialzo. IPCE. Coordina- Lázaro Alonso Torre. Castilla-La Mancha.
dora de Planes Nacionales. M.ª Pilar Martín-Palomino y Benito. Castilla-
Blanca Desantes Fernández. S. G. Archivos La Mancha.
Estatales. Juan José Ruano Cerezo. Castilla y León.
Elena Cortés Ruiz. SG Archivos Estatales. Teresa Cavestany Velasco. Comunidad de
Manuela Carmona García. S. G. Coordina- Madrid.
ción Bibliotecaria. María Domingo Fominaya. Comunidad de
Reyes Carrasco Garrido. S. G. Museos Esta- Madrid.
tales. Rosa Olmedo Ruzafa. Comunidad Valenciana.
María Carrillo Tundidor. S. G. Museos Estatales. José Javier Cano Ramos. Extremadura.
Antonio Sánchez Luengo. S. G. Promoción Nuria María Franco Polo. Extremadura.
de las Bellas Artes. Murcia: Rafael Fresneda Collado. Murcia.
Pilar Corchado Pinilla. S. G. Protección del Javier Castillo Fernández. Murcia.
Patrimonio Histórico. Josu Aramberri Miranda. País Vasco.
Isabel Ortega García. Biblioteca Nacional de
España.
Isabel Argerich Fernández. IPCE. Expertos externos
Pablo Jiménez Díaz. IPCE.
Carlos Teixidor Cadenas. IPCE. Ángel Fuentes de Cía.
Pep Benlloch Serrano.
Juan Manuel Castro Prieto.
Publio López Mondéjar.
Bárbara Mur Borrás.
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Expertos externos
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