Hamartiologia

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Jamartiología

Antes de entrar de lleno al estudio del pecado y la caída del hombre es necesario considerar el
estado original del hombre para poder entender los efectos del pecado en él. Por lo tanto, la
primera sección puede considerarse una parte y la conclusión de la Antropología, la cual hemos
estudiado con anterioridad.

EL HOMBRE EN SU ESTADO ORIGINAL


A. La imagen y semejanza de Dios en el hombre.
1- Lo que dice la Biblia y el significado de los términos usados.
“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… Creó, pues, Dios al
hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. ” (Genesis 1:26–27, LBLA)
“Este es el libro de las generaciones de Adán. El día que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo
hizo. ” (Genesis 5:1, LBLA)
“El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios
hizo El al hombre. ” (Genesis 9:6, LBLA)
“Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la
gloria del hombre. ” (1 Corinthians 11:7, LBLA)
“Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos
a la imagen de Dios; ” (James 3:9, LBLA)

Aquí encontramos dos palabras Hebreas diferentes: la primera es (‫צלֶ ם‬:


ֶ tselem), la cual
significa o es traducida como imagen, apariencia, semejanza, y semblante; y la segunda
es (‫ ְּדמּות‬: demuth) la que se traduce como semejanza o similitud. Tselem es usada
también para describir el parecido entre dos personas y para una representación o una
copia de un objeto por medio de grafica o estatua. Es aplicada tanto a Dios, dioses, o
personas. Por otro lado, demuth proviene del verbo ‫( דמה‬damah) que significa “ser
como” o “parecerse a”. Entonces surge la pregunta: ¿Son términos diferentes o
sinónimos? Muchos estudiosos están de acuerdo que son, no solo sinónimos sino
también complementarios.
Otra pregunta es: ¿Hasta dónde llega esa imagen o semejanza? Obviamente no puede ser
una semejanza física o corporal ya que Dios es espíritu y no tiene cuerpo. ¿Sería una
semejanza moral y espiritual? ¿Presenta el hombre algunos atributos comunicables de
Dios?

2- Las diferentes posiciones teológicas.


La posición Reformada: Toma los términos “imagen y semejanza” como sinónimos y
creen que se refiere a “todo lo que hay en el hombre que supera a los animales.”
Específicamente se refiere a: 1- la naturaleza moral e intelectual; 2- la justicia original;
y 3- el dominio sobre la creación.

1
La posición Luterana: Estos restringen la “imagen” a las cualidades espirituales y a la
justicia original, lo cual significa que perdimos la imagen cuando el hombre pecó.
Hacen una distinción entre la humanidad por naturaleza y la justicia original
sobrenatural.

La posición Católica Romana: No ve los términos como sinónimos sino que cree que
la “imagen” se refiere a la naturaleza humana (incluye espiritualidad, libertad, e
inmortalidad) y la “semejanza” a la justicia original, la cual se perdió en la caída. El
hombre retuvo la “imagen.” Creen que la semejanza no le pertenecía al hombre como
creado originalmente, sino que fue añadida rápidamente y muy temprano debido a la
concupiscencia.

La posición Contemporánea: La “imagen” reside en el hombre en una relación con


Dios.

3- El concepto bíblico.
Con respecto a dicha separación, consideremos las palabras de Ryrie,
“Los padres griegos y latinos distinguían entre la imagen y la semejanza, relacionando la
primera a lo físico y la última a la parte ética de la imagen de Dios. Ireneo entendió que la
imagen se refería a la libertad y razón del hombre, y la semejanza al don de la comunión
sobrenatural con Dios, que se perdió en la Caída. Pero tales distinciones no pueden ser
justificadas sobre la base de las palabras. Note también que las preposiciones se usan
intercambiablemente en Génesis 1:26–27 y 5:1–3.”1
Apegada a la enseñanza bíblica están las ideas de que el hombre es la imagen de Dios
en el mundo o el representante a Dios en el mundo; que el hombre refleja la naturaleza
de Dios al mundo; y que la imagen consiste de todo aquello que distingue al hombre del
resto de la creación.

4- Los diferentes aspectos del concepto bíblico.


En cuanto a esas distinciones, la Biblia enseña que, a diferencia de los animales, el
hombre tiene características de personalidad tales como: un raciocinio auto-consciente
(intelecto) o sea que conoce por medio de la razón mientras que los animales por
instinto (Jud 10); el hombre también tiene voluntad y decide por si mismo lo que hará;
tiene emociones o sensibilidad consciente (sabe cuando está triste, enojado, feliz, etc.);
y tiene una naturaleza moral que lo hace responsable a Dios (Rom 2:14-15).

1
Charles Caldwell Ryrie, (Miami: Editorial Unilit, 2003), 216.

2
Otro aspecto importante es el hecho de que al hombre, la imagen y semejanza de Dios,
se le concedió el dominio sobre los animales, poniéndole de esta manera en una
posición diferente y superior a ellos.

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio
sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo
reptil que se arrastra sobre la tierra.” (Genesis 1:26, LBLA)

En lo que respecta a la justicia original, la Biblia dice que:

 Todo lo que Dios hizo era bueno en gran manera (Gen 1:31)
 Que el hombre fue creado recto (Ecl 7:29).
 Que el hombre fue creado en justicia y santidad (Efe 4:24).
 Y podemos concluir que aunque el hombre perdió la justicia original, conservó su
naturaleza moral. Aun caído, el hombre sigue teniendo valor para Dios y sigue
siendo responsable ante El.

B. El estado original del hombre a la imagen de Dios.


Antes de la caída, el hombre disfrutaba de libertad, amistad, comunión, y comunicación
con Dios (Gen 1:28; 2:15-17, 25). La caída trajo como consecuencia la muerte, el temor, y
la vergüenza, algo que el hombre no conocía (Gen 3:8-10).

C. La prueba del hombre.


En dicha prueba está involucrado un elemento importante: el árbol del conocimiento del
bien y el mal (Gen 2:17). ¿A qué se refiere? ¿Era literalmente un árbol? ¿Qué significado
tenía? ¿Cuál era el propósito de la prueba?
Si seguimos una interpretación histórica-gramática-literal, no hay razón para dudar que
fuera en realidad un árbol. Tampoco hay razón para afirmar que se tratara de un árbol de
manzana, cuya figura ha sido usada para representar la caída o el pecado. Seguramente era
simbólico de una experiencia de elección entre obedecer o desobedecer. Podría también
haber simbolizado el criterio entre lo bueno y lo malo, o entre el criterio de Dios y el
criterio del hombre.

“Entonces el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien
y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para
siempre. ” (Genesis 3:22, LBLA)

En cuanto al propósito, sabiendo que el que persevera en la prueba recibirá la corona de la


vida (Stg 1:12); que la prueba produce fe, paciencia, y gloria a Dios (1 Pe 1:6-7); y justicia
y paz (Heb 12:11), podemos concluir confiadamente que el propósito, al menos en parte,
era producir en el hombre un carácter probado de santidad.

3
I- EL ORIGEN DEL PECADO.
a. ¿De dónde proviene?
En cuanto al origen del pecado, las Escrituras claramente indican que cuando el hombre
pecó, el pecado ya existía. El tentador no podía haber tentado al hombre a hacer algo que
no existía. El tentador “engañó” a Eva completamente (1 Tim 2:14). El engaño conlleva
mentira; por lo tanto la mentira ya estaba presente. La serpiente antigua, el diablo, es el
padre de toda mentira (Apo 20:2; Jn 8:44) y ha pecado desde el principio (1 Jn 3:8).
Aunque el diablo es el autor del pecado, la Biblia también indica que él usa sus huestes
espirituales o demonios para incitar al hombre a pecar (Efe 6:12).

b. La caída del hombre.


Con respecto a la identidad del tentador, hemos ya establecido que fue el diablo. ¿Por qué
en forma de serpiente? No fue por que las serpientes fueran malas ya que todo lo Dios
creó era bueno. La serpiente fue el instrumento usado por Satanás para pasar
desapercibido en el huerto como uno de los demás animales y no despertar sospecha en la
mujer. En ese momento, Satanás habitó o hizo morada en una serpiente. Para Eva y
Adán no era extraño ver una serpiente en el árbol.

¿Por qué se acercó o dirigió a Eva y no a Adán? (Gen 3:1-6) Podemos pensar que la
mujer era más susceptible a ser engañada y porque quizás era más débil que el hombre.

El proceso de la tentación. Los pasos que podemos observar en la tentación original del
hombre son los mismos pasos que el tentador ha continuado usando para hacer caer a
otros. Primero, siembra la duda (“¿Con que Dios ha dicho?... no moriréis”) (Gen 3:4),
luego apela a los deseos del cuerpo (“bueno para comer”), a los deseos de los ojos
(“agradable”), y a los deseos de la mente (“deseable para alcanzar sabiduría”). El viejo
truco le sigue funcionando y el hombre continúa cayendo en la trampa (1 Jn 2:15-16).

¿En qué consistió la caída? Algunos han pretendido adjudicar al pecado de Adán y Eva
una naturaleza sexual, pero esto no es posible porque Dios les había ordenado
anteriormente que se multiplicaran y llenaran la tierra (Gen 1:28), lo cual sería imposible
hacer sin tener una relación sexual. Su pecado consistió en no haber creído a Dios, no
haber obedecido la restricción puesta por Dios en cuanto al árbol, y en su deseo de ser
independientes de Dios. Ellos permitieron que sus deseos fueran más allá de lo
restringido por Dios.
¿Por qué culpar a Adán y no a Eva? Primero que todo, Eva fue engañada mientras que
Adán comió voluntariamente; y segundo, Adán era la cabeza de la mujer y de la
humanidad.

4
c. Efectos de la caída.
El efecto primordial de su desobediencia, tal como Dios había prometido, fue la muerte
en todos sus aspectos (Gen 2:17). Primero, la muerte espiritual, una alienación o
separación de Dios, vergüenza (Gen 3:10), y muerte física, la cual comenzó en el
momento de pecar y se consumó con la muerte de ellos (Gen 5:5).
Entre los efectos o consecuencias secundarias, la serpiente recibió la maldición de
arrastrarse sobre su vientre (Gen 3:14); Satanás fue sentenciado a ser aplastado por la
simiente de la mujer (Gen 3:15); la mujer a dar a luz con dolor y ha ser dominada por el
hombre (Gen 3:16); y al hombre a enfrentarse a una tierra que ahora sería hostil y a
trabajos duros (Gen 3:17-19).

II- LA NATURALEZA DEL PECADO.


a. Terminología.
En el Antiguo Testamento (Hebreo):
La palabra principal es: (hathaah) significa “errar el blanco”.

Las palabras secundarias son:

Palabra Transliteración Significado


‫אבה‬ avah Torcido, perverso, errado, inclinación que conduce
a la acción.
‫ֲע ַבר‬ avar Cruzar, traspasar.
‫ׁשגה‬ shagah Errar, fallar
‫רע‬ ra Mal, ruina, destrucción.
‫פׁשע‬ pasha Rehusar sumisión a la autoridad.
‫עול‬ aval Desear integridad o rectitud

Al combinar estos significado nos damos cuenta que la idea de pecado en el A.T. es la de
“fallar o transgredir una regla o mandato de Dios.”

En el Nuevo Testamento (Griego):


La palabra principal es ἁμαρτία (Jamartía) que significa también “fallar el blanco”. Esta
palabra era usada para describir la distancia entre el lugar donde caía la flecha y el
blanco, o lugar donde debía caer.
Las palabras secundarias son:

Palabra Transliteración Significado


ἀδικία adikía Injusticia o ausencia de justicia
ἀνομία anomía Sin ley
ἀσέβεια asébeia Sin santidad o piedad, retener lo que pertenece a
Dios.
5
ἀπείθεια apeítheia desobediencia
παράβασις parábasis Pasar la raya, transgresión, infracción
παρανομία paranomía Quebrar la ley, acto ilegal
πονηρία ponería Iniquidad, maldad.

Estas palabras insinúan la negación de una regla, una rebelión activa contra Dios y Sus
mandatos.

b. Definición del pecado.


A través del tiempo, varias definiciones de pecado han surgido. Muchas de ellas
equivocadas, como la que lo define como “el resultado necesario de las limitaciones de
ser finito” o como “un incidente del desarrollo imperfecto, el fruto de la ignorancia y la
impotencia.”2 El problema más grande de esta definición es que quita la responsabilidad
moral del hombre y la pone sobre Dios. Otra definición errónea es aquella que define el
pecado como sensualidad. El teólogo Schleiemacher dice que “el pecado es una
prevención del poder determinante del espíritu, causado por la independencia de las
funciones sensuales.”3, y como un resultado de la conexión del alma con el organismo
físico.
De acuerdo a la Biblia y el significado de las palabras usadas, podemos decir que el
pecado es:
 una infracción de las leyes de Dios.
 un rechazo voluntario del hombre a creer en Dios como aquél en quien vivimos y
nos movemos.
 una búsqueda por vivir independientemente de Dios.
 Un estado de rebeldía hacia el Creador.

El pecado es manifestado por medio de:

 Incredulidad. Heb 3:12


 Injusticia. Rom 1:18
 Carnalidad. Rom 8:7
 Desobediencia o infracción de la Ley. 1 Jn 3:4

Las siguientes definiciones teológicas están entre las más conocidas:

De acuerdo a A.H. Strong,


“pecado es la falta de conformidad a la ley moral de Dios, ya sea en acción,
disposición, o estado.”4

2
Strong, A. H., Systematic Theology, pág 563
3
Ibid, pág 559
4
Ibid, pág 549

6
J.O. Buswell define el pecado,
“como cualquier cosa en la criatura que no exprese o sea contraria al carácter
santo del Creador.5

El mismo Buswell cita la definición dada por el Catecismo Corto de Westminster,


“es la falta de conformidad a la ley de Dios, o la transgresión de ella”6

III- LA IMPUTACION DEL PECADO.


a. Significado de la palabra “imputar”.
El verbo “imputar” es un término legal que significa “atribuir a una persona un delito o
acción.” Tiene que ver con responsabilidad atribuida a una persona debido a la acción de
otro. Al hablar de imputación de pecado nos referimos a la idea de que la acción de
desobediencia de Adán hace responsables a sus descendientes.

“Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la
muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; ” (Rom 5:12, LBLA)
“Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un
acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres. ” (Rom 5:18, LBLA)

b. Teorías sobre la imputación del pecado.


Sobre la imputación de pecado, hay teorías que niegan dicha imputación y teorías que la
afirman. Entre las que la niegan están la Pelagiana, la semi-Pelagiana y Arminiana
Temprana, y la de Calvino (Imputación Mediata). Todas éstas toman “porque todos
pecaron” (Rom 5:12) como refiriéndose al pecado personal, y no a una conexión
inmediata con el pecado de Adán. Entre las que la afirman encontramos la Realística, y
la Representativa, las cuales entienden esa parte del versículo como refiriéndose a una
imputación directa e inmediata sobre el hombre del pecado de Adán. Veamos cada una
por separado:

La teoría Pelagiana: No ve ninguna conexión directa entre el pecado de Adán y el de sus


descendientes. Dicha posición está basada en que los pelagianos creen que Adán fue
creado sin un carácter moral, o sea ni justo ni injusto, sino simplemente con la capacidad
de llegar a ser uno u otro, dependiendo de sus acciones; y el entendimiento de que el
carácter moral solamente puede ser declarado a partir de actos de la voluntad o de las

5
J. Oliver Buswell, , Tomo 2, El Hombre Y Su Vida De Pecador : Buswell, J. Oliver.
(Miami, Florida, EE. UU. de A.: LOGOI, Inc., 1980), pág 252.
6
Ibid, pág 252.

7
consecuencias subjetivas de dichos actos. Al pecar, Adán solamente dio el ejemplo a sus
descendientes; por lo tanto, para los pelagianos, “porque todos pecaron” significa “que
todos incurrieron en la muerte eterna al seguir el ejemplo de Adán.” Esta posición
sostiene que solamente los pecados personales son imputados.

Objeciones:
 Si el pecado se refiere solamente a actos individuales, ¿Por qué mueren infantes?
 ¿Por qué reinó la muerte aun sobre los que no habían pecado como Adán? (Rom
5:14).
 ¿Por qué todos fueron constituidos pecadores por la desobediencia de uno? (Rom
5:19)
 ¿Por qué fueron condenados todos por la desobediencia de uno? (Rom 5:18).

La teoría Semi-Pelagiana y Arminiana Temprana: La humanidad heredó la naturaleza


corrupta de Adán, pero no la culpa. Dicha naturaleza corrupta es imputada al hombre
cuando él, de su propia voluntad, se apropia de esa tendencia innata y la ratifica por
medio de un acto personal de pecado. Pero Dios le da a cada hombre una influencia
especial del Espíritu Santo para contrarrestar el efecto de esa naturaleza corrupta
heredada, y la habilidad para cooperar con la gracia.

Objeciones:
 Las mismas que las presentadas a la teoría Pelagiana.
 La depravación conlleva culpa.

La teoría de Imputación Mediata: No hay una imputación directa del pecado de Adán a
cada uno de sus descendientes. Solamente hay una transmisión por herencia de la
naturaleza pecaminosa. Entiende “porque todos pecaron” como “todos hemos heredado
la naturaleza pecaminosa (pecado original)” de Adán y, por lo tanto, somos considerados
culpables.

Objeciones:
 Al igual que las anteriores, no tiene explicación para el contante uso del pecado
de “uno” como causa del juicio y condenación de todos.
 La naturaleza pecaminosa heredada no puede ser considerada como transgresión.
 No explica como la justicia de uno (Cristo) puede ser directamente imputada y no
transmitida por herencia.

La teoría Realística: Adán y su posteridad existían juntos y pecaron juntos como una
unidad. La esencia de toda la humanidad estaba en Adán y, por lo tanto, la voluntad de
Adán fue la voluntad de toda la humanidad. Para esta posición, “porque todos pecaron”

8
significa que “en virtud de su unión con Adán, todos participaron en su pecado” y por lo
tanto, el pecado es directamente imputado a cada persona.
Esta teoría se apoya en la enseñanza bíblica de aunque no existíamos todavía, ya
estábamos en los lomos de Adán, como el caso de Leví estando en los lomos de Abraham
(Heb 7:9-10); también provee una explicación natural de “porque todos pecaron”, y va de
acuerdo a la conclusión de que la tendencia al mal es heredada.

Objeciones:
 No puede haber pecado antes de que haya conciencia en el hombre. Los infantes
no tienen conscientes del pecado.
 ¿Cómo podemos ser responsables de una naturaleza pecaminosa que no hemos
creado o de algo que no hicimos?
 Si somos culpables por “participar” en el pecado de Adán, ¿Cómo podemos ser
justificados con Cristo si nosotros “no participamos” en Su justicia llevada a cabo
en la cruz?
 Tampoco explica la insistencia de Rom 5 en el pecado y la culpa de “uno”.

La teoría Representativa: Adán es la cabeza natural y federal de la humanidad, un


representante de la humanidad, y la imputación de pecado es el resultado directo de ese
hecho. Explica “porque todos pecaron” como “todos pecamos en la persona de nuestro
representante.”
Se basa en que Adán es la cabeza representativa de la humanidad, que “Adán” es un
nombre genérico para todos los hombres, y que las consecuencias del pecado se aplican a
todos los hombres, independientemente de su edad o conciencia de pecado.
La Biblia enseña que la acción del padre afectaba a toda la familia, como en el caso de
Acán, cuyo pecado resultó en la muerte de toda su familia (Jos 7).
El pecado de Adán no fue nuestro pecado personal pero la base de nuestra condenación;
de la misma manera, la justicia de Cristo no fue nuestra justicia pero la base de nuestra
justificación.

Objeciones:
 La Biblia dice que por el pecado de Adán fuimos “constituidos” pecadores, no
que Dios solo nos consideró pecadores.
 La muerte pasó a todos los hombres “porque todos pecaron”, no porque fueron
considerados como pecadores.
 No hay evidencia bíblica definitiva que indique que Adán fue hecho el
representante de toda la humanidad.

9
c. La imputación de pecado y la salvación de infantes.
¿Van los infantes a la gloria? ¿Cometen pecado los infantes? Si la naturaleza pecaminosa
es heredada, podemos concluir que todos los infantes nacen en una condición o estado de
pecado. Si los infantes no tienen conciencia de bien y mal, no han cometido pecado
personal; la Biblia parece indicar tal cosa:

“Y vuestros pequeños, que dijisteis que vendrían a ser presa, y vuestros hijos, que hoy no tienen
conocimiento del bien ni del mal, entrarán allá, y a ellos yo la daré, y ellos la poseerán. ” (Deu 1:39,
LBLA)
“Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos
reyes tú temes. ” (Isa 7:16, LBLA)
“(porque aún cuando los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que
el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama)”
(Rom 9:11, LBLA)

Aunque no podemos considerarlos como definitivos, los siguientes pasajes parecen


indicar que los infantes van al Cielo; el primero, cuando trajeron unos niños a Jesús; y el
segundo, cuando murió el hijo de David y Betsabé:

“Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los
reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son
como éstos es el reino de los cielos. ” (Mat 19:13–14, LBLA)
“Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no
volverá a mí. ” (2 Sam 12:23, LBLA)

En base a esto podemos concluir que aunque toda la humanidad ha participado de alguna
manera en el pecado, ninguna persona será condenada eternamente en base a su
naturaleza pecaminosa, y que todos los que no han pecado conscientemente y de su
propia voluntad son participes de la salvación por gracia.

IV- LA NATURALEZA PECAMINOSA – EL PECADO ORIGINAL.

a. Definición.
Varios términos son usados para describir lo que llamamos el “pecado original”: pecado
heredado y naturaleza pecaminosa. Estos son usados de manera indistintiva y de acuerdo
al gusto del escritor. Consideremos las siguientes definiciones presentadas por Ryrie y
Buswell, respectivamente:

“El pecado heredado es aquel estado pecaminoso con el cual nacen todos los humanos.”7

7
Charles Caldwell Ryrie, (Miami: Editorial Unilit, 2003), 248.

10
“El término «pecado original» se usa propiamente para incluir tanto la culpa judicial
como la corrupción misma de la humanidad que resultan del pecado de Adán.8

Es llamado “pecado original” porque proviene de la raíz original de la humanidad, Adán;


porque está presente en cada persona desde su nacimiento, y porque es la raíz de toda
acción pecaminosa del hombre.

b. Universalidad del pecado original.


Las Escrituras enseñan que la intención del corazón del hombre es mala desde su
juventud (Gen 8:21), que somos concebidos en pecado (Sal 51:5), que la necedad está
ligada al corazón del muchacho (Pro 22:15), y que los hombres amaron más las tinieblas
porque sus obras eran malas (Jua 3:19).
Por naturaleza somos todos pecadores e hijos de ira:

“Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis
en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo
vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. ” (Efe 2:1–3, LBLA)

La consecuencia del pecado, la muerte, también es universal.

c. Naturaleza del pecado original.


El pecado original involucra culpa, la cual está relacionada con la justicia de Dios; y
también depravación o corrupción, la cual tiene que ver con la santidad de Dios.
De aquí surge una pregunta importante, ¿Hasta qué punto ha sido corrompido el hombre
por el pecado? La Biblia parece indicar que su voluntad es hacer el mal, su corazón fue
entenebrecido, su mente se envaneció (razonamientos vanos), su consciencia fue
cauterizada, y sus acciones se hicieron malas. Todo su ser fue afectado. Rom 1:21; Efe
4:17; Tit 1:15; Gen 6:5; 1 Tim 4:2; Jer 17:9; Mar 7:21-23.

La culpabilidad original.
Entendemos por culpabilidad original “la obligación legal de satisfacer la justicia de Dios
debido al pecado.” La culpa es un concepto judicial, por lo que el castigo es un término
penal. Shedd afirma que “aunque el sacrificio de Cristo había librado al creyente de la
culpa del pecado original, no lo había librado del castigo, por lo tanto, él estaba todavía
atado, más o menos, por la obligación al castigo y debe por lo tanto hacer penitencia.”9

8
J. Oliver Buswell, , Tomo 2, El Hombre Y Su Vida De Pecador : Buswell, J. Oliver.
(Miami, Florida, EE. UU. de A.: LOGOI, Inc., 1980), 276-77.
9
William Greenough Thayer Shedd and Alan W. Gomes, Dogmatic Theology, 3rd ed. (Phillipsburg, N.J.: P
& R Pub., 2003), 959.

11
Podemos decir que el pecado conlleva culpabilidad y que todos los hombres son
culpables y están bajo la pena del pecado original, la muerte (Rom 5:12).

La depravación total.
Entendemos por depravación total la incapacidad del hombre de corregir su naturaleza
corrupta. Dicha corrupción es innata e inherente a todos los hombres e implica que no
hay nada bueno en el hombre que lo relacione con Dios. Debido a esa corrupción, el
pecador no tiene conocimiento innato de la voluntad de Dios ni una consciencia que
pueda diferenciar entre el bien y el mal y, por lo tanto, el hombre sin Cristo comete
cualquier tipo de pecado.

“TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INUTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI
SIQUIERA UNO. ” (Rom 3:12, LBLA)

“Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está
presente en mí, pero el hacer el bien, no. ” (Rom 7:18, LBLA)
“¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? ” (Rom 7:24, LBLA)

La depravación y el libre albedrío.


Es muy común que, equivocadamente, se entienda el libre albedrío como la capacidad del
hombre de hacer todo lo que quiera, pero ¿Es ese albedrío completamente libre?
Podemos decir que no, ya la misma depravación lo somete a esclavitud del pecado. Sí,
puede hacer lo que le plazca pero siempre de acuerdo a esa disposición innata a hacer el
mal. Eso no es un completo libre albedrío. Al principio, el hombre tuvo la oportunidad
de escoger entre el bien y el mal. Al escoger el mal, dicha disposición fue orientada
permanentemente hacia el mal y perdió la capacidad de decir no al pecado, pero no
totalmente la capacidad de decir si al bien. De lo contrario no podría aceptar el
evangelio. El hombre en Cristo, por el otro lado, ha sido regenerado por el Espíritu
Santo y su disposición reorientada hacia el bien. El creyente peca porque quiere, no
porque no tenga el poder para rechazar el pecado.

La depravación y la responsabilidad moral.


Si el hombre está depravado y sin la capacidad de decir no al pecado, ¿Cómo puede
considerarse responsable ante Dios por sus acciones? Su incapacidad no lo libera de la
responsabilidad ya que todavía sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, y debido a la
justicia de Dios debe pagar la pena o satisfacer la justicia divina.

d. Perspectivas opuestas al pecado original.

Objeciones Pelagianas.
 Niega la naturaleza pecaminosa, la culpa, y la depravación.

12
 Afirma que el libre albedrío no fue afectado por el pecado.

Objeciones Semi-Pelagianas.
 El pecado original consiste en corrupción hereditaria pero no de culpa.
 El hombre se hace responsable de esa corrupción en el momento que comete
pecado personal.
 Por su gracia común, Dios restaura en los hombres la habilidad para escoger el
bien.

Objeciones Católico-Romanas.
 El pecado original consiste en la pérdida de dones sobrenaturales y, por lo tanto,
solamente ha sido debilitado.
 El hombre no perdió el libre albedrío con la caída de Adán.

V- EL PECADO PERSONAL.
a. Origen.
De acuerdo a las Escrituras, el pecado personal no puede provenir de Dios porque El es
santo y no tienta a nadie (Stg 1:13) sino que proviene del corazón del hombre (Mat
15:18-19) y de su naturaleza pecaminosa cuando el hombre cae en la tentación puesta
por Satanás y sus ángeles (Stg 1:14-15).

b. Tipos de pecado personal.


En la Biblia encontramos una variedad de tipos de pecado. Entre ellos están: los pecados
de pensamiento, los de acción (hacer lo que Dios ha prohibido), los de omisión (no hacer
lo que Dios ha mandado hacer), los de sentimiento, y no hacer lo bueno cuando pudimos
haberlo hecho.

c. Ofensor y ofendido.
Todos los pecados son ultimadamente contra Dios, El es el principal ofendido; pero
muchos son llevados a cabo contra el prójimo, y aun contra nosotros mismos.

d. ¿Son iguales todos los pecados?


Algunas personas y denominaciones categorizan los pecados como grandes y pequeños,
veniales (permitidos) o mortales, y graves o no graves. Esta categorización está basada
normalmente en el daño que pueda recibir la persona contra quien se ha cometido la falta.
No es lo mismo matar que mentir, dicen algunos; pero olvidan que el pecado de Adán
simplemente fue desobediencia a Dios.

“Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos. Pues
el que dijo: NO COMETAS ADULTERIO, también dijo: NO MATES. Ahora bien, si tú no cometes adulterio, pero
matas, te has convertido en transgresor de la ley. ” (Stg 2:10–11, LBLA)

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No podemos negar que pecar con conocimiento puede resultar en un castigo más severo
que pecar en ignorancia, pero eso no hace a un pecado más grande que otro, sino que
hace a la persona más responsable por su pecado.

“En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma
y Gomorra que para esa ciudad. ” (Matthew 10:15, LBLA)
“Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su
voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecían castigo, será
azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le
han confiado, más le exigirán. ” (Luke 12:47–48, LBLA)

El pecado imperdonable.
¿Qué es el pecado imperdonable? ¿En qué consiste?
El Señor Jesús dijo que todos los pecados serían perdonados excepto “la blasfemia contra
el Espíritu Santo” (Mat 12:31).
Consiste en:
 Atribuir al Espíritu las obras del diablo.
 Resistir demasiadas veces la obra y el llamado del Espíritu hasta el punto en el
cual el Espíritu no insiste más. Tal resistencia ha resultado en endurecimiento del
corazón.

“Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: “AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO
VEREIS, Y NO PERCIBIREIS; PORQUE EL CORAZON DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE Y CON
DIFICULTAD OYEN CON SUS OIDOS; Y SUS OJOS HAN CERRADO, NO SEA QUE VEAN CON LOS OJOS, Y OIGAN
CON LOS OIDOS, Y ENTIENDAN CON EL CORAZON, Y SE CONVIERTAN, Y YO LOS SANE.” ” (Mat 13:14–15,
LBLA)

Pecado que lleva a la muerte.


Varias interpretaciones han sido dadas con respecto al “pecado que lleva a la muerte”
mencionado en 1 Jua 5:16:
 Pecado cuya consecuencia es muerte física (ejem. Ciertos crímenes y pecados
contra el cuerpo mismo).
 La pérdida de la salvación.
 El pecado imperdonable.
 El pecado de apostasía.

VI- LOS INCONVERSOS Y EL PECADO.


Satanás, el autor del pecado, es quien está operando en los inconversos (Efe 2:1-2) a
quienes tiene enceguecidos de la mente (2 Cor 4:3-4). En tal ceguera mental, el hombre

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tropieza por dondequiera que va y por si mismo no puede entender el evangelio de Dios;
necesita de la iluminación del Espíritu Santo para ello. Los inconversos están
esclavizados a Satanás, quien tiene completo dominio sobre ellos, aunque ellos ni
siquiera se den cuenta:

“Sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo yace bajo el poder del maligno. ” (1 Jua 5:19, LBLA)

El mundo, en este caso, se refiere a aquellos que no han recibido el evangelio y aceptado
a Jesús. Solamente Cristo puede liberarlos del dominio de las tinieblas (Col 1:13).
El inconverso vive bajo la influencia y la autoridad del diablo, sin poder hacer nada por si
mismo más que recibir la salvación y la liberación que Cristo le ofrece.

VII- LOS CONVERSOS EN RELACION AL PECADO.


a. El creyente y el pecado.
El apóstol Pablo describió su lucha interna dando a entender que la naturaleza
pecaminosa (“la carne”) todavía estaba en él a pesar de haber sido redimido (Rom 7:21-
24) y la constante lucha entre “la carne” y el Espíritu (Gal 5:17). Es evidente que el
creyente todavía peca y si afirma que no peca, hace a Dios mentiroso (1 Jua 1:10).
La disciplina de Dios para Sus hijos es un indicador de que ellos han transgredido alguna
de Sus leyes.
Aunque el converso ya no está bajo el dominio del diablo, eso no quiere decir que el
diablo ha dejado de actuar en ellos para hacerles caer. El enemigo sigue usando el
atractivo y la influencia del mundo, los deseos de la carne, y la vanagloria de la vida para
engañar a los creyentes hacia la desobediencia a Dios (1 Jua 2:15).
A diferencia de los inconversos, el diablo no ordena a los creyentes a pecar, pues éstos ya
no están bajo su dominio, sino que solamente los engaña.
El creyente posee los recursos necesarios para evitar caer en las tentaciones del diablo: la
armadura de Dios (Efe 6:10-18), la protección de Dios, y las Escrituras (Sal 119:11).

“En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti. ” (Sal 119:11, LBLA)

Cada vez que el creyente peca:


 Entristece al Espíritu Santo (Efe 4:30).
 Pierde el gozo en su vida
 Hace que Dios no le escuche (1 Pe 3:7; Sal 66:18).
 En muchos casos, experimenta destrucción del cuerpo (Gal 6:8; 1 Cor 11:29-30).
 Recibe disciplina de Dios (Heb 12:6).

El creyente también ha recibido el recurso de la confesión para volver a la comunión con


Dios cuando ha pecado y un abogado para que interceda por él:

“Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de
toda maldad.” (1 Jua 1:9, LBLA)

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“Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo. ” (1 Jua 2:1, LBLA)

b. Perspectivas erróneas sobre la relación del creyente al pecado.

El Perfeccionismo.
La creencia de que, en esta vida terrenal, el creyente puede alcanzar un grado de
santificación en la cual ya no peca más y está libre de todo pecado.

El Antinomianismo.
Como el nombre lo indica (anti: contra; nomos: ley), enseña que el hombre bajo la gracia
de Dios no está bajo obligación de la ley moral de Dios y, por lo tanto, el pecado ya no es
un problema en su vida.

VIII- LA PAGA DEL PECADO.

“Porque la paga del pecado es muerte…” (Rom 6:23, LBLA)

a. Concepto bíblico de la muerte.


El Nuevo Testamento usa la palabra griega “θάνατος” (thanatos) para referirse a la
muerte.
Aunque en el Antiguo Testamento se consideraba la muerte como el final de la vida
natural o la vida física, la muerte no es el final de la existencia. Después de la muerte las
almas siguen existiendo y son sometidas a juicio (Heb 9:27). A los creyentes, Dios les
garantiza que no experimentarán la segunda muerte (Apo 2:10-11); por otro lado, los
inconversos serán echados en el lago de fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apo
20:14-15).

b. ¿En qué consiste la muerte?

La Biblia habla de tres tipos de muerte: muerte física, muerte espiritual, y segunda
muerte. Un elemento común a ellas es la “separación.” La muerte física es la separación
del cuerpo y el alma; la muerte espiritual es la separación del hombre y Dios; y la
segunda muerte es la separación eterna del alma y Dios en el Infierno.

“A menudo en la Septuaginta, thánatos tiene el sentido de destrucción, perdición,


y miseria, implicando tanto la muerte física como ser excluido de la presencia y

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del favor de Dios como consecuencia del pecado y la desobediencia, pero nunca
como extinción.”10
Entonces, el pecado causa tanto la muerte física como la muerte espiritual; la primera es
visible y la segunda no es visible. La muerte física, común a todos los hombres, no es el
principal problema; la muerte espiritual lo es, ya que ésta conduce a la muerte eterna
(muerte segunda, Infierno).

c. El creyente y la muerte.
Aunque el creyente está sujeto a la muerte física, a menos que Jesús regrese antes de que
el creyente muera; con respecto a la muerte espiritual la Biblia dice que Dios le dio vida
cuando estaba muerto en sus delitos y pecados (muerto espiritualmente) y que, al poner
su fe en Cristo, ha pasado de muerte a vida, habiendo muerto para el pecado pero vivo
para Dios, e siendo inscrito en el libro de la vida, no experimentará la segunda muerte
(Efe 2:1,5; Rom 6:11; 1 Jua 3:14; Apo 20:6).

d. El inconverso y la muerte.
En cuanto al inconverso, el que no ha creído en Cristo, la Biblia dice que está muerto
espiritualmente (Efe 2:1), esperando la consumación de la muerte física y el juicio de
Dios para ser condenado a la separación eterna de Dios (muerte segunda, Infierno) donde
estará en tormento día y noche por los siglos de los siglos (Apo 20:10).

“… cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego, dando
retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús.
Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder,” (2 Tes 1:7–9, LBLA)

La única esperanza para el inconverso es que escuche las buenas nuevas de salvación,
crea de corazón en Cristo, se arrepienta de sus pecados, y reciba a Cristo como su
Salvador y Señor para que sus pecados sean perdonados y reciba, por gracia, la vida
eterna.

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Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary : New Testament, electronic ed. (Chattanooga, TN: AMG
Publishers, 2000).

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