MATERIAL #06 - LA GUERRA CON CHILE - CAMPAÑA TERRESTRE-vvv
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Sesión
Comprendemos críticamente la inestabilidad política, económica y social durante N° 06
La Guerra del Pacifico.
Los chilenos dueños del mar se prepararon para iniciar la campaña terrestre e invadir el Perú por la provincia litoral de
Tarapacá. los aliados peruanos- bolivianos, en desventaja en número y material bélico.
A. BATALLA DE PISAGUA
Desde Antofagasta en lo que fuera el litoral boliviano partió el ejército chileno al mando del general Erasmo Escalada
dirigiendo a mil soldados (800 caballerías) y 30 flamantes cañones Krup. En Pisagua la resistencia lo componía 800
soldados bolivianos dirigidos por Pedro Villamil y 500 guardias peruanos comandados por Isaac Recavarren; pero todo
bajo las órdenes de Juan Buendía. El 2 de noviembre de 1879, se inició el ataque y el bombardeo, un error táctico de los
aliados fue dejar víveres, forraje, los ferrocarriles y los pozos de agua, a los cuales debería destruir para no dejar nada al
enemigo.
Los peruanos siguieron hacia Pisagua, pero en el trayecto se encontraron con los chilenos que se habían atrincherados
en el Cerro San Francisco y el 19 de noviembre de 1879 se produjo el enfrentamiento, en donde se impuso la
superioridad de hombres y armas chilenas sobre las peruanas. Las huestes peruanas se retiraron hacia Tivilichi con el
fin de alcanzar Tarapacá y marchar hacia Arica para unirse con las tropas aliadas, dejando el territorio en posesión de
los chilenos.
C. BATALLA DE TARAPACÁ
El 27 de noviembre de 1879 se produjo la encarnizada lucha. Mientras Cáceres atacó con fiereza haciendo retroceder al
enemigo por el lado contrario actuaba Francisco Bolognesi obteniendo buenos resultados. La guarnición general de
Iquique, dirigida por Alfonso Ugarte, colaboró con la victoria. Los chilenos abandonaron el campo de batalla de
librándose de muerte segura. Quedando al final 236 muertos y 261 heridos peruanos y por los chilenos 516 muertos y
176 heridos. Fue claro triunfo peruano y por eso esta fecha es celebrada como el Día de la Infantería.
Los sobrevivientes peruanos, cansados y hambrientos, se dirigieron a Arica acompañados de mujeres y niños que a pie
cruzaron el desierto. Pese al triunfo, la marcha era hacia al norte donde estaba los patriotas, mientras que las salitreras
quedaban en manos enemigas.
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E. BATALLA DE TACNA O BATALLA DEL ALTO DE LA ALIANZA
Según el plan chileno, una vez invadida el litoral de Tarapacá, deberían apoderarse de Tacna y Arica, para lo cual
deberían desembarcar un poco más al norte. Desde Pisagua 19 mil chilenos dirigidos por el general Manuel Baquedano
y apoyados por naves de guerra, desembarcaron en los puertos de Ilo y Pacocha (febrero de 1880) y luego se dirigieron
al sur hacia Moquegua y Tacna. En el trayecto los chilenos fueron sorprendidos en Locumba por el guerrillero tacneño
Gregorio Albarracín.
Los patriotas marcharon desde Tarapacá hacia Arica y Tacna estaban conformados por 6 mil soldados peruanos
dirigidos por Lizardo Montero y 4 mil bolivianos bajo el mando de Eleodoro Camacho. Además, había una guarnición
al mando del coronel Francisco Bolognesi. Montero había reemplazado al presidente Prado, pero por discrepancias de
orden táctico con el jefe boliviano (Camacho), el mando lo tomó el presidente boliviano Narciso Campero.
Campero decidió parapetarse en la meseta Inti Orco (Cerro del Sol) en donde espero al enemigo. En donde se llevó el
encuentro con los enemigos chilenos, que después de 4 horas de lucha los aliados eran poco a poco vencidos y los
bolivianos abandonaron la batalla y se marcharon rumbo a su país y no regresaron más. Los chilenos dueño de la
situación iniciaron su marcha a Tacna en donde realizaron sus acostumbrados saqueos. Era el 26 de mayo de 1880. A
Inti Orco se le llamó desde entonces Campo del Alto de la Alianza
Francisco Bolognesi murió fiel a su juramento. Siendo atravesado por una bala y con el cráneo destrozado. Aquí se
resalta la valentía de otro peruano que siendo acaudalado prefirió dar su vida por su patria antes que partir de ella. Nos
referimos Alfonso Ugarte Vernal, quien para evitar que nuestra bandera caiga en manos chilenas, se envolvió en ella y
se perfilo con su caballo con dirección al mar arrojándose de esta manera y salvando nuestra bandera.
Al fin de la batalla se produjo el famoso “REPASE” por parte de los chilenos, es decir atravesar con la bayoneta a los
moribundos- Arica fue saqueada y los prisioneros fueron fusilados inmisericordemente.
“Arica se defendió hasta el final. Aquel territorio no fue
EL REPASE, SISTEMA SANGUINARIO Y BÀRBARO
QUE PUSIERON EN PRÀCTICA LOS CHILENOS,
CONSISTÍA EN LIQUIDAR A LOS HERIDOS Y
PERSEGUIR A LOS VENCIDOS HASTA ULTIMARLOS
COBARDAMENTE.
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G. PRIMERAS NEGOCIACIONES DE PAZ
Las increíbles barbaries realizadas por chilenos en cada ciudad tomada hicieron repensar a opinión internacional que
deberían tomar cartas en el asunto. Es por eso que los Norteamericanos tomaron la iniciativa de negociaciones de Paz
mediante su representante en Chile Thomas Osborn, plantearon la medición los días 22, 25 y 27 de octubre de 1880 a
bordo del buque norteamericano Lackawanna , frente al puerto cautivo de Arica, se dieron sucesivas conferencias, y si
fracasaba se sometería a un arbitraje.
Los planteamientos chilenos eran:
El pago de 20 millones de pesos como indemnización de guerra.
Cesión definitiva de Tarapacá de Perú y Arica y Antofagasta de Bolivia, para ellos.
Retención de Moquegua y Tacna y Arica hasta que Bolivia y Perú cancelen la Indemnización.
Devolución de las propiedades incautadas a los chilenos.
Los delegados peruanos, Antonio Arenas y Aurelio García y García, hicieron todo lo posible para conseguir una situación
igual a antes de que se produzca la guerra. No se podía hacer nada, Chile se mostraba abiertamente que la guerra iniciada
por ella no era por los impuestos que se le había implantado Bolivia, sino que quería adueñarse de los territorios ajenos.
Entonces se le pidió someterse a un arbitraje y los invasores tampoco aceptaron. Por lo tanto, la guerra continuaba.
Con nuestra armada diezmada, además se habían perdidos territorios en el sur, habían fracasado las primeras
negociaciones, el norte del Perú había sido saqueada, los chilenos tenían bloqueada el Callao y ahora se preparaba para
tomar la capital.
Cuando las noticias llegaron a la capital, Nicolás de Piérola actuando como Jefe Político y comandante en jefe de las
Fuerzas Peruanas, no tuvo más camino que preparar la defensa de Lima para lo cual ordenó el reclutamiento de hombres
entre los 16 y 60 años para formas las reservas o Milicias Urbanas. Estaban conformadas por estudiantes, empleados,
obreros, campesinos, quienes tenían que dejar sus tareas en las tardes para formar grupos que se ejercitaban en lo que
hoy, ha quedado con el nombre de Parque de la Reserva.
“CAMPAÑA DE LIMA. DESDE LURÍN, BAQUEDANO INICIÒ EL ATAQUE POR TRES FRENTES, ENCONTRANDO LA
RESISTENCIA HEROICA DE LOS LIMEÑOS, QUE PERDIERON LO MEJOR DE SU JUVENTUD (13 y 15 DE ENERO DE
1881)”
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LA BATALLA DE CHORRILLOS
Del Morro Solar, la lucha se trasladó a chorrillos, donde la acción fue casa por casa y, por la noche del mismo 13 la
incendiaron. Al día siguiente corrió igual suerte Barranco. A esto se sumaron los saqueos, violaciones, asesinatos. Por el
lado peruano había 6 mil muertos, 4 mil heridos y unos 2 mil prisioneros.
LA BATALLA DE MIRAFLORES
La segunda línea defensiva:
Por su parte los chilenos desde Arica habían partido uno 26 mil soldados en dos divisiones incluyendo 4200 caballos y 80
piezas de artillería, al mando del general Manuel Baquedano. A esto 1000 coolies enrolados en cañete. Desembarcó en
Pisco el 19 de noviembre de 1880 dirigiéndose hacia Ica, Chincha y Lurín.
Ya, vencida y destruida la primera línea, los sobrevivientes se replegaron a la segunda, en donde la mayoría eran
estudiantes de Guadalupe, San Carlos, San Marcos, periodistas, maestros, abogados; es decir jóvenes y adultos que iban a
pelear por puro patriotismo y honor frente a un invasor entrenado, triunfante y vandálico
El 14 de enero la soldadesca chilena se había embriagado y había cometido excesos sin obedecer órdenes superiores. El
alto mando chileno pidió tregua a los peruanos, a fin de que descansen sus soldados. Más, todo fue una mentira ya que al
día siguiente el 15, al medio día, reinició la lucha con una el apoyo de una nueva escuadra chilena proveniente del Callao.
El presidente Piérola se dirigió a la sierra por Canto Grande y estableció su cuartel general en Ayacucho. Más tarde cuando
perdió control de las fuerzas de resistencia tanto en el norte, centro y sur dimitió al mando en Tarma el 28 de noviembre
de 1881. Por su parte Cáceres que estaba herido, se dirigió a Jauja para armar la Resistencia.
J. OCUPACIÓN DE LIMA:
En la capital reinaba la desesperación. Ante el inminente peligro las delegaciones extranjeras bajo la orientación del
Almirante inglés Stirling y del comodoro italiano Sobrano entraron en conversaciones con el general Baquedano para que
la ocupación sea pacífica. El 17 de enero se arregló la ocupación con el alcalde Rufino Torrico, nombrándose gobernador
de la ciudad al sanguinario Patricio Lynch. Como los invasores mantenían la amenaza de bombardear e incendiar Lima el
jefe de la flotilla francesa en el Pacifico Almirante Abel Bregase Du Petit Thouars amenazó a los chilenos, con bombardear
su flota en el Callao.
Aun así, se realizaron saqueos los cuales se produjeron en dos frentes: uno los que realizaron los propios soldados contra
las tiendas, mansiones, hogares modestos. Por otro lado, se realizó un saqueo dirigido por técnicos especializados que se
llevaron en los buques reliquias, obras de arte, libros incunables.
Entre los locales que sirvieron como caballeriza o cuarteles tenemos: la Biblioteca Nacional, la Universidad San Marcos, la
Universidad de Ingeniería, el Palacio de la Exposición, etc. Los soldados dormías sobre los libros de las Biblioteca y para
mantener fuego, los quemaban sin importarles que fueran únicos y que se guardaran desde la época colonial. Entre las
obras que se cargaron los chilenos figura el reloj gigante que inventó Pedro Ruiz gallo y que constituye una maravilla en su
género.
La misión del nuevo presidente era lograr la paz, pero los chilenos se habían empecinado en tranzar siempre y cuando se
les cediera los territorios del sur. Ante la no aceptación. García Calderón junto con el Ministro de Relaciones Exteriores
Manuel García Gálvez, fue apresado el 6 de noviembre de 1881 y expatriado a Chile en donde fue víctimas de vejaciones
por parte del pueblo chileno.
El legendario “Taita” Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, el conocido “Brujo de los Andes”. Se preparó y
organizó un ejército por dos años en base a los montoneros o guerrilleros, quienes se sometieron a un
duro ejercicio y disciplina, teniendo como armas rejones, lanzas, hondas y cuchillos que les permitiera
luchar cuerpo a cuerpo; más, los desfiladeros serían utilizados para desbarrancar galgas como lo
hicieron sus antepasados contra los españoles.
Sabedores de esta actividad los chilenos, enviaron al general Letelier quien a su paso realizaba una serie
de abusos con las poblaciones andinas. Hasta que fue derrotado por Cáceres en la Hacienda Sangrar el
Andrés Avelino 26 de junio de 1881 viéndose obligado a escapar a Lima. Ante este revés los chilenos organizaron un
Cáceres
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nuevo ejército al mando del general Canto. Ya para esto Cáceres dominada con 4 mil montoneros desde Tarma hasta Jauja
y Ayacucho.
Durante el recorrido por los andes por ambos ejércitos hubo varios encuentros, pero el día 9 de julio de 1882, Cáceres dio
la más brillante lección de guerra a los chilenos ya que con sus soldados improvisados los venció sucesivamente en
Marcavalle, Pucará y Concepción. En esta última ciudad todo el abuso de parte de los chilenos quedó reducido a la más
absoluta cobardía; cuando los chilenos con Canto se refugiaron en un convento invocando la misericordia de Dios. Cáceres
les dio una derrota merecida y antes de practicar el “repase” que los chilenos acostumbraban, prefirió dejarlos escapar. Así
la sierra del centro quedó libre de incursión chilena y el “Brujo” ganó más fama.
B. EL GRITO DE MONTÀN
Iglesias era jefe político y militar y como partidario de la paz, aprovechó el apoyo del campesinado para congregarlos
en su hacienda y lanzar un manifiesto conocido como “El grito de Montán”, en el pedía la paz y desconocía al
presidente Lizardo Montero. Así también convocó a una Asamblea Legislativa en Cajamarca la misma que lo nombró
Presidente Regenerador del Perú el 25 de diciembre de 1882. Esta actitud fue reconocida por los chilenos más no por
los peruanos que conformaban la resistencia, incluyendo desde luego Cáceres.
El 30 de diciembre “estableció el Congreso de Cajamarca conocido también con el nombre de Asamblea de Montán, el
poder ejecutivo con un jefe responsable que lo presidiría con la denominación de Presidente Regenerador de la República y
un ministerio igualmente responsable. Acordó dicho congreso: 1) Ajustar la paz con Chile, “siempre que las condiciones
impuesta por el vencedor no sean tales que amenazan la independencia nacional ni ciegue en absoluto las fuentes de su
regeneración y de su progreso”, dando al presidente al presidente la más amplias facultades. 2) Que el trato que se
celebrase fuera sometido aún Congreso Constituyente para su ratificación. 3) Que la Asamblea del Norte, ya elegida
formara parte del Congreso general en representación de sus provincias. 4) Que el Presidente Regenerador durase en el
cargo el tiempo necesario para ajustar la paz con Chile, convocando al efecto un Congreso Constituyente y debiendo este
Congreso dar una nueva constitución las leyes orgánicas, pertinentes para el nuevo orden de las cosas.” (GUERRA: 567)
C. BATALLA DE HUAMACHUCO
Al enterarse de las acciones de Iglesias, inmediatamente emprendió marcha hacia la
sierra norteña y desde Pasco pasó por Huánuco, Chavín, Huaraz, Carhuaz y Yungay. En
este lugar se unió con las tropas de Isaac Recavarren.
Por su parte los chilenos que querían vencer a Cáceres enviaron dos divisiones al
mando del general Gorostiaga y Arraigada. En el callejón de Huaylas, Cáceres fue
acosado por Arraigada por el sur y por Gorostiaga por el norte. Entonces emprendió
una marcha forzada por la cordillera Blanca y por Pelagatos.
Uno de los prisioneros fue el huanuqueño Leoncio Prado, jefe del estado Mayor del ejército del centro, quien fue fusilado
pese a que estaba herido. Los chilenos se sorprendieron cuando nuestro compatriota señaló donde le deberían dar los tiros
de gracia y él mismo dio la orden de disparar golpeando 3 veces con una cuchara, la taza que había bebido café.
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Los partidarios de Iglesias, los terratenientes y un gran sector de la población y los invasores, estaban convencidos que era
ya tiempo de firmar la paz. En efecto fue así.
EL TRATADO DE ANCÓN
Este tratado de Paz se firmó en el balneario de Ancón el 20 de octubre de 1883 por los representantes peruanos José
Antonio Lavalle y Mariano Castro Zaldivar y el chileno Jovino Novoa. Ellos eran plenipotenciarios y Ministro de
Relaciones Exteriores.
Los chilenos después de conseguir este Tratado ventajoso para ellos, decidieron abandonar el país hasta agosto de 1884.
Y mientras Iglesias aceptó esta situación, Cáceres y la mayoría de peruanos persistían en crear una resistencia en los Andes
y desconocer el tratado.
Consecuencias de la guerra:
Fue una total destrucción de la economía de nuestro país, quedándonos en la ruina.
Perdimos principalmente:
o Pérdida de Tarapacá, nuestro litoral salitrero y del guano
o Pérdida definitiva de Arica
o Pérdida temporal de Tacna
o Pérdida de nuestro patrimonio cultural robado por los chilenos
o Destrucción de ciudades, cementeras, ingenios y obras públicas
o Destrucción de nuestra escuadra.
o Pérdida del crédito extranjero
o Determinación con nuevos límites con Chile