México en El Cruce de Los Tiempos: Jorge Gutiérrez Reyna
México en El Cruce de Los Tiempos: Jorge Gutiérrez Reyna
México en El Cruce de Los Tiempos: Jorge Gutiérrez Reyna
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CERVANTES: Tan notorio es el hecho, que el ico-
no de la estación es justamente este adoratorio,
descubierto durante los trabajos de construc-
ción del metro. Los conquistadores debieron
haberlo visto en todo su esplendor cuando pa-
saron por aquí en 1519. Está dedicado a Ehé-
catl, el dios del viento, de ahí su forma circular:
los antiguos mexicanos creían que las aristas
de un templo ordinario podían herir al vien-
to en su revuelo. Supongo que a la deidad que
acarrea las nubes de lluvia se le deben esa y
otras muchas cortesías. Para mí, el inicio de
esta calle lo indica este pequeño pero rotun-
do adoratorio.
Calle Francisco I. Madero, Ciudad de México, 2017. Fotografía de Jezael Melgoza. Unsplash
CERVANTES: Sabes bien que, a diferencia de ti, Tuvimos un mestizaje y nos fue mucho mejor que
me desagrada nuestra poesía decimonónica. si hubiera venido cualquier otro pueblo de Euro-
En fin, qué curioso... pa; muchos otros nos hubieran exterminado.2
2
Ver “Descendientes de Moctezuma y Cortés se abrazan a 500 años
GARCÍA: Y se tomarán una selfie frente al mu- de la conquista”, Los Angeles Times, publicado el 8 de noviembre de
ral de talavera que conmemora el primer en- 2019. Disponible en https://lat.ms/420lxwH [N. de los E.]
hermoso canto, Cervantes? Me parece que pro- dorada inscripción en la base de la escultura,
viene de ese bello palacio de la esquina. sobre la que las parejas se recargan para co-
merse a besos:
CERVANTES: Te está llamando la sirena de dos
colas que canta en la fuente del interior del Pa- PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA
lacio de los Condes de Santiago de Calimaya, OFRENDÓ SU VIDA PARA SOSTENER
una de las obras maestras del arquitecto ba- EL PRINCIPIO DE QUE LA SOBERANÍA
rroco Francisco Antonio de Guerrero y Torres. DE LA NACIÓN RADICA EN EL PUEBLO
Hoy alberga el Museo de la Ciudad de Méxi-
co: supongo que, tomando en cuenta los ires ***
y venires de esta sola calle a través de los si- Cuando Moctezuma se encontró con Cortés
glos, puede contarse toda la historia de la urbe. sobre la calzada de Iztapalapa —calle de la
Descendientes al fin de conquistadores, los Paja— avenida Pino Suárez, se cumplió una
condes hollaron con su palacio la pétrea cabe- profecía, quizá la más clara de las ocho que va-
za de esta serpiente emplumada que en otro ticinaron la llegada de los españoles diez años
tiempo abrió las fauces en el mundo de los dio- antes de que esta aconteciera. Fue la séptima:
ses de la lluvia y de la guerra, y hoy asoma ape- unos cazadores atraparon en el lago una gru-
nas las narices y colmillos en esta esquina. La lla que, sobre la cabeza, tenía un espejo; cuan-
gente pasa frente a ella a las carreras, sin ape- do Moctezuma se asomó, no vio el reflejo de
nas mirarla. Pero a los condes también les lle- su rostro, sino a unas gentes que se acercaban
garía su hora: ¿ves en la plaza esa figura de
bronce, sedente, cubierta de caca de paloma?
Págs. 90-91:
Es Francisco Primo de Verdad, muerto en 1808. ©Alex Webb, Algodón de azúcar en el Zócalo,
El tiempo ya borra su memoria, como borra la Ciudad de México, 2003. Magnum Photos
GARCÍA: ¡Qué relajo! Mira el correr de los toros, Suprema Corte y en medio de la avenida Pino Suárez, una dorada
placa, pisada una y otra vez por las llantas de los coches. La placa
la polvareda que levantan en el coso; y qué reza: “El 13 de agosto de 1790 fue encontrada en este lugar la
teatro de terror despliega el auto de fe del San- escultura de la COATLICUE, Madre de los Dioses. 200 años de la
arqueología mexicana”. Cervantes y García no lo mencionan, pero
to Oficio, qué tristeza en los rostros de estos a unos pasos, en las faldas del Templo Mayor, se descubrió en
condenados, de puntiaguda coroza y vergon- 1978 otra diosa desmembrada, la Coyolxauhqui.