Relato Personal: Unam CCH Oriente

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RELATO PERSONAL

UNAM
CCH ORIENTE

YENI REYES ANTONIO


TLRIID 1
Mi nombre es Yeni, tengo 15 años y no tengo cosas particulares que me gusten o
me desagraden, o bueno, no me permito hacer una conexión fuerte con cosas o
personas para sentir eso.
Desde muy pequeña siempre tuve ese problema, pero en su momento era una
forma de evitar lastimarme, porque nada duraba mucho en mi vida. Puede sonar
exagerado, pero siempre fue así en casa, desde tiempo de calidad hasta cosas
materiales siempre me las quitaban abruptamente o desaparecían de la nada, por
eso empecé a dejar de sentir pasión e interés por muchas cosas a lo largo de mi
vida.
En casa la atención que recibía solo era de 20 minutos y si me atrevía a pedir
más, era una locura de mi parte. Por eso nunca pude hacer una relación fuerte
con mis padres y hermanos; mi padre nunca estaba en casa, solo lo podía ver una
semana por año, lo que provocó que olvidará su aspecto físico por mucho tiempo;
mi madre trabajaba mucho y casi no tenía tiempo para mí o mis necesidades, por
eso tuve que ser independiente de pequeña, literalmente solo me faltaba aprender
a cocinar, pero era lo único que no me dejaban hacer sola; y mis hermanos, ¿Qué
puedo decir sobre ellos?, Casi no tengo recuerdos con ellos ya que siempre
estaban en la escuela o encerrados en sus cuartos. Básicamente estuve sola por
mucho tiempo, porque todas las personas que me rodeaban tenían sus propios
problemas, los que eran más importantes que pasar tiempo conmigo.
Varias veces me sentía una molestia para mí familia, principalmente para mi
madre porque exigía mucho tiempo y atención como niña, aún así ella nunca jugó
conmigo, tampoco me ayudaba con tareas o deberes que tuviera, menos me
dirigía palabras de cariño, pero lo entiendo, ella era una mujer con la desgracia de
cargar con un marido irresponsable, de criar a tres hijos sin la ayuda de nadie, que
tenía más problemas que vida, pero como tenía tantas cosas que hacer y
solucionar, no le podía poner mis problemas tan triviales como saber cuánto era
dos más dos, iba a ser un horrible atrevimiento de mi parte, por eso siempre que le
pedía ayuda me sentía verdaderamente fatal, porque incluso ella me lo decía.
“Me quitas tiempo”
Y si, le estaba quitando tiempo muy valioso. Ahora imagínense como era cuando
yo me enfermaba. Era todo un caos en esos momentos, ella o me ponía atención
a mi o a sus deberes y viendo esa situación me hacía sentir un verdadero estorbo,
por eso aprendí a ocultar mis problemas y a solucionarlos por mi cuenta, y si por
alguna razón me atrevía a pedirle un consejo o ayuda, no recibía nada de eso,
sino que un regaño, una sanción y un sentimiento de incompetencia de mi parte,
así que nunca pude formar un vínculo de confianza con mi madre.
Aun con esto, siempre trate de mostrarle mi gratitud hacia ella con pequeños
detalles pero siempre era rechazada, lo que me causaba mucha tristeza y
confusión, ya que siempre escuchaba a mis compañeros decir lo increíble y linda
relación que tenían con sus madres, lo que me hacía sentir mucho desamparo
porque con mi pequeña mente conectaba todos los punto haciéndome creer que
mi madre realmente no me quería o no era lo suficientemente importante para ella
como para aceptar mis muestras de cariño
Con lo que acabo de decir, ya se imaginarán el tipo de relación que teníamos en
mi familia, pero si no les hago un resumen.
“¿Triste? ¿Enojado? No tienes razón para sentir eso, tienes todo. Hay personas
peores que tú y tu quejando te de cosas tan simples”
“¿Porque haz de estar cansado? No haces nada, lo único que haces es estudiar y
solo por algo tan simple como eso te estresas, por dios”
“Eres una inútil, incompetente y floja que quiere todo en la mano, ya no te puedo
decir nada porque la señorita se molesta”
“Vamos, estás muy pequeña para sentir eso, ni sabes mantenerte”
Suenan a típicas frases de una madre molesta de que su hija o hijo no haga un
esfuerzo por si mismo, pero es lo contrario. Yo siempre trate de que mi madre
sintiera que, por lo menos conmigo, las cosas iban estupendo y no tenía de que
preocuparse por mi, sacando maravillosas notas, haciendo que bastantes padres
me pusieran como ejemplo para sus hijos, atacando sus órdenes al pie de la letra,
siendo la mejor de sus hijos mostrando siempre una sonrisa de mi parte. Pero con
que llegara a sacar un nueve, me dejara llevar por mi niña interior con mis amigos,
cuestionará el porque quería que hiciera ciertas cosas, era más que suficiente
para decirme que era una inútil mal agradecida.
Sinceramente, así como estoy agradecida de que mi madre me haya dado todo lo
que pudo, también estoy molesta con ella por siempre hacer menos lo que sentía,
por solo darme afecto siempre y cuando me lo mereciera haciendo las palabras “te
amo”, “te quiero” y “estoy orgullosa de ti” algo que yo no podía merecer por más
que me esforzará haciéndome cuestionar de mi utilidad en la vida o si realmente
podía servir para algo, por hacerme madurar tan pronto y por solo mirar cuando
sentía que solo estaba viva por un capricho mío de querer molestar a los demás.
Pero no me siento con el derecho de decirle lo mal que se portó conmigo durante
13 años cuando ella solo hizo lo que podía hacer.
Por alguna razón siempre me he cuestionado si soy yo una exagerada o
realmente mi infancia y parte de la adolescencia fueron malas. Porque miro atrás y
veo que los adultos me pusieron en situaciones tan complicadas; desde ser
intermediaria a los tres años en una discusión entre un borracho demasiado
enojado para ver lo que estaba haciendo y una ama de casa que solo trataba que
su hermano se tranquilizara y no llegara a los golpes hasta ver a mi madre ser
golpeada por alguien de la “familia” solo porque no le gustó a esa persona que mi
madre no le siguiera la corriente en las cosas tan horribles que hacía. Pero veo la
situación y noto que no puedo culparlos, solo son adultos tan trastornados y
lastimados pensando que lo que hacen es una buena manera de decirle al mundo
que lo odian y que odian a dónde los ha llevado la vida, haciendo que me pregunte
si soy una rencorosa que no sabe perdonar a un victimario que fue una víctima
que lastimaron hasta no poder más, o si estoy en mi derecho en aún querer un
poco de remordimiento de su parte por meterme en todas esas situaciones cuando
apenas tenía conciencia de mi misma.
Pero quiero recalcar que mi familia no es tan mala como la estoy describiendo, al
final en algún momento me apoyaron y ayudaron en algo, principalmente cuando
de escuela se trató y puedo decir que aún cuando mi familia está algo rota, tengo
uno que otro grato recuerdo con ellos y se que cuando yo me preocupo por ellos,
ellos también se preocupan por mi, a su manera claro. Pero quiero hacer énfasis
en qué para mí, mi familia son mis hermanos y mi madre. La familia de parte de mi
padre, incluyéndole, los desconozco totalmente y la familia de parte de mi madre,
no conozco a nadie más que a mi abuelo, pero a él no lo veo desde hace años, así
que son desconocidos para mí.

Creo que con todo lo que acabo de escribir es suficiente para un relato personal.
Me hubiera gustado profundizar más en esto, pero la verdad es que no tengo
muchos recuerdos de mi vida y los que tengo son muy borrosos, así que se me
hizo muy difícil rescatar lo que dije en el texto, también me costó poder decir
correctamente lo que sentía tanto en ese entonces como al escribir esto y decir
cómo pasaron las cosas, pero me siento lo suficientemente satisfecha con el
resultado.

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