La dictadura militar se centró en abrir la economía argentina y modificar su funcionamiento financiero. Esto afectó negativamente a la industria local, que tuvo que competir con importaciones. La deuda externa creció rápidamente y el gobierno implementó políticas financieras como tasas de cambio múltiples y tasas de interés altas para atraer capitales extranjeros. Sin embargo, este modelo condujo a desequilibrios económicos y finalmente a una crisis en 1980, cuando bancos colapsaron y hubo fuga de capital
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La dictadura militar se centró en abrir la economía argentina y modificar su funcionamiento financiero. Esto afectó negativamente a la industria local, que tuvo que competir con importaciones. La deuda externa creció rápidamente y el gobierno implementó políticas financieras como tasas de cambio múltiples y tasas de interés altas para atraer capitales extranjeros. Sin embargo, este modelo condujo a desequilibrios económicos y finalmente a una crisis en 1980, cuando bancos colapsaron y hubo fuga de capital
La dictadura militar se centró en abrir la economía argentina y modificar su funcionamiento financiero. Esto afectó negativamente a la industria local, que tuvo que competir con importaciones. La deuda externa creció rápidamente y el gobierno implementó políticas financieras como tasas de cambio múltiples y tasas de interés altas para atraer capitales extranjeros. Sin embargo, este modelo condujo a desequilibrios económicos y finalmente a una crisis en 1980, cuando bancos colapsaron y hubo fuga de capital
La dictadura militar se centró en abrir la economía argentina y modificar su funcionamiento financiero. Esto afectó negativamente a la industria local, que tuvo que competir con importaciones. La deuda externa creció rápidamente y el gobierno implementó políticas financieras como tasas de cambio múltiples y tasas de interés altas para atraer capitales extranjeros. Sin embargo, este modelo condujo a desequilibrios económicos y finalmente a una crisis en 1980, cuando bancos colapsaron y hubo fuga de capital
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DICTADURA MILITAR
El equipo económico centró su esfuerzo principalmente en 2 temas; la modificación del
funcionamiento financiero local y la apertura de la economía. La industria fue la más afectada ya que la apertura de la economía implicó la liberación de la entrada de las importaciones poniendo a competir a la industria local con la de los países desarrollados. También, en los años anteriores había incentivos y protección a la industria local lo cual en esta etapa se sacó. Esto no fue para todas las industrias, algunas si se siguieron protegiendo fuertemente mientras otras quedaron desprotegidas y compitiendo fuertemente con la industria extranjera.
Libre entrada y salida de capitales
Baja del salario real Deterioro de los sectores productivos Mejora en la oferta agrícola pampeana DEUDA EXTERNA Desde fines de la década del setenta, la deuda externa creció a un ritmo acelerado llegando a representar una cuarta parte del PBI de ese periodo. Este rápido crecimiento se origina, casi exclusivamente, por los objetivos financieros de la política económica. POLITICA FINANCIERA Martínez de Hoz asumió como ministro de economía en marzo de 1976. Una de sus primeras medidas fue establecer 2 tipos de cambio; uno financiero (estable en términos nominales) y otro comercial que seguiría la marcha de la inflación para facilitar las operaciones comerciales con el exterior (el tipo comercial, con la creciente inflación, debía marchar a la misma velocidad que la inflación para no deteriorar en términos reales lo cual suponía algo bastante difícil de lograr). La estabilidad del tipo de cambio financiero ofrecía grandes beneficios de ganancia para el movimiento de divisas en el mercado local lo cual en un futuro va a suponer un gran problema para mantener esa entrada de divisas. El negocio estaba en pedir un préstamo en el exterior (que solían tener una tasa de interés del 6%) ingresas esas divisas en el mercado financiero de cambios, colocarlas en inversiones que seguían la evolución de la inflación y que a su vez los bancos ofrecían tasas altas de rentabilidad por colocar el dinero allí, y retirar el capital y los intereses multiplicados en dólares. Con eso pagaban lo de la deuda en el exterior y se quedaban con un gran margen de ganancia. Volcaban los dólares en pesos. Esto fue relativamente breve debido al rápido proceso inflacionario. En febrero de 1977 se promulgo la nueva ley de entidades financieras, Se estableció un mercado libre para el dinero, en el que las tasas de interés dependían del libre juego de la oferta y la demanda. Los bancos eran los que estaban habilitados para poner la tasa de interés que ellos querían tanto para los depósitos como para los créditos. Esta política generó rápidamente que las personas coloquen sus fondos disponibles en plazos y al poco tiempo, el plazo mínimo se estableció en una semana. El mercado financiero argentino operó desde entonces con un abrumador predominio de los fondos colocados a intereses y a plazos generalmente inferiores a los 30 días. Estrategia del atraso cambiario: las tasas de interés que ofrecían para los depósitos estuvieron por encima del ritmo de evolución del tipo de cambio (el cual se devaluaba cada vez más produciendo un aumento sostenido de los precios) ofreciendo un beneficio considerable a quienes traían divisas del exterior para operar en el mercado local. Pero desde 1978, se implanto un tipo de cambio único que planteaba a las autoridades una disyuntiva (elegir entre 2 cosas o soluciones diferentes) sobre las relaciones entre este y el sistema financiero local. Lo que se decidió hacer fue implementar un retraso del tipo de cambio con respecto a la inflación que permitiera otorgar rentabilidad con las tasas de interés de los depósitos para que sigan ingresando los capitales del exterior y mantener una razonable actividad productiva. Para esto, la tasa de interés resultaría mas elevada que la tasa de devaluación y mas baja o igual que la evolución de los precios para no incidir negativamente en el ciclo económico. Esto a largo plazo llevaría a un modelo inestable lo cual sabían, pero igual lo adoptaron. El 20 de diciembre de 1978, el ministro de economía anuncio un programa de devaluación del peso con ritmo progresivamente descendente. Para esto se estableció una reducción de las barreras arancelarias con la idea de que al alentar el ingreso de bienes externos y ponerlos en competencia con los bienes locales, los precios se reducirían. A su vez, la devaluación gradual del tipo de cambio regularía el ritmo de aumento de los precios en pesos de los bienes importados y, con ellos, el de los precios internos. Esto implico que el tipo de cambio tendería a retrasarse siendo desventajoso para la balanza comercial ya que desalentaba las exportaciones y alentaba las importaciones. La consecuencia inmediata fue el desajuste en la balanza de pagos que obligaba a depender del ingreso compensador de capitales del exterior. El equilibrio con el sector externo se buscó liberando la entrada y salida de capitales extranjeros y ofreciendo tasas de interés atractivas en el mercado local. Apertura comercial y financiera. Las tasas en el mercado financiero local debían ser superiores a la tasa de devaluación para atraer capitales en divisas. Diferencia entre la tasa de interés del mercado local y la tasa internacional. El BCRA absorbía las divisas que ingresaban y entregaba pesos a los agentes privados, fomentando la liquidez interna y el desarrollo del mercado financiero, lo que a su vez alentaba la inflación, mientras el nivel de las reservas aumentaba. Antes de 1980, el sector público se endeudo poco, el 80% del aumento de los compromisos locales se originó en el sector privado. LA CRISIS DE 1980 La permanencia de este modelo claramente iba a desembocar en una ruptura del mismo. La primera crisis del sistema se produjo en marzo de 1980 cuando las autoridades decidieron cerrar y luego liquidar 3 grandes bancos privados. Esto provocó que las personas, para intentar protegerse, se despojaron de la moneda local y compraron divisas. Las autoridades, para no quedarse sin divisas, recurrieron a aumentar las tasas de interés y al endeudamiento externo a fin de reponer los fondos que se diluían en el mercado interno. En julio de 1980 el gobierno decidió modificar el sistema impositivo, con el fin de otorgar mayor competitividad a la producción local y libero aún más los flujos de capital. Esto genero un fuerte impacto en el déficit fiscal ya que cayeron las recaudaciones aduaneras. Balance comercial negativo, caída de las exportaciones y crecimiento de las importaciones. Todo esto debido a la apertura externa y al retraso cambiario.