Sesión 1 Teoria de La Combustión

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Sesión 1 / Tema 1.

Teoría de la combustión
Elemento de competencia

Al término de la sesión el estudiante logrará:

Reconocer qué es y cómo se origina el fuego.

Reconocer las fuentes de ignición.

Sesión 1 / Tema 1. Teoría de la combustión

1. Teoría de la combustión

Este tema se centra en la gestión de la seguridad contra conatos de fuego y sus


principios, los elementos clave que se abordarán serán para identificar cómo se inicia y
se extiende un fuego, conocer sobre su naturaleza química y física así como las fuentes
de energía calorífica, composición y características de los combustibles, las condiciones
ambientales necesarias para producir y mantener el proceso de la combustión y los
fenómenos asociados con el fuego; temas sumamente importantes para los no
profesionales a efecto de que puedan prepararse con anticipación para evitar daños
que pongan en peligro su vida, las instalaciones o el medio ambiente.

Te comentamos que debido a la extensión del tema nos hemos dado a la tarea de
dividir los contenidos en tres sesiones, el objetivo primordial es que tengas el tiempo
suficiente para comprender la información.

Concepto básicos sobre el fuego

¿Qué es el fuego?

Es una reacción química conocida como combustión, la cual consiste en una oxidación
rápida del material combustible con desprendimiento de energía en forma de luz, calor
y gases.

Como puedes ver, en la definición de fuego encontramos los términos reacción química
y combustión, de los cuales a continuación daremos una breve definición.

Reacción química

Proceso por el cual una o más sustancias llamadas reactivos se transforman en otras
sustancias diferentes conocidas como productos de la reacción. Un ejemplo de
reacción química es la que ocurre entre dos reactivos uno líquido y otro sólido como el
agua y el bicarbonato de sodio para formar dióxido de carbono, es decir, gas.

Combustión

Proceso de oxidación rápida de una sustancia acompañado de un aumento de calor y


frecuentemente de luz. Dicho proceso consiste en una combinación química con el
oxígeno de la atmósfera que lleva a la formación de dióxido de carbono, monóxido de
carbono y agua, junto con otros productos como dióxido de azufre, que proceden de
los componentes menores del combustible.

Como puedes observar en la figura 1, existen diferentes tipos de procesos de


combustión en función del tiempo, por ejemplo, cuando se oxida una fruta o un metal
estamos hablando de una combustión lenta, al encender una fogata la combustión es
relativamente normal, en una deflagración la combustión que se da es rápida y en una
explosión la combustión es muy rápida, por lo tanto, la reacción química provoca una
liberación súbita de energía.

También es importante que conozcas los siguientes términos

Se define fuego incipiente o conato al fuego en su etapa inicial que puede ser
controlado o extinguido mediante extintores portátiles, sistemas fijos contra incendio u
otros medios de supresión convencionales sin la necesidad de utilizar ropa y equipo de
protección básico de bombero, tales como chaquetón, botas, cascos o equipos de
respiración.

En tanto que un incendio es el proceso de fuego que se propaga de una forma


incontrolada en el tiempo y en el espacio.

Ahora que ya conoces los conceptos relacionados con el fuego podemos explicarte
cómo es que se origina.

Proceso del fuego

Conocer cuál es el proceso de la fuente de energía más cotidiana ha permitido


controlar y direccionar esa energía en beneficio de la humanidad, de igual forma
conocer los factores por los cuales puede salirse de control nos permite prevenir y
evitar una catástrofe.

En la figura 2 puedes ver que el proceso del fuego será posible siempre y cuando
contemos con los siguientes insumos: combustible, oxígeno y una fuente de ignición o
calor, obteniendo como productos gases de combustión y calor.
Durante el proceso de combustión, además de los productos mencionados las altas
temperaturas originan la transformación del material, lo cual se conoce como pirolisis.
De hecho, el humo que se puede ver cuando se produce un incendio arrastra los
productos no quemados incluyendo los vapores emitidos.

¿Cómo se origina el fuego?

Para explicarte cómo se origina el fuego nos apoyaremos en una representación


sencilla que se conoce como triángulo del fuego, el cual tiene como propósito explicar
las interrelaciones que se dan entre los tres principales factores que dan origen al
fuego.

Como puedes ver en la figura 3, en el triángulo de fuego los elementos que se


requieren son combustible, una fuente de ignición o de calor y el oxígeno; si falta uno
de estos el fuego se termina. Además, se requiere que el combustible esté en fase
vapor y que la cantidad de oxígeno sea la estequiométrica para reaccionar con el
combustible.

Para conocer cada uno de los elementos que participan en el proceso del fuego
recordaremos que el oxígeno es un gas incoloro e inodoro, no flamable que promueve
y acelera extremadamente la combustión; de hecho es uno de los pilares en el
triángulo del fuego antes mostrado, es decir que sin él no puede haber combustión.
Una atmósfera deficiente de oxígeno quiere decir que se tiene menos del porcentaje de
oxígeno que se encuentra en el aire normal. Cuando la concentración de oxígeno en el
aire se reduce aproximadamente al 16%, muchos individuos sufren mareos,
experimentan un zumbido en los oídos y les late el corazón más rápidamente. Además
de las pruebas de toxicidad, el contenido de oxígeno en la atmósfera de un tanque o
cualquier otro espacio confinado debe determinarse antes de entrar en él.

¿Sabias que?

En la atmósfera tenemos en promedio un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de


otros gases a presión atmosférica; cuando la concentración de oxígeno se eleva por
arriba del 23% se vuelve extremadamente peligroso con la presencia de materiales
combustibles pues existe el riesgo de desencadenar reacciones violentas o explosiones.

Otros términos relacionados con el triángulo de fuego con los que debes estar
familiarizado son:

Calor

Se define como la transferencia de energía de una parte a otra de un cuerpo, o entre


diferentes cuerpos, en virtud de una diferencia de temperatura. El calor es energía en
tránsito; siempre fluye de una zona de mayor temperatura a una zona de menor
temperatura, con lo que eleva la temperatura de la segunda y así reduce la primera,
siempre y cuando el volumen de los cuerpos se mantenga constante. La energía no
fluye desde un objeto de temperatura baja a un objeto de temperatura alta.

Temperatura

Es la propiedad de los sistemas que determina si están en equilibrio térmico. El


concepto de temperatura se deriva de la idea de medir el calor o frialdad relativos y de
la observación de que el suministro de calor a un cuerpo conlleva un aumento de su
temperatura mientras no se produzca la fusión o ebullición. En el caso de dos cuerpos
con temperaturas diferentes, el calor fluye del más caliente al más frío hasta que sus
temperaturas sean idénticas y se alcance el equilibrio térmico. Por tanto, los términos
de temperatura y calor, aunque relacionados entre sí, se refieren a conceptos
diferentes, entonces, la temperatura es una propiedad de un cuerpo y el calor es un
flujo de energía entre dos cuerpos a diferentes temperaturas.

Los cambios de temperatura tienen que medirse a partir de otros cambios en las
propiedades de una sustancia. Por ejemplo, el termómetro de mercurio convencional
mide la dilatación de una columna de mercurio en un capilar de vidrio, ya que el
cambio de longitud de la columna está relacionado con el cambio de temperatura.

Con relación al triángulo de fuego, cabe mencionar que durante el proceso de


combustión se puede presentar el fenómeno conocido como incandescencia, en el cual
dependiendo de las características fisicoquímicas del combustible no necesariamente
se produce fuego o flama, lo anterior lo podrás observar al calentar ligeramente un
material combustible en estado sólido como el carbón y ponerlo en contacto con el
oxígeno del aire, el material se oxida produciendo una luz brillante y calor, sin
embargo, no hay fuego. ¿Por qué?
Para contestar lo anterior, debes recordar que una de las condiciones para que exista
fuego es que el material combustible esté en estado gaseoso. Pero entonces ¿por qué
podemos utilizar combustibles que inicialmente están en estado sólido y líquido?

De tus clases de química, recordaras que la materia puede estar en cuatro estados de
agregación: sólido, líquido, gaseoso y plasma, como se observa en la figura 4. Es
posible pasar de uno a otro dependiendo de la presión, temperatura o energía a la que
esté sometida.

Los sólidos y líquidos deben convertirse en vapor antes de entrar en combustión.

Derivado de lo anterior se puede mencionar que en principio todos los materiales


tienen la capacidad de quemarse, siempre y cuando se suministre la suficiente energía
calorífica para que las moléculas cambien del estado físico (sólido o líquido) a estado
vapor o gas.

Cuando se libera el vapor o gas y éste entra en contacto con el oxígeno se inflama,
provocando más calor, el cual sirve como fuente de ignición para transformar e
incorporar más material combustible en estado vapor, propagando así la reacción
química y con ello el proceso de fuego ha comenzado. Esta secuencia de eventos es lo
que denominamos reacción en cadena Es la autogeneración de calor para mantener la
evaporación a partir de la reacción simultánea entre el combustible, el oxígeno del aire
y la energía calorífica.

Muy bien, ya conoces el triángulo del fuego, ahora te explicaremos en qué consiste el
tetraedro del fuego.
Para comprender de manera integral las interacciones entre todos los factores que
intervienen en el fuego se incorpora al triángulo del fuego la reacción en cadena.
Como puedes ver en la figura 5, con el tetraedro del fuego sabemos que además del
oxígeno, el calor y el combustible debe existir dicha reacción.

Propiedades fisicoquímicas de los materiales combustibles

Para entender el proceso del fuego, además de los componentes del tetraedro del
fuego es necesario conocer las propiedades fisicoquímicas, es decir, cómo se
comportan las sustancias o materiales dependiendo de la temperatura, presión,
etcétera. Cada uno de los elementos o factores que intervienen permite en su
momento tomar decisiones para prevenir y controlar un conato de fuego.

Fuentes de ignición

Como observaste en el tetraedro del fuego uno de los elementos que se requiere para
originar fuego es una fuente de ignición, pueden ser diversas y de muy variado tipo y
origen. A continuación mencionaremos algunas de las más comunes para que las
conozcas y puedas prevenir la combinación de éstas con los combustibles en cualquier
lugar en el que te encuentres.

Flama abierta

La tenemos en los quemadores de la estufa, en los calentadores de los hogares, en


calderas, sopletes, encendedores, cerillos, etcétera.

Chispas eléctricas

Ocasionadas por un tablero eléctrico, contacto o apagador eléctrico, por el arco de la


soldadura eléctrica, cables o terminales flojos, pelados o rotos.

Rayo eléctrico

Provocado por las tormentas eléctricas.


Rayos solares

Es una de las fuentes de calor más comunes en nuestro entorno, también puede
hacerse fuego usando una lente o lupa, un reflector curvo o el fondo de una botella
para concentrar los rayos del sol sobre el material combustible. Incluso en
determinadas condiciones una gota de agua sobre un pastizal seco podría servir como
lupa.

Fricción o impacto

Pueden generar chispas con la suficiente energía para iniciar la combustión. Este tipo
de chispas se producen al golpear o friccionar metales, principalmente cuando
utilizamos herramientas de golpe.

Corriente eléctrica

Los circuitos eléctricos están expuestos al flujo de corriente de acuerdo al calibre del
cable. Éstos, al sobrecargarse con varios equipos al mismo tiempo y no tener
considerado dicho calibre, tienden a calentarse y pueden llegar a prender el forro
protector del cable. Otro peligro que presentan los circuitos eléctricos son las
resistencias eléctricas o parrillas que generan suficiente calor, provocando que los
vapores combustibles cercanos se enciendan.

Electricidad estática

Al fluir líquidos y gases por tuberías y equipos, generan energía estática que se va
acumulando hasta llegar a cantidades tales que al momento de aterrizarse produzcan
descargas eléctricas, generando chispas que llegan a alcanzar temperaturas de hasta
350 °C, por lo que todos los equipos (bombas, tuberías recipientes, etcétera) deben
estar conectados a tierra a fin de que se disipe la electricidad estática acumulada.

Compresión

Al comprimir el aire dentro de un espacio vacío se incrementa la temperatura hasta


alcanzar el punto de ignición, por ejemplo, los motores diesel.

Combustión espontánea

Es el resultado de una reacción química, rápida o lenta, que sufren los materiales
independientemente de cualquier fuente de calor externa. La combustión espontánea
ocurre a través de un ciclo de oxidación, mismo que genera calor lentamente en su
inicio. Esta condición se clasifica como calor espontáneo hasta que aumenta suficiente
temperatura y llega al punto de ignición. Este punto se convierte en ignición
espontánea, la cual es generalmente inevitable después de iniciada la reacción
química. En muchos materiales este proceso se desarrolla lentamente y no llega al
punto de ignición en varios días, semanas o meses, por consiguiente, el incendio que
aparece hoy, realmente se inició muchas semanas antes. Tales condiciones se
encuentran en grandes masas de materiales que están flojos en empaque. Ciertos
materiales poseen las características de que con la humedad se aumentan las
reacciones espontáneas.
La mayor parte de los materiales que tienen propiedades de secamiento están
expuestos a la ignición espontánea. Algunos de los materiales más comunes los cuales
pueden producir calor espontáneo y arder son los aceites de pescado, de linaza, de
semilla de algodón, etcétera.

Existen también sustancias que por sí solas no son combustibles pero que arden
cuando se mezclan con otros materiales, como por ejemplo: glicerina con
permanganato de potasio, hipoclorito de sodio con aguarrás, sulfuro de hierro con
aceite de linaza, o simplemente con el oxígeno del aire, etcétera.

Hemos concluido con la primera sesión, a continuación realizaras un ejercicio para


saber si los temas que se abordaron te quedaron lo suficientemente claros.

Sesión 2 / Tema 1. Teoría de la combustión


En la sesión pasada abordamos algunos conceptos básicos sobre el fuego, cómo es
que se origina, qué propiedades fisicoquímicas tienen los combustibles y cuáles son las
fuentes de ignición. En esta sesión abordaremos los temas Tipos y Fases del fuego,
¿qué te parece si comenzamos?

Tipos de fuego

Un incendio cuando comienza, generalmente es pequeño, pero se puede extender y


quedar rápidamente fuera de control si no se cuenta con el equipo adecuado para
apagarlo. La eficiencia radica en extinguirlo cuando empieza, lo cual se debe hacer
rápida y adecuadamente, pues cualquier retraso o mal uso del equipo puede permitir
que se extienda. Para actuar oportunamente se requiere saberla naturaleza del fuego
al que nos enfrentamos así como seleccionar el extintor adecuado para ese tipo de
fuego.

De acuerdo con la NORMA Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010, (DIARIO OFICIAL,


jueves 9 de diciembre de 2010, Primera Sección) los fuegos se clasifican de la
siguiente manera, tomando en cuenta los materiales combustibles:

De acuerdo con la NORMA Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010, los fuegos se


clasifican de la siguiente manera, tomando en cuenta los materiales combustibles:

Fuego clase A

Es aquel que se presenta en material combustible sólido, generalmente de naturaleza


orgánica y que su combustión se realiza normalmente con formación de brasas.

Fuego clase B

Es aquel que se presenta en líquidos combustibles e inflamables y gases inflamables.

Fuego clase C Es aquel que involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas


energizadas.

Fuego clase D

Es aquel en el que intervienen metales combustibles, tales como el magnesio, titanio,


circonio, sodio, litio y potasio.
Fuego clase K

Es aquel que se presenta básicamente en instalaciones de cocina, que involucra


sustancias combustibles, tales como aceites y grasas vegetales o animales. Los fuegos
clase K ocurren en los depósitos de grasa semipolimerizada y su comportamiento es
distinto a otros combustibles.

Para que tengas una mejor idea de la clasificación del fuego, a continuación
abundaremos un poco más sobre el origen de cada uno de ellos.

Los incendios de la clase A son los que ocurren en general en materiales que se
encuentran en ese estado físico sólido tales como madera, papel, cartón y diversos
plásticos, los neumáticos, las telas y otros combustibles sólidos ordinarios como trapo,
viruta, papel, basura, etcétera. Cuando se produce un fuego, al quemarse el material
sólido, se agrieta, produce cenizas y brazas.

Los incendios clase B son aquellos que se producen en la mezcla de un gas, como
gasolina, aceite, combustible y productos derivados del petróleo así como también
gases como el butano, propano, etcétera, con el aire; o bien, de la mezcla de los
vapores que se desprenden de la superficie de los líquidos inflamables, como la
gasolina, aceites, grasas, solventes, etcétera.

Los incendios tipo C son aquellos que involucran algún equipo eléctrico energizado; por
ejemplo, electrodoméstico de cocina, computadoras, televisores u otros tipos de
equipos eléctricos.
Los incendios clase D son los que se presentan en cierto tipo de metales combustibles,
tales como polvos o virutas de aleaciones de metales livianos como el magnesio,
titanio, sodio, litio, potasio, aluminio o zinc en polvo.

Los incendios clase K, recientemente registrados por la National Fire Protection


Association (NFPA), son generados con aceites vegetales, grasas, cochambre etcétera,
encontrándose comúnmente en aparatos de cocinas domésticas o comerciales. Su
símbolo es una letra K y su pictograma es una sartén en llamas. El agente extintor es
acetato de potasio.

Etapas del fuego

De manera general, los incendios se originan por una fuente de ignición de tamaño
aparentemente insignificante, pero al paso de los segundos o minutos de originado, el
incendio que inició como un conato ahora se ha propagado y es declarado como un
incendio, en ocasiones fuera de control, sobre todo cuando se da en instalaciones
industriales que manejan grandes cantidades de combustible. A medida que avanza, la
descomposición del material que está involucrado en la combustión o incendio se
queda con menos capacidad de reacción y, en última instancia, esto origina que se
apague el fuego o se extinga. En la figura 12 podrás observar las etapas de desarrollo
por la que pasa un incendio.

Como podrás ver, hay cuatro etapas que figuran en este proceso y para que te des
una idea de cuáles son las condiciones nos contextualizaremos en una casa habitación.

Etapa de inducción

La primera etapa de inducción es donde las partes componentes del triángulo se unen
e inician las reacciones. El fuego se produce y comienza a liberar al ambiente una
cantidad de energía calorífica en forma lenta; existe buena cantidad de oxígeno y la
temperatura oscila cercana de los 38 °C, se produce vapor de agua (H2O), bióxido de
carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), pequeñas cantidades de bióxido de azufre
(SO2) y otros gases. En esta etapa es donde se puede intervenir con un extintor
portátil para controlar el fuego, después de esto el fuego sigue evolucionando y
comienza a crecer rápidamente, es decir, comienza a alimentarse del resto de oxígeno
y es aquí donde el fuego pasa a su segunda etapa.

Etapa de crecimiento o combustión libre

En la etapa de crecimiento o combustión libre, las condiciones del ambiente dentro de


las instalaciones comienzan a ser difíciles para la subsistencia de la vida humana, pues
la temperatura comienza a elevarse rápidamente, llegando en algunos ambientes a los
700 °C en las partes superiores (techo y partes cercanas) y comienza también a
disminuir la presencia de oxígeno en el aire, el cual es lanzado hacia la llama, a medida
que la elevación de los gases calientes se expanden lateralmente desde el techo hasta
abajo forzando el aire frío hacia niveles inferiores y facilitando así la ignición de
materiales combustibles, las reacciones se vuelven rápidas y crecen en intensidad. La
creación de grandes volúmenes de humo es perjudicial para los las vías respiratorias
por los productos no quemados de la pirólisis. El tiempo utilizado en el crecimiento de
un incendio puede ser de unos minutos o varias horas dependiendo de las condiciones.
En esta etapa del incendio sólo se pude ingresar con ropa de protección especial.

Durante la etapa de crecimiento hay un periodo de tiempo antes de alcanzar la etapa


plenamente desarrollada donde hay un grave riesgo de descarga disruptiva (proceso
similar a una explosión). Esto se debe a que el inmueble se llena de humo denso con
la estratificación de los gases calientes por debajo del techo y la concentración de
oxígeno en el aire es menor de lo normal, a partir de este momento la combustión es
reducida y la llama podría dejar de existir si el área confinada es lo suficiente cerrada.
Sin embargo, al mismo tiempo se producirá hidrógeno y metano de los materiales
combustibles que se encuentran en el área, estos gases combustibles serán añadidos a
aquellos producidos por el fuego, ante estas condiciones un suministro de oxígeno
incrementará el peligro para los bomberos y creará la posibilidad de Explosión de Flujo
de Aire en Retroceso (BACKDRAFT).

Etapa de fuego totalmente desarrollado

La tercera etapa, de fuego totalmente desarrollado, se presenta cuando las reacciones


no son tan rápidas como en la etapa de crecimiento, el fuego sigue ardiendo
violentamente consumiendo las fuentes de suministro de oxígeno y combustible
disponibles. Esta etapa se caracteriza por las llamas masivas y a muy altas
temperaturas (por encima de 300° C). De hecho, es en este momento que el fuego se
controla no por la cantidad de combustible que tiene que quemar, sino por la demanda
de oxígeno que se tiene que alimentar.

Etapa de decadencia

Por último, la etapa de decadencia, donde después de haber consumido todo el


combustible disponible el fuego se apaga y se extingue con el tiempo, puede ser el
resultado directo de la intervención del servicio de bomberos o puede ocurrir de forma
natural cuando no hay más oxígeno o combustible para apoyar el proceso de
combustión.

Los procesos de incendios son exotérmicos, en otras palabras, liberan cantidades


significativas de calor. La cantidad de calor producido depende del combustible
implicado y su ubicación, por ejemplo, los propios componentes del edificio o
materiales introducidos al mismo, como los plásticos, muebles, etcétera. Al igual que
cualquier reacción química, el control de las cantidades y los niveles de los
componentes (calor, combustible y oxígeno) tienen una incidencia significativa en la
velocidad de reacción y la salida de calor. Por lo tanto materiales tales como
poliestireno, de audio/cinta de video u otros materiales repercuten en el calor liberado
y contribuyen en la velocidad a la que el fuego se desarrollará.

El mismo caso será si los productos químicos tales como agentes oxidantes están
involucrados. Cuando se calientan los agentes oxidantes emiten grandes cantidades de
oxígeno que puede aumentar rápidamente, tanto el crecimiento y la propagación del
fuego. El control de aire (oxígeno) en los sistemas de ventilación y los conductos
también tiene un impacto sobre el crecimiento y propagación del fuego.

En un sólido la combustión puede ser tan lenta que el proceso de recuperación térmica
sea muy lento y puede pasar un tiempo muy largo en contacto con el aire y no
producir llamas. Sin embargo, pudiera producir una gran cantidad de humo, el cual al
acumularse antes de que ocurra la ignición y llegar a su límite inferior de inflamabilidad
y de encontrar condiciones favorables, produciría una flama, tal es el caso de un
cigarrillo encendido en un mueble tapizado.

Llegamos al final de la sesión, a continuación realizaras un ejercicio de reforzamiento


que incluirá los temas que se abordaron el día de hoy

Sesión 3 / Tema 1. Teoría de la combustión


En la sesión pasada abordamos los temas de Tipos y Etapas del Fuego, ¿lo recuerdas?

El día de hoy concluiremos el tema de Teoría de la combustión explicándote sobre las


formas en las que se propagan los incendios y los fenómenos especiales asociados al
fuego.

¡Comencemos!

Propagación de incendios

Conocer la forma en que el calor se transmite en un incendio es de gran utilidad para


su prevención. Este aspecto permitirá en cierta manera, predecir cómo se desplazará el
fuego. En algunas ocasiones los incendios se presentan a partir de brasas que se
desprenden y vuelan, derrames de líquidos o nubes de gases o vapores que, junto con
los fenómenos de transferencia de calor, pueden alcanzar otras áreas contribuyendo a
propagar los incendios.

Formas de transferencia de calor

El calor es una forma de energía que se transfiere de un objeto a una temperatura


más alta a aquellos objetos que tienen una temperatura más baja. A continuación te
describiremos las formas de transmisión de calor más probables que pueden
presentarse durante o para dar origen a un incendio.

La conducción es el movimiento de calor a través de un material. En mayor o menor


escala, todos los elementos son conductores del calor y puede ocurrir en sólidos,
líquidos o gases. La capacidad de los conductores para transferir calor varía
considerablemente según el tipo de material, por ejemplo, para el cobre es de 0.85
cal/cm; sin embargo, los muros de tabique de barro o cemento también son capaces
de conducir el calor. Así, podemos ver que la conductividad térmica varía entre los
materiales y es un elemento clave en el diseño de edificios y la construcción. Por
ejemplo: un incendio en una habitación puede extenderse a las habitaciones
adyacentes por el calor que se lleva a cabo a través de la tela del edificio, es decir, las
paredes, el techo, las tuberías de metal, las varillas metálicas de las estructuras,
etcétera. El calor puede entoncevs encender materiales en contacto directo con la
superficie o irradiar hacia fuera de la superficie. Esto puede aumentar la temperatura
de los materiales en la habitación contigua a su temperatura de combustión
espontánea, extendiendo así el fuego. Por consiguiente, la conductividad relativa de los
materiales de construcción es un factor importante en la capacidad de trasferencia de
calor de una estructura a otra en un edificio.

En la figura 13 podemos ver un ejemplo claro de transferencia de calor por


conducción, como en una estructura metálica (como la viga estructural de un tejado)
en la que realizan reparaciones. Se suministra calor en uno de sus extremos, lo
transfiere por conducción al otro lado, donde está ubicada una bodega con materiales
volátiles los cual provocar un incendio.

La convección es la causa más común de propagación de un incendio dentro de los


edificios y estructuras. En la figura 14 se puede observar cómo durante un incendio los
gases calientes y vapores (humo y aire caliente) se elevan verticalmente a través de
escaleras, huecos de ascensores y elevadores de servicio al más alto nivel disponible,
entre mayor y más caliente sea un incendio, más rápido y más caliente ascenderá.

Muchas veces cuando se han extinguido un incendio en la primera planta de un


edificio, de repente en la tercera, cuarta o quinta planta estalla otro por convección. Lo
que sucede es que los gases en su ascenso incrementaron la temperatura de
materiales combustibles hasta el grado de hacerlos estallar en llamas.

La radiación es otra forma de energía térmica que se transfiere en forma de ondas


electromagnéticas, calentando los sólidos y líquidos (pero no los gases) que encuentra
a su paso. Los rayos de calor por radiación viajan en forma directa y en todas
direcciones, no requiere ningún contacto entre los cuerpos y se mueven
independientemente de cualquier material en el espacio intermedio.

El ejemplo más claro de este tipo de fuente de energía la encontramos en el sol. Otro
ejemplo clásico de fuego por radiación es cuando queremos elevar la temperatura en
una habitación y conectamos un radiador eléctrico, el cual tiene cerca materiales
combustibles o inflamables los cuales alcanzan temperaturas para emitir vapores y
después de un tiempo estallan en llamas y, finalmente, en algunas fábricas son
comunes los fuegos por radiación en hornos de secado, tuberías de vapor, calderas,
etcétera.

En la figura 15 se observa otro ejemplo de cómo el calor de un incendio puede ser


irradiado a un edificio adyacente al pasar a través de las ventanas y encender
combustibles contenidos en el segundo edificio.

Fenómenos especiales asociados con el fuego

Anteriormente se han descrito las etapas que transcurren durante un incendio, sin
embargo, es posible que se presenten otros fenómenos asociados al fuego, los cuales
pueden desarrollarse entre los primeros 3 y 10 minutos del conato, por lo que
considerando el alcance de este curso, si en determinado momento se pretendiera
atacar el fuego con extintores portátiles, se deben tener por lo menos las mínimas
nociones de la etapa del fuego y de los posibles peligros atribuidos a los fenómenos
que se pueden presentar.

A continuación se describirán los principales fenómenos que se pudieran presentar


durante un incendio.

Pirólisis

En estricto sentido la literatura nos indica que la pirólisis es la descomposición de una


molécula orgánica sometida a altas temperaturas (calor) en ausencia de oxígeno. Se
considera también como la descomposición de las sustancias a las que se les aplique
calor (excepto vidrio y metal) las cuales pasan de un estado sólido o líquido al estado
vapor y posteriormente, debido al calor suministrado, las moléculas comenzarán a
hacerse más inestables de forma progresiva a medida que se descomponen a través
de los diferentes estados de la materia.

En el caso de un incendio, una sustancia que se encuentra como sólido o líquido se


calienta, ésta emitirá gases. A la temperatura y condiciones de mezcla adecuadas estos
gases se volverán inflamables. Cuando son calentados, por ejemplo, el contenido y
estructura de un apartamento (pintura, madera, plásticos, textiles, etcétera)
producirán gases inflamables debido a la pirolisis. La cantidad de material pirolizado
aumentará en la medida que la temperatura aumente. La pirolisis puede tener lugar a
partir de los 80 °C.

Un ejemplo de descomposición por este fenómeno es el de la madera, el cual se lleva


a cabo entre los 150 ° y 200 °C. Cuando se inicia un fuego en una habitación, las
llamas calientan el material circundante, muebles, tapicerías, etcétera; este calor hace
que los materiales se descompongan y empiecen a desprender vapores inflamables, a
dicho proceso se le conoce como pirolización.

Combustión súbita generalizada o flashover y la explosión de humo o backdraft

Dos de los fenómenos que se presentan con más frecuencia de manera secuencial
durante el desarrollo de un incendio es la combustión súbita generalizada o Flashover y
la Explosión de humo o Backdraft. En ambos se presenta el siguiente escenario.

Durante el desarrollo de un incendio, los gases generados ascienden formando un


penacho, se mezclan con el oxígeno del aire y arden. Si la mezcla de vapores
inflamables y oxígeno del aire es demasiado rica o demasiado pobre en vapores, éstos
no se quemarán. Solo arderán las mezclas de vapores y oxígeno que estén dentro del
rango de inflamabilidad. Los gases inflamables no quemados serán arrastrados en el
humo, ascendiendo hacia el techo.

La variación de la temperatura crea fuertes corrientes de convección. Los gases


calientes quemados y los no quemados ascienden hacia el techo. El aire más frío entra
en el penacho de llamas por su parte inferior, este proceso crea fuertes turbulencias.
Se trata de un proceso cíclico que dura mientras haya combustible, salvo que se
interfiera el proceso de algún modo; extinguiendo el fuego. En realidad no es la
madera ni las telas lo que arde, son los vapores que se desprenden de ellos por el
proceso de pirolización. Las llamas y el humo son signos visibles de la reacción química
que llamamos combustión. En el interior de la llama los vapores se mezclan con el
oxígeno formando otros compuestos químicos.
El humo caliente que se va acumulando junto al techo irradia calor sobre los
combustibles de la habitación. Esto contribuye a la elevación de la temperatura en la
habitación, aunque este incremento lo genera principalmente la radiación de las
llamas.

La capa de humo junto al techo tendrá cada vez mayor espesor y el límite de la capa
de humo se irá acercando progresivamente al suelo según crece el incendio. La
temperatura en las capas superiores de la habitación puede alcanzar cientos de grados
centígrados, la temperatura será menor cuánto más cerca se esté del suelo.

Hasta este momento ninguno de los dos fenómenos se ha presentado depende de la


ventilación o el rumbo a seguir. Si el espacio está ventilado, los gases saldrán al
exterior y pueden producirse dos efectos contrarios: el oxígeno que entre puede
incrementar las llamas y la salida del humo puede rebajar la temperatura de la
habitación. La influencia de estos efectos en las tareas de extinción dependerá de la
fase en la que se encuentre el fuego.

Si el humo consigue escapar de la habitación, la altura de la capa de humo se acabará


estabilizando, cuando la cantidad de humo que sale sea igual a la cantidad de aire
fresco que entra en la habitación.

Si el incendio sigue desarrollándose, la temperatura de la capa de humo ascenderá.


También será mayor la cantidad de gases inflamables no quemados dentro de la capa
de humo y llegará un momento en que la mezcla de vapores inflamables, oxígeno y
calor dentro de la capa de humo será la idónea y aparecerán llamas a través del humo
que se propagarán a lo largo del techo, este fenómeno es conocido como rollover.

La aparición de llamas en el techo de la habitación incrementará bruscamente la


radiación térmica, elevando la temperatura en el recinto y acelerando dramáticamente
la pirolización. Todos los combustibles de la habitación alcanzarán rápida y casi
simultáneamente la temperatura de autoinflamación y arderán. Esto es lo que se
conoce como combustión súbita generalizada o flashover. En la habitación de una
vivienda, el flashover puede alcanzarse en un tiempo de alrededor de 3 minutos a
partir de la aparición de la primera llama si el fuego tiene una adecuada ventilación. Si
el incendio no ventila bien, puede tardar mucho más tiempo.

El indicador claro de un inminente flashoveres el rollover, es decir, la aparición y


propagación de llamas en la capa de humo junto al techo, un incremento rápido de la
temperatura y el desprendimiento de humo de otros combustibles de la habitación
debido al incremento brusco de la temperatura.
Después del flashover es posible, si se sigue desarrollando el incendio que la
acumulación de compuestos combustibles en el humo, como metano e hidrógeno, y
dependiendo de la ventilación la entrada súbita de aire, origine una explosión de humo
o backdraft.

Revisa los siguientes videos para profundizar en los temas descritos anteriormente.

Descripción de un incendio en una vivienda y su desarrollo

http://www.youtube.com/watch?v=bewbcSoDkYw

Flashover y backdraft

http://www.youtube.com/watch?v=uyUOFQ24E3I

expandiéndose a medida que va ardiendo la masa de vapor.

La causa más frecuente de este tipo de explosiones es debido a incendios externos que
envuelven el depósito en cuestión, debilitan mecánicamente su estructura produciendo
fisuras o el rompimiento del mismo con la consecuente despresurización, ondas
depresión y el bleve del conjunto.

No obstante se deben dar tres condiciones necesarias para que este fenómeno se
presente:

Tiene que tratarse de un gas licuado o un líquido sobrecalentado y presurizado.

Que se produzca una súbita baja de presión en el interior del recipiente; condición que
puede ser originada por impactos, rotura o fisura del recipiente, actuación de un disco
de ruptura o válvula de alivio con diseño inadecuado.

También es necesario que se den condiciones de presión y temperatura para que se


pueda producir el fenómeno de nucleación espontánea. Con esta condición se origina
una evaporación de toda la masa del líquido en forma de flash (rapidísima), generada
por la rotura del equilibrio del líquido como consecuencia del sobrecalentamiento del
líquido o gas licuado.

Revisa el video Explicación bleve para profundizar en el tema.

http://www.youtube.com/watch?v=XAFMX8-ur7U
Sesión 4 / Tema 2. Medidas de prevención
En el tema anterior conociste la teoría y las características del fuego. Ahora, a partir de
las condiciones y propiedades fisicoquímicas de los materiales en un sitio de trabajo,
podrás inferir un posible riesgo por fuego.

El objetivo de este tema es conocer los factores y acciones que permiten prevenir y
controlar los posibles riesgos de incendio a los que puede estar sometido un lugar.

Medidas de prevención

En el marco de la Gestión Integral del Riesgo, específicamente en lo que corresponde a


las etapas de previsión, prevención, mitigación y preparación nos permiten establecer
las acciones preventivas para disminuir los riesgos de un incendio. En esta sesión
conocerás los principales agentes causales o factores que dan origen a un incendio así
como los procedimientos preventivos que se deben seguir en los centros de trabajo.

Agentes causantes

Después de que ocurre un incendio, muchas de las preguntas que surgen son
encaminadas a encontrar las causas o agentes causales que dieron origen al siniestro.
En este sentido, lo primero que se debe considerar es que desde el punto de vista de
prevención de riesgos un incendio es un accidente.

Alguna vez te has preguntado, ¿cómo se originan los accidentes?

Es muy probable que muchas de tus respuestas estén relacionadas con que:

Una causa frecuente es la repetición de actos inseguros de las personas.

Las condiciones riesgosas permanentes en los lugares en que se trabaja, se transita o


se vive.

Lo anterior se debe a que en un accidente los actos inseguros y las condiciones


riesgosas permanentes son sin lugar a duda los indicadores concretos de que en
cualquier momento se puede esperar que se produzcan accidentes; esto significa que
los accidentes no son imprevisibles.

Teniendo en cuenta lo anterior podrás preguntar desde el punto de vista de prevención


de riesgos, ¿cuáles son las causas que dan origen a los incendios?

Sin duda también serán muchas las causas que se te vienen a la mente, pero algo que
no debes olvidar es que los incendios no son obra de la casualidad o de la mala suerte.
En este sentido, el término incendio accidental se refiere a todos los incendios que no
se han iniciado de forma deliberada o maliciosamente.

Para ello, como primera medida de prevención debes tener en cuenta que:

Todo incendio tiene una causa que lo origina, ya sea de manera directa o inmediata.

Los incendios se pueden prevenir si primero se establecen las causas que lo producen.

Sin embargo, lo importante es establecer que esas causas tienen su origen por actos
inseguros de las personas o por condiciones inseguras del lugar.
Pero, ¿por qué las personas cometen actos inseguros? o ¿por qué existen y no se
corrigen las condiciones inseguras? En términos generales la respuesta a estas
preguntas se resume en errores o fallas atribuibles a una persona, lo que se denomina
factor humano, es decir, debemos considerar: si la persona que tiene encargada una
tarea tiene el conocimiento suficiente, está dispuesto a realizarlo de la manera
adecuada o tiene la capacidad requerida También existe el factor trabajo, el cual se
refiere al desgaste anormal o el uso anormal del equipo, el diseño inapropiado de
equipos de trabajo, el mantenimiento inadecuado de herramientas y equipo, las
instalaciones defectuosas, la falta de protocolos que describan los procedimientos de
trabajo, etcétera.

En la siguiente gráfica podemos observar que en los lugares de trabajo y el hogar las
causas que originan o incrementan el riesgo de incendio, en cierta medida dependen
del uso que se hace de los materiales o equipos de trabajo.

De acuerdo con la gráfica, las causas más comunes de los grandes incendios se deben
a:

1. Aparatos e instalaciones eléctricas


2. Los fumadores y los materiales de los fumadores
3. Chispas por fricción de materiales
4. Cocinas, equipos de cocinas e instalaciones asociadas
5. Los calentadores y sistemas de calefacción
6. Reactivos en industria química y GLP (materiales peligrosos)
7. Sistemas y gestión de residuos
8. Otras causas significativas

Si analizaste la gráfica podrás observar que la causa más común de incendios


está relacionada con el uso de aparatos e instalaciones eléctricas en la industria
y el hogar. Hay una variedad de factores que pueden causar un incendio y que
está relacionado con la electricidad que fluye a través de los equipos e
instalaciones, como por ejemplo: en el caso del cableado, éste se calienta, se
funde y puede incendiar materiales inflamables cercanos. Lo anterior lo puedes
observar en los cables flexibles o en los centros de carga. Puede ser posible
que en una serie de incendios se deba al uso indiscriminado de multicontactos
y extensiones eléctricas de uso industrial, donde toda la cuerda del cable queda
enredada entonces, el flujo de electricidad y la estanqueidad del cable impiden
la disipación de calor que provoca un calentamiento y un fuego.

Conexiones flojas. La corriente que fluye a través de los contactos, clavijas y


conexiones eléctricas encuentra una resistencia al flujo de electricidad y genera
calor, por lo que es posible que se produzca un incendio en la pared o en la
parte posterior de una toma de corriente o enchufe, en una caja de conexiones
de cableado en el techo, por encima de las luminarias o dentro de un tablero
de interruptor, fusible o panel de consumidores.

En un arco eléctrico o chispa generalmente ocurre cuando el aislamiento del


cableado ha sido dañado por un factor externo, tal vez debido a una mala
ubicación de la instalación eléctrica. Este deterioro en el aislamiento permite
que los conductores de cobre en el interior del cable se toquen el uno al otro o
simplemente hacen contacto con la carcasa metálica de un aparato. Una
pequeña corriente fluirá desde el conductor vivo al cable neutro o tierra, o en el
caso de un metal con la toma de tierra. La corriente será inicialmente muy
pequeña para quemar un fusible o para activar el interruptor de circuito, pero
debido a que el área de contacto es también muy pequeña, en uno hilos de
alambre, el calor producido puede alcanzar temperaturas suficientemente altas
para fundir o vaporizar metales como cobre, latón o de chapa metálica. La
energía calorífica generada o liberada podría encender materiales combustibles
en las proximidades e iniciar un incendio.

El nulo o poco mantenimiento, así como el uso no autorizado de los sistemas


eléctricos, componentes y equipos, la falta de controles y verificaciones
formales e informales pueden ser directamente vinculados a las causas de los
incendios en el lugar de trabajo. Se han sabido de incendios que han sido
causados por plagas, por ejemplo de ratas que se comen los cables eléctricos
en los sótanos de los edificios, etcétera.

Por otro lado, aun cuando los lugares de trabajo se han declarado por Ley como
zonas para no fumadores y se prohíbe fumar dentro del inmueble, el número de
incendios causados por los fumadores y sus materiales de fumar desechados se
establecen como la segunda causa que origina un incendio. Se debe considerar que a
menudo cuando se establece una prohibición de las prácticas arraigadas como el
tabaquismo, las consecuencias son impulsar las prácticas informales prohibidas,
resultando la zona de calderas, almacenes, baños y otros los lugares de poca
afluencia utilizadas para dicha práctica, que si no se controla puede conducir a un
mayor riesgo, sobre todo porque no existen acuerdos formales para la eliminación de
los materiales para fumar.
Con los ejemplos presentados sobre de las causas comunes que dan origen a un
incendio te podrás dar una idea de los diferentes factores que lo originan.

A continuación se presentan las actividades a evaluar y las acciones que se deben


consideran para prevenir un incendio.

1
Actividad a evaluar
Estudiar la vulnerabilidad del edificio externa e internamente.
Acción
Observa el edificio y lo que sucede en su interior. Ten en cuenta las posibles formas
en que los incendios podrían ser intencionados. Identificar los puntos vulnerables,
tanto dentro como fuera del edificio y en las áreas externas dentro del perímetro del
edificio. Además, ten en cuenta la zona en que se encuentra el negocio con el fin de
evaluar la probabilidad de un ataque incendiario en el barrio.
2
Actividad a evaluar
Identificar los riesgos de incendio, considerando las posibles fuentes de ignición, los
materiales combustibles, los muebles o mobiliario y las características estructurales
que podrían conducir a la propagación del fuego.
Acción
Un elemento clave de la evaluación del riesgo incendio es identificar y reducir en la
medida que sea factible, las fuentes de ignición y materiales combustibles que están
disponibles para una persona imprudente o mal intencionada o que desconozca el
riesgo. Aunque se reconoce que estos no pueden ser eliminados por completo, se
pueden tomar medidas para eliminar o reducir la amenaza (ver paso 4). Se debe
tomar medidas para identificar los conductos no protegidos, los accesos, los
prestadores de servicios y funciones similares.
3
Actividad a evaluar
Identificar las personas que podrían provocar incendios deliberadamente: intrusos,
visitantes y miembros del personal. Ten en cuenta también las personas que podrían
verse afectadas.
Acción
Todo el personal debe recibir una formación adecuada con el fin de tener en cuenta
el peligro de incendio y la amenaza que presenta para la vida y el empleo. Todo el
mundo debe participar en simulacros de incendio y ser conscientes de la necesidad
de ayudar a las personas con cualquier tipo de discapacidad.
4
Actividad a evaluar
Eliminar, controlar o evitar la amenaza.
Acción
Siempre que sea posible, se debe tomar medidas para eliminar las posibles fuentes
de ignición, líquidos inflamables y materiales combustibles del lugar. Siempre que sea
posible, por ejemplo se puede reemplazar un solvente inflamable con un no
inflamable con propiedades similares. Se deben realizar chequeos de los locales al
salir la última persona en la noche, especialmente cuando los contratistas han estado
presentes. Una evaluación del riesgo de incendio debe llevarse a cabo y adoptar las
medidas oportunas en caso necesario.
5
Actividad a evaluar
Considerar si la seguridad existente es adecuada o necesita mejoras.
Acción
Asegurar que se dé el mejor uso posible a las medidas de seguridad existentes antes
de considerar las instalaciones o procedimientos nuevos, complejos o costosos, como
por ejemplo: la protección del perímetro, el control de acceso, la detección de
intrusos, la iluminación de seguridad, el Sistema de CCTV, etcétera.
6
Actividad a evaluar
Considerar si las disposiciones de seguridad contra incendios vigente es adecuada o
necesita mejoras.
Acción
Se puede hacer mucho, a menudo a bajo costo, para reducir la amenaza de incendios
y limitar la expansión horizontal y vertical de un incendio; la separación y segregación
del elemento clave permite la reducción de los daños causados por el fuego. Por
ejemplo: la instalación de un sistema de alarma que indique la presencia de fuego, y
que active los rociadores automáticamente para combatir el fuego.
7
Actividad a evaluar
Asignar la categoría de riesgo y registrar los hallazgos.
Acción
La asignación de la categoría de riesgo no tiene por qué implicar fórmulas
matemáticas complejas. Las categorías que pueden usarse son ordinario y alto
establecido en la NOM-002-STPS-2010 para cada parte de la instalación. Esto puede
ser suficiente de acuerdo con los criterios que establece la misma NOM.
8
Actividad a evaluar
Preparar un plan de continuidad de operaciones.
Acción
El plan de continuidad de la instalación debe tener un propósito claramente definido.
Los miembros clave del personal deberán ser identificados y sus roles definidos. Las
compañías externas deben estar disponibles en sus oficinas o puntos de contacto. Es
necesario prever el bienestar del personal, así como medidas prácticas para
garantizar la continuidad de operaciones.
9
Actividad a evaluar
Llevar a cabo una revisión periódica de la evaluación.
Acción
Debe realizarse una evaluación periódica de la empresa cada que haya cambios
significativos en el número de empleados, los materiales utilizados o el entorno del
vecindario.

Procedimientos de prevención

Como te habrás dado cuenta, la prevención de un incendio implica entre otras cosas
definir el riesgo en las instalaciones, contar con planes de emergencia, protocolos y
procedimientos administrativos. Afortunadamente en la literatura encontraras muchos
ejemplos de ello, como las especificaciones señaladas en el capítulo 7 de la Norma
Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010. Condiciones de seguridad-prevención y
protección contra incendios en los centros de trabajo, referente a las condiciones de
prevención y protección contra incendios, de las cuales cabe resaltar lo siguiente.

Clasificar el riesgo de incendio del centro de trabajo o por áreas que lo integran, tales
como plantas, edificios o niveles.

Contar con un croquis, plano o mapa general del centro de trabajo, o por áreas que
lo integran, actualizado y colocado en los principales lugares de entrada, tránsito,
reunión o puntos comunes de estancia o servicios para los trabajadores.

Elaborar un programa anual de revisión mensual de los extintores y vigilar que


cumplan con las condiciones de operación.

Contar con el registro de los resultados de la revisión mensual a los extintores.

Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión y pruebas a los


equipos contra incendio, a los medios de detección y, en su caso, a las alarmas de
incendio y sistemas fijos contra incendio.

Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión a las instalaciones


eléctricas de las áreas del centro de trabajo, con énfasis en aquellas clasificadas
como de riesgo de incendio alto.

7
Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión a las instalaciones de
gas licuado de petróleo o natural, con el fin de identificar y corregir condiciones
inseguras que puedan existir.

Contar, en su caso, con la señalización que prohíba fumar, generar flama abierta o
chispas e introducir objetos incandescentes, cerillos, cigarrillos o, en su caso, utilizar
teléfonos celulares, aparatos de radiocomunicación, u otros que puedan provocar
ignición por no ser intrínsecamente seguros, en las áreas en donde se produzcan,
almacenen o manejen materiales inflamables o explosivos. Dicha señalización deberá
cumplir con lo establecido por la NOM-026-STPS-2008 o la NOM-003-SEGOB-2002, o
las que las sustituyan.

Contar con las medidas o procedimientos de seguridad para el uso de equipos de


calefacción, calentadores, hornos, parrillas u otras fuentes de calor en las áreas
donde existan materiales inflamables o explosivos, y supervisar que se cumplan.

10

Prohibir y evitar que se almacenen materiales o coloquen objetos que obstruyan e


interfieran el acceso al equipo contra incendio, o a los dispositivos de alarma de
incendio o activación manual de los sistemas fijos contra incendio.

11

Contar con rutas de evacuación, salidas normales o de emergencia que estén


señalizadas en lugares visibles de conformidad con lo dispuesto por la NOM-026-
STPS-2008 o la NOM-003-SEGOB-2011 o las que las sustituyan.

Realiza la lectura de la NOM-003-SEGOB-2011

Considerando el objetivo y los alcances de este curso, sólo se mencionan algunos de


los factores que debes consideran para identificar y prever un riesgo de fuego, ya
que corresponde a otros profesionistas con otro grado de especialidad y
responsabilidad el cumplimiento estricto de las especificaciones en cuanto al
desarrollo y diseño de los procedimientos que establece la Norma.

En la tabla A.1 que se incluye en la NOM-002-STPS-2010 en el apéndice A, podrás


observar cómo se determina el riesgo de incendio en un centro de trabajo a partir del
concepto.
En el punto 7.17 de la NOM 002 podrás ver cómo a partir de la clasificación del riesgo
de incendio en el centro de trabajo se puede determinar la distribución de extintores
de acuerdo con los siguientes criterios:

Contar con extintores conforme a la clase de fuego que se pueda presentar.

Colocar al menos un extintor por cada 300 metros cuadrados de superficie o fracción,
si el grado de riesgo es ordinario.

Colocar al menos un extintor por cada 200 metros cuadrados de superficie o fracción,
si el grado de riesgo es alto.

No exceder las distancias máximas de recorrido que se indican en la tabla 1, por clase
de fuego, para acceder a cualquier extintor, tomando en cuenta las vueltas y rodeos
necesarios.
Los centros de trabajo o áreas que cuentan con sistemas automáticos de supresión
podrán contar hasta con la mitad del número requerido de extintores que
correspondan, de acuerdo con lo señalado en los incisos b y c, siempre y cuando
tengan una capacidad nominal de al menos 6 kilogramos o 9 litros.

Colocarlos a una altura no mayor de 1.50 m, medidos desde el nivel del piso hasta la
parte más alta del extintor.

Protegerlos de daños y de las condiciones ambientales que puedan afectar su


funcionamiento.

Como medida de prevención contra incendios en el trabajo los extintores deben estar
situados, inspeccionados y probados de acuerdo con las recomendaciones del
fabricante; esto debe incluir una prueba anual y la inspección de una persona
competente. Además, los extintores deben ser inspeccionados periódicamente para
asegurarse que están en su lugar, llenos, en buen estado y que han sido probados
dentro del plazo pertinente.

Hemos llegado al final de la sesión, agradecemos el tiempo que nos brindaste. A


continuación realizarás un ejercicio de reforzamiento para que conozcas cuál es el
dominio que tienes de los temas que se abordaron.

Sesión 5 / Tema 2.Medidas de Prevención


Equipo preventivo

Como parte de las medidas y procedimientos de prevención contra incendios, los


equipos portátiles de extinción y los sistemas de redes de extinción nos permiten
actuar ante un conato de fuego, pero para aprovechar los valiosos instantes iniciales
en los cuales se puede controlar un incendio, los arreglos apropiados y razonables
para la detección de incendios y dar la alarma son un elemento esencial que nos
permite asegurar que las personas puedan evacuar con toda seguridad.

Con respecto a las acciones preventivas que se deben considerar antes de la señal de
alarma son:
Contar con un listado actualizado de las personas que trabajan en el sector a su
cargo.

Resguardar los documentos que son de importancia para la empresa.

Determinar las zonas de seguridad.


Asimismo, una vez activada la alerta de incendio, las primeras actividades que se
sugiere realizar son:

Marcar al teléfono de emergencia.

Indicar que no deben correr ni regresar por ningún motivo al inmueble.

Dirigir al personal a las salidas de emergencia hasta la zona de seguridad.

En caso de humo, desplazar al personal agachado tan cerca del suelo como sea
posible.

Se recomienda que el personal se cubra nariz y boca con una prenda mojada, esto
ayudará a enfriar y filtrar los gases.

Los brigadistas deberán verificar que todo el personal haya evacuado, haciendo una
rápida revisión de los lugares a cargo y cerrando a su salida las puertas, sin poner
llave.

Dar prioridad en la evacuación a las personas con mayor exposición al riesgo, como
niños, adultos mayores, discapacitados y mujeres embarazadas.

Comunicar al coordinador general que el lugar ha sido evacuado.

Solicitar ayuda en caso de que existan heridos.

Pasar lista en la zona de seguridad para verificar que el personal se encuentre


presente, informando de esto al coordinador general.

Sistemas de detección y alarma

En algunos casos, en las pequeñas instalaciones los sistemas de alarma se reducen a


depender únicamente de los ocupantes de detectar un incendio y dar la alarma a
otros verbalmente y de esta manera se puede decir que se alcanza un nivel razonable
de seguridad para los ocupantes, en tanto que para los locales un poco más grandes
con una alarma de incendio de activación eléctrica accionada mediante pulsadores se
puede alertar al personal y equipos o brigadas de respuesta. Sin embargo, para los
espacios más grandes o donde los ocupantes o responsables desean proporcionar un
mayor nivel de seguridad se utilizará algún tipo de sistema automático, en este caso,
la instalación de un sistema automático que detecte y active la alarma aumentando
significativamente y brindando la posibilidad de salvar la vida y proteger los equipos y
edificios. Este tipo de sistemas los observamos en los establecimientos comerciales
donde es posible que los incendios se produzcan en momentos en que los edificios
están cerrados.

Tipos de detección automática de incendios y sistemas de alarma

Los sistemas de alarma contra incendios que se instalan en los inmuebles tienen
como objetivo emitir una señal que llame la atención de las personas para que
evacúen el lugar y así salvaguardar su vida y sus bienes.

En la siguiente tabla se presentan algunos de los tipos de detección disponibles, su


propósito principal y las áreas del inmueble donde pueden ser instalados. Los
sistemas de alarma y de detección de incendios se clasifican de acuerdo con el
propósito, su método de funcionamiento y finalidad.

Lugar donde se Tipo de


Propósito instala el sistema activación
  Proporcionar un Lugares Manual
medio de pequeños de
  comunicación ante la bajo riesgo
presencia de un
  incendio
Avisar lo más pronto A lo largo de Automático
 
posible del fuego con todas las áreas
el fin de lograr el del edificio
 
tiempo disponible
para el escape
 
Dar alerta temprana Instalado sólo Automático
  de incendios en en partes
determinadas áreas de definidas del
  nivel de peligro de edificio
incendio o de alto
  riesgo de incendio
Dar aviso de incendio Instalado sólo Automático
 
en una fase en partes
suficientemente definidas de
 
temprana para que la
todos los ocupantes, construcción
  sin excepción, salgan
de la habitación  
Sistemas de donde se originó el
detección de fuego
incendios diseñados
para la protección Proporcionar la Las partes de Automático
de la vida advertencia de humo las vías de
dentro de las vías de escape que
  evacuación comprende
las zonas de
circulación y
los espacios
de circulación
Ubicar los detectores Áreas Automático
para satisfacer el protegidas
objetivo de seguridad específicas
específico de fuego,
diferente a los  
señalados
  Reducir al mínimo el A lo largo de Automático
tiempo entre el todas las áreas
  encendido y la del edificio
llegada de los
Sistemas que se bomberos
proporcionan para
la protección de la Dar la alerta temprana En ciertas Automático
propiedad en las zonas en las épocas del
que el riesgo a la edificio
propiedad o la
 
continuidad del
negocio del fuego es
alta

No debes olvidar que las alarmas automáticas se activaran de acuerdo con el tipo de
detector utilizado, el cual activa la alarma a partir de la aparición de un producto de
la combustión o cambios físicos en el ambiente.

En este sentido, los detectores de incendio se clasifican en:

a) Humo

b) Calor

c) Gases de combustión

d) Flama

e) Otros tipos que identifican algún indicador de fuego

Recordando el alcance del curso, te sugerimos revisar la guía de referencia IV de la


NOM-002-STPS-2010, la cual informa acerca de algunos detectores y los factores a
considerar para su selección, así como el lugar más adecuado para su colocación.

Adicionalmente a la activación de la alerta de fuego, los sistemas de detección


permiten la activación manual o automática de sistemas de extinción, como redes con
rociadores de agua los cuales serán tratados en el próximo capítulo.
Sesión 6 / Tema 3.Técnicas y tácticas de incendio
Bienvenido a la sesión 6, el día de hoy daremos inicio a un nuevo tema el cual lleva
por nombre Técnicas y tácticas de ataque de fuego. Si quieres saber de qué se trata,
¿qué te parece si comenzamos?

Técnicas y tácticas de ataque de fuego

Este tema tiene como objetivo que conozcas los mecanismos de extinción del fuego,
sus agentes extintores así como las técnicas y tácticas empleadas para el combate y
control de incendios en instalaciones industriales y edificios administrativos. En esta
sesión únicamente abordaremos los temas de métodos de extinción y agentes
extintores.

Métodos de extinción según el tipo de fuego

Después haber estudiado la teoría de la combustión y los métodos preventivos para


disminuir la probabilidad de un incendio, tal vez te preguntarás ¿qué es lo que se
debe hacer como medida inicial para controlar un conato de fuego?

Primero, si se descubre un fuego se debe, inmediatamente después de dar la alarma


y llamar a los bomberos, intentar apagarlo, por lo que la principal decisión es
establecer el método de extinción adecuado.

Recordando los cuatro elementos del tetraedro del fuego (figura 3.1), que son
imprescindibles para que exista un fuego (calor, oxígeno, combustible y reacción en
cadena), los métodos de prevención y extinción se basan en la eliminación de uno o
más de los componentes de la combustión. De acuerdo con esto, los métodos de
extinción son:
Como se ilustra en la figura 3.2., eliminando el calor, es decir, bajando la
temperatura a un nivel en que los materiales combustibles ya no pueden desprender
gases y vapores inflamables. Para lograr este enfriamiento, uno de los mejores
elementos para lograrlo es el agua, ya que puede absorber gran cantidad de calor
antes de evaporarse. Mangueras y extintores con agua corresponden a la aplicación
de este método. La reducción de la temperatura depende de la aplicación de un
caudal adecuado y en forma apropiada para lograr establecer un balance negativo de
calor. La ventilación ayuda a combatir el incendio porque elimina el calor, vapores y
humo de la atmósfera, reduciendo al mismo tiempo las oportunidades de una
explosión por acumulación de vapores.

En la figura 3.3. se muestra que, al disminuir la concentración de oxígeno por


consumo, desplazamiento o por medio de la adición de una determinada cantidad de
gas inerte que desplace o reduzca la concentración el oxígeno, con lo cual detenemos
la reacción de combustión. A esta forma de extinción de fuego se le denomina
sofocación. El uso de mantas con las cuales se cubre el fuego, como arena o
espumas, son aplicaciones de este sistema.

En la figura 3.4., se ilustra que al eliminar o disminuir el material combustible es más


directo y eficaz para su extinción. Teóricamente es el método idóneo pero por su
complejidad raramente se aplica en la práctica a excepción de los fuegos que se
producen en combustibles líquidos y gaseosos. Retirar el combustible sólido en zonas
próximas al fuego resulta muy laborioso, pero interrumpir el suministro de
combustible líquido o transvasarlo actuando sobre las válvulas es sencillo; en el caso
de combustibles gaseosos es casi obligada la aplicación de este mecanismo para
garantizar la extinción y el control real.

Por último, recordarás que la reacción en cadena es la que permite la continuidad de


la flama al utilizar el calor generado para la vaporización del combustible. En este
sentido, en la figura 3.5 se ilustra cómo la inhibición de la reacción en cadena se
logra impidiendo la transmisión de calor de unas partículas a otras del combustible,
interponiendo elementos catalizadores entre ellas, como el uso de compuestos
químicos que reaccionan con los distintos componentes de los vapores combustibles
neutralizándolos. Los extintores de polvos químicos secos y sustitutos del halón
tienen esta finalidad. Este método es sumamente efectivo en combustibles líquidos y
gaseosos. En la extinción de incendios sobre combustibles sólidos siempre se
comportarán mejor los agentes con capacidad de enfriamiento, es decir, agua.

Agentes extintores

En el tema de Medidas de prevención se abordó la manera de prevenir y disminuir el


riesgo por fuego, identificando y eliminando los factores que le podrían dar origen, en
este sentido, es de suma importancia conocer las características de los combustibles,
las zonas donde éstos se encuentran y la información necesaria para la selección
adecuada del tipo de agente extintor.

Los elementos o productos que se disponen para el control o extinción del fuego se
denominan agentes extintores. Existe una gran variedad a partir de las
características, físicas o químicas que lo hacen capaz de interrumpir el proceso de
combustión.

La clasificación de los distintos agentes extintores está determinada por el estado


físico en que se encuentran: sólidos, líquidos o gaseosos.

Líquidos
Agua. Es el agente extintor más utilizado, apaga por enfriamiento absorbiendo del
fuego grandes cantidades de calor para evaporarse.

En general, es más eficaz si se emplea pulverizada ya que se evapora más rápido con
lo que absorbe más calor. El agua cuando se vaporiza aumenta su volumen 1700
veces. Se utiliza para apagar fuegos de clase A ya que apaga y enfría las brasas.

Generalmente no debe emplearse en fuegos de clase B a no ser que esté


debidamente pulverizada, pues es más densa que la mayoría de los combustibles
líquidos. Es de suma importancia mencionar que el agua es conductora de
electricidad, por lo tanto no debe emplearse hasta haber eliminado la corriente
eléctrica.

Espuma. Básicamente apaga por sofocación al aislar el combustible del aire, es decir
el oxígeno que lo rodea, ejerce una cierta acción refrigerante debido al agua que
contiene. Se utiliza en fuegos de clase A y B, además es conductora de electricidad
por lo que no debe emplearse en presencia de corriente eléctrica.

Mezcla de agua y acetato de potasio. Se utiliza para apagar fuegos clase K, no


produce derrame de grasas y evita la propagación del fuego gracias al efecto que
produce la nube vaporizada. El difusor descarga en forma de Spray, protegiendo al
operador de salpicaduras.

Sólidos

Polvos químicos secos. Son polvos de sales químicas de diferente composición


capaces de combinarse con los productos de descomposición del combustible,
paralizando la reacción en cadena. Pueden ser de dos clases: normal o polivalente.

Los polvos químicos secos normales (BC) son sales de sodio o potasio perfectamente
deshidratadas, combinados con otros compuestos para darles fluidez y estabilidad.
Son apropiados para fuegos de líquidos clase B y de gases clase C.

Los polvos químicos secos polivalentes (ABC) tienen como base fosfatos de amonio,
con aditivos similares a los normales. Además de ser apropiados para fuegos de
líquidos y de gases, lo son para los sólidos, ya que se funden recubriendo los brasas
con una película que las sella aislándolas del aire.

No son tóxicos ni conducen la electricidad a tensiones normales, por lo que pueden


emplearse en fuegos en presencia de tensión eléctrica. Su composición química hace
que contaminen los alimentos y pueden dañar por abrasión mecanismos delicados.

Existe un tipo de agente extintor a base de polvos especiales que es normalmente


una mezcla a base de cloruro de sodio con aditivo de fosfato tricálcico o compuestos
de grafito y coque, los cuales se utilizan exclusivamente para apagar fuegos clase D.
Los agentes extintores comunes no deben usarse en este tipo de incendios, ya que
en la mayoría de los casos existe el peligro de aumentar la intensidad del fuego
debido a una reacción química entre el agente y el metal ardiente.
Gaseosos

Dióxido de carbono (CO2). Es un gas inerte que se almacena en estado líquido a


presión elevada. Al descargarse se solidifica parcialmente en forma de copos blancos,
por lo que a los extintores que contienen este agente extintor se les llama de nieve
carbónica. Apaga principalmente por sofocación desplazando al oxígeno del aire,
aunque también produce un cierto enfriamiento. No conduce la electricidad.

Se emplea para apagar fuegos de líquidos clase B y clase C en fuego de sólidos clase
A sólo cuando son superficiales, de otra forma resulta un agente poco eficiente. Al no
ser conductor de la electricidad es especialmente adecuado para apagar fuegos en
los que haya presencia de corriente eléctrica.

Es asfixiante, por lo que los locales deben ventilarse después de su uso. Hay que
tener especial cuidado con no utilizarlo en cantidades que puedan resultar peligrosas
en presencia de personas.

Derivados halogenados. Son productos químicos resultantes de la halogenación de


hidrocarburos. Todos estos compuestos se comportan frente al fuego de forma
semejante a los polvos químicos secos, apagando el fuego por rotura de la reacción
en cadena.

Dada su gran eficacia extintora, los halones se han utilizado de forma masiva hasta
finales de los años ochenta. Se ha comprobado que su liberación afecta al deterioro
de la capa de ozono dada su composición a base de metano y elementos
halogenados (cloro, bromo y flúor). Por ello, la utilización de este tipo de agente
extintor se está reduciendo rápidamente sobre todo desde la ratificación del Protocolo
de Montreal en 1988, firmado por 87 países.

Por estas razones, los fabricantes han desarrollado desde hace algún tiempo
compuestos alternativos que no afecten a la capa de ozono y que tengan eficacia
extintora similar a los halones. Generalmente se identifican con un número; los más
eficaces y utilizados son el 1301 (bromotrifluormetano) y el 1211
(bromoclorodifluormetano) o CBF.

Otros agentes extintores

Se utilizan otros agentes extintores, pero su empleo se restringe a ciertas clases de


fuego:

Arena seca. Proyectada con pala sobre líquidos que se derraman por el suelo, actúa
por sofocación del fuego. Se utiliza igualmente para tipo de fuego D de magnesio. Es
indispensable en los garajes donde se presenten manchas de gasolina, para impedir
su inflamación.
Mantas. Son utilizadas para apagar fuegos que, por ejemplo, hayan prendido la ropa
de alguna persona. Es necesario que estén fabricadas con fibras naturales y no con
fibras sintéticas.

Explosivos. Sólo se utilizan en casos muy particulares como en fuegos en pozos de


petróleo e incendios de gran magnitud en ciudades. El efecto de explosión abate las
llamas, pero es necesario luego actuar con rapidez para evitar que el fuego vuelva a
prender.

A manera de resumen, en la siguiente tabla se presentan los tipos de agentes


extintores y el tipo de fuego en el que deben usarse. Existen numerosos casos, en
que la utilización de un agente extintor inadecuado no sólo no es capaz de combatir
el fuego sino que puede ayudar a su propagación.
(*) Son capaces de apagar las llamas, pero al conservar las materias sólidas la inercia
térmica, las llamas vuelven a prender al cabo de pocos segundos de haber dejado de
proyectar el agente extintor.

Sesión 7 / Tema 3. Técnicas y tácticas de incendio


Equipos contra incendios

Las medidas activas de protección contra incendios están constituidas por el conjunto
de equipos portátiles, los sistemas fijos manuales o automáticos que permiten
detectar, almacenar, distribuir y proyectar los agentes extintores sobre el fuego. Los
medios de extinción que actualmente se utilizan de forma habitual son:

Extintores portátiles (transporte manual y sobre ruedas)

Agua

CO2

Halon o producto sustitutivo

De polvo químico (BC o ABC)

Otros agentes extintores


Equipos fijos (boca de incendio equipada, hidrantes, columna seca, en interior o
exterior)

Agua

CO2

Halon o producto sustitutivo

Espuma

Otros agentes extintores

Extintores portátiles

El extintor portátil es quizá el más empleado de todos los medios de extinción. Se ha


concebido sólo para combatir conatos de incendio, es decir, fuegos que recién
comienzan. Si se intenta aplicarlos a fuegos de grandes proporciones no sólo serán
inútiles, sino que expondrán a quienes los ocupen a riesgos graves y quizás fatales.

Un concepto muy importante es el tiempo real de descarga de un extintor, es decir,


cuánto tiempo durará funcionando desde que se activa. Si piensa que durará de
forma indefinida se corre el peligro de quedar atrapado.
¿Sabias que?

Un extintor de polvo químico seco de 10 kilos se descarga aproximadamente en sólo


un minuto.

Un extintor portátil es un recipiente que permite el almacenamiento, el transporte y la


proyección de un agente extintor sobre el fuego. Un extintor es un aparato
compuesto por un recipiente metálico o cuerpo que contiene el agente extintor, que
ha de presurizarse constantemente o en el momento de su utilización con un gas
impulsor de presión incorporada o presión adosada.

Si el extintor está constantemente bajo presión, el gas impulsor se encuentra en


contacto con el agente extintor en el interior del cuerpo. A este tipo se le llama de
presión incorporada, estando generalmente equipados con un manómetro que indica
la presión interior, que es un marcador con una aguja que se mueve en zonas
marcadas con colores.

La aguja en zona VERDE indica que el extintor tiene presión suficiente y está
operativo.

Si la aguja está en zona ROJA, el extintor no está operativo. Esto se debe, por lo
común, a que ya fue usado y no se recargó oportunamente, o a que existe una fuga
en la válvula y ha perdido la presión.

Si la aguja se ha desplazado a la zona AMARILLA quiere decir que hay sobrepresión.


Esto puede ser una falla del manómetro mismo cuando es de mala calidad. Por lo
tanto el extintor no está operativo.

Si el extintor se presuriza en el momento de su disparo o utilización, el gas impulsor


está contenido en una cápsula de gas independiente. A este tipo de extintores se les
llama de presión adosada o de presión adosada exterior, según que la cápsula de gas
se encuentre o no en el interior del cuerpo del extintor. Estos extintores, al ser
presurizados en el momento de su uso, deberán ir provistos de una válvula de
seguridad. Con relación a esto, en la figura 3.6., existen dos tipos de extintores: el de
la izquierda representa un extintor manualmente presurizado, ya que contiene un
cartucho o cápsula que hay que activar al momento de usarlo el de la derecha es de
presurizados permanentemente.
El gas impulsor suele ser nitrógeno o CO2, aunque a veces se emplea aire
comprimido. El único agente extintor que no requiere gas impulsor es el CO2. Los
polvos secos y los halones requieren un gas impulsor exento de humedad, como el
nitrógeno o el CO2 seco.

Las partes que componen los extintores portátiles son:

Cilindro o botella. Recipiente donde se almacena el agente extintor.

Manómetro. Es un indicador de presión en el extintor. Indica cuan lleno o vacío está.


Contiene tres secciones a saber: vacío, lleno, sobrecargado. No todos los extintores
tienen este indicador. En los que no tienen manómetro, existen otros medios para
determinar si están llenos o vacíos.

Mango. Parte metálica fija por la cual se agarra el extintor cuando se utiliza.
Palanca. Parte por la cual se pone en acción el extintor. Al presionarla se abre la
válvula de escape y sale el agente extintor.

Pasador de seguridad. Metal que fija la palanca y evita que se accione el extintor
accidentalmente.

Abrazadera o precinta de seguridad. Se utiliza para evitar que el pasador se salga de


lugar. Normalmente, se utiliza como indicador de si se utilizó o no el extintor.

Manguera, boquilla, trompeta o tobera o boquilla (trompeta) tobera. Parte por donde
sale el agente extintor y con la cual se guía éste hacia el incendio.

Panel de instrucciones. Como se ilustra en la figura 3.7., la placa que contiene la


información mínima acerca del extintor, precauciones de uso y cualquier otra
información pertinente. Aquí dice el tipo de extintor: A, B, C, AAB, ABC (busque el
extintor más cerca de usted y verifique su clasificación).

Tarjeta de mantenimiento e inspección. Tarjeta atada al extintor donde se anota la


fecha en que se recargó, se inspeccionó y las iniciales de la persona que lo hizo. Es
un registro de mantenimiento y servicio.
Se sugiere que busques el extintor más cercano para que te familiarices con las
partes que lo componen e identifiques a qué clasificación pertenece.
Clasificación de extintores por su agente extintor
Hay diferentes tipos de extintores que contienen agentes apropiados para cada tipo
de fuego, es decir:

Extintores de Polvo Químico Seco (PQS)

Éstos actúan principalmente mediante reacciones químicas que inhiben la reacción en


cadena. Antes de usarlos, se deben verificar dos cosas:

• Que el agente extintor sea apropiado para el fuego que se debe combatir. Hay PQS
para fuegos A, B y C; los otros son sólo para B y C.

• Que el extintor tenga la presión adecuada. Hay algunos modelos que tienen
adosada una botella auxiliar que contiene gas que da la presurización, en cuyo caso
no es necesario el manómetro que indica la presión al interior del cuerpo del extintor.

Una de las consideraciones que se debe tener al usarlo es que el polvo deja residuos
en abundancia, cuya eliminación posterior es engorrosa, por lo cual no es
recomendable para lugares en que existan equipos delicados o productos para el
consumo humano.

Extintores de anhídrido carbónico (CO2)

Es un gas inerte que se almacena en estado líquido a presión elevada. Al descargarse


se solidifica parcialmente, en forma de copos blancos, por lo que a los extintores que
contienen este agente extintor se les llama de "nieve carbónica". Apaga
principalmente por sofocación, desplazando al oxígeno del aire, aunque también
produce un cierto enfriamiento. No conduce la electricidad.

Se emplea para apagar fuegos de líquidos clase “B” y “C”, en fuego de sólidos clase
“A” sólo cuando son superficiales, de otra forma resulta un agente poco eficiente. Al
no ser conductor de la electricidad, es especialmente adecuado para apagar fuegos
en los que haya presencia de corriente eléctrica.

Es asfixiante, por lo que los locales deben ventilarse después de su uso. Hay que
tener especial cuidado con no utilizarlo en cantidades que puedan resultar peligrosas
en presencia de personas.
Extintores de agua a presión

Es uno de los más comunes y simples. Su funcionamiento y operación es similar a los


de Polvo Químico Seco (PQS), salvo en que el agente extintor es agua corriente.

La extinción se produce por enfriamiento. Se utiliza sólo en los fuegos clase A


(papeles, géneros, maderas, etcétera) y por ningún motivo debe ser utilizado en los
de clase C, dado que el agua es conductora de la electricidad y la persona que lo
maneja puede sufrir descargas que pongan en riesgo su integridad física.
Extintores de espuma

Este tipo de extintores tienen en su interior agua y una cápsula con concentrado de
espuma.

Cuando se activa, el gas expulsa el agua y la combina con el concentrado,


formándose millones de pequeñas burbujas. Esta espuma es capaz de crear una capa
aislante sobre de un líquido inflamable, impidiendo que los vapores entren en
contacto con el oxígeno del aire y enfriándolo. Por lo tanto, se trata de un método de
extinción combinado.

Al igual que el de Polvo Químico Seco (PQS) y el agua, tienen un manómetro que
permite verificar que tengan presión adecuada.

Otra consideración importante es que hay diferentes tipos de concentrados. Algunos


de origen orgánico tienen una duración limitada, ante lo cual deben ser recargados.
Los sintéticos, en cambio, tienen vida útil ilimitada.

Debido a que la espuma es también conductora de electricidad, no se deben utilizar


en fuegos clases C.

Equipos fijos

Los equipos fijos son sistemas incorporados en edificios y que proveen protección en
caso de incendio. Uno de éstos está conformado por las redes secas, es decir,
tuberías de gran diámetro sin agua que los bomberos pueden utilizar para llegar al
lugar del siniestro sin necesidad de extender mangueras.

En la figura 3.8. se representa un sistema múltiple de redes secas para agua y


espuma, en el caso de incendio los bomberos se conectarían a la toma siamesa
proporcionando agua a toda la red, también se muestra un sistema para suministrar
espuma y controlar un posible incendio por medio de rociadores sobre una caldera
que utiliza combustible.
En la figura 3.9., se presenta un sistema de red húmeda. Se llama así porque las
tuberías tienen permanentemente agua, en estos sistemas encontramos hidrantes
con mangueras y pitones listos para ser utilizados en caso de necesidad. Su fuente de
abastecimiento son generalmente los tanques de agua ubicados en la parte superior
del edificio, pero también pueden ser alimentadas por fuentes de agua propias
impulsadas por bombas.
En la figura 3.10., se ilustra un sistema de redes de rociadores o aspersores. En este
tipo de sistemas de tuberías con válvulas se activan automáticamente en caso de
incendio, puede utilizarse como agente extintor agua, dióxido de carbono (CO2),
halón, etcétera. En muchos casos logran controlar el fuego de manera rápida y
efectiva.

Dispositivos de agua móviles o prolongables


Hidrantes
Son mangueras de diámetro pequeño y están diseñadas para ser empleadas en el
control y extinción de un incendio que recién se inicia y de pequeña magnitud. Este
tipo de material es de uso sencillo y puede ser muy eficaz para evitar que un siniestro
aumente o se propague. Por esta razón, sólo lo usara el personal que ha sido
capacitado para utilizarlo correctamente.

Las mangueras son fabricadas con distintos materiales, y se colocan en gabinetes de


diversos modelos. A continuación se indican las principales ventajas y desventajas de
cada tipo.

• Mangueras flexibles: están confeccionadas con materiales que hacen que se


aplanen cuando están vacías, y sólo recuperan su forma circular por la presión del
agua. Su largo en el interior de una instalación no debe superar los 15 metros. Si es
necesario que cubran distancias mayores, se recomienda tener dos de 15 metros, con
un sistema de uniones que permita conectarlas entre sí cuando se requiera.

Mangueras semirrígidas: son fabricadas con materiales que les permiten mantener su
forma tubular estando sin presión de agua en su interior. Lo anterior les permite
funcionar aun cuando no se hayan desenrollado completamente y tener hasta 30
metros conservando la facilidad de utilización.<

Los principales cuidados que se deben tener con las mangueras son:

Evitar que queden sobre elementos punzantes o cortantes

Protegerlas de la acción del calor e intemperie

Evitar golpes en las uniones

No colocar sobre ellas objetos pesados, ni que sean pisadas por vehículos o personas,
especialmente si están con agua

Abrir o cerrar lentamente el pitón


Vaciar completamente el agua una vez que han sido utilizadas, y lavarlas antes de
guardarlas. Hay que familiarizarse con el sistema de mangueras que emplea la
empresa, dado que hay diversas formas de almacenarlas (en rollos, carretes,
plegadas, etcétera).
Gabinetes con sistema de carrete

Las mangueras están enrolladas en un carrete que gira al tirar de un extremo de


éstas. Frecuentemente se emplean mangueras semirrígidas, lo que hace su utilización
más fácil.

Se les conoce también como carretes de intervención rápida. Si en éstos se emplean


mangueras flexibles será siempre necesario desenrollarlas completamente para poder
lanzar agua.

Gabinetes con sistema de plegado

Las mangueras flexibles se colocan al interior del gabinete, plegadas


sistemáticamente como un acordeón. Al utilizarlas se deben desplegar
completamente para que puedan dar paso al agua.

Un inconveniente es que se reduce la vida útil de las mangueras, debido a que los
pliegues que se forman al almacenarlas debilitan sus paredes, lo que exige una
frecuente revisión y necesidad de renovarlas periódicamente.

Cajas de emergencia

Una modalidad muy usual son las cajas de emergencia, que se adosan a las paredes
y en las cuales hay elementos para combatir fuego o para rescate, tales como
extintores, hachas, barretas y otros elementos similares.

Es especialmente conveniente que se ubiquen en ellas los extintores, porque esto


permite tener reunidos en un solo lugar todos los elementos requeridos para una
emergencia, sirviendo además de punto de reunión para quienes deban utilizarlos.

Técnicas y tácticas de ataque


La operación de extintores portátiles juega un papel muy importante en el resultado
de la acción de combatir fuego. Si se usa en forma incorrecta, un pequeño fuego
perfectamente controlable puede convertirse en un siniestro de grandes
proporciones, por lo que antes de usar un extintor se debe tener en cuenta que se
está manejando un recipiente a presión, lo cual implica que se tienen que mantener
una serie de precauciones con su manejo. En principio puede resultar lento, pero con
la práctica se llega a realizar de forma rápida e instintiva, cabe mencionar que
siempre se deberán realizar los siguientes

Paso 1
Mantén la calma, de lo contrario tu acción puede ser más peligrosa que el mismo
fuego. Avisa del fuego a tu supervisor y las personas en el área, utiliza la alarma o
llama al teléfono de emergencia. Si no hay alarma o teléfono a la mano, da la voz de
alerta o grita: fuego; si estás acompañado envía al otro a avisar. Trata de cortar la
energía eléctrica.

Paso 2
Asegúrate de elegir el tipo de extintor correcto. Un extintor apropiado para
determinada clase de fuego puede resultar peligroso para otras.

Paso 3
Retira el extintor con cuidado, evitando golpearlo o golpearte con él.

Paso 4
Toma el extintor de la manija al trasladarlo, no corras mientras lo transportas.

Paso 5
En los incendios al aire libre, siempre colocarse de espaldas al viento.

Paso 6
No acercarse excesivamente al fuego, aproximadamente a 3 metros de distancia, es
necesario recordar que el chorro del extintor sale con fuerza considerable y puede
aventar las llamas hacia lugares no deseados.

Paso 7
Una vez en el lugar del conato de fuego y sólo en ese instante, retira el seguro.
Separa la manguera del seguro que la retiene.
Paso 8
Presiona la palanca para que se inicie el proceso de descarga. Si sueltas la palanca se
interrumpirá la salida del agente extintor. No accionar la palanca de presurización, sin
antes haber comprobado que el cuerpo del operador se encuentra fuera del radio de
acción de cualquier proyección que pueda provocar algún elemento del extintor.

Paso 9
Dirige en lo posible el agente extintor hacia la base de la llama, de preferencia, haz
un movimiento de abanico horizontal o vertical según la necesidad. El accionar
conjunto de dos o más extintores sobre el foco ígneo hará que éste sea extinguido
con mayor prontitud.
Paso 10
No se debe correr ni darle la espalda al fuego, tampoco se debe ingresar a un recinto
con gran cantidad de humo ni descargar el extintor si no puede ver dónde se va a
lanzar el agente extintor.

Paso 11
Completada la operación, y hayas o no extinguido el fuego, retírate del lugar para
que otras personas continúen con la labor.

Paso 12
Una vez usado, entrega el extintor vacío a quien corresponda para que sea cargado y
quede operativo nuevamente.

Paso 13
Cada cierto tiempo dedica algunos minutos para comprobar que los extintores de tu
sector están operativos de modo que ante una emergencia puedas usarlos sin
problemas. Si no es así, da cuenta a quien corresponda de inmediato.

Antes de extinguir un fuego en una situación de emergencia es recomendable haber


realizado una práctica real por lo menos una vez

Cuando se trate de extinguir un líquido inflamable alojado en un recipiente, se


establecerá una distancia de seguridad para evitar proyecciones de líquido en llamas.
La distancia entre la punta de la boquilla del extintor (matafuego) y la pared más
próxima del tanque con relación al operador del extintor será proporcional al alcance
del chorro.

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