Monografia-De-Titulos-Valores - El Cheque
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D NACIONAL
HERMILIO
FACULTAD
DE
VALDIZAN
DERECHO Y
CIENCIAS DERECHO
POLITICAS CARTULAR
(TITULOS
VALORES)
TEMA: EL CHEQUE
DOCENTE: Dr.
FERNANDO
SOTO
ALUMNO:
PALOMINO
CRISTIAN
RONALD
MEZA ROJAS
SEMETRE: XI
2023
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Entre los diversos títulos valores que regula la actual Ley de Títulos
Valores (Ley 27287, en adelante la Ley), es el cheque como sustituto
de la moneda el que tiene mayor uso y difusión en nuestro medio, el
que por su naturaleza constituye un mandato de pago inmediato, a
diferencia de otros títulos valores, como la letra de cambio y el
pagaré, que por su naturaleza constituyen títulos de crédito.
Es importante señalar, por lo antes expresado, que, precisamente,
una de las razones importantes de haber denominado a nuestra Ley
actual y a la anterior Ley 16587, Ley de Títulos Valores, es con el
propósito de regular conjuntamente verdaderos títulos valores, como
la letra de cambio, el pagaré y el cheque, entre otros, aun cuando
tienen una naturaleza jurídica distinta, como está indicado; debiendo
tenerse presente que la anterior Ley 16587, a diferencia de la Ley
vigente, solo regulaba la letra de cambio, el cheque, el pagaré y el
vale a la orden, este último ya derogado por la actual Ley; y conforme
establecía el artículo 208 de dicha Ley anterior, los que por ley
posterior se incorporaran a sus disposiciones.
Nuestra Ley se ciñe al sistema inglés y por tanto el cheque está
necesariamente relacionado con contratos de cuenta corriente
bancarios, pues solo se admite el giro de cheques siempre y cuando
el emitente de estos cuente con fondos a su disposición en la cuenta
corriente correspondiente, suficientes para su pago, ya sea por
depósito constituido en ella o por tener autorización del banco para
sobregirar la indicada cuenta, según lo pactado. Por ello, es común la
suscripción con bancos de contratos de cuenta corriente bajo
distintas formas: a) cuentas corrientes de depósito; b) cuentas
corrientes de depósito con sobregiro; y, c) cuentas corrientes de
crédito. La primera se abre depositando dinero y el banco solo se
obliga a pagar cheques hasta donde alcancen los fondos
previamente depositados; es decir, que debe negarse el pago si no
existieran fondos en las cuentas. La segunda tiene la particularidad
de que, no obstante haberse abierto con el depósito de dinero, se
contrata al mismo tiempo con el banco la posibilidad de sobrepasar
los fondos depositados hasta determinada suma, constituyendo esta
parte del pacto un crédito disponible para el cliente con la aprobación
del banco. La tercera es la modalidad de contratar un crédito
bancario para que el cliente pueda girar cheques, en la medida de
sus necesidades, cuando así lo requiera.
En las tres clases de cuentas corrientes comentadas es
característico el sistema con los rubros de abonos y cargos, según
que el cliente deposite o retire dinero con cheques de su respectiva
cuenta corriente. Es característico también que al vencimiento del
periodo mensual o al cierre, en su caso, se emita un estado de
cuenta corriente preparado por el banco, con el que el cliente puede
determinar cuál es su saldo, si es saldo acreedor o deudor y hasta
dónde podría seguir girando cheques.
CAPÍTULO I: CONCEPTO Y NATURALEZA JURIDICA
Entre los diversos títulos valores que regula la actual Ley de Títulos Valores
(Ley 27287, en adelante la Ley), es el cheque como sustituto de la moneda el
que tiene mayor uso y difusión en nuestro medio, el que por su naturaleza
constituye un mandato de pago inmediato, a diferencia de otros títulos valores,
como la letra de cambio y el pagaré, que por su naturaleza constituyen títulos
de crédito.
Es importante señalar, por lo antes expresado, que, precisamente, una de las
razones importantes de haber denominado a nuestra Ley actual y a la anterior
Ley 16587, Ley de Títulos Valores, es con el propósito de regular
conjuntamente verdaderos títulos valores, como la letra de cambio, el pagaré y
el cheque, entre otros, aun cuando tienen una naturaleza jurídica distinta, como
está indicado; debiendo tenerse presente que la anterior Ley 16587, a
diferencia de la Ley vigente, solo regulaba la letra de cambio, el cheque, el
pagaré y el vale a la orden, este último ya derogado por la actual Ley; y
conforme establecía el artículo 208 de dicha Ley anterior, los que por ley
posterior se incorporaran a sus disposiciones.
Nuestra Ley se ciñe al sistema inglés y por tanto el cheque está
necesariamente relacionado con contratos de cuenta corriente bancarios, pues
solo se admite el giro de cheques siempre y cuando el emitente de estos
cuente con fondos a su disposición en la cuenta corriente correspondiente,
suficientes para su pago, ya sea por depósito constituido en ella o por tener
autorización del banco para sobregirar la indicada cuenta, según lo pactado.
Por ello, es común la suscripción con bancos de contratos de cuenta corriente
bajo distintas formas: a) cuentas corrientes de depósito; b) cuentas corrientes
de depósito con sobregiro; y, c) cuentas corrientes de crédito. La primera se
abre depositando dinero y el banco solo se obliga a pagar cheques hasta
donde alcancen los fondos previamente depositados; es decir, que debe
negarse el pago si no existieran fondos en las cuentas. La segunda tiene la
particularidad de que, no obstante haberse abierto con el depósito de dinero, se
contrata al mismo tiempo con el banco la posibilidad de sobrepasar los fondos
depositados hasta determinada suma, constituyendo esta parte del pacto un
crédito disponible para el cliente con la aprobación del banco. La tercera es la
modalidad de contratar un crédito bancario para que el cliente pueda girar
cheques, en la medida de sus necesidades, cuando así lo requiera.
En las tres clases de cuentas corrientes comentadas es característico el
sistema con los rubros de abonos y cargos, según que el cliente deposite o
retire dinero con cheques de su respectiva cuenta corriente. Es característico
también que al vencimiento del periodo mensual o al cierre, en su caso, se
emita un estado de cuenta corriente preparado por el banco, con el que el
cliente puede determinar cuál es su saldo, si es saldo acreedor o deudor y
hasta dónde podría seguir girando cheques.
CAPITULO II: FORMALIDADES PARA SU EMISIÓN
Los talonarios serán proporcionados por los bancos a sus clientes, bajo recibo.
También pueden ser impresos por los clientes bajo su cuenta y
responsabilidad, para su propio uso, siempre que sean previamente
autorizados por el banco respectivo en las condiciones que acuerden. Por lo
demás, el talonario no es obligatorio para los cheques de viajero ni para los
cheques de gerencia y cheques giro, a los que me referiré más adelante.
En el caso del cheque, al igual que la letra de cambio, el pagaré y otros títulos
valores a la orden, su circulación legitimada se realiza mediante endoso por ser
títulos a la orden. La Ley no define el concepto del cheque, sino que se refiere
a su legitimación, indicando en el artículo 174 los requisitos sustanciales que
debe contener para ser título valor, así como las presunciones para el caso de
omisiones relativas al lugar de pago o la indicación de varios lugares de pago
(artículo 175).
Así como el banco puede negar el pago de un cheque por las razones antes
indicadas, también incurre en responsabilidad, debiendo resarcir al emitente
por los daños y perjuicios que origine, cuando sin causa justificada se niegue a
pagar un cheque. También responde por los daños y perjuicios que cause al
emitente al pagar un cheque: a) cuando la firma del emitente es falsificada; b)
cuando sean cheques impresos en talonarios no autorizados; c) cuando el
cheque no reúna los requisitos exigidos por la Ley en cuanto a su emisión o
transferencia; y, d) en los casos señalados en el artículo 212 de la Ley, antes
comentados, con excepción del inciso a) referido al caso de cheques que
hayan sido girados sin tener fondos, debiendo, en ese caso, ser asumida la
responsabilidad exclusivamente por el banco.
Además, las acciones cambiarias derivadas del cheque son, al igual que en
otros títulos valores, las siguientes:
• A los tres años, a partir del último día del plazo de 30 días de presentación a
cobro señalado en esta Ley, la acción directa contra el emitente y sus garantes,
si los tuviera.
• Al año, a partir del último día del plazo de 30 días de presentación a cobro
señalado en esta Ley, la acción de regreso contra los endosantes y/o garantes
de estos.
Después de dar una visión actualizada de la regulación del cheque como título
valor en la Ley de Títulos Valores vigente, es interesante señalar que la Ley
dedica el Título Segundo de la Sección Cuarta a los cheques especiales,
estableciendo nueve tipos de cheques con este carácter, y la mejor adecuación
al pago que quiera hacerse con estos al utilizarlos
De esos cheques especiales cuatro de ellos tienen el mismo formato de los
cheques comunes, variando tan solo los detalles característicos que califican la
calidad que revisten y sus efectos; ellos son: el cheque cruzado, el cheque para
abono en cuenta, el cheque intransferible y el cheque certificado; los otros
cinco son diferentes en el formato del Cheque común, utilizando un formato
propio, tanto en la forma como en el fondo, aprobado por los bancos con la
autorización de la Superintendencia de Banca y Seguros; ellos son: el cheque
de gerencia, el cheque giro, el cheque garantizado, el cheque de viajero y el
cheque de pago diferido.
El banco girado que pague un cheque que contenga esta cláusula a persona
distinta del legitimado a cobrarlo o del banco endosatario, responde del pago
efectuado.
Esta cláusula puesta por el endosante surte los mismos efectos respecto al
endosatario.
Efectuada la certificación, esta rige por el número igual de días a los que falten
para que venza el plazo legal de 30 días para la presentación del cheque a
cobro, asumiendo el banco girado durante dicho plazo desde la certificación
responsabilidad solidaria de pagar el cheque. Vencido dicho plazo, quedará
automáticamente sin efecto la certificación y toda responsabilidad derivada de
esta para el banco, debiendo este acreditar nuevamente en la cuenta corriente
del emitente la cantidad que hubiera retirado para destinarla al pago del
cheque.
En el caso del cheque certificado, la Ley autoriza a que el tenedor del cheque
ejercite la acción cambiaria correspondiente, únicamente contra el emitente,
quien mantendrá su calidad de obligado principal y/o contra los obligados
solidarios que hubieren, siempre que sea previamente protestado o se obtenga
la constancia puesta por el banco de no pago por falta de fondos, dentro de los
ocho días siguientes a la caducidad de la certificación.
Concluyo así esta síntesis sobre los cheques especiales que contempla la Ley,
no sin antes precisar que no requieren de protesto el cheque de gerencia, el
cheque giro, el cheque garantizado ni el cheque de viajero. Finalmente, antes
de terminar estos comentarios sobre el tratamiento del cheque en la actual Ley
de Títulos Valores, creo importante referir que desde hace muchos años existe
la preocupación por el establecimiento de normas uniformes sobre cheques en
los distintos países. Al respecto se han celebrado varios congresos en que se
ha tratado el tema, siendo evidente que al igual como ocurre en el caso de las
letras de cambio y los pagarés, tratándose de los cheques, por las facilidades
actuales en el comercio internacional, se hace cada vez más necesaria la
uniformidad en las disposiciones legales sobre estos títulos valores en los
distintos países.
BIBLIOGRAFÍA