Edgar W. Sandoval Yugar(Autor)
Capitulo |
El camino y la pampa
Milenios después del Jatun Tinku, un
ingeniero de caminos llamado Juan José
Velasquez Arrieta de 45 afos de edad, se
encontraba discutiendo con los operarios
de maquinaria pesada, debido a un camino
mal hecho, pero Juan José no sabia que
en poco tiempo le esperaria un destino
sellado lleno de desesperacion.
El tramo de carretera construido por el
ingeniero, era el Huanuni-Bombo-Llallagua,
que unia los departamentos de Oruro,
Potosi y Chuquisaca, que contaba con un
presupuesto de mas de 25 millones de
dolares, sin embargo, eso le causé
problemas, debido a que el tenia una
buena reputacién por sus excelentes
trabajos, pero no tenia una buena mano de
obra.Cabe decir que Juan era una persona con
un mal caracter, pese a eso, tiene una
esposa llamada Herminia y dos hijos y
este era el ultimo trabajo que haria, pues,
Juan habia ahorrado lo suficiente para
crear Su propia empresa constructora y
por eso no toler6 la imperfeccién de la
carretera.
El ingeniero Juan salié de el lugar irritado y
se fué hacia la pampa altiplanica que no
pareciera tener limite, observ6 el paisaje y
contemplo a la flora como la yareta(planta
andina comunmente encontrada en plano
boliviano), la thola y una que otra flor de
los andes, también contempld la fauna, en
la cual se veia la vizcacha, la llama, el
wanako y demas.
Por otro lado vid las obras hechas por el
hombre, que transgredian a las leyes
naturales y su belleza.
El ingeniero siguid caminando hasta quesu vista not6 un destello carmesi en el
cielo, cuyo destello eran hojas, siendo el
viento quien sell6 el destino del ingeniero.
Juan, no supo como reaccionar ante eso,
pues, no se encontraba poblacién alguna
por los alrededores, entonces pens6 que
eran hojas importantes del proyecto de la
carretera y fué tras las hojas, pero habia
veces en la que pareciera que el
wayra(viento que provoca uno de los seres
de alaj pacha[mundo de arriba])no queria
que cogiese las hojas, pero el ingeniero did
un esfuerzo para hagarar las hojas.
El ingeniero las organizé y al darse cuenta
de que no era nada importante y solo eran
unas hojas que relatavan una historia lo
empezo a leer.Capitulo II
El manuscrito de Yawar Pampa
Después de meditar profundamente
acerca de todo Io ocurrido en los recientes
meses, y ante mi inminente muerte, he
decidido ralatar estos inusuales
acontecimientos en este papel. Esto para
dejar un testimonio real de mi existencia y
desaparicion a los hombres y en especial
a mi familia, pero también para relatar el
portentoso encuentro con las tierras
malditas de Yawar Pampa, tierras de las
gue ya no espero salir nunca mds con vida.
La hoja relata la vida de Alberto Garcia
Carrero quien escribié la misma hoja.
Alberto Garcia es un antropdlogo de
profesién quién nacié un 22 de noviembre
de 1966 en la ciudad de Oruro.
La hoja relata de la vida amorosa deAlberto, quien en secundaria se enamordo
de una muchacha llamada Katherine, y
pese a Su naturaleza, logré estar con la
mujer que ama y concibieron una hija a
una edad un poco temprana, su relacién
que tenia fue desaprobada por sus padres
y la sociedad, pero lograron salir adelante.
Alberto logr6 ingresar y terminar la
universidad en la carrera de antropologia y
empezaron a prosperar debido a su
trabajo.
Alberto menciono que desde 1922 hasta
su desaparicion trabajaba con
comunidades rurales aisladas de los
grandes centros urbanos entre Oruro y
Potosi, y después de 5 afos se gané la
confianza de los originarios del lugar; fue
entonces cuando le hablaron acerca de la
leyenda de una tierra perdida y maldita,
cuyo nombre era Yawar Pampa 0 tierras de
sangre.Supuestamente esta tierra era habitada
por una raza de puma runas 0 atuj
runas(hombres puma u hombres lobo
andinos).
Al principio me puse algo incrédulo, pero le
encontré algo de sentido, como
antropologo veia las leyendas y mitos
andinos como elemento de estudio
cientifico, no como algo plausible, aunque
estas exaltaban mi curiosidad. Solo Dios
sabe cuan equivocado estaba
Alberto cuando empez6 a oir acerca de los
atuj runas por parte de los originarios, lo
tomo con credulidad ya que pretendia
hacer un ensayo, pero mientras mas
escuchaba, mas se interesaba y empezo a
investigar mas, busco informacion en la
universidad, pregunto a originarios pero no
encontr6é respuesta alguna, hasta queencontr6 un libro que hablaba sobre los
atuj runas, pero esto mencionaba que
provenian de ecuador, entonces Alberto
tuvo demasiada curiosidad que incluso fue
donde un yatiri quien le menciond que
encontraria el lugar maldito, Yawar Pampa,
debido a su curiosidad, solo tenia que
caminar por los alrededores y llegaria al
lugar.
Alberto salié del lugar y pens6 que lo
estafaron y decidié confiar en los mapas,
lo cual no le ayudaron de mucho, asi que
fue a explorar un lugar que no parecia
poblado, pero antes se prepar6, llevé una
mochila, una brujula, una carpa, un saco
de dormir, un libro, algo de comida y
material de escritura para sus apuntes.
Abordo un camion y llegé a un pueblo
cercano donde se rumoreaban aquellas
leyendas.
Alberto camino en direccién a otro puebloy al salir del pueblo se top6 con una chica
quien le pidid que no fuera a Yawar Pampa
y Alberto al ofr eso se preguntdé el como
sabia ella, que el queria ir alli, y antes de
que pudiera preguntarle el como sabia, la
mujer desapareci6é; Alberto pens6 que la
mujer entrdé en una casa y Alberto
prosiguid con su camino y penso que en 2
horas llegaria a otro pueblo.
Alberto atraveso varias dificultades, desde
no encontrar un pueblo, las condiciones
del clima y no poder comer ya que no
prepard demasiada comida y justo cuando
se empezaba a rendir, vid a la vista
excrementos secos de una llama y lo
siguid, pues las llamas no se alejaban de
los hombres, y con ese pensamiento, fue
siguiendo los rastros y cuando empezaba
a tener esperanza, su felicidad se esfum6
al ver que los rastros que seguia, se debia
a causa de una llama muerta en estado deputrefaccion tendida en el suelo.
Capitulo III
El pueblo maldito de Yawar Pampa
No sé en que momento me puse de pie, ni
en qué direccién caminé, pero lo hice en
un estado catatonico, sin tener nocion de
nada. Tampoco sé por cuanto tiempo
caminé, pues el impacto de la vision de la
llama muerta fue demasiado para mis
nervios.
Solo comencé a recobrar algo de mi
cordura cuando divisé unos cultivos
perdidos a lo lejos. Al principio no quise
creer en lo que veian mis ojos, pues nodeseaba otra decepcion brutal como la
que habia tenido instantes atras, pero
continué caminando y las plantaciones se
hicieron mas nitidas.
Cuando me di cuenta estaba caminando
por un camino de tierra. Los cultivos que
habia visto eran atravesados por un
pequefnio riachuelo que descendia de
imponentes montafas a la derecha de un
camino y terminaba en un inmenso lago
del cual no tenia conocimiento. A medida
que caminaba pude divisar un pueblo
ubicado entre las faldas de los cerros y el
lago desconocido. Mas alla, a la izquierda
del camino podia verse un interminable
salar que era la continuacion del lago.
Al fin me encontraba a salvo...no podia
creerlo... Quedé estupefacto con la
salvadora vision del pueblo hasta que
unos gritos me substrajeron del
ensimismamiento.Era una mujer que cosechaba los cultivos
y que gritaba con todas sus fuerzas que
me marchara.
El comportamiento de la mujer me
resultaba incomprensible, pues no parecia
ser agresiva, pero se notaba que algo le
preocupaba en sobremanera. De cualquier
manera no podia obedecerle y volver por
donde vine, era simplemente imposible,
primero debia calmar el hambre y la sed.
Cuando la mujer vio que yo continuaba
avanzando dejo de gritar y corrid en
direccion del pueblo. Mientras me dirigi al
rio a beber. Tomé el agua entre las manos
sorbiendo con deleite, pero instantes
después, percibi que el agua tenia un
intenso sabor a sangre. De cualquier
manera continué bebiendo, pues la sed era
terrible y no iba a andarme con remilgos
en semejante situacion. Pensé que el
sabor a sangre se debia al salitreencontrado en la region.
Una vez reconfortado vi a un grupo de
hombres venir junto con la mujer de los
cultivos venir en mi direccién. Me invadié
el miedo pues pensé que ellos eran los
denominados atuj runas, pero no intenté
huir pues no tenia nada a mi favor. Ellos al
estar un poco mas cerca logré ver sus
rostros con una profunda mirada de
tristeza y se me acerco un jilakata, quien
me dijo:
-Buenas tardes tata, yo soy Anselmo, el
jilakata de este pueblo. ~Quién eres tu?
*Me llamo Alberto Garcia, estoy perdido,
~Pueden decirme dénde estoy?
Los compungidos campesinos no
supieron que decir a lo que el jilakata hablo
-Has llegado al pueblo Yawar Pampa, paradesgracia tuya nunca podras salir de aqui.
Yo pensé el por qué me dijeron eso, pues
ellos no se veian agresivos
*iY por qué no me dejaran ir?*pregunté
airadamente
-No es que vayamos a impedir que te
vayas. Lo que pasa es que estas tierras
son malditas, todo aquel que llega no
puede marcharse nunca mas. Siempre que
lo intentan regresan sin remedio.
Esa explicacién me llené de dudas, en
lugar de esclarecerme algo. Decidi esperar
por los acontecimientos
-Vamos-dijo el jilakata tomando mi brazo-
te mostraremos una de las casas vacias
donde podras vivir.
Fui sin oponer resistencia, pues no notéenemistad en sus palabras, pero me
extrahé la suposicién de que me quedaria
a vivir con ellos.
Atravesamos los cultivos y por algun
motivo esas tierras me parecieron
infinitamente tristes. Llegamos al pequefio
pueblo, donde no habria mas de diez
casas con una iglesia sdmiderruida y un
gigantesco cementerio. Este camposanto
colindaba por atras con el salar infinito,
junto al lago, que se extendia a nuestra
izquierda. Hacia la derecha pude ver mas
de cerca las imponentes montafas y senti
escalofrios, era como si alguien fAredijera
mi muerte.