OLED
OLED
OLED
Supóngase un dispositivo formado por una sola película situada entre ánodo y cátodo (electrodo
inyector de cargas positivas y negativas, respectivamente, Figura 1). Cuando se aplica un campo eléctrico
externo al dispositivo, el cátodo inyecta electrones a la película orgánica, mientras que de forma
simultánea, el ánodo extrae electrones, o lo que es lo mismo, “inyecta cargas positivas” a la película.
Cuando en el interior de esta película orgánica un electrón y una carga positiva se encuentran, pueden
recombinarse para formar un excitón, el cual puede “desactivarse” de forma radiativa, emitiendo un
fotón. La energía que posea el fotón generado será la responsable del color de la luz emitida, que se
detecta a través del electrodo ánodo.
Para que el fenómeno anterior pueda producirse, es necesario que el material orgánico que forma esa
película sea fluorescente o fosforescente. Otra condición indispensable, es que las energías relativas de
ese compuesto respecto a la energía de ambos electrodos sean favorables, ya que en caso negativo,
estos electrodos no serían capaces de introducir o quitar electrones a la película.
Un dispositivo de una sola película entre dos electrodos es el caso más sencillo que podemos encontrar.
Sin embargo, a menudo las energías relativas antes mencionadas no son muy favorables, y es necesario
”ayudar” a los electrodos para que la inyección de cargas sea efectiva. Con este fin, se sitúan otras
películas orgánicas que separan físicamente los electrodos de la película emisora, y que gracias a las
energías de los materiales que las forman, la inyección de cargas es más fácil.
Fabricación de un OLED
La Figura 2 muestra un corte transversal en la estructura de un OLED. Como puede observarse, estos
dispositivos poseen una configuración tipo “sandwich”, y su fabricación es de forma secuencial. El ánodo
ITO consiste en un soporte transparente de vidrio o un polímero flexible (plástico), sobre el que se
deposita una mezcla de óxidos de indio y estaño que forman una capa conductora. Estos electrodos
pueden prepararse mediante técnicas de evaporación a vacío, aunque también pueden encontrarse
comercializados en el mercado. A continuación, se depositan de forma secuencial la película o películas
orgánicas. La forma de depositar estas capas está en función de la naturaleza de las propias sustancias
químicas, que pueden ser polímeros o moléculas pequeñas. Entre otras técnicas, destacan la
evaporación a vacío del material, el recubrimiento del soporte por rotación a alta velocidad o spin-
coating, etc. Además, existen otras técnicas de deposición mucho más precisas, que permiten controlar
la estructura y organización interna de las moléculas en la capa: técnica de Langmuir-Blodgett y
autoensamblaje.
Finalmente, y una vez que todas las películas han sido depositadas, el dispositivo se cierra con el cátodo,
que está constituido por un metal o aleación de metales de baja función de trabajo (aluminio, calcio,
litio-aluminio, magnesio-plata...), y que se deposita mediante técnicas de evaporación a vacío.
El uso de materiales orgánicos en dispositivos emisores de luz es sin duda fascinante, debido a su amplia
variedad y relativa facilidad en el control de su composición modificando químicamente sus
propiedades. Si bien son muchas las estrategias orientadas a encontrar las condiciones óptimas de
funcionamiento de estos dispositivos, se ha demostrado que el control de la organización de los sistemas
moleculares implicados juega un papel clave. En particular, el control sobre la pi-agregación de
moléculas orgánicas de interés en sistemas electroluminiscentes puede mejorar la efectividad y
longevidad de dichos dispositivos.
La necesidad de nuevos dispositivos que presenten altas eficiencias, mayor brillo y tiempos de vida más
largos ha introducido la utilización de colorantes fosforescentes, del tipo complejos de Ir(III), Pt(II), Os(II),
Re(II) o Ru(II). En estos, los estados singletes y tripletes experimentan un fuerte acoplamiento, lo que
permite la emisión desde el estado triplete.
Los complejos de Iridio han resultado estar, hasta la fecha, entre los materiales fosforescentes más
eficientes y versátiles. Estos muestran una alta eficiencia debido al pequeño tiempo de vida media del
estado triplete, lo que reduce la aniquilación tripletetriplete. En esta línea de investigación, se está
realizando el estudio de las propiedades fotofísicas de diversos complejos monocatiónicos de Iridio de
nueva síntesis (Estructuras en esquema adjunto), tanto en disolución como organizados en películas
delgadas, y su aplicación en el diseño de Dispositivos Electroluminiscentes de la disolución y posterior
evaporación del disolvente). Estos complejos han sido suministrados por el grupo del Dr. Hendrik Jan
Bolink del Instituto de Ciencia Molecular de la Universidad de Valencia
Características
Mediante los OLED también se pueden crear grandes o pequeños carteles de publicidad y fuentes de luz
para iluminar espacios generales.1 Además, algunas tecnologías OLED tienen la capacidad de tener una
estructura flexible, lo que ya ha dado lugar a desarrollar pantallas plegables o enrollables y, en el futuro,
quizá pantallas sobre ropa y tejidos, etc.
La degradación de los materiales OLED ha limitado su uso por el momento. Actualmente se está
investigando para dar solución a los problemas derivados de esta degradación, hecho que hará de los
OLED una tecnología que puede reemplazar la actual hegemonía de las pantallas LCD (TFT) y de
la pantalla de plasma.
Ventajas y desventajas
Una de las principales desventajas es que suelen aparecer quemaduras o imágenes fantasmas en las
pantallas de dispositivos que despliegan menús de imagen fija por largos periodos durante su vida útil.
Ventajas
Por una parte, las capas orgánicas de polímeros o moléculas de los OLED son más delgadas, luminosas y
mucho más flexibles que las capas cristalinas de un LED o LCD. Por otra parte, en algunas tecnologías el
sustrato de impresión de los OLED puede ser el plástico, que ofrece flexibilidad frente a la rigidez del
cristal que da soporte a los LCD y a las pantallas de plasma.
Más económicos
En general, los elementos orgánicos y los sustratos de plástico serán mucho más económicos. También,
los procesos de fabricación de OLED pueden utilizar conocidas tecnologías de impresión por inyección, e
incluso por serigrafía,2 hecho que disminuirá los costes de producción y permitirá el acceso a nuevos
mercados y aplicaciones.
Brillo y contraste
Los píxeles de los OLED emiten luz directamente. Por eso, respecto a los LCD, posibilitan un rango más
grande de colores y contraste.
Menos consumo
Los OLED no necesitan una capa de retroiluminación. Dicho de otro modo, un elemento OLED apagado
realmente no produce luz y no consume energía (el mismo principio usado por las pantallas de plasma,
solo que la tecnología de plasma no es tan eficiente en el consumo de energía) y a diferencia de los LCD,
que no pueden mostrar un verdadero negro y lo componen con luz consumiendo energía
continuamente. Así, los OLED muestran imágenes con menos potencia de luz, y cuando son alimentados
desde una batería pueden operar largamente con la misma carga.
Capacidad futura de poder escalar las pantallas a grandes dimensiones hasta ahora ya conseguidas por
los LCD y, sobre todo, poder enrollar y doblar las pantallas en algunas de las tecnologías OLED que lo
permiten, abre las puertas a todo un mundo de nuevas aplicaciones que están por llegar.
Al emitir su propia luz, una pantalla OLED, puede ser mucho más visible bajo la luz del sol que una LCD.
Desventajas
Las capas OLED verdes y rojas tienen largos tiempos de vida; sin embargo, la capa azul no es tan
duradera. Actualmente tienen una duración cercana a las 14 000 horas (8 horas diarias durante cinco
años). Este periodo de funcionamiento es mucho menor que el promedio de los LCD, que, dependiendo
del modelo y del fabricante, pueden llegar a las 60 000 horas. Toshiba y Panasonic han encontrado una
manera de resolver este problema con una nueva tecnología que puede duplicar la vida útil de la capa
responsable del color azul, colocando la vida útil por encima del promedio de la de las pantallas LCD.
Una membrana metálica ayuda a la luz a pasar desde los polímeros del sustrato a través de la superficie
del vidrio más eficientemente que en los OLED actuales. El resultado es la misma calidad de imagen con
la mitad del brillo y el doble de la vida útil esperada.
En 2007, OLED experimentales pudieron sostener 400 cd/m² en brillo durante más de 198 000 horas
para OLED verdes y 62 000 para los azules.
Actualmente la mayoría de las tecnologías OLED están en proceso de investigación y los procesos de
fabricación (sobre todo inicialmente) son económicamente elevados, en tanto no se alcance un diseño
que pueda utilizarse en economías de escala.
Agua
El agua puede fácilmente estropear de forma permanente los OLED, ya que, como cualquier dispositivo
electrónico, presenta interfaces de inyección de cargas que se dañan rápidamente. Al contrario de lo que
se cree, el material orgánico tarda mucho más tiempo en degradarse que estas interfaces en contacto
con el agua. En realidad, el electrodo que no está en contacto directo con el sustrato, usualmente el
cátodo, es el más sensible a pequeñas cantidades de humedad. El cátodo puede fabricarse con aluminio
sobre una capa muy delgada, 1 nm, de LiF para facilitar la inyección de electrones. El LiF es un material
altamente hidrofílico que debe secarse en vacío antes de su evaporación.
Impacto medioambiental
Se ha visto que los componentes orgánicos (moléculas y polímeros) son difíciles de reciclar (alto coste,
complejas técnicas). Ello puede suponer en el futuro un impacto muy negativo sobre el medio ambiente.
Estructura básica
Un OLED está compuesto por dos finas capas orgánicas: una capa de emisión y una capa de conducción,
que a la vez están comprendidas entre una fina película que hace de terminal ánodo y otra igual que
hace de cátodo. En general estas capas están hechas de moléculas o polímeros que conducen
la electricidad. Sus niveles de conductividad eléctrica se encuentra entre el nivel de un aislante y el de un
conductor y por ello se llaman semiconductores orgánicos (ver polímero semiconductor).
La elección de los materiales orgánicos y la estructura de las capas determinan las características de
funcionamiento del dispositivo: color emitido, tiempo de vida y eficiencia energética.
Principio de funcionamiento
Se aplica voltaje a través del OLED de manera que el ánodo sea positivo respecto del cátodo. Esto causa
una corriente de electrones que fluye en sentido contrario, de cátodo a ánodo. Así, el cátodo da
electrones a la capa de emisión y el ánodo los sustrae de la capa de conducción.
La recombinación es el fenómeno en el que un átomo atrapa un electrón. Dicho electrón pasa de una
capa energética mayor a otra menor, liberándose una energía igual a la diferencia entre energías inicial y
final, en forma de fotón.