Hume
Hume
Hume
filosofía
B L O Q U E I I I : F I L O S O F Í A
M O D E R N A
U n i d a d 7 : H u m e
La teoría empirista del conocimiento
I. El empirismo radical de David Hume
2) El origen de la moralidad
- El origen de la ética se encuentra en los sentimientos y emociones que
experimentamos cuando presenciamos una acción humana, sentimientos
que pueden ser de satisfacción o de rechazo.
- Las acciones que consideramos moralmente buenas son las que provocan
un sentimiento de aprobación, mientras que aquellas que juzgamos
moralmente malas son las que nos generan un sentimiento interno de
rechazo. Por ejemplo, en el caso de un asesinato, lo que nos hace
condenarlo moralmente, para Hume, no es un razonamiento, sino el
sentimiento que nos genera cuando nos representamos mentalmente esa
acción
V. Una ética emotivista
3. Simpatía, utilidad y benevolencia
- ¿Conduce inevitablemente la propuesta de Hume a un relativismo ético? Si lo que aceptamos o rechazamos moralmente depende solo de los sentimientos, ¿no
tendrá cada uno sus propios sentimientos particulares y, por lo tanto, sus propias valoraciones morales diferentes a las de los demás?
- A pesar de estos cuestionamientos razonables, Hume no era un relativista de la moral, porque pensaba que todas las personas compartimos una misma naturaleza
humana. Es posible para Hume hablar de normas morales generales, válidas para todos, basadas en la universalidad de la naturaleza humana. Según él, todos los
seres humanos experimentamos una emoción de rechazo muy parecida ante, como decíamos, un asesinato, porque nuestra constitución básica es básicamente la
misma.
- El egoísmo es ciertamente uno de los sentimientos básicos del ser humano; sentimiento que no es solo negativo, pues también nos ayuda a sobrevivir. A diferencia
de Hobbes, Hume no piensa que el egoísmo sea la única ni la principal motivación de las personas. Otras emociones más claramente positivas residen en nuestro
interior, aquellas que nos incitan a cooperar y a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio. Hume llama simpatía (empatía) a esa capacidad que tenemos de
sintonizar con las emociones de los demás, poniéndonos en su lugar y comprendiendo sus razones. Otros sentimientos que, junto con la simpatía, forman el
fundamento de la moralidad y la base de nuestra vida en sociedad son la benevolencia o el deseo de ser útiles a los demás.
Gracias