Conjuntos Con Numeros Naturales

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Si bien las nociones de números naturales, enteros, racionales o reales eran saber popular en

el siglo XVII, cuando Isaac Newton y Gottfried Leibniz introdujeron el cálculo infinitesimal,
las fuertes críticas que recibió esta teoría, por el obispo George Berkeley en el siglo XVIII,
entre otros, obligaron a sentar bases precisas para todos estos conjuntos numéricos. Ésta fue
una empresa de grandes dimensiones: los reales se definieron a partir de los racionales, y es-
tos a partir de los enteros, que a su vez salen de los naturales. ¿Y los naturales? La noción de
número natural es tan . . . ¡natural! . . . que es sumamente difícil definirlos de manera formal
y sin utilizar otros conjuntos anteriores. Fue finalmente Giuseppe Peano quien en 1889 los
introdujo axiomáticamente en su libro Arithmetices principia, nova methodo exposita.

Una vez definidos los naturales, la definición de los enteros y los racionales es sencilla.
Los reales, en cambio, son materia mucho más delicada. Hay distintas definiciones po-
sibles de los números reales, con distintos grados de formalidad. Desde “los puntos de
una recta” hasta las cortaduras de Dedekind (propuestas por Julius Dedekind a comienzos
del siglo XX), pasando por definiciones axiomáticas, o más implícitas como “números
con desarrollos decimales infinitos”. Los introducimos como clases de equivalencias de
sucesiones crecientes y acotadas de números racionales. Esta forma de hacerlo, aunque
es técnica y requiere una gran capacidad de abstracción, permite definir las operaciones
fácilmente. Para “suavizar” su introducción, primero se los presenta de manera algo más
informal, utilizando la noción de límite. También se mencionan otras definiciones posi-
bles, entre ellas la de los desarrollos decimales infinitos.

Si se cuenta con los reales, los números complejos se pueden presentar algebraicamente,
como sumas a + bi, donde a y b son números reales e i es una solución de la ecuación
x2 + 1 = 0. Ésta es la forma en que los presentó William Rowan Hamilton en la primera
mitad del siglo XIX, trescientos años después de que Gerolamo Cardano y Lodovico
Ferrari los utilizaran por primera vez. Y ésta es la forma en que los conocemos hoy.

Los conjuntos de números que se usan hoy en día no se reducen a los que presentamos
aquí: naturales, enteros, enteros modulares, racionales, reales y complejos. Dependiendo
del problema que se intente resolver, se utilizan muchos otros. Como ejemplo, basta
mencionar a los cuaterniones (introducidos por Hamilton en 1843, que se utilizan para
describir de manera algebraica movimientos del espacio, como rotaciones, traslaciones u
homotecias) y a los surreales (introducidos por John Conway y Donald Knuth en 1974,
que se utilizan en teoría de juegos). No obstante, estos conjuntos se usan en medida
mucho menor, y los que presentamos bastan para la gran mayoría de las aplicaciones.

10 Los Números

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0. Conjuntos y relaciones
En este capítulo presentamos las nociones elementales que utilizaremos a lo largo del libro.

1. Conjuntos
La noción básica con la que vamos a trabajar es la de conjunto. A nuestros fines, un
conjunto es una colección de objetos sin orden ni repeticiones. Por ejemplo:

• A1 = {1, 2, 3}.
• A2 = {π, e}.
• A3 = {, , , }.
• A4 = {1, , π}.

También hay conjuntos infinitos, como el conjunto de los números naturales, con el que trabajaremos
en el capítulo 1. Este conjunto se suele llamar N, y es el conjunto {1, 2, 3, 4, 5, . . .}.

Al conjunto que no tiene ningún elemento lo llamamos conjunto vacío y lo representamos


con el símbolo ∅.

Una propiedad importante que tienen los conjuntos es que dado un elemento cualquiera
se puede saber si está en el conjunto o no. Si a está en el conjunto A decimos que a
pertenece a A y escribimos a ∈A. En caso contrario decimos que a no pertenece a A y
escribimos a ∉ A. Por ejemplo, 2 ∈A1 pero 2 ∉ A2; 17 ∈N y  ∉ ∅.

Si A y B son dos conjuntos, decimos que A está incluido en B, y escribimos A ⊂ B, si


todos los elementos del conjunto A pertenecen al conjunto B. Por ejemplo, A1 ⊂ N,
pero A2 ⊄ A4 porque e ∉ A4.

En los ejemplos anteriores, los conjuntos fueron definidos listando sus elementos. Esta manera
de dar un conjunto se llama definición por extensión. Hay otra forma de hacerlo: por comprensión,
que consiste en dar una propiedad que satisfacen sus elementos y sólo ellos. Por ejemplo: el
conjunto {1, 2} se puede también definir por {x ∈A1: x < 3}, que se lee “los x que pertenecen
a A1 tales que x < 3”, y define el conjunto de todos los elementos de A1 que son menores que
3; es decir, {1, 2}. Por supuesto, este conjunto se podría haber definido de otras maneras, como
{x ∈A1 : x ≠ 3}, {x ∈N : x2+2 = 3x}, etc. El conjunto {y ∈ A3 : y es negro} es el conjunto {, }.

Operaciones entre conjuntos. Los profesores de gimnasia de la Escuela 314 quieren


armar, para una competencia, un equipo de fútbol de jugadores entre 14 y 16 años, y uno
de básquet de jugadores entre 15 y 17. Para armar los equipos, la dirección del colegio les
entregó una lista con los alumnos entre 14 y 16 años, y otra con los alumnos entre 15 y 17.

Conjuntos y relaciones 11

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Para citar a los alumnos a que se prueben, los profesores quieren armar cuatro listas,
formadas por los alumnos que pueden: (1) integrar ambos equipos, (2) integrar alguno de
los equipos, (3) integrar sólo el equipo de fútbol, (4) integrar sólo el equipo de básquet.

Para resolver problemas como éste, se utilizan ciertas operaciones entre conjuntos.

Dados dos conjuntos A y B, se definen:


• la unión de A y B, que es el conjunto formado por los elementos que pertenecen a uno de ellos o
a ambos, y se escribe A  B;
• la intersección de A y B, que es el conjunto formado por los elementos que pertenecen
simultáneamente a A y a B, y se escribe A  B;
• la diferencia entre A y B, que es el conjunto formado por los elementos que pertenecen a A pero
no a B, y se escribe A \ B o A  B.

Dos conjuntos se dicen disjuntos si su intersección es el conjunto vacío. Se dice que


un conjunto A es la unión disjunta de dos conjuntos B y C si es la unión de ellos
(A = B  C) y además B y C son disjuntos. Un conjunto es la unión disjunta de varios si
es la unión de ellos y los conjuntos son disjuntos dos a dos. Por ejemplo: {1,2,3,4,5,6} es
la unión disjunta de {1,4}, {2,3,6} y {5}, pero no es la unión disjunta de {1,4}, {1,2,3,6}
y {3,5}, pues por ejemplo {1,4}  {1,2,3,6} = {1} y por lo tanto no son disjuntos.

Ejercicio 1. Siguiendo con el ejemplo anterior, si llamamos A al conjunto de alumnos


entre 14 y 16 años y B al conjunto de alumnos entre 15 y 17, describir las listas (1), (2),
(3) y (4) en términos de operaciones entre A y B.

Producto cartesiano. Lorena irá al cine con un amigo. Quiere elegir qué ropa ponerse
entre tres pantalones (un jean azul, un jean gris y un pantalón blanco), cuatro remeras
(dos musculosas, una blanca y una negra, y dos remeras de manga corta, una rosa y la
otra celeste) y dos pares de calzado (unas sandalias y unos zapatos). Para esto, invita a sus
amigas y les muestra cómo le quedan todas las combinaciones posibles. La noción que
necesitamos introducir en este caso es la de producto cartesiano.

Si A y B son conjuntos, definimos el producto cartesiano de A y B como el conjunto formado por los pares
ordenados (a, b) donde a pertenece a A y b pertenece a B. Escribimos este conjunto como A × B.

Por ejemplo:

A1  A2 = {(1, π), (1, e), (2, π), (2, e), (3, π), (3, e)}.
A2  A2 = {(π, π), (π, e), (e, π), (e, e)}.
{, , , }  {A, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, J,Q,K} representa la baraja francesa.

De manera similar se define el producto cartesiano de varios conjuntos. Por ejemplo,


{a, b, c}  {1, 2}  {α, β} = {(a, 1, α), (b, 1, α), (c, 1, α), (a, 2, α), (b, 2, α), (c, 2, α),
(a, 1, β), (b, 1, β), (c, 1, β), (a, 2, β), (b, 2, β), (c, 2, β)}.

12 Los Números

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Si definimos los conjuntos H = {0, 1, 2, . . . , 22, 23}, M = {0, 1, 2, . . . , 58, 59} y S = M,
la hora del día se puede representar por un elemento del conjunto HMS.

Ejercicio 2. Escribir el conjunto de combinaciones de ropa para Lorena como producto


cartesiano de conjuntos y dar este conjunto por extensión.

2. Relaciones
Los profesores de gimnasia de la Escuela 314 van a probar a los alumnos para el equipo de
fútbol. Los alumnos se pueden anotar para probarse como arquero, defensor, mediocampista
o delantero (se pueden anotar en más de un puesto). Los profesores comenzaron a usar la
palabra versátil para referirse a los alumnos: dicen que un alumno es más versátil que otro si el
primero se anotó en todos los puestos en los que se anotó el segundo y por lo menos uno más.
Por ejemplo, si Pablo se anotó como arquero y delantero, y Andrés se anotó como arquero,
mediocampista y delantero, Andrés es más versátil que Pablo. La manera de formalizar esta
situación, en matemática, es utilizando el concepto de relación en un conjunto.

Si A y B son conjuntos, una relación de A en B es un subconjunto del conjunto A  B.

Si R es una relación de A en B, dados a ∈A y b ∈B decimos que a está relacionado


con b y escribimos aRb si el par (a, b) ∈R. Si el par (a, b) ∉ R decimos que a no está
relacionado con b y escribimos a Rb. Por ejemplo, R = {(1, π), (1, e), (2, e)} ⊂ A1  A2
es una relación de A1 en A2. En este caso, 1 está relacionado con π y con e, pero 3 no
está relacionado con ningún elemento de A2.

Relaciones en un conjunto. Si R ⊂ A  A decimos que R es una relación en A. Por


ejemplo, R = {(1, 2), (1, 3), (2, 3)} es una relación en A1. Observemos que esta relación
puede definirse también como R = {(a1, a2) ∈A1A1 : a1 < a2}.
Dado un conjunto A y una relación R en A decimos que:

• R es reflexiva si el par (a, a) ∈R para todo a ∈A.


• R es simétrica si para todo par (a, b) ∈R vale que el par (b, a) ∈R.
• R es transitiva si para todos los pares (a, b) ∈R, (b, c) ∈R vale que (a, c) ∈R.
• R es antisimétrica si para todo par de elementos (a, b) ∈A con a ≠ b, si (a, b) ∈ R
entonces (b, a)∈/ R.

Por ejemplo:

1. R = {(,), (,), (,), (,), (,), (,), (,), (,), (,)} en A3.
Aunque R, R no es reflexiva porque por ejemplo R. Esta relación es simétrica
porque para cada par de elementos que pertenece a R, el par con los elementos en
orden inverso también pertenece a R (convencerse). Esta relación no es transitiva
porque R, R pero R.

Conjuntos y relaciones 13

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Observemos que para afirmar que una relación es transitiva es necesario considerar
todas las posibilidades (en este ejemplo, si bien R, R y R, la relación no
es transitiva). Esta relación no es antisimétrica porque (,) ∈ R y (,) ∈R.

2. La relación “ser más versátil que”, ideada por los profesores de gimnasia de la Escuela
314, no es reflexiva ni simétrica, pero sí es transitiva y antisimétrica.

3. R = {(,), (,), (,), (,), (,), (,), (,), (,)} en A3. Esta
relación es reflexiva, simétrica y transitiva pero no es antisimétrica. Observemos
que R se puede definir por comprensión diciendo que dos elementos de A3 están
relacionados si son del mismo color. Usando esta definición alternativa es más fácil
verificar que valen las propiedades.

4. R = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (2, 2), (2, 3), (3, 3)} en A1 es reflexiva, antisimétrica y transitiva.

Las relaciones que son reflexivas, simétricas y transitivas son importantes y tienen un nombre
especial: se llaman relaciones de equivalencia. Otro tipo de relaciones importante es el de las
relaciones de orden, que son las reflexivas, antisimétricas y transitivas.

Ejemplos
1 1 1. Los profesores de gimnasia dicen que un alumno es “tan
2 2
versátil como” otro si ambos se anotaron para probarse en
los mismos puestos. Ésta es una relación de equivalencia.
2. Dos números naturales están relacionados si tienen la
misma paridad (es decir, si son ambos pares o ambos
3 3 impares). Esta es otra relación de equivalencia.
3. La relación R del ejemplo 4 de la lista anterior es una
relación de orden.
R1 R1 R2 R2 4. La relación a ≤ b en los números naturales es una
relación de orden.
Figura 1. Gráficos de relaciones.
Representación gráfica. A veces resulta cómodo
representar una relación R en un conjunto A de
manera gráfica. Para esto se ubican los elementos del conjunto A y se dibuja una
flecha que sale de un elemento a ∈A y llega a otro elemento b ∈A para cada par
de elementos tales que aRb (si aRa queda un “rulito” que sale de a y termina en a).

Por ejemplo, las relaciones


R1 = {(,), (,), (,), (,), (,), (,), (,), (,), (,)} en A3 y
R2 = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (2, 2), (2, 3), (3, 3)} en A1 pueden representarse por los gráficos
de la Figura 1.

14 Los Números

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3. Particiones
En un ejemplo anterior, consideramos la relación R en el conjunto N definida por aRb
si a y b tienen la misma paridad. Esta relación define dos clases de números naturales: los
números pares y los números impares. A los números pares los podemos caracterizar por la
propiedad de estar relacionados con el número 2, mientras que a los impares los podemos
caracterizar por la propiedad de estar relacionados con el número 1. Así tenemos:
N = {n ∈ N : nR1} ∪ {n ∈ N : nR2}.

También podemos definir los números pares como los números naturales relacionados
con el número 4 o, más generalmente, con cualquier número natural par 2, 4, 6, ... Lo
importante es que la relación de equivalencia partió al conjunto de números naturales
como unión disjunta de dos subconjuntos. Además, todos los elementos de cada
subconjunto están relacionados entre sí.

Veamos otro ejemplo de cómo una relación de equivalencia nos da una partición de
un conjunto. Los docentes de la Escuela 314 deciden programar ciertas actividades
extracurriculares. Para poder asignar a sus alumnos a cada una de estas actividades
precisan saber cuán ocupado está cada alumno. Para ello, les entregan un formulario a
los alumnos donde deben decir cuántas actividades extras ya realizan por cuenta propia
(por actividad extra consideran deportes, idiomas, música y cualquier otra actividad que
demande al menos 2 horas semanales). Definen en el conjunto de alumnos una relación
diciendo que el alumno A está relacionado con el alumno B si ambos realizan el mismo
número de actividades.
Verificar que ésta es una relación de equivalencia.

Se consideran los subconjuntos An = {alumnos que realizan n actividades}, para n = 0, 1, 2, ..., 12


(ninguno de los alumnos realiza más de 12 actividades). Es claro que estos conjuntos son disjuntos
dos a dos (cada alumno desarrolla un único número de actividades y éste determina en qué
conjunto está) y la unión de ellos da todo el conjunto de alumnos. Luego, el conjunto de alumnos
se parte como una unión disjunta de los subconjuntos An.

Si A es un conjunto y R una relación de equivalencia en el conjunto A, para cada elemento a ∈ A definimos su clase de
equivalencia como [a] = {b ∈ A : aRb}.

Éste es un subconjunto del conjunto A.

Por ejemplo, si A = N y la relación es tener la misma paridad, [1] es el conjunto de los


números naturales impares, es decir, [1] = {1, 3, 5, ...}. Las clases de equivalencia [3], [5],
[7], etcétera, también son el conjunto de los números naturales impares. Por otro lado,
[2] es el conjunto de los números naturales pares, y lo mismo ocurre con [4], [6], [8],
etcétera. Así, N queda partido en dos clases de equivalencia con esta relación: [1] y [2].

Conjuntos y relaciones 15

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Veamos el siguiente ejemplo: consideremos en el conjunto
2 2 5 5 A = {1, 2, 3, 4, 5, 6} la relación de equivalencia R = {(1, 1),
1 1 (2, 2), (3, 3), (4, 4), (5, 5), (6, 6), (1, 2), (2, 1), (1, 3), (3, 1),
(2, 3), (3, 2), (4, 5), (5, 4)}. En la figura 2 se da la
relación gráficamente.
6 6

3 3 4 4 Las clases de equivalencia para esta relación son:


[1] = [2] = [3] = {1, 2, 3}
Figura 2. Relación R en A. [4] = [5] = {4, 5}
[6] = {6}

Así, el conjunto A se parte en los subconjuntos:


1 4
2 3 6
A = {1, 2, 3} ∪ {4, 5} ∪ {6},
5
donde para cada elemento de A consideramos todos los
que están relacionados con él (ver figura 3).
Figura 3. Partición de {1, 2, 3, 4, 5, 6}.
En general, si R es una relación de equivalencia en el
conjunto A, si a y b son elementos de A, sus clases de
equivalencia son o bien iguales, o bien disjuntas. Es decir que: [a] = [b] o [a]  [b] = .
El conjunto A se parte en las clases de equivalencia dadas por la relación R.

4. Funciones
Los profesores de gimnasia de la Escuela 314 definieron un equipo de fútbol titular. A los
convocados les dieron las camisetas del 1 al 11. En términos matemáticos, a cada elemento
del conjunto {1, 2, 3, ... , 10, 11} le asignaron un elemento del conjunto de alumnos.

Si A y B son dos conjuntos, una función de A en B es una relación f ⊂ A  B que satisface que
para cada a ∈ A hay un único b ∈ B , tal que (a, b) ∈ f. En este caso, usualmente se escribe f (a) = b.
Si f ⊂ A  B es una función, también se escribe f : A → B.

Ejemplos. Como antes, A1 = {1, 2, 3} y A2 = {π, e}.

1. La relación f = {(1, π), (2, e), (3, e)} es una función de A1 en A2. En este caso,
f(1) = π, f(2) = e y f(3) = e.
2. La relación {(1, π), (1, e), (2, e), (3, π)} ⊂ A1A2 no es una función, porque 1 ∈A1
está relacionado con dos elementos de A2.
3. La relación {(1, π), (2, e)} ⊂ A1A2 no es una función, porque 3 ∈A1 no está
relacionado con ningún elemento de A2.
4. La asignación de las camisetas de fútbol a los alumnos de la Escuela 314 es una función.

16 Los Números

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En general, una función no se describe listando todos sus pares, sino dando una regla
que permite obtener f(a) en términos de a.

Ejemplos
1. La función f : A1 → A1, f = {(1, 3), (2, 2), (3, 1)} se puede describir por f(a) = 4 - a.
2. La función g : N → N, g(a) = 3a + 1, está formada por los pares (1, 4), (2, 7), (3, 10), (4, 13), ...

5. Operaciones
El equipo de fútbol de la Escuela 314 participa de un campeonato intercolegial. Una vez
que todos los equipos jugaron dos partidos, los organizadores del torneo quieren armar
las estadísticas. Para calcular la cantidad de goles a favor de cada equipo, deben sumar la
cantidad de goles convertidos por el equipo en el primer partido con la de goles convertidos
en el segundo. En este caso, la noción matemática involucrada es la de operación.

Una operación en un conjunto A es una función de AA →A. Si ∗ : AA→A es una operación,
usualmente se escribe a ∗ b para el valor de ∗ en el par (a, b).

Ejemplos
1. La suma de números naturales es una operación. De hecho, cuando uno escribe por
ejemplo 3 + 5 = 8, está diciendo que la función + le asigna el 8 al par (3, 5).
2. El producto de números naturales es otra operación.
3. La potencia de números naturales, que al par (a, b) le asigna ab, es otra operación.

A veces es cómodo dar una operación mediante una tabla de doble entrada. A la izquierda se
pone el primer elemento de cada par y arriba, el segundo. Por ejemplo, si C = {0, 1, 2, 3, 4},
podemos definir las operaciones ° : C  C → C y - : C  C → C por

0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
0 0 0 0 0 0 0 0 4 3 2 1
1 0 1 2 3 4 1 1 0 4 3 2
2 0 2 4 1 3 2 2 1 0 4 3
3 0 3 1 4 2 3 3 2 1 0 4
4 0 4 3 2 1 4 4 3 2 1 0

Esto quiere decir, por ejemplo, que 0 ° 1 = 0, que 2 ° 3 = 1, que 2  1 = 1 y que 1  2 = 4.

Si ∗ : A  A → A es una operación, decimos que:

1. ∗ es asociativa si a ∗ (b ∗ c) = (a ∗ b) ∗ c para todos los a, b, c en A;


2. ∗ es conmutativa si a ∗ b = b ∗ a para todos los a, b en A;
3. un elemento e ∈A es un elemento neutro de ∗ si a ∗ e = a y e ∗ a = a para todo a en A.

Conjuntos y relaciones 17

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La suma y el producto de números naturales son operaciones conmutativas y asociativas.
El producto tiene un elemento neutro, que es el número uno. La suma, en cambio, no lo
tiene, si se considera que el cero no pertenece al conjunto de los naturales. En cambio si
agregamos el cero a los números naturales, éste resulta ser el elemento neutro de la suma.

La potencia de números naturales no es conmutativa porque, por ejemplo: 23 ≠ 32.


(32 ) 2
2 = (23 )
Tampoco es asociativa porque, por ejemplo:

Ejercicio 3. Explicitar el conjunto A y la operación utilizada para el cálculo de goles a


favor planteado al comienzo de esta sección,

Ejercicio 4. Determinar si la operación ° en C definida en la tabla anterior es conmutativa,


asociativa o tiene elemento neutro. Hacer lo mismo para .

Cuando una operación ∗ : AA → A tiene un elemento neutro e, decimos que un elemento
a ∈A es un inverso de b ∈A si a ∗ b = e y b ∗ a = e. Por ejemplo, 1 es el elemento neutro de la
operación ° en C, y el inverso de 2 es 3 para esta operación. En este caso, 0 no tiene inverso.

6. Sucesiones

Todos los días, Lorena y sus amigas Magalí y Natalia se reúnen en la casa de una de ellas:
un día en lo de Lorena, al día siguiente en lo de Magalí, el tercero en lo de Natalia, y al
cuarto día vuelven a empezar reuniéndose en lo de Lorena. Lorena quiere saber en qué
casa se van a reunir el día del amigo (el 20 de julio), sabiendo que el día 1 de julio se

1 Lorena 6 Natalia 11 Magalí 16 Lorena


2 Magalí 7 Lorena 12 Natalia 17 Magalí
3 Natalia 8 Magalí 13 Lorena 18 Natalia
4 Lorena 9 Natalia 14 Magalí 19 Lorena
5 Magalí 10 Lorena 15 Natalia 20 Magalí

reunieron en su casa. Para esto, Lorena escribe:


Es decir, el día del amigo se reunirán en la casa de Magalí. Matemáticamente, lo que hizo
Lorena es asignarle a cada número natural un elemento del conjunto {Lorena, Magalí,
Natalia} (en realidad lo hace sólo para los primeros 20 números naturales, aunque podría
extender la definición a todos ellos).
Si X es un conjunto, una sucesión de elementos de X es una función f : N → X.

En el ejemplo anterior X es el conjunto de Lorena y sus amigas. En el resto del libro las
sucesiones con las que trabajaremos serán principalmente sucesiones de números, es decir,

18 Los Números

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el conjunto X será un conjunto de números.

Si f : N → X es una sucesión y n ∈N, escribiremos an en lugar de f(n). El elemento an


se denomina el enésimo término de la sucesión. A partir de ahora, escribiremos (an)n≥1 en
lugar de f. Por lo tanto, los valores f(1), f(2), ... , f(n), ... que toma la sucesión f serán
expresados como a1, a2, ... , an, ...

Ejemplos
1. an= n.
2. an= 1/n.
3. an= 2n.
4. an= n2.
5. an= (-1)n.

Es importante notar que en una sucesión dada los términos se pueden repetir. Esto
sucede, por ejemplo, en la sucesión de Lorena. Las sucesiones de los ejemplos tienen la
peculiaridad de que existe una fórmula cerrada; es decir, hay una ley o fórmula que dice
cómo calcular an solamente en función de n.

Ejercicio 5. Encontrar una fórmula cerrada para la sucesión cuyos términos son 1, 2,
1, 2, 1, 2, 1, 2, . . .

Conjuntos y relaciones 19

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1. Números naturales
1. Nociones básicas
Los números naturales son, tal como los conocemos, 1, 2, 3, 4, 5, . . . Si bien todos tenemos
esta idea intuitiva, más adelante, en la sección 4, daremos una definición precisa.

Llamamos N al conjunto de los números naturales, es decir:

N = {1, 2, 3, 4, 5, . . .}.

Estos números se usan a diario para contar. Matemáticamente, contar significa decir
cuántos elementos tiene un conjunto. Por ejemplo, el conjunto {, , , } tiene 4
elementos. ¿Cuántos elementos tiene el conjunto vacío?

Como el conjunto vacío no posee ningún elemento, necesitamos un símbolo nuevo que
represente la cantidad de elementos de este conjunto. Este símbolo es el 0. Llamamos N0
al conjunto de los números naturales con el cero, o sea:

N0 = N 0}
= {0, 1, 2, 3, 4, 5, . . .}.

El conjunto de los números naturales tiene dos operaciones importantes: suma y producto.
Como mencionamos en el capítulo anterior, la suma y el producto de números naturales
son operaciones asociativas y conmutativas. El 1 es el neutro para el producto, y la suma
no tiene elemento neutro en N, pero sí en N0: el 0.

Además, estas dos operaciones están relacionadas por la siguiente propiedad: para toda
terna de números naturales a, b, c, vale que:

a · (b + c) = a·b+a·c
(a + b) · c = a·c+b·c

Esta propiedad se llama distributiva del producto sobre la suma.

Veamos cómo se pueden usar estas propiedades para calcular el cuadrado de la suma de
dos números naturales:
(a + b)2 = (a + b) · (a + b)
= (a + b) · a + (a + b) · b
=a·a+b·a+a·b+b·b
= a2 + a · b + a · b + b2
= a2 + 2 · a · b + b2

20 Los Números

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Esto también puede verse geométricamente como muestra a b
el dibujo de la figura 1.

Ejercicio 1.1. Encontrar una fórmula para (a + b)3. aa ab a

2. Inducción
ab bb b
Lorena y sus amigas se saludan en la puerta de la escuela
con un beso. Un día, Lorena llega primera y quiere Figura 1. El cuadrado de una suma.
contar cuántos besos se dan en total todas las amigas
(ella incluida). Cuando llega su primera amiga, Lorena
la saluda y cuenta un beso. Cuando llega la segunda amiga, saluda a ambas, y Lorena
cuenta dos besos más; en total, 3 besos. Cuando llega la tercera amiga, saluda a las tres
y Lorena cuenta 3 besos más. En total, 6 besos. A medida que van llegando, Lorena
descubre que si llegaron n amigas, la cantidad de besos es 1 + 2 + 3 + ... + n. Esto nos
lleva al siguiente problema: ¿cuánto da la suma de los primeros n números naturales?

A partir de la figura 2 podemos ver que:


1
n(n + 1) 2
1 + 2 + ··· + n = . 5.6
2
3 1+2+3+4+5=
2
Más adelante, daremos una demostración distinta de esta 4
igualdad, que nos servirá para ilustrar el principio de inducción. 5

Consideremos ahora el siguiente problema: ¿cuánto es Figura 2. La suma de los primeros números naturales.
1 + 2 + 22 + ... + 2n? Calculemos los primeros valores:

1 = 1 n=0
1+2 = 3 n=1
1+2+4 = 7 n=2
1+2+4+8 = 15 n=3
1 + 2 + 4 + 8 + 16 = 31 n=4

Aunque a simple vista estos números no parecen conocidos, ¿qué pasa si a los resultados
obtenidos les sumamos 1? Obtenemos que las primeras sumas, más 1, dan 2, 4, 8, 16,
32, que son potencias de 2. Parece ser que la suma 1+2+...+2n= 2n+1-1. ¿Cómo podemos
convencernos de que esta fórmula vale?

Veamos qué pasa para n = 5:

1 + 2 + 4 + 8 + 16 +32 = 2 · 25 1
25 1 6
=2 1

Podemos repetir este razonamiento para n = 6, n = 7, . . . . O sea, si sabemos que vale:

Números naturales 21

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1 + 2 + · · · + 2n = 2n+1 − 1,

entonces:

1 + 2 + · · · + 2n +2n+1 = 2 · 2n+1 1
2n+1 1 = 2n+2 1 (1)

Vemos así que si la fórmula es válida para un número natural n, también lo es para el
siguiente número natural n + 1. ¿Alcanza esto para concluir que la fórmula vale para
todos los números naturales?

La respuesta es sí. En la próxima sección vamos a formalizar este tipo de argumentos


para poder aplicarlos en la demostración de propiedades sobre los números naturales.

3. Principio de inducción
Una herramienta muy usada para demostrar afirmaciones
sobre los números naturales es el principio de inducción.
Imaginemos una hilera de fichas de dominó paradas como
en el dibujo de la figura 3.

Las fichas están dispuestas de manera que si cae una, tira a


la siguiente. Entonces, podemos hacer que todas se caigan
empujando solo la primera, como en la figura 4. Esta idea
de las fichas cayendo es la base del principio de inducción.
Figura 3. Las fichas dispuestas para ser tiradas.
Principio de inducción. Supongamos que tenemos para cada
número natural una afirmación P(n) y queremos ver que todas
estas afirmaciones son válidas. Si se puede demostrar que:
1. P(1) es cierta,
2. si P(n) es cierta,
entonces P(n+1) también lo es, entonces P(n) vale para todo n ∈ N.

La parte 2. corresponde a que si una ficha de dominó cae,


entonces tira la siguiente. La parte 1. corresponde a tirar la
primera ficha. El hecho de que todas las fichas caigan es lo
Figura 4. Las fichas comienzan a caer. que explica que todas las afirmaciones P(n) sean ciertas.

Veamos cómo funciona el principio de inducción en un


ejemplo. De hecho, lo que hicimos al calcular la suma de las primeras potencias de 2 en la
sección anterior fue aplicar, sin mencionarlo, el principio de inducción. Más precisamente,
para cada n ∈ N afirmamos que 1 + 2 + ... + 2n= 2n+1 - 1. Esta afirmación es P(n).

22 Los Números

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El principio nos dice que basta con verificar:

• P(1) : 1 + 2 = 22 - 1, lo cual es cierto.


• Supongamos que es cierto P(n), es decir que 1 + 2 + ... + 2n = 2n+1 - 1.
A partir de aquí debemos demostrar que P(n + 1) es cierto, es decir que
1 + 2 + ... + 2n + 2n+1 = 2n+2 - 1. Esto es exactamente lo que hicimos en (1).

Apliquemos el principio de inducción al primer ejemplo de la sección anterior. En este caso


P(n) es la afirmación de que la suma de los primeros n números naturales es n(n+1) .
2

• P(1) : 1 = 1·(1+1)
2
, lo cual es cierto.
• Supongamos que es cierto P(n), es decir que 1 + 2 + ... + n = n(n+1)
2 .
A partir de aquí, debemos demostrar que P(n + 1) es cierto, es decir que
1 + 2 + ... + n + (n +1) = (n+1)(n+2) . Ahora:
2

1 + 2 + · · · + n +(n + 1) =
n
(n + 1) + (n + 1)
2
n(n+1) n
2 = (n + 1) +1
2
n+2
= (n + 1)
2
(n + 1)(n + 2)
=
2

Ejercicio 1.2. Probar que para todo número natural n vale que:

n(n + 1)(2n + 1)
1 + 2 2 + ∙ ∙ ∙ + n2 =
6

Muchas veces se quiere probar la validez de afirmaciones P(n) para los números naturales a
partir de uno dado. Es decir, imaginemos que queremos probar que P(n) es cierta para n ≥ M,
donde M es un número natural. El principio de inducción se aplica casi igual. La única
diferencia es que en lugar de demostrar que P(1) es cierta, demostramos que P(M) es cierta.

Ejemplo. Probemos que la suma de los ángulos


interiores de un n-ágono es 180º(n - 2). Esta afirmación b
sólo tiene sentido si n ≥ 3. En este caso, M = 3. Para β2
probar la fórmula, debemos comenzar por ver que
β1
P(3) es cierta. Es decir, que la suma de los ángulos c
interiores de un triángulo es 180º(3 - 2) = 180º. Esta
α1
propiedad de los triángulos es bien conocida y no la
demostraremos aquí. Debemos entonces demostrar
α2
que si la suma de los ángulos interiores de un n-ágono a
es 180º(n - 2), entonces la de un (n + 1)-ágono es
180º(n + 1 - 2) = 180º(n - 1). Para ver esto, apelamos Figura 5. Separación de un (n + 1)-ágono en
a la construcción de la Figura 5. Trazando la diagonal un triángulo y un n-ágono.
del dibujo, el (n + 1)-ágono se separa en un triángulo

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y un n-ágono. Observemos que la suma de los ángulos interiores del (n + 1)-ágono
es la suma de los ángulos interiores del n-ágono más la del triángulo. El ángulo en el
vértice a del (n + 1)-ágono se separa en α1 (que es uno de los ángulos del triángulo)
y α2 (que es uno de los ángulos del n-ágono). Lo mismo ocurre con el ángulo en b,
que se separa en β1 y β2. Como estamos suponiendo que P(n) es cierta, la suma de los
ángulos interiores del n-ágono es 180º(n - 2). Por otra parte, la suma de los ángulos
interiores del triángulo es 180º. Entonces, la suma de los ángulos interiores del
(n + 1)-ágono es 180º(n - 2) + 180º = 180º(n - 2 + 1) = 180º(n - 1).

Veamos otro ejemplo. Queremos probar que para todo n ≥ 8 vale la desigualdad
2n ≥ 3n2 + 3n + 1. Para esto, probamos primero que vale para n = 8:

28 = 256, 3 · 82 + 3 · 8 + 1 = 217, entonces 28 ≥ 3 · 82 + 3 · 8 + 1.

Ahora, suponiendo que la desigualdad es válida para n, la probamos para n+1. Es decir,
probamos que 2n+1 ≥ 3(n + 1)2 + 3(n + 1) + 1. Por un lado:

2n+1 = 2 · 2n
= 2n + 2n .
Por otro lado:
3(n + 1)2 + 3(n + 1) + 1 = 3n2 + 6n + 3 + 3n + 3 + 1 = 3n2 + 3n + 1 + 6n + 6

Como estamos asumiendo que 2n≥ 3n2+3n+1, si probamos que 2n≥ 6n+6, para todo n ≥ 8,
tendremos que:
n+1 n n
2 = 2 +2 3n2 + 3n + 1 + 6n + 6 = 3(n + 1)2 + 3(n + 1) + 1

Veamos, entonces, que 2n ≥ 6n + 6 para todo n ≥ 8. Nuevamente, esta propiedad la probamos por
inducción. Si n = 8, nos queda 28 = 256 y 6 · 8 + 6 = 54, por lo que la propiedad vale. Si asumimos
ahora que vale para n, es decir, que 2n ≥ 6n + 6, debemos probar que 2n+1 ≥ 6(n + 1) + 6. Como
suponemos que n ≥ 8, 2n≥ 28 = 256 ≥ 6, y entonces 2n+1 = 2n+ 2n≥ 6n + 6 + 6 = 6(n + 1) + 6.

Ejercicio 1.3. Probar que 2n≥ n3 para todo n ≥ 10.

Ejercicio 1.4. Probar que 3n≥ 2n+1 + n para todo n ≥ 3.

4. Axiomas de Peano
A fines del siglo XIX, Giuseppe Peano1 dio una definición axiomática de los números
naturales. La clave de la definición de Peano es la noción de sucesor: todo número natural
tiene un sucesor, que se obtiene sumándole 1. Para entender los axiomas de Peano,
observemos que el conjunto N cumple las siguientes propiedades:

1
Matemático italiano que vivió entre 1858 y 1932. Enseñó en la Universidad de Turín y se dedicó a la investigación de, entre otras
cosas, lógica, teoría de conjuntos y ecuaciones diferenciales.

24 Los Números

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1. El 1 es el único número natural que no es sucesor de ningún número natural.
2. Si a y b son dos números naturales distintos, el sucesor de a es distinto del sucesor de b.
3. Si K es un subconjunto de N tal que 1 ∈ K y vale que el sucesor de cualquier elemento
de K también está en K, entonces K = N.

Peano descubrió que estas propiedades alcanzan para definir a los números naturales,
en el sentido de que cualquier conjunto con una función sucesor que satisfaga las 3
propiedades anteriores es “equivalente” al conjunto de números naturales. Formalmente,
se puede dar la siguiente definición:

El conjunto de números naturales es un conjunto P con una función sucesor S : P → P que satisface
los siguientes 3 axiomas:

1. P tiene un único elemento que no es sucesor de otro elemento de P. Llamamos 1 a este elemento.
2. La función S es inyectiva. O sea, si a y b son elementos distintos de P entonces S(a) es distinto de S(b).
3. Si K es un subconjunto de P tal que 1 ∈ K y vale que el sucesor de cualquier elemento de K también
está en K, entonces K = P

El axioma 3 es equivalente al principio de inducción. Para verlo, supongamos que


tenemos un subconjunto K de los números naturales que tiene al 1 y que cumple que si
n ∈ K, su sucesor n+1 ∈ K. Llamemos P(n) a la afirmación n ∈ K.

Sabemos que P(1) es cierta y que si P(n) es cierta, P(n + 1) también lo es. Luego por el
principio de inducción, P(n) es cierta para todo n ∈ N, o sea n ∈ K para todo n ∈ N.
Luego K = N.

Recíprocamente, supongamos que tenemos una afirmación P(n) para cada número
natural n que cumple que:

• P(1) es cierta y,
• si P(n) es cierta, P(n + 1) también lo es.

Llamemos K al subconjunto de números naturales n para los que P(n) es cierta.

Luego 1 ∈ K. Por otra parte, si n ∈ K, su sucesor n + 1 ∈ K. Con todo esto, por el axioma
3, K = N. Es decir, P(n) es cierta para todo número natural n.

5. Definiciones recursivas
Muchas veces uno necesita definir una sucesión de manera recursiva. Esto es, definir un elemento
de la sucesión en términos de otros anteriores. Por ejemplo, consideremos la sucesión:

a1 = 2, an+1 = a2n + 1.

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