120-2022 6to Distrito
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Cabe destacar que en primer término se analizará la existencia o inexistencia de los actos
reclamados a las autoridades responsables con residencia en Culiacán, Sinaloa.
En atención a lo anterior, no son ciertos los actos reclamados a las autoridades responsables
Centro Integral de Servicios de la Dirección de Administración del Agua, Dirección General,
Dirección de Administración del Agua, todas del Organismo de Cuenca Pacifico Norte de la
Comisión Nacional del Agua (Conagua), con residencia en Culiacán, Sinaloa, pues al rendir su
respectivo informe justificado negaron categóricamente la existencia del mismo (fojas 89 a la 91).
Además, cabe destacar que las responsables al rendir su informe de ley manifestaron que las
peticiones realizadas por la parte quejosa fueron turnadas al Gerente de Servicios a Usuarios
adscrita a la Subdirección General de Administración del Agua de la Comisión Nacional del Agua,
con sede en la Ciudad de México, mediante memorando número BOO.808.02.-0020 de dieciséis
de enero de dos mil diecisiete, en donde les fue asignado el expediente administrativo número
SIN-C-0463-19-06-17.
Asimismo, señalaron que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9, inciso a, fracción IX, de
la Ley de aguas nacionales, y 24, fracción VII, inciso a), y 25, fracción II, inciso a), del Reglamento
Interior de la Comisión Nacional del Agua, la respuesta y/o resolución a los trámites solicitados por
la quejosa el quince de diciembre de dos mil dieciséis, corresponden a la Gerencia de Servicios a
Usuarios adscrita a la Subdirección General de Administración del Agua de la Comisión Nacional
del Agua, con sede en la Ciudad de México, y no a ellos; sin que la parte quejosa hubiese ofrecido
prueba alguna que desvirtuara tal negativa.
En las relatadas consideraciones y con fundamento en el artículo 63, fracción IV, de la Ley de
Amparo, lo procedente es sobreseer en el presente juicio de amparo.
Sirve de apoyo a la anterior consideración, la jurisprudencia número VI.2o J/20, emitida por el
Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, Octava Época, registro 227643, Semanario Judicial
de la Federación, Tomo IV, Segunda Parte-2, Julio-Diciembre de 1989, materia común, página 627,
de rubro y texto:
Consecuentemente, al ser esto así, es innegable que corresponde a la parte quejosa la carga de la
prueba; es decir, demostrar que efectivamente dichas autoridades recibieron las solicitudes, y que
a ellas les compete su trámite y resolución.
Así como la diversa tesis VI.2o.A.4 K del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Sexto Circuito, Novena Época, registro 187728, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XV, Febrero de 2002, materia común, página 903, de rubro y texto:
“PRUEBA, CARGA DE LA. RECAE EN EL QUEJOSO ANTE LA NEGATIVA QUE DE LOS ACTOS
RECLAMADOS HAGAN LAS AUTORIDADES RESPONSABLES AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO.
También, resulta aplicable al efecto, la jurisprudencia VI.2o. J/308, sustentada por el Segundo
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, página 77, núm. 80, agosto de mil novecientos noventa y
cuatro, de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, con número de
registro 210769, de rubro y texto:
En efecto, en autos no consta que la parte quejosa haya cumplido con tal obligación, pues no
existe prueba alguna que conlleve a determinar la existencia de los actos que niegan las
autoridades responsables Centro Integral de Servicios de la Dirección de Administración del Agua,
Dirección General, Dirección de Administración del Agua, todas del Organismo de Cuenca Pacifico
Norte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con residencia en Culiacán, Sinaloa; por tanto,
si no se acreditó con alguna documental o testimonial, que las responsables recibieron peticiones
que presentó y que además a éstas les compete su trámite y resolución, debe prevalecer su
negativa.
En ese orden de ideas, tampoco se desvirtúa la inexistencia de los actos reclamados con la
narración de los hechos expuestos por la parte quejosa en la demanda de amparo, pues aun y
cuando los haya manifestado bajo protesta de decir verdad, ello no lo releva de la obligación legal
de aportar las pruebas que lo demuestren, lo que además constituye un requisito de la demanda
de amparo exigido por el artículo 108 fracción V, de la Ley de Amparo.
Es aplicable al caso, la tesis aislada IX.1o.83 K sustentada por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época
tomo XX, septiembre de 2004, página 1714, registro 180736, que a la letra dice:
“ACTO RECLAMADO. EL SOLO DICHO DEL QUEJOSO BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD NO
DEMUESTRA SU EXISTENCIA.
Ahora, en este apartado se analizará la existencia o inexistencia del acto reclamado a las
autoridades responsables con sede en la Ciudad de México consistente en 1) la omisión de dar
contestación a las peticiones presentadas el quince de diciembre de dos mil dieciséis, ante la
ventanilla única Pacifico Norte, las cuales quedaron registradas como código trámite CNA-01-003,
y CNA-01-006.
Además, señalaron que en relación a las peticiones señaladas en el párrafo anterior, emitieron el
oficio BOO.2.01.-0330, de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, mediante el cual le fue
requerida a la parte quejosa diversa información, mismo que le fue notificado el dieciséis de
febrero del año en curso, lo que se corrobora con las copias certificadas que remitió la parte
impetrante anexas a su escrito inicial de demanda (fojas 32 a 35), de las que se advierte que
efectivamente con anterioridad a la presentación de la demanda (nueve de marzo de dos mil
veintidós), las responsables emitieron el oficio en comento.
Documentales mencionadas en el párrafo que anteceden las cuales merecen valor demostrativo,
de conformidad con lo previsto por los ordinales 129, 197 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, en términos de su ordinal 2°.
Apoya lo anterior la jurisprudencia número 226, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, localizable en la página 153, Tomo VI, Parte SCJN, del Apéndice de 1995,
Materia Común, correspondiente a la Quinta Época, del rubro y texto siguientes:
Ahora bien, de lo antes señalado se desprende que contrario a lo que refiere la parte impetrante,
las autoridades responsables si se pronunciaron respecto a las solicitudes que presentó el quince
de diciembre de dos mil dieciséis, ante la ventanilla única Pacífico Norte, lo que hace evidente que
la supuesta conducta omisiva que aquí se analiza a la fecha de presentación de la demanda no
existía; por tanto, el acto reclamado a la fecha de presentación del libelo constitucional (nueve de
marzo de dos mil veintidós) que dio lugar a este juicio es inexistente.
Cierto, el acto reclamado consiste en la omisión de dar contestación a las peticiones presentadas
el quince de diciembre de dos mil dieciséis, ante la ventanilla única Pacífico Norte, las cuales
quedaron registradas como código trámite CNA-01-003, y CNA-01-006, es inexistente, ya que al
momento de la presentación de la demanda de amparo –veintidós de marzo de dos mil veintidós-,
no existía, si se toma en cuenta que en atención a las solicitudes en cita el veintitrés de diciembre
de dos mil veintiuno las responsables emitieron el oficio BOO.2.01.-0330, mediante el cual le fue
requerida a la parte quejosa diversa información, mismo que le fue notificado el dieciséis de
febrero del año en curso.
1) Por lo que hace la omisión de dar contestación a las peticiones presentadas el quince de
diciembre de dos mil dieciséis, ante la ventanilla única Pacífico Norte, las cuales quedaron
registradas como código de trámite CNA-01-003, y CNA-01-006, se sobresee en el
presente asunto respecto de la totalidad de las autoridades responsables.
2) En relación al diverso acto reclamado consistente en el oficio BOO.2.01.-0330, de
veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, mediante el cual en atención a las solicitudes
que presentó la parte quejosa, le fue requerida diversa información, y se le apercibió que
en caso de que no diera cumplimiento en el término otorgado se declararía la caducidad y
procedería al archivo del expediente como asunto total y definitivamente concluido, sin
necesidad de ulterior acuerdo o emisión de resolución al respecto, se sobresee en el
presente asunto por lo que respecta a las autoridades Centro Integral de Servicios de la
Dirección de Administración del Agua, Dirección General, Dirección de Administración del
Agua, todas del Organismo de Cuenca Pacifico Norte de la Comisión Nacional del Agua
(Conagua), con residencia en Culiacán, Sinaloa.
CUARTO. Existencia del acto reclamado. Las autoridades responsables Gerencia de Servicios a
Usuarios de la Subdirección General de Administración del Agua de la Comisión Nacional del
Agua, Dirección General, Subdirección General de Administración del agua, todas de la
Comisión Nacional del Agua (Conagua), con sede en la Ciudad de México, al rendir su informe
justificado (fojas 96 a 108), admiten la existencia del acto reclamado, consistente en 2) el
oficio BOO.2.01.-0330, de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, mediante el cual en
atención a las solicitudes que presentó la parte quejosa, le fue requerida diversa información,
y se le apercibió que en caso de que no diera cumplimiento en el término otorgado se
declararía la caducidad y procedería al archivo del expediente como asunto total y
definitivamente concluido, sin necesidad de ulterior acuerdo o emisión de resolución al
respecto; por tanto, se tienen por ciertos.
Por lo que hace a las documentales ofrecidas por la autoridad responsable se les concede
valor probatorio pleno en términos de los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, toda vez que fueron
expedidas por servidor público en ejercicio de sus funciones.
Apoya lo anterior la jurisprudencia número 226, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, localizable en la página 153, Tomo VI, Parte SCJN, del Apéndice de 1995,
Materia Común, correspondiente a la Quinta Época, con número de registro 94182, del rubro
y texto siguientes:
CUARTO. Causas de improcedencia. Las causas de improcedencia que hagan valer las partes o
que se adviertan de oficio deben examinarse por el órgano jurisdiccional que conozca del
juicio de amparo en orden preferente a cualquier otra cuestión por ser de orden público, tal
como lo prescribe el artículo 62 de la Ley de Amparo.
Resulta aplicable la tesis jurisprudencial número 814, sustentada por el Primer Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito localizable en la página 553, del Tomo Vi, Materia Común, del
Apéndice de mil novecientos noventa y cinco, que a la letra señala:
En la especie, tal y como lo señalan las autoridades responsables con residencia en la Ciudad
de México, por lo que hace al acto que se les reclama consistente en el oficio BOO.2.01.-0330,
de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, mediante el cual en atención a las solicitudes
que presentó la parte quejosa le fue requerida diversa información, se actualiza la causa de
improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XX, de la Ley de Amparo, toda vez que la
parte quejosa, previamente a acudir a la presente instancia constitucional, incumplió con el
principio de definitividad, pues no agotó el juicio de nulidad ante el Tribunal de Justicia
Administrativa.
En ese contexto es de precisarse que el artículo 61, fracción XX, de la Ley de Amparo,
textualmente dispone lo siguiente:
“Artículo 61.
XX.
El precepto legal referido consigna la causa de improcedencia derivada de la falta de acatamiento
al principio de definitividad que establece la obligación de los gobernados de agotar en primer
término la jurisdicción ordinaria para combatir un acto, ello con la finalidad de que sea la
autoridad ordinaria competente la que se pronuncie en primer lugar respecto del caso concreto y,
posteriormente, únicamente en el caso que se considere que dicho pronunciamiento vulnera
derechos humanos, es que debe acudirse al juicio de amparo, atendiendo a que este juicio es un
medio extraordinario de defensa a través del cual se controla la constitucionalidad de actos o leyes
y no de un recurso revisor de legalidad.
Para actualizarse la hipótesis de improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XX, de la Ley de
Amparo, se requieren los siguientes elementos:
1) La existencia de un acto emitido por una autoridad distinta de los tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo.
2) Que dicho acto deba ser revisado de oficio, conforme a la ley que los rige, o;
3) Que en su contra proceda algún recurso, juicio o medio de defensa legal por virtud del
cual pueda ser modificado, revocado o nulificado, siempre que conforme a las mismas
leyes se suspendan los efectos de dichos actos mediante la interposición del recurso o
medio de defensa legal, con los mismos alcances y requisitos que los de la Ley de Amparo
consigna para conceder la suspensión, independientemente de que el acto en sí mismo
considerado sea o no susceptible de ser suspendido.
a) Cuando la Ley que rija el acto reclamado exija mayores requisitos que la Ley de Amparo
para concederla suspensión definitiva, o plazo mayor que el que establece para el
otorgamiento de la suspensión provisional, independientemente de que el acto en sí
mismo considerado, sea o no susceptible de ser suspendido;
b) Cuando el acto reclamado carezca de fundamentación;
c) Cuando sólo se aleguen violaciones directas a la Constitución; y,
d) Cuando el recurso o medio de defensa se encuentre previsto en un reglamento sin que la
ley aplicable contemple su existencia.
En el caso, los anteriores requisitos para que se actualice la causa de improcedencia en estudio se
encuentran satisfechos, tal y como se evidencia a continuación:
“Artículo 3.
XII.
“Artículo 2.
Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis 2a./J. 19/2015 (10a.), emitida por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 783, libro 17, abril de 2015, tomo I,
décima época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, con número de registro
2008807, de rubro y texto siguientes:
Asimismo, la emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer
Circuito, número III.2o.A.56 A (10a.), consultable en la página 1837, Tomo III, Agosto de 2014, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, con número de registro 2007318,
que a continuación se transcribe:
Tiene aplicación por el contenido que informa, la tesis I.3o.A. 128 K, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: III, Abril de 1994, Octava Época, cuyo rubro establece:
“FUNDAMENTACIÓN, INDEBIDA. NO CONSTITUYE UNA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
DEFINITIVIDAD PREVISTO EN LA FRACCIÓN XV DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE AMPARO.”
Sirve de apoyo a lo anterior, a contrario sensu, la jurisprudencia sustentada por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 119, 175-180 Tercera Parte,
Séptima Época del Semanario Judicial de la Federación, con número de registro 237,480, del
siguiente rubro: “RECURSOS ORDINARIOS. NO ES NECESARIO AGOTARLOS CUANDO
ÚNICAMENTE SE ADUCEN VIOLACIONES DIRECTAS A LA CONSTITUCIÓN.”
Asimismo, se advierte que no se encuentra acreditado algún otro elemento del que se pueda
inferir que se surte algún caso de excepción al principio de definitividad, que se señala en la
tesis número 2a. LVI/2000, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación; visible en la página 156, tomo XII, Julio de 2000, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, con número de registro 191539, cuyo tenor literal es el
siguiente:
En ilación a lo antes expuesto cabe precisar que las autoridades responsables con sede en la
Ciudad de México, mediante el oficio BOO.2.01.-0330, de veintitrés de diciembre de dos mil
veintiuno, requirieron a la parte quejosa diversa información respecto a las peticiones que
presentó en la ventanilla única Pacifico Norte, asimismo, señalaron que debía de dar
cumplimiento en el plazo de treinta días hábiles improrrogables, computados a partir de la
fecha en que se notificara dicho comunicado.
Resolución la cual se estima le puso fin al juicio, pues como se mencionó en el párrafo
anterior, las autoridades responsables señalaron que en caso que la parte impetrante no diera
contestación a lo ahí establecido dentro del término que se le otorgó (como aconteció en la
especie), se declararía la caducidad y procedería al archivo del expediente como asunto total
y definitivamente concluido, sin necesidad de ulterior acuerdo o emisión de resolución al
respecto; lo que pone en evidencia, que con posterioridad al comunicado mencionado en el
párrafo que antecede ya no habría una diversa determinación y en ese momento se pondría
fin al expediente formado con motivo de las solicitudes que presentó.
Ahora, si bien la parte quejosa contaba con el plazo de treinta días para proporcionar la
información que le fue solicitada, resulta evidente que a la presente fecha dicho periodo ha
fenecido, pues se toma en consideración que el requerimiento le fue notificado el dieciséis de
febrero de dos mil veintidós (foja 31), sin que obre constancia en autos que acredite que la
parte quejosa hubiere cumplido con tal requerimiento.
No pasa inadvertido para la suscrita que en autos no se encuentre constancia que acredite que
las autoridades responsables hubieren emitido una actuación posterior al oficio BOO.2.01.-
0330, de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, en la que se determinara la caducidad y
el archivo definitivo del expediente de origen, sin embargo, la caducidad del procedimiento
opera sin que se dicte resolución que así la determine; aunado a que, se insiste, las
responsables fueron precisas en señalar que se declararía la caducidad y procedería al
archivo del expediente como asunto total y definitivamente concluido, sin necesidad de
ulterior acuerdo o emisión de resolución al respecto.
De lo expuesto, válidamente se concluye que, en relación con el acto reclamado por esta vía,
consistente en el oficio BOO.2.01.-0330, de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno,
mediante el cual en atención a las solicitudes que presentó la parte quejosa, le fue requerida
diversa información, y se le apercibió que en caso que no diera cumplimiento en el término
otorgado se declararía la caducidad y procedería al archivo del expediente como asunto total
y definitivamente concluido, sin necesidad de ulterior acuerdo o emisión de resolución al
respecto, se encuentran satisfechos la totalidad de los elementos indicados para que se
actualice la causa de improcedencia en estudio, y no se actualiza alguna causa de excepción.
De esta forma, en el presente caso tal y como lo señalan las autoridades responsables se
actualiza la causa de improcedencia invocada se actualiza la causa de improcedencia prevista
en el 61, fracción XX, de la Ley de Amparo, toda vez que la resolución contenida en el oficio
BOO.2.01.-0330, de veintitrés de diciembre de dos mil veintiuno, es impugnable ante el
Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en términos del artículo 3, fracción XII, el cual debe
agotarse previo a acudir al juicio constitucional.