En Su Presencia - Tenemos Todo ( - Holly Noe

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En Su Presencia

Lo Tenemos Todo
____________
Dra. Holly L. Noe
Copyright @2019 Holly L Noe
Derechos Reservados
ISBN: 9781797801209
Todos derechos reservados. Ninguna parte de este libro
podrá ser reproducida, procesada en algún sistema que la
puede reproducir, o transmitida en alguna forma o por algún
medio----electrónico, mecánico, fotocopia, cinta
magnetofónica u otro ---- excepto para breves citas en
reseñas sin el permiso previo del autor.
Las referencias Bíblicas incluidas en este libro
corresponden a la versión Reina Valera 1960 Edición en
Español, traducida del inglés al Español y editada:
Rev. Margaret del Orbe
Deeper Life Press
ENDOSOS
El nuevo libro del Dr. Holly Noe “En su Presencia- Lo
Tenemos Todo”
Es un viaje a la profundidad de la presencia de Dios. La Dra.
Holly intenta hacer una crónica de sus años persiguiendo
apasionadamente los atrios del Señor. Para aquellos que
están desesperadamente hambrientos de más de Dios, este
libro es verdaderamente una lectura obligatoria. En estos
últimos días, Dios está buscando ansiosamente a aquellos
que quieren más de Dios y no solo las bendiciones que Él
puede dar, porque solo a ellos les revelará Su presencia
manifiesta. Recomiendo encarecidamente cualquier libro
que escriba la Dra. Holly Noe, ya que recibirá una
implacable instrucción que durará toda la vida.
Steve Porter
Deeper Life Press
Editor

Fuego, pasión y presencia de Dios son las características


del ministerio de Dr.Holly L. Noe. La simbiosis de una Iglesia
y las señales que acompañan a una guerrera del Reino de
Dios han traído un avivamiento que no se detiene y va en
aumento. He viajado con Holly por las carreteras de
Guatemala y los Estados Unidos y todo el tiempo las
señales son las mismas, fuego del Espíritu y pasión por la
presencia de Dios. Ella llegó a nuestra iglesia hace tres
años con las señales como un rotundo respaldo de Dios,
sanidades, bautismos en El Espíritu Santo, dones,
transformaciones y la multiplicación exponencial del
crecimiento de la iglesia. Sin duda, Holly y Dios caminan
juntos. Después de tres años, es inevitable llegar a la
conclusión que Holly tiene muy claro la razón y propósito de
su vida y existencia. Como iglesia contamos con su grata
visita dos y hasta tres veces al año, y cada vez nos
sorprende con una palabra fresca y sanadora. Fielmente
hace entrega de los aportes económicos de iglesias,
pastores y líderes que contribuyen con el Centro de
Avivamiento en Guatemala. Dra. Holly Noe ha cambiado
nuestra manera de ser iglesia, nos ha llevado a nuevas
realidades espirituales, nos ha enseñado asumir retos de
toda clase, creyendo que lo imposible ya no es un problema.
No es una casualidad llegar a 50 años en servicio activo
para Jesús, es un milagro, una proeza, y la demostración de
que los héroes de la fe aún caminan con Dios en esta tierra.
Pastor Hector Barillas
Centro de Avivamiento de Guatemala

A Ha sido un placer y una bendición traducir este libro, cuya


autora, la Dra. Holly Noe, ha sido mi amiga por muchos
años. Este libro es un manual para llevarnos más allá de la
rutina eclesiástica hacia el deleite de vivir continuamente en
la presencia de Dios; nos remueve de tal manera que la
religión deja de satisfacernos, y nos empuja a desear más
de Dios. Holly no solamente escribe sobre la presencia de
Dios sino que vive y respira en ella. Recomiendo la lectura
del libro porque después de leerlo, estoy segura que usted
dirá como dice mi amiga Lois Dietrich, “¡No quiero más
iglesias muertas!”
Rev. Margaret G. del Orbe
Traductora de la edición en español

A menudo se dice que la manzana nunca cae demasiado


lejos del árbol, y el contenido de este libro sigue muy de
acuerdo con lo que se dice. La Dra. Holly Noe, como el
apóstol Pablo, ha dedicado su vida a conocer a Dios. Su
pasión por crecer en el conocimiento de Dios le ha hecho
vivir y experimentar la presencia misma de Dios. Este libro
nos llevará en un viaje que nos alejará de la teoría de su
presencia a la realidad de la presencia de Dios. Este libro
sin duda transformará la vida de los lectores y los
despertará a la realidad de que todo lo que necesitamos lo
encontramos verdaderamente en la presencia de Dios, y
ahí, nuestra búsqueda ha terminado
Pastor Glenn J. Wilson
Pastor Principal del Centro de Restauración Familiar de
Adoración
Howell, Nueva Jersey

Son más de treinta años que conozco a Dra.Holly L. Noe: la


he admirado como misionera, como predicadora y como
testimonio de milagros. No es fácil resumir en pocas
palabras lo más sobresaliente de esta sierva de Dios. Ella
tiene una unción para enseñar ministros que la única forma
que una persona puede encender la llama del avivamiento,
es muriendo al yo. Sus 50 años de ministerio y más de 23
anos como misionera en Guatemala es una muestra de su
fidelidad para con Dios. Entre sus obras cuentan misiones,
iglesias, una escuela elementaría, y en este tiempo un
Centro del Avivamiento con una cosecha y crecimiento que
siga aumentando. Este libro nos llevará a conocer más
profundamente la Presencia Manifiesta de Dios e inspirará
al lector a buscar a Dios con un mayor deseo de tener un
encuentro fresco con el Espíritu Santo.
Rev, Manuel Alvarez
Superintendente del Distrito Hispano del Este – Asambleas
de Dios

La Iglesia ha anhelado que la Presencia de Dios se


manifieste. Este libro es una inspiración para aquellos que
buscan algo más que la vida cristiana básica habitual.
Cuando nos profundizamos más en lo que Dios tiene para
nosotros, podemos crecer en lo que Él realmente ha
planeado para nuestras vidas. La Dra. Holly Noe ha
aprendido a aprovechar esta energía de avivamiento en su
nuevo libro. Recomiendo este libro a todos aquellos que
buscan más de Dios en sus vidas.
Dr. Paul J. Forti
Canciller de Grace Christian College y Seminario Teológico,
Lorus, South Carolina

He tenido el honor de conocer a la Dra. Holly Noe durante


unos veinte años. He sido bendecida al unirme a su equipo
en algunos de sus viajes de misión bianuales a Guatemala.
Holly es una increíble mujer de Dios con una fe y una
determinación que son muy raras y preciosas. Cuando ella
ministra en mi iglesia, su deseo es que cada persona tenga
un encuentro profundo con Dios, inspirándola a vivir con una
conciencia aguda de Su presencia. Que su vida se convierta
en Su vida al leer este libro, para que puedas decir como el
apóstol Pablo: “Ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien
vive dentro de mí”.
Pastor Joe Roberts
Ministerios del Espíritu y de la Vida
Passaic, NJ
CONTENIDO
ENDOSOS
PARTE I: ADORACION – PUERTA HACIA SU PRESENCIA
CAPÍTULO 1: ADORACIÓN, MÁS QUE MERAS PALABRAS
CAPÍTULO 2: TRANSFORMADOS EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 3: ENTRANDO EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 4: EL MODELO BIBLICO DE ADORACION
CAPÍTULO 5: MI RESPONSABILIDAD EN LA ADORACIÓN
CAPÍTULO 6: LA NECESIDAD DE BUSCAR A DIOS
CAPÍTULO 7: ELEMENTOS DE ADORACIÓN
CAPÍTULO 8: ADORACIÓN A TRAVÉS DEL QUEBRANTAMIENTO Y LA HUMILDAD
CAPÍTULO 9: PREPARANDO EL AMBIENTE
CAPÍTULO 10: EL DESARROLLO DE LA MADUREZ ESPIRIUAL COMIENZA CON LA ADORACIÓN
CAPÍTULO 11: LA REALIDAD DE SU PRESENCIA
CAPÍTULO 12: ACTITUDES EN LA ADORACIÓN
CAPÍTULO 13: ¿HAY HAMBRE EN LA CASA?
CAPÍTULO 14: SU PRESENCIA REVELA SU PROPÓSITO
CAPÍTULO 15: LA OMNIPRESENCIA Y LA PRESENCIA MANIFESTADA
CAPÍTULO 16: ALABANZA Y ADORACIÓN
CAPÍTULO 17: PETICIONES O SU PRESENCIA
CAPÍTULO 18: LA DESOBEDIENCIA ES UN OBSTÁCULO A LA ADORACIÓN
CAPÍTULO 19: ADORAR PARA HOSPEDAR AL ESPÍRITU SANTO
CAPÍTULO 20: SIN ADORACIÓN NO HAY LLUVIA
CAPÍTULO 21: LA ADORACIÓN CREA UNA CONSTANCIA DE SU PRESENCIA
PARTE II: RUTA VICTORIOSA EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 1: SU PRESENCIA EN LAS PRUEBAS
CAPÍTULO 2: RESTAURACIÓN EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 3: CONQUISTAR EL TERRITORIO INVISIBLE POR SU PRESENCIA
CAPÍTULO 4: SU PRESENCIA TRAE LA MANIFESTACIÓN DE SU GRACIA
CAPÍTULO 5: SU PRESENCIA NOS AYUDA ATRAVÉS DE LOS TIEMPOS DE LA VIDA
CAPÍTULO 6: EN SU PRESENCIA RECORDAMOS LAS OBRAS MARAVILLOSAS DEL SEÑOR
CAPÍTULO 7: EN SU PRESENCIA EL MIEDO SE CAMBIA EN FE
CAPÍTULO 8: EN SU PRESENCIA LAS MENTES NEGATIVAS SE DESMORONAN
CAPÍTULO 9: EN SU PRESENCIA PODEMOS VER LO INVISIBLE
CAPÍTULO 10: EN SU PRESENCIA ESPERAMOS ADORANDO
CAPÍTULO 11: EN SU PRESENCIA HAY PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA
CAPÍTULO 12: EN SU PRESENCIA DIOS DA LAS DIRECCIONES PARA LA BATALLA
CAPÍTULO 13: EN SU PRESENCIA TENEMOS GOZO EN MEDIO DE LAS PRUEBAS
CAPÍTULO 14: EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A HABLAR
CAPÍTULO 15: EN SU PRESENCIA ENCONTRAMOS RESISTENCIA
CAPÍTULO 16: EN SU PRESENCIA SE DESARROLLA EL CARACTER
CAPÍTULO 17: EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A SER RESPONSABLES
CAPÍTULO 18: EN SU PRESENCIA DIOS NOS UNGE
CAPÍTULO 19 EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A AGRADAR EL SEÑOR SOBRE TODAS LAS COSAS
CAPÍTULO 20: EN SU PRESENCIA HAY LIBERACIÓN
CAPÍTULO 21: EN SU PRESENCIA DIOS PREPARA PARA EL MINISTERIO
PARTE III: AVIVAMIENTO EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 1: EN SU PRESENCIA - LA CONVICCIÓN TRAE AVIVAMIENTO
CAPÍTULO 2: EN SU PRESENCIA – SE ORA POR AVIVAMIENTO
CAPÍTULO 3: EN SU PRESENCIA – AVIVAMIENTO DE SANTIDAD
CAPÍTULO 4: EN SU PRESENCIA - INTIMIDAD
CAPÍTULO 5: AVIVAMIENTO – EL BESO DE DIOS
ACERCA DE MI ASOCIADA
EN SU PRESENCIA: LO TENEMOS TODO
ACERCA DE LA AUTORA
PARTE I:
ADORACION – PUERTA HACIA SU
PRESENCIA
CAPÍTULO 1
ADORACIÓN, MÁS QUE MERAS PALABRAS

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren.”
Juan 4:23

Q
¿ ué es adoración? ¿Cantar un himno de adoración?
¿Asistir a un servicio de adoración en la iglesia? Adoración
es algo más que un canto. No es un deber impuesto. ¡Tal
cosa sería religión! La verdadera adoración prepara el
ambiente para que la presencia real de Dios se manifieste.
La adoración genuina es algo más que alabanza. La
alabanza es buena, pero la adoración es mejor. Alabanza es
dar gracias a Dios por todo lo que Él ha hecho en nuestras
vidas. Cuando alguien hace algo por uno, lo más correcto es
decir “Gracias” Cuando alabamos al Señor le estamos
dando las gracias. Cuando lo adoramos, subimos a un nivel
superior. Estamos amando a Dios por quién es Él, y no por
lo que Él hace. Le expresamos amor y devoción diciéndole:
“Eres Maravilloso, Hermoso, eres mi Amigo, mi Salvador, mi
Todo.” Uno no puede verdaderamente adorarlo si no tiene
una relación con Él. La adoración demanda compromiso. La
alabanza es como el compromiso durante el noviazgo, pero
la adoración es como el matrimonio. Hay bendiciones en el
matrimonio que no existen en el noviazgo. En el matrimonio
hay intimidad. La adoración surge de una vida que adora.
Nosotros lo adoramos cuando vivimos para Él, cuando le
obedecemos, cuando nos dejamos guiar por Él. La alabanza
se puede expresar verbalmente, pero la verdadera
adoración significa darnos plenamente al Señor.
Si usted se ha dado cuenta, es durante esos momentos de
profunda adoración cuando Dios manifiesta Su Presencia.
Durante los cantos de alabanza hay mucha emoción, gozo y
ritmo, pero a menudo, durante la adoración hay quietud,
reverencia y lágrimas cuando el Espíritu Santo toca la parte
más íntima de nuestro ser trayendo convicción y cambio, a
medida que nosotros le expresamos nuestro amor y cariño.
En la alabanza uno se siente conmovido y bendecido, y se
siente contento. Pero, durante la adoración, tocamos a Dios
y lo bendecimos. En la adoración Él es el centro y todo es
para Él. La adoración no es únicamente para cuando
estamos en la iglesia. No le podemos poner hora a la
adoración. Recuerde, no importa dónde, cómo, o cuándo,
Dios espera que nuestra adoración salga de nuestro
espíritu. Cuando usted lo adore en espíritu y en verdad, no
tendrá que estar saliendo y entrando de nuevo a Su
Presencia, sino que el Espíritu Santo le enseñará a vivir en
la Presencia del Señor. Dios nos llama constantemente a
que permitamos que el fuego del Espíritu Santo sople en la
adoración.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 2
TRANSFORMADOS EN SU PRESENCIA
“Por cuanto, nosotros todos, mirando a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor.”
II Corintios 3:18

La Presencia de Dios ha logrado en mi vida lo que años de


esfuerzos propios nunca pudieron realizar. Durante años
oraron por mí y maravillosos siervos de Dios me ungieron ,
pero no fue hasta que tuve un nuevo encuentro con el
Espíritu Santo, cuando comencé a vivir en Su Presencia, y
no solamente entrando y saliendo de ella, entonces empecé
a ver una transformación supernatural en todas las áreas de
mi vida. La adoración me condujo hasta Su Presencia,
cambió mi endurecido corazón, y creó en mí una pasión por
Su Presencia. Esa Presencia me ha llevado a un nivel de
espiritualidad y madurez que jamás habría podido alcanzar a
través de amigos, maestros, grados de educación o de
teología. La adoración me conduce a la Presencia de Dios,
y trae la Presencia de Dios a mi vida.
Los cambios se producen cuando entramos en Su
Presencia. La adoración nos permite entrar y contemplar a
Dios, y experimentar cuan maravilloso es Él. Pablo dice que
vemos la Gloria de Dios como a través de un espejo.
¿Quién no sería cambiado al contemplar el reflejo de la
Gloria de Dios? Cuanto más tiempo pasemos en Su
Presencia, tanto más nos pareceremos a Él. Cuando Jesús
anduvo sobre esta tierra, era un reflejo de la Gloria de Dios.
Él mostró quién es Dios. Nos toca a nosotros mostrar quién
es Dios. El mundo debería poder mirarnos en nuestras vidas
cotidianas y en nuestras relaciones y ver un reflejo de quién
Dios es. Eso le hablaría a cualquier incrédulo más
contundentemente que cualquier tratado o pieza de
literatura. Mi espiritualidad no se mide por de mis buenas
obras o por mi manera impresionante de predicar, sino más
bien porque la gente pueda ver cuánto tiempo he pasado en
la Presencia de Dios. Esa evidencia iría más allá que
cualquier palabra. Es más, uno daría un poderoso e ungido
mensaje cuando Su Presencia emanara de nuestro ser y
especialmente de nuestro carácter. Usted cambiará en Su
Presencia y tendrá el fuego de Dios en su vida.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 3
ENTRANDO EN SU PRESENCIA
“Servid a jehová con alegría; venid ante su presencia
con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; él nos
hizo y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo
somos y ovejas de sus prados. Entrad por sus puertas
con acción de gracias, por sus atrios con alabanza.
Alabadle, bendecid su nombre.”
Salmos 100:2-4

Debería ser algo natural en todo cristiano tener deseo de


acercarse a Dios y estar en Su Presencia. Es imposible
hablar de adoración sin hablar de Su Presencia. Y cuando
hablamos de “entrar en Su Presencia,” la adoración es una
parte muy importante del proceso. De la misma manera,
cuando hablamos de acercarnos a Dios, nos estamos
refiriendo a Su Presencia manifestada en nuestras vidas.
Por lo tanto, ¿Cuál es el método apropiado para entrar en la
Presencia de Dios, ya sea en la congregación o
individualmente? Es importante que recordemos que al
hablar de entrar en Su Presencia, existen varias
manifestaciones de Su Presencia. Hay por lo menos tres
niveles. Primero, recordar que Dios es omnipresente, o sea
que está en todas partes. Esta es una manera muy general
de referirnos a la Presencia de Dios. Segundo, basado en
las Escrituras, según dice Mateo 18:20 “Donde hay dos o
tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de
ellos.” Y tercero, está en 2 Crónicas 5:13-14: “Cuando
sonaban las trompetas, y cantaban todos a una, para
alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la
voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de
música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es
bueno, porque su misericordia es para siempre;
entonces la casa se llenó de una nube, la casa de
Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para
ministrar, por causa de la nube; porque la Gloria de
Jehová había llenado la casa de Dios.”
Esta fue una manifestación muy especial de la Presencia de
Dios. La nube de Gloria llenó el templo de Salomón cuando
los cantores y los músicos elevaron sus corazones en
adoración a Dios. La nube de gloria es la Presencia de
Dios. La nube llenó el templo de tal manera que los ministros
no pudieron sostenerse en pie. Esta manifestación de la
Presencia de Dios, aunque muy poderosa e impactante, no
es la “norma.” No obstante, si la iglesia aprendiese a adorar
a Dios en lugar de adorar canciones y demás programas, yo
creo que experimentaríamos más reuniones donde la
Presencia de Dios se manifestaría en cada servicio.
Cuando la Gloria bajó al templo de Salomón, lo que sucedió
fue que todos estaban completamente enfocados en Su
Presencia. Adoremos al Señor en unidad de propósito,
contemplando o enfocándonos únicamente en la Presencia
de Dios. ¡No importa si Él baja o no en una nube; lo
importante es QUE BAJE! Ruth Heflin dijo: “Alabe a Dios
hasta que un espíritu de adoración descienda, y siga
adorando hasta que la Gloria llene la casa.”
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 4
EL MODELO BIBLICO DE ADORACION
“Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cánticos.”
Salmo 95:2
“Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed
ofrendas y venid a sus atrios.”
Salmo 96:8

H
¿ abrá alguna fórmula para la alabanza y la adoración en
la congregación o en los devocionales personales? Cuando
creamos una formula, inmediatamente establecemos un
sistema de rigidez. En mis cincuenta años de ministerio he
observado una variedad de formas en los servicios de
alabanza y adoración, y he sido testigo de las buenas y de
las malas. Hay muchas costumbres en vida diaria que se
incorporan en la adoración, y tenemos que dejar que Dios
nos guíe en el aspecto exterior concerniente a himnos de
ritmo rápido o lento, o cantos de alabanza y adoración de
movimiento lento y profundo. Dios no es un Dios monótono y
aburrido. Dios es un Dios de multiplicidad, colorido, con
variedad e individualidad. Simplemente, fíjese en la
naturaleza, en el mundo que nos rodea, especialmente aquí
en los Estados Unidos, durante el otoño las hojas de los
árboles se convierten en un calidoscopio de colores. Piense
en la creatividad de Dios con la nieve; cada uno de los
copos tiene un diferente diseño.
Yo creo que el líder de la alabanza tiene la responsabilidad
de guiar a la congregación a la Presencia de Dios. También
puedo decir que él o ella necesitan una unción especial para
introducir la manifestación de la Presencia de Dios.
También es de suma importancia que el director de la
alabanza tenga una íntima relación con el Espíritu Santo, una
vida de oración, y que sepa cómo ser guiado en la selección
de la música y de los himnos que se utilizarán en el servicio.
El grupo que trabaje con el director debe estar compuesto
de creyentes realmente dedicados y unidos al líder con el
mismo propósito de introducir la Presencia de Dios. Al
utilizar música con bellos sonidos y palabras aunque
sencillas, el corazón se elevará. Nos hemos desviado del
camino que lleva a la Presencia cuando pensamos que lo
importante es la canción, o un cierto ritmo o estilo musical.
¡Lo importante ES ÉL! Si Dios hubiese tenido alguna fórmula
para adorar, Él nos la hubiese indicado en su Palabra. Jesús
lo dijo bien claro que no se trata de métodos y rituales, sino
del Espíritu. Él dijo en Juan 4:23-24
“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu
y en verdad es necesario que le adoren.”
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 5
MI RESPONSABILIDAD EN LA ADORACIÓN
“Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no
quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son un
espíritu quebrantado; el corazón contrito y humillado
no lo despreciarás tú, oh Dios.”
Salmo 51:15-17

Aunque la ley de Moisés en el Antiguo Testamento


demandaba sacrificios de animales, el Señor indicó
claramente en el libro de los Salmos que Él no quería
solamente sacrificios de animales, sino quería el corazón
también. Aunque estando bajo el Antiguo Pacto, David,
inspirado por el Espíritu Santo, escribió los versículos
anteriores. No sería un sacrificio si no nos costara algo. En
el Antiguo Testamento, el sacrificio requería la muerte de un
animal. En el Nuevo Testamento, el termino sacrificio
requiere que el creyente muera a su propio yo, a la
comodidad, a los deseos carnales, y hasta a los buenos
deseos cuando así lo demande el Señor.
Me gustaría darle algunos ejemplos de lo que es “un
sacrificio de alabanza.”
Alabar al Señor a pesar de estar preocupado y cansado a
causa de un itinerario agitado, eso es un sacrificio de
energía. Cuando uno levanta sus manos, y verdaderamente
entra en la Presencia, está bendiciendo a Dios con el
corazón, el alma, la mente, y con todas sus fuerzas.
El precio que uno paga cuando se prepara para presentarse
delante del Señor con un corazón puro y una mente decidida
a seguir la disciplina espiritual de santidad con el fin de ser
libre en la Presencia de Dios, eso es un sacrificio de
alabanza. El Salmo 24:3-4 lo dice claramente: “¿Quién
subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar
santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no
ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con
engaño.” Del adorador se requiere que purifique su
corazón a través del arrepentimiento.
El precio que uno paga dando de su tiempo, eso es un
sacrificio de alabanza. Los creyentes de la actualidad están
muy listos a conformarse con una “experiencia” que tuvieron
en la iglesia cuando sintieron a Dios, en lugar de perseverar
entregándose diariamente en la adoración, pasando tiempo
con el Señor. Es nuestra responsabilidad de acercarnos al
Señor diariamente ofreciendo nuestro tiempo y energía,
buscándolo y desarrollando una relación de intimidad, con lo
cual estaremos viviendo en su Presencia en lugar de
únicamente hacerle una visita. Cuando el único motivo que
nos mueve a alabarle y adorarle es el de “vivir en su
Presencia,” eso es entonces un sacrificio de alabanza y de
adoración.
Dios está buscando a ADORADORES A TIEMPO
COMPLETO. ¿Es usted uno de ellos?
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 6
LA NECESIDAD DE BUSCAR A DIOS
“Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los
que buscan a Jehová no tendrán necesidad de ningún
bien.”
Salmo 34:10

Dios es la fuente de todo lo que el creyente necesita.


Tenemos TODO en Su Presencia. La meta lógica de cada
creyente debería ser “no solamente asistiré a la iglesia” o
“me haré miembro, pero buscaré ardiente y fervientemente
al Señor.” Llevo 50 años ministrando y 51 años de
convertida, y honestamente puedo decir que cuanto más
vivo por Dios y hago Su trabajo, más reconozco mi
necesidad de “vivir en su presencia”. Eso, por supuesto,
solo sucede, no por trabajar para Él, sino buscándolo.
El deseo de buscar a Dios y el de vivir en Su Presencia, no
es algo natural e nosotros, no es automático. Dios no nos
creó de esa manera, sino que Dios quiere que seamos
nosotros los que elijamos desearlo y buscarlo. Él desea la
comunión con los que lo aman, así que nos dio la opción al
crearnos, de buscar o no buscar Su presencia; lo mismo
que nos dió la opción de peca o de no pecar. Él no nos hizo
personas robóticas. Cuando nosotros, por nuestra propia
voluntad, decidimos buscarlo, esto realmente es significativo
para Él, lo bendice y le produce gozo
Cuando tomamos en serio el asunto de buscar a Dios, el
tiempo y la energía requeridos no son importantes. Lo
buscamos sin importar el costo, y lo consideramos un
privilegio. “Buscad a Jehová y su poder, buscad siempre
su rostro.” Salmo 105:4
El énfasis aquí está en la continuidad. Una relación temporal
puede ser dolorosa. Dios está buscando relaciones
duraderas. Buscar al Señor no debería ser solamente para
el domingo, sino una búsqueda continua con el propósito de
una relación de por vida.
En el tiempo del Antiguo Testamento las personas
peregrinaban a Jerusalén para las fiestas. Es desafortunado
que haya muchos cristianos siguiendo el mismo ejemplo, y
solamente busquen a Dios en Navidad o Pascua. Pero
buscar al Señor es algo que debemos hacer todos los días,
en nuestros hogares, oficinas, escuelas y negocios. Busque
Su rostro en todo momento. Si realmente lo amamos,
querremos estar con Él, pasar tiempo en Su Presencia
hasta el final de los tiempos, y luego pasar la eternidad con
Él.
¿Por qué no empezaría usted hoy a hacer de Dios la razón
de su existencia?
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 7
ELEMENTOS DE ADORACIÓN
“Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en
el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó
también el cántico de Jehová, con las trompetas y los
instrumentos de David el rey de Israel.
Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y
los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró
hasta consumirse el holocausto. Cuando acabaron de
ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él
estaban, y adoraron.
Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los
levitas que alabasen a Jehová con las palabras de
David y de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran
alegría, y se inclinaron y adoraron.”
2 Crónicas 29:27-30

Después de la muerte de Acaz, Ezequías a la edad de


veinticinco años comenzó a reinar. Hasta ese punto, bajo el
reino impío de su padre, toda la adoración en el templo había
cesado, y el templo no era más que un edificio de
almacenamiento para el rey. Ezequías, cuyo mentor era
Isaías, volvió a abrir las puertas de la casa del Señor.
La primera orden de servicio de Ezequías fue instruir a los
sacerdotes para que comenzaran a adorar de nuevo por
todo Israel, e iniciaran una limpieza a fondo de la casa del
Señor. También proveyó para que derritiesen todos los
vasos del Señor y les dieran nueva forma.
Después de que todos los utensilios para la adoración ,
incluyendo al altar de bronce, el lavatorio del patio exterior, el
candelero, la mesa de los panes, y el incienso del lugar
santo, fueron completamente limpios y restaurados,
Ezequías hizo un llamado a la adoración a toda la
congregación.
Qué glorioso fue ese día cuando Ezequías restauró en
Israel la adoración jubilosa.
Yo creo que lo que dijo Judson Cornwall es muy apropiado
aquí: “La restauración comenzó cuando se restablecieron
los elementos de adoración, el realizar que sin los canales
de adoración, ni los sacerdotes ni el pueblo hubiesen
podido encontrar el camino a Dios, o la manera de
expresar su adoración a Dios. Los utensilios no eran un
mero ritual, eran canales para comunicar la adoración a
Dios.”
Sencillamente nos estamos refiriendo a las actitudes del
corazón cuando buscamos al Señor. En la adoración
debemos entregarnos, vaciar nuestro ser y depositar todo a
sus pies. Cuando adoramos de esa manera, ofrecemos
nuestro agradecimiento, nuestra alabanza y adoración a
Aquel a quién se lo debemos todo.
Yo creo que el Antiguo Testamento nos ha dejado el ejemplo
de que la adoración es también la ofrenda de algo tangible
para el Señor, tal como la construcción de altares, y la
manera como se estableció un elaborado ritual del
tabernáculo revelando el protocolo establecido. Lo que ellos
estaban haciendo era interpretar los sentimientos del
corazón de una manera tangible, presentando evidencias
tangibles al Señor. Hasta Jesús animó a que se usaran
elementos de adoración al instituir la Santa Cena, y El Padre
Nuestro. Lo que Jesús condenaba era el énfasis exagerado
en las prácticas de adoración. Reitero, es la actitud del
corazón, y no solamente el ritual, lo que realmente significa
adorar a Aquel quién es digno de adoración.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO
CAPÍTULO 8
ADORACIÓN A TRAVÉS DEL
QUEBRANTAMIENTO Y LA HUMILDAD
“Y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó
a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus
cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
perfume. “
Lucas 7:38

En el capítulo 7, Lucas nos cuenta la posibilidad que tienen


las personas corrientes de ofrecer una adoración suntuosa
al Señor. Esta historia se centra tanto en Simón como en la
mujer. Note el contraste entre la prostituta arrepentida y el
líder religioso que se sentía importante. Simón se olvidó de
que él también era un pecador que necesitaba la gracia de
Dios tanto como los demás.
Esta mujer sabía que los fariseos la miraban con desprecio
y la odiaban, pero la gran revelación que ella tenía del amor
de Jesús le hizo olvidarse de lo que los demás pensaban de
ella. Algo en el corazón de esta mujer nos muestra la
verdadera naturaleza de la adoración. “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente y con todas tus fuerzas…” Marcos 12:30
La mujer que nos brinda este ejemplo suntuoso de
adoración, ni siquiera sabemos su nombre. Lucas
sencillamente se refiere a ella como “una pecadora” la cual
trajo un frasco de alabastro con perfume, “y estando detrás
de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas
sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus
pies, y los ungía con el perfume.” (Lucas 7:38)
“Pero estando él en Betania, en casa de Simón el
leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un
vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho
precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó
en su cabeza.”
En Marcos 14:3 encontramos otro detalle muy importante.
Ella “QUEBRÓ” el vaso de alabastro. Este es un detalle muy
importante porque muestra que ella cedió el control y
suntuosamente expresó su adoración. Si abrimos la tapa de
algo y derramamos el contenido, nosotros tenemos el
control. Podemos abrir la tapa, derramar la cantidad que
queramos, y volver a tapar. Pero si quebramos al vaso, el
contenido se derrama sin que nosotros podamos controlarlo.
Ella nos dio el ejemplo de lo que es la adoración suntuosa.
Creo que parte del problema que existe con nuestros
momentos de adoración congregacional, es que nosotros
insistimos en tener el control. Hemos establecido muchos
límites durante nuestros momentos de adoración, y hemos
impuesto estructuras rígidas para esos momentos, y eso
hace que seamos nosotros los que estamos en control y no
el Señor. Nos hemos acostumbrado a “encender y apagar”
a Dios. Si le ofreciéramos más adoración suntuosa, y
quitáramos nuestra mano del mando, veríamos más
manifestaciones de la Presencia de Dios, tanto en nuestras
vidas como en nuestros servicios.
¡La adoración requiere quebrantamiento! Llorar es una
manera de limpiar el alma. Cuando estoy en la Presencia de
Dios, consciente de todas mis imperfecciones y flaquezas,
se me parte el corazón y se llenan los ojos de lágrimas.
David entendía bien este concepto cuando escribió “los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al
corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios” Salmo 51:17
La adoración suntuosa requiere humildad. Esto se expresa
también en el acto de adoración que la mujer tuvo al ungir a
Jesús. Necesitamos entender que lo que ella hizo era algo
muy controversial. Simón se sorprendió al ver que Jesús
permitió que una mujer de esa clase lo tocara (Lucas 7:39).
Pero eso no le impidió de adorar de la manera, según ella
pensaba, que Jesús era merecedor de ser adorado.
Muchas veces nos preocupamos de lo que pensarán los
demás sobre nuestra manera suntuosa de adorar, en lugar
de preocuparnos de lo que Dios piensa sobre el tema. Ella
podía haberse acomodado, y sencillamente tomar el
perfume, nítidamente derramarlo, y modestamente untárselo
al Señor. Pero en lugar de hacer eso, “quebró” el vaso.
Debemos recordar lo que la Escritura nos dice en I Pedro
5:5 “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los
humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.” El
orgullo nos aleja de la Presencia, pero la humildad acerca la
presencia hacia nosotros y nosotros a Dios.
¿Quiere usted llevar su devoción a Jesús a un nuevo nivel?
Quiebre el vaso y deposite todo a Sus pies. Él llega cuando
usted se quebranta, y no cuando usted quiere mostrar su
fuerza. Cuando esta mujer sin nombre derramó su
quebrantamiento y su humildad, y suntuosamente adoró a
Jesús, Él respondió y le dio todo lo que ella necesitaba. La
clave está en desarrollar un corazón que adora. No hay
mejor lugar que estar a los pies de Jesús.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 9
PREPARANDO EL AMBIENTE
“! Cuan amables son tus moradas, oh Jehová de los
ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea
los atrios de Jehová…”
Salmo 84:1-2

Dios está buscando gente hambrienta, cansada de la rutina


en la iglesia, y de seguir formas y programas rígidos. Creo
que necesitamos volver al pozo, y escuchar de nuevo las
palabras que Jesús le dijo a la tan necesitada y disfuncional
mujer. Él le dijo: “El Padre está buscando adoradores que
le adoren en Espíritu y en Verdad.” (Juan 4:23)
Nosotros existimos para adorarlo en la mañana, al
mediodía, y por la noche. Para preparar el ambiente, se
necesita un nivel de adoración que normalmente está
ausente en la mayoría de los servicios. Tenemos que
adorarlo con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente
y con toda nuestra fuerza. Sin embargo, el secreto está en
comenzar a preparar el ambiente en la casa y no esperar
hasta que llegue el domingo por la mañana. Un ejemplo sería
el de nuestros automóviles; corren mejor cuando se les
calienta previamente. Muchas veces pasamos la mayor
parte del servicio “calentando el motor,” y cuando ya se está
terminando el servicio, entonces es que estamos listos para
adorar.
Dios no está buscando personas sofisticadas y
conservadoras para que ocasionalmente se reúnan en Su
Nombre y tengan una reunión triste y aburrida. Tampoco nos
reunimos para pasar un buen rato. Tenemos que entender
que no cantamos por el mero hecho de cantar. Cantamos
para adorar. Al hacerlo, estamos cumpliendo con el
propósito de Dios sobre la tierra. Ya es tiempo que dejemos
de quejarnos y de buscar todo lo erróneo en nuestras vidas,
y decir cada día y en cada situación “mi Dios es un Dios
grandioso.”
Nosotros preparamos el ambiente cuando inclinamos
nuestros corazones ante Dios, frente a Su voluntad, aunque
nos enfrentemos a lo que pareciese un verdadero desastre.
Todo en nuestra vida depende de poder decir “Mi Dios es un
Dios increíble”, pase lo que pase.” Cuando adoramos, nos
estamos postrando delante del Señor. Estamos sometiendo
nuestro intelecto, nuestro futuro, nuestra arrogancia, y
literalmente sometiendo nuestro sentido de superioridad a
Dios. Si usted se preocupa porque no quiere hacer el
ridículo cuando se rinde y entra de lleno en Su Presencia,
¡no le dé importancia! Noah parecía ridículo al estar
construyendo una de las estructuras de madera más grande
de su tiempo. Ya es tiempo de no tomarnos tan en serio y
comenzar a buscar el ambiente celestial para que se
manifieste la Presencia de Dios. Si nos enfocásemos y
contemplásemos más a Jesús nuestro Salvador, eso nos
ayudaría a preparar el ambiente para Su Presencia. Su
Presencia reviviría la mayor profunda e intensa adoración, y
seríamos trasformados. Jesús es el enfoque de nuestra
trayectoria espiritual, y al contemplarlo, avivamos y
renovamos nuestra intimidad con Jesucristo. En ese estado
de adoración espiritual, preparamos un lugar para Él, y Dios
revelará Su Gloria en ese lugar de adoración. Dios desea
revelarse a los corazones hambrientos. El hambre que usted
tiene por Él, expresada en una suntuosa adoración, hará
que Su Presencia se manifieste. Al esperar en Su
Presencia, usted está preparándose para tener un
encuentro con la Gloria, más allá de lo que se pueda decir.
Prepare el ambiente, y entre en un nuevo nivel de comunión
con Dios. Usted decide si quiere enfocarse en un deseo
superficial, o si prepara el ambiente y descubre el más
profundo deseo de su corazón.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 10
EL DESARROLLO DE LA MADUREZ
ESPIRIUAL COMIENZA CON LA ADORACIÓN
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las
cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
III Juan 2

La verdadera adoración depende mucho de la santidad. El


creyente que es un adorador experimenta la obra del
Espíritu en su interior. El creyente, a medida que anda con
Dios, se da cuenta que tiene que dejar a un lado sus viejos
caminos, su antigua manera de actuar, así como sus viejas
actitudes, para comenzar a andar en el Espíritu. Al creyente
meterse en una mayor profundidad con Dios, experimenta el
trabajo profundo del Espíritu en él, limpiando y cambiando
motivaciones internas, así como actuaciones externas. A
través de esta experiencia, aprendemos que Dios está
dispuesto a compartir Su santidad con cualquiera que desee
entrar en una comunión más íntima y confraternice con Él.
Cierto es que se han hallado hombres impíos adorando a
Dios cuando se ha manifestado Su presencia. Balaán es
uno de esos ejemplos, una confrontación de Dios invocando
la adoración de alguien que no entiende lo que es adoración.
Pero yo me estoy refiriendo a la santidad como medio para
conseguir una adoración consistente, diaria y constante.
Al predicar mensajes sobre la prosperidad, el énfasis que se
hace es por lo general sobre las posesiones materiales. Sin
embargo, la verdadera santidad, la que nos lleva a una
adoración más profunda, no trata de hacernos sentir más
cómodos materialmente. Vivir en santidad es
verdaderamente tener vida en su plenitud, porque el
verdadero carácter de Dios nos da amor, gozo, paz y gracia,
algo que es imposible conocer o experimentar fuera de
Jesucristo. Esa es una vida verdaderamente próspera. El
conseguir esas cualidades, entonces la adoración sube a un
nivel más alto. Cuando vemos a Dios tal como es, entonces
queremos ser como Él.
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es.” I Juan 3:2
Aunque este versículo se refiere a la segunda venida de
Jesús, no obstante, adorar a Dios es verlo, y viéndolo nos
vamos perfeccionando. Cuanto más lo adoremos, tanto más
seremos transformados en Su presencia. Nuestro llamado,
como creyentes, es ser un templo santo donde Dios puede
morar. Dios es santo, y el lugar donde Él mora tiene que ser
santo también. La profundidad de la santidad que usted
tenga en su vida estará determinada por el grado de la
Presencia de Dios que saturará su vida y su carácter. Dios
dice en Efesios 1:4 “Según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor.”
Nuestra más noble y más alta aspiración debe ser vivir una
vida santa, en lugar de aspirar a tener un ministerio o viajar
por el mundo predicando. Estamos llamados a ser santos, y
nuestro ministerio es adorar. Todo fluye a partir de la
alineación de esos principios Bíblicos. El cristianismo
moderno ha confundido la verdadera santidad con el
cumplimiento de reglas y regulaciones, las que han sido
malinterpretadas y presentadas a la iglesia en forma de
doctrinas extra bíblicas, o presentar la cultura mal
interpretada como principios bíblicos. La cultura cambia a
través del mundo, pero la doctrina bíblica no cambia. Cuanto
mayor sea su hambre por su Presencia, más profunda será
su santidad.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 11
LA REALIDAD DE SU PRESENCIA
“¿Baja usted la cabeza calladamente en reverencia
cuando entra en la iglesia? Me sorprendería si su
respuesta es sí.”
A.W. Tozer
“Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la
nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no
pudieron permanecer para ministrar por causa de la
nube; porque la Gloria de Jehová había llenado la casa
de Jehová.”
I Reyes 8:10-11

En 1997, en el Avivamiento de Brownsville, la Presencia de


Dios no sólo invadió la atmósfera de la iglesia, sino que en
pocos momentos mi vida y mi ministerio fueron radicalmente
cambiados, ya que tuve un encuentro personal y fresco con
el Espíritu Santo. Hasta ese momento yo ya llevaba 28 años
ministrando. Escribiendo este libro estoy celebrando
cincuenta años de ministerio. En un dramático momento
sobrenatural, experimenté la Presencia de Dios de una
manera que nunca había experimentado antes. Desde ese
momento, empecé a buscar Su Presencia de una manera
diferente, más profunda, y la búsqueda de su Presencia me
llevó a cambiar la filosofía del ministerio. En el deseo de
provocar el hambre de su Presencia, voy a compartir una
conversación muy personal que Dios tuvo conmigo durante
ese histórico mover de Dios, también conocido como el
“Derramamiento Pentecostal.” Mientras la adoración
dirigida por Lindell Cooley llenaba el edificio, sentí que mi
cuerpo comenzaba a vibrar y comencé a llorar mientras
Dios tomaba el control de mi mente obstinada. Le pregunté
al Señor, “¿Qué es esto?” Siempre observé todo con mi
mente analítica, teológicamente entrenada. El Señor me dijo,
“Esto es algo que te falta, no se obtiene a través del
estudio, ni de los grados educativos como los que tienes, y
no se consigue a través de un libro de texto, es un
encuentro fresco conmigo que procede de la intimidad con
mi Espíritu.” A partir de este punto, Dios comenzó a
mostrarme que yo no era más que un ministro profesional
que acataba las políticas y las reglas, observaba a otros
colegas que tenían ministerios exitosos, y que yo perseguía
las mismas metas. Pensaba que estaba bien, después de
todo estaba siguiendo el camino y el ejemplo de otros
ministros, haciendo todas las cosas correctamente para
tener un ministerio exitoso haciendo como los doctores y los
abogados hacen para construir sus prácticas y darse a
conocer.
La noche en la que tuve ese momento de acercamiento
sobrenatural con el Espíritu Santo, fui instruida para que
hiciera del Avivamiento de Brownsville un oasis donde sería
vaciada, recargada y re-dirigida por el Espíritu Santo. Le
pedí a Dios que me perdonase por hacer las cosas a mi
manera. Me rendí de nuevo, y en los siguientes años
hicimos veinticuatro viajes a Florida, y fui poderosamente
cambiada en la Presencia de Dios. Muchas de las cosas
que Dios me enseñó durante ese tiempo llegaron a utilizarse
como material para mis mensajes. Mi carga ahora era
transmitir, a través de la Palabra, e impartir hambre de Dios
dondequiera que ministro. Tengo una imperiosa certitud de
que la necesidad más urgente en la iglesia hoy es la
Presencia manifiesta de Dios.
Dios también me hizo una promesa esa noche la noche. Él
me dijo que si yo me sometía a Él para aprender lo que Él
quería enseñarme, Él me enviaría adelante con una fresca
unción para hacer sonar la alarma, declarando la necesidad
de avivamiento. Gracias a Dios, y a Él sea toda la gloria,
porque hemos visto lo que ha sucedido cuando Dios bajó y
trajo avivamiento a dos iglesias donde estamos haciendo
trabajo misionero en Guatemala. En una de esas iglesias
trabajamos durante dieciocho años y construimos una
escuela. Durante cinco años, vimos una cosecha de almas y
muchos milagros. Actualmente estamos viendo una
manifestación de avivamiento ungido en el lugar donde
estamos construyendo un Centro de Avivamiento, la iglesia
Cristo te Ama en Petapa, Guatemala. Hace tres años,
nuestra meta era tener un santuario para mil personas, pero
debido al poderoso movimiento de Dios, estamos
extendiendo el proyecto de construcción para acomodar dos
mil quinientos.
Sé que Dios tuvo que quebrantarme, humillarme y
prepararme para manejar tal crecimiento y éxito. Aprendí
una cosa, y es que después de cada servicio y de cada
demostración de Su poder y gloria, hay que tomar unos
momentos para darle toda la gloria a Dios. Muchas veces
oramos para tener más de Él, pero Él tiene que enseñarnos
cómo manejar más su Presencia antes de que nos sature y
nos sumerja, de lo contrario nos ahogaríamos.
Hay muchas lecciones que Dios me enseñó durante el
Avivamiento en Brownsville, y este libro es el producto del
movimiento que Dios trajo a mi vida cuando Él me cambió,
cambió mi enfoque, mi dirección, mis actitudes, y me dio un
hambre inextinguible por su Presencia. Ahí es donde todo
comienza, en Su Presencia.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 12
ACTITUDES EN LA ADORACIÓN
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo
para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué
clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
Lucas 7:39

La única manera de acercarse a Dios es con reverencia y


humildad. Da pena ver la falta de respeto y de reverencia en
la casa de Dios. La forma de adoración pentecostal
desafortunadamente ha creado una actitud suelta e
irrespetuosa en la iglesia, en tanto que he estado en algunas
congregaciones donde se les anima a entrar en el santuario
de cualquier manera, incluso se vende café y bocadillos en
el vestíbulo; se les permite entrar así y unirse a los
adoradores. Si queremos tener el avivamiento y la
Presencia manifiesta de Dios creo que necesitamos más
reverencia por la casa de Dios. No venimos al servicio
dominical para tomar café y comer bocadillos. Ese tipo de
actividad pertenece a la sala de recepción. Este
comportamiento promueve una actitud demasiado liviana, y
puedo decir, altiva frente a nuestro Dios que es santo. Mis
manos necesitan ser libres para poder levantarlas para
adorar y glorificar a Dios. La actitud tiene mucho que ver
con la adoración, ya que puede afectar si de verdad
adoramos, y cómo adoramos.
Simón estaba tan sorprendido porque Jesús permitió a la
mujer que lo ungió con sus cabellos que se acercase a Él, y
con actitud trató de impedir ese acto de adoración. Después
de todo, ¿No debería Jesús reconocer la indignidad de esta
mujer? Esta mujer puso su reputación en juego para adorar
a Jesús de la manera que ella sentía que él debía ser
adorado, y así debemos hacerlo nosotros. A Simón le
molestaba. La presión de los compañeros ha impedido que
multitudes dejen de expresar su afecto a Cristo. Debemos
cambiar nuestra actitud y decirnos “¿Qué piensa Jesús
sobre esto?” en lugar de estar preocupados por lo que
piensan los que no están adorando. Una actitud de orgullo y
auto presunción alejará la Presencia de Dios. La adoración
sin una actitud humilde es como decir que estás enamorado
de alguien pero sin compromiso. El amor debe ser
expresado, de lo contrario es superficial y emocional. Si su
compromiso es superficial también lo será su adoración. El
corazón de la adoración no es el canto, es el amor. Un
verdadero adorador, alguien que está realmente hambriento
de Su Presencia, debe darle lo mejor que tiene, siempre
buscando maneras tangibles para bañar al Amante de
nuestras almas con amor, emoción, devoción y adoración.
Una actitud correcta en la adoración es ser cuidadosos en
nuestra actitud al pagar nuestros diezmos o al dar ofrendas
especiales. Dar financieramente es una manera de adorar
al Señor. En I Corintios 16:1-2 Pablo amonesta la iglesia,
después de predicar sobre los dones del Espíritu, y dice:
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros
también de la manera que ordené en las iglesias de
Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado,
guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan
entonces ofrendas.” Nuestra adoración debe también ser
acompañada por una actitud de entrega. La actitud de los
que no están adorando no debe impedir que nosotros sí
adoremos y derramemos nuestras ofrendas de amor sobre
Aquel que es merecedor de nuestra adoración.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 13
¿HAY HAMBRE EN LA CASA?
‘Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de
todo vuestro corazón’
Jeremías 29:13

En Cantar de Cantares de Salomón, el Amado toca a la


puerta de la recámara. La doncella no quiere levantarse y
contesta: “Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he
de vestir otra vez? He lavado mis pies; ¿cómo los he de
ensuciar?” Cantares 5:3
Ella está en un estado de reposo, y en ese momento, su
comodidad es más importante que su relación.
La doncella se levanta para abrir la puerta a su Amado, pero
él ya se ha ido. Su indecisión a levantarse le ha hecho
perder su presencia. Ahora, su corazón está revuelto. La
comodidad ya no es un problema, ya que pierde el sueño y
arriesga su seguridad para buscar a la persona que ama.
Incapaz de encontrarlo, hace correr un mensaje, “Háganle
saber que estoy enferma de amor”. Cantares 5:8
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo” dice Jesús a Su
iglesia. “Si alguno oye me voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Apocalipsis 3:20
La llamada de Jesús a la intimidad es un desafío a nuestra
comodidad. Para responder a su llamada, debemos
movernos de nuestro lugar de reposo espiritual. Si
queremos experimentar la gloria de Dios en nuestras vidas y
en nuestras iglesias continuamente, necesitaremos siempre
ser buscadores de Su Presencia. Es el corazón que busca
lo que cautivará Su atención y compañerismo. Debemos
contestar la pregunta si queremos solamente mediocridad
en nuestra vida espiritual o si queremos intimidad.
¿Queremos una forma de religión y un buen servicio
religioso o queremos la Presencia manifiesta de Dios?
¿Tenemos tiempo para dejar que Dios haga lo que Él
desee? Si la respuesta es sí, entonces debemos hacer
espacio para el Espíritu Santo y no tener prisa. El
avivamiento es simplemente enamorarse de Jesús de
nuevo. Mientras buscamos una relación más profunda con
Dios, no debemos escoger enfocarnos en deseos menores.
Si descubrimos el anhelo más profundo de nuestros
corazones, nos motivaremos a cumplirlo en Dios. El estilo de
vida que tenemos es el indicador de dónde está nuestro
corazón.
Es comprensible que todavía debamos ganarnos la vida,
fomentar relaciones familiares y tal vez seguir una carrera o
un oficio. Pero al atender a esas responsabilidades y
relaciones materiales, el enfoque de nuestra energía y
búsqueda no estará en estos aspectos de la vida, y no les
permitiremos consumir nuestro tiempo para que no nos
quede nada o muy poco para el que está esperando por
nuestra comunión y compañía.
No quiero alterar su teología amigos míos, pero Dios
disfruta nuestra comunión con Él. La Biblia dice que es por
eso que Él nos creó. ¿Anhela usted a Dios y Su Presencia?
Quererlo más que cualquier otra cosa implica entregar a la
señoría de Dios todos los demás deseos nuestros. ¡Él te
está llamando!
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 14
SU PRESENCIA REVELA SU PROPÓSITO
“Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de
fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la
zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.”
Éxodo 3:2

De acuerdo con el registro histórico, en este pasaje de la


Escritura, ver una zarza ardiente en el desierto, no es algo
infrecuente. Es muy probable que Moisés haya visto muchos
arbustos quemarse en el calor del desierto donde vivió
muchos años como pastor. Sin embargo, Moisés vio una
zarza ardiente que no se consumía. No era sólo un
acontecimiento extraordinario porque no se consumía, sino
que era el medio que Dios usó para llamar su atención.
El hecho de que siguiera quemándose, le hizo echarse a un
lado y contemplar esta gran visión. Estoy segura de que le
dio curiosidad por saber por qué no se consumía. Nunca
podremos estar preparados para las grandes cosas que
Dios tiene para nosotros en su Presencia manifiesta.
Cuando Moisés se apartó para ver la zarza, Dios le llamó
desde el medio de la zarza ardiendo. Moisés no esperaba
una tan gloriosa revelación de la gloria de Dios. Se quitó los
zapatos porque estaba pisando tierra sagrada. Él escondió
su cara para no mirar a Dios, pero escuchó la voz de Dios
revelando íntimamente nuevas direcciones a Su siervo.
Dios desea manifestar su gloria en la iglesia y en nuestras
vidas. Debemos darle la oportunidad de comunicarse
íntimamente con nosotros echándonos a un lado. A veces
nos precipitamos tanto en el servicio de adoración porque
queremos permanecer dentro de los confines del programa,
y perdemos la oportunidad de que Dios nos revele Su
Presencia.
Moisés se apartó, y escuchó, y tuvo una visión más
completa de la gloria de Dios. Ese día las vías se abrieron
para dialogar más con Dios, lo cual reveló en los días
venideros Su plan para la liberación de los hijos de Israel
paso a paso. El camino para una liberación maravillosa para
el pueblo de Dios se abrió ese día en la zarza ardiente. Es
digno de notar que cuando Moisés completó su asignación
de dirigir a los israelitas fuera de la esclavitud en Egipto,
volvió a esta misma montaña santa, donde Dios le dio los
Diez Mandamientos. La gloria se manifiesta en la adoración
como vemos en la vida de Moisés. Cuando estamos en la
Presencia de Dios, sentimos la reverencia y el temor de Su
majestad. Cuando Moisés encontró la zarza ardiente, y oyó
la voz de Dios que lo llamaba, adoró consciente de que
estaba en tierra santa. Como Fuchsia Pickett tan
acertadamente lo expresó, “Es la adoración la que trae una
revelación de Su gloria, y es esa revelación de su gloria la
que nos lleva a adorar.”
Todo lo que usted necesita está en Su Presencia, incluso la
revelación del propósito y dirección de Dios para su vida. No
esté satisfecho con una experiencia religiosa ordinaria,
cuando puede tener la revelación de la Presencia
sobrenatural de lo que Dios tiene destinado para usted.
Busque Su Presencia y Él le revelará a usted Su voluntad.
Prepárese para actuar en cada área de su vida done el
Espíritu Santo le traiga convicción.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 15
LA OMNIPRESENCIA Y LA PRESENCIA
MANIFESTADA
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de

lo que ha sido hecho, fue hecho.”


Juan 1:3
“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.”
Hechos 2:4

La omnipresencia de Dios es el atributo de estar en todas


partes a la vez. Él es omnipresente incluso cuando no
experimentamos su presencia; Él está aquí, aunque no lo
reconozcamos. La presencia manifiesta de Dios es, por
supuesto, su presencia manifestada. El hecho de que Él
está con nosotros es claro y convincente.
La omnipresencia de Dios se aplica a cada Persona de la
Trinidad: el Padre (Isaías 66:1), el Hijo (Juan 1:48), y el
Espíritu Santo (Salmo 139:7-8). El hecho de que Dios es
omnipresente puede, o no, resultar en una experiencia
especial por parte nuestra. Sin embargo, la presencia
manifiesta de Dios es el resultado de su interacción con
nosotros, abierta e inequívocamente. Es entonces cuando
experimentamos a Dios.
Si a usted le falta la Presencia manifiesta de Dios, tal vez Él
quiera que lo busque de otra nueva manera o con mayor
intensidad. Al buscarlo, usted le muestra que desea más de
Su Presencia y de Su gloria. En cincuenta años de
ministerio, he estado en quince países. He asistido a más
servicios religiosos muertos de los que puedo recordar.
Desafortunadamente, antes de esa noche cuando tuve el
dramático encuentro sobrenatural con la Presencia
manifiesta de Dios, yo también estaba muerta. Mi ministerio
estaba bien, pero no tenía ninguna evidencia de la obra
sobrenatural del Espíritu Santo. La mayor parte de la iglesia
está dormida, entorpecida por el materialismo, la falta de
hambre de Dios y con apatía.
Desde 1997 mi carga ha sido despertar a una iglesia
dormida y tratar de impartir hambre y deseo de prepararse
para el avivamiento. Gracias a Dios, hemos visto tremendos
derramamientos del Espíritu Santo cambiando vidas, pero
fue solo después de que Dios me despertó y me cambió mí
primero.
El cambio milagroso, y mi experiencia con la Presencia
manifiesta, primero comenzaron con Lois, mi asociada,
quien al leer libros sobre el avivamiento, lloraba cuando el
Espíritu Santo se manifestaba en ella. Lois se volvió
desesperadamente hambrienta avivamiento, y no paraba de
molestarme hasta que le dije que iría a Florida al
Avivamiento de Brownsville. Gracias a Dios que fui, porque
allí aprendí acerca de la Presencia manifiesta, y luego me
enamoré de Su Presencia.
Les recuerdo una experiencia Bíblica de la Presencia
manifiesta de Dios; fue tan maravillosa que los discípulos
quisieron construir una tienda y quedarse allí. Estoy seguro
de que no fue igual que un servicio de iglesia muerta
desprovista de la Presencia de Dios, llena solamente de
programas hechos por el hombre.
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a
Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se
transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron
resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto
que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan
blancos. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban
con Jesús.” Mark 9:2-4
En la transfiguración de Cristo, la gloria radiante y eterna de
nuestro Señor fue revelada. Durante gran parte de su
ministerio terrenal, la humanidad de Jesús veló esa gloria,
ocultándola de la vista humana detrás de la debilidad de la
carne. Pero en el Monte de la Transfiguración, la gloria
refulgente y la Majestad de Jesús fueron exhibidas en forma
visible, en una exhibición cegadora de blancura. Pedro,
Santiago y Juan vieron la pureza y deidad de nuestro
Salvador en esa ocasión, eso fortalecería su fe para el
resto de sus vidas (2 Pedro 1:16).
Sin embargo, esta visión fue sólo un vistazo temporal de su
gloria. La transfiguración llegó a su fin; fue un momento
apropiado y breve, únicamente para darnos un vistazo
anticipado de lo que nos espera en el cielo. Juan Calvino
comenta, “ Su transfiguración no les permitió a sus
discípulos ver a Cristo tal como ahora está en el cielo, sino
que les dio una muestra de su infinita gloria, tal como
fueron capaces de entenderla.” En el cielo, veremos al Hijo
de Dios tal como es; disfrutaremos de la visión beatífica y
podremos ver el rostro de nuestro creador.
Esa visión satisfará totalmente nuestras almas y será tan
increíble que difícilmente podremos explicar lo que será ver
tal belleza. Llegados a ese punto, finalmente alcanzaremos
el propósito para el cual fuimos hechos, es decir, para
disfrutar de la comunión directa con nuestro Hacedor.
Veremos su gloria radiante, y nunca nos cansaremos de la
visión, porque ver el rostro de nuestro Señor será
experimentar la plenitud de la vida bendecida.
Amigo mío, usted no tiene que esperar para experimentar la
Presencia manifiesta de Dios. Sigua el ejemplo de Lois; su
hambre de Dios la llevó a buscarlo más y esa búsqueda lo
acercó de ella.
Pastores y Ministros preparemos el ambiente en nuestras
iglesias y hagamos espacio para lo santo. ¡Espíritu ven!
Vamos a decirle a la gente, “Hay más y voy tras él.” Nuestra
pasión despertará sus corazones y cambiará sus actitudes
sobre cómo se supone debe ser la iglesia. Una vez que
experimentemos a Dios en su gloria, nunca más
aceptaremos la rutina.
Emociónese con su Presencia, predíquela, impártanla, y
haga que su filosofía ministerial sea acerca de cómo tener
una iglesia orientada hacia la Presencia y no una iglesia
orientada hacia un programa. Se lo aseguro, por
experiencia, que es algo contagioso.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 16
ALABANZA Y ADORACIÓN
“Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos
con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos
ante su presencia con alabanza; aclamémosle con
cánticos.”
Salmo 95:1,2
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos
delante de Jehová nuestro hacedor.
Salmo 95:6

Después de mi encuentro sobrenatural con el Espíritu


Santo en Brownsville sabía que tenía que hacer algo acerca
de mi nivel de intimidad con el Señor. Expresamente Él me
dijo yo no sabía nada sobre intimidad, que lo que yo sabía lo
había aprendido todo en los libros de texto, y Él tenía mucho
que enseñarme. Para enseñarme sobre intimidad dijo que
yo necesitaría sumergirse en el río que fluía en aquel lugar.
Hasta este punto yo utilizaba siempre la dos palabras
alabanza y adoración como sinónimos, tal como lo hacen
todas las personas que conozco. Sin embargo, aprendí en la
escuela de Dios que esta manera de pensar indicaba mi
manera de caminar con Dios.
Cuando empezamos a profundizar en la Palabra buscando
una explicación, encontramos que las dos palabras
“alabanza y “adoración” no se utilizan indistintamente.
Alabanza es el preludio a la adoración. Es el camino menor
hacia la carretera principal, por así decirlo. Cuando uno lee
los versículos 1 y 2 del Salmo 95 se llena de exuberancia y
de alegría en medio del ruido alegre de los cantos. En el
verso 6 uno viene y adora, y se arrodilla. Encontramos el
mismo patrón en el salmo 96 cuando el salmista nos dice en
los versos 4, 7 y 8: “Porque grande es Jehová y digno de
suprema alabanza; temible sobre todos los dioses.
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a
Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra
debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus
atrios.” Es después del preludio de “alabanza” que en el
verso 9, el salmista agrega: “Adorad a Jehová en la
hermosura de su santidad; temed delante de él toda la
tierra.”
Con alabanza, estamos dando gracias por las maravillosas
obras de Dios. La alabanza es alegre y entusiasta. En la
alabanza, somos bendecidos y recibimos un empuje
emocional. Así que realmente se trata de nosotros, de
conseguir algo de Dios y de agradecérselo. Los salmistas
repetidamente nos alientan a alabar al Señor por todo lo que
Él ha hecho. Sin embargo, la verdadera adoración es
admiración de la persona de Dios. Exalta quién es Dios y no
lo que hace. La motivación en la adoración es el
reconocimiento de la persona de Dios y no sus actos. La
adoración se expresa con adjetivos: Señor eres encantador,
eres maravilloso, eres hermoso, te amo. La alabanza
encuentra su expresión con los verbos. Señor, gracias por
bendecirme, gracias por salvarme, gracias por sanarme. La
alabanza reconoce la mano de Dios y la adoración mira Su
corazón.
La adoración es una sumisión extrema y un amor
extravagante, y requiere un compromiso para siempre.
Usted puede tener una temporada de alabanza, pero la
adoración nos lleva a un compromiso y a una entrega a Dios
total. La alabanza nos hace felices, moviendo nuestras
emociones, pero la adoración nos encamina hacia Su
Presencia.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 17
PETICIONES O SU
PRESENCIA
“Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró
abundantemente.”
I Samuel 1:10

He estado en muchos servicios donde sin imposición de


manos o petición alguna han habido milagros mientras la
congregación adoraba. Creo que esta es una de las
razones por la cual el enemigo trabaja duramente con sus
muchos programas y calistenias religiosas para impedir que
la adoración sea una prioridad en nuestros servicios y en
nuestra vida personal.
Si contamos con su presencia lo tenemos todo. Cuando voy
a una iglesia a ministrar, puedo percibir en el ambiente si la
gente está radicalmente hambrienta por la presencia y se
olvidan del reloj, o si están sujeta a un programa fabricado
por el hombre. La atmósfera de milagros y la manifiesta
presencia de Dios se crean cuando la congregación está
hambrienta y sabe que hay algo más, y lo desea. En otra
clase de congregación, la gente actúa como si hubiesen
dejado un asado en el horno y debiesen terminar el servicio
exactamente al mediodía para que puedan sacarlo y no se
les queme.
Quiero que noten algo en 1Samuel 10. Nos encontramos
con Ana cuyo vientre estaba cerrado, y también con su rival
que se mofaba de ella. Estaba amargada e irritada por la
burla. En el verso 12 la encontramos orando largamente al
Señor. El versículo 14 dice que “derramó su alma delante
de Jehová.” Ella quería un niño, pero no podía tenerlo. La
Biblia dice que hizo cuanto podía. Oró, ayunó, lloró, se afligió
y tuvo amargura de alma. Pero la repuesta llegó en el verso
19: “Y levantándose de mañana, adoraron delante de
Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y
Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de
ella.”
I Samuel 1:19
Puede ser que usted necesite un milagro. Tal vez ha orado e
incluso llorado con dolor. Un adorador es un buen candidato
para un milagro. Es en la intimidad, que se concibe el
milagro. Su adoración es como la condensación que se
levanta y llena la nube, y cuando la nube se llena, se abre y
suelta su milagro. Al Señor le gusta recibir la adoración que
brota de un espíritu agradecido y reverente, en lugar de
quejas, gemidos y súplicas. Cierto es que hay lugar para
interceder y hacer peticiones, pero nunca se debe hacer
fuera de la adoración. La adoración tiene la clave para llevar
sus oraciones al cielo. Levante su voz y dele a Dios la
adoración que Él se merece. Deje de concentrarse en el
problema y concéntrese en su presencia. Deje de quejarse,
y dígale a Dios que desea su presencia más que desea la
respuesta a su petición.
Prepárese a sí mismo para ser un candidato para un milagro
tal como Ana. El milagro más grande de todos es la
presencia manifiesta de Dios y la razón para que Él venga,
more con nosotros, y desee estar en medio nuestro. ¡Oh,
que podamos desearlo a Él más que ninguna otra cosa en
este mundo!
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 18
LA DESOBEDIENCIA ES UN OBSTÁCULO A
LA ADORACIÓN
“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará
en su lugar santo? El limpio de manos y puro de
corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas,
ni jurado con engaño.”
Salmo 24:3-4

Puede haber ocasiones en que nuestra adoración sea


obstaculizada, y Dios puede optar por no aceptar nuestra
alabanza y adoración. Estos usualmente son los tiempos
cuando mantenemos pecado en nuestras vidas. Cuando
somos deliberadamente desobedientes a Dios día tras día,
eso puede afectar que Dios acepte nuestra adoración.
Ninguno de nosotros alcanzará la perfección aquí en la
tierra, porque tenemos que esperar para eso. Hasta
entonces, continuaremos pecando y fallándole a Dios. Sin
embargo, Él nos ha perdonado. Pero, debemos recordar que
aquellos que escogen vivir en pecado, los que escogen
continuar siendo desobedientes a Dios, encontrarán que su
adoración es rancia y sin sentido. Si a usted le parece
rancia y sin sentido, piense lo que debe parecerle a Dios
que conoce cada pensamiento y cada intención del corazón.
Jonás es un clásico ejemplo de desobediencia a Dios. Dios
le dijo a Jonás que fuese a Nínive a predicar, pero él
desobedeció: “Y Jonás se levantó para huir de la
presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y
hallo una nave que partía para Tarsis; y pagando su
pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de
la presencia de Jehová.” (Jonás 1:3)
Jonás pensaba que sabía más que Dios. Pero al final,
aprendió una valiosa lección sobre la misericordia y el
perdón del Señor, que se extiende más allá de Jonás y de
Israel, a todas las personas que se arrepienten y creen.
Cuando usted está huyendo de la voluntad de Dios, usted
está obstaculizado el espíritu de adoración. La
desobediencia puede llevarlo a usted hasta el fondo, tal
como el pecado de Jonás lo llevó al vientre del pez grande.
La soledad y la desesperación pueden haber llenado su
corazón pero Dios tiene el camino de salida hacia la victoria
ya preparado, si usted se arrepiente. Jonás estaba
enredado en una situación que parecía desesperada
después de que el pez se lo tragó. Jonás huyó de Dios y
Dios preparó un pez que lo tragó. Jonás se sintió como si
estuviese en una prisión.
Nadie tiene que decirle a usted cuando está perdiendo su
espíritu de adoración. Usted sabe cuándo su corazón se
endurece y su adoración se vuelve rancia y superficial. Tal
vez Dios lo llamó pero usted está evitando responder. Tal
vez está tratando de alejarse de cierta persona o de cierta
situación. Quizá usted siente que Dios ya no le ama. Eso es
una mentira del enemigo de su alma que le está empujando a
ser desobediente. Dios está esperando que usted lo llame y
se arrepienta para que los canales puedan abrirse de nuevo
y la adoración sea poderosa como lo fue alguna vez.
Suelte sus propios medios de liberación y agárrese de la
cuerda de vida que Dios le envía.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 19
ADORAR PARA HOSPEDAR AL ESPÍRITU
SANTO
“Dios mío, clamo de día, y no respondes; y de noche y
no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, tú que
habitas entre las alabanzas de Israel.”
Salmo 22:3

Este versículo nos dice que Dios está entronizado en


medio de nuestras alabanzas. Otras traducciones afirman
que Dios “habita” en la alabanza de Su pueblo. La palabra
hebrea “ysb” traducida “entronizado” por La Nueva Biblia
Estándar Americana significa sentarse y permanecer
sentado, habitar y permanecer. Implica la idea de propiedad
y control.
En un verdadero momento de alabanza y adoración, Dios es
entronizado y Su Presencia desciende. Cuando eso sucede,
la autoridad de Dios toca la tierra y grandes cosas pueden
suceder. También he notado que, durante un servicio de
adoración, el Espíritu Santo a menudo se mueve en un canto
en particular, y somos llevados al cielo. Dios está
entronizado en ese canto, y lo demás es sólo relleno.
Nos hemos acostumbrado a Dios. Hemos tenido tantos
buenos servicios, tantos buenos músicos, y cantantes, y
coros, y predicadores. Es lo que sucede con muchos
matrimonios, donde con el tiempo, su pasión y el fuego de su
amor y compromiso disminuye. Vemos esto con los
discípulos que habían pasado días normales con Jesús, tan
ocupados que no se dieron cuenta que el fuego había
menguado en sus ojos. Se habían acostumbrado a Jesús. Al
principio, ellos lo servían y le ministraban lavándole los pies,
atendiendo cada una de sus necesidades. Pero ahora Él era
sólo un compañero más. Así que cuando llegaron a la casa
de Betania, Jesús estaba con ellos y no le daban ninguna
importancia. ¿Puede imaginarse que Jesús venga a su
casa, y usted no le dé importancia? ¿Se lo puede imaginar?
¿No es eso lo que pasa cuando entramos en casa de Dios,
Su unción se mueve, la adoración continua, y uno sigue ahí
cómo un espectador.
Leemos el interesante relato cuando Pablo y Silas fueron
arrestados por expulsar al demonio que tenía una niña
esclava que estaba siendo usada como adivina en Tiatira
(Hechos 16:23-26). Esa noche, cuando Pablo y Silas,
encadenados en la prisión, comenzaron a cantar himnos de
alabanza a Dios. De repente la presencia de Dios apareció.
Hubo un terremoto y fueron liberados de sus cadenas.
Cuando entronizamos a Dios en nuestra alabanza, las
personas pueden ser liberadas.
Esto también significa que la entronización de Dios en la
adoración no se limita a los servicios en la iglesia. Podemos
hacerlo en las celdas de la prisión e incluso en nuestras
propias casas.
Otro aspecto, al entronar a Dios en medio de la alabanza y
la adoración, es que nos involucramos en una guerra
espiritual. Cuando el enemigo vino contra Josafat y
amenazó su vida, después de ir delante del Señor, él dijo:
“Ustedes no necesitan pelear en esta batalla, pónganse
de pie y vean la salvación del Señor en su favor, Judá y
Jerusalén. No temas ni estés consternado; mañana sal
a enfrentarlos porque el Señor está contigo. “ (2
Crónicas 20:17) Al día siguiente, Josafat ordenó a los
levitas que fueran delante del ejército de Israel alabando a
Dios. Después de haber consultado con el pueblo, designó a
los que cantaban al Señor y los que lo alababan, que
vistieran ropa santa cuando salieran delante del ejército, y
les dijo, “dad gracias al Señor, porque Su misericordia es
eterna.” Cuando ellos comenzaron a cantar y a alabar, el
Señor le puso emboscadas a los amonitas, a Moab y al
Monte Seir que habían venido contra Judá. (2 crónicas
20:21-22).
Mientras ellos estaban alabando a Dios, el Señor puso
emboscadas contra los ejércitos invasores. No está claro
cuáles fueron esas emboscadas, pero no parece haber
involucrado al ejército de Judá. Dios agitó otras fuerzas
contra los invasores. Se confundieron y se mataron unos a
otros. La adoración confunde al diablo. Si quieres que al
diablo le dé hipo y salga de la habitación, empieza a adorar.
Es hora de poner un poco de esfuerzo y energía en la
preparación de un lugar para Él o para “la celebración del
Espíritu Santo.” La adoración prepara el escenario para la
gloria y la Presencia manifiesta de Dios. Nos hemos vuelto
demasiado cómodos y hemos incomodado al Espíritu Santo.
Deberíamos aprender a entretenerlo a Él en vez de
entretenernos a nosotros mismos. Muchos de nuestros
servicios en la iglesia giran en torno a nosotros, en lugar de
discernir lo que el Espíritu Santo desea.
Si el Espíritu Santo se está moviendo durante un cierto
canto, no se apresuren a pasar a otro. Me gusta la versión
japonesa del Salmo 22 y el versículo 3. Dice: “Cuando
adoramos, construimos una gran silla para que Él venga
y se siente en ella.” Creo que sería sabio concentrarse en
“construirle una silla” en la que Él se sienta cómodo.
Recuerde, en la adoración tenemos la oportunidad de
comunicarle al Señor nuestros pensamientos más íntimos.
En la alabanza estamos teniendo una fiesta, y el ritmo de la
música hace que las emociones se eleven. En la adoración,
usted puede simplemente hablar en voz baja, tierna y
cariñosamente para sacar el máximo provecho de la
comunión íntima que estamos teniendo con Él en ese
momento.
Comprometámonos a acoger al Espíritu Santo en nuestras
vidas y en nuestros servicios en la iglesia. ¡Imagínese
cómo sería la iglesia si Dios apareciera!
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO
CAPÍTULO 20
SIN ADORACIÓN NO HAY LLUVIA
“Y acontecerá que los de la familias de la tierra que no
subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los
ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.”
Zacarías 14:17

Dios dijo, “no habrá lluvia.” En otras palabras, sin


adoración no hay lluvia. Hay doce diferentes palabras
hebreas traducidas como adoración en la Biblia. Las cuatro
palabras hebreas, y especialmente la palabra más
importante shachah, significan bajarse, postrarse,
inclinarse, agacharse, caerse, suplicar humildemente,
pedir, reverenciar, adorar.
Adorar es actuar como una persona inferior frente a un
superior. Cuando adoro a Dios, digo con mis acciones,
Dios, tú eres mejor que yo. Eres más grande que yo. Eres
más que yo. Cantamos la canción, “Nuestro Dios es un
Dios increíble”, pero nuestra comprensión de esas palabras
se ve nublada por nuestro mal uso y abuso de la palabra
increíble en la vida diaria. Usamos la palabra increíble para
describir todo, desde nuestro equipo deportivo favorito,
hasta nuestro sabor preferido de helado.
Pero, ¿sabía usted que adoramos a Dios porque Él es
verdaderamente increíble? Cuando usted reconoce lo
grande que es Dios, usted reacciona de una manera
diferente porque usted ve algo o Alguien muy grande y muy
superior a usted. Como por instinto e instantáneamente,
usted sabe que está en la Presencia de Alguien que es
digno de más honor que usted mismo. Es esa admiración la
que nos inspira a adorar. Cualquiera puede alabar, pero sólo
un corazón que se inclina con humildad y temor, puede
verdaderamente adorar. La adoración es la habilidad de
mirar a Dios e inclinarse ante su voluntad, incluso frente a lo
que parece ser una dificultad o un desastre.
La adoración es la respuesta de la fe frente a la adversidad
y la dificultad, pero también es la respuesta de la fe al éxito
de los que son bendecidos. Siempre debemos ser
adoradores porque siempre tenemos una razón para adorar.
Si usted está esperando llegar a la iglesia para adorar,
entonces usted está perdiendo la mayor parte de su tiempo
de adoración. David, el más grande adorador y salmista
entre los hombres, dijo que ofrecía sacrificios en la mañana
y en la tarde, al mismo tiempo que adoraba como mínimo
siete veces al día.
La adoración es como el respirar, somos creado para
hacerlo todo el tiempo. Es un estilo de vida. Es comprensible
que usted no pueda vivir de rodillas, pero puede vivir en Su
Presencia, teniendo un corazón humilde. Cuando usted
adora en todo momento a pesar de las circunstancias, usted
crea una atmósfera en su propio corazón que liberará las
bendiciones y el favor del Dios porque usted no sólo está
adorando a Dios, quién que es digno de ser adorado, sino
que usted está creando el ambiente para recibir su milagro y
el favor de Dios.
Al terminar esta sección, comience a adorar, y que el poder
milagroso de Dios sea liberado en su corazón y en su vida.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 21
LA ADORACIÓN CREA UNA CONSTANCIA DE
SU PRESENCIA
“A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque
está a mi diestra, no seré conmovido.”
Salmo 16:8

Debemos observar la vida de David para ver los muchos


problemas y fracasos que tuvo, cómo enfrentó al futuro y
cómo vivió victoriosamente. David era un hombre de
pasiones como nosotros. Vivió una vida muy tempestuosa. A
pesar de todo lo que pasó, siempre estaba avanzando y
buscando seriamente tener un corazón que agradara al
Señor. Disfrutamos y aprendemos de sus experiencias al
leer los Salmos. Sus salmos están bellamente escritos.
David celebra la bondad de Dios y lo adoraba incluso en
tiempos muy difíciles. La adoración creó la constancia de la
Presencia de Dios. Él locapacitó constantemente,
independientemente de las circunstancias que le rodeaban.
El futuro es algo que casi todo el mundo se preocupa por él.
No importa cuán grande sea el don de profecía que una
persona tenga, nadie puede predecir totalmente lo que se
avecina en el camino de la vida. Desafortunadamente,
muchos cristianos buscan ministerios que sean proféticos
para decirles a los demás qué les espera en el camino de la
vida, pero al final se descubre que sus palabras son más
patéticas que proféticas. Creo en la profecía, pero no como
un reemplazo para poner de su parte y buscar la
“Constancia de Su Presencia”.
Dios tiene completo el mapa de ruta de nuestro viaje. Él lo
conoce desde el principio hasta el final. Debo aprender a
tener una actitud basada en que, pase lo que pase, sé que
todo estará bien, porque Él está a mi diestra, no seré
conmovida. Sin embargo, para que eso sea una realidad en
nuestra vida, hay muchos otros principios bíblicos que deben
encajar en su lugar para que podamos decir
verdaderamente: “He puesto al Señor siempre delante de
mí, no me conmoveré”.
El énfasis aquí consiste en que David, por un acto de su
voluntad, puso al Señor delante de él. No podemos
simplemente sentarnos y deslizarnos sin preocupación por
la vida espiritual, y pensar que todo saldrá bien.
Necesitamos poner al Señor ante nosotros mediante la
disciplina espiritual, tal como estudiar la Palabra, orar y tener
comunión con Él, desarrollar una relación que resulte en la
constancia de Su Presencia. Por ejemplo, cuando me
levanto por la mañana, en lugar de dejar que mi mente se
deje llevar por las preocupaciones diarias, los temores, o las
necesidades, detengo deliberadamente ese tren de
pensamientos, y pongo al Señor ante mí, pensando en lo
bueno que es, en mi relación con Él, y en lo bendecida que
soy porque sé que mi vida está en Sus manos. Sea usted
feliz y regocíjese por tener otro día más para caminar con
Dios. Al seguir estos principios, aprenda cómo “practicar la
Presencia de Dios”.
Dios no es una doctrina religiosa o una ideología filosófica,
es real, personal y poderoso, y quiere intimidad. ¿Está usted
atrapado en una rutina religiosa de obras y programas, sin
deleite y cumplimiento? Dios es una persona, y usted puede
practicar Su presencia y conocerlo mejor. Él quiere estar en
comunión con usted, tener compañerismo y hablar con
usted.
Así es como David ponía siempre al Señor delante de él,
usted también puede hacerlo. Él es el Señor Dios
Todopoderoso, el Padre Eterno y se deleita en que Sus hijos
lo busquen y disfruten de Su Presencia. Ponga sus afectos
en Él, y deje de ser tan controlado por el mundo, o incluso
por los programas de la iglesia. No se involucre tanto en lo
que hay que hacer, y sobre todo, no deje al Señor fuera de
la ecuación, corriendo a las reuniones o a las actividades
del reino. No permita que nada ni nadie se interponga en el
camino de “poner al Señor siempre delante de usted”.
No espere hasta que le lleguen los problemas para buscarlo;
aprenda a practicar Su Presencia. Búsquelo ahora y
prepárese para cuando llegue la tormenta. Demasiadas
personas esperan hasta que comienzan a soplar los vientos
huracanados de cien millas por hora para ponerles tablas a
sus ventanas.
“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra,
para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón
perfecto para con él.” (II Crónicas 16:9)
“Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; que
esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir
en su santo templo.” Salmo 27:4
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
PARTE II
RUTA VICTORIOSA EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 1
SU PRESENCIA EN LAS PRUEBAS
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a
sus propósito son llamados.”
Romanos 8:28

Todo lo que encontramos en la vida, todo, sin excepción,


obra para nuestro bien.
Todo es una palabra que abarca mucho, lo que significa que
todo lo que físicamente, mentalmente, espiritualmente,
financieramente o relacionalmente suceda en nuestras vidas
traerá algún bien destinado para gloria y honor a Dios. Dios
está haciendo algo maravilloso de su vida. Tal vez usted
está experimentando el invierno ahora, anímese, la
primavera y el verano están de camino.
Si creemos que todas las cosas obran juntas para bien, lo
adoraremos en nuestra hora más oscura. Si podemos
caminar con el Señor y regocijarnos en el sufrimiento,
participaremos de su gloria y de su Presencia. El amor de
Jesús por USTED es grande y no le permitirá pasar un
invierno eterno. Dios lo está preparando para ser un
vencedor y terminar la carrera.
Usted puede sentir que nunca va a llegar, pero créame, Dios
es el alfarero y nosotros somos el barro. Él nos moldea
primero, luego nos coloca en el fuego para ser endurecidos
y hechos útiles. Después que la arcilla ha estado en el fuego
por un tiempo, el alfarero la saca y la golpea para oír el
sonido que produce. Si el sonido es frío y duro, lo pone de
nuevo en el fuego. Él continúa esto hasta que el recipiente
produce un sonido de canto encantador. Es casi como si el
recipiente estuviese cantando. Es solamente en ese punto
del proceso, cuando el recipiente “canta” en el horno, que el
alfarero lo saca del fuego y lo usa para su gloria. He
aprendido por experiencia que las pruebas, las traiciones,
las decepciones, las promesas rotas en el ministerio han
sido una preparación para ser promovida en la escuela de
Dios y pasar al siguiente nivel de ministerio. Así que cuando
vienen las pruebas veo al Alfarero, y me recuerdo a mí
misma que tengo que empezar a cantar.
Debemos aprender a apreciar dónde estamos en Dios y
estar agradecidos por lo que Él está haciendo en nuestras
vidas. Recuerde cantar cuando esté en el horno y pasará
menos tiempo en el fuego.
“Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta
canción, y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de
parto; porque más son los hijos de la desamparada que
los de la casada, ha dicho Jehová.” Isaías 54:1
Tal vez Dios le está hablando. Si usted tiene un lugar estéril
en su vida, comience a cantar y adorar a Dios. No cuente
los problemas que tiene, cuente las bendiciones. Entienda
que Dios está en control de su vida.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,
todo lo que es honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo
lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Filipenses 4:8
Si usted está en la hora de media noche, deje que el Espíritu
Santo llene su corazón con una canción de adoración en
medio de todo esto. Usted puede experimentar Su
Presencia en medio de la prueba, y su Presencia le llevará a
sobrellevarla.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 2
RESTAURACIÓN EN SU PRESENCIA
“Y la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los
trompeteros sonaban sus trompetas; todo esto duró
hasta consumirse el holocausto. Y cuando acabaron
de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él
estaban, y adoraron. “
II Crónicas 29:28-29

Cuando Ezequías tenía 25 años su padre murió y él se


convirtió en rey. Lo primero que hizo el primer día, fue abrir
las puertas del templo y repararlas. Trajo los sacerdotes y
los levitas, y los juntó en la plaza que está al oriente del
templo. Estos hombres trabajaron durante dieciséis días
seguidos, limpiando el templo, reparando daños, y sacando
todas las cosas impuras que había traído Acab al templo. Y
volvieron y consagraron todos los objetos sagrados que el
padre de Ezequías había quitado. Luego Ezequías quitó los
lugares altos, rompió las piedras sagradas, cortó los postes
de Asera, y quebró en pedazos la serpiente de bronce que
Moisés había levantado en el desierto, porque la gente había
comenzado a adorarla. Parece que los israelitas entregaron
sus vidas y adoraron a casi todo, menos a Dios. Por esa
razón, Ezequías se deshizo de todas las cosas que
impedían la adoración a Dios.
Luego, después de dieciséis días, prepararon para el Señor
ofrendas y holocaustos por el pecado. En total, se
sacrificaron unos seiscientos toros y tres mil ovejas.
Entonces miles de personas del pueblo adoraron a Dios en
un poderoso servicio de adoración con címbalos, arpas y
liras, tal como Dios les había prescrito a través de sus
profetas. Fue un maravilloso e increíble día en el Señor.
“Los sacrificios de Dios son un espíritu quebrantado; al
corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios.”
(Salmo 51:17)
David nos recuerda que el único camino hacia el perdón es
un corazón contrito y un espíritu humilde. Cuando nos
acobijamos bajo la misericordia de Dios, Él se deleita en
levantarnos. Cuando reconocemos abiertamente que hemos
pecado contra Dios, que nos hemos apartado de Él, y
clamamos por Su perdón, Dios promete que nos escuchará
y nos perdonará. Una vez limpios, cuando oramos, la dulce
Presencia de Dios baja sobre nosotros y nos asegura que
Él nos ha escuchado, y que está con nosotros. Su
Presencia es importante en la restauración.
De muchas maneras la idolatría ha entrado en la iglesia
moderna. Ensalzamos a los predicadores, a los músicos, a
los métodos y programas. Nos sentimos muy orgullosos de
nuestra manera de hacerlo. Así que aparentemente, la
idolatría todavía está tratando de abrirse camino en
nuestras vidas para distraernos de adorar y obedecer a
Dios. “Hijitos, guardaos de los ídolos.” (1 Juan 5:21)
En todo lo que hagamos y decimos en nuestras vidas, en el
ministerio, y en la iglesia, démosle la honra Jesús. Cuando
nos arrepentimos y le adoramos, Su Presencia desciende.
¡Oh, mis amigos, busquen la restauración para que adoren
buscando Su Presencia, como lo hicieron cuando se
enamoraron de Él!
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 3
CONQUISTAR EL TERRITORIO INVISIBLE
POR SU PRESENCIA
“Subamos luego, y tomaremos posesión del territorio.”
Números 13:30

Caleb y Josué eran dos de los espías que fueron enviados


para espiar la tierra prometida. Vieron gigantes en la tierra y,
aunque sabían que ellos eran una minoría, volvieron con un
buen informe. “Podemos ir y tomar el país, “ (Números 13:
30)
Diez de los doce espías regresaron trayendo un reporte
pesimista, de acuerdo a lo que vieron a través de sus
incrédulos corazones. Dijeron, sin rodeos, que no se podía
hacer. Sin embargo, Caleb lleno de fe y confianza, creyó la
palabra que había recibido de Dios a través de su siervo
Moisés: “Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la
tierra que holló tu pie será parte de ti, y para tus hijos
en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a
Jehová mi Dios.” (Josué 14:9)
Los israelitas no conquistaron a sus enemigos en un día.
Fue un proceso de día a día. Poco a poco tuvieron que
conquistar las tribus paganas para avanzar y reclamar la
herencia de la tierra prometida. Las pruebas son necesarias
para que usted vea la gloria que Dios tiene guardada para
usted. Cuando a Zorobabel se le ordenó reconstruir el
Templo, el enemigo se rebeló contra él. Dios le ordenó que
procediera, pero no por sí mismo o por su propia habilidad.
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos.”(Zacarías 4: 6b) Si usted
está lleno de Su Presencia, estará capacitado para andar
por fe y en victoria. Dios quiere que estemos libres de
cualquier cosa que nos impida cumplir con la visión que Él
nos ha dado.
Mientras escribo este libro, estoy llevando a cabo una
misión en Guatemala. Nos hemos asociado con una iglesia
allí para ayudar a construir un Centro de Avivamiento para
dos mil quinientas personas, para la gloria de Dios. ¡Este es
un proyecto enorme! Cuando el Señor me dijo que me
uniera a los pastores Héctor y Betzy Barillas y les ayudara a
construir este templo, yo respondí, ¡Este es el proyecto más
grande que he emprendido en mi vida! El Señor me
respondió: “Yo soy más grande, y ustedes verán mi gloria
en este lugar.” Ahora hemos terminado la primera fase y
estamos avanzando por la fe para completar el proyecto, “ni
por la fuerza, ni por el poder, sino por su Espíritu.” Estamos
seguros de que su Presencia continuará yendo delante de
nosotros y destruirá a los enemigos que se opongan a Su
visión.
La visión siempre debe ser más grande que nosotros. El
Señor obtiene toda la gloria por las grandes cosas que ha
hecho. Su Presencia es nuestro facilitador para conquistar a
todos los enemigos que vienen contra nosotros, ya sean
circunstancias mentales, espirituales o físicas. Su Presencia
nos da la fuerza y la confianza que necesitamos para
levantarnos, enderezar nuestros hombros, levantar la
cabeza y decir, ¡Voy hacia adelante! Su Presencia nos da el
impulso necesario para movernos, en lugar de estancarnos
en la derrota, y creer en las mentiras del enemigo. Cuando
Su Presencia fluye en nuestra vida, es como un
emocionante viaje lleno de aventuras. Es una vida victoriosa
con Dios, llena de paz y de poder. Si usted busca su
Presencia, Él proveerá todo lo que usted necesita para ser
más que vencedor, y permitirle derrotar al enemigo cuando
mienta y contradiga la Palabra de Dios. La adoración libera
Su Presencia, y sus enemigos caen derrotados.
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de
mí? Espera en Dios.” (Salmo 43:5)
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 4
SU PRESENCIA TRAE LA MANIFESTACIÓN
DE SU GRACIA
“Y me ha dicho: Bástame mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana
me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo tanto, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy
fuerte.”
II Corintios12:9 y 10

He encontrado que necesito esforzarme a entrar en la


Presencia de Dios para tener la gracia y la fuerza para
hacerlo. Cuando diariamente somos conscientes de nuestra
debilidad e incapacidad para, por nuestra propia fuerza, vivir
en victoria o incluso cumplir con las tareas que Él nos ha
encomendado, entonces encontraremos gracia en Su
Presencia. Mientras escribo este libro estoy pasando por
una temporada muy difícil, y a través de todo, me doy cuenta
que debo apartar mi mente del problema y enfocarme en su
Presencia. Cuando permanezco en Su Presencia todo se ve
diferente. Le explicaré lo que quiero decir. Durante la
temporada de otoño, cuando el follaje es hermoso y hay
miríadas de hermosos colores, me pongo mis gafas de sol y
veo todo el panorama con color aún más hermoso. Todo se
intensifica para que el hermoso color de los árboles se
vuelva espléndido. Es un despliegue espectacular de la obra
de Dios.
Cuando me enfoco en Su Presencia, adorándolo y viviendo
en Su Presencia siento que he cambiado mis lentes y he
ampliado mi línea de visión para ver las cosas desde el
punto de vista de Dios. Tengo una visión diferente de las
cosas, mi perspectiva cambia, todo se ilumina frente a mí, y
ya no me enfoco en las nubes del cielo sino en las obras
maravillosas de Dios. Cuando las cosas empiezan a
parecer tristes y desalentadoras, corro y me pongo mis
espirituales lentes de sol y empiezo a ver las cosas de
manera diferente. Su gracia se vuelve muy real para mí.
Cada uno de nosotros necesita la manifestación de la gracia
de Dios. Pablo tuvo que humillarse para recibir la gracia de
Dios. Eche usted mano de Su Presencia y reciba la
manifestación de su gracia, y tendrá la habilidad que
necesita. No deje que el enemigo le engañe haciéndole
creer que usted puede controlarlo todo por USTED mismo,
sin Su Presencia. Somos lo que somos por la gracia de
Dios. Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los
humildes.
Pablo tenía una espina en su vida. Sin embargo, recuerde
que también hay rosas mezcladas con las espinas. Siempre
hay un precio a pagar, y siempre hay desafíos a lo largo de
nuestro viaje. Hay un precio a paga, si Dios le ha dado una
visión y un ministerio. Dios me ha dado una visión y un
mandato para ayudar a la iglesia en Guatemala a completar
el Centro de Avivamiento, alimentar a las viudas, enseñar y
discipular a otros para que hagan el trabajo misionero; pero
hay un precio que pagar por la unción necesaria para hacer
ese trabajo. Si yo no me mantengo enfocada en la
Presencia de Aquel de quién recibo la fuerza y la gracia para
terminar, sería derrotada por el desánimo. Sin embargo, en
Su Presencia hay abundante gracia para mantenernos en
marcha.
Cuanto mayor sea la unción que tenemos, tanto mayor será
el esfuerzo del enemigo para tratar de desanimarnos.
Recuerde que el enemigo odia lo que usted está haciendo,
si usted lo está haciendo para Dios. El enemigo no molesta
a la gente que no hace nada en el Reino. Él está celoso de
la unción, y le atacará, pero usted puede estar preparado
estando lleno de la Presencia de Dios. El Espíritu Santo le
ministrará con una manifestación de su gracia.
Incluso, lo que el enemigo ha planeado para su colapso o
derrota, Dios lo cambiará, sacará algo bueno de ello y dará
gloria a Su Nombre. Sumergirse en su gracia nos ayuda a
prepararnos para esos ataques del enemigo. No importa lo
que suceda, usted puede seguir sonriendo, amando y
adorando, porque está totalmente lleno de su Presencia
para no ser derrotado. Usted podrá decir: “Estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros,
mas no desesperados; perseguidos, más no
desamparados; derribados, pero o destruidos.” (II
Corintios 4:8)
Comience a cambiar las espinas de su arbusto en rosas,
enfocándose en Su Presencia, recibiendo la gracia que
necesita para cruzar esta trayectoria victoriosamente, y
para terminar el trabajo que Dios les ha llamado a hacer. En
Su Presencia, hay una unción llena de gracia para ayudarle
a usted conquistar cada obstáculo.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 5
SU PRESENCIA NOS AYUDA
ATRAVÉS DE LOS TIEMPOS
DE LA VIDA
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; digo: Tú eres mi Dios.
En tus manos están mis tiempos.”
Salmo 31:14-15a

David le da gran importancia a la palabra “tiempos” en el


Salmo31. Cuando vivimos en Su Presencia, y nos
deleitamos en ella, los tiempos de la vida tienen mucho más
significado. Nuestras vidas no están en manos de extraños,
sino en manos del Dios Todopoderoso. Tenemos la fuerza y
la motivación para pelear la buena batalla, sabiendo que
nuestras vidas están en las manos de Dios. En Su
Presencia, podemos tener el coraje de enfrentar las
incertidumbres, las pruebas y los sufrimientos, sabiendo que
nuestras vidas están en las manos de Dios.
Su Presencia ilumina las complejidades de cada estación de
la vida, y entendemos que Dios obra de una manera muy
distinta y diferente en cada una de ellas. Su Presencia es
necesaria para darnos discernimiento, y proteger nuestro
caminar de todas las falsas enseñanzas y falsas profecías.
Con Su Presencia, continuamente llenándonos y
guiándonos, reconocemos cada día de nuestras vidas la
importancia de buscar y vivir en santidad. Su Presencia nos
da sabiduría para conocer la voluntad de Dios y para que Él
pueda usar nuestras vidas para su gloria. Vivir en Su
Presencia proporciona un refugio en tiempos difíciles.
Pasamos por varias etapas en la vida, para que Dios pueda
llevarnos a una relación más profunda con Él.
En el viaje llamado “vida” Dios usa todo lo que existe en la
creación, todo lo que podemos ver, tocar, entender o
analizar, todo lo que es físico en el mundo material. Dios lo
usa todo para que podamos tener una mejor comprensión
del mundo espiritual, y nos profundicemos más en el
conocimiento de Dios y de Su obra. Cierto es que
disfrutamos más cuando estamos en la cumbre de la
montaña, pero la fruta se produce en el valle. Si usted se
encuentra en tiempo de crecimiento, de cosecha, como en
el otoño, prepárese porque el invierno se acerca. Cuando
venga un cambio de clima, si usted vive en Su Presencia, Él
sonará la alerta o le pondrá una carga para advertirle que se
prepare. Esa alerta tiene la intención de llevarle a la oración
y a sumergirse más profundamente en su Presencia.
Cuando seamos bendecidos, tengamos cuidado de
volvernos frívolos y descuidarnos.
Durante el invierno, los árboles pierden sus hojas y no
producen fruto. ¿Siente usted que está perdiendo sus
hojas? Recuerde, es tan sólo una temporada. Todo le
parece como si se estuviese muriendo, pero así es como
parece, pero es tan sólo el invierno. El invierno es una
estación para quebrarse. La Presencia de Dios se
manifiesta aún más en el quebrantamiento. El
quebrantamiento atrae la Presencia de Dios. Él está cerca
de los quebrantados. El orgullo nos aleja de Dios, pero la
humildad y el quebrantamiento nos acercan.
En primavera, la tierra vuelve a ser productiva. El invierno no
dejará la tierra improductiva permanentemente. En la
primavera Dios nos esconde y nos prepara para producir
fruto. Busque usted la luz de Su Presencia, brillando a través
de la oscuridad, y sabrá que el invierno ha terminado y que
la primavera está en camino. Este es un momento para una
mayor intimidad, preparándonos así para una mayor
producción. En ese tiempo de comunión con Dios nuestra
visión se renueva, nuestra fe se incrementa y nos hacemos
más sensibles a la voz del Espíritu Santo. Usted está
dejando atrás el invierno lleno de tristeza y dolor. En ese
momento Su Presencia le trae palabras de fe, visiones de
victoria, y esperanza para su futuro.
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no
cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva
mucho fruto.” (Juan 12:24)
El invierno es tiempo para orar y estar ante el Señor en su
Presencia. Pero durante la primavera es el momento de
alimentarse y llevar a cabo nuestra preparación para el
verano. La primavera nos prepara para el verano. La
primavera nos edifica para cumplir los propósitos de Dios
durante la temporada de verano. Tal vez usted ha estado
orando para que Dios traiga paz en un conflicto que tiene en
su vida. ¿Se siente usted débil y seco? Usted está todavía
en invierno. Pero si su fe se está fortaleciendo a través de
todo eso, y si usted puede vislumbrar la solución y anticipar
la victoria, entonces es que la primavera está llegando a tu
vida.
El verano es la temporada de la victoria. Aquellos que han
permanecido en Su Presencia sin rendirse, tendrán una
temporada de verano, una estación de victoria. Vale la pena
estar en Su Presencia. El verano llegará con grandes
oportunidades para trabajar y conquistar. Usted pudo llegar
hasta el verano y ahora puede ir adelante en el poder y la
Presencia del Espíritu, y hacer la obra del Señor con
grandes victorias y logros. No importa en cual temporada se
encuentra, usted está en las manos de Dios y Él le ha
prometido su Presencia, su poder y su fuerza para seguir
más allá.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 6
EN SU PRESENCIA RECORDAMOS LAS
OBRAS MARAVILLOSAS DEL SEÑOR
“Me acordaré de las obras de Jehová; sí, hare yo
memoria de tus maravillas antiguas.”
Salmo 77:11

La Presencia de Dios nos hace pensar en las obras


maravillosas que Él ha hecho en nuestra vida pasada y
presente. Cuando pienso en la bondad del Señor, empiezo a
alabarlo y adorarlo aún más al meditar en todo lo que Él ha
hecho y está haciendo en mi vida. Un viejo himno dice:
“Descorre la cortina de la memoria de vez en cuando,
muéstrame de dónde me has sacado, y adónde podría
haber estado.” En el Salmo 63:6 David habla de recordar:
“Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite
en ti en las vigilias de la noche.”
Yo recuerdo mi salvación - medito en las obras
maravillosas del Señor y mi mente me lleva de nuevo a
cuando Dios me salvó y me liberó. Muchas veces, cuando
surgen circunstancias difíciles, las cosas parecen ser
inciertas, y la luz comienza a parpadear, miro hacia atrás y
contemplo todo lo que Dios ha hecho y de dónde me ha
sacado. Jesús me salvó de siete años de esclavitud
satánica, durante los cuales le causé daño a mi cuerpo. Él
extendió Su mano hacia mí, me levantó de la esclavitud y
lavó mis pecados. Yo recuerdo cómo el diablo trató de
destruirme, pero Dios tenía un plan y un propósito para mi
vida. El doctor sacudía su cabeza mientras m, diciéndome
que Jesucristo, el Salvador del mundo y El dador de la vida,
quería liberarme. ( I Juan 3:8) Yo recuerdo cómo Dios usó a
Nancy Stein para enseñarme la Palabra de Dios y construir
una base para mi nueva vida en Cristo. Ella me predicó, me
discipuló y me aconsejó. Dios cambió mi vida
completamente y me llamó al ministerio que ahora tengo.
¡Oh, cuán grandes y maravillosas son las obras de Dios!
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.” (II Corintios 5:17)
Cuando se sienta desanimado o deprimido, simplemente
entre en la Presencia de Dios y recuerde todo lo que Dios
ya ha hecho por usted. Comience a meditar en las obras
maravillosas de Dios, y usted se animará una vez más
porque Él es el Dios que nunca cambia. Cuando recuerde
las obras maravillosas de Dios, usted dejará de enfocarse
en sí mismo y se enfocará en lo grande que es Dios.
Yo recuerdo el avivamiento- Pienso cómo Dios me
cambió a mí y a mi ministerio en el Avivamiento de
Brownsville. Después de llevar veinticinco años en el
ministerio y a través de las obras maravillosas de Dios, Él
me dio un encuentro fresco con el Espíritu Santo. Me envió
con una visión fresca y una carga para que la iglesia tuviese
avivamiento. Ahora mi ministerio siempre enfatiza que la
necesidad más urgente en la iglesia es la Presencia de
Dios. Estoy recordando las obras maravillosas de Dios. En
Su presencia recuerdo las obras maravillosas de Dios.
Yo recuerdo cómo Dios me ha sostenido - recuerdo
cómo Dios me ha dado la victoria a través de las muchas
pruebas y dificultades. Sus obras maravillosas me han
sostenido a través de cincuenta años de ministerio. Él me ha
sostenido y fortalecido a pesar de las circunstancias, a
pesar de la persecución, las ofensas, los malentendidos, los
problemas, las enfermedades y las necesidades financieras.
La mano de Dios me ha protegido, y Él me ha dado la
victoria a través de todas esas cosas. Las obras
maravillosas de Dios me han dado cada día, y a pesar de
todo, razón para seguir, no solamente dándole gracias, sino
adorándolo.
Yo recuerdo cuando me sentía inadecuada para ministrar a
la gente que habla español, y Dios sobrenaturalmente me
dio el idioma. Cuando nos Él llama, Él nos capacita. Cuando
las cosas comienzan a abrumarme, es tiempo de entrar en
su Presencia y comenzar a recordar las obras maravillosas
de Dios. “Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que Él
es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”
(2 Timoteo 1:12 a)
¡Mi amigo, anímese, comience a pensar en las maravillosas
obras de Dios, y a da gracias por todo lo que ha hecho!
“Mayor es El que está en TI que el que está en el
mundo.” (I Juan 4: 4b)
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 7
EN SU PRESENCIA EL MIEDO SE CAMBIA
EN FE
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de
dominio propio.”
II Timoteo 1:7

Cuando el miedo comienza a apoderarse de mi corazón,


sé que es hora de entrar en Su Presencia. Hay momentos
en que las preocupaciones ordinarias o los grandes
problemas de la vida pueden precipitar un espíritu de miedo.
La solución es una combinación perfecta entre sumergirme
en Su Presencia y aplicar la Palabra. Es por eso que
podemos tener la victoria, incluso sin que las circunstancias
cambien y tener alegría en medio de las circunstancias. La
felicidad no depende de mis circunstancias porque Dios nos
da gozo y paz en medio de ellas. Si vamos a ser todo lo que
Dios quiere que seamos, debemos romper la barrera del
miedo.
En Su Presencia, Dios cambiará nuestra manera de hablar
acerca del miedo.
El miedo exige una explicación lógica.
La fe avanza viendo lo invisible.
El miedo reacciona a las circunstancias.
La fe desafía las circunstancias.
El miedo compromete.
La fe tiene el valor de sus convicciones.
El miedo dice que no se puede hacer.
La fe dice, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
(Filipenses 4:13)
El miedo paraliza.
La fe capacita.
El miedo impide seguir adelante.
La fe da poder para nunca volver atrás.
El miedo llena de frustración, preocupación y ansiedad.
La fe llena el corazón de confianza y determinación.
El miedo proyecta una sombra negativa en todo lo que se
intenta hacer.
La fe impide lanzarse hacia lo desconocido. “Fiel es el que
os llama, el cual también lo hará.” (I Tesalonicenses 5:24)
El miedo abandona.
La fe sostiene.
El miedo impide lograr la meta.
La fe declara, “Prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:14)
El miedo calcula el costo y lo encuentra alto. “Pero de
ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida
para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y
el ministerio que recibí del Señor Jesús para dar
testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” (Hechos
20:24)
Fe es lo contrario de miedo.
El enemigo agranda nuestras circunstancias adversas y las
exagera para que nos demos por vencidos, o comencemos
a pensar en lo peor que podría ocurrir. Sea sabio, discierna
cómo trabaja el enemigo contra usted; entre en la Presencia
para sumergirte más hondo cuando las cosas se pongan
difíciles, y recuerde las palabras del Salmista. Dios es
nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en
las tribulaciones. Por lo tanto, no temeremos, aunque la
tierra sea removida, y se traspasen los montes al
corazón de la mar.” (Salmo 46:1y 2) y en el verso 10 dice,
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.”
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 8
EN SU PRESENCIA LAS MENTES
NEGATIVAS SE DESMORONAN
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,
todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre,; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo
que aprendiste de mí, esto haced; y el Dios de paz
estará con vosotros.”
Filipenses 4:8-9

Permanecer en Su Presencia y practicar su Presencia


protegerá su mente y le permitirá tener buenos
pensamientos. Mientras los cristianos vivan en un mundo
temeroso y estresante, tendrán pensamientos negativos.
Tenemos la opción de eliminar esos pensamientos o de
nutrirlos. La buena noticia es que los pensamientos
negativos pueden ser reemplazados por pensamientos
positivos. Cuanto más reemplacemos esos pensamientos
negativos por Su divina Presencia, tanto más
experimentaremos paz y alegría.
La lucha contra el pensamiento negativo es una batalla por
la mente. El apóstol Pablo dice a los creyentes en qué deben
pensar, en cosas que son verdaderas, nobles, justas, puras,
encantadoras, utópicas, excelentes y loables. Cuando llega
un pensamiento negativo, el creyente es capaz de sacarlo
de la mente y reemplazarlo con un pensamiento divino.
“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia da Cristo.” (II Corintios
10:5) Debemos tener cuidado con todo lo que se cruza por
nuestra mente; no le permitamos andar suelta y sin rumbo.
En nuestra guerra espiritual, se nos ha dado el casco de la
salvación, la armadura espiritual para proteger la mente.
La oración es una parte clave para vencer la negatividad.
Jesús enseñó que la oración debe incluir la adoración al
Padre y un enfoque en Su santidad. Mientras oramos, con
acción de gracias, nos enfocamos en las bendiciones que
hemos recibido, y no dejamos espacio para pensamientos
negativos. Esas cosas en la que se enfoca nuestra mente
son las que influenciarán nuestras vidas, y eventualmente
darán forma a lo que somos.
Nuestros pensamientos se convierten en sentimientos, y
estos tienen el poder de controlar nuestras vidas,
llevándonos gradualmente en una dirección contraria, y
posiblemente afectando nuestra fe. A menudo son nuestros
pensamientos, no nuestras circunstancias, los que nos
hunden. Nuestros pensamientos tienen poder y pueden
fácilmente comenzar a dirigir nuestras vidas, controlando
nuestras palabras y acciones, sentimientos y emociones-
incluso nuestra paz y felicidad. Cuando el desencanto
aplasta nuestros sueños, cuando la gente nos hace daño o
nos enfurece, o cuando los problemas parecen
abrumadores, es fácil quedar atrapados en la corriente de
los pensamientos negativos. Cuando tenemos pensamientos
negativos, sentimos sentimientos negativos, y llegamos a
creer que la vida es negativa en general.
Cuando usted se llena de la Presencia de Dios, Él satura su
mente con pensamientos basados en la Biblia. Es importante
leer y estudiar la Palabra de Dios y también estar en Su
presencia. O sea que las dos cosas juntas son la
combinación perfecta para tener la victoria sobre la mente.
Busque Su Presencia y cambie su mente. No permita que
sus pensamientos controlen su vida. Dios tiene algo más
grande para USTED.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 9
EN SU PRESENCIA PODEMOS VER LO
INVISIBLE
“No mirando las cosas que se ven, sino las que no se
ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas.”
II Corintios 4:18

En Su Presencia, usted puede aprender a ver las cosas


invisibles de Dios, las eternas y sobrenaturales. La mayor
parte de lo que recibimos espiritualmente proviene del
mundo espiritual, del Espíritu de Dios. Posiblemente una de
las mayores paradojas de la Biblia es ver lo invisible. Esto
nos muestra que podemos ver cosas sin mirarlas, y
podemos ver cosas que en lo natural son invisibles. Es
posible que usted haya experimentado esto que estoy
diciendo. ¿Cuántas veces ha estado usted mirando algo con
sus ojos pero tu mente estaba a kilómetros de distancia?
Usted tenía conciencia de lo que tenía delante de sus ojos,
pero con el ojo de la imaginación estaba mirando algo que
nadie más podía ver con sus ojos naturales. La Biblia nos
enseña acerca de un mundo que es visible y un mundo que
es invisible. El apóstol Pablo nos enseña que el mundo que
se ve con el ojo natural es temporal, y las cosas que no se
ven son eternas.
Entendemos que hay poderes que trabajan en nuestro favor,
y hay poderes que trabajan en nuestra contra. Pablo estaba
consciente de esta batalla espiritual cuando dijo: “Porque
no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones
celestiales.” (Efesios 6:12) Aunque necesitamos estar
consciente de los artimañas del diablo, y tener
discernimiento sobre cómo debemos luchar contra él, no
nos es beneficioso concentrarnos en las fuerzas negativas,
restringiendo así nuestra comprensión del mundo invisible de
Dios. Para entender este concepto de ver lo invisible, quiero
llamar su atención sobre la historia de Eliseo y el ejército de
ángeles.
La historia está en 2 Reyes 6. El rey de Arán decidió enviar
un gran grupo de soldados a la ciudad de Dotán para
capturar a Eliseo a fin de que no pudiera ayudar a Israel a
ganar la guerra. Los versos 14 y 15 describen lo que sucede
a continuación: “Entonces envió el rey allá gente de a
caballos, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron
de noche, y sitiaron la ciudad. - ¡Ah, señor mío! ¿Qué
hacemos? el criado preguntó.” Al estar rodeado sin
escape por un gran ejército, aterrorizó al sirviente, quién en
este momento sólo podía ver el ejército terrenal dispuesto a
capturar a Eliseo. La historia continúa en los versículos 16 y
17: “No tengas miedo, respondió el profeta, porque más
son los que están con nosotros que los que están con
ellos. Y Eliseo oró: Te ruego, oh Jehová, que abras sus
ojos para que vea. Entonces el Jehová abrió los ojos del
criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de
gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de
Eliseo.” Cuando estamos en Su Presencia nos damos
cuenta de lo mucho que Dios hace para proveer y proteger a
Sus hijos.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 10
EN SU PRESENCIA ESPERAMOS
ADORANDO
“Aguarda a Jehová, esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
sí, espera en Jehová.”
Salmo 27:14

Porque vivimos en una sociedad de “microondas y al


instante” haciendo lo imposible evitar esperar, me doy
cuenta de que la orden de esperar puede ser difícil. Lo que
estoy tratando de decir es que tenemos que dejar de buscar
un milagro o una respuesta al instante, y mientras
esperamos, adoremos a Dios. Lo importante es nuestra
relación con Dios y no únicamente obtener lo que
necesitamos. Es posible que usted desee algo de Dios, pero
la realidad de la situación es que Dios quiere más de usted.
Trate de adorar mientras espera. Siempre estamos
buscando una manera de ahorrar tiempo o de buscar el
camino más corto ya sea para aprender un idioma o esperar
algo por el correo. La era de la alta tecnología ha hecho que
todo se consiga apretando un botón, hasta tal punto en que
ya podemos tener una oficina móvil dentro de un teléfono
celular. Desafortunadamente, ese espíritu ha entrado en la
iglesia. Incluso tenemos seminarios y conferencias sobre
cómo, en pocos pasos, se puede atar al diablo y sanar a los
enfermos, a pesar del hecho de que ni siquiera hemos
conquistado la carne y el amor del mundo. La manipulación
espiritual y la lujuria por el poder han engañado a la gente al
creer que pueden evitar la Cruz, y sólo hace falta nombrar y
reclamar lo que quieren.
Nos hemos apartado de predicar a Cristo, y a Él crucificado,
y hemos buscado agradar al hombre más que a Dios. Y
encima nos preguntamos por qué no hay avivamiento. Dios
no es un Dios que puede ser burlado, pensando que
tenemos a nuestra disposición todos los botones
espirituales adecuados para apretarlos y conseguir lo que
queremos, sin tener una relación con Él. ¡Eso ciertamente
no va a suceder! Aquellos que parecen haber ganado o
logrado el éxito con el síndrome del ministerio de alta
tecnología, y han evitado la relación con Dios y la muerte al
ego, han caído porque han tomado las cosas en sus propias
manos en lugar de hacer las cosas a la manera de Dios.
Parece como si hubiésemos sacado a Dios de nuestras
oraciones y estuviésemos confiando en los métodos de alta
tecnología.
Adorar mientras esperamos nos dará más hambre de su
Presencia. Los hombres de antaño que lideraron
avivamientos, sabían lo que era esperar en Dios, y la
importancia de adorarle profundizando la intimidad con Él.
Desde el momento en que Dios me cambió y me dio una
intimidad más profunda con el Espíritu Santo, comencé a
desearlo a Él más que satisfacer mis necesidades. Busco
Su presencia, no Su poder, y Él me da todo lo que necesito,
o mejor dicho, lo que Él piensa que necesito.
Cuando usted está en espera de un milagro, usted puede
declarar la Palabra de Dios pero asegúrese de hacerlo en
su Presencia. No se trata de una varilla mágica que
agitamos ante Dios para conseguir lo que queremos. A Dios
no lo vamos a manipular con nuestros gritos, exigencias o
atando al diablo porque creemos que es él el que impide la
repuesta. ¿Por qué no tratar de ser paciente, esperar en
Dios, y mientras esperamos, intentar adorarlo? Nuestra
necesidad caerá en las sombras frente a la realidad y la
manifestación de su dulce y preciosa Presencia.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 11
EN SU PRESENCIA HAY PAZ EN MEDIO DE
LA TORMENTA

levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla,
enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande
bonanza.”
Marcos 4:39

Mientras Jesús y sus discípulos estaban en la barca


cruzando un lago, posiblemente el Mar de Galilea, una
tormenta aterrorizó a sus discípulos mientras Jesús dormía.
El barco estaba a punto de hundirse bajo el azote de las
olas. El barco comenzó a llenarse de agua, y Jesús seguía
durmiendo, poniendo a prueba a los discípulos. El barco en
el que estaban probablemente era una barquilla con velas tal
como las que se utilizaban para pescar en el lago. Los
discípulos despertaron a Jesús, temerosos de que la
tormenta les hiciera daño. Entonces, milagrosamente, Jesús
calmó la tormenta. “Y entrando él en la barca, sus
discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el
mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le
despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que
perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de
poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los
vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (Mateo8:23-
26)
El mundo es pecaminoso y está descompuesto, lo que
significa que estamos destinados a experimentar
enfermedades, pérdidas financieras, relaciones dolorosas, y
finalmente la muerte. Muchos de los que tienen fe
verdadera, son débiles en ella. La Presencia de Dios puede
calmarnos durante las tormentas de nuestra vida, dándonos
paz y consuelo. La Presencia de Dios, hecha realidad
diariamente en nuestra vida, nos fortalecerá y nos preparará
para esos momentos en que el miedo se apodera de
nosotros como las olas cubriendo el barco, y cuando los
pensamientos desalentadores hacen que la tormenta
parezca peor. Cuando las aguas de la vida parecen volcarse
sobre nosotros, amenazando con destruirnos, podemos
descansar sabiendo que Él está con nosotros, y nos llenará
de paz si permanecemos en Su Presencia. Cuando David
se sentía deprimido a causa de la tormenta por la que
estaba cruzando, dijo así en el Salmo 42:1: “Como el
ciervo brama por las corrientes de agua, así clama por
ti, oh Dios, el alma mía.” Dios espera que usted busque Su
Presencia para que Él pueda darle la victoria.
Como los ciervos braman por las corrientes de agua, así
mi alma te anhela.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Sólo tú eres mi fuerza, mi escudo.
A ti solo elevo mi espíritu.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Eres mi amigo y mi hermano aunque seas un rey.
Te amo más que a cualquier otra cosa, mucho más que
nada.
Sólo tú eres mi fuerza, mi escudo.
A ti solo elevo mi espíritu.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Como los ciervos braman por las corrientes de agua, así
mi alma te anhela.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Sólo tú eres mi fuerza, mi escudo.
A ti solo elevo mi espíritu.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Sólo tú eres mi fuerza mi escudo.
A ti solo elevo mi espíritu.
Sólo tú eres el deseo de mi corazón y yo anhelo adorarte.
Himno escrito por MARTIN NYSTROM
¡Anímese, la Presencia de Dios puede cambiar la más feroz
y amenazante tormenta de la vida!
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO
CAPÍTULO 12
EN SU PRESENCIA DIOS DA LAS
DIRECCIONES PARA LA BATALLA
“No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud
tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de
Dios.”
II Crónicas 20:15b

A Josafat le llegaron malas noticias. Oyó que se avecinaba


una batalla y que sus enemigos venían contra él. Se llenó de
confusión y miedo. “Y acudieron algunos y dieron aviso a
Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud.” II
Crónicas 20:2 Convocó un ayuno y buscó al Señor,
clamando y expresando su completa incapacidad sin Él. Le
dijo a Dios que se sentía completamente desesperado sin
Él.
“¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en
nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que
viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti
volvemos nuestros ojos.” II Crónicas 20:12
La dirección que usted necesita tomar viene de Su
Presencia. Comience diciéndole a Dios lo incapaz que usted
es para resolver el problema. Muchas veces cometemos el
gran error de decirle a Dios cómo debe resolverlo. No se
acerque a Dios con la mente decidida de cómo resolver el
problema, y qué vía tomar. Dios ya ha trazado la salida. Es
sólo en Su Presencia que usted puede relajarse, descansar
sus manos, entregar sus planes y tener un corazón
paciente, lleno de adoración, y abierto para escuchar al
Señor.
Dios responde a sus siervos cuando vienen a Él con la
debida actitud, expresando con una oración humilde su
desesperación, tal como lo hizo Josafat. “Jehová os dice
así: No temáis delante de esta multitud tan grande,
porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.” II
Crónicas 20:15b La dirección que Dios le dio a Josafat para
conseguir la victoria fue así: “No habrá para qué peleéis
vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la
salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y
Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana
contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.” II
Crónicas 20:17 Las direcciones específicas para la batalla
eran que no tendrían que luchar, sencillamente quedarse
quietos y tomar sus posiciones.
Mi amigo, usted no tendrá que pelear esta batalla.
Únicamente tiene que mantenerse firme. Muchas veces
nosotros nos metemos en batallas que Dios nunca quiso
que peleáramos. Hay momentos en que tenemos que pelear
la buena batalla de la fe, pero únicamente en Su Presencia
recibiremos la dirección que tendremos que seguir.
Ellos tomaron su posición, parándose y adorando a Dios, y
vemos que sus enemigos se confundieron porque Dios puso
emboscadas en su camino, y se mataron unos a otros. “Y
cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza,
Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del
monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que
venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.”
II Crónicas 20:22
Esto es tan impresionante porque la adoración confunde al
diablo. Métase en Su Presencia y reciba las órdenes para la
batalla, y no se meta en guerras que no le han sido
asignadas. Tal vez mucha de su frustración y derrota es
porque usted está ejecutando su plan en lugar de dejar a
Dios. “Por Jehová son ordenados los pasos del
hombre, y él aprueba su camino.” Salmo 37:23
Recuerde que es de acuerdo a cómo usted actúe en el
desierto durante la lucha, que se determinará cuánto tiempo
durará la batalla. En Su Presencia Dios lo mantendrá fuerte
y le dará la gracia para hacer lo que usted necesite hacer.
En Su Presencia, Él le consolará cuando el camino se le
haga largo y su fuerza se debilite porque usted ha sido
probado duramente. “Mi carne y mi corazón desfallecen;
más la roca de mi corazón y mi porción es Dios para
siempre.” Salmo 73:26
Escóndase usted mismo en Su Presencia, y Él cuidará de
usted. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos
tus caminos y él enderezará tus veredas.” Proverbios
3:5-6 Si confiamos en el Señor, no podemos depender de
nuestra propia habilidad para entender todo lo que Dios está
haciendo.
En Su Presencia, Dios le dará todo lo que necesita para ser
victorioso. A veces simplemente Él pondrá un escudo
alrededor de usted para que nada pueda atravesarlo para
atacarle. Otras veces, Dios se pondrá al frente para echar
fuera al enemigo. Aquí es donde Dios tomará la cabeza del
enemigo y peleará con ella. A veces Dios peleará la
verdadera batalla a través de usted. Otras veces Él
simplemente le dirá a usted que mantenga su posición y que
absolutamente no haga nada, como hizo con Josafat.
Entonces Dios mismo peleará para totalmente detener el
ataque que viene contra usted. Dios le mostrará cuán
poderoso y cuán grande realmente Él es, cuando batalle
personalmente para protegerlo a usted. De una manera o de
otra, Dios le dará un plan personal para la batalla, y usted lo
recibirá en Su Presencia.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 13
EN SU PRESENCIA TENEMOS GOZO EN
MEDIO DE LAS PRUEBAS
“El corazón contento tiene un banquete.”
Proverbios 15:15

Enfóquense en la soberanía y el Propósito De Dios en la


prueba, y aprenda a relajarse en Su Presencia. Cuando
usted se enfoca en el hecho de que Dios tiene el control, y
tiene un propósito en todo lo que pasa en nuestras vidas,
podemos relajarnos en su Presencia. “En lo cual vosotros
os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas
pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho
más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se
prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y
honra cuando sea manifestado Jesucristo.”” I Pedro
1:6-7
Es posible perder el gozo de la salvación al pecar. La
evidencia está en David. Note cómo él oró: “Vuélveme el
gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente.”
Salmo 51:12 ¿Por qué perdió David el gozo de su
salvación? El salmo nos dice que fue por su pecado.
“Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo
delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en
tu palabra, y tenido puro en tu juicio.” Salmo 51:4
Pablo consideró sus pruebas como cortas y momentáneas.
Pedro las vio como poca cosa en comparación con las
glorias eternas. Así las debemos de ver nosotros.
Necesitamos tener una perspectiva eterna para tener gozo
en medio de nuestras pruebas. Si sólo estamos pensando
en mañana, el próximo año, o dentro de treinta años, no
tendremos un gozo permanente. Debemos tener una visión
eterna, fruto de estar en Su Presencia. Nuestras pruebas se
vuelven ligeras y transitorias cuando se ven a la luz de la
eternidad. Por lo tanto, podemos tener gozo viviendo en Su
Presencia. Saturándonos de ella tenemos los pensamientos
de Dios que trascienden los pensamientos naturales, y
estaremos llenos de gozo. Pero debemos tomar la decisión
de tener gozo y desear Su Presencia. Dios quiere ser real
en nuestras vidas, y entonces es cuando nos llenamos del
verdadero gozo.
En este punto me gustaría dar algunos consejos personales
que Lois y yo hemos aprendido a lo largo de 50 años de
ministerio. No se imaginan cuantas pruebas y tribulaciones
hemos tenido, y de cuantas maneras el enemigo ha
intentado sabotear nuestra visión y debilitar nuestra alegría y
fortaleza. Compartiré un ejemplo que me parece
monumental. A principios de la década de los ochenta, me
encontraba en la República Dominicana invitada como
oradora en la convención nacional, y para celebrar
cruzadas. Yo tenía un intérprete que viajó conmigo durante
meses, pero un buen día me anunció que tenía que regresar
a los Estados Unidos. Oré y le pedí a Dios que enviara otro
intérprete. El Señor dijo: “Ve, yo estoy contigo, si puedes
creer, todas las cosas son posibles para aquel que
cree.” Marcos 9: 23 Llegué a la iglesia donde estaba
teniendo una cruzada sintiéndome muy nerviosa. Traté de
comunicarme con el pastor, pero como él no hablaba inglés,
no nos entendimos. Cuando llegó el momento de predicar el
pastor me dio el micrófono, y para el asombro de todos, y
más aún de mí misma, di mi primer mensaje en español.
Pero antes de que ocurriera este milagro pasé por una
prueba, una enfermedad física severa. Me aconsejaron que
me tomara unas vacaciones y luego volviera para continuar.
Sin embargo, el Señor no me lo permitió. Él me dio gozo en
medio de mi prueba, mientras yo pasaba el día esperando
en su Presencia y en la noche predicando en la cruzada. Yo
estaba tan feliz que no me fui, sino que esperé en su
Presencia. Cuando Dios me dio la habilidad de hablar
español, me dijo que usara el vocabulario que me había
dado y que Él me daría más. Esto es exactamente lo que ha
sucedido. A través de los años, mi vocabulario ha
aumentado. En Su Presencia Dios me dio la fuerza para
quedarme y no huir, para soportar la prueba con gozo
sobrenatural, e hizo un milagro que transformaría mi
ministerio bilingüe.
Aprender a pasar por pruebas sin perder el gozo es un paso
monumental para vivir la vida cristiana victoriosa. Es por esa
razón que me estoy extendiendo un poco más sobre este
tema. Recuerde que dije, el gozo es una elección. Aprender
a reírse de uno mismo ayudará. Si usted puede reírse,
escoja el gozo. Jesús nos dio Su verdad para que Su gozo
esté en nosotros. Cuando eso sucede nuestro gozo está
completo. “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo
esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo.” Juan
15: 11 Si usted escoge el gozo, no será destruido por las
pruebas o las circunstancias en las que se encuentra. Si
elige el gozo no prestará atención a qué día de la semana
es, o a la edad que tiene, o a las noticias de las seis de la
tarde. De hecho, usted puede tener 85 años pero tiene tanto
gozo que nadie nota su edad, porque en realidad, no se
nota. Lo que se nota es su actitud positiva y victoriosa, y eso
es lo que mantiene joven. Eso no quiere decir que no nos
damos cuenta de las vicisitudes de la vida, pero no
permitimos que nos destruyan espiritualmente porque
escogemos el gozo. Podemos decidir reír porque hemos
elegido el gozo. No es que lo estamos esperando o
deseándolo, es que lo sentimos. No sé por lo que esté
pasando hoy, amigo mío, pero puedo decirle por experiencia
que es hora de reírse. En Su Presencia usted puede
aprender a elegir el gozo y ser transformado por él. Salomón
tenía toda la razón cuando dijo: “Un corazón alegre
constituye buen remedio, mas un espíritu triste seca
los huesos.” Proverbios 17:22 ¿Sabía usted que la risa
realmente funciona como una medicina para nuestro
cuerpo? Ejercita los pulmones y estimula la circulación. Aleja
nuestra mente de los problemas y le da masajes a nuestras
emociones. La risa disminuye la tensión. Cuando uno se ríe,
una especie de anestesia se libera dentro de nosotros y
bloquea el dolor al desviar nuestra atención.
Quizá usted ha oído hablar de la tremenda experiencia que
tuvo Norman Cousins. Él nos cuenta sobre la batalla que
tuvo con una enfermedad incurable, y el dolor que soportó a
medida que le colágeno de su cuerpo se iba deteriorando.
Decidió tratarse por sí mismo con alimentos saludables y
con vitaminas, y con algo más, con terapia de la risa. Se
puso a mirar videoclips de cámaras indiscretas y dibujos
animados, películas de payasos y comediantes, con el fin de
poder reírse. Se dio cuenta que si se reía por diez minutos al
día, podía estar dos horas sin dolor. Para sorpresa de su
médico, se recuperó. Esta historia nos recuerda que “El
corazón contento tiene un banquete continuo.”
Proverbios 15:15 Déjeme decirle que hay gozo en la
Presencia de Dios, y que usted puede aprender a reírse en
medio de la prueba. Si los cómicos y los payasos pudieron
hacer reír a Norman Cousins, cuanto más se desatará el
poder sanador que fluye del gozo de Su Presencia.
Es tiempo de alegrarnos en Su Presencia; los resultados
serán mayores de lo que usted piensa. Cuando usted vive
en Su Presencia, la bandera que flota sobre el castillo de su
corazón, anuncia que ahí vive el Rey. Yo puedo escoger
tener gozo a pesar de los obstáculos y problemas que
vengan sobre mí, porque sé que Dios tiene todo el control,
que Él está en medio de lo que ya pasó, de lo que me está
pasando, y de lo que pasará. Deje ya de esperar sentir algo
o a tener un impulso emocional, tome la decisión hoy de
tener gozo indescriptible lleno de gloria.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 14
EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A
HABLAR
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el
que la ama comerá de sus frutos.”
Proverbios 18:21

Cuando usted vive en Su Presencia, Dios le da sabiduría


para discernir si debe pasar por una prueba o declarar Su
Palabra sobre ella. Si el Señor le muestra que es una prueba
o una batalla que debe pelear en el Espíritu y vencerla,
entonces mire el caso de David venciendo a Goliat. David
tuvo que derrotar a Goliat antes de convertirse en rey. Tal
vez Dios le ha llamado al ministerio o le ha dado una
promesa, o ha declarado algo sobre su vida, su familia o sus
finanzas. Estoy segura de una cosa, antes de que usted sea
coronado rey en esa área, antes de que tenga tu victoria,
usted tendrás que derrotar a Goliat. El mundo dice que
necesitas verlo para creerlo, pero Dios dice que debes
creer y entonces lo verás. Usted debe hablar por fe. Usted
no puede derrotar a Goliat con la boca cerrada. David no se
enfrentó con Goliat con la boca cerrada. Él se enfrentó
profetizándole a Goliat su derrota. No esperó a ver qué
pasaría para luego dar el informe. Él estaba profetizando lo
que iba a suceder antes que sucediera. Estaba llamando a
esas cosas que no son como si lo fueran. Veamos lo que
dijo David cuando se enfrentó Goliat.
“Entonces dijo David al filisteo: Tu vienes a mí con
espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el
nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los
escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
Jehová te entregará hoy en mis manos, y yo te venceré,
y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los
filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y
toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.” I Samuel
17:45-46
La Biblia dice que cuando Goliat se acercó para encontrarse
con David, este corrió hacia la línea de batalla. No huyó de
Goliat sino que sabía el resultado de antemano, y cómo iba
a suceder. Cuando usted está en su Presencia, sabe por el
Señor cual será el resultado. Su Presencia le da la
confianza para mantenerse firme y declarar la Palabra del
Señor. ¿Qué sale de su boca cuando usted está asustado,
frustrado o decepcionado? Es tiempo de buscar Su
Presencia y tendrá el discernimiento sobre la situación, el
valor y la fe para declarar la Palabra de Dios según Su
voluntad. Procediendo desde Su Presencia, usted tendrá el
poder para derrotar a Goliat.
Conozco a una persona que fue diagnosticada con cáncer
terminal. Hizo una lista de cuarenta pasajes de las
Escrituras sobre sanidad. Durante todo el día, citaba esas
Escrituras y decía cosas tales como, “ no moriré, sino que
viviré y contaré las obras del Señor. Mi salud será
restablecida, y él me saciará de larga vida,” Salmos 118:
17. Dios la sanó gradualmente de manera sobrenatural. Esto
lo puede usted hacer también en Su Presencia. No es un
método mágico, pero debe hacerse en su Presencia.
Cuídese también de no hablar negativamente. La Palabra de
Dios dice que soy fuerte y sano y que tengo el favor de Dios
y soy bendecido.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 15
EN SU PRESENCIA ENCONTRAMOS
RESISTENCIA
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa
mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera
con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús,
para dar testimonio del evangelio de la gracia de
Dios.”
Hechos 20:24

En Su Presencia, desarrollamos nuestros músculos


espirituales y nuestra habilidad para soportar y perseverar.
Esta es la definición de resistencia en los diccionarios: El
poder de soportar o aguantar el dolor, las dificultades, etc. la
capacidad o la fuerza para continuar o seguir, sobre todo a
pesar de la fatiga, el estrés, u otras condiciones adversas.
Los atletas tienen resistencia física.
La perseverancia viene originalmente del latín perseverantia
y significa acatar algo estrictamente. Esto tiene sentido,
porque si uno sigue haciendo algo a pesar de toda la
dificultad, está siendo estricto consigo mismo. Tener una
visión más grande que nuestra habilidad para lograrla, eso
es perseverancia. Una persona perseverante cree que lo
que Dios dice es verdad, pero también confía y
voluntariamente soporta las pruebas con una actitud de
esperanza realista. No se queja constantemente con Dios
para que lo arregle todo al instante. La habilidad de
perseverar y soportar viene de Su Presencia. Pablo habló
de la perseverancia cuando dijo: “Prosigo a la meta al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús.”
Filipenses 3:14
“Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de
flujo de sangre, y había sufrido mucho de los médicos,
y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado,
antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por
detrás entre la multitud, y tocó su manto porque decía:
Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en
seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el
cuerpo que estaba sana de aquel azote.” Mark 5:25-29
Esta era una mujer con determinación que perseveró a
pesar de la ley que decía que ella estaba impura. Nadie
debía tocarla, y los que la tocasen, ellos también serían
impuros. Su religión le prohibía interactuar y mezclarse con
los demás. Ella perseveró, saltándose las leyes religiosas de
su época, exponiéndose a ser criticada y perseguida. Sabía
que si podía tocar a Jesús recibiría su milagro de sanidad.
Ella estaba dispuesta a soportar todo porque sabía lo que
quería, y puso su confianza en Jesús. Así que se metió
entre la multitud, perseveró, y esa perseverancia dio sus
frutos.
No se rinda, sigua perseverando, sea decidido y constante,
fortalézcase en Su Presencia, y esté dispuesto a soportar
dificultades y pruebas porque hay poder en Su Presencia.
“Porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, abstengáis la
promesa.” Hebreos 10:36
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 16
EN SU PRESENCIA SE DESARROLLA EL
CARACTER
“Así que, amados, puesto que tenemos tales
promesas, limpiémonos de toda contaminación de
carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios.”
II Corintios 7:1

La santidad es el carácter de Dios. A través de nuestras


pruebas y aflicciones Dios forma nuestro carácter para que
seamos vasos completos y utilizables para Su Reino. En Su
Presencia, cuando nos sentamos a sus pies, no sólo
aprendemos más acerca de quién es Dios sino que
comenzamos a ser transformados en Su semejanza. A
través de mis 50 años de ministerio he visto de primera
mano cómo el legalismo causa daño en el crecimiento del
carácter cristiano e incluso en el movimiento del Espíritu
Santo en la iglesia.
Sin entrar en un estudio profundo sobre el tema, creo que
puedo decir con claridad que la cultura no es doctrina bíblica.
Como hemos viajado a más de quince países, ciertamente,
hemos visto muchas diferentes culturas. Dentro de cada
cultura hay ciertos estilos y tradiciones típicas de cada una
de ellas, pero ninguna de ellas es una doctrina bíblica. Sin
embargo, he visto a algunas iglesias imponer reglas e
incluso requisitos para la membresía basados en el
cumplimiento de un cierto tipo de vestido y peinado. Creo en
la santidad, pero según la versión de Dios, no en la del
hombre. Un pastor puede muy bien tener un código de
vestimenta para aquellos que participan en el ministerio, y
eso es comprensible. Yo también tengo una ética de
vestimenta para los que trabajan conmigo, pero no es una
doctrina bíblica. La diferencia entre cultura y doctrina bíblica
es la siguiente. Hágase la pregunta, ¿Cambia a través de
las diferentes culturas o es estándar en todo el mundo? La
doctrina bíblica no cambia; es la predicación de la salvación,
el bautismo del Espíritu Santo, la venida del Señor, y tales
enseñanzas fundamentales de la fe cristiana. La doctrina no
cambia, la cultura, sí. Cualquier organización puede crear
una lista de requisitos para ser miembro, pero sólo Dios
puede hacernos santo. La santidad nace de nuestra relación
con Dios.
La Biblia enseña que Dios es un Dios santo. La idea detrás
del concepto de santidad es “separación.” Viene de una
palabra que significa “separar o cortar.” Dios está separado,
o cortado, todo lo que es pecaminoso y malo. Él no puede
tolerar el pecado. Juan escribió esta verdad en un lenguaje
figurativo. “Este es el mensaje que hemos oído de él, y
os anunciamos: Dios es luz, y no hay ninguna tiniebla
en él.” I Juan 1:5
Cuando pasamos tiempo en Su Presencia llegamos a ser
muy sensibles a lo que ofende al Espíritu Santo y sentimos el
deseo de complacerlo. Dios honra ese deseo y nos enseña
y nos convence de que las cosas, que muchas veces
parecen insignificantes, proceden del corazón de Dios.
Incluso a veces la más pequeña ofensa nos hará alinearnos
con lo que a Él le complace, y dejar de hacer lo que ofende
Su Espíritu. Cuando Dios me dio un encuentro fresco con su
Espíritu en el Avivamiento de Brownsville y me enseñó
acerca de la intimidad, me volví muy sensible a lo que a Él le
gustaba o le disgustaba. En mis momentos íntimos con el
Señor Él me vivificó de nuevo, y otra vez me enamoré de
Jesús y deseé complacerlo más que nunca. Dios quiere
enviarle a usted y a su iglesia una efusión de su espíritu.
Pero yo creo que hay que arrepentirse de todo lo que es
mundano y carnal en nuestras Iglesias.
Cuando consideramos la santidad y el carácter cristiano es
necesario escudriñar motivos, pensamientos, ambiciones y
deseos. Dios lo quiere todo. Cuando contemplamos el
carácter de Jesucristo y buscamos la Presencia, Dios no
sólo cambiará lo que somos y lo que hacemos, sino que nos
llevará a nuevos niveles de Gloria.
“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también
vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
I Pedro 1:15-16
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 17
EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A SER
RESPONSABLES
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres.”
Colosenses 3:23

La Biblia está llena de maravillosas y poderosas promesas.


A medida que nos llenamos de la presencia de Dios, vamos
encontrando equilibrio entre las promesas y el deber.
Debemos discernir entre la confianza inútil y la cooperación
activa. Al estar en Su Presencia, nuestro sentido de
responsabilidad aumenta. La Biblia continuamente enfatiza
que cuanto más grande sea el privilegio, mayor es la
responsabilidad. Jesús termina la enseñanza de la parábola
diciendo lo siguiente: “Mas el que sin conocerla hizo
cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a
todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandará; y al que mucho se le haya confiado, mas se
le pedirá.” Lucas 12:48 Pedro dijo: “Porque es tiempo
que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero
comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos
que no obedecen al evangelio de Dios?” I Pedro 4:17
Jesús contó varias parábolas en las cuales la
responsabilidad era el tema central. Un ejemplo es la
parábola de los talentos en Lucas 19: 11-27. Antes de salir
de viaje, un hombre confió dinero a sus siervos. A su
regreso, cada uno de ellos debía dar cuenta de lo que había
hecho con el dinero que se le había confiado. ¡A los que
doblaron la cantidad, el amo le dijo, “! ¡Bien hecho!” Pero al
que enterró el dinero lo juzgó severamente por su falta de
responsabilidad. Entre todos los autores de la Biblia, Pablo
es el que más extensivamente enfatiza el tema de la
responsabilidad. En el libro de Romanos, afirma que Dios es
justo y que Su juicio se basa en la verdad. “De manera que
cada uno de nosotros dará Dios cuenta de sí.”
La siguiente lista no está completa, pero he aquí doce
puntos para practicar la responsabilidad como ética laboral,
por Josh Etter:
1. Crea que cualquier trabajo legítimo según Dios, puede ser
santo, o no serlo, de acuerdo a nuestra fe, y no a la clase
del trabajo en sí. “Pero el que duda sobre lo que come,
es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que
no proviene de fe, es pecado.”Romanos 14:23
2. Sea justo y honesto en todo lo concerniente al dinero. “El
peso falso es abominación a Jehová; mas la pesa cabal
le agrada.” Proverbios 11:1 3. Dependa de Dios en oración
y no se apoye en su propia prudencia. “Orad sin cesar.” I
Tesalonicenses 4:17. “Si Jehová no edificare la casa, en
vano trabajan los que edifican; Si Jehová no guardare la
ciudad, en vano vela la guarda.” Proverbios 127:1
4. Utilice lo que gana para diezmar y bendecir a los demás.
“Porque si alguno no provee para los suyos, y
mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es
peor que un incrédulo.” I Timoteo 5:8 “El que hurtaba,
no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga que compartir con el
que padece necesidad.” Efesios 4:28
5. Crezca de acuerdo a sus propias habilidades; trabaje
duramente y aspire a la excelencia. “¿Has visto hombre
solicito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no
estará delante de los de baja condición.” Proverbios
22:29 “En toda labor hay fruto: mas las vanas palabras
de los labios empobrecen.” Proverbios 14:23 “Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiques a vuestro
Padre que está en los cielos.” Mateo 5:16
6. Sea un ejemplo de cómo amar al prójimo, en la manera de
actuar con sus colegas. “Todas vuestras cosas sean
hechas con amor.” I Corintios 16:14
7. Planifique, y sinceramente considere las
responsabilidades para el futuro diciendo siempre, “si Dios
quiere.” “Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus
campos, y después edificaras tu casa.” Proverbios 24:27
“! Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a
tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y
ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.
¿Porque que es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el
Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”
Santiago 4:13-15
8. Hable del evangelio con sus colegas. “Así que somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase
por medio de nosotros; os rogamos en nombre de
Cristo: Reconciliaos con Dios.” II Corintios 5:20
9. Trabaje como para el Señor y no para los hombres. “Y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el
Señor, y no para los hombres; sabiendo que del Señor
recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo
el Señor servís.” Colosenses 3:23 y 24 “Criados, estad
sujetos con todo respeto a vuestros amos; no
solamente a los buenos y afables, sino también a los
difíciles de soportara Pedro 2:18
10. Enfóquese en el trabajo que le ha sido asignado. “El
que labra su tierra se saciara de pan; mas el que sigue a
los ociosos se llenara de pobreza.” Proverbios 28:19
11. Hable palabras de gracia. “Ninguna palabra
corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes.” Efesios 5:18
12. Repósese en que usted ha sido justificado por fe en
Cristo solamente. “Sabiendo que el hombre no es
justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en
Jesucristo y no por las obras de la ley, por cuanto por
las obras de la ley nadie será justificado.” Gálatas 2:16
Dios nunca pretendió que Su ayuda en nuestras situaciones
de la vida nos hiciera ociosos. “Fíate de Jehová de todo
tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus
veredas.” Proverbios 3:5-6
Existe el peligro de que hagamos mal uso de las promesas
de Dios. La promesa de Proverbios 3, Dios no nos la da
para que dejemos de ser responsables, y lo que Él nos
garantiza no es para que nos volvamos ociosos. No se
olvide que hay trabajo que hacer, y las promesas de Dios
deben ser entendidas a la luz de la responsabilidad personal.
Cuando ore para que Dios supla la necesidad financiera de
una persona, esté usted dispuesto a que Dios lo use para
suplir esa necesidad, no se conforme con darle un versículo.
En Su Presencia, usted descubrirá cómo ser más
responsable en el trabajo, en el ministerio y en el manejo de
las finanzas. Recuerde Dios requiere excelencia, y con
cualquier cosa que hagamos mostraremos quién es Dios.
No debemos confiar en Dios por lo que Él espera que
hagamos.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 18
EN SU PRESENCIA DIOS NOS UNGE
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha
ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha
enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a
poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año
agradable del Señor.”
Lucas 4:18-19

Es la unción de Dios la que hace la diferencia en nuestras


vidas. Así que ahora mi enfoque es buscarlo a Él, la
Persona y la Presencia del Espíritu Santo. El resultado que
he tenido buscando diligentemente Su Presencia y
enfocándome en tener un ministerio basado ella, después
del derramamiento del Espíritu Santo en el Avivamiento de
Brownsville, ha sido increíble en mi vida. Después de Dios
renovar y hacerme entender lo que era tener intimidad con el
Espíritu Santo, mis ojos se abrieron sobre cada área de mi
vida, incluyendo mi punto de vista teológico sobre el Espíritu
Santo. Yo tenía mucho conocimiento en mi cabeza después
de terminar un doctorado en teología, además de tener otros
títulos, y pensaba que yo estaba adecuadamente preparada
para ejercer mi ministerio. Pero las horas que pasé en Su
Presencia, conociéndolo más, siendo llena del Espíritu
Santo, fueron más efectivas que todos los volúmenes de
libros de texto. En lugar de buscar metodología para tener un
ministerio con éxito, encontré un manantial fluyendo de mi
interior al ministrar, y eso fue la consecuencia de un nuevo
encuentro con el Espíritu Santo. Siempre estaré agradecida
al Avivamiento de Brownsville por la trasformación que trajo
a mi vida y a mi ministerio.
Es la unción de Dios la que hace la diferencia en la vida de
una persona y en su ministerio. Cada uno de nosotros
necesitamos desesperadamente Su unción para cada clase
de trabajo que hacemos y para cada tipo de ministerio. Usar
palabras elocuentes y ser un conferenciante cabal con un
vocabulario extenso, no es suficiente. Todo lo que no sea un
trabajo ungido por Dios, es un trabajo de la carne, y no
obtendrá resultados que convenzan y trasformen vidas. Las
obras de la carne nunca serán aprobadas por Dios, ni
tendrán un resultado eterno. Debemos tener como meta
perseguir Su Presencia y permitirle que fluya a través de
nosotros y nos permita no solamente ministrar sino andar
bajo esa unción.
Después de Dios derramar una nueva unción sobre mi
ministerio, descubrí que Su unción seguía presente hasta
cuando visitaba la casa de alguien. Una vez me invitaron a
cenar a una casa, y yo compartí con la familia mi amor por
Su Presencia. Unas semanas después, el hijo de esa pareja
vino a verme para preguntarme que cuando yo iba a
regresar a su casa, porque la Presencia de Dios siguió
sintiéndose en su hogar varios días después de mi partida.
Humildemente al instante le di toda la Gloria a Dios. También
realicé que la unción de la Presencia del Espíritu Santo iba
conmigo a todos sitios, y que el Señor deseaba usar mi vida.
¡Oh, que privilegio!
“I cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se
apartó de el por un tiempo. Y Jesús volvió en el poder
del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la
tierra de alrededor. Y ensenaba en las sinagogas de
ellos, y era glorificado en todo.” Lucas 4:13-15 Después
de las pruebas, después de todas las tentaciones y demás,
Jesús regreso lleno de Dios, revestido del Espíritu Santo, y
listo para la lucha.
Dios me estaba enseñando a morar en el Espíritu. La unción
seguía presente a donde quiera que fuera y cuando tenía
que hablar. Hay algo que logra cumplir los propósitos de
Dios, y eso es morar en el Espíritu. Parte de morar en el
Espíritu es permitirle a Dios formar nuestro carácter a
través de las pruebas. Una unción aún mayor cayó sobre mi
ministerio cuando sobreviví y vencí al espíritu de Jezabel
que se levantó sobre mi cuando estaba construyendo la
escuela en Chamelco, Guatemala. Fue tanto el acoso, la
agravación y el tormento que pensé dejarlo todo. Me puse a
orar y Dios me dijo: “Tu no vas a huir del espíritu de
Jezabel, simplemente haz lo que te he mandado hacer,
permanece en mí y yo cuidare de ti.” En unos cuantos
años, Dios derribó el espíritu de Jezabel y con él a todos los
que lo habían apoyado. Dios afirmó mi ministerio, me
perfeccionó y me fortaleció, me enseñó muchas cosas y me
dio una unción mayor. Aprendí que no puedo depender de
mis sentimientos, y que no debo comprometer la unción que
hay sobre mi vida.
Dios tiene un proceso para entrenarnos, y aunque la carne
se resista y le desagrade salir de la zona confortable, esa
es la manera que Dios tiene para quebrarnos. Uno no puede
vivir en la profundidad del Espíritu sin antes haber sido
quebrado. En cincuenta años de ministerio he aprendido
más sobre el ser quebrada que en todos los libros de texto.
Le doy gracias a Dios por tener una sólida base teológica,
porque eso me ha guardado de todas esas novedades extra
bíblicas que andan por ahí. Pero le doy gracias a Dios por
quebrarme una y otra vez. En la profundidad de ese
quebrantamiento, le he podido dar más espacio a Dios para
llenarme con Su Presencia. Dios no puede llenar a alguien
que ya está lleno de sí mismo.
Cuando comencé como ministro joven, yo quería estar con
mis colegas y aprender sobre los métodos que ellos usaban
para tener éxito. Después que Dios me renovó con Su
Santo Espíritu, lo único que yo quería era estar con el
Señor, mantenerme en Su Presencia y aprender más de Él.
Me sumergí más profundamente, hambrienta de Su
Presencia. “Yo he venido para que tengan vida, y vida en
abundancia,” Juan 10:10b No le pida a Dios una mayor
unción, pídale más de Su Presencia, más de Él, y un
corazón quebrado a causa de las cosas que le quiebran el
corazón a Dios. La unción fluirá proporcionalmente a como
nos saturaremos de Su Presencia, y por nuestro deseo de
ser quebrados.
No trate de copiar el estilo ministerial de otra persona
porque usted ve la unción que tiene. ¡Eso no va a funcionar!
Yo descubrí, durante el proceso para desarrollar una
filosofía ministerial, que puedo ser mejor que otro siendo
única, pero llena de Su Presencia, y no fallar. Hay
demasiadas personas copiando por ahí. Usted permítale a
Dios usar esa personalidad única que se ha formado en Su
Presencia, aunque eso signifique ser diferente. Ser eficaz y
ver como las vidas son impactadas por el fuego de la
Presencia de Dios, es mucho más importante. También,
esté preparado para pagar el precio cuando usted predique
sobre avivamiento en una iglesia que esté dormida. Ese no
es un mensaje muy popular, pero es el mensaje que la
iglesia necesita en esta hora. Después que el Señor me
renovó con Su Santo Espíritu, mi mensaje cambió, y
comencé a proclamar todo lo que el Señor me había
enseñado sobre la intimidad con Él. Ahora yo estaba
convencida que lo que la iglesia necesitaba en este tiempo
era la manifestación de la Presencia de Dios.
“Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los
sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el
espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y se quién es
Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en
quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y
dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que
huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” Hechos
19:14-16
Evite imitar o copiar a alguien que tenga un ministerio
ungido. Dios obra con el original, no con copias o
imitaciones. Los siete hijos de Esceva pensaron que la
unción era un método. Pensaron que si tenían el nombre y la
postura correcta, el demonio huiría. Desafortunadamente
para ellos, el demonio conocía la diferencia entre una
formula religiosa y la autoridad genuina. Ellos habían oído
hablar de los maravillosos milagros que acompañaban el
ministerio de Pablo, así que ellos querían participar en la
novedad. Quizá ellos pensaron que el ser hijos de un
prominente sacerdote les daría poder en el ámbito espiritual.
¡Se equivocaron! Ellos sabían cuales palabras debían usar,
e inclusive invocaron el nombre de Jesús, pero sin el poder.
No pudieron vencer al espíritu malo, así que fueron
salvajemente atacados.
Algunos ministros han sido asignados a ciertas posiciones
por sus organizaciones sin haber considerado si tenían
unción en sus vidas y en su ministerio. En muchos casos se
trata de movidas políticas para complacer al hombre y no a
Dios. La autoridad espiritual y la unción fluyen de la vida y
del ministerio de una persona, únicamente cuando Dios es
el que la ha colocado en dicha posición.
Desafortunadamente, hay pastores y ministros que tratan de
hacer el bien sin los medios. Un fuego pintado en un cuadro
no produce calor. Un hombre hambriento no necesita una
fotografía de un buen plato de comida, necesita algo real.
Gente quebrada, trasformada en vasos por la mano del
Espíritu Santo, son los mejores candidatos para recibir una
unión sobrenatural. Uno puede falsificar la unión por un
momento, pero será descubierto. Una formula muy bien
ensayada tiene una duración limitada. Así que seamos
valientes, sometámonos al quebrantamiento, y no
comprometamos nuestra relación con Dios empuñando Su
autoridad como los hijos de Esceva. Uno consigue la
autoridad únicamente en la intimidad con Dios. El nivel de
autoridad depende del nivel de intimidad. No caiga usted en
la trampa de tener una mentalidad de “por obras” cuando en
realidad puede conseguir una unión mayor en Su Presencia,
en la intimidad con Dios.
Después que el Señor me transformó completamente y me
dio una unción fresca del Espíritu Santo, dejé de orar para
recibir la unción y me dediqué a buscar Su Presencia, y así
fue que tuve una mayor unción. Al Dios darme una mayor
unción, el resultado fue que hubo milagros y vidas
transformadas. Dios mandó un avivamiento en Guatemala
donde estoy trabajando. Repito, yo encontré todo lo que
necesitaba para tener un ministerio fructífero y productivo en
Su Presencia.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 19
EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A
AGRADAR EL
SEÑOR SOBRE TODAS LAS COSAS
“Porque el que me envió, conmigo está; no me ha
dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le
agrada.”
Juan 8:29

En Su Presencia, aprendemos a amar al Señor y a


complacerlo. Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente.” Mateo 22:37 Experimentamos nuestra mayor
victoria cuando agradamos al Señor. Dios no está
impresionado con las cosas que el mundo admira, pero mira
la fuerza del amor que tenemos por Él. “No se deleita en la
fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del
hombre. Se complace Jehová en los que le temen, y en
los que esperan en su misericordia.” Salmo 147:10 y 11
El buscar a agradar a la gente a toda costa, se convierte en
pecado. Aparentemente, no hay nada malo cuando se quiere
ganar el favor de otras personas. De hecho, esto es
deseable para que podamos tener buenas relaciones con
ellas. Cuando se trata de la ley divina del amor, se nos
manda amar a los demás y poner su bienestar por encima
de nosotros mismos. Esto debe ser una preocupación
continua. Parte de amar a los demás es complacerlos. Sin
embargo, no está bien pensar que cuando tenemos a todo el
mundo contento, tenemos éxito. Cuando usted complace a
los demás, incluso en contra de su propia voluntad y de la
voluntad de Dios, hay una posibilidad de que usted termine
odiando a esas personas que usted quiere complacer en
lugar de amarlas. Nuestra prioridad principal debe ser
agradar a Dios en lugar del hombre. Agradar a Dios es
obligatorio; complacer a otras personas es opcional. Si
agradar a la gente nos lleva a dejar de honrar a Dios, nos
convertimos en complacientes. “Es necesario obedecer a
Dios ante que a los hombres.” Hechos 5:29
Señales de una vida que agrada a Dios, por Richard
Baxter
Veamos, pues, si es cierto que vivimos con la aprobación de
Dios, cosa que debe ser nuestra prioridad. Los que tratan
de agradar a Dios
1. Son muy cuidadosos escudriñando las Escrituras
para discernir lo que agrada y desagrada a Dios.
2. Son más cuidadosos en el cumplimiento de sus
obligaciones tratando de agradar a Dios en lugar de a
los hombres.
3. Miran sus corazones, y no sólo sus acciones; las
motivaciones, los pensamientos y la intensidad de lo
que sienten adentro.
4. Miran a los motivos secretos, así como a los
públicos, y a lo que los hombres no ven, así como a lo
que ellos ven.
5. Prestan, con reverencia, atención a la conciencia, y
todo lo relacionado con ella. Cuando la conciencia les
dice que algo le ha desagradado a Dios, sienten
inquietud. De la misma manera, cuando tienen la
aprobación de Dios, sienten tranquilidad.
6. En cuanto a agradar a los hombres, será únicamente
con motivo s caritativos y para hacer el bien y agradar a
Dios. No lo hacen por orgullo o ambición para recibir
honra de los hombres, o con motivos impíos que
desagradan a Dios.
7. No le dan importancia a si la gente está complacida o
disgustada, si los hombres los juzgan o cómo hablan
mal de ellos. Consideran todo esto como algo menor en
comparación con el juicio de Dios. Uno no vive con esa
gente. Uno puede soportar descontento, censura, y
reproche, si Dios está complacido. Esto es para ellos
una evidencia de que están agradando a Dios.
Jesús nos ordena a hacer que otros vean la gloria de Dios a
través de nuestras acciones. Esto no significa que debemos
buscar reconocimiento para nosotros mismos, o reclamar
nuestros quince minutos de fama, sino que debemos
aprovechar las relaciones y las oportunidades que Dios nos
da - especialmente en lo aparentemente mundano – de tal
manera de dar gloria a Dios. Debemos tratar de cultivar
nuevas relaciones y oportunidades para que otros puedan
“ver nuestras buenas obras y dar gloria al Padre que
está en el cielo.” Mateo 5:16 “Pues, ¿busco ahora el
favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar
a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres,
no sería siervo de Cristo.” Gálatas 1:10
Cuando Dios comenzó a usarme, con una fuerte unción,
después de mi reciente encuentro con el Espíritu Santo, Él
me habló y me mandó a darle toda la gloria a Él después de
cada servicio donde el Señor me había usado
poderosamente. Estuve rodeada de ministros influyentes, y
el Señor me mostró que no debía sentirme avergonzada o
incluso tímida por ser influyente, pero que siempre me
enfocara en glorificar a Cristo y darle la gloria cuando
compartía con ellos acerca de lo que Dios había hecho en
mi vida. En Su Presencia, aprendí a disfrutar de su
bendición, pero siempre mostrando el valor de Dios en
Cristo, y no el mío. Dios me dijo que me estaba bendiciendo,
pero que estaba observando cómo yo reaccionaba con esa
bendición.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 20
EN SU PRESENCIA HAY LIBERACIÓN
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;
yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia.”
Juan 10:10

Un día mientras caminaba a casa desde la escuela, la


batalla dentro de mí me llevó completamente a un túnel de
oscuridad y desesperación.
En ese día las voces comenzaron a decirme que me hiciera
daño físicamente. Al principio pensé que era una locura.
Traté de sacar esos pensamientos de mi mente Me
convencí de que era una idea absurda y ridícula, pero la voz
siguió hablando y se convirtió en algo que no podía
simplemente ignorar y olvidar, así que accedí. Cuando llegué
a casa ese día me sentí obligada por esta voz a ir a la caja
de costura de mi madre, tomé una aguja de coser y me la
tragué. Ese fue el comienzo de siete largos años de
esclavitud debido a la voz satánica. Como dice la Biblia “a
quien te entregues, ese se convierta en tu amo.” Ese fue
también el día en que entré en un túnel interminable de
oscuridad y desesperación.
Después de tragar la aguja de coser me enfrenté con las
consecuencias de tener que decírselo a mi madre y buscar
ayuda médica. Las preguntas comenzaron a dar vueltas en
mi mente. ¿Qué iba a dar como una excusa? Seguramente
nadie iba a creerme cuando les dijera que una voz me
ordenó que lo hiciera. Después de todo yo era una joven
muy inteligente que siempre obtenía honores en la escuela.
No podía entender mi comportamiento por mí misma, así
que, ¿cómo iba a esperar que alguien más lo entendiera?
Empecé a llenarme de miedo y ansiedad.
Le dije a mi madre que me había tragado una aguja de
coser, así que me llevaron a la sala de emergencias donde
me sacaron placas de rayos X, pero no pudieron encontrar
la aguja. Me operaron y me pusieron en cuidados intensivos.
Cuando me recuperé de la cirugía volví a escuchar esa voz.
Tomé una aguja grande y me la tragué. El médico estaba
muy molesto conmigo, advirtió a mis padres que iba a dejar
el caso y que tendrían que buscar otro médico. Mis padres
tuvieron que firmar para que otro médico me llevara de
vuelta a la cirugía y tratara de encontrar la aguja. No
pudieron encontrarla, así que la dejaron dentro de mi cuerpo.
Me llevaron a la sala de psiquiatría del hospital donde
comenzaron el tratamiento psicológico de mi mente para
entender por qué estaba haciendo estas cosas. Les
expliqué a los doctores que me sentía como si alguien más
estuviera dentro de mí controlando mis acciones. Yo no
quería hacer los actos de auto-destrucción, pero no podía
resistir este poder que me obligaba a hacerlos. Esta voz
trajo primero ansiedad a mi corazón, luego una sensación
de impotencia que me mantuvo atada durante siete largos
años, de los doce a los diecinueve. La luz se hizo más y
más tenue en este túnel de derrota y de desesperación.
El primer tratamiento en la lista del psiquiatra fue una terapia
de choques eléctricos. Me mantenían en la sala de
enfermos mentales, y tres veces a la semana me llevaban a
una habitación caminando descalza por los pasillos. Me
sentía como si me llevaran a la silla eléctrica. Fue una
experiencia muy espantosa ya que disparaban electricidad a
mi cerebro, produciendo convulsiones. Aunque me tenían
sedada y aturdida, yo podía ver las chispas eléctricas en la
habitación. Fueron un total de dieciocho tratamientos que no
resolvieron el problema sino que me llenaron de miedo y
ansiedad. Durante muchos años, después de estos
tratamientos, tuve mucho miedo de los rayos. Se suponía
que los choques eléctricos iban a bloquear los malos
recuerdos que, según los médicos, eran los causantes de mi
comportamiento. La verdad es que no se puede eliminar al
diablo con descargas eléctricas. Gracias a Dios hay Alguien
que “para ese propósito se manifestó para destruir las
obras del diablo.” I Juan 3:8 Los únicos recuerdos que
pudieron bloquear fueron algunos buenos. Empecé a tener
pesadillas terribles que me atormentaban mucho por la
noche, visiones de hombres en capas negras al pie de mi
cama advirtiéndome que no viviría por mucho tiempo.
Me llevaban regularmente al psiquiatra para la terapia sólo
para que me hicieran las mismas preguntas repetidamente.
“¿Por qué te haces estos daños a ti misma?” Yo le
contestaba una y otra vez que yo no quería hacerlo, sino
que me controlaba alguien dentro de mí, pero nadie me
creía. Trataron de convencerme que si continuaba con este
comportamiento probablemente me suicidaría. Así que la
terapia de psiquiatría fue para mí como un largo viaje por un
callejón sin salida. Recuerdo que en una de las terapias, el
psiquiatra sugirió que me convierta en alcohólica en lugar de
hacerme daño a mí misma. Mi respuesta fue: “Si tuviera la
capacidad de cambiar mi vida escogería otra cosa y no el
alcohol.” Obviamente, ellos estaban tratando de encontrar
una solución natural para un problema espiritual. Eso es lo
mejor que el hombre puede hacer, ofrecer una esclavitud
menor, pero Dios trae la libertad a través de Jesucristo.
“Por tanto, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres.” Juan 8:36
Parecía que apenas me recuperaba de un incidente, volvía a
intentarlo otra vez. Un día me eché trementina en el ojo
derecho. Mi ojo estaba tan herido que tuvieron que llevarme
a un hospital especializado para los ojos, ubicado en
Pennsylvania. Tuve la suerte de no perder la vista en ese
ojo. Después de verter la trementina en el ojo, yo mantuve lo
irritado y lesionado frotándolo con objetos, así que estaba
enrojecido todo el tiempo. Estaban haciendo una
construcción detrás de mi casa, así que una noche me tiré
desde una plataforma y me lastimé la pierna. Otra vez me
tiré por las escaleras. Un día, siguiendo lo que me decía la
voz, tomé un cuchillo eléctrico y traté de cortarme la mano.
Tuvieron que darme puntos, y tuve la suerte de no dañar
permanentemente mi mano, ya que los ligamentos y los
músculos estaban lesionados. En otra ocasión, bebí una
botella de alcohol y me quemó el estómago. Poco después
me tragué treinta aspirinas. Gracias a Dios que me
recuperé. Dios fue misericordioso conmigo. Sin embargo, yo
seguía verdaderamente esclavizada por la voz que oía y por
el poder dentro de mí que quería destruirme.
Me tragué objetos metálicos, tapas, latas de refrescos,
tuercas, tornillos, clavos, alfileres, imperdibles. El médico les
dijo a mis padres un día que lo único que faltaba tragarme
era el fregadero de la cocina. Un día, al escuchar la voz,
tomé dieciocho hojas de afeitar, las partí por la mitad y me
las tragué. Cuando el médico me examinó, dijo que los
pedazos estaban dispersos a través de todo mi sistema
digestivo y que no consideraba operarme porque podía ser
fatal. Fue un milagro que todas las hojas de afeitar pasaron
por mi sistema de forma natural. Los doctores dijeron que
tuve mucha suerte de que las hojas de afeitar pasaran por
mi sistema sin lastimarme. Pero yo sé que fue la mano de
Dios. Este fue sólo uno de los muchos milagros que me
mantuvieron viva para cumplir con el llamado de Dios en mi
vida.
Un domingo por la tarde mi padre me dijo que subiera al
auto, que íbamos a salir. Pensé que tal vez íbamos a dar un
paseo por el campo. Cuando llegamos a un edificio muy
viejo, grande, rodeado de otros edificios y protegido por
altas puertas y cercas intimidatorias, supe que no
estábamos dando un paseo por el campo. Me llevaron al
consultorio de un médico y me dijeron que me iban a
examinar. Me ordenaron que me quitara toda la ropa, y luego
me sometieron a un vergonzoso y degradante examen muy
poco profesional. Parecía como si yo hubiese cometido un
crimen y mereciera ser castigada. Palabras de muerte y
destrucción, dirigidas a mí en este hospital y por otros
psiquiatras también, plantaron muchas semillas de
destrucción en mi vida. Al final de seis semanas, los
doctores tuvieron una reunión conmigo y con mis padres, y
llegaron a la conclusión de que no había nada que pudieran
hacer por mí; no dieron esperanza. Les sugirieron a mis
padres que me encerraran permanentemente porque de otra
manera terminaría suicidándome.
Según lo que dijeron los hombres, no tenía esperanza, pero
Dios tenía planes para prosperarme y no dañarme y darme
esperanza y un futuro, tal como dice Jeremías 29: 11. Ellos
se dieron por vencidos; pero Dios nunca se da por vencido
con nosotros.
Durante los siguientes años comencé a hacerme daño en
mi pierna derecha, lo que finalmente resultó en la
destrucción del funcionamiento de la articulación de la rodilla
derecha. Cuando oía la voz, tomaba una aguja de coser y la
clavaba en la articulación de la rodilla. Luego caminaba con
mi rodilla lastimándome, y cada día empeoraba más.
Finalmente, se lo dije a alguien porque sabía que necesitaba
ayuda médica. Solía contarle lo que hacía a mi madre o a
una amiga. Cuando me examinaron en la unidad de cuidados
intensivos, me dijeron que necesitaba que me examinara un
especialista ortopeda para que me operara y me quitara la
aguja. Este fue el comienzo de una larga temporada
haciéndome daño en la rodilla de la pierna derecha hasta
que afectó toda la pierna.
Cuando el ortopeda revisó las placas, nos informó que la
aguja estaba colocada en el lugar donde causaría el mayor
daño. Después de varios años haciéndome yo misma daño,
el médico dijo que las agujas no podrían haber sido
colocadas con mayor precisión, casi como si un experto
cirujano las hubiera colocado en el preciso lugar donde
causarían mayor daño. Seguramente el enemigo conocía el
lugar preciso de máxima destrucción para mi pierna. Aunque
el diablo causó estos actos con una precisión diabólica, el
plan y los propósitos de Dios son aún más precisos ya que
Dios no permitió que el diablo me destruyera. Dios
ciertamente tenía un plan para mi vida. Ya me había
marcado para sus divinos propósitos. Dios fue
verdaderamente misericordioso conmigo. Muchas personas
se refieren a mi testimonio como “el testimonio de las
agujas”, pero yo me apresuro a decirles que es
verdaderamente “el testimonio de la misericordia de Dios.”
Para ese entonces, yo ya había caído en una rutina. Me
clavaba una aguja en la rodilla, el cirujano la extraía, y luego
me enyesaba la pierna. Así fue que me operaron unas doce
o quince veces, con un total de diecisiete procedimientos
quirúrgicos en la rodilla y en la pierna, unas veinticuatro
intervenciones médicas entre lo que me tragaba y las
lesiones en la pierna. Tuve infecciones graves, fiebres muy
altas, y varias veces estuve a punto de perder la vida.
Desarrollé una enfermedad de los huesos llamada
osteomielitis, y a causa de ella, fue necesario operarme
varias veces para hacer el drenaje de la articulación de la
rodilla debido a la gravedad de las infecciones. Así que cada
vez era más difícil soportar el dolor.
Una vez, después de ser operada y con la pierna enyesada
como de costumbre, volví a oír la voz diciéndome que
abriera un hueco en el yeso y metiera material sucio del
colchón en la herida. Mi pierna se hinchó y se infectó aún
más. El médico se enojó muchísimo conmigo. En otras
ocasiones, abría la incisión y metía tierra o cualquier
material sucio en ella empeorando la infección. Muchas
veces tuvieron que operarme para limpiar la herida de toda
la basura, y drenar el líquido producido por las infecciones. A
causa de todo esto, pasé mucho tiempo en el hospital
tomando antibióticos intravenosos. Los médicos les decían
a mis padres que yo perdería la pierna si seguía así, pero
Dios fue misericordioso conmigo.
Más de una vez, los médicos pensaron que la amputación
era inminente, pero Dios preservó mi pierna y fue
verdaderamente misericordioso conmigo. Hubo médicos
que se negaron atenderme y a operarme, un doctor, en el
centro Médico de Monmouth, me prometió que me atendería
hasta el día en que yo dejara de hacer lo que hacía. Él tenía
esperanza de que todo terminara bien.
Mi cuerpo se desgastaba lentamente. El sistema
inmunológico apenas podía mantenerse al día con las
mutilaciones constantes y el envenenamiento que estaba
impactando mi sistema. Los médicos incluso sentían que mi
sistema se estaba volviendo inmune a los antibióticos. Como
si mi agonía personal, emocional y física no fuera lo
suficientemente severa, los médicos y enfermeras se reían
a mis espaldas diciendo, “¿quieren ver a la chica loca que
traga agujas?” Yo me sentía tan avergonzada. Me convertí
en el hazmerreír del hospital. Me sentí como si estuviera en
exhibición en el zoológico o en el circo del diablo. Sin
embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que supiera
que era plenamente aceptada por Dios, y pasaría del reino
de las tinieblas al reino de Su querido Hijo Jesús.
Nosotros tenemos un Sumo Sacerdote que sufrió nuestras
penas y nuestras debilidades, pero sin pecar. Jesús
experimentó el rechazo en el Calvario cuando fue rechazado
por los hombres, y supo lo que es sufrir. Los hombres se
burlaron de Él en la Cruz. Él puede consolarnos cuando
estamos en todas nuestras pruebas. La expiación en el
Calvario es suficiente para restaurar cada aspecto de
nuestra vida. Yo soy la prueba viviente del poder del
Salvador resucitado.
Después de una larga estadía en el hospital, con múltiples
infecciones, y de estar durante un mes con antibióticos por
vía intravenosa, me enviaron a casa una vez más con un
yeso grande en la pierna, con un agujero para que el médico
pudiera tratar la herida. Al tener que andar con muletas, me
sentí extremadamente deprimida pensando que ya no había
ninguna esperanza para mí. El psicólogo seguía intentando
convencerme para que dejara de hacerme daño. Yo repetía
una y otra vez que no deseaba hacer estas cosas, pero
sentía que me controlaba un poder dentro de mí. Me
recomendó que ampliara mi vida social y me consiguiera un
novio. Mi repuesta fue: “Ahora no, ya tengo bastante con
todo este enredo de problemas y enfermedades.”
Un día, la voz me mandó bajar al sótano, tomar unos calvos
y clavarlos en la incisión que tenía en la pierna, ya
gravemente herida. Seguí la orden, y no supe más hasta que
desperté del desmayo. Anduve así por varios días porque ya
no soportar ni las burlas ni las preguntas. A causa de dolor
volví a desmayarme así que mi madre se dio cuenta que me
estaba pasando algo y me llevó de nuevo al hospital. El
pronóstico que dieron los médicos fue que probablemente
perdería mi pierna. Me llevaron a la sala de operaciones
para extraer los pedazos de clavos y cortar el pedazo de
hueso donde los clavé. Fue una larga operación. Me
desperté con mucho miedo, pero, para mi sorpresa, la
pierna estaba ahí. De nuevo, Dios había sido bueno y
misericordioso conmigo.
A través de los años mi pierna fue deteriorándose. La
articulación de la rodilla se debilitó hasta que se volvió inútil y
no hubo más remedio que eliminar la articulación de la
rodilla. Por esa razón tengo que usar un zapato especial, ya
que esa pierna tiene dos pulgadas menos que la otra. Los
médicos me quitaron la articulación de la rodilla y fusionaron
los dos huesos de pierna. Después de esta cirugía, tuve que
aprender a caminar de nuevo. Poco sabía yo que lo que me
estaba sucediendo físicamente, más tarde me sucedería
espiritualmente porque Dios me iba a enseñar cómo
caminar con Él.
Aún llevo cinco agujas en mi cuerpo porque no pudieron
sacarlas. La gente dice que las agujas pueden viajar por
todo el cuerpo. Mi respuesta es que mis agujas no pueden
viajar porque ni tienen pasaporte ni visa. En otras palabras,
Dios tiene su mano poderosa sobre mi vida. Las agujas no
se han movido del lugar, y no me han causado ningún
problema. “Entonces invoqué el nombre de Jehová,
diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma. Clemente es
Jehová, y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios.
Jehová guarda a los sencillos; estaba yo postrado, y me
salvo.” Salmo 116:4-6
La ventana de la cocina de nuestra casa estaba frente a la
de la vecina, así que yo la podía oír cantando, orando y
alabando a Dios. Cuando predico, me gusta recordarles a
las personas que no se avergüencen de levantar sus voces
donde quiera que estén, y que den alabanza y gloria a Dios.
¡Hay poder en la alabanza! Muchas veces, cuando estoy en
las tiendas estoy adorando, cantando o hablando en
lenguas, y si hubiese algún cristiano cerca, dirá amén y se
unirá conmigo. En muchas ocasiones, esto puede abrir la
puerta para predicarle a alguien. La alabanza prepara el
ambiente para un testimonio poderoso. Nuestra adoración
pública es un testimonio de nuestro amor por el Señor.
Daba la impresión que mi vecina siempre estaba orando y
alabando a Dios. Yo le decía a mi mamá que escuchase a
nuestra vecina loca. ¡Qué audacia la mía al llamar loca a
esta querida intercesora! Mi comportamiento sí que se
podría caracterizarse como el un apersona loca. Cierto es
que la verdad de Dios el mundo la considera como locura.
“Todas las cosas son puras para los puros, mas para
los corrompidos e incrédulos nada le es puro; pues
hasta su mente y su conciencia están corrompidas.”
Tito 1:15 El Señor colocó esa mujer de Dios en mi patio para
llevar a cabo la asignación divina de orar e interceder por mi
liberación. Dios ya había hablado con ella, y esto da
testimonio de las palabras en Jeremías 1: 5. “Antes que te
formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses
te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
Llegó el día en que mi vecina me llevaría a una reunión en un
hogar. Ella me iba a dejar en esa casa ya que era una
reunión de juventud. Me sentía un poco incómoda, pero
seguí repitiéndome a mí misma que eso no era nada en
comparación con la desesperación y la desilusión que sentía
a diario. Yo no tenía ni idea de que me estaba llevando a una
cita divina que cambiaría mi vida y mi mundo para siempre.
Fue la primera de muchas otras que vendrían después, a
medida que pasara el tiempo y el Espíritu Santo comenzara
a obrar intensamente en mi corazón. Desde en principio
entendí que mi calendario tenía que ajustarse al calendario
divino. Ahora buscaría y le daría la bienvenida a las citas
divinas. Eso no significaba que el horario en mi calendario
no fuera agradable a Dios, sólo significaba que Dios
interrumpiría mi horario. Cuando Dios interrumpe el horario
es porque algo grande va a pasar. A partir de ese momento
comencé a esperar las divinas interrupciones y citas de
Dios en mi vida. Cuando Dios interrumpe, lo ordinario se
vuelve sobrenatural. Fue obvio que esa reunión fue como un
rayo de esperanza que me llevaría a un viaje de lo natural a
lo sobrenatural.
No tenía idea de lo que podía esperar en esta reunión; sabía
que sería de naturaleza religiosa, pero no sabía nada más
sobre lo que podía pasar. Toda mi experiencia anterior con
la religión había sido en las iglesias metodistas y
episcopales. Sin embargo, desde el momento en que entré
en la sala de estar, noté que mi “cita divina” era con una
persona y no con un programa o cualquier otra cosa de lo
que yo conocía en el mundo religioso. En esta reunión,
conocí a mi Rayo de Esperanza. Ella era una maestra de la
Biblia que se convirtió en mi mentora y madre espiritual,
Nancy Stein. Con sólo verla leyendo el libro sobre Nicky
Cruz pude ver en sus ojos y en la expresión de su rostro que
su semblante era diferente; estaba lleno de esperanza y
gozo. Irradiaba con un brillo, como el de un faro eléctrico.
Más tarde supe que era el resplandor de la Presencia de
Dios. Dejé de enfocarme en lo que me rodeaba o en el
contenido del libro. Me sentí atraída por el semblante de
Nancy, cuya fuerza parecía venir del más allá. Cada cosa y
cada persona carecían de importancia en comparación con
lo que fluía de esta mujer. Ella irradiaba gozo y paz, por esa
razón la seguí observando. Me senté allí sin prestar atención
a lo que estaba leyendo, con mis ojos fijos, preguntándome
cómo era posible tener tanta paz y gozo cuando mi propia
vida era tan miserable. Me daba vergüenza hablar con ella
en medio del grupo de jóvenes, pero por dentro anhelaba
abrir mi corazón con ella. Salí de la reunión esa noche
deseando poder sentarme y hablar con Nancy, sin darme
cuenta que mi cita divina estaba a solo un día de camino.
El Espíritu Santo hablaba con Nancy mientras Él también
estaba preparando mi corazón. Nancy me invitó a su casa
para hablar con ella al día siguiente. Yo no necesitaba otra
confirmación sobre el toque especial de Dios que había en
su vida, sin embargo estaba firmemente convencida de que
esta mujer estaba en contacto con una fuente todopoderosa
que yo desconocía. Estaba a punto de convertirme en un
discípulo y estudiante de esta” extraña “ mujer que yo
admiraba. Dios me estaba atrayendo a través de Nancy con
“Sus fuertes lazos de amor.” “Siendo manifiesto que sois
carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de
piedra, sino en tablas de carne del corazón.” II Corintios
3:3 “Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las
muchas aguas.” Salmo 18:16 Él realmente toma nuestro
quebrantamiento y lo cambia por Su belleza.
Nancy sería el recipiente que Dios usaría, y ella se convirtió,
por un período de tiempo, en la persona más importante en
mi vida. Iba a llevar el mensaje de esperanza a mi mundo de
desesperación hecho pedazos. Ella traería claridad,
propósito y destino a mi vida sumida en lo profundo de la
trampa preparada por el maligno. Sin decir una palabra, su
semblante, sus expresiones y sus gestos trajeron un rayo de
esperanza a mi vida. Por primera vez, me atreví a creer que
podría haber una ruta para escapar del largo túnel oscuro
lleno de desesperación. Empecé a pensar que tal vez mi cita
con Nancy podría ser el comienzo de un nuevo día.
Muchos cristianos se quejan de que no tienen técnicas para
ganar almas, pero no se desalienten, la luz, el amor y el gozo
de Cristo emana a través de nuestros ojos y de nuestro
semblante, y a menudo puede ser más eficaz que una
conferencia teológica sobre la salvación. Las siguientes
Escrituras demuestran que como creyentes llevamos el
tesoro más grande de todos, el Espíritu de Cristo en
nuestras vasijas terrenales. “Cristo en nosotros la
Esperanza de Gloria.” Déjelo brillar a través de usted.
Porque Dios que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” II Corintios
4:6 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para
que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros.” II Corintios 4:7
Los creyentes necesitan citas Divinas para poder mostrar la
gloria de Dios. Estoy segura de que Nancy estaba orando
para que se abriera una puerta, y tener la oportunidad de
ministrarme. Estoy segura que, siendo ella una creyente
fuerte y llena del Espíritu Santo, estaba buscando la
oportunidad de mostrar la gloria de Dios. “Porque todos los
que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos
de Dios.” Romanos 8:14
Vivir en el Espíritu capacita al creyente para ir a lugares
claves, y conocer el corazón de las personas a través del
discernimiento. Palabras de conocimiento y de sabiduría
saldrán de sus labios como resultado de obedecer al
mandato de Dios. El amor de Cristo fluirá también cuando
dejemos de esforzarnos y nos reposemos en Él, porque
Dios obra a través de un vaso que se entrega totalmente en
Sus manos.
Dios estaba obrando a través de Su sierva esa noche, y
continuó haciéndolo durante todo ese viaje milagroso hacia
un nuevo amanecer en mi vida. Terminé ese primer
encuentro con un corazón lleno de esperanza, y viendo un
destello de la Luz del Mundo al final de mi oscuro túnel de
desesperación. ¡TAL VEZ HABÍA ESPERANZA PARA MÍ!
El día de mi cita divina había llegado. Me sentí emocionada
toda la noche, y fue en lo primero que pensé al amanecer.
Este iba a ser el día en que hablaría con esta mujer que
había causado tanta impresión en mi vida. Vino en su coche
a recogerme, y nos fuimos a la casa de su amiga, donde
nos habíamos encontrado con la juventud la noche anterior.
No podía dejar de mirarla, tenía una expresión tan hermosa
en su cara, y de nuevo, al igual que la noche anterior,
irradiaba luz. Tenía grandes ojos marrones, llenos de amor y
compasión. Por primera vez me sentí libre para contarle a
una completa desconocida, todo sobre la esclavitud en la
que me encontraba, y sobre la voz que me obligaba. Para mi
sorpresa, no se burló de mí como otras personas. Esto me
agradó y me dio aún más confianza para seguir hablando
con ella. Incluso después de la letanía de severos
tormentos, ataduras, mutilaciones, cirugías y tratamientos,
ella insistió confiada y con autoridad que había esperanza,
no sólo para la sobrevivir, sino para tener una vida
abundante.
Ella me dijo: “Holly, esa voz que te está hablando es la voz
del diablo y él está tratando de destruir tu vida. Sin embargo,
hay ALGUIEN MÁS, y su Nombre es JESUCRISTO, Él es el
Hijo de Dios, el Salvador del Mundo, el Dador de Vida, y Él
tiene más poder que todo el poder del diablo.” Dios ungió
con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y
cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos
los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”
Hechos 10:38 Ella siguió diciendo: “Si te arrepientes de tus
pecados y entrega tu vida a Él, Él te salvará, te
transformará, te liberará y te dará una nueva vida.” Nunca
antes alguien me había dicho tales palabras de esperanza,
pronunciándolas con tanto amor, y mostrando una profunda
empatía. Esa fue realmente una actitud diferente a la que yo
estaba acostumbrada. Le dije a Nancy que todos los
médicos y psiquiatras me habían dicho que yo era una
causa perdida. Cuestioné su declaración de que yo podía
cambiar. Yo no tenía esperanza, ni veía la salida después de
escuchar por largos años las mentiras dichas por
profesionales capacitados. Estaba convencida de que yo
era una causa perdida. Hasta ese día, no creía que hubiese
una solución para mi problema. Pero en ese día, un rayo,
aunque lejano, brilló en mi vida. Las palabras de Nancy eran
como agua en tierra seca, una luz al final del largo y oscuro
túnel.
Por tantos años mi corazón anhelaba escuchar este tipo de
noticias. Empecé a emocionarme al oír las posibilidades de
las que hablaba Nancy. Pude ver la realidad de lo que decía,
evidenciado en su vida. La realidad de su fe estaba
encarnada en ella; en sus ojos, en su voz, en su expresión y
en el tono de su voz. Mientras ella me hablaba, yo estaba
pensando, “ ¡Si esto es verdad, debe ser algo maravilloso!
Si hay esperanza para mí, podría llegar a ser como ella;
tener paz y gozo como los tiene ella. Hasta me imaginaba
poder tener la una sonrisa como la suya. Le pregunté a
Nancy: “¿Es eso lo que tú tienes? Ella respondió: “¡Sí! Si
ves algo bueno en mí, es Jesucristo. Él es mi alegría, mi paz
y mi razón de vivir.” Me preguntó si podía orar conmigo y si
quería entregar mi vida al Señor. Le dije: “Sí, pero tengo una
pregunta. ¿Tendré tu sonrisa también?” Ella dijo: “Sí, tú
también tendrás una sonrisa porque Jesús te llenará con su
gozo.”
Debo añadir que no entiendo a esos cristianos que nunca
parecen tener gozo. Cuando predico, le digo a la gente que
sonreír es la manera que uno tiene para demostrar que Dios
nos ha salvado y llenado de gozo y gloria. Yo tengo esta
sonrisa desde 1969; cada día es más grande y la gente la
admira; es como una puerta abierta para testificar. Siempre
pienso en Nancy, en su sonrisa y en la impresión duradera
que tuvo en mi vida. La verdad es que cuando sonrío, me
siento mejor. Ahora sé lo que significa “el gozo del Señor
es mi fortaleza.”
Nancy me condujo, a través de las Escrituras, por el camino
de la salvación. He aquí algunos importantes pasajes que
tienen que ver con la salvación.
“Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha
acercado.” Mateo 4:17
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios.” Romanos 3:23
“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de
Dios es vida eternal en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Romanos 6:23
Nancy me explicó que todos somos pecadores y
necesitamos un Salvador. Adán y Eva fueron colocados en
el jardín de Edén, y todo estaba perfecto. Dios les dijo que
no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal,
pero el diablo vino y tentó a Eva. Ella le hizo caso al diablo y
desobedeció a Dios. Debido a eso, el pecado entró en la
raza humana con una sentencia de muerte, pero Dios
proveyó un Salvador, su Hijo, Jesucristo, para que entregara
su vida para redimirnos de la maldición que trajo la ley.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo el que cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
Cuando Nancy comenzó a orar por mí, pude sentir el poder
sobrenatural de Dios sobre mi vida. Era como si un
terremoto estuviese derrumbando todo mi cuerpo; como si
Dios estuviese removiendo todo mi ser. Empecé a pedir
perdón y a arrepentirme de mis pecados. Oré la oración del
pecador. Inmediatamente pude sentir la paz de Dios. Nancy
siguió citano a Romanos 10:9 y 10: “Si confesares con tu
boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Porque
con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.”
Nancy hizo una oración para liberarme de la esclavitud
demoniaca. Yo conocía lo que era el poder del diablo, así
que noté que lo que ahora estaba experimentando en mi
corazón era diferente. Este era solo el comienzo de un largo
viaje hacia la liberación completa. Nancy siguió
ministrándome e hizo muchas más oraciones para que yo
fuese liberada por el poder de Dios, y llevarme a la siguiente
etapa. Yo abracé todo lo que Nancy me enseñó durante dos
años. Había muchas fortalezas en mi vida que tenían que
ser derribadas, pero la relación que tuve con Jesús desde el
primer día fue tan maravillosa que, ahora, yo podía entender
a lo que me estaba enfrentando y lo que me faltaba para
tener la victoria.
Madame Jeanne Guyon dijo:
“Cuando te acerques al Señor, hazlo como si fueses un
niño débil, como si estuvieses manchado, sucio,
magullado, lastimado, porque has caído otra vez. Ven al
Señor como alguien que no tiene fuerza propia, ven a Él
como alguien que no tiene poder para limpiarse a sí
mismo. Humildemente presenta tu lamentable condición
delante del Padre.”
A pesar de que esto era como un viaje, ahora lo estaba
recorriendo como alguien que ha dejado el reino satánico y
va apresuradamente hacia delante hasta tener la victoria. Ya
no estaba en un túnel, sino estaba haciendo un viaje hacia la
libertad total y una nueva vida. Ahora era una aventura
porque yo me regocijaba por lo que dejaba atrás, y miraba
con optimismo a lo que Dios tenía preparado para mí, no
solamente mi liberación, sino el cumplimiento de Sus
propósitos para mí en esta tierra. Nancy siempre me
recordaba a Jeremías 1:5, “Antes que te formase en el
vientre, te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te
di por profeta a las naciones.”
Poco sabía o podía yo siquiera imaginar que estaría
viajando por quince países predicando la Palabra del Dios
viviente. Nancy compartió conmigo varias veces, a lo largo
del viaje, que Dios le había revelado que Él tenía un llamado
para mi vida y que ella debía trabajar conmigo y ministrarme.
Me dijo que ahora yo necesitaba conocer la Palabra de Dios
para ser totalmente liberada de la esclavitud del diablo.
Nancy me repetía una y otra vez que había poder en la
Palaba de Dios. “Así que la fe viene por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios.” Romanos 10:17 Me dijo que yo
necesitaba asistir a la iglesia. Venía en su coche y me
llevaba a todos los servicios, aunque eso significaba media
hora más de camino para ella. Yo estaba decidida a
conseguir la misma clase de vida que la que Nancy tenía. Yo
quería tener una relación profunda con el Señor, como ella
tenía. Deseaba el poder, la autoridad, la paz y la alegría que
ella tenía. Lo quería todo de una vez, pero pronto aprendí
que era un proceso que requería entrega, compromiso y
disciplina en las cosas de Dios.
La Palabra de Dios es el secreto de la victoria. Nancy
siempre estaba citando la Biblia. Cada vez que le hacía una
pregunta siempre decía, “veamos lo que dice la Palabra de
Dios.” Ella decía que la permanencia de mi liberación estaba
en el poder de la Palabra de Dios. Yo necesitaba llenarme de
la Palabra de Dios ahora. Así comenzó el camino hacia la
liberación y la estabilidad en mi nueva vida cristiana. Nancy
me aseguraba que II Corintios 5:17 se haría realidad en mí.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas
nuevas.” Nancy repetía constantemente, “La Palabra de
Dios es tu liberación. La Palabra de Dios es su liberación.”
Además de llevarme con ella a la iglesia, Nancy era mi
mentora semana tras semana. Yo quería lo que ella tenía a
cualquier costo. Yo admiraba su conocimiento de las
Escrituras. Ella era autodidacta y, por supuesto, enseñada
por el Espíritu Santo. Era mi inspiración para la clase de vida
que yo quería, aunque nunca pensé que sería posible, ya
que todo lo que se habían hablado sobre mí era pesimismo y
fatalidad.
En la iglesia yo me sentaba al lado de ella, observándola
atentamente e imitándola. Con mi mente infantil, yo pensaba
que si la imitaba conseguiría lo que ella tenía. De alguna
manera, creo que Dios tradujo mis acciones en hambre por
Él. Más tarde, Él me enseñaría que no se trata sólo de imitar
a alguien, sino de practicar la devoción a Dios, que es lo que
produce espiritualidad. Pero mientras tanto, de una manera
infantil, pero con un corazón sincero, me levantaba cuando
ella se levantaba, levantaba mis manos en adoración cuando
ella lo hacía. La escuchaba orar e intentaba copiarla.
Cuando ella iba hacia el altar para orar al final del servicio
para buscar la Presencia de Dios, yo la seguía. Un año
después, en ese mismo altar, Dios me bautizó en el Espíritu
Santo. “Pues tú has librado mi alma de la muerta, mis
ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.” Salmo 116:8
Dios hizo grandes cambios en mi corazón cuando rendí mi
vida a Jesús y lo acepté como mi Señor y Salvador. Mi
liberación no fue instantánea; fue un proceso continuo.
Todavía había muchas montañas que escalar y muchos ríos
que cruzar. Sin embargo, ya no estaba sola en el barco.
Ahora tenía un destino y un objetivo que cumplir como hija de
Dios. No obstante, seguía luchando contra la condenación y
el miedo. Me lamentaba por haber mutilado mi propio cuerpo.
Me condenaba a mí misma por mi comportamiento. “Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1: 7)
Nancy me aseguraba del perdón de Dios, y me decía que si
Dios me ha perdonado, ¿quién era yo para condenarme a
mí misma. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad.” I Juan 1: 9 “De modo que si alguno está
en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron,
he aquí todas son hechas nuevas.” II Corintios 5:17 Este
versículo lo tuve que hacer mío, y ponerle mi nombre.
Algunos días esta escritura parecía como un sueño
maravilloso, y otros días parecía una realidad. Tuve que
aprender a no vivir conforme a mis sentimientos, sino
conforme a la verdad de la Palabra de Dios. Dios había
liberado, rescatado y vivificado mi mente, pero cuando me
dejaba llevar por la condenación, el miedo se apoderaba de
mí. Me parecía que era un camino largo para lograr la clase
de fe que tenía Nancy. Una noche, mientras me preparaba
para dormir, el diablo me dijo: “Tú no estás realmente a
salva. Eres mala. Dios nunca te perdonaría.” Era obvio que
las fuerzas demoníacas estaban luchando para mantener un
punto de apoyo en mi mente y mi vida.
Recuerdo que una noche cuando estaba en el hospital,
todavía bajo cuidados psiquiátricos, a pesar de que ya había
comenzado mi nueva vida en Cristo, los funcionarios
discutían mi caso con los médicos en cuanto a si debían o
no mandarme definitivamente a una institución mental.
Nancy llamó a una pareja de intercesores, ellos derrotaron,
usando las Escrituras como su arma, a las huestes del
enemigo y el propósito que tenían para destruir mi futuro e
incluso mi vida. ¡Hubo éxito! No fueron capaces de obtener
un fallo de la corte para encerrarme.
Cuando el diablo empezó a hablarme, primeramente sentí
mucho miedo. Mi primer instinto fue correr a la habitación de
mis padres donde había un teléfono y llamar a Nancy. Llamé,
pero la línea estaba ocupada. Mientras caminaba de
regreso a mi dormitorio el Espíritu Santo me dijo: “UTILIZA
MI PALABRA. HAY PODER EN MI PALABRA” Me dije por
dentro, “bueno, ahora voy a ver si lo que enseña Nancy
realmente funciona.” Pensé en las muchas lecciones que
ella me había enseñado en su mesa de la cocina, y las
Escrituras comenzaron a dar vueltas en mi cabeza. Pero
ahora era diferente. Yo estaba acostumbrad a oír a Nancy,
mi madre espiritual y mi mentora, reprendiendo al diablo y
declarando la Palabra de Dios. ¿Me respondería el diablo a
mí como lo hacía con la sierva de Dios? Yo era sólo un bebé
en el Señor. Bueno, esa noche descubrí que no se trataba
de Nancy o de mí, sino del poder de la Palabra hablada de
Dios. El poder y la autoridad vienen de la Palabra, del
Nombre de Jesús, y de la sangre de Cristo. Regresé a mi
cuarto, tomé mi Biblia y comencé a declarar al diablo:
“Diablo, la Biblia dice eres un mentiroso y padre de
mentiras. Juan 8: 44 Yo soy hija de Dios. “Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios.” Juan 1:12 “Yo he
confesado con mi boca y creído en mi corazón que Jesús
es el Hijo de Dios, así que, diablo, yo soy hija de Dios.
Diablo, yo pertenezco al Señor. Yo he sido lavada con la
sangre de Cristo.” “En quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia.” Efesios 1:7 “Diablo, mis pecados ya no existen
¿Quién puede lavar mis pecados? Nadie, sino la sangre
de Cristo.”
Estuve muy consciente de la presencia del Espíritu Santo.
Yo estaba segura que Dios estaba dando testimonio de Su
Palabra, luchando contra los pensamientos oscuros de mi
mente y contra los dardos acusadores que el diablo me
tiraba. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad.” (I Juan 1:9) “Y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres.” Juan 8:32 “Para esto apareció el
Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” I Juan
3:8 “Someteos, pues a Dios, resistid al diablo, y huirá de
vosotros.” Santiago 4:7
Mientras seguía resistiendo al diablo y declarando la Palabra
de Dios, las enseñanzas de mi mentora se hicieron realidad.
Yo dije al diablo: “Diablo, en el Nombre de Jesús, a través
del poder de la Palabra de Dios, y bajo la unción del
Espíritu Santo, te pongo bajo mis pies. Ya no tienes control
sobre mi vida, porque para mí el vivir es Cristo. “Mayor es
el que está en MÍ que el que está en el mudo.” I Juan 4:4
Yo soy una hija de Dios, una vencedora, no por mi propia
fuerza sino por el poderoso Dios que mora en mí! Diablo,
escucha lo que dice la Palabra de Dios: “¿Qué más
podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie
podrá estar en contra de nosotros. El que no escatimó
ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios
es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo
es el que murió; más aún, el que también resucitó, el
que además está a la derecha de Dios e intercede por
nosotros. ¿Qué podrá separarnos del amor de Cristo?
¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez,
peligro, espada? Como está escrito: «Por causa de ti
siempre nos llevan a la muerte, somos contados como
ovejas de matadero.» Sin embargo, en todo esto somos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida,
ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni
lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
que Dios “ Romanos 8:31-39 “Así que, diablo, ya no tienes
ningún derecho legal para estar aquí, y yo declare que tú
ya no tienes ningún poder sobre mí porque así lo dice la
Palabra de Dios.”
¡Gracias Dios mío, SOY LIBRE, SOY LIBRE, SOY LIBRE,
GLORIA A DIOS, SOY LIBRE!
Cuando estaba haciendo esta declaración, a mitad del
camino, me di cuenta de que ya no sentía el poder del diablo
en la habitación. No se trata aquí de “declara y decreta”
según la famosa fórmula de la súper gracia. Esta
declaración debe ir acompañada de una vida entregada y
comprometida. No estoy hablando de perfección sino de
vivir en obediencia, con un corazón dispuesto a la
corrección del Espíritu Santo que es el que nos disciplina y
corrige. Hay una autoridad que viene de la intimidad genuina
con Jesús. Yo creo que este testimonio del glorioso poder y
de la misericordia de Jesús, lo puede ayudar a usted a
aumentar su fe para creer en el milagroso poder de Dios
para su vida. Ningún obstáculo, ya sea pecado, enfermedad,
pobreza, desesperanza o esclavitud, es demasiado grande
para que el Señor lo derrumbe y lo transforme. Jesús vino
para darnos vida, y vida en abundancia.
Ni la aceptación, ni aprobación de los hombres se puede
comparar con el favor de Dios cuando se derrama en
nuestras vidas en el momento de la batalla, cuando no
solamente sacamos tiempo para saber más de Él, sino para
conocerlo más en Su Presencia, y ser liberados.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 21
EN SU PRESENCIA DIOS PREPARA PARA EL
MINISTERIO
“Porque mi poder se perfecciona en la debilidad”
II Corintios 12:9b

El éxito que uno logra comienza con la preparación que nos


conduce hacia ese éxito. Usted logrará grandes victorias
cuando no se deje cegar por su debilidad o incapacidad. Hay
mucha gente en el cuerpo de Cristo sentada en las veredas
porque se consideran incapaces e inútiles. Yo he aprendido
a través de la experiencia, que esa es la clase de material
que Dios usa para lograr grandes cosas en Su Reino, hasta
lo imposible. Dios, entonces tendrá toda la gloria y honor. Si
se siente frustrado por su debilidad o por lo que el mundo
llama incapacidad, usted es el candidato perfecto para ser
un vaso útil en las manos de Dios.
Los mayores testimonios que usted puede dar son los que
surgen de las circunstancias difíciles por las que usted ha
pasado. David había estado huyendo por meses de Saúl, y
como es de comprender, se encontraba agotado. Se retiró a
la cueva de Andulán. Podría sentirse derrotado a causa de
las circunstancias o podría volver su mente hacia el Señor y
dejar de pensar en ellas. Al diablo le hubiese encantado
destruir a David y convertir la cueva en su sepultura. Pero
David tomó una decisión que cambiaría su testimonio y su
futuro. Podría haberse entregado a la desesperación, pero
David habló palabras que lo sostendrían para el resto de su
vida. “Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza
estará de continuo en mi baca. En Jehová se gloriará mi
alma; lo oirán los mansos y se alegrarán. Engrandeced
a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.”
Salmo 34:1-3
Puede ser que usted no tenga muchas ganas de alabar a
Dios cuando se siente herido, pero haga como David que
sabía que su futuro dependía del favor de Dios y dijo
“Alabare a Dios en todo tiempo.” Es en los momentos
más difíciles que nos preparamos en Su Presencia para las
grandes victorias, entonces decidimos adorarlo porque,
como ya sabemos, la adoración abre el camino hacia un
ministerio ungido para ayudar a los que están heridos y
adoloridos, y a los que sienten que sus vidas no sirven para
nada.
Voy a contar una historia sobre una persona que no parecía
ser un buen candidato para el ministerio. Su nombre es Aod,
y se encuentra en el libro de Jueces. “Y clamaron los hijos
de Israel a Jehová; y Jehová les envió un libertador, a
Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los
hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey
de Moab. Y Aol se había hecho un puñal de dos filos, de
un codo de largo; y se lo ciño debajo de sus vestidos a
su lado derecho. Y entregó el presente a Eglón rey de
Moab; y era Eglón hombre muy grueso. Y luego que
hubo entregado el presente, despidió a la gente que lo
había traído. Mas él se volvió desde los ídolos que
están en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo
que decirte. Él entonces dijo: Calla. Y salieron de
delante de él todos los que con él estaban. Y se acercó
Aod, estando él solo sentado en su sala de verano. Y
Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. Él entonces se
levantó de la silla. Entonces alargó Aod su mano
izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho, y se lo
metió por el vientre, de tal manera que la empuñadura
entró también tras la hoja, y la gordura cubrió la hoja,
porque no sacó el puñal de su vientre; y salió el
estiércol.” Jueces 3:15-22
Esta es la historia de una persona que aparentemente Dios
no habría escogido para liberar a Su pueblo. Aod, un juez
zurdo del Antiguo Testamento y un guerrero, aparentemente
incapaz de ser usado por Dios para llevar a cabo un
asesinato. Para una tarea como esa se necesitaba,
tenacidad, una mano firme y sobre todo habilidad de parte
de Dios.
En Jueces 3 podemos leer por qué clase de opresión
estaban pasando los israelitas. Llevaban dieciocho años
sirviendo a un pueblo mucho más fuerte que ellos, un pueblo
idolatra e inhumano. Después de dieciocho años de
opresión, clamaron a Dios, y Dios levantó a Aod, el
libertador que Él escogió para liberarlos. Aod era una
persona corriente, sin ninguna habilidad en particular. Aod
solamente pidió una entrevista con el rey diciéndole que
tenía un mensaje de parte de Dios. No hubo nada de
bombas, amuniciones o reuniones diplomáticas. Su plan era
muy sencillo; un hombre, un puñal, una bolsa con dinero, y
mucha fe. Meditemos en esto por un momento: Aod tiene
una reunión privada con el rey, lo asesina, no le permite a los
guardias entrar, y se escurre por la ventana sin ser visto.
Después de esta tremenda victoria, mandó a las tropas de
Israel para que atacasen a los moabitas. Estas tuvieron gran
éxito al liberar a los israelitas.
Aod no era la persona más indicada, pero nada es imposible
para Dios. La tarea que Dios demanda viene siempre
acompañada de Su poder. Dios ungió a Aod, lo preparó,
tomó ventaja de su falta de habilidad o deseo. El plan que
Dios tenía estaba más allá de las habilidades o de la
imaginación de Aod. Los planes que Dios tiene para usted
van más allá también de lo que se pueda imaginar. Si usted
puede arriesgarse y entender que no es por la habilidad que
usted tiene, sino porque el Espíritu trabaja de una manera
sobrenatural en usted. No se adapte al molde que los
hombres o la religión han creado para usted; vaya más allá
de las limitaciones o habilidades humanas, viva y actué
sobrenaturalmente en Su Presencia.
Yo he chocado con personas y organizaciones religiosas
que han tratado de desanimarme a causa de la edad, la falta
de talentos y habilidades. Después de todo, yo no parezco
ser la persona indicada para construir un Centro de
Avivamiento par dos mil quinientas personas, o llevar cientos
de personas a Guatemala para enseñarles lo que son las
misiones. Tengo varias incapacidades físicas, y me enfrento
a desafíos diarios para poder hacer el trabajo del ministerio,
ocuparme de la oficina, preparar mentores para los viajes
misioneros. Pero he visto una y otra vez cómo mi debilidad y
la poderosa unción de Dios han inspirado a otros al ver mi
determinación. Cuando me siento débil, pienso en los
testimonios que me han llegado de personas que han sido
inspiradas por mi testimonio, y eso me da fuerzas para
seguir adelante y seguir dando ánimo a los que se han
desmayado en el camino. La victoria no está en mi debilidad,
sino en lo que Dios hace con ella, y con las fuerzas que Él
me da. Ciertamente, no es con fuerza, ni con poder, sino por
Su Espíritu.
Pablo estaba impresionado al ver como Dios utilizaba su
debilidad para hacerlo fuerte. Pablo aprendió que hay fuerza
en la debilidad, una fuerza que no se puede tener de otra
manera. Pablo es el gran experto en debilidad. De las treinta
y tres referencias que hay de la palabra debilidad en el
Nuevo Testamento, Jesús usó una, Pedro una también, pero
las demás son de Pablo. Cuando el Señor se le apareció, lo
tiro del caballo y lo dejó ciego, Pablo cambió totalmente de
opinión sobre la relación que hay entre poder y debilidad.
Aprendió por experiencia que su fuerza consistía en su
debilidad, y la debilidad de Cristo era el poder. Como
resultado, esta paradoja entre poder y debilidad, corre a
través de todos los escritos de Pablo. Nos imaginamos a
Pablo como una bola de fuego en erupción de la estatura de
Hércules. Pero en realidad, Pablo era pequeño y débil en
apariencia, según su propio testimonio; andaba con temor y
temblor al predicar. Pablo era un hombre minusválido, y la
razón por la cual Dios usó esta clase de persona, lejos de
ser perfecta, para proclamar a un Salvador perfecto, el
mismo lo indica: “Para que vuestra fe no este fundada en
la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” I
Corintios 2:5 Si una persona poderosa, talentosa y dinámica
motiva a la gente a responder al Evangelio, uno nunca sabrá
si habrá sido el poder de Dios o la personalidad del hombre.
Pero si una persona débil y minusválida es usada para
motivar a otros, uno puede estar seguro que fue el poder y la
unción del Espíritu Santo. “Lo débil de Dios es más fuerte
que los hombres.” Busque Su Presencia y descubra la tarea
que Dios le tiene preparada, y no subestime lo que Dios
puede hacer a través de usted para Su gloria.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
PARTE III
AVIVAMIENTO EN SU PRESENCIA
CAPÍTULO 1
EN SU PRESENCIA - LA CONVICCIÓN TRAE
AVIVAMIENTO
No sigáis vuestro corazón ni la religión organizada, seguid
la convicción del Espíritu Santo.
“El corazón es engañoso y perverso, más que todas
las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?
“Jeremías 17:9

Creo firmemente que necesitamos arrepentimiento y una


profunda convicción de pecado para experimentar el
avivamiento. La convicción lleva al arrepentimiento. Primero
debemos hacer un examen serio y profundo de nuestras
vidas, nuestros corazones y nuestras motivaciones, y ver
nuestra necesidad de arrepentimiento.
A los santos que han sido anestesiados por el espíritu de
esta era, el Dr. R. A. Torrey les dice:
“Tengo una teoría,que no hay iglesia, capilla, o misión en la
tierra donde no se pueda tener un avivamiento, siempre
que haya un pequeño núcleo de gente fiel que se aferre a
Dios hasta que baje. Primero, que unos pocos cristianos,
no tienen por qué haber muchos, se acerquen
completamente a Dios ellos mismos. Esto es lo esencial.
Si no se hace, el resto, lo siento decir, no sucederá, y se
reducirá a nada. Segundo, que se unan para orar por el
avivamiento hasta que Dios abra los cielos y descienda.
Tercero, que se pongan a la disposición de Dios para ser
usados como Él considere oportuno, para ganar a otros
para Cristo. Eso es todo. Esto es un plan seguro para traer
el avivamiento a cualquier iglesia o comunidad. He
distribuido esta receta por todo el mundo. Ha sido
aceptada por muchas iglesias y muchas comunidades, y
en ningún caso ha fallado nunca, y no puede fallar.”
En el capítulo 64 de Isaías, leemos cómo el pueblo de Dios
fue llevado cautivo, lo cual es un cuadro de nuestra iglesia
moderna y de su salud espiritual. Su obra estaba en mal
estado, y su pueblo estaba oprimido y desesperado, como
los creyentes de hoy. La iglesia ha sido llevada al cautiverio
por el mundo, adormecida con la apatía de la carne y del
diablo. Los creyentes están en estado de pánico, ya que
viven escuchando las noticias que se bombardean en sus
salas de estar todas las noches. Muchos no tienen
esperanza de un avivamiento. ¡Ellos ni siquiera creen que el
avivamiento sea posible! Necesitamos la convicción que
nos llevará a arrepentirnos por nuestra manera mundana de
caminar, y por no creer que el derramamiento del Espíritu
Santo es posible.
James Goll dijo:
“Gran parte de la iglesia moderna ha fallado en cumplir su
promesa de tener una relación importante con Dios, y ha
ofrecido un ritual rígido, una formalidad superficial, y una
tradición vacía como sustitutos baratos.”
Nada puede suceder a menos que enfrentemos los hechos
y veamos nuestra salud espiritual declinante, marcada con
los siguientes síntomas:

1. Sabrosas enseñanzas sobre el éxito y las comodidades


personales, en lugar de una predicación centrada en
Cristo que nos lleve al arrepentimiento.
2. Por otro lado, el legalismo que no es otra cosa que
gracia barata.
3. Reuniones de oración con poca asistencia.
4. Iglesias cargadas de programas, demostraciones
especiales de talento y producción, en lugar de servicios
repletos de esa clase de adoración que cambia la vida, y
llamados que lleven a la gente al altar con convicción y
arrepentimiento.
5. Apatía y rigidez religiosa en lugar de participación
espontánea de corazones con el fuego por el amor a
Jesús.
6. Servicios ausentes de la Presencia manifiesta de Dios,
y sentirse satisfecho con rutina religiosa y con tener un
“buen” culto.
7. Un interés decreciente en el estudio de la Palabra y la
preparación de uno mismo para el ministerio.
8. Complacencia en el cumplimiento de satisfacer las
necesidades de la iglesia en lugar de vivir para los
demás y estar disponible para ayudar aunque no sea
ese su llamado, como algunos ponen por excusa.
9. Cancelar el servicio del domingo, y acomodar la iglesia
para que los hombres puedan ver los juegos de pelota.
10. Sermones dominicales en los que el predicador estimula
la audiencia a cómo tener éxito en el mundo.
11. En lugar de discernir el error, la iglesia de hoy es
fácilmente engañada por predicadores que ofrecen
adulaciones y consuelo a la gente, hundiéndola en un
estupor espiritual.
12. La iglesia se siente satisfecha aunque nunca se oigan
testimonios de sanidad o de liberación, a pesar de que
estas cosas siguen escritas en la lista de sus creencias.
13. Se Considera el pecado livianamente y se evita la Cruz,
para que la iglesia pueda mantenerse al día con el
evangelio moderno, en lugar de la antigua predicación de
la Cruz, que salva y sana.
14. Iglesias que no crecen, donde año tras año la misma
gente llena los bancos, en lugar de tener crecimiento
porque se sale afuera a ganar almas perdidas y a invitar
a la gente a la iglesia.
15. Hay muy pocas personas llenas del Espíritu Santo, y la
mayoría no han sido totalmente liberadas, quebrantadas
y llenas del fuego celestial.

¿Es Jesucristo sólo una decoración en su vida? ¿Está usted


comprometido con Dios y vive para Él y sus propósitos? ¿Es
su deseo estar al servicio de Dios cada día, o sencillamente
vive usted para sí mismo, y le basta con obtener de Dios lo
necesario para pagar las cuentas y cubrir la lista de sus
propias comodidades? ¿Cuál es su lema?, “¿Prefiero ser
mimado que condenado?”, “¿He contemplado el costo, y
ninguna de estas cosas me conmueve?”, o prefiere, “Todo
a TI me rindo y libremente todo te lo entrego a TI!”
Si llegado este punto, usted se está diciendo, “!oh, esto es
muy condenatorio, necesito algo más alentador!”, mi amigo
este es el momento de sentir convicción y arrepentirse. Hay
avivamiento en su corazón cuando usted reconoce donde
ha fallado y deja que Dios le perdone y lo restaure. Dios
derramará Su Presencia en su vida de una manera nueva y
fresca, guiándole a una vida que usted nunca creía posible.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 2
EN SU PRESENCIA – SE ORA POR
AVIVAMIENTO
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su
tierra.”
II Crónicas 7:14

“La única razón por la que no tenemos avivamiento es


porque estamos dispuestos a vivir sin ‘él”. Leonard
Ravenhill
“El pastor que no ora está jugando. Las personas que no
oran se están alejando.” “Tenemos mucha gente para
organizar, pero pocas para agonizar; muchos jugadores y
pagadores, pocos intercesores. Muchos cantantes, pocos
seguidores; montones de pastores, pocos luchadores;
muchos temores, pocas lágrimas; mucha moda, poca
pasión; muchos que interfieren, pocos que interceden;
muchos escritores, pero pocos combatientes. Si fallamos
en esto, fallamos en todo.” Leonard Ravenhill
Lo que les dio el poder espiritual a decenas de gigantes
espirituales como Wesley, Lutero, Finney y Moody en el
pasado, todavía es valedero para dárnoslo a nosotros, y
traernos un avivamiento hoy día. Los títulos que tengamos
no pueden competir con el poder de la oración. “Acercaos a
Dios y él se acercará a vosotros.” (Santiago 4:8) Esta
promesa no tiene nada que ver con nuestras habilidades
educativas, o su con la profesión que tenemos, o con
nuestra herencia. Esto es para todos los que están
hambrientos de Dios, para los que desean entrar en Su
Presencia, y permanecer allí hasta que oigan la voz desde el
cielo. Para ver este tipo de avivamiento en América y en
nuestras iglesias, será necesario que nos motivemos a orar,
tanto personalmente como corporativamente.
Nuestra teología puede decir una cosa, pero nuestra
experiencia real muchas veces la niega. Necesitamos un
avivamiento que sólo la oración puede traer y sustentar. Las
iglesias tienen rótulos que dicen que son pentecostales,
pero cuando usted asiste a sus servicios, muchos bancos
están vacíos. La iglesia no tiene el poder del que habla o
canta. La iglesia está luchando por sobrevivir en su presente
estado apático. A las reuniones de oración asiste muy poca
gente, incluso en las grandes iglesias. Prediqué en una
iglesia de tres mil personas en El Salvador durante los varios
servicios nocturnos. Luego me invitaron a asistir a la reunión
de oración en la mañana. Yo fui con mucha ilusión, puesto
que esperaba ver mucha gente allí, ya que era una iglesia
muy grande. Para mi sorpresa y decepción, menos del diez
por ciento de la congregación asistió. Si hay pasión cuando
las personas oran, se nota, es evidente. La oración
apasionada mueve a Dios. No podemos venir a Dios de
manera indolente, perezosa, y orar sin seriedad. Si somos
apasionados, seremos fervientes en la oración. “La
oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16)
Santiago indica aquí que no debemos seguir los
movimientos y rituales típicos de la oración. Para que Dios
conteste las oraciones, tenemos que orar con intensidad y
pasión. Pero no solamente con pasión o fervor, Santiago
también enfatiza que las oraciones de una persona justa son
las más poderosas porque son contestadas. Santiago
menciona, en la primera parte del versículo, otro aspecto
importante sobre la calidad de la oración, “confesar
nuestra faltas uno a otros.”
La Biblia nos da repetidos ejemplos de cómo Dios contesta
la oración, y debe servir de motivación a los creyentes de
hoy día, al momento de orar. Una de mis ilustraciones
favoritas está en Hechos 12:1-19. La Biblia registra un
ejemplo de cómo el Señor contestó las oraciones fervientes
de su pueblo, y nos muestra cómo, también nosotros
podemos orar con eficacia. “En aquel mismo tiempo el
rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para
maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de
Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos,
procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los
días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado
preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro
grupos de cuatro soldados cada uno, para que le
custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después
de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la
cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por
él. Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma
noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados,
sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la
puerta custodiaban la cárcel.” El versículo 5 resume la
situación: “Así que Pedro estaba custodiado en la
cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por
él.”
No había ninguna esperanza desde la perspectiva humana;
Pedro iba a ser ejecutado al día siguiente. Pero un ángel
apareció en la celda de la cárcel, despertó a Pedro y le dijo
que rápidamente lo siguiera. Al instante, cayeron sus
cadenas, y él siguió al ángel más allá de la primera y la
segunda guardia, luego abrió la puerta de hierro por sí
mismo. Pedro se encontró en la calle, y luego el ángel
desapareció de repente. Entonces se dio cuenta que no era
una visión, pero que él había sido liberado por Dios. Esto
era humanamente imposible, pero el poder de la oración lo
liberó y rompió las cadenas que lo mantenían cautivo.
Cuando él llegó a la casa de María y tocó a la puerta, la
criada que iba a abrir se sorprendió y regresó dentro sin
abrir la puerta. La prisión fue sacudida, pero las personas
que estaban orando también lo fueron. Necesitamos en
nuestras iglesias, nuestros hogares y nuestras vidas esta
clase de sacudida. La oración de avivamiento hará temblar
la casa espiritualmente para liberarla de métodos e ideas
inventados por los hombres para jugar a “tener iglesia.”
Les digo la verdad, mis amigos, estoy cansada de la versión
humana de lo que debe ser la iglesia. He visto lo que puede
pasar cuando Dios se manifiesta, y no estaré satisfecha
con la religión organizada, aunque esta sea la religión
pentecostal. Dios me ha librado de seguir una rutina,
cantando unos coritos, oyendo un sermón aburrido, en lugar
de un mensaje que viene del corazón de Dios, con pasión y
fuego. Oro seriamente antes de ministrar para que Dios
despierte la iglesia, le dé hambre de avivamiento, e
interrumpa sus muy planeados programas. Una vez que
usted ha probado la realidad de la manifestación de la
Presencia de Dios y lo que puede pasar no sólo en la
iglesia, pero en sus vidas, familias y comunidades, usted no
querrá nunca más saber de servicios rutinarios. Ya es
tiempo de orar por avivamiento, para que haya vidas
trasformadas, milagros y salvaciones como nunca antes.
Dios contesta la oración cuando Su pueblo seriamente tiene
una relación con Él.
Es tiempo ya que la iglesia contemple seriamente cuán
importante es la oración. Tenemos que dejar de hablar
únicamente del tema, comenzar a predicarlo y ponerlo en
práctica. La iglesia, por lo general, está en una situación
peligrosa. La oración es la repuesta. Si usted no forma parte
de un grupo de oración, vivo, apasionado, poderoso en su
iglesia, y nota que no está pasando nada, comience un
grupo de oración en su misma casa. Usted no necesita
tener un título universitario, únicamente necesita un corazón
hambriento que desea más de Dios.
La gente ordinaria puede ver cosas que usted piensa que
únicamente los grandes personajes de antes veían. ¿Por
qué no se decide usted a estar en fuego, y luego ser usted el
que encienda otro fuego? Rompa el molde y sálgase de la
línea monótona, sea original, rompa la rutina aburrida, y
tome a Dios al pie de la letra en Su Palabra. “Clama a mí, y
yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y
ocultas que tú no conoces. “Jeremías 33:3
La oración ferviente es motivada por una preocupación
profunda y una carga, se ofrece con entusiasmo,
sentimiento y fe. No es una lista ocasional de peticiones,
sino una oración que fluye de la espontaneidad del corazón.
Por ejemplo, cuando Jesús oró en el Jardín de Getsemaní,
“Él estaba en agonía y oró muy fervientemente.” Lucas
22:44 Es una oración persistente que no deja de preguntar,
buscar, y llamar hasta que Dios conteste. (Mateo 7:7)
La única respuesta para nuestra turbulenta nación es que la
iglesia vuelva a sus raíces y principios bíblicos, y que el
poder de Dios regrese de nuevo a los que están en los
asientos. Desde ese lugar, fluirá hasta nuestras casas,
comunidades y nación. ¿Por qué se reúnen de diez mil a
veinte mil personas para orar en la Montaña de Oración, un
ministerio del pastor Cho en Seúl, Corea? Ellos saben que
no hay nada imposible para Dios cuando Su pueblo ora. Han
descubierto que Dios suple las necesidades de las personas
que se encuentran en una ciudad totalmente dedicada al
ayuno y la oración.
¡Ah! ¡Una hora con Dios infinitamente excede todos los
placeres y delicias de este mundo inferior! David Brainerd
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 3
EN SU PRESENCIA – AVIVAMIENTO DE
SANTIDAD
“Santidad, sin la cual ningún hombre verá al Señor.”
Hebreos 12:14

“El verdadero avivamiento no es ni más ni menos que


una revolución, expulsando el espíritu de mundanería y
egoísmo, y dejando que Dios y Su amor triunfen en el
corazón y en la vida.” Andrew Murray
Durante veinticinco años, antes de que yo tuviera un
encuentro fresco con el Espíritu Santo, creía que vivía una
vida santa y que mi ministerio estaba bien. Yo seguía
predicando la Palabra de Dios, y dejaba los milagros y
demás cosas en Sus manos. Realmente yo creía que mi
trabajo consistía en predicar, y que si Dios quería hacer algo
más, eso era asunto suyo. Cuando el Espíritu Santo me tocó
de un modo tan poderoso y me dijo que tenía que conocer lo
que era tener intimidad con Dios, entonces Él comenzó una
serie de transformaciones en mi corazón, en mi vida y en mi
carácter durante los dos años siguientes. Él comenzó a
mostrarme que la santidad al noventa cinco por ciento no
era suficiente. La santidad que Él quería era mucho más
profunda que una lista de reglas hecha por los hombres, de
las que suelen enseñarse sobre el tema. Una vez que el
Señor comenzó a enseñarme sobre la vida profunda de
santidad, comencé a ver en los servicios milagros y otras
evidencias sobrenaturales. Sucedió un cambio definitivo, y el
fuego de Dios comenzó a caer, impartiendo hambre de Dios.
“Y el que guarda sus mandamientos, permanece en
Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece
en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.” I Juan
3:24
Después de dos años visitando frecuentemente el
Avivamiento de Brownsville en Pensacola, el Espíritu Santo
empezó a convencerme de que el noventa cinco por ciento
de santidad no era suficiente, y que si yo quería que Dios
me usara de una manera más grande, yo tenía que dejar
que Él cambiara varias cosas en mi vida personal, tales
como mi actitud y mi personalidad. Algunas veces ponemos
excusas para tapar nuestras faltas diciendo, “es que yo soy
así” o “esa es mi personalidad.” El Señor me dio convicción
sobre ciertas concesiones que yo estaba haciendo en mi
vida, tales como seguir viendo una película que contenía una
sola mala palabra, aunque el resto estuviese bien. El Señor
me mostró varias características de mi personalidad, tales
como la manera con la que trataba a la gente cuando yo no
conseguía lo que quería. El Señor me dejó ver la manera
arrogante con la que un ministro reaccionó en una tienda por
algo que no le gustó. Realicé que esa actitud no glorificaba a
Dios. El Señor me indicó que yo estaba precisamente
contemplando la manera con la que yo algunas veces me
comportaba. No es incorrecto decir lo que uno piensa, pero
la manera en la que lo hacemos puede glorificar a Dios, o
exhibir una actitud carnal que no demuestra quién es Dios.
Tuve la convicción, y traté de recordarme que mi actitud no
debe imitar la del mundo con “yo soy el centro” o “o me
merezco algo mejor.” Estamos viviendo en un mundo con
“una filosofía de derechos.” Así que ahora, si estoy en un
restaurante y no me sirven lo que pedí, lo devuelvo, pero con
una sonrisa en lugar de airarme o de levantar la voz.
Otra área en la que el Señor me ha ayudado es con mi
autoridad. Cuando uno tiene autoridad en el ministerio es
fácil responder a la gente de una manera que parece
autoritaria. Sonreír y bajar la voz ayuda a que lo que uno
tiene que decir sea más aceptable. Alguien un día me dijo,
“Usted no está ahora en el púlpito predicando.” El Espíritu
Santo, en el avivamiento de santidad, me cambió en una
persona más dulce. Ahora estoy muy consciente para no
ofender al Espíritu Santo.
El Señor también me enseñó sobre la importancia de la
integridad. Necesitamos estar conscientes de devolver las
llamadas telefónicas, y no ignorar a la gente. Esta es una
costumbre que el ministro debe tener. Algunas veces uno
llama o envía un texto hasta diez veces a los pastores, y no
responden. Eso muestra un defecto en el carácter. Sólo
porque usted no pueda contestar con una respuesta
afirmativa, no le excusa de dejar de responder, aunque sea
brevemente. Tenemos que ser rápidos en cumplir con
nuestras responsabilidades, tales como pagar nuestras
deudas, o cumplir con las promesas que le hacemos a la
gente.
Incluso cuando nos comprometemos a orar por alguien,
necesitamos hacerlo, y no decirlo sólo para quedar bien. El
Espíritu Santo me mostró que todas estas actitudes y
comportamientos pueden comprometer mi unción. Lo más
importante es que podemos ofender al Espíritu Santo y
desagradar a nuestro Señor. Recuerde lo que dice Gálata
2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no
vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a sí mismo por mí.”
Me encuentro, desde el avivamiento, pidiendo a Dios cada
día que me perdone si he ofendido al Espíritu Santo, o si he
dicho algo para ofender a alguien. Es posible tener buen
éxito en el púlpito y ser un fracaso en la vida personal.
Gracias a Dios por la sangre de Jesucristo que nos limpia.
Pastores, si ustedes son dulces y amables con sus
congregaciones, pero cuando llegan a casa se tornan
violentos y verbalmente abusivos con sus esposas, esto no
es una muestra de masculinidad, sino es una muestra de
que ustedes han perdido el auto-control, y eso es pecado.
No se puede vivir una doble vida, pero si ustedes permiten
que Dios los cambie, tendrán unción fresca, fuego en sus
vidas y en sus ministerios. Puede ser que los pecados de su
propia personalidad hayan limitado el éxito de su iglesia y
ministerio. Dios tiene mucho más en reserva para nosotros.
Yo no quiero nunca volver a limitar lo que Él quiere hacer en
mi vida y ministerio. “Digo, pues, andad en el Espíritu, y
no satisfagáis los deseos de la carne.” Gálatas 5:16
No es demasiado tarde para cambiar. Yo sé cómo Dios me
ha refinado a mí y me ha acercado más a lo que es Su
santidad. También quiero añadir que Él aún no ha terminado
Su obra en mí. Cuanto más Dios me atrae hacia Él, más
imperfecciones encuentro en mi vida. La santidad sería fácil
si se tratara simplemente de “esto se puede hacer, o no se
puede hacer, o puedes usar esto o no puedes usarlo.” Sin
embargo, cuando usted desea más de Dios, y le pide que lo
renueve con Su Espíritu Santo, Él le mostrará lo que hay
dentro de usted. Las impurezas internas saldrán a la
superficie. Me doy cuenta de que si una persona no me trata
como quiero o como merezco ser tratada, ella tendrá que
responder delante del Señor, pero yo soy responsable de
cómo reacciono frente a la situación. El resentimiento y la
amargura causada porque nos han herido, no son una
excusa cuando Dios dice que debemos perdonar.
He notado que puedo caminar bajo una mayor unción
cuando perdono a alguien que me ha lastimado o me ha
decepcionado. Dios usa todas esas cosas para darnos
mayor bendición y unción. Sin embargo, hay algo más
importante que una poderosa unción, es tener una vida que
agrada a Dios. Si desea recibir el fuego sagrado de Dios,
debe estar preparado para cambiar, incluso si ya ha sido
transformado una vez, si es salvo y hasta ha sido bautizado
con el Espíritu Santo, debe hacerlo. Dios quiere cambiarlo a
usted para llevarlo al siguiente nivel de su ministerio, con una
mayor unción. Recuerde que nuestro objetivo es ser como
Cristo. Yo me doy cuenta que estoy continuamente
cambiando, y Su Espíritu sigue corrigiéndome y
perfeccionándome.
Recordemos que cuando una persona es santa, practica la
mansedumbre, la paciencia, la benignidad, la bondad,
controla su lengua; todo lo sufre, todo lo soporta, da mucho,
es lento para la ira y para reclamar sus derechos. Una
persona santa practica la templanza y la abnegación, lucha
para mortificar los deseos de su cuerpo y crucificar la carne
con sus pasiones y deseo, frenar sus pasiones y limitar sus
inclinaciones carnales por temor a que en cualquier
momento puedan soltarse.
Dios tiene mucho más para nosotros. Vamos a seguir
buscando la plenitud de Dios y permitámosle rompernos,
fundirnos y moldearnos para mostrarnos Su santidad. Yo sé
que después, Él nos usará cómo jamás lo hubiésemos
imaginado. No se conforme con poco, cuando Dios tiene
mucho más.
“Avivamiento es cuando la presencia manifiesta de Dios
llega y lo hace todo nuevo, fresco y vivo, transfiriendo la
información de mi cerebro a mi corazón, convirtiéndola en
una realidad viviente.”
“He aquí, si alguno se limpia de estas cosas, será
instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y
dispuesto para toda buena obra.” II Timoteo 2:21
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 4
EN SU PRESENCIA - INTIMIDAD
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he
estimado como pérdida por amor de Cristo. Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida
por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo.”
Filipenses 3:7-8

La primera noche que asistí a al Avivamiento de


Brownsville, mientras Lindell Cooley dirigía la adoración, y el
poder y la Presencia de Dios saturaban la atmósfera, le
pregunté a Dios: “¿Qué es esto? El poder aquí es de una
profundidad que nunca he experimentado.” El Señor
respondió: “Lo que sientes aquí no se aprende en un libro de
texto, es el resultado de una intimidad que tú no comprendes
mucho”. Tengo un doctorado en teología y siempre analizo
cualquier movimiento de Dios y las manifestaciones. Pero
gracias a Dios que Él cambió mi mente en los tres años
siguientes. Él me condujo por un camino de enseñanza que
nunca aprendí en el seminario o el colegio bíblico. Dios me
dijo que me sumergiera en el río y dejara de hacer
preguntas. Aprendí a disfrutar la Presencia de Dios.
Pablo, el apóstol, en su pasión para dar a entender su punto,
compara todo lo que no es “conocer a Cristo” con estiércol.
Para entender mejor, debemos realmente definir aún más lo
que él nos quiere decir. Precisamente, en los dos versículos
anteriores de Filipenses, Pablo acababa de darnos una
impresionante lista de todas las cosas que había logrado
religiosamente, las cuales lo hacían ver como un campeón
espiritual a los ojos de cualquier judío.
J.A. Motyer dice así: “El hombre, aunque esté situado en un
lugar privillejado, tenga un alto código moral, sea muy
religioso, celoso y devoto, con todo esto no está a la altura
de ser aceptable a los ojos de Dios. Pablo, al sumar sus
ventajas y logros uno por uno, no tuvo más remedio que
admitir que el total era cero.” “A fin de conocerle, y el
poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su
muerte.” Filipenses 3:10 Cualquier otro deseo debe
desaparecer en la distancia, en comparación con el deseo
del creyente de conocer a Dios. Usted puede tener más
grados que un barómetro, pero hay que conocerlo a Él.
“Como el ciervo brama por las corrientes de las agua,
así clama por ti el alma mía.” Salmo 42:1 La prioridad de
Pablo era conocerlo a Dios. Con esa prioridad viene el
poder, una vida resucitada. Con ese poder viene el dolor de
compartir los sufrimientos de Cristo. Jesús enseñó: “Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame.” Mateo 16:25
Muy a menudo, la razón detrás de nuestras pruebas es que
Dios nos quiere llevar al siguiente nivel de intimidad con Él a
medida que confiamos en Él y crecemos en Él. Si usted
quiere conocer a Cristo y experimentar una mayor intimidad,
no le ponga resistencia al dolor, al sufrimiento o a las
pruebas. Vea las pruebas como una oportunidad para
profundizarse en Su Presencia. Deje que de las presiones
de la vida surja la gloria. La gente que se derrama para la
gloria de Dios, esa es la clase de gente que cambia al
mundo.
No solo debemos enfrentar las tormentas de la vida con la
ayuda y el poder de Dios, sino que debemos buscarlo con el
propósito de tener comunión con Él. Dios declara a lo largo
de Su Palabra que Él es nuestra torre fuerte, nuestro
refugio, nuestro escondite, por citar algunos de sus
atributos. Él es nuestra seguridad, aunque la mayoría de las
veces buscamos encontrar seguridad en nuestra posición,
nuestras riquezas, incluso en nuestros amigos y familiares.
De alguna manera, pensamos que si nos intimamos con
Dios, perderemos nuestra seguridad. De hecho, sucede
todo lo contrario. Nos encontramos con Dios, y Él infunde
todas las áreas de nuestras vidas, realzando cada una de
ellas con Su presencia, poder y transformación,
sentándonos en un lugar seguro en Él.
No se puede conocer a alguien bien, sino se pasa tiempo
con esa persona. La intimidad se desarrolla como resultado
del contacto cercano con alguien durante un período de
tiempo. La confianza se desarrolla y va creciendo, y nuestro
corazón comienza a cambiar. Las cosas que eran tan
importantes para usted, de repente dejan de ser una
prioridad en tu vida.
Hay un precio que pagar por tener Su presencia. Cuando
nuestra carne está cansada, incorporamos métodos
humanos que traen rigidez y religiosidad en nuestra manera
de acercarnos a Dios. Si queremos ver el avivamiento que
Dios desea darnos, el cual revolucionará nuestras vidas y
nuestras iglesias, debemos buscar, de una manera
apasionada, Su Presencia manifestada en la intimidad con el
Amante de nuestras almas. Nuestras iglesias modernas,
dominadas por la tecnología, evitan la intimidad y, por lo
tanto, consiguen esterilidad. Muchos de los complejos
religiosos de varios millones de dólares están más
desprovistos de la presencia de Dios que algunas de las
pequeñas iglesias improvisadas en las montañas de
Guatemala, donde muchas de las personas caminan por dos
o más millas para llegar a nuestro servicio.
Desafortunadamente, gran parte de nuestra energía
espiritual se dedica a programas y ministerios de la iglesia,
los cuales se centran en una mentalidad de “bendíceme,
consuélame”. Parece que siempre nos estamos enfocando
en ministrar a la necesidad carnal de comodidad y de cómo
prosperar financieramente, en lugar de concentrarnos en
“perderme”, para poder ganarle y vivir en la intimidad y en su
presencia manifiesta. Si queremos un avivamiento diario,
debemos centrarnos en Dios en lugar de centrarnos en
nosotros mismos.
Desarrolle una mentalidad de intimidad, sembrando semillas
de intimidad todos los días, y gradualmente usted se
sumergirá en Su Presencia, tan cerca del Señor que nada
más podrá sustituirla. ¿Qué pasaría si usted pasara el día,
repitiendo, “Jesús me ama” y lo hace durante un período de
una semana? Estaría compartiendo con Él en un nivel
diferente. Su corazón cambiaría. Usted podría citar las
Escrituras o decirle: “Te amo”. Estos momentos se
acumularían y toda su vida se consumiría pensando en Dios.
Antes de que se dé cuenta, sus deseos cambiarán, y usted
deseará estar en el lugar de comunión con Él, deseándolo y
necesitándolo de tal manera que si pierde ese momento de
encuentro con Él, usted sentirá que se le parte el corazón
porque lo extraña. Aprenda a relajarse en Su Presencia, con
música instrumental, meditando en Su bondad. La intimidad
no siempre tiene que ser verbal. La relación profunda con
Dios puede construirse sentándose tranquilamente con Él,
reflexionando sobre su bondad y amor. Hable con Él
naturalmente como si hablara con un amigo. Jesús caminó
como hombre y construyó relaciones de la misma manera
que lo hacemos hoy. Si usted pasa tiempo en la Palabra, Él
le orientará y pondrá cosas en tu corazón.
Oírlo y escucharlo es muy importante. Recuerde, Él desea
escuchar acerca de cada pensamiento, deseo y sueño que
usted tenga. Él no quiere que usted guarde en su corazón o
en sus pensamientos ninguna cosa que lo aleje de Él. Él no
quiere que usted se cargue con un yugo que anhela llevar.
“Venid a mí los que estáis trabajados y cargados, y yo
os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas.” Mateo 11:28
y 29
Andrew Murray dijo: “¿Alguna vez ha pensado que es un
privilegio maravilloso que cada día y hora del día todos
tengamos la libertad de pedirle a Dios un encuentro con Él y
escuchar lo que Él tiene que decir? Cristo vino del cielo para
amarnos con el amor con que el Padre lo amó. Él sufrió y
murió para ganar nuestros corazones a través de ese amor.
Su amor no puede satisfacerse con nada menos que un
amor profundo y personal de nuestra parte.”
Jesús les dijo a sus discípulos a través de lo que enseñaba,
que todo lo que hiciéramos tenía que girar en torno a la
intimidad con Él. Jesús fue el ejemplo perfecto mientras
modelaba esa verdad. Jesús dijo en Juan 14:10 “El Padre
que mora en mí es el que obra.”. Jesús tuvo una relación
duradera, una comunicación constante con el Padre,
mostrando a sus discípulos que la intimidad con el Padre era
la clave de todo lo que hacía. Sin embargo, esto no es una
especie de embriaguez emocional. Si queremos permanecer
en Él debemos obedecer Su Palabra, de lo contrario no
podemos tener una relación genuina.
La intimidad se deriva de una relación genuina de confianza
y obediencia. Creo que no conocemos a Dios como se
supone que debiéramos, puesto que no vemos que suceden
cosas grandes y poderosas en la iglesia.
La intimidad ayuda a mantener la unción. Dios desea una
relación de amor con nosotros. Dios tiene un poder
espiritual profundo y sólo usted puede determinar cuánto de
esa profundidad desea alcanzar. Cuanto más
profundamente lo conozca, más plenamente podrá usted
revelárselo a otros.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
CAPÍTULO 5
AVIVAMIENTO – EL BESO DE DIOS
“De más estima es el buen nombre que las muchas
riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.”
Proverbios 22:1

Si Dios puede confiar en usted, tiene Su favor, y si tiene Su


favor, tiene acceso.
Cuando el rostro de Dios brilla sobre usted, Él le extiende su
favor, o como me gusta decir a mí, el beso de Dios.
Después de que Dios cambió dramáticamente mi vida y mi
ministerio en el Renacimiento de Brownsville y me enseñó
acerca de la intimidad como puerta de entrada a Su
Presencia, sentí el favor de Dios en mi vida, y sentí como si
fuera un “beso de Dios” para mí. Dios comenzó a abrir
puertas de oportunidades y me abrió puertas que antes no
existían. Entonces fue cuando me enseñó lo siguiente: “Si
Dios puede confiar en mí, tengo Su favor, y si tengo Su
favor, entonces tengo acceso”. Comencé a ver Su
bendición en todas las áreas de mi vida. Hiciera lo que
hiciera y fuera donde fuera, Dios extendía Su favor para que
las cosas sucedieran de manera sobrenatural. Así fue que
comencé a caminar por un terreno al que no estaba
acostumbrada antes. Sin embargo, Dios me recordó que
siempre le diera toda la gloria y el honor, y que no me
enorgulleciera por eso.
La palabra “favor” en hebreo es “l’hon”, significa perdonar.
Cuando usted le extiende “l’hon” a alguien, es como
favorecer a un prisionero cancelándole su condena. Hemos
recibido el favor de Dios, y Él ha cancelado nuestra
condena. Él pagó el precio, y sufrió en nuestro lugar. Por lo
tanto, cada hijo de Dios es favorecido por Dios. Para mí,
este era un nuevo nivel de favor, ya que entendí la intimidad
con el Espíritu Santo, y comencé a practicarla diariamente.
“Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy
el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo
estoy contigo, y yo bendeciré y multiplicaré tu
descendencia por amor de Abraham mi siervo.” Génesis
26:24
La bendición siempre va de la mano con el favor. Cuando el
favor de Dios esté en nuestras vidas, sucederán cosas
maravillosas. El favor nos llevará a donde nada más nos
puede llevar. En el Avivamiento que tan poderosamente
bendijo mi vida, el favor abrió puertas y estableció
relaciones. Con el favor, Dios me dio una autoridad que Dios
ha usado para bendecir mi ministerio y el trabajo misionero
que estoy haciendo. Cuando promuevo la visión de nuestro
trabajo en la construcción del Centro de Avivamiento en
Guatemala, Dios milagrosamente envía los fondos y me da
el favor de las personas que quieren ayudarme.
Un buen ejemplo de lo que es favor, es la historia de Raquel
y Jacob.
Jacob estaba enamorado de Raquel y le dijo a Labán, el
padre: “Trabajaré para ti siete años a cambio de tu hija
menor, Raquel”. Génesis 29:18 Raquel era una mujer
hermosa y había impresionado e inspirado a Jacob. Este
estuvo dispuesto a trabajar catorce años para conseguir la
mujer que quería. Ella era muy hermosa, y Jacob estaba
muy decidido a tenerla. Después de siete años trabajando,
Labán le entregó un sustituto, Lea, su otra hija. Así que
Jacob volvió a trabajar otros siete años para Rachel.
Raquel, a pesar de su belleza, se sentía frustrada porque se
daba cuenta que era hermosa pero no “favorecida”. La
belleza y el favor no son la misma cosa. La Biblia cuenta que
al ver cómo Lea era despreciada, Dios la amó, la bendijo y
la favoreció. Él la compensó, porque Dios tiene una manera
de compensarnos cuando la gente nos desprecia.
Lea fue bendecida porque descubrió que el favor no tiene
nada que ver con la belleza. Y, en consecuencia, entró en
una tal dimensión de favor que acomplejó a la preciosa y
exquisita Rachel. Cuando Rachel se sintió intimidada por
Lea, clamó Dios: “Señor, dame un hijo, o me muero”. El
Señor estaba bendiciendo tan grandemente a Lea, que
Raquel quería ser bendecida como ella. La Biblia dice que
cuando Raquel encontró gracia a los ojos del Señor, quedó
milagrosamente embarazada. Dios abrió su matriz, y le dio
un hijo llamado José. El favor de Dios hizo que en esa matriz
estéril, José saltara por el favor de Dios. Eso es el beso de
dios.
Un niño favorito tiene favor y recibe un trato preferencial. Un
niño favorito tiene acceso y va a lugares donde otros no
pueden ir. Él maneja el auto de su padre porque tiene favor,
mientras que el padre paga la factura. Esto es lo que quiere
decir el Señor cuando Él nos da favores sin que los
tengamos que pagar. Dios nos besa con favores, alguien
más hace el trabajo, pero nosotros recibimos la bendición.
te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no
edificaste, casas llenas de todo bien, que tú no llenaste,
y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares
que tú no plantaste, luego comas y te sacies.
Deuteronomio 10b-11 Así puede Dios mandarlo a usted a un
campo que otro ha sembrado, y bendecirlo a manos llenas.
El favor también conlleva persecución y malentendidos, y es
la causa de por qué Dios necesita poder confiarle el favor.
El favor requiere responsabilidad. Cuando las personas
resienten el favor que Dios le ha dado a usted, se vuelven
disruptivas y lo criticonas, es importante que usted las vea
como inmaduras; esa es su responsabilidad porque por eso
Dios lo ha favorecido a usted. Si Dios puede confiar en
usted Su favor, entonces se comportará correctamente,
incluso en medio de la controversia. A medida que crezca el
favor, usted ya no dependerá tanto de la aprobación de los
demás. Antes de Dios revelar el favor que tiene para usted,
Él debe apartarlo de todo lo que significaba su sistema de
apoyo hasta ahora. Con el tiempo aprenderá que si tiene el
favor de Dios, nadie podrá hacerle nada, sino que lo
convertirá en un testimonio para la gloria de Dios.
El favor y la intimidad están conectados de manera única,
como vemos con Juan y la relación especial que tuvo con
Jesús. Los teólogos creen que Juan era el carga maletas de
Jesús o el ayudante. Él fue quien prestó más atención a su
persona, mientras que otros prestaron mayor atención a
Sus propósitos. En otras palabras, Jesús tenía un “siervo
especial”, un asistente en su ministerio que estaba
comprometido a hacer que todo marchara bien para Jesús,
preparándole el camino.
Hay varios pasajes de las Escrituras que se refieren al
“discípulo a quien Jesús amaba”, lo que indica una
relación especial e íntima. Un buen ejemplo es al pie de la
cruz; Juan escuchó a Jesús decir a su madre: “Mujer, mira
a tu hijo”. Y luego le dijo a Juan: “He aquí tu madre”.
La bendición siempre va de la mano con el favor. Para ser
bendecido por alguien, uno debe primeramente de
favorecido por esa persona. ¡Puedes reconocer el favor por
la bendición! Busque al Señor, tómese un tiempo para
recostarse en Su pecho y se encontrará altamente
favorecido.
¡EN SU PRESENCIA LO TENEMOS TODO!
ACERCA DE MI ASOCIADA

Rev. Lois W. Dietrich


Lois ha sido Asociada de Ministerios Holly Noe por 30 anos.
Ella es licenciada con las Asambleas de Dios Ella tuvo una
carrera muy exitosa como maestra de primaria. Recibió su
licenciatura BS a Cedar Crest College. Lois ayuda en el
ministerio con Rev. Noe, especialmente en el altar y el
ministerio personal a los que vienen para la oración. Ella
también ayuda Holly cualquier área personalmente donde
ella necesita ayuda. Ella la ha acompañado en viajes de
ministerio a 15 países ya través de los Estados Unidos.
Por Dra. Holly L. Noe
MINISTERIOS HOLLY NOE- DATOS IMPORTANTE
Acerca de Ministerios Holly Noe
– Ministerios Holly Noe está disponible para llevar acabo:

1. cruzadas de Fuego y Gloria


2. servicios especiales
3. ensenar misiones
4. servicios especiales misionera
5. viajes misionera para apoyar nuestra obra misionera
con e fin de
Ensenar, discipular grupo y ayudarles encontrar su lugar en
el Reino de Dios, con participación en los siguientes
ministerios de Benevolencia, servicios aire libre, escuelas,
cruzadas, ayudar en plantar iglesias o misiones y mucho
mas.
INFORMACIÓN DEL CONTACTO
Oficina 732-252-8502
Celular 732-239-3656
Website- www.fanningtheflame.org
Facebook – www. Facebook.com Holly Noe Ministries
Holly Noe
EN SU PRESENCIA
LO TENEMOS TODO

La Dra. Holly L. Noe celebra 50 años de ministerio


mientras escribe sobre la Presencia de Dios, el tema que es
la pasión de su corazón por la iglesia, después de haber
recibido un encuentro sobrenatural con el Espíritu Santo y
una nueva impartición del fuego de Dios en el avivamiento
de Brownsville hace muchos años. La autora alienta, desafía
y enseña en un estilo devocional. Ella es muy transparente al
compartir su trayectoria para recibir el ministerio dinámico y
poderosamente ungido que tiene hoy en los Estados Unidos
y en Guatemala, donde se ha incendiado una iglesia que
está creciendo sobrenaturalmente con señales y maravillas,
lo que requiere la construcción del Centro de Avivamiento
con 2500 asientos. Su entusiasmo es contagioso cuando
comparte sus victorias en el ministerio, y el precio de la
unción a través del sufrimiento y abnegación. La Reverenda
Dr. Holly L. Noe le da a Dios toda la gloria y honra a cada
paso del camino por todas las obras maravillosas de Dios, al
celebrar su aniversario.
En la Parte I, la autora presenta los principios para ingresar
al Portal de Su Presencia a través de la Adoración. En la
Parte II, establece el campo de batalla y la bendición de la
victoria en su presencia, y en la Parte III, presenta algunos
principios para el avivamiento en Su Presencia. El lector
sentirá la unción del Espíritu Santo y se enfrentará a un
desafío de buscar Su presencia y prepararse para el
avivamiento en su propio corazón e iglesia, ya que la autora
describe con franqueza por qué la iglesia necesita el
avivamiento.
ACERCA DE LA AUTORA

La Rev. Dra. Holly L. Noe es fundadora y Presidenta de los


Ministerios Holly Noe; tiene un Doctorado en Teología, y es
Ministro ordenada con las Asambleas de Dios. Ella ha
viajado por los Estados Unidos y muchos otros países.
Tiene un ardiente deseo por ver la iglesia moderna,
experimentar la Presencia Manifiesta de Dios que conduzca
a un nuevo encuentro con el Espíritu Santo. Siente un amor
profundo para las misiones y quiere impartirlo a otros. Su
Ministerio despierta hambre por un avivamiento en las vidas
que la escuchan.
“Making your book dream come true without robbing you!”
www.deeperlifepress.com
EN SU PRESENCIA RECORDAMOS LAS OBRAS
MARAVILLOSAS DEL SEÑOR
EN SU PRESENCIA RECORDAMOS LAS OBRAS
MARAVILLOSAS DEL SEÑOR
EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A AGRADAR EL
SEÑOR SOBRE TODAS LAS COSAS
EN SU PRESENCIA APRENDEMOS A AGRADAR EL
SEÑOR SOBRE TODAS LAS COSAS
DRA. HOLLY L. NOE

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