Unidad Nº 15

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Unidad nº 15: El poder judicial.

El Poder Judicial: el llamado “poder judicial” se compone de una serie de órganos que forman
parte del gobierno federal y que ejercen una función del poder del estado, cual es la denominada
“administración de justicia”, “jurisdicción” o “función jurisdiccional”. A ello se añade ahora el Consejo
de la Magistratura y el jurado de enjuiciamiento.

-La Función Jurisdiccional: La función característica del poder judicial es juzgar, es decir que es
el encargado de ejercer la “función jurisdiccional”. Dicha función consiste en aplicar la ley para
resolver conflictos (por ej: una persona demanda a otra ante un tribunal de justicia. El deber del
juez es estudiar los hechos en que se funda la demanda, y aplicar la ley que corresponda para
resolver ese caso concreto). Por lo tanto, por “función jurisdiccional” debe entenderse la facultad
exclusiva que detenta el poder judicial de impartir justicia o como dice Bidart Campos de
“administrar justicia”. La función jurisdiccional caracteriza y tipifica al poder judicial: es su función
específica y exclusiva. No comparte esta potestad con ningún otro poder.
Es decir, esta función es una tajante división de poderes entre el poder ejecutivo y el poder judicial,
que además asegura la independencia del poder judicial. Es decir que la función de administrar
justicia que se asigna a los órganos judiciales, excluye también totalmente su arrogación y ejercicio
por el órgano ejecutivo y por el órgano legislativo.
ART 109: “en ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse
el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”.
Sin embargo, el poder judicial posee ciertas atribuciones diferentes a la función jurisdiccional o
judicial, tales como la administración de recursos y de su presupuesto, o el dictado de reglamentos
internos o bien las facultades de destitución de magistrados mediante el enjuiciamiento.

-Jurisdicción y competencia: la jurisdicción es la potestad conferida por el Estado a determinados


órganos para resolver mediante la sentencia las cuestiones que les son sometidas por los
justiciables. En resumen, es la capacidad de administrar justicia que tienen los tribunales judiciales.
La competencia es la facultad que posee un juez para ejercer la jurisdicción en un caso concreto.
De esta manera, todos los magistrados tienen competencia para entender en cada caso concreto.
La competencia se determina en virtud de la materia (ej si versa o no el conflicto sobre un punto
tratado en la CN o en las leyes de la nación), el grado, el monto, el territorio, etc.

-El régimen federal y el doble orden judicial. Justicia federal y justicia local: la CN establece un
doble orden jurisdiccional que es consecuencia directa de la forma de estado federal que impera en
nuestro país:

- Provincial: en esta se da la denominada justicia ordinaria o local. Su fundamento es


resguardar y asegurar las autonomías provinciales. Como establece el ART 5 de la CN las
provincias deben asegurar su propio régimen de justicia. La competencia de justicia local u
ordinaria es más amplia que la de la justicia federal, por lo tanto la justicia local es la regla y la
justicia federal, la excepción.

- Nacional: respecto a ella se da la justicia federal, que es la excepción. La jurisdicción


federal es definida como la facultad conferida al poder judicial de la nación para administrar
justicia en los casos, sobre las personas y en los lugares especialmente determinados por la
constitución.
Esta jurisdicción federal es ejercida por órganos que se llaman tribunales de justicia. Además de la
corte suprema, hay por creación de la ley tribunales federales de primera instancia (juzgados) y de
segunda instancia (cámara de apelaciones).
ART 116: “corresponde a la corte suprema y a los tribunales inferiores de la nación, el
conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la constitución, y
por las leyes de la nación, con reserva hecha en el inciso 12 del artículo 75; y por los tratados con
las naciones extranjeras, de las causas concernientes a embajadores, ministros públicos y
cónsules extranjeros; de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima de los asuntos en que
la nación sea parte; de las causas que susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y
los vecinos de otra; entre os vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos,
contra un estado o ciudadano extranjero”.
ART 117: “en estos casos la corte suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas
y excepciones que prescriba el congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores,
ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y
exclusivamente”.
La jurisdicción federal esta atribuida a los órganos del poder judicial del estado federal por los ART
116 y 117. La justicia federal divide su competencia por razón de materia, de persona y de lugar.
Las características principales son:

a. limitada y de excepción, lo que quiere decir que solo se ejerce en los casos que la
constitución y las leyes reglamentarias señalan.

b. privativa y excluyente, lo que significa que, en principio, no pueden los tribunales


provinciales conocer de las causas que pertenecen a la jurisdicción federal.
-Es improrrogable si surge por razón de materia o de lugar. Al contrario, es prorrogable
cuando sólo surge por razón de las personas, salvo los casos de competencia originaria y exclusiva
de la Corte, que se reputan absolutamente improrrogables.

-El juicio por jurados: sin embargo, no se visualiza en la CN material. Son estas normas un claro
ejemplo de normas latentes de vigencia sociológica.
El ART 24 de la CN dispone que el congreso sea encargado de establecer un juicio por jurados. El
juicio por jurados consiste en que un cuerpo popular dé su veredicto durante el juzgamiento de
ciertos delitos. Es decir que el objetivo del juicio por jurados es que un acusado sea juzgado por
sus pares, en lugar que ante jueces y fiscales. El jurado está compuesto por la misma cantidad de
hombres y mujeres. Ellos se debatirán entre 2 cuestiones: si el hecho que se juzga realmente
existió y si el acusado de haber cometido ese hecho es culpable o no. Las personas que componen
el jurado son seleccionadas por sorteo a partir de una lista elaborada por la justicia electoral sobre
la base del padrón entre todos los ciudadanos que se encuentren entre 21 y 75 años. También
existe una serie de ciudadanos que por su rol social o profesión no pueden ser miembros del
jurado, como los integrantes de fuerzas de seguridad, funcionarios electos o empleados del poder
judicial, etc.
Se trata de una institución propia del derecho anglosajón y suele verse en las películas de habla
inglesa: durante el juicio, el abogad trata de imponer su postura a un grupo de 12 ciudadanos
comunes ajenos al conflicto que se intenta resolver. Para cada juicio se convoca diferentes
personas y es un deber civil que deben cumplir. Están ubicados en una tribuna al costado del juez;
y al final del juicio, a través de una votación, resuelven el caso.
De todas formas, en nuestro país no existe este sistema.
ART 24: “el congreso promoverá la reforma de la actual legislación en todos sus ramos, y el
establecimiento del juicio por jurados”.
El ART 118 también establece los juicios por jurados: “todos los juicios criminales ordinarios, que
no se deriven del despacho de acusación concedido en la Cámara de Diputados se determinarán
por jurados, luego que se establezca en la Republica esta institución. La actuación de estos juicios
se hará en la misma provincia donde se hubiera cometido el delito; pero cuando este se cometa
fuera de los límites de la Nación, contra el Derecho de Gentes, el Congreso determinara por una
ley especial el lugar que haya de seguirse el juicio”.
Hay un mención a los juicios por jurados en el ART 75 INC 12 como una situación a reglamentar a
través de leyes.
En nuestra provincia no hay juicio por jurado. La doctrina dice que esta cláusula es programática,
es decir que la proclama pero deja a la libertad de las provincias que se lleve a cabo. Sin embargo
funciona en Córdoba, Neuquén, Chubut, Buenos Aires (2015) y Rio Negro (2018).
Desde 1853 está pendiente de reglamentación los juicios por jurados.

Organización del Poder Judicial Federal.

a)-Corte Suprema de Justicia de la Nación: La corte suprema es el organismo más importante


dentro del poder judicial, por eso suele decirse que es “la cabeza del poder judicial”. Es un
organismo con rango constitucional ya que fue creada y regulada por la CN.
Dentro de la estructura del poder judicial, la corte suprema inviste algunas atribuciones no
judiciables.
De modo que, La propia constitución le adjudica en el ART 113 la de dictar su reglamento interno y
la de nombrar a sus empleados subalternos.
-Creación: dice el art. 108 que “el Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema
de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la
Nación”.
La Corte Suprema es la cabeza del poder judicial federal y ha sido instituida con tal carácter en
forma expresa, en condiciones de paridad horizontal con el Poder Legislativo y Ejecutivo.

-Composición: se compone de una Corte calificada como Suprema por la Constitución Nacional. Es
el órgano expresamente creado por el texto fundamental; y demás tribunales inferiores a ella.
Ni el número de sus miembros ni la designación de su presidente tienen regulación constitucional.
La CN no establece el número de miembros (jueces) que debe tener la corte, por eso fue
establecido sucesivamente a través de diversas leyes. Al principio se componía de 5 miembros,
luego de 7, más tarde volvió a ser de 5. En 1990, la ley 23.774 estableció que fueran 9. Finalmente,
en 2006, la ley 26.183 dispuso que los miembros de la corte vuelvan a ser 5.
-Designación de sus miembros: según el inciso 4º del artículo 99, el Presidente “nombra los
magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros
presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
“Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta
vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública, en
la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.
“Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años. Todos los
nombramientos de magistrados cuya edad sea le indicada o mayor se harán por cinco años, y
podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite”.
A partir de la reforma de 1994 existe un procedimiento previo a cargo del Consejo de la
Magistratura cuyo fin es seleccionar a los candidatos a jueces de tribunales federales inferiores a la
Corte en base a la idoneidad y mediante una serie de medios y etapas creados a tales fines. Dicho
procedimiento produce como resultado un conjunto propuesto de tres personas, vinculante para el
Ejecutivo, del cual surgirá el candidato que se someterá al acuerdo del Senado.
FALLO: Fayt y Schiffrin:
Carlo fayt se presenta a la justicia. En una acción declaratoria de inconstitucionalidad. Diciendo que
el art 99 inc 4 tercer párrafo Es inconstitucional. Porque los convencionales constituyente se
excedieron en aquello que les habían dicho el congresos de la nación y el núcleo de coincidencia
básico. Ahí no estaba este elemento que es el de la periodicidad de los jueces. Y al mismo tiempo
el art 110 dice: los jueces de la CSJ conservaran su empleo mientra dure su buena conducta; A lo
que fayt tenia mas de 75 años ahí bien el problema. A lo que fayt se presenta antes los jueces de
primera instancia. Y ellos consideraron que fayt tenía razón. Que ese párrafo de la constitución era
nulo. Porque cuando fayt fue designado juez fue anterior a la promulgación de la constitución . por
lo tanto le están vulnerando un derecho adquirido. Por lo que la corte decide anular ese párrafo de
la constitución. Al considerar que se excedio en las atribuciones que le habia dado el nuecleo de
coincidencia básica, poque en ninegun momento los diputados y senadores le dijeron a los .
convencionales constituyente sobre los limites de los 75 años.
En el años 2017 en el caso Schiffrin.

Presidencia de la Corte: dos veces hace referencia la constitución al presidente de la Corte


Suprema: en el art. 112 (disponiendo que después de la primera instalación, los miembros de la
Corte prestarán juramento ante el presidente del tribunal), y en el art. 59 (disponiendo que cuando
el acusado en juicio político sea el presidente de la república, el senado será presidido por el
presidente de la Corte).
Nuestra práctica constitucional ha conocido dos soluciones. Podemos observar que hasta 1930,
esa práctica ejemplarizó la designación del presidente de la Corte por el presidente de la república.
Desde 1930, se rompe con el largo precedente, y el presidente de la Corte es nombrado por la
Corte misma, o sea, por designación que deciden los jueces que la forman.
Si la designación de un juez de la Corte como presidente de la misma debe emanar del tribunal y
no del poder ejecutivo, la renuncia como presidente ha de elevarse a la propia Corte y debe ser
resuelta por ella, sin perjuicio del trámite diferencial que corresponde en caso de renuncia
simultánea como miembro del cuerpo.

-Autonomía funcional. Poderes de reglamentación y de administración: el poder disciplinario de los


jueces tiene múltiples perspectivas, que admiten diversidad de visiones.
a) Una abarca a los funcionarios y empleados del poder judicial.
b) Otra se dirige a ejercerlo sobre las partes en el proceso, comprendiendo a los justiciables y a
los profesionales que intervienen en él.
c) Otra atiende a la propia dignidad del juez, para sancionar las ofensas y faltas de respeto
hacia él durante el proceso.
Con este deslinde, el panorama puede ser éste:

a) La reforma constitucional de 1994 ha conferido el poder disciplinario sobre los jueces al


Consejo de la Magistratura (art. 114).
b) Respecto de los demás agentes que componen el personal que se desempeña en los
tribunales de justicia, el poder disciplinario incumbe a cada uno de éstos respecto de su
elenco.
c) No hay disposiciones expresas en la constitución acerca del poder disciplinario del Consejo
de la Magistratura para su propio personal, ni del Ministerio Público sobre el suyo.

En cuanto al poder disciplinario de los jueces sobre los abogados, convendrá efectuar un desglose:

a) Para lo que llamaríamos facultades disciplinarias “procesales” a efectos de sancionar


inconductas de los profesionales que intervienen en y durante un proceso, nos cuesta
declinar su ejercicio por parte del juez o tribunal ante el cual se desarrolla ese proceso; para
privarlos de su poder disciplinario en este supuesto, haría falta una ley que así lo dispusiera,
pues de lo contrario parece configurar una facultad implícita de cada órgano judicial.
b) Para lo que llamaríamos facultades disciplinarias “profesionales”, el poder disciplinario
pertenecería a los colegios de abogados en resguardo de la ética.

Con respecto a las facultades de administración, es la susodicha ley 23.774, la que establece que
la Corte Suprema “[...] dictará su reglamento interno y económico y el reglamento para la justicia
nacional, estableciendo las facultades de superintendencia de la Corte Suprema y tribunales
inferiores”.

El Consejo de la Magistratura.
-Fines perseguidos con su creación: en el artículo 114 aparece un nuevo órgano, que es el Consejo
de la Magistratura. Dice la norma: “El Consejo de la Magistratura regulado por una ley especial
sancionada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara tendrá a su
cargo la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial”.

-Ubicación del Consejo de la Magistratura: el Consejo de la Magistratura está ubicado


normativamente dentro de la sección que la constitución dedica al Poder Judicial.
Pero, un primer análisis nos diría que no forma parte del poder judicial –y que, por ende, bien
podría considerarse también un órgano extrapoderes- porque el art. 108 es terminante cuando
establece que “el poder judicial de la nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia y por
los demás tribunales inferiores que el congreso estableciere en el territorio de la nación”.
Pero, Bidart Campos aclara que cuando el art. 108 afirma que “el poder judicial será ejercido por
una Corte... y los demás tribunales inferiores...” cabe entender que allí la alusión al “poder judicial”
no se refiere a la estructura de órganos que lo componen y hacen parte de él, sino a la “función de
administrar justicia” en las causas que otros artículos asignan a la competencia exclusiva del poder
judicial.
Esto nos conduce a reafirmar que el Consejo de la Magistratura no es un órgano extrapoderes que
esté fuera del poder judicial, sino que orgánicamente lo integra.

-Integración del Consejo de la Magistratura: (leer art.) El 1er párrafo del ART 114 diseña la
competencia del consejo de la magistratura en una bifurcación: seleccionar a los magistrados y
administrar el poder judicial.
El 2do párrafo traza el lineamiento que ha de tomar en cuenta el congreso al dictar la ley
reglamentaria del consejo de la magistratura en lo referido a su composición. En primer lugar, el
desempeño de sus miembros es temporario. En segundo lugar, ordena procurar un equilibrio entre
las representaciones que invisten los funcionarios del consejo: representantes de los órganos
políticos resultantes de elección popular; representantes de los jueces federales de todas las
instancias; representantes de los abogados de la matricula federal; y otras personas del ámbito
académico y científico. El número y la forman deben surgir de la ley.
Es decir, el consejo de la magistratura está integrado por 13 miembros: 3 jueces del poder judicial
de la nación, 6 legisladores, 2 abogados de la matricula federal, 1 representante del poder ejecutivo
y 1 representante del ámbito científico y académico. El presidente y el vicepresidente del consejo
de la magistratura son designados por mayoría absoluta del total de los miembros y duran 1 año en
sus funciones.
El equilibrio entre tales representaciones es importante. El ART 114 dice que el consejo “será
integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio” entre las representaciones de sus
integrantes. Es la ley especial la que tiene que determinar ese equilibrio. El equilibrio no debe ser
periódico sino permanente. El equilibrio en la composición quiere decir que siempre tiene que
existir en la representación temporaria de los sectores componentes del cuerpo. El equilibrio no
depende solamente del número de representantes de cada sector, sino además de quien es el
designante de ellos. Si a las personas del ámbito científico y académico las nombra el congreso o
el poder ejecutivo, el equilibrio quedaría perturbado, cosa que no ocurriría si la designación
proviniera de las universidades o las academias nacionales
-Atribuciones del Consejo de la Magistratura: las competencias del Consejo exhiben diferencias
entre sí; lo cual tres se van refierir directamente a la formación de los cuadros judiciales; una al
poder disciplinario; otra al poder reglamentario; y otra a la administración de los recursos
económicos.
En cuanto a la formación de los cuadros judiciales, posee las siguientes atribuciones:

a) Realizar los concursos públicos para cubrir los cargos de jueces en todas las instancias
inferiores a la Corte, y seleccionar a los candidatos,
b) Formular ternas vinculantes para proponer el nombramiento.
c) Promover el enjuiciamiento político de los jueces de instancias inferiores a la Corte.

En lo que hace al poder disciplinario, el Consejo tiene su ejercicio sobre los magistrados.
El poder reglamentario recae sobre una triple materia:

a) Para la organización judicial.


b) Para asegurar la independencia de los jueces.
c) Para lograr la eficaz prestación del servicio de justicia.

Por fin, en lo administrativo económico, administra los recursos y ejecuta el presupuesto que la ley
respectiva dedica al poder judicial.
Se ha de tener muy presente que no tiene competencia para intervenir en la designación de los
jueces de la Corte; ni para promover el juicio político contra ellos; ni para ejercer sobre ellos el
poder disciplinario; ni para ejercer el poder disciplinario sobre el personal del poder judicial.

Tribunales inferiores. Creación y doble instancia: dice el artículo 108 que “el Poder Judicial de
la Nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores
que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación”.
Creación: Estos tribunales son creados y establecidos por el congreso. Es decir que el congreso,
por medio de una ley, los crea y los establece en diferentes puntos del país.
Requisitos. Los requisitos para ser juez federal se encuentran establecidos por el decreto-ley
1285/58 y son diferentes según se trate de juez de primera instancia o juez de cámara de
apelaciones.

a. Requisitos para ser juez de primera instancia: ser ciudadano argentino, ser abogado con
título de una universidad nacional, tener 4 años de antigüedad como abogado, tener 25 años de
edad.
b. Requisitos para ser juez de una cámara de apelaciones: ser ciudadano argentino, tener
título de abogado con validez nacional, tener 6 años de ejercicio de la abogacía o de una
función judicial que requiera ese título y tener 30 años de edad.

La doble instancia: Las Cámaras federales de apelación son los tribunales de segunda instancia
de integración colegiada y conocen de los recursos de apelación interpuestos contra las sentencias
de los jueces federales de primera instancia. Estos últimos tienen su asiento en las jurisdicciones
locales.
Órganos judiciales federales con asiento en la capital federal y provincial. El poder judicial
en la ciudad autónoma de bs as.
L nuevo régimen constitucional que la cosntitucion ha deparado a la ciudad de buenos aires
(calidad de semiprovincia) la misma deberá establecer un sistema de justicia independiente. De
manera tal que ahora existen:
- Jusces nacionales federales;
- Jueces nacionales locales que se encuentran en la capital federal, tienen competencia
ordinaria.

El status jurídico del Juez: el artículo 110 dice que “los jueces de la Corte Suprema y de los
tribunales inferiores de la Nación conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y
recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser
disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones”

-Garantías de independencia y eficacia: el artículo 110 consagra las dos garantías claves para la
independencia del poder judicial, con una condición para gozar de los atributos de un “poder”
dentro de la organización institucional, ya que se lo ha investido con la función exclusiva y
excluyente de controlar los actos de los poderes legislativo y ejecutivo, así como resolver, en su
condición de tercero neutral, los conflictos de los particulares entre sí y de éstos con el Estado.

-Nombramiento: Para el nombramiento de estos jueces se deben cumplir los siguientes pasos:

1. El consejo de la magistratura realiza una pre-selección de varios candidatos a través de un


concurso público.
2. Luego de la pre-selección, el consejo de la magistratura elige a 3 candidatos y eleva la
propuesta (terna) al poder ejecutivo.
3. El poder ejecutivo debe elegir a uno de esos 3 candidatos para que ocupe el cargo. La terna
elevada por el consejo de la magistratura es vinculante para el poder ejecutivo, es decir, que no
puede elegir un candidato que no figure en la terna.
4. Para ser nombrado el candidato elegido por el poder ejecutivo se necesita la aprobación del
senado (mayoría absoluta de los miembros presentes). Este acuerdo del senado debe ser
resulto en una sesión pública, donde se discuta la idoneidad del candidato.
Una vez que el senado presta el acuerdo, se produce el nombramiento del nuevo juez.
-Juramento: art. 112: “en la primera instalación de la Corte Suprema, los individuos nombrados
prestarán juramento en manos del Presidente de la Nación, de desempeñar sus obligaciones,
administrando justicia bien y legalmente, y en conformidad con lo que prescribe la Const. En lo
sucesivo lo prestarán ante el presidente de la Corte”.

-Inamovilidad: tiende a asegurar la permanencia en el cargo. Se trata de desprender la función de


juez de posibles y permanente presiones que afecten la tarea de administrar justicia.
La Constitución histórica consagró para todos los jueces del poder judicial federal la inamovilidad
vitalicia mientras dure su buena conducta en el art. 96, que se mantiene como art. 110.
A veces se interpreta que la inamovilidad ampara únicamente contra la “remoción”, que es la
violación máxima. Sin embargo, la inamovilidad resguarda también la “sede” y el “grado”. Un juez
inamovible no puede ser trasladado sin su consentimiento, ni cambiado de instancia sin su
consentimiento (aunque significara ascenso). Y ello porque su nombramiento lo es para un cargo
judicial determinado, y ese status no puede ser alterado sin su voluntad.
Actualmente, el art. 99 inc 4º ha establecido en su párrafo tercero un término al desempeño de los
jueces inferiores a la Corte en razón de su edad: al cumplir setenta y cinco años cesan, salvo que
recaiga un nombramiento nuevo precedido del acuerdo del senado; la nueva designación de
magistrados cuya edad sea la indicada u otra mayor se puede hacer por cinco años, susceptibles
de repetirse indefinidamente mediante el mismo trámite.

-Remuneración: el art. 110 dispone que la remuneración de los jueces es determinada por ley, y
que no puede ser disminuida “en manera alguna” mientras permanezcan en sus funciones.
En primer la ley la que fija la retribución de los jueces, el no poder disminuirla “en manera alguna”
tiene el sentido de prohibir las reducciones nominales por “acto del príncipe”, o sea, las que
dispusiera una ley.
E segundo lugar, una interpretación dinámica de la constitución exige que la prohibición de
disminución “en manera alguna” se entienda referida no sólo a las mermas nominales o por “acto
del príncipe”, sino a toda otra que, proveniente de causas distintas, implica depreciación del valor
real de la remuneración.
La Corte Suprema ha establecido que la intangibilidad de los sueldos de los jueces es garantía de
independencia del poder judicial, y que no ha sido establecida por razón de la persona de los
magistrados, sino en mira a la institución de dicho poder.
Queda por descifrar si la garantía de irreductibilidad de las remuneraciones impide que éstas
soporten deducciones por aportes jubilatorios, cargas fiscales, etc, que, con generalidad, obliga a
los habitantes.
Estamos seguros de que ninguna de tales reducciones viola al art. 110, y que los jueces están
sujetos a soportarlas como cualquier otra persona, pues de lo contrario se llegaría al extremo
ridículo de tener que eximirlos de todo gasto personal para que su sueldo no sufriera mera.

-Incompatibilidades: la constitución no contiene más disposición sobre incompatibilidad que la del


art. 34, que prohíbe a los jueces de las cortes federales serlo al mismo tiempo de los tribunales de
provincia. Pero se encuentra tan consustanciada la incompatibilidad de otras actividades con el
ejercicio de la función judicial, que la ley no ha hecho más que recepcionar una convicción: los
jueces no pueden desarrollar actividades políticas, administrativas, comerciales, profesionales, etc.,
ni tener empleos públicos o privados. Por excepción, pueden ejercer la docencia, y realizar tareas
de investigación y estudio.
-Responsabilidad: ART 53 (cámara de diputados): La cámara de diputados ejerce el derecho de
acusar ante el senado a los miembros de la CSJN (la reforma de 1994 excluyó del juicio político a
los tribunales inferiores de la corte) en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos,
por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones o por crímenes comunes. Sin
embargo, para que prospere esta acusación, es decir, el juicio político a alguno de los integrantes
de la Corte se requiere la mayoría especial de 2/3 partes de la cámara de diputados.

-Inmunidades en el Derecho Público Provincial: en cuanto las inmunidades penales, la CN


establece un conjunto de privilegios parlamentarios, conocidos como fueros, inmunidades o
prerrogativas, cuya finalidad es la garantía de la función legislativa.
Las principales prerrogativas de diputados y senadores, según la CN, son las inmunidades de
opinión, de arresto y de proceso, limitada esta última si prospera el desafuero, además de las otras
prerrogativas de las que gozan las cámaras.
Estrictamente, no puede sostenerse que, sin más, los privilegios parlamentarios son trasladables a
los otros funcionarios integrantes del poder ejecutivo y judicial por el hecho de estar sujetos a juicio
político o remoción.
La legislación procesal y la jurisprudencia de los tribunales exigían la previa remoción mediante el
procedimiento de juicio político, antes de indagar a los magistrados judiciales. El requerimiento se
extendía a cualquier otra medida que implicara someter a los jueces a la autoridad de un tribunal.
De este modo, el tribunal reconoció al juez inmunidad procesal, es decir, una sustracción
temporaria a la ley procesal común. Si esta doctrina parece razonable, fundada en la necesidad de
preservar la función de los jueces y aun el eventual escándalo que produciría un juez procesado
penalmente al tiempo que él administra justicia a otros, no existe razón alguna para que esa
inmunidad de extienda al caso de los jueces suspendidos en virtud de la apertura del juicio de
remoción por pate del consejo de la magistratura.
En cuanto a las inmunidades civiles de los magistrados judiciales, la ley 25.320 estableció algunas
limitaciones a las inmunidades penales de los funcionarios y magistrados sometidos a juicio
político. La reforma más importante que introdujo esa norma fue que habilito el procesamiento y el
llamado a declaración indagatoria de los jueces imputados de delitos. Pero si el juez no se presenta
voluntariamente a esa medida o en consecuencia de ella queda afectada su libertad personal,
corresponde pedir su desafuero o a lo menos, su suspensión.

Sistemas de selección y remoción de los jueces en el orden federal y en las provincias: los
magistrados de la Corte Suprema de Justicia son nombrados por el Presidente, con acuerdo del
Senado por los dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
El presidente también nombra a los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a
una propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en
sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.
Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años. Todos los
nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor ser harán por cinco años, y
podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite (art. 99, inc. 4º).
Según el art. 114, una de las atribuciones del Consejo de la Magistratura es “decidir la apertura del
procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la suspensión, y formular la
acusación correspondiente”.
Jurado de enjuiciamiento de magistrados de la Nación. Composición. Atribuciones.

El jurado de enjuiciamiento: el art. 115 dispone que “los jueces de los tribunales inferiores de la
Nación serán removidos por las causales expresadas en el artículo 53, por un jurado de
enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.
“Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte
condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes ante los
tribunales ordinarios.
“Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si
transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de
remoción, sin que haya sido dictado el fallo.
“En la ley especial a que se refiere el art. 114, se determinará la integración y procedimiento de
este jurado”.
Para el análisis competente del juicio político remitimos al análisis ya realizado de la bolilla XI.

-Integración:

- (3) Jueces: 1 Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en carácter de


presidente; y 2 jueces de Cámara. Elegidos por sus pares. No se consideran del interior
del país.
- (3) Legisladores: 1 senador por la mayoría, 1 por la minoría y 1 diputado por la mayoría.
- (3) Abogados: 2 en representación de la Federación Argentina de Colegios de
Abogados; y 1 al menos, perteneciente a la matrícula federal del interior del país, y 1 por
el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.

En total son 9 miembros. Pero es menester destacar que, el proyecto reformador prevé un Jurado
de Enjuiciamiento integrado por 7 miembros.

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