Manual Oratoria
Manual Oratoria
Manual Oratoria
COMUNICACIÓN Y
ORATORIA
COMUNICACIÓN Y ORATORIA
ORATORIA
La Real Academia de la Lengua Española define a la oratoria como el “arte de hablar con
elocuencia; de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra.” Otros autores definirán
oratoria como una forma particular del fenómeno social de la comunicación, es la ciencia de la
persuasión oral. Dicho de otra manera, es el arte de comunicar y persuadir a los demás por medio
de la palabra.
La oratoria no es sólo el arte del bien decir, sino también el arte de la demostración, en
donde el orador domina las voluntades y abre luz al criterio valiéndose de la ciencia, de la poesía,
de la dialéctica y del inmenso poder de la elocuencia.
Recordemos que la oratoria está enmarcada en el ámbito de las ciencias sociales, ella
estudia al hombre en su relación con el medio social en el que se desenvuelve. La oratoria nos
enseña a expresarnos con propiedad y elegancia, a conocer y a utilizar correctamente nuestro
idioma y a transmitir nuestros discursos de manera eficaz. Como toda actividad humana, su
dominio exitoso requiere de constante práctica.
Ahora bien, cuando hablamos de oratoria, surge el concepto de retórica, que algunos los
consideran como sinónimos, pero no lo son. Para Aristóteles la retórica, del griego “rhétor”
(orador), es el “arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje
escrito o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover”. Indaga la posibilidad
humana de construcción del discurso, funcionalidad e intenciones del disertante. La retórica
regula una idea, elige el material, distribución y belleza de expresión misma, a través de la
selección y colocación de vocablos.
Etimológicamente la palabra Elocuencia deriva del verbo latín: elocuor, que significa
hablar de forma elegante, fluida y persuasiva. Es una manera de expresar emociones de tal forma
que produce convicción o persuasión en el oyente, mediante la lengua hablada o escrita, de una
forma llamativa y apropiada. Como decía Quintiliano: “Manifestar nuestros pensamientos con
claridad por medio del lenguaje.” Históricamente la elocuencia precedió a la oratoria con la cual
solía ser confundida, considerándolas parte de una misma figura, sin embargo, a lo largo de los
años se han hecho estudios que han demostrado la diferencia de ambas, pues, la oratoria tiene un
sentido más general y retórico.
Cuando se habla, a parte del mensaje especifico que se quiere comunicar, se está
transmitiendo mucho más. El tono de voz, la imagen personal, los movimientos, el perfume, las
manos y sus movimientos. El público va más allá del mensaje verbal estricto y se forma una
imagen mental más amplia. Tras una intervención oral de una hora, el público sólo recuerda un
30% del mensaje total y guarda en su mente una imagen global, idealizada, de lo que ha visto y
escuchado.
Para que nuestra oratoria sea más eficaz y que los interlocutores logren captarla
adecuadamente es necesario tomar en cuenta los siguientes requisitos:
Coherencia: Las relaciones entre las ideas expuestas deben de ser lógicas y las contradicciones
evitadas. Cuando el emisor, orador o conferenciante esté expresando puntos de vista personales y
puntos de vista de otra persona, debe prevenir a quienes lo escuchan, porque de lo contrario
provocara incomprensión y distorsión en lo que está diciendo. Además, emplear un vocabulario
que se adapte al nivel de los oyentes, es requisito importante para la claridad de la exposición.
Sencillez: Es una cualidad necesaria para la expresión oral y la oratoria. La sencillez es para
Martín Vivaldi “huir de lo enrevesado, de lo artificioso, de lo complicado, de lo barroco”. Ser
sencillo no es tan fácil, porque cuando nos situamos ante un público que está pendiente de
nuestras palabras, hay un sentimiento natural que nos lleva a tratar de hablar mejor.
Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de
propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos, que también
podemos llamar fines son cuatro.
1. PERSUADIR: Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son
las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para
que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que
busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos
o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que
“es la actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una
acción determinada”.
Otra cuestión a tener en cuenta es que una forma de interesar al auditorio y conseguir su
voluntad es a través del respeto, la consideración y la dedicación que el orador le demuestra; que
no trata de herir sus sentimientos; que participa de su alegría o de su dolor. A estos miramientos
se les llama PRECAUCIONES ORATORIAS. La prudencia y el tacto piden al orador respeto a
las instituciones veneradas; respeto a la vejez, a la dignidad, al saber y a la virtud. No debes
insistir obstinadamente, porque toda insistencia desgasta y cansa; si el entusiasmo se hace rutina,
deja de impresionar; si la insistencia atosiga cierra los conductos de la emoción y como aquí
hablamos de agradar y conmover, recordemos la palabra transición. Los autores en el teatro usan
la transición para interesar y hacer descansar el cerebro. Transición es pasar de un estado a otro,
cambiar de tema o ambiente sin olvidar donde estuvimos. Si manejamos esto, podemos llegar a
manejar el mundo.
Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra
es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa
riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello, llama la atención que en
los centros escolares y de educación superior no se ponga especial atención en la enseñanza de la
expresión oral. Se nos enseña a leer y a escribir, pero nunca se nos enseña a “hablar” y mucho
menos a hacerlo en público y con las técnicas apropiadas. El arte de la palabra oral se ha
constituido paulatinamente y a través de los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni
fórmulas mágicas, de tal forma que ha sido conceptualizada acertadamente como “el arte de
hablar en público” toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente; ademanes,
gestos, expresión verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir cabalmente los fines que ella
conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y agradar. Tengamos presente que una persona
que no sepa expresarse correctamente ante los demás, está condenada a fracasar y a ser relegada
a un plano inferior, en cambio los que dominan el arte de la elocuencia están destinados a
sobresalir y a triunfar en todas las esferas de su vida.
VIDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=OFBWWIpTFXc
Unidad didáctica Nº 2.
La comunicación no verbal puede llegar a ser ambigua, debido a que no siempre se puede
controlar lo que se transmite con la imagen o las expresiones corporales. De la misma manera,
muchas veces estos mensajes no se interpretan de la manera correcta por el receptor.
El lenguaje corporal puede revelar tanta o más información que las palabras. La conducta
no verbal funciona como las cookies en internet: sin darnos cuenta, nuestro cuerpo
transmite constantemente información sensible sobre
nuestras intenciones, sentimientos y personalidad. Incluso cuando estamos quietos o en silencio,
los gestos, las posturas, las expresiones faciales y la apariencia hablan por nosotros, y pueden
resultar muy elocuentes. Aun cuando no queremos comunicar nada, estamos comunicando algo.
Hablar es mucho más que reunir palabras de forma más o menos afortunada; escuchar es
mucho más de que oír; y comunicar es mucho más que enviar y recibir paquetes de datos.
Quizás nuestra especie no tenga más de 200.000 años, pero el origen de nuestro lenguaje
corporal se remonta a la aparición de los primeros mamíferos, hace unos 300 millones de años.
La diferencia de edad es abismal. Y aunque parezca que la conducta no verbal es la parte
más primitiva de la comunicación, en realidad es la que más experiencia evolutiva acumula y,
con toda probabilidad, la más influyente en nuestra conducta.
El instinto y las emociones son fieles amigos desde mucho antes de que naciera la razón.
Por muy inteligentes y racionales que nos creamos, lo cierto es que la conducta no verbal,
las emociones y el inconsciente manejan a su antojo nuestra forma de comunicarnos, y van por
ahí contándolo todo sobre nosotros.
Quizás sea más fácil reconocerlos en el mundo del arte y la comunicación, pero se dan de
igual manera en todas las profesiones. Algunos estudios evidencian que las personas
más influyentes y persuasivas tienen una gran consciencia del lenguaje corporal propio y ajeno,
al margen del campo profesional en el que hayan triunfado. Se trata de
una condición fundamental para el éxito.
Proxémica:
Con el término de proxémica se denomina a todos aquellos aspectos que giran en torno a
la utilización y estructuración del espacio personal y social, y la percepción del mismo por parte
de los individuos.
Este campo de investigación surge de los trabajos de Edward Hall (1959) quien, desde la
antropología, se interesa por el uso que personas de diferentes culturas hacen de
su microespacio, en este campo podemos distinguir dos grandes áreas de investigación. Por una
parte, los estudios sobre el espacio personal y distancias de interacción social y, por otra, las
investigaciones sobre la conducta territorial humana.
1La propiocepción es la capacidad que el propio cuerpo tiene de evaluar en qué posición se encuentra
a fin del mantener el perfecto equilibrio cuando se está de pie, en movimiento o al realizar esfuerzo.
Hall (1966) estableció para los norteamericanos cuatro diferentes zonas o distancias de
interacción:
Social, la distancia social próxima es de un metro veinte a dos metros, la distancia social
lejana entre tres y cuatro metros y es la que corresponde a conversaciones formales.
Pública, más allá de cuatro metros, es la distancia apropiada para pronunciar discursos o
algunos tipos muy formales de conversación.
Las distancias de interacción parecen seguir reglas determinadas que varían en relación a la
situación, al ambiente y a la cultura. Sommer (1961) y Little (1965) señalan la importancia de los
factores situacionales en la adopción de diferentes distancias por parte de los individuos, así, por
ejemplo, la comunicación en un ambiente público tendrá lugar a menor distancia de la que se
produce en un ambiente privado, de hecho, la menor distancia en público demuestra el énfasis de
hallarse junto, lo cual no es necesario evidenciar, por ejemplo, en el interior de una habitación.
Por lo que se refiere a las relaciones interpersonales, Jiménez-Burillo (1981) señala que está
demostrado que cuanta más atracción existe entre dos personas más cerca interactúan, también
existe un mayor acercamiento cuando los individuos pertenecen al grupo de pares, cuando tienen
edades similares, y cuando son de la misma raza y estatus. La distancia interpersonal se
caracteriza por unas claras diferencias interculturales, por ejemplo, los pueblos árabes y los
latinoamericanos interactúan con una mayor proximidad física que los pueblos nórdicos.
Paralingüística:
Las variaciones no lingüísticas del lenguaje han sido analizadas y definidas de diversas
maneras por los investigadores. Trager (1958) fue el primero en interesarse por este tipo de
fenómenos clasificándolos como sigue:
B.- Paralenguaje:
Vocalizaciones:
El volumen de la voz
La función más básica del volumen consiste en hacer que un mensaje llegue hasta un
oyente potencial. El volumen alto de voz puede indicar seguridad y dominio. Sin embargo,
hablar demasiado alto (que sugiere agresividad, ira o tosquedad) puede tener también
consecuencias negativas – la gente podría marcharse o evitar futuros encuentros -. Los cambios
en el volumen de voz pueden emplearse en una conversación para enfatizar puntos. Una voz que
varía poco de volumen no será muy interesante de escuchar.
La entonación
La fluidez
La claridad
La velocidad
Hablar lentamente puede hacer que los demás se impacienten o se aburran. Por el
contrario, si se hace con demasiada rapidez, uno puede no ser entendido.
El tiempo de habla
Kinésico:
Fernando Poyatos (1994, II: 185-186) define la kinésica como: "los movimientos
corporales y posiciones resultantes o alternantes de base psicomuscular, conscientes o
inconscientes, somatogénicos o aprendidos, de percepción visual, auditiva, táctil o cinestésica
(individual o conjuntamente), que, aislados o combinados con las coestructuras verbales y
paralingüisticas y con los demás sistemas somáticos y objetuales, poseen un valor comunicativo
intencionado o no".
Dentro de ella hay que distinguir entre gestos, maneras y posturas, categorías básicas para
emprender cualquier investigación kinésica.
Unidad didaactica Nº 3
EL DISCURSO. EL GUION.
“El buen orador no sólo dice cosas, sino que revela su actitud hacia esas cosas que
dice. Los oradores de mayor éxito son hombres de gran vitalidad, hombres que poseen en
grado extraordinario la capacidad de transmitir vivencias y convicciones”.
un determinado objetivo (persuadir, enseñar, conmover o agradar). Toda persona que se jacte de
ser buen orador deberá conocer las técnicas para su correcta elaboración y exposición.
Leído: Cuando el orador trae el texto escrito y procede a su lectura delante del auditorio. Se usa
en ceremonias y actos protocolares, donde lo que se tiene que decir no admite errores ni
improvisaciones. En el campo social (cumpleaños, aniversarios, etc.) su uso está vedado.
Memorizado: Llamado también discurso recitado pues el orador lo aprende de memoria -párrafo
por párrafo- y luego lo recita ante el público. Con esta modalidad corremos el riesgo de
olvidarnos todo el discurso o parte de él, lo cual resultaría bochornoso, no lo recomendamos.
Con ayuda memoria: se trata de un apunte o guía que el orador tiene a mano con la finalidad de
orden su discurso y priorizar ideas, conceptos, etc. Debe ser utilizado con moderación, sin caer
en un discurso leído.
Mixto: Es una combinación de dos o más formas vista anteriormente. La finalidad es hacer un
discurso lo más ameno posible, tanto para el orador como para el auditorio.
Todos los oradores reconocen que no hay que leer nunca un discurso cuando se habla a
una multitud. Una cosa es la lectura pública y otra la elocuencia. Cuando se leen los textos, se
interpone “algo” entre el orador y el auditorio, impidiendo ese encuentro misterioso y vital que
constituye la sustancia de la elocuencia. La lectura de un discurso quita a las palabras mucha de
su fuerza vital. Tampoco convienen pronunciar discursos aprendidos de memoria. Las fugas de
memoria, siempre posibles, harían peligroso este método y el conferenciante u orador correrían
el riesgo de quedarse mudos en medio de la disertación, además su presentación puede resultar
insípida y carente de calor humano.
El discurso debe tener un trayecto a tal punto que el orador no puede perderse, pero al mismo
tiempo hay un gran margen de espontaneidad que es lo que le da vida.
El discurso, según el ámbito en que toque disertarlo o el grupo al que está dirigido,
obedece a diferentes esquemas o partes, pero, para efectos de un discurso de corte genérico
podemos decir que consta de tres partes bien definidas, cada una de ellas con sus propias
características y ligadas intrínsecamente la una con la otra para lograr el cometido esperado.
El inicio del discurso, sirve para motivar la atención del público hacía las palabras del
orador y para dar a conocer, brevemente, en qué consistirá el tema a tratarse y los objetivos que
se esperan alcanzar. Pueden utilizarse hasta cinco formas diferentes de introducción, cada una de
ellas según el público y la ocasión en que toque pronunciarlas:
Fraseológico: Puede iniciarse mencionando una frase célebre, un poema, las letras de una
canción o el artículo de una ley que tenga relación con el tema a tratarse. Por ejemplo, para un
discurso sobre "El éxito" se puede iniciar diciendo: Señores, como decía el Dr. Cristian Barnard,
"El éxito comienza con la voluntad del hombre... piensen que puedes y podrás, todo está en el
estado mental del hombre".
Anecdótico: El público es un grupo de personas que siempre muestran curiosidad por conocer
algo peculiar sobre el expositor o sobre el tema que se está presentando. Contar una anécdota de
nuestra vida o sobre otra persona suele cautivar la atención de los oyentes. Por ejemplo:
“Amigos, quiero contarles lo que me ocurrió la noche en que...
Humorístico: También es válido contar un chiste u ocurrencia graciosa que tenga relación con el
tema. No siempre los discursos tienen que ser serios o aburridos, la jocosidad le pone la chispa
de vida a la exposición y evita que el público se canse o se aburra.
Interrogativo: Esta introducción consiste en hacer preguntas al público sobre el tema a abordarse,
pero nunca esperar una respuesta pues las preguntas son sólo de tipo referencial. El hacer
preguntas sirve para demostrar al público que nosotros sabemos algo que ellos no saben y que
estamos ahí para instruirlos.
Teatralizado: Es una forma efectiva de llamar la atención del público y comunicarle el tema que
vamos a exponer. Se hace uso de la mímica, expresividad corporal y mucho ingenio.
DESARROLLO O CUERPO: Es el núcleo central del discurso; en el desarrollo del asunto o del
tema se dan los argumentos, se refutan ideas, se demuestra, se adopta una posición. El cuerpo del
discurso debe cumplir con ciertas exigencias tales como: unidad, todo lo que se diga debe de
estar relacionado con el tema, no hay que hacer mezclas sin sentido, ni repeticiones inútiles,
además debe de haber un orden de ideas las cuales deben ir desarrolladas en un orden lógico.
Debe de haber un “hilo del discurso “que en ningún momento debe de perderse. También hay
que desarrollar las ideas con progresión, es decir poco a poco, marchar en forma creciente,
avanzando por aproximación sucesiva, yendo siempre de lo simple a lo complejo. Cuando se
pase de un asunto a otro se debe de hacer transición para que el cuerpo del discurso no sea un
simple amontonamiento de ideas o conceptos.
El desarrollo es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central
de forma clara y detallada, Algunas recomendaciones dignas de tenerse en cuenta en el desarrollo
del discurso son las siguientes:
• Documentarse ampliamente sobre el tema a exponerse.
• Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponerse, no sea que nos retruquen y nos
hagan pasar un mal momento.
• Citar ejemplos, anécdotas, cifras y/o casos reales relacionados con el tema para hacerlo
más didáctico.
Otras recomendaciones que nos brindan los especialistas son las siguientes:
• Si el esquema del discurso es complicado y los pasos a seguirse no son claros, puede
perturbar la atención de los oyentes.
• La exposición de la parte central de nuestro discurso debe poseer un atractivo interés para
los oyentes.
• El auditorio debe mantenerse atento; concentrado en nuestra charla, esto se logra por
medio de preguntas adecuadas, dinámicas grupales y dejándolo participar.
CONCLUSIÓN: Es el punto más estratégico de un discurso. Lo que uno dice al terminar, las
últimas palabras quedan sonando en los oídos del auditorio y probablemente son recordadas por
largo tiempo. Resume toda tu argumentación para transformarla en haz de luz, pone de relieve
las ideas que crees más importantes, con un estilo breve, enérgico y conciso, dirigido a la
inteligencia y al corazón de los oyentes. Hay que terminar cuando el auditorio todavía quiere
seguir escuchando.
La conclusión es la parte final del discurso, en ella el orador hace un breve resumen de lo
tratado, mencionando los puntos más importantes de la exposición o realizando recomendaciones
que se desprenden del tema central. La conclusión es un elemento estratégico pues lo que se dice
queda sonando en los oídos del público y tiene mayor probabilidad de quedar en la memoria.
Para efectos de conclusión y/o despedida, recomendamos las siguientes cinco fórmulas:
Fraseológico: se puede culminar mencionando una frase célebre o algunas palabras impactantes o
motivadoras. Por ejemplo: “Y ya para terminar permítanme decirles que, ‘el éxito está
compuesto de 1 % de inspiración y de 99 % de transpiración’, Muchas gracias."
Con vivas o hurras: esta es una forma de conclusión que tiene por objeto dejar motivados a los
oyentes a través de su participación activa y “cantada”. Por ejemplo: "y ya para terminar,
queridos amigos: ¡Viva la oratoria!” ¡Viva! -contesta el público. _ “¡Viva el éxito!” _ ¡Viva! –
vuelven a contestar los oyentes.
Por respuesta del público: En esta modalidad el orador hace una serie de preguntas al auditorio
para que le contesten a través de un “Si” o un “No”. Las preguntas deben ser siempre de corte
positivo.
Mixto: Es una forma que combina indistintamente los diferentes tipos de conclusiones existentes.
Pueden mezclarse una forma fraseológica con una de agradecimiento. Ejemplo: “Para
despedirme quiero expresar mi agradecimiento a la Universidad Nacional de Trujillo por
haberme permitido estar con ustedes y sobre todo reiterarles aquellas palabras cristianas que
dicen: ¡Sed firmes hasta el fin y recibiréis la corona de gloria…Hasta siempre!”
EL GUION
La buena estructura de un guion ayuda mucho a la claridad. No hay que olvidar que lo
más importante para el que emite un mensaje verbal es ser escuchado y mantener a toda costa el
nivel de atención supuestamente conseguido con la introducción, para lo cual debe emplearse una
gran variedad de recursos según casos y circunstancias. Estos recursos pueden ser:
Amenidad o atracción: el orador debe de hacer entrar en juego la imaginación y fantasía para que
se produzca una activa participación en el proceso del discurso. Hay que procurar que las ideas
de algún modo se encarnen y tengan vida en la mente de todos.
Sentimiento, emoción: Es decisivo para una buena expresión oral. La esencia de la oratoria es
hacer pensar y también hacer sentir; pero esto no sería posible si el orador no siente vivamente lo
que está diciendo y así no se identifica con su propio mensaje. El sentimiento es brillo, es vigor
expresivo, es el nervio y la convicción. El sentimiento lo da el creer firmemente en lo que se
dice, el deseo, la necesidad de expresar lo que se sabe y lo que se vive. No significa desborde y
pérdida del control afectivo sino más bien su encauzamiento. La emoción ha de recaer sobre
asuntos que por su naturaleza sean apropiados a este recurso oratorio. La emoción y sus síntomas
han de ser verdaderos sin exageración ni artificio alguno.
Humor: Es uno de los mejores ingredientes para una oratoria eficaz. El que habla frente al
público es en cierto modo, un animador, una persona más o menos eufórica de buen talento y de
buen humor. El humor fino, auténtico, es un excelente vehículo de persuasión, una fuente
inagotable de habilidades y trucos para salirse airoso sobre cualquier situación, aunque uno no
tenga el don de la palabra brillante. El humor permite improvisar salidas airosas en momentos de
apuros.
Ironía: Es un recurso que empleado con moderación y con oportunidad hacen más amena y
atrayente la oratoria. Este consiste en decir con rostro serio algo jocoso o evidentemente inexacto
y exagerado, es decir con palabra lo contrario de lo que realmente se quiere expresar. Se requiere
de mucha inteligencia y agudeza, matizar mucho y bien, esto se advertirá en el tono de voz. Es
necesario no exagerar.
De acuerdo al tipo de discurso, el fin perseguido y el estado del auditorio, puede utilizarse
una serie de métodos de eficacia comprobada en la construcción y exposición del discurso:
EL ESTILO
El estilo escrito se dirige a los ojos, el estilo oratorio se dirige a los oídos. El género
literario de la elocuencia posee sus leyes propias, como la poesía lírica o el teatro cómico. No
cometamos el error de confundir los géneros. La lengua hablada tiene sus propias leyes que no
son las mismas de la lengua escrita. El lenguaje oral permite – y aún más, necesita – repeticiones,
suspenso, interrogaciones, exclamaciones y toda una serie de procedimientos que son totalmente
desaconsejables en la composición escrita.
Acerca del estilo hay que advertir, en relación a las reglas que vamos a sugerir, que cada
uno debe de ser uno mismo y hablar conforme a su estilo personal. El estilo no es algo accesorio,
en el fondo es uno mismo. Seria enfermizo o ridículo estar totalmente pendientes de las
exigencias de la oratoria.
Claro: Se apoya en el más elemental sentido común: hablamos para comunicarnos con el prójimo
y esta comunicación es imposible si no nos expresamos con claridad.
Fuerte y Vital: Es necesario transmitir vida ya que un auditorio tiende a la somnolencia colectiva
o a la dispersión en pequeños grupos, hacen falta oradores existenciales, que simplemente
transmitan vida. La vivacidad, el calor, la fuerza, el entusiasmo y el buen humor son virtudes
fundamentales de la oratoria.
Variado: Hay que evitar la monotonía y esto se logra alternando el ritmo fuerte con el débil, o sea
variando el estilo.
Ritmado: Toda palabra toma su ritmo a la vez del acento y de la respiración “la prosa oratoria
tiene un ritmo que está a mitad de camino entre el verso y la prosa escrita.”
Adaptado: El orador debe adaptarse a su tema y a su público. Es obvio que el estilo será diferente
ya se trate de una oración fúnebre o de un brindis, se hable de un héroe muerto o de un vencedor
deportivo; y además el orador debe preparar su discurso en función del público, pues uno habla
para ser comprendido.
Directo: Cuanto más directo sea el estilo más dará la impresión de ser un hombre que habla
humana y fraternalmente a otros hombres y mejor ocasión tendrá que sus palabras sean eficaces.
Una buena oratoria no sólo es hablar sino también utilizar silencios oportunos y
expresivos como las palabras. No sólo nos referimos a los silencios de la puntuación (pausas)
sino a detener el discurso en ciertos momentos en los que el silencio se hace más expresivo que
las palabras. El silencio sirve para llamar la atención del que escucha e invitarle a la reflexión,
además de servirle a usted para ordenar sus pensamientos y reemprender la comunicación.
A veces el silencio del comienzo atrae la atención de todos, en otras ocasiones hay que
hacer silencio para realzar un párrafo “el silencio pertinente y prudente en medio del discurso es
muy valioso.”
La elocución: Es la manera de expresarse y está relacionada con la emisión de la voz. Dentro del
fenómeno de la emisión de la voz se distinguen tres elementos importantes:
Tono: Es la dimensión de las cuerdas vocales. La voz debe de tener un tono variado como en la
conversación, pero no ha de caer ni en la monotonía ni en las disonancias. La impresión
producida es fuerte, cuando se ejecuta bien la maniobra. (Aguda o grave).
Intensidad: Es la fuerza de la emisión de la voz. Ésta tiene por origen la potencia de la aspiración
del aire contenido en la caja torácica. (Tiene que ver con el volumen: hablar fuerte o gritar).
• El público al que va dirigido nuestro mensaje; nuestro léxico debe ser acorde al
nivel cultural de los que nos oyen.
• Debe ser expuesto de la manera más clara y amena posible, para asegurar la
atención y comprensión del mismo.
“Mi trabajo es hablar, el vuestro escuchar. Si acabáis antes avisadme, por favor.”
Harry Herschfield
Unidad didáctica Nº 4.
EL PÚBLICO O AUDITORIO
Estilo de la intervención:
formal o informal
seria o desenfadada
sobria o entusiasta
cercana o distante
rigurosa o generalista
monólogo o participativa
con apoyo visual o sin apoyo visual
El orador debe buscar darle a su intervención aquella orientación adecuada y con la que
pueda lograr el mayor impacto en el público. En caso de duda, es preferible elegir la iniciativa
más moderada ya que resulta menos llamativo hablar de manera formal en un acto informal, que
hablar de manera informal en un acto formal. La forma de vestir también debe adecuarse al tipo
de acto.
Lenguaje:
Lo primero que uno debe procurar cuando habla en público es ser entendido, es necesario
emplear un lenguaje apropiado, según el público al que se dirige. Por ello, es importante saber
con anticipación el tipo de público que se espera que asista al acto.
Deben utilizarse términos y expresiones que todo el público pueda entender, los términos
técnicos se usarán sólo si la audiencia conoce su significado. Si se manejan abreviaturas o
acrónimos hay que estar seguro de que el público sabe lo que significan, si no habrá que
explicarlos.
Deben utilizarse términos y expresiones que todo el público pueda entender, los términos
técnicos se usarán solo si la audiencia conoce su significado.
La regla que debe presidir todo discurso es la de la sencillez; mientras que en un texto
escrito el lector puede volver sobre un párrafo que no haya entendido, en un discurso no existe
tal posibilidad, por lo que hay que facilitarle a la audiencia su comprensión. El lenguaje debe ser
preciso y directo, con frases sencillas y cortas, utilizando tiempos verbales simples.
El público o auditorio:
Ander Egg en su libro “Cómo aprender a hablar en público‟ afirma que para saber lo
que voy a decir y cómo he de decirlo, he de saber a quién se lo voy a decir.
A continuación se expresan las ideas del autor acerca del público o auditorio.
Todo conferenciante tiene una responsabilidad frente a su auditorio. Y, visto desde su
propio interés en cuanto al propósito que busca con la conferencia, tiene que preocuparse por
saber llegar a su público. Ahora bien, si actúa con responsabilidad y quiere comunicarse bien con
el auditorio, tiene que saber a quiénes habla. El orador no es un disco que dice siempre las
mismas cosas, cualesquiera sean las personas y las circunstancias.
Si bien este texto tiene como propósito central mostrar la necesidad de conocer al público
al que se va a hablar y sintonizar con él, queremos advertir que, aun cuando se tomen todos estos
recaudos, nunca se sabe cómo va a reaccionar un auditorio. Y eso pone una incógnita en el
ánimo de quien tiene que hablar.
Esta realidad (importancia del público o auditorio) es un aspecto sustancial que hasta
hace poco no había sido considerado como algo relevante. El conferenciante u orador era tenido
como el eje y figura central, prácticamente única, como una especie de vedette, mientras que el
auditorio ocupaba un segundo lugar. Ahora existe un enfoque nuevo y diferente del problema: se
considera que el conferenciante inicia el proceso, pero no lo domina por entero, ni puede
reservarse la última palabra en él. Cada día se le concede más importancia al papel que juega el
público, el auditorio, en el acto de comunicación de un individuo con los grandes grupos.
De todo esto se deduce una cuestión de gran importancia práctica. No basta conocer el
tema y saber presentarlo adecuadamente. Hay que conocer también a los oyentes, esto es, al
público o auditorio al que uno ha de dirigir la palabra. Se trata del "receptor" en el lenguaje de la
comunicación, es decir, de aquellos que reciben o perciben el mensaje y que integran y
completan el proceso comunicativo.
Un discurso, una conferencia, muy bien preparados y concebidos, pueden ser un fracaso
si no se ha tenido en cuenta al auditorio o simplemente porque el auditorio (o parte de él) ha
estado bloqueado frente al conferenciante o ha reaccionado de una manera que éste no esperaba.
Como ya lo indicamos, no existe un auditorio abstracto; existe para cada caso un auditorio
concreto: tenemos que saber algo de las personas que nos van a escuchar. En líneas generales,
podemos y debemos informarnos acerca de las siguientes cuestiones, en relación con el colectivo
a quien se dirige el mensaje (o que será nuestro auditorio):
¿Qué tipo de análisis tenemos que hacer de nuestro público o auditorio potencial?
En general, hay que hacerse algunas preguntas sobre el auditorio que uno tendrá pero, si
se trata de un discurso con un propósito de persuasión o convencimiento, se necesita saber
mucho más del público que cuando se trata de un discurso puramente informativo. Las preguntas
más pertinentes, en cuanto guía para obtener información útil, pueden ser las siguientes:
¿Qué interés razonable espero del auditorio ante el tema? o, para decirlo con otras
palabras, ¿por qué este público está aquí (o estará) dispuesto a escucharme sobre este
tema concreto?
¿Qué conocimientos posee el auditorio acerca del tema de la conferencia?
¿Qué actitudes puedo esperar de los oyentes ante el tema del discurso y la forma de
enfocarlo (favorable, neutra, hostil)?
¿Qué concepto o expectativas tiene el posible auditorio acerca del conferenciante?
La reputación del orador es un arma de doble filo: atrae positivamente a un público, pero
al mismo tiempo crea grandes expectativas que a lo mejor no pueden satisfacerse.
El orador puede influir sobre el público, por persuasión o por autoridad o bien por una
mezcla de ambas, aunque, cuanto más adulto y maduro sea el auditorio, menor será la influencia
de autoridad.
*Mantén el contacto visual. Analiza y utiliza la mirada que te llevará a dominar con más
efectividad el arte de la comunicación.
*Usa el lenguaje prudente de las manos en la oratoria.
*Tu vestuario debe estar acorde con el contexto de tu intervención y evita tanto estar por
encima como por debajo de las circunstancias. Ejemplos: hablar de la miseria en el tercer mundo
y portar joyas con suprema elegancia, o hablar de la defensa de la naturaleza portando pieles.
*Procura ir al servicio higiénico antes de su intervención.
*Realiza ejercicios de relax: ve a un reservado o al servicio y respira con fuerza de quince
a veinte veces, aspirando por la nariz u soltando el aire por la boca (esto es opcional).
*Utilizar un lenguaje vulgar o chabacano ira en detrimento de su imagen.
*Procura caminar con la parte delantera del pie, sin dar • taconazos en el suelo. Pero
tampoco “de puntillas”, como una bailarina.
*Prepara tu discurso en función del público, pues uno habla para ser comprendido.
*Procura agradecer la atención del auditorio.
NO
*No pierdas ninguna ocasión de oír a los mejores oradores y conferenciantes, pon en
juego tu espíritu crítico y pregúntate que te agrada de ellos.
*No te confíes de los estimulantes como pastillas o licores, café o cigarrillos. Esto más
bien puede ser contraproducente y disminuirá tu prestigio. Mejor toma el reto siendo del todo
natural.
*No uses palabras rebuscadas, expresiones técnicas, jerga obrera o profesional, salvo que
la índole de la conferencia así lo exija. Si la usa parecerá pedante. No sea rebuscado ni cursi, si
tiene que decir por ejemplo “culo” porque desea hacer referencia a esa parte concreta del
cuerpo, no diga “pompis”, ni “pandero”, ni “culito”, ni otras lindezas por el estilo.
*Cuida la puntuación, no omita las comas, puntos y otros.
*Evita frases sin contenido.
*No lleves los bolsillos del pantalón llenos. Dan mal aspecto y deforman el traje. Los
perfumes u esencias demasiadas penetrantes son empalagosas y de muy mal gusto.
*Libérate de manías que son vicios de dicción (muletillas), como: bueno, pues, ah, eh,
um, etc.
*No es recomendable hacer uso del micrófono ni aun a los que no tienen el necesario
tono de voz ya que limita los dotes del movimiento corporal.
*No grites jamás, ni caigas en el exceso contrario. Habla más bien en voz baja durante
unos minutos a fin de obligar a tu auditorio a concentrar su atención, este es un viejo truco
conocido por los profesores. Puedes pronunciar bastante fuerte tus primeras palabras.
*Debes evitar bebidas astringentes, golosinas irritantes y nunca tomar helados antes de
hablar. Si bebes agua durante tu discurso, que sea con moderación y que nunca este fría.
*No hagas ademanes demasiado rápidos, ni nerviosos. Si actúas imprudentemente
volcará la jarra o el vaso de agua en un airoso movimiento de elocuencia, o meterás el dedo
dentro del ojo del desventurado señor o señora que esta en la primera fila o que tienes al lado. No
los uses de forma mecánica e incansablemente a lo largo del discurso. No hagas el gesto después
de pronunciada la palabra, este debe preceder uno o dos segundos a la palabra. No termines los
ademanes con brusquedad.
*No realices tics más o menos inconscientes, como rascarte la cabeza, ni otros lugares, ni
te coma las uñas.
*No comas demasiado si tu intervención se ha de efectuar después de una comida o cena.
*No hagas referencia en tus temas acerca de ideas políticas, estados sociales, comentarios
racistas, equipos deportivos, sentimientos personales íntimos, conductas sexuales y estados
civiles, etc.
*No seamos quejosos, pesimistas ni fatalistas en el discurso.
VER VIDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=7F9ZVMjCKa0
Unidad didáctica Nº 5.
LA ENTREVISTA
Definición: Es el encuentro preestablecido que se realiza entre una o varias personas, con el fin
de obtener de éstas información, que se supone, poseen.
Las entrevistas tienen por objeto recoger informes sobre determinados temas o personas,
recurriendo para ello a quienes puedan tener conocimiento de lo que se interesa saber. En la
práctica, es la consecuencia de una averiguación informativa.
El entrevistador debe acoger la siguiente mejor práctica no sólo como un asunto de deber
profesional y humanitario sino también porque en repetidos casos-experiencia se muestra que tal
tratamiento maximiza el potencial de la víctima para contar su relato antes y durante el juicio y
debido a ello, se le puede brindar el acceso apropiado a la justicia.
P: PREPARACIÓN
Preparación de la entrevista
La adecuada preparación para la entrevista es crucial dada la escala del desafío. Se debe
considerar los siguientes factores:
Equipo de la entrevista:
Por las razones mencionadas anteriormente, la entrevista eficaz de una víctima de la trata
no es una tarea para un solo entrevistador. Se requerirá un enfoque de equipo, con el equipo
constando de dos entrevistadores evidenciales y la participación de una serie de otros
profesionales que deberán actuar de manera conjunta a fin de lograr los objetivos de la entrevista
descritos anteriormente.
recordados o puede ser necesario que se tomen descansos cada 20 minutos para permitir a la
víctima recuperarse y continuar.
• Buen estado físico y resistencia: estas entrevistas suelen ser agotadoras en extremo y
pueden continuar por un periodo de días o incluso más tiempo y revelar casos terribles de
conducta abusiva. El entrevistador debe estar en buen estado físico a fin de mantener un nivel
profesional al detalle durante todo el proceso y tener suficiente fuerza o resistencia para
mantener un enfoque objetivo ante evidencia que pudiera ser profundamente desconcertante
tanto para la víctima como para el entrevistador.
E: EXPLICACIÓN:
Presentación y explicación:
Es probable que la reunión inicial entre el equipo entrevistador y la víctima y las
primeras impresiones dadas por el equipo entrevistador a la víctima sean las claves para obtener
el éxito o el fracaso en la entrevista y es vital que esta fase de apertura sea llevada a cabo
correctamente. El objetivo en esta etapa es empezar la tarea de convencer a la víctima de que su
entrevista será conducida por profesionales educados en los que ella puede confiar. Los
siguientes puntos clave deben ser considerados:
como un apretón de manos o un brazo en los hombros, debe ser evitado durante la reunión
inicial, no importando cuán bien intencionado este pueda ser.
Títulos: el siguiente paso debe ser establecer cómo la víctima desea ser llamada por el
equipo. Los oficiales deben invitar a la víctima a llamarlos por sus primeros nombres y
preguntarle si ellos pueden llamarla por su primer nombre también. Lo mismo se aplica a
cualquier otra persona presente en la habitación de la entrevista. El objetivo es crear una
atmósfera que resulte ser informal a un nivel apropiado, sin disminuir de ninguna manera la
importancia de la entrevista que está por llevarse a cabo.
Conversación preliminar: es importante evitar ir inmediatamente a la explicación del
proceso de la entrevista y tocar temas concernientes al caso. A fin de empezar a desarrollar la tan
importante relación con la víctima, los entrevistadores deben pasar algún tiempo haciendo
preguntas no relacionadas con el caso para así crear un ambiente en donde la víctima pueda
relajarse. Preguntas acerca de su actual bienestar, sus intereses, su alojamiento, etc, deben ser
usadas para provocar la conversación y empezar a remover las barreras que probablemente
existen entre la víctima y los entrevistadores durante esta fase inicial.
cooperar con el sistema de justicia penal y para llevar a cabo una entrevista evidencial. Al
momento de la reunión inicial la víctima debe haber recibido instrucciones detalladas de sus
derechos y de los requerimientos y responsabilidades que el sistema judicial penal le pedirá que
asuma si ella acepta colaborar.
Los oficiales entrevistadores deben tocar estos temas paso a paso nuevamente con la
víctima a fin de asegurarse de que ésta haya entendido completa y correctamente y que por tanto,
su consentimiento informado para el proceso sea uno genuino. Este paso no debe apresurarse y
los entrevistadores deben estar satisfechos con que la víctima haya entendido completamente las
implicaciones de su decisión. Si un intérprete participa se debe dar tiempo extra para asegurar
que el entendimiento sea absolutamente claro. Los entrevistadores deben apreciar que la
inversión de tiempo en hacer esto en la fase inicial será beneficiosa ya que les permitirá empezar
la fase de desarrollo de compenetración y empezar a evaluar la condición y comportamiento de
la víctima. Además, es a favor de su propio interés profesional hacerlo porque al final será
contraproducente y vano llevar a cabo una entrevista con una víctima que posteriormente dejará
de cooperar porque no entendió completamente los requerimientos del sistema judicial penal.
Lógica: existen 4 razones por las cuales es importante pasar tiempo brindando estas
explicaciones detalladas a la víctima antes de comenzar con la entrevista:
Reglas de la entrevista:
Como última tarea antes de pedirle a la víctima que empiece a hablar acerca de lo que le
sucedió, el entrevistador debe ponerse de acuerdo con la víctima acerca de algunas reglas
sencillas para ayudar al progreso, precisión e integridad de la entrevista.
Se le debe decir a la víctima lo siguiente:
• Que es aceptable si ella dice que no entiende alguna pregunta que se le hace.
• Que es aceptable que pida aclaraciones de cualquier pregunta o actividad que se pueda
realizar.
• Que es poco probable que ella recuerde todas las cosas que le sucedieron o que sea
capaz de recordar eventos acerca de los cuales se le pueda hacer preguntas y que es aceptable
para ella decir que no puede recordar (y no se le culpará o pensará menos de ella por el hecho de
que no puede recordar).
• Que la entrevista puede incluir preguntas acerca de eventos que puedan ser
desconcertantes o dolorosos de recordar.
• Que ella o él puede tomar el tiempo que sea necesario para responder las preguntas y
que pueda tomar un descanso si así lo decide.
• Que ella debe hacer una divulgación completa y franca de todo lo que pueda recordar y
que debe evitar ocultar información del equipo entrevistador.
probablemente hallarán discrepancias o factores que pueden ser perjudiciales para ella y que la
mejor manera de confrontar esto es ser completamente veraz durante la entrevista. Si se trata de
un caso que involucra la comisión de delitos relacionados con la trata por la víctima, tales como
entrada ilegal, posesión de documentos falsificados, etc, es también recomendable decirle que no
debe tener miedo de revelar dichas acciones y que no será procesada por ellas.
Descansos en la entrevista:
Como se mencionó anteriormente, flexibilidad es una cualidad clave en el entrevistador y
se necesitará demostrar esta cualidad con respecto a los descansos en el proceso de la entrevista.
Como se indicó en las reglas anteriores, una señal pre-acordada permite a la víctima
pedir un descanso cuando sienta que lo necesita y esto puede suceder de manera más frecuente a
medida que el entrevistador empiece a explorar el abuso físico, sexual y psicológico que es
probable que la víctima haya sufrido. Siempre que la víctima solicite un descanso debido a
ansiedad o estrés crecientes causados por el recuerdo de eventos dolorosos o debido a las
preguntas respecto de tales temas, el entrevistador deberá re-evaluar durante el descanso si es en
el mejor interés de la víctima continuar en ese tema particular o si sería mejor pasar a otro tópico
evidencial o posponer la entrevista para permitir a la víctima tener más tiempo para recuperarse.
En este punto se debe buscar la opinión del psicólogo o del consejero legal de estar presentes.
Cuando se tomen los descansos, la víctima debe estar acompañada todo el tiempo por un
miembro del equipo entrevistador, de preferencia que no sea el oficial que entrevista. Se le debe
advertir a la víctima que no debe hablar de asuntos evidenciales con nadie durante el descanso.
Se debe mantener un registro completo del refrigerio que se le provea o de las discusiones que
puedan tener lugar durante el descanso. Aunque debe evitarse por todos los medios posibles, si
algún asunto evidencial es mencionado por la víctima, el miembro del equipo que escuchó lo
dicho debe reportarlo inmediatamente al entrevistador, quien a su vez debe pedirle a la víctima
que repita los puntos tan pronto se haya reanudado la entrevista.
R: RELATO:
Así como en la mejor práctica para las entrevistas con niños, es recomendable dividir la
fase de relato de la entrevista en las 4 fases siguientes:
• Desarrollo de la compenetración
• Fase narrativa recordatoria libre
• Interrogatorio
• Cierre
Esto se puede lograr en raras ocasiones en casos de trata debido a que la historia
evidencial usualmente cubrirá un periodo de tiempo significativo que no puede ser recordado
adecuadamente en una sesión.
En realidad, puede tomar una serie completa de fases narrativas libres para que la víctima
recuerde los principales eventos. Asimismo, es probable que el paso del tiempo, la dificultad
para recordar y/o la presencia de trauma impidan a la víctima brindar una narración libre y
coherente de todos los eventos. Esto significa problemas logísticos significativos para el equipo
entrevistador al momento de crear una estrategia que capture toda la evidencia importante en
cada etapa de la historia.
Que éste sea el método más eficaz de manejar el proceso de captación de toda la
evidencia relevante durante el libre recuerdo de los eventos de la víctima dependerá de las
circunstancias de cada caso particular, pero en aquellos casos en los que la historia de la trata
cubre un periodo de tiempo significativo, es difícil saber de qué otra forma se puede manejar
eficazmente el proceso sin dividirlo en una serie de sesiones narrativas recordatorias libre.
• Las preguntas deben hacerse una a la vez, deben ser cortas y sencillas y se debe evitar
aquellas con doble negación o con construcciones gramaticales difíciles. Esto es particularmente
importante cuando se entrevista una víctima extranjera a través de un intérprete.
• Las preguntas deben hacerse en un tono comprensivo. Es importante evitar un tono o
inflexión de la voz que pueda denotar incredulidad o negativismo o que pueda ser interpretado
como sentencioso o crítico.
• La jerga policial u otra debe ser evitada ya que es casi seguro que confundirá a la
víctima y es virtualmente imposible traducirla de manera precisa si se está contando con los
servicios de un intérprete.
• El entrevistador debe buscar adoptar términos usados por la víctima cuando ésta
describe su historia y, en el caso de explotación sexual, sus clientes y actividades de prostitución.
• El uso del lenguaje correcto y profesional es muy importante. El lenguaje sexual u otro
lenguaje blasfemo o insinuación sexual no deben ser usados en ninguna etapa, incluso si su uso
es una característica constante en el discurso de la víctima.
• Es aceptable animar a la víctima y asegurarle que está haciendo un buen trabajo (a
medida que este estímulo no equivalga a inducir a la víctima a continuar más allá de o que quiere
decir). El uso del humor puede también ayudar a relajar y alentar a la víctima a hablar
libremente, pero su uso debe considerarse cuidadosamente ya que es importante evitar dar
Como en el caso de las entrevistas con niños, las preguntas hechas por el entrevistador
tendrán que ser cuidadosamente enmarcadas a fin de asegurar que el relato provisto por la
víctima sea lo más exacto posible y evite el riesgo de sugestibilidad que estará presente en la
mayor parte de entrevistas de trata. Por ejemplo, que la víctima dé respuestas que en lugar de ser
respuestas personales precisas a preguntas específicas, reflejen más las respuestas que la víctima
crea que el entrevistador quiere oír. Las víctimas de la trata tienden a ser vulnerables a este
riesgo por varias razones:
• Es probable que sufran algún grado de trauma que pueda incrementar el riesgo de
sugestibilidad.
• Típicamente sus antecedentes y experiencias personales con oficiales de las fuerzas
policiales pueden hacerles desconfiar y sentir intimidación en presencia de entrevistadores
policías.
• En el caso de víctimas extranjeras, las diferencias culturales y lingüísticas pueden
incrementar el riesgo de malentendidos y respuestas incorrectas.
Como resultado de todos estos factores, existe un riesgo significativo de que la víctima
sea vulnerable a la sugestión y provea respuestas incorrectas por las siguientes razones:
• Como se mencionó anteriormente en este módulo, las víctimas traumatizadas sufren de
pérdida de memoria y pueden, por tanto, inventar respuestas admisibles para llenar vacíos en su
memoria como medida de tranquilidad personal.
• Si el estilo del interrogatorio es demasiado cerrado o persistente o incluso opresivo, la
víctima puede brindar una respuesta que crea que el entrevistador quiere oír en lugar de una
respuesta que refleje de manera precisa los hechos, a fin de aliviar la presión.
• A medida que la relación se desarrolla entre la víctima y el entrevistador en el curso de
una serie de entrevistas, la víctima puede brindar respuestas que siente que complacerán al
equipo entrevistador, en lugar de aquellas que reflejan con precisión sus experiencias.
Una pregunta abierta es aquella que permite a la víctima brindar información acerca del
tema de la pregunta sin de ninguna manera ser sugestiva o sin “guiar” a la víctima a una
respuesta particular. Mientras el entrevistador busca ampliar la evidencia de incidentes
particulares, él o ella debe usar frases abiertas tales como:
• ‘¿Puedes decirme más acerca de…?
• ‘¿Puedes explicarme más acerca de eso?’
• “Mencionaste en tu historia que… sucedió, ¿puedes recordar algo más acerca de esto?”
Se pueden usar también otras frases similares que son neutras en contenido. El propósito
de este tipo de pregunta es instar a la víctima a enfocarse y brindar más información evidencial
acerca de un incidente particular sin de ninguna manera sugerir una respuesta particular.
Se debe tener cuidado al usar este tipo de pregunta y el entrevistador debe expresar la
naturaleza específica de las preguntas de manera incremental; por ejemplo, en un caso de
explotación de servidumbre doméstica, un área evidencial clave a establecer por el entrevistador
serán las condiciones semejantes a la esclavitud bajo las cuales se mantuvo a la víctima. Esto
puede dar lugar a preguntas específicas como “¿Cuántas horas al día estabas libre?” o “¿Qué tipo
de comida se te brindaba?”.
entrevistador debe entonces volver al primer tipo de pregunta menos específica para expandir los
detalles de la respuesta.
La experiencia demuestra además que el uso de preguntas tipo “por qué” deben ser
manejadas cuidadosamente ya que si se usan erróneamente pueden implicar algún grado de culpa
o acusación y esto es particularmente cierto en el caso de entrevistas a niños. Un ejemplo clásico
de este tipo de riesgo ocurre a menudo en casos de trata cuando se le pregunta a la víctima “¿Por
qué no escapaste cuando tuviste la oportunidad?”. Esta es una pregunta perfectamente válida y
normalmente hay valor evidencial significativo al hacerla porque la respuesta ilustrará a menudo
el grado de temor de la víctima en cuanto a abuso posterior y represalias, que, a la vez, ilustrarán
de manera precisa la naturaleza coercitiva del control que el tratante posee sobre la víctima.
Sin embargo, si el tono en el que esta pregunta se hace es de alguna manera agresivo,
acusador o, si se hace de manera repetitiva, la víctima puede interpretar esto como que se le está
culpando implícitamente y esto puede amenazar la compenetración y confianza que se está
desarrollando. Siempre y cuando el tono y el modo de la pregunta sean apropiados e impliquen
una necesidad de explicación, y no culpa, el problema no tiene por qué surgir. Alternativamente,
el riesgo puede reducirse evitando la palabra “por qué” y sustituyendo preguntas, así: “¿Qué te
impidió escapar? O “¿Hubo algo que te impidió escapar?” o “¿Puedes explicar qué fue lo que te
impidió escapar?”, etc.
Preguntas cerradas: Una pregunta cerrada es aquella que expone una serie de posibles
respuestas fijas que la víctima puede elegir. Este tipo de preguntas se usa en casos donde el uso
de preguntas específicas ha fallado en aducir detalles evidenciales o en aclarar un punto
específico.
El riesgo con este tipo de pregunta es que la víctima puede estar tentada a adivinar si no
está segura de su respuesta precisa y este resulta ser un riesgo particular en la entrevista a niños o
a víctimas traumatizadas. El método para manejar el riesgo es o bien recordar a la víctima que es
aceptable que ella diga que no sabe la respuesta o que no puede recordar, o bien incluir este
factor como una respuesta alternativa dentro de la misma pregunta, por ejemplo:
“¿Él te violó antes de cruzar la frontera o esto sucedió después, o no puedes recordarlo?”.
Como regla de mejor práctica y en la medida de lo posible, las preguntas cerradas deben
evitarse cuando se están probando puntos evidenciales muy precisos e importantes en relación
con eventos específicos, en especial aquellos que es probable que sean desafiados en el tribunal.
Por ejemplo, usando la pregunta acerca de la violación que se usó anteriormente, las preguntas
cerradas deben ser evitadas en el punto de consentimiento específico y crítico; es mejor usar una
pregunta cerrada tal como: “¿Me dijiste que él te empezó a violar, cuando esto estaba ocurriendo
le dijiste que se detuviera o no?” o “¿Me dijiste que él te empezó a violar, cuando esto estaba
ocurriendo trataste de resistir físicamente o no?”
La pregunta debe expresarse como: “Me dijiste que él te empezó a violar, cuando esto
estaba ocurriendo ¿hiciste o dijiste algo?”
C: CIERRE
Cuarta fase: Cierre
de tiempo para cerrar el proceso adecuadamente. Se debe recordar que la colaboración entre la
víctima y el equipo entrevistador debe durar hasta el proceso del juicio y más allá de este y es
importante asegurarse de que se le informe a la víctima acerca de los siguientes pasos en la
entrevista y en el proceso de investigación.
E: EVALUACIÓN
En los casos de trata, los entrevistadores de seguro necesitarán conducir una serie de
entrevistas y es una cuestión de mejor práctica evaluar cada una a la vez, a medida que la
evaluación proveerá orientación importante en el enfoque evidencial para la siguiente entrevista.
El propósito de cada evaluación posterior a la entrevista en la serie es resaltar las siguientes
áreas:
• Identificar eventos evidenciales adicionales que necesitan ser explorados a través de un
interrogatorio posterior detallado.
• Identificar eventos evidenciales ya divulgados que necesitan ser aclarados o ampliados a
través de un interrogatorio posterior.
• Revisar el desarrollo de la entrevista y el desempeño del entrevistador /entrevistadores e
identificar áreas que deben cambiarse o mejorarse para reforzar el proceso de la entrevista.
Al final de todo el proceso de la entrevista, la evaluación general debe consistir de tres
funciones diferentes:
• Evaluación del contenido evidencial de la entrevista para identificar oportunidades
corroborativas.
• Evaluación del contenido evidencial de la entrevista para identificar los siguientes pasos
en la conducción de la investigación.
• Revisión final y evaluación de la entrevista y el desempeño de los entrevistadores.
Identificación de las oportunidades corroborativas:
Al final de todo el proceso, la evaluación general identificará las áreas evidenciales clave
que se pueden desarrollar a fin de corroborar el relato de la víctima-testigo y por ello reforzar su
credibilidad como testigo de la verdad.
Como simple ejemplo, si la víctima-testigo declaró que viajó en una línea aérea
particular en un vuelo específico, el investigador debe verificar estos hechos con la aerolínea
correspondiente y obtener una declaración de testigo y copias de los boletos, entre otros, para
probar que esa parte del relato es efectivamente real. El mismo método se debe aplicar a otros
ejemplos, como detalles de estadías en hoteles o tratamientos médicos que puedan haber sido
brindados.
Surgen muchas posibilidades en esta categoría. Las siguientes son sólo algunos ejemplos
de lo que probablemente surgirá:
• Identificación y ubicación de otras víctimas
• Identificación, ubicación y arresto de sospechosos
• Identificación, ubicación y búsqueda de direcciones de sospechosos
• Identificación, ubicación y examen de las escenas del delito.