Tesis Belkis Palma Corregida
Tesis Belkis Palma Corregida
Tesis Belkis Palma Corregida
Ciudadano(a):
Coordinador de la
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos.
Presente.
En la Ciudad de San Juan de Los Morros, a los 25 días del mes de mayo del
2021.
DEDICATORIA
A Dios Todopoderoso por guiarme e iluminar cada uno de mis pasos y por
permitir que haber logrado uno de mis objetivos.
A mis Padres por el amor, comprensión y apoyo que siempre me han dado, y
por enseñarme la satisfacción que dan las cosas logradas, cuando las obtenemos con
esfuerzos, perseverancia y honradez.
RECONOCIMIENTOS
RESUMEN
INDICE GENERAL
pp.
PORTADA.....................................................................................................................i
CARTA.........................................................................................................................ii
DEDICATORIA...........................................................................................................iii
AGRADECIMIENTO..................................................................................................iv
INDICE GENERAL......................................................................................................v
RESUMEN...................................................................................................................vi
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................1
CAPÍTULOS
I EL PROBLEMA.......................................................................................................3
Planteamiento del Problema.....................................................................3
Objetivo General......................................................................................6
Objetivos Específicos...............................................................................6
Justificación..............................................................................................6
Delimitación.............................................................................................7
II MARCO TEÓRICO................................................................................................8
Antecedentes............................................................................................8
Bases Teóricas........................................................................................11
Bases Legales.........................................................................................37
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES......................................................50
MATERIALES DE REFERENCIA........................................................................55
1
INTRODUCCIÓN
Renueva su importancia el estudio del Derecho Penal, si tomamos en cuenta que ciertos
sectores han requerido una reforma audaz del Sistema Procesal Penal Venezolano, que
consideran cónsona con los tiempos que vivimos y concordantes con la realidad social
existente que reclama una justicia penal transparente, pronta y breve. Por otra parte, los
problemas que generan el crimen y la criminalidad han sido motivo de perturbaciones
constantes en todas las épocas y sociedades humanas, y grande el interés y la preocupación
para estudiarlos en sus causas, más aún en la actualidad, donde se evidencia un marcado
aumento de la violencia y el índice delictivo y se requiere la orientación de una sana política
criminal a nivel de la Reinserción Social del penado en nuestras cárceles.
Es de vital importancia mentalizar a toda la población de que la reeducación,
resocialización y reinserción de las personas penadas es beneficiosa para todos, puesto que
evitará en gran medida la reincidencia y, de este modo, se desarrollaría una óptima
convivencia en la comunidad.
No solamente en países como el nuestro, caracterizados por su pobre desarrollo y por la
ineficiencia de las actuaciones de sus autoridades públicas, nos hemos acostumbrado a
convivir con los problemas que se presentan en el campo penitenciario (hambre, abusos
sexuales, transmisión de enfermedades mortales, rumores de práctica de videos snaff, certeza
de práctica de videos pornográficos, torturas físicas y mentales, delincuencia organizada al
interior de los centros de reclusión, entre otros). Se habla, en efecto, de una crisis mundial de
este sector que, sin consideraciones presupuestales ni relaciones con los niveles de vida de la
población, se extiende y abarca a la casi totalidad de los sistemas penitenciarios del planeta.
Por otra parte, para comprender la magnitud del problema que se nos presenta con esta
situación, recordemos que la pena privativa de la libertad es una institución que se
encuentra concebida dentro de la más sagrada de las funciones del Estado: administrar
justicia.
Para lo anterior, he querido desarrollar una investigación puntual en el Centro
Penitenciario David Viloria (URIBANA) ubicado en la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara,
una Investigación que se acerque más a la realidad que se nos presenta a diario, que confronte
a la teoría y a la práctica penitenciaria y, por sobre todo, que se oriente a concebir a la pena
privativa de la
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Capítulo II: Marco Teórico: Los Antecedentes, Las Bases Teóricas, y Las Bases Legales
de la Investigación.
Y por último se presenta el Capítulo IV: que contempla las Conclusiones, las
Recomendaciones y para finalizar con los Materiales de Referencias.
3
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
moderna, que facilite al Estado la aplicación de medidas de tipo preventivo y penal destinadas
a llevar la criminalidad a límites tolerables. Esto permitiría evitar que los comportamientos
considerados como antisociales, perturben el nivel y calidad de vida de la mayoría de los
ciudadanos, garantizando así el mayor bienestar posible, lo que implica, la determinación de
medidas extrajudiciales de corte preventivo, normativas y medidas penales que en definitiva
respondan a una política social general. Lo deseable sería, que la utilización de medidas
penales por no ser las más adecuadas para reducir la delincuencia, se constituyeran en la
última alternativa, y decididamente se abordarán las causas del delito en su origen; como lo es
la problemática de la pobreza, el desempleo, el acceso a la educación, la vivienda, la salud, la
recreación, la cultura, el deporte e inclusive el acceso a una Administración de Justicia
oportuna; variables que influyen significativamente en la conformación del sistema de valores
de las personas.
En el aumento de la criminalidad inciden factores socioeconómicos y políticos; ya en
1976, López y Arrojo, expresaban que la criminalidad se encontraba en proceso de aumento
tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. Este incremento se
niega a veces en estos últimos en parte a causa que las estadísticas criminales y demás fuentes
de información son defectuosas o inexactas; o porque las 21 condiciones de pobreza, de
subdesarrollo o los trastornos políticos convierten el crimen en algo de menor importancia.
Al aumento de la criminalidad, se suma la desproporción en algunos centros de
reclusión la distribución de la población en los locales de alojamiento, existiendo pabellones y
locales abarrotados de presos; la debilidad en la autoridad; la rivalidad y el enfrentamiento
entre bandas de reclusos; obedeciendo la hostilidad, en muchos casos a intereses en la
comercialización de estupefacientes y la prevalencia de la fuerza en el liderazgo. Entre otras
causales del hacinamiento, se encuentra la deficiencia de Tribunales Penales, Despachos de la
Fiscalía del Ministerio Público y de la Defensoría Pública de Presos, los cuales son muy
desproporcionados con relación a la gran cantidad de causas penales en proceso.
Tal deficiencia genera retardo y violación de los lapsos procesales y por ende
hacinamiento, cuya responsabilidad recae en éstas instituciones. También es adjudicable el
retardo y hacinamiento al Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario y a la
Guardia Nacional al incumplir los traslados de los imputados a los tribunales, quienes deben
asistir a las diferentes audiencias de las incidencias del proceso, aunado a la falta de
transporte, personal y esposas de seguridad. Un aparte especial de revisión lo constituyen los
5
traslados indiscriminados de imputados o condenados desde sus centros de origen hacia otros
establecimientos, con la intención de aliviar los conflictos carcelarios, cuyas decisiones en
muchos casos no representan una solución más que inmediata, ya que lo que se traslada es un
problema de un reclusorio a otro.
Esto además de violentar los lapsos procesales y por ende el debido proceso en el caso
de imputados, aleja al recluso de sus vínculos familiares, soporte importante en el tratamiento,
eleva los niveles de ansiedad y agresividad. El incremento de la población reclusa en clara
desproporción a la capacidad de albergue, a la cantidad de custodios para la vigilancia interna
y de los equipos técnicos profesionales de los centros de reclusión, destinados a la ejecución
de medidas de seguridad y tratamiento, genera descontrol en todos los sentidos; mientras que
el vigilante se ve limitado en hacer seguimiento, imponer disciplina y facilitar el tratamiento,
los profesionales encargados del proceso no pueden aplicar los métodos referidos a la atención
de casos individuales. Lo expuesto, obviamente genera todo un número de situaciones de
desasistencia, descontrol, ocio e indisciplina que terminan siendo potencialmente peligrosas,
como de hecho se manifiestan permanentemente en las cárceles sobrepobladas, así lo muestra
el siguiente cuadro estadístico:
Del presente cuadro se desprenden estas premisas que el personal de vigilancia debe
estar formado técnicamente para el ejercicio de la función de custodia, encontrándose su
acción estrechamente relacionada con las directrices que sobre el sujeto vigilado se tengan en
6
este programa. La mayoría de las prisiones tienen aulas de estudio que están infrautilizadas
por una serie de motivos, como la falta de personal educativo.
Con la vigencia de la Ley de Redención de la Pena por el Trabajo y el Estudio la
matrícula estudiantil en las cárceles ha venido aumentando, dado el efecto motivador de esta
Ley, además se han venido incorporando docentes del INCES, el Ministerio del Poder Popular
para la Educación y las Gobernaciones; sin embargo, no se alcanza todavía la matrícula
deseada y en materia de dotaciones la situación se mantiene igual de deficitaria sino agravada.
En lo relacionado a deportes y cultura se restringe a la práctica de eventos inter penales
programados anualmente. Las disciplinas deportivas no se fomentan bajo la visión formativa,
sino de entretenimiento, reciben dotaciones del Ministerio del Poder Popular para las
Relaciones de Interior y Justicia, de Fundaciones y de dependencias gubernamentales en
mayor medida que la actividad de educación; pero nunca de acuerdo a la necesidad. Las
acciones culturales son sufragadas por los mismos reclusos en la mayoría de los casos porque
reciben poco aporte y los medios son muy limitados, termina siendo un espectáculo donde
pretenden protagonizar anualmente las autoridades de prisiones a través de festivales de teatro,
música, artesanía, etc.
Una debilidad de los equipos de tratamiento se observa en los programas
motivacionales para la incorporación de internos en las actividades, por esta razón,
usualmente se encuentran los mismos reclusos participando en lo cultural, lo deportivo y lo
educativo. La actividad de incorporación de la población reclusa en la producción laboral,
presenta condiciones similares de deficiencia, siendo la participación de los internos reducida
a un pequeño porcentaje. El trabajo pocas veces sirve de medio de formación y creación de
habilidades para la incorporación posterior al mercado de trabajo en las comunidades, debido
a que los métodos son empíricos en la mayoría de los casos; prevalece la economía informal a
través del buhonerismo.
El trabajo artesanal en ocasiones no es especializado; la supervisión es muy débil. Las
cárceles se han convertido en verdaderos mercados persas, donde abundan la choza y la
ranchería, en las cuales se expende desde café y cigarrillos hasta armas y drogas, existiendo
poco o ningún control de parte de las autoridades. Para fines de mantenimiento y preparación
de alimentos las administraciones de los centros, incorporan algunos reclusos en las cocinas,
comedores y cuadrillas de mantenimiento, en labores de cocineros, electricistas, mecánicos,
plomeros, albañiles, latoneros, pintores y aseadores, entre otros; quienes trabajan sobre todo
8
motivados por la posibilidad de optar a una medida alternativa a la prisión, pero no cuentan
con medios adecuados para cumplir la actividad.
Los reclusos perciben pagos irrisorios que de ninguna manera alcanzan para satisfacer
necesidades elementales. Son sometidos a jornadas extensas de trabajo, los cocineros que
preparan los alimentos inician el trabajo aproximadamente a las tres de la madrugada y
terminan las jornadas pasadas las ocho de la noche, en todos los casos cuentan con muy pocos
medios para desarrollar la labor. Excepcionalmente se encuentra en algunos reclusorios casos
particulares, donde los internos por iniciativa propia han logrado constituir pequeñas unidades
de producción, beneficiándose en oportunidades varios reclusos. Estas experiencias, aunque
son positivas no se repiten con frecuencia dada la falta de cooperación de las autoridades. En
cuanto a las visitas existen cronogramas para ello, ejemplo tres visitas al mes, dos para recibir
y compartir con los familiares y una para la visita conyugal si la hubiere.
A pesar de que en Venezuela es extremadamente difícil conseguir estadísticas fieles
emanadas de alguna Institución del Estado Venezolano, continuamente podemos leer en
medios impresos, oír y ver por radio y televisión a personajes tanto del gobierno como de
oposición política señalar no solo el aumento de la delincuencia, sino que los delitos son
cometidos por delincuentes reincidentes, algo preocupante para todos los habitantes del
país, ya que podemos derivar de ello la poca eficacia que de los centros penitenciarios
tienen a la hora de resocializar al penado.
La realidad social, no sólo del país sino de muchos otros Estados impone patrones
inherentes a los antecedentes más antiguos del estado patriarcal, que aún definen los requisitos
laborales, profesionales, culturales y familiares traducidos en una carga para las mujeres en
cuanto a su rol social. Es a la mujer a quien se le imponen los patrones sociales, con las
limitaciones de las políticas de empleo, en cuanto a la cantidad de hijos bajo su cuidado o al
estado de gravidez; carga moral y social de concebir hijos dentro de un núcleo familiar; a ser mal
vista si es madre soltera y asumir la responsabilidad económica ante la paternidad irresponsable.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
Objetivo General
Analizar las políticas públicas de reinserción social del penado según lo establecido en el
sistema legal penitenciario venezolano.
Objetivos Específicos
2.
Determinar lo que establece la Ley de Régimen Penitenciario para el
tratamiento resocializador aplicado en el sistema penitenciario
venezolano
3. Describir de acuerdo a la norma la función de las Unidades de Tratamiento,
Supervisión y Orientación (UTSO), como instituciones encargadas de
acompañar al ex interno en este nuevo proceso de reinserción
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JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
En Venezuela no es sino a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando comienzan los
primeros acercamientos hacia una investigación criminológica formal. Se ha hablado sobre
cuatro fines que persigue la pena: retributivo, expiativo, correctivo y
rehabilitador. La primera función de la pena se busca devolver al delincuente el daño que ha
causado a la sociedad.
En el caso de la segunda función, expresa que el Estado es la manifestación de la
voluntad de Dios, que los mandatos que devienen del Estado son, a su vez, mandatos divinos y
que, por tanto, los delitos son en sí mismos pecados. La función correctiva proviene de la idea de
transformar, modificar y alterar la condición que determina al hombre, lo cual corregirá su
conducta. Por último se encuentra la función rehabilitadora de la pena, y es allí donde surgen
algunas dicotomías en cuanto al término rehabilitación por cuanto aún no se tiene clara la idea
central de este término.
Los derechos fundamentales se encuentra restringido por determinadas exigencias propias
de la vida en sociedad por eso se vincula con un reforzamiento de las garantías de una existencia
plena, pacífica y respetuosa por los derechos y la dignidad humana. por otra parte los internos o
ex internos mediante sus experiencia por esa falta de dedicación de fomentar y aplicar esos
derechos con normas ,leyes y demás reglamentos se le ha sido difícil incorporarse a la
reinserción social en nuestra sociedad, buscando de cambiar su conducta delictiva y buscando las
oportunidades que el Estado como garante les brinde oportunidades para su mejoramiento, no se
justifica por eso mismo toman la misma conducta delictiva dentro de la sociedad y vuelven a
reincidir por lo mismo u otro hecho para conseguir lo que necesita para poder sobrevivir en
nuestro país y sostener a su familia para darle una calidad de vida que el Estado con intención o
sin ella la han limitado para su surgimiento transformador.
Desde el punto de vista social, se persigue con esta investigación estudiar mediante un
análisis de los diversos factores intervinientes en la privativa de libertad que sufre un ciudadano
al asumir una conducta antijurídica, es decir, de qué manera esos factores moldean una conducta
que a la postre convertirá a ese ciudadano en potenciales y mejores delincuentes o si con la
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ayuda del Estado con políticas y estrategias para sensibilizar a la comunidad, a la sociedad de
darle una oportunidad para ser reinsertado mediante el estudio y el trabajo.
Desde el punto de vista metodológico e institucional, la presente investigación se justifica
porque está ajustada a un manual de elaboración de trabajos especiales de grado, tesis de
maestría y tesis doctorales de la UNERG por lo que servirá de instrumento o material de consulta
para estudiantes de esta especialización, así como de otras de igual naturaleza.
12
CAPÍTULO II
MARCO TEORICO
El marco teórico, es aquel que trata con profundidad los aspectos relacionados con el
problema y vincula lógica y coherentemente los conceptos y las proposiciones existentes en
estudios anteriores. Según Tamayo y Tamayo (2012), El marco referencial: “ayuda a precisar
y a organizar los elementos contenidos en la descripción del problema, de tal forma que
puedan ser manejados y convertidos en acciones concretas”. (p. 145). Por su parte, Palella y
Martíns (2012), define al marco teórico como: “El soporte principal del estudio, en él se
amplía la descripción del problema, ya que permite integrar la teoría de la investigación y
establecer sus interrelaciones”. (p.154).
Antecedentes de la Investigación
El fenómeno de la violencia debe ser considerado, como un problema social y familiar,
es por tal motivo que los esfuerzos de los investigadores que aborden esta problemática deben
estar dirigidos a obtener datos confiables y desarrollar modelos causales relacionados con la
temática.
Antecedentes internacionales
Antecedentes nacionales
BASES TEÓRICAS
Principales Modelos
Este modelo ha sido criticado desde distintas ópticas, primero, en base a la psicología
social, que es su sustento, puesto que considerando la existencia de una socialización primaria y
secundaria, es difícil sino utópico que del tratamiento penitenciario pueda facilitar una
internalización de “valores” que deben ser incorporados en una etapa temprana del desarrollo de
la persona, sumado al contagio criminógeno asociado a la pena privativa de libertad, donde el
condenado puede adquirir internalización de “valores negativos” (Cuesta Arzamendi, 1993). Por
otro lado, se ha señalado que este modelo excluye a aquellos individuos que si bien han
desplegado un comportamiento delictual no presentan diferencias significativas, en la
incorporación de valores socialmente aceptados, respecto de aquellos que han incorporado una
“socialización normal”. (García-Pablos de Molina, 1979, p. 658).
Modelo Correccionalista
conciencia, sumado a la existencia tanto de reclusos que no pueden ser corregidos como aquellos
que no es necesaria tal corrección. (García-Pablos de Molina, 1979 y Cuesta Arzamendi, 1993).
Los Programas Máximos, también conocidos como resocialización para la moralidad, son
aquellos donde la intervención del tratamiento penitenciario aspira a una internalización de
aquellos “criterios valorativos dominantes” que operan en la sociedad, no obstante, esta noción
de reinserción no se adecúa con el Estado democrático de derecho operante en la actualidad y la
sociedad pluralista que desprende, suscitando un cuestionamiento respecto a la obligación de
internalizar valores dirigidos a una admisión “acrítica del sistema vigente” lo que es del todo
ilegítimo. (Cuesta Arzamendi, 1993).
Estos Programas Mínimos encuentran crítica por la debilidad que presenta la adecuación
de la conducta a la ley sin una internalización, principalmente su persistencia, el apego a una
conducta aceptada por el mero temor a la pena asociada no implica auténtica resocialización, de
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ahí que se sostenga por algunos autores que esta rama del derecho tiene la función de prohibir y
sancionar, pero también se le atribuye cierta acción pedagógica en relación a los “valores que
protege” aún en el reconocimiento de la libertad de conciencia, por otro lado, la pena carece de
sentido bajo este programa para aquellos que a pesar de cometer acto ilícito se apegan a las
pautas mínimas de comportamiento. La mayor objeción se efectúa desde posturas radicales
donde se expone que estos programas promueven un respeto sin ejercer crítica sobre la legalidad,
la cual, por momentos, puede ser injusta. (Cuesta Arzamendi, 1993).
Al mismo tiempo, Haffke postula a una Terapia Social Emancipadora como modelo para
alcanzar la resocialización, donde, a través de la ejecución pedagógica que envuelve el
tratamiento, el penado adecúe su comportamiento social sin que este aprendizaje implique un
“adoctrinamiento ideológico” obligatorio, por lo que no supone una imposición de pautas
sociales de comportamiento sino más bien situar al condenado en circunstancias idóneas donde
este, atendiendo a su aptitud de autodeterminación, tenga la capacidad de soslayar las
dificultades que se le presenten. (García-Pablos de Molina, 1979, p. 668).
19
Las críticas no estuvieron ajenas a los postulados de estas dos corrientes, principalmente
porque si bien estas trataron de restar cualquier clase de imposición, de todas formas suponen
una obligatoriedad, que si bien puede ser más tenue, sigue significando imposición. Por otro
lado, la mayor reprobación que se erigió fue, por parte de las ideas marxistas y neo-marxistas, la
“falta de contenido revolucionario” en sus proposiciones. La muestra de esto se presenta en el
reparo que hace Haffke a su idea de Terapia Social Emancipadora, señalando el nulo “alcance
político” vertido en esta, donde solo expone la disfunción con que opera el sistema penal sin dar
una fórmula que permita suprimir “las contradicciones sociales objetivas que se reproducen” en
este. (García-Pablos de Molina, 1979, p. 669).
La dogmática jurídica ha realizado intentos -en su mayoría frustrados ante la crítica- por
descifrar las interrogantes que plantea la resocialización, de ahí que el derecho ha indagado
desde la criminología, examinando la materia a partir de una óptica fáctica, en función de
advertir cuales son aquellos elementos que han evidenciado resultados favorables que sustenten
y fundamenten a la resocialización del penado.
Fueron los estudios realizados por Robert Martinson, dentro del contexto de una amplia
aceptación a mitad del siglo XX, del tratamiento resocializador, los que instauran una
interpretación de la reinserción social como práctica carcelaria ilusoria, dando paso al
movimiento denominado “Nothing Works”, es decir “Nada Funciona”, esto a causa de la
evidencia, la cual se desprendía de la exigua efectividad mostrándose, por parte de los
condenados, una reincidencia delictual alta. (Morales, A. M., Welsch, G., Cárcamo, J., Aguilar,
L., Sosa, M. E., 2015).
Sistema Penitenciario
Al asignar al régimen penitenciario la calificación de sistema penitenciario, se hace
referencia al conjunto de normas, procedimientos y dependencias dispuestas por el Estado
para la ejecución del régimen penitenciario, es decir, el conjunto de normas, procedimientos,
principios, programas, equipos de personal, dependencias e infraestructura que se encuentran
relacionadas y destinadas a este propósito.
Al respecto, Osorio (1963) asocia el sistema penitenciario con régimen penitenciario,
definiéndolo como el conjunto de normas legislativas o administrativas encaminadas a
determinar los diferentes sistemas adoptados para que los penados cumplan sus penas y a
obtener la mayor eficacia en la custodia o en la readaptación social de los reclusos. Estos
regímenes son múltiples, varían a través de los tiempos y van desde el aislamiento absoluto y
de tratamiento rígido hasta el sistema de puerta abierta con libertad vigilada.
Por su parte, Albornoz Berti (1980), define el sistema penitenciario, como el “conjunto
de normas generales y específicas y establecimientos referidas a las penas en sí, al modo de su
cumplimiento y el tratamiento de los condenados y procesados” (p.56).
En el caso venezolano tal sistema, estaría constituido por la legislación de la materia,
los métodos para la realización, las diferentes dependencias encargadas de la aplicación, los
equipos de trabajo y la infraestructura carcelaria.
Seguridad
La seguridad debe entenderse como una condición donde el ciudadano sienta que está
fuera de riesgos, daño o peligro, con garantía de estar protegido. Entonces, la función de
seguridad termina siendo administrativa; es decir, busca establecer y mantener un flujo de
relaciones físicas y operacionales, entre las normas, las obligaciones, los procedimientos, el
control; que en definitiva regulan las relaciones entre personas y personas, personas y cosas,
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teniendo todas como fin dar confianza y garantía de protección, de sentirse al margen de los
riesgos y peligros. Por lo tanto, al hacer referencia a la seguridad penitenciaria se concibe
como todos aquellos dispositivos destinados a lograr el control y vigilancia eficaz en los
establecimientos penitenciarios, a fin de dar cumplimiento a las normas legales; ello implica,
ejecutar acciones para el mantenimiento del orden y la disciplina, que eviten la evasión de
detenidos, garanticen los derechos e integridad física de las personas detenidas y de
funcionarios, su protección y la de los bienes nacionales.
La Infraestructura Penitenciaria
La posibilidad de garantizar las condiciones de seguridad que faciliten la convivencia y
la ejecución de un programa de tratamiento para la rehabilitación de la población reclusa,
depende en gran medida de la disponibilidad, la calidad de las instalaciones físicas con que se
cuente y del equipamiento que proporcione la consecución de cada una de las competencias
que con ese propósito deban ejecutar los operadores del sistema.
Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (ob. cit.), señalan la
obligación de hacer la separación por categorías; es decir, considerar la edad, el sexo, la razón
de la detención, la condición de imputado o condenado; además recomiendan la reclusión
nocturna unicelular, satisfacer exigencias de higiene, clima, alumbrado, calefacción y
ventilación, donde los reclusos tengan que vivir o trabajar. De igual forma, la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela en el ya reseñado artículo 272, el Reglamento de
Internados Judiciales y la Ley de Régimen Penitenciario, imponen la obligación al Estado
venezolano de facilitar toda una serie de servicios que viabilicen condiciones de vida
favorables y el tratamiento, cuya satisfacción corresponde al recluso por derecho, obligando al
Estado a crear la infraestructura necesaria.
A los efectos de brindar asistencia a imputados y condenados, el sistema penitenciario
nacional dispone de dos grandes áreas, la de internamiento permanente que se realiza en los
32 centros de reclusión del país y la modalidad de prelibertad, que se efectúa en diferentes
dependencias y en los Centros de Tratamiento Comunitario bajo la coordinación nacional de
la División de Medidas de Prelibertad. El Hacinamiento, sus Causas y Consecuencias Las
causas del hacinamiento carcelario son múltiples, por lo que la responsabilidad de ésta recae
en varios actores. Primeramente, hay que considerar el aumento de la criminalidad que ocurre
en el país por efectos de la descomposición social.
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Dado esta pluralidad de términos y la ausencia de definición unívoca, tanto legal como
doctrinaria, es que el significado y sentido de la reinserción social ha sido objeto de discusión a
lo largo de los años.
Existe la idea asentada de que el vocablo oficial es “Resocialización”, atendiendo a que la
primera aproximación que se tuvo del término provino del alemán “Resozialisierung”, esto en
virtud de que se estima su utilización por primera vez en el Lehrbuch de Franz von Liszt, sin
embargo, este término no ha estado ajeno a las críticas de la doctrina, donde se ha señalado que
carece de un contenido apriorístico, desconociendo sus verdaderos fines, sumado a la
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Según este planteamiento, la pena privativa de libertad no cumple ninguna función que
legítimamente pueda sustentarse. Sin embargo, como ya se afirmó, renunciar a ciertas premisas
humanistas de la pena puede dar lugar a una interpretación meramente retributiva que afianzaría
aún más los postulados de la defensa social. Lo que se propone es, considerar la pena como un
espacio donde el reo pueda ejercer ciertos derechos que posibiliten su superación de desventaja
social (en la mayoría de los casos originaria).
Debido a la selectividad estructural del sistema penal, la condición socio económica de la
población que ingresa al sistema es mayoritariamente de bajo estrato. No obstante, dado el
carácter estigmatizante de la pena, se considera que todo aquel que se encuentre bajo el castigo
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penal se encuentra en desventaja social. El Estado cumpla con la obligación de prestar los
servicios correspondientes de asistencia (acceso a la educación, formación técnica, salud,
programas de trabajo, etc.), lo que estaría en concordancia con los postulados del garantismo
penal.
Ahora bien, centrando el análisis en un nivel práctico funcional, es preciso considerar que,
además de la problemática relacionada con los derechos humanos, los puntos más relevantes en
cuanto a la deslegitimación de la privación de libertad como estrategia de resocialización,
convergen en los efectos nocivos que produce la institucionalización. Cabe preguntarse,
entonces, si en las fórmulas desinstitucionalizadas de control penal confluyen las mismas
objeciones, o si el ambiente no institucional puede ser más propicio para alcanzar los objetivos
declarados de la función resocializadora.
Hay que acotar que tanto en el discurso como en las políticas implementadas suelen
usarse indistintamente términos como: ‘reinsertar’, ‘rehabilitar’, ‘resocializar’, ‘readaptar’. No
obstante, pese al establecimiento formal de este objetivo, la crisis en los establecimientos
penitenciarios venezolanos se ha venido agravando de manera dramática hasta llegar al punto de
encender las alarmas de todos los entes e instancias estatales, creándose recientemente un
Ministerio de Servicios Penitenciarios.
Lo cierto es que en un intento por mejorar la situación penitenciaria y ofrecer
posibilidades al recluso, se han venido creando medidas alternativas a la pena privativa de
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libertad, todo esto acompañado de un proceso que los prepare para una nueva vida en sociedad,
de forma que se “reinserte” a ésta y cumpla con las normas de convivencia ya establecidas.
Allí nacen las Unidades Técnicas de Apoyo al Sistema Penitenciario, recientemente
llamadas Unidades de Tratamiento, Supervisión y Orientación (UTSO), como instituciones
encargadas de acompañar al ex interno en este nuevo proceso.
Sus funciones están consagradas en el Código Orgánico Procesal Penal.
Según los postulados de la propia Institución, extraídos del tríptico oficial, tenemos que
su misión es “brindar atención, orientación, asesoría legal e información de forma eficiente y
eficaz [a los probacionarios] para garantizar a los penados(as) las condiciones y herramientas
necesarias para el desarrollo de sus potencialidades y/o capacidades, con el fin de mejorar sus
posibilidades de reinserción en la sociedad, con estricto apego y observancia a los derechos
fundamentales del ser humano”, mientras que su visión es “proyectarse ante la comunidad y la
sociedad en general, como un modelo de institución pública, humanista, científica, moderna y
eficiente en la prestación de un servicio de la más alta calidad”.
Por su parte, el objetivo que se plantea la Institución es “velar porque los probacionarios
cumplan las funciones y requerimientos impuestos por el tribunal de forma que se logre una
reinserción social”. Esta Unidad cuenta con un equipo técnico o equipo de evaluación
conformado por un psicólogo, un trabajador social, un criminólogo y un abogado. Cada
especialista se encarga de abordar el área de su competencia y mediante una entrevista observa y
analiza la situación de cada interno para luego determinar si conviene o no, concederle la medida
o el beneficio que está solicitando, y un equipo de seguimiento conformado por abogados y
criminólogos que una vez otorgada alguna medida o beneficio alternativo a la privación de
libertad, se encargan de observar el progreso de los internos una vez que están fuera del
establecimiento penitenciario. Estos profesionales son conocidos como delegados de prueba y
tienen la potestad de remitir informes a los tribunales informando sobre el incumplimiento de las
medidas establecidas al probacionario, a fin de que la medida o beneficio les sea revocada.
Ahora bien, es necesario hacer una evaluación para conocer si están cumpliendo con sus
objetivos, si cuentan con planes y programas que aseguren, o de alguna forma promuevan, el
logro de los objetivos programados. De no ser así, es necesario determinar qué hace falta para
que pueda hablarse de una reinserción social de los privados de libertad basada en los principios
aceptados actualmente en esta materia.
De manera oportuna Nuñez (2005), nos comenta que:
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BASES LEGALES
Por las consideraciones anteriores, se podría decir que en Venezuela, existe un sistema
para hacer efectiva la responsabilidad del Estado frente a las violaciones de los derechos
humanos en el proceso judicial, sin embargo, durante la vigencia de la CRBV (1999) se han
venido presentado constantes denuncias acerca de la violación y quebranto al articulado referente
a los derechos humanos, establecidos por esta Constitución y por las diversas convenciones y
tratados internacionales suscritos y ratificados por la República, entre ellos, la Convención
Interamericana de Derechos Humanos.
De esta carta magna también se consultó en segundo lugar el artículo 26, el cual establece
que:
Toda persona tiene derecho de acceso a los Órganos de Administración de
Justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o
difusos, a la tutela judicial efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la
decisión correspondiente. El estado garantizará una justicia gratuita, accesible,
imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable,
equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalidades o reposiciones
inútiles. (pág. 30).
Artículo 1. Corresponde al Ejecutivo Nacional, por órgano del Ministerio del Interior y Justicia,
la organización y el funcionamiento de los centros de cumplimiento de penas privativas de
libertad y los servicios que le son inherentes.
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Capítulo V
De la Educación
Artículo 20. La acción educadora será de naturaleza integral, alcanzará a todos los penados y se
preocupará de fijar sanos criterios de convivencia social
35
1. Independencia Nacional.
2. Socialismo y democracia participativa.
3. Convertir a Venezuela en potencia económica.
4. La multipolaridad del mundo.
5. La ecología como socialismo.
Está fundamentado en lo establecido según los siguientes principios:
36
La suprema felicidad social es la visión de largo plazo que tiene como punto de partida la
construcción de una estructura social incluyente, formando una nueva sociedad de incluidos, un
nuevo modelo social, productivo, socialista, humanista, endógeno, donde todos vivamos en
similares condiciones rumbo a lo que decía Simón Bolívar: “La Suprema Felicidad Social”.
En conclusión, se persigue darles las herramientas a las ciudadanas y ciudadanos para que
mediante la transferencia de poder que se ha venido haciendo en este periodo de cambios y de
transición el pueblo empoderado tenga el mayor y mejor acceso a los servicios básicos, a la
educación, a la seguridad, a la vivienda y a una vida digna. Es por esto que, desde el aspecto
social, se le dará mayor relevancia al Plan de la Patria 2013-2019, a fin de ayudar a construir una
cultura del trabajo que se contraponga al rentismo mediante el impulso de la formación desde la
praxis del trabajo, conciencia del trabajador y trabajadora, como sujetos activos del proceso de
transformación y participación democrática del trabajo bajo los más altos intereses nacionales.
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CAPITULO III
CONTEXTO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación
Sobre las bases de las consideraciones anteriores, se puede decir que el siguiente trabajo se
basará metodológicamente en una investigación de tipo documental analítica, lo cual ha
involucrado la consulta de distintas fuentes y métodos de información tales como: prensa escrita,
periódicos on-line, revistas, monografías, bibliografías, que permitan sustentar todo lo
relacionado a la temática estudiada.
En este tópico, Alfonso (1995), afirma que “la investigación documental es un
procedimiento científico, un proceso sistemático de indagación, recolección organización,
análisis e interpretación de información o datos en torno a determinado tema” (P.6). Al igual que
otros tipos de investigación, éste es conducente a la construcción de conocimientos. Esta tiene la
particularidad de utilizar como una fuente primaria de insumos, más no la única y exclusiva, el
documento escrito en sus diferentes formas: documentos impresos, electrónicos y audiovisuales.
Sin embargo, según Kaufman y Rodríguez (1993), manifiesta que
“los textos monográficos no necesariamente deben realizarse
sobre la base de sólo consultas bibliográficas; se puede recurrir a
otras fuentes como, por ejemplo, el testimonio de los protagonistas
de los hechos, de testigos calificados, o de especialistas en el
tema. Las fuentes impresas incluyen: libros enciclopedias,
revistas, periódicos, diccionarios, monografías, tesis y otros
documentos.
Las electrónicas, por su parte, son fuentes de mucha utilidad, entre
estas se encuentran: correos electrónicos, CD Roms, base de
datos, revistas y periódicos en línea y páginas Web. Finalmente, se
encuentran los documentos audiovisuales, entre los cuales cabe
mencionar: mapas, fotografías, ilustraciones, videos, programas de
radio y de televisión, canciones, y otros tipos de grabaciones”.
(P.107).
Ahora bien, otra de las técnicas de recolección de datos utilizadas fue la técnica del
fichaje, la cual según Pallela y Martins (2006), “consiste en registrar los datos que se van
obteniendo en la revisión bibliográfica, en las entrevistas, en las observaciones, en fin en las
diferentes etapas y procesos que se van desarrollando” (p. 111).
En el desarrollo del estudio fue utilizada la técnica del fichaje con el propósito de
organizar la información encontrada sobre el tema objeto de estudio.
Procedimiento de Investigación
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
El sistema penitenciario en Venezuela se ajusta en su política de estado en cuanto a la
reinserción social del penado según lo establecido en la Constitución de la Republica Bolivariana
y al ordenamiento jurídico legal penitenciario vigente, atendiendo al principio de progresividad
lo que implica la evolución del tratamiento del recluso, según el cual se va ascendiendo a
espacios de libertad durante el tiempo que supone la condena.
El cumplimiento de las condiciones de las medidas y el mantenimiento de cierto estilo de
vida, le proporciona al penado el acceso a nuevos beneficios, que suponen el alcance progresivo
de los valores y criterios que el individuo va desarrollando para gestionar “adecuadamente” su
comportamiento dentro de la sociedad. De tal manera, que una fórmula de cumplimiento de pena
depende de la otra, hasta alcanzar la “capacidad necesaria” que amerita la libertad plena.
La adaptación del penado a este sistema es una condición sine qua non para considerar su
reinserción en la sociedad. En efecto, el artículo 7 de la Ley de Régimen Penitenciario define el
sistema progresivo en los siguientes términos: “Los sistemas y tratamientos serán concebidos
para su desarrollo gradualmente progresivo, encaminados a fomentar en el penado el respeto a sí
mismo, los conceptos de responsabilidad y convivencia sociales y la voluntad de vivir conforme
a la Ley”.
El régimen penitenciario nacional establece tres fórmulas de cumplimiento de pena o
excarcelación, que tienen como presupuesto la anterior imposición de la pena privativa de
libertad, a las que el sujeto puede optar, bajo ciertos requisitos, al reemplazo de un período de la
pena de prisión, para finalizar su condena, bajo supervisión en medio semi abierto o libre.
Además, prevé Medidas Sustitutivas a la privación de libertad contempladas para delitos con
condenas cortas que se caracterizan por la sustitución de la privación de libertad (prevista en el
tipo penal del hecho imputado), por programas de supervisión en medio no institucional,
impuestos bajo el cumplimiento de ciertas condiciones, de conformidad a lo establecido en el
artículo 494 del Código Orgánico Procesal Penal.
En cuanto modelo de política del estado venezolano en cuanto a la reinserción social del
penado según podemos decir que este se inclina por una Teoría Mixta donde convergen los
Programas Máximos, también conocidos como resocialización para la moralidad, son aquellos
donde la intervención del tratamiento penitenciario aspira a una internalización de aquellos
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Recomendaciones
El Estado debe orientar una efectiva política penitenciarias para disminuir la actitud a
través del rechazo hacia el individuo con un historial, por parte de las comunidades, en algunas
veces de las misma instituciones públicas, es necesario fortalecer esos programas y orientaciones
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que sean necesarios para que la sociedad colabore con la reinserción social de esto personas que
buscan oportunidades al salir de prisión.
45
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