Relaciones Internacionales
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Restauración y revolución en
Europa (1815-1848) El
Congreso de Viena y el
Concierto Europeo Las oleadas revolucionarias
En esa época se desarrolló un «Sistema de Congresos» para garantizar el orden en
Europa.
El marco político e ideológico del sistema fue la «Restauración».
1. Antecedentes. El final del Imperio Napoleónico
El sistema político construido por Napoleón no llegó a consolidarse pero su
organización expandió en Europa las ideas revolucionarias.
Victoria de la coalición contra Napoleón
A pesar del genio militar de Napoleón y de las divisiones en la coalición
antinapoleónica, los aliados, más numerosos, lograron la victoria.
Talleyrand fue el encargado de negociar la paz con los aliados: el Primer Tratado o
Paz de París —este tratado fue especialmente benevolente con Francia—.
Los Cien Días
Los llamados «Cien Días» fueron el último intento napoleónico de cambiar la
situación que le había conducido a Elba.
Segundo tratado 20 de noviembre de 1815. Francia debía pagar
indemnizaciones, perdió territorios y fue ocupada militarmente durante un
plazo de tres a cinco años.
2. El Congreso de Viena
Los vencedores de Napoleón se reunieron desde septiembre de 1814 hasta junio
de 1815. En Viena se decidieron tanto el nuevo mapa europeo como los principios
y acuerdos que habían de regir las relaciones internacionales en Europa en las
siguientes décadas.
2.1 Los principios de la Restauración
En la Restauración convergen algunas de las principales corrientes del pensamiento
europeo de la época, fundamentalmente el tradicionalismo francés y el
romanticismo alemán.
Tres los principios básicos que inspiran las negociaciones del congreso:
1. Principio de equilibrio entre las potencias, equilibrio que garantiza la paz e idea
fundamental de toda la teoría política de Metternich.
2. Principio de legitimidad de monarquía se planteaba en el Antiguo Régimen.
3. Principio de intervención implicaba el derecho de los grandes a restablecer el
«orden» tanto en el campo internacional como en el interior de las naciones.
2.2 El Congreso
El primer Tratado de París, de 30 de mayo de 1814, contenía varios artículos
«separados y secretos», el primero de los cuales indicaba que de las relaciones
entre las potencias debía resultar un sistema de equilibrio real y duradero para
Europa.
Solo hubo una sesión plenaria y fue para firmar el Acta del Congreso, el día 9 de
junio.
2.3 Los protagonistas
Los rasgos principales de estas cinco potencias y de los representantes:
Austria, la potencia anfitriona, el emperador Francisco I mantenía su hegemonía.
Las aspiraciones en el Congreso eran, asegurar su posición central en Europa, frenar el
expansionismo ruso e incluir a la Francia restaurada en el directorio de las potencias.
Rusia era la gran potencia de Europa oriental en pleno proceso de expansión.
Rusia aspiraba a controlar el Báltico a través de su influencia en una Polonia renacida y
dependiente.
Objetivos: la expansión hacia Europa central,
una salida hacia el Mediterráneo y la defensa de los intereses rusos en los Balcanes.
Gran Bretaña, la gran potencia atlántica de Europa.
Objetivos: conseguir el equilibrio en el continente y mantener el control de las rutas
marítimas, asegurándose las vías comerciales y coloniales.
Prusia era la potencia emergente. Convirtiéndose en el núcleo de la construcción
nacional alemana y en la futura gran potencia de la Europa central.
Francia era la nación vencida. Las condiciones de paz fueron peores con el segundo Tratado de
París, recuperó rápidamente su papel de gran potencia europea. Era un modelo de aplicación
de las ideas de la Restauración.
2.4 Los cambios en el mapa europeo
Polonia continuaría bajo dominio extranjero, repartida entre Prusia, Austria y
Rusia, que así aumentaba sus límites occidentales.
Los Estados italianos fueron reconstituidos. Las provincias Ilirias pasaron a Austria,
que se afianzó en Italia. Los Estados alemanes. Metternich pensaba que la creación
de una Confederación Germánica debía servir de freno a los intentos
expansionistas de Francia y Rusia.
Cambios territoriales en el norte de Europa. Perdió Finlandia, en favor de Rusia, y
Pomerania, que pasó a Prusia; a cambio, Noruega se incorporó a la corona sueca.
Dinamarca recibió territorios alemanes.
Suiza los Estados tapón para aislar a Francia, fue reconocida como estado neutral,
se fijaron sus fronteras, estableciéndose veintidós cantones.
Gran Bretaña fue la potencia más beneficiada, su rango de primera potencia
marítima era indiscutible al quedarse con el control de las rutas más importantes.
El mapa europeo que surgió de Viena fue trazado siguiendo los intereses de las
grandes potencias y el principio de equilibrio.
3. Las alianzas y el Sistema de Congresos
El Sistema de Congresos, que pretendía ser baluarte y defensa de la paz entre
los Estados, iba a evolucionar más por las vías de la represión de los
movimientos liberales.
3.1 La Santa Alianza
Fue un pacto firmado el 26 de septiembre de
1815 entre los soberanos de Rusia, Austria y Prusia, a iniciativa de Alejandro I.
Objetivo de esta Alianza era que la política internacional tuviese como pilares los
preceptos cristianos.
3.2 Las revoluciones de 1820 y el Sistema de Congresos
En el marco del Segundo Tratado de París, el punto de partida para la creación
del «Sistema de Congresos».
El Sistema de Congresos comenzó a funcionar en 1818. Metternich fue clave para
impulsar y dar un sentido práctico a las conferencias:
En él se decide el fin de la ocupación militar y la evacuación de las tropas
aliadas en Francia, ya con Richelieu como representante.
Congreso de Carlsbad (1919) se establecieron acuerdos contra los movimientos
liberales que estaban empezando a organizarse en Alemania.
Los movimientos liberales de 1820 se desarrollaron fundamentalmente en los
países mediterráneos. España fue el escenario del primer movimiento
revolucionario cuando el 1 de enero de 1820.
Congreso de Troppau (1820) concretó uno de los grandes principios de la
Restauración, el principio de intervención.
Congreso de Laybach (1821) continuación del Congreso de Troppau, en él
se consumó la separación de Gran Bretaña de la política de intervención.
Detrás de las posturas de no intervención y de derecho a la intervención
estaban los intereses de cada potencia.
Congreso de Verona (1822) España fue el principal tema del Congreso.
Francia estaba decidida a la intervención contra el gobierno liberal
español.
En el Acta final delCongreso de Verona se aprobaba la intervención armada
de Francia en nombre de la Alianza, que fue llevada a cabo por el duque de
Angulema.
4. Las revoluciones de 1830 y 1848 y las consecuencias para el sistema
internacional
Los movimientos revolucionarios liberales de 1820, 1830 y 1848 no
fueron extinguidos, sino solo aplazados. Las distintas oleadas liberales
acabaron realmente con la era de la Restauración y su sistema de
relaciones internacionales.
4.1 Las revoluciones de 1830
Tuvieron también una impronta liberal y nacionalista.
Fue en Francia y Bélgica donde la revolución de 1830 triunfó
claramente. Lo más significativo de ese triunfo fue el avance del
liberalismo moderado manifestado en los cambios en la monarquía,
que se hizo liberal y constitucional, agitando las bases del concierto
europeo.
Bélgica estableció desde su creación un sistema parlamentario y se
dotó de una Constitución de carácter liberal.
El directorio de las potencias se pronunció sobre tres aspectos que
podrían causar conflicto: las fronteras del nuevo estado, la elección de
su rey y su estatuto internacional.
En España y Portugal se produjeron cambios en un contexto de
conflictos entre liberales y absolutistas.
4.2 Las revoluciones de 1848
Las revoluciones de 1848 tienen un carácter más complejo que las
anteriores de 1820 y 1830. Surgen en un contexto de crisis económica
a la que se añaden crisis sociales y políticas con diferentes
características.
Las diferencias fundamentales entre las revoluciones de 1848 y 1830:
El liberalismo, motor de las revoluciones, aparece dividido entre el
doctrinario.
En las revoluciones de 1848 en los países occidentales industrializados
hay una importante presencia de la clase obrera que tiene sus propias
reivindicaciones.
En 1848, la revolución alcanza al corazón del sistema europeo.
Mostraron que el nacionalismo se consolidaba como fuerza política que había de marcar de
manera crucial las relaciones internacionales europeas.
4. De la Europa de Bismarck a
la paz armada (1890-1914)
Veinticinco años que separan la dimisión del príncipe Bismarck y el inicio de la Primera
Guerra Mundial representan una época de profundos cambios en las relaciones
internacionales.
1. El nuevo rumbo de la política exterior de Alemania
Bismarck había definido la consolidación de la unificación alemana como objetivo
principal de su política exterior.
Primer paso que dio Alemania en su política exterior tras la dimisión de Bismarck fue
rechazar la renovación del Tratado de Reaseguro con Rusia.
Relación entre Francia y Rusia, Alemania erró, con consecuencias gravísimas acabaron
en la Primera Guerra Mundial.
Alemania había perdido una posición geopolítica segura para verse en adelante
constantemente expuesta al peligro de una guerra en dos frentes.
2. El final de la splendid isolation
El gobierno de Berlín no se inquietó demasiado por el acuerdo franco-ruso. Estaba
seguro de que, ahora más que nunca, el Reino Unido iba a buscar la vinculación
con Alemania dado que la alianza debilitaba también la posición global de Londres.
La splendid isolation ahorró a los británicos los compromisos en favor de los
intereses de otros estados.
Guillermo no quiso aceptar nada inferior a una alianza continental, con
compromisos contractuales tan amplios y profundos como los de la Triple Alianza.
En 1896 Guillermo proclamó que «ningún acuerdo debía alcanzarse a partir de
ahora en el mundo sin la intervención de Alemania y el Emperador alemán».
En 1898, Guillermo emprendió un nuevo proyecto de prestigio y grandeza en el
marco de la Weltpolitik.
En abril de 1904, Gran Bretaña y Francia firmaron la entente cordiale mediante la
cual quedaron resueltos todos los elementos.
3. De la confrontación colonial a la Triple Entente
China se convirtió, entre 1895 y 1905, en el principal foco de la rivalidad europea.
En la guerra de 1894-1895, Japón había ganado a China e impuesto la cesión de la
península coreana. Para compensar la expansión japonesa, Rusia se erigió en
defensora de la independencia del Imperio Chino.
La alianza ruso-china de 1896 le daba acceso preferencial a Manchuria y le cedía la
península de Liaotung.
Pero Rusia, que no estaba dispuesta a ceder sin más su posición hegemónica en
Manchuria, se encaró con Japón hasta llegar a la guerra en 1904.
Londres y París y la alianza francesa con Rusia, convergieron en los siguientes años
hacia un bloque sólido, la Triple Entente: una alianza militar que quedaría
definitivamente probada en verano de 1914.
4. De cómo romper el cerco: las crisis marroquíes y la anexión de Bosnia
Guillermo confiaba en poder romper el cerco maniobrando para crear crisis
internacionales que enfrentasen los intereses franceses y británicos. La
primera ocasión la brindó, en 1905, el intento de Francia de convertir
Marruecos en protectorado.
Rusia se opuso a aceptar los hechos consumados y reclamó una conferencia
internacional, dando así por terminada la tregua de Mürzsteg.
En 1911, Marruecos volvió a la agenda internacional. Rebeliones internas
llevaron al país a una situación cercana a la guerra civil.
En Alemania, la exaltación nacionalista fue directamente proporcional al
descalabró diplomático en la crisis de Agadir.
La Triple Entente reforzó los lazos: franceses y británicos acordaron una
estrategia naval conjunta para el «reparto de cargas» en el Mediterráneo y el
mar del Norte.
Las relaciones internacionales se convirtieron en relaciones interbloques.
5. La guerra de Tripolitania y las guerras balcánicas
Italia contribuyó a la inestabilidad internacional. En 1911 hizo realidad su
largamente esperada colonia en el norte de África a través de la invasión de
Tripolitania.
La guerra de Trípoli enfrió sin duda las incipientes relaciones de Italia con la Triple
Entente pero tampoco recuperó la vitalidad de la Triple Alianza.
Los miembros de la Liga Balcánica vieron aumentados sus territorios aunque el
reparto no fue satisfactorio para todos. Sobre todo Bulgaria se sintió estafada.
Las normas de Viena habían quedado sepultadas para siempre justo un siglo
después de haber nacido.
6. La carrera armamentística hacia el abismo
La llamada «paz armada» estaba basada en las misma dinámica que lo estuvo la
carrera armamentística entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Reforzaron las alianzas entre la República Francesa y el zar adquirió una
orientación ofensiva al no condicionar en adelante el apoyo a quien había iniciado
el conflicto.
7. De una Tercera Guerra Balcánica a la Primera Guerra Mundial
Viena quería así evitar cualquier intento de mediación, y el 28 de julio declaró
la guerra.
Alemania por la puesta en marcha del plan Schlieffen, significaba
necesariamente la guerra.
La decisión francesa de luchar contra Alemania fue, una cuestión de
supervivencia. El 3 de agosto, Alemania declaró la guerra a Francia.
El conflicto que en verano de 1914 había empezado como guerra localizada y
bilateral se europeizó por culpa de Alemania y Rusia y se convirtió, con la
declaración de guerra británica, en mundial.