Reconocimiento Internacional Relacionado A Taiwan

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UNIVERSIDA MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

DERECHO MERCANTIL

FIDELA RAMÍREZ MATEO

CARNÉ 0506-24818

SECCIÓN “A”
INTRODUCCION

En Guatemala la historia sobre el derecho del mar y derecho marítimo inicia en la Edad
Media. Al efectuar un estudio, se considera que la razón más importante es debido a que
supuestamente Guatemala, no tenía motivación para que estuviere involucrado en forma
dinámica en el comercio marítimo o navegación. Con el descubrimiento del continente
americano por parte de Cristóbal Colón en el año de 1492, se da inicio al ya conocido
saqueo de las reservas naturales de este nuevo continente no siendo únicamente las
guatemaltecas), con el ánimo de su aprovechamiento y enviarlas al continente europeo, para
su posterior distribución y consumo por parte sus habitantes. La migración constante de
miles de personas hacia el continente americano, que vean como escape, al huir del hambre
y del desamparo que ejercía las monarquías europeas predominantes en esa época, se da el
movimiento mercante.

Ya sea desde el punto de vista militar, estratégico o comercial, los mares y su control han
sido siempre objeto de disputas entre las potencias. En la actualidad nueve décimas partes
del comercio mundial y la mayor parte del comercio energético están vinculados a los
flujos marítimos. El 30% de las reservas mundiales de hidrocarburos se encuentran costas
afuera y, con un aumento sostenido del 3,1% anual (FAO) en el consumo de pescado, la
pesca se enfrenta a grandes desafíos para ser sostenible. Este escenario pone en constante
tensión al rol de los Estados ribereños y su lucha en la defensa de sus espacios marítimos.

OBJETIVOS
Para expandir el espacio internacional de supervivencia, Taiwán necesita contar con el
apoyo de los países más poderosos e ingresar en los organismos internacionales más
relacionados con las necesidades económicas, comerciales y sociales de la isla.

Taiwán necesita mercados y tecnología, ya que no carece de capitales. En este rubro del
desarrollo, la isla busca participar en los organismos internacionales comerciales,
económicos y financieros

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL RELACIONADO A TAIWAN.


Taiwán tiene relaciones oficiales no diplomáticas con la Unión Europea y al menos 47
países más que, aunque reconocen a la República Popular de China, mantienen oficinas
económicas, comerciales o culturales en Taiwán. Estas relaciones no son
intergubernamentales ni son oficialmente diplomáticas o políticas.

Taiwán es apenas reconocido por quince países del mundo, pero ello no ha evitado que
desarrolle una intensa diplomacia por el mundo.

Taiwán ha intentado mantener un cierto reconocimiento internacional mediante la


“diplomacia de la solidaridad”, aunque en la actualidad solo le reconocen quince pequeños
Estados, principalmente en Centroamérica, las Antillas y Oceanía. Para mantener su
influencia en ellos y su supervivencia internacional Taiwán mantiene embajadas en todos
ellos por muy pequeños que sean.

Sin embargo, Taiwán ha abierto oficinas comerciales, económicas, comerciales y


representativas, misiones y delegaciones culturales y económicas, oficinas de enlace y otras
instituciones en países que no le reconocen, y que de facto funcionan como sus embajadas.
Pero ante su importancia económica otros Estados han abierto también instituciones
similares en Taipéi, como el Instituto Estadounidense en Taiwán, que sigue manteniendo a
Taiwán bajo protección estadounidense.

el Gobierno de Taipéi ha venido impulsando inversiones y donaciones en todo el mundo,


generalmente a cambio de reconocimiento diplomático oficial. En la búsqueda del
reconocimiento como país por parte de muchas naciones, Taiwán ha realizado donaciones y
proyectos de cooperación insólitos, a veces incluso muy lejos de su ámbito de influencia en
Asia-Pacífico, sobre todo en países pequeños, desde pagar el Wifi de Bratislava o construir
un estadio de béisbol en Nicaragua hasta donar helicópteros a República Dominicana.
China,
a su vez, también ha realizado donaciones similares con el objetivo opuesto y con mayor
eficacia

LAS RELACIONES COMERCIALES ENTRE TAIWÁN Y LOS PAÍSES


CENTROAMERICANOS

Se le reconocen como Estado se incrementaron significativamente gracias a la apertura en


1997 de la Oficina Comercial de Centroamérica (CATO) en Taiwán, la incorporación de
este país al BCIE y la entrada en vigor de varios tratados comerciales. Así, Taiwán firmó
tratados de libre comercio con Guatemala (2006), con Honduras y El Salvador (2006) y con
Nicaragua (2008).

Esos tratados han facilitado especialmente la exportación centroamericana a Taiwán. Como


ocurre con la mayoría de países latinoamericanos, Guatemala, El Salvador, Honduras y
Nicaragua tienen a China como uno de los principales orígenes de sus importaciones (el 1º
sigue siendo Estados Unidos). Su alineamiento político con Taiwán no les impide ser
clientes de la producción de China. De esta forma, en 2016, China estuvo entre los puestos
2º y el 3º como mercado de procedencia, mientras que Taiwán se situó muy abajo en la
tabla (entre el puesto 14º y el 23º). Sin embargo, la particular relación con Taipéi hace
que Taiwán iguale o sobrepase a China como destino de las exportaciones de los cuatro
países centroamericanos mencionados. Ese es el beneficio comercial que obtienen del
reconocimiento diplomático a la isla asiática.

De este grupo de países, Nicaragua es el que en 2016 más exportó a Taiwán (83,7 millones
de dólares) en comparación con las exportaciones a China (21,5 millones), en una
proporción de cuatro a uno. Los principales productos nicaragüenses exportados fueron
camarón, azúcar, carne bovina y café.

Honduras exportó a Taiwán por valor de 24,7 millones de dólares –principalmente


productos textiles, café y aluminio– frente a los 18,5 millones colocados a China. Por su
parte, El
Salvador envió a Taiwán cargas por valor de 53,3 millones –sobre todo azúcar–, y de 46,5
millones a China. Guatemala, cuya economía tiene un volumen mayor, fue el único país en
vender más a China (75,5 millones), pero en cifras muy similares a las de Taiwán (74
millones), a donde envió sobre todo café, papel y cartón.

Con estas relaciones diplomáticas y comerciales Taiwán pretende mostrar a la sociedad


internacional que es un aliado capaz y responsable para la cooperación internacional. Así
como hacer ver al mundo que la diplomacia taiwanesa existe pese a los intentos de
asilamiento de China. El hecho de que China tenga un especial interés por mercados que les
faciliten el acceso a materias primas hace que el gigante asiático esté más atento a las
relaciones con diversos países de Sudamérica, ricos en minerales; es ahí donde Pekín
concentra sus inversiones latinoamericanas.

Centroamérica, con menor actividad extractiva, se escapa de esta forma de la prioridad


china (el interés por el Canal de Panamá es un caso aparte), y queda de momento para la
acción de Taiwán. No obstante, el carácter cada vez más residual del apoyo a la isla y el
peso mismo de las relaciones con China hacen prever que los países centroamericanos
seguirán dándose de baja, uno tras otro, de este particular club.

LA DECISIÓN DE LOS PAÍSES CENTROAMERICANOS DE MANTENER


EL RECONOCIMIENTO DIPLOMÁTICO A TAIWÁN

Se sustenta en razones históricas que tienen su origen en la Guerra Fría, en la ayuda


financiera desplegada en los últimos años y en el consenso generado en las elites y la
opinión pública. Una de las principales consecuencias de esta estrategia es la dificultad para
desarrollar relaciones con China continental, que se niega a vincularse con países que
reconozcan al gobierno de Taipei, lo cual crea problemas para ingresar a su gigantesco y
creciente mercado. A pesar de ello, y con la posible excepción de Panamá, todo indica que
Centroamérica continuará con su pertinaz política de apoyo a Taiwán.
Los países centroamericanos forman una proporción importante de las naciones que aún
mantienen relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán), en detrimento de la
posibilidad de establecerlas con la República Popular China, pese a la creciente importancia
que el gigante asiático está adquiriendo en la arena mundial. Aun cuando los vínculos
comerciales resultan desfavorables para Centroamérica, los gobiernos sostienen –tanto en el
plano bilateral como en el marco regional del Sistema de Integración Centroamericano– la
decisión del reconocimiento a Taiwán. Las razones de esa opción de política exterior son
complejas e incluyen antecedentes históricos, coincidencias políticas y la cooperación
proveniente de la isla. Aquí se explican esos elementos y se discuten escenarios futuros.

Una hermandad desde la Guerra Fría

Los países centroamericanos habían establecido relaciones con China antes del triunfo de la
revolución en ese país, en 1949. Con posterioridad al traslado del gobierno del Kuomintang
a la entonces isla de Formosa, los gobiernos de la región, aliados de Estados Unidos,
siguieron la opción política de Washington de mantener relaciones con el régimen de
Chang Kai-shek e ignorar a la República Popular China. El argumento empleado en aquel
momento fue que la comunidad internacional mantenía el reconocimiento de la legitimidad
del gobierno ubicado en Taiwán, fundador de Naciones Unidas, e ignoraba al de Mao
Zedong, ubicado en el territorio continental. Desde luego, esta decisión se sustentaba en la
coincidencia ideológica anticomunista y en una visión del mundo dividido entre los dos
bandos de la Guerra Fría, que se consolidó con el desarrollo de los conflictos internos
centroamericanos a partir de la década de 1960 y el ascenso de gobiernos autoritarios en la
mayoría de los países de la región. Esto dio lugar a relaciones de cooperación en el campo
de la seguridad y la defensa. La Escuela de Guerra Política, el Fu Hsing Kang College,
proveyó formación a oficiales centroamericanos participantes en operaciones
contrainsurgentes. En el caso de Guatemala, militares destacados durante el conflicto bélico
adjudican mucho valor a esa formación. Del mismo modo, se realizaron intercambios entre
alumnos de las escuelas para oficiales de Taiwán e instituciones centroamericanas.
A diferencia del resto de América Latina, la posición de los países de Centroamérica no
cambió después de la visita de Richard Nixon a China en 1971 y el reconocimiento de las
Naciones Unidas a ese país. Aunque paulatinamente la mayoría de las naciones de América
del Sur (y del mundo) trasladó el reconocimiento diplomático hacia la República Popular
China, Centroamérica no modificó su posición.

Sin embargo, la vertiente de relaciones político-militares perdió importancia a partir de la


década del 90, con el fin de la Guerra Fría, la pacificación centroamericana y la transición a
la democracia, lo que, de alguna manera, también sucedió en Taiwán, donde el Kuomintang
perdió las elecciones y asumió el poder un partido de oposición.

Nuevas prioridades en la relación

El fin de la Guerra Fría coincidió con las reformas en China continental, que potenciaron el
crecimiento económico y le fueron abriendo un espacio cada vez más amplio como uno de
los actores centrales en la arena internacional. Su ingreso al mercado mundial aumentó su
capacidad de influencia. En este nuevo contexto, su política exterior de «una China», que
impide a un actor internacional tener simultáneamente relaciones con Beijing y Taipei,
acrecentó el aislamiento de Taiwán, que ha logrado conservar solamente el reconocimiento
de un grupo de naciones. El mantenimiento de esos lazos se ha tornado, por lo tanto, de
importancia estratégica para la isla.

Entre los 22 países del mundo que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, once
están ubicados en Centroamérica y el Caribe: Belice, Costa Rica, República Dominicana,
El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Saint Kitts y Nevis y San
Vicente y las granadinas. Uno solo, Paraguay, está situado en América del Sur.

Taiwán ha desarrollado una serie de recursos para sostener estos vínculos. El central es el
carácter privilegiado de la relación, en la medida en que la importancia que otorga Taipei a
sus aliados implica un tratamiento de alta consideración, que ciertamente algunos de esos
actores no encontrarían con otras contrapartes. Dentro de ello se incluye la creación de
lazos

de amistad con personalidades de los gobiernos y la sociedad civil, incluidos los medios de
comunicación y los partidos políticos. Las embajadas de Taiwán son muy eficientes en las
relaciones públicas y han desarrollado un amplio programa de invitaciones a la isla,
sostenido a lo largo de décadas. Como resultado, un importante sector de las elites
centroamericanas ha visitado Taipei y otros lugares de Taiwán y ha sido generosamente
acogido, lo que dio lugar a actitudes favorables a sus posiciones. Es destacable también el
componente de intercambio cultural y, pese a la disminuida importancia de la dimensión de
defensa, Taipei continúa cultivando estrechas relaciones con organismos de seguridad de
sus contrapartes centroamericanas.

Pero el eje central es la cooperación bilateral y multilateral. Aunque no tiene la dimensión


de los grandes donantes, se realiza bajo condiciones muy favorables. Dentro de ella,
podemos distinguir la financiera no reembolsable, la reembolsable y la técnica. La
cooperación financiera atiende requerimientos de los Estados, generalmente para
infraestructura y desarrollo, pero igualmente cubre la atención de emergencias derivadas de
desastres naturales.

LA ESTRUCTURA DE LA RELACIÓN DIPLOMÁTICA

Otro de los ejes que sostiene la relación es la estructura de los vínculos diplomáticos.
Además de la existencia de embajadas de Taiwán en cada país centroamericano y
viceversa, Taipei mantiene una activa presencia en el ámbito regional: es miembro
observador externo del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y del Parlamento
Centroamericano, y forma parte del Banco Centroamericano de Integración (BCIE). Desde
1999, cada dos años se realizan reuniones de jefes de Estado y de Gobierno de Taiwán y de
los países centroamericanos y la República Dominicana, alternándose la sede en un país de
la región o en Taipei. Existen, además, otros espacios comunes, como las reuniones de la
Comisión

Mixta de Cooperación entre la República de China (Taiwán) y los países del istmo
centroamericano.

En virtud de estos vínculos, se han suscrito diversos instrumentos de diálogo y cooperación


entre las partes y se han concretado programas específicos en el ámbito regional, como el
proyecto de apoyo a las cancillerías centroamericanas. Como resultado de este
emprendimiento, la mayoría de los edificios de los Ministerios de Relaciones Exteriores
centroamericanos han sido construidos o remodelados gracias a donaciones de Taiwán.
Esas ayudas específicas también han beneficiado a organismos de integración, como el
SICA y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (sueca). Como parte de
estas relaciones de cooperación y amistad, se espera que los países centroamericanos
asuman la defensa de las posiciones de Taiwán en los espacios internacionales, en especial
en las Naciones Unidas, y respalden su aspiración de ingresar como miembro de pleno
derecho a los organismos internacionales. En ese sentido, Taiwán realiza gestiones para que
cada año, durante la sesión de inauguración de la Asamblea General, los presidentes o
cancilleres centroamericanos y de otros países amigos destaquen en sus discursos su
aspiración a ingresar en ese foro mundial. En síntesis, la estrategia de Taiwán le ha
permitido no solamente mantener relaciones bilaterales activas con los países
centroamericanos, sino también convertirse en un actor dentro del sistema de integración
centroamericano, lo que fortalece notablemente esos vínculos.

Esta oficina cobra importancia dado que el argumento de Taiwán en relación con el
problema de la disparidad en las relaciones económicas es que, por tratarse de una situación
de mercado, la solución consiste en incentivar mayores inversiones en Centroamérica y
ayudar a los países de la región a elevar su capacidad de oferta en el mercado de la isla.
Para coadyuvar a esa finalidad, ha ofrecido una serie de iniciativas: entre otras, el
establecimiento del Centro de Investigaciones de Centro y Sudamérica, la creación del
Fondo de Inversión Conjunta, el financiamiento a bajo interés para proyectos, la creación
de mecanismos de

consulta para el desarrollo industrial y el incentivo de mecanismos spin off para miembros
de misiones técnicas.

Taiwán: Dificultades para el reconocimiento internacional

TAIWÁN TAMBIÉN LLAMADO CHINA NACIONALISTA O


TAIPÉI-

Es una nación con más de 23 millones de habitantes y que es el reducto de la república que
en su momento gobernó el Partido Nacionalista Chino (Kuomintang) en toda la región de
China Continental hasta 1949, ya que como resultado de la guerra civil tuvieron que
establecerse en esta isla de 36 mil kilómetros2, mientras que en el resto del territorio (9.6
millones de kilómetros2) fue ocupado por el Ejército Rojo y el Partido Comunista Chino,
bajo la dirección de Mao Tse Tung en 1949.

Debido a este proceso histórico China Nacionalista estableció su capital en Taipéi pese a
que por población y territorio la República Popular de China era mucho mayor y más
representativa. No obstante, en 1971 la resolución 2758 de la Organización de las Naciones
Unidas desafilió a Taiwán como Estado Parte para dar su lugar a la RP de China, además de
agregarlo como miembro permanente del Consejo de Seguridad. Este acuerdo contó con la
aprobación de 76 países miembros de la ONU por 35 en contra, lo que redujo la influencia
de Taiwán en el ámbito internacional.

El hecho de perder su lugar en la ONU también le represento a Taiwán una merma en sus
relaciones exteriores, por lo que otros países dejaron de reconocerlo o rompieron sus
relaciones, a favor del reconocimiento de la RP China. Si bien los nacionalistas buscaron su
reconocimiento por parte del organismo internacional este ha sido rechazado debido al
reconocimiento de una sola China.

Actualmente, únicamente 22 países reconocen a Taiwán como un país soberano, de los


cuales 13 se ubican en el continente americano. Este apoyo en gran medida a proyectos de
desarrollo locales que reciben financiamiento del gobierno de Taipéi, por lo que son
naciones económicamente pobres las que han mostrado su cooperación con China
Nacionalista.

ESPACIOS MARITIMOS EN EL MAR TERRITORIAL, MAR


CONTIGUO, Y ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA. 

¿Cuáles son estos espacios y qué derechos tienen los Estados?

La CONVEMAR establece a lo largo de su articulado todos los espacios marítimos y los


derechos que los Estados ribereños y otros tienen (y no) sobre ellos. Así, nos encontramos
con las aguas interiores, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva, la
alta mar, la plataforma continental y la zona internacional de los fondos marinos.

Todos estos espacios se miden desde una línea imaginaria denominada línea de base. Esas
líneas nacen con el objeto de determinar la extensión de los distintos espacios marítimos de
un Estado y pueden ser normales o rectas, dependiendo del carácter geográfico de las
costas.

MAR TERRITORIAL

El Mar territorial es un ámbito restringido, de acceso exclusivo del Estado, parte ¡integrante
del territorio de dicho Estado y sobre el cual ostenta poder soberano. Postula la existencia y
respeto de este espacio, como un baluarte de seguridad para los Estados costeros,
proveyendo a la defensa de todo el territorio. Para el Licenciado Carlos Larios Ochaita la
definición de mar territorial consiste en: "una franja de mar que corre paralela a la costa del
Estado ribereño y asimismo, como aquel espacio marítimo ¡intermedio entre el alta mar y el
territorio, o bien como la franja de agua comprendida entre la meta de un Estado a
conta/'.32 Según elArtículo2de la Convención del Marde1982: "El mar territorial es la
franja de mar adyacente a las costas continentales e insulares de un Estado, situado más allá
de su territorio y de sus aguas marinas interiores, sobre cuyas aguas, suelo, subsuelo y
espacio aéreo supra yacente ejerce soberanía.

Se trata de la franja de mar adyacente al territorio sobre la cual el Estado ribereño ejerce
soberanía, la que se extiende no sólo a la columna de agua, sino también al espacio aéreo y
al lecho y subsuelo. Su extensión máxima es de 12 millas marinas desde la línea de base.

En este espacio el Estado puede adoptar leyes y reglamentos sobre cualquier materia, pero
no puede dificultar y obstaculizar el paso inocente de los buques de terceros Estados. En el
mar territorial, a diferencia de las aguas interiores, todos los buques tienen el derecho de
paso inocente, es decir la posibilidad de entrar, atravesar y salir por el mar territorial de
forma rápida e ininterrumpida, sin afectar la paz, el buen orden o la seguridad del Estado
ribereño. Durante este paso los buques -salvo los buques de guerra o del Estado con fines
no comerciales- se encuentran sometidos a la jurisdicción del Estado de su bandera salvo
cuando se cometa un delito y este tenga consecuencias en el Estado ribereño o, que pueda
perturbar la paz del Estado ribereño o el buen orden en el mar territorial o, cuando el
capitán del buque o un agente diplomático o consular del Estado de la bandera del buque lo
solicite o, cuando sean necesarias medidas para evitar el tráfico ilícito de estupefacientes.

El límite exterior del mar territorial de un Estado es la línea cada uno de cuyos puntos está,
del punto más próximo de la línea de base, a una distancia igual a la anchura del mar
territorial (artículo 4). Todo Estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar
territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de líneas de
base determinadas de conformidad con la Convención de 1982 (art. 3). 51. La soberanía de
un Estado ribereño se extiende más allá de su territorio y de sus aguas interiores, y en el
caso del Estado archipelágico de sus aguas archipelágicas, a la franja de mar adyacente
designada con el nombre de mar territorial. Esta soberanía se extiende al espacio aéreo
sobre el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo de ese mar (art. 2).

ZONA CONTIGUA

Este espacio es definido por la CONVEMAR como “la zona contigua a su [del Estado] mar
territorial y no podrá extenderse más allá de 24 millas marinas contadas desde la línea de
base” (art. 33). Es decir, se trata de una zona adyacente al mar territorial que comienza
donde termina este hasta las 24 millas medidas desde la línea de base.

En esta zona los Estados no ejercen soberanía, sino que tienen derechos de soberanía sobre
los recursos naturales y a su vez tienen derecho de fiscalizar la actividad de los buques con
fines de prevención y sanción en relación con sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales,
migratorios y sanitarios. Sin embargo, los hechos que pueden ser susceptibles de estas
sanciones deben haberse producido en el territorio o en el mar territorial del Estado.

La zona contigua es la zona contigua al mar territorial de un Estado ribereño en la que éste
podrá tomar las medidas de fiscalización necesarias para prevenir y sancionar las
infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que
se cometan en su territorio o en su mar territorial, así como la remoción de los objetos
arqueológicos e históricos hallados en el mar. 53. El artículo 33 de la Convención de 1982
es el único artículo que trata de la zona contigua, y dispone que su límite no podrá
extenderse más allá de 24 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las
cuales se mide la anchura del mar territorial. La Convención de 1982 no contiene
disposición alguna para la delimitación de la frontera de esa zona marítima. Cabe señalar
que una disposición de esa índole figuraba en la Convención de Ginebra de 1958 sobre el
Mar Territorial y la Zona Contigua (párr. 3 del art. 24).
ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA

Zona económica exclusiva Este tema nació de las sesiones del Consejo de ministros de la
Organización de la Unidad Africana (OUA), en sus congresos llevados a cabo en la década
de los 70, la cual quiso proporcionar una tesis intermedia, sobre la posibilidad de contar con
mar territorial angosto y una zona Económica Exclusiva. Como lo establece el autor Jorge
Vargas: La ampliación del derecho marítimo hasta las 200 millas no es una idea fruto del
azar. sino una consecuencia de la liberación económica de los países en desarrollo y
dilapidación de la riqueza ictiológica de los mares y permitan la defensa de la biosfera
común. Por lo cual la zona económica exclusiva surge como un nuevo espacio marítimo de
marcado carácter económico, y se cristaliza en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Derecho del Mar. Su concepto, régimen y naturaleza jurídica están definidos en la Parte V
de la Convención del Derecho del Mar de 1982, que comprende los Artículos 55 a 75,
ambos inclusive. Esta convención define a la zona económica exclusiva en el Artículo 55 y
57 "Como un área situada más allá del mar territorio al adyacente a éste sujeto al régimen
jurídico específico establecido en esta Parte, de acuerdo con el cual los derechos y la
jurisdicción del Estado ribereño y los derechos y libertades de los demás Estados se rigen
por las disposiciones pertinentes de esta Convención, siendo su anchura máxima de 200
millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura
del mar territorial.

Se trata de uno de los espacios más modernos dado que su creación se sitúa con la
Proclama Truman en noviembre de 1945.

Dentro de la zona económica exclusiva existen diversos derechos del que el Estado
Ribereño goza, aunque no con una completa soberanía, solamente dentro del ramo
económico entre los cuales están: Derechos de soberanía para los fines de exploración y
explotación, conservación y administración de los recursos naturales vivos y no vivos. Las
aguas supra yacentes al lecho, y del lecho y el subsuelo del mar con respecto a otras
actividades de explotación económica. Jurisdicción con el establecimiento de islas
Artificiales. Protección y Preservación del Medio Marítimo.

Es de resaltar que, dentro de la zona económica exclusiva, según el Artículo 58 del referido
Convenio, establece que todo Estado ribereño o sin litoral, gozan de las mismas libertades
establecidos en el alta mar. Entre las más importantes están: Libertad de navegación.
Libertad de pesca. Libertad de sobrevuelo. - Libertad de investigación científica. Ya que
cada una de estas libertades va conectada, sino hay libertad de sobrevuelo mide navegación,
no existiría libertad de pesca o de investigación científica.

La CONVEMAR la define como un área situada más allá del mar territorial y adyacente a
este y tiene una extensión máxima de 200 millas marinas desde la línea de base. Es decir
que su extensión comienza a contarse desde la línea de base, pero cierto que el régimen que
la convención prevé para esta zona comienza a tener efectos a partir del límite exterior del
mar territorial. Es importante destacar que se trata de la columna de agua y no del lecho y
subsuelo marino, que corresponden a otras áreas marítimas.
La anchura de la zona económica exclusiva no se extenderá más allá de 200 millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial
(art. 57). En el caso de un Estado archipelágico, la anchura de la zona económica exclusiva
se medirá a partir de las líneas de base archipelágicas trazadas de conformidad con el
artículo 4 7 (art. 48). La zona económica exclusiva, que es una zona situada más allá del
mar territorial y adyacente a él, está sujeta a un régimen jurídico específico establecido en
la Convención de 1982. 55. En la zona económica exclusiva el Estado ribereño tiene: a)
derechos de soberanía para los fines de exploración y explotación, conservación y
administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos, de las aguas
suprayacentes al lecho y del lecho y el subsuelo del mar, y con respecto a otras actividades
con miras a la exploración y explotación económicas de la zona, tal como la producción de
energía derivada del agua, de las corrientes y de los vientos; b) jurisdicción con respecto al
establecimiento y la utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras, la
investigación científica marina y la protección y preservación del medio marino; y e) otros
derechos y deberes previstos en la Convención de 1982 (art. 56). 56. Con arreglo a la
Convención de 1982, las islas artificiales, instalaciones y estructuras en la zona económica
exclusiva no poseen la condición jurídica de islas, no tienen mar territorial propio y su
presencia no afecta a la delimitación del mar territorial, de la zona económica exclusiva o
de la plataforma continental (art. 60). 57. En el contexto de la zona económica exclusiva
cabe señalar que varios Estados ribereños han decidido, al menos por el momento, no
establecer una zona económica exclusiva. En su lugar, algunos de ellos reivindican, o
siguen reivindicando, una zona de pesca, aunque la Convención de 1982 no prevé una zona
de esa índole. En esas zonas de pesca los Estados ribereños ejercen derechos de soberanía
limitados sólo a los recursos marinos

LAS ZONAS MARÍTIMAS DE ACUERDO A LA CONVENCIÓN DE LAS


NACIONES UNIDAS SOBRE EL DERECHO DEL MAR.
El mar territorial es el sector del océano en el que un Estado ejerce plena soberanía, de
igual forma que en las aguas internas de su territorio. Según la Convención sobre el
Derecho del Mar de 1982, el mar territorial es aquel que se extiende hasta una distancia de
doce millas náuticas (22,2 km) contadas a partir de las líneas de base desde las que se mide
su anchura.

De acuerdo a los datos tomados de la Organización de las Naciones Unidas, los siguientes
países reclaman mares territoriales de más de doce millas náuticas: Benín, Somalia, El
Salvador, Estados Unidos y Perú países que reclaman un mar territorial de 200 millas
náuticas Togo que reclama 30 millas y las Filipinas que reclama un rectángulo de más de
12 millas en torno al archipiélago.

La alta mar o aguas internacionales constituye todas las partes del mar no incluidas en


la zona económica exclusiva, aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas
de un Estado archipelágico.

Una zona económica exclusiva (ZEE), según la Convención de las Naciones Unidas sobre


el Derecho del Mar de 1982, es una zona del mar en la que un Estado soberano tiene
derechos especiales en relación con la exploración y el uso de los recursos marinos,
incluida la producción de energía a partir del agua y el viento.12

Se extiende desde la línea de base hasta las 200 millas náuticas o millas marinas (mm) de la
costa del Estado en cuestión. En el uso coloquial, el término puede incluir la plataforma
continental. El término no incluye ni el mar territorial ni la plataforma continental más allá
del límite de las 200 millas náuticas (370,4 kilómetros). La diferencia entre el mar
territorial y la zona económica exclusiva es que el primero confiere plena soberanía sobre
las aguas, mientras que el segundo es un mero «derecho de soberanía» que se refiere a los
derechos del Estado costero por debajo de la superficie del mar. Las aguas superficiales,
como puede verse en el mapa, son aguas internacionales.

También denominada mar patrimonial, es una franja marítima que se extiende desde el


límite exterior del mar territorial hasta una distancia de 200 millas náuticas (370,4 km)
contadas a partir de la línea de base desde la que se mide la anchura de este.5
La zona contigua Según el Artículo 33 de la Convención del Mar de 1982, en una zona
contigua a su mar territorial, designada con el nombre de zona contigua, el Estado ribereño
podrá tomar las medidas de fiscalización necesarias para: - Prevenir las ¡infracciones de sus
leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que pudieren
cometerse en su territorio o en su mar territorio al. Sancionar las infracciones de esas leyes
y reglamentos cometidas en su territorio o en su mar territorial.

La Zona Contigua no podrá extenderse más allá de 24 millas marinas contadas desde las
líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial. A partir de estos
elementos se realza la siguiente definición, la zona contigua: Es el espacio marino que corre
en forma paralela al mar territorial, el cual se extiende por 24 millas náuticas a partir de la
línea de base, ofendiéndose más allá del mar territorial en dirección a la alta mar.

 es la extensión de mar adyacente al mar territorial que abarca desde el límite exterior del
mar territorial hasta las 24 millas marinas contadas desde la línea de base a partir de la cual
se mide la anchura del mar territorial. En esta franja de agua, el Estado ribereño no tiene
soberanía, sino que sus derechos están determinados solo en materia aduanera, sanitaria,
fiscal y migratoria.

Señala el Real Decreto 2/2011 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de
Puertos del Estado y de la Marina Mercante en el apartado 1 de su Artículo 8 lo siguiente:

Son zonas en las que España ejerce soberanía, derechos soberanos o jurisdicción, además
de las aguas interiores marítimas, el mar territorial, la zona contigua y la zona económica
exclusiva.

Es zona contigua la que se extiende desde el límite exterior del mar territorial hasta una
distancia de 24 millas contadas desde la línea de base a partir de la cual se mide la anchura
del mar territorial.

Plataforma continental Este tema surgió debido al Tratado suscrito en 1942 ente Venezuela
y Gran Bretaña, siendo los objetos del mismo el delimitar entre los países de Venezuela y
Trinidad y Tobago el sector de las aguas submarinas en el Golfo de Paria y derechos de
soberanía respecto a los efectos de explotación de yacimientos petroleros. Posteriormente el
28 de septiembre de 1945, el presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman firmó La
proclama número 2667, que vino a sentar las bases de lo que posteriormente se constituyó
en el régimen jurídico-mundial de la Plataforma Continental, según esta proclama: "Los
Estados Unidos considera de su propiedad y sometidos a su jurisdicción y control los
recursos naturales del subsuelo y el fondo del mar, para efectos de exploración y
explotación de sus recursos naturales.

Tribunal internacional del Derecho del Mar Tribunal internacional Un tribunal


internacional es toda aquella ¡institución jurisdiccional, creado por tratados, convenios, o
cartas de entendimientos realizados de forma multilateral entre Estados, o acuerdos o
resoluciones de organizaciones internacionales ya sea de forma universal o regional que
tenga competencia suficiente para resolver las controversias o conflictos llevados a cabo
entre diversos estados. El Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(CNUDM) fue abierto para firma en Montego Bay (Jamaica) el l0 de diciembre de 1982 y
entró en vigor el 16 de noviembre de 1994). Actualmente son 161 Estados, partes del
Convenio. Para la resolución de conflictos que podría ordenar su aplicación, el convenio
previó cuatro vías diferentes. En el caso del derecho del mar, se estableció el tribunal
internacional del derecho del mar.

Regulados en los Artículos 20 y 21 del Estatuto del Tribunal internacional del Derecho del
Mar. El Tribunal funciona desde 1996, de conformidad con lo establecido en su Estatuto,
que figura en el Anexo XV de la CONVEMAR y con arreglo a las disposiciones
pertinentes de la Parte XV y de la Sección 5 de la Parte Xl. La primera elección de
Magistrados del Tribunal se llevó a cabo el 1 de agosto, y el 18 de octubre del mismo año
se celebró una ceremonia para conmemorar la inauguración oficial del Tribunal en el
Ayuntamiento de Hamburgo.
RECOMENDACIONES

Se hace necesario efectuar una revisión a las normas jurídicas y legales vigentes, por parte
de las facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales del país, para esquematizar y diferenciar
las ramas del derecho del mar y derecho marítimo, en virtud que no existe un estudio
directo del mismo, proponiéndose la realización de todo tipo de actividades académicas,
incluidos foros y seminarios que fortalezcan las diferencias entre estas ramas.
Los lazos de Taiwán con sus aliados latinoamericanos han sufrido un rápido proceso de
institucionalización en la última década, con la multiplicación de canales y mecanismos regulares
de contactos.

CONCLUSIÓN

Tomando en cuenta que el derecho del mar es el conjunto de principios, instituciones,


doctrinas y normas. jurídicas que dota de protección a la soberanía estatal, no se le da el
tratamiento, ¡importancia y seguridad a los elementos que conlleva este derecho como lo
son: La zona contigua, la plataforma continental' la zona económica exclusiva y los fondos
marinos y oceánicos 3. El derecho marítimo regula todo lo referente a la protección de
transporte marítimo e ¡incide a cuanto, a normas de comercio internacional, el cual ha
quedado en un estado de indefensión frente a la poca protección que recibe de las
instituciones encargadas de velar por crear normativas específicas que colabore a la
efectividad del mismo.

Taiwán canaliza la ayuda taiwanesa a sus aliados de Latinoamérica por medio del Fondo de
Desarrollo y Cooperación Internacional (ICDF, siglas en inglés), que lleva a cabo programas de
inversiones, préstamos, cooperación técnica, desarrollo de recursos humanos y ayuda
humanitaria. Estos programas tienen como objetivo aliviar la pobreza y estimular la actividad
económica, especialmente en el sector privado.

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