Trabajo Langhan Habacut
Trabajo Langhan Habacut
Trabajo Langhan Habacut
CANTIDAD
Aunque 2
Pero 1
Y 3
2.2CONTRASTES
Aunque la higuera no florezca/ aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en
Dios, mi libertador!
Ni haya frutos en las vides;/aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en
Dios, mi libertador!
Aunque falle la cosecha del olivo/ aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré
en Dios, mi libertador!
Aunque los campos no produzcan alimentos;/ aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Aunque en el aprisco no haya ovejas/ aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me
alegraré en Dios, mi libertador!
2.3COMPARACIONES
El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas.
2.4CAUSA Y EFECTO
Al oírlo/ se estremecieron mis entrañas.
a su voz/ me temblaron los labios.
Al oírlo/ la carcoma me caló en los huesos.
Al oírlo/ se me aflojaron las piernas.
SIMILITUDES
Mis pies serán como de cierva.
SITUACION INICIAL
COMPLICACION
CONFLICTO
RESOLUCION DEL CONFLICTO
Dilema de Habacuc, cuando Dios parece injusto en sus juicios. Dios responde a Habacuc:
“El Señor está en su santo templo; calle delante de Él toda la tierra”.
Habacuc 1:1 identifica el Libro de Habacuc como un oráculo del Profeta Habacuc; fue
escrito probablemente entre el 610 y el 605 a.C.
Habacuc se preguntaba por qué Dios estaba permitiendo que Su pueblo elegido estuviera
pasando por el presente sufrimiento a manos de sus enemigos. Dios le responde y la fe de
Habacuc es restaurada.
Breve Resumen
El Libro de Habacuc comienza con Habacuc clamando a Dios por una respuesta sobre el
por qué se le permite sufrir en cautividad al pueblo elegido por Dios (Habacuc 1:1-4).
Habacuc continúa entonces diciendo, “Esta bien, Tú eres Dios, pero aún así, dime más
acerca del por qué está pasando esto” (Habacuc 1:17-2:1).
Entonces Dios le responde nuevamente y le da más información, luego dice que la tierra
permanezca en silencio ante Él (Habacuc 2:2-20).
Posteriormente, Habacuc escribe una oración expresando su firme fe en Dios, aún en medio
de estas pruebas (Habacuc 3:1-19).
Versículos Clave
Habacuc 1:2, “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la
violencia, y no salvarás?”.
Habacuc 1:5, “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en
vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis”.
Habacuc 1:12, “¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No
moriremos”.
Habacuc 2:4, “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su
fe vivirá”.
Habacuc 2:20, “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra”.
Habacuc 3:2, “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de
los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira, acuérdate de la
misericordia”.
Habacuc 3:19, “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y
en mis alturas me hace andar”.
Referencias Proféticas
El Apóstol Pablo cita Habacuc 2:4 en dos diferentes ocasiones (Romanos 1:7; Gálatas 3:11)
para reiterar la doctrina de la justificación por la fe.
Obtenemos la vida eterna por medio de la fe y vivimos la vida cristiana por la misma fe.
A diferencia del “orgullo” en el principio del versículo, su alma no es recta dentro de él, y
sus deseos no son correctos. Pero nosotros, que somos hechos justicia por la fe en Cristo,
somos totalmente justificados, porque Él ha intercambiado Su perfecta justicia por nuestro
pecado (2 Corintios 5:21), y nos ha permitido vivir por fe.
Aplicación Práctica
La aplicación para el lector de Habacuc, es que es permisible cuestionarse lo que Dios está
haciendo, aunque con respeto y reverencia.
Algunas veces no es evidente para nosotros lo que está sucediendo, especialmente si somos
entregados al sufrimiento por un tiempo prolongado, o si es que parece que nuestros
enemigos están prosperando, mientras que nosotros apenas salimos adelante.
El Libro de Habacuc, sin embargo, afirma que Dios es un Dios soberano y omnipotente,
quien tiene todas las cosas bajo control.
Nosotros sólo necesitamos estar quietos y saber que Él está obrando. Él es quien dice Ser, y
guarda Sus promesas. Él castigará a los impíos. Aún cuando no podamos verlo, Él aún está
en el trono del universo.
Necesitamos estar enfocados en esto: “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis
pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar” (Habacuc 3:19). Permitirnos ir a las
alturas es llevarnos a los lugares altos con Él, donde somos apartados del mundo.
A veces la forma en que debemos ir para llegar hasta ahí, es a través del sufrimiento y el
dolor, pero si descansamos y confiamos en Él, terminaremos donde Él nos quiere.
En resumen, el libro de Habacuc está destinado a aquellos que buscan entender cómo
reconciliar la presencia del mal en el mundo con la soberanía y la bondad de Dios, y cómo
mantener la fe en medio de tiempos difíciles.
l libro de Habacuc pertenece al género literario profético. Los profetas del Antiguo
Testamento eran personas que recibían mensajes de Dios y los comunicaban al pueblo.
Estos mensajes podían incluir advertencias, exhortaciones, predicciones y revelaciones
sobre la voluntad y los caminos de Dios.
El libro de Habacuc sigue el patrón típico de los libros proféticos, con el profeta Habacuc
como el portavoz principal. En este libro en particular, encontramos un diálogo entre el
profeta y Dios, donde Habacuc plantea sus preguntas y preocupaciones, y Dios responde y
da claridad.