Bol01 99

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BOL 01/99

MEJORANDO LOS INGRESOS A TRAVÉS DE


LA PRODUCCIÓN PECUARIA:
APRENDIENDO A BALANCEAR LA PRODUCCIÓN, LA
CAPACIDAD DE CARGA Y EL MANEJO DEL RIESGO EN EL
ALTIPLANO SEMIÁRIDO DE BOLIVIA
Agosto 1999

Introducción

El Altiplano andino es una planicie alta, ubicada a un promedio de 3,800 msnm, con
una longitud aproximada de 800 km de norte a sur, y de unos 200 km de ancho (ver mapa
1). Históricamente esta área ha sido importante para la cría de llamas y alpacas, los dos
mamíferos mayores más importantes domesticados en los Andes. Con la llegada de los
españoles se incorporaron al paisaje altiplánico la crianza del ganado bovino, los caballos y
las ovejas, y más recientemente se ha ampliado el tipo de ganado para incluir la
producción láctea. Sin embargo, en la medida en que uno se aleja de las orillas del lago
Titicaca hacia el sur la precipitación pluvial disminuye considerablemente (de 700 a 300
mm), lo que significa un aumento de los retos y limitaciones para la producción pecuaria.
No obstante, en el Altiplano Central de Bolivia, los producción lechera constituye una de
las opciones más prometedoras para el desarrollo económico debido a la disponibilidad de
extensos terrenos para pastos, a la existencia de un nivel freático superficial, a un mayor
caudal en el río Desaguadero debido a nuevas obras de infraestructura, así como debido a
la proximidad al mercado de las ciudades de La Paz y El Alto.

El principal reto agronómico es aumentar la base forrajera (variedades mejoradas y


manejo de cultivos); el principal reto pecuario es mejorar el manejo de los hatos
(reduciendo los requisitos para el mantenimiento de energía, mejorar la fertilidad y la salud
animal); y el principal reto económico es aumentar la eficiencia manteniendo la
producción competitiva con Nueva Zelandia, MERCOSUR y con los productores de los
valles interandinos de Bolivia. Sin embargo, para aumentar la producción de manera tal
que se logre un impacto positivo a largo plazo en términos de mejores ingresos para los
productores, la producción pecuaria debe colocarse dentro de su contexto del paisaje y de
los patrones históricos de precipitación. Además de promover los aumentos de
productividad, deben abordarse los temas permanentes sobre las variaciones de la
capacidad de carga de la tierra, la disminución de la napa freática y del impacto de las
sequías recurrentes en los ingresos a nivel finca, si es que nuestra meta es el desarrollo
rural sostenible.

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Debido a lo anteriormente expuesto, este proyecto tiene dos objetivos principales:

1. Producir un conjunto bien definido de opciones tecnológicas para


incrementar la eficiencia en la producción lechera en el Altiplano Central de
Bolivia; y

2. Elaborar una metodología para calcular la capacidad de carga animal en


“años normales” y dimencionar la escasez forrajera en “años secos” a nivel
comunidad e individual del productor.

El primer objetivo se logrará por medio de investigaciones clásicas de campo y


técnicas de extensión por capacitación/visita. El segundo se basará en nuevas herramientas
como la teledetección, SIG y el modelamiento para construir un sistema experto usando el
marco ALES (Sistema Automatizado de Evaluación de Tierras) desarrollado por la
Universidad de Cornell. Los productores, líderes de proyectos y empresarios usarán el
sistema para evaluar las ganancias, los riesgos y los impactos ambientales de los escenarios
alternativos de acumulación y producción.

Antecedentes:

La primera investigación sobre la producción láctea en el altiplano boliviano fue


realizada en la estación experimental de Belem con ganado Brown Swiss y Holsteins en
1970. Al poco tiempo comenzó el Programa de Fomento Lechera de la Danchurchaid y el
Proyecto Ingavi. En la Provincia de Aroma, entre 1985 y 1997, fue también muy activo el
Proyecto de Auto Desarrollo Campesino (PAC) financiado por la Unión Europea,
promoviendo la lechería a través de la construcción de caminos secundarios, canales de
riego para la producción de alfalfa y las intervenciones de manejo de forrajes. Como
resultado de estos proyectos, podemos notar por ejemplo que la producción de leche y el
número de productores ha subido en forma sostenida: mientras que inicialmente el
promedio de la producción lechera era solamente 2 litros/día por vaca, para 1998 estaba
promediando 6 litros/día para una lactancia de 220 días.

La mayoría del trabajo de investigación/extensión hasta 1990 fue centrado en la


introducción de la avena, la cebada y la alfalfa como forrajes para aumentar la capacidad
productiva. Posteriormente, el foco se amplió para incluir la caracterización y manejo de
los pastizales. El Programa de Sistemas de Producción en el Altiplano Boliviano (SIPAB)
ha estudiado y publicado trabajos sobre la manera como los productores manejan las
variedades de vegetación y los sistemas de clasificación de suelos, y la ONG Estrategias
para el Desarrollo Internacional (SID) ha tenido éxito con técnicas para un mejor manejo
de pastizales incluyendo resiembras, el pastoreo rotacional y la construcción de canales de
infiltración.

Últimamente, con la participación de la Asociación Boliviana para la Teledetección y


Medio Ambiente (ABTEMA), del Centro Internacional de la Papa (el CIP) y del Instituto

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Internacional para la Investigación del Ganado (ILRI), se están usando herramientas como
la teledetección, el sistema de información geográfica y el modelamiento de cultivos y
animales para caracterizar la base de recursos y conducir análisis ex-ante de escenarios.
Estos nuevos componentes están permitiendo, por primera vez, obtener cálculos
integrados de la capacidad de carga y el riesgo asociado con la variabilidad de la
precipitación.

Una encuesta realizada en 1997 con 509 productores de leche de Aroma produjo el
siguiente esquema de una típica operación lechera. El productor tiene 9 vacas, de las
cuales 3 están produciendo leche en un momento dado y de la cual venden cerca del 70%
a la PIL (Planta Industrializadora de Leche) y mantienen cerca del 30% para la producción
de queso y el consumo casero. Asociado con el hato existen 2 hectáreas de alfalfa, 3
hectáreas de granos menores (cebada/avena) y 4 hectáreas de terrenos para pasturas. Sólo
cerca del 20% tienen un corral y bombean agua para el hato.

Desde principios de 1998 se ha estado formando un equipo para abordar el reto del
desarrollo sostenible en el altiplano del Titicaca, específicamente en la “cuenca lechera” de
la provincia de Aroma, pero con la visión de que las metodologías y tecnologías exitosas
podrán igualmente aplicarse a otras provincias del altiplano boliviano (especialmente
Omasuyos, Los Andes, Ingave, etc.). Los principales socios institucionales de este equipo
son:

• ASPROLPA (Asociación de Productores de Leche de la Provincia de Aroma)


• CIP (Centro Internacional de la Papa)
• CONDESAN (Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina)
• IGM (Instituto Geográfico Militar)
• ILRI (Instituto Internacional de Investigación de Ganado)
• PAN - La Paz (Proyecto Agroecológico del Norte de La Paz)
• PDLA (Programa de Desarrollo Lechero del Altiplano)
• SID (Estrategias para el Desarrollo Internacional)
• Universidad Católica / Universidad de San Andrés
• Grupo de hidrología

Propuesta del proyecto:

Para alcanzar las metas principales de este proyecto de cuatro años de duración, se
concentrarán los trabajos en cuatro comunidades de la Provincia de Aroma a través de tres
equipos que abordarán igual número de ejes temáticos principales para la investigación y
el desarrollo:

1. Equipo de Caracterización del paisaje


2. Equipo de Sistemas de producción

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3. Equipo de Análisis de Sistemas

Comunidades Seleccionadas:

ASPROLPA, la Asociación de Productores de la Provincia de Aroma, institución socia


de CONDESAN, está trabajando en 39 comunidades de la Provincia. El factor principal
que parece afectar a los sistemas de producción lechera es la ubicación de las comunidades
en el paisaje. En términos generales, la cuenca lechera de Aroma puede dividirse en tres
zonas: la planicie de inundación del río, la terraza media y la zona de laderas de la terraza
superior. Las ventajas en la planicie son la proximidad al río y las aguas subterráneas a
poca profundidad, pero los problemas de salinización y las heladas frecuentes perjudican la
producción. En las laderas de la terraza superior los recursos forrajeros son menores y no
es posible cultivar la alfalfa, pero los campos pequeños de cultivos anuales están mejor
protegidos, los precios de la tierra son menores y el transporte a la carretera es más fácil.
De manera superpuesta a la ubicación en el paisaje está la ubicación de las comunidades en
el eje norte-sur de la provincia, donde la precipitación varía desde los 600 mm en el norte
hasta los 400 mm en el sur.

Equipo 1. Caracterización del paisaje


Los objetivos de este equipo son tres:

1. Desarrollar una metodología eficaz y exacta para caracterizar las unidades de


mapeo de pastos y cultivos para que se puedan estimar los rendimientos
potenciales y la calidad forrajera;
2. Adaptar las metodologías existentes para calcular el balance hídrico de la zona y la
disponibilidad potencial de los recursos hídricos (agua de superficie, napa freática)
para la industria láctea;
3. Marcar las zonas de producción reducida debido a los problemas de sobre
pastoreo, erosión, acumulación de sales, inundación o contaminación por desechos
mineros.

Este equipo desarrollará una serie de mapas para las cuatro comunidades
seleccionadas, en los que se delinearán las categorías principales de tierras para pastos y
para cultivos. La meta será desarrollar una metodología en base a información de
teledetección, fotos aéreas, transectos de campo y muestreos de campos en un marco de
SIG. Se prevé que el muestreo intensivo se hará en dos comunidades y que la metodología
se simplificará para los otros dos sitios. Este trabajo se hará conjuntamente con los
“productores líderes” de la comunidad, para que se pueda desarrollar un vocabulario
común. El trabajo ya completado en la zona indica que los agricultores tienen un sistema
de clasificación exacto de suelos, en base a la textura del suelo y al color.

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La precipitación, las aguas subterráneas y el río Desaguadero son las fuentes
principales de agua en la provincia. En la producción lechera, los consumidores principales
del agua son las propias vacas (aproximadamente. 20-30 litros/días) y la alfalfa con
irrigación. Antes que la capa freática baje su nivel y que el avance de la salinización afecte
negativamente la producción será importante, en las comunidades seleccionadas,
caracterizar la hidrología local y formular las normas para el número de hectáreas de
alfalfa que puede plantarse y los pozos que pueden cavarse. Para fines de 1999 se prevé
que la infraestructura para el control del nivel del Lago en el Perú esté terminada, así
como el dragado en Bolivia, lo que producirá un flujo adicional de 20 m3/sec durante la
estación seca en el río Desaguadero. Teóricamente esto permitirá regar unas 24,000
hectáreas adicionales a lo largo del río en el Altiplano Central.

Las áreas con restricciones graves de producción y especialmente aquellas que están
ampliándose, estarán sujetas a un análisis adicional. Si se logran las tecnologías
apropiadas, se conducirán análisis de costo-beneficio para calcular las tasas de retorno de
las futuras inversiones. En otros casos, se buscará financiamiento adicional para investigar
las medidas correctivas que sean necesarias.

Equipo 2. Sistemas de producción

En el Altiplano Central de Bolivia se cuenta con un proyecto pequeño pero sumamente


experimentado que promueve la producción láctea en cinco provincias: el Proyecto de
Desarrollo Lechero del Altiplano (PDLA). El PDLA, que cuenta con financiamiento de
Dinamarca, tiene un presupuesto de operación de $1.5 millones/año durante cinco años
(1999-2003). La mitad de estos fondos están diseñados para ofrecer créditos, y los
restantes para la investigación (20%), asistencia técnica a los agricultores (15%) y para
fortalecer las asociaciones campesinas para la producción de leche (15%). En base a ello
proponemos, con fondos adicionales considerados en este proyecto, ayudarlos a completar
la cartera tecnológica y a fortalecer el programa de extensión en las cuatro comunidades
seleccionadas.

1. Completando la cartera tecnológica:

Temas de gestión forrajera: Para el Altiplano Central de Bolivia existen investigaciones


sobre la producción de forrajes (avena, cebada y alfalfa). Sin embargo, existe poco trabajo
sobre los recursos forrajeros alternativos (quinoa, cañihua, cauchi) y no se ha calculado el
valor nutritivo de los diferentes tipos de asociaciones de pastos. Este trabajo será realizado
por el equipo en colaboración con profesores y estudiantes de la Universidad La Católica
de La Paz y de la Universidad de San Simón de Cochabamba.

Temas de manejo de ganado: En el Altiplano el balance energético es precario. Los


bajos niveles de oxígeno, las temperaturas frías y el pastoreo aumentan la necesidad de
energía para mantener las vacas lecheras, aún antes de que comiencen a producir leche.
Actualmente se calcula que casi el 80% de la ingesta forrajera de un animal lactante es

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para mantener la energía y sólo un 20% para la producción lechera y la reproducción, lo
que parcialmente explica los bajos rendimientos. A través de un manejo mejorado del
ganado, el equipo tratará de reducir los requisitos de la energía de mantenimiento a sólo
50% del total de la ingesta. Un segundo tema adicional a la investigación será establecer
un programa de registro animal. Uno de los problemas más importantes para expandir la
lechería en la zona no es solo la falta de buenos reproductores, sino también el registro
reproductivo. Por tanto, se propone iniciar un programa para registrar la producción y
reproducción que incluya la genealogía del animal que facilitará establecer mejores precios
de las terneras en el mercado. Y, por último, el tercer tema relacionado al manejo del
ganado será realizar una investigación sobre el posible desarrollo de una empresa de
engorde basada en la disponibilidad de terneros machos y recursos forrajeros existentes en
la región.

Temas económicos: Con fondos del proyecto se establecerá una unidad de monitoreo -
basada en Internet- para dar seguimiento a los insumos lácteo (especialmente el
concentrado) y los precios de venta entre los competidores principales del área. Esto
servirá para mantener a los asesores técnicos y a los agricultores del área continuamente
informados, para sustentar una mejor eficiencia productiva. Un segundo tema será estudiar
el programa de crédito formal (recuperación del crédito supervisado), así como los
sistemas de crédito informales, para ver cuales son las principales “vías de entrada” para
nuevos productores, y lo que serían las mejores inversiones de “expansión” para los
productores lecheros ya consolidados. Esta información será crucial para el PDLA, así
como para cualquier otro programa de crédito en la zona. Y el tercer tema será el estudio
de los mercados de tierra y las limitaciones para la consolidación de la tierra en las cuatro
comunidades seleccionadas. Una prioridad para los productores lecheros que se están
expandiendo es aumentar su área de alfalfa con irrigación y consolidar su posesión de
pastizales. La complicada legislación de tenencia de tierra de la Reforma Agraria de 1953
hace que las personas, aún aquellos que han migrado de la comunidad, sean renuentes a
comprar o vender la tierra.

2. Programa de Extensión:

Agrónomos locales serán contratados por las asociaciones de productores para dar
asistencia técnica. En este programa nos centraremos en el trabajo de extensión en las
cuatro comunidades seleccionadas en temas que complementarán actividades en proceso:
el manejo de pastos y el manejo del riego.

El programa de manejo de pastos se basará en los esfuerzos exitosos de la ONG


Estrategias para el Desarrollo Internacional (SID). La calidad de pastos y la cantidad de
biomasa serán mejorados con resiembra, pastoreo rotacional y el cavado de acequias de
infiltración. Los economistas del proyecto y los agrónomos realizarán análisis detallados
de costo/beneficio en estas intervenciones.

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El programa de extensión en manejo del riego se centrará en mejorar la
infraestructura de captación de agua del río, medir y mejorar las eficiencias del uso del
agua una vez en el sistema de riego, y en la rehabilitación de las áreas con sal y alto
contenido de sodio.

Equipo 3: Análisis de Sistemas

Este será el equipo que se encargará de unir la información generada por el equipo de
caracterización del paisaje (equipo uno), con los modelos (pastos, cultivos, alfalfa con
irrigación, lechería, ovinos) y tecnologías de producción desarrolladas por el equipo dos.
Utilizando el Sistema Automatizado de Evaluación de Tierras (ALES) como marco de
referencia, el equipo desarrollará mapas de comunidades o de fincas y cálculos de la
capacidad de producción forrajera animal. Cuando se combine con la variabilidad de
precipitación, el programa podrá calcular los niveles máximos, mínimos y promedios de
producción.

Los dos retos para este equipo serán:

• Incorporar los datos sobre de la caracterización del paisaje con los modelos de
productividad para calcular la producción de alimentos y cultivos a nivel de una
comunidad o de finca; y
• Crear el software necesario para que los investigadores, los agentes de extensión y
los responsables de créditos puedan usarlo.

La meta mayor de este software será darles a los productores la capacidad de estimar
el impacto que puede tener el ampliar sus operaciones en términos de ingresos y riesgos, y
el permitir a los planificadores el desarrollar la capacidad de carga y las reglas para la
extracción de agua en diferentes áreas de la provincia.

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