CIENTIFICO

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Jacobo Grinberg, el

científico mexicano que


halló el vínculo entre la
ciencia y lo paranormal

El neurocientífico Jacobo Grinberg recuperó la esencia del


misticismo mexicano desde la mirada aguda y crítica de la
ciencia, arriesgando su carrera y su credibilidad. Partió de la
necesidad de desenmascarar a charlatanes mediante el rigor
científico y poco a poco fue encontrando un hilo rojo que, lejos de
desmentir estos fenómenos paranormales, los reafirmaba a través
de posibles conexiones entre éstos y el cerebro.

El reconocido científico inició su curiosidad por explorar el


cerebro humano desde los 12 años, esto después del
fallecimiento de su madre a causa de un accidente
cerebrovascular. Desde ese momento y aunado a su
extraordinaria capacidad intelectual que ha sido equiparada
incluso con la de Einstein, su periplo llegó a un punto de no
retorno.

Luego de estudiar Psicología en la UNAM, Psicofisiología en el


Instituto de Investigación del Cerebro y de obtener un doctorado
enfocado en los efectos electrofisiológicos de los estímulos
geométricos en el cerebro humano, el destacado doctor fundó el
INPEC (Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia) y
montó un laboratorio en la Universidad Anáhuac que
posteriormente y con ayuda del CONACYT sería llevado a la
UNAM en donde desarrolló la mayor parte de sus investigaciones
y experimentos.
Con el paso del tiempo, sus investigaciones adquirieron un
rumbo cada vez más inclinado hacia sucesos que, hasta
entonces, la ciencia catalogaba como simple charlatanería o
supersticiones propias de la necesidad de creer en algo que va
más allá del mundo material.
Como muestra de lo anterior, en cada una de sus bastas
investigaciones surgieron términos como: telepatía, visión
extraocular, chamanismo, holograma, brujería y meditación
autoalusiva.
in duda, uno de los sucesos que marcó con más fuerza el punto
de análisis Jacobo Grinberg fue el estudio del chamanismo y su
experiencia al pasar algunos años junto a una de las
“especialistas del tema” más reconocidas de México: la chamana
Bárbara Guerrero, mejor conocida como Pachita. Una mujer que
nació en Chihuahua y que fue partícipe de la revolución
mexicana, trasladándose de un lado a otro y desempeñando
diversos oficios; pero, fue hasta su llegada al Estado de México
cuando Pachita adquirió gran fama debido a sus poco ortodoxos
métodos de sanación.

Durante este tiempo, el Dr. había desenmascarado ya a algunos


supuestos chamanes que, mediante varias farsas, estafaron a
muchas personas, sin embargo, al llegar sin previo aviso a la
casa de Pachita, él mismo relató a sus amistades que fue recibido
por una voz grave que desde el fondo de la casa exclamó:
"Jacobo, apúrate ¿Por qué llegas tan tarde? Te estaba
esperando." A partir de ese momento, Jacobo Grinberg fue
testigo de incontables cirugías y procedimientos médicos que
parecían físicamente imposibles.
Pachita solicitaba a sus pacientes vendas, una sábana y alcohol;
realizaba las cirugías en su casa y se valía únicamente de un
cuchillo de monte con el que abría el cuerpo de los pacientes
para, posteriormente, extraer con las manos órganos dañados.
Materializaba un nuevo órgano y lo depositaba en sustitución del
anterior. A esto, Pachita lo denominaba “Aportes”.
Posteriormente pasaba su mano sobre la herida y ésta quedaba
nuevamente cerrada, sin marca alguna. En otros casos, Pachita
tenía la habilidad de realizar transfusiones con sangre que
brotaba de su boca.

En su libro Chamanes de México, Jacobo relata sus vivencias


junto a Pachita y la forma en que ella perdía la concia del presente
mientras realizaba cirugías o curaciones. De hecho, cuando él le
leyó el libro que había escrito sobre su trabajo, ella quedó
completamente asombrada pues no sabía qué ocurría realmente.

Ella justificaba esto diciendo que el espíritu de Cuauhtémoc la


poseía, incluso lo llamaba Hermano y le atribuía la autoría de cada
proeza curativa. Para Grinberg, esto tenía una explicación mucho
más profunda: Al conectar la conciencia a la matriz informacional,
las altas vibraciones energéticas permiten que surjan
modificaciones significativas de la realidad. Por ello, Pachita
cambiaba incluso su personalidad, pues el punto de conexión con
el holograma adquiría un carácter más puro en el que los
convencionalismos del actuar son despojados de la influencia
social, igual que con la meditación.

Algunas otras modificaciones en la realidad consistieron en la


alteración del clima a voluntad, incluso erradicó la sequía en un
pueblo e hizo llover hasta que los ríos aledaños se desbordaron.
Todo ante la mirada del Dr. Grinberg.
Pese a la complejidad de este tipo de trabajos, Pachita jamás
cobró por sus curaciones y se mantuvo sumamente selectiva en
torno a las personas que podían estudiar y analizar su trabajo.
Numerosos escritores, políticos y científicos acudieron a
presenciar las obras de la chamana, o solicitar su ayuda. Incluso
el reconocido autor de Psicomagia, Alejandro Jodorowsky fue su
paciente.

A partir de esta convivencia con la chamana, el Dr. Grinberg


desarrolló su teoría Sintérgica, misma que pudo explicar con
fundamentos científicos los prodigios de Pachita y de otros
chamanes.
La teoría Sintérgica reafirma y desafía al mismo tiempo a la física
cuántica pues, a partir de una reinterpretación de lo que en física
es conocido como Lattice, el Dr. Grinberg plantea la posibilidad
de que, a través de la conciencia, el cerebro humano puede ser
capaz de tener control sobre el universo en el que vivimos.
El 8 de diciembre de 1994 el Dr. Jacobo Grinberg desapareció sin
dejar pistas que pudieran ayudar a su localización. Su ausencia
ha dado pie a innumerables especulaciones; desde un crimen
pasional o un rapto alienígena, hasta situaciones vinculadas con
la CIA, la NASA o cualquiera que pudiera estar sumamente
interesado en lo que él desarrollaba y descubría en su laboratorio.

Las primeras indagaciones se centraron en averiguar con las


personas más cercanas a él las causas por las que sin previo
aviso dejó de asistir a su laboratorio. Quien era su esposa en
aquel momento argumentó que él había salido a uno de sus
muchos viajes improvisados. Así, durante el primer periodo de su
ausencia, no hubo mayor revuelo. Hasta que su esposa también
desapareció. Por ello, se ha especulado que ella, quien también
practicaba el chamanismo, fue partícipe de su desaparición.
Esta situación ha abarcado más titulares que las propias
investigaciones del Dr. Dejando de lado su extensa producción
bibliográfica, para abrir paso a las teorías conspiratorias y el
morbo. En voz de su medio hermano, el reconocido actor Ari
Telch, el caso de su desaparición está cerrado por parte de las
autoridades.

Pese a todas las interrogantes que puedan surgir, el mismo


Jacobo Grinberg llegó a proponer que una vez que se ha
comprendido el funcionamiento del holograma, es posible
despertar de esta “matrix”, y simplemente desaparecer de ella.

Sin duda, lo más importante son las grandes aportaciones que


realizó a la ciencia, así como su profunda sabiduría que va más
allá de todo aquello que rodea el final de su historia.

Él logró construir vínculos firmes entre el misticismo, la sabiduría


espiritual y la ciencia. Rompió paradigmas y desafió las
metodologías y planteamientos que existían en torno a las
capacidades del cerebro e incluso hasta nuestros días, su obra ha
sido de gran influencia no sólo para las nuevas voces de la
ciencia, sino también para quienes practica técnicas meditativas,
de medicina alternativa, metafísica y espiritualidad.

Su legado está repleto de mensajes que invitan al lector a ser


partícipe de esa unificación espiritual con el cosmos a partir de
los vínculos entre la conciencia y el espíritu.

Jacobo Grinberg-Zylberbaum decía que era preciso aceptar la


realidad como un milagro, como una creación que es parte de la
conciencia, santificar lo cotidiano, observar cómo todo se llena
de amor. Que surge una hermandad al entender que todo en el
universo o, como él lo llamaba, el holograma, está unificado, y
que el cuerpo no es una ilusión, sino una parte de Dios, es decir,
del todo.

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