Medicina Tradicional Mexicana, Cultura Y Tradición, Un Paso Hacia La Etnofarmacología

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MEDICINA TRADICIONAL MEXICANA, CULTURA Y TRADICIÓN, UN PASO

HACIA LA ETNOFARMACOLOGÍA

* Raúl Alejandro Atriano Briano


** Beatriz Benito Cruz

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Raúl Alejandro Atriano Briano y Beatriz Benito Cruz (2021): “Medicina tradicional mexicana, cultura y
tradición, un paso hacia la etnofarmacología.”, Revista Intercyt. Interculturalidad, Ciencia y
Tecnología, ISSN pendiente (enero 2021). En línea:

https://www.eumed.net/es/revistas/intercyt/intercyt-enero-2021/medicina-tradicional-mexicana

Resumen.

La historia de la medicina tradicional mexicana es muy extensa. Se sabe que los antiguos pobladores
de México tenían conocimiento de las propiedades curativas de diversas plantas. Hoy en día, a pesar
de los grandes avances farmacéuticos, se sigue recurriendo a los remedios herbolarios para mitigar
alguna enfermedad, principalmente en las áreas vulnerables donde los servicios de salud y
medicamentos no están al alcance de todos. Sin embargo; solo algunas plantas han sido estudiadas
y se tiene el conocimiento de sus principios activos, así como de sus propiedades farmacológicas,
terapéuticas y efectos toxicológicos. Es en este contexto donde la etnofarmacología busca recopilar y
preservar los conocimientos de las distintas plantas utilizadas en la medicina tradicional mediante la
investigación con el fin de racionalizar su uso.

Palabras clave. Medicina tradicional, medicina alternativa, etnomedicina

TRADITIONAL MEXICAN MEDICINE, CULTURE AND TRADITION, A STEP TOWARDS


ETNOFARMACOLOGY

Abstract.

The history of traditional Mexican medicine is very long. It is known that the ancient inhabitants of
Mexico had knowledge about the healing properties of plants. Today, despite the great
pharmaceutical advances, herbal remedies are still being used to mitigate some diseases, mainly in
vulnerable areas where health services and medicines are not available to everyone. Nevertheless,

* Químico Farmacobiólogo y Maestro en Ciencias Biomédicas Básicas por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí,
Profesor Tiempo Completo de la Universidad Intercultural de San Luis Potosí, U.A. Matlapa. [email protected]

** Médica Estomatóloga y Maestra en Ciencias Biomédicas Básicas por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Profesor
Tiempo Completo de la Universidad Intercultural de San Luis Potosí, U.A. Matlapa. [email protected]
Medicina tradicional mexicana

only some plants have been studied and there is knowledge of their active ingredients, as well as their
pharmacological, therapeutic, and toxicological effects. It is in this context where ethnopharmacology
seeks to collect and preserve the knowledge of the different plants used in traditional medicine
through

Key words. Traditional medicine, alternative medicine, ethnomedicine

Introducción

México es el tercer país con mayor biodiversidad en América y el quinto a nivel mundial (Esquivel
García et al. 2018). Los diversos climas que están presentes en los 1.973 millones de kilómetros
cuadrados, que conforman el territorio mexicano, permiten que exista una gran diversidad en flora y
fauna. México es considerado un “país megadiverso” gracias a que cuenta con aproximadamente el
12% (64,878 especies) del total de las especies existentes en el mundo. De tal manera que ocupa el
primer lugar en número de especies de reptiles con 864 especies, el segundo lugar en mamíferos
con 519 especies, el onceavo lugar en aves con 1150 especies, y el cuarto lugar en plantas con más
de 26,000 especies distintas, de las cuales el 50% son endémicas. De la totalidad de especies de
plantas que pueden encontrarse en suelo mexicano, se estima que alrededor del 12.8% son plantas
medicinales (CONABIO, 2014).

El uso de plantas para tratar diversos problemas de salud es una práctica común en países en vías
de desarrollo. Antes de la llegada de los españoles, los antiguos pobladores de México ya conocían
las propiedades medicinales de diversas plantas. Este conocimiento ha pasado de generación en
generación, perdurando hasta el día de hoy, como parte de la medicina tradicional mexicana y de la
cultura de este país (Bye and Linares 2015; Gómez Álvarez et al. 2005). La Organización Mundial de
la Salud (OMS) define como Medicina Tradicional a “Todo el conjunto de conocimientos, aptitudes y
prácticas basados en teorías, creencias y experiencias indígenas de las diferentes culturas, sean o
no explicables, usados para el mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el
diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas o mentales” (Zhang, 2018). De una
manera más general podemos decir que la medicina tradicional es componente esencial del
patrimonio tangible e intangible de las culturas del mundo, un acervo de información, recursos y
prácticas para el desarrollo, el bienestar y un factor de identidad de numerosos pueblos del mundo
(Alonso Castro et al. 2017).

En México la medicina tradicional tiene un enfoque religioso-espiritual. Por ejemplo, las “limpias” son
realizadas por curanderos, personas expertas en el uso de plantas medicinales, con el fin de tratar
algún mal emocional, espiritual, mental, físico y energético. El procedimiento habitual consiste en
pasar alrededor del cuerpo ramos de pirul (Schinus molle), albahaca (Ocimum basilicum) y romero
(Rosmarinus officinalis), con pequeños roces-azotes. Posteriormente esos ramos deben de
quemarse en símbolo de purificación y para alejar las “malas energías” (Apararicio Mena 2009). De la

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Medicina tradicional mexicana

misma manera, malestares físicos también pueden ser tratados mediante uso de distintas plantas
con propiedades curativas. Tal es el caso del zapote blanco (Casimiroa edulis, Rutaceae), que se
emplea para el tratamiento de la hipertensión arterial o como regulador del sueño (Jiménez Cabrera
et al. 2015). Es importante señalar aquellas plantas con diversas propiedades que pueden ser
utilizadas en distintas situaciones, como es el caso del toloache (Datura inoxia Miller, Solanaceae), el
cual se emplea en el tratamiento de padecimientos reumáticos o golpes contusos. Por otro lado, el
conocimiento popular indica que una mezcla de pequeñas dosis ya sea en bebidas o alimentos,
puede lograr el dominio o el amor de la pareja deseada. Este resultado puede ser atribuido a las
propiedades tóxicas de la planta, la cual en dosis altas puede provocar trastornos mentales debido al
gran contenido de alcaloides (Manrique Ríos, Cruz Cruz, and Villegas Gómez 2018).

El uso de plantas medicinales, en la medicina tradicional, se basa en la presencia de los principios


activos, los cuales son componentes químicos que tienen actividad terapéutica y están presentes en
el material vegetal o un derivado de éste, cuyo ingrediente puede ser obtenido de partes aéreas o
subterráneas de una planta o mediante extractos y tinturas, así como en jugos, resinas, aceites
grasos y aceites esenciales (Alonso Castro et al. 2017; Manrique Ríos, Cruz Cruz y Villegas Gómez
2018).

Si bien, en México se han reportado aproximadamente 3000 plantas medicinales, solo un pequeño
grupo de estas plantas ha sido estudiado para conocer sus propiedades fitoquímicas,
farmacológicas, toxicológicas, así como su farmacocinética (Alonso Castro et al. 2017). La
etnofarmacología busca documentar y preservar la riqueza biológica empleada en la medicina
tradicional además de desarrollar sistemas sustentables de producción y uso de plantas con
potencial farmacológico para el tratamiento de diversas enfermedades (López Villafranco et al. 2017).

El objetivo de este artículo fue realizar una búsqueda bibliográfica de la historia de la medicina
tradicional mexicana, así como las perspectivas generales de la etnofarmacología en nuestro país.

El uso de plantas medicinales en México a través de la historia

La historia del uso de las plantas medicinales data de fechas antes de la conquista de los españoles.
Los antiguos pobladores de México eran expertos en el tratamiento de las enfermedades mediante
remedios herbolarios. La medicina practicada antes de la llegada de europeos está referenciada en
numerosos documentos históricos, tales como códices y libros sagrados. También se tiene registro
de esta práctica a través de esculturas, pinturas, murales, sin olvidar las ricas tradiciones orales
milenarias que demuestran la importancia de la herbolaria (Madaleno 2007).

El primer libro del que se tiene registro acerca de las plantas curativas utilizadas en el nuevo
continente por los pueblos indígenas es el escrito Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis (Tratado
sobre hierbas medicinales indias), publicado en 1522. En este libro, conocido también como “Códice
de la Cruz Badiano”, está plasmado el conocimiento de 227 plantas medicinales que el médico
azteca Martín de la Cruz transmitió a Juan Badiano (médico mestizo) para la traducción al latín. Es

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Medicina tradicional mexicana

probable que la obra se haya realizado en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, lugar en el que
se educaban los hijos de los indígenas de mayor linaje bajo el modelo indígena de la medicina.
Gracias a esta obra podemos conocer las principales enfermedades que padecían los indios
mesoamericanos, tales como: fiebres (calenturas), tuberculosis pulmonar, diarreas, parasitosis
intestinal, hemorroides, reumatismo, enfermedades óseas y articulares (artritis y gota), infecciones de
vías respiratorias, hepatitis, sordera, además de problemas en la piel (sarna, forúnculos) y
enfermedades de los ojos (glaucoma, conjuntivitis y cataratas). Los motivos por los cuales se realizó
dicho texto fueron político-económicos, debido a que fue un regalo para el Rey Felipe II, con el fin de
impresionarlo y poder abrir un mercado de plantas medicinales a Europa (Bye and Linares 2015;
Madaleno 2007; Schifter Aceves 2014).

Por su parte el fraile franciscano Bernardino de Sahagún realizó durante 50 años estudios sobre la
botánica en la Nueva España y publicó el libro titulado “Historia general de las cosas de Nueva
España”, o Códice Florentino. El trabajo fue enviado a España entre los años 1577 y 1580, incluía
datos de la biodiversidad de la región, además de describir las propiedades de mamíferos, aves,
peces, árboles, hierbas, flores, metales, piedras y el uso de 382 plantas del centro de México (Bye
and Linares 2015).

Durante todo el periodo virreinal, se recopilaron varias crónicas de remedios herbolarios utilizados
por personas indígenas y mestizos. El “Florilegio Medicinal de todas las enfermedades sacado de
varios y clásicos autores para bien de los pobres y de los que tienen falta de médicos” es el más
importante documento debido a que detalla las plantas medicinales utilizadas en la Nueva España.
Fue publicado en 1712 por Juan de Esteyneffer, un jesuita alemán quien dedicó gran parte de su vida
a ser misionero en hospitales y recopiló varios tratamientos para enfermedades, incluyendo
formulaciones basadas en más de trescientas plantas diferentes y sus derivados (Schifter Aceves
2010).

Posteriormente, en el año de 1788 inició la Real Expedición Botánica de la Nueva España. Los
resultados obtenidos de las plantas medicinales fueron reportados en la revista Anales de Historia
Natural de Madrid. Uno de los grandes beneficios que se obtuvo de la expedición fue que se
estableció la impartición de la cátedra de botánica por el farmacéutico español Vicente Cervantes,
quien elaboró el libro titulado “Ensayo a la materia Médica vegetal de México”, donde describe 293
plantas. Después de un tiempo, Antonio de la Cal y Bracho, alumno de Cervantes, publicó en 1832 el
“Ensayo para la materia médica mexicana” y describe productos provenientes de los tres reinos de la
naturaleza dando prioridad al conocimiento generado por la tradición botánica de origen indígena
(Bye and Linares 2015; Schifter Aceves 2010, 2014).

Pocos fueron los avances a la medicina tradicional en los años posteriores a la lucha de
independencia de México, fue hasta que en 1846 se publicó la Farmacopea Mexicana, la segunda en
publicarse en el continente americano. Dicho libro es un compendio de diversas descripciones de
diferentes especies vegetales, así como la terapéutica que se obtiene a través de ellas (Schifter
Aceves 2014).

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Medicina tradicional mexicana

Años después, en 1888 se fundó el Instituto Médico Nacional (IMN) con el objetivo de investigar las
plantas medicinales locales, así como su posible aplicación y comercialización. Otra de las funciones
de la que estaba encargado el IMN era coadyuvar en la creación de una terapéutica nacional, es
decir, una terapéutica (farmacológica) con base en las plantas medicinales mexicanas. Los
resultados se pueden observar en varias ediciones de la “Nueva Farmacopea Mexicana” y en el libro
“Plantas Medicinales de México” publicado en 1933 (Bye and Linares 2015; FHEUM, 2001, 2013).

Con el auge de la industria farmacéutica, a partir de la década de los 30’s, se popularizó el uso y
producción de medicamentos con patente, de tal manera que se abandonó el tema de las plantas
medicinales y sus extractos vegetales como objeto de estudio y recurso curativo. Fue hasta el año
2000 que este hecho cambió cuando se publicó la Farmacopea Herbolaria de los Estados Unidos
Mexicanos (Comisión Permanente de la Farmacopea de los Estados Unidos Mexicanos, 2001) donde
se retoma la esencia de las plantas medicinales y se recogen las monográficas de 76 plantas. En el
2013 se publica su segunda edición donde se detallan las monográficas de 27 plantas nativas
(FHEUM, 2001, 2013).

Se siguen realizando grandes esfuerzos en el campo de la medicina tradicional mexicana. Ejemplo


de ello es el que realiza el Instituto Nacional Indigenista, que ha recolectado la información botánica,
fitoquímica y farmacológica de 1000 plantas medicinales en el libro “Atlas de las Plantas de la
Medicina Tradicional Mexicana”. Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de México trabaja
en la elaboración de una versión digital de la misma, además de tener el servicio online de la Base
de Datos Etnobotánicos de Plantas Mexicanas. Así mismo, la Unidad de Informática del Instituto de
Química a través del Departamento de Productos Naturales, ha generado un número importante de
publicaciones tanto nacionales como internacionales, sobre actividad biológica de un importante
número de productos naturales y biodiversidad química (UNIQUIM http://uniiquim.iquimica.unam.mx).

El mercadeo, una práctica que conserva y fomenta el uso de plantas medicinales.

El comercio de las plantas no es nada nuevo. Se sabe que los emperadores aztecas construyeron
una red de mercado extensa, donde los pueblos sometidos llevaban sus productos al valle de
México. De esta manera, el mercado de Tlatelolco, ubicado al suroeste del templo mayor de
Tenochtitlán, se convirtió en el lugar más grande e importante en donde los comerciantes se
congregaron diariamente para intercambiar, mediante el trueque de oro, cobre y cacao, productos
tales como piedras preciosas, ropa, pieles, objetos de cerámica, muebles, animales, maíz y diversas
plantas recolectadas en distintos puntos. Desde entonces, los mercados juegan un papel muy
importante en la trasmisión del conocimiento relacionado a las plantas y en el cuidado de la salud de
las personas (García de Alba Verduzco et al. 2017; Manzanero Medina et al. 2009; Martínez Moreno
et al. 2016).

Hoy en día persiste la costumbre del comercio de plantas medicinales en todo el territorio mexicano,
tanto en áreas urbanas y rurales. En la Ciudad de México destaca el Mercado de Hierbas
Medicinales “Sonora”, donde el comercio de las plantas medicinales es el sustento de varias familias.

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Medicina tradicional mexicana

Dentro del mercado se encuentran dos tipos de vendedores: el informal y aquel que ha pagado una
renta para comercializar su producto. Los comerciantes informales, que en su mayoría son mujeres,
recolectan las plantas de manera silvestre, y en ocasiones también las cultivan para llevarlas al
mercado y venderlas. Desafortunadamente, el recolector local de hierbas recibe aproximadamente el
7% de las ganancias del precio ofrecido al consumidor, y cada año debe buscar las plantas a
mayores distancias de su hogar. Sólo se les permite vender hierbas frescas en las puertas o en los
alrededores del mercado hasta las diez de la mañana, debido a que deben de ceder el espacio a
otros comerciantes informales. Por su parte, aquellos comerciantes que pagan una renta tienen un
lugar establecido sin algún horario que les obligue a retirarse del lugar, su venta se especializa en los
productos secos y preparados para té, aunque también es posible encontrar aquel establecimiento
que ofrece productos frescos (Bye and Linares 2015; Madaleno 2007)

Es en el mercado donde existe, en mayor o menor medida, un intercambio de conocimientos. Este


intercambio se da entre la persona enferma, quien acude al lugar en busca de algún remedio para
aliviar su malestar, y el mercader quien comparte experiencias previas y a su vez le recomienda el
uso de distintas plantas o algunos de sus derivados. Estos saberes, que en general son adquiridos
de manera empírica, seguirán siendo parte de nuestra cultura y es importante fomentar su
preservación.

Plantas medicinales utilizadas en México

Según datos de la OMS, el 80 % de la población a nivel mundial utiliza alguna planta para tratar
ciertos padecimientos de salud. En México, según datos del INEGI, en el 2012 aproximadamente el
52.6% de la población mexicana contaba con un seguro médico. El resto de la población, muy
probablemente, buscaba una alternativa en la medicina tradicional mexicana prescrita por hueseros,
sobadores, graniceros (predicen e interpretan fenómenos climáticos), curanderos, limpiadores y
parteras (Alonso Castro et al. 2017; García de Alba Verduzco et al. 2017; Waldstein 2006).

Según datos mostrados en el 2018 por la Secretaría de Salud de Los Estados Unidos Mexicanos, las
principales afecciones que padece la población mexicana son Infecciones respiratorias agudas,
infecciones intestinales, infecciones en vías urinarias, enfermedad periodontal, conjuntivitis,
obesidad, hipertensión y diabetes mellitus tipo II. Estos datos no siempre son reflejo de áreas
vulnerables específicas, dado que las personas que viven en zonas rurales se desarrollan en otro
contexto. Un estudio realizado por el IMSS en diversas zonas indígenas del país, ofrece un perfil de
la morbilidad indígena a partir del uso de plantas medicinales; estas se utilizaron en 38% de los
casos contra trastornos digestivos; en 13.6% contra padecimientos de tipo respiratorio; en 13.5%
para curar lesiones de la piel, infecciones cutáneas, traumatismos, dolor muscular o reumático y
picaduras de animal; en 13% para el tratamiento de fiebre, dolor de cabeza y articulaciones en
general, y en 5% para tratar síntomas relacionados con el aparato reproductor femenino (Jiménez
Silva 2017)

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Medicina tradicional mexicana

La dificultad al acceso del servicio de salud obliga a la población de zonas rurales a buscar
alternativas en la medicina tradicional mexicana para tratar malestares físicos, emocionales o
espirituales (Tabla 1.). Por ejemplo, para aliviar males relacionados con la creencia popular de “los
embrujos” recomiendan una limpia energética.

En los casos donde una persona tiene algún malestar relacionado con el sistema digestivo es común
recomendar comer ajo (Allium sativum) para curarse de las infecciones intestinales y parásitos,
papaya (Carica papaya) en caso de padecer estreñimiento o tomar un té hecho con un manojo de
hojas de cola de caballo (Equisetum robustum) para aliviar la inflamación estomacal o empacho
(Urióstegui Flores 2015).

Tabla 1. Principales enfermedades de la Medicina Tradicional Mexicana


Creencia cultural Descripción
Se atribuye a la acción de una entidad nociva exterior no siempre
Aire (aire de animales de
física (aire), que penetra o se adhiere a una parte del cuerpo. En
muerto, de basura, de agua,
la mayoría de los casos se refiere a trastornos cutáneos,
golpe de, azote de)
respiratorios o musculoesqueléticos.
Radica en las creencias culturales sobre la brujería manifiesta en
Daño (brujería, mal puesto, la voluntad de producir molestias, enfermar, lesionar, dañar a una
maldad, hechizo, posesión) persona víctima de procedimientos que pueden ser naturales o
sobrenaturales.
Digestivo
Afecta principalmente a los niños menores de tres años; lo causa
Mal de ojo una persona de mirada fuerte. Causa probable: gastroenteritis
probablemente infecciosa.
Empacho seco (pegado, ligero,
fuerte trazo de empacho).
Susto, espanto de tierra, susto Trastorno generalmente de la infancia: pérdida de apetito,
de animales, de agua, un indigestión, flatulencia, tenesmo, dolor abdominal y estreñimiento.
espanto negro, rojo, mal de
espanto.
Signo característico de una severa deshidratación en menores de
Caída de mollera (Mollera
un año, hundimiento de la fontanela, usualmente acompañado de
sofocada, caída, mal de
diarrea, fiebre o vómito, en cuyo caso es una manifestación de
mollera, salida de mollera).
gastroenteritis probablemente infecciosa.
Respiratoria
Anginas Amigdalitis en la medicina moderna.
Percepción de alteraciones en el ritmo o la intensidad del flujo
Latido
sanguíneo sobre la red vascular (sistema de palpitaciones).
Músculo – esquelético

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Medicina tradicional mexicana

En la mayoría de los casos son luxaciones, esguinces y otros


Torceduras
traumatismos en extremidades producto de accidentes.
Nervioso
Término del español coloquial para denominar la convulsión,
Alferecía
generalmente de niños, independientemente de su origen.
Adaptado de Jiménez Silva 2017

Según datos de la Secretaría de Salud, durante el 2017, las infecciones respiratorias agudas fueron
la causa número uno de morbilidad. En caso de enfermedades del sistema respiratorio se
recomienda consumir frutos ricos en vitamina C, tales como la guayaba y el jugo de naranja antes y
durante la temporada invernal. El consumo de té de ramas, hojas, flores y frutos de gordolobo
(Pseudognaphalium canescens), eucalipto (Eucalyptus camaldulensis), bugambilia (Bougainvillea
glabra) y huaje cirial (Crescentia alata) es muy utilizado el para aliviar principalmente tos, congestión,
sinusitis, gripe e infecciones en la garganta. Los ungüentos de eucalipto son utilizados para aliviar los
malestares causados por el asma y tos (Jiménez Cabrera et al. 2015; Juárez Pérez and Cabrera
Luna 2019).

Las enfermedades dermatológicas son la cuarta causa de enfermedad no fatal en todo el mundo, sin
embargo; impactan de una manera psicológica, principalmente en adolescentes, lo que conlleva a un
desgaste de la calidad de vida del paciente. La planta Heterotheca inuloides mejor conocida como
árnica es ampliamente utilizada en México para tratar afecciones dermatológicas, el extracto
alcohólico de esta planta es usado en la preparación de ungüentos, así mismo las infusiones de sus
hojas y flores se utilizan en baños de vapor llamados “temazcal”. Por su parte la infusión o decocción
de flores y hojas del muicle (Justicia spicigera) son utilizadas para disminuir la inflamación de la piel,
en caso de comezón, manchas, picaduras de insectos y en varices (Durant Archibold, Santana, and
Gupta 2018; Esquivel García et al. 2018).

Las mujeres son quienes tienden a tener un mayor consumo de remedios herbolarios debido a que
comúnmente son ellas las encargadas de sembrar y recolectar las plantas, conocen las diversas
propiedades de las plantas y no es raro el uso de remedios herbolarios para tratar enfermedades del
aparato reproductor femenino. Las plantas cinco negritos (Lantana camara,) hierba de san Juan
(Verbena carolina), orégano (Lippia graveolens), hierba maestra (Lippia alba), hierva dulce grande
(Lippia myriocephala) y palo tostado (Petrea volubilis) son empleadas en patologías del aparato
reproductor femenino, entre ellas, desorden en los ciclos menstruales, enfermedades vaginales y las
concernientes al parto, comúnmente son preparadas en forma de infusiones para aliviar el dolor
menstrual, hemorragias, acelerar el parto o como anticonceptivo. Curiosamente las mezclas
utilizadas como té para regular el ciclo menstrual siempre contienen partes de plantas de color rojo.
En caso de que el útero se encuentre inflamado o dislocado, se considera apropiado tomar un baño
de cadera en una decocción de cortezas astringentes. Por otra parte, se recomienda que después
del parto la mujer tome un baño de cadera caliente para calmar la inflamación (Alonso Castro et al.
2017).

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Medicina tradicional mexicana

Así mismo, es importante destacar que dentro de la medicina tradicional hay plantas que no son de
origen mexicano, pero son de uso popular, que con la llegada de los españoles y con el paso del
tiempo se incorporaron, a tal punto que casi se consideran endémicas de este país. Tal es el caso de
la manzanilla (Matricaria chamomilla), la yerbabuena (Melissa officinalis), la menta (Mentha spp.), el
romero (Rosmarinus officinallis), el llantén (Plantago major) y la ruda (Ruta graveolens) (Madaleno
2007; Manzanero Medina et al. 2009; Sotero García et al. 2016).

Resulta interesante recalcar que una planta puede presentar diversas actividades terapéuticas por lo
cual puede ser recomendada para aliviar diversas patologías. En el anexo 1 se muestra un
compilado de diversas plantas mexicanas utilizadas en la medicina tradicional (Esquivel García et al.
2018; Jiménez Silva 2017; Villarreal Ibarra et al. 2015).

Dentro de la comunidad científica, para que una planta sea reconocida como posible tratamiento
debe de presentar ciertos parámetros. Uno de ellos es el nivel de uso significativo TRAMIL (UST) el
cual permite verificar su aceptación cultural mediante el número de veces en que los usos
medicinales de dicha planta son citados. Una frecuencia superior o igual al 20%, por las personas
que usan plantas como primer recurso para un determinado problema de salud, puede considerarse
que tienen aceptación cultural y, por lo tanto, merecen su evaluación y validación científica. El UST,
se calcula dividiendo el número de menciones para el uso principal para cada especie (s), entre el
número de informantes encuestados (nis) por cien (Alonso Castro et al. 2017; López Villafranco et al.
2017)

La consistencia de los informes de uso dentro de una categoría de patología se puede evaluar
numéricamente mediante el Factor de Consenso Informante (FIC por sus siglas en inglés Factor of
Informant Consensus), el cual estima el nivel de acuerdo entre los entrevistados sobre qué plantas
usar para cada categoría de patología. Se calcula mediante la fórmula

Donde nur es el número de usos reportados de la planta en cada categoría y nt es el número de


taxones o especies de plantas que se utilizan en cada categoría. El resultado de este factor varía de
0 a 1, donde un valor cercano a 1 indica un criterio de selección bien definido en la comunidad y si
esa información se intercambia entre informantes, mientras que un valor bajo indica que las especies
de plantas se eligen al azar, o que los informantes no intercambian información sobre su uso (Alonso
Castro et al. 2017; Esquivel García et al. 2018).

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Medicina tradicional mexicana

La etnofarmacología como puente entre la medicina tradicional y la búsqueda de nuevos


fármacos

La etnofarmacología es una ciencia que surgió en la década de los 70’s, nace de la observación y
sus principales funciones son identificar, describir e investigar a través de experimentos, los efectos
de las drogas utilizadas en la medicina tradicional (Leonti et al. 2002).

La industria farmacéutica tiene su base en los principios activos obtenidos de las plantas. Gran parte
de los fármacos que podemos adquirir en una farmacia provienen de las plantas. Sin embargo, aún
falta mucho por estudiar, debido a que solo el 5.2% de las especies de plantas utilizadas a nivel
mundial cuenta con datos etnofarmacológicos (Leonti et al. 2016; Madaleno 2007). En este contexto,
la etnofarmacología, es el punto de apoyo en los procesos de investigación para la elaboración de
nuevos fármacos, dado que busca sustentar los estudios de las propiedades que se le atribuyen a las
plantas medicinales utilizadas de manera tradicional para aliviar algún malestar.

Por otra parte, a pesar de que el uso de las plantas medicinales en zonas rurales es mayor, en
comparación a la zona urbana, cabe mencionar que la tradición de pasar el conocimiento a nuevas
generaciones es cada vez menor. Por lo tanto, es crucial rescatar este conocimiento para evitar la
pérdida de tradiciones etnomédicas, que es un valioso patrimonio científico y cultural para las
generaciones futuras (Esquivel García et al. 2018). Uno de los retos actuales de la etnofarmacología
es documentar y preservar la riqueza biológica empleada en la medicina tradicional y desarrollar
sistemas sustentables de producción y uso de plantas con potencial farmacológico para el
tratamiento de diversas enfermedades (Villarreal Ibarra et al. 2015).

En este marco, la OMS en colaboración con expertos propone estrategias sobre la medicina
tradicional de 2014 a 2023. Estas estrategias tienen la finalidad de aprovechar, los conocimientos de
la medicina tradicional, en la salud, en la atención centrada en el bienestar integral de la persona, así
como en la cobertura universal en salud. Además de promover una utilización segura y eficaz de las
medicinas tradicionales, mediante una reglamentación, investigación e integración de sus productos,
prácticas y profesionales en los sistemas de salud (Jiménez Silva 2017)

En México se han desarrollado proyectos que incluyen a la medicina tradicional. Tal es el caso del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el programa de solidaridad social IMSS COPLAMAR
(actualmente IMSS Bienestar), el cual, reflexivo de la trascendencia de la medicina tradicional, diseñó
una unidad de investigación biomédica en medicina tradicional y herbolaria. Esta unidad de
investigación tiene la finalidad de buscar, diseñar y poner en práctica programas de investigación y
desarrollo, para promover una colaboración entre la medicina institucional y la medicina tradicional
(Bye and Linares 2015; Jiménez Cabrera et al. 2015).

Salud intercultural.

A partir de la década de los cuarenta, el gobierno de México ha buscado disminuir la brecha de


desventaja de los pueblos originarios. Por tal motivo opta por la conformación de asociaciones de

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Medicina tradicional mexicana

terapeutas indígenas; el reconocimiento jurídico a sus actividades curativas; la incorporación en


hospitales ubicados en territorios indígenas; la emergencia de oficinas federales y estatales para
apoyar la medicina tradicional y alternativas-complementarias, la capacitación de los trabajadores de
la salud para adquirir competencias en el terreno intercultural; la enseñanza de la antropología
médica y la interculturalidad en escuelas universitarias y centros de enseñanza superior (Menéndez
2016; Navarro Campos, Peña Sánchez, and Paulo Maya 2017).

De tal manera que en 2003 surgió en el Estado de México la primera Universidad Intercultural. Su
licenciatura en Salud Intercultural busca formar profesionistas con un sentido ético, capaz de resolver
problemas de salud con las adecuaciones culturales de la región. Se basa en diferentes métodos,
entre los que se encuentran las prácticas de salud tradicional o ancestral mesoamericanas
(herbolaria, masajes curativos, baños termales, temascal) y prácticas de salud alternativa o
complementaria popularizadas en grandes sectores de la población (Schmelkes 2008).

En el estado de San Luis Potosí, en el año 2011, inició la Universidad Intercultural de San Luis
Potosí, que cuenta con la Licenciatura en Enfermería con enfoque intercultural, que respeta,
fundamenta y promueve el conocimiento de la medicina tradicional regional. Es importante mencionar
que a nivel nacional existen otras Universidades Interculturales que se suman a este objetivo.

En Cuetzalan (Puebla), se reestructuró un centro hospitalario para brindar atención con un enfoque
occidental y tradicional en donde, además de la atención biomédica, se ofrecía el servicio de diversos
terapeutas indígenas pertenecientes a la organización de médicos indígenas de la Sierra Norte de
Puebla. En Querétaro, el Programa de Interculturalidad y Medicina Tradicional a pesar de las
limitaciones ideológicas y presupuestarias, realizó capacitaciones al personal de salud y en 2013
establece en Amealco un centro de salud con hospitalización que añade un área de medicina
tradicional que brinda consulta curanderil (curandero, huesero, hierbero y partera), temazcal,
atención de parto y farmacia herbolaria (Menéndez 2016; Navarro Campos, Peña Sánchez, and
Paulo Maya 2017).

Es evidente que se han sumado esfuerzos para fomentar la medicina tradicional mexicana,
incluyendo el uso de diversas plantas medicinales. Será importante continuar fortaleciendo esta área
de la medicina a partir de la etnofarmacología, con el fin de fundamentar los conocimientos en
beneficio de nuestra sociedad.

Conclusiones

Dentro de la cultura mexicana el uso de remedios herbolarios, principalmente en zonas rurales, ha


perdurado por años. Sin embargo; hoy en día los jóvenes indígenas no se encuentran interesados en
conocer y conservar estos conocimientos. Es de vital importancia conservar la medicina tradicional
mexicana como parte de nuestra cultura, concientizar a las nuevas generaciones al respecto, y
fortalecer la investigación científica etnofarmacológica. Esta última preservará el conocimiento
ancestral, proporcionando alternativas encaminadas a la prevención y el tratamiento de

11
Medicina tradicional mexicana

enfermedades, basándose en datos científicos, y será un punto de partida para investigaciones que
permitan la elaboración de nuevos fármacos.

La riqueza biológica con la que cuenta México es prometedora y debe de ser aprovechada, son
pocos los registros que se tienen de los principios activos responsables de la actividad terapéutica de
las plantas, por lo que es preciso realizar futuros análisis etnobotánicos, fitoquímicos, farmacológicos
y toxicológicos a fin de estudiar las propiedades farmacológicas y preservar el conocimiento de
plantas medicinales utilizadas en la medicina tradicional mexicana.

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Medicina tradicional mexicana

Anexo 1. Plantas nativas de México utilizadas en la medicina tradicional

Nombre coloquial Nombre científico Uso / propiedad

La infusión de la parte aérea se usa para lavar la piel. Las


Albahacar Ocimum basilicum L.
hojas se aplastan para su aplicación en el área afectada.
La infusión y decocción de las partes aéreas se utilizan para
Aceitilla Bidens pilosa L.
lavar el área de la piel afectada.
Frutos con actividad alergénica y antifúngica. Aceite de efecto
antimicrobiano. Actividad antibacteriana, antiviral y
Aguacate Persea americana Mill.
antifúngica en frutos y hojas. Las infusiones de hojas secas
son utilizadas en caso de hipertensión y como diurético.
La corteza y hojas son usadas en infecciones de la piel (uso
Ahuehuete Taxodium mucronatum Ten.
externo)
Cicatrizante, las partes aéreas se aplastan y se aplica en el
Anís de grano Tagetes filifolia Lag.
sitio de la lesión.
Dolor reumático, antiinflamatoria. El extracto alcohólico es
Àrnica Heterotheca inuloides Cass. usado en la preparación de ungüentos. Las infusiones de la
planta se utilizan en un baño de vapor (temazcal).
Àrnica blanca Erigeron delphinifolius Willd. Astringente y cicatrizante.
Artritis. Se usa en fricciones de las hojas maceradas en
Axihuitl Eupatorium aschembornianum Sch.
alcohol.
Paludismo. Es antidiarreica y antiséptica, también se usa
Ballentilla Hamelia patens Jacq.
para limpiar y cicatrizar heridas.
Lepechinia caulescens (Ort.) Asma y tos. Se emplean las hojas machacadas en
Bretónica
Epling. cataplasmas, por ser antibacteriana, contra hemorragias.
Poderoso antiséptico y cicatrizante, usado en problemas de
Cancerina Hippocratea excelsa Kunth.
cáncer en piel
Caña de Jabalí Costus pulverulentus Presl. Problemas urinarios. Se emplea masticando la caña.
Tithonia diversifolia (Hemsl.) A. Antiséptica, se emplea en afecciones de la piel, como sarna,
Capitaneja
Gray. barros, espinillas o para quitar la comezón.
Tiene propiedades diuréticas, antiinflamatorias. Se emplea
para tratar problemas de la piel, caída del cabello, eliminar
Ipomoea murucoides Roem. &
Cazahuate espinillas y aliviar la erisipela, de igual forma para aliviar
Schult.
dolores e inflamaciones causadas por reumas, caídas o
problemas de parálisis.
Tiene actividad antioxidante, eupéptica y espasmolítica. Se
Cedrón Aloysia citrodora Paláu.
consume por su efecto sedante y relajante muscular.
Utilizada en padecimientos digestivos, como dolor de
estómago, “empacho”, diarrea, cólicos, “enfriamiento
estomacal”, afecciones hepáticas, bilis, vómito e indigestión.
Cempasúchil, guarecita Tagetes erecta L.
Otros usos incluyen enfermedades respiratorias como
catarro, gripe, bronquitis y congestión nasal. Igualmente se
emplea para aliviar el espanto y mal de aire.

Chaparro amargo Castela tortuosa Lieb. Antimalárica. Se emplea la corteza contra fiebres y diarreas.

Purgante (semilla). Es una planta silvestre tóxica que hay que


Chicalote Argemone ochroleuca Sweet.
usar con cuidado.
Tiene propiedades expectorantes y antiinflamatorias. Se usa
Cilantrillo Adiantum capillus-veneris L.
para regular la menstruación, cólicos y el sangrado
El cocimiento de toda la planta se utiliza para tratar
Equisetum hyemale var. affine
Cola de caballo padecimientos del aparato digestivo como gastritis, úlceras,
(Engelm).
vómito, dolor e inflamación de estómago.

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Medicina tradicional mexicana

Continuación anexo 1. Plantas nativas de México utilizadas en la medicina tradicional

Nombre coloquial Nombre científico Uso / propiedad

La resina se aplica para extraer el pus de heridas o lesiones


Copal Bursera bipinnata (DC.) Engl.
infectadas.

La corteza se utiliza como cicatrizante y para lavar heridas.


Cuachalalate Juliania adstringens Schl.
Es hemostática y antitumoral.

El cocimiento de las ramas y flor se utiliza en afecciones


renales, como diurético y purgante. Se emplea en las fiebres
puerperales, contra disentería, bilis, dolor e inflamación del
Espinosilla Loeselia mexicana (Lam.) Brand.
estómago, tifoidea, bronquitis, gripe, ronquera y tos.
Localmente se aplica contra la caspa y caída del pelo,
rubéola, sarampión y varicela. Utilizada para hacer “limpias”.
Se utilizan la cocción de ramas cuando hay malestares del
Artemisia mexicana Willd. ex
Estafiate estómago (retortijones, cólicos estomacales o intestinales,
Spreng.
dolor e inflamación en la boca del estómago, flatulencias).
Presenta propiedades antipiréticas, anti varicosas, hipnóticas
Gobernadora Montanoa tomentosa Cerv.
y sedantes.

Gordolobo Gnaphalium semiamplexicaule DC. Contra la gripe y tos, la especie se usa seca.

Hierba del cáncer Cuphea aequipetala Cav. Cura el cáncer. Buen antiinflamatorio y cicatrizante.

Hojas de jalapa Ipomoea purga (Wender.) Hayne. Purgante

Hoja de lija Tournefortia mutabilis Vent. La decocción de la parte aérea se usa para lavar la piel

La infusión de flores sirve para limpiar la piel en caso de


Huinarí Sida haenkeana C. Presl.
mordedura de víbora

La decocción de la corteza y hojas se usa para lavar la piel o


Inguambo Bocconia arborea S. Watson.
en casos de bilis, anemia y dolores de cintura.

Lengua de vaca Rumex mexicanus Meins. Diurético

Jarilla Senecio salignus DC. Se utiliza en caso de fiebre, "limpias" y baños posparto.

Se usa en caso de úlceras y disentería, también como


Maguey Agave americana L.
desinflamante de los ojos.
Antiinflamatoria, diurético. Utilizado en enfermedades renales,
Maíz Zea mays L. alivia los dolores de la artritis y las várices; contra la ciática;
desinfectante de la piel, cicatrizante.
Alivia cólicos premenstruales, hemorragia vaginal, para
limpiar a las mujeres de parto reciente. También se utiliza en
Mirto Salvia microphylla Kunth. trastornos digestivos como "bilis", diarrea, disentería,
empacho, infecciones estomacales, inflamación del estómago
y vómito.
Se prepara una bebida a manera de té con la flor y hojas de
la planta para padecimientos femeninos como cólicos o
dolores menstruales, cáncer de matriz, baños después del
Muicle Justicia spicigera Schltdl. parto. Propiedades antimicrobianas. Se utiliza como
desinfectante en enfermedades de la piel, en algunos
padecimientos respiratorios como tos, bronquitis y en
enfermedades gastrointestinales.

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Medicina tradicional mexicana

Continuación anexo 1. Plantas nativas de México utilizadas en la medicina tradicional

Nombre coloquial Nombre científico Uso / propiedad

El látex se aplica directamente para tratar verrugas, erisipela,


Euphorbia pulcherrima Willd. ex herpes simple en la boca, llagas e infecciones cutáneas y
Noche buena, pascua
Klotzsch. heridas. Antiinflamatorio. La infusión de las flores es usada en
enfermedades respiratorias, como anginas o tos.
Diurético, antitumoral, antioxidante, hipoglucemiante,
Nopal Opuntia tomentosa Salm-Dyck.
antimicrobiano
Clinopodium macrostemum (Moc. &
Nurite, te del monte Alivia dolor estomacal.
Sessé ex Benth.) Kuntze.

Ortiga Urtica subincisa Benth. Astringente, antimicrobiano, hipoglucemiante

Panalillo Lepidium virginicum L. Diurético. La infusión de flores se utiliza para lavar la piel.

La cocción de toda la planta se utiliza como purgante y en


caso de dolor estomacal, bilis, cólicos, diarrea e inflamación
Pata de león Geranium seemannii Peyr. estomacal. Las hojas, tallo y flores secas se muelen y se
espolvorean a manera de talco sobre la parte afectada en
casos de urticaria.
Tiene propiedades antimicrobianas e hipoglucemiante.
Picanardo, prodigiosa Artemisia ludoviciana Nutt.
Fortalece el sistema inmunológico.
Diurético. El té de corteza del árbol se usa en enfermedades
Pinus leiophylla Schiede ex Schltdl. respiratorias (tos, bronquitis). Interviene en el tratamiento de
Pino
& Cham. reumas, dermatitis, en la cicatrización de heridas y se usa
como antiséptico de las vías urinarias
Pochote Ceiba aesculifolia Kunth. Diurético. Purgante.
La infusión de la planta sola se utiliza como abortiva. Utilizada
Salvia Salvia leucantha Cav.
para aliviar el dolor estomacal, de pecho y en caso de tos.
Antipirética, antiinflamatoria. Utilizada para aliviar
Lepechinia caulescens (Ortega)
Savia "enfermedades de la mujer" (regular el ciclo menstrual,
Epling.
cólicos).

Santa María Tagetes lucida Cav. Antibacteriana, el té es utilizado en problemas estomacales.

Extractos de corteza de tallos, hojas, flores, frutos, raíces, se


Sauco, cundemba Sambucus nigra L. usan para tratar bronquitis, tos, infecciones de vías
respiratorias superiores, fiebre.
Antibacteriana, antifúngica. Se emplea en problemas
Tejocote Crataegus mexicana Moc. & Sessé.
estomacales y diabetes. Se utilizan hojas y flores.
Antipirética, antiinflamatoria, antibacteriana. Se utiliza en
desórdenes digestivos como bilis, dolor, infección e
Tepoja Buddleja sessiliflora Kunth.
inflamación del estómago. También se emplea para dolor de
garganta y anginas.
Dolores reumáticos. Se usan hojas y talos cocidos en
Tepozán Buddleja americana L.
“enfermedades de las mujeres”.
Tequequetzal (Flor de Selaginella lepidophylla (Hook &
Diurético.
Piedra) Gray) Spring.
La infusión de toda la planta se usa para lavar el área de la
Tianguis Alternanthera caracasana Kunth.
piel afectada.

Propiedades astringentes. La infusión de la fruta y cáscara se


Tomate Physalis pubescens L.
usa en baños para lavar la piel.

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Medicina tradicional mexicana

Continuación anexo 1. Plantas nativas de México utilizadas en la medicina tradicional

Nombre coloquial Nombre científico Uso / propiedad

Antiséptico. Relajante usado para aliviar "sustos".


Toronjil Agastache mexicana Kunth. Propiedades antiinflamatorias, utilizada en caso de picaduras
de insectos.
Datura stramonium L. D. inoxia Dolores reumáticos y hemorroides. También se mastican o
Toloache
Miller. fuman las hojas para aminorar crisis de asma. Muy tóxica.

Tronadora Tecoma stans H.B.K. Diabetes.

Propiedades antifúngicas, antibacterianas, se usa para


Verbena Verbena carolina L.
prevenir la pérdida de cabello, erupción cutánea, hematomas.

Zapote blanco Casimiroa edulis Llave y Lex. Regula la presión arterial. Poderoso sedante.

Zarzamora Rubus adenotrichus Sch & Cham. Diabetes. Se usan las hojas.

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