Entrevista A Ocampo 2
Entrevista A Ocampo 2
Entrevista A Ocampo 2
ENTRE EL ORDEN
Y EL DESORDEN
ENTREVISTA A SILVINA aCAMPO
Primero escuché su voz que , desd e atrás de un a montaña de li- -Creo que no hay ningun a entera . Tengo pedazos de mu-
bros y papeles , llegaba con inflexiones de extrañeza. " ¿Ho y ?, chas. Todo es tan contradi ctorio. Uno admira y a l mismo
¿ella dice que tenemos hoy una entrevista?" Pe ro la mu cama tiempo desprecia . La perfección no existe. Yo necesitaba algo
ya se había retirado y nadie contestó a la pregunta . Pasaron muy equilibrado.
alguno s segundos hasta que finalmente su cabeza asomó por
detrás de la montaña de papeles. "¿ Usted aquí ?Yo no la espe- - Belleza, inteligencia,sensibilidad.
ra ba hoy. Estaba buscando un cuento que he perdido " "¿ Un
cuento entero ?" " Sí, claro , en tero. No sé dónde lo puse . En al- -Sí, pero eso, así, todo j unto sólo está en los libros. No en la
gún lugar tiene que estar". Silvina Ocampo era una muj er vida real.
muy optimista pues aunque era claro que en algún lugar tení a
que estar, era difícil precisarlo en aque lla enorme sala llena de - ¿Le sería más fácil decir como quién no quiere ser?
libros, papeles, cuadernos y carpetas. '
- Sí, mucho más fácil. Pero no se lo vay a decir.J amás.
- ¿Olvidó que yo venía el miércoles?
- ¿Y si buscáramos algún personaje d e la literatura?
- ¡Cómo podía olvidarme! Lo tenía anotado. Olvidé que hoy
era miércoles, por eso no la esperaba -dijo abriendo los bra- - " La Sirenit a " de Andersen. A ella quer ía parecer me en mi
zos y acercándose a saludar con una cordialidad que , ella s a- más tierna infan cia .
bía , haría borrar cualquier olvido.
- ¿Qué la atraía?
-Tal vez olvidó que hoy era miércoles porque le disgus-
tan las entrevistas. -Su anonimato. Podía ser aba ndonada . Ama r en el más total
secreto. Aunque no pudiera hablar y sufriera por eso.
- Uno siente que pierde el tiempo ¿no? Aunque me va a gustar
charlar un rato con usted si olvido que se trata de una entrevis- -Qué lástima. Su vida no cumplió su d eseo de anonima-
ta . to .
- ¿No? No me enteré. Yo no me siento expuesta a la curiosi-
- ¿Qué cuento era ese que buscaba? dad.
- Era uno o varios. En real idad me buscaba en todos los cajo - - Bueno, usted es muy ensimismada. Bastante distraída.
nes. Estoy comoen un mare mágnum. Perros, hombres, mares
me esperan en los cajones. Y de tanto en tanto alguna anota- - ¿Sí ?, -dijo y quedó callada . El secreto no está de moda .
ción del carnicero o de la farmacia. Está de mod a la curiosidad . Por eso la gente inventa. A veces
Junto a la pata de una mesa había un papelito doblado en inventa la verda d.
cuatro, tapado con una letra angulosa y clara. Se lo alcancé.
Lo leyó con expresión desorientada, LA HUMILDE EVA
- ¿Qué modelo de inujer tuvo en su vida? Es decir, ¿qué -Sí, es verdad. Inclu so cuando debajo del ár bol Eva prueba
modelos de mujer habitan dentro suyo? la manzana, lo hace con mayor humildad qu e Adán.
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- ¿Hay palabras que aluden a eso? -Quiere decir que pediría el hada de la belleza. Pero el
ser bellísima tal vez la habría inhibido de otras búsque-
- No. Yo siempre tuve la intuición de que era así. Si la Biblia das.
fuera má s deta llista .. . Uno quisiera que la Biblia fuera más
detalli sta. - T al vez. Pero me h ubie ra comp laci do mu cho ver mis fotos y
enco ntrarme bella . Sólo tengo una foto en qu e me gu sto.
-Si volviera a nacer y pudiera pedir, ¿cuál hada querría
junto a su cuna?
UNA HISTORIA AGRADABLE Y TERRORíFICA
- ¿Conoce muchas hadas ?
¿Aqué escritores admiraba cuando comenzó a escri
- Hay algunas. bir?
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- Si. También admiraba a Azor ín, G üira lde s, Poe. - ¿Conrad , por ejem plo?
- ¿Ya no le gusta Poe? -Conrad no. El sent ía la necesidad de escri bir novela. Hoy
en día los escritores las escriben a unq ue no tenga n ganas por-
- Ya no, Sal vo algunas cosas. Ni Azorín, ni G üiraldes , ni a- qu e los editores in iste n .
lle-lnclán, que en esa época me gustaba .
- ¿E n su ca o tam bié n? Usted tiene una novela ent~e ma-
- ¿Mientras escribe siente que la verdade ra vi d a pasa po r no .
lo que escribe?
- Porq ue pien so que uno deb e pr oba rlo todo.
- La ver dad es q ue si. Y cuando no escr ibo siento qu e la vida
se escapa, qu e no tiene realidad . - ¿C u á l e el tema ?
- ¿Qué habría sido su v ida sin la literatu ra ? o, nun ca le co nta r la . i le conta ra perder ía la neces idad de I
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e ribir.
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- Un suicidio.
- ¿Q u é e lo qu e hace que elij a determinada historia
- Pero a usted también le gu staba la pintu ra . P int ba oT I p ra co n t r ?
vez se habría dedicado enteramente a pintar.
- 1 prullI o un a palabra . un personaje, un lugar. Una frase a
- Segu ra mente. La pintura me fa cina ba, p ro d otra m. n . u hada en la calle desat a en uno el meca nismo por el
ra . Escribi r -dijo- , y qu edó ca llada por un lar o r. ro, qu na cuna hi storia . M e ha u urri do tam bién que un sueño
m r v lnra un cue nto () una id ea para un cuento. Tengo en es-
-Escribir••• l o día • I () q ue soñé ron da ndo n mi ca beza.
- Me interesa Céline, sí, - Esa es u na idea muy extraña ; ¿tendrá que ver con algo
cu lt u ral,co n la idea d e que toda felicidad tiene su precio?
- ¿Piensa que perdurará en el tiem po?
J
- o, no es a lgo cultura l, es la vida . Vivimos bajo la influencia 1
- Pienso que si carece de estr uctu ra pasa rá . de sus enseña nzas . Aunque tal vez tambié n ocurre lo que us-
ted dice : ¿De dónde viene la idea de l pecado, y de tantas su-
- Usted ha dicho: " E l cuento exist irá mientras exista n la s persticiones como tenemos ? Estamos lleno s de supersticio-
guerras, el amor, el hambre. Sustituirá a las novelas, a las nes.
memorias, hasta la vida si nos descuidamos". ¿P o r qué
esta separación tan drástica entre cuento y novela? EL PAN CON SABOR A ARPILLERA
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cada vez que aparece una niña en sus cuentos. Usted es, ¿MIS CUENTOS SON INMORALES?
creo, todas sus niñas.
- Dice Borges, hablando de su "extraño amor (el suyo, el
-Sí, creo que sí. Es más fácil ¿no? de Silvina Ocampo) por cierta crueldad inocente u obli-
cua": "Es el interés asombrado que el mal inspira a un
- Dice en "El pecado 'mortal": "Para consolarte de no alma noble", Sin dudar de la nobleza de su alma , yo creo
andar descalza , te pusieron un vestido de tafeta tornaso- más bien en lo que dice Bergman: "El hombre siente fas-
lado; para cons ola r te de no dormir en un lecho de paja, te cinación por lo siniestro".
llevaron al teatro Colón, el teatro más grande del mundo;
para consolar te de no comer'migu itas del suelo••. ", etcé- -Sí, la crueldad siempre atrae. A veces me arrepentí.
tera.
- ¿De describir actos crueles?
-Sí, ya le he dicho cómo a d mira ba la pobreza en mi infan-
cia . T enía, para mí, una a ure ola de pureza. - No, no, me parece que el mundo me hace la competencia,
Es mucho más cruel aún .
- Eso se ve tam bién en su preferencia por el último piso. - Bergman dice algo más: que hay un mal específico en el
El piso do nde estaba la gente que realizaba los trabajos de hombre que no existe entre los animales.
la casa: lav ar , planchar, coser. Usted se siente muy atraí-
da por ese piso. - Bergman se equivoca. No es verdad que los animal es sólo
maten para comer. Pero, de cualquier modo, el hombre tiene
- Es un poco la libertad, la felicidad . El chico, en lo que re- más variaciones, es más imaginativo . Dígame ¿usted cree que
cuerdo, era feliz cua ndo hacía los trabajos que veía hacer a los mis cuentos son inmorales ?
ma yores, Cua ndo podía anda r con la plan cha, con el agu a.
Allí me sentía feliz. Yo te nía mu cho má s respeto por las perso- - Nunca pensé en eso. ¿Por qué se le ocurre? I
nas que en la casa hacía n esos tr ab ajos que por las otras. Los
observaba mucho,.. y los envidia ba cua ndo era chica. - Porque una crít ica francesa , cua ndo yo publiqué en Galli-
mard, dijo : " No sé si Silvina Ocampo se dará cuenta de que
sus cuentos son muy morales ".
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- Uno la ve muy aburrida vagando por una casa muy
grande , y de pronto allí surgen la aventura, la diversión,
I
- ¿Y usted qué piensa de eso?
el último piso.
- A mí me gusta que haya dicho eso. Me gusta .
- Sí, siemp re que pod ía escapaba de esa vida que me aburría
y subí a. - Hay algo que a veces me resulta extraño en sus cuentos,
algo que también he notado en Yukio Mishima: los niños
LA BÚSQUEDA DE LA PERFECCIÓN hablan como adultos.
- Uno d e sus perso naj es dice: "Nada me parecía bastante - Yo era muy adulta cuando chica . Como si mi infancia no se
elaborado , bastan te fluído, bastante mágico, nada bas- hubiera realizado.
I
Vivía, por ejemplo, obsesionad a por la
tante ingenioso , ni espontáneo, riguroso, libre". Es claro muert e.
que esto le pasa a uno de sus personajes y también a usted.
- ¿Vivió la muerte de alguien muy cercano?
-Sí, me cuesta termina r un cuento. Luego que lo termino - Una hermana dos años mayor que yo. A partir de ese mo-
qui ero volver sobre él, cambiarlo, rehacerlo, modificar algún mento pasé angustiada esperando la muert e de las personas
personaje, altera r frases, pal abras, empezar por atrás o por el
que querí a.
med io.
- ¿Qué piensa de su vida? ¿Piensa que ha vivido?
- ¿Eso será realmente un afán perfeccionista o más bien
dificultad para cortar y separarse? - He vivido, -dice y qued a pensativa.
- ¿Cuál fue el resultado? -Como siempre en usted, los contrarios aparecen muy
cerca, casi confundidos. El bien , el mal, el placer, el d o-
- Son cuen tos de otro orde n. Ti enen una fluidez y levedad lar, vivir, no vivir.
ma yor . y ma ntienen la esencia de lo que siento más que la
ese ncia de lo que pienso. Como pens adora no soy gran cosa. - Pegadí simos.