Apuntes Mensaje Isabel Allum

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Isabel Allum- Martes 14 de enero de 2020

Jesús vino como hombre y divinidad, pero todo lo hizo por el Espíritu Santo, porque
estaba funcionando en completa humanidad.
Nosotros podemos hacer las mismas obras que Él hizo por el mismo Espíritu Santo.
Aprender a vivir de esta forma es diferente. Le preguntaron a Jesús que cuándo
vendría el reino y Jesús contestó que ya estaba en nosotros. Y ésta es la parte que
tenemos que aprender, que el reino ya está dentro de nosotros porque tenemos al
Espíritu Santo y a Jesús. Nada nos obstaculiza excepto nuestras creencias, nuestra
manera de pensar. Conforme el hombre piensa así es. Es lo que hablamos y es lo que
se materializa. Si no lo creemos adentro entonces no sucede. A veces estamos
atascados en ese hueco. Sabemos pero no sabemos. Ese poder está dentro de nosotros.
No son solo palabras es verdad.
Tenemos que aprender a caminar con ellos (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Cuando lo
hacemos con ellos, ellos lo hacen y nosotros participamos.
«Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.»
S. Mateo 4:4 RVR1960
Tenemos una manera de pensar muy terrenal y funcionamos igual que el mundo.
Queremos todas las bendiciones y todo el fruto pero no prestamos atención.
«Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.»
Salmos 37:4 RVR1960
Deleitarse en este salmo es la misma palabra que en el salmo 1:1-2
«Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de
pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de
Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no
cae; Y todo lo que hace, prosperará.»
Salmos 1:1-3 RVR1960
Si queremos el versículo 3 tenemos que vivir el 1. Mucha gente quiere el 3 sin los
demás. Pero es una condición y es garantizado.
Por eso tenemos que vivir por toda la palabra que sale de la boca de Dios.
En hebreo significa “inclinarse a Él “. En todo lo que haces estás inclinado a Él.
Si estás inclinada a tus problemas, o temores, no ocurre.
Es necesario que aprendamos a vivir de todas las palabras. Se nos olvida lo que
dicen las escrituras, los sermones del pastor, las profecías, etc.
Tenemos que aplicar todas las palabras, no es opcional. Si lo hacemos vivimos
teniendo acuerdo a ello y el reino De Dios te va a apoyar completamente y vemos el
reino De Dios manifestándose en nuestras vidas. Porque el reino es muy práctico y
tenemos que aprender a vivirlo práctico.
Un problema es la percepción humana y la percepción celestial.
Tenemos el gran temor de si me equivoco, pero no pasa nada. De alguna forma se
arregla. Siempre que lo hagamos con amor y hay gracia. Si cometer errores fuera un
problema para Dios no estaría aquí.
Pedro como cometía muchos errores conoció a Jesús de una forma diferente. Conoció
la misericordia, amabilidad, el perdón, la restauración. Y confiaba en Jesús de una
forma diferente, porque fue el único que caminó en el agua. Pedro, el que cometía
los errores, fue la punta de lanza del avivamiento del libro de Hechos. El no busca
perfeccionismo, busca corazones sinceros que le quieren servir.

No todas las ideas que tenemos son De Dios, hay que discernir la fuente, porque
muchas veces son de Satanás que quiere echar a perder los planes De Dios. Jesús le
dijo a Pedro apártate de mí Satanás, porque no procesas con percepción celestial
sino humana, de acuerdo a lo que es importante para el hombre y no para Dios. Esta
es la diferencia en estas dos perfecciones. La humana siempre busca razones para
comprender por qué Dios está haciendo las cosas. Jesús dijo que esto es una trampa
mortífera, lo que el diablo usa para robarnos, para destruir. Porque la fe no fluye
a través de entendimiento y con la fe funciona el reino De Dios. Y la fe solo vive
y crece en el entendimiento celestial.
Tenemos que tener mucho discernimiento para saber qué percepción estamos usando. La
humana dice para creerte tengo que confiar en ti y para confiar tengo que
entenderte. La percepción celestial no requiere entendimiento. En la percepción
celestial confiamos y creemos por quien es Él, y porque conocemos su corazón, que
es bueno. Cuando vivimos en el lugar que necesitamos entender y explicar lo que
Dios está haciendo estamos en la percepción humana. Muchas veces este es el
problema que tenemos. La celestial no se encuentra en lo que sentimos, en las
emociones, es en el Espíritu. Es el lugar donde dices no me gusta pero es bueno, y
puedo confiar en ti y aquí es donde el reino se mueve. La necesidad del porqué
desaparece.

Tenemos que vivir de acuerdo a Mt 4:4. Pensamos que si entendemos podremos tener fe
y paz, pero eso no es verdad.

«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis


caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.»
Isaías 55:8-9 RVR1960

La percepción celestial es el lugar donde confiamos en la soberanía De Dios.


Tenemos que encontrar esta percepción divina para navegar nuestra vida cristiana y
ver el reino De Dios en la tierra como en el cielo.
Jesús en Getsemaní lo hizo porque el Padre lo dijo. Ahí es donde recibes el
cumplimiento de tus promesas, de las profecías. Esto sucede en la percepción
celestial.

Pero cuando Dios nos habla empezamos a procesarlo en nuestra percepción humana. Y
queremos razonarlo todo. Y nos asociamos con el devorador y perdemos lo que Dios
nos quiere dar. Los que entren en la percepción celestial se podrán asociar con el
Cielo y con la trinidad. Y Dios tiene el propósito de cumplir cosas más grandes. Y
vemos el poder De Dios y las cosas más grandes y más grandes. Y el reino De Dios
levantándose dentro de nosotros. La mayoría de la gente vive con el Dios que era, y
el que va a venir. El que mañana lo hará, pero tenemos que aprender esto hoy para
que lo haga hoy.

Confundimos la paz de Dios con la paz del alma y las emociones, pero la paz de Dios
es en el espíritu. Cuando entra la paz de Dios sabes que todo va a estar bien.
Necesitamos salir de la percepción humana para recibir La Paz De Dios. La
percepción celestial es la que nos da la plenitud del reino.
Él quiere cumplir todas sus promesas y aumentará su porción en esta casa y en
nosotros, y estar en lugar donde se ve la plenitud del Dios que tenemos, para el
reino y para el mundo, para que vean que Dios está vivo.
Él es el mismo de ayer y para todos igual.
Creerle a Dios es una elección. Lo que él hace no siempre refleja lo que él es,
porque a veces pasamos por situaciones que aparentan que no son buenas para
nosotros.
Muchas veces el cumplimiento de sus promesas llevan una trayectoria que no tiene
sentido y parece destructiva y nos desilusiona, como José. Su percepción humana
pudo haberle destruido pero vivió en la celestial, pero recibió un rompimiento
porque estaba en santidad.
Jesús vivió en la tierra en su humanidad, pero no en percepción humana, y contestó
con la palabra. La tentación tiene victoria cuando vivimos en percepción humana,
ataduras, adicciones, pecado, etc. Cuando entramos en percepción celestial entramos
en Libertad. Todos lo podemos hacer porque tenemos la Biblia, promesas, profecías y
al Espíritu Santo.
Jose vivía en salmo 1:3. Dio fruto en todas sus temporadas, nada se perdió de las
palabras y prosperó en todo. Meditando en las promesas De Dios y vivió inclinado.
Él se deleitaba en el Señor y Él le concedió. Y al final, como vivió en percepción
celestial, tuvo su última victoria dando gracia a sus hermanos cuando murió su
padre.

Miércoles 15 de enero
La temporada ha cambiado. Cnt 2:11-13
«Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han
mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro
país se ha oído la voz de la tórtola.»
Cantares 2:11-12 RVR1960
Estamos entrando en la época de más fruto del reino en su totalidad. Por todo el
planeta. Ha pasado por el invierno más largo, espiritual y emocional. El Señor ha
estado cambiando y reorganizando por todo lados. Está ocurriendo en el reino porque
es de suma importancia ser fructíferos y dar una cosecha.
2 principios del reino: la poda y la prueba.
La perspectiva humana dice que estas dos cosas son malas, pero en la celestial es
algo sorprendente y genial. Tenemos que alegrarnos cuando esto ocurre. Y está
ocurriendo ahora mismo y seguirá.
Cada pámpano que está conectado a mí, mi Padre lo podará para dar más fruto. Si no
será cortado y quemado.
Cuando somos fructíferos demostramos que somos sus discípulos y dará gloria al
Padre.
Estamos en un tiempo en que la poda es muy importante. Los ministerios, individuos,
y todo lo que tenemos está siendo probado. Tenemos que entender la perspectiva
celestial de lo que está ocurriendo.
Cuando cambiamos de estación el cambio es muy incomodo. No hay nada más difícil
para nosotros que atravesar los cambios. Lo queremos pero luchamos contra él,
porque tenemos un mecanismo de supervivencia. La búsqueda de comodidad nos lleva a
tomar medidas desesperadas. Es la razón de las adiciones. Trae esclavitud
emocional. Y si no se encuentra esa comodidad es la causa principal de suicidio.
Porque el cambio es traumático. Estar familiarizado es una de las fuentes más
importantes de comodidad. Cuando Dios trae una temporada nueva, el hueco entre las
dos estaciones es donde se encuentra la mayor cantidad de bajas. Tenemos que
aprender a navegar en ese hueco porque la incomodidad está presente.
El pueblo de Israel pasó eso y empezaron a mirar atrás. Extrañaban las cebollas
aunque tenían el maná.
«No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He
aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez
abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.»
Isaías 43:18-19 RVR1960
El problema es que la mayoría de la gente no percibe lo nuevo porque seguimos
apegados al pasado. Nos perdemos lo que Dios está haciendo hoy y no entramos en lo
nuevo. Como la esposa de Lot, miro atrás y se quedó atascada. En la perspectiva
humana el pasado es muy importante, porque lo has vivido. El pasado no es siempre
una cosa mala. No podemos percibir el cambio que Dios traiga. Pero si lo recibimos
nos va a aumentar. Nos lleva de gloria en gloria. En reino está avanza
constantemente y va a avanzar con o sin nosotros. Nos conviene ir con él y dejar
que el pasado se convierta en un recuerdo. El hoy es transición, no es permanente,
es el puente entre ayer y mañana. No tendríamos que estar tan apegados porque se
está moviendo. Hay nuevos comienzos cada día.
El pasado a veces nos deja en un desierto. Puedes quedarte ahí o abrazar lo nuevo.
A lo mejor no toda tu vida está en un desierto, pero sí algunas áreas. La promesa
es que si nos aferramos a lo nuevo Dios va a traer ríos a esas tierras secas. Dios
promete que va a hacer todo fructífero y nuevo y eso viene con el cambio. Tenemos
que saber navegar bien a través de la transición.
Dios ya ha empezado esta estación de fruto, está ahora. Hay que prestar atención al
ahora. Tenemos que evolucionar con el reino, porque se está moviendo, está
avanzando, y lo tenemos ahora pero no nos gusta.
Tenemos la respuesta a la incomodidad. Tenemos la necesidad de comodidad porque el
Señor nos ha creado así, para necesitar al Espíritu Santo.
Hay que seguir sin mirar atrás, poner la mano en el arado y no mirar atrás.
Cuando viene un cambio es porque está trayendo algo nuevo, y lo nuevo ya ha
empezado.
La poda nos lleva a dar mucho fruto.
Es fácil para nosotros tener identidad a través de las bendiciones que Dios nos da.
Las cosas que tienen que dar gloria a Dios también queremos recibir un poco de
ello. Dios no pide permitir cuando nos poda. El problema con la poda es que ocurre
cuando lo estás haciendo todo bien, cuando eres fructífero y fiel. Y nos
desilusionamos y frustramos porque no tenemos los ojos del agricultor. Cuando nos
poda es una inversión personal que hace en nuestra vida, iglesia, negocio, etc. Es
una cosa personal para Él. Y nos poda porque está complacido y le interesa. Debemos
entenderlo. Tenemos que aprender a confiar en el labrador. Sin la poda la planta
llega a su máximo potencial. Es el corazón del Padre. Nos da dones, un matrimonio,
un trabajo para ser fructífero. Pero quiere que tenga longevidad. Él sabe todo lo
que tenemos en el interior y quiere que demos el fruto de cada semilla que tenemos
en nuestro interior. Quiere que lo tengamos todo, no solo un poco. La poda es la
que hace que esto salga a la luz. El diablo no poda, la poda viene del padre. Desde
la perspectiva del cielo es bueno, pero desde la humana es preocupante.
Tenemos que aprender a celebrar la poda porque eso significa que Dios se agrada de
ti.
Dios jamás se rinde aunque nos rindamos.
4 principios que tenemos que tener:
Relájate, confía, créeme y espera.
Pero Dios está liberando una aceleración. Es un labrador sobrenatural y somos
pámpanos naturales conectados a un labrador sobrenatural.
No luches con el labrador cuando está podando porque si no podará más.
Cuando recibes el fruto de la poda dejas de vanagloriarte del primer fruto y
admiras al labrador.
El fruto que viene después de la poda va a ser la demostración de que sois mis
discípulos y el propósito es traer gran gloria al Padre.
El proceso puede hacer que no disfrutemos de los ríos en el desierto.
Él no quiere que ni una sola semilla se muera, no permitas que se mueran, confía.
La condición es: olvida el pasado, no seas la esposa de Lot. Si tienes un desierto
en tu vida puedes salir, perecemos a causa de falta de conocimiento. Podemos vivir
sin tierra seca y árida en nuestra vida.

Jueves 16 de enero
Estamos viviendo en los tiempos más difíciles y se va a poner peor. Jesús dijo que
tendríamos tribulaciones y a veces nos sorprendemos cuando sucede. Y aunque no lo
parezca todo está bien.
En estos tiempos la mandad va a aumentar y es muy fácil olvidarse de proteger el
corazón. Todavía vivimos influenciados por el espíritu del mundo y actuamos como
los del mundo. No nos gusta cambiar y muchas veces la única diferencia con los del
mundo es que unos van al Cielo y otros al infierno. «Por tanto, nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso
y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante,»
Hebreos 12:1 RVR1960
Cuando corremos tenemos que tener cuidado, no es fácil. Tenemos que aprender a
hacernos livianos. Corramos con la intención de ganar el premio. Hemos aprendido a
dejarle la responsabilidad a Dios de que tiene que arreglar todo entonces no
tenemos propósito. Nos levantamos esperando ver qué hace Dios hoy y perdemos un
montón de tiempo. Nosotros corremos por el premio eterno, que es Jesús al final de
la carrera. Y tenemos que poner nuestra mirada en eso.
«puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.»
Hebreos 12:2 RVR1960
Cuando Jesús fue a la Cruz lo hizo mirando el gozo que tenía delante. Corrió su
carrera con sus ojos en nosotros y nos pide que corramos la nuestra mirándole a él,
y solo se hace por amor. La motivación tiene que ser el amor para correr sin parar.
Tenemos que correr la carrera sin la necesidad si me bendice o no porque le tengo a
él. Tenemos que aprender a guardar nuestro corazón, porque muchos caen y abandonan
la carrera. La tentación de dejarla es muy grande porque no hay propósito. Guardar
el corazón y mantenerlo puro. La iglesia hiere mucho porque si el corazón no está
sano lo que sale es malo. No podemos dejar que esas cosas que nos suceden se
convierta en el peso que nos va a detener, o en piedras de tropiezo. Porque es
donde el diablo pone su diana. Si aprendemos a guardar el corazón nos tratamos
diferente, ni nos vamos a criticar tanto, ni con ese espíritu territorial, que es
el enemigo más grande del avivamiento. Este espíritu divide matrimonios, iglesias,
familias.
Guarda tu corazón sobre todo. Tu corazón es lo que hace que tomes las decisiones
que tomas, no la verdad que sabes. De la abundancia del corazón habla la boca.
Como aprendemos a vivir sin propósito en la carrera porque no tenemos esa
mentalidad y no ponemos atención en las cosas que decimos o cómo reaccionamos y lo
que hacemos automáticamente. Las reacciones vienen de las emociones. Y aquí es
donde cometemos tantos problemas y nos llenamos de peso.
Tenemos que aprender a gestionar el corazón bien (mayordomía). Es un trabajo de
minuto a minuto. «Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi
lengua es pluma de escribiente muy ligero.»
Salmos 45:1 RVR1960
Muchos temas hay en tu corazón, pero cuál es el que rebosa? Porque ese es el que
sale y el que constantemente le das a Dios. Si son quejas, le das quejas. Si es
gratitud, le das gratitud. Y también a los demás. Tenemos que tener cuidado de qué
estamos dando.

En el huerto él puso dos árboles, y dio instrucciones de comer del de la vida y no


comer del de conocimiento del bien y del mal. Y no dio detalles porque sus
pensamientos son más altos y no los entendemos. Estos dos árboles nunca han
desaparecido y siempre estamos a la sombra de uno de los dos.
Pasamos la mayoría del tiempo bajo el del conocimiento del bien y del mal.
El árbol de la vida es el árbol de justicia divina, el otro es de justicia humana.
La justicia humana divide lo que es bueno o malo, justo o injusto. Es el lugar
donde juzgamos, criticamos, condenamos, destruimos, fomentado por el orgullo,
tenemos que ganar, tener la razón. Tiene hojas que caen y tienen fruto. El fruto de
este árbol sabe bien al paladar y se siente bien. Pero cuando lo ingieres se pone
amargo por dentro, pero no desparece. Y lo vomitamos. Este árbol es muy popular, el
mundo está ahí y la mayoría de nosotros estamos ahí. Vamos por reacción. Porque la
principal cosa que nos lleva ahí es la ofensa. La ofensa es un cáncer espiritual
que destruye todo. Toma 16 segundo en que una ofensa penetra en el ser interior y
sin el Espíritu Santo nunca sale. Por eso tenemos que proteger el corazón porque
está por todos lados en el mundo.
Como cristianos nos ofendemos a cada rato y vivimos bajo ese árbol.
Cuando nos ofendemos siempre queremos apoyo, que alguien esté de acuerdo con
nosotros. Y en ese árbol hay apoyo siempre. Hay comunión con la serpiente. Y a la
serpiente le gusta disfrazarse como si fuera Dios quien te apoya. Y muchas veces
creemos que estamos bien. Pero Dios nunca participa en chisme, crítica y ofensa.
Dios nunca toma venganza contra sus hijos aunque se porten mal.
El otro árbol, el de la justicia De Dios. Es el árbol del perdón, misericordia,
paz, más oportunidades, donde perdonamos 70x7, de resurrección, de sanidad, y fluye
a través de humildad. Las hojas y el fruto cuando lo tomas no sabe bien, pero
cuando lo ingieres trae vida por dentro. Y se repite el sabor y con el tiempo te
sale por los poros. Pero este árbol está muy vacío, no hay mucha gente. Es aquí
donde hay comunión con la trinidad. Ellos viven en el árbol de la vida.
Y lo que la serpiente trata de hacer aún es separarnos a Dios y nosotros. Y en el
árbol malo se empieza a destruir el corazón. En el árbol de la vida el corazón es
protegido y es muy importante para nosotros aprender a vivir bajo este árbol.
El camino al árbol de la vida es: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo
que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto
pensad.»
Filipenses 4:8 RVR1960
Fija tus pensamientos intencionalmente. Piensa en esas cosas.
Cualquier cosa que tenga que ver con iniquidad bloquea las oraciones, critica,
queja, falta de perdón, etc. Por eso tenemos que aprender a guardar nuestro
corazón, porque si no no escucha nuestras oraciones porque Él es santo. Esas
oraciones traen respuesta, cuando no hay iniquidad.

Viernes 17 de enero
Dios está levantando a todo su pueblo, no solo a los ungidos. El destino que nos ha
dado es sorprendente. Estamos viviendo los días en los que el reino De Dios se está
moviendo sin límites. Gente ordinaria vive cosas grandes. Son tantos yugos puestos
en la gente De Dios a lo largo de los años, pero Jesús dijo que su yugo es fácil.
El evangelio no es complicado. El Señor se deleita en darnos el reino a todos. Hay
un yugo liviano y no hay que tener culpabilidad. «Creedme que yo soy en el Padre, y
el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.»
S. Juan 14:11 RVR1960
El mundo ha oído todo lo que puede oír y la iglesia también, ahora toca ver las
obras del Padre. Es muy importante que los ojos puedan ver lo sobrenatural,
milagros, prodigios. «De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras
que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y
todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis,
guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros.»
S. Juan 14:12-17 RVR1960
Si creemos esto es posible para todos nosotros. Pero muy pocos llegan ahí. Jesús no
hizo nada en la tierra como Dios, lo hizo como humano. Empoderado por el Espíritu
Santo. Necesitaba la ayuda del Cielo como nosotros la necesitamos. Necesitaba ser
lleno del Espíritu. Cada milagro que hizo fue por el poder del Espíritu Santo. Y
podemos hacer lo mismo que Jesús y si le creemos a él esto es maravilloso y podemos
participar en la demostración del poder De Dios. No son unciones es el Espíritu
Santo. Lo que Dios busca de nosotros es que estemos dispuestos y disponibles. Lo
único que necesitamos es más Espíritu Santo. La mayoría del pueblo está funcionando
con vapores del Espíritu pero no con la llenura. Tenemos la mentalidad que somos
bautizados por el Espíritu y hablamos lenguas y ya está. El problema es que la
llenura la vamos usando para vivir, sobrevivir, ministrar y no la llenamos.
Necesitamos dos porciones diarias del Espíritu Santo. Una es para vivir y
sobrevivir, para tener paz, portarme bien, para sabiduría, etc. Y si tenemos que
ministrar usamos la porción que necesitamos para vivir entonces luego no voy a
tener más y viene desánimo. Y lo que estoy dando no es tan poderoso porque no está
rebosando. Y aprendemos a vivir nuestra vida así.
Por eso nos falta tanta abundancia del reino.
Es muy fácil de arreglar. El Espíritu Santo es poderoso, el es Dios, no es mini
Dios, y es un poder incomparable. Tan fuerte que no hay huracán que se puede
comparar. Pero a veces está dolido, triste, porque es un súper león en una jaula.
Tenemos que llegar al punto que él sea quien quiere ser y se divierta. Ese poder es
el que nos va a llevar y hacer las cosas que hizo Jesús. Es la medida del Espíritu
Santo lo que necesitamos que aumente en nuestras vidas. Tiene un deseo muy grande
de poder explotar. «Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste
tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.»
Jueces 6:34 RVR1960
Cuando el Espíritu Santo le cayó a Gedeón aquí es una medida diferente a lo que
estamos acostumbrados. El original dice que el Espíritu Santo se puso a Gedeón como
una vestidura. Gedeón fue como el guante para el Espíritu Santo. Y esa medida es
cuando el viene y él te usa, él lo hace. Es ver al Espíritu Santo en acción . Fue
lo mismo que le sucedió a Sansón. El mismo cuando Saúl profetizó con los profetas.
Es cuando él lo hace él mismo. Es diferente cuando una persona con el don profetiza
a cuando lo hace el Espíritu Santo. Es otro nivel. Hay más que la unción, es el
Espíritu Santo en acción.
El Espíritu Santo usando a gente ordinaria para hacer cosas extraordinarias.
Vamos a recibir impartición de hambre y avivamiento para hacer las obras del Padre.
Un problema que tenemos es que estamos acostumbrados a limitarnos. «Porque el que
Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.»
S. Juan 3:34 RVR1960
Tenemos medidas del Espíritu Santo, pero hay un límite. Y siempre nos fijamos en el
límite. Pero Dios dio a Jesús el Espíritu sin medida. Y tenemos acceso al Espíritu
sin medida a través de Jesús. Así nadie puede vanagloriarse. En Hechos ministraban
con el Espíritu sin medida. Todo era sin medida, milagros, recursos, profecía.
«Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios
poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.»
Hechos 17:28 RVR1960
Ésta es la clave, cuando entras en unidad con él. Tenemos que entrar a este lugar
de intimidad y aprender a ser uno con Él, para poder movernos en esa parte del
Espíritu sin medida.
Pero estamos muy acostumbrados a buscar las razones por las que no puede ser. Pero
si nos disponemos cuando hay una necesidad podemos ver la gloria De Dios. Pero
siempre nos fijamos en lo que no tenemos y en el coste y esto va a bloquear el
poder del Espíritu que queremos. Y lo que hay que hacer es ver lo que hay
disponible, aunque no sea casi nada. Porque si se lo damos al que tiene al Espíritu
sin medida todo puede ocurrir. ¿Qué tienes? Pero hay que hacerlo con el, no con el
don o la unción.
¿Cómo nos llenamos del Espíritu Santo todos los días estemos donde estemos? «No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu,»
Efesios 5:18 RVR1960
Los discípulos en Hechos constantemente eran llenados del Espíritu Santo y con
gozo. No fue solo pentecostés. Ellos se seguían llenando. Un más adelante tuvieron
una manifestación igual de poderosa que en pentecostés. No se conformaron y seguían
siendo constantemente llenos y fluía el poder De Dios. Necesitaban el Espíritu
Santo y a la vez lo daban constantemente.
Cosas que podemos hacer durante el día:
«hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones;»
Efesios 5:19 RVR1960
Con alabanza y adoración estás siendo lleno del Espíritu Santo.
Tratándose el uno al otro de una manera que da adoración a Dios. Cada vez que lo
haces, recibes.
Si quieres el Espíritu Santo lo puedes recibir todo el día.
«Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de
escribiente muy ligero.»
Salmos 45:1 RVR1960
El tema que rebosa es el más importante porque es el que damos y es importante que
sea agradable al Señor y así te llena del Espíritu Santo.
Y dándole gracias al Padre a través de Jesús. El agradecimiento te llena del
Espíritu Santo, a la gente y a Él. Es una forma grandísima que te llena.
Hablando en lenguas puedes recibir constantemente. Que no pase más de 45 minutos
sin hablar en lenguas, aunque sea con la mente.
La palabra De Dios estúdiala y óyela y te llena del Espíritu Santo.
Compartiendo con cristianos, no dejes de ir a la iglesia. La comunión con otros.
Orar juntos es importantísimo. Si queremos avivamiento debemos orar juntos, oración
corporal y hace que el Espíritu Santo se manifieste especialmente para liberación,
avivamiento, milagros.

Sábado 18 de enero
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.»
Jeremías 29:11 RVR1960
No estamos solos y es fácil pensar que cuando las cosas no salen que es porque Dios
se ha olvidado de nosotros y que estamos solos pasando por esas cosas. Pero lo
sintamos o no lo sintamos no estamos solos, estamos con 3 personas maravillosas.
Tenemos un adversario que es apto para el desafío y tiene dominio en el mundo pero
no en nosotros. Y no tenemos que vivir como el mundo derrotados, preocupados. Y
continuamos con esa mentalidad de que estamos solos y que el diablo puede hacer
cosas y le damos poder. Le respetamos mucho. El diablo quiere que pensemos que
estamos solos.
Tenemos que aprender a vivir en estas realidades, que no estamos solos, porque esto
cambia la atmósfera espiritual en la que vivimos.
Dios tiene todo planeado desde un principio y se están ejecutando sus planes. Sus
planes son buenos y no los cambia pase lo que pase. Su intención y deseo es
bendecirnos y prosperarnos.
Vivimos en un mundo que hay muchas limitaciones. Y tenemos una mentalidad de
limitaciones y se lo proyectamos a Dios. No tenemos la revelación en la mente. Nos
cuesta todo y todo es difícil. Formamos una idea de quiénes somos en base a las
limitaciones que tenemos.
Cuando nos creó hizo un plan que no calza con este mundo y hay que descubrir los
planes que Dios tiene para nosotros. Una cosa es en lo que te han educado y otra es
para lo que te crearon. Tenemos que ver el más que Dios tiene es lo que ha
planeado.
Dios nos habla directamente o a través de profecías y es a través de Jr 29:11.
Nos quedamos pillados en lo que hemos visto y vivido y tenemos que estar dispuestos
a romper la caja. A Él no se le puede meter en una caja, está fuera de todo eso.
Sus planes están fuera de la caja. Pero no es fácil romper y salir de la caja
porque las cajas son cómodas. Pero cuando Dios habla viene a romper la caja.
Sus planes son de castigarte. Nos disciplina de una forma amorosa y nos protege
sobre todas las cosas. Tenemos que creer las promesas De Dios.
Para tener éxito hay que salir de la caja. La caja no puede contener las promesas.
Las promesas están vivas porque Él está vivo. Él de verdad te lo quiere dar pero
tenemos asociarnos con el Cielo y cualquier cosa puede ocurrir. La mejor forma de
saber que hay más es ver a alguien que se sale de la caja y nos provoca a salir.
Como cristianos tenemos que ser los que rompamos cajas para inspirar a otros. Para
que el mundo pueda ver que en nuestra esfera hay más. Cada profecía es para
desplegar su fama, para que el mundo pueda ver quién es y que la iglesia lo vea y
crezca.
Como cristianos ejemplificamos el reino del Padre a los demás. ¿Qué están viendo en
nuestras vidas? Tenemos que ser aquellos que se arriesgan.
Creerlo es responsabilidad nuestra, de nadie más. No ponemos nuestros ojos en la
promesa, si no en quien dio la promesa. Ponemos nuestra fe en Él.
«Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto
(siendo de casi cien años ), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó,
por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria
a Dios,»
Romanos 4:19-20 RVR1960
«Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del
mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.»
Santiago 1:6 RVR1960
Podemos permanecer como Abraham. Hay que hacer todo lo posible que tengamos a mano
para prepararnos y el resto depende De Dios.
La evidencia de que la caja se ha roto molesta a mucha gente, especialmente a los
portadores de cajas.
No hay caja que pueda detener a Dios si creemos.
Estamos viviendo días de aceleración. Hay una aceleración porque nuestro Señor
vuelve. Y va a cumplirlo todo si nos asociamos con Él y si creemos sin mirar ni a
izquierda ni a derecha. Ya no va a hacer falta que pasen 40 años para que se
cumplan las cosas. El tiempo ha cambiado. Su palabra no puede ser desafiada.
Nosotros lo hacemos y ese es el problema. Acuérdate de las profecías y úsalas como
arma para luchar contra los gigantes que vienen en la vida. La Biblia es lo más
poderoso, y el Espíritu Santo. Pablo dijo que utilizáramos la palabra como arma
para luchar.
No olvidemos lo que Dios ha dicho, lo que está diciendo y lo que dirá. El habla
según lo que él es, sus habilidades, su reino, su realidad mi limitada, su falta de
cajas. Por quien el verdadero Dios no puede ser colocado en ninguna caja. Su propia
presencia hace que explote. El no tiene favoritos. Tienes que tomar decisiones de
acuerdo a sus promesas.

También podría gustarte