Nerium Park - Josep Maria Miro
Nerium Park - Josep Maria Miro
Nerium Park - Josep Maria Miro
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Premio Ciutat de Manacor de teatre – Jaume Vidal i Alcover 2013
Para Papitu.
Gracias por construir urbanizaciones
y carreteras con conductores que
piden ayuda y personajes que
transitan bajo alertas de peligro.
Gracias por haberlas construido y, años
después, poder circular por ellas.
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PERSONAJES
GERARD
MARTA
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{N O V I E M B R E}
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MARTA.- No. Quería decir que ahora mismo tenemos bastante trabajo con el traslado.
No estoy para/
GERARD.- ¿Qué te pasa?
MARTA.- Nada. No me pasa nada. ¿Por qué tendría que pasarme algo?
GERARD.- ¿No estás contenta?
MARTA.- ¿Contenta? No sé. Un poco agobiada, eso es lo que estoy.
GERARD.- Pero... ¿No te hace ilusión?
MARTA.- Dicen que las tres cosas más estresantes en la vida son un traslado, una
ruptura y un cambio de trabajo.
GERARD.- Tenemos trabajo.
MARTA.- Sí.
GERARD.- No me vas a dejar, ¿verdad?
MARTA.- No, de momento/
GERARD.- ¿De momento?
MARTA.- De momento, no.
GERARD.- Qué bien... (Pausa.) ¿Entonces?
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- Un traslado, sí. Una de tres. En una semana lo tendremos listo.
MARTA.- Ya.
GERARD.- Entonces, ¿qué?
MARTA.- Los cambios/
GERARD.- ¿No estás contenta con este piso?
MARTA.- Sí... Supongo que sí.
GERARD.- ¿Supones?
MARTA.- Sí.
GERARD.- El antiguo piso/
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- Humedades, ruido, los vecinos, no teníamos espacio y estábamos hasta las
narices de pagar el alquiler. ¿Continúo con la lista?
MARTA.- Ya.
GERARD.- Piso nuevo, en las afueras, tranquilo, soleado, el doble del piso que
teníamos... Nuestro...
MARTA.- Treinta años para pagarlo.
GERARD.- Joder... Cuando te pones así ...
MARTA.- Estoy contenta, Gerard, de verdad que lo estoy.
GERARD.- Nadie lo diría.
MARTA.- Ya sabes que/
GERARD.- Que te ahogas en un vaso de agua.
MARTA.- Los cambios...
GERARD.- Es un cambio a mejor.
MARTA.- Supongo.
GERARD.- ¿Supones?
MARTA.- Los cambios... me asustan.
GERARD.- ¿Qué te asusta?
MARTA.- Ya lo sé... Tienes razón... Ya lo sabes. Cualquier cambio, aunque sea bueno.
Me pasa algo bueno y no puedo dejar de pensar que si todo va tan bien es porque algo
acabará torciéndose.
GERARD.- Es que parece que quieres que pase.
MARTA.- No. Claro que no.
GERARD.- Cuando te pones así/
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MARTA.- Lo siento. (Pausa. Le mira con ternura. Sonríe.) Me encanta este piso.
GERARD.- Hace un momento no lo parecía.
MARTA.- Sólo pienso que el otro estaba bien.
Pausa.
Se ríen.
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GERARD.- Somos los primeros. ¿No querrás que seamos los únicos en toda la
urbanización?
MARTA.- (Sonríe.) ¿Por qué no? Tendríamos la piscina para nosotros solos.
118
{D I C I E M B R E}
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GERARD.- Ah...
MARTA.- Gerard...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- ¿Me escuchas?
GERARD.- Sí, pero/
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- Nada. Vas cambiando de tema.
MARTA.- ¿Yo?
GERARD.-Sí.
MARTA.- Parece que estás en otra parte.
GERARD.- Claro...
MARTA.- ¿Claro? ¿Estás ahí?
GERARD.- Sí, sí...
MARTA.- ¿Dónde tienes la cabeza?
GERARD.- En el trabajo y/
MARTA.- ¿Por qué?
GERARD.- /Y en algo extraño que me acaba de pasar en la carretera.
MARTA.- ¿En la carretera?
GERARD.- Ahora, cuando volvía, en la carretera ha pasado algo...
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- (Después de pensárselo unos segundos.) Nada.
MARTA.- ¿Qué ha pasado?
GERARD.- Nada, una tontería.
MARTA.- ¿Me lo cuentas, o no?
GERARD.- Quizás no ha pasado nada.
MARTA.- ¿En qué quedamos?
Pausa.
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GERARD.- Si le pasara algo no estaría riéndose... Los brazos los movería de otra
manera... No sé... No, no pedía ayuda. Diría que me ha saludado.
MARTA.- Qué extraño.
GERARD.- Reduje la velocidad y paré el coche.
MARTA.- ¿Por qué lo hiciste?
GERARD.- Miré por el retrovisor. Lo primero que pensé también era que quizás le
pasaba algo.
MARTA.- ¿Pero has bajado del coche?
Pausa.
GERARD.- No... Di la vuelta. Ya sabes que por esta carretera no pasan demasiados
coches. Ha sido un momento. He girado, he ido más despacio, y he dado la vuelta a la
rotonda, pero nada... Ni rastro.
MARTA.- No se te ocurra subir a nadie en el coche.
GERARD.- Es imposible que haya tenido tiempo de volver al arcén o... pero... No lo he
visto por ninguna parte.
MARTA.- Te estoy diciendo que no se te ocurra/
GERARD.- Es extraño.
MARTA.- Y menos cuando está oscuro.
GERARD.- ¿Y si hubiera necesitado algo?
MARTA.- Dices que parecía que no le pasaba nada.
GERARD.- Me sonreía.
MARTA.- No me deberías contar estas cosas.
GERARD.- Pero si/
MARTA.- Ahora cada vez que pase por allí/
GERARD.- Si la mayoría de días volvemos juntos.
MARTA.- Hay muchos días que no.
GERARD.- Dos días a la semana.
MARTA.- A veces tres. Ya son más de la mitad.
GERARD.- Quizás me lo he imaginado.
MARTA.- Ahora seré yo la que se lo imagine cada vez que pase.
GERARD.- Es que era imposible/
MARTA.- ¿Y no has visto ningún coche aparcado en algún sitio?
GERARD.- No.
MARTA.- Pues/
GERARD.- No, no... Seguro que no.
MARTA.- Cuando sales de la autopista y coges esta carretera... Este lugar es tan...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Inhóspito.
GERARD.- Desde que dejas la autopista hasta aquí son apenas diez minutos. Es un
momento.
MARTA.- No pasa nadie y ahora encima me dices...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Que me puede salir un hombre del arcén saludando: “¡Hola! ¿Qué tal?”
GERARD.- (Se ríe.) Quizás me lo he imaginado.
MARTA.- ¡No me digas ahora que te lo has imaginado!
GERARD.- Podría ser.
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MARTA.- Lo haces para no asustarme.
GERARD.- En cualquier caso no debía de ser nada malo.
Pausa.
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GERARD.- ¡Joder! Justo lo que necesitaba oír... ¡Siempre tan optimista!
MARTA.- Sólo he dicho/
GERARD.- Que podrían prescindir de mí.
MARTA.- Que nadie es imprescindible. No es exactamente lo mismo. Sé de lo que
hablo.
GERARD.- Claro: la jefa de recursos humanos.
MARTA.- Pues sí, es mi trabajo y estoy acostumbrada/
GERARD.- Sólo somos dos en toda la empresa los que hacemos este trabajo. Es más
fácil que se carguen/
MARTA.- Tienes razón.
GERARD.- /A algún administrativo, informáticos/
MARTA.- No estoy segura.
GERARD.- /Yo que sé... pero no, creo que a mí no/
MARTA.- No tendría que haberlo dicho. Ha sido un comentario... desafortunado...
(Pausa.) ¿Y cuándo lo sabréis?
GERARD.- Este mes. Por eso venía preocupado, dándole vueltas.
MARTA.- Pero de ahí a imaginar a alguien...
GERARD.- Es por encontrar una explicación.
MARTA.- Ya...
Pausa larga.
123
{E N E R O}
124
Pausa.
MARTA.- (Dejando los informes con los que estaba trabajando.) ¿Estás enfadado o
quieres que salgamos?
GERARD.- ¿Por qué lo dices?
MARTA.- No sé... Te has encerrado en la habitación, con el ordenador y ahora sales
con esto del cine.
GERARD.- Sí.
MARTA.- Ya... Como si nada.
GERARD.- Es que no lo entiendo.
MARTA.- ¿Qué es lo que no entiendes?
GERARD.- Por qué te has puesto de esa manera.
MARTA.- ¿De qué manera?
GERARD.- ¿De qué manera?
MARTA.- Sí. (Pausa.) Es que es/
GERARD.- ¿Lo ves?
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- Ya está. Es que lo estoy viendo. Ya sé lo que me dirás. No quiero volver a
empezar.
MARTA.- ¿Y qué hacemos?
GERARD.- No sé.
MARTA.- ¿Vamos al cine y lo dejamos?
GERARD.- No es eso.
MARTA.- Es que no es para tomárselo a la ligera.
GERARD.- ¿Crees que no lo sé?
MARTA.- Sí, pero/
GERARD.- No entiendo por qué no quieres ni oír hablar de ello.
MARTA.- No es eso.
GERARD.- ¿No?
MARTA.- No.
GERARD.- ¿Qué te asusta? (Pausa.) ¿Qué te asusta, ahora?
MARTA.- ¿Por qué dices "ahora"?
GERARD.- Porque siempre hay algo.
MARTA.- ¿"Siempre"?
GERARD.- Sí.
Pausa.
Pausa larga.
125
MARTA.- Ya llevamos tres meses aquí.
GERARD.- Sí, ¿y qué?
MARTA.- Estoy intranquila.
GERARD.- ¿Qué quieres decir?
MARTA.- Últimamente me están poniendo reuniones a última hora y siempre llego
tarde. Cuando vuelvo ya está oscuro.
GERARD.- No sé qué tiene que ver con/
MARTA.- Cuando llego con el coche, veo las luces de la calle encendidas, pero ninguna
en los pisos... Parece un desierto. Perfecto, pero un desierto. Da cosa y todo.
GERARD.- Pronto crecerán los días.
MARTA.- ¿Y qué?
GERARD.- ¿Qué pasa? No has tenido un buen día. Es eso.
MARTA.- Hace días que tengo esa sensación.
GERARD.- Los venderán y esto empezará a cambiar.
MARTA.- Llevan meses sin vender ni uno. Desde que llegamos no han abierto ni una
sola tienda. Ni un bar. ¿Para qué lo van a abrir? No tiene sentido. ¡Menudo negocio!
Sólo podríamos ir nosotros dos.
GERARD.- El otro día vi a alguien de la agencia que enseñaba uno de los pisos.
MARTA.- Los enseñan, pero no venden ni uno. Y cada vez los enseñan a menos gente.
Las obras se han paralizado. Al menos antes había albañiles. Ahora, ni eso.
GERARD.- No hagas/
MARTA.- ¿Cómo quieres que me plantee/
GERARD.- Marta...
MARTA.- En lugar de plantearnos tener hijos, lo que deberíamos hacer es pensar en
vender este piso.
Pausa.
GERARD.- ¿Venderlo?
MARTA.- Sí.
GERARD.- Pensaba/
MARTA.- No...
GERARD.- Si apenas nos hemos instalado hace.../
MARTA.- Sí.
GERARD.- /...Hace nada.
MARTA.- Sí.
GERARD.- Insististe en que no querías vivir en el centro. En la ciudad.
MARTA.- Sí.
GERARD.- Insististe en que teníamos que comprarnos un piso aquí.
MARTA.- Sí.
GERARD.- Estábamos de acuerdo.
MARTA.- Ya...
GERARD.- Y ahora...
MARTA.- Te estoy diciendo...
GERARD.- Has tenido un mal día. Es eso, ¿no?
MARTA.- ¡No! Te estoy diciendo que no me gusta llegar a casa. Que me da pánico.
GERARD.- ¿"Pánico"?
126
MARTA.- Sí, pánico.
Pausa larga.
127
Pausa.
Pausa larga.
MARTA coge de nuevo los informes y vuelve a tumbarse en el sofá.
GERARD se queda unos segundos ausente.
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MARTA.- (Sonríe.) Ah...
GERARD.- ¿Qué? ¿Qué pasa?
MARTA.- Nada.
GERARD.- ¿Seguro?
MARTA.- Mmmm... Ah...
GERARD.- Me encanta cuando te pones caliente tan rápido...
129
{F E B R E R O}
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GERARD.- No había ido nunca a firmar un documento o/
MARTA.- Sí, quizá sí. Pasa mucha gente. Tampoco es tan grave que no lo haya visto
nunca o no lo haya reconocido, ¿no?
GERARD.- No. No te estaba diciendo eso.
Pausa.
MARTA.- El caso es que me ha dicho quién era y que si le echaban le estaban haciendo
una putada enorme. Que su ex mujer está en el paro desde hace más de un año, que
tienen una niña... Que no sabe cómo hará si le echan a la calle. "Si le ponemos en la
calle". Esto ha dicho. Si le echamos…
GERARD.- Pobre...
MARTA.- Es lo único que se te ocurre/
GERARD.- Debía de estar desesperado.
MARTA.- Ni que fuera yo la que me dedico a despedir a la gente...
GERARD.- Relacionaría que eres de recursos/
MARTA.- ¿Y qué?
GERARD.- Ha hecho asociación de ideas/
MARTA.- Te lo estoy contando y...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Parece que le justificas. O que me acusas.
GERARD.- No. Sólo intentaba... No. No lo hago.
Pausa.
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MARTA.- No sé... Trabajamos en la misma empresa...
GERARD.- Pero has dicho que no os conocíais.
MARTA.- Parece que eso sí lo sabía…
GERARD.- Y también quién eres.
MARTA.- Antes de irse me ha mirado fijamente a los ojos...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- "El día que seas madre, me entenderás". Eso me ha dicho.
Pausa.
Pausa larga.
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MARTA.- Haciendo lo que ha hecho...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- No se lo pone fácil.
GERARD.- ¿Qué quieres decir?
MARTA.- Que no debería haberlo hecho. Sencillamente.
GERARD.- Mierda...
Pausa.
133
Pausa.
134
{M A R Z O}
El piso a oscuras.
El equipo de música está encendido.
135
MARTA.- Se puede saber qué quiere decir/
GERARD.- ¿Qué pasa?
MARTA.- Eso me gustaría, que me contaras qué pasa.
GERARD.- Tranquila.
MARTA.- ¡La puerta estaba abierta!
GERARD.- He salido a/
MARTA.- Te vas, dejas la puerta abierta como si nada, pero/
GERARD.- Volvía ahora.
MARTA.- ¿Volvías de dónde?
GERARD.- (Yendo a cerrar la ventana.) Hace fresco.
MARTA.- Déjalo, que se ventile un poco. A ver si se va ese olor a... (Refiriéndose a los
restos de bebida y tabaco.) ¿Y esto? Al menos podrías recogerlo... Me han entrado
ganas de/
GERARD.- ¿Te encuentras bien?
MARTA.- Este olor a tabaco y cerveza...
GERARD.- Lo siento/
MARTA.- Y la música... (Donde están las cajas.) Y estas cajas, el colchón hinchable...
GERARD.- ¿La música?
MARTA.- Estaba a todo volumen.
GERARD.- Ah...
MARTA.- Me he asustado.
GERARD.- ¿De qué?
MARTA.- ¿De qué va a ser? Me encuentro la puerta abierta, la música... Todo esto
aquí. No estabas... No entiendo nada.
GERARD.- Déjalo.
MARTA.- ¿Te has bebido todo esto?
GERARD.- Marta...
MARTA.- ¿Qué coño has estado haciendo?
GERARD.- Hemos estado hablando y bebiendo un poco... Me parece que te estás
pasando... Si me escuchas....
MARTA.- ¿Tú y quién?
GERARD.- ¿Me dejas que te lo cuente? (Pausa.) Sergi/
MARTA.- ¿Qué Sergi?
GERARD.- Hace un par de días que se ha instalado aquí. Hemos ido abajo... a
enseñarle/
MARTA.- No sabía que había llegado alguien nuevo.
GERARD.- Todo esto nosotros no lo usamos y a él le haremos un favor.
MARTA.- Pero no había que dejar la puerta abierta/
GERARD.- ¿Quién querías que entrase?
MARTA.- No sé... Pero no hacía falta.
GERARD.- Era un momento y/
MARTA.- Ni dejarlo todo así.
GERARD.- Lo siento.
MARTA.- Me he asustado. Tampoco me parece tan extraño...
GERARD.- Tienes razón...
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MARTA.- Ya está. Yo también lo siento.
Pausa.
Pausa.
Pausa larga.
137
GERARD.- Pues que... No trabaja de nada.
MARTA.- ¿Qué quiere decir que no trabaja de nada?
GERARD.- Eso: no trabaja de nada.
MARTA.- ¿No trabaja de nada y se compra un piso aquí?
GERARD.- Ya...
MARTA.- No, "ya", no.
GERARD.- Eso.
MARTA.- "Eso"... ¿Qué?
GERARD.- Se ha instalado aquí, pero no... no se ha comprado ningún piso.
MARTA.- Pero... ¿Qué... ¿Qué me estás diciendo?
GERARD.- Eso.
MARTA.- ¿Es una broma?
GERARD.- No. Se ha instalado en el trastero.
MARTA.- En el trastero.
GERARD.- En uno de los cuartos para las bicicletas.
Pausa larga.
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GERARD.- Dos.
MARTA.- ¿Te acuerdas de aquel hombre que nos observaba, que apagó la luz cuando lo
vi?
GERARD.- De eso hace meses.
MARTA.- ¿Qué te hace pensar que no era él?
GERARD.- No era él. Dijiste que era en uno de los pisos/
MARTA.- Sí, ¿y qué?
GERARD.- Ni siquiera sabemos seguro si había alguien/
MARTA.- Yo lo vi/
GERARD.- Ha dicho que lleva dos días aquí.
MARTA.- Podría mentir. ¿Por qué tendría que ser verdad?
GERARD.- ¿Y por qué tendría que inventárselo? No me ha parecido que/
MARTA.- No me lo puedo creer... Le has dejado entrar en casa; le enseñas
no sé qué... Le das cosas... ¿Qué más... ¿No pensabas ni consultarme?
GERARD.- No me imaginaba que te lo tomarías de esta manera.
MARTA.- Es que... Me cuesta creerlo. Te lo juro. No ves que/
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- ¿Cómo quieres que me ponga?
GERARD.- Tiene nuestra edad. No tiene trabajo. No tiene nada.
MARTA. – Lo siento mucho, sí... Pero... No es problema nuestro.
GERARD.- ¿No?
MARTA.- No.
GERARD.- Sólo unos días... Está de paso... Y con este tiempo... ¡No se ha metido en
ningún piso! ¡En el trastero, Marta! ¡En el trastero! ¡La habitación para guardar las
bicicletas! ¡Y ni siquiera tenemos bicicletas!
Pausa larga.
MARTA.- Es que...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- No me gusta.
GERARD.- ¿Por qué?
MARTA.- No me siento tranquila.
GERARD.- ¿Y qué te hace no estarlo?
MARTA.- ¿Crees que lo puedo estar con un hombre como éste corriendo por ahí? ¿En
qué trastero?
GERARD.- Y eso qué/
MARTA.- ¿En el que hay al lado de nuestro aparcamiento?
GERARD.- No.
MARTA.- ¿En cuál?
GERARD.- En el primer bloque. Ni siquiera está en nuestro edificio. Marta... No tienes
ni por qué cruzártelo. Le estamos haciendo un favor.
MARTA.- No somos una ONG. No sabemos quién es, de dónde viene... ¿Por qué no
tiene a nadie, eh? ¿Has pensado en eso?... Vete a saber qué historial tiene... Si es un
alcohólico, si está enfermo... Si/
GERARD.- Pero... ¿tú te oyes? ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?
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Pausa larga.
140
{A B R I L}
141
MARTA.- Sí, hombre...
GERARD.- ¿Por qué no?
MARTA.- Lo encuentro...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- No sé... Queda como... No, no...
GERARD.- Pues si no quieres usar los taburetes y no hay más sillas...
MARTA.- Compraré un par.
GERARD.- No necesitamos dos sillas.
MARTA.- Si hacemos una comida y quedamos cortos de sillas, quizá sí las
necesitamos.
GERARD.- Quedarán plegadas en un rincón.
MARTA.- Pero es que de aquí al sábado... Es ya.
GERARD.- No me parece tan mal decir que no tenemos suficientes sillas y que alguien
traiga dos.
MARTA.- No, no...
GERARD.- ¿Y qué haremos con ellas después?
MARTA.- Dos sillas nunca sobran.
GERARD.- Lo que no nos sobra/
MARTA.- No seas... Tenemos espacio y... las hay baratas.
GERARD.- Conociéndote...
MARTA.- ¿Qué?
GERARD.- Las acabarás comprando y no serán las más baratas.
Pausa.
MARTA.- Patrícia dijo que vendrá a echarme una mano con la comida.
GERARD.- Me parece que escaparé.
MARTA.- Es buena tía...
GERARD.- Habla mucho. Demasiado.
MARTA.- Pues es muy eficiente.
GERARD.- Y cotilla.
MARTA.- Es mi amiga.
GERARD.- Seguro que querrá ayudarme a encontrar trabajo... Todo un equipo de
recursos humanos... Y un parado. Parece un chiste. Será divertida esta comida.
Podríamos invitar a Sergi.
Pausa.
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GERARD.- Parece que vais sincronizadas.
MARTA.- Mañana cuando salga voy a comprar las sillas.
Pausa.
Pausa.
Pausa.
MARTA.- Patrícia...
GERARD.- ¿Qué más dijo?
MARTA.- Si ocurriera cualquier cosa...
GERARD.- ¿De qué?
MARTA.- Un accidente.
GERARD.- ¿Qué tipo de accidente?
MARTA.- Sergi fuma, ¿no?
GERARD.- ¿Cómo lo sabes, si no lo has/
MARTA.- Porque lo hizo aquí. El día que lo conociste y le invitaste a subir.
GERARD.- Sí, fuma. Fuma. Fuma…
MARTA.- Espero que no vuelvas/
GERARD.- ¿A dejarlo subir? Tranquila que está lejos/
MARTA.- La idea de encontrármelo/
GERARD.- No molesta. Y está en otro bloque. Ni te lo has encontrado... ¿A que no? No
te lo has encontrado, si eso es lo que te preocupa.
MARTA.- Quería decir que no te vuelvas a enganchar.
143
GERARD.- Hace meses que no/
MARTA.- Y mejor que no fume en el trastero.
GERARD.- ¿Por qué?
MARTA.- No sé... Podría...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Un accidente.
GERARD.- Un accidente, ya lo has dicho.
MARTA.- Si ocurriera cualquier cosa...
GERARD.- ¿Como qué?
MARTA.- Los del seguro, si supieran que hemos dejado que este hombre/
GERARD.- Se llama Sergi/
MARTA.- /Que Sergi... que lo hemos dejado quedarse...
GERARD.- ¿Qué pasaría?
MARTA.- Si hubiera un accidente... quizás el seguro no nos lo cubriría...
GERARD.- ¿Eso podría ocurrir?
MARTA.- Le hemos dejado quedarse.
GERARD.- ¿Podría pasar eso?
MARTA.- Deberíamos cargar con la hipoteca y unos desperfectos que la aseguradora
quizá no querría cubrir. Deberíamos pagarlo nosotros y no nos lo podemos permitir. ¿Lo
has pensado?
GERARD.- ¿Por qué no iba a cubrirlo?
MARTA.- Porque hemos dejado que este hombre se quede. Porque lo hemos
permitido. No nos la podemos jugar porque/
GERARD.- Eso te ha dicho Patrícia...
MARTA.- ...Sí.
GERARD.- ¿Y ella cómo lo sabe?
MARTA.- No lo sé.
GERARD.- ¿De dónde lo ha sacado?
MARTA.- Tampoco lo sé...
GERARD.- No sabemos si es verdad.
MARTA.- Pero si lo es... Deberíamos informarnos.
GERARD.- Te ha dicho eso sin saberlo a ciencia cierta.
MARTA.- Podría ser.
GERARD.- No está en nuestro bloque.
MARTA.- Ya...
GERARD.- Y quizás no es verdad lo que ha dicho Patrícia.
MARTA.- Ya... Pero... No me extrañaría nada.
GERARD.- ¿Hace mucho que se lo contaste?
MARTA.- Deberías decirle que no fume en el trastero. Que tenga cuidado.
GERARD.- ¿Por qué se lo has contado?
MARTA.- No sé por qué no iba a hacerlo.
GERARD.- No sé por qué se lo tenías que contar.
MARTA.- Trabajamos juntas. Somos amigas. Por eso se lo he dicho.
GERARD.- Ya.
MARTA.- ¿Te parece mal que lo haya hecho?
GERARD.- No. Claro que no.
Pausa.
144
GERARD.- Y de los que vendrán a comer... ¿Quién más lo sabe?
MARTA.- Sólo Patrícia.
Pausa.
Pausa.
145
GERARD.- Es muy fácil. Iré a correr con Sergi. Podéis estar tranquilos, que no nos
veréis a ninguno de los dos.
146
{M A Y O}
GERARD.- ¿Cómo os deshacéis del personal cuando los echáis de vuestra empresa?
MARTA.- ¿Perdón?
GERARD.- ¿Cómo os libráis de ellos?
Pausa.
147
Pausa.
GERARD.- Sergi/
MARTA.- ¡Otra vez! ¿Qué pasa con Sergi?
GERARD.- Oyes su nombre/
MARTA.- Te dije que no me gustaba y ya lleva dos meses o más por aquí. Cuánto
tiempo se supone/
GERARD.- Lo que necesite.
MARTA.- ¡Ah! Tú tienes la última palabra...
GERARD.- Sergi/
MARTA.- ¿Qué te ha metido en la cabeza?
GERARD.- ¡Nada! (Pausa larga.) ¿Quieres saber cómo se lo quitaron de encima en su
empresa? (Pausa.) Le dijeron que le echaban y que ese mismo día se podía llevar sus
cosas. Una persona se encargó de acompañarle hasta su sitio y se quedó allí junto a la
que había sido su mesa durante todo el tiempo que estuvo trabajando. Esa persona no se
movió de su lado mientras él vaciaba los cajones e iba cogiendo todas y cada una de sus
cosas. Estuvo allí, pendiente de él y controlando que no se llevara nada de la empresa,
ni siquiera un folio o una carpeta. O que no se le ocurriera llevarse documentos o
cualquier otra cosa del ordenador con un lápiz de memoria. Esa persona estuvo allí a su
lado, solamente observándolo y sin ni siquiera dirigirle la palabra para que esto no
ocurriera. Cuando lo recogió todo, lo acompañó hasta la puerta. Sólo le dijo: "Adiós y
buena suerte". (Pausa.) ¿También lo hacéis así vosotros?
Pausa.
MARTA.- Las empresas tienen que evitar que los trabajadores que se van/
GERARD.- Le echaron.
MARTA.- /Se lleven información que les pueda perjudicar.
GERARD.- También lo hacéis.
Pausa.
MARTA.- No es agradable, pero es una práctica muy habitual para evitar el espionaje...
que algunos trabajadores se lleven información y la utilicen en contra... por despecho o
por encontrar otro trabajo.
GERARD.- No creo que se dedicara al espionaje.
MARTA.- Ya... pero/
GERARD.- Supongo que sólo quería mantener su trabajo. Nada más.
MARTA.- Pero deben asegurarse de que no utilicen nada en contra de la empresa.
GERARD.- Le echaron a la calle. Tampoco hacía falta humillarlo.
148
Pausa larga.
Pausa larga.
Casi un silencio.
Pausa.
149
Pausa.
Pausa.
MARTA.- ¿Recuerdas hace unos meses que te conté que un hombre me esperó a la
salida del trabajo, pidiéndome -suplicándome- que no lo echáramos?
GERARD.- Sí.
MARTA.- También se llamaba Sergi.
GERARD.- Es un nombre... Debe de haber muchos Sergis.
MARTA.- ¿Separado? ¿Y con una hija discapacitada?
Pausa.
Pausa.
150
disparate. (Pausa.) Yo sólo hice los informes. Me tocó comunicárselo, sí. Y también...
tuve que...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Nada. Yo no me he inventado las normas.
Pausa.
151
{J U N I O}
Pausa.
GERARD.- Sí...
MARTA.- Llego, encuentro la puerta abierta y gotas de sangre en el suelo...
GERARD.- No te alteres...
MARTA.- No me altero es sólo que/
GERARD.- Tiene una explicación.
MARTA.- ¿Sí? ¿Qué ha pasado?
GERARD.- Estaba en la piscina con Sergi/
MARTA.- /Sergi/
152
GERARD.- /No sé cómo se ha hecho un rasguño y ha empezado a sangrar. Él no tenía
nada para echarse y le he dicho que subiera aquí y se lo curara.
MARTA.- ¿Ha subido solo?
GERARD.- Sí.
MARTA.- ¿No lo has acompañado?
GERARD.- No. Le he dado las llaves/
MARTA.- ¿Le has dado las llaves?
GERARD.- Sí.
MARTA.- ¿Qué ha venido a/
GERARD.- Ha cogido algo del armario del baño/
MARTA.- Le das las llaves y... Ha entrado en nuestra casa/
GERARD.- Marta...
MARTA.- ¡Es que no me lo puedo creer! ¿Dónde está ahora?
GERARD.- Todavía debe de estar en la piscina.
Pausa larga.
MARTA se vuelve a acercar a la ventana.
MARTA.- Quizás está al otro lado... Sólo funciona una de las luces de alrededor de la
piscina.
GERARD.- Sí, deberíamos avisar.
MARTA.- Todo se está estropeando/
GERARD.- Les tendríamos que decir/
MARTA.- ¡Hace un mes que se lo dije y no me hacen caso! Hoy he vuelto a llamar al
administrador de fincas.
153
GERARD.- ¿Por lo de la luz?
MARTA.- Parece como si…
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Nada. Me ha parecido que algo se movía.
GERARD.- Quizás es él.
MARTA.- No. No hay nadie. ¡En la piscina no hay nadie!
Pausa.
154
MARTA.- ¿Porque yo estaba dentro? Y si no hubiera llegado, porque este amigo tuyo, a
quien le dejas las llaves de casa, se ha dejado la puerta abierta. ¿Dónde tienes las llaves?
GERARD.- ¿Qué he hecho?
MARTA.- ¿Dónde están?
GERARD.- Quizás me las he/
MARTA.- ¿Dónde las has metido?
Pausa.
155
Pausa larga.
Pausa.
156
{J U L I O}
Pausa.
157
GERARD.- Estás cabreada.
MARTA.- No. No es eso/
GERARD.- /Yo sí. Yo sí lo estoy/
MARTA.- Que te estés todo el día aquí... que no vengas a... El problema es llegar a casa
y tener la sensación de que es como vivir en un piso de estudiantes y que nunca sabes
qué te encontrarás al abrir la nevera. Bueno... Mejor dicho... Si habrá algo... Si no lo
hubiera hecho... ¿Qué comeríamos?
GERARD.- Se me ha pasado. Mañana iré.
MARTA.- Es que no sé qué has estado haciendo que no pudiste ir.
GERARD.- Lo haré.
MARTA.- También dijiste que limpiarías... Que podarías las adelfas de la entrada y del
jardín... Se nos acabarán metiendo en casa...
GERARD.- También lo haré. Ya te lo he dicho.
MARTA.- Es que ya no te creo.
GERARD.- Te he dicho que yo sí que estoy cabreado.
MARTA.- ¡Ah! Estás cabreado... Me paso el día currando/
GERARD.- A la mínima que puedes me lo restriegas por la cara.
MARTA.- No me gusta que me hables en ese tono.
GERARD.- A mí tampoco.
Pausa.
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GERARD.- Sergi se ha ido.
Pausa.
159
(Pausa.) Llevo todo el día buscando a Sergi y no lo encuentro por ninguna parte. Se ha
ido. Ya no tienes que preocuparte.
Pausa larga.
160
{A G O S T O}
MARTA.- Gerard...
GERARD.- Perdona. ¿Te he despertado? Lo siento.
MARTA.- ¿Qué haces?
GERARD.- Me quito las zapatillas.
MARTA.- Ya lo veo.
GERARD.- Vuelve a la cama.
MARTA.- Vas arañado.
GERARD.- He ido a correr, hasta el cerro.
MARTA.- Pero... Hasta...
GERARD.- Sí, hasta el cerro.
MARTA.- Llevo rato despierta.
Pausa.
MARTA le acaricia.
161
MARTA.- Ya... A correr. (Pausa.) Venga, cuéntamelo.
GERARD.- Contarte, ¿el qué?
MARTA.- Eso.
GERARD.- No hay mucho que contar.
MARTA.- Has ido a correr.
GERARD.- Sí. He ido a correr.
MARTA.- Te has levantado de madrugada y te has ido a correr. ¿Por qué has ido a
correr?
Pausa.
162
GERARD.- (...)
Pausa.
GERARD sonríe. Se va a la habitación. MARTA se queda sola y pensativa. Se va a la
cocina y coge algo para comer. Sale de la cocina. Mira a su alrededor. Se sienta en el
sofá. Empieza a comer.
Pausa.
Pausa.
Pausa.
MARTA.- Gerard...
163
GERARD.- Desde arriba en el cerro, he visto luces en medio del bosque.
MARTA.- ¿Luces?
GERARD.- Sí. También se oía un ruido/
MARTA.- ¿De qué?
GERARD.- Voces.
MARTA.- ¿Qué quieres decir?
GERARD.- He pensado que quizá Sergi está allí.
MARTA.- ¿En el bosque?
GERARD.- Y aquel hombre que me encontré una vez en la carretera, que me hacía
señales/
MARTA.- Pero... ¿Qué dices?
GERARD.- Que salió de un arcén y me sonreía.
MARTA.- Gerard, eso que dices...
GERARD.- Como si estuviesen allí, en el bosque.
MARTA.- Ese hombre que viste en la carretera... Sergi...
GERARD.- ¿Qué?
MARTA.- Quizás te confundiste… Con aquel hombre… Que viste en la carretera.
Como yo, ese día que vi a alguien que nos miraba desde una ventana.
GERARD.- Dijiste que estabas segura de que había alguien que nos estaba mirando.
MARTA.- Quizás... Quizás me confundí.
Pausa.
Pausa.
Pausa larga.
164
GERARD se queda unos segundos mirándola sin decir nada.
Pausa.
165
GERARD.- Algo se ha movido. Como si hubiera marchado volando. Era como si
hubiera algo en la piscina.
166
{S E P T I E M B R E}
MARTA.- Parecíamos gemelas. Cuando llegamos a la oficina y nos vimos nos echamos
a reír. Ya es casualidad que lleváramos una prenda igual, ¡pues imagínate todo el
conjunto! Las dos embarazadas y vestidas igual. El caso es que habíamos ido a la
misma tienda y ésta era la combinación que habían puesto en un maniquí del escaparate.
Al que tuvo la idea de conjuntarlo, habría que felicitarlo, porque funcionó. Pero mira
que comprarlo dos personas que trabajan en la misma empresa y ponérselo el mismo
día... Y además, ese día venía el director general con una gente de fuera. Una visita.
Cuando llegó y nos vio dijo que parecíamos clónicas, que todavía se pensarían que
obligaban al personal a ir uniformados.
GERARD.- Dicen que la gente de tanto estar juntos, acaba mimetizándose.
MARTA.- Sí...
GERARD.- Algún día acabaré pareciéndome a un sofá o a una silla.
Pausa larga.
GERARD.- No sé cuándo y cómo lo hiciste, pero te llevaste muchas de tus cosas. Hace
días que no vienes a dormir a casa.
MARTA.- De eso también quería hablar.
GERARD.- Pues haber empezado por ahí, ¿no?
MARTA.- Sí... Es sólo que... no sabía cómo...
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GERARD.- Iguales, iguales no debían ser. Patrícia me parece que es más delgada que
tú. Al menos antes de estar embarazada.
MARTA.- Sí... una talla o dos menos.
GERARD.- Ya me parecía... ¿Todavía están juntos ella y Òscar?
MARTA.- Sí.
GERARD.- Qué bien.
Pausa.
Pausa larga.
Pausa.
Pausa.
168
MARTA.- El dinero de la indemnización...
GERARD.- No sé cuándo me lo pagarán, y tal y como están las cosas, no quiero
tocarlo.
MARTA.- Ya... (Pausa.) Quizá podríamos hablar con los de la inmobiliaria, o el
banco...
GERARD.- ¿Sí? ¿De qué?
MARTA.- Quizás hay alguna fórmula... No sé... Puede que perdamos dinero, sí, pero
quizás hay alguna manera de arreglarlo...
Pausa.
Pausa larga.
MARTA.- La que no te entiendo soy yo. ¿Ahora quieres que hablemos de nosotros?
¿Ahora me hablas de nuestro hijo? Incluso de eso parece que te has olvidado.
GERARD.- Como/
169
MARTA.- Llevas meses sin salir de aquí. Dejaste de buscar trabajo. El único contacto
que has tenido en todo este tiempo ha sido con Sergi, alguien a quien todavía no he
visto nunca.
GERARD.- Ahora vendrá.
MARTA.- Dijiste que se había ido.
GERARD.- Aquellos hombres del la inmobiliaria no han vuelto y... De vez en cuando
viene a verme.
MARTA.- ¿Viene a verte?
GERARD.- Sí, vigila que no esté esa gente/
MARTA.- Gerard...
GERARD.- Y me dijo que hoy vendría.
MARTA.- No. No vendrá.
GERARD.- Debe de estar a punto de llegar.
MARTA.- No lo he visto nunca. Desde que lo conociste, cada día le veías en un
momento u otro, y yo, en cambio, todavía no lo he visto nunca.
GERARD.- No ha coincidido/
MARTA.- En casi medio año no lo he visto nunca. Un poco raro, ¿no?
GERARD.- Te pasas el día fuera. No lo has visto por eso.
MARTA.- No. No lo he visto porque no existe. Perdiste el trabajo. Te dijeron que "no"
en un montón de entrevistas. Te fuiste desanimando hasta el punto de que dejaste de
presentarte. Por eso llevas meses pasando la mayor parte del día solo en casa y te has
inventado a alguien.
GERARD.- ¿Pero qué dices?
MARTA.- Sí. No sé por qué extraña razón lo imaginaste así, por qué tenía que ser un
sin techo... ni por qué tenía que vivir en uno de los trasteros... Ni tampoco por qué le
pusiste el nombre de uno de los trabajadores que despedimos... No sé si era una forma
de desafiarme o de hacerme sentir mal o...
GERARD.- ¿Has estado pensando eso durante todo este tiempo?
MARTA.- Sí, y lo encuentro cruel.
GERARD.- ¿Piensas que me he inventado a alguien para hacerte daño?
MARTA.- No sé por qué. Pero te lo has inventado.
GERARD.- ¿Crees que estoy loco?
MARTA.- Necesitas ayuda, pero no te dejas ayudar.
GERARD.- Te digo que está a punto de llegar.
MARTA.- Ya me conozco esa historia.
GERARD.- Ya debería estar aquí.
MARTA.- Siempre acaba pasando algo y no lo puedo ver.
GERARD.- No te ha interesado conocerlo. Desde el primer momento le quisiste fuera.
MARTA.- Sí. Cuando pensaba que existía, sí.
GERARD.- Y ahora dices que me lo he inventado.
MARTA.- Sí.
GERARD.- ¡Joder!
MARTA.- Piénsalo... Ponte en mi lugar...
GERARD.- Cada vez me cuesta más.
MARTA.- ¿A ti? Pues a mí... Hace tiempo que haces cosas raras.
GERARD.- Si te esperas un minuto, sólo un minuto, lo verás.
MARTA.- No. Has perdido el contacto con la realidad.
GERARD.- Pero, ¿qué dices?
MARTA.- Salir de madrugada a correr/
GERARD.- ¿Qué tiene de raro?
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MARTA.- Y todo lo de aquellos hombres de la inmobiliaria corriendo por aquí,
buscando a Sergi, y preguntándote quién eres y qué haces...
GERARD.- ¿Tampoco te lo crees?
MARTA.- No. También te lo inventaste.
GERARD.- ¿De verdad piensas eso?
MARTA.- Sí.
GERARD.- ¿Y eso te da derecho a irte de casa sin decirme nada?
MARTA.- Es que me das miedo.
Pausa larga.
Casi un silencio.
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{O C T U B R E}
MARTA.- ¿Diga? (...) Sí, soy yo. (...) ¿Cómo? ¿De qué me habla? (...) Sí, sí... Hace
meses (...) El ascensor... (...) De mantenimiento... Ya... Es que... No... (...) ¿Sabe qué
pasa? Estoy un poco... Ya sé que puede parecer extraño, pero no... Con Gerard, mi
compañero... Todo se fue a la mierda... Estábamos bien. Nos comprarnos este piso...
Espero un hijo y... Parecía que... Pero no. Le dejé y me fui. (...) Sí, sí... Sé que
no me llamaba por eso, pero ... Necesitaba hablar con alguien. Usted me ha llamado.
(...) Escúcheme... (...) Gerard se inventó a alguien que no existía o quizás... Yo no lo he
visto nunca. No estaba pasando un buen momento y quizás por eso se inventó a alguien
y ahora... Sí, sí... Escúcheme. Alguien que se instaló en uno de los trasteros (...) Sí, en
uno de los trasteros... En una de las habitaciones para guardar bicicletas... Yo no lo he
visto nunca. Parece una locura, lo sé, pero... (...) Le pido sólo... que me escuche (...) Ya
sé que usted está haciendo su trabajo y que me llamaba para...
Pausa.
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parece el mismo... Todo está descuidado. El césped parece hierbajos. Las ramas de las
adelfas se meten por todos los rincones... Y... En la piscina hay... ¿Cómo han llegado
los...? Llevo un rato mirándolo y no sé qué hacer. (...) No sabía a quién llamar. Usted
me ha llamado. (...) Es su cuerpo, su ropa... Pienso que quizás todavía existe la
posibilidad de que no sea él. Que tenga un cuerpo y una ropa como la suya, pero no sea
él... pero sé que me engaño, pensando que tal vez no sea él... Y ahora... No me atrevo a
salir del piso... bajar a la piscina... En la carretera, no paraba de ver matorrales que se
movían y el rumor de voces... Cuando he llegado aquí, me ha costado incluso encontrar
el piso donde vivía. No hace ni un mes que vivía aquí y cuando he llegado, en el pasillo,
no sabía qué puerta era. Me he equivocado de puerta dos o tres veces...
Se gira, apartando el teléfono del oído, observando, como si hubiese escuchado algún
ruido o algo a su alrededor. Vuelve a colocarse el teléfono.
(...) Escúcheme... No cuelgue... (...) Se debía de sentir solo y tuvo que inventarse a
alguien y yo no lo vi hasta que fue demasiado tarde. No supe hacer nada. Pero... ¿Y si
era verdad todo lo que me decía? Se debía de sentir tan solo… Lo siento. Lo siento
mucho. Perdón… (...) ¿Me escucha? Es aquí. (...) No, no... Le digo la verdad. Le
aseguro que es verdad. (...) Ya sé que debería... Pero no sabía a quién llamar. Usted me
ha llamado... No sé qué hacer. (...) Por favor, no me deje. Se lo pido por favor. No me
cuelgue. (...) Necesito... Estoy en el bloque 7... En el segundo piso... La puerta ocho...
La urbanización se llama Nerium Park y está a media hora de... (...) ¿Oiga? ¿Oiga? (...)
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Nerium Oleander es el nombre latino de la adelfa, un arbusto de la familia de las
Apocináceas que tiene entre dos y cuatro metros de altura de hojas perennes lisas y
largas que alcanzan entre 10 y 20 centímetros, lanceoladas coriáceas y con el borde
entero, dispuestas en verticilos. Tienen un nervio principal, bien marcado y muchos
secundarios que se disponen de forma paralela.
Presenta flores rosadas o blancas muy abundantes y aromáticas, reunidas en corimbos
terminales. Tiene cinco estambres soldados a la corola. El fruto tiene forma de folículo
y puede llegar a los 15 centímetros. Las semillas son peludas.
Esta especie es cultivada como arbusto ornamental. La adelfa es tóxica debido a su
contenido en glucósidos.
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