El documento describe el contexto geopolítico mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, con la emergencia de una bipolaridad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. También explica cómo Estados Unidos estableció su influencia económica en Europa a través del Plan Marshall y organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Por otro lado, señala que América Latina se industrializó más durante la guerra al sustituir importaciones, aunque su estructura productiva siguió centrada en la exportación de materias primas.
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El documento describe el contexto geopolítico mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, con la emergencia de una bipolaridad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. También explica cómo Estados Unidos estableció su influencia económica en Europa a través del Plan Marshall y organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Por otro lado, señala que América Latina se industrializó más durante la guerra al sustituir importaciones, aunque su estructura productiva siguió centrada en la exportación de materias primas.
El documento describe el contexto geopolítico mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, con la emergencia de una bipolaridad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. También explica cómo Estados Unidos estableció su influencia económica en Europa a través del Plan Marshall y organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Por otro lado, señala que América Latina se industrializó más durante la guerra al sustituir importaciones, aunque su estructura productiva siguió centrada en la exportación de materias primas.
El documento describe el contexto geopolítico mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, con la emergencia de una bipolaridad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. También explica cómo Estados Unidos estableció su influencia económica en Europa a través del Plan Marshall y organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Por otro lado, señala que América Latina se industrializó más durante la guerra al sustituir importaciones, aunque su estructura productiva siguió centrada en la exportación de materias primas.
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segunda guerra mundial
1939-1945
lima y tadeo
posguerra
La consecuencia más profunda de la Segunda Guerra Mundial fue que
el mundo poste- rior a 1945 se hizo esencialmente bipolar, dominado por las dos potencias que habían
tenido una intervención decisiva en el conflicto: Estados Unidos y la
Unión Soviética. La hegemonía de las grandes potencias europeas había terminado: Alemania vencida y agotada por la guerra que el régimen nazi había desencadenado; Gran Bretaña, aunque vencedora entre los «aliados» estaba en bancarrota con una deuda exterior de millones de libras acumuladas por la guerra –incluso adeudaba a la Argentina– y sufriría un importante cambio político al ganar las elecciones parlamentarias el Partido Laborista inglés y desplazar al Partido Conservador de Churchill, que había actuado durante la guerra. Francia, gobernada en la posguerra por el general De Gaulle, ni siquiera había estado representada oficialmente en las conferencias de los aliados, que decidieron el orden posbélico.
El futuro de Europa dependía en buena medida del desarrollo de las
relaciones soviético- estadounidenses, pero en este nuevo orden internacional el viejo continente conservaba
obviamente una importancia estratégica para las dos nuevas potencias
mundiales. Al finalizar la Segunda Guerra, Estados Unidos tenía su base
industrial intacta, y una capacidad productiva que le per-
mitiría emprender la reconstrucción económica de Europa.
Aunque los estadounidenses disponían de un superávit
en las finanzas, era necesario crear una reserva de fon-
dos para organizar los pagos y un sistema monetario que
ordenara las relaciones internacionales
Con este propósito en 1944 se reunieron representantes de 44 países y firmaron los Acuerdos de Bretton Woods, creando una reserva monetaria común con el nombre de Fondo Monetario Internacional (FMI). Los Estados miembros depositarían sus cuotas o ingresos obligatorios en una cuenta general y una entidad bancaria, conocida actualmente como Banco Mundial –su nombre completo
es Banco Internacional para la Reconstrucción y Desarro-
llo (BIRD)– canalizaría los préstamos. Estos acuerdos sentaron las bases de la influencia es- tadounidense y de su moneda el dólar, en la economía
occidental. Como parte de la política de conten- ción, Estados Unidos ofrecieron un
programa de ayuda económica a tra-
vés de préstamos y donaciones a los
gobiernos europeos: el denominado
Plan Marshall. Entre 1948 y 1952 se destinaron a Europa Occidental un total de 13.000 millones de dólares. El programa tenía el propósito de
recomponer la estructura econó-
mica y financiera de las naciones
europeas. La principal beneficiaria
fue Inglaterra, seguida de Francia y Alemania. Estos créditos permitirían además recuperar los mercados y reactivar el comercio, para evitar una nueva Gran Depresión de posguerra. Estados Unidos necesitaba la demanda europea de sus bienes para mantener la producción y las exportaciones desarrolladas durante la guerra y evitar la amenaza de crisis en su propia economía. Es decir: era un plan que «ayudaba» a los países europeos, pero que en definitiva respondía a sus propios intereses. Por lo tanto, los Estados beneficiados
debían, como contrapartida, destinar la ayuda en dólares a la
adquisición de importa- ciones estadonidenses. El Plan Marshall fue aprobado por el Congreso de los Estados Unidos durante la admi- nistración del presidente Truman y constituyó uno de los mayores éxitos de la política
exterior estadounidense de posguerra. Las inversiones canalizadas a
Europa no sólo la salvaron de un posible derrumbe económico, sino que además significaron una política de freno, de contención del comunismo y la influencia soviética.
tadeo
El proceso de «sustitución de importaciones», es decir, la producción
local de lo que antes se compraba en el exterior, que se había dado fundamentalmente a partir de la
crisis de 1930, se acentuó durante la Segunda Guerra Mundial que
estalló en 1939. Ade- más, durante la guerra, los países latinoamericanos obtuvieron, nuevamente, buenos
precios para sus exportaciones de alimentos y materias primas, que
crecieron a un ritmo inédito durante los seis años de la contienda. El crecimiento industrial se dio sobre todo en México, Argentina, Brasil y Chile. En el resto de América Latina fue muy débil y se mantuvo más bien la estructura rural y de monocultivo para la exportación. la conferencia de rio de janeiro Durante la Segunda Guerra, la mayor parte de los países de América Latina se alinearon con los aliados. A partir del ingreso de Estados Unidos a la guerra, en 1941, el Gobierno de ese país los presionó para que declararan la ruptura de relaciones con los países del Eje (Italia-Alemania-Japón). En enero de 1942, en la Conferencia de Río de Janeiro, Estados Unidos recomendó esta ruptura. Fue acatado por los países del Caribe, México y Brasil, que declararon la guerra a Alemania. Brasil además envió 25.000 hombres que combatieron en el frente italiano; también México envió tropas. Mientras tanto, Argentina decidió mantener su neutralidad en la guerra. La posición argentina significó un creciente deterioro de las relaciones con Estados Unidos, que ejerció una constante presión sobre las naciones neutrales, no sólo en América sino también en Europa (Portugal, España y Croacia). El Gobierno estadounidense alentó todo tipo de sospechas y acusaciones hacia los militares argentinos por sus simpatías «germanófilas» (hacia la Alemania de Hitler) y «fascistas» (hacia el régimen italiano de Mussolini) y denunció una red de espionaje nazi en nuestro país. Roosevelt calificó de regímenes pro-nazis a gobiernos latinoamericanos como el de los generales nacionalistas Gualberto Villarroel en Bolivia (1944-1946) o el de Juan Domingo Perón en Argentina (1946-1955). En enero de 1944, Argentina rompió relaciones diplomáticas con una Alemania ya en
derrumbe y echó al Embajador alemán. Pero recién en marzo de 1945
Argentina de- claró formalmente la guerra a Alemania, dos meses antes de que terminara la guerra.
La medida satisfacía las recomendaciones de Estados Unidos, y era
condición para el ingreso de nuestro país a las Naciones Unidas.