La disartria es un trastorno neuromuscular que afecta la capacidad de articular y controlar los músculos necesarios para producir el habla de manera clara y fluida, causado por daño en el sistema nervioso central o periférico. Las características incluyen dificultad en la articulación, alteraciones musculares, problemas de velocidad y ritmo del habla, y cambios en la voz. Para trabajar con niños con disartria en educación parvularia, es importante adaptar actividades mediante terapia del habla, ejerc
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La disartria es un trastorno neuromuscular que afecta la capacidad de articular y controlar los músculos necesarios para producir el habla de manera clara y fluida, causado por daño en el sistema nervioso central o periférico. Las características incluyen dificultad en la articulación, alteraciones musculares, problemas de velocidad y ritmo del habla, y cambios en la voz. Para trabajar con niños con disartria en educación parvularia, es importante adaptar actividades mediante terapia del habla, ejerc
La disartria es un trastorno neuromuscular que afecta la capacidad de articular y controlar los músculos necesarios para producir el habla de manera clara y fluida, causado por daño en el sistema nervioso central o periférico. Las características incluyen dificultad en la articulación, alteraciones musculares, problemas de velocidad y ritmo del habla, y cambios en la voz. Para trabajar con niños con disartria en educación parvularia, es importante adaptar actividades mediante terapia del habla, ejerc
La disartria es un trastorno neuromuscular que afecta la capacidad de articular y controlar los músculos necesarios para producir el habla de manera clara y fluida, causado por daño en el sistema nervioso central o periférico. Las características incluyen dificultad en la articulación, alteraciones musculares, problemas de velocidad y ritmo del habla, y cambios en la voz. Para trabajar con niños con disartria en educación parvularia, es importante adaptar actividades mediante terapia del habla, ejerc
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¿Qué es la disartria?
La disartria es un trastorno neuromuscular que afecta la capacidad de una persona para
articular y controlar los músculos necesarios para producir el habla de manera clara y fluida. Es causada por daño o disfunción en el sistema nervioso central o periférico, específicamente en las áreas responsables del control motor del habla. Las características principales de la disartria incluyen:
Dificultad en la articulación: Las personas con disartria pueden tener dificultades
para pronunciar correctamente los sonidos, lo que puede llevar a una pronunciación imprecisa, distorsionada o poco clara de las palabras. Alteraciones en la fuerza muscular: La disartria puede ocasionar debilidad o falta de control en los músculos involucrados en el habla, lo que puede afectar la capacidad para articular los sonidos con la fuerza adecuada. Problemas de velocidad y ritmo del habla: Las personas con disartria pueden presentar alteraciones en la velocidad y el ritmo del habla. Pueden hablar demasiado rápido, demasiado lento o con una cadencia irregular. Cambios en la voz: La disartria puede causar cambios en la calidad vocal, como voz débil, ronquera, nasalidad excesiva o voz entrecortada. Dificultades en el control de la respiración: Algunos individuos con disartria pueden tener dificultades para controlar la respiración durante el habla, lo que puede afectar la duración y el flujo del discurso. Limitaciones en la prosodia: La prosodia se refiere al patrón melódico y el énfasis en el habla. Las personas con disartria pueden tener dificultades para modular adecuadamente la entonación, el énfasis y la pausa, lo que puede afectar la expresividad y la comprensión del discurso. Es importante destacar que las características y la gravedad de la disartria pueden variar significativamente de una persona a otra, dependiendo de la causa y la ubicación del daño neurológico. Los individuos con disartria pueden beneficiarse de la terapia del habla y del uso de ayudas técnicas, como dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa, para mejorar su comunicación y calidad de vida.
Como trabajar con niños en educación parvularia que presentan un diagnóstico de
disartria, es importante adaptar las actividades y estrategias para satisfacer sus necesidades específicas. Aquí hay algunas propuestas de trabajo que podrían ser útiles: o Terapia del habla: Trabajar en estrecha colaboración con un terapeuta del habla o fonoaudiólogo es fundamental. Este profesional puede proporcionar estrategias y ejercicios específicos para mejorar la articulación y el control muscular del habla. Es importante incorporar las recomendaciones y técnicas proporcionadas por el terapeuta del habla en el entorno educativo. o Ejercicios de calentamiento vocal: Antes de iniciar las actividades del día, se pueden realizar ejercicios de calentamiento vocal para ayudar a fortalecer y preparar los músculos del habla. Esto puede incluir movimientos de labios y lengua, ejercicios de respiración y vocalizaciones suaves. o Enfatizar la comunicación total: Además del habla, se pueden utilizar otros medios de comunicación para apoyar al niño con disartria. Esto puede incluir el uso de comunicación aumentativa y alternativa, como imágenes, pictogramas, gestos o señas, para ayudar a transmitir mensajes y facilitar la comprensión. o Actividades de estimulación orofacial: Se pueden realizar actividades específicas para fortalecer los músculos faciales y orales. Estos pueden incluir soplar burbujas, inflar globos, jugar con masas de modelar o masticar alimentos texturizados que requieran más esfuerzo muscular. o Canciones y rimas: Utilizar canciones y rimas infantiles que involucren movimientos orales y faciales puede ser beneficioso. Esto ayuda a mejorar la coordinación y el control muscular del habla de manera lúdica y divertida. o Juegos de pronunciación: Diseñar juegos y actividades que involucren la práctica de sonidos y palabras específicos que el niño tiene dificultades para pronunciar. Pueden utilizarse tarjetas con imágenes o palabras para jugar a identificar, repetir y practicar los sonidos y las palabras objetivo. o Promover la participación activa: Fomentar la participación activa del niño en todas las actividades, brindándole tiempo adicional para responder y expresarse. Proporcionar apoyo y retroalimentación positiva para fomentar la confianza y la motivación. Hay que recordar que cada niño con disartria es único y puede tener necesidades específicas. Es importante adaptar las propuestas de trabajo según las capacidades y limitaciones individuales de cada niño, y siempre trabajar en colaboración con el terapeuta del habla para garantizar una intervención efectiva y personalizada.