Los Espíritus Inmundos Las Heridas y Espíritu Raíz

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Los espíritus inmundos y las heridas

Cada herida es una puerta de acceso a un espíritu inmundo. Ellos reconocen la herida como la
puerta que les da acceso y saben cómo entrar y vivir cómodamente.

Mat 12:43 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo,
y no lo halla.

El cuerpo humano puede llegar a ser el reposo de espíritus inmundos. Una vez que poseen un
cuerpo se sienten cómodos. Han alcanzado el señorío de la vida de una persona y ejercen un
derecho, claro, siempre otorgado. Pero cuando el espíritu de Dios entra en acción comienza a
incomodar a espíritus inmundos que estaban reposando dentro de los cuerpos y los expulsan, les
quitan el reposo y ellos salen a buscarlo, pero no encuentran.

Necesitan el cuerpo que los albergó para poder sentir ese reposo, ese que poco a poco iban
destruyendo desde dentro hacia afuera. Perder eso no es fácil para las tinieblas, al contrario, es una
señal de derrota para ese mundo espiritual donde el espíritu que ocupaba ese cuerpo no pudo llegar
a lograr su trabajo designado. Entonces establece un plan de reconquista.

Mat 12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada,
barrida y adornada.

El esfuerzo de un espíritu inmundo de recuperar su casa, el lugar que le brindaba reposo, y diseña
un plan para volver al mismo lugar que ya conoce. Conoce cómo entrar, cómo lo logró la primera
vez, cómo volverlo a lograr.

LA LIBERACION ES FACIL DE OBTENER, LO DIFICIL ES EL


PERMANECER LIBRES

ÉL necesita recuperar ese territorio que perdió. Las tinieblas no se dan por vencidas y su objetivo
es mantener una casa y su reposo. Entonces vuelve a inspeccionar y se da cuenta de que ha
ocurrido un cambio. Hubo una limpieza. El poder de Dios barrió toda la inmundicia que provocan
los espíritus inmundos o demonios, la encuentra adornada por la obra que Dios comenzó a hacer.

Mat 12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí;
y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a
esta mala generación.
Me pregunté por mucho tiempo cómo podía entrar una vez más ese espíritu en alguien y con
refuerzos, con siete peores. Si ya se expulsó y la casa se limpió, cómo puede volver a retomar su
lugar.
Y es que, aunque el poder de Dios libera, cuando la puerta de entrada no se cierra, queda ese
acceso que el espíritu inmundo conoce, se lo revela a siete más y los guía hacia esa casa para hacer
de ella un reposo para ellos también.

Con el propósito de poder esconder el espíritu raíz que es el primer espíritu, el que salió y volvió
con otros para esconder su identidad, crean una cadena de manifestaciones que, por ser peores,
esconden el verdadero problema, la raíz
de todo.

Cuando esto pasa, las personas creen que están enfrentado cosas nuevas, nuevos problemas y se
preguntan ¿y ahora qué? ¿y esto por qué? Ese es el objetivo principal del espíritu raíz, esconder su
identidad y exponer los espíritus nuevos (los siete peores). Así la persona jamás buscará lo que ya
no es evidente, sino que peleará por problemas nuevos y poco a poco irá enfrentándolos uno por
uno, y cada vez que uno salga, buscará hacer lo mismo que el primer espíritu y creará fortalezas
internas.

LIDIAR CONTRA UN COMPORTAMIENTO SIN BUSCAR LA RAÍZ


ES PERDER EL TIEMPO

No basta con la liberación; el proceso debe continuar. Conquistar cada territorio del alma debe de
ser una prioridad en la vida de cada creyente. Por eso los ministros son tan importantes en nuestras
vidas, la cobertura, la paternidad, tener un guía, una persona capacitada para ayudarnos a ser
totalmente libres.

Efe 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros,

Efe 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo,

Para perfeccionar a los santos, Dios nos santifica. Hemos sido santificados por medio de la sangre
del cordero, por el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. Pero los ministros tienen la función
de perfeccionar a los que ya han sido santificados para la obra del ministerio, para que pueda el
cristiano funcionar correctamente dentro de la obra de Cristo.

Un cristiano que no ha sanado es alguien que enfrentará problemas en cada área que esté
funcionando. Tendrá problemas para comprender la paternidad de Dios, la paternidad del Alma
que son los ministros y, por ende, no podrá hacer uso de los recursos espirituales que nos
pertenecen por ser hijos de Dios. Entre los espíritus inmundos puede estar la rebeldía que provoca
una falta de reconocimiento a toda autoridad, no solo familiar, civil, sino también espiritual.

Sal 38:5 Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura.

Las heridas no sanadas hieden, desprenden mal olor. Recordemos que estamos hablando en lo
espiritual. Ahora, no es una buena señal tener una herida que libere mal olor. Si esto ocurre es
porque hay bacterias que hacen que muera el tejido y por eso hay un olor desagradable. La carne
entra en descomposición.

¿Qué supura o qué fragancia desprende una herida en el alma?

Esto depende del tipo de herida. Cada herida es diferente y aunque al final hay muchos espíritus
inmundos que trabajan en común y nos hacen confundirnos, algunas veces lo cierto es que, lo que
una herida desprenda será alimento para espíritus inmundos y demonios.

Una persona con una herida puede segregar ira, dolor, enojo, pleitos, violencia, agresividad. Estos
comportamientos no son más que el reflejo de una herida no sanada que segrega violencia. Muchas
veces las personas con problemas de carácter se preguntan una y otra vez: yo no sé por qué soy así;
por qué hago esto.

Cuando pasan los episodios de violencia, se preguntan, ¿y por qué?, ¿qué paso?, ¿por qué lo hice?,
¿por qué lo dije? Pero no habrá vuelta atrás, ya estará hecho en otros el daño y claro, en él mismo.
Pelearán contra el espíritu de ira, contra el espíritu de violencia, pero no podrán eliminar el
problema. Se podrá controlar, tratar de apagar, pero siempre que haya un detonante volverá a
explorar.

Una herida en el alma de un cristiano es una bomba de tiempo que lo podrá llevar a perder todo
aquello que ha construido.

LA LIBERTAD DEBE DE SER ANHELADA PARA PODER SER


ALCANZADA

Espíritu raíz
Cuando miramos las cadenas operativas de los espíritus inmundos o demonios, recordemos que
uno de los principios de las tinieblas es pasar desapercibidos, vivir en el anonimato, y este es uno
de los principios del espíritu raíz.

Job 14:7 Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; Retoñará aún, y sus
renuevos no faltarán.

Muchas veces tratamos de erradicar un problema, de corregir ciertas actitudes, pero no lo logramos
y esto es porque tratamos de controlar, pero no de erradicar de raíz el problema. Cuando miramos
este verso nos damos cuenta de que mientras la raíz este ahí siempre habrá esperanza.

Lo que sustenta problemas en el presente son raíces que están ahí hace décadas. Es por eso que sin
la búsqueda exhaustiva del problema no lo erradicaremos. Podemos tratar los síntomas sin tratar la
enfermedad, pero al tiempo volverán a verse los mismos síntomas y esto es porque la causa está
presente, la enfermedad no se ha ido.

Muchas veces enfrentamos problemas cíclicos y no nos damos cuenta porque al cabo del tiempo,
de los años o décadas, volvemos a enfrentarnos a otro episodio. El mismo problema, solo cambia el
ambiente. La palabra clave en el verso es PERCIBIR: ver, notar, distinguir, sentir, comprender,
concebir, discernir.

La raíz reconoce, percibe la señal que se está emitiendo y al mismo tiempo responde a lo recibido,
capta incluso, sensaciones externas que dan a conocer algo. Como cuando alguien te habla, pero tú
percibes una señal en la conversación que indica que algo no está bien. Que no te están diciendo
alguna cosa. Todo problema tiene una fase de incubación que quizás no vislumbramos que está
sucediendo, pero sí está pasando algo.

Mat 12:43 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo,
y no lo halla.

Mat 12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada,
barrida y adornada.

Mat 12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí;
y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a
esta mala generación.

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, no dice que es echado o expulsado, por eso hay
varios ángulos para ver este verso y es que, aunque haya sido expulsado el espíritu por el efecto de
una atmósfera de liberación o por una autoridad ministerial o por una intervención divina, el
espíritu inmundo llama al lugar de donde salió: casa, su casa, con un gran sentido de pertenencia y
derecho, y la examina para identificar qué otros siete espíritus debe buscar.

El primer espíritu es el que llamaremos espíritu raíz y los demás son los que lo ayudarán a
esconderse. Es por eso que miramos los problemas presentes del hoy, pero ignoramos o no
podemos ver al espíritu raíz ni a su operación.
Los siete espíritus peores tienen el propósito de traer una condición al hombre más deplorable y
para que no podamos darnos cuenta de que hay un espíritu raíz, que es quien sostiene todas las
cadenas de operaciones de los espíritus inmundos que destruyen al hombre.

Los problemas peores que generan los espíritus inmundos tienen el propósito de ir denigrando y
destruyendo al hombre para que nuca descubra la raíz.

Ahora, mientras la raíz perciba que algo está pasando intentará renacer alimentando o alterando o
potenciando todas las condiciones o enfermedades del hombre. De ahí el miedo a la liberación.

En medio de un ambiente de liberación comienzan a aparecer miedos constantes, deseos de ir al


baño, distracciones, ganas de correr, falta de aire, desesperación, necesidad de salir del templo y
cualquier otro comportamiento. El más común es un miedo que no se puede describir, pero que
domina al hombre, todas estas no son más que estrategias de las tinieblas para poder destruir al
hombre.

Rom 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a ti.

La palabra del Señor nos deja bien claro que somos sustentados por la raíz.

Claro, este verso tiene varias aplicaciones, pero si lo vemos como un principio espiritual, nos
sostiene la raíz, nos alimenta la raíz.

Rom 11:16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa,
también lo son las ramas.

La condición de la raíz determinará la condición del resto del árbol. Si logramos identificar las
raíces de nuestra vida podremos eliminar muchos de nuestros problemas.

Mar 11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.

El asombro más grande de Pedro fue al ver que el árbol se había secado de raíz. La higuera
representa la hipocresía de muchos, la apariencia del fruto inexistente, y esto le molestó al Señor
tanto que maldijo la higuera. Lo que ocurrió fue que la verdadera identidad de la raíz se evidenció
por todo el árbol.

Cuando Luzbel se llenó de iniquidad, Dios lo cortó de raíz, lo echó de su lugar, lo removió de su
posición y condición. El Señor sabía que no podía dejar una raíz de ese tipo en el cielo, porque
cuando percibiera algo externo volvería a brotar, habría esperanza de un nuevo acontecer.

LA PASIVIDAD EN EL MUNDO ESPIRITUAL ES UN DELITO QUE LE OTORGA


DERECHO A LAS TINIEBLAS
No podemos actuar con pasividad ante ataques de las tinieblas. Hay muchos creyentes que están
bajo un fuego cruzado con las tinieblas, bajo sueños perturbadores, voces, temores, presencia en
sus casas o cuartos, sienten que los están ahorcando, asfixiando, torturando, golpeando. La lista es
interminable, pero ¿cuál es nuestra actitud ante tales ataques? ¡No puede un cristiano actuar de
manera pasiva ante tales ataques! -Pastora, me dice una hermana desesperada por una vida
totalmente destruida, sin sentido, ni lógica, - ¿por dónde empezar? Fueron sus palabras con los ojos
llenos de desesperación. Con un papel en sus manos que apretaba cada vez más fuerte cuando
comenzó a mencionar, abandono, rechazo, depresión, desánimo, ansiedad, suicidio, trastornos del
sueño, ira. Y la lista era interminable, pero nada tenía sentido hasta que comencé a preguntar para
armar el caso de ministración.

Rom 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a ti.

Nuestras raíces nos sustentan, de donde venimos, aunque no lo creamos nos deforman, nos
cambian.

No podemos elegir nuestra genética ni escoger, entre nuestros genes, aquellas cosas que
quisiéramos lucir. Es imposible. La genética se mezcla ella sola y de pronto, entre nuestros padres
y nuestras madres los cromosomas se mezclan y en lo secreto, dentro del vientre, se comienzan a
formar todas aquellas cosas. Las raíces nos sustentan.

Sal 51:5 He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.

David conocía sus raíces, la iniquidad, pero las ignoró y ese es el éxito de las tinieblas, permanecer
en el silencio, en el secreto, en el anonimato.

Conocemos muchas veces nuestras raíces, pero no las removemos o hacemos algo, simplemente
las dejamos ahí hasta que ellas nos pasan factura.

Mat 15:13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada.

Todo aquello que no es de Dios, pero que afecta nuestras vidas, será desarraigado. Nuestro Jesús
nos ha dado autoridad sobre toda fuerza del mal.

Por medio de la oración, de la guerra espiritual, de la fe, de la autoridad que tenemos como hijos de
Dios, nada es difícil o imposible. Toda raíz será desarraigada en el nombre de Jesús.

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