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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO ”

CENTRO DE FORMACIÓN TEOLÓGICA MINISTERIAL Y SOCIO


PASTORAL

CURSO: CT013 Antropología Bíblica

SEMESTRE ACADEMICO: III SEMESTRE

Trabajo Encargado:
DIARIO REFELEXIVO

PROFESOR:
Pastor: Josue Sanchez Hurtado

ALUMNA:
Silvia Ivet MALLQUI TALAVERA

CERRO DE PASCO – 2023


UNIDAD I: EL ORIGEN DEL HOMBRE

a. La doctrina del hombre en la dogmática


La teología dogmática es la parte de la teología que trata de las verdades
teóricas de fe concernientes a Dios y a sus obras (dogmata fidei);
La transición de la teología a la antropología, es decir, del estudio de Dios al
estudio del hombre es perfectamente natural. El hombre no es solamente la
corona de la creación, sino también el objeto del cuidado especial de Dios. Y
la revelación de Dios en la Escritura no solamente fue dada al hombre, sino
que el hombre encuentra en ella lo que vitalmente le concierne.
No es una revelación abstracta de Dios, sino la revelación de Dios en
relación con sus criaturas, y particularmente en relación con el hombre. Es la
historia de las relaciones de Dios con la raza humana, y especialmente la
revelación de la redención que Dios ha preparado y para la cual busca al
hombre para prepararlo. Esto explica el hecho de que el hombre ocupe un
lugar de importancia central en la Escritura, y de que el conocimiento del
hombre acerca de Dios sea esencial para el adecuado entendimiento de la
Escritura.
La doctrina del hombre debe seguir inmediatamente a la doctrina de Dios, ya
que el conocimiento de ella se presupone en todas las divisiones
subsiguientes de la dogmática. No debemos confundir el presente asunto
con el estudio de la antropología general o ciencia de la humanidad que
incluye todas aquellas ciencias que tienen al hombre por objeto de
investigación. Estas se dedican al origen e historia de la humanidad tomando
en cuenta la estructura fisiológica, las características físicas del hombre en
general y de las varias razas humanas en particular, con su desarrollo
étnico, lingüístico, cultural y religioso, etc.

b. El origen del hombre según las escrituras


"En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía
entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y
el espíritu de Dios se movía sobre el agua”.
Dios creó al hombre formándolo del polvo de la tierra; del barro lo formó.
Dios le sopló su aliento en la nariz y le dio vida. De Dios mismo recibió el
hombre ese aliento vital que nos hace vivir, y ser criaturas capaces de
percibir su voz. A este primer hombre Dios le puso el nombre de Adán, que
significa "el hombre".
Conclusión: La antropología teológica tiene que ver únicamente con lo que la
Biblia dice respecto al hombre y con la relación que el hombre debe guardar
para con Dios. Reconoce a la Escritura como su única fuente y lee las
enseñanzas de la experiencia humana a la luz de la Palabra de Dios.

UNIDAD I: EL ORIGEN DEL HOMBRE

c. La teoría evolucionista del origen del hombre


El origen del universo físico ha surgido como uno de los campos de batalla
bíblicos más significativos en el siglo XX. Las comunidades seculares y
cristianas debaten la veracidad de los relatos de la creación de Génesis 1–2.
Incluso muchos cristianos cuestionan seriamente el relato bíblico, y prefieren
con rotundidad las conclusiones científicas al testimonio de las Escrituras.
En la actualidad, solo una minoría de teólogos defiende el creacionismo
repentino, la opinión de que el proceso creativo descrito en Génesis 1 tuvo
lugar en seis días literales y consecutivos. Muchos afirman que el universo
tiene millones o incluso miles de millones de años de antigüedad y que
existió un largo intervalo de tiempo entre el origen de la tierra y los primeros
seres humanos.
Queda muy lejos del propósito de este capítulo una exposición completa de
los diversos puntos de vista sobre la creación, pero la postura que aquí
presentamos es el creacionismo repentino. Este es el criterio de las
Escrituras y el contexto para entender la creación del hombre en el sexto
día. Las verdades fundamentales, incluidos la grandeza y el poder de Dios,
se pierden cuando uno abandona el claro sentido de Génesis 1 y 2 respecto
a que Dios creó directamente la tierra en seis días literales.

d. El origen del hombre y la unidad de la raza


La existencia del hombre es, por completo, el resultado de la creación divina.
Dicho reconocimiento conduce a una antropología bíblica que aborda tres
aspectos de la existencia del hombre: (1) la ontología o esencia del hombre,
(2) las relaciones del hombre y (3) la función del hombre.
Génesis 1:1 declara: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Dios es
la eterna causa trascendente de todas las cosas. En seis días literales de
veinticuatro horas, Él hizo todas las cosas materiales e inmateriales (cf. Col.
1:16). Génesis 1 está estructurado para destacar la creación del hombre en
el sexto día. Ser creado en último lugar destaca la importancia del hombre.
Asimismo, durante los primeros cinco días y el principio del sexto, se
emplean las frases “Sea...” o “Haya...” o similar para describir los actos
creativos de Dios (Gn. 1:3, 6, 9, 11, 14, 20, 24). Sin embargo, con la
creación del hombre se usa una frase diferente: “Hagamos el hombre...” (Gn.
1:26).
Conclusión: El propósito del hombre también se destaca en Génesis 1–2. La
creación del sol, la luna, las estrellas, las plantas y las criaturas vivientes en
Génesis 1 solo se menciona de pasada. Sin embargo, Génesis 2 está
totalmente dedicado a la creación de la humanidad, incluida la forma en que
fueron hechos el primer hombre y la primera mujer. Diversos términos como
“hacer”/“hecho”, “crear”, y “formar” hacen asimismo hincapié en la involucración
activa de Dios en la creación del hombre.
UNIDAD II: LA NATURALEZA ESENCIAL DEL HOMBRE
a. Elementos esenciales de la naturaleza humana

No es lo mismo hablar de naturaleza en general, como término que engloba


al universo y a todos los seres que lo pueblan (que podrían ser miles de
millones a los que aún no conocemos), que, de naturaleza humana, que sólo
nos es inherente a nosotros.
La naturaleza humana es un conjunto de características, incluidas formas de
pensar, sentir y actuar, que se cree que los humanos tienen de forma
natural. Aunque está ampliamente aceptado el concepto de que, tanto el
medio ambiente como la cultura o incluso el lugar de nacimiento, influyen en
la conformación de la personalidad de cada ser humano. Esto los hace
únicos e irrepetibles.
La naturaleza humana es lo que nos hace claramente humanos. Nuestra
naturaleza es distinta de la de los animales y el resto de la creación en que
podemos pensar y sentir. Una de las principales distinciones entre los seres
humanos y el resto de la creación es nuestra capacidad de razonar. Ninguna
otra criatura tiene esta capacidad, y no hay duda que esto es un regalo único
otorgado por Dios. Nuestra razón nos permite reflexionar sobre nuestra
propia naturaleza y la naturaleza de Dios y derivar el conocimiento de la
voluntad de Dios para Su creación. Ninguna otra parte de la creación de
Dios tiene una naturaleza capaz de razonar.
La Biblia enseña que Dios creó a los seres humanos a Su imagen. Esto
significa que Él nos permite tener cierta comprensión de Él y de Su diseño
amplio y complejo. Nuestra naturaleza humana refleja algunos de los
atributos de Dios, aunque en forma limitada. Amamos porque estamos
hechos a imagen de Dios que es amor (1 Juan 4:16). Porque somos creados
a Su imagen, podemos ser compasivos, fieles, sinceros, amables, pacientes
y justos. En nosotros, estos atributos están distorsionados por el pecado,
que también reside en nuestra naturaleza. La Biblia enseña que los seres
humanos fueron creados "buenos en gran manera" por un Dios amoroso
(Génesis 1:31), pero esa bondad fue estropeada por el pecado de Adán y
Eva.
Posteriormente, toda la raza humana cayó víctima de la naturaleza
pecaminosa. La buena noticia es que en el momento que una persona
confía en Cristo, recibe una nueva naturaleza. 2 Corintios 5:17 nos dice, "De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas".
Conclusión: La santificación es el proceso por el cual Dios desarrolla nuestra
nueva naturaleza, permitiéndonos crecer en más santidad a través del tiempo.
Este es un proceso continuo con muchas victorias y derrotas al batallar la
nueva naturaleza con la "tienda" (2 Corintios 5:4) en la cual reside — el hombre
viejo, la vieja naturaleza, la carne.
UNIDAD II: LA NATURALEZA ESENCIAL DEL HOMBRE
b. El origen del alma en el individuo

En el plan de Dios para la humanidad, a dos seres originales (macho y


hembra) se les dio esta orden: “Fructificad y multiplicad; llenad la tierra” (Gn.
1:28). Se han presentado varias teorías para explicar el origen de la parte
inmaterial del hombre, en el caso de cada miembro de la raza de Adán.
Consideraremos tres de estas teorías.

Nuestro creador nos otorgó el alma y el espíritu con la finalidad de que el


hombre tuviera la capacidad de tener una relación íntima con EL. De este
modo, tanto el hombre como la mujer estamos llamados a vivir en gracia de
Dios. Que pide el señor para salvar tu alma; Dios ha diseñado al ser humano
con el propósito de que todos los hombres se salven y gocen de vida eterna
después de la muerte. En el evangelio, Jesucristo nos enseña que para
obtener la salvación hay que ser obedientes a él.

Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel
que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16). Y ahora,
israelitas, ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren
y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y
con toda su alma. (Dt 10:12). Un corazón prudente al escuchar su conciencia
moral, puede oír a Dios que le habla.

Por otro lado, debemos saber que nuestra alma será juzgada de acuerdo a
la conciencia que tenemos sobre el bien y el mal, más no por la ley. Para el
apóstol Pablo la conciencia va más allá de nuestro razonamiento. Para él, la
conciencia debe estar sometida a la ley de Dios.

Ya sea que la teoría del Traducianismo o la del Creacionismo sea correcta,


ambas concuerdan en que el alma no existe antes de la concepción. Esta
parece ser la clara enseñanza de la Biblia. Si Dios crea una nueva alma
humana al momento de la concepción, o si Dios diseñó el proceso
reproductivo humano para reproducir también un alma – Dios es en última
instancia el responsable por la creación de todas y cada una de las almas.

La teología del alma se ha estudiado por varios siglos, sin embargo, aún se
encuentra entre los temas más importantes para la filosofía espiritual.
Conclusión: Para finalizar, el alma según la biblia es sin duda el signo de vida
y el espíritu, la fuente misma de ella. Esta fue creada por Dios con el propósito
de que el hombre se comunicara con su creador y fuera feliz. Para el cristiano,
la salvación del alma es la victoria de la vida porque tiene la esperanza de
resucitar con Cristo después de la muerte

UNIDAD III: EL HOMBRE COMO IMAGEN DE DIOS (IMAGO DEI)


a. Conceptos históricos de la imagen de Dios

La imagen de Dios (en hebreo: ‫ ֶצלֶם אֱ ֹלהִ ים‬, romanizado: Tzelem Elohim; en
latín: Imago Dei) es un concepto y una doctrina teológica en el judaísmo, y el
cristianismo que señala que los seres humanos son creados a imagen y
semejanza de Dios, interpretándose de diferentes maneras, desde una
alegoría hasta de forma literal.

En la tradición judía, eruditos como Filón de Alejandría y Saadia Gaon


argumentaron que ser creado a imagen de Dios no significa que Dios posea
rasgos similares a los humanos, sino que la declaración es un lenguaje
figurado para Dios que otorga un honor especial a la humanidad, que no
confirió al resto de la creación. Del mismo modo, Maimónides argumenta
que es la conciencia y la capacidad de hablar la imagen de Dios; ambas
facultades que diferencian a la humanidad de los animales y le permiten al
hombre comprender conceptos e ideas que no son meramente instintivos.

En el pensamiento cristiano, la imagen de Dios que estaba presente en Adán


en la creación se perdió parcialmente con la caída del hombre y que, a
través del sacrificio expiatorio de Jesús en la cruz, los seres humanos
pueden reunirse con Dios. Los escritores cristianos (como Tomás de Aquino)
han señalado que a pesar de que la imagen de Dios se perdió parcialmente,
cada persona tiene un valor fundamental independientemente de su clase,
raza, género o discapacidad.

Los teólogos han examinado la diferencia entre los conceptos de "imagen de


Dios" y "semejanza de Dios" en la naturaleza humana. Orígenes, por
ejemplo, vio la imagen de Dios como algo dado en la creación, mientras que
la semejanza de Dios como algo otorgado a una persona en un momento
posterior.

Conclusión: Si bien "imagen y semejanza" es un hebraísmo en el que se


refuerza una idea con dos palabras diferentes, surgió la opinión de que
"imagen y semejanza" estaban separadas; la imagen era la semejanza natural
del ser humano con Dios, el poder de la razón y la voluntad, mientras que la
semejanza era un donum superadditum, un don divino añadido a la naturaleza
humana básica. Esta semejanza consistía en las cualidades morales de Dios,
mientras que la imagen involucraba los atributos naturales de Dios. Cuando
Adán cayó, perdió la semejanza, pero la imagen permaneció completamente
intacta. La humanidad como humanidad todavía estaba completa, pero el ser
bueno y santo estaba echado a perder. La imagen de Dios y la semejanza son
similares, pero al mismo tiempo son diferentes. La imagen es sólo eso, el
hombre está hecho a imagen de Dios, mientras que la semejanza es un
atributo espiritual de las cualidades morales de Dios.

UNIDAD III: EL HOMBRE COMO IMAGEN DE DIOS (IMAGO DEI)


b. Los datos de la escritura respecto a la imagen de Dios en el hombre

Entre las diversas expresiones con que la Sagrada Escritura revela la


situación del todo particular que el hombre ocupa en el universo creado
resalta la de imagen de Dios, o, en una formulación más completa, imagen
y semejanza de Dios. Su uso poco frecuente, como reservado, parece darle
más realce a esta fórmula. En cualquier caso, nos la encontramos en textos
claves en que se precisa el alto grado de participación de la perfección
divina que el hombre goza y la especial dignidad que Dios le confirió al
colocarle sobre el resto de los seres creados. Esto justifica el que la tradición
patrística lo haya considerado un dato bíblico central en la exposición
teológica del misterio del hombre.

En el Antiguo Testamento, aparte de los pasajes del Génesis (Gen 1,26.27;


5,1.3; Y 9,6), únicamente se encuentra en otros dos lugares, ambos de los
libros sapienciales: Sab 2,23 y Ecli 17,3. A estos se pueden añadir por cierta
analogía Sab 7,26 que, al personificar la sabiduría de Dios, la describe como
«imagen de su Bondad.

En el Nuevo Testamento aparece casi exclusivamente en textos paulinos. Se


aplica primordialmente a Cristo, perfecto Hombre (2 Cor 4,4; Col 1,15), como
ya lo insinuaba Sab 7,26. En relación a los demás hombres se halla en tres
textos del epistolario de San Pablo (1 Cor 11,7; 2 Cor 3,18 y Col 3,10) y en
Sant 3,9. A este elenco se deben sumar dos textos paulinos que tratan de la
imagen del hombre con respecto a Cristo (Rom 8,29; 1 Cor 15,47-49).

En esta comunicación intentamos precisar el contenido que adquiere la


fórmula «imagen de Dios en los lugares bíblicos mencionamos nados, donde
se encuentra de modo explícito. Haremos un breve análisis de cada uno de
ellos, extendiéndonos algo más en el Gen 1,26-27, para recoger al final
algunas consideraciones de conjunto.

Conclusión: Los libros sapienciales destacan sobre todo tres ideas: se


detallan las cualidades que Dios donó al hombre al constituirlo en imagen suya
(Ecli 17,1-3); que la «imagen» da un cierto derecho a la inmortalidad (Sab
2,23); y se anuncia a la «sabiduría» como «imagen de la bondad de Dios» (Sab
7,26). cualidades naturales del hombre, sino en su participación de Dios por
medio de Jesucristo, al que el hombre ha de conformarse según el designio
divino de salvación (Rom 8,29; 1 Cor 15,47-49). Esta imagen, al contrario de la
natural, no es algo ya plenamente poseído aunque necesitado de actualización;
sino que está llamada a crecer (2 Cor 3,18; Col 3,10). El hombre debe
renovarse de día en día según la imagen del que le creó, crecimiento que tiene
lugar según va operando en nosotros el Espíritu de Jesús.

UNIDAD IV: EL HOMBRE EN EL PACTO DE OBRAS Y EL ORIGEN DEL


PECADO
a. La doctrina del pacto de obras según las escrituras

El Pacto de Obras fue un acuerdo concertado entre Dios y Adán como


representante de toda la raza humana en el cual Adán fue puesto en un
lapso de prueba prometiéndosele a él y a toda su descendencia la vida
eterna bajo la condición de una obediencia personal y perfecta, y con la
advertencia de la muerte eterna como sanción por la violación del pacto.

Base bíblica; Así que, del Pacto de Obras aprendemos que Dios hizo un
pacto con Adán antes de la caída del ser humano en pecado. Usted que ha
leído los primeros dos capítulos de Génesis tal vez se preguntará ¿Cuándo
sucedió esto? ¿Cuándo fue que Dios realizó este pacto con Adán? Debemos
aceptar que la Biblia no menciona explícitamente la palabra «pacto» ni en el
relato de la creación ni tampoco en los pocos versículos en los que se nos
habla de la relación que Dios tuvo con Adán en Génesis. Sin embargo,
tenemos al menos tres evidencias escriturales sobre las cuales sostenemos
que Dios concertó este pacto con Adán:

a. Los elementos del pacto estuvieron presentes. Podemos encontrar los


elementos del pacto en las palabras de Dios a Adán: De todo árbol del
huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal
no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
(Gen 2.17) Encontramos las partes contratantes del pacto en el contexto
de este versículo, Adán y Dios son las partes contratantes.
b. El paralelo entre Adán y Cristo en Romanos 5. En Romanos 5.12-21 se
hace un paralelo entre Adán y Cristo que sólo tiene sentido sobre la base
de que, así como hay un pacto con Cristo como el representante de sus
elegidos, lo hubo con Adán como representante de la humanidad.
c. La mención explícita de un pacto con Adán en Oseas. En el libro del
profeta Osea encontramos el siguiente versículo: «Mas ellos, cual Adán,
traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.» (Oseas 6.7). Dios por
medio del profeta Oseas compara al pueblo de Israel transgrediendo su
pacto con Adán traspasando un pacto. El texto no abunda en detalles,
pero lo relevante para nosotros es que en la idea de «Adán traspasando
un pacto» está implícita la idea de que él estuvo en una relación de pacto
con Dios en algún momento.

Conclusión: En este sentido no importaría si algún ser humano lograse


obediencia personal y perfecta, de cualquier forma, por ser un humano
representado por Adán no tiene oportunidad de vida, por ser un humano
representado por Adán ya está reprobado en Adán.

UNIDAD IV: EL HOMBRE EN EL PACTO DE OBRAS Y EL ORIGEN DEL


PECADO
b. Los Elementos del Pacto de Obras

Los elementos del pacto estuvieron presentes. Podemos encontrar los


elementos del pacto en las palabras de Dios a Adán: De todo árbol del
huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás (Gen
2.17) Encontramos las partes contratantes del pacto en el contexto de este
versículo, Adán y Dios son las partes contratantes. Vemos una condición
estipulada por Dios: «no comer del árbol» Vemos una maldición: «el día
que de él comieres, ciertamente morirás». Y vemos en esta misma
maldición, de manera implícita, la promesa: La vida. Si la muerte era la
maldición, entonces lógicamente la bendición sería: «Y si no comieres del
árbol entonces vivirás». Aquí tenemos los elementos de un pacto, todos
excepto el sacramento, del cual hablaremos más adelante.
Así que, aunque no encontremos el término «pacto» en estos capítulos, sin
embargo, como dice Berkhof: «si los elementos están presentes, no
solamente tenemos derecho, sino que, en un estudio sistemático de la
doctrina, también estamos en el deber de relacionar esos elementos entre sí
y de darle un nombre adecuado a la doctrina de ese modo construida.
Así que ¿qué nombre le daremos a la construcción formada por estos
elementos? Me parece que el nombre de «pacto» es adecuado. Después de
todo, lo importante no es tanto repetir un término que se encuentre en la
Biblia sino repetir una idea que se encuentra en la Biblia, aunque para esto
debamos emplear un término extrabíblico. El término pacto no estará, pero la
idea de un pacto es innegable.
Conclusiones: El elemento más básico de todo pacto es «las partes
contratantes» ¿Entre quién y quién se llevó a cabo el Pacto de Obras? La
respuesta es: Entre Dios y Adán como representante de la raza humana. Esto
significa que fue Dios quien prometió dar ciertas bendiciones a Adán, y a toda
la raza humana representada por él, si él cumplía con la condición estipulada.
Hablaremos de las promesas y la condición del pacto más adelante. Lo que
ahora nos interesa examinar es específicamente qué significa que Adán fuera
representante de la raza humana. Podemos usar como ejemplo cuando David
se enfrentó a Goliat. Si David vencía al gigante, los filisteos serían esclavos de
los Israelitas y, por lo tanto, la victoria personal de un solo individuo sería la
victoria de todo el pueblo que estaba siendo representado por ese individuo.
Pero si David perdía ante Goliat, todo Israel serviría a los filisteos como
esclavos y así, la derrota personal de uno vendría a ser la derrota de todos los
representados por ese uno. En esta historia David actuó en representación de
todo su pueblo ante Goliat quien, de igual manera, actuaba en representación
del suyo. La victoria de David sería la victoria de todo el pueblo y la derrota de
David sería la derrota de todo el pueblo ¡Eso es lo que significa ser
representante!

REVISION DE LITERATURA

 RODRÍGUEZ CARMONA, ANTONIO EN RAFAEL AGUIRRE (1992).


EVANGELIOS SINÓPTICOS Y HECHOS DE LOS APÓSTOLES. PG.:
277-307.
 SPROUL, R.C. (2015), TODOS SOMOS TEÓLOG ... L PASO, TX.
EDITORIAL MUNDO HISPANO.
 TEOLOGIA BASICA CHARLES RYRIE
 STANLEY_M._HORTON__TEOLOGIA_SISTEMATICA_UNA_PERSPEC
TIVA_PENTECOSTAL.
 TEOLOGÍA BÍBLICA SISTEMÁTICA Y EXPOSITIVA - FÉLIX MUÑOZ.
 TEOLOGIA SISTEMÁTICA - JOHN MACARTHUR & RICHARD
MAYHUE.
 TEOLOGIA BASICA CHARLES RYRIE.
 TEOLOGIA BIBLICA Y SISTEMATICA - MYER PEARLMAN.

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