WITTROCK. Las Ciencias Sociales y El Desarrollo Del Estado
WITTROCK. Las Ciencias Sociales y El Desarrollo Del Estado
WITTROCK. Las Ciencias Sociales y El Desarrollo Del Estado
Ilustraciones:
Portada: «Ciencia y misterio»,
escultura de S. Sehrever. Colección vioiici.
A ¡a derecha: Una alegoría sobre la dialéctica
del S. XVIII. Colección Viollcl.
2
Ï MH mo
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA
Diciembre 1989
El conocimiento
y el Estado 122
Alain-G. Gagnon Las ciencias sociales y las políticas del Estado 601
Tribuna libre
Debate abierto
Björn Wittrock
La sociología es una de las formas de investiga- cursivo del enorme incremento de la facultad
ción social. Los investigadores que se ocupan administrativa y de comunicación que es ca-
de la utilización de los conocimientos hacen racterística del nuevo tipo de formaciones esta-
notar a los sociólogos que no reciben gran aten- tales que fueron emergiendo en Europa y A m é -
ción en los ámbitos del poder y que su contri- rica del Norte afinalesdel siglo xix y princi-
bución a la formulación de políticas no es m u y pios del siglo X X .
apreciada. Pero la relación de las ciencias so- Al depender de esa facultad administrativa
ciales con el Estado moderno es tan íntima e cada vez mayor (consecutiva al desarrollo de
indisoluble que va más allá de lo metafórico y las fuerzas de producción y comunicación), la
rebasa cualquiera de los modelos utilizados en formación de los Estados europeos de finales
la mayoría de análisis polí- del siglo xix y del siglo X X
ticos. Björn Wittrock cs profesor de ciencias se distinguen de los gobier-
H a y q u e decir clara- políticas en la Universidad de Estocol- nos absolutistas de los si-
mente que las ciencias so- m o y es director del Colegio sueco de glos XVli y XVIII y, ni qué
altos estudios en ciencias sociales
ciales no tienen por finali- (SCASSS), Slottet, Entr. A . , S-752 37 decir tiene de los primeros
dad primordial aportar al- Uppsala, Suécia. Es coautor de Choo- Estados modernos de fina-
go en concreto que permita sing Futures ( 1985), codirector de la pu- les del siglo X V y principios
blicación The University Research
facilitar los procesos de System (1985) y Public Policy and the del xvi. Es cierto que todos
programación y de toma de Modern State (1989), así como de otras estos tipos de formación es-
decisiones. Su papel tam- obras. Queremos expresarle nuestro tatal implicaron cambios
poco consiste en formular agradecimiento por la contribución in- profundos en tres niveles
telectual que ha aportado a la prepara-
discursos distantes a partir ción de este número. diferentes: los modelos de
de los cuales pueda impar- generación y apropiación
tirse formación a los profe- de los recursos, los meca-
sionales que operan en los nismos institucionales del
aparatos de la administra- propio aparato del Estado
ción moderna, pública y privada. Cabe decir y las modalidades del discurso social. La evolu-
que las ciencias sociales constituyen la forma ción de todas estas formas del Estado exigió la
m á s eminente de indagación de los fenómenos reorganización institucional y la transforma-
sociales, dotada de una base institucional y de ción de los modelos dominantes de generación
una reproducción discursiva. Esa indagación y apropiación de los recursos. El Estado había
ha surgido y ha ido evolucionando en relación sido a m e n u d o el instrumento clave de la pro-
estrecha con la evolución del Estado moderno y moción de nuevas formas de relación producti-
la transformación que llevó a las sociedades eu- va y distributiva al eliminar por la violencia los
ropeas de la etapa preindustrial a la etapa in- anteriores tipos de organización social.
dustrial, de la rural a la urbana, de la tradicio- También es cierto que a partir de ese m o -
nal a la moderna. Las ciencias sociales se nos mento, todas las nuevas formaciones estatales
presentan entonces c o m o el acompañante dis- recurrieron a formas discursivas que autoriza-
Lugares donde empiezan a gestarse determinadas formas del discurso moderno sobre la sociedad.
Arriba: «El café político», grabado de Fortier, c. 1789. Colección vioiict.
A la derecha: Cogcr's Hall, a finales del siglo xix. Creada en 1755, Coger's Hall es la más antigua sociedad de debates
de Londres. Grabado de A . Anderson, N. D . vbiict.
ye tanto por su presencia (caso de la Francia Estado liberal comercial, propio del capitalis-
revolucionaria) c o m o por su ausencia (caso de m o temprano, ya la de un Estado territorial
la joven república estadounidense), la base de conservador e intervencionista (Rosecrance,
cualquier Estado coercitivo fuerte. 1986; G r i m m , 1987; Therborn, 1974)-, estas
E n el siglo xvín y a principios del xix, las formas iniciales de investigación política resul-
teorías «cameralistas» guardan una relación tan absoletas. Para la naciente burguesía libe-
aún m á s estrecha con las características tanto ral, esas formas de investigación estaban indi-
discursivas c o m o administrativas de la forma- solublemente asociadas con las características
ción de los estados. Estos conceptos, formas del Estado «policial» ya caduco. Para el conser-
embrionarias de la ciencia política, están direc- vadurismo idealista que llegó a dominar en
tamente ligadas a las políticas y sistemas admi- muchos Estados de Europa - e n su versión he-
nistrativos de los gobernantes de la Europa geliana en Prusia, en su versión broströmiana
preindustrial. E n última instancia, tienen por en Suécia (Nordin, 1981)-, las ciencias políti-
objeto crear un fundamento sólido para los de- cas cameralistas dejaron de tener interés algu-
cretos y edictos de estos gobernantes, ya se tra- no, siendo supérfluas y totalmente inútiles para
tara del emperador con sede en Viena o del rey absorber la esencia y razón superior del Estado.
que gobernaba desde Estocolmo (Liedman, Para el socialismo, al menos en su versión mar-
1987). xista, las ciencias políticas cameralistas mere-
Cuando los Estados «policiales», preindus- cieron el calificativo de «miserables» y fueron
triales y con frecuencia mercantilistas llegan a tan sólo una caricatura del espíritu científico y
convertirse en Estados constitucionales moder- un reflejo del atraso general de la sociedad ale-
nos e industriales - y a asumieran la forma de m a n a del siglo xix.
542 Björn Willrock
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La estructuración y la institucionalizado!! del discurso de las ciencias sociales se desarrolló en las instituciones
académicas: admisión ala Universidad en el siglo x v m en Inglaterra. ArchivosSnark.
ción de los conocimientos en que se observa la estatal procura modificar. Las ciencias sociales de los
existencia de relaciones erráticas: «En unos ca- primeros tiempos respondieron en buena medida a la
' sos, los investigadores se limitan a responder necesidad que sentían los Estados de conocer e infor-
marse, tal c o m o se desprende de las denominaciones
de manera negativa a la exigencia de tener que iniciales: «estadísticas», «ciencia política», «Stuaiswis-
proporcionar conocimientos de orientación senscltaft». El paso de un enfoquefilosóficoy amplia-
política; en otros, la respuesta es tardía, insufi- mente normativo de la sociedad a otro enfoque basado
ciente e inaplicable, y en los casos en que la en dalos precisos es quizá la aportación intelectual m á s
respuesta puede ser útil, los políticos no llegan importante al surgimiento del Estado moderno (Evans
a darse cuenta» (Wittrock, 1987). Pero desde ct al, 1985:357).
una perspectiva a largo plazo son evidentes las
amplias modificaciones de la relación entre in- La relación entre las ciencias sociales y las
telectuales e instituciones que preludian las instituciones sociales tiene que estudiarse a la
transformaciones políticas; éstas a su vez pue- luz de esa connotación.
den asociarse al surgimiento y evolución de ti-
pos generales de formación del Estado. La rela-
Las ciencias sociales y las
ción entre la evolución de las formaciones del
Estado y las prácticas discursivas ha sido ex- transformaciones de la sociedad:
presada con elocuencia en el siguiente pasaje: m á s allá de la evolución funcional
Las actividades del Estado exigen que se conozcan los Establecer una relación entrecha entre las cien-
procesos y las estructuras sociales que la intervención cias sociales y el Estado m o d e r n o no equivale a
544 Björn Willrock
interpretar las nuevas prácticas discursivas co- y a la decadencia relativa de las escuelas de
m o si fueran meros requisitos funcionales de Chicago y Columbia) no pueden hacer m u c h o
las transformaciones sociales, sino m á s bien, por escapar a su influencia. La evolución de las
ubicar su aparición en el marco de institucio- ciencias sociales se representa, pues, c o m o la
nes intelectuales y políticas específicas. Las consecuencia directa de las relaciones sociales;
ciencias sociales no deben interpretarse c o m o en otras palabras, lo que se plantea es que estas
la respuesta automática que se da a unas fuer- últimas pueden generar el tipo de conocimien-
zas sociales abstractas, sino que es el resultado to funcionalmente adecuado a cada una de las
de acciones e interacciones de seres humanos etapas de la evolución de la sociedad.
movidos por objetivos y aspiraciones concretos En todos estos ejemplos y, sobre todo, en el
con los que se procura elaborar las normas y los de Coleman, se parte de la idea de que la evolu-
medios de acción de esas instituciones. Cabe ción de la sociedad, en virtud de una necesidad
decir incluso que la resistencia a reconocer los funcional, se traduce de alguna manera en una
lazos entre unas formaciones estatales evoluti- conceptualización de las ciencias sociales. H a y
vas y las ciencias sociales propicia el predomi- que decir de la manera m á s enérgica posible
nio de formas flexibles, m á s o menos determi- que no es así. Afinesdel siglo xix, las medidas
nistas, del análisis funcional del desarrollo de destinadas a modernizar la sociedad a través de
las ciencias sociales, resistencia que también las investigaciones sociales empíricas en las
fomenta la idea según la cual el proyecto de distintas sociedades obtuvieron en el plano
modernización hace que surja de forma casi científico unos resultados m u y distintos según
inevitable el conocimiento necesario a su pro- fueran las tradiciones intelectuales dominantes
pia evolución. y el grado de flexibilidad y de apertura de las
Este planteamiento lo utilizan muchos estu- universidades y demás centros de reproduc-
dios que de otra forma serían apreciables y vá- ción del saber.
lidos. Así, Daniel Lerner escribe que «las cien- Por otra parte, el estudio de las sociedades
cias sociales tienen por objeto dar una respues- que presentan un desarrollo económico y social
ta a las necesidades de la sociedad moderna en comparable y que plantean problemas sociales
materia de informaciones empíricas, cuantita- análogos permite observar que la disposición y
tivas y de orientación política que atañen a di- la capacidad de utilizar los conocimientos de
cha sociedad» (Lerner, 1959: 19). E n la década las ciencias sociales presentan amplias diferen-
de 1980 pueden citarse dos inteligentes autores cias según sean los distintos contextos político-
británicos cuyo pensamiento es similar: «Las institucionales. Se puede ver que esas diferen-
disciplinas esenciales de las ciencias sociales cias, a su vez, inciden de manera importante en
han sido concebidas en tanto que respuestas in- la evolución de las distintas ciencias sociales, y
telectuales a la "cuestión social" de los siglos no sólo por su función de asesoramiento, sino
xix y x x » (Times Higher Education Supple- también c o m o proyectos intelectuales a largo
ment, 1985), y «Existe una relación estrecha plazo. Weir y Skocpol, por ejemplo, han hecho
entre el estudio científico de las condiciones so- notar que los problemas económicos de la gran
ciales, la industrialización y la urbanización» crisis de 1929 implicaban desafíos relaciona-
(Bulmer, 1982: 1). dos con la teoría económica y las políticas que
P o d e m o s citar otro ejemplo de este tipo de fueron objeto de tratamientos radicalmente di-
análisis del desarrollo de las ciencias sociales ferentes en Estados Unidos de América, en
en términos de evolución funcional, el de Ja- Gran Bretaña y en Suécia, y que el grado de
mes Coleman al aludir a las relaciones entre la participación que tuvieron los economistas y
«estructura de la sociedad y la índole de la in- sus criterios no sólo ejercería una profunda in-
vestigación social» (Coleman, 1980 y 1986). fluencia en la elección de las políticas, sino
Este autor cita los estudios de Bulmer de 1980 también en la evolución de la ciencia económi-
y 1984 al referirse al desarrollo de la sociología ca de esos países (Weir y Skocpol, 1985). Así, la
en este siglo en Estados Unidos de América. participación precoz de miembros de la inno-
Coleman sostiene que este desarrollo es hasta vadora escuela de Estocolmo (Ohlin, Myrdal,
tal punto un reflejo fiel de las modificaciones Lundberg y Hammarskjöld) contribuyó a una
de las relaciones sociales que los investigadores rápida reformulación de las políticas económi-
y las escuelas (se refiere concretamente al auge cas de Suécia, pero esos economistas no se sen-
Las ciencias sociales y el desarrollo del Estado: transformaciones del discurso de la modernidad 545
tirían por su parte m u y motivados (ni se les dio Las ciencias sociales y la evolución
tiempo para ello) para desarrollar un marco del Estado: dos puntos de partida
teórico y general c o m o pudo hacer Keynes, cu- del discurso moderno
ya influencia sobre las políticas económicas de sóbrela sociedad
Gran Bretaña fue, en su m o m e n t o , m u y escasa
(véase Hansson, 1982;Siven, 1985). La íntima relación entre la evolución del Esta-
Este ejemplo, al que cabría añadir otros m u - do y el discurso científico sobre la sociedad es
chos, permite comprobar la necesidad de reba- algo cuya aceptación data de los primeros so-
sar el análisis de la determinación funcional ciólogos. Por no citar sino dos ejemplos ilus-
evolutiva para detenerse en el estudio de las ca- tres, los de W e b e r y Durkheim, hay que decir
racterísticas y las herencias políticas que m o d e - que estos autores estudiaron las características
lan la relación entre ciencias sociales e institu- del Estado, aunque sus conceptualizaciones, al
ciones fundamentales de la sociedad. A d e m á s , igual que sucedió con las de m u c h o s otros so-
nos hace comprender mejor que el estudio so- ciólogos europeos de las postrimerías del siglo
bre la relación entre ciencias sociales y Estado xix y los comienzos del siglo x x , sólo pueden
no debe limitarse a la nueva definición de los entenderse con referencia al patrimonio políti-
vínculos políticos institucionales entre discur- co, la índole de las universidades estatales y las
so y decisión política. H a y que profundizar en divisiones políticas de las sociedades europeas,
el análisis, de manera que abarque tanto las tra- abocadas a proyectos m u y diversos de la for-
diciones intelectuales discursivas c o m o carac- mación y reestructuración del Estado.
terísticas de unas instituciones capaces de pro- El estudio que hacemos sobre c ó m o surgen
piciar u obstaculizar la creación y difusión de y evolucionan las ciencias sociales de la Europa
tales tradiciones. La universidad orientada a la occidental y E E . U U . se centra en las relaciones
investigación que se configura a lo largo del si- dialécticas que mantienen las ciencias sociales
glo XIX es de primordial importancia para c o m - (en tanto que discurso institucionalmente re-
prender el éxito o fracaso relativos de los es- producido) con las instituciones y patrimonios
fuerzos que se realizan en los distintos países políticos del Estado moderno (véase el estudio
con miras a sentar las bases de las ciencias so- de Peter Wagner en el presente número). La ex-
ciales a largo plazo. posición que hacemos de c ó m o fue el desarro-
Son muchos los observadores que, al compa- llo de las ciencias sociales guarda relación con
rar los casos de Gran Bretaña y Estados Unidos el Estado moderno, y pensamos que este último
de América, (entre ellos Bulmer, 1982:28) obser- está constituido por una constelación de meca-
van que en el primero de esos países las ciencias nismos administrativos, jurídicos, políticos e
sociales se institucionalizaron en las universida- institucionales de índole coercitiva que, en últi-
des m u y tardíamente. En otros estudios, el hecho m a instancia, legitiman las pautas ya en vigor y
de que en los países de la Europa continental la las que se propondrán en lo sucesivo por las
ciencia económica no haya evolucionado de m o - que se guían las interacciones, apropiaciones y
do comparable c o m o lo hizo en Estados Unidos distribuciones sociales, ya sea en sector públi-
de América, Gran Bretaña y Escandinávia se ha co, ya sea en sector privado de la sociedad
atribuido a las características de sus respectivos (Giddens, 1985: 21 y ss„). C o n esta perspectiva
discursos e instituciones; c o m o ya se dijo, tan só- tendremos que examinar las repercusiones de
lo es posible tener en cuenta esa diferencia entre la formación del Estado norteamericano en las
ambos grupos de países en el caso de que el análi- postrimerías del siglo xix y a comienzos del si-
sis de Weir y Skocpol (1985) no se aplicara única- glo x x , en el surgimiento de las ciencias socia-
mente a las instituciones y tradiciones políticas les, c o m o también habrá que examinar la situa-
(Wagner, 1987 y 1989). E n otras palabras, el es- ción académica de Alemania en el ámbito esta-
tudio de la interacción entre las prácticas discur- tal durante la m i s m a época (Furner, 1975;
sivas y evolución del Estado no sólo debe tras- Haskell, 1977, Käsler, 1984; y Ringer, 1969).
cender la determinación funcional evolucionista, P o d e m o s exponer ahora la orientación bási-
sino también los límites de un análisis puramen- ca de un análisis de la estructuración del dis-
te político e institucional. Es la estructuración del curso con objeto de superar las limitaciones de
discurso lo que permitirá establecer el oportuno una perspectiva funcional evolutiva y de una
marco analítico. perspectiva puramente politicoinstitucional.
546 Björn Wittrock
dades y ya no constituían una ideología hege- políticas y de sociedad, hasta el extremo de que
mónica adecuada a la moderna burocracia del ya no pueda hablarse de relaciones de afinidad
Estado. temática y heurística, sino de relación tecno-
Esta panoplia de proyectos intelectuales só- crática instrumental, de vigoroso proceso de
lo permitió que la consolidación de las nuevas «captación epistemológica». Al llegar a este
formas del conocimiento social se asentaran de punto, las ciencias sociales ya n o tuvieron la
manera parcial o desigual. E n E E . U U . se asiste necesidad de afirmar su legitimidad científica
ya a comienzos del siglo al desarrollo enérgico (cuestión ésta que hasta 1960 pesó sobre las
de la sociología en las instituciones académicas ciencias políticas y la sociología de diversos
aunque reviste la forma de una disciplina pro- países europeos), sinofijarlos criterios en vir-
fesional que difiere en gran medida de los pro- tud de los cuales se evitara una fragmentación
yectos intelectuales iniciados en el contexto eu- excesiva de las tareas científicas.
ropeo, sobre todo en Alemania (Manicas, 1987; Frente al doble peligro de la indiferencia de
Smelser, 1986; Wagner en el presente número; la sociedad y de la incoherencia de sus discipli-
Louchheim, 1983). nas, la sociología moderna parece haber perdi-
N o es posible, por lo tanto, describir los pri- do el monopolio de la utilización legítima del
meros tiempos de la sociología-moderna c o m o conocimiento (como también lo ha perdido el
una transición frustrada de estudios sociales moderno Estado-nación). C o n el advenimiento
progresistas y voluntarios a una ciencia social del Estado-providencia en la década de los
consolidada e institucionalizada. 1960, la política se ha hecho «científica». En
El segundo tiempo de esta evolución, el pro- ese proceso, que tiene el sentido de una «pro-
ceso de institucionalización a gran escala de la gramación política», al sociólogo se le asigna el
sociología empírica y orientada a la política se papel de asesor político (Baehr y Wittrock,
inicia en 1960 (Blume, 1987; Brante, 1987; El- 1981). Ahora bien, si la «cientifización» de la
zinga, 1985; Hartwich, 1985; Nowotny, 1983; política se resuelve con una pluralidad de cono-
Wittrock, 1987). También en este período se cimientos técnicos, ya no es la cúspide del po-
producen cambios importantes en los cuatro der la que legitima a las ciencias sociales, sino
factores principales. Las relaciones entre las que ésta debe conquistarse con la autoridad
ciencias sociales y las instituciones politicoad- que da su propia actividad intelectual y la nece-
ministrativas ya no tienen lugar de manera in- sidad de que pueda esgrimirse un discurso per-
termitente y esporádica, sino que las ciencias tinente y reflexivo acerca la sociedad. Este dis-
sociales establecen unos vínculos duraderos curso ya no se formulará c o m o si fuera el regis-
con el m u n d o de la planificación y de la formu- tro de una serie de interacciones sino que
lación de políticas, vínculos que consisten en expresará unas actividades cuya historia ejerce
instituciones e instrumentos nuevos. su influencia en los seres h u m a n o s reflejando la
Aunque en las universidades europeas las imagen de lo que se da y se crea en el medio
disciplinas de las ciencias sociales fueran por lo ambiente contemporáneo.
general objeto de institucionalización tardía, se Y sólo así su validez será comparable a la de
puede decir que a partir de 1965 se establece las ciencias sociales del siglo XIX, entonces en
una relación entre las investigaciones sociales y sus albores, y cuya expresión hizo posible que
la formulación política tanto en las universida- se comprendieran las profundas transforma-
des c o m o fuera de ellas. En este sentido, algu- ciones sociales que marcaron la transición
nos autores (entre ellos Elzinga, 1985) han a la modernidad.
observado que incluso el núcleo de la teoría so-
ciológica es influido por las preocupaciones Traducido del inglés
548 Björn Wittrock
Peter Wagner
El tema general del último congreso de la Aso- asignada al concepto de Estado propia de quie-
ciación Internacional de Ciencias Políticas nes centraban su pensamiento en Gran Breta-
(IPSA) fue: «Hacia unas ciencias políticas ña» (Skocpol, 1985, 7). Sin embargo, los c a m -
mundiales». Esta formulación parece indicar bios políticos del m u n d o rompieron su resis-
que en el m u n d o debería haber sólo una ciencia tencia después de la Segunda Guerra Mundial,
de la política, pero que en realidad hay muchas. período en el que se había desplazado el equili-
Sin adentrarnos en la cuestión normativa, la brio del poder: «Las ciencias sociales de Occi-
implicación analítica es, sin duda alguna, cier- dente lograron mantener su mirada alejada del
ta: basta analizar la forma c ó m o los políticos de centralismo explicativo del concepto de Estado
las sociedades occidentales consideran sus ins- c o m o actor organizativo poderoso y autóno-
tituciones políticas. Por m o . . . Mientras Gran Breta-
ejemplo, Klaus von B e y m e , Peter Wagner, científico político, es un ña, capitalista y liberal, y
ex Presidente de la IPSA, investigador becado en el W i s s c n - luego Estados Unidos, país
destacó hace poco una dife- schaftszentrum Berlin für Sozialfor- entonces capitalista y libe-
schung, Reichpietschufer 50, D - 1 0 0 0
rencia importante entre el Berlin 30. Sus principales temas de in- ral, pudieron considerarse
enfoque angloamericano y vestigación son la sociología política de con razón c o m o «las socie-
el europeo respecto de esta las ciencias sociales, los estudios socia- dades líderes» indiscuti-
les de la ciencia y la tecnología, y la teo-
cuestión: «Los especialistas ría social, sobre los que ha publicado
bles, las ciencias sociales de
británicos han afirmado varios libros y artículos aparecidos en Occidente lograron mini-
que ni siquiera están segu- esta Revista. Le estamos m u y agradeci- mizar el lugar central del
ros de que la noción de Es- dos por su contribución intelectual en la Estado en la explicación de
preparación de este número.
tado revista carácter jurídi- sus principales paradigmas
co, dado que ese concepto teóricos (op. cit., 6).
es prácticamente descono- Este argumento sugiere
cido en la legislación britá- que las ciencias sociales re-
nica y, en términos m á s ge- flejan básicamente las so-
nerales, parece que no ha atravesado el Canal ciedades en que se forman. En el caso de Esta-
de la Mancha». Baste con aducir la observación dos Unidos, Nettl lo explica así: «La ausencia
formulada por un especialista estadounidense relativa del concepto de Estado en las ciencias
en un reciente debate internacional: « Q u e ellos sociales estadounidenses coincide con la relati-
tengan un Estado -nosotros mantendremos va falta del concepto de Estado en ese país»
nuestro Gobierno» (von B e y m e 1986, 115). (Nettl, 1968, 561). Los conceptos políticos que
Theda Skocpol observa el m i s m o fenómeno y se utilizan reflejan la estructura de las institu-
trata de explicarlo con un argumento político: ciones políticas de las distintas sociedades. Si
«En el siglo xix los especialistas en ciencias so- bien estamos de acuerdo con la idea fundamen-
ciales, orientados hacia las realidades del cam- tal, a saber, que hay gran afinidad entre las es-
bio social y la política del continente europeo, tructuras de una sociedad y un discurso válido
se negaron... a aceptar la menor importancia sobre ésta (para una versión de este argumento
R I C S 1 2 2 / D Í C . 1989
552 Peter Wagner
según la sociología del conocimiento, véase pecialista en ciencias sociales había de ser un
Douglas, 1987), creemos necesario destacar profesional con legítimo derecho a autoridad y
que esa relación no puede traducirse en deter- autonomía, debía delimitar su propio c a m p o
minismo político (como parecen hacerlo las ci- científico y establecer su propio sistema de cre-
tas aducidas) o en u n requisito funcional (en denciales. Comprendía m u y bien lo que esto
cuanto a opiniones m u y diferentes, pero que significaba: debía constituir disciplinas, delibe-
comparten una tendencia funcionalista, véase rada y sistemáticamente, y en la m i s m a forma
Coleman, 1980, 1986; Foucault, 1976). Porei en que, según la opinión general, estaban cons-
contrario, el análisis comparativo de la evolu- tituidas las ciencias naturales» (op. cit., 211).
ción de las ciencias sociales demuestra que las Manicas contrapone la situación de los prime-
orientaciones cognoscitivas del discurso de és- ros especialistas estadounidenses a la de sus
tas son moldeadas por una compleja interrela- coetáneos europeos, arraigados de manera m u -
ción de tradiciones intelectuales, por una parte, cho m á s profunda en las estructuras institucio-
y por las repercusiones de las estructuras políti- nales de las ciencias y la sociedad: «En Europa
cas, por otra, se encuentran en las instituciones los profesores eran, c o m o dice un escritor, "una
científicas y son transmitidas por éstas c o m o clase de mandarines", una corporación cerra-
lugar social de un discurso válido. Al elaborar da, legimitada por la tradición y la posición de
sus orientaciones cognoscitivas, los especialis- clase, cuya autoridad y poder estaban plena-
tas en ciencias sociales se sirven de las normas mente establecidos... Privilegiados e influyen-
y recursos de dichas instituciones que están tes en los círculos m á s elevados del Gobierno y
plasmadas en u n contexto histórico específico las finanzas y, en Alemania y. Francia, figuras
y se refieren a estructuras políticas. E n estos clave del monopolio estatal en educación, los
procesos el discurso se ve conformado por el profesores no deseaban en m o d o alguno modi-
contexto social, pero al m i s m o tiempo la inter- ficar su condición... N o es sorprendente que en
acción discursiva de los especialistas en cien- Europa los críticos del status quo intelectual
cias sociales entre sí y de ellos con sus interlo- no pudieran romper el "establishment" ni si-
cutores dentro de la sociedad contribuye a re- quiera en las condiciones de desorden que
producir y reestructurar esos mismos contextos prevalecían» (op. cit., 209; se alude a Ringer,
-conformando el c a m p o científico, es decir, la 1969).
estructura de las disciplinas, y contribuyendo Esta opinión contiene todos los elementos
discursivamente a constituir y transformar el necesarios para analizar las interdependencias
c a m p o político, e incluso el Estado. entre la evolución científica y la social. M a n i -
En un reciente análisis, Peter Manicas ha cas analiza las orientaciones y estrategias de los
tratado de plasmar la configuración de las cien- especialistas en ciencias sociales con una pers-
cias sociales en Estados Unidos durante los úl- pectiva de acción que toma en cuenta los con-
timos 30 años del siglo xix en esos términos, textos sociales, constituidos por las tradiciones
proceso que denomina «la "estadunización" de intelectuales en las que los especialistas han si-
las ciencias sociales» (Manicas, 1987, Cap. 10 y do socializados académicamente, por la estruc-
11). Describe la situación de los primeros espe- tura de las instituciones científicas en las que
cialistas estadounidendes, muchos de ellos for- han de incorporarse esas orientaciones y estra-
mados en Alemania, que definían sus proyec- tegias y por las instituciones políticas y sus re-
tos intelectuales en una sociedad que no tenía percusiones en las instituciones científicas y el
instituciones científicas estructuradas rígida- discurso intelectual. Sin embargo, el análisis
mente ni una tradición profundamente arraiga- histórico de Manicas sólo llega, desafortunada-
da del discurso sociofilosófico, pero al m i s m o mente, hasta principios del siglo X X . Aparece
tiempo estaba sometida a un proceso de rápida así un cuadro según el cual las ciencias sociales
transformación: industrialización, urbaniza- actuales lograron penetrar de manera específi-
ción y, c o m o consecuencia, inmensos proble- ca en Estados Unidos de fin de siglo, para ser
m a s sociales y políticos. Tal fue el contexto en exportadas con éxito a todo el m u n d o después
el que fijaron su tarea y sus oportunidades: de la Segunda Guerra Mundial. En particular,
«¿Por qué habrían de estar los problemas socia- dado que considera los primeros enfoques eu-
les menos sujetos a soluciones científicas que ropeos m á s halagüeños que las grandes corrien-
cualquier otro problema? N o obstante, si el es- tes actuales de las ciencias sociales, parece la-
Las ciencias sociales y el concepto de Estado en Europa occidental 553
Miembros de la Sociedad de Humanistas de Estados Unidos en el año 1900. Esta sociedad estaba formada por
adeptos a los principios del positivismo y de la religión de la humanidad de Auguste Comte y tuvo un papel
destacado en la emergencia del sindicalismo americano. Colección Auguste Comic. Paris.
mentable el descuido de su evolución posterior. samente a ese análisis. (Es, desde luego, un es-
U n análisis m á s profundo demuestra que la bozo m u y breve de una evolución compleja;
evolución europea y estadounidense no puede puede encontrarse un análisis m á s detallado en
considerarse una total dicotomía, c o m o lo hace Wagner 1989; el enfoque teórico se presenta
Manicas, sino que los europeos se enfrentaban por primera vez en Wittrock et al, 1987; la rela-
con problemas en parte similares y en parte dis- ción de ese análisis con los estudios sociales de
tintos y que una diferencia específica respecto la ciencia se describe en Wagner y Wittrock
de Estados Unidos era su articulación particu- 1987.)
lar con el Estado. La relación intelectual, insti-
tucional y política de las ciencias sociales euro-
peas con el Estado conformó su estructura co- Lucha por la hegemonía
m o disciplina, sus orientaciones cognoscitivas, interpretativa: aparición d e las
su crisis en el período que media entre las dos ciencias sociales c o m o disciplina
guerras mundiales y su reaparición peculiar
después de la Segunda Guerra Mundial c o m o A m e n u d o se relaciona con demasiada facili-
discursos en parte importados y en parte endó- dad la aparición de las ciencias sociales con la
genos. El presente artículo está dedicado preci- modernización de la sociedad en general, por
554 Peter Wagner
ejemplo en la siguiente afirmación: «Es eviden- inglesas, véase a este respecto Soffer 1978 y
te que hay una estrecha relación entre el estu- Hawthorn 1987).
dio científico de las condiciones sociales, la in- E n segundo lugar, el «estudio de las condi-
dustrialización y la urbanización intensiva» ciones sociales» c o m o actividad científica con-
(Bulmer, 1982, 1; véase además Beck y Bonss, tinua requería una base institucional. La inves-
1984). Si bien esta afirmación no es del todo tigación social realizada de manera sistemática
falsa, sugiere un proceso fácil, obvio e inevita- se remonta en Europa al período absolutista,
ble para algo que en realidad fue fundamental- época en la que los gobernantes procuraban or-
mente problemático en tres aspectos importan- ganizar el acopio de la información sobre la si-
tes: cognoscitivo, institucional y político. tuación del país, su población y sus recursos
E n primer lugar, además de ser socialmente económicos. Sin embargo, sólo en el siglo XIX
necesario, el «estudio científico de las condi- gracias al «auge de la universidad orientada ha-
ciones sociales» debe ser cognoscitivamente cia la investigación» (Wittrock 1985) tomó la
posible. Desde luego no sólo a mediados y a forma de una actividad intelectual que definía
fines del siglo xix conoció la historia de la hu- sus límites y su saber, lo m i s m o que sus méto-
manidad importantes cambios sociales y una dos de investigación y su argumentación, y se
miseria generalizada. Otras transformaciones interesaba cada vez más en la reproducción y
precedieron la industrialización y la urbaniza- codificación de los parámetros y normas. Ese
ción, por ejemplo, el fin de una autoridad reli- proceso estaba claramente relacionado con la
giosa incontrovertible, la revolución burguesa vinculación organizativa de la investigación y
y la consiguiente aparición de unafilosofíade la enseñanza en la universidad europea poste-
la persona (véase por ejemplo König, 1984; rior a la Reforma y con la vinculación de la
Ferrarotti, 1981, y muchos otros para un tal en- producción de los nuevos conocimientos a la
foque de la aparición de la sociología). Al abolir normalización y codificación del saber, cuya
esa autoridad, tales procesos requerían que en personificación era el catedrático. «Unicamen-
época de crisis la sociedad respondiera reple- te los profesores podían decidir sobre lo que era
gándose en sí m i s m a y cuestionando su situa- trabajo científico correcto (parámetros míni-
ción y la historia. En esa forma posibilitaron la m o s ) y prometedor (normas óptimas) y por
aparición de las ciencias sociales c o m o instru- consiguiente sobre quién podrá ser integrado al
mento de una autorreflexión guiada y sistemá- personal docente de la universidad» (Torsten-
tica y, por consiguiente, con un doble carácter dahl 1987, 24). Gracias a ese m i s m o proceso, la
defilosofíay ciencia al m i s m o tiempo y una actividad realizada en la universidad empezó a
ciencia moderna arraigada tanto en la investi- distinguirse de la del aficionado. El conoci-
gación empírica c o m o en la aspiración hacia un miento científico comenzó a ser reconocido
conocimiento y una explicación subjetiva uni- por el lugar institucional de su producción.
versal. Es importante prestar atención a la rela- «Para el "extraño" era menos posible que antes
ción de las ciencias sociales con otras filosofías sostener una opinión sobre cuestiones científi-
contemporáneas que fueron también instru- cas sin que los verdaderos científicos lo despi-
mentos discursivos para interpretar la situa- dieran c o m o "aficionado" y cada vez le era m á s
ción social. Esto es importante además en una difícil entrar en la universidad c o m o profesor
perspectiva comparada ya que apunta a las re- de disciplinas científicas» (op. cit., 10). Mien-
laciones particulares de las ciencias sociales tras que los especialistas en ciencias naturales
con lafilosofíaen el continente europeo. En el lograron imponer esa distinción m á s rápida-
continente, el pensamiento social trató esos mente y con mejores resultados, definiendo pa-
procesos en términos de rupturas y reorienta- rámetros y normas, muchos de los argumentos
ciones importantes, mientras que en Inglaterra de los especialistas en ciencias sociales de fina-
la sociedad y su pensamiento evolucionaron les del siglo XIX y comienzos del X X pueden
paulatinamente y la sociedad estadounidense entenderse en forma similar. La distinción del
estaba dirigida hacia sí m i s m a y no hacia nin- aficionado y la determinación de límites res-
guna otra autoridad. Desde esta perspectiva, pecto de otros enfoques científicos eran estrate-
no es sorprendente que las ciencias sociales an- gias destinadas a alcanzar una posición válida
gloamericanas sean diferentes de" las del conti- en la universidad orientada hacia la investiga-
nente europeo (en cuanto a las ciencias sociales ción. U n a vez que se llegaba a esa posición, la
Las ciencias sociales y el concepto de Estado en Europa occidental 555
enfoque francés y el italiano. E n la tradición de mía política con sus falaces supuestos indivi-
las ciencias políticas del período absolutista, dualistas c o m o la filosofía con su carácter
orientadas hacia la administración, la Escuela especulativo. Su grupo logró elaborar u n pro-
Histórica tenía una clara dimensión política yecto intelectualmente coherente y establecerlo
debido a que se centraba en las políticas socia- institucionalmente en la Facultad de Letras
les, pero no convirtió los fenómenos políticos con toda solidez, aunque de m o d o subordinado
en objeto de investigación. Por otra parte, la respecto de lafilosofía.E n Alemania, donde la
teoría jurídica del Estado reducía todos los as- economía política nunca había ganado terreno
pectos políticos a aspectos jurídicos. La teori- firme contra el pensamiento historicista, W e -
zación jurídica «pura» prevaleció igualmente ber desarrolló sus ciencias sociales históricas
en Italia, donde, sin embargo, se desarrolló co- c o m o crítica del historicismo y de la economía
m o una clara alternativa de las ciencias admi- política. Después de su muerte, ese proyecto
nistrativas y políticas que ya habían comenza- fue mal interpretado en gran medida y no se
do a echar raíces en la ciencia y la sociedad. E n desarrolló suficientemente. U n grupo de van-
universidades del norte del país se habían atri- guardia de la Sociedad Alemana de Sociología,
buido cátedras de ciencias administrativas a al- en cuya fundación había participado Weber,
gunos defensores del enfoque empírico analíti- redujo la ambición teórica de la sociología al
co; las ciencias políticas se habían convertido concepto de un enfoque «puro» o «formal», pa-
en un movimiento público general. Pese a cier- ralelo a la historia, la economía y el derecho,
ta continuidad en la obra de Gaetano Mosca y que no incluiría estas disciplinas. Esa estrategia
Robert Michels, ninguno de esos dos enfoques fue un éxito institucional entre las dos guerras,
logró superar la hegemonía de la teoría jurídica ya que redujo al m í n i m o los conflictos con dis-
que se había afirmado a comienzos del siglo ciplinas afines, pero significó una clara retirada
X X . Por el contrario, en Francia es bien conoci- intelectual en comparación con el proyecto de
do el éxito institucional de la Ecole libre, cuyo Weber. E n Italia, los defensores de la sociología
sucesor directo es en la actualidad la Fondation no habían dedicado m u c h a energía ni a la clari-
nationale des sciences politiques. N o obstante,ficación de las cuestiones conceptuales y episte-
c o m o precio de ese éxito se dejó de desarrollar mológicas ni a su institucionalización; durante
un discurso de las ciencias sociales c o m o disci- unos 30 años habían prosperado en una atmós-
plina y su función se concentró (y redujo) a la fera cultural y políticamente favorable. Sin e m -
formación de las élites políticas y administrati- bargo, afinalesde siglo su pensamiento sucum-
vas (véase von Oertzen, 1974; Mozzarelli y bió fácilmente ante la reaparición de la filoso-
Nespor, 1981; Favre, 1981 y 1985, entre fía idealista, personificada, por ejemplo, en
otros). Groce, ya que la «coalición progresista» del op-
Contrariamente a los enfoques de las cien- timismo evolucionista de la sociología positi-
cias políticas, que se centraban en el ámbito po- vista y el primer entusiasmo político de las éli-
lítico, la mayoría de las primeras sociologías tes que buscaban construir una nación se disol-
pretendía ser una ciencia de la sociedad en ge- vieron en un contexto cada vez m á s inestable
neral y no estar restringida a ningún aspecto de desde un punto de vista político. Pareto, que en
la realidad social. E n los tres países se propusie- Lausana estuvo menos sometido a la «dictadu-
ron conceptos de esa ciencia. Pese a inmensas ra» de Croce en la cultura italiana, continuó su
diferencias, compartían el interés por un análi- proyecto de una sociología c o m o teoría general
sis empírico de la sociedad contemporánea, la de la sociedad que integraba la economía c o m o
dedicación a las cuestiones políticas, económi- teoría de acción racional. Sus ideas, sin embar-
cas, sociales y morales de una sociedad secular go, no orientaron los debates teóricos ulteriores
basada en el conocimiento de sí m i s m a y la a m - (véase, por ejemplo, Manicas, 1987; Therborn,
bición de cumplir su cometido con una meto- 1974; Käsler, 1984; R F S , 1976, 1979, 1981;
dología específica. Los principales debates se Bobbio, 1969; Sola, 1985).
conocen c o m o «sociología clásica», designa- En una palabra, los proyectos tendentes a
ción que, a mi juicio, es utilizada por muchos crear unas ciencias sociales globalizantes tuvie-
sin pensar en su significado. En Francia, Durk- ron m u y poco éxito. E n efecto, procuraban es-
heim concibió una sociología que era imperia- quivar la presión para que se constituyeran en
lista y se proponía reemplazar tanto la econo- disciplina especializada, consecuencia del pro-
558 Peter Wagner
ceso organizativo de las instituciones científi- Manger y Pantaleoni, los marginalistas, res-
cas, por una parte, y superar las tendencias pondieron c o m o Gerber, Laband y Orlando,
opuestas renacientes de disolver el concepto de los positivistas jurídicos, a esos problemas, no
ciencias sociales en formas de razonar históri- abriendo m á s el discurso, sino formalizándolo
cas yfilosóficas,por otra. Esa orientación tuvo y cerrándolo todavía m á s . Sus procedimientos
muchos opositores en el plano intelectual y pe- cognoscitivos muestran analogías importantes.
se a su afinidad temporal con los proyectos po- La economía neoclásica reduce metodológica-
líticamente hegemónicos de Francia e Italia no mente el ser h u m a n o a sus aspectos individua-
contó con el apoyo político suficiente que la lista y racional, propios del homo œeconomicus,
estableciera sólidamente y la hiciera apta para y construye sobre esa hipótesis la explicación
la reproducción intelectual. del comportamiento económico, incluidos los
E n los primeros decenios de este siglo el dis- resultados conjuntos a nivel social. Mientras
curso de las ciencias sociales empezó a mostrar que la economía política clásica había insistido
rasgos diferentes dentro de las instituciones en incluir los problemas de producción y valor
académicas. La revolución marginalista pare- y luchado (sin éxito alguno) contra ellos, el
ció superar la crisis cognoscitiva del discurso marginalismo se concentra en el intercambio y
de la economía. Ulteriormente Luigi Einaudi las expectativas subjetivas de utilidad. Se intro-
denominó el período entre 1890 y 1910 el ducen así nuevas reducciones. Las primeras
«gran florecimiento» de la economía italiana teorías sobre el Estado habían tropezado con
(Einaudi, 1950, 104); en Francia el pensamien- dificultades para justificar los aspectos ético,
to económico liberal mantuvo su posición ins- político y social del Estado frente a un inter-
titucional y en cuanto al debate económico de vencionismo estatal cada vez mayor; la teoría
los países de habla alemana, fue considerable la jurídica del Estado resolvió esos problemas
influencia de los nuevos planteamientos de teóricos excluyendo su consideración y redu-
Carl Menger y de la escuela austriaca, aunque ciendo el Estado a la ley. C o m o en la teoría neo-
siguió siendo m u y acentuado el enfoque histó- clásica, las dificultades teóricas reducidas así
rico. La teoría jurídica del Estado se alió con la pueden superarse formalmente recurriendo de
economía neoclásica c o m o sistema igualmente m o d o exclusivo a supuestos que son internos al
rígido y cerrado, fue el enfoque científico do- discurso. Al m i s m o tiempo se construye un sis-
minante para debatir sobre el Estado y logró tema discursivo autorreferente que genera los
excluir otros discursos. problemas teóricos que habrán de abordarse
La teoría jurídica del Estado y la economía con métodos específicos. Aparece una ciencia
neoclásica pueden analizarse en términos simi- bien definida - e n el sentido etimológico del
lares respecto a su contexto de «descubrimien- termino: «fijar límites»- que adquiere legitimi-
to» (o «construcción social») y a sus repercusio- dad por referencia a sus métodos «puros». C o -
nes en las ciencias sociales en relación con la m o complemento teórico de esas teorías sobre
organización de su discurso. Afinalesdel siglo la economía y el Estado, aparece una tercera
xix el concepto liberal de Estado se transformó disciplina de las ciencias sociales, una sociolo-
en otro m á s intervencionista en lo relativo a gía que trata exclusivamente de la forma de las
bienestar social, tendencia ésta que había teni- relaciones sociales, independientemente del
do anteriormente respuestas intelectuales en el contexto económico, político y cultural. Ese
sentido de que se abriera el debate y se amplia- proyecto existía en forma rudimentaria en Ale-
ran las posibilidades de argumentación. El de- mania en algunos aspectos de las obras de Sim-
bate fluctuaba entre un replanteamiento de la mel y von Wiese. Sin embargo, no llegó a desa-
filosofía de la historia y la elaboración de leyes rrollarse ni a crear una tradición intelectual au-
y normas de las ciencias sociales «modernas». tónoma.
Si bien no se habían encontrado soluciones co- Esta estructura de las ciencias sociales c o m o
munes, durante algún tiempo se aceptaron en disciplina es el correlativo intelectual de una
términos generales las inadecuaciones e insufi- sociedad industrial capitalista y racionalizada
ciencias del discurso formalizado existente co- que tiene c o m o base un estado-nación normati-
m o la economía política clásica y los intentos vamente liberal. La economía se ha diferencia-
de mediados de siglo por sistematizar el pensa- do de la sociedad política hasta tal punto que se
miento jurídico sobre el Estado. considera apta para analizar su trabajo con una
Las ciencias sociales y el concepto cie Estado en Europa occidental 559
-comparativamente débil- de pensamiento ses ante los aspectos deshumanizantes del «sis-
económico ortodoxo no está del todo exenta de tema de fábricas» en la producción y la admi-
esa orientación estatista. nistración y ante la fuerza cada vez mayor del
A comienzos del siglo X X y en mayor grado movimiento obrero y sus organizaciones. E n
después de terminada la Primera Guerra M u n - esa perspectiva, el rechazo de las teorías socia-
dial, m u c h o s observadores se dieron cuenta de les anteriores revistió la forma de un movi-
que el Estado ya no podría cumplir las tareas de miento intelectual y político «hacia atrás».
integración que consideraba necesarias la teo- U n a versión moderada fue la insistencia de
ría social burguesa. E n Italia, el estado-nación ciertas categorías de la moral colectiva en la
parlamentario no logró incorporar institucio- metamorfosis idealista del pensamiento de
nalmente la clase trabajadora organizada. E n Durkheim (Heilbron, 1985); m á s radicales fue-
Alemania se derrumbó el Estado monárquico ron las expectativas de u n «Estado autoritario»
burocrático que debía realizar esa incorpora- o un « h o m b r e fuerte» (véase, por ejemplo,
ción por una especie de síntesis política de or- Gentile, 1982, Käsler, 1984). E n a m b o s casos
den superior y, ajuicio de muchos, dejó las ins- se formulaban las condiciones en que sería po-
tituciones políticas a la merced de u n movi- sible restablecer una sociedad burguesa liberal
miento indisciplinado de trabajadores. Sólo en y su cultura según el modelo del siglo xix. Por
Francia parecía imposible la continuidad de las esa razón decimos que ese m o d o de reacción
instituciones republicanas, aunque aumentó estaba orientado «hacia atrás». Puede encon-
sin crisis dramáticas la insatisfacción con el trarse m á s claramente en la sociología acadé-
desfase cada vez mayor entre la ideología repu- mica y las prolongaciones idealistas del discur-
blicana establecida y unas estructuras políticas so de la sociología clásica, así c o m o en la prin-
anquilosadas. cipal corriente neoclásica del pensamiento
A nuestro juicio, es posible distinguir en el dis- económico. Parece que las versiones m á s m o -
curso de las ciencias sociales tres importantes deradas fueron propuestas en particular por in-
reacciones políticointelectuales a la crisis de la telectuales de origen pequeñoburgués y las m á s
transformación política. Por primera vez en la radicales por intelectuales de la clase superior y
historia de las ciencias sociales esas tendencias in- el Bildungsbürgerlam. Las segundas fueron
telectuales están determinadas también por el he- m á s fuertes en Alemania y las primeras en
cho de que existían discursos institucionalizados Francia, mientras que Italia mantuvo una posi-
académicamente a los que podían (y debían) refe- ción intermedia.
rirse los sucesores y que daban al debate intelec- L a segunda respuesta a la crisis política e
tual un mayor grado de continuidad y resistencia. intelectual puede denominarse una reacción
La sociología de Durkheim fue, sin duda alguna, del pensamiento económico en el sentido de
el m o d o hegemónico del discurso sociológico y so- que su tema principal era la organización de la
cial de Francia, las instituciones económicas esta- economía nacional. Sin embargo, se diferenció
ban marcadas por la reputación internacional del claramente de las respuestas de tipo keynesiano
pensamiento neoclásico, incluso si éste no era do- en el Reino Unido, Suécia y los Estados Unidos
minante, y los sociólogos de Alemania tenían en (véase Weir y Skocpol, 1985) por cuanto tenía
su orden del día el logro de la identidad académi- vínculos m e n o s fuertes con la ortodoxia econó-
ca c o m o cuestión clave. Sobre este fondo pode- mica académica. D a d o que la doctrina del lais-
m o s distinguir las reacciones intelectuales a la cri- sez-faire no tenía raíces fuertes ni en el discurso
sis por sus relaciones con el discurso legítimo. económico ni en los modelos de elaboración de
L a respuesta m á s arraigada en el pensa- políticas económicas de Europa continental,
miento temprano de las ciencias sociales consi- Keynes encontró que su teoría era aceptada
deraba los elementos progresistas de la sociolo- únicamente por quienes la rechazaban por he-
gía y la economía clásicas c o m o un error opti- rética o la consideraban c o m o una ruptura teó-
mista. Ante un rápido cambio social se argüía rica demasiado débil e insuficiente c o m o res-
que el desarrollo m i s m o de una «sociedad de puesta a la crisis económica. El debate sobre el
masas» había demostrado que no se podían planeamiento económico (véase, por ejemplo,
cumplir los requisitos de la integración social. ZfS 1934) - c u y o solo n o m b r e supera conside-
Ese razonamiento radicaba en parte en la an- rablemente el de K e y n e s - utilizó tres fuentes
siedad existencial de los intelectuales burgue- sociales e intelectuales de Europa. E n primer
Las ciencias sociales y el concepto de Estado en Europa occidental 561
RUS/ÍW
U n o de los principales teóricos de la interdependencia entre el desarrollo científico y social: Freidrich Engels
(1820-1895) dirigiendo la construcción de una barricada durante el levantamiento obrero de 1848, en su ciudad
natal de Barmen, en Alemania. Dibujo de Chtcheglov. Colección vioiict.
lugar, las teorías corporativas de la sociedad se narios de las inmensas burocracias que deter-
relacionaron con la necesidad de una regula- minaban las políticas económicas identifica-
ción social de las crisis económicas. Ese antica- ban algún aspecto particular de la situación
pitalismo «de derechas», que con frecuencia económica y concluían que la simple continua-
conllevaba un fuerte tono tecnocrático, se rela- ción de la rutina administrativa no podía resol-
cionó algunas veces con la crítica elitista de la ver los problemas. Esos grupos podían basarse
«sociedad de masas», descrita anteriormente. en la tradición del intervencionismo estatal en
E n segundo lugar, en el ambiente político del el continente europeo para proponer una m a -
movimiento obrero aparecieron los teóricos de yor actividad estatal, pero tenían que luchar
las políticas económicas. C o m o los socialde- contra normas ortodoxas c o m o el equilibrio
mócratas o los socialistas se habían acercado presupuestario, que parecían estar tan firme-
m á s a las posiciones gubernamentales y c o m o mente arraigadas en la contabilidad cameralis-
durante la Primera Guerra Mundial se habían ta c o m o en la economía moderna. C o n frecuen-
realizado experiencias prácticas c o m o una eco- cia esos círculos formulaban propuestas para
nomía planificada, esos teóricos reconocieron crear institutos de investigación que siguieran
la dirección deliberada de la economía c o m o de cerca la evolución económica. Esos tres ti-
problema de teoría y política económicas que pos de transformaciones del discurso económi-
no podía tratarse exclusivamente recurriendo a co tenían orígenes sociales e intelectuales m u y
los escritos de Marx. C o n frecuencia esos inte- diferentes y en los años treinta y comienzos de
lectuales no estaban vinculados a las institucio- los cuarenta apenas era posible la comunica-
nes académicas - o lo estaban únicamente en ción entre ellos. Sólo después de la Segunda
forma periférica-, pero planteaban sus cuestio- Guerra Mundial el keynesianismo se convirtió
nes teóricas en parte en relación directa con la en Europa en un lenguaje de comunicación
enseñanza oficial conocida científicamente y aceptado generalmente en un terreno aparente-
c o m o crítica de ésta. E n tercer lugar, algunos mente neutro desde el punto de vista político,
administradores o pequeños grupos de funcio- lenguaje «por debajo» del cual podían seguir
562 Peler Wagner
floreciendo los tres discursos (véase, por ejem- compartían el peso de las tradiciones sociológi-
plo, de Ceceo, 1987; Rosan vallon, 1987). co-filosóficas del pensamiento típico del dis-
Al igual que la segunda, la tercera respuesta curso clásico, reconceptualizaron la sociedad
intelectual tenía raíces heterogéneas que hasta c o m o masa que reaccionaba ante un estímulo y
cierto punto impidieron percibir la vinculación elaboraron modelos regulares de conducta, re-
y la continuidad en la evolución de la sociedad conceptualización que era imposible para la
y de las ciencias sociales. E n los contextos inte- teoría clásica. En Francia se habló m u c h o de la
lectuales en los que no había prevalecido la reconciliación del pensamiento de Durkheim y
orientación sociológica clásica se propusieron de Le Play; esto subestima, empero, el proble-
con toda claridad unas ciencias sociales empíri- m a de unir la «teoría» a la «observación empí-
co-descriptivas y orientadas según el neopositi- rica», independientemente de que la obra de Le
vismo: en los Países Bajos c o m o sociografía- Play no podría identificarse con la concepción
sociología (véase van Doorn, 1965; Heilbron, moderna m á s c o m ú n de la investigación empí-
1988) y en Austria en relación con la «cosmovi- rica; en ese m o m e n t o se consideraba la doctri-
sión científica» del neopositivismo (véase N o - na de Durkheim m á s c o m o unafilosofíaque
wotny, 1983). Según la concepción de Lazars- c o m o una ciencia social empírica.
feld, ese concepto fue inicialmente en Austria E n términos políticos esa transformación
una investigación destinada a las aplicaciones del discurso permitió la conceptualización de
prácticas con una clara orientación hacia las la posibilidad de que una élite científicamente
necesidades de los socialdemócratas vieneses informada planificara la evolución de la socie-
que ocupaban posiciones de poder, y m á s tar- dad. Si bien en los tiempos modernos esta idea
de, entre los emigrados de Estados Unidos, una está afincada en la doctrina socialdemócrata, es
orientación destinada a los empresarios, sin desde luego ambivalente. E n efecto, hay m u y
preconceptos normativos. E n los Países Bajos, poca diferencia entre concebir que una élite re-
un concepto que inicialmente tenía sólo una formista pueda actuar c o m o correa de transmi-
orientación académica se unió m á s tarde a una sión para las necesidades de las masas, conoci-
intervención sistemática afincada en las condi- das de la élite gracias a la investigación social
ciones sociogeográficas de Holanda. E n ningu- -concepción ésta que significa retener las in-
no de los casos existe vinculación alguna con el tenciones emancipatorias de la política de iz-
discurso de la sociología clásica; la investiga- quierdas mediante la «modernización»- y con-
ción social empírica orientada hacia las aplica- cebir una élite gobernante organizada en un in-
ciones prácticas evolucionó en ausencia de una menso aparato burocrático, que utiliza los cono-
sociología del ambiente intelectual, o bien pasó cimientos sobre el comportamiento de las masas
al lado de esos discursos sin adentrarse en un y del ciudadano común para controlar y consoli-
debate conceptual. Tal fue el caso de Alemania dar su dominación. En realidad, dada la debili-
y en menor medida de Francia e Italia, países dad - y m á s tarde la presión- de los regímenes
en los que se crearon institutos de investigación socialdemócratas de Europa entre las dos guerras
aplicada -sociología industrial, sociología ru- mundiales, la segunda concepción llegó a domi-
ral, en particular- con el apoyo de grupos socia- nar el contexto político de la investigación social
les interesados o fundaciones extranjeras y con empírica, centrada temáticamente al comienzo
frecuencia sin la aprobación de los círculos aca- en las fábricas y luego en todo el territorio nacio-
démicos. nal. La concepción de unas ciencias sociales e m -
La barrera, cognoscitivamente insalvable, píricas, teórica y políticamente más abiertas, si-
entre la sociología clásica y este tipo de investi- guió siendo rara y sólo se organizó de m o d o m u y
gación social empírica era la conceptualización incipiente. Por el contrario, tras la aparición de
de la sociedad misma: la investigación social los regímenes autoritarios y totalitarios, se conso-
empírica introdujo un cambio radical al esqui- lidaron y ampliaron los institutos de investiga-
var el problema de la relación entre la sociedad ción social, orientados instrumentalmentc y en
y la metodología individual. Los fenómenos de su mayoría extrauniversitarios y de propiedad
masas se hicieron sociológicamente accesibles del Estado; dichos institutos anticiparon formas
al tratar a las personas desde el punto de vista de conocimiento características del Estado ple-
estadístico y objetivarlos a la manera de las namente intervencionista que apareció después
ciencias naturales. Los innovadores, que n o de la Segunda Guerra Mundial.
Las ciencias sociales y el concepto ele Estado en Europa occidental 563
ción de políticas. Esto significa una perspectiva adaptación. E n la mayoría de los casos la uni-
caracterizada, en primer lugar, por una concen- versidad fue considerada el lugar tradicional de
tración esencial en la política y la administra- la ciencia y la investigación. El que esas nuevas
ción pública; en segundo lugar, por una pers- funciones pudieran integrarse en un sistema
pectiva conceptual sobre el funcionamiento de académico dependía en gran medida de la si-
organizaciones orientadas hacia metas especí- tuación de la universidad en los distintos países
ficas en su ambiente social, guiadas con fre- durante ese período de transformación. E n la
cuencia por un enfoque funcionalista y teórico; República Federal de Alemania, por ejemplo,
y, en tercer lugar, por una orientación de las con un sistema de investigación científica afin-
personas hacia la función de decisores, en la cado sólidamente en la universidad, era natural
dirección de organizaciones con metas preci- que se nombraran profesores en las numerosas
sas. Esa orientación se produjo mediante las comisiones gubernamentales que prestaban
coaliciones de discurso de los años sesenta y asesoramiento sobre la elaboración de políticas
comienzos de los setenta. Si bien las coalicio- y efectuaban investigaciones. Al m i s m o tiempo
nes mismas se disolvieron algún tiempo des- se aplicó una política de reestructuración de la
pués, contribuyeron a la transformación políti- universidad mediante su ampliación (gracias a
ca: el Estado intervencionista con ciertas res- diferentes «universidades reformadas»). Asi-
tricciones pasó a ser un Estado de bienestar m i s m o era natural que el sistema universitario
totalmente intervencionista. fuera en los años setenta el marco de la mayor
En los años sesenta la actividad del Estado parte de las investigaciones «sectoriales», es
se amplió en muchos frentes. L a intensidad de decir, investigaciones orientadas hacia las dis-
la regulación política se extendió a campos tra- tintas políticas, que encargaban los diferentes
dicionales c o m o las políticas sociales y econó- organismos gubernamentales. Sin embargo, el
micas, y se crearon nuevos campos de interven- sistema universitario de Francia había evolu-
ción: políticas urbanas y regionales, políticas cionado independientemente de las grandes
de la educación, políticas de la ciencia y la tec- écoles, de orientación administrativa. Por con-
nología, en una primera fase, y políticas energé- siguiente, la mayor parte de las investigaciones
ticas y ambientales, en una segunda etapa. La relativas a la adopción de políticas se realiza en
pertinencia de una comprensión ampliada del Francia en instituciones gubernamentales de
keynesianismo c o m o modelo general de políti- investigación creadas recientemente. En Italia,
ca intervencionista ha llevado a algunos soció- pese al interés general de los investigadores
logos a denominar esta nueva creación «estado académicos por atender a la demanda de inves-
keynesiano de bienestar» (por ejemplo, Offe, tigación, ha sido prácticamente imposible rea-
1983). Pero m á s allá del pensamiento de Key- lizar esa labor debido a que las universidades
nes se han utilizado igualmente conceptos ge- no cuentan con los equipos suficientes. E n la
nerales de la sociedad derivados del funciona- actualidad los especialistas italianos que reali-
lismo y la teoría de sistemas, del m i s m o m o d o zan investigaciones sobre políticas suelen afi-
que se han empleado conceptos más concretos liarse a una o m á s instituciones especializadas
en la teoría organizativa, el análisis de políticas de ese tipo.
o la economía aplicada y las técnicas del acopio Ahora bien, independientemente de la si-
y el procesamiento de datos sociales. E n algu- tuación del sistema universitario tradicional,
nos países c o m o Francia e Italia, las ciencias los diferentes países consideraron necesario
sociales obtuvieron reconocimiento académico crear nuevas instituciones, formas organizati-
en este proceso; en otros, c o m o la República vas e instrumentos de políticas científicas. C a -
Federal de Alemania, afirmaron su legitima- be distinguir tres tipos de innovaciones. E n pri-
ción política que, a su vez, podía utilizarse en mer lugar, la fundación de instituciones espe-
los debates de ciencias políticas para ampliar la cializadas de investigación en materia de
base académica. políticas. Alfinalde la Segunda Guerra M u n -
Sin embargo, el aumento sin precedentes de dial había m u y pocas instituciones de ciencias
la d e m a n d a de ciencias sociales orientadas ha- sociales fuera de la universidad y en su mayoría
cia la adopción de políticas entrañó además en eran institutos de estudios económicos funda-
todos los países tensiones organizativas e insti- dos entre ambas guerras. N o obstante, a partir
tucionales y la correspondiente necesidad de de los años sesenta se creó una gran variedad de
Las ciencias sociales y el concepto de Estado en Europa occidental 565
que habían aparecido con el estudio en los si- plícitamente una perspectiva gubernamental.
guientes epígrafes: «La fragilidad de la investi- Otra tenía c o m o tema los «campos políticos»,
gación en materia de ciencias sociales "científi- tomando prestada la forma gubernamental de
camente constituidas"» y «La reestructuración ordenar la realidad social. La tercera, titulada
de la investigación orientada hacia la práctica «instituciones», parecía referirse a los temas
fuera del c a m p o de las ciencias constituidas tradicionales básicos de la disciplina, pero uno
académicamente». C o m o consecuencia vis- de sus tres capítulos se centraba nuevamente en
lumbró el peligro de que la sociología se conso- la formulación, aplicación y evaluación de las
lidara c o m o disciplina académica reducida a su políticas (Hartwich, 1983).
función de educar e interpretar el m u n d o sin Estos cambios en la organización cognosci-
ningún fundamento empírico, mientras que al tiva de un c a m p o científico, así c o m o en la asig-
m i s m o tiempo la investigación empírica se ex- nación de prioridades de investigación, son
pandiera en instituciones orientadas hacia el consecuencia de una mayor regulación e inter-
beneficio sin que se procurara hacer avanzar vención de los decisores en las instituciones
los conocimientos sociológicos (Lutz, 1976, científicas. Se han establecido mecanismos
423-425). nuevos y m á s sólidos de vinculación de la polí-
Problemas afines surgieron en la reunión de tica con la ciencia, que han transformado la re-
1982 de la Asociación Alemana de Ciencias Po- lación entre las ciencias sociales y las institu-
líticas. Frieder Naschold y Ulrich Jürgens los ciones políticas. C o m o consecuencia de la la-
describieron c o m o un conflicto entre los defen- bor de instituciones polifacéticas organizadas
sores de un enfoque político y los especialistas asimétricamente y con una mayor fuerza regu-
tradicionales de ciencias políticas. Estos últi- lativa, pueden distinguirse dos tendencias prin-
m o s «suelen ver la evolución de la disciplina cipales. En primer lugar, la distancia cada vez
c o m o la historia de la decadencia de una cien- menor entre política y ciencia, acompañada de
cia: huida de las cuestiones básicas sobre el or- un debilitamiento del poder autoorganizativo
den político y limitación de esas cuestiones al de los círculos intelectuales tiende a transfor-
problema sectorial de la regulación de los nive- mar los conceptos analíticos de las ciencias so-
les y procesos; peligro de los parámetros clási- ciales en un simple eco de la perspectiva políti-
cos de las ciencias políticas al ampliar la inves- coadministrativa. Por m á s que los primeros in-
tigación a campos de estudio ajenos a la disci- vestigadores -motivados moralmente- de la
plina y sin competencia profesional; pobreza en el siglo xix estuvieran orientados
politización de la ciencia mediante la creación hacia la reforma política, siempre desafiaron
de una relación estrecha entre la investigación las opiniones políticas reinantes sobre la «cues-
y el asesoramiento en materia de políticas» tión social», mostrando la inevitabilidad de la
(Jürgens/Naschold, 1983, 116-117). Al inaugu- pobreza individual o la construcción social de
rar un coloquio dedicado a estos problemas, las desigualdades independientemente del m é -
H a n s - H e r m a n n Hartwich, entonces presidente rito. La investigación administrativa contem-
de la Asociación, subrayó que entraba «un ele- poránea sobre el m i s m o tema suele partir de
mento destructivo en las posibilidades de in- categorías de la legislación social predetermi-
vestigación cuando la investigación política re- nadas políticamente y de las estadísticas, y re-
cibíafinanciaciónexterna para servicios de in- produce la opinión de la realidad social que in-
vestigación intensiva, mientras que los campos formó la construcción de esos mismos concep-
"tradicionales" de las ciencias políticas tenían tos (véase N o w o t n y , 1982). Analizando que
que continuar viviendo de los escasos fondos dentro de la sociología han aparecido especiali-
ordinarios de investigación del presupuesto ca- dades c o m o la investigación sobre bienestar so-
da vez menor de las universidades» (Hartwich, cial, los estudios de la pobreza y otros simila-
1985, 3; véase además el debate en Hartwich, res, puede observarse que tales perspectivas no
1987). A título ilustrativo, podrían examinarse sólo coexisten con las ciencias sociales acadé-
las actas del congreso de 1982 que dio pie a ese micas, sino que invaden sus bases conceptuales
debate. D e las tres secciones principales, una (véase, por ejemplo, Brante, 1987; en cuanto a
trataba de «los medios de regulación política» una teoría de la perspectiva de las ciencias, véa-
con capítulos sobre derecho, asuntos presu- se Eizinga, 1985; Wagner/Wittrock, 1989). C o -
puestarios y administración, adoptando así ex- m o resultado, hay sin duda cierta congruencia
Las ciencias sociales y el concepta de Estado en Europa occidental 567
El siglo xix vio la emergencia del estudio científico de las condiciones sociales. «El puerto de Liverpool» (1907),
pintura de Victor Tardicu. N. D. viollci.
entre los programas de investigación de cien- para definir los diversos campos de ciencia e
cias sociales y la concepción de las decisiones investigación. Si c o m p a r a m o s esta situación
políticas, que se podría denominar afinidad con la definalesde siglo -la lucha por el esta-
cognoscitiva, pero en contraste con períodos blecimiento de la sociología y las ciencias polí-
anteriores, por ejemplo, la relación entre la so- ticas- parece apropiado hablar de una fuerte
ciología de Durkheim y la «ideología republica- tendencia histórica a devaluar la legitimidad
na» de la sociedad francesa durante la Tercera científica. La influencia cada vez mayor del Es-
República, es sobre todo una afinidad episté- tado en los países europeos ha de analizarse en
mica construida de manera políticoinstitu- la perspectiva de las fases históricas de la evo-
cional. lución del Estado. La superposición del orde-
La segunda tendencia está relacionada con namiento de las actividades estatales en las es-
una fragmentación creciente del c a m p o de las tructuras cognoscitivas de las ciencias sociales
ciencias sociales. Esto no se debe únicamente a se ha llevado a la práctica extendiendo los m e -
su mayor volumen, sino que puede encontrarse canismos de unión entre las instituciones cien-
mejor con la designación de «especialización tíficas y políticas.
caótica» que Horkheimer (1931) empleó ini- Sin embargo, esto sólo ha sido posible por la
cialmente para la situación m u c h o menos dra- fragilidad -incoherencia cognoscitiva, inade-
mática de esta disciplina en los años treinta. La cuación epistemológica y carga política- de las
fragmentación reinante manifiesta, por una estructuras de la disciplina m á s antiguas, que
parte, la reproducción cognoscitiva de departa- por lo demás habían aparecido en contextos
mentos y subdepartamentos administrativos, sociales específicos de las tradiciones intelec-
descrita anteriormente. Por otra parte, se ha tuales, marcos institucionales y estructuras po-
minado la condición académica de los criterios líticas.
568 Peter Wagner
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Análisis histórico comparado del saber
profesional y de las políticas estatales:
juristas y médicos en Gran Bretaña,
Alemania y E E . U U . *
Arnold J. Heidenheimer
Las profesiones en los Estados: seguido criterios complejos al contratar los ser-
lugar que ocupan, atribuciones y vicios de quienes poseían unos conocimientos
orientaciones de política general especializados, siendo m u y variable su concur-
so en las diversas funciones públicas o casi pú-
«Profesión» y «política» (policy) son términos blicas.
que en inglés han adquirido significados claros,
aunque no sean m u y precisos y carezcan de
El derecho y la medicina
equivalencias en otros idiomas'. Por otra parte,
c o m o profesiones prestigiosas
hay profesiones, c o m o el derecho y la medici-
na, que han conservado significados e identida- La soberanía del Estado se caracteriza esencial-
des bastante similares en m e n t e por el monopolio
los diversos países occiden- Arnold J. Heidenheimer es profesor de que hace del uso legítimo
tales. Sin embargo, a lo lar- ciencias políticas en la Washington de la fuerza. Si hubiera una
go del tiempo, y en estos University, Sant Louis, Missouri, relación de igual a igual en-
E E . U U . Ha publicado numerosos estu-
marcos nacionales, son di- dios sobre política comparada, política tre el prestigio profesional
versos los subcomponentes pública y el Estado, incluido un artículo y la situación central de las
de las profesiones jurídica publicado en esta Revista (108, junio ocupaciones desde el punto
y médica que han modifi- 1986).
de vista estatal, las profe-
cado la relación que guar- siones de mayor categoría
daban entre sí y también la deberían ser entonces el
que tenían con el Estado y ejército y la policía. Pero el
sus clientes. Por ello, puede prestigio de los funciona-
que el análisis histórico nos rios militares ha ido dismi-
permita analizar de qué nuyendo en la medida en
manera h a n contribuido que se reducía la contrata-
las profesiones a través de ción del personal en la aris-
su interacción con las estructuras estatales a tocracia, incluso en los sistemas de carácter es-
configurar de manera distinta los criterios na- tatal m á s elitista. C o n los cambios en las tareas
cionales en materia de política general. y las prioridades del Estado, la categoría relati-
Este artículo tiene por objeto contribuir al va de las profesiones acabó determinándose
entendimiento de los factores que perpetúan o por su dominio de los conocimientos formales
modifican el contenido y los procesos de las po- y los diplomas, c o m o en el caso de los abogados
líticas mediante el análisis de las tradiciones y los médicos.
perdurables que intervienen sobre todo en las ¿Cuál es el término por el que se conocen las
relaciones entre los Estados y unas profesiones características esenciales que distinguen a estas
tan esenciales c o m o son el derecho y la medici- profesiones de otras que pueden haber alcanza-
na. A nuestro parecer, las naciones-Estados, do una categoría profesional a lo largo del tiem-
desde el comienzo de la Edad Moderna, han po? Puede que en la terminología de la lengua
La profesión jurídica.
Arriba: Los jueces consejeros de la Reina sc dirigen hacia la Cámara de los Lores, en Londres. L. Chcmiauíi/Camcra Press.
A la derecha: Lord Gifford, jurista diplomado de la corte de Cambridge, con su peluca y su toga para llegar puntual
al tribunal. P. Lichficld/Camcra Press.
inglesa la expresión que mejor corresponde sea, precede al Estado moderno, ha prosperado por-
sin duda, la de «profesión prestigiosa» («status que «la estructura del Estado puede favorecer
profession»). El derecho, la medicina y el clero el acceso de los abogados al tiempo que se con-
se han caracterizado c o m o tales por el hecho de sagran partidas importantes del presupuesto
ser las herederas de las profesiones cultas de la del Estado a las actividades médicas»
Europa preindustrial, en contraposición con (Björkman, 423).
las «profesiones ocupacionales» que en épocas La profesión jurídica puede considerarse
m á s recientes han desempeñado los requisitos c o m o una profesión prestigiosa primordial des-
habituales de la profesionalización (Freidson, de el punto de vista del funcionamiento del Es-
1986, p. 32). tado y de las interrelaciones entre los sistemas
Las profesiones prestigiosas pueden ser im- político, económico y social. La situación sin-
portantes para diversos tipos de regímenes. Su gular que ocupa se debe al acceso privilegiado
situación ha sido crucial en esferas c o m o políti- de sus profesionales al monopolio estatal de la
ca de la población, eficacia del gobierno y legi- coerción legítima, mientras que el término de
timación de los esfuerzos tendientes a la cons- «funcionario de la corte» sugiere precisamente
trucción del Estado absolutista, acabando más lo que la distingue de las otras profesiones. Al
tarde por hacerse indispensables cuando se tra- disponer de un monopolio sobre las otras pre-
tó de contribuir a que el Estado liberal siguiera bendas de la corte, los juristas han ocupado por
siendo gobernable y legítimo en los momentos lo general una situación dominante en la buro-
en que se producía su transición hacia el Estado cracia y en el poder legislativo.
de bienestar. Esas profesiones, cuyo prestigio La profesión médica, por otra parte, puede
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las politicas estatales 575
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576 Arnold J. Hcidenlwinwr
trate de los Estados continentales o de los an- rácter de una asociación política. Se conservó
gloamericanos. Tal vez lo mejor sea elaborar el el carácter colectivo de las profesiones presti-
concepto de Freidson según el cual las profesio- giosas manteniendo los vínculos estructurados
nes son los «agentes del conocimiento formal». de manera bastante libre entre sus campos de
Freidson considera que las carreras profesiona- actividad, centrados en las cortes de justicia y
les ofrecen un apoyo económico a los agentes en los hospitales, y los de los agentes ejecutivos.
del conocimiento formal, describiendo los «re- Las profesiones mantuvieron su autonomía
quisitos materiales previos de los agentes» frente a la burocracia naciente, y en los siglos
(Freidson, 13-15). D e la m i s m a manera pode- XIX y x x conservaron las distinciones entre sus
m o s proceder al análisis de los determinantes componentes, por ejemplo, los abogados y los
políticos de las formas alternativas de los agen- procuradores.
tes profesionales. E n virtud de un desarrollo temprano de las
Los países: Inglaterra-Gran Bretaña, Pru- burocracias y de su consiguiente diferenciación
sía-Alemania y Estados Unidos de América y coordinación, Prusia-Alemania logró y m a n -
constituyeron sus sistemas partiendo de distin- tuvo una alta estabilidad. Las asociaciones de
tas tradiciones de lo estatal y con diferentes abogados y de médicos a veces fueron suprimi-
modalidades progresivas de unificación, d e m o - das y otras veces adquirieron una categoría casi
cratización e industrialización dentro de las oficial. U n gran número, sobre todo de aboga-
cuales los abogados y los médicos dieron prue- dos pero también de médicos, fue absorbido
ba de orientaciones diferentes en su manera de por la burocracia estatal con lo cual disminuye-
relacionarse con las funciones políticas del Es- ron sobremanera los desafíos de procedimiento
tado. a sus casi funcionarios. La unificación nacional
A este respecto, Inglaterra-Gran Bretaña se realizó casi simultáneamente a la industriali-
puede caracterizarse c o m o un país que alcanzó zación y la introducción de las instituciones del
m u y temprano su unidad nacional, creando un Estado asistencial. Institucionalizadas bajo los
sistema centralizado de tribunales de justicia regímenes absolutos m u y estatalistas, las profe-
que alcanzaría tal grado de conciencia estatal siones prestigiosas comenzaron a desempeñar
que tuvo que reducir posteriormente, indus- funciones que tendían a reflejar una variante
trializándose incluso antes de aceptar el sufra- instrumental de los agentes. Su orientación ha-
gio universal y cuyas instituciones burocráticas cia los procesos de política general, que refleja-
nacionales funcionaban medio siglo antes de ban «la tradición ideológica de la cultura políti-
responder a las presiones socioeconómicas y a ca alemana, que amalgamaba los intereses ad-
la democratización, sentando las bases de las versos en instituciones existentes en lugar de
modernas instituciones del Estado de bienestar crear contra-instituciones» (Blankenburg,
a principios del siglo X X . 247), puede caracterizarse c o m o un sistema de
Cabe a este respecto señalar que la Gran «consociación» política2. Cuando m á s tarde, a
Bretaña posee un sistema m u y poco profesio- fines del siglo xix, se les confirió poderes que
nalizado en el que el Estado, firmemente asen- les permitieron autogobernarse, las profesiones
tado, dejó m u y pronto atrás el absolutismo (si- prestigiosas ya habían sido fusionadas por las
glo XVII) y adoptó los servicios dominados por autoridades superiores en profesiones unifica-
las élites, lo que dio origen a una autonomía das. Pero dentro de estas profesiones, los que
profundamente legitimada, sobre todo por par- desempeñaban cargos públicos c o m o jueces o
te de las profesiones prestigiosas y de sus c o m - funcionarios seguían siendo superiores en nú-
ponentes. Al funcionar el marco de una autori- mero y en prestigio a los trabajadores privados,
dad más coordinada, sus abogados y médicos, sobre todo en la esfera del derecho.
sus procuradores y farmacéuticos, sus médicos Estados Unidos sigue siendo un país m u y
clínicos, evitaron en gran medida las situacio- poco estatalista, lo que se debe a sus institucio-
nes jerárquicas propias de la función pública, nes políticas descentralizadas que impidieron,
prefiriendo el lento crecimiento orgánico, opo- durante m u c h o m á s tiempo que en Gran Breta-
niéndose a la simplificación «instrumentalis- ña, la institucionalización de una fuerte buro-
ta» de los compromisos «para realizar los obje- cracia nacional capaz de dar cuerpo a normas
tivos del Estado» (Damaska, 91). uniformes y obligatorias en materia de califica-
Puede decirse que su orientación tiene el ca- ción o práctica profesional. A diferencia de los
578 Arnold J. Heidenheimer
dos sistemas europeos, Estados Unidos se de- nómicos o cualesquiera otros de índole perso-
mocratizó con m u c h a anterioridad a su indus- nal, debido en parte a que «las agencias priva-
trialización, aunque los factores regionales y ét- das de investigación les parecen menos temi-
nicos, propios de ese país, retrasaran el desa- bles que la búsqueda de la verdad a través de
rrollo de las instituciones del Estado asistencial funcionarios jerárquicamente vinculados a los
una generación m á s tarde que en Gran Bretaña centros estatales del poder» (Damaska, 127,
y dos generaciones después que en Alemania. 221).
« N o hay Estados en el m u n d o que estén tan A pesar de que las reglas y costumbres rela-
profundamente desunidos c o m o en los deno- tivas al diagnóstico médico han reflejado m u -
minados Estados Unidos de América», ha di- cho antes el conflicto entre las tradiciones aca-
cho C K . Chesterton. D e la misma manera, sus démicas y los tabús religiosos, esos conflictos
profesionales prestigiosos «han sido el reflejo desaparecieron completamente con la apari-
de esa ausencia de Estado en la nación america- ción de los paradigmas médicos científicos del
na». Al hacer acopio de cualidades que conver- siglo xix Sólo entonces se normalizó el diag-
tirían a los profesionales estadounidenses en nóstico de la investigación médica, ante todo
«instrumentos eficaces de la canalización de las c o m o resultado de la aceptación de la teoría de
energías sociales», asumirían las funciones de los gérmenes y del desarrollo de la inmunolo-
agentes en el sentido de intermediarios. Dichas gía. Los ensayos bacteriológicos y serológicos y
funciones complementaron el desarrollo del otros análisis de sangre y los fluidos corporales,
Estado que oscilaba, por ejemplo, entre «un or- que habían llevado a establecer unos diagnósti-
den en el que las normas judiciales se oponían cos m u c h o m á s completos durante el siglo xix,
a la expansión de las facultades administrati- se efectuaban en los centros de investigación de
vas, y otro orden en el que esas normas judicia- Francia y Alemania. N o es casual que la difu-
les iban a estimular dicha expansión» (Skowro- sión de estos grandes descubrimientos de la in-
nek, 34, 290). Por ello su orientación hacia los vestigación procediera de las universidades
procesos de política general puede definirse co- francesas y alemanas, m á s dominadas por el
m o una orientación de «heterosociación» polí- Estado, que de los centros profesionales an-
tica3. gloamericanos.
La distinción de los juristas c o m o integran-
tes de una profesión primordial y de los médi-
Reglas para la aplicación del conocimiento
cos y terapeutas c o m o miembros de una profe-
D e tipo investigativo: el proceso jurídico tiene sión subordinada se observa en los privilegios
un carácter primordial porque las reglas para el testimoniales de que son objeto unos y otros. El
acopio de los conocimientos siempre han esta- privilegio relativo al abogado y al cliente, único
do influidas por la experiencia formadora del privilegio reconocido por el derecho c o m ú n , se
Estado. Para demostrarlo, e m p e c e m o s por otorga originariamente al abogado 4 en Inglate-
comparar el proceso jurídico del «descubri- rra para «que pueda salvaguardar los secretos
miento» probatorio con el del «diagnóstico» que su cliente le confía y preservar de ese m o d o
médico. su honor». Según las Normas sobre la Prueba
En los sistemas m u y estatalistas de la Euro- que prevalecen en los tribunales federales nor-
pa continental, el «descubrimiento» va m u c h o teamericanos, el privilegio del abogado sigue
m á s lejos en las causas criminales que atañen siendo superior al que se confiere a médicos y
directamente al Estado que en las causas civiles clérigos. Los privilegios de los médicos tera-
que conciernen a litigantes privados. En los ca- peutas son «más limitados», en parte porque se
sos angloamericanos de tradiciones poco esta- carece de privilegio médico general, de m o d o
talistas ocurre todo lo contrario: en las causas que lo que se les confiere es prueba de «las im-
civiles, las fuertes garantías procesales consti- portantes funciones que supone han de des-
tuyen otros tantos obstáculos al desempeño de empeñar para la sociedad en general más bien
la función fiscal o acusatoria, m u c h o m á s en que para los tribunales de justicia en particu-
todo caso que a la de los abogados de la de- lar» (Freidson, 94-7). Este es el motivo de que
fensa. pueda obligarse a que se sometan a los tribuna-
La baja estabilidad hace que los litigantes les los expedientes médicos de los particulares,
no teman testimoniar contra sus intereses eco- pero no los archivos de los abogados.
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 579
Los médicos londinenses fueron los prime- m e n en el Colegio, y otra para las provincias
ros en adquirir el sello m á s distintivo del profe- donde Oxford, Cambridge y el Colegio c o m -
sionalismo moderno cuando en 1518 el Colegio partían la responsabilidad de otorgar los diplo-
(Real) de Médicos obtuvo una carta que le otor- mas (Berlant, 139). Con ello, los médicos logra-
gaba la «autonomía por orden del Rey». Entre ron el derecho de participar en la toma de deci-
los que presentaron la petición a Enrique VIII siones sobre política general c o m o integrantes
estaban el médico de la corte y el Lord Canci- de una asociación con responsabilidades legíti-
ller. Esta concesión no sólo implicaba una auto- mas tanto en el centro c o m o en la periferia.
nomía de respeto a la naciente administración La Gloriosa Revolución afianzó a las dos
civil, sino que la autoridad de los médicos, a profesiones inglesas en su propia autonomía
diferencia de la de sus colegas franceses, seguía (Burrage, 1989), mientras que en el naciente
siendo independiente de las universidades. Es- Reino de Prusia surgían nuevas reglamentacio-
ta situación puede explicarse en parte por el he- nes para integrar m á s estrechamente ambas
cho de que, al tratarse de una sociedad m u y profesiones en la administración pública. E n
urbanizada, los gobernantes estaban dispuestos Prusia el paralelo entre los dos grupos profesio-
a delegar su autoridad para lograr una protec- nales se acentuó más aún en la medida en que
ción mayor contra las amenazas de la peste y un Estado burocrático maduro tendió a impo-
otras epidemias. ner condiciones más uniformes a las profesio-
Los médicos convencerían después al Parla- nes de prestigio. E n Inglaterra, tan profunda-
mento, que tan sólo 12 años antes habían limi- mente oligarca y capitalista, las profesiones
tado la práctica médica en Londres a las perso- médica y jurídica utilizaron diversas estrate-
nas que habían sido examinadas por una auto- gias para competir en los mercados con los gru-
ridad eclesiástica, a promulgar en 1523 una ley pos profesionales menos privilegiados, siendo,
que confería al secular Colegio Real el poder de primero, toleradas y, m á s tarde, sancionadas
otorgar diplomas (pese a que la Iglesia seguía por gobiernos con ambiciones y prioridades in-
conservando el derecho de disponer de sus pro- ternas m á s restringidas.
pios médicos en virtud del derecho canónico). Durante el siglo x v m los procesos de forma-
C o m o parte de esta concesión, el Colegio a m - ción y certificación en ambos países se diferen-
plió sus funciones y asumió la responsabilidad ciaron m á s aún y ofrecieron formas de profe-
de examinar a los médicos de provincia. Se sionalización m u y opuestas entre sí. Mientras
crearon así dos esferas, una en Londres, donde que en Inglaterra seguiría disminuyendo la fun-
los futuros médicos debían someterse a un exa- ción educativa desempeñada por Oxford y
Análisis histórico comparado del saber profesional y ele las politicas estatales 581
Cambridge, en parte debido a los m u y arraiga- por orden real, siendo reemplazada por jueces
dos intereses religiosos, la importancia estaba asistentes y comisionados que estaban bajo el
en la educación humanista que preparaba al control de los tribunales. Al lado de los médi-
personal que habría de formar parte del clero. cos estaban los abogados sometidos a la «Ver-
Al no insistir el Estado en los diplomas acadé- staatlichung der gelehrten Stände» (nacionaliza-
micos, los futuros abogados y médicos se capa- ción de las corporaciones eruditas) que, de con-
citarían cada vez m á s en los Colegios y los hos- formidad con la modernización profesional,
pitales de Londres. formaba parte de la «innere Staatsbildung» (ca-
Prusia y otros Estados alemanes fundaron pacitación dentro del Estado) (Lundgreen, 80).
universidades para capacitar a los profesiona- Por su profunda identificación con el Esta-
les de prestigio y normalizaron esa formación do, los abogados y los médicos de Alemania se
de dos maneras complementarias: exigiendo clasificaban socialmente por encima de los
que los juristas, primero (1669), y los médicos mercaderes y otras categorías burguesas análo-
(1671) después, siguiendo m á s tarde otros gra- gas, aunque tenían que merecer esa clasifica-
duados, se presentaran a los exámenes estatales ción realizando muchas actividades moderati-
organizados cada vez m á s por los burócratas. vas sobre todo la de otorgar las licencias a ciru-
A pesar de que los médicos desempeñaran janos, parteras y otros trabajadores sanitarios
menos cargos oficiales a tiempo completo que de menor categoría.
los abogados, sus condiciones de servicio -tal En cambio, los médicos de Londres no se
c o m o se observa en los juramentos prestados, ocupaban de suministrar personal a las provin-
en las medidas disciplinarias y en las obligacio- cias ni a las clases m á s bajas de la profesión.
nes- se distinguían poco de las de los Beamten M u c h o m á s que los abogados, constituyeron
(funcionarios) (Huerkamp, 1985, 379). Duran- una casta cerrada m u y poco propensa a hacer
te algunos años, en la década de 1780, llegaría algo que no fuera conservar su monopolio lon-
incluso a suprimirse la clase de los abogados dinense. Los Colegios de Abogados abrieron
582 Arnold J. Heidenheimer
m á s sus puertas y asumieron la función de for- gan a las profesiones a defenderse en un frente
mación con un poco m á s de seriedad, con lo abierto, haciendo, c o m o contrapartida, que los
que aumentó el número de los abogados y los laicos se concentren en los puntos de acceso
procuradores constituían a su vez su propia or- m á s interesantes» (Wirt, 88).
ganización y elaboraban sus propias normas, Después de algunos intentos vanos por de-
respaldados por el Estado. La formación jurídi- sautorizar la abogacía en los Estados del Este .
ca seguía, pues, centrada en los Colegios y en durante la década de 1780, los movimientos
los tribunales londinenses, mientras la de los iniciados en 1810 tuvieron m á s éxito contra
médicos se realizaría en su mayor parte en la abogados y médicos en los Estados periféricos
periferia geopolítica6. del Sur y especialmente en el Oeste, acelerán-
Los orígenes de la aplicación de la expresión dose a partir de 1830. E n un principio las nor-
«falta de ética profesional» {«malpractice») son mas imperantes en muchos Estados del Este
sintomáticos del exiguo marco de referencia de eran de carácter oligárquico, pese a lo cual la
la política asociativa de los médicos ingleses. democratización consecuente al sufragio m a s -
Su origen no está en los tribunales de justicia, culino universal no podía ser frenada, coinci-
sino que es m á s bien consecuencia de las amar- diendo la supresión de los obstáculos de la
gas luchas entre farmacéuticos y médicos. D u - práctica de la profesión con el movimiento
rante las pestes del siglo x v n los médicos solían jacksoniano de los años 1820. El otro factor
alejarse de Londres con sus clientes m á s ricos y primordial característico del caso norteameri-
dejaban su espacio a los farmacéuticos, a los cano fue la enorme influencia de las sectas y las
que se mantenía a una distancia prudente, por iglesias «disidentes», especialmente fuertes en
lo que uno de ellos acusaría a los médicos de los Estados m á s alejados y que empezaban a
«falta de ética profesional» en 1671 (Chapman, gozar de los beneficios del segundo Gran Des-
172). Al cabo de décadas de esfuerzo continuo pertar.
por remediar los errores de los colegios de m e - En marcado contraste con la Francia de los
dicina situados en Londres, y con objeto de im- Orléans en la que el monopolio médico recons-
partir la adecuada formación y vigilar la prácti- tituido sé sitúa en la vanguardia de la investiga-
ca de la profesión, y para satisfacer las necesi- ción científica, la América del Norte, durante
dades de la sociedad industrializada, se llegaría este período de sublevaciones populistas, asis-
ya mediado el siglo XIX - e n 1858- a instituirei tía al nacimiento de las poderosas sectas médi-
Consejo General de la Medicina. Dicho Conse- cas que utilizaban su libertad para crear «cole-
jo incluía a varios miembros profanos a la pro- gios» y difundir cosmologías. Hacia 1830 el ra-
fesión, pese a lo cual estaba controlado por m é - dicalismo político se c o m b i n ó c o n el
dicos y cirujanos, mientras que los trabajadores renacimiento religioso y el empirismo médico
ajenos a la profesión tendrían tan sólo una re- hasta plasmar en esos híbridos singulares que
presentación simbólica. fueron las sectas médicas ( R a m s e y ) . Los
thompsonianos, cuyo lema era «Todo hombre
es su propio médico», constituían una de esas
Carácter distintivo de la desautorización sectas m á s íntimamente ligadas a los jacksonia-
norteamericana nos. En América del Norte, a mediados del si-
La paulatina desautorización de los m o n o p o - glo XIX, las alianzas basadas en estos grupos o
lios consagrados a la práctica de la medicina se en grupos análogos suprimirían o harían cadu-
produjo m u c h o antes en América del Norte cos la mayoría de los monopolios que autoriza-
(1810-1840) que en Inglaterra (1858) y en la ban el ejercicio de la profesión tanto a médicos
Federación de Prusia y Alemania del Norte c o m o a abogados.
(1869), siendo mayores sus consecuencias. L a El hecho de que las luchas entabladas entre
gran vulnerabilidad de las profesiones dentro religión.y ciencia coincidieran con las diferen-
del sistema general norteamericano puede ilus- tes modalidades y secuencias de la democrati-
trar la hipótesis de Wirt según la cual «cuanto zación explica el hecho de que las universida-
m á s abiertos son los sistemas políticos a las de- des norteamericanas del siglo xix no fomenta-
mandas, mayores son las posibilidades de que ran demasiado las profesiones de prestigio. L a
surja algún conflicto y que este conflicto tenga desautorización tuvo una repercusión m á s du-
éxito. Los numerosos niveles de decisión obli- radera que la producida en Francia después de
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 583
1879, ya que tan sólo a fines de siglo podrían gaba al m i s m o grado que en Francia y Nortea-
esas dos profesiones recuperar sus posiciones a mérica.
través de lo que Larson definió c o m o «proyec- Estos dos Estados transformarían m á s la si-
to profesional». Las funciones de formación de tuación de los abogados que la de los médicos.
ambas profesiones se desplazaron sobre todo Durante unas pocas décadas, aproximadamen-
hacia las universidades, de manera análoga a te en 1850 y 1860, lo que determinó decisiva-
c o m o había ocurrido en Alemania y ocurriría mente las relaciones entre profesiones y Estado
m á s tarde en la Gran Bretaña (Larson). tanto desde el punto de vista legislativo c o m o
M á s que la medicina era ahora el derecho el del mercado, producto de dos orientaciones
que tuvo que adaptarse a la herencia populista. convergentes, fue producto del itinerario bas-
La controvertida, pero ampliamente practica- tante similar de ambos sistemas políticos, ya
da, elección popular de jueces y fiscales hizo que uno y otro favorecían a los gobiernos cons-
que el control profesional fuese más limitado e titucionales que liberarían a unas masas que ca-
incluso que la distinción entre poder judicial y da vez se desplazaban m á s hacia los sectores
hombres políticos llegara a ser mucho m á s elás- industrial y urbano 7 . Habida cuenta de los es-
tica que en Europa. Pero en medio del alboroto casos conocimientos sobre las consecuencias
capitalista-populista de América, los abogados de la industrialización y la escasa capacitación
obtuvieron beneficios a largo plazo gracias a los del personal médico y de las profesiones afines
altibajos de las luchas por el prestigio y los pri- en lo relativo a ocuparse de los problemas de la
vilegios profesionales. Los ideólogos profesio- salud pública y privada, la mezcla de elementos
nales utilizaron la magistratura para repudiar voluntarios - d e mercado- y gubernamentales
las divisiones internas y aprovechar las máxi- -reglamentarios- pudo ser aceptado a su vez
mas ventajas públicas de su relación especial por quienes no compartían los ideales libera-
con el «Estado» norteamericano. « Y , puesto les.
que los norteamericanos acabarían apreciando ¡Qué profundo es el contraste entre ambos
el simbolismo de la magistratura..., la abogacía sistemas si nos referimos al cambio de situa-
organizada no podría por menos que sacar su ción y a la normativa jurídica! Por una parte,
partido de ello» (Botein, en Geison, 50, 69). Gran Bretaña, que se había convertido en la
nueva potencia mundial económica y política,
ignoró relativamente las amenazas internas o
Remodelación profesional; contrastes
externas, sin ningún afán por codificar sus le-
entre Gran Bretaña y Alemania
yes, reformando m u y lentamente su sistema
Cuando se comparan los casos británico y pru- policial y permitiendo que los escoceses conser-
siano-germano con el norteamericano y el fran- varan un sistema jurídico m u y distinto. La po-
cés conviene tener presente que fueron los pri- lítica practicada consistía en no interferir con
meros los que evitaron el triunfo de las revolu- las prerrogativas tradicionales de la profesión
ciones políticas de carácter democrático y jurídica y fortalecer realmente la división inter-
nacional posteriores a 1789, siendo también los na de su trabajo8.
que primero introducirían cambios sociopolíti- La determinación de los abogados y procu-
cos a empezar por los estratos superiores. E n radores de demarcar su territorio en el siglo xix
Prusia fueron decisivas las reformas de los sis- es un exponente de c ó m o la política asociativa
temas administrativo y educativo introducidas llevaría a una modalidad única en su género,
por Stein y Hardenberg entre 1807 y 1810. M á s característica de Gran Bretaña. «Las luchas, las
tarde, a partir de 1850, aunque en forma menos negociaciones y los acuerdos mutuos entre gru-
drástica, la selección del personal para la admi- pos de trabajadores jurídicos parece haber de-
nistración pública de la Gran Bretaña de con- terminado en gran medida la estructura y la ju-
formidad con un criterio cualitativo, sirvió en risdicción de los tribunales de justicia» (Burra-
gran medida para aumentar la viabilidad y legi- ge, 1969). En medio de una sociedad industrial
timidad del gobierno central. Alejados c o m o en rápida evolución que seguía considerando a
estaban de las presiones democráticas, a los res- los jueces c o m o poco más que unos jefes de la
ponsables de las políticas de Gran Bretaña, corporación de abogados, estos últimos mantu-
aunque les conviniera cambiar la relación m a n - vieron el aislamiento del sistema jurídico. Al
tenida con las profesiones de prestigio, no lle- mismo tiempo, abogados y procuradores, per-
584 Arnold J. Heidenhcimer
trechados en los tribunales en el sentido m á s sentido estricto que en Gran Bretaña se atribu-
estricto, desertaban de los mercados potencia- ye a ese término. Por una parte la profesión
les y abandonaban a unas instituciones estata- acabaría racionalizándose hasta el extremo de
les cada vez m á s vastas la tarea de seleccionar- dejar de lado las divisiones tradicionales entre
los. E n la industria, los procuradores desdeña- abogados, procuradores, etc., que seguían gra-
ban oportunidades que eran aprovechadas por vitando en Gran Bretaña y Francia. Por otra
los interventores y secretarios de las empresas parte, la forma en que se ejerció el control de la
privadas. formación y de la práctica de los abogados iba a
Incluso en una sociedad que cambiaba len- vincularnos m u c h o m á s a las carreras seguidas
tamente, esta situación ponía en peligro su si- en las ramas m á s amplias y prestigiosas de la
tuación dominante. Las calificaciones limita- administración jurídica y legal. Mientras en In-
das y el número insuficiente de personal jurídi- glaterra el abogado podía abrigar la esperanza
co les impedía formar debidamente parte de la de que ocuparía el puesto de juez alfinalde una
administración pública recién organizada. Por carrera ilustre c o m o abogado defensor, en Ale-
ende, Gran Bretaña llegaría al siglo X X con un mania el abogado sólo podía comenzar a prac-
sistema judicial cerrado en sí m i s m o e inaltera- ticar su profesión al término de un largo perío-
ble y una nueva burocracia en la que los aboga- do de aprendizaje y después de haberse someti-
dos constituían la m á s pequeña y menos influ- do a varios exámenes obligatorios si quería
yente de las minorías. Los abogados estarían aspirar a ejercer la judicatura.
presentes en el Parlamento, aunque en grado En Alemania, los atributos característicos
menor que en las cámaras legislativas de Nor- en sumo grado de estatalismo no sólo servían
teamérica y Alemania. para confinar a los abogados dentro de sus pro-
La manera prusiana de orientar la evolu- pios linderos, sino para introducir cambios es-
ción y distribución de sus profesionales de tratégicos que redundarían en favor del presti-
prestigio capacitados jurídicamente se diferen- gio relativo de los jueces y abogados adminis-
ció de manera m u y notable precisamente du- trativos, y ello principalmente a través de las
rante ese período. C o n arreglo a una ordenanza escalas de sueldos. Afinalesdel siglo xvín los
de 1817 que atribuía a los estudios jurídicos un jueces habían invertido la modalidad interior
lugar importante en las calificaciones para in- con objeto de lograr ventajas en materia de
gresar en la administración pública estatal, prestigio, aunque después de la unificación en
Prusia dio cada vez mayor preferencia a los la época imperial, volverían a bajar de catego-
abogados cuando se trataba de seleccionar al ría. Cuando, por último, los jueces crearon en
personal de rango superior de la administra- 1909 su propia asociación, se quejarían de que
ción pública y, dejando de lado toda formación tanto los médicos c o m o los abogados, a través
académica que no fuera el derecho, almacena- de sus cámaras respectivas, disponían ya del
ría un Juristenmonopol («monopolio jurídico») poder de establecer sus propias normas, lo que
cada vez mayor que acabaría por imponerse en a ellos les estaba todavía vedado.
la burocracia del Reich en detrimento de otras D e ese m o d o , los abogados alemanes cobra-
modalidades distintas aplicadas en ciertas re- ban cada vez una importancia mayor en una
giones. época en que los abogados británicos perdían
D e esta manera, Prusia constituyó el ejem- su poderío, lo que se debía sobre todo a que los
plo m á s notable de esa relación íntima estable- cambios operados en los sistemas administrati-
cida entre una profesión prestigiosa primordial vo y jurídico habían sido dispares9.
y un Estado nuevo y bien asentado, lo que daría
c o m o resultado que el derecho se convirtiese en
Transposiciones y continuidad en virtud
la mayoría de los casos en una profesión predo-
del comienzo del Estado de Bienestar
minantemente estatal. El fenómeno repercuti-
ría en esa minoría de abogados titulares que Hacia 1870 los tres países eran cada vez m á s
actuaban c o m o «profesionales libres» (o aboga- similares en lo que respecta a sus perfiles indus-
dos particulares o attorneys), término que e m - triales y otros aspectos socioeconómicos, ha-
plearé para designar a todos los abogados que biéndose ya producido la unificación alemana.
practican su profesión de forma privada y que Al admitir las diferencias predominantes en
tienen acceso a los tribunales, a diferencia del cuanto al Estado, cabía esperar que esa conver-
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 585
gencia de las relaciones entre profesión, Estado m o en Alemania. El hecho de tener una base
y cliente iba a darse también en la medicina, asociativa m á s estrecha y exclusiva hizo que los
profesión subordinada y, en consecuencia, m á s intereses de los médicos clínicos y de los espe-
alejada que el derecho del gobierno central y de cialistas permanecieran bastante aislados de
los procesos jurídicos directamente vinculados los demás, y durante las negociaciones que con-
a la tradición centralista del Estado. dujeron a la Ley del Seguro Sanitario de 1911,
Ahora bien, pese a que la dinámica de los Lloyd George pudo allanar esas diferencias y
descubrimientos resultantes de la investigación someter su legislación al Parlamento.
médica y de las tecnologías afines a lo largo de Función de las Universidades: El movimien-
ese período fuera un fermento para la conver- to alemán también se diferenció del británico
gencia de los métodos científicos de las profe- debido a que la función de la universidad se
siones médicas y la logística de los sistemas sa- orientaba m á s hacia el prestigio.. U n aspecto
nitarios en general, la relación entre Estados y del alto grado de la estabilidad alemana es el
profesiones, entre profesiones y clientes y entre que caracteriza a las políticas gubernamentales
clientes que votan y gobiernos fue m u c h o m á s de la investigación, m u c h o m á s deliberadas y
distinta en medicina que en derecho cuando se puede observarse en c ó m o el Secretario de Es-
comparan los tres países. tado Althoff creó las facultades de medicina
Los acontecimientos consecutivos a la insti- prusianas, de m o d o que la escuela médica ale-
tucionalización del seguro sanitario alemán y m a n a se convirtiera en la m á s prestigiosa del
originados en los subsidios por enfermedad m u n d o . Su alto valor para el Estado hizo que,
que los sindicatos socialistas controlarían m u y en el marco de los colegios profesionales, las
pronto hicieron que fuera la profesión médica facultades de medicina recuperaran su función
alemana anterior a 1914 la m á s politizada en- examinadora y se impusieran a los consejos
tre las seis profesiones prestigiosas de que se que organizaban los exámenes estatales, des-
trata en este artículo. Los graves enfrentamien- plazando así a funcionarios y médicos. «La si-
tos entre cajas de seguros y sindicatos desem- tuación de los científicos alemanes al frente de
bocaron en la creación de unas asociaciones de la medicina mundial significaba que el éxito de
médicos cuyas tácticas acabaron siendo radi- la medicina moderna no podía ser cuestionado
calmente agresivas, incluso con sus propios por los administradores. N o se podía negar a
miembros. La herencia de los colegios profesio- las autoridades mundiales - y había muchas de
nales gravitaba todavía, c ó m o se demuestra ellas en casi todas las facultades de medicina de
con la afirmación del descontento de los médi- la época- el derecho de examinar en sus c a m -
cos por el temor de que se viera amenazada su pos respectivos» (Simmer, en O'Malley, 185).
autonomía profesional, de cuño tan reciente y Pero al m i s m o tiempo, las políticas de los segu-
que los había liberado de la tutela de la buro- ros sanitarios ya mencionadas hicieron que
cracia (Huerkamp, 1980, 375). Por consiguien- muchos médicos se sindicaran en agrupaciones
te, la dinámica de su estatus, estimulada por la Hartmannbund. D e este m o d o , las políticas gu-
interacción Estado y políticas asociativas, les bernamentales tejieron unas relaciones bastan-
llevó a adoptar cada vez m á s una táctica sindi- te asimétricas entre la profesión y el Estado,
cal. Puede que no fuera la política social de Bis- tanto para los que aumentaban la base cognos-
marck la que socavase la condición de clase de citiva de la profesión c o m o para los que sumi-
los obreros, pero lo que sí es cierto es que iba a nistraban sus servicios a clientelas masivas.
consolidar la solidaridad clasista de los médi- En Estados Unidos, país de baja estatali-
cos. dad, se produjo un proceso análogo, aunque
La cohesión profesional de los médicos si- con matices m á s «capitalistas». Las reformas
guió en Gran Bretaña un camino distinto, ya de Flexner fortalecieron el poder del mercado
que el Estado gravitó con menos fuerza que en de la profesión, permitiendo que los médicos,
Alemania en lo relativo a los diplomas y la for- por conducto de la Asociación Médica Nortea-
mación en las ramas de la medicina de mayor o mericana ( A M A ) , no sólo se alzaran contra el
menor categoría. Si bien la profesión médica seguro médico público, sino, y de manera gene-
británica también tuvo sus conflictos a causa ral, contra la «práctica corporativa de la medi-
de los sueldos con las sociedades de beneficen- cina». Se instó a los médicos a que no acepta-
cia, dichos conflictos no fueron tan intensos co- ran puestos asalariados ni participaran en nin-
586 Arnold J. Heidenheimer
gún tipo de tareas remuneradas. Sin embargo, había interesado en el periodo anterior. El pres-
las facultades de medicina y los investigadores tigio de la profesión se debía al gran poder de
lograron finalmente ponerse a la altura de los los tribunales c o m o organismos normativos.
investigadores alemanes. Hasta 1910 los diver- Después, en el período progresista, fue necesa-
sos controles privados o voluntarios de la m a - rio agruparse para defenderse de los asaltos po-
yoría de los hospitales y universidades impidie- pulistas. La invalidación de la legislación regla-
ron que las facultades de medicina tuvieran fá- mentaria y redistributiva por parte de los tribu-
cil acceso a sus propios hospitales o a hospitales nales federales y estatales hizo que la «rama
afiliados. Luego, en 1910 «casualmente el mis- judicial tomada globalmente» fuera considera-
m o año en que se publicó el Informe Flexner», da c o m o el «archienemigo de las fuerzas del po-
el problema se resolvió de pronto. La disponi- pulismo», mientras se consideraba que la « m a -
bilidad de una tecnología cara hizo que los hos- gistratura era el adversario de la democracia»
pitales aceptaran las afiliaciones que antes ha- (Skowronek, 253). Según el historiador de la
bían desdeñado. Pero en este caso el «modelo A B A (American Bar Association, «Asociación
corporativo» se aplicó c o m o en el m u n d o co- Norteamericana de Abogados»), la campaña de
mercial. «Si las corporaciones pueden consoli- resistencia a la invalidación, organizada por la
dar sus recursos en unidades m á s amplias y efi- profesión alrededor de 1910 por medio del C o -
caces, ¿por qué no pueden hacer lo m i s m o los mité de Oposición a la Invalidación Judicial, es
hospitales y las facultades de medicina?» (Lud- el movimiento m á s significativo y osado jamás
merer, 225). patrocinado por la A B A .
E n Alemania, a pesar de que la codificación Este fenómeno sucedió al m i s m o tiempo
había cambiado la base cognoscitiva del cono- que se fortalecía la profesionalización, cuyo ob-
cimiento jurídico en mayor medida que en los jeto era aumentar las exigencias educativas, so-
dos países de derecho c o m ú n , el cambio en las bre todo con el ingreso en las escuelas profesio-
relaciones entre la profesión jurídica, el gobier- nales. A este respecto, las facultades de derecho
no y los clientes fue menos acusado durante es- procuraron seguir el camino de las facultades
te período. Los profesores de derecho también de medicina, aunque su avance en este sentido
recuperaron su supremacía en los consejos de no fuese tan significativo10.
exámenes estatales, pero desplazaron a los ad- Puede que la incapacidad de la profesión en
ministradores de la medicina con menos rapi- imponer límites se debiera a la idea general de
dez que en Estados Unidos, al m i s m o tiempo que el derecho constituía la carrera ideal para
que se fortalecía el vínculo entre la capacita- entrar en la política electoral, por lo que se con-
ción y la práctica durante la etapa de formación sideró que el carácter cada vez más elitista de
del Referendar, antes del segundo examen esta- las facultades de derecho era potencialmente
tal. Los jóvenes abogados se enfrentaban con el m u c h o m á s «antidemocrático» que el de las fa-
desempleo porque no había muchas aperturas cultades de medicina en las que se reduciría el
en el sector público y no les resultaba fácil to- porcentaje de mujeres y estudiantes pertene-
m a r medidas contra terceros c o m o hacían los cientes a minorías a partir de 1910, sin que ello
médicos. T a n sólo les estaba permitido dedi- provocara significativas protestas. Es posible
carse a la práctica privada, lo que a su vez se que, en el caso de que los abogados norteameri-
traduciría en el hecho de que la mitad de los canos hubieran impuesto realmente unas con-
abogados de Berlín fueran judíos. diciones de ingreso m u y selectivas, su potencial
Los abogados norteamericanos: Las corpo- c o m o profesión primordial hubiera disminui-
raciones norteamericanas tendían a aceptar el do m u c h o m á s que en Gran Bretaña.
asesoramiento externo en mayor medida que La normalización de la enseñanza de la m e -
las alemanas y por esa razón, entre otras, a par- dicina en Estados Unidos condujo a una mayor
tir de 1900 se crearían vastas empresas jurídi- uniformidad del prestigio dentro de la profe-
cas que nunca tuvieron un equivalente en E u - sión (Stevens), aunque la estratificación inter-
ropa (Rueschemeyer). Los abogados de fama na dentro del derecho fuera cada vez mayor a
nacional concentraban sus esfuerzos en este través de las diferentes situaciones de prestigio,
sentido y despreciaban generalmente la oportu- las sociedades y los clientes. El sueldo medio de
nidad de desempeñar cargos electorales y judi- los abogados varió m u c h o a través del tiempo,
ciales en el ámbito nacional, lo que tanto les ya que, de ser m á s alto que el de los médicos
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 587
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Medico rural alemán con su ayudante, siglo xvi. Grabado de Nicolas M e l d c r m a n n . M u s e o de las artes decorativas,
Paris. Roger Viollci.
588 Arnold J. Heidenheimer
hacia 1930, fue descendiendo hacia 1950 para Las categorías profesionales
recuperar m á s tarde parte del terreno perdido. y las políticas de los Estados
Sin embargo, los abogados m á s importantes ga- de bienestar: explicación
naban m u c h o m á s que los médicos más impor-
de los casos anómalos
tantes, mientras que los abogados de menor ca-
tegoría ganaban mucho menos que los médicos Es necesario proceder con cierta cautela si se
que estaban en su caso, provocando una disper- quieren conocer las repercusiones de los anti-
sión de los sueldos de los abogados «mucho guos tipos de relación entre el Estado y las pro-
mayor que en cualquier otra profesión» (Abel, fesiones que, en materia de política general,
1988,211). dieron nacimiento a orientaciones opuestas en
La mayoría de los funcionarios locales y ele- el ámbito nacional contemporáneo. Observe-
gidos por el Estado eran designados a partir de m o s de qué manera una profesión prestigiosa
los niveles menos prestigiosos de la población, c o m o el derecho ha seguido siendo primordial
por lo que la limitación del ingreso en las facul- en comparación con una profesión meramente
tades de derecho marginales tuvo consecuen- ocupacional c o m o la ingeniería. Entre los ejem-
cias políticas. En los parlamentos de los países plos m á s conocidos podemos mencionar la
europeos se llegó incluso a reemplazar a los gran diferencia existente entre el número relati-
abogados por miembros de otras profesiones, vo de abogados e ingenieros en Japón y Estados
c o m o , por ejemplo, los profesores, asistentes Unidos. El hecho de poder establecer correla-
sociales, etc. El derecho, al ser una profesión ciones significativas entre esas medidas y los
menos selectiva, hizo que el Congreso de Esta- índices del desarrollo económico dependerá en
dos Unidos fuera único en su género por la ele- gran medida de la elección de los casos y de los
vada proporción de abogados que había en él y períodos históricos. La baja proporción de abo-
por permitir que estos últimos «dominaran en gados en Gran Bretaña depende m u y poco del
Estados Unidos las ramas políticas del gobier- rápido progreso tecnológico".
no con m á s firmeza que en cualquier otro país» Para aclarar mejor nuestro punto de vista,
(Abel, 1988,227). basado en el hecho de que las distintas trayec-
El contraste con lo que ocurría en Gran torias de la correlación Estado y profesiones no
Bretaña es m u y notable. Los abogados ingle- aparezcan en las políticas generales, nos centra-
ses, al no interesarse en la ley tomada global- remos en los casos que pueden considerarse
mente, sino sólo en lo que ocurría en los tri- anómalos a juicio de los especialistas de las
bunales, fueron m e r m a n d o ellos mismos su ciencias sociales. D e ser válidos los atributos
función, en la medida en que los tribunales que hemos tratado de identificar por medio de
dieron paso a otros de carácter administrati- nuestros tipos nacionales de orientaciones polí-
vo, m á s flexibles y con m á s conciencia políti- ticas o de los análisis del desarrollo sectorial de
ca. «Se destituyó a los jueces o bien éstos aca- las profesiones, también lo serán si desarrolla-
barían por alejarse de la magistratura o ve- m o s el marco explicativo, de m o d o que se c o m -
rían obstaculizada su participación en prenda mejor por qué ciertos instrumentos de
amplias esferas de competencia del Estado la política general aparecen en un m o m e n t o de-
M o d e r n o » . Esta tendencia se oponía a la de la terminado y en determinados lugares. Por
mayoría de los otros Estados de bienestar y ejemplo, ¿por qué los servicios sanitarios, co-
llevaría a una situación tal que «en Inglaterra, m o vehículos de las aplicaciones del conoci-
el "derecho" desempeñó una función menos miento médico, se pusieron en vanguardia del
importante que en prácticamente cualquier Estado de bienestar en Gran Bretaña más que
otro país occidental» (Abel-Smith & Stevens, en Alemania? ¿Compensaron los alemanes esa
1-2,20). situación asignando más fondos a la asistencia
A nuestro parecer, la profesión jurídica jurídica y a los servicios de la abogacía? En caso
parece haber cedido parte de su situación pri- contrario, ¿por qué y c ó m o explicar esa situa-
mordial. El centro de sus actividades, el tri- ción en función del prestigio que habían tenido
bunal, se atrofió a medida que iba implantán- los abogados los siglos precedentes? ¿Cuál es el
dose el sistema sanitario hasta ponerse en punto más vulnerable de la frontera que esta-
vanguardia del Estado de bienestar britá- bleció una separación entre remuneración de
nico. los servicios profesionales y remuneración co-
Análisis histórico comparado ele! saber profesional y ele las políticas estatales 589
ideas de las prioridades sociales seguían siendo que menos del 1 % de los abogados británicos
limitadas. T o d o ello daría origen a esa tradi- trabajaran en el m i s m o .
ción de animosidad entre médicos británicos y
gobiernos locales. Esta herencia política negati-
Segmentación basada en los conocimientos
va convertiría a la profesión británica en algo
y expansión de las carreras profesionales
radicalmente distinto de la norteamericana y
alemana, por lo que tendría tan buena acogida Si se evalúan los cambios m á s importantes que
el control directo de la burocracia nacional. intervienen a partir de 1930 en la situación re-
La política asociacionista, al aceptar plena- lativa de las profesiones prestigiosas c o m o
mente las preferencias profesionales en materia agentes del conocimiento formal en los Estados
de'organización interna, había mantenido en- de bienestar, parecería que el contraste entre la
.tre los sectores superior e inferior de la profe- medicina y el derecho sea m u c h o mayor en los
sión una diferencia m u c h o m á s marcada en países que heredaron orientaciones diversas en
Gran Bretaña que en Estados Unidos, donde la materia de política general. El conocimiento
mayoría de los médicos clínicos siguió tenien- formal, socialmente utilizable en medicina,
do acceso a los hospitales. Al no aceptar la pro- creció a un ritmo m u c h o mayor, y el hecho de
puesta de creación de un Consejo Médico Cen- que los gobiernos suministraran cada vez m á s
tral, el «Estado aceptó la brecha profesional apoyo a la investigación dentro del sistema sa-
que separaba la práctica general de la especiali- nitario puede explicar el ascenso de la medici-
zada y que, en realidad, institucionalizaba el na c o m o profesión prestigiosa subordinada. Es-
sistema hospitalario» (Ashford, 293). La pro- to será menos aparente en cuanto al número de
longada autonomía de los colegios profesiona- los médicos clínicos que si se compara con la
les británicos podría explicar por qué la mayor envergadura y el alcance de instituciones tales
d e m a n d a real provocada por el Estado de bien- c o m o los tribunales y los hospitales.
estar se traduciría en un cambio de los sectores La función de las universidades c o m o insti-
prestigiosos de la profesión, m u c h o más marca- tuciones que combinan la investigación, la en-
do en la medicina que en el derecho. señanza y ía capacitación profesional aumentó
El hecho de que los especialistas británicos de par con la legitimación de las investigacio-
m á s capacitados de la profesión médica (los nes sanitarias. Las facultades de medicina se
consultores) apoyaran la nacionalización del hallaban en una situación ventajosa al depen-
sistema sanitario respondía al fenómeno según der a la vez de la sanidad y de las políticas edu-
el cual las universidades desempeñaban una cacionales, por lo que se convirtieron en los be-
función m á s amplia y directa en el otorgamien- neficiarios principales del apoyo del Estado de
to de certificaciones profesionales. Entonces, bienestar. A d e m á s , se intensificó sobremanera
cuando el gobierno nacional halló la manera de la afiliación a los hospitales, lo que no sucedió
combinar el apoyofinancierocon las reglamen- con las facultades de derecho con respecto a los
taciones mínimas tanto para la universidad co- tribunales, ni siquiera en Alemania, país en el
m o para los sistemas hospitalarios, parecía se- que la judicatura era una asignatura obligatoria
guro que la autonomía iba a coexistir con las en la carrera de postgrado. Resultado indirecto
diversas modalidades de la nacionalización «a de esta situación fue que la medicina llegó a
la manera británica». U n indicador importante aumentar su hegemonía m u y por encima de
de la poca intrusión de la burocracia nacional muchas de las llamadas «profesiones sanitarias
británica fue el número relativamente reducido afines», mientras que los abogados no pudie-
de abogados con que contó esa burocracia. Las ron hacer lo mismo, es decir, ejercer un control
asociaciones nunca levantaron la prohibición mayor sobre determinadas profesiones c o m o la
del empleo asalariado de los abogados -dentro intervención de cuentas, la asistencia social o la
o fuera del gobierno-, y la mayor parte de los policía. En una época en la que las especializa-
procuradores del sector público se ocuparon de ciones y la gran diversidad de la clientela hicie-
la aplicación de las políticas a nivel local m á s ron que diversos grupos médicos se agruparan
que de la promulgación de leyes a nivel nacio- de una u otra manera, esa hegemonía sirvió
nal. El hecho de que la gran mayoría de los m é - para mantener la cohesión general de la m e -
dicos británicos aceptara trabajar en el sector dicina.
público se vio facilitado por el fenómeno de El desarrollo del Estado de bienestar nor-
Análisis histórico comparado del saber profesional y ele las políticas estatales 591
teamericano, con respecto al británico, provo- su contrapartida del Servicio Sanitario Nacio-
caría m á s cambios en el modelo norteamerica- nalizado, al aumentar la influencia de los admi-
no de la abogacía que en el británico. Ahora nistradores profanos en detrimento de la de los
bien, mientras el número de abogados con e m - grupos profesionales». C o n la creación de de-
pleos gubernamentales aumentaba considera- partamentos administrativos y jurídicos inde-
blemente, el porcentaje de los que se dedicaban pendientes se intentó separar «la interpreta-
al ejercicio privado de la profesión seguía sien- ción de los estatutos y los servicios jurídicos
do en 1960 de las tres cuartas partes, porcentaje generales del desarrollo de "las políticas gene-
bastante m á s elevado que el de los médicos. E n rales"». Por consiguiente, los británicos procu-
las décadas anteriores el crecimiento m á s rápi- raron evitar el monopolio administrativo de
do no había sido el de los abogados con e m - los abogados acuñado en el modelo germánico,
pleos públicos ni el de los que ejercían la profe- de manera que los abogados y sus auxiliares si-
sión, sino el de los abogados que ejercían en las guieran ateniéndose al modelo heredado de
empresas privadas y, sobre todo, en las grandes asociación política. Los procuradores del go-
sociedades jurídicas que no tenían su equiva- bierno local «crearon a su vez su propio territo-
lente ni en la Gran Bretaña ni en Alemania rio, lo que les permitiría reproducir la mayoría
(Abel). Este fenómeno puede atribuirse en gran de las condiciones de la práctica privada» (Mur-
parte al hecho de que, a partir de 1930, fueran ray y otros, 215-219).
las leyesfiscalesel motor principal de la expan- En Alemania las instituciones del Estado de
sión gubernamental, por sus vínculos profun- bienestar se hallaban encerradas en marcos
dos con el sistema impositivo. Todo ello hizo m u y estrictos de prerrogativas legalizadas, con
que el número de abogados de ciertas socieda- su propia cultura jurídica en torno a los jueces
des jurídicas de Washington y Nueva York fue- y con un alto porcentaje de litigios. El fuerte
ra m u c h o mayor que el que ejercía en la mayor arraigo de las tradiciones administrativas ce-
parte de ministerios federales alemanes. E n rraría el paso a cambios de gran alcance en los
una proporción que no tuvo paralelo en ningu- criterios de designación de los profesionales.
no de los otros países, muchos de los jóvenes La profunda legalización de las prerrogati-
abogados norteamericanos m á s capaces gana- vas había llevado a los abogados alemanes a
ron su experiencia en los órganos y tribunales conservar su autoridad sobre las nuevas estruc-
de justicia federales antes de pasar a formar turas del Estado de bienestar, c o m o fue el caso
parte de las sociedades privadas. de las magistraturas del trabajo. Desde la déca-
Aunque aumentara en Gran Bretaña la im- da de 1960 los miembros ajenos a la profesión
portancia de las empresas de procuradores, el habían ido eclipsándose de las magistraturas
hecho de que los abogados no pudieran asociar- del trabajo para ceder el paso a los jueces profe-
se entre sí constituye un caso único. Esta situa- sionales, y éstos, a diferencia de los jueces ordi-
ción se veía agravada por el aumento de los jue- narios, serían nombrados por ministros del tra-
ces, y todo ello hizo que los fallos dictados por bajo de los Laender. En Estados Unidos puede
los tribunales fuera característica del sistema observarse a partir del período progresista una
británico y no del alemán, m á s burocratizado, resistencia activa a la creación de tribunales es-
ni del norteamericano, en el que la sentencia es pecializados de esa índole. E n Gran Bretaña los
el resultado del entendimiento entre acusación habrá, aunque se denominarán sencillamente
y defensa. En derecho y en medicina, los ingle- tribunales de justicia. Estos ejemplos sugieren
ses vinculan esa modalidad a una división m u y que los casos nacionales ilustran las diversas
marcada entre las categorías superiores e infe- facultades acordes con las tres tradiciones nor-
riores de la profesión, a diferencia de lo que mativas en lo que se refiere a recibir y aplicar
ocurre en los otros dos países. Por eso los lími- los denominados «acuerdos mesocorporativis-
tes entre la carrera de los médicos clínicos y la tas» a través de los cuales las asociaciones y los
de los especialistas siguen siendo m á s marca- profesionales desempeñan un «papel activo en
dos en Gran Bretaña. el funcionamiento de los organismos sociales»
Los procuradores alcanzaron también si- (Rogowski, 1985).
tuaciones influyentes en el gobierno local. En la Los abogados ordinarios alemanes, al dis-
década de 1970 se produciría consecuentemen- poner de un estatus inferior por el prestigio
te una reorganización que «se parecía m u c h o a conferido y por su número, comparados con los
592 Arnold J. Heidenheimcr
tivas sobre asuntos tales c o m o , por ejemplo, el Gran Bretaña y Alemania. En E E . U U . las moti-
aborto. E n Estados Unidos los conflictos pue- vaciones eran mayores en lo relativo a entablar
den surgir con más facilidad, en parte debido a juicios por daños y perjuicios, al tolerarse los
que, en las asociaciones de carácter jurídico y honorarios eventualesfijadospor los abogados
médico, los abogados y los médicos que ocupan c o m o porcentaje de la indemnización que el
puestos gubernamentales no son lo suficiente- tribunal podría conceder a los demandantes y
mente numerosos o influyentes c o m o para sua- que solía ser m u y elevada. Esta situación hizo
vizar los conflictos dimanantes de intereses que la A M A y sus aliados de la industria del
económicos o ideológicos. seguro se movilizaran masivamente para obte-
A pesar de que, tal c o m o suele ocurrir en las ner legislaciones estatales quefijaranlímites
profesiones prestigiosas, tanto los médicos co- temporales yfinancierosa las indemnizaciones
m o los abogados hayan establecido en gran m e - que podrían acordar los tribunales y jurados.
dida sus propios reglamentos, la diferencia Por su parte, los abogados intentaron que la
considerable entre ellos en cuanto al grado de Asociación de Abogados de Norteamérica
inmunidad frente a los ataques por falta de éti- (ABA) tomara medidas semejantes en lo con-
ca profesional, ha creado unas distinciones que cerniente al derecho, lo que provocó controver-
son lesivas y que, al mismo tiempo, han ido en sias públicas en las que las profesiones de pres-
aumento, a la par de los programas del Estado y tigio se cubrieron de ridículo y fueron condena-
de bienestar. Según el derecho consuetudina- das por la prensa.
rio, no cabe demandar a los jueces por los actos Las relaciones entre organismos estatales y
que puedan cometer en el desempeño de sus asociaciones profesionales durante esta contro-
funciones oficiales, y los juicios contra los abo- versia pública puso de manifiesto la orienta-
gados por el mal desempeño de sus profesiones ción hacia otros colegios profesionales. E n
tienen pocas probabilidades de éxito en la prác- 1985, y rebasando sus competencias normales
tica. En cambio, son más las posibilidades que de órgano de verificación de cuentas, la Conta-
tienen los pacientes de los hospitales de exigir duría General recabó a este respecto las ofici-
una compensación13. nas de las asociaciones interesadas. Las res-
Desde los años 1960, época en que empezó puestas de las profesiones médica y jurídica no
a subir el sueldo de los médicos con respecto al eran las mismas. La respuesta exhaustiva de la
de los abogados, c o m o resultado de la financia- A M A iba acompañada de las respuestas de
ción pública de los servicios sanitarios estadou- otros 13 grupos médicos. Pero entre las res-
nidenses, el número de los juicios por el mal puestas de la comunidad jurídica, no figuraba
desempeño de las funciones y la cuantía de las curiosamente la de la Asociación de Abogados
indemnizaciones fue superior en E E . U U . al de de Norteamérica. Las distintas recomendacio-
cualquier otro país. También aumentaron so- nes de política de los comités de abogados no
bremanera los gastos en concepto de seguros pudieron ser resumidas por la organización, co-
por actos de negligencia profesional, superando m o es natural. D e ese m o d o , la Asociación de
en 1984 el billón anual. Esta situación hizo a su Abogados de los Tribunales de Justicia (Trial
vez que se intensificara la llamada «medicina Lawyers Association) llevó todo el peso de la
defensiva», ya que los médicos que se habían representación jurídica tanto en lo concer-
- especializado en campos vulnerables de la pro- niente al cuestionario nacional c o m o a los de-
fesión prescribían exámenes que no eran indis- bates que tuvieron lugar en las cámaras estata-
pensables, pero que les permitían protegerse les (Contaduría General)15.
mejor. E n 1984, la Asociación Médica de Nor- Resulta interesante observar c ó m o se trata-
teamérica ( A M A ) calculó que el coste había au- ban las quejas de índole semejante de los pa-
mentado en 15 mil millones más, es decir, que cientes en el marco político asociacional britá-
constituían el 5 % de los gastos sanitarios14. nico. E n contraste con la falta de un recurso
Hacia 1980, la relación peculiar entre las efectivo de agravio para apelar ante las socieda-
profesiones y el Estado norteamericano hizo des o los consejos médicos norteamericanos, el
que los juicios por el mal desempeño de las fun- Consejo Médico General Británico «mantuvo
ciones profesionales alcanzaran tal magnitud un extraordinario grado de control sobre sus
política y económica que superaba con mucho propias reglamentaciones y medidas discipli-
los fenómenos paralelos que se producían en narias» (Rosenthal). EI número de demandas
594 A mold J. Heidenheimer
contra los médicos entabladas ante el Consejo a crear modelos de información susceptibles de
siguió siendo estacionario a lo largo de los años identificar las variaciones en los tratamientos
1980, y el hecho de que el Consejo Médico G e - médicos y su costo.
neral atendiera sólo una dé cada ocho deman- Al comprobar con cuánta lentitud los orga-
das limitaba los recursos ante los tribunales. El nismos norteamericanos entablaron juicios en
porcentaje de litigios siguió siendo m u y bajo la década de 1960 contra la profesión médica
comparado con el de E E . U U . y, aunque tam- por sus prácticas monopolistas, los observado-
bién aumentaran los gastos en concepto de se- res se preguntaron en voz alta «qué papel des-
guros, se situó c o m o m á x i m o en Gran Bretaña empeñaban los intereses monopolistas de los
en unos 300 dólares anuales, mientras que la abogados para que la profesión jurídica no si-
cifra equivalente en E E . U U . con respecto a guiera la m i s m a pauta que la profesión médi-
ciertas especializaciones y localidades, c o m o ca» (Berlant, 246). Los políticos harían revivir
en el caso de la obstetricia en Florida, en que los organismos incorporándoles economistas,
era m u y elevado el porcentaje de abogados y sobre todo de la escuela de Chicago, de m o d o
médicos por habitante, se acercó a los 100.000 que se fomentara una intensa competición po-
dólares anuales. lítica en el seno de la Comisión Federal de C o -
En los sistemas europeos de seguro público, mercio y entre esta Comisión y otros organis-
c o m o el alemán, la responsabilidad principal mos análogos (Katzmann).
del control de calidad seguía estando en manos Con el tiempo los organismos superaron sus
de los colegios de médicos y corría a cargo de inhibiciones y, a partir de 1970, empezarán los
los denominados médicos supervisores al ser- juicios contra los monopolios de las principales
vicio de las asociaciones de seguros médicos. asociaciones profesionales de la medicina, de la
También en E E . U U . se establecieron mecanis- ingeniería y, de manera algo más marginal, del
mos análogos de supervisión de los colegas du- derecho. D e esa manera, la Comisión Federal
rante la década de 1970, aunque acabaran de- de Comercio se interrogaría sobre la manera en
jándose de lado, ya que se elegirían unas técni- que se había monopolizado la certificación de
cas más netamente competitivas. La Oficina las competencias o estaba dominada por los
Federal de Financiación de los Servicios Sani- consejos y comités de enlace patrocinados por
tarios formó parte de esas técnicas y empezaría la A M A . La Comisión entablaría también jui-
a acopiar datos sobre la patología y la mortali- cios para oponerse a las restricciones éticas en
dad de los hospitales que cuidaban a los pacien- materia de publicidad legítima, a las «prácticas
tes en el marco de los programas Medicare. En contractuales» que desalentaban a los provee-
un principio no se divulgarían los datos, aun- dores, a los que se negaban a cooperar con los
que en 1986 se difundieron entre el público las hospitales administrados por personal ajeno a
tasas de mortalidad de todos los policlínicos de la profesión o a las organizaciones de defensa
E E . U U . A pesar de las severas críticas a las ca- de la salud y también contra los boicots a terce-
rencias metodológicas, las tasas no variaron y ros que instituían ciertos tipos de reembolso no
años más tarde se comunicaría el proyecto de aprobados por la profesión.
divulgar datos análogos sobre los médicos par- Ackerman, al opinar que desde la época del
ticulares. En Gran Bretaña y Alemania no ocu- « N e w Deal» los abogados habían ocupado un
rría nunca algo parecido. lugar dominante en la creación del Estado in-
Política competitiva: ¿Por qué las profesio- tervencionista, observaba que «asistíamos a un
nes norteamericanas tuvieron que someterse a cambio manifiesto del equilibrio del poder pro-
un control cualitativo público sin precedentes? fesional. En su lucha por alcanzar las cimas del
Los gastos sanitarios constituían la mayor par- poder público y privado, los abogados se en-
te de los gastos del Estado de bienestar y su frentan cada vez más con nuevos competidores
peso en el P N B fue m u c h o más elevado que en profesionales, economistas, analistas de las po-
Gran Bretaña, teniendo que someterse a con- líticas públicas, consultores de gestión, científi-
trol en virtud de las severas condiciones fisca- cos de la informática». El pronóstico de Acker-
les de los años 1980, lo que provocó una serie m a n sobre el destino que aguardaba a los abo-
de interacciones entre medicina y otras profe- gados se basó en la idea de que su dominio del
siones. T o d o ello estimuló a los economistas y a «conocimiento formal» no era lo suficiente-
los especialistas de la informática, llevándoles mente formal en el sentido de que los abogados
A nálisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 595
Notas
* Este documento se preparó con utilidad las sugerencias de otros sumamente valiosos de Erhard
motivo de las reuniones de un miembros del grupo. Citaré a Blankenburg, Robert Dingwall,
grupo de investigación sobre Michael Burrage, Claudia Jack Heinz, William C . Jones,
Profesiones y Estado, patrocinado Huerkamp, Jürgen Kocka y Gary Freeman, Göran Thcrborn y
por el Consejo de Estudios Hannes Siegrist. Agradezco otros participantes del grupo que
Europeos. M e han sido de gran asimismo los comentarios asistió al Congreso Mundial de la
596 Arnold J. Heidenheimer
IPSA, en 1988, en el que se 5. Mientras los sistemas del parte integrante de la adaptación
presentó este documento. continente europeo disponen de los mecanismos estatales
desde un principio de los recursos británicos, al aludir a la reforma de
1. Véanse Heidenhe¡mer(1982), y de apelación, en Inglaterra éstos la administración jurídica de 1846,
Hcidcnhcimer ( 1986). sólo se regularizaron durante la era cuyo objetivo era recuperar las
victoriana, mientras que en pequeñas deudas, con lo cual se
2. El contexto en que utilizo este Estados Unidos el recurso de obtuvo una modesta victoria en la
término exige un significado más apelación sigue sin tener una base lucha por la descentralización de
limitado que cl que le atribuyeron constitucional. C o m o los abogados y procuradores de
habitualmente Lijphart y elementos jerárquicos de los provincias. D e todo ello se deduce
Lehmbruch. Sin embargo, procede • sistemas angloamericanos de que la estructura compartimentada
de la concepción central según la justicia están todavía por de la profesión «no era una
cual hay que compartir el poder y desarrollar, y lo mismo sucede con redundancia, sino un elemento
tener confianza en las consultas, sus homólogos de la Europa primordial de la estructura estatal»
tal c o m o se observa en Alemania continental, los tribunales de (Johnston, 196).
cuando sc trata de compartir las apelación no se consideran
competencias en materia de fundamentales en el 9. Las comparaciones con otros
formación y de práctica procedimiento ordinario sistemas de la Europa continental
profesional entre las cámaras, las (Damaska, 48-9). ponen de relieve el carácter
asociaciones y la burocracia estatal distintivo del caso alemán. Siegrist
y cuando se utilizan ciertas 6. C o m o resultado del declive nos ha enseñado que los abogados
estructuras consultivas c o m o experimentado por la enseñanza alemanes se distinguían de sus
Konzertierte Aktion. de la medicina en las colegas de Francia y Suiza menos
universidades, y a causa de la por su falta de control del mercado
3. Agradezco vivamente la ayuda exclusividad de las facultades de que por sus vínculos con el Estado.
de Robert H . Salisbury para Londres, la mayor parte de los Aunque ambas profesiones
acuñar este término con cl que estudiantes ingleses de medicina se hubiesen adquirido categoría
caracterizar el caso han capacitado o diplomado en académica, los abogados franceses
norteamericano. Su utilización se universidades escocesas. En la tenían afinesdel siglo xix más
propone reflejar la mayor segunda mitad del siglo x v m la autonomía que los de Alemania,
variación en las relaciones entre proporción de médicos graduados país en el que era más corriente
Estado y profesiones a través del de Oxford y Cambridge, que el Estado ordenara la
tiempo y también la mayor comparada con la de los graduados estructura profesional desde arriba
heterogeneidad de las estructuras y de las universidades escocesas, era hacia abajo con respecto al modelo
relaciones tanto entre las de algo más de 10 a 1 en favor de de Beamter (empleados) (Siegrist,
profesiones de prestigio c o m o en el los diplomados escoceses, y el foso en Conze/Kocka, 327-330).
seno de las mismas, tal c o m o se no ha dejado de ensancharse
manifiesta particularmente con su después de 1800. Hacia 1850 los 10. Así, el número de plazas en las
participación en los procesos graduados de las universidades facultades de derecho se multiplicó
normativos. escocesas constituían las dos por diez a lo largo de las cuatro
terceras partes de los médicos que décadas posteriores a 1889; en
practicaban la profesión en
4. En este artículo se utilizó el 1927, dos tercios de esas plazas
Londres y las cuatro quintas partes
término «attorney» para designar a estaban en las facultades a tiempo
de los que la practicaban en
todos los abogados que ejercen la parcial y otros dos tercios en las
provincias. Estas cifras pueden
profesión privada. Por facultades no acreditadas. Si bien
interpretarse de m u y diversas
consiguiente, el término abarca a fue posible suprimir las facultades
formas, aunque en todas es
los Anwälte alemanes, barristers y marginales de medicina que no
asombroso el contraste con
solicitors británicos y lawyers respetaban las exigencias de
respecto a los abogados (Agnew, en
norteamericanos que ejercen la ingreso cada vez más severas, fue
O'Malley, 259-60).
profesión privada de abogado. Lo imposible hacer lo m i s m o en lo
aclaramos en especial para los concerniente al derecho, y allí
lectores de la versión inglesa, 7. La evaluación de las dos siguieron desarrollándose las
acostumbrados a la acepción situaciones después de los cambios facultades no acreditadas y a
británica, más restringida, del intervenidos en 1850 y 1869 sirve tiempo parcial. Hasta una época
término lawyer. [En la versión de apoyo a esta definición de tan tardía c o m o 1931, el abogado
española, solicitor se ha traducido convergencia durante la breve norteamericano medio sólo tendrá
por «procurador», mientras que «apertura liberal» de Alemania que cursar un año en la
los otros términos lo son por el de (Ramsey, 248-257). universidad y seguir una
«abogado», con las explicaciones formación de dos años y tres meses
necesarias cuando así procede. 8. H e m o s visto que la en una facultad de derecho o en un
N.delT.]. segmentación profesional forma bufete de abogados (Collins, 155).
Análisis histórico comparado del saber profesional y de las políticas estatales 597
Bibliografía
Alain-G. Gagnon
1. ¿ D e qué m o d o participan los especialistas dos problemas sociales y surgían otros, empezó
de las ciencias sociales en el proceso de for- a reinar cierto escepticismo en cuanto a la ca-
mulación de las políticas? ¿Hacia qué aspec- pacidad que tenían las ciencias sociales para re-
tos del proceso político se orientan los espe- solver todos los males de la sociedad. C o m o
cialistas y qué otros aspectos procuran evi- consecuencia de ello, esas disciplinas asumie-
tar? ron un papel m á s modesto, limitándose a suge-
2. ¿ C ó m o se utilizan las ideas y la información rir orientaciones generales de investigación en
producidas por las investigaciones sociales? los campos de las políticas oficiales, sin propo-
3. ¿Cuáles son las variaciones entre los papeles ner ninguna solución peculiar a los problemas
del especialista de las ciencias sociales c o m oespecíficos. Desde entonces se ha llegado a po-
«experto» y c o m o «crítico» y qué relación ner en tela de juicio hasta este enfoque indirec-
guardan entre sí? to y otros postulados epistemológicos m á s ge-
4. ¿Cuáles son los factores que han modificado nerales c o m o el que pretendía que las ciencias
la relación entre conocimiento y poder, en- sociales constituyen u n conocimiento «objeti-
tre especialistas de las ciencias sociales y Es- vo».
tado? Según el paradigma racionalista, los deciso-
5. ¿Cuáles son las condiciones estructurales y res impulsaban a los especialistas de las cien-
culturales que facilitan u obstaculizan la in- cias sociales a dar solución a los problemas es-
fluencia política de los especialistas de las pecíficos. Al obrar así lo primero que hacían
ciencias sociales? era determinar los criterios por los que podrían
identificar un número determinado de opcio-
Cada uno de los tres tipos de interpretación
nes políticas prospectivas. Seguidamente, a tra-
ha respondido de manera distinta a estos inte-
vés de métodos empíricos, se generarían los da-
rrogantes.
tos u otras formas de prueba y se sacarían las
El marco paradigmático examina de qué conclusiones necesarias para preparar una elec-
m o d o los especialistas perciben su propia disci- ción política racional1. Por consiguiente, los es-
plina y la aplican en teoría. La segunda inter- pecialistas desempeñan un papel prominente
pretación recurre a u n enfoque sociológico y en la formulación de las políticas, puesto que
examina empíricamente las actividades de los ponen sus conocimientos al servicio de la solu-
especialistas para promover su labor y su carre- ción de los problemas y del fomento de la cohe-
ra vinculándose a otras élites académicas, polí- sión y armonía sociales2. Esta concepción lleva
ticas y económicas. La tercera interpretación se implícita la separación entre saber y poder. C o -
interesa por las necesidades cambiantes del Es- m o disciplina racional, la ciencia social procu-
tado (y otros órganos) en lo que respecta a las ra establecer la «verdad» a través del estudio
ciencias sociales y por el m o d o en que ello in- razonado y abierto, mientras que la política,
fluye en los conocimientos producidos y la m a - con sus intereses estrechos y subjetivos, es con-
nera de difundirlos. siderada poco menos que intrusa en el proceso
de solución de los problemas sociales.
Interpretaciones paradigmáticas El paradigma racionalista describe a los es-
de las ciencias sociales y del poder pecialistas de las ciencias sociales c o m o parte
integrante de un proceso de formulación de po-
Cabe contemplar la relación entre las ciencias líticas. El valor que tienen a los ojos de deciso-
sociales y políticas oficiales que se da entre co- res tanto dentro c o m o fuera del Estado se debe
nocimiento y poder. A lo largo de los años esta a que los conocimientos especializados de que
concepción ha experimentado cambios impor- son portadores pueden aplicarse a los proble-
tantes. Entre 1940 y 1970 las ciencias sociales m a s económicos, sociales o políticos o a cues-
alcanzaron una posición prominente en la for- tiones de carácter político. D e esta intercone-
mulación de las políticas. Las ciencias sociales xión se desprenden algunos puntos y cuestiones
y las instituciones consagradas al estudio de las importantes, sobre todo en lo que respecta a la
políticas eran m u y racionalistas y estaban con- supuesta objetividad de las ciencias sociales.
vencidas de que por complejo que fuera un pro- Cuando, después de la Segunda Guerra M u n -
blema social siempre tendría una solución. Sin dial, los especialistas de las ciencias sociales
embargo, a medida que persistían determina- pusieron de manera creciente sus conocimien-
Las ciencias sociales y las politicas del Estado 603
que suelen serfinanciadosson los de investiga- der, c o m o es el caso de los políticos, burócratas,
ción en materia familiar y de ayuda a la infan- círculos relacionados con los medios de c o m u -
cia, los de ciencia y tecnología aplicados a la nicación y grupos de intereses. A d e m á s , el co-
sociedad, los cambios sociales relacionados nocimiento se vincula m á s íntimamente al po-
con la educación y el trabajo y los relativos a la der, ya que si los especialistas de las ciencias
mujer y el trabajo. sociales facilitan un análisis técnico y una in-
El paradigma racionalista acabó tropezan- terpretación de la realidad social, pueden tam-
do con el escepticismo de las personas encarga- bién esgrimir argumentos y planificar estrate-
das de formular orientaciones y de los grupos gias en apoyo de las políticas potenciales. El pa-
políticos, así c o m o de los especialistas de las pel de los especialistas de las ciencias sociales
ciencias sociales. Los rigurosos principios saca- es más complejo que en los dos modelos ante-
dos con frecuencia de las ciencias físicas no se riores:
ajustaban fácilmente a las disciplinas dedica-
das a la investigación social. Y aunque la pre- (Los especialistas de las ciencias sociales) deben prever
tensión de verdad y objetividad científicas con- el m u n d o funcional, normativo y cultural en el que ten-
tribuyó sin duda alguna a la posición y presti- drán sentido las políticas o proyectos propuestos. Des-
gio de los diferentes campos de las ciencias pués prepararán y dirigirán los argumentos y los proce-
sos de argumentación de que se dispone para examinar
sociales, no estaba claro que de sus modelos y los resultados futuros. En este proceso los analistas po-
teorías pudieran o debieran emanar políticas drán concebir argumentos en su calidad de técnicos, de
oficiales. la misma manera que se sirven simultáneamente de esos
El segundo paradigma, que podría denomi- argumentos de m o d o estratégico en tanto que organiza-
narse modelo «ilustrado», atribuyó un papel dores políticos4.
m á s modesto a las ciencias sociales en la for-
mulación de políticas oficiales. E n este caso se Según este modelo, el saber y el poder no se
dejaba de lado la solución detallada de los dife- sitúan en dos campos distintos que se interco-
rentes problemas sociales, proponiendo direc- municarían de vez en cuando, sino que existe
trices, ideas y perspectivas m á s generales, todas más bien una conexión orgánica análoga a la
ellas con objeto de informar al decisor. Este se relación simbiótica. El paradigma se inspira en
serviría del contenido conceptual de la investi- la noción propuesta por Foucault según la cual
gación social que se llevaba a cabo en las uni- «no hay relación alguna de poder sin la consi-
versidades y medios de comunicación, confe- guiente constitución de un c a m p o de conoci-
rencias y demás intermediarios, que se mante- mientos, c o m o tampoco hay ningún conoci-
nían informados de la evolución de las miento que no presuponga y constituya al mis-
investigaciones sociales3. A u n q u e esa informa- m o tiempo alguna relación de poder» 5 . Así,
ción general puede haber influido de m o d o in- ambos forman parte de las formas modernas de
directo en la formulación de las políticas, nada dominación, ya que el conocimiento obtenido
hace pensar que sus repercusiones fueran seme- de las investigaciones sociales se utilizará para
jantes a las de la organización de otros intereses propósitos partidistas al recomendar las políti-
de la sociedad en lo que respecta a los resulta- cas y desafiar otros valores e intereses6.
dos reales de las políticas. El paradigma histórico-comparativo tiene
El tercer paradigma reviste una forma his- una concepción más amplia del Estado que los
tórico-comparativa en la que la relación de las otros dos. Su interés radica en la estructura de
ciencias sociales con el Estado puede cambiar poder del Estado y no en el aparato del que la
con el tiempo y variar de un Estado a otro. Se- administración constituye una gran parte. El
gún este modelo, el punto central no consiste ya modelo examina las relaciones entre las institu-
en considerar a las ciencias sociales c o m o un ciones académicas y las encargadas de formular
cuerpo de conocimientos que abarca la «ver- políticas, pero incluye además otros centros de
dad» objetiva, sino que contempla a los espe- poder que pueden dominar el discurso social en
cialistas c o m o rectores del discurso e intérpre- diferentes ocasiones. En las democracias libe-
tes de la realidad social. Los especialistas de las rales, los institutos de investigación, las juntas
ciencias sociales son comunicadores de ideas y asesoras y los centros de reflexión constituyen
ocupan su lugar al lado de otras personas que otros tantos centros de poder y con frecuencia
comparten esa función en las estructuras de po- son financiados, ya no por el Estado, sino por
Las ciencias sociales y las politicas del Estado 605
asociaciones empresariales, los propietarios y to pensar que si los diferentes grupos se valen
las fuerzas populares. E n efecto, muchos de cada vez m á s de la investigación social se debe
esos grupos, c o m o el Fraser Institute (Canadá) a una influencia m á s generalizada de las cien-
y el American Enterprise Institute, son explíci- cias sociales o no será m á s bien u n indicio de
tamente antiestatales, es decir, que suelen criti- los cambios profundos que se producen en la
car las políticas del Estado de bienestar. C o n relación entre ciencias sociales, Estado y socie-
ello se plantea el problema de saber si el auge dad?
del «antiestatismo» se confina a la América del Lo que parece obvio es que el poder no di-
Norte o forma parte de una tendencia m á s a m - m a n a de una sola fuente, c o m o puede ser el Es-
plia que se extiende a las democracias libera- tado, sino que puede tener su origen en uno de
les. los numerosos centros que impugnan su hege-
monía. Al m i s m o tiempo, la oposición al ejerci-
cio de la autoridad producirá otra serie de nue-
La estructura del discurso vos conocimientos. Por ejemplo, las investiga-
ciones sobre el sexo y las cuestiones relativas a
Las ciencias sociales han ido evolucionando a la reproducción c o m o reacción feminista entre
través de intentos sucesivos de análisis y enten- el poder del patriarcado o la labor del movi-
dimiento del cambio social y de sus disfuncio- miento favorable a los derechos de los homose-
nes. En último término, los experimentos he- xuales c o m o contribución al discurso sobre el
chos en las distintas técnicas y metodologías de S I D A , han producido una nueva concepción de
la investigación y la aplicación de éstas se han la sexualidad y de los papeles sociales que le
plasmado en un discurso institucionalizado son inherentes8.
que procuraba explicar las estructuras sociales Los tres enfoques propuestos para estudiar
y las transformaciones de la sociedad7. la interacción entre saber y poder y las repercu-
La interacción de las instituciones con el siones de las ciencias sociales en las políticas
discurso social se ha modificado radicalmente oficiales -el modelo racionalista, el «ilustrado»
ya que las nuevas instituciones y la expansión y el histórico-comparativo- abren nuevos c a m -
de los nuevos campos de investigación han he- pos en los que habrá que profundizar:
cho que al conocimiento producido se sumara ¿Cuáles son las características esenciales de
la formulación de las políticas oficiales. Este las personas que toman las decisiones y adop-
proceso implicaba el apoyo, el cambio o recha- tan las políticas en torno a las cuales hemos de
zo de las normas intelectuales y sociales. concentrarnos? ¿Cuál ha de ser el alcance de
E n distintas ocasiones, la expresión formal nuestra definición? La mayor parte de cuanto
y ordenada del pensamiento político y social se se ha escrito sobre este tema está dedicado a los
ha estructurado al unísono de los discursos aca- decisores m á s importantes o estratégicos y a los
démicos y de los de los responsables políticos. más altos niveles de decisión. ¿Desfigura esto
Sin embargo, esos cambios no se limitaron ex- nuestra perspectiva de las repercusiones políti-
clusivamente a las actividades y a la interac- cas de las ciencias sociales? Del m i s m o m o d o
ción de decisores y especialistas de las ciencias ¿cuáles son los especialistas de las ciencias so-
sociales procedentes de diversas instituciones. ciales y cuáles son las disciplinas que deberían
N o se comprende fácilmente el motivo que po- interesarnos? N o cabe duda de que se conside-
dría llevar a determinados grupos a abogar por ra que el sociólogo es u n especialista de las
el cambio y a intervenir en él, aunque el alcance ciencias sociales, pero ¿qué ha de pensarse de
del análisis podría ampliarse de tal forma que los trabajadores sociales? A d e m á s , ¿se desfigu-
incluyera la diversidad de los intereses que ope- ra nuestra perspectiva de las repercusiones del
ran fuera del aparato estatal, algo incuestiona- intelectual en la política cuando la literatura
ble hoy, puesto que gran parte de la investiga- tiende a centrar su interés en las «grandes figu-
ción que se lleva a cabo -tanto académica co- ras de la disciplina» o en los especialistas que
m o n o - pone frecuentemente en tela de juicio participan directamente en el proceso político?
las políticas reinantes. La campaña a favor del ¿ C ó m o debemos considerar a los especialistas
desarme nuclear (Reino Unido) o la preocupa- de las ciencias sociales cuya labor constituye
ción de otros muchos grupos por el medio a m - una crítica radical de la sociedad que general-
biente son ejemplos específicos de ello. ¿Es líci- mente acogen con m u y poco entusiasmo aqué-
606 AlaiiJ-G. Gagnon
lios que ocupan posiciones de poder? ¿Es que al investigación realizada por las ciencias físicas,
subrayar el papel de un «reducto» social cientí- aunque los esfuerzos iniciales fueran esporádi-
fico y al despreciar toda «vanguardia» lo hace- cos y asistemáticos10.
m o s en detrimento de nuestra investigación? A partir de esta fase inicial, los especialistas
¿ Q u é importancia tiene la división concep- de las ciencias sociales han intentado demos-
tual entre saber y poder? ¿ D e qué manera afec- trar la precisión y exactitud científicas de sus
ta a las investigaciones sociales el hecho de que respectivas disciplinas, con miras a asentar su
saber y poder sean considerados campos distin- legitimidad. Las disciplinas que consiguieron
tos y separados? ¿Deberíamos ser m á s escépti- que se aceptaran básicamente los conceptos,
cos en cuanto a las autodefiniciones de los es- teorías y métodos utilizados en su investiga-
pecialistas sociales y de los decisores? ción fueron las que m á s credibilidad obtuvie-
Al procurar determinar la influencia de las ron. La economía y la psicología obtuvieron rá-
ciencias sociales en las políticas oficiales, lo pidamente esa legitimidad pública al lograr un
que preocupa es la fase de formulación. ¿Se de- alto grado de consenso. La especialización en la
be ello a la concepción racionalista de la políti- construcción de un lenguaje científico, en unos
ca y a que ésta se centra en la aplicación del conceptos técnicos y en unos métodos de inves-
saber a la solución de los problemas sociales? tigación a m e n u d o misteriosos para los no ini-
¿ N o sería m á s provechoso situar a la política en ciados daba la impresión de agrupar a unos
su propio contexto? A d e m á s del proceso de for- profesionales que poseían conocimientos útiles
mulación de políticas, ese enfoque nos permiti- a escala social. L a cohesión intradisciplinaria
ría investigar el conflicto y la oposición con que se fomentará cada vez m á s , ya que la mayoría
se tropieza a m e n u d o en la aplicación de las de los campos estaban autorregulados y sólo
políticas oficiales. podían entrar en ellos los que se habían forma-
do dentro de la profesión.
A u n q u e la presión por lograr la legitimidad
Interpretación sociológica científica pueda explicar en parte el grado de
de las ciencias sociales influencia de los diferentes campos de las cien-
cias sociales no es menos cierto que contrasta a
El segundo m o d o de analizar la influencia de todas luces con la opinión predominantemente
las ciencias sociales en las políticas oficiales su- positivista dentro de las ciencias sociales de
pone una interpretación sociológica. E n este que sólo se trataba de la madurez a que llegaba
caso, el interés radica en la conducta profesio- esa disciplina. Se sostiene que los conocimien-
nal de los especialistas, en su condición profe- tos científicos sociales aumentan por el conti-
sional y en la interacción con otros grupos so- nuo proceso de teorización y comprobación de
ciopolíticos. hipótesis, consecuencia directa de la lógica in-
Para que las ciencias sociales sean viables ha- terna y de la metodología de la disciplina. Sin
brá que pedir a los especialistas qué tipo de co- embargó, se descuidan con frecuencia las polí-
nocimientos producen. Los especialistas, en ticas inter e intradisciplinarias, la rivalidad por
tanto que creadores de sistemas de símbolos y la asignación de los recursos destinados a la in-
bienes intelectuales, contemplan potencial- vestigación, la formación y el crédito de la con-
mente la formulación de políticas c o m o «mer- dición profesional y la estructura de la autori-
cados» intelectuales9. La manera en que los es- dad dentro de las instituciones académicas. Só-
pecialistas han llegado a hacerse acreedores de lo rara vez se tratan estos puntos en las
sus conocimientos y de las disciplinas en que «historias intelectuales» de las ciencias socia-
trabajan, constituye algo m u y positivo para ge- les, probablemente porque sus especialistas
nerar la d e m a n d a de sus servicios. Este proceso - c o m o la mayoría de los profesores universita-
se inicia a comienzos de siglo, cuando la refle- rios- consideran que su c a m p o específico de
xión sobre el funcionamiento de la sociedad investigación está motivado racionalmente y
franqueó.el umbral de las consideraciones nor- no está sujeto a las manipulaciones políticas de
mativas para convertirse en una forma m á s otras instituciones y organizaciones.
empírica de investigación capaz de contemplar C o m o puede verse con el siguiente pasaje,
la regulación social. El pensamiento social e m - también los intereses gubernamentales legiti-
pezó entonces a asumir atributos propios de la maron a las ciencias sociales, contribuyendo a
Las ciencias sociales y las politicas del Estado 607
En los estados-providencia, las ciencias sociales a m e n u d o se utilizan para la formulación de las políticas públicas.
Manifestación de parados en Ottawa, Canadá. J. P. Laflbnt/Sygma.
tres períodos en los que el Estado, al formarse, pos éstos en los que sería especial el interés por
creó la necesidad de conocimientos científicos. las ciencias sociales- eran en gran medida res-
Hastafinalesde los años 1940, la característica ponsabilidad de instituciones privadas y de
de la política estatal radicaba en un enfoque otros grupos de la sociedad civil. E n Quebec,
clásico de tipo liberal o laissez-faire. El período esos servicios incumbían en gran parte a la Igle-
siguiente llega hastafinalesde los años 1970 y sia Católica R o m a n a que veía las ciencias so-
se caracteriza por una mayor participación del ciales y humanistas con cierto recelo; m u c h o s
Estado, por ejemplo, en reformas tendentes al de esos servicios sólo pasarían a depender de la
bienestar social. Sin embargo, en el último de- autoridad secular a raíz de la revolución tran-
cenio, muchos Estados democráticos liberales quila de los años sesenta. E n el Canadá inglés
procuraron reducir esas prácticas intervencio- las universidades no confesionales dependían
nistas. de lafilantropíade los benefactores privados.
Al reconocer que cada Estado experimenta Factores tan necesarios para el progreso y esta-
un conjunto único de circunstancias históricas, blecimiento de las ciencias sociales c o m o la fi-
ese modelo comparado procura evaluar el im- nanciación estatal y la normalización de los
pacto normativo de las ciencias sociales en lo planes de estudio eran prácticamente inexis-
concerniente a la economía política en la for- tentes l í . Así, pues, durante ese primer período,
mación del Estado17. las ciencias sociales evolucionaron sin ningún
La inmensa mayoría de los Estados del lais- apoyo del Estado.
sez-faire se abstuvieron de intervenir en los A medida que iba consolidándose firme-
asuntos sociales y culturales. La salud, los ser- mente en la década de los cincuenta y sesenta la
vicios de bienestar social y la educación - c a m - expansión del período de postguerra, fueron
610 Alain-G. Gagnon
muchos los Estados democráticos liberales que juicio la utilidad y objetividad científica de la
empezaron a servirse de la investigación social investigación confinespolíticos.
con diferentes propósitos políticos. En Europa
Crearon serias dudas acerca del status científico de las
sería el resultado de la planificación social in- ciencias sociales, lo que serviría a su vez para justificar
troducida por las «coaliciones de reforma» al de manera general los recortes de los recursos. La nueva
utilizar las investigaciones sociales para infor- administración (Reagan) consideró que las ciencias so-
m a r sus opciones políticas, una vez conquista- ciales y particularmente los enfoques no económicos,
do el poder 19 . Los especialistas de las ciencias eran parciales y favorecían al21 Estado de bienestar y la
sociales eran parte importante en esas coalicio- causa del adversario político .
nes y podían tener acceso a los recursos y con- El ascenso de las coaliciones neoconserva-
solidar el papel de las ciencias sociales en la doras ha facilitado las nuevas perspectivas de
formulación de políticas. A d e m á s , se crearon los especialistas en las ciencias sociales, orien-
nuevas organizaciones y estructuras para coor- tados hacia el mercado, criticando al Estado de
dinar, fomentar y realizar investigaciones so- bienestar por ser intervencionista. En E E . U U . ,
ciales: institutos de investigación independien- institutos de investigación tales c o m o Heritage
tes de la universidad y dedicados a campos es- Foundation y American Enterprise Institute es-
pecíficos, organismos encargados de vigilar la tán patrocinados por sociedades comerciales.
licitación de los contratos gubernamentales de Su objetivo es fomentar una política que se
investigación y consejos que definían las nor- oponga a los gobiernos fuertes, sustentando
m a s y prioridades de la asignación de los fon- que los problemas sociales se resuelven a través
dos del Estado 20 . Estas innovaciones llegaron de la economía del mercado. Hasta el Broo-
hasta América del Norte y contribuyeron al kings Institute que habría abrazado las refor-
prestigio e importancia política de las ciencias m a s nacionales de las administraciones de
sociales, aunque tendieran asimismo a trans- Kennedy y Johnson ha dado marcha atrás, m o -
formar la práctica de la investigación en poco dificando la posición progresista que fue suya.
m á s que una industria de servicios productora Otras inquietudes manifestadas por la nueva
de un artículo m á s , es decir, la investigación coalición de derechas, c o m o el debilitamiento
social para el mercado. El Estado podría im- de los «valores tradicionales estadounidenses»
portar ese artículo del exterior o producirlo con y la necesidad de una política exterior m á s beli-
el concurso de los especialistas. Esta visión gerante, se han convertido en el centro de las
contrasta con la interpretación anterior según investigaciones de los institutos universitarios
la cual han sido los especialistas de las ciencias y privados22. En Canadá, el programa neocon-
sociales los que crearon con éxito un mercado servador ha sido articulado por organismos ta-
para su trabajo de investigación. Son numero- les c o m o el Institute for Research on Public P o -
sos los factores que han contribuido a debilitar licy, el Fraser Institute y el Bronfman Institute.
las alianzas entre políticos reformistas y espe- Los países en los que las nuevas coaliciones no
cialistas de las ciencias sociales de la m i s m a han conquistado el poder siguen las orientacio-
tendencia. L a crisis económica de los años se- nes del período anterior. Sin embargo, incluso
tenta y ochenta tuvo c o m o consecuencia seve- en estos casos, los gobiernos han manifestado
ros recortes del presupuesto asignado a la in- cierto interés por la productividad industrial y
vestigación. U n a crítica hostil de la izquierda y la competitividad internacional, lo que de-
de la derecha insinuaba que la planificación y muestra que el programa neoconservador ha
la administración de tipo social no eran ni sa- influido profundamente en las investigaciones
tisfactorias ni convenientes. Otras nuevas coa- políticas.
liciones basadas en el neoconservadurismo ac-
Este desplazamiento de la orientación pue-
cedieron al poder en Gran Bretaña y Estados
de constituir sencillamente la última novedad
Unidos con el propósito declarado de reestruc-
de investigación social. La necesidad de contar
turar el Estado y la sociedad. Su programa c o m -
con unos recursos de investigación limitados, y
prendió la reducción de la burocracia y la reti-
el deseo de mejorar la situación de sus investi-
rada del Estado en favor de economías de mer-
gaciones, pueden haber inducido a los especia-
cado, precisando de m u y poca investigación
listas a adaptar su labor a los cambios de clima
social distinta de la de carácter económico libe-
políticos. N o obstante, lo que parece m á s pro-
ral clásica. E n a m b o s países se puso en tela de
bable es que las nuevas necesidades del Estado
Las ciencias sociales y las politicas del Estado 611
a lo largo de los períodos de crisis económica tivos por los que los especialistas y decisores
hayan obligado a las ciencias sociales a politi- examinan determinados problemas sociales,
zarse de m o d o m á s explícito y beligerantes en rechazan otros e ignoran los demás. Al presen-
sus prescripciones políticas. tar un cuadro general de las estructuras y nor-
Parece que el paradigma racionalista o posi- m a s en todos los niveles se tendrá una indica-
tivista que concebía a las ciencias sociales co- ción del m o d o c o m o se establece el programa
m o una disciplina que realizaba investigacio- de investigaciones de ciencias sociales, la for-
nes «objetivas y científicas» en un esfuerzo por m a en que se utiliza y las diferentes clases de
analizar la sociedad y facilitar políticas racio- recompensas y compensaciones que perciben
nales que mitigaran los problemas sociales, está los especialistas de las ciencias sociales por su
en declive. La situación actual es de gran ines- labor. A d e m á s , ese cuadro podría indicarnos la
tabilidad, y las fuerzas políticas, con opiniones manera en que los diferentes campos de las
encontradas en cuanto al papel del Estado y la ciencias sociales llegan a serfiablesy c ó m o va-
organización de la sociedad, proponen políti- ría esafiabilidadcon el tiempo. ¿Por qué unos
cas contradictorias en su intento de ganar po- dominan la profesión mientras se margina a
der y legitimidad23. Por consiguiente, esta lu- otros? Claro que es algo que va íntimamente
cha ha revelado las motivaciones que rodean ligado al problema de la legitimación de las re-
las prácticas de investigación y su utilización, laciones de poder y de la determinación de los
contribuyendo a que se rechace la creencia an- factores que conforman una investigación ra-
tes generalizada de que las ciencias sociales po- cional y científica.
dían informar las decisiones políticas porque Habría que examinar cuáles son las repercu-
eran objetivas y estaban libres de toda parciali- siones políticas de las ciencias sociales, espe-
dad ideológica24. cialmente en lo que atañe a la comunicación de
las investigaciones. C o m o muchas otras profe-
siones, las ciencias sociales están autorregula-
Orientaciones de la investigación das en lo que se refiere a la conducta especiali-
de cara al futuro zada y profesional. A d e m á s , es preciso explorar
de qué m o d o los grupos políticos y comerciales,
El análisis que precede relativo a las repercu- los grandes medios de comunicación y otros ór-
siones de las ciencias sociales en la política del ganos independientes de los círculos científicos
Estado plantea un cierto número de cuestiones dan a conocer la investigación social.
importantes que es preciso abordar. La orienta- E n este m i s m o orden de ideas surge la cues-
ción general de la investigación de cara al futu- tión del m o d o en que se administra la informa-
ro apunta a una forma histórica y comparada ción y se comunica a los decisores. ¿ Q u é clase
de explicación. M á s importante desde un pun- de ideas y de información suelen recibir y de
to de vista holístico es integrar en un marco qué fuentes?
dialéctico el tratamiento teórico yfilosóficode El primer contacto de los decisores con las
la relación entre conocimiento y poder y entre ciencias sociales tiene generalmente lugar du-
ciencia y política, sociología de los especialistas rante los estudios universitarios. Por consi-
de las ciencias sociales y economía política de guiente, parecería justificado examinar la prác-
formación del Estado. A u n q u e todos estos tica docente de los especialistas de las ciencias
campos pueden facilitar una indicación general sociales a nivel de la licenciatura y en los estu-
del alcance del problema, ningún modelo único dios de postgrado, así c o m o la estructura aca-
puede justificar la naturaleza de la realidad so- démica en que tienen lugar.
cial ni elaborar el análisis polifacético hacia el Por último, y dado que los decisores se ven
que debería alentarse a los especialistas. afectados por las estructuras burocráticas que
Otros campos que exigen examen podrían formulan y ejecutan las políticas, la atención
ser los siguientes: debería centrarse en el proceso m i s m o de la
Las estructuras y procesos que rigen la in- adopción de las políticas. Las presiones de los
vestigación de las ciencias sociales en el claus- grupos de interés y otras preocupaciones buro-
tro universitario, el Estado y otras instituciones cráticas y legislativas, además de la premura
sociales deberían analizarse en términos histó- del tiempo, repercutirán de manera m á s o m e -
ricos y comparados a fin de determinar los m o - nos importante en los decisores, en lo concer-
612 Alain-G. Gagnon
Notes
Peter Lengyel
precedentes de los dilemas y un mayor respeto ria posible. Hasta ahora la sociosfera es el cam-
por la base cognoscitiva. Parecería c o m o si hu- po menos «científico». La política, como bús-
biera que invocar un equivalente de ciencias queda de un liderazgo de gestión y control, si-
sociales de la investigación y el desarrollo que gue siendo el arte de lo posible más bien que la
cabría denominar «Montaje y Funcionamien- estrategia de lo conveniente, aunque los políti-
to». ¿Puede la comunidad científica social en- cos -especialmente los de las democracias occi-
frentarse a este desafío? Este será el tema que se dentales- en los últimos diez o veinte años ha-
tratará subsiguientemente en el artículo que yan empezado a desempeñar un papel impor-
aparecerá en estas páginas. tante en el proceso educativo popular,
H a y que observar que este ensayo no se familiarizando al gran público con conceptos
ajusta a ciegas al modelo (o «paradigma») esta- científicos sociales tales c o m o inflación, pro-
blecido para las monografías científicas, lo que ductividad, balanza de pagos o tendencias de-
es deliberado, ya que reviste la forma de un en- mográficas, frecuentemente con una perspecti-
sayo puramente especulativo. E n m i opinión, va comparativa. Sin embargo, se siguen esgri-
se presta demasiada atención a la forma en que miendo estupideces monumentales incluso en
se presentan esos trabajo, con todas sus carac- comunidades cultas, c o m o por ejemplo el lema
terísticas rituales, en detrimento del fermento «los rifles no matan, la gente sí» que según pa-
intelectual que, según reconocemos todos, rece se difundió en Estados Unidos. La base
constituye también un ingrediente esencial de cognoscitiva de las ciencias sociales resulta
la creatividad científica. Por ello no tengo que aquí inadecuadamente reconocida, pues es
excusarme por unas páginas que van sin notas prácticamente inconcebible que cualquier gru-
de pie de página ni referencias, no habiendo po de interés lance un lema que diga algo así
intentado siquiera definir lo que hay que in- c o m o «Los gérmenes no matan; la gente se
cluir dentro del concepto colectivo de ciencia muere».
social y prefiriendo que cada disciplina o sub-
disciplina se articule a su aire dentro de mi dis-
curso, ya sea parcialmente o de manera íntegra Resistencia arcaica
y aceptando de antemano las reservas que pue-
dan anticiparse a este respecto. D e la misma Durante m u c h o tiempo la prioridad que res-
forma, evito entrar en qué significa sociosfera, pecto a la investigación de las comunidades hu-
que contrapongo a tecnosfera y biosfera. Estas manas han tenido las estructuras y los códigos
son imágenes que evocan una división general que las regulan ha sido un factor obstinada-
cada vez más reveladora de lo que es la reali- mente incómodo. U n o puede aceptar con ecua-
dad. La especificación de la sociosfera aparece nimidad que la naturaleza, en su actuación po-
a mis ojos c o m o la menos concreta de las que la siblemente ciega y sin propósito, sólo vaya re-
ciencia social pueda enfocar. Hay otros térmi- velando gradualmente sus secretos a los
nos o frases que quizá no sean m u y familiares, interrogadores humanos. Q u e la gravitación
c o m o cuasitecnología, pero que pueden ser bas- existía antes de Newton, y que la «descenden-
tante comprensibles. Si son de alguna utilidad cia con modificación» (como Darwin prefería
acabarán por ser aceptados, y si no lo son no llamar lo que hoy en día se llama «evolución»)
cabe duda de que pronto desaparecerán. funcionara m u c h o antes de haber sido observa-
Hay, sin embargo una premisa subyacente da y etiquetada no afectan la credibilidad de
en todo mi texto y que hay que hacer explícita. sus descubridores ni el concepto general de pro-
Y o creo que lo mejor que tenemos o que llega- greso acumulativo de las ciencias naturales. Pe-
remos quizás a tener alguna vez son datos o ro, ¿cómo explicar que todas las sociedades,
pruebas de gran calidad dimanantes de la in- tanto las primitivas c o m o las complejas, tanto
vestigación científica y que, por lo tanto, hay las ilustradas c o m o las oscuras, florecieran o
que considerar con el debido respeto. Cabe desaparecieran mucho antes de que una gene-
comprender todos esos impulsos demasiado ración de especialistas comenzara a especular
humanos que llevan a rechazar o relegar cate- acerca de ellas? Y ¿por qué los que especularon
gorías objetivas expuestas científicamente, y con ellas hicieron durante tanto tiempo tan po-
cabe hasta cierto punto identificarnos con co por alterarlas? ¿Qué es lo que ha ocurrido
ellos, pero en última instancia no hay escapato- desdefinalesdel siglo x v m para que una serie
Papel creador de las ciencias sociales 617
Tecnología pre-científica: exploración de un terreno minero mediante una vara adivinadora. D e George Agrícola,
De Re Metallica, Basilea, 1571. D . R.
cuasitecnología. C o n este término no sólo pre- tos casos, el «elemento» es la posición apriorís-
tendo designar los instrumentos básicos de la tica, mientras que el «producto» no es m á s que
investigación, el análisis y el control -series es- el resultado indistintamente definido a poste-
tadísticas, muestreo, observación en terrenos riori, y la cuasitecnología se refiere a sistemas
naturales y controlados, estudios de casos, ex- abiertos (grupos, empresas, instituciones, po-
perimentos, análisis de contenido, encuestas blaciones objetivo, etc.) que a la vez pertenecen
con cuestionarios, sondeos de opinión, estu- al sistema abierto m á s amplio de la sociosfera.
dios de mercado, matrices de input-output, N o es de extrañar entonces que los efectos cua-
cálculos costo-beneficio, etc.-, sino también las sitecnológicos tiendan a ser oblicuos y contin-
edificaciones administrativas derivadas de des- gentes, puesto que la cuasitecnología en sí no es
cubrimientos tales c o m o la dinámica de grupo, considerada un nexo crítico entre los elementos
los círculos industriales de calidad, los instru- y los productos, sino m á s bien una de las diver-
mentos de planificación y de políticas, los nue- sas bases cognoscitivas pertinentes a determi-
vos acuerdos de cooperación entre el sector pú- nada materia. L a ciencia social no puede, por
blico y el privado, las políticas regionales y las lo tanto, reivindicar el prestigio que tienen las
prácticas de la negociación, entre otras. T o d o bases de conocimientos que garantizan resulta-
ello podría ser la suma, no sólo de lo que sería dos m á s predecibles.
necesario a un entramado social, sino también E n segundo lugar, cabe observar que hay di-
para el espíritu tecnocrático del que parten en ferencias decisivas cuando se producen mejo-
su origen los diferentes instrumentos y la m a - ras o inclinaciones en lo que respecta a la dura-
nera de utilizarlos. D e manera m á s explícita ción y también entre la tecnología en sí y la
podrá decirse que, por lo general, toda técnica cuasitecnología sociocientífica. L a tecnología
diseñada por los científicos sociales para obte- propiamente dicha es típicamente modular: las
ner conocimiento o hacer que sea m á s riguroso mejoras de los diferentes componentes son gra-
persigue c o m o finalidad la prestación de unos duales y es el eslabón m á s débil de la cadena el
servicios prácticos o la modificación de unas que determina la calidad del resultado. Es la
situaciones generales. A partir de esta premisa forma en que se producen los grandes saltos a
se puede asumir luego que, al disponer ya de través de innovación resultantes de encadena-
una técnica m á s o menos viable, los científicos mientos importantes. N o es el tiempo el aspec-
sociales, c o m o otros inventores, se hallan ante to m á s importante para el tecnólogo que persi-
la necesidad de utilizarla, y la sociedad es al gue el mejor resultado en cuanto así lo permite
m i s m o tiempo su laboratorio y su mercado. el avance de la disciplina, y que deja a la poste-
Entonces, ¿por qué cuasitecnología'} Cabe ridad los pasos subsiguientes. La cuasitecnolo-
advertir que no hay que llevar m u y lejos la ana- gía sociocientífica no es generalmente m o d u -
logía con la tecnología propiamente dicha, y lar. Cada técnica -la prueba, el sondeo, el
ello por dos razones importantes c o m o míni- muestreo, el estudio motivacional- tiene sus
m o : en primer lugar, porque la tecnología en sí aplicaciones particulares y sólo puede mejorar-
es esencialmente una creación de sistemas ce- se por sí m i s m a y no por su combinación con
rrados y aislados que asocian de manera crítica otras. Las debilidades no se producen, pues, a
una serie dada de elementos y las transforma- lo largo de una cadena, sino m á s bien a través
ciones o el proceso al cual se desea someterlos de las dificultades inherentes a la articulación y
para desembocar en unos resultados predeter- la combinación de descubrimientos distintos y
minados. C o m o el resultado que se persigue no con frecuencia incompatibles. A d e m á s , el cien-
puede obtenerse de otra forma con una eficien- tífico social tiene que ser sensible retrospecti-
cia similar, se rinde un honor absoluto al cono- vamente a los aspectos temporales para impri-
cimiento tecnológico4. Por lo general, se evita mir un relieve a su trabajo y, sobre todo, pros-
discutir con un fontanero de cosas de fontane- pectivamente. E n efecto, cualquier cosa que se
ría. La cuasitecnología sociocientífica, por otra recomiende o se adopte tendrá u n horizonte
parte, funciona de m u y distinta forma. Típica- temporal. Algunas medidas pueden tener efec-
mente, la acción cuasitecnológica tiene por ob- tos inmediatos, retardados y de largo alcance;
jeto modificar o corregir una situación dada, otras puede que tarden algún tiempo en surgir,
orientar el proceso en la dirección que se desea aunque puede esperarse que se vayan a c u m u -
o analizarla para aclararla mejor. En todos es- lando a plazo medio, etc.
620 Peter Lengyel
dos con la sociosfera partiendo del principio de valores de todas las religiones desde una pers-
una competencia respaldada por pruebas apa- pectiva comparada (como también otros valo-
rentemente incontrolables del comportamien- res respetables que sacan de sus casillas a los
to irracional de unas entidades sociales que nacionalistas), se deja el paso libre para que po-
van desde un plano local hasta el sistema m u n - derosísimas corrientes emocionales se opongan
dial/ a la empresa sociocientífica en la mayoría de
H a y también, no obstante, manifestaciones sus esfuerzos m á s elocuentes.
de antirracionalismo que no tienen nada de ac- Hace tiempo que los psicólogos conocen de
titudes tácitas. Las que más destacan son sin manera harto clara que son m u y débiles los ne-
duda las de los militantes de causas religiosas xos entre conocimiento y normas de conducta.
que se proponen introducir los valores supre- Lo que sabemos y lo que hacemos no coincide
m o s en la sociosfera por la vía clásica del acti- forzosamente. Es experiencia c o m ú n rechazar
vismo político. Esos militantes han puesto én- algo reconocido c o m o perfectamente racional y
fasis, quizás incluso exageradamente, en la convalidado científicamente y preferir una al-
fuerza de la revivificación religiosa (a m e n u d o ternativa emocionalmente m á s cómoda o m á s
erróneamente denominada «fundamentalis- sencilla y convencional. Esto sucede todos los
m o » ) . Entre esos militantes figuran los de la días y en todas partes, aunque no siempre quie-
nueva derecha cristiana, los de la teología de la ra decir que se relacionen de forma consciente
liberación latinoamericana, los defensores del unos elementos sacados de la base cognoscitiva
hassidismo, los protestantes del Ulster, los de las ciencias sociales. Sin embargo, allí donde
«profetas» de ocasión de uno y otro sexo que las ciencias sociales son algo culturalmente
aparecen y desaparecen en África, los extremis- exótico, es decir, cuando lo que ellas transmi-
tas, los budistas de Sri Lanka, los Sjis, y los m u - ten y las prácticas convencionales de un medio
sulmanes chutas y sunnitas. Los recientes y es- general coinciden raramente, el nexo entre co-
pectaculares ataques contra una película y una nocimiento y conducta puede ser especialmen-
novela nos muestran que la militância religiosa te tenue. Así, en una sociedad de mercado en la
no sólo se propone «moralizar» la vida pública que las familias núcleo son corrientes y en la
según determinados preceptos, sino también que prevalecen los valores seculares, no es m u y
suprimir la opinión disidente, esgrimiéndola difícil que una persona reconcilie su racionali-
c o m o «blasfemia». El enfoque sociocientífico dad económica con los criterios que prevalecen
amenaza Ia militância religiosa, relativizando en todas partes. Claro que estos criterios incul-
primero los valores que amalgamos al relativis- can y refuerzan los valores seculares que se in-
m o cultural. Así, El suicidio, de Durkheim teriorizan c o m o normas de conducta. N o suce-
(Ediciones Reus, 1976), al asociar lo que se de lo m i s m o en un medio tercermundista en el
condenaba c o m o pecado mortal a la condición que la persona se siente oficialmente libre para
social que él denominó «anomia», alteró total- disponer de recursos económicos de manera
mente las actitudes respecto a la autodestruc- congruente con la racionalidad individual y en
ción. C o m o explica Álvarez, «el suicidio, si la medida en que puede entrar en conflicto con
bien sigue siendo chocante desde el punto de las obligaciones de una familia numerosa, los
vista humano, acaba al mismo tiempo por ser ritos, las costumbres y el prestigio. La raciona-
respetable, es decir, convertido en tema de in- lidad de las ciencias sociales cuando se impor-
tensa investigación científica, y puesto que la tan no es por lo tanto m u y persuasiva, y la auto-
ciencia hace que todo pueda ser respetable (...) ridad de su base cognoscitiva se debilita pro-
«ser o no ser» ha dado paso a la «razón por la porcionalmente. L a indigenización, a veces
cual»9, llevando a su auge la «suicidología». Lo solicitada, rara vez intentada, parece no poder
m i s m o vale para el comportamiento sexual. ofrecer tanto en un contexto que gira esencial-
H a y estudios que al insistir en la primacía del mente alrededor de las ciencias sociales c o m o
adulterio, la homosexualidad, la masturbación aspectos del modernismo, y en la medida en
y otras «desviaciones» tienden a legitimizarlos que los medios en que se espera que funcionen
c o m o meras expresiones de índole preferente o son modernos o se modernizan correspondien-
de identidad de grupo, minando en su raíz las temente.
prohibiciones religiosas absolutas. Si a todo es-
Por último, podemos observar la inclina-
to se suma el relativismo cultural quefijalos
ción antirracionalista de m o d a en los círculos
Papel creador de las ciencias sociales 623
intelectuales progresistas, dimanante en parte que sociológico, Barnes señala que su modelo
de fuentes culturales (filosofías, especialmente de comprensión del orden social del occidental
del Asia, movimientos de protesta, desilusión dimana de un orden natural inteligible, sólido y
por lo que la sociedad opulenta nos brinda, aceptado de antemano: «En suma, el occiden-
etc.) y en parte de fuentes científicas (la nueva tal piensa a partir de sus creencias, aunque no
física, la ecología y el pensamiento sistémico, la acerca de ellas»" y descarta cualquier otra cos-
sociología de la ciencia, etc.) Aunque no haya mología alternativa. Por otra parte, Barnes ve
hostilidad a las empresas sociocientíficas pro- en la ciencia un producto de la cultura: el hecho
piamente dichas sí existe una base de rechazo de que se haga valer el derecho al conocimiento
particularmente subversivo de la cuasitecnolo- de la ciencia no es algo que responda a una serie
gía y de las ambiciones tecnocráticas que le son única de normas generales. «Lo que guía el tra-
afines. C o m o dice Paul Feyerabend con la ve- bajo del científico es siempre una teoría, cual-
hemencia que le caracteriza: « N o existe ningu- quiera que ésta sea [que] tiene que ser conside-
na razón "objetiva" para preferir la ciencia y el rada c o m o una variable independiente, en el
racionalismo occidental a otras tradiciones sentido de que no puede partirse de la hipótesis
(...). La civilización occidental se impuso por la de que dimana de la observación y de la experi-
fuerza (...) o fue aceptada porque producía m e - mentación»12.
jores armas (...) y su progreso, aunque fuera Argumentos de esta índole pueden llevar-
provechoso, causaba gran daño (...). Esta civili- nos de nuevo al dilema de la prioridad de los
zación no sólo destruía los valores espirituales sistemas considerados c o m o óptimamente
que daban un sentido a la vida humana, sino adaptables a diferentes medios. Si los científi-
que además perjudicaba el dominio propio del cos sociales han tardado tanto tiempo y tantas
ambiente material sin reemplazarlo, por unos energías de sus esfuerzos por dar una nueva for-
métodos de comparable eficacia (...). Este co- m a y una dirección nueva a los sistemas socia-
nocimiento sería severamente fustigado y par- les en nombre de una racionalidad superior que
cialmente destruido, primero por los bandidos en realidad no viene a ser m á s que una variable
colonialistas y luego por los humanitaristas de independiente engendrada culturalmente por
la ayuda al desarrollo»10. Al adoptar un enfo- la peculiar sociedad occidental que fue la pri-
624 Peter Lengyel
mera en hablar de ciencia social, ¿no estarán cas que llevaron a cabo los marxistas a partir de
desempeñando una especie de partida sofisti- mediados del siglo xix con la idea de que el
cada a través de un juego de espejos? ¿El análi- suyo era el único socialismo «científico» respe-
sis dirigido a reconstruir no generará inevita- table, mientras que hasta entonces sólo se trató
blemente propuestas voluntariosas que no son de variedades del socialismo «utópico». La as-
m á s racionales ni m á s funcionales que las solu- tucia reside en imprimir así al marxismo con la
ciones adoptadas por los sistemas sociales sin aureola de la ciencia c o m o metodología eleva-
la ayuda de expertos que pretenden ejercer una da a categoría metodológica y a ideología, sin
autoridad especial supuestamente objetiva? La distinguir claramente entre ambas, amalgama
relativización de la racionalidad misma se ex- de la que sería artífice Lenin, seguido m á s tarde
tiende obviamente hasta tropezar con la base por otros teóricos. El joven Estado Soviético
cognoscitiva de las ciencias sociales hasta dis- rendía por tanto un homenaje exagerado a la
minuir el prestigio de éstas en el campo m i s m o ciencia, incluyendo la justificación científica
en que se supone radica su principal atractivo. de sus objetivos ideológicos. Mientras tanto se
Lo que al parecer se ha hecho ha sido dar una enfrentaba a problemas de índole m u y práctica
vuelta a la teoría. para abrir camino a la planificación centraliza-
da y a la acumulación estatal del capital en con-
diciones de caos interno y de asedio externo. La
Apoyo cuasitecnológico historia de c ó m o se logró la colectivización, el
a las ideologías precio que se pagó por la modernización forzo-
sa y los buenos resultados y fracasos de una
Es obvio que no hemos podido tratar la cues- economía vinculante han dado origen a n u m e -
tión de manera convincente. En razón de lo in- rosas versiones y no cabe duda de que seguirán
tricado e interdependientemente de la sociosfe- dando pábulo a la reflexión. L o único que cabe
ra contemporánea y de la tecnosfera y la biosfe- observar aquí es que, durante m á s de medio
ra, ya no es posible retroceder a situaciones siglo, la Unión Soviética, ulteriormente acom-
históricamente previas al surgimiento de las pañada e inclusive sobrepasada por otras m a -
ciencias sociales. T a m p o c o hay que olvidar lo quinarias de agitación y propaganda de países
que, de una u otra forma, nos han aportado. socialistas, se estuvo agobiando a sí m i s m a y
Después de examinar someramente algunos de agobiando al resto del m u n d o con una retórica
los factores que restringen el prestigio de la ba- ideológica y unas predicciones científicamente
se del conocimiento científicosocial, pasare- vacuas, al tiempo que mantenía paradójica-
m o s a estudiar el polo opuesto. ¿En dónde tuvo mente en una oscuridad indecente el aparato
su mayor impacto esta base de conocimientos? cuasitecnológico que realmente apoyaba sus
¿En qué ha consistido el mayor ímpetu dado a propios logros. A d e m á s , el control de estos lo-
dicha base? Quizás es el apoyo sostenido de la gros era tan aleatorio o deliberadamente secre-
cuasitecnología sociocientífica a las tres ideolo- to c o m o para desafiar cualquier evaluación ob-
13
gías primordiales del siglo x x lo que constituye jetiva y comparativa . El desarrollo de la base
la alianza m á s poderosa entre el saber técnico y del conocimiento científicosocial quedó, por
la voluntad de acción. Estas tres ideologías son, consiguiente, inhibida y fue distorsionada. E n
por el orden con que recurrieron al apoyo cua- lugar de atraer el talento, c o m o hubiera podido
sitecnológico, el comunismo, la democracia ca- perfectamente hacer un experimento social
pitalista y el estado de bienestar, y el desarro- abierto de gran escala, lo que hizo fue fomentar
llismo. En cada caso, la relación entre el apara- una mayúscula fuga de cerebros ya desde los
to cuasi tecnológico de apoyo y la ideología es años 20. Entre las personas silenciadas o exilia-
paradógica a su manera, aunque en cada caso la das estaban N . D . Kondratieff, que murió en
ideología y la base del conocimiento cuasitec- cautividad en Siberia por haber expresado la
nológico vayan m u y asociadas. Consideremos opinión antimarxista de que el capitalismo os-
estos tres grupos uno a uno. cila cíclicamente entre tendencias estables;
Wassily Leontief, cuyos coeficientes de ele-
La Unión Soviética fue el primer Estado del
mento-producto son realmente peculiar perti-
m u n d o que sentó sus bases sobre principios
nencia para la planificación central (como tar-
manifiestamente sociocientíficos. Era la heren-
díamente reconoció la Unión Soviética)14, y el
cia de una operación astuta de relaciones públi-
Papel creador de las ciencias sociales 625
sociólogo Pitirim Sorokin. Así, hoy en día, en rés, un cierto grado de regulación estatal para
la mayoría de los países socialistas se considera apoyar el empleo, la inversión directa y la in-
que se han quedado rezagados en cuestiones so- fluencia de la propensión al consumo y una
ciocientíficas c o m o resultado de las rigideces contribución a la paz a medida que los merca-
ideológicas del pasado y que, con toda probabi- dos internos vayan siendo lo suficientemente
lidad, habrían avanzado m á s en la dirección en absorbentes c o m o para reducir el peligro de las
que dicen ir de haber dejado un mayor margen guerras comerciales15. La aplicación de palan-
a la autonomía e influencia al aparato cuasitec- cas de control derivadas de su teoría general a
nológico en que se apoyan dichas aspiraciones. los fines específicos del Estado del Bienestar y
Por otra parte, el énfasis en un enfoque para estimular el crecimiento de espacios del
científico de la sociosfera que caracteriza la tra- Tercer M u n d o no tuvo aparentemente relieve
dición marxista-leninista, tanto en su forma or- en la mente de Keynes. Según Peter Drucker,
todoxa c o m o en la heterodoxa, ciertamente sin embargo, «alrededor de 1942 Keynes dejó
ayudó a impulsar las ciencias sociales para que de ser keynesiano y abandonaría el Estado na-
surgieran en todas partes, debilitando especial- cional c o m o macroeconomia, proponiendo en
mente la resistencia arcaica y algunas varieda- su lugar un proyecto de economía postbélica
des de antirracionalismo (no marxista). Este ar- -- basada en el "Bancor", moneda transnacional
gumento es recogido por los reformadores y los independiente del Gobierno de la Nación y de
antiimperialistas de toda índole y sirve de agu- las divisas nacionales y que sería administrada
do foco crítico al que tanto se ha recurrido en por economistas, y no por políticos, en calidad
las pruebas derivadas de la base de conoci- de funcionarios públicos transnacionales»16.
mientos científicos sociales a la que enriqueció Mientras la ideología ahogaba el desenvol-
prolijamente. vimiento de una cuasitecnología sociocientífi-
Las democracias industrializadas de econo- ca bajo dispensas marxistas-leninistas, algo que
mía de mercado tienen evidentemente amplios vendría a ser lo opuesto prevalecía en las d e m o -
antecedentes al haber incorporado distintas cracias industrializadas, cuyas ideologías difu-
posiciones ideológicas y m o d o s operacionales sas y pluralistas serían apoyadas por lincamien-
provenientes del discurso sociocientífico y de tos keynesianos, mientras que la expansión de
la base de conocimientos tan ampliamente ge- .las economías postbélicas servirá para respal-
nerada dentro de ellas. Hacia 1930, sin embar- dar el consenso desintegrador respecto a los fi-
go, se vieron seriamente amenazadas desde el nes deseables y, por tanto, al grado de compro-
exterior por el comunismo y el fascismo y des- miso ideológico17. El paradigma keynesiano,
de dentro por una depresión particularmente aunque funcionara manifiestamente difumina-
grave y duradera. Aunque las democracias no ba las contradicciones, suavizaba las inadecua-
fueran globalmente favorables a la tecnocracia ciones y postergaba los ajustes de cuentas. Este
administrativa jerárquica, sí acogieron las he- paradigma sería lo suficientemente vasto c o m o
rejías expuestas por Keynes en su Teoría Gene- para englobar no sólo algunos principios admi-
ral del Empleo, el Interés y la Moneda (1936) nistrativos aparentemente incompatibles, los
casi c o m o una bendición del cielo. Este texto, de índole monetarista, sino también críticas
escrito no en jerga tecnocrática sino realmente fundamentales de la situación prevaleciente,
en un estilo deliciosamente humanístico y es- c o m o las de J.K. Galbraith en La Sociedad opu-
crupulosamente universitario, sirvió para lan- lenta (1958)18. Unciendo aparentemente la di-
zar un elaborado aparato cuasitecnológico y námica capitalista al bienestar popular, el key-
para controlar inicialmente la crisis de finales nesianismo desarmó a los radicales y ayudó al
de los 30, y m á s tarde c o m o instrumento de la mismo tiempo a los conservadores a «afinar» la
economía de guerra, para acabar convirtiéndo- economía. ¿ C ó m o se podría demostrar de m a -
se en la ortodoxia económica del Estado del nera m á s vivida la pureza funcional de una
Bienestar y de la economía por la que éste abo- cuasitecnología tan justa?
gaba. Las «Notas de conclusión sobre la filoso- El desarrollismo no es tanto una ideología
fía social hacia la que podría conducir la teoría c o m o un conjunto de elementos cuasitecnoló-
general» de Keynes son bastante modestas en gicos que se pueden montar para que conven-
sus anticipaciones: una reducción de las desi- gan a un sinnúmero definesideológicos. C o m o
gualdades frente a la riqueza y las tasas de inte- nos enseñó uno de los primeros clásicos - W . A .
626 Peter Lengyel
Lewis, con La teoría del crecimiento económico reconocidas hasta el presente. El debate en tor-
(Fondo de Cultura Económica, 1958)-, la con- no al desarrollo lo entablaría la ciencia social
centración del crecimiento y del producto m á s hasta extremos desconocidos hasta entonces; es
que la distribución y el consumo implicaba for- el caso, por ejemplo, de los primeros movi-
zosamente tener que rebasar los confines tradi- mientos de modernización en el Japón, Tur-
cionales de la economía. Así, Lewis agrupa las quía y algunos países latinoamericanos. La di-
cuestiones psicológicas con las institucionales, ferencia esencial entre este debate y el que se
las educativas, las demográficas, las guberna- plantea en los países industrializados respecto
mentales y lasfilosóficasen el primer intento a la dirección de las políticas económicas radi-
de esta clase a partir de los «Principios de eco- ca en que este segundo debate se entabla entre
nomía política» (Fondo de Cultura Económica, ciudadanos informados y participantes, mien-
1951) de J.S. Mili19. Siguiéndole los pasos, hu- tras que el debate sobre el desarrollo se circuns-
bo toda una generación de científicos sociales cribe a la élite nacional y extranjera y sólo llega
representando a todas las disciplinas, desde la al pueblo de manera sumamente simplificada.
sociología hasta la administración pública, pa- Y es esto lo que imprime al desarrollismo su
sando por la antropología y la lingüística, el molde ideológico, elevando a los expertos en
análisis de sistemas y las relaciones laborales temas sociocientíficos al nivel de distancia-
que se fomentó a sí m i s m a c o m o tecnocracia miento identificado con el liderazgo carismá-
desarrollista. D e esta manera se afirmaría que tico.
el desarrollismo es un juego para solaz de sus El fracaso parcial.de los tres pilares cuasi-
numerosos jugadores, y el resultado de este jue- tecnológicos apoyados en una ideología -la pla-
go podía convenir tanto a una democracia par- nificación central para el socialismo, la admi-
lamentaria c o m o la India c o m o a un Estado nistración keynesiana para el capitalismo de-
africano de partido único, tanto a las pequeñas mocrático y el desarrollismo para el Tercer
naciones insulares o c o m o al vasto Brasil, una M u n d o - dio lugar, c o m o no podía ser por m e -
vez hechos, claro está, los oportunos ajustes. El nos, a una desilusión generalizada tanto respec-
desarrollismo prometió sacar al Tercer M u n d o to a las ideologías c o m o a las cuasitecnologías.
de la miseria acelerando un proceso que en La planificación central no ha permitido la edi-
otros lugares había durado siglos. Para lograrlo ficación de economías eficaces ni de estructu-
acudió liberalmente a tomar prestados del apa- ras sociales flexibles que plausiblemente pue-
rato cuasitecnológico de la planificación cen- dan considerarse c o m o etapas hacia el logro del
tral los m o d o s operacionales en uso en las de- objetivo constituido por el comunismo. La ad-
mocracias industrializadas y los antecedentes ministración keynesiana no ha impedido que
históricos, especialmente en lo relativo a la surjan una y otra vez el desempleo masivo, la
acumulación primitiva y a los primeros m o d e - inestabilidad monetaria y las guerras comercia-
los de modernización exitosa, cuyo prototipo les pese a la consolidación de un capitalismo
es el Japón. A partir de estas fuentes se propuso que busca su alivio en la vuelta a las teorías
modelar una cuasitecnología que encajara con liberales prekeynesianas. Y el desarrollismo se
casos particulares o con situaciones regionales, ha visto contradicho por los hechos al tener lu-
quedando entendido que la ciencia social había gar el desarrollo en lugares en los que no se ha-
avanzado lo suficiente y era lo bastante digna bía previsto (por ejemplo, en Asia Oriental y en
de confianza c o m o para intervenir de forma los Estados del Golfo) y no en los que había
decisiva en la transformación de las culturas sido pronosticado (por ejemplo, en América la-
antigua y moderna. tina, Zaire, Líbano), mientras que sectores que
H a y que reconocer libremente lo híbrido se habían subestimado han alcanzado alto ren-
del desarrollismo, pero al m i s m o tiempo hay dimiento (por ejemplo, el sector privado en la
que conceder que representa el primer intento India) y los que se habían sobrevalorado han
interdisciplinario acumulativo y global de m o - tenido un desarrollo débil (por ejemplo el itja-
vilización de todo el potencial operativo de las maa en Tanzania). N o analizaremos aquí las
ciencias sociales, adoptando la forma de ideo- razones del fracaso y el por qué de los errores,
logía a través del prestigio que reivindica para puesto que son muchos y complejos. Baste con
el cuerpo de conocimientos sociocientíficos - y decir que hoy en día se admite de manera bas-
no sencillamente de sus ramas operacionales tante generalizada el agotamiento de las ideas
Papel creador de las ciencias sociales 627
políticas que se había presentido ya y que D a - petu: el apoyo cuasitecnológico y las ideologías
niel Bell anunció prematuramente en su obra del comunismo, de la democracia capitalista y
sobre elfinde las ideologías en 1961 21 . En todo del Estado del bienestar y del desarrollismo.
el m u n d o , y al amparo de todos los designios H e m o s observado, no obstante, que estas tres
políticos y en todos los niveles de desarrollo, se ideologías, junto con el aparato cuasitecnológi-
deja sentir una desafección hacia la pureza co que las apoyaba, están mostrando actual-
ideológica y el compromiso político y se des- mente graves síntomas de agotamiento y de
confía de las grandes abstracciones y de las pro- resquebrajamiento parcial. E n estas circuns-
mesas quiméricas en un m a ñ a n a radiante. tancias, las ciencias sociales están sufriendo
Pragmatismo, improvisación, localismo, rea- una injusta contrarreacción. Porque, en el pa-
lismo, rentabilidad, competitividad, son lemas sado, cuando el aparato cuasitecnológico de
hoy de m o d a que parecen anunciar un horizon- apoyo daba buenos resultados, el buen renom-
te inhospitalario para la base del conocimiento bre se atribuía a la ideología tutelar, mientras
científico social y sus derivados cuasitecnológi- que los fracasos se achacaban a deficiencias
cos. Y , sin embargo, aunque parezca bastante técnicas. Así, el objetivo ideológico de luchar
raro, puede que haya llegado la hora de la m a - por el socialismo no se ponía en tela de juicio,
yor oportunidad para las ciencias sociales. Este aunque las deficiencias de sus logros se podrían
será el tema de nuestro último capítulo. atribuir a errores de elección o a desafortuna-
dos errores tácticos. H o y , cuando las mismas
ideologías están decayendo, se acusa de esa caí-
D e la cuasitecnología da al aparato cuasitecnológico de apoyo, apara-
al funcionamiento y el montaje to al que nunca se concedió el grado de autono-
mía que podría haberle permitido contribuir
Estamos viviendo en un m u n d o cada vez m á s significativamente a la conformación de los
intenso en materia de información: he aquí un programas ideológicos, en lugar de apoyarlos
tópico aceptado ya por todo el m u n d o . La in- nuevamente en todas sus extravagancias de ins-
formación se ha convertido en un bien tan pre- piración política.
cioso, c o m o pueden ser la m a n o de obra y el Sin embargo, parece haber llegado el m o -
capital. Los economistas han abandonado la mento en que las ciencias sociales podrían cier-"
presunción de que es un bien libre y han reco- tamente afirmar una autonomía significativa.
nocido que se la busca y comercializa c o m o si Las oportunidades no son las mismas en todas
se tratara de un bien que escasease. Las ciencias partes ni pueden durar indefinidamente, aun-
sociales, si algo son, son esfuerzos que produ- que al parecer sean hoy m á s prometedoras en
cen conocimiento y c o m o tales deberían ocu- muchos lugares por las siguientes razones gene-
par un lugar más destacado. Sin embargo, tal rales. El decaimiento de los enfoques y proyec-
c o m o hemos visto, ofrecen algo que dista m u - tos generales que constituyen las visiones ideo-
cho de responder a la demanda que podría ser lógicas del m u n d o están dejando tras de sí un
la suya, sin esa aureola de que gozan otras bases gran vacío, no sólo a nivel de la macroecono-
del conocimiento, sino más bien todo lo con- mia sino también a micronivel. Lo que se pone
trario, y teniendo que vencer la resistencia en tela de juicio no es sólo la fe en un desarrollo
opuesta por los unos, el rechazo de tantos otros socioeconómico acelerado y la capacidad de
y la negación de muchos más. Hay aquí algo controlar las oscilaciones cíclicas de las c o m u -
m u y extraño, algo que cala profundamente y nidades industrializadas avanzadas, sino tam-
que no pueden explicar los críticos, incluso los bién la fe en la autogestión obrera, los kib-
que ven lejos en la base cognoscitiva sociocien- butzim y las «ecotopías» al estilo californiano.
tífica. En este último capítulo vamos a intentar El vacío de valores sociales se extiende natural-
recomponer este rompecabezas. mente a las instituciones y a sus metas: las e m -
Nuestra manera de argumentar nos ha lle- presas, las escuelas, las naciones, las organiza-
vado a considerar los factores limitativos de la ciones internacionales, el sistema monetario.
aureola del conocimiento científicosocial -la T o d o se percibe c o m o un flujo aleatorio inter-
resistencia arcaica, las bases de conocimientos cambiable, posiblemente manipulado y, en to-
competidoras, el antirracionalismo- y las fuer- do caso, impredecible. Cada vez son m á s los
zas que parecen haber obrado con el mayor ím- datos cuantitativos que desplazan la informa-
628 Peter Lengyel
ción y la perspectiva contextúales a asuntos so- tiva parecen formas deficientes, quizás estan-
ciosféricos: lo más nuevo cobra un valor des- cadas o inmaduras de una civilización indus-
proporcionado por la falta de modelos válidos trializada que, no obstante, adopta algunos ras-
de medición. Así, lo que podrá desdeñarse ad- gos que aprecian los ciudadanos de los países
quiere un valor que no merece de ninguna for- socialistas, pero no sólo de ellos, sino también
m a y que la difusión a escala mundial magnifi- al parecer de otras áreas avanzadas. Entre estos
ca hasta llegar a suscitar una tendencia, aunque rangos se encuentran el sólido sistema de la se-
sea efímera, y que desaparecerá en cuanto surja guridad social, la estabilidad del empleo, el
otra cuestión. Por entretenido que esto sea, confort en el hogar y la creencia en el progreso
tiene poca sustancia, porque después de to- científico y tecnológico, a los que habría que
do la vida h u m a n a continúa al paso que siem- añadir actualmente el debido respeto a la pro-
pre ha llevado, dentro de marcos que se es- tección del medio ambiente. Así, esas econo-
pera que por lo menos den la ilusión de estabi- mías de mercado tan productivas y prósperas
lidad. que forman los 24 países miembros de la O C D E
En este punto, el vacío creado por la deva- y otros pocos que no son miembros, y que en su
luación de las ideologías y el colapso de unos conjunto marcan la pauta del m u n d o contem-
marcos de referencia -tales c o m o la identidad poráneo, no se erigen c o m o los vencedores in-
nacional o la profesional y la lógica estructu- discutibles y los modelos universalmente apli-
ral- sigue siendo colmado, al menos hasta cier- cables, sino m á s bien c o m o los precursores pro-
to punto, por categorías residuales del pensa- blemáticos cuyos errores pueden servir de
miento y la supervivencia de las instituciones. lección a los demás.
La gente sigue actuando c o m o si no pasara na- A través de estas grandes divisiones se plan-
da y las instituciones existiendo aunque se es- tean asimismo cuestiones fundamentales cuyas
tén desmoronando por dentro. Los viejos órde- respuestas no se hallarán ni en las ideologías ni
nes no quieren perecer y, por consiguiente, es en la cuasitecnología sociocientífica tal c o m o
difícil que otros órdenes nuevos emerjan. Las se ha concebido hasta la fecha. T a m p o c o la tra-
situaciones varían muchísimo, c o m o es natu- dición popular precientífica ha dado una res-
ral, a través del m u n d o . Gran parte del Tercer puesta válida, ni las costumbres y usos popula-
M u n d o tropieza con problemas con los que se res, los precedentes o la fe en el funcionamiento
enfrentaron las sociedades industrializadas ha- místico de los sistemas sociales, porque los pro-
ce dos o tres siglos, aunque el contexto actual blemas son precisamente el resultado de las ca-
sea diferente, puesto que existen los modelos racterísticas que se han querido y que delibera-
de solución. El problema esencial del dilema de damente se han construido en torno a la socios-
la modernización, concebida c o m o imitación o fera contemporánea y que habrán de resolverse
c o m o confluencia de las vías adoptadas según a su vez de la manera que se desee, vinculando
la dinámica interna de las distintas culturas, ra- la sociosfera a la tecnosfera y a la biosfera cir-
dica en saber hasta qué punto dichos modelos cundante. Los interrogantes que se plantean
sirven para las sociedades preindustriales de pueden resumirse así:
hoy en día. Los países socialistas se alzan con-
tra los fracasos de la productividad y contra el * ¿Qué significado puede tener una escala
resurgimiento nacionalista en una situación de óptima de población (respecto a un territorio y
creciente competencia internacional y de flujos a unos recursos dados) cuando se trata de una
de la información cada vez m á s diversos y po- aglomeración urbana o de una empresa? ¿Có-
derosos. El aparato cuasitecnológico en que se m o solucionarán las economías un aumento de
apoyaba su ideología está desacreditado y no tamaño según las diferentes hipótesis?
sólo porque el sistema no haya podido dar los * ¿Cuál es el papel esencial del Estado na-
resultados ansiados, sino también porque di- cional actual cuando vemos que va perdiendo
cho aparato parece incapaz de sobrevivir al te- su protagonismo hasta quedar reducido al pa-
nerse que enfrentar con competencia abierta pel más modesto de los actores de tercera clase?
que supone la supresión parcial o la penetra- ¿Empezó demasiado tarde históricamente el
ción del hasta ahora proteccionista caparazón esfuerzo de construir la nación de las ex colo-
estatal. A este respecto, el capitalismo estatal nias, siguiendo las pautas de los modelos euro-
de planificación central y su economía impera- peos? ¿ N o debiera ese esfuerzo perseguir más
Papel creador de las ciencias sociales 629
U n dibujo (1912) de Georges Mcliès (1861-1938), uno délos pioneros del cine. D . R .
bien otra meta (por ejemplo, federaciones flexi- m a s químicas y biológicas en la innovación)
bles)? para adaptarla mejor a las capacidades de ab-
* ¿Hasta qué punto hay que organizar una sorción y a la flexibilidad de la sociosfera? ¿De-
empresa o una compañía para que produzca be la tecnosfera seguir configurando la socios-
determinados bienes y servicios de la manera fera y no lo contrario?
m á s eficiente posible, en lugar de desempeñar
un papel socialmente m á s amplio c o m o e m - Puede verse con toda claridad que unos in-
pleador, foco local o apoyo estructural, con la terrogantes de tan vasto alcance difícilmente
consecuente posible pérdida de productivi- pueden responderse de manera sencilla y de
dad? m o d o que la respuesta pueda aplicarse a todos
* Dada la capacidad excesiva de la agroin- los medios. El nuevo enfoque de los verdaderos
dústria de la C E E y habida cuenta de las sub- dilemas contenidos en esos interrogantes exige
venciones que se conceden a los agricultores recurrir a la base de los conocimientos socio-
agobiados por los impuestos, ¿qué sistemas po- científicos de una forma que hasta ahora, o qui-
drían elaborarse para repoblar y utilizar las zo- zás hasta hace m u y poco, no ha tenido prece-
nas rurales sin recurrir a la agricultura? ¿Pue- dente. Porque si el tradicional impulso cultural
den imaginarse naciones cuya población se ha- consistía en tratar las perplejidades recurrien-
ya convertido en guardianes de parques rurales do a valores establecidos, a la sabiduría popu-
y urbanos? lar y a medidas pragmáticas, el impulso moder-
* ¿Mediante qué mecanismos podría ajus- no consiste en buscar la solución técnica m á s
tarse el ritmo de inyección de la innovación rápida. Aplicado a cuestiones sociosféricas, el
tecnológica a la sociosfera (incluyendo las ar- problema ha llevado a separar la cuasitecnolo-
630 Peler Lengyel
Notas
1. Aunque no es seguro que M a x 8. Véase, por ejemplo: Gcllner, E . 16. Drucker, Peter: «Towards the
Weber -haciéndose eco de lo dicho (1984): «The scientific status of the next economics» («Hacia la
por Feuerbach- haya pronunciado social sciences», (El rango próxima ciencia económica»), en
su famosa frase de que las ciencias científico de las ciencias sociales), Bell, Daniel and Kristol, Irving
sociales llevan al «die Revista Internacional de Ciencias (eds.) (1981 ): The Crisis
Entzauberung der Well» (cl Sociales, 102 y Gareau, F . H . in Economic Theory,
desencanto del m u n d o ) , cl tono ( 1987): «La expansión y la Nueva York, Basic Books,
vulgar y dcmoledor de algunos creciente diversificación del págs. 15-16.
escritos de ciencias sociales ha universo de la ciencia social»,
levantado una enorme polvareda. Revista Internacional de Ciencias 17. Respecto al vínculo entre el
Es cierto que la impertinencia Sociales, 114. pensamiento kcynesiano y los
tiene su utilidad, aunque no sea modelos de sociedad, véase
forzosamente la mejor manera de 9. Alvarez, A . (1971) The Savage- Bornschier, Volker (1988):
actuar de cara al público. God. A Study of Suicide, Nueva Westliche Gesellschaft im Wandel,
York, R a n d o m House, págs. 79-80. («La sociedad occidental
2. Véase Hirschman, Albert en evolución»), Frankfurt,
( 1982): Shifting Involvements. 10. Feyerabcnd, Paul (1987): Nueva York, C a m p u s ,
Prívate Interest and Public Action. Farewell to Reason, Londres, págs. 151-164.
Oxford, Martin Robertson. Nueva York.
18. La tesis central del argumento
3. Diversas contribuciones a la 11. Barnes, Barry (1974): de Galbraith -los flagrantes
etologia, popularizadas en libros Scientific Knowledge and desequilibrios entre las prioridades
c o m o el de D e s m o n d Morris Sociological Theory, Londres, y las asignaciones públicas y
( 1968): El mono desnudo, Boston, Henley, Routledgc & privadas- sigue siendo de tanta
Barcelona, Plaza & Janes, pueden Kcgan Paul, pág. 1. actualidad hoy c o m o hace una
haber reforzado esos generación y especialmente, en
comportamientos al hacerlos 12. Ibid., pág. 49. Estados Unidos. Entonces era
remontar a unos orígenes ' difícilmente predecible que el
ancestrales comunes al animal. 13. La principal razón de que Ia Reino Unido pudiese convertirse
Unión Soviética no sea miembro en un ejemplo de primer orden del
4. Para el análisis de la traslación de la Organización de las Naciones descuido de un sector público que
de la tecnología a lo social, véase Unidas para la Agricultura y la siempre había sido ejemplar.
Hales, Mike ( 1982): Science or Alimentación es su reticencia a
Society!, London, Pan Books; publicar estadísticas sobre la 19. Lewis, W . A r t h u r (1958):
especialmente el capítulo 9: producción agraria. Teoría del desarrollo económico,
«Design of jobs» («Diseño de Fondo de Cultura Económica.
puestos de trabajo»). 14. U n a de las muchas ironías que
marcan la historia de la ciencia 20. Bell, Daniel (1961) The End of
5. U n prolífico ensayista y social consiste en que el sistema de Ideology, Nueva York, Collier
periodista francés ha dedicado planificación de la producción de Books, págs. 393-402. Para un
recientemente un libro a examinar Lconticf que tan prometedor perfil de la juventud universitaria
los motivos de que se recurra tan parecía después de la Segunda estadounidense postideológica, ver
poco al conocimiento disponible. Guerra Mundial a la Fuerza Aérea Bloom, Allan ( 1987): The Closing
El libro comienza con la frase «La Estadounidense y a su Oficina de of the American Mind(«E\ cierre
primera fuerza que dirige al Estadísticas del Trabajo, hasta el de la mente americana»), Penguin
m u n d o es la mentira». Véase punto de que unieran sus esfuerzos Books, págs. 82-137.
Revel, Jean-François (1988): La en el proyecto Scoop, cuyo coste
connaissance inutile, París, era de 1,5 millones de dólares, fue 21. Henri Gaudin, al ser
Grasset. suprimido en 1952 por la entrevistado sobre su negativa a
administración de Eisenhower por aceptar un premio arquitectónico
6. «Bain de jouvence pour considerarlo peligrosamente anual otorgado por el Ministerio
l'esotérisme» («Baño «socializante». Véase Silk, francés del Equipamiento, Le
rejuvenecedor para el Leonard, ( 1976): The Economists, Monde, 22 de marzo de 1989.
esoterismo»), Henri Tincq, Le Nueva York, Avon, pág. 150. Véase también Roberta Brandes
Monde, 19-20 de febrero de 1989. ( 1988): The Living City, Nueva
15. Keynes, J . M . (I980): Teoría York, Simon & Schuster, en Io
7. Medawar, Peter (1986): The general de la ocupación, el interés y tocante al desarrollo de la idea de
Limits of Science, Oxford, Oxford el dinero, Fondo de Cultura «la economía doméstica en las
University Press, pág. 98. Económica, Madrid y México. ciudades».
Una acción concreta
de la Unesco en materia
de derechos humanos
Georges-Henri Dumont
Cuando los hombres toman conciencia de su condición teriormente en el Elíseo, era todo u n símbolo.
de hombres, cuando reconocen a la persona humana co- Impensable poco antes, era la señal indiscutible
m o tal, recurren a los derechos humanos y se apoyan en de que se había producido un cambio.
un derecho natural al que todos pueden acogerse, ya
C o n respecto a ese cambio, sería injusto no
sean vencedores o vencidos. Desde el momento en que
surge la idea del derecho, resulta posible negociar, para subrayar el papel fundamental desempeñado
descubrir el verdadero derecho mediante el debate y un por las instituciones internacionales del siste-
procedimiento metódico. Karl Jaspers (Die Schuld/ra- m a de las Naciones Unidas, las cuales han re-
ge) conquistado incontestablemente parte de su
La aparente unanimidad con que se c o n m e m o - prestigio y de su eficacia de antaño, hecho asi-
ró en todo el m u n d o el cuadragésimo aniversa- m i s m o significativo.
rio de la Declaración Uni- Por lo q u e se refiere
versal de Derechos H u m a - m á s concretamente a la
nos podría hacer creer que Georges-Henri Dumont, es miembro de Unesco, su acción en pro
ésta constituye en la actua- la Academia Real de Bélgica, es profe- de los derechos h u m a n o s
sor de historia económica y social con-
lidad el punto de conver- temporánea del I C H E C (Bruselas) y au- responde a una de sus fina-
gencia de los ideales de la tor de numerosas obras históricas, entre lidades esenciales, defini-
comunidad internacional, otras Histoire de la Belgique y Elisabeth das por su Constitución:
pero el conocimiento de la de Belgique ou les défis d'une reine. H a
sido miembro del Consejo Ejecutivo de «... asegurar el respeto uni-
realidad, tal c o m o aparece la Unesco de 1981 a 1989 y presidente versal a la justicia, a la ley,
descrita, entre otros luga- de su Comité de Convenciones y Reco- a los derechos h u m a n o s y a
res, en el informe anual de mendaciones de 1987 a 1989. las libertades fundamenta-
Amnistía Internacional, les que sin distinción de ra-
nos impide dejarnos mecer za, sexo, idioma o religión,
por una tranquilizadora la Carta de las Naciones
ilusión. Son demasiados Unidas reconoce a todos
los discursos en los que se los pueblos del m u n d o » 1 .
hace referencia a los grandes principios aproba- Era, así pues, normal que la Comisión de
dos, en 1948, por la Asamblea General de las Derechos H u m a n o s de las Naciones Unidas,
Naciones Unidas y que aún se asemejan al a m - que tiene su sede en Ginebra, pidiese a la Unes-
biguo homenaje que rinde el vicio a la virtud... co que se encargara de la enseñanza de los dere-
¿Significa esto que en los últimos años no se chos humanos, a partir de la elaboración de
ha alcanzado progreso notable alguno? En m o - una verdadera ciencia cuyo objeto fuesen éstos.
do alguno. El 10 de diciembre de 1988, durante La Unesco asumió inmediatamente dicha tarea
la ceremonia oficial de conmemoración del y sigue asumiéndola merced a múltiples traba-
cuadragésimo aniversario de la Declaración jos de expertos y a numerosas publicaciones, la
Universal de Derechos H u m a n o s , la emocio- m á s brillante y m á s oportuna de las cuales es
nante presencia de Sajarov y Walesa en la sala un manual para la enseñanza de los derechos
principal del Palais de Chaillot, primero, y pos- humanos en las universidades, publicado en
RICS122/DÍC. 1989
634 Georges-Henri Dumonl
1978 por Karel Vasak, quien dirigió su edición, gada; pero, por otra parte, le está institucional-
con el título de Las dimensiones internaciona- mente vedado por el Artículo 1 de su Constitu-
les de los derechos humanos2. Se trata de una ción intervenir en materias que correspondan
obra fundamental, que se debería reeditar, sin esencialmente a la jurisdicción interna de los
tardanza, en una versión minuciosamente revi- Estados Miembros.
sada. A decir verdad, ese problema de la sobera-
Importantísima es asimismo la acción nor- nía, tanto interna c o m o externa, del Estado no
mativa de la Unesco en materia de derechos era nada nuevo en 1978, pues ya se había plan-
humanos: nueve convenciones, 21 recomenda- teado en la época de la Sociedad de Naciones, y
ciones y dos declaraciones relativas al derecho, todo hace pensar que aún perdurará durante
a la educación, a la cultura y a la información largo tiempo en todas las organizaciones inter-
plasmados en los Artículos 19, 26, y 27 de la nacionales, tanto m á s cuanto que la Declara-
Declaración Universal3. ción Universal - y ése es uno de sus puntos fla-
N o pretendo ahora analizar esas normas, en cos- apenas menciona el contrapeso de los de-
resumidas cuentas de carácter m á s moral que rechos humanos, esto es, los deberes humanos,
jurídico y cuya proclamación da en ocasiones sus obligaciones con respecto a la comunidad y
lugar a un espectáculo deprimente de palabras al Estado.
huecas. M i única ambición reside en dar a co- Sea c o m o fuere, en su reunión de la prima-
nocer la acción concreta de un comité del C o n - vera de 1978, el Consejo Ejecutivo de la Unes-
sejo Ejecutivo de la Unesco, creado para exa- co trató de conciliar ambas exigencias contra-
minar las comunicaciones, presentadas por dictorias5. Por ello, el párrafo 7 del preámbulo
particulares o asociaciones, en las que se invo- de su decisión 104 E X / 3 . 3 considera que «en
que la violación de algunos derechos humanos, los asuntos relativos a los derechos humanos
entre otros, los derechos educativos y cultura- que entran en las esferas de su competencia, la
les, por parte de Estados Miembros o no m i e m - Unesco debe actuar, basando sus esfuerzos en
bros de la Unesco. principios morales y en sus competencias espe-
E n sus inicios, de 1965 a 1967, el Comité cíficas, con un espíritu de cooperación interna-
sólo examinó las comunicaciones relativas a cional, de conciliación y de comprensión recí-
discriminaciones en el ámbito de la enseñanza, proca». E n ese m i s m o párrafo se recuerda que
esto es, violaciones de la Convención del 14 de «la Unesco no puede desempeñar el papel de
diciembre de 1980. Fue en el curso de la X I X un organismo judicial internacional», lo cual
reunión cuando la Conferencia General de la equivale a renunciar a la función sancionadora,
Unesco dio un paso adelante decisivo al encar- por lo demás inexistente en el conjunto de las
gar al Consejo Ejecutivo que estudiase los pro- instituciones de defensa de los derechos h u m a -
cedimientos que convendría seguir para el exa- nos.
men de los casos y de los asuntos que pueden Ahora bien, inmediatamente después, en el
someterse a la Unesco en lo que se refiere al ejer-párrafo 8 de la decisión, se reconoce el impor-
cicio de los derechos humanos en las esferas detante papel que desempeña el Director General
su competencia, a fin de dar más eficacia a su de la Organización: a, tratando de fortalecer
acción*. continuamente la acción de la Unesco encami-
Se trataba de un paso decisivo por dos moti- nada a la promoción de los derechos humanos,
vos fundamentales. El primero, porque, a par- al m i s m o tiempo mediante la solución de casos
tir de entonces, el Comité ad hoc abarcaría todo y la eliminación de las violaciones masivas, sis-
el ámbito de competencia de la Unesco; el se- temáticas o flagrantes de los derechos humanos
gundo, porque no sólo se examinarán los casos y de las libertades fundamentales; b, realizando
individuales, sino también los asuntos genera- consultas, en condiciones de respeto mutuo y
les de violación de derechos humanos. de confianza, y de una manera confidencial,
Era de esperar. Durante la labor realizada para contribuir a encontrar soluciones a pro-
para llevar a la práctica la resolución de la C o n - blemas particulares relacionados con los dere-
ferencia General, el Consejo Ejecutivo se halló chos humanos.
ante dos exigencias contrapuestas: por un lado, Se habrá observado que en dicho párrafo se
la Unesco debe poder actuar con la mayor efi- distingue entre los casos individuales y especí-
cacia posible, a lo que se halla moralmente obli- ficos, que hay que esforzarse por resolver, y los
Una acción concreta de la Unesco en materia de derechos humanos 635
asuntos relativos a «violaciones masivas, siste- grupo de personas, de las que se pueda presu-
máticas oflagrantesde los derechos humanos y mir razonablemente que son víctimas de una
de las libertades fundamentales». violación alegada de uno de los derechos h u m a -
Dicha diferenciación figura, claro está, en el nos mencionados en el párrafo iii) infra. Puede
procedimiento definido por la Decisión 104 también provenir de toda persona o grupo de
E X / 3 . 3 , pues, si bien corresponde sin lugar a personas u organización no gubernamental que
dudas al «Comité de Convenciones y Reco- tenga un conocimientofidedignode dichas vio-
mendaciones»6 el decidir si la comunicación laciones.
que le ha sido presentada constituye un caso o A propósito de este inciso ii), cabe citar, en-
un asunto, sólo mantiene en su registro los ca- tre las numerosas organizaciones autoras de co-
sos y remite los asuntos al Consejo Ejecutivo municaciones a: Amnistía Internacional, la
reunido en sesión plenária. Asociación Internacional de Juristas Demócra-
Otra distinción: en principio, los casos se tas, el International H u m a n Rights L a w
examinan en sesión privada, y por lo tanto con- Group, la Federación Internacional Sindical de
fidencialmente, en tanto que los asuntos pue- la Enseñanza, la Federación Democrática In-
den serlo en sesión pública (párr. 18). ternacional de Mujeres, etc.
Para ser consideradas admisibles, las c o m u - iii) Debe referirse a violaciones de dere-
nicaciones deben satisfacer cierto número de chos humanos que sean de la competencia de la
condiciones que se enumeran en el párrafo 14 Unesco en las esferas de la educación, la cien-
a) de la Decisión 104 E X / 3 . 3 . A saber: cia, la cultura y la comunicación, y no debe es-
i) La comunicación no debe ser anónima. tar motivada exclusivamente por consideracio-
ii) Debe emanar de una persona, o de un nes de otra índole.
636 Georges-Henri Dumont
Ni que decir tiene que, cuando se examinan interesados de conformidad con los principios
la mayoría de las comunicaciones, se tienen en relativos a los derechos humanos enunciados
cuenta esas «consideraciones de otra índole», en la Declaración Universal de Derechos H u -
concretamente la situación general del país en manos y en los pactos internacionales sobre de-
lo tocante al respeto de los derechos humanos, rechos humanos no serán examinadas.
pero únicamente si se trata de una supuesta víc- Sin necesidad de entrar en todos los porme-
tima cuya actividad corresponde a los ámbitos nores de los procedimientos previstos, cabe in-
de competencia de la Unesco. sistir en la afirmación de que «los representan-
iv) Debe ser compatible con los principios tes de los gobiernos interesados pueden partici-
de la Organización, la Carta de las Naciones par en las sesiones del Comité con el fin de
Unidas, la Declaración Universal de Derechos proporcionar informaciones adicionales o de
H u m a n o s , los pactos internacionales relativos responder a las preguntas formuladas por los
a los derechos humanos y los demás instrumen- miembros del Comité sobre la admisibilidad o
tos internacionales referentes a los derechos el fundamento de la comunicación».
humanos. En la práctica, las m á s de las veces durante
La interpretación de este inciso plantea una la fase de examen de la admisibilidad de la co-
dificultad real, pues cierto número de Estados municación, y tras uno o varios diálogos con
no han ratificado determinados instrumentos los representantes de los gobiernos de que se
internacionales y no se consideran vinculados trate, se resuelve un número considerable de
por ellos. casos o problemas y, con ello, se eliminan del
v) N o debe estar manifiestamente despro- registro del Comité, en virtud de la décima con-
vista de fundamento y debe contener los ele- dición mencionada en el párrafo 14 a) de la D e -
mentos de prueba pertinentes. cisión 104 E X / 3 . 3 .
E n virtud de este inciso, se descartan, entre Durante el examen de la admisibilidad de
otras, sin que el Comité las examine previa- una comunicación, y por lo tanto antes incluso
mente, las comunicaciones redactadas visible- de pronunciarse al respecto, el Comité tiene
mente por enfermos mentales. presente el carácter humanitario de su misión.
vi) N o debe ser injuriosa ni constituir un D e ahí el que, en la decisión que adopta a pro-
abuso del derecho a presentar comunicaciones. pósito de cada caso, a m e n u d o añada a las peti-
Sin embargo, dicha comunicación podrá ser ciones de informaciones complementarias un
examinada, si satisface los otros criterios de ad- llamamiento a la clemencia en favor de supues-
misibilidad, una vez que los términos injurio- tas víctimas de edad avanzada, enfermas o cu-
sos o abusivos hayan sido suprimidos. ya detención se haya prolongado durante un
vii) N o debe basarse exclusivamente en in- período considerable.
formaciones difundidas por los grandes medios Cuando, tras haber fracasado el diálogo con
de comunicación. el gobierno de que se trate o haber comprobado
A este respecto, el Comité ha tropezado en el silencio obstinado de éste, el Comité declara
ocasiones con el problema de la definición de admisible una comunicación, prosigue, ni que
«los grandes medios de comunicación». decir tiene, la acción humanitaria, pero la tarea
Las últimas tres condiciones para la admisi- del Comité es entonces m u c h o m á s difícil,
bilidad de una comunicación tienen un carác- pues, en tales casos, los gobiernos tienden a
ter m á s formal: adoptar una actitud rígida. Sucede, sin embar-
viii) Debe ser presentada dentro de un pla- go, que cambie el gobierno del país y que el
zo razonable a partir de la fecha en que han nuevo gobierno acepte reanudar el diálogo con
acaecido los hechos que la motiven o de la fe- el Comité, en cuyo caso es frecuente que el C o -
cha en que se conocieron esos hechos. mité obtenga soluciones satisfactorias en el pla-
ix) Debe indicar si se ha intentado agotar no de los derechos humanos.
los recursos internos disponibles con respecto a La opinión pública ignora la acción del C o -
los hechos que constituyen el objeto de la co- mité de Convenciones y Recomendaciones de
municación, así c o m o los resultados eventuales la Unesco, cuando no su propia existencia, he-
de esos intentos. cho lamentable pero comprensible. Lamenta-
x) Las comunicaciones relativas a proble- ble, porque esa ignorancia favorece algunas
mas que han sido ya resueltos por los Estados campañas de descrédito llevadas a cabo contra
Una acción concreía de la Unesco en materia de derechos humanos 637
C U A D R O 1. Distribución de comunicaciones.
1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988
Grupo I
(Estados
occidentales)
Grupo 11 3 6 3 5 5 4 5 4 4 4
(Estados de
Europa del Este)
Grupo III 2 5 8 9 11 8 6 4 3 6 6
(América latina
y el Caribe)
Grupo IV 1 2 3 2 4 5 4 4 4 6
(Asia y Estados
del Pacífico)
Grupo V I 4 3 4 2 1 1 4
(Africa)
Total de Estados 3 15 22 22 24 23 24 20 13 18 23
1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988
30 25 25 25 15 13 12 10
638 Georges-Henri Dumoni
C U A D R O 2 . N ú m e r o s de casos resueltos.
1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988
Notas
ANEXO
Modelos de carta y de formulario dirigidos por el Director de la Oficina de N o r m a s Internacionales y de Asuntos
Jurídicos a los autores de las comunicaciones examinadas por el Comité de Convenciones y Recomendaciones en virtud
de la Decisión 104 E X / 3 . 3 .
En nombre del Director General de la Unesco, tengo el honor de acusar recibo de su carta fechada el
en la que se alega la violación de los derechos humanos. E n la medida en que su comunicación concierna derechos
humanos que dependen de la competencia de la Unesco en los campos de la educación, la ciencia, la cultura o la
comunicación, podrá ser examinada según el procedimiento aprobado por el Consejo Ejecutivo de la Unesco el 26
de abril de 1978 en su Decisión 104 E X / 3 . 3 , de la cual anexamos copia a título de información.
Cabe señalar que en ningún caso la Unesco es, ni podrá ser, un tribunal internacional. Los derechos h u m a n o s de
la competencia de la Unesco son, esencialmente, los siguientes:
640 Georges-Henri Ditmont
Estos derechos podrían implicar el ejercicio de otros, entre los cuales cabe mencionar:
- el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión (Artículo 18);
- el derecho de buscar, recibir y difundir, sin consideración de frontera, las informaciones y las ideas por todos
los medios posibles (Artículo 19);
- el derecho a la protección de los intereses morales y materiales que derivan de toda producción científica,
literaria o artística (Artículo 27);
- el derecho a la libertad de reunión y de asociación (Artículo 20) para actividades relacionadas con la educa-
ción, la ciencia, la cultura y la información.
Conforme a la Decisión 104 E X / 3 . 3 , desearía llamar su atención sobre las condiciones de admisibilidad que
deben ser satisfechas para que la Unesco pueda dar curso a la referida comunicación. Estas condiciones están
enumeradas en el párrafo \4a) de la Decisión 104 E X / 3 . 3 . A fin de permitir al Director General que complete el
expediente relativo a su comunicación, le rogamos que llene el formulario anexo y lo remita a la Unesco debidamen-
te firmado por usted m i s m o lo m á s rápidamente posible.
Las alegaciones deben ser expuestas brevemente precisando cl o los derechos humanos que hubieren sido viola-
dos, así c o m o el o los campos de competencia de la Unesco con los que están relacionados. La fecha de las decisiones
que son objeto de denuncia y la autoridad que las ha pronunciado deben ser claramente expuestas, particularmente
cualquier recurso legal que haya sido interpuesto (por ejemplo, ante los tribunales del país de que se trate) y los
resultados de estos recursos. Igualmente se debe indicar si se ha utilizado algún otro procedimiento internacional y,
en caso afirmativo, ante qué órgano, la fecha en la cual éste último se ha hecho cargo y los resultados eventuales de
ese procedimiento.
Observe que se le pregunta si tiene alguna objeción a que su nombre sea divulgado y, a que, después de haber sido
transmitida al gobierno de que se trate su comunicación sea puesta en conocimiento del Comité de Convenciones y
Recomendaciones del Consejo Ejecutivo de la Unesco. D e no recibir respuesta afirmativa de su parte sobre este punto,
la Unesco no adoptará ninguna medida con respecto a su comunicación en el marco de la decisión precitada.
Fecha de la comunicación:
N ú m e r o de la comunicación:
Fecha de envío del presente formulario:
I. I N F O R M A C I Ó N A C E R C A DEL A U T O R
Apellido: .Nombre(s):
Nacionalidad: Profesión: .
Lugar y fecha de nacimiento:
Dirección actual:
Apellido: Nombre(s):
Nacionalidad: Profesión:
Lugar y fechado nacimiento:
Derechos humanos cuya violación se presume (con referencia, en la medida de lo posible, a la Declaración
Universal de Derechos H u m a n o s , al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y al
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).
I. N . B . Esla información es esencial cuando la comunicación se refiere a uno o varios casos individuales y específicos de
violación de los derechos humanos.
642 Georges-Henri Diimont
¿Ha sido sometido este mismo asunto a otra autoridad internacional de protección de los derechos humanos?
En caso afirmativo, indíquesc cuándo y con qué resultados: :
VI. D E C L A R A C I Ó N D E L A U T O R
¿Acepta el autor que su comunicación sea examinada conforme al procedimiento aprobado por el Consejo
Ejecutivo de la Unesco en su Decisión 104 E X / 3 . 3 y, en particular, que su nombre sea divulgado y la comuni-
cación transmitida al gobierno de que se trate y puesta en conocimiento del Comité de Convenciones y
Recomendaciones del Consejo Ejecutivo de la Unesco?
D SÍ D No
Fecha:
Apellido, Nombrc(s):
Firma del autor:
Reflexión sobre la noosfera:
un humanismo
para nuestro tiempo
Nikita N . Moiseev
El presente artículo continúa, de modo notable, m u y acentuada, al menos según los criterios ac-
el debate sobre las dimensiones sociales de los tuales. Si bien habían aparecido los buques de
cambios en el medio ambiente planetario, que vapor y el ferrocarril, seguían existiendo los ca-
fue el lema del número precedente de la R I C S rruajes tirados por caballos, y en los desfiles ca-
(RICS, 121, septiembre 1989). El autor preconi- racoleaba la caballería. Las suntuosas vestidu-
za en este artículo un imperativo ecológico y unras de los monarcas y las charreteras de los ge-
nuevo humanismo, basados en el concepto de nerales simbolizaban en cierta f o r m a el
noosfera, inspirándose en las ideas del científicocarácter inmutable de normas de vida, maneras
soviético Vernadski, quien en los años veinte fue de pensar e ideales, consagrados por siglos de
un pionero de las investigaciones sobre los cam- tradición. Sólo las mentes m a s perspicaces iban
bios en el medio ambiente a abordar el siglo x x con la
planetario, así como en las Nikila N . Moiseev es académico, miembro de convicción de que el orden
del paleantropólogo y filó- la Academia de las Ciencias de la U R S S . Es antiguo estaba terminado
sofo jesuíta francés Teil- matemático y ha trabajado en temas como «el para siempre.
hard de Chardin. invierno nuclear», el concepto de coevolu-
El siglo X X habrá sido el
ción y la teoría matemática del compromiso.
A.K. H a publicado numerosas obras entre las que siglo de un rompimiento
Probablemente el siglo XX cabe destacar Socialismo e informática radical con todas las nocio-
se conocerá en la historia (1988) y Ilombre. Medio ambiente y Sociedad nes a las que estábamos ha-
(1980) (los dos en ruso).
de la humanidad c o m o el bituados, pero ante todo de
siglo de la admonición. E n un auge de la técnica que se
efecto, en el curso de su de- calificaría de increíble y
sarrollo la humanidad ha fantástico, pero que justifi-
llegado a un punto más allá caría otros tantos epítetos,
del cual se perfila la amena- auge que estuvo a c o m p a -
za de una catástrofe m u n - ñado de un aumento consi-
dial. El potencial acumula- derable de las fuerzas pro-
do durante milenios -conocimientos, volun- ductivas de la sociedad. Radio, televisión,
tad, estructuras sociales- alcanzó en la época informática, conquista del espacio,
de la primera revolución industrial posibilida- aprovechamiento de la energía nuclear, inge-
des totalmente nuevas. Al tener a su disposi- niería genética, materias plásticas... la lista se-
ción las enormes reservas de energía que repre- ría interminable. Todas estas innovaciones tec-
sentaban los combustibles fósiles, el H o m b r e nológicas han cambiado nuestra vida, hacién-
iba a dedicar todas sus fuerzas a explotarlas con dola irreconocible y facilitándonos bienes
la m á x i m a eficacia. Y su vida empezó a cam- materiales con los que nuestros antepasados ni
biar. Tal vez imperceptibles en un comienzo, siquiera hubieran podido soñar hace apenas
los cambios se aceleraron cada vez más, c o m o 100 años. Durante el presente siglo se han m o -
lo prueba el siglo xix. Sin embargo, entre su dificado rotundamente el m o d o de vida y de
principio y su fin la diferencia no es todavía pensamiento del H o m b r e y su comprensión
SK
Arriba, y a la derecha: El estado del planeta, visto por el caricaturista francés Plantu. A la derecha: ¿Y bien? -Pues,
¡no es nada del otro mundo! «Pas nette, la planète», Paris, Ed. La Dccouvertc/Lc Monde. 1984.
misma del m u n d o , y se le han abierto horizon- lo que puede suceder si una central nuclear su-
tes hasta ahora desconocidos. Pero al m i s m o fre desperfectos, aun de poca importancia.
tiempo que estas nuevas posibilidades, la cien- Sin embargo, no es sólo el átomo lo que nos
cia y la técnica nos han enfrentado con dificul- amenaza hoy en día. Las lluvias ácidas, la desa-
tades nuevas y acercado a peligros nuevos, que parición de los peces en los lagos de Escandiná-
ni siquiera habríamos sospechado hace algunos via, la contaminación del lago Ladoga, del Bai-
decenios. El m á s grave de ellos radica en la po- kal y de los grandes lagos de América del Norte;
sibilidad que tiene la humanidad de autodes- la transformación del Rin en una especie de al-
truirse. cantarilla: ¿no nos indica acaso todo esto que
Esta autodestrucción puede producirse en hemos llegado a un «límite prohibido»?
un m o m e n t o en el caso de una guerra nuclear, o A diferencia de los habitantes de los países
bien tomar la forma de una lenta y dolorosa industrializados definalesdel siglo pasado, sa-
degradación, si habiendo escapado a la catás- bemos que el siglo XXI va a trastornarnos con
trofe nuclear la humanidad no aprende a vivir una riada de problemas m u y complejos para
en armonía con la naturaleza y sigue contami- los que debemos prepararnos desde ahora.
nando su entorno, reduciendo el capital genéti- Por consiguiente, la reflexión sobre el futu-
co, destruyendo las selvas tropicales y perpe- ro, sobre lo que nos van a deparar los próximos
trando otras abominaciones de la misma ín- decenios, no es en la actualidad prerrogativa de
dole. los futurólogos, sino que interesa además a los
En los últimos 25 años se ha producido una científicos de las más distintas especialidades y
serie de hechos que no es posible ignorar. En a cuantas personas tienen un espíritu crítico.
1983 los científicos establecieron que una gue- Por estar dotado de razón y voluntad, el H o m -
rra nuclear tendría c o m o consecuencia el in- bre no es únicamente testigo de los aconteci-
vierno y la noche nucleares. En 1986 se produjo mientos, sino que participa activamente en
la tragedia de Chernobyl que mostró al m u n d o ellos. La naturaleza le ha dado un poder que
Reflexión sobre la noosfera: un humanismo para nuestro tiempo 645
aumenta cada vez más y del que en principio pue- Pierre Teilhard de Chardin, filósofo y paleon-
de servirse c o m o le plazca. Ahora bien, lo que el tólogo de la Compañía de Jesús y del naturalis-
Hombre hace hoy determina en gran medida lo ta y matemático Vladimir Ivanovich V e r -
que ocurrirá mañana. La reflexión sobre el futuro nadsky, .miembro de la Academia de Ciencias
y sobre la selección de estrategias de desarrollo es de la U R S S . A m b o s abordaron de m o d o m u y
un imperativo vital para la sociedad, que debe distinto el problema fundamental del m u n d o
contribuir a la instauración del clima intelectual y contemporáneo: la búsqueda de una alternati-
moral indispensable para rectificar el rumbo de va. Cada uno dio su propia interpretación y
nuestra vida, que de seguir su orientación actual propuso su propia síntesis de reflexión.
nos llevará fatalmente a la catástrofe. Nacido en 1863, Vernadsky era 18 años m a -
Esta situación estimula la vida intelectual, sus- yor que Teilhard de Chardin. Y a a comienzos
cita un sinnúmero de ideas diferentes en cuanto a de siglo se distinguió en los círculos científicos
las vías de desarrollo de la humanidad y produce c o m o eminente cristalógrafo, geólogo y geoquí-
una nueva visión del m u n d o . L a fuente que ali- mico. Se le considera con toda razón c o m o fun-
menta esta efervescencia intelectual son ante todo dador de la biogeoquímica, disciplina que le
las ideas de Vernadsky y Teilhard de Chardin, que permitió reconstituir el proceso de formación
revisten en la actualidad una importancia no sólo de la biosfera, es decir, la historia de las trans-
filosófica y metodológica, sino además pura y formaciones de la capa exterior del globo por
simplemente práctica. acción de la materia viva, que es capaz de asi-
milar la energía cósmica -esencialmente solar-
y de servirse de ella para transformar la materia
Vernadsky y Teilhard d e Chardin del planeta.
Al estudiar el papel de la sustancia viva en
La vida m i s m a y la lógica del desarrollo de la historia del cuerpo cósmico que es el planeta
nuestra civilización han unido los nombres de Tierra, Vernadsky llegó en forma m u y natural a
646 Nikita N. Moiseev
Bergson, en los que expuso su nuevo enfoque también presentó al m u n d o su propia recons-
de la evolución de la corteza terrestre y del pa- trucción del proceso de evolución del conjunto
pel del H o m b r e en los procesos pertinentes. En del planeta. Sin duda alguna, los dos pensado-
ellos empleó también por primera vez el neolo- res habían seguido caminos m u y distintos. El
gismo «noosfera». En realidad dicho término primero c o m o naturalista, biogeoquímico y
fue acuñado por Edouard Le R o y quien propu- geólogo, el segundo c o m o paleontólogo y antro-
so designar así el nuevo estado de la biosfera pólogo. Pero ambos habían descubierto un eje
que podría instaurarse si la humanidad obraba c o m ú n en el proceso de desarrollo de la biosfe-
de m o d o que el desarrollo de la biosfera estu- ra: su hominización, su orientación hacia lo hu-
viera guiado por la Razón. m a n o . A m b o s estaban convencidos de que ine-
Es m u y probable que a los seminarios de vitablemente la biosfera iba a ser un c a m p o re-
Bergson asistiera también Teilhard de Chardin gido si no por la R a z ó n , al m e n o s por el
con quien Vernadsky no sólo trabó buenas rela- H o m b r e . A m b o s habían llegado a considerar
ciones, sino aparentemente verdaderos lazos posible, e incluso tal vez inevitable, el paso de
de amistad. la biosfera a un estado futuro que, siguiendo a
Cabe observar que nuestra historia de la Le Roy, designaron con el nombre de noosfera
«invención» del término «noosfera» no está o reino de la Razón, caracterizado por una uni-
confirmada por ningún documento, sino que se dad nueva en virtud de la cual la actividad hu-
funda en el recuerdo de algunas personas cerca- m a n a sería un factor determinante del desarro-
nas a Vernadsky en la época en que se encon- llo y la evolución, que favorecería la plena rea-
traba en París. lización del género h u m a n o .
Vernadsky empezó a utilizar el término de Por difícil que pudiera ser, el paso a la noos-
«noosfera» sólo en los últimos años de su vida, fera les parecía inevitable.
mientras que Teilhard de Chardin lo utilizó
m u y a menudo.
La vida y la obra de Teilhard de Chardin se El concepto de noosfera
desenvuelven en un contexto radicalmente dis-
tinto de la vida y la actividad de Vernadsky y se Concebir la noosfera es también concebir un
caracterizan por una contradicción profunda y nuevo humanismo. Se trata, por decirlo así, de
por la tragedia -la tragedia del Ego creador. Al un paradigma científico nuevo que exige del in-
terminar en 1899 sus estudios en un colegio de vestigador que deje de ser observador externo
jesuitas, entra en la Compañía de Jesús. Hasta para convertirse en elemento activo del proce-
1907 profundiza su formación en colegios de so m i s m o que está analizando. El estudio de la
jesuitas, en la isla de Jersey y en Egipto donde noosfera nos remite a las fuentes de nuestra ci-
estudia filosofía y ciencias naturales. M u y vilización europea, a los antiguos griegos que se
pronto se convierte en un paleontólogo de pri- imaginaban los dioses, el H o m b r e y el cosmos
mer rango y adquiere gran prestigio profesio- c o m o un todo. La idea de comunidad, de proxi-
nal, por lo que se le designa profesor del Institu- midad entre el H o m b r e , los dioses y el cosmos,
to Católico de París. Sin embargo, m á s tarde se la representación de su unidad con el H o m b r e ,
presentan problemas con su Orden. En 1923 no que podía incluso transformarse en dios, se
sólo se le prohibe enseñar en el Instituto, sino perdieron durante el Renacimiento y el siglo
además cualquier tipo de enseñanza. Ulterior- del racionalismo, época en la que se formula-
mente la dirección de la Compañía le prohibi- ron las bases del conocimiento científico m o -
ría también la publicación de sus obras filosófi- derno del m u n d o y los principios del razona-
co-naturalistas. miento científico, que determinaron los avan-
La obra fundamental de Teilhard de Char- ces logrados en la época contemporánea en el
din, Elfenómeno humano, que debía convertir- campo de la física y las ciencias naturales. L a
lo en uno de los pensadores m á s populares del naturaleza no necesita de nadie. E n efecto,
siglo X X , sólo fue publicada en los años cin- existe independientemente del H o m b r e y fun-
cuenta, después de su muerte. ciona según reglas automáticas establecidas de
Al igual que Vernadsky, Teilhard no se con- una vez por todas. El H o m b r e no es m á s que un
tentaba con los estrechos límites profesionales observador externo que también existe por sí
de su especialidad -la paleontología-, sino que m i s m o , con la irracionalidad que le es propia.
648 Nikita N. Moiseev
de la dinámica social y del desarrollo de la bios- queda por cuanto la humanidad y su civiliza-
fera en los últimos decenios. M e parece que la ción no tendrían ningún futuro fuera de la
abstracción de las realidades contemporáneas y noosfera. Sólo tenemos dos caminos: escoger la
el esfuerzo por ver no sólo más allá del horizon- vía que lleva a la Edad de la noosfera, o bien
te, sino hasta el «fin del m u n d o » son conse- asistir a una degradación m á s o menos rápida
cuencia de su formación c o m o pensador y de la de la sociedad h u m a n a , suponiendo que esa so-
orientación religiosa de su percepción. ciedad haya podido eliminar la guerra c o m o
Vernadsky tenía un espíritu más constructi- medio de resolver los conflictos. ¡No existe nin-
vo, aunque nunca intentó elaborar un progra- guna otra posibilidad!
m a de estudio de las posibles vías para pasar de
la biosfera a la noosfera. Entendía, sin embar-
go, que ese paso no podría realizarse de m o d o El imperativo
automático. Así, enunció en diferentes ocasio- de la ecología
nes la idea de que la noosfera significaría no
sólo que la razón impregnaría la biosfera, sino Durante los últimos decenios hemos compren-
que su aparición debería estar acompañada ne- dido muchas cosas ya que la ciencia ha amplia-
cesariamente del perfeccionamiento de lo que do sus horizontes de m o d o considerable. H o y
constituye el vector de esa razón, a saber, el podemos conocer las propiedades del cosmos y
H o m b r e y la sociedad humana, y evocó al mis- su aparición y reconstituir la historia de nues-
m o tiempo la necesidad de que se adaptara a tro planeta, su vida, la aparición del H o m b r e y
las nuevas condiciones que imperaban en el la formación de la sociedad de m o d o m u c h o
planeta. Por otra parte, m e parece que era de- m á s completo que Vernadsky y Teilhard de
masiado optimista en cuanto a la perspectiva Chardin. C o n todo, sigue siendo cierto que fue-
de un movimiento hacia la noosfera. Así, en ron ellos quienes pronunciaron la palabra esen-
diciembre de 1944, un mes antes de su muerte, cial, la clave del futuro: «noosfera».
escribía que estábamos entrando en la noosfe- En los últimos años hemos comprendido
ra. Al hacerlo tenía en mente la inminencia de que la entrada en la Edad de la noosfera exigirá
la victoria sobre el fascismo y, por consiguien- que se reestructure completamente el orden
te, sobre todos los males que impiden la aplica- planetario y se afirmen una nueva manera de
ción de los principios humanistas que susten- pensar, una nueva escala de valores y una nue-
tan la idea de noosfera. La postguerra que veía va moral.
perfilarse en el horizonte aparecía a Vernadsky El estudio de la noosfera toma hoy en día un
c o m o el inicio del triunfo de la Razón que iba a nuevo rumbo. D e estudio científico y filosófico
abrir al H o m b r e el camino de la noosfera. de carácter básicamente general, se transforma
La realidad, c o m o lo sabemos hoy en día, de m o d o progresivo en una «teoría del avance
iba a ser mucho más compleja y difícil. Antes de la noosfera», que estudia las posibles estra-
de comenzar a edificar el reino de la Razón, tegias para hacer acceder la sociedad a la Edad
queda todavía a la humanidad un camino difí- de la noosfera. El primer capítulo de esa teoría
cil y doloroso por recorrer, camino que la obli- consiste en determinar los límites admisibles
ga a reconsiderar toda su experiencia anterior. de la actividad humana. C o m o toda especie vi-
La humanidad deberá comprender que la noos- va, la humanidad ha intervenido, interviene y
fera es necesaria y que ha de procurar su instau- seguirá interviniendo en la estructura de la
ración. Por esta razón prefiero hablar menos de biosfera. H o y ese proceso se ejerce de manera
la noosfera c o m o nuevo estado de la biosfera, y espontánea, en función de intereses humanos
más bien de la edad de la noosfera, en la que la - n o los de la humanidad, sino los de diferentes
humanidad va a orientar el desarrollo de la grupos, e incluso de sus representantes. Sabe-
biosfera de m o d o que se garantice su propio m o s que hay un determinado «límite prohibi-
futuro, en otras palabras, va a hacer evolucio- do» que no tenemos derecho de traspasar en
nar al mismo tiempo la naturaleza y la socie- ningún caso. M á s allá de ese límite comienzan
dad. El paso de la Edad de la noosfera no se procesos irreversibles de transformación de la
llevará a cabo automáticamente, sino que será biosfera en otro estado en el que tal vez el
un proceso específico, largo y deliberado. Qui- H o m b r e no tenga cabida. El riesgo de echar a
siera agregar que es el único camino que nos perder todo futuro es demasiado grande para
650 Nikita N. Moiseev
que la humanidad se permita traspasar ese lí- Así pues, la teoría del paso de nuestra socie-
mite. dad a la Edad de la noosfera ha de ser una disci-
C o n todo, sabemos por ahora m u y poco so- plina sintética que estudie al m i s m o tiempo la
bre ese límite, demasiado poco para poder for- evolución de los factores naturales bajo la in-
mular recomendaciones prácticas. Pero algo fluencia de la actividad h u m a n a (sobre todo de
conocemos al respecto. Por ejemplo, que una la actividad industrial), las formas de organiza-
guerra nuclear es totalmente inadmisible, co- ción de la sociedad que puedan garantizar la
m o , por lo demás, toda guerra en gran escala, coevolución del H o m b r e y la biosfera (condi-
ya que las armas modernas tienen una potencia ción principal del imperativo ecológico) y, por
cien o hasta mil veces superior a la de las armas último, el fenómeno del H o m b r e para quien y
que en la última Guerra Mundial segaron 50 gracias al cual la humanidad deberá realizar el
millones de vidas. Y c o m o cualquier «peque- paso a una nueva Edad de su historia.
ña» guerra puede transformarse con demasiada
facilidad en una «grande», es indispensable eli-
minar de los medios utilizables para resolver Programas de investigación
los conflictos toda solución fundada en el re-
curso a la fuerza. ¿ C ó m o vamos, pues, a abordar el problema de
Esta no es, empero, la única interdicción. El la elección de una o varias estrategias concerta-
futuro del H o m b r e está amenazado igualmente das de la actividad humana que puedan garan-
por la contaminación de la atmósfera y el océa- tizar a la humanidad el desarrollo de la natura-
no, la superpoblación de los países del Tercer leza y la sociedad y con ello su futuro? ¿Por
M u n d o , la reducción de la diversidad genética, dónde empezar? ¿Qué programas de investiga-
el aumento de la temperatura media del plane- ción se han de analizar?
ta debido a la mayor concentración de ácido M á s o menos evidentes son los programas
carbónico en la atmósfera y a la producción de relativos a las ciencias naturales. Su objetivo:
energía artificial. Y por muchos otros factores. determinar el famoso «umbral fatídico», sus
Esto significa que la actividad humana no po- parámetros fundamentales. Y a se han realiza-
drá ejercerse según el principio del laisser faire, do investigaciones nacionales e internacionales
sino que deberá estar sujeta a numerosas prohi- a ese respecto. Tal vez no sean suficientemente
biciones, la mayoría de las cuales aún no se han intensas, pero ya existen. Por lo que atañe a las
definido. Esas interdicciones constituyen el ciencias del H o m b r e y los problemas afines de
«imperativo ecológico» que es uno de los fenó- organización y política, está lejos de admitirse
menos fundamentales de nuestra época. la necesidad de tales estudios. ¿Por dónde e m -
La determinación de las modalidades del im- pezar la elaboración de los programas? A mi
perativo ecológico deberá constituir uno de los juicio, es indispensable, ante todo, imaginar las
ejes esenciales de la ciencia contemporánea. Des- posibles perspectivas de evolución social y tra-
de luego, los «límites de lo admisible» se puntua- tar de ver lo que podrá ser la sociedad en los
lizarán y modificarán constantemente de acuer- próximos decenios. Para ello podrán prestar-
do con los avances tecnológicos y técnicos. Estoy nos una valiosa ayuda la concepción global del
plenamente convencido de que gracias al progre- desarrollo de nuestro m u n d o y la visión de con-
so de la ciencia, podrá darse a conocer a todos junto del m u n d o , a cuya elaboración Ver-
con la debida precisión el conocimiento de ese nadsky y Teilhard de Chardin aportaron una
límite, de ese «umbral fatídico». contribución fundamental.
Sin embargo, conocer el imperativo ecológi- El proceso de autoorganización -ya sea que
co constituye sólo un primer paso, la primera tenga lugar en la naturaleza inanimada, la natu-
tarea que la humanidad deberá realizar para raleza viva o la sociedad- se caracteriza siem-
acceder a la Edad de la noosfera. Desde ahora pre por la divergencia: el proceso evolutivo está
se plantea a la humanidad el siguiente interro- acompañado no sólo de una complejidad cada
gante, ciertamente m u y delicado: ¿cómo se ga- vez mayor de las estructuras y las relaciones,
rantiza que incluso sabiendo dónde está el bor- sino además de una diversificación creciente a
de del abismo, el H o m b r e no dará el paso fatal las posibles formas de organización del m u n d o
que le precipitará en la sima? Tal es el proble- material. Esto se aplica plenamente a la organi-
m a clave de nuestra época. zación de la sociedad, su actividad productiva,
Reflexión sobre la naos/era: un humanismo para nuestro tiempo 651
sus estructuras sociales y su vida política y espi- tos comunes. E n primer lugar, factores ecológi-
ritual. cos, entre los cuales ocuparán un lugar prepon-
La lógica general del desarrollo de nuestro derante las actividades encaminadas a preser-
m u n d o nos obliga a afirmar que la evolución var la paz en la Tierra. L a preocupación por
futura de la sociedad se caracterizará por un reducir el riesgo de una guerra nuclear es co-
pluralismo cada vez mayor de las estructuras m ú n hoy en día a los gobiernos de todos los
productivas, políticas y organizativas. El socia- Estados, dispongan o no de un arsenal nuclear.
lismo y el capitalismo seguirán coexistiendo e Al m i s m o tiempo y en mayor escala, constituye
intensificándose en el planeta; además, ningu- una preocupación de amplios círculos de po-
no de esos dos sistemas será monolítico: el so- blación. Sin embargo, sabemos que el proble-
cialismo de China se parecerá m u y poco al so- m a de la civilización y la salvaguardia del futu-
cialismo de la U R S S y menos aún al de H u n - . ro del H o m b r e no se reduce simplemente a la
gría o la República Democrática Alemana. interdicción de la guerra. L a supresión del re-
Asimismo, se multiplicarán las formas de orga- curso a la fuerza c o m o medio de resolver los
nización de la actividad productiva de los paí- conflictos no podría garantizar el futuro de la
ses capitalistas. Tal será la realidad. N o creo en humanidad c o m o especie biológica ni el de la
la convergencia, porque la tendencia a la con- supervivencia de su civilización.
vergencia es antinatural dado que contradice La atenuación de la polaridad ideológica
toda la experiencia que poseemos sobre la evo- tiene c o m o consecuencia estimular y fortalecer
lución de la vida en nuestro planeta. Esto no otros intereses generales -culturales, religiosos
significa en m o d o alguno que no habrá deter- y, desde luego, económicos. Ahora bien, la
minadas formas m u y similares de organización ciencia nos enseña que la existencia de intere-
de la actividad productiva y de las estructuras ses comunes permite en m u c h o s casos -¡no
sociales en los países capitalistas y los países siempre por desgracia!- suscribir acuerdos de
socialistas. M á s aún, admito totalmente la apa- cooperación provechosos para ambas partes.
rición de estructuras organizativas de esta ín- El análisis de las perspectivas de desarrollo
dole que será difícil relacionar con este o aquel de la sociedad planetaria -análisis fundado en
sistema político. Sin embargo, en ese caso no se el estudio de la estructura de las contradiccio-
trata en m o d o alguno de convergencia, sino por nes y su dinámica- permite, pues esbozar un
el contrario de un mayor pluralismo: pluralis- cierto número de programas científicos. E n pri-
m o en las relaciones de producción, pluralismo mer lugar, sería menester estudiar con mayor
en asuntos políticos, pluralismo social. detenimiento los conflictos mismos y las ten-
D e esta afirmación dimana toda una serie dencias de su evolución. Luego, partiendo del
de consecuencias, a m i juicio esenciales. E n conocimiento de la estructura de los conflictos,
primer lugar, la ampliación de la gama de es- habría que examinar la posibilidad de hacer to-
tructuras sociales y de estructuras de produc- do lo posible para establecer un verdadero ins-
ción desembocará ineludiblemente en una m e - trumento de regulación de conflictos.
nor polaridad de las ideologías antagonistas,
disminuyendo así no sólo las confrontaciones
internas en los países, sino sobre todo las con- Institutos d e conciliación
frontaciones ideológicas entre Estados.
Cabe imaginar que en términos generales se Así, pues, mi posición es m u y clara: creo que el
modificará fundamentalmente el carácter de elemento m á s importante de la estrategia que
las contradicciones en el interior de la sociedad debe seguir la humanidad para acceder a la
humana. Cada vez desaparecerá más y m á s el Edad de la noosfera es la creación progresiva de
maniqueísmo según el cual todo lo que es bue- «institutos de conciliación», que puedan no só-
no en un país es malo en otro. El origen de este lo estudiar las contradicciones reales que sur-
fenómeno global reposará no en el pluralismo jan en la sociedad, sino además elaborar c o m -
organizativo, sino en una modificación funda- promisos aceptables en el ámbito político, eco-
mental y cualitativa del clima planetario. n ó m i c o , social, cultural y religioso. L a
En efecto, la gama de intereses y objetivos sabiduría tranquila de los institutos de conci-
de cada país (y no sólo de cada región, clase, liación es la única alternativa a la confronta-
etc.) comenzará a tener cada vez m á s elemen- ción y al antagonismo.
652 Nikita N. Moiseev
Dichos institutos no podrán cumplir cabal- co. Elaborar los principios morales y terminar
mente con su misión, si no disponen de todos con las leyes de la selección dentro de la especie
los instrumentos indispensables y de la autori- fue una cruel necesidad de nuestros antepasa-
dad necesaria para resolver los conflictos de or- dos lejanos. Las tribus que habían logrado pro-
den ecológico que surgen constantemente, por teger a todos los miembros de la colectividad, y
ejemplo en relación con las lluvias acidas, o pa- no simplemente a las mujeres y los niños, pu-
ra determinar las cuotas de los recursos que los dieron comunicar m á s fácilmente a las genera-
países o las empresas han de dedicar a la purifi- ciones siguientes los conocimientos teóricos y
cación y rehabilitación del medio ambiente. prácticos adquiridos, es decir, la información
H a llegado la hora de pensar seriamente en que no se transmite ni con el código genético ni
crear esos institutos. Existen todas las condi- con una enseñanza fundada en la imitación, co-
ciones necesarias para que su acción se vea co- m o la practican las sociedades gregarias. Y m u y
ronada de éxito. N o se trata de una utopía, sino pronto, el saber, los hábitos de trabajo y el do-
de una sana apreciación de la realidad, funda- minio de las técnicas garantizaron la homeosta-
da, por lo demás, en el éxito obtenido en el fo- sis de la especie o la tribu, mucho mejor de lo
mento de toda una serie de disciplinas de las que podrían hacerlo bíceps m u y fuertes o pier-
ciencias naturales, entre otras, la teoría de c o m - nas m u y rápidas.
promisos. Las tribus que habían sido capaces de asi-
milar las bases de la moral aseguraron su futuro
y se convirtieron en nuestros antepasados.
Una nueva ética H o y en día la situación es un tanto análoga.
Para velar por su futuro, es imperioso que la
Las condiciones que acabo de enumerar son in- humanidad asimile nuevas normas de conduc-
dispensables, pero en ningún caso suficientes ta y una nueva escala de valores. Sin embargo,
para satisfacer el imperativo ecológico, que exi- la semejanza de la situación es completamente
ge además una ética nueva, en otras palabras, externa: el H o m b r e del Neolítico precisó miles
un imperativo moral cuyas bases ya he expues- de generaciones para pasar, con ayuda de los
to en cierta medida. Se trata de experimentar mecanismos de selección natural, del estadio
un sentimiento de comunidad y hacer aquello de horda al de sociedad, pero nosotros no dis-
de que hablaba Teilhard de Chardin: terminar ponemos de tanto tiempo. Ni siquiera dispone-
con el aislamiento de la persona, los grupos o m o s de algunas decenas de generaciones. La
las naciones. Se trata, además, de inculcar una crisis ecológica toca a nuestra puerta. ¿Qué ha-
nueva actitud hacia la noosfera, de suprimir cer en estas condiciones? ¿ C ó m o hacer acceder
toda forma de intransigencia racial, religiosa a miles de millones de habitantes de nuestro
o de cualquier otra índole... en este caso las exi- planeta a otro nivel de conciencia?
gencias del imperativo moral parecen m u y si- En m i opinión, es preciso ante todo c o m -
milares a muchas de las ideas profesadas por prender el sentido profundo del imperativo
Gandhi. moral y formularlo de manera concisa y en for-
A m i juicio, la revisión de la moral y las m a accesible a todos. Los fundamentos de la
normas de conducta a la que asistimos en la moral que comenzaban a destacarse en la época
actualidad no debería ser menos profunda que de la antropogénesis pueden resumirse final-
la que se produjo en los primeros tiempos de la mente en el principio: « N o matarás», principio
antropogénesis y que, en última instancia, ter- que todos los pueblos han inscrito en sus leyes
minó sustituyendo por una moral las normas y es atributo esencial a todas las religiones del
que aseguraban hasta ese m o m e n t o la selección m u n d o .
dentro de la especie. El resultado de esa rees- En la actualidad el principio de: « N o mata-
tructuración, que probablemente duró varios rás» ya no es suficiente. A mi juicio, el funda-
centenares o millares de años, fue la interrup- mento de la moral que precisa la sociedad de la
ción del proceso de perfeccionamiento indivi- Edad de la noosfera es, tomado en el sentido
dual del H o m b r e -del H o m b r e c o m o organis- más lato y en la forma m á s concentrada, el
m o biológico. principio que había adoptado la cristiandad
Precisamente gracias a ese proceso se desa- hace cerca de 2.000 años: « A m a a tu prójimo
rrolló la sociedad h u m a n a a partir del Neolíti- como a ti mismo». Desde luego, será preciso
Reflexión sobre la noosfera: un humanismo para nuestro tiempo 653
afinarlo, entrar en detalles, pero ésta es sin du- Así pues, precisamos de normas jurídicas
da alguna la esencia del imperativo moral de especiales, que deberán revestir un carácter
nuestro tiempo. planetario, ya que todos los hombres de cual-
V e m o s que es aproximadamente lo m i s m o quier punto del planeta son los descendientes
que decía Dostoievsky y que Teilhard de Char- del H o m b r e de Cromagnon, aparecido hace
din sostuvo opiniones m u y similares: dedicó cerca de 30.000 años durante el último período
todo un capítulo de su obra Elfenómeno huma- preglacial.
no al amor y la benevolencia recíproca, por Paralelamente a esos institutos jurídicos
considerar que el amor sería el componente planetarios, será preciso elaborar programas ci-
fundamental de la «vida superior» de la socie- vilizadores planetarios. En efecto, sólo una so-
dad futura. ciedad inteligente e instruida según nuestros
Sin embargo, no es ni m u c h o menos sufi- criterios actuales podrá acceder a la Edad de la
ciente proclamar este principio. Recordemos noosfera, y la adhesión al imperativo ecológico
que no bastó para impedir que cristianos con- y a la nueva ética sólo podrá ser un acto cons-
vencidos encendieran las hogueras de la Inqui- ciente si la mayoría de los habitantes del globo
sición, aniquilaran a los albigenses y los moros se percatan de la crisis que se perfila y de la
y perpetraran otras muchas abominaciones, sin intensidad de un nuevo imperativo moral.
dejar de profesar por ello ese gran mandamien- Teilhard de Chardin habla de la aparición
to. Así pues, es preciso comprender que el con- de una nueva comunidad h u m a n a , de los nue-
tenido del imperativo moral dimana del impe- vos medios de comunicación que podrán y de-
rativo ecológico: es el primer paso indispensa- berán ser empleados por la humanidad. Habla
ble, si se quiere consolidar dicho imperativo. Y además de un proceso natural de interpenetra-
es menester tener siempre presente que esa ción de las culturas y el conocimiento, y afirma
comprensión no ha de ser privativa de los sa- que de ese proceso nacerá la comunidad plane-
bios, los políticos o los servidores de la reli- taria. N o obstante, escribía esto hace cerca de
gión... sino que deberá impregnar la conciencia 50 años.
de millones de personas y encarnarse en ellas
hasta convertirse en su segunda naturaleza.
Para lograrlo, será preciso movilizar todos Una institución sugerida tipo
los medios de que dispone la sociedad. Serán «Magisterio»
necesarias nuevas normas jurídicas que regla-
menten yfijenlímites a la libertad con que po- Ahora bien, en la actualidad es evidente que no
drá manifestarse la energía humana. Existen y debemos esperar nada de esos «procesos natu-
existirán institutos jurídicos. N o s dirigimos ha- rales». H a y que tenerlos en cuenta, pero no se
cia la Edad de la noosfera con toda la carga de puede confiar plenamente en ellos, ya que el
«neandertalismo» que encierra la naturaleza ritmo con que se producen no corresponde de
-¡nada ideal!- del Homo sapiens. N o olvide- ninguna manera a las exigencias actuales. A d e -
m o s que el proceso de perfeccionamiento indi- más de los problemas ecológicos, es preciso te-
vidual del H o m b r e se interrumpió m u y tem- ner en cuenta otras formas de crisis. N o olvide-
prano. Persisten en la actualidad la agresividad m o s que nuestra civilización es sumamente frá-
frente a los demás, la voluntad de dominarlos y gil. El siglo X X nos ha proporcionado
de explotar en provecho propio su actividad, suficientes ejemplos de la facilidad con que
sus recursos y hasta su misma vida. Es m u y puede abrirse paso el neandertalismo que nos
probable que el desarrollo del H o m b r e se detu- habita.
viera en los albores del Neolítico y correspon- M e parece que ha llegado el m o m e n t o de
diera a las exigencias dictadas por las condicio- crear dentro de las Naciones Unidas un sistema
nes de vida del período preglacial y glacial. Por especial, una especie de instituto de tipo « M a -
consiguiente, la naturaleza h u m a n a está m u y gisterio». Pienso en un sistema planetario que
mal adaptada a las exigencias de la sociedad no estaría únicamente encargado de abordar
informatizada y robotizada del siglo X X I , que cuestiones que permitirían formular principios
dispone además del arsenal nuclear. Es preciso de conducta, ni se ocuparía sólo de lo que debe
tomar en cuenta estas consideraciones al des- ser objeto de control y prohibición: su labor
cribir el fenómeno humano. esencial sería implantar en la conciencia de las
654 Nikita N. Moiseev
Jacques Gerstlé
confundir el término y el objeto que se supone en la necesidad de eliminar del lenguaje cientí-
que designa. E n cuanto a la contradicción, fico los términos y expresiones «metafísicos».
constituye un caso particular de ambigüedad Así, el lenguaje de observación sólo debe con-
introducido en el discurso por el enunciado de servar los términos que designan aspectos del
predicados incompatibles para un m i s m o tér- comportamiento físico observable, c o m o las
mino, del tipo: «la pelota es redonda y cuadra- propiedades, las relaciones y los hechos. Para
da». Para combatir estos distintos tipos de pa- describir el comportamiento h u m a n o , el soció-
rásitos, hay que recurrir a la técnica de la defi- logo debe adoptar el tipo de formulación utili-
nición c o m o especificación de la significación. zado para describir el orden físico (Neurath,
Para luchar contra la ambigüedad se recurrirá a 1959).
una definición declarativa o estipulativa, y El programafisicalistadel Círculo de Viena
contra la vaguedad se empleará una definición insiste, por un lado, en el fenomenalismo c o m o
extensional cuya definición operacional es una forma radical del empirismo que basa la cien-
forma, y contra las deficiencias intensionales se cia en la experiencia sensible y, por otro, en la
definirán las propiedades inherentes al concep- lógica c o m o lenguaje formal para agrupar des-
to. Evidentemente, no se trata aquí de estable- cripciones de experiencias y elaborar leyes. Se
cer una tipología exhaustiva de las formas de trata de un programa reduccionista en el senti-
definiciones propuestas (Gregor, 1971, L a - do de que considera la observación c o m o el
chenmeyer, 1971, Oppenheim, 1975, Sartori, fundamento esencial del conocimiento y, tam-
1985). El análisis conceptual basado en la con- bién, de que un lenguaje único conforme a las
cepción tradicional de la significación respon- normas de las ciencias de la naturaleza es apli-
de a los dos criterios de cierre y autonomiza- cable a las ciencias del hombre (Halfpenny,
ción de los conceptos, cierre, en primer lugar, 1982). «El positivismo es una actitud filosófica
porque tiene su origen en el afán de eliminar relativa al saber h u m a n o ... una actitud norma-
todo espacio de indeterminación en el lenguaje tiva que rige las formas de empleo de términos
científico. Ambigüedad, homonímia, sinoni- c o m o "saber", "ciencia", "conocimiento", "in-
mia, vaguedad extensional, opacidad y contra- formación".» Según Kolakowski ( 1976), la doc-
dicción deben ser suprimidas gracias al análisis trina positivista se caracteriza por cuatro re-
conceptual y terminológico y, sobre todo, m e - glas: la regla del fenomenalismo, la regla del no-
diante los procesos de formación de los concep- minalismo, la regla del objetivismo y la regla de
tos y reconstrucción de los mismos. El ideal del la unidad de la ciencia. Estas cuatro reglas apa-
lenguaje científico propuesto es el de la univo- recen actuando en el positivismo lógico que
cidad y el sentido cerrado. C o m o afirma Sarto- ejerce una influencia m u y profunda en el análi-
ri (1985), «la regla de oro es que las cosas dife- sis conceptual tradicional.
rentes deberían tener denominaciones diferen-
tes». E n cuanto al principio de autonomía de
los conceptos, aparece de m o d o patente en el El desafío filosófico de la apertura
rechazo explícito del recurso a la contextualiza- conceptual
ción para elucidar su sentido. Sartori (1985) El análisis conceptual, cuyas características se
denuncia así el error de la desambigüización acaban de examinar, tanto en el plano del len-
por el contexto: «cuanto m á s deben ser revela- guaje científico c o m o en el plano epistemológi-
das las significaciones por el análisis del con- co, responde a las exigencias de autonomía y
texto, menos se trata de una forma científica de cierre. Conviene proceder ahora a su examen
conocimiento». Los principios de cierre y auto- crítico empezando por la hipótesis de la apertu-
nomía conceptuales proceden precisamente de ra conceptual. Para no esquematizar en exceso
una determinada concepción de lo que debe ser las posiciones, hay que empezar por señalar
el conocimiento científico. Sin lugar a dudas, que algunos positivistas patentados abogan por
esta concepción se sitúa en la corriente positi- una flexibilización del principio de cierre con-
vista. El empirismo lógico, para alcanzar el ob- ceptual en el lenguaje científico.
jetivo de una ciencia unificada, se proponía Así, Cari Hempel se pronuncia a favor de la
construir un lenguaje de observación uniforme. «disponibilidad semántica de los conceptos»
El sociólogo O . Neurath compartía con los de- que constituye un requisito de la invención
más miembros del Círculo de Viena la creencia (1952). Abraham Kaplan no vacila en escribir
658 Jacques Gerstlè
en 1964 que «la apertura de sentido es funda- temen el efecto del cierre prematuro (prematu-
mentalmente una consecuencia del hecho de re closure fallacy), arguyendo que sólo un len-
que no hay contextos terminales de la investi- guaje estable puede permitir un desarrollo acu-
gación. Constantemente surgen nuevos proble- mulativo del saber científico. Y , sin embargo,
m a s que nos confrontan con nuevas preguntas los epistemólogos yfilósofosdel lenguaje discu-
imprevistas de significación y verdad. L a pe- ten hoy el principio de cierre. Admiten que to-
numbra de la vaguedad no es un exceso de sen- dos los conceptos no están o no pueden estar
tido, científicamente despreciable. Porque las regidos por conjuntos definitivos de criterios
significaciones son abiertas, nuestras concep- necesarios y suficientes que correspondan a las
tualizaciones pueden pretender lograr una m e - propiedades de las cosas.
jor captación de la realidad1». C o n todo, es La distinción de Popper entre esencialismo
cierto que estos dos autores tienen una concep- y nominalismo metodológicos actúa en un sen-
ción menos autonomizante del análisis concep- tido favorable a la tesis de la apertura de los
tual, ya que siguen invocando la teoría c o m o conceptos. El esencialismo asimila conoci-
estructura de integración de los conceptos. Al- miento y comprehensión de la esencia de las
gunos autores, que abordan esta cuestión desde cosas, en tanto que el nominalismo aboga por
un punto de vistafilosófico,contribuyen a des- la descripción de los fenómenos y su explica-
arrollar la tesis de los conceptos abiertos. Esta ción en términos de ley general. Popper recha-
admite que al menos determinados conceptos za el esencialismo, sobre todo porque, a su jui-
no están ni pueden estar regidos por conjuntos cio, no puede haber una comprehensión defini-
de criterios definitivos y que, por ende, no pue- tiva de nada. El nominalismo metodológico
den ser cerrados c o m o lo quisiera una tradición implica recurrir a definiciones estipulativas
filosófica (Weitz, 1972). Las «Investigaciones que no son m á s que etiquetas cómodas para
Filosóficas» suponen un giro decisivo en el describir los objetos.
pensamiento de Wittgenstein (1953) en rela- Stevenson (1938) fue el primero que sugirió
ción con el lenguaje. Abandona en ellas el ato- la existencia de conceptos abiertos al analizar
m i s m o lógico y la teoría de la correspondencia las definiciones persuasivas en las que se modi-
entre significación y verdad. El lenguaje no re- fica el contenido conceptual sin cambiar la sig-
produce el m u n d o y la significación de las pala-nificación emocional. W a i s m a n n (1945) intro-
bras no es sino la s u m a de su empleo en juegos duce la idea de la porosidad de los términos y
de lenguaje, esto es, utilizaciones comparables conceptos de «textura abierta». Esta apertura
del lenguaje. Comprender la significación de obedece a la imposibilidad de establecer con-
un término o de un concepto equivale a identi- juntos definitivos de reglas y criterios para e m -
ficar las reglas del juego del lenguaje en el que plearlos. U n a definición completa consiste en
se actualiza, que pueden ser m u y variables. anticipar de una vez por todas la totalidad de
1
Los conceptos participan en los juegos de las situaciones de empleo correcto de un térmi-
lenguaje y es preciso admitir la existencia de no. N o cabe definir completamente los concep-
«conceptos de bordes imprecisos». El concepto tos científicos o empíricos de m o d o que se eli-
de juego, por ejemplo, es abierto y no cerrado, mine toda duda sobre su condición de aplica-
ya que no se define por un conjunto de criterios ción. Así pues, hay que admitir la existencia de
que corresponda a un conjunto de propiedades. conceptos flexibles que se pueden corregir y de
Los juegos de pelota,y los juegos de cartas no conceptos discutibles. A d e m á s , por lo que res-
tienen una esencia c o m ú n que exija denomi- pecta a los conceptos científicos, el propio esta-
narlos juegos. A lo s u m o , presentan ciertos ras- tuto lógico de la definición puede ser una fuen-
gos comunes: esparcimiento, victoria, derrota, te de apertura en la medida en que la definición
reglas, etc., ninguno de los cuales es necesario procura los conjuntos de criterios que son de
ni suficiente, pero que bastan para darles un carácter estipulativo o supuestamente reales.
«aire de familia». Asimismo, no existe un len- Autores c o m o Gallie (1956) o Connolly
guaje universal, sino tan sólo juegos de lenguaje (1974) han reanudado el debate sobre la alter-
en los que los términos, los conceptos y las re- nativa cierre/apertura conceptuaren teoría
glas de utilización son flexibles. política. El primero forja la expresión de «con-
Completamente distinta es la posición de ceptos esencialmente discutidos». Se trata de
los integristas del cierre que, c o m o Sartori, no conceptos cuyo contenido se discute perma-
Conceptos, Icarias y programas de investigación 659
nentemente y que se refieren a actividades ca- pendientemente de los contextos en los que se
racterizadas por la importancia de los valores, actualizan. Se observa que si se plantea el pro-
c o m o el arte, la política, la religión y la moral. blema del análisis conceptual en términos de
¿Cuándo cabe hablar de «democracia» o de autonomización, ello da lugar a considerar los
«obra de arte»? Gallie distingue siete condicio- conceptos c o m o fuente de incertidumbre se-
nes que forman un conjunto de criterios de re- mántica que es preciso reducir (principio de
conocimiento de los conceptos esencialmente cierre), o que es ilusorio pretender eliminar
discutidos: (principio de apertura). Examinemos ahora có-
1. E n primer lugar, reserva este estatuto a m o se presenta el problema del análisis concep-
conceptos apreciativos que van a aplicarse a es- tual si se respeta un principio de dependencia
tados de cosas m u y valorizadas. 2. Estos obje- de los conceptos en relación con los discursos
tos valorizados son complejos y para su carac- en los que aparecen.
terización se requieren dimensiones múltiples.
3. Pueden descomponerse en aspectos que se
pueden jerarquizar de distintas maneras. 4. El La dependencia de los conceptos
objeto de evaluación puede evolucionar de for- en relación con la teoría
m a imprevisible. 5. El concepto puede utilizar-
se de manera defensiva y ofensiva. 6. El con- El dilema de Sartori consiste en interrogarse so-
cepto tiene un origen reconocido por todos los bre si los conceptos son unidades elementales
protagonistas. 7. Cada c a m p o pretende que su constitutivas de la teoría o si la teoría es la m a -
utilización del concepto es la mejor. Connolly triz que genera los conceptos. Antes h e m o s
ha reducido a tres las condiciones de existencia abordado la primera hipótesis y hemos sacado
de un concepto esencialmente discutido, remi- las consecuencias para el análisis conceptual.
tiéndolas a su carácter evaluativo, su compleji- Consideremos ahora la segunda, la de la depen-
dad y la apertura de sus reglas de aplicación. dencia de los conceptos en relación con la teo-
Para Gray (1977), la discutibilidad de los con- ría, conservando las dos preguntas centrales:
ceptos en la teoría social y política presenta tres ¿qué concepción del lenguaje científico implica
caras. Estos conceptos contienen un núcleo co- esta hipótesis? ¿con qué concepción del conoci-
m ú n de significaciones cuya historia se caracte- miento científico está emparentada? Ahora
riza por un conflicto persistente y aparente- bien, conviene invertir el orden en que se plan-
mente irreductible relativo a los criterios de tean, ya que los principios epistemológicos ri-
aplicación. E n segundo lugar, el conflicto no gen aquí de m o d o explícito las respuestas a la
implica un concepto aislado, sino que acarrea cuestión del lenguaje.
toda una serie de conceptos m á s o menos direc-
tamente asociados que se solidifica en tipos de
pensamiento concurrentes vinculados a formas Los fundamentos epistemológicos
de vida. En tercer lugar, la solución de los con- de la primacía de la teoría
flictos entre visiones del m u n d o concurrentes Si los conceptos deben considerarse c o m o de-
en las que subyacen los conflictos sobre los con- pendientes de la teoría, ello se debe, ante todo,
ceptos no puede contar con procedimientos a que «todo conocimiento, comprendidas
empíricos o lingüísticos sino que debe recurrir nuestras observaciones, está impregnado de
a argumentos de carácter filosófico. teoría», según los propios términos de Popper
Acabamos de examinar sucesivamente dos (1972). Para él, todas las observaciones son in-
planteamientos del análisis conceptual opuestos terpretaciones que se efectúan en función de
sobre la alternativa cierre/apertura. Los partida- teorías, c o m o afirma ya en La lógica del Descu-
rios del cierre representan una concepción positi- brimiento Científico. Popper, oponiéndose a la
vista del conocimiento científico caracterizada concepción inductivista del conocimiento, de-
por la primacía de la observación y la búsqueda fiende con su tesis de la refutabilidad una posi-
de la univocidad. Sus adversarios avanzan el ar- ción racionalista. La ciencia no parte de obser-
gumento de la inexistencia de una conceptualiza- vaciones, parte de problemas y acaba en los
ción desprovista de indeterminación. problemas: «Todo problema científico surge
A m b o s planteamientos tienen en c o m ú n el (...) en un contexto teórico. Está inmerso en la
hecho de que consideran los conceptos inde- teoría» (1981).
660 Jacques Gerstlé
TABLA 1
Las IDEAS
o sea
DESIGNACIONES ENUNCIADOS
o TÉRMINOS o PROPOSICIONES
o CONCEPTOS o TEORIAS
pueden formularse en
PALABRAS AFIRMACIONES
que pueden ser
dotadas de SIGNIFICACIÓN VERDADERAS
y su
SIGNIFICACIÓN VERDAD
puede ser reducida por medio de
DEFINICIONES DERIVACIONES
o lade
C O N C E P T O S N O DEFINIDOS PROPOSICIONES
PRIMITIVAS
SIGNIFICACIÓN VERDAD
lleva a una regresión infinita
Notas
Bibliografía
Inayatullah
Al igual que las ciencias exactas y naturales, las presiones m u y escasas hasta que, en la década
ciencias sociales desarrolladas en Occidente y de 1970, el enfoque positivista de las ciencias
difundidas en las colonias ahora están impulsa- sociales fue seriamente cuestionado en los pro-
das en los países del Tercer M u n d o por la ac- pios países occidentales. Simultáneamente se
ción conjunta de las organizaciones internacio- fue modificando el contexto político tradicio-
nales, las fundaciones creadas por los países nal del colonialismo y, hasta cierto punto, del
desarrollados y las empresas multinacionales, neocolonialismo, hasta llegar a crear un marco
con el apoyo activo de los gobiernos de los paí- en el que los especialistas de las ciencias socia-
ses receptores. les del Tercer M u n d o han podido afirmar su
La difusión de las ciencias sociales fue lenta independencia política e intelectual (Ratnam,
en el subcontinente indio, 1981, págs. 118-119; D u b e ,
sobre todo en las zonas que Inayatullah es un polilólogo que ha trabajado 1982, págs. 529-537).
ahora constituyen el Pakis- en la Universidad Quaid-i-Azam, de Islama- En esta situación nueva
tán. A partir de la indepen- bad y en el Instituto para el Desarrollo Soeial se ha criticado el enfoque
de la Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. Sus
dencia, las ciencias sociales positivista de las ciencias
investigaciones y sus publicaciones tratan de
adquirieron cierto relieve las ciencias sociales, del papel de los milita- sociales occidentales por su
en Pakistán, especialmente res, de los burócratas y de los movimientos etnocentrismo, su presun-
en la década de 1960. E n secesionistas en Sudáfrica y en Pakistan. Su ción de universalidad, su
dirección es: 3, Street 18, F 7/2, Islamabad,
1983 había unos 60 depar- insistencia en afirmar que
Pakistán. .
tamentos de ciencias socia- el subdesarrollo obedecía a
les en las 9 universidades factores internos de las so-
generales y las 3 universi- ciedades del Tercer M u n -
dades de agricultura. E n el do, sin tener en cuenta el
sector público se contaba colonialismo, y otros m u -
con una docena de institu- chos detalles (Alatas, 1972;
tos de investigación de Inayatullah, 1974; Wiarda,
ciencias sociales y con numerosos centros esta- 1984). Se consideró que ese enfoque científico
tales de formación en el empleo que incorpora- forjado en Occidente estaba al servicio de los
ban a las ciencias sociales en el marco de sus intereses políticos y económicos de los países
actividades. En 1983 trabajaban en el país unos desarrollados y servía para perpetuar el colonia-
16.000 especialistas de ciencias sociales. lismo y la dependencia intelectuales. En las con-
Este artículo tiene por objeto evaluar la si- ferencias internacionales y entre las asociacio-
tuación de las ciencias sociales en Pakistán. nes regionales, c o m o es el caso del A A S S E R E C
El contexto político en que las ciencias so- (Informe de la Unesco, 1980), se han hecho oír
ciales de enfoque positivista se difundieron cada vez con mayor frecuencia las exhortacio-
desde Occidente al Tercer M u n d o no permitió nes a la descolonización intelectual, a la libera-
debatir ni cuestionar sus fundamentos episte- ción, a la autonomía (Haq, 1975), a la «indige-
mológicos. La disensión y la duda tuvieron ex- nización» y a la necesidad de adaptarlos
perfactualismo» proviene de una comprensión etnocéntrico y todo deseo de sacar algún bene-
superficial de las ciencias occidentales, sean és- ficio material, fama o poder. Sólo transformán-
tas exactas y naturales o sociales, y adquiridas dose moralmente y elaborando un enfoque que
por los especialistas en el curso de su formación vaya m á s allá de la simple objetividad mecáni-
en los países desarrollados. La abstracción del ca y rompa los lazos de identidad y la pertenen-
empirismo se asienta en el concepto erróneo de cia social para inspirarse en el a m o r a la h u m a -
que la ciencia versa tan sólo sobre hechos, da- nidad podrá el investigador alcanzar la objeti-
tos y evidencias concretas, verdad parcial que vidad científica a la que debe pretender.
puede llevar a una posición equivocada. Los En las culturas tradicionales, son los gran-
hechos no hablan por sí solos, sino que adquie- des místicos los que alcanzan este tipo de auto-
ren únicamente algún significado cuando se re- purificación. L a actual formación en ciencias
lacionan unos con otros y son interpretados en sociales permite a los especialistas adquirir al-
un marco teórico. En el m u n d o diverso de la gún grado de objetividad y ampliar su perspec-
realidad, la búsqueda de los hechos debe reali- tiva mediante el análisis comparado de las so-
zarse a partir de una orientación teórica sin la ciedades y las culturas y la formación técnica
cual no será posible decidir cuáles son los he- en materia de metodología científica, sin poder
chos pertinentes para el estudio de que se trata. con sólo ello eliminar los prejuicios sociales, ya
En Pakistán, la obsesión por los hechos domina que se carece del debido contenido espiritual y
la economía, la demografía, la sociología y has- moral.
ta la psicología. Es ésta una actitud tanto m á s En algunos círculos intelectuales se supone
fácil cuanto que hoy en día son las computado- que la objetividad es sinónimo de neutralidad
ras las que la asumen, y éstas pueden alimen- en materia de valores, lo que implica una suerte
tarse con numerosos datos para tratar de descu- de posición amoral en cuanto a las implicacio-
brir una pauta, una correlación o una asocia- nes éticas y políticas del conocimiento social.
ción, sin la menor intervención de conceptuali- Esta posición no se puede defender ni en el pla-
zaciones teóricas o teorías científicas. no moral ni en el científico. El proverbio clási-
La abstracción del empirismo ha sido adop- co de que «saber es poder» encierra una verdad
tada en Pakistán al m i s m o tiempo que las téc- aún mayor en nuestro m u n d o moderno en el
nicas de investigación desarrolladas en Occi- que se puede disponer de grandes medios de
dente y que no siempre se adaptan al acopio de comunicación y de técnicas eficaces de adoctri-
datos de una sociedad relativamente analfabe- namiento. L a selección de los problemas para
ta y predominantemente rural que no tiene ac- su estudio se efectúa en el marco de una escala
ceso a los medios modernos de comunicación. de valores y éstos pueden ser los del profesional
Los «hechos» reunidos con estas técnicas n o de las ciencias sociales, los de la organización
guardan, pues, m u c h a relación con un conteni- para la que trabaja o los de las autoridades polí-
do real. Los especialistas de las ciencias socia- ticas. Puede tratarse de valores locales y parti-
les de Pakistán deberían recordar que las técni- culares o de valores universales que conciernen
cas antropológicas alcanzan sus propios límites a toda la humanidad. Los valores que el profe-
en cuanto se las aplica a fenómenos que no co- sional utiliza para seleccionar el tema de sus
rresponden con esa forma de estudio. estudios pueden incidir en la distribución del
poder en la sociedad y en las consecuencias de
las políticas. C u a n d o un especialista de las
La objetividad en los estudios
ciencias sociales parte del supuesto de que
de ciencias sociales
adopta una posición de neutralidad en materia
H a y que ampliar el concepto tradicional de ob- de valores, lo que hace no es afirmar una posi-
jetividad de m o d o que incluya asimismo, ade- ción verdaderamente objetiva, sino tan sólo de-
m á s del desinterés y la distancia necesarios pa- sentenderse de las consecuencias políticas y
ra comprender un conjunto de actitudes, un en- morales de su tarea. L a verdadera objetividad
foque a partir del cual los especialistas de las requiere que el especialista de las ciencias so-
ciencias sociales se comprometen moralmente ciales ponga sus cartas de valor boca arriba, es
a efectuar sus observaciones sin pasión y con decir, que especifique los valores que lo llevan
toda neutralidad. Para ello, el investigador de- a elegir un determinado problema y el tipo de
be comprometerse a erradicar todo prejuicio resultado social que espera obtener. Al elegir
668 Inayatullah
este nivel, deberá ser neutral al formular sus lítica) no logran ser objetivos: la historia del se-
hipótesis, al reunir los datos y al interpretarlos. paratismo m u s u l m á n y del Pakistán. S o n
La neutralidad en materia de valores resultará innumerables los estudiosos que parten de la
perjudicial cuando se interprete c o m o una re- hipótesis inicial de la inevitabilidad del Pakis-
nuncia a la responsabilidad de prever las reper- tán c o m o culminación de un largo proceso his-
cusiones sociales de los estudios a la luz de un tórico iniciado con la invasión árabe de la In-
juicio razonable y equilibrado y al tener que dia. E n segundo lugar, adoptan una actitud ro-
ceder ante las fuerzas dominantes, al abdicar su mántica y no empírica al evaluar el
función de interpretar tales valores en el marco movimiento pakistaní, al que caracterizan co-
de unos intereses egoístas. L a neutralidad así m o un movimiento de masas sin añadir la pre-
entendida convierte al investigador en m a n d a - cisión necesaria de que ese carácter multitudi-
rín o en mercenario intelectual. nario aparece en una etapa tardía y constituye
E n los países occidentales las ciencias socia- sobre todo un fenómeno urbano en las zonas
les padecen algún grado de etnocentrismo. E n que ahora integran el Pakistán. A d e m á s , existe
Pakistán se padecen dos males opuestos y para- una disociación enorme entre quienes conside-
lelos: la xenofilia (el interés por lo nuevo y que ran que el movimiento surgió de factores histó-
procede del exterior) y el etnocentrismo. La ricos materiales y los que lo atribuyen a la bús-
primera actitud está ligada a la integración cul- queda de un Estado islámico ideal. N o parece
tural de la sociedad pakistaní de tradición cul- probable poder hacer por el m o m e n t o la sínte-
tural anglosajona; la segunda, a la cultura inte- sis entre los factores materiales y los factores
lectual nativa y, en especial, a las circunstan- ideológicos en su simultaneidad, síntesis que
cias de su formación en un país separado de podría ser confirmada o invalidada mediante
India. investigaciones empíricas. Algunos historiado-
El etnocentrismo resulta evidente en los es- res se ocupan de deformar o ignorar el papel de
critos sobre historia islámica, sobre la historia los dirigentes que, si bien se opusieron a la for-
del separatismo m u s u l m á n y sobre la historia mación del Pakistán, defendieron los intereses
reciente de Pakistán. Es cierto que el estudio de los musulmanes y, en algunos casos, del Pa-
objetivo de algunos aspectos de la civilización kistán. Algunos especialistas de las ciencias so-
islámica en determinados periodos de su histo- ciales tienden a explicar los acontecimientos
ria permite caracterizarla c o m o la encarnación con una «teoría de la conspiración», apoyando
de prominentes conquistas culturales y de los así voluntaria o involuntariamente a los diri-
m á s elevados valores humanos. Provoca.admi- gentes que desean distraer la atención del pue-
ración el papel que cupo a la'civilización islá- blo de las verdaderas causas de los aconteci-
mica en la transmisión de los logros intelectua- mientos. Esto no significa que los estudiosos de
les de las civilizaciones precedentes, especial- las ciencias sociales deban eliminar de sus ex-
mente la griega. Ahora bien, en Pakistán, la plicaciones la teoría de la conspiración cuando
mayoría de los historiadores que invocan el is- existan suficientes pruebas empíricas para apo-
lam incurren en una glorificación excesiva e in- yarla. L o que no cabe es olvidar en ningún m o -
fundada, lo que les impide examinar critica- mento que la teoría de la conspiración constitu-
mente la historia del islam. N o son muchos los ye a m e n u d o una coartada fácil para quienes
estudiosos que dan prueba de un coraje intelec- padecen de paranoia individual o social y recu-
tual análogo al del Iqbal, quien hablando de las rren a esa teoría con el fin de ahorrar el difícil
invasiones árabes de otros países las califica de trabajo teórico y empírico que, de otra forma,
«imperialismo árabe» (Iqbal, 1982, págs. 158- les esperaría.
159); o que enfoquen la invasión musulmana Algunos estudiosos sociales de Pakistán
de la India desde una perspectiva objetiva y tampoco demuestran mucha objetividad en un
comparada. E n su .mayoría, los historiadores tercer ámbito de estudio, el que se refiere a la
pakistaníes adoptan una actitud de reacción y estructura social, al sistema político, al rendi-
autodefensa, c o m o si dieran pruebas de un pro- miento económico, a la capacidad militar, al
fundo sentimiento de culpabilidad. comportamiento en política externa y a los in-
H a y un segundo ámbito en el que los espe- tereses y logros culturales de los supuestos ene-
cialistas pakistaníes de las ciencias sociales (so- migos. La verdadera evaluación deja el paso a
bre todo los historiadores y estudiosos de la po- la denigración pública y a la admiración priva-
Las ciencias sociales en Pakistán: su evaluación 669
en Occidente. Esto no significa que haya que tener una visión de conjunto de la sociedad, la
ignorar los manuales occidentales, sino que lo cultura y los problemas fundamentales de la so-
que hay que hacer es tomarlos en función de su ciedad pakistaní. N o se observan movimientos
adecuación a las condiciones de Pakistán. Las de unificación de los conocimientos de ciencias
empresas privadas y la administración pública sociales. C u a n d o existen intereses interdiscipli-
parecen estar particularmente expuestas a esta narios, se debe al interés particular de un estu-
orientación mimética de los manuales occiden- dioso por otras disciplinas.
tales, en especial los norteamericanos. Este N o ha surgido hasta ahora una conciencia
punto ha sido señalado muchas veces. Ansari, de las limitaciones de los conocimientos cientí-
refiriéndose a la psicología, escribe: ficos segmentados y sus consecuencias. La eco-
nomía, disciplina relativamente m á s desarro-
La mayoría de los manuales que se utilizan en el país llada, donde se observa un grado elevado de
han sido preparados en Estados Unidos de América. En tecnocratismo y especialización, domina el á m -
los niveles inferiores existen libros preparados por auto- bito de las ciencias sociales en Pakistán (Kara-
res locales, pero en su mayoría son traducciones de li-
bros occidentales. A veces, incluso los ejemplos y las mat Ali, 1986, pág. 2; Aliya K h a n , 1988, págs.
ilustraciones son tomados de Occidente. Son muchos 1-8), ya que ha sido la primera que se ha desa-
los estudios y publicaciones sobre psicología de Pakis- rrollado en el subcontinente con el apoyo y el
tán que sufren esos problemas. Se reproducen las inves- aliento del Estado. Cabe señalar que el 30 % de
tigaciones efectuadas en Occidente o, a nivel superior, todos los especialistas de las ciencias sociales
se confirman las elaboraciones derivadas de las publica- que trabajan en el país son economistas y, en su
ciones psicológicas occidentales (1988, págs. 7 y 8).
mayoría, pertenecen al sector público. El desa-
rrollo desigual y segmentario de las ciencias so-
Al parecer, no son muchos los especialistas
ciales ha provocado un desequilibrio en la in-
de las ciencias sociales de Pakistán que aceptan
terpretación de la sociedad pakistaní. La posi-
que la creatividad forma parte esencial de su
ción dominante de la ciencia económica ha
cometido profesional. Bajo la influencia de los
llevado a considerar, con una visión estrecha
estudios universitarios y postuniversitarios
de la sociedad, que el desarrollo es un proceso
que han efectuado en los países occidentales,
puramente económico. Los especialistas de las
deslumbrados por la masa de conocimientos
ciencias sociales no se han planteado, por con-
adquiridos y fascinados por las modas y refina-
siguiente, de qué manera el desarrollo econó-
mientos técnicos, son muchos los científicos
mico incide en los ámbitos social, político y
que pierden sus facultades críticas y de crea-
cultural y técnico; cuáles son los factores no
ción. A este respecto, la actitud imitativa, las
económicos que inciden en el desarrollo econó-
relaciones constantes con los grupos profesio-
mico; cuál es el costo del desarrollo económico
nales de Occidente, la participación en reunio-
en términos políticos, sociales y culturales, ni la
nes profesionales, la frecuentación y el deseo de
manera de alcanzar una visión equilibrada y
publicar en la prensa occidental, todo lo que
global del desarrollo de la sociedad pakistaní.
podría ser un estímulo para la creatividad pro-
fesional se convierte en un obstáculo. T a m p o c o se han evaluado seriamente la
adecuación o la pertinencia de los indicadores
del desarrollo importados de los centros inte-
lectuales de Occidente o por las organizaciones
Especialización e integración internacionales, por ejemplo, las Naciones
Unidas y el Banco Mundial. Cabe citar el ejem-
Los modelos de especialización y segmentación plo del concepto de desarrollo social y sus indi-
de las ciencias sociales occidentales se han re- cadores, en el que por lo general se incluyen el
producido en Pakistán en virtud de diversos grado de alfabetización, la esperanza de vida,
mecanismos. Cada disciplina se desarrolla de la mortalidad infantil, la disponibilidad de ser-
forma aislada, tanto en materia de enseñanza vicios médicos modernos y de agua potable,
c o m o de investigación. Se carece de enfoques etc. En realidad, estos indicadores no miden el
interdisciplinarios, multidisciplinarios o trans- desarrollo social en virtud de una teoría del de-
disciplinarios capaces de compartir los concep- sarrollo. El verdadero desarrollo social se refle-
tos teóricos y los marcos metodológicos. Es ra- ja en el grado de cooperación social, en la au-
ro que se recurra a diversas disciplinas para ob- sencia de conflicto entre los grupos, las clases y
Las ciencias sociales en Pakistán: su evaluación 671
dicadas a las ciencias sociales ha aumentado menos equivalente, aunque Sri Lanka estaría
considerablemente. Cinco de las existentes son algo por encima del Pakistán. E n cambio, el Pa-
editadas por los departamentos universitarios kistán se halla claramente m u y avanzado con
y algunas por los centros de investigación pa- respecto a los demás países del Asia Meridio-
trocinados por el Estado, siendo la m á s conoci- nal, c o m o Nepal y Maldivas, aunque hay que
da de ellas, tanto en el país c o m o internacional- decir que Pakistán se halla también m u y por
mente, la Pakistan Development Review. Los delante de esos países en lo tocante a otros indi-
principales centros de investigación y de for- cadores tradicionales del desarrollo c o m o son
mación patrocinados por el Estado antes m e n - los ingresos per capita, el PIB, el porcentaje de
cionados publican también periódicos trimes- ciudadanos alfabetizados, etc.
trales en los que aparecen artículos que aplican La capacidad institucional en materia de
en alguna medida la metodología de las cien- ciencias sociales de Pakistán se caracteriza por
cias sociales. Salvo raras excepciones, la m a y o - dos tendencias importantes: en primer lugar,
ría de las publicaciones periódicas son de poca existe una diferencia considerable entre el de-
calidad, m u y desiguales y de aparición irregu- sarrollo de las diversas disciplinas -entre las
lar. que la economía ocupa el primer lugar, y la an-
Afinalesde 1983 el país contaba con 15.644 tropología el último-, en tanto que las restantes
científicos sociales (doctores, licenciados en fi- están m á s o menos igualadas. Esa diferencia se
losofía, licenciados en ciencias y en letras), ocu- refleja asimismo en el porcentaje de las distin-
pados tanto en el sector público c o m o en el pri- tas disciplinas entre el total de científicos socia-
vado. El 30 % de ellos eran economistas, el les que trabajan en el país1.
19 % científicos políticos, el 11 % historiadores La segunda tendencia consiste en que esa
y el 11 % pedagogos. La mayoría trabaja en el capacidad es fomentada por el sector estatal y
sector público (97 %) y son varones (85 % ) . Los reside en él. Casi todas las universidades en las
empleados en el sector público, son en su m a - que se enseñan ciencias sociales han sido fun-
yoría empleados del gobierno central (41,3 % ) , dadas por el Estado, dependen del sector públi-
mientras que el resto (58,7 %) trabaja con los co para sufinanciacióny están controladas ad-
gobiernos provinciales, siendo el de Punjab el ministrativamente por el Estado. E n el país no
mayor empleador y el de Baluchistan el m e - existen instituciones de investigación o de for-
nor. mación de importancia financiadas por el sec-
Por sus calificaciones profesionales, los tor privado, y las pocas instituciones de investi-
científicos sociales (además de otras personas gación que dependen de éste son demasiado pe-
que no pueden ser consideradas estrictamente queñas para ejercer gran influencia en el
en esa categoría, c o m o , por ejemplo, los peritos progreso de las ciencias sociales. Se trata, por lo
mercantiles) son, en un 1 %, doctores, en u n general, de pequeños organismos que sobrevi-
1 %, licenciados enfilosofíay el resto licencia- ven gracias a contratos con órganos nacionales
dos en letras, o titulados similares. Si nos ate- o internacionales.
nemos a una definición m á s estricta de las cien-
cias sociales, el país cuenta tan sólo con 108
doctores, esto es, un porcentaje ínfimo entre La utilidad
los científicos sociales ocupados en esas mate- de las ciencias sociales
rias.
Resulta difícil establecer conclusiones c o m - Desde el decenio de 1970, la utilidad o perti-
paradas y sólidas en lo referente al nivel de ca- nencia social del conocimiento científico social
pacidad institucional con respecto a otros paí- ha sido recalcada cada vez más, especialmente
. ses del Asia Meridional. En comparación con la en el Tercer M u n d o . El positivismo, que impli-
India, la capacidad del Pakistán es, evidente- ca una actitud de neutralidad en lo tocante a los
mente, baja. U n o de los motivos de que así sea valores, ha sido objeto de ataques y los científi-
reside en que el Pakistán, en el m o m e n t o de su cos sociales cada vez se ven más forzados a pre-
fundación, tenía menos universidades y menos guntarse para qué sirven sus conocimientos.
departamentos de ciencias sociales que la In- Ahora bien, la respuesta a ese interrogante no
dia. L a comparación con Bangladesh y Sri Lan- es sencilla, aunque se adopte la posición de que
ka puede poner de manifiesto un nivel m á s o el conocimiento científico debe tener utilidad
Las ciencias sociales en Pakistán: su evaluación 673
social. El interrogante que se plantea forzosa- es compartida por lo general por muchas orga-
mente a continuación es: «¿útil para quién y al nizaciones internacionales -salvo, quizás, la
servicio de qué intereses?». Unesco-, los organismos que prestan ayuda y
Cabe adoptar la cuestión de dos maneras; la los científicos sociales que trabajan con ellos.
primera consiste en afirmar que el orden social Para facilitar este proceso de importación o
es fundamentalmente armonioso por su propia adaptación de las ciencias sociales, son n u m e -
índole o gracias al funcionamiento del régimen rosos los científicos sociales que se forman en
normativo que limita los conflictos o a la inter- las universidades extranjeras, valiéndose de
vención de una m a n o «invisible» que aporta muchos expertos en pedagogía para crear uni-
armonía, aunque las acciones individuales sean versidades y departamentos, impartir enseñan-
contradictorias. Dentro de ese marco general, za en ellos y actuar c o m o asesores de las univer-
en definitiva los intereses de los gobernantes y sidades y organismos oficiales.
de los gobernados, los dominantes y los subor- La utilidad del conocimiento científico so-
dinados, los privilegiados y los subprivilegia- cial importado y su adopción por los países del
dos, convergen y se armonizan, aunque a breve Tercer M u n d o presentan graves limitaciones,
plazo sean contradictorios. Dados estos presu- en particular en lo que se refiere a los dos aspec-
puestos, la utilidad social del conocimiento tos siguientes: 1, las limitaciones de las teorías
científico social resulta algo m u y sencillo: debe del cambio social frente a las situaciones loca-
ser útil para la sociedad considerada en su con- les específicas; 2, las limitaciones de las teorías
junto y promover sus intereses comunes y co- del desarrollo importadas con miras a acelerar
lectivos. un desarrollo justo y equilibrado.
La segunda perspectiva del orden social
presupone c o m o características básicas la falta
de armonía y el conflicto dimanantes del e m - Las limitaciones de las teorías
pleo de la fuerza o de la manipulación ideológi- del cambio social
ca por parte de los grupos dominantes y de los
gobernantes. Los intereses de los gobernantes y Desde su surgimiento, la sociedad Pakistani, al
de los gobernados, de los poderosos y de los igual que otras muchas sociedades del Tercer
débiles, de las clases privilegiadas y de las cla- M u n d o , cambia en algunos aspectos y mantie-
ses no privilegiadas, son esencialmente incom- ne su orden tradicional en otros. Esta combina-
patibles. Según este enfoque, el conocimento ción de cambio y persistencia la ha expuesto a
científico social no puede ser útil a la vez a una graves tensiones y trastornos internos. Las
y otra clase, ya que ambas se contraponen. fuerzas que han producido esos conflictos son a
Al adoptar el primer enfoque, el de la armo- la vez internas y externas. Las teorías del c a m -
nía, la mayoría de los gobernantes del Tercer bio social elaboradas en Occidente no logran,
M u n d o afirman que los científicos, tanto los por lo general, aclarar el proceso de cambio de
especializados en ciencias naturales c o m o en esa índole, debido a algunas limitaciones inhe-
ciencias sociales, deben de producir conoci- rentes. En primer lugar, por la fragmentación y
mientos que ayuden a resolver los problemas segmentación de las ciencias sociales, y el con-
apremiantes del subdesarrollo. Por implica- siguiente interés por unas modificaciones de
ción, dicho argumento se amplía para promo- menor importancia de la sociedad, lo que no les
ver la denominada «investigación aplicada» o permite brindar perspectivas globales de la di-
«investigación política», en ocasiones a expen- námica del cambio y de la estabilidad capaces
sas de la «investigación básica», la cual, según de aunar los cambios que tienen lugar a nivel
este planteamiento, sólo se la pueden permitir inferior de la organización social con los de ni-
las sociedades ricas y en las que los países po- vel superior y con el cambio de las diversas di-
bres no deben malgastar sus escasos recursos. mensiones del orden social. T a m p o c o puede
Así, pues, los científicos sociales de los países explicarse así de qué m o d o las fuerzas internas
pobres deben importar y «adaptar» el conoci- y externas imprimen una determinada orienta-
miento científico social y aplicarlo para enten- ción al cambio, situación conjugada con la per-
der y resolver los problemas locales. sistencia del orden tradicional. E n segundo lu-
Esta visión de la utilidad de unas versiones gar las «grandes» teorías del cambio, algunas
importadas o «adaptadas» de la ciencia social de ellas enmarcadas en una óptica de la evolu-
674 InayatuUah
de la tecnología occidental, de la «ideología» y cos que también las formulan (Atal, 1983, pág.
de la asistenciafinancieraal Tercer M u n d o , co- 367).
m o también de su integración en el sistema ca- Los científicos sociales de Pakistán también
pitalista mundial. Dicha estrategia fue aplicada tienen motivos de queja: algunos afirman que
en Pakistán por una coalición de intereses de la los políticos no están habitualmente al corrien-
clase industrial de reciente aparición y del régi- te de las investigaciones científicas pertinentes
m e n militar-burocrático y modernizador de sobre un tema dado y, por lo tanto, no las utili-
A y u b K h a n , firme aliado de Occidente. Su apli- zan. Q u e tienden a formular políticas basándo-
cación contó también con el respaldo y el apre- se en consideraciones ajenas al conocimiento
mio del Grupo Asesor de Harvard y de otros científico social. Q u e existe una desconexión
economistas profesionales, entre ellos el enton- entre los políticos y los científicos sociales, de-
ces principal economista de Pakistán, quien bido, en algunos casos, a una actitud antiinte-
propugnó su aplicabilidad, según sus propias lectual y, en otros, a la creencia de aquéllos de
palabras, «con exuberancia y convicción juve- que poseen m á s conocimientos que los científi-
niles» (Haq, 1975, pág. 1). El resultado fue un cos sociales, ora por el «saber práctico» que
desarrollo deforme que dio lugar a que la rique- han adquirido en el curso de sus carreras, ora
za se concentrase en un número reducido de por su versatilidad y competencia intelectual
personas, tal c o m o se expone en la tesis de las mayores que las de éstos. Por último, los cientí-
«22 familias» {Ibid., págs. 5-6), lo que contribu- ficos sociales se lamentan de que no participan
yó indirectamente a la desintegración del país. ni se les consulta sobre las principales cuestio-
U n tercer elemento importante de esta teo- nes de política del país y de que, en los casos en
ría era el énfasis puesto en reforzar el aparato que intervienen, no se presta la suficiente con-
estatal de élite, afinde orientar el desarrollo de sideración a sus opiniones.
la sociedad de forma «racional» y «ordenada», Analizada desde la segunda perspectiva
regulando o controlando la participación de las mencionada -la de un orden social carente de
masas en la política. U n número considerable armonía y conflictivo, en el que los intereses de
de científicos políticos estadounidenses anali- la élite gobernante y los del pueblo son incom-
zaron el proceso político de Pakistán con esta patibles-, la utilidad de las ciencias sociales ad-
perspectiva y, o bien prescribieron, o bien apo- quiere un sentido distinto. Los conocimientos
yaron la modernización dirigida por una élite de ciencias sociales elaborados en los centros
(Waseem, 1985, págs. 39-40). Evidentemente, de investigación controlados por el Estado con-
dicho análisis no podía producir un saber acer- llevan perspectivas o concepciones del m u n d o
ca de c ó m o instituir una democracia de partici- correspondientes a las de la élite gobernante.
pación en Pakistán, y sí, en cambio, una legiti- Dichos conocimientos se introducen en la so-
mación ideológica y un respaldo intelectual a la ciedad a través del sistema educativo. E n P a -
burocracia militar gobernante. kistán, donde la educación superior es un re-
La élite gobernante suele lamentarse de ducto de la clase privilegiada, el saber científi-
que la mayor parte de las investigaciones que co social impartido a través del sistema
llevan a cabo no tienen que ver con las políti- educativo incorpora simultáneamente a la capa
cas seguidas en el país; de que las conclusiones instruida y a la élite gobernante, hermanándo-
extraídas de microestudios fragmentados n o las en la difusión de una sola cultura política e
pueden servir de base para una política nacio- intelectual. C o n ello aumenta la capacidad de
nal general; de que las investigaciones son en la élite dominante de gobernar eficazmente,
exceso teóricas y técnicas y de que las conclu- mantener el status quo y hacer frente con éxito
siones se alcanzan con una lentitud tal que n o a los impulsos en pro de la transformación de la
se pueden utilizar a tiempo; de que los investi- sociedad que entraña la dinámica interna del
gadores n o advierten las limitaciones con que país. Así, pues, los conocimientos científicos
topa la acción de los encargados de formular sociales no fomentan el desarrollo a largo pla-
políticas y elaboran recomendaciones que n o zo, sino que tienden a fosilizar la sociedad.
se pueden llevar a la práctica en el marco polí- C o m o la alfabetización se halla m u y poco
tico vigente. Esas quejas no son específicas de difundida en Pakistán, y la enseñanza superior
Pakistán, puesto que, c o m o ha mostrado Atal, es inaccesible a los ciudadanos corrientes, cua-
son muchos los políticos de otros países asiáti- lesquiera conocimientos de ciencias sociales
676 Inavatiillah
que se elaboren no llegan a éstos. A d e m á s , di- La mayoría de los científicos sociales pakis-
chos conocimientos se redactan en un lenguaje taníes n o han mostrado interés alguno por las
técnico que los hace ininteligibles para la m a - cuestiones fundamentales que entraña la indi-
yoría. Habida cuenta, además, de que dicho sa- genización, con lo que, ante la mayor agresivi-
ber plasma las perspectivas de la clase gober- dad de los movimientos fundamentalistas del
nante y de que promueve sus intereses, su utili- m u n d o musulmán, el apoyo financiero externo
dad para los ciudadanos corrientes no sería de algunos países de Oriente Medio y la intro-
m u y elevada, aunque les llegase. N o les ayuda- ducción de la «islamización», algunos, capita-
ría a adquirir ninguna perspectiva científica so- neados por «economistas islámicos», tratan ac-
cial ni dotarse de conocimientos, estrategias de tualmente de «islamizar» las ciencias sociales.
organización y aptitudes con los que liberarse A esos se les ha sumado un conocido antropólo-
del actual orden social. Dicho saber ni siquiera go Pakistani ( A h m e d , 1987; A h m e d , 1984).
tiene una aplicación limitada a la comprensión Ahora bien, hay graves divergencias entre los
de los problemas más concretos y específicos. economistas conservadores y los radicales islá-
U n a posible respuesta a la falta de pertinen- micos, c o m o Naqvi y sus colaboradores, quie-
cia y utilidad social de los conocimientos im- nes, pese a atacar al socialismo, proponen un
portados consiste en fomentar lo que suele de- programa económico en el que apenas queda
nominarse «indigenización» de las ciencias so- lugar para la acumulación de riquezas y la ob-
ciales. Atal ha descrito varias facetas de ese tención de beneficios (Naqvi, S . N . H . et al). Las
concepto, entre otras, el empleo de los idiomas diferencias entre los economistas islámicos y
nacionales en la enseñanza y la investigación, los antropólogos islámicos son m u c h o más acu-
la eliminación de los consultores extranjeros y sadas en lo tocante al enfoque y a las perspecti-
un mayor empleo de expertos nacionales y una vas. En tanto que aquéllos son declaradamente
reorientación sustantiva y metodológica. Esta prescriptivos y normativos, los antropólogos
comprende «la conciencia de la propia perso- mantienen un despego positivista y permane-
nalidad y el rechazo de la conciencia ajena to- cen apegados a unas ciencias sociales universa-
m a d a en préstamo..., la conveniencia de una les o al menos a una antropología universal, co-
perspectiva h u m a n a alternativa acerca de las m o da a entender la cita siguiente, en la que se
sociedades humanas..., y la atención a las parti- expone c ó m o concibe A h m e d la antropología
cularidades históricas y culturales...» y la opo- islámica:
sición al «falso universalismo», lo que no signi-
fica adoptar un «falso nacionalismo» ni un Es el estudio de los grupos musulmanes por científicos
«narcisismo» (Atal, 1981, págs. 192-193). K u - apegados a los principios universitarios del Islam -la
mar ha formulado tres definiciones o elemen- tolerancia, el saber, el h u m a n i s m o - que relacionan con-
tos de la indigenización: estructural, sustantivo cretamente los estudios al nivel de las tribus y de las
y teórico. El primero de ellos significa la crea- aldeas con los marcos históricos ideológicos más a m -
plios del Islam. Hay que entender el Islam no c o m o una
ción de capacidades institucionales, el segundo teología, sino c o m o una sociología. La definición no ex-
la reorientación de las investigaciones para cluye a los no musulmanes. (Ahmed, 1987, pág. 56.)
centrarlas en la propia sociedad, y el tercero la
participación de los científicos sociales del país Impulsados por su auténtica adhesión reli-
en la elaboración de marcos conceptuales dife- giosa, los estudiosos que favorecen la islamiza-
renciados y de metateorías que reflejen las con- ción del saber han producido un número consi-
cepciones del m u n d o , la experiencia social y cul- derable de obras, pero aún no han resuelto nin-
tural y los objetivos que conciben los ciudadanos guno de los dilemas esenciales con que se
del país (Kumar, 1979, págs. 104-105). Aunque enfrenta todo aquel que intenta nacionalizar o
consideran que la indigenización es conveniente asentar las ciencias sociales con unos cimientos
para desarrollar unas ciencias sociales que co- sectarios. El dilema principal parece ser la apa-
rrespondan a las necesidades específicas de una rente incompatibilidad entre las perspectivas
sociedad dada, tanto Atal c o m o K u m a r afirman científicas y las religiosas, pues estas últimas se
que no debe ser un obstáculo para la cooperación basan en la fe incuestionable en unas escritu-
transnacional en materia de investigaciones ni ras, mientras que aquéllas lo hacen poniendo
convertirse en un obstáculo para la universaliza- en tela de juicio los dogmas y las creencias. La
ción de las ciencias sociales. conciencia de semejante incompatibilidad no
Las ciencias sociales en Pakistán: su evaluación 677
se limita a quienes propugnan la islamización y cia social, c o m o tampoco se han efectuado sufi-
a quienes se apegan al paradigma científico clá- cientes investigaciones teóricas o empíricas.
sico, sino que también se da en lasfilasde los ¿A qué se debe el que no dispongamos de
propios fundamentalistas, algunos de los cuales una sociología adecuada de la ciencia social?
aseveran que mezclar religión y ciencia es u n Durante m u c h o tiempo los científicos sociales
ejercicio inútil que no sirve a ninguna de estas - e n especial, los sociólogos- se dedicaron a de-
materias. terminar las condiciones estructurales y cultu-
Si la islamización del saber significa simple- rales de la sociedad capaces de comprender o
mente que las ciencias sociales deben estar al explicar u n fenómeno concreto, que por lo ge-
servicio de unafinalidadmoral m á s elevada, neral les era ajeno tanto a ellos c o m o a su co-
abandonar su actitud amoral y guiarse por con- munidad profesional. Pero hasta ahora no han
sideraciones éticas universales, no les debería abordado con el interés que convendría las
plantear ningún problema intelectual grave. cuestiones que les conciernen a ellos mismos,
Pero si lo que significa es que cada comunidad es decir, las condiciones culturales, políticas y
religiosa y cada nación debe poseer una ciencia económicas de la sociedad que dificultan o fa-
social propia, daría lugar evidentemente a una cilitan el surgimiento y el desarrollo de la cien-
anarquía intelectual y constituiría u n grave cia social. El hecho de que no se haya planteado
obstáculo para la realización del objetivo de la este tema puede ser debido a una actitud deli-
universalidad. Ansari, un psicólogo Pakistani, berada, a nivel consciente o subconsciente, te-
ha formulado el problema en los términos ade- miendo que, si se comprueba que las ciencias
cuados: son producto de entornos y condicionamientos
socioeconómicos concretos, la posición y el
Existe un movimiento favorable a la elaboración de prestigio sociales de los científicos sociales, su
nuevos conceptos basados en el saber musulmán tradi- comportamiento y sus valores personales pue-
cional que tiende a sustituir - o a sumarse- a los concep- dan poner en tela de juicio el mito tan aprecia-
tos procedentes de Occidente. Habría que congratularse do de los científicos objetivos que persiguen
de ello y apoyarlo, ya que es necesario si se quiere poner
término a la situación actual en la que todos nuestros desinteresadamente la verdad y observan la
conocimientos nos han sido prestados por el extranjero. realidad y en los que, salvo por lo que se refiere
Ahora bien, no cabe dividir el conocimiento conforme a a sus compromisos personales y profesionales,
fronteras geográficas y religiosas. L a verdadera indige- su labor profesional en nada les influye.
nización entraña la libertad, la autoconciencia y el desa- A la vista de la inexistencia de cualquier so-
rrollo de la capacidad de percibir y evaluar modelos dis-
tintos. N o cabe, por consiguiente, confundir la situación ciología estructurada de las ciencias sociales,
actual con la estrechez de miras ni con el fundamentalis- nos vemos forzados a recurrir a la sociología de
m o . (Ansari, 1988, pág. 8.) las ciencias naturales, dando por supuesto que
el enfoque de ambas es similar, aunque no lo
sea su substancia.
Ahora bien, dicho supuesto debe tomarse
cum grano salis, pues los debates celebrados
Una interpretación hasta el presente indican que la cuestión es con-
de las causas del atraso trovertida.
de las ciencias sociales Occidente y, concretamente, esa sociología
de la ciencia y del conocimiento que nace en
Abordamos ahora la cuestión fundamental: Alemania bajo la influencia de las ideas de
¿cuáles son las condiciones ambientales que in- M a r x , Weber y M a n n h e i m , ha puesto en tela de
fluyen en el desarrollo de la ciencia social? juicio la concepción cartesiana tradicional del
Al plantear el tema se tropieza de inmediato observador científico «solitario» que reflexio-
con un grave problema: en tanto que la sociolo- na acerca de la realidad social c o m o lo hace el
gía de la ciencia y el saber, de origen alemán, ha astrónomo que contempla una estrella distan-
abordado esta cuestión en lo que respecta a las te. Se plantean asimismo interrogantes de i m -
ciencias naturales, es m u y poca la atención que portancia en relación a las condiciones m á s fa-
se ha prestado a las condiciones que influyen vorables para el surgimiento y el desarrollo de
en la ciencia social. N o hay ninguna teoría so- la ciencia. La tesis weberiana de la relación en-
ciológica sistemática de la evolución de la cien- tre la ética protestante y el capitalismo habrá
678 Inayaliillah
sen surgido teorías científicas de importancia los dos últimos siglos en el citado conjunto de
que pusieran en tela de juicio las premisas fun- supuestos, aunque es posible que cualquier in-
damentales del pensamiento religioso, c o m o vestigación de ciencias sociales que se funde en
había sucedido en Occidente. A falta de esa ellos entrará en contradicción con las autorida-
evolución científica, la mera ausencia de con- des religiosas. La ausencia de conflicto explíci-
flictos no es un indicio de que las tradiciones to puede que no sea indicio de la ausencia de
religiosas no cristianas sean un sustento para la conflicto potencial, pues la presión de los valo-
ciencia. res asumidos, el temor al ostracismo, la exco-
Las relaciones entre la religión y la ciencia munión por disconformidad pueden incitar a
social aún no han sido objeto de atención siste- quienes menos arrojo tengan a limitar sus in-
mática, por lo que es una afirmación dogmática vestigaciones de ciencias sociales a cuestiones
sostener la necesidad de una relación antagóni- que n o topen con las creencias religiosas esta-
ca entre ambas, basándose para ello en el con- blecidas.
flicto latente entre las ciencias naturales y la N o se debe dar por supuesto que el grado de
religión que demuestra la experiencia occiden- conflicto entre las actividades de ciencias so-
tal. Ahora bien, es cierto que hay fuentes posi- ciales y la religión sea igual en todas las religio-
bles de conflicto entre ambas: en primer lugar, nes; al parecer, varía conforme a las caracte-
la institucionalización del «escepticismo orga- rísticas propias de cada religión, según que la
nizado», esto es, el hecho de que los científicos, religión sea m á s o menos tradicionalista (dog-
c o m o comunidad profesional organizada, tien- mática) en lo tocante a su sistema de creencias,
dan a poner en duda cualquier afirmación, sal- según la amplitud de sus normas, prescripcio-
vo si ésta viene respaldada por suficientes prue- nes y proscripciones y según sus estructuras or-
bas. Las autoridades religiosas, en cambio, sue- ganizativas.
len pedir la adhesión a su concepción social, a En Pakistán, la posibilidad de que se produz-
sus creencias básicas y a sus instituciones. ca un conflicto entre las ciencias sociales y las
U n a segunda fuente posible de conflictos autoridades religiosas es en algunos casos eleva-
radica en los supuestos que comparten la m a - da y en otros escasa. Algunas personalidades reli-
yoría de los científicos sociales, conforme a los giosas sostienen que el Islam es un «sistema to-
cuales los fenómenos sociales son predictibles tal» querigetodos los aspectos de la vida, por lo
(o al menos analizables) y, por lo tanto, pueden que regulará ineludiblemente la conducta de los
ser objeto de intervención y manipulación individuos y de las instituciones.
(Wallerstein, 1984, pág. 174); asimismo, el que También se dan intentos de reconstruir la
los hechos de carácter social no se produzcan al sociedad conforme a la religión, proceso deno-
azar, sin causa alguna, y el que en el universo minado «islamización». E n tercer lugar, las au-
social haya regularidades y uniformidades. C o - toridades políticas invocan sanciones y presio-
rolario de lo anterior es que los fenómenos o nes sociales contra lo que consideran herejías.
hechos sociales no están determinados o regu- D e lo anterior se desprende que podría haber
lados supranaturalmente. C o m o es natural, di- grandes posibilidades de conflicto entre las
chos supuestos han sido puestos en tela de jui- ciencias sociales y las fuerzas religiosas. U n o de
cio fundándose en que la previsibilidad, la de- los motivos de que dichos conflictos n o sean
terminación y la incoherencia posibles en el agudos radica en la ausencia de autoridad reli-
plano de los fenómenos naturales no tienen lu- giosa centralizada similar a la organización del
gar en el plano h u m a n o , dado que en éste apa- clero católico, pero este factor atenuante se ve
recen las propiedades, inéditas en aquél, de la contrarrestado por las organizaciones políticas
autoconciencia, la voluntad, la elección y la li- militantes de los movimientos religiosos y fun-
bertad (Schumacher, 1978, págs. 31-35). Asi- damentalistas que desempeñan el papel de vigi-
m i s m o , el supuesto de que la causalidad se li- lantes frente a la «herejía» y aplican presiones
mite únicamente a los factores materiales y so- para eliminarla.
ciales se opone a la creencia, habitual hasta Las ciencias sociales modernas basadas en
hace m u y poco y tan extendida a lo largo de el mencionado conjunto de supuestos no son
toda la historia h u m a n a (Ibid; pág. 35). sólo uno de los posibles planteamientos de los
La comunidad de científicos sociales de O c - estudios del ser h u m a n o y de la sociedad. N o se
cidente se ha basado por lo general a lo largo de excluyen otros tipos de ciencias sociales y hu-
680 Inayalullali
manas basadas en supuestos acerca de los fenó- fuente de poder, y las autoridades políticas no
m e n o s sociales que no se opongan forzosamen- pueden permanecer indiferentes a él. Dicho co-
te a la religión y que incluso podrían deducirlos nocimiento se puede utilizar para legitimar el
de ésta. poder, reforzarlo y disfrazar con u n ropaje
D e hecho, en Pakistán y en otros países m u - científico las políticas que aplican. D e ahí la
sulmanes se están desplegando grandes esfuer- tendencia generalizada entre los gobernantes a
zos por elaborar unas ciencias sociales distin- subordinar la producción de los conocimientos
tas, conforme a la denominada «islamización a sus intereses valiéndose de instrumentos ins-
del saber», aunque será preciso, antes de que se titucionales que premian a los conformistas y
inicie un verdadero debate acerca de su viabili- castigan a los disconformes. Dicha subordina-
dad, contar con las debidas garantías, de m o d o ción es fácil de conseguir si no está garantizada
que el debate pueda celebrarse en un ambiente la autonomía institucional de la comunidad de
de plena libertad académica que haga asimis- científicos sociales, situación que sólo se da en
m o posible el ejercitar el derecho a la duda y al los sistemas democráticos liberales.
disentimiento. ¿En qué medida son útiles esas hipótesis pa-
ra comprender la evolución de las ciencias so-
ciales en Pakistán? Desafortunadamente, y ha-
El Estado y las ciencias sociales bida cuenta de la ausencia, a nivel local, de to-
da sociología del conocimiento y de la
A partir de la noción de «etos cultural», M e r - economía política, no podemos responder a ese
ton ha afirmado que la ciencia florece «en el interrogante con precisión. Ahora bien, es inte-
seno de estructuras liberales», en las que la resante señalar que, por lo general, los sistemas
oposición a ella es débil, a diferencia de lo que civiles se han interesado m e n o s por promover
sucede en los sistemas totalitarios y centraliza- las investigaciones de ciencias sociales que los
dos y en las dictaduras, en los que la libertad de sistemas militaristas-burocráticos que, en cier-
investigación y expresión es escasa y el derecho ta medida, han alentado la creación de centros
a disentir en cuestiones de importancia se halla de investigación científica y social y que han
gravemente limitado. Es probable que esta tesis creado nuevas universidades, bajo cuya égida
se aplique por igual a las ciencias naturales y a se han instituido m á s facultades de ciencias so-
las sociales. Las ciencias sociales se elaboraron ciales.
en el siglo xix, m o m e n t o en el que las estructu- Esta observación, empero, puede conducir
ras estatales consentían cierto grado de autono- a conclusiones erróneas si antes no se establece
mía. Desde entonces no han hecho sino a m - claramente si se ha producido realmente un
pliarse en América del Norte y Europa al m e - cambio sustantivo de los tipos de sistemas en
nos en términos cuantitativos al amparo de Pakistán y si esos sistemas han mostrado una
sistemas pluralistas liberales, aunque en los re- actitud diferente en lo que se refiere a p r o m o -
gímenes fascistas hayan sufrido reveses y en los ver una tradición verdaderamente autónoma
países socialistas, cuyas comunidades científi- de las ciencias sociales capaz de poner en tela
cas han sido absorbidas por la élite burocrática, de juicio la legitimidad de su gobierno o la ve-
se hallen bajo custodia y sufran restricciones. racidad de sus afirmaciones en lo tocante a ha-
Galtung ha elaborado m á s a fondo la tesis ber logrado la estabilidad, manteniendo la ley y
de Merton, tratando de correlacionar los dis- el orden, propiciado un desarrollo social gene-
tintos elementos de las ciencias sociales con los ral y la cohesión nacional e instaurado una ver-
tipos de sistemas políticos: a los sistemas repre- dadera democracia.
sivos no les molestan quienes elaboran teorías A d e m á s de los dos factores principales a
puras o recogen datos. « A quienes temen los que antes h e m o s aludido, cabe preguntarse
sistemas represivos es a las personas que hacen cuáles son los motivos de la actual situación de
ambas cosas, recoger datos y tratar de darles las ciencias sociales: las pautas de su evolución,
sentido aplicando alguna teoría, ya que no sólo la dinámica de su mimetismo y de su emula-
producen teorías, sino que intentan compro- ción, en lugar de la creación, su incapacidad de
barlas mediante los datos» (Galtung, 1981, contribuir a formular y evaluar las políticas de
pág. 845). desarrollo, de seguridad nacional y de integra-
Es decir, que el saber científico social es una ción nacional, la polarización en parte de la co-
Las ciencias sociales en Pakistán: su evaluación 681
munidad de científicos sociales y su apatía, in- tíficas menos importantes son las que correspon-
diferencia y falta de vitalidad. A continuación den a las ciencias sociales a la hora de asignar las
analizaremos algunos de los factores posibles subvenciones universitarias, nombrar las comi-
que hasta ahora no hemos abordado. siones y distribuir las actividades de las faculta-
La pauta de la evolución y el estilo de las des. A d e m á s , la élite gobernante y la burocracia
ciencias sociales en Pakistán están influidas en suelen ser por lo general antiintelectuales, consi-
grado s u m o por su excesiva integración y su de- derando a los científicos sociales y otros intelec-
pendencia de la tradición científica social an- tuales c o m o personas radicalizadas y críticas, po-
glosajona, lo que a su vez se debe a sus antece- co menos que meros demagogos. Salvo en lo que
dentes coloniales y a su situación periférica se refiere a la economía, por lo general, no se va-
dentro de los sistemas económico y cultural do- loran las posibles contribuciones de las otras
minantes de E E . U U . y de Occidente. Ese exce- ciencias sociales, con una perspectiva científica,
so de integración en una tradición intelectual a los ciudadanos, a la comprensión científica de
determinada condiciona el hecho de que las los problemas nacionales y a la formulación y
ciencias sociales de Pakistán acepten sin crítica evaluación de las políticas públicas.
alguna paradigmas, teorías, marcos conceptua- Por último, hay que tener en cuenta la índole
les y la definición de problemas tan importan- y la estructura de la comunidad de los científicos
tes conforme a los planteamientos de las cien- sociales. Hasta ahora, no ha surgido una comuni-
cias sociales anglosajonas. Evidentemente, la dad coherente y fuerte. Los científicos sociales no
dependencia intelectual origina una esterilidad sólo se hallan divididos por sus respectivas disci-
intelectual. La segmentación y el desarrollo de- plinas, sino también por sus enemistades perso-
sigual son también en gran medida resultado de nales y sus rivalidades profesionales, la estructu-
esa dependencia. ra autoritaria y jerárquica en que trabajan y una
También influyen diversos factores inter- intensa intolerancia ideológica. N o existe una or-
nos, entre los que cabe mencionar las restric- ganización nacional general de los científicos so-
ciones a la libertad de investigación, a la liber- ciales y no será fácil crearla ni tampoco mante-
tad de dudar y disentir y la falta de autonomía nerla en caso de que se crease. Las asociaciones
institucional de los organismos de aprendizaje profesionales, divididas por disciplinas, o bien
e investigación, lo que a su vez está relacionado son inactivas o bien están moribundas, dando
con diversos problemas de identidad nacional m u y pocas señales de vida. Es escasa la influen-
y reglamentación estricta de la actividad políti- cia que ejercen en sus miembros en lo tocante a
ca. También, con la estructura social, en la que perfeccionar su capacidad profesional. T a m p o c o
el status, el prestigio, el poder y los privilegios fomentan una imagen positiva de las ciencias so-
se hallan vinculados a cargos de la burocracia ciales ni ejercen presión sobre las instituciones
militar y civil, debido a lo cual dichas institu- públicas en apoyo de aquéllas.
ciones atraen gran parte de las personas intere- Esta comunidad de científicos sociales, dé-
sadas en las ciencias sociales y otros objetivos bil y aún balbuceante, no ha definido todavía
intelectuales, por lo que las personas menos in- con claridad sus contribuciones al entendi-
teresadas por las cuestiones intelectuales ocu- miento y solución de los problemas nacionales.
parán los puestos docentes y los de investiga- La mayoría de sus miembros no llevan a cabo
ción. Por todo ello, el status de los científicos y investigaciones creativas, y los que lo hacen se
especialmente, el de los científicos sociales, es limitan a problemas menores, académicos y
bajo, lo que dificulta gravemente la aparición técnicos. Se mantienen alejados de los debates
de una conciencia profesional y la dedicación ideológicos nacionales en cuestiones de impor-
al trabajo intelectual. tancia. Es m u y reducido el n ú m e r o de los parti-
Las prioridades en la asignación de los re- cipantes en este debate cuyas posturas hayan
cursos y en la percepción del papel de los inte- sido encontradas y que se hayan opuesto a la
lectuales, especialmente de los científicos so- aparición de paradigmas y de escuelas de pen-
ciales, por parte de la élite gobernante, explican samiento que, por su divergencia, podrían
también en alguna medida la atrofia de las constituir un enriquecimiento m u t u o , al calor
ciencias sociales. En los presupuestos naciona- de las críticas y de los deberes respectivos.
les, las prioridades m á s bajas son las de la edu-
cación, y se considera que las actividades cien- Traducido del inglés
682 Inayatullah
Nota
1. Los datos sobre el número de científicos sociales proceden de la Sección de Calificaciones de la División de
Personal del Gobierno de Pakistán y han sido facilitados por cortesía de su Director General, el señor Abdul Sattar
Gill.
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Islamabad. Seminario sobre la situación de las 1981, págs. 163-197.
Números aparecidos
Desde 1949 hasta 1958, esta Revista se publicó con el título de International Social Science Bulletin/Bulletin international des
sciences sociales. Desde 1978 hasta 1984, la RICS se ha publicado regularmente en español y, en 1987, ha reiniciado su edición
española con el número 114. Todos los números de la Revista están publicados en francés y en inglés. Los ejemplares anteriores
pueden comprarse en la Unesco. División de publicaciones periódicas, 7, Place de Fontenoy, 75700 París (Francia).
Los microfilms y microfichas pueden adquirirse a través de la University Microfilms Inc., 300 N Zccb Road, Ann Arbor, M I
48106 (USA), y las reimpresiones en Kraus Reprint Corporation, 16 East 46th Street, Nueva York, N Y I0017 (USA). Las microfi-
chas también están disponibles en la Unesco, División de publicaciones periódicas.
Materias
Autores
if
centro d e investigación y docencia económicas
m NOVEDAD EDITORIAL
PRESENTACIÓN
ENFOQUES
Nuevas formas de inversión en los países en desarrollo. Charles P. Ornan
La nueva división internacional del trabajo: un análisis de posiciones, Rhys Jenkins
Estrategias de grupos multinacionales en situaciones recesivas: el caso de Chile.
1980-1986, Patricio Rozas y Gerardo Marin
El papel del G A T T en el sistema de comercio internacional, Diana Tussie
Maduración tecnológica y perspectivas de la industria petroquímica mundial, Ro-
berto Gutiérrez R.
La crisis de la deuda externa latinoamericana: antecedentes y propuestas, Marc
Rimez
ANÁLISIS NACIONALES
El crecimiento recesivo. Estudio del caso brasileño, Kostas Vergopoulos
Los niveles de productividad y su evolución en los patrones de industrialización en
Argentina, Brasil y México, Daniel Bitrán y Fernando Camacho
Ei ajuste estructural en Centroamérica: la experiencia reciente y sus implicaciones
teóricas, Eugenio Rivera Urrutia
Nicaragua: seis años de revolución, Daniel Slutzky
INFORMACIÓN Y DIFUSIÓN
Los migrantes en los mercados de trabajo metropolitanos: líneas de análisis del
problema en América Latina, Rolando Lazarte
Empleo e ingresos: de la herencia de las políticas convencionales a las enseñanzas
de las políticas heterodoxas. Algunas observaciones desde la perspectiva-chilena,
Gerardo Aceituno Puga
Suscripción
(2 libros al ano)
Anual Bianual
C U A D E R N O S DEL C E N D E S
La Revista C U A D E R N O S DEL C E N D E S es el
órgano institucional del C E N T R O D E
ESTUDIOS DEL D E S A R R O L L O de la
UNIVERSIDAD CENTRAL D E VENEZUELA.
Está abierta a todas la corrientes del
pensamiento sobre problemas del desarrollo
en Venezuela, otras sociedades
latinoamericanas y países del Tercer Mundo
en general. En cada número se publican
resultados de las investigaciones del C E N D E S ,
a d e m á s de otros artículos, ensayos, reseñas
bibliográficas 9 informaciones referidas a sus
áreas de investigación.
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