El Pueblo Mapuche
El Pueblo Mapuche
El Pueblo Mapuche
costumbres, aunque en el día a día ni reparemos que son originarias de ellos. Aquí una pequeña lista para que
abraces con orgullo las raíces del pueblo originario más aguerrido de Sudamérica.
1. El pino
Seguro alguna vez le dijiste a un amigo extranjero “tienes que probar nuestras empanadas de pino” y te miró con
extrañeza, pensando en una empanada rellena de un árbol navideño… Las empanadas se encuentran en todas
partes de Latinoamérica, pero la denominación “pino” sólo en Chile, gracias al vocablo de origen mapuche.
El Pueblo Mapuche, ese pueblo luchador del que todos deberíamos sentirnos orgullosos, nos ha heredado algunas
costumbres, aunque en el día a día ni reparemos que son originarias de ellos. Aquí una pequeña lista para que
abraces con orgullo las raíces del pueblo originario más aguerrido de Sudamérica.
1. El pino
Seguro alguna vez le dijiste a un amigo extranjero “tienes que probar nuestras empanadas de pino” y te miró con
extrañeza, pensando en una empanada rellena de un árbol navideño… Las empanadas se encuentran en todas
partes de Latinoamérica, pero la denominación “pino” sólo en Chile, gracias al vocablo de origen mapuche.
El Pueblo Mapuche, ese pueblo luchador del que todos deberíamos sentirnos orgullosos, nos ha heredado algunas
costumbres, aunque en el día a día ni reparemos que son originarias de ellos. Aquí una pequeña lista para que
abraces con orgullo las raíces del pueblo originario más aguerrido de Sudamérica.
1. El pino
Seguro alguna vez le dijiste a un amigo extranjero “tienes que probar nuestras empanadas de pino” y te miró con
extrañeza, pensando en una empanada rellena de un árbol navideño… Las empanadas se encuentran en todas
partes de Latinoamérica, pero la denominación “pino” sólo en Chile, gracias al vocablo de origen mapuche.
El Pueblo Mapuche, ese pueblo luchador del que todos deberíamos sentirnos orgullosos, nos ha heredado algunas
costumbres, aunque en el día a día ni reparemos que son originarias de ellos. Aquí una pequeña lista para que
abraces con orgullo las raíces del pueblo originario más aguerrido de Sudamérica.
1. El pino
Seguro alguna vez le dijiste a un amigo extranjero “tienes que probar nuestras empanadas de pino” y te miró con
extrañeza, pensando en una empanada rellena de un árbol navideño… Las empanadas se encuentran en todas
partes de Latinoamérica, pero la denominación “pino” sólo en Chile, gracias al vocablo de origen mapuche.
2. El Merkén
2. El Merkén
2. El Merkén
3. La Minga
Alude al trabajo en comunidad sin remuneración monetaria. La más conocida es la minga de
techumbre, aquella donde una casa entera es movida a fuerza de bueyes y hombres para darle
localización final.
3. La Minga
Alude al trabajo en comunidad sin remuneración monetaria. La más conocida es la minga de
techumbre, aquella donde una casa entera es movida a fuerza de bueyes y hombres para darle
localización final.
3. La Minga
Alude al trabajo en comunidad sin remuneración monetaria. La más conocida es la minga de
techumbre, aquella donde una casa entera es movida a fuerza de bueyes y hombres para darle
localización final.
3. La Minga
Alude al trabajo en comunidad sin remuneración monetaria. La más conocida es la minga de
techumbre, aquella donde una casa entera es movida a fuerza de bueyes y hombres para darle
localización final.
4. Pololear
El chileno no está de novio, el chileno pololea. Esta palabra tan común de nuestro lenguaje
viene ni más ni menos que de nuestras raíces mapuche.
El vocablo pololo viene del mapudungún “pëlulu” o “piulliu” y originalmente se usa para
referirse a un escarabajo de color verde brillante. Estos insectos son importantes en la
conservación de los bosques, ya que contribuyen en los procesos de degradación de la madera
de los árboles caídos, con la consecuente recuperación de nutrientes para el ecosistema. El
escarabajo se ve así:
¿Cuándo se adopta esta palabra para referir al noviazgo? Alrededor de 1880, la Quinta
Compañía de Bomberos de Santiago adopta como distintivo un pololo, que iba en la solapa o la
corbata del uniforme con la figura de este coleóptero en metal esmaltado verde. Cuando los
bomberos cortejaban a alguna mujer, como prueba de su interés le regalaban su insignia. De ahí
nace “mi pololo” y el verbo “pololear”.
4. Pololear
El chileno no está de novio, el chileno pololea. Esta palabra tan común de nuestro lenguaje
viene ni más ni menos que de nuestras raíces mapuche.
El vocablo pololo viene del mapudungún “pëlulu” o “piulliu” y originalmente se usa para
referirse a un escarabajo de color verde brillante. Estos insectos son importantes en la
conservación de los bosques, ya que contribuyen en los procesos de degradación de la madera
de los árboles caídos, con la consecuente recuperación de nutrientes para el ecosistema. El
escarabajo se ve así:
¿Cuándo se adopta esta palabra para referir al noviazgo? Alrededor de 1880, la Quinta
Compañía de Bomberos de Santiago adopta como distintivo un pololo, que iba en la solapa o la
corbata del uniforme con la figura de este coleóptero en metal esmaltado verde. Cuando los
bomberos cortejaban a alguna mujer, como prueba de su interés le regalaban su insignia. De ahí
nace “mi pololo” y el verbo “pololear”.
5. Machitún
“Te hace falta un machitún”. Se trata de una frase que solemos utilizar cuando alguien enferma
seguido, o cuando a una persona le pasan muchas cosas negativas en corto tiempo.
El machitún, que en mapudungún significa “el acto propio de una machi”, refiere a la
ceremonia que la Machi (figura médica, religiosa, consejera y protectora del pueblo mapuche)
lleva a cabo para curar un enfermo. El ritual requiere que ella entre en trance para comunicarse
con los antepasados, quienes la guiarán en el diagnóstico y tratamiento del mal.
5. Machitún
“Te hace falta un machitún”. Se trata de una frase que solemos utilizar cuando alguien enferma
seguido, o cuando a una persona le pasan muchas cosas negativas en corto tiempo.
El machitún, que en mapudungún significa “el acto propio de una machi”, refiere a la
ceremonia que la Machi (figura médica, religiosa, consejera y protectora del pueblo mapuche)
lleva a cabo para curar un enfermo. El ritual requiere que ella entre en trance para comunicarse
con los antepasados, quienes la guiarán en el diagnóstico y tratamiento del mal.
5. Machitún
“Te hace falta un machitún”. Se trata de una frase que solemos utilizar cuando alguien enferma
seguido, o cuando a una persona le pasan muchas cosas negativas en corto tiempo.
El machitún, que en mapudungún significa “el acto propio de una machi”, refiere a la
ceremonia que la Machi (figura médica, religiosa, consejera y protectora del pueblo mapuche)
lleva a cabo para curar un enfermo. El ritual requiere que ella entre en trance para comunicarse
con los antepasados, quienes la guiarán en el diagnóstico y tratamiento del mal.
5. Machitún
“Te hace falta un machitún”. Se trata de una frase que solemos utilizar cuando alguien enferma
seguido, o cuando a una persona le pasan muchas cosas negativas en corto tiempo.
El machitún, que en mapudungún significa “el acto propio de una machi”, refiere a la
ceremonia que la Machi (figura médica, religiosa, consejera y protectora del pueblo mapuche)
lleva a cabo para curar un enfermo. El ritual requiere que ella entre en trance para comunicarse
con los antepasados, quienes la guiarán en el diagnóstico y tratamiento del mal.
6. El uso de ciertas hierbas medicinales, como el bailahuén, el quillay, el boldo y el matico.
Las hierbas medicinales son ampliamente utilizadas alrededor del mundo. En la medicina
mapuche, hay algunas hierbas que todos los chilenos hemos adoptado en infusiones para
sentirnos mejor.
El bailahuén para el hígado (ver imagen a continuación), el quillay para el pelo, el boldo para el
estómago, el matico para las afecciones a la piel y un largo etcétera, que hoy solemos tomar
como “agüita perra” después de las comidas. Nuestros ancestros ya las utilizaban, antes de que
se estudiaran científicamente sus propiedades curativas.
Las hierbas medicinales son ampliamente utilizadas alrededor del mundo. En la medicina
mapuche, hay algunas hierbas que todos los chilenos hemos adoptado en infusiones para
sentirnos mejor.
El bailahuén para el hígado (ver imagen a continuación), el quillay para el pelo, el boldo para el
estómago, el matico para las afecciones a la piel y un largo etcétera, que hoy solemos tomar
como “agüita perra” después de las comidas. Nuestros ancestros ya las utilizaban, antes de que
se estudiaran científicamente sus propiedades curativas.
Las hierbas medicinales son ampliamente utilizadas alrededor del mundo. En la medicina
mapuche, hay algunas hierbas que todos los chilenos hemos adoptado en infusiones para
sentirnos mejor.
El bailahuén para el hígado (ver imagen a continuación), el quillay para el pelo, el boldo para el
estómago, el matico para las afecciones a la piel y un largo etcétera, que hoy solemos tomar
como “agüita perra” después de las comidas. Nuestros ancestros ya las utilizaban, antes de que
se estudiaran científicamente sus propiedades curativas.
7. El Curanto
Este plato involucra toda un ritual para su preparación. Se realiza en un hoyo circular en la
tierra de unos 50 centímetros de profundidad, sobre el cual se depositan piedras planas en las
que se prende el fuego. Cuando las piedras están suficientemente calientes, el fuego se retira y
se disponen encima, en forma abundante, capas de todo tipo de mariscos, carne de cerdo
ahumada, chorizo, papas, milcao y chapalele, que luego se cubren con hojas de Nalca para su
cocción al vapor. Es toda una experiencia gastronómica.
7. El Curanto
Este plato involucra toda un ritual para su preparación. Se realiza en un hoyo circular en la
tierra de unos 50 centímetros de profundidad, sobre el cual se depositan piedras planas en las
que se prende el fuego. Cuando las piedras están suficientemente calientes, el fuego se retira y
se disponen encima, en forma abundante, capas de todo tipo de mariscos, carne de cerdo
ahumada, chorizo, papas, milcao y chapalele, que luego se cubren con hojas de Nalca para su
cocción al vapor. Es toda una experiencia gastronómica.
7. El Curanto
Este plato involucra toda un ritual para su preparación. Se realiza en un hoyo circular en la
tierra de unos 50 centímetros de profundidad, sobre el cual se depositan piedras planas en las
que se prende el fuego. Cuando las piedras están suficientemente calientes, el fuego se retira y
se disponen encima, en forma abundante, capas de todo tipo de mariscos, carne de cerdo
ahumada, chorizo, papas, milcao y chapalele, que luego se cubren con hojas de Nalca para su
cocción al vapor. Es toda una experiencia gastronómica.