CT Ensayo-Final JELF
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enfermería
Negligencia en el
paciente en estado
crítico y cómo prevenirlo
Abstrac
A critically ill patient is defined as those who suffer from organic, structural or
functional instability and are in a situation of real or potential vital risk; or suffer
from the failure of one or more vital organs. Lack of knowledge, non-compliance
in interventions leads to negligence that affects the patient, putting both his life
and physical integrity at risk. In the critically ill patient, hygiene and sanitation
must be vital since they run a greater risk of aggravating the disease. But it is
not only hygiene that causes negligence, but also the assessment given to the
patient to be considered critical and his admission to the intensive care unit, the
assessment scales used, the management given to the catheter, whether
central or peripheral, the preparation and administration of drugs, as well as the
care given to the patient with mechanical ventilation. However, all interventions
can be prevented through good technique and having the necessary
knowledge.
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Palabras clave: Paciente crítico – Negligencia – Cuidados intensivos –
Enfermería
Índice
Introducción 4
Desarrollo
Falta de higiene 6
Escalas de valoración 9
10
Manejo de catéter
12
Administración de medicamentos
14
Cuidados en el paciente intubado
Conclusión 17
Anexos 21
Bibliografía 22
3
Introducción
4
insuficiente”. Las negligencias éste caso médicas, son sancionadas y son
determinadas por el código penal federal:
5
Desarrollo
Falta de higiene
Valoración del paciente
Escalas de valoración
Manejo de catéter
Administración de medicamentos
Cuidados en el paciente intubado
Falta de Higiene
6
específicamente en el paciente, la enfermera y al entorno físico, decía que un
entorno sucio era una fuente de infección, incluso si el entorno estaba bien
ventilado, la presencia de material orgánico creaba un ambiente de suciedad;
por tanto, se requería una manipulación y una eliminación adecuada de las
excreciones corporales y de las aguas residuales para evitar la contaminación
del entorno. A pesar de ser una teoría de hace años, actualmente se afirma
que una mala higiene puede poner en riesgo la vida del paciente.
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Modelo de prioridades, de atención se distingue a aquellos pacientes que van a
beneficiarse si son atendidos en la UCI, de aquellos que no;
Escalas de evaluación
Por otra parte, no solo basta con conocer los criterios, una vez que se
determina al paciente crítico, es indispensable realizar escalas de evaluación
puesto que son herramientas que nos permiten evaluar el estado del paciente
de forma objetiva y nos ayudan a tomar decisiones tanto en el diagnóstico
como en el tratamiento, si bien, enfermería debe seguir el tratamiento acorde a
las indicaciones prescritas por el médico, sin embargo, es importante dar
nuestro punto de vista y si no se realiza una valoración previa guiándonos de
algunas escalas de evaluación no tendremos el criterio correcto para la
realización de alguna intervención ocasionando así alguna negligencia.
Algunas escalas que nos ayudarán a valorar a nuestro paciente son las
siguientes:
Escala Apache: Es una escala que tiene como finalidad determinar la gravedad
de la enfermedad y así predecir la mortalidad de pacientes ingresados en
unidades de cuidado crítico, su importancia es que con ella sabremos que
intervenciones brindar puesto que no serán las mismas intervenciones que se
le darán a un paciente que tiene la posibilidad de mejorar a un paciente que
requiere de cuidados para el bien morir y muchas veces el personal se sigue
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enfocando en querer brindad cuidados basados en la enfermedad cuando su
recuperación es nula y ya requiere de cuidados paliativos, recordemos que en
el ingreso a la UCI se pueden brindar este tipo de cuidados. Este es aplicado
dentro de las 24 horas de admisión del paciente a una UCI: A mayores scores
o puntuación, le corresponden enfermedades más severas y un mayor riesgo
de muerte (Anexo 2). 7
Escala Ramsay: Dependiendo de la patología y el procedimiento que requieren,
algunos pacientes deben mantenerse sedados por lo que se requiere evaluar y
estar atento al nivel de sedación que tiene, para evitar complicaciones a lo
largo del procedimiento al que se está sometiendo. Una dosis demasiado
elevada puede poner en peligro la vida de la persona, mientras que aplicarla
por debajo del nivel adecuado causaría dolor intenso. La escala de Ramsay es
una escala subjetiva utilizada para medir el nivel de sedación en pacientes, con
el objetivo de evitar la sedación insuficiente o excesiva. Presenta 6 grados de
sedación. Nivel 1 Despierto: agitado, ansioso, inquieto. Nivel 2 Despierto:
colaborador, tranquilo. Nivel 3 Somnoliento: responde a órdenes verbales. Nivel
4 Dormido: responde a órdenes enérgicas. Nivel 5 Dormido: responde al dolor.
Nivel 6 Dormido: no hay respuesta. Una mala evaluación en la sedación puede
generar graves problemas en el paciente.
Manejo de catéter para la terapia de infusión
El manejo del catéter en el paciente en estado crítico es fundamental puesto
que se pueden generar complicaciones graves, existen distintos tipos de
catéter en donde cada uno requiere cuidados específicos y en donde cada uno
genera complicaciones diferentes.
Catéter venoso periférico: es una de las técnicas más utilizadas por el
personal de enfermería, que permite la administración de fármacos
intravenosos, es importante que todo el personal conozca el manejo que
debe darse, puesto que puede generar complicaciones tales como;
extravasación que es una salida de medicación fuera del acceso venoso
que puede generar, la más grave es la necrosis del tejido celular,
infecciones y secuelas posteriores como dolor crónico, edema y/o
flebitis. Las complicaciones más frecuentes son; flebitis, hematoma,
infiltración, trombosis y celulitis. Sin embargo, se pueden generar otras
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como; obstrucción de la luz del catéter por un coágulo sanguíneo o por
cristalización del fármaco e incluso infecciones por un mal manejo. Para
evitar negligencia generando una complicación es importante seguir
cuidados especiales, como es el manejo con la mayor higiene posible,
lavados con suero salino antes y después del tratamiento para aquellos
que lleven fármacos intravenosos más agresivos, tener conocimiento
acerca de los fármacos que pueden llegar a cristalizarse, basarse en la
NOM-022 que nos habla acerca de la terapia de infusión, en donde
deben cambiarse los equipos cada 72 horas, el cambio de apósito cada
15 días o cuando éste este sucio, ya que aumentan el riesgo de
infección, así como estar atento al lugar de inserción del catéter que no
tenga datos de flebitis. 8
Catéter venoso central: La educación y capacitación del personal
encargado de la inserción, manipulación y mantenimiento del catéter es
parte importante en la prevención de las complicaciones infecciosas
relacionadas con los CVC, el catéter venoso central tiene varias
funciones como la administración de medicamentos, administración de
nutrición parenteral, toma de muestras, transfusiones sanguíneas, por lo
que es indispensable conocer que el catéter consta de tres o dos
lúmenes en donde cada uno de ellos cumple una función, una mala
manipulación llega a ocasionar infecciones por la falta de técnicas
asépticas; émbolo pulmonar por lo que es importante conocer los
anticoagulantes que estén prescritos, es importante llevar un cuidado en
el catéter como:
Inspeccionar el punto de inserción del catéter cada 24 horas mediante
palpación a través de la cura intacta. En caso de dolor o fiebre no filiada
levantar la cura.
Cambiar el apósito y curar la zona de inserción cada 48 horas si el
apósito es de gasa y cada 7 días si es semipermeable transparente.
Cambiarlo siempre que esté despegado, mojado o sucio y cuando se
considere necesaria la inspección del punto de inserción.
Para las curas utilizar guantes y técnica estéril. Limpiar la zona con
suero fisiológico y aplicar antiséptico.
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Mantener identificadas las luces de acceso al catéter con la etiqueta de
color azul.
No utilizar antibióticos tópicos o cremas en el lugar de inserción ya que
pueden provocar resistencias microbianas e infecciones por hongos.
En las luces de catéteres que se utilicen de forma intermitente o vayan a
ser usados para obtener muestras de sangre, realizar lavados con
solución de heparina. 9
Administración de medicamentos
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administración o instrucciones de uso; prescripciones ilegibles o
prescripciones que induzcan a errores que puedan alcanzar al paciente.
Error por omisión: No administrar una dosis prescrita a un paciente antes
de la segunda dosis programada, si la hubiese.
Hora de administración errónea Administración de la medicación fuera
del periodo de tiempo preestablecido en el horario programado de
administración.
Medicamento no prescrito: Administración al paciente de un
medicamento no prescrito.
Error de dosificación: Administración al paciente de una dosis mayor o
menor que la prescrita, o administración de dosis duplicadas al paciente,
por ejemplo, una o más unidades de dosificación demás de las
prescritas.
Forma farmacéutica errónea: Administración al paciente de un
medicamento en una forma farmacéutica diferente a la prescrita.
Preparación errónea del medicamento: Medicamento incorrectamente
formulado o manipulado antes de su administración.
Error en la técnica de administración: Procedimiento o técnica
inapropiados en la administración de un medicamento.
Medicamento deteriorado: Administración de un medicamento caducado
o del que la integridad física o química ha sido alterada.
Error de monitorización: No haber revisado el tratamiento prescrito para
verificar su idoneidad y detectar posibles problemas, o no haber utilizado
los datos clínicos o analíticos pertinentes para evaluar adecuadamente
la respuesta del paciente a la terapia prescrita. 10
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15 correctos para la administración, el cual deben ser tomados en cuenta para
la administración de cualquier medicamento, los 15 correctos son;
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(traqueobronquitis, neumonía, otitis, sinusitis), problemas de adaptación del
paciente y el respirador y trastornos nutricionales . 10
Desde que se ingresa un objeto invasivo al cuerpo se pueden llegar a generar
complicaciones aunado a un mal manejo aumenta el riesgo en donde se
pueden llegar a presentar obstrucción de la vía aérea, además del riesgo de
provocar atelectasias y neumonía asociada a ventilación mecánica. El cuidado
del paciente intubado debe ser meticuloso y orientado a proporcionarle un
estado de bienestar y confort, a fin de alcanzar la mejoría deseada, para
lograrlo es importante:
Revisar el ventilador, las alarmas, los parámetros y las conexiones de
modo que todo el equipo funcione.
Comprobar la correcta monitorización de las constantes vitales.
Cambio de filtro cada 24 horas y de tubuladuras del respirador cada 7
días o según recomendación del fabricante.
En los modos de ventilación parcial o destete, vigilar especialmente la
frecuencia respiratoria, el volumen corriente, clínica, pulsioximetría y el
comportamiento del paciente, en busca de síntomas que indiquen
agotamiento del paciente.
Es indispensable revisar todas las perfusiones continuas de
sedoanalgesia, ritmo de infusión, cantidad restante, preparación de más
infusiones si fuera necesario, así como registrar en la gráfica la
velocidad de infusión.
La posición más utilizada es la posición semifowler, esta posición reduce
la incidencia de aspiración y, por tanto, de una posible neumonía
secundaria.
La realización de cambios posturales puede incrementar
considerablemente el intercambio gaseoso, la oxigenación y la
ventilación. Por lo tanto, se realizarán movilizaciones por turno siempre y
cuando la situación del paciente lo permita.
La cavidad bucal es un excelente medio de cultivo para las bacterias por
lo que mantener una adecuada higiene oral es fundamental en los
pacientes intubados para evitar posibles infecciones.
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El almacenamiento de secreciones por encima del manguito del tubo
endotraqueal (espacio subglótico) puede causar NAVM. Para prevenir la
migración de secreciones colonizadas del espacio subglótico hacia la vía
aérea inferior se requiere mantener una presión adecuada de forma
continua del manguito del tubo endotraqueal. La presión ideal del
neumotaponamiento (cuff) suele rondar los 25 mmHg, nunca por debajo
de 20 ni por encima de 30 mmHg debido al daño que esta presión de
manera continuada puede causar sobre las paredes traqueales.
Es necesario cambiar la posición del tubo orotraqueal (TOT) al menos
una vez por turno para evitar úlceras por decúbito en la comisura labial.
La aspiración endotraqueal debe ser una técnica estéril orientada a
eliminar del árbol bronquial las secreciones que el paciente no puede
expulsar por sí mismo. Los objetivos principales de la misma son
mantener las vías aéreas permeables, prevenir y evitar la disnea, hipoxia
e hipercapnia por secreciones, y prevenir la formación de infecciones y
atelectasias por acúmulo de ellas.
El personal de enfermería deberá valorar de forma continua el estado
del paciente ya que éste puede cambiar en cualquier momento. Es
importante que valore como es la mecánica respiratoria, cuál es su nivel
de sedación, que parámetros del respirador han cambiado, como se
encuentra hemodinámicamente. 11
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Conclusión
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procedimiento van cambiando y todo esto debe conocerlo el personal en este
caso, enfermería. La mala praxis del enfermero está ligada indudablemente a la
negligencia y lamentablemente esto ocurre habitualmente, muchas veces
enfermería a pesar de no saber realizar algo, en vez de preguntar y orientarse
lo terminan haciendo solos por el miedo de que vayan a ser juzgados o por
orgullo prefieren hacerlo aunque no se sientan seguros lo realizan y esto ha
llegado a ocasionar grandes problemas para el paciente, desafortunadamente
hace falta mucho para lograr un trabajo en equipo de manera adecuada entre
el personal de enfermería porque el personal se aferra a hacer las cosas solos
sin requerir ayuda.
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La negligencia de enfermería ocurre cuando una enfermera deja de realizar sus
deberes médicos y causa un daño o herida en el paciente. La negligencia de
una enfermera puede ocurrir en una variedad de situaciones, considero que si
todo el personal tuviera el conocimiento adecuado acerca de lo que es una
negligencia y cómo puede afectar su vida profesional, los profesionistas
tendrían otra perspectiva y harían las cosas como debería de ser y de este
modo las grandes incidencias de malos procedimientos disminuirían, pero no
todos tienen noción de que una mala práctica que pueda llegar a ocasionar la
muerte del paciente o dejarle secuelas irreversibles el personal se puede
quedar sin trabajo, e incluso puede ir a la cárcel, puede ya nunca volver a
ejercer su carrera, dado que nos regimos bajo leyes y en éste caso quien se
encarga de todo tipo de sanción es el código penal.
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complejo especialmente por los cambios repentinos que puede llegar a tener
principalmente hemodinamicamente, es importante tomar en cuenta todos los
aspectos que se tomaron en cuanta durante ésta investigación, así como tomar
en cuenta las acciones que se deben realizar para evitar cometer una
negligencia y comenzar a mejorar aquellas acciones que se están realizando
de manera errónea antes de que sea demasiado tarde tanto para el paciente
como nosotros cómo profesionales.
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Anexos
21
Bibliografía
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en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital San Ángel Inn
Universidad. Medigraphic 30 (5) ,
https://www.medigraphic.com/pdfs/medcri/ti-2016/ti165h.pdf
8. Paricio N. (2021). Acceso venoso periférico. Cuidados y
complicaciones derivadas. Revisión sistemática. RSI - Revista
Sanitaria de
Investigación. https://revistasanitariadeinvestigacion.com/acceso-
venoso-periferico-cuidados-y-complicaciones-derivadas-revision-
sistematica/
9. Carranza, A. G., Pizarro, V., Cárdenas, G. Q., Badilla, M. C. R., &
Quirós, A. A. (2020). Catéter venoso central y sus
complicaciones. Medicina Legal de Costa Rica, 37(1), 74-
86. https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/es/biblio-1098374
10. Ferragut, C. R., & López-Herce, J. (2002). Complicaciones de la
ventilación mecánica. Anales De
Pediatria. https://doi.org/10.1016/s1695-4033(03)78741-4
11. Deza, S. D., Navarro, I. C., Simón, L. J., Rubio, V. H., Blasco, L. M., &
Alvero, M. B. D. (2020). Cuidados de enfermería al paciente intubado
en UCI, artículo monográfico. Revista Sanitaria de Investigación, 2(8),
49. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8074637
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