Problemas Fronterizos de Venezuela Con Guyana
Problemas Fronterizos de Venezuela Con Guyana
Problemas Fronterizos de Venezuela Con Guyana
con Guyana
Si esto te sucede es algo completamente natural ya que este ha sido uno de los
principales problemas fronterizos de Venezuela con Guyana debido a la
reclamación histórica que ha tenido nuestro país por el Esequibo, lo que ha
originado un diferendo limítrofe que ha durado más de 200 años y esta es fecha
que aún no se ha resuelto.
¿Quieres tener más detalles acerca de la historia de este problema fronterizo? Pues
si es así, este es el lugar indicado ¡sigue leyendo este artículo!
Para ese momento, Venezuela, que se encontraba al oeste de esta colonia, apenas
estaba dando sus primeros pasos para la organización de una República
consolidada, por lo que no tenía un control completo de su territorio.
Aprovechándose de esta situación, el gobierno inglés poco a poco, y de una
manera muy astuta, impulsó el avance y el establecimiento de los guyaneses en
tierras venezolanas, aprovechando que esa extensión de terreno estaba
deshabitada.
A medida que pasaba el tiempo, fueron ocupando más y más, hasta usurpar
territorios situados a la izquierda del río Esequibo, los cuales eran venezolanos. De
inmediato, esto hizo que Venezuela comenzara con las primeras reclamaciones
ante Gran Bretaña.
Río Esequibo.
Esta proposición significaba una frontera más al oeste del río Esequibo y como era
de esperarse, el gobierno venezolano de Carlos Soublette rechazó esta oferta ya
que consideraba este territorio como parte integral de Venezuela.
Este primer intento de negociación estuvo paralizado por muchos años, situación
que fue aprovechada por los ingleses para seguir ocupando más terreno con el
propósito de llegar a las bocas del río Orinoco y al Caroní para así tener acceso a
ellos.
Esta nueva frontera fue reclamada por la corona británica como válida entre los
años 1840 hasta 1886, la cual arrebató 141.930 km2 de territorio.
Para 1887, una tercera línea Schomburgk era publicada con la que se añadía más
territorio a la usurpación que venía sucediendo desde hacía algunos años. Con
esta, se incrementó a 167.830 km2 el despojo territorial.
Entre 1887 y 1897, los británicos no se quedaron tranquilos. Debido a las ansias por
conseguir más terreno, intentaron llevar la frontera casi hasta las riberas del
Orinoco, abarcando poblaciones venezolanas como El Callao, Tumeremo ó Upata,
creando así la cuarta línea de Schomburgk.
Ahora bien, hay ciertas características que hay que tener en cuenta. Los más
resaltantes son que tanto la integración del tribunal que tomó la decisión final,
como el reglamento que iba a regir el funcionamiento del mismo fueron
manipulados. ¿Por qué razón?
Porque no se hicieron de forma independiente, sino que tuvo una gran influencia
por parte de Inglaterra para así arrancarle a Venezuela una porción considerable de
su territorio, y esto no era para menos ya que para ese momento Gran Bretaña era
una de las potencias dominantes de todo el mundo.
Esto se vio reflejado en la constitución del tribunal que quedó conformado por
cinco miembros. Dos representarían a Venezuela, dos más a Inglaterra y el quinto
sería escogido de común acuerdo por los cuatro anteriores.
Sin que esto fuera suficiente, dentro de las reglas que manejaron estos árbitros
está el de “posesión efectiva de tierras durante cincuenta años”. Por supuesto, esto
era precisamente lo que más le convenía a Inglaterra debido a que había pruebas
de que estaba ocupando estas tierras por más de 50 años, obviamente de forma
ilegal.
Finalmente, este tribunal de arbitraje falló a favor de Gran Bretaña, indicando que
el Esequibo era un territorio británico y fijando la línea fronteriza en Punta Playa,
quitando así a Venezuela una amplia extensión de costas en el Atlántico.
A su misma vez, esta nueva frontera fue establecida muy al oeste del terreno
venezolano, haciendo que se despojara de más de 100.000 km2 del territorio
nacional para así dárselo a Inglaterra.
Por esa razón, este Laudo no fue aceptado ni por el gobierno ni por el pueblo de
Venezuela, al considerarlo nulo de toda nulidad y a su misma vez írrito debido al
fraude e injusticia de esta sentencia.
Sin embargo, estos reclamos en ningún momento fueron escuchados, por lo que
aparentemente no se podía hacer nada más. Pero esta situación cambió para el
año 1944.
En ese año, luego de haber pasado 45 años desde la decisión del tribunal, el señor
Severo Mallet – Prevost, estadounidense que había servido como representante de
Venezuela en el laudo, escribió un memorándum muy interesante.
En ese escrito dio a conocer que la decisión que se tomó, en ningún momento
siguió un curso legal, sino que en pocas palabras fue una componenda política
para despojar a Venezuela del Esequibo y dárselo a Gran Bretaña.
Esta revelación hizo que se gestionara una denuncia que hizo la misión diplomática
venezolana en 1962 ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
encabezada por el canciller Marcos Falcón Briceño del gobierno de Rómulo
Betancourt.
Esta acusación hacía la reclamación formal al Reino Unido para que presentara sus
alegatos de defensa. Al no llegar a un acuerdo, la situación se volvió un caos, lo
que hizo que se llegara a un convenio entre ambas partes.
Este tendría el propósito principal de buscar todas las soluciones existentes para así
arreglar de una forma práctica el conflicto. De esta manera se creó una comisión
mixta que debía funcionar unos cuatro años y presentar informes a ambos
gobiernos cada seis meses.
También se llegó al pacto de que sin en cuatro años no se llegaba a una solución,
el problema sería resuelto por los medios de solución que estipulaba la Carta de las
Naciones Unidas.
Este acuerdo fue aprobado por el Congreso venezolano y a su misma vez ratificado
por el Poder Ejecutivo. Tanto fue así que pasó a ser ley de la República y el
instrumento jurídico vigente para la reclamación sobre el Esequibo.
Sin embargo, a pesar de que se había llegado al pacto de que este territorio no
podía ser administrado por ninguna de las dos partes, ya que estaba en plena
contienda, la Guayana Británica siguió administrándolo.
Esta actitud hizo que se suspendieran las negociaciones en junio de 1970 con el
Protocolo de Puerto España.
Para finales de 1981, próximo a vencerte este acuerdo, ya que habían pasado más
de once años desde su promulgación, el presidente de Venezuela, Luis Herrera
Campíns, anunció la decisión de no seguir aplicándolo a partir del 18 de junio de
1982 debido a que era la fecha en que se vencía su vigencia.
Ante esto, la reclamación volvió a regirse bajo los estatutos del Acuerdo firmado en
Ginebra según los medios de solución pacífica que en él se contemplaban, como
por ejemplo la aplicación de la Carta de la ONU, acuerdos regionales, mediación,
conciliación, entre otros medios pacíficos.
Negociación de 1983
Viendo que el protocolo firmado en Trinidad y Tobago había pasado a la historia y
que aún no se resolvía este asunto, Venezuela trata de negociar con Guyana en
1983 para así darle solución de una buena vez a este problema.
Esta acción hizo buscar al Secretario General de las Naciones Unidas como un
intermediario, lo que tuvo como resultado que a partir de 1989 comenzaran a
trabajar los llamados “Buenos Oficios”, para así conseguir un arreglo pacífico.
Disputas recientes
Desde que comenzó el trabajo de los buenos oficios en 1989, este conflicto
territorial entre Venezuela y Guyana se durmió en el tiempo y ambos gobiernos se
dedicaron a otros asuntos sin darle atención al avance de la negociación, aunque
esto no sería por mucho tiempo.
Como tal, este impase no tuvo una gran relevancia ya que las delegaciones
diplomáticas tuvieron conversaciones muy buenas, lo que permitió pasar la página
de una forma pacífica.
A partir del 24 de julio de ese mismo año, Maduro comenzó a utilizar una frase en
algunos eventos públicos y sobre todo en desfiles militares, la cual es “el sol de
Venezuela nace en el Esequibo”, dejando ver así la irrenunciable reclamación de la
nación venezolana sobre la Guayana Esequiba.
Después de un año, pasó lo que todo el mundo esperaba, los buenos oficios no
lograron resolver la disputa, por lo que António Guterres, secretario general de la
Organización de las Naciones Unidas para ese momento, anunció que la mediación
de la ONU llegaba a su fin.
¿Y entonces? ¿Qué pasaría con esto? ¿Se quedaría en el aire este problema
limítrofe? Por supuesto que no, ya que el gobierno de Guyana emprendió otras
acciones en busca de quedarse con el Esequibo.
Por ejemplo, en 2018 la delegación guyanesa introdujo una demanda ante la Corte
Internacional de Justicia para que así este organismo pudiera resolver de una
buena vez este problema.
En junio del mismo año, la solicitud fue aceptada y los representantes de Guyana
tendrían que presentarse ante la Corte el 18 del mismo mes. Sin embargo,
Venezuela mostró su desacuerdo ante esto y su no participación en este juicio por
considerar que el ente “carece de jurisdicción”.
Esta negativa hizo que Guyana solicitara ante la Corte la ejecución del artículo 53
del estatuto de la misma, la cual contempla que si alguna de las partes no se
presenta ante el tribunal, la otra parte tiene derecho a comunicarse con la corte,
para que así decidiera a favor de su reclamo.
Teniendo en cuenta eso, la Corte de la Haya estableció que Guyana tenía tiempo
de presentar sus alegatos hasta el 19 de noviembre de 2018 y Venezuela hasta el
18 de abril de 2019.
A su misma vez indicó que las audiencias orales tendrían lugar en la semana del 23
al 27 de marzo de 2020. A medida que pasaba el tiempo, todo esto se fue
cumpliendo, aunque la audiencia para la delegación venezolana tuvo que hacerse
virtualmente debido a la pandemia del COVID 19.
Para 2021, este proceso aún no ha acabado, por lo que esta disputa no ha llegado
a su fin. Así que lo que nos queda es esperar cómo termina este conflicto,
deseando que en algún momento se pueda solucionar de una forma completa.
Conclusiones
En resumen, la reclamación histórica de Venezuela por el Esequibo es un problema
fronterizo de vieja data, que como has podido observar en este artículo lleva más
de un siglo de existencia y que hasta ahora continúa latente.
Sin duda el hecho de que este conflicto continúe hasta el día de hoy ha traído una
serie de consecuencias, como por ejemplo el ataque a la soberanía nacional de
Venezuela, el despojo de una buena cantidad de territorio y la administración de
los recursos naturales que se encuentran en esta zona por un gobierno que no está
autorizado a administrarlos.
Ahora bien ¿se le podrá dar algún tipo de solución? Aunque quisiéramos darte la
respuesta a esa pregunta, no la tenemos. Así que amanecerá y veremos…