Introducción A Los Derechos Humanos

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1.

Introducción a los Derechos Humanos

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna
de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o
cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación
alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Los derechos
humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de
los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del
derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las
obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de
abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y
según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si
un tribunal de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito. La no
discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos. Está
presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de
algunas convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer.

2. Definición de los derechos humanos

Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en


la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para
el desarrollo integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se
encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional, en nuestra
Constitución Política, tratados internacionales y las leyes.

3. Historia de los antecedentes de los derechos humanos


En el año 539 a. C., los ejércitos de Ciro el Grande, el primer rey de la Persia
antigua, conquistaron la ciudad de Babilonia. Pero sus siguientes acciones fueron
las que marcaron un avance significante para el Hombre. Liberó a los esclavos,
declaró que todas las personas tenían el derecho a escoger su propia religión y
estableció la igualdad racial. Éstos y otros decretos fueron grabados en un cilindro
de barro cocido en lenguaje acadio con escritura cuneiforme.
Conocido hoy como el Cilindro de Ciro, este documento antiguo ha sido
reconocido en la actualidad como el primer documento de los derechos humanos
en el mundo. Está traducido en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas y
sus disposiciones son análogas a los primeros cuatro artículos de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
La Difusión de los Derechos Humanos

Desde Babilonia, la idea de los derechos humanos se difundió rápidamente por la


India, Grecia y por último a Roma. Ahí nació el concepto de “ley natural”, en la
observación del hecho de que las personas tendían a seguir, en el transcurso de
la vida, ciertas leyes que no estaban escritas, y la ley romana se basaba en ideas
racionales derivadas de la naturaleza de las cosas.

Los documentos que afirman los derechos individuales, como la Carta Magna
(1215), la Petición del Derecho (1628), la Constitución de Estados Unidos (1787),
la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos (1789),
y la Carta de Derechos de Estados Unidos (1791) son los precursores escritos de
muchos de los documentos de los derechos humanos de la actualidad.

La Carta Magna

Podría decirse que la Carta Magna o la “Gran Carta”, fue la influencia primitiva
más significativa en el extenso proceso histórico que condujo a la ley
constitucional actual en el mundo de habla inglesa.
En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y
tradiciones antiguas con que se había gobernado Inglaterra, sus súbditos lo
forzaron a firmar la Carta Magna, la cual enumera lo que después vino a ser
considerado como los derechos humanos. Entre ellos estaba el derecho de la
iglesia a estar libre de la intervención del gobierno, los derechos de todos los
ciudadanos libres a poseer y heredar propiedades y que se les protegiera de
impuestos excesivos. Estableció el derecho de las viudas que poseían
propiedades para decidir no volver a casarse, y establece principios de garantías
legales e igualdad ante la ley. También contenía disposiciones que prohibían el
soborno y la mala conducta de los funcionarios.

Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más importantes


en el desarrollo de la democracia moderna, la Carta Magna fue un punto de
cambio crucial en la lucha para establecer la libertad.

4. Declaración universal de los derechos humanos

La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) es un


documento que sirve de plan de acción global para la libertad y la
igualdad protegiendo los derechos de todas las personas en todos los
lugares. Fue la primera vez que los países acordaron las libertades y
derechos que merecen protección universal para que todas las personas
vivan su vida en libertad, igualdad y dignidad.

La DUDH fue adoptada por las Naciones Unidas (ONU), que acababa de
establecerse, el 10 de diciembre de 1948 como respuesta a los “actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad” cometidos
durante la Segunda Guerra Mundial. Su adopción reconocía que los
derechos humanos son la base de la libertad, la justicia y la paz.

El trabajo sobre la DUDH comenzó en 1946, con un comité de redacción


integrado por representantes de una gran diversidad de países, entre
ellos Estados Unidos, Líbano y China. El comité de redacción se amplió
posteriormente para incluir a representantes de Australia, Chile, Francia,
Reino Unido y la Unión Soviética, lo que permitió que el documento se
beneficiara de aportaciones de Estados de todas las regiones y de su
diversidad de contextos religiosos, políticos y culturales. Después, la
Declaración fue debatida por todos los miembros de la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU y, finalmente, fue adoptada por la
Asamblea General en 1948.

La Declaración contiene 30 derechos y libertades que pertenecen a todas


las personas y que nadie nos puede arrebatar. Los derechos que se
incluyeron siguen siendo la base del derecho internacional de los
derechos humanos. Actualmente, la Declaración sigue siendo un
documento vivo. Es el documento más traducido del mundo.

5. 30 Articulos de la declaración de los derechos humanos

Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales.

Artículo 2: Todas las personas son iguales con independencia de su


raza, color, sexo, idioma, religión, política o el lugar donde haya nacido.

Artículo 3: Toda persona tiene derecho a la vida y a vivir en libertad y


seguridad.
Artículo 4: Toda persona tiene derecho a no ser sometida a esclavitud.

Artículo 5: Toda persona tiene derecho a no ser sometida a tortura.


Artículo 6: Toda persona tiene derecho a ser reconocida ante la ley. 
Artículo 7: Todas las personas son iguales ante la ley y tienen, sin
distinción, derecho a igual protección de la ley. Todas las personas
tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja
esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8: Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los
tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por
la ley.
Artículo 9: Ninguna persona podrá ser arbitrariamente detenida, presa ni
desterrada.
Artículo 10: Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena
igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en
materia penal.
Artículo 11.
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que
se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Artículo 12

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su


correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tales injerencias o ataques .

Artículo 13

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un


Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14

1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en
cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos
comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por
motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales
derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección
de la sociedad y del Estado.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.


2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este


derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar
su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la
enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no
ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.


2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21

1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas
de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará
mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e
igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Artículo 22

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener,
mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y
los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones


equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le
asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de
la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños,
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo
concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.
La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores
será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá
la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o
religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus
hijos.

Artículo 27

1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a
gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29

1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar
libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente
sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el
respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral,
del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los
propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30

Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al
Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos
tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración.

6. Ley de derechos humanos internacionales


LA CARTA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

La Declaración Universal de los Derechos Humanos por acuerdo común es un estándar ideal para
las naciones por todo el mundo, pero que no está respaldada por la fuerza de la ley. Así pues, de
1948 a 1966, la tarea principal de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU fue crear un
cuerpo jurídico internacional de derechos humanos basado en la Declaración para establecer los
mecanismos necesarios para hacer cumplir su implementación y su uso.

La Comisión de Derechos Humanos produjo dos documentos principales: el Pacto Internacional


sobre Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC). Ambos se convirtieron en leyes internacionales en 1976. Junto con
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, estos dos pactos componen lo que se conoce
como la “Carta Internacional de Derechos Humanos”.

El PIDCP se centra en temas como el derecho a la vida, la libertad de expresión, de religión y de


voto. El PIDESC se centra en la alimentación, educación, salud y vivienda. Ambos pactos proclaman
estos derechos para todas las personas y prohíben la discriminación.

Además, el artículo 26 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos estableció un
Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Compuesto por dieciocho expertos en
derechos humanos, el Comité es responsable de asegurar que cada signatario del PIDESC cumpla
con sus términos. El Comité examina informes entregados por países cada cinco años (para
asegurar que están en conformidad con el PIDCP), y publica sus conclusiones acerca del
desempeño del país.
Muchos países que ratificaron el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos acordaron
también que el Comité de Derechos Humanos pudiera investigar acusaciones realizadas por
individuos y organizaciones a efectos de que el Estado había violado sus derechos. Antes de apelar
al Comité, el reclamante debe agotar todos los recursos legales en los tribunales de ese país.
Después de una investigación, el Comité publica los resultados. Estas conclusiones tienen gran
fuerza. Si el Comité da por válidas las alegaciones, el Estado debe tomar medidas para remediar el
abuso.

DOCUMENTOS DE DERECHOS HUMANOS POSTERIORES

Además de los pactos en la Carta Internacional de Derechos Humanos, las


Naciones Unidas han adoptado más de veinte tratados principales,
detallando aún más los derechos humanos. Entre ellos están los convenios
para evitar y prohibir abusos específicos, tales como la tortura y el genocidio,
y proteger a grupos específicos vulnerables como los refugiados
(Convención sobre la Posición de los Refugiados, 1951), las mujeres
(Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer, 1979), y los niños (Convención sobre los Derechos del Niño,
1989). Otros convenios abarcan la discriminación racial, la prevención del
genocidio, los derechos políticos de las mujeres, la prohibición de la
esclavitud y la tortura.

7. Ideal y defensores de derechos humanos

En la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos aprobada por la
Asamblea General el 9 de diciembre de 1998, las Naciones Unidas no solo reconocieron su
legitimidad al considerar la defensa de los derechos humanos como un derecho en sí mismo, sino
también el papel decisivo que desempeñan y la necesidad de garantizar su protección.

El 9 de diciembre se celebra su Día Internacional, y el 29 de noviembre el Día Internacional de las


Defensoras. Desde su fundación en 1961, Amnistía Internacional apoya a las defensoras y
defensores porque se sitúan en primera línea de la lucha por los derechos humanos y porque
ponen al descubierto la inmensa brecha entre los compromisos retóricos de los gobiernos y su
limitado cumplimiento en la práctica.

Al recordar a las autoridades (y a las poderosas élites políticas, militares y económicas) sus
obligaciones en materia de derechos humanos, los defensores y defensoras asumen serios riesgos.

Amnistía Internacional ha documentado ataques contra estas personas en la mayoría de países del


mundo, y también tácticas represivas para silenciar al colectivo por parte de gobiernos de todas
las tendencias políticas. Tales ataques adoptan formas y grados diversos: amenaza continua,
intentos de desacreditar su trabajo, encarcelamiento injusto, tortura e incluso asesinato. Esta
amenaza también se hace extensible a sus familiares.
Los defensores y defensoras son aquellas personas que actúan pacíficamente, sin recurrir a la
violencia, para promover y proteger la universalidad e indivisibilidad de los derechos de pueblos e
individuos. Pueden ser personas de muy diversa tipología. Pueden actuar por cuenta propia o de
forma asociativa; algunas actúan a título personal, otras en el marco de su profesión; defendiendo
los derechos humanos en sus actividades cotidianas o tras una acción individual a favor de esa
causa.

Los defensores y defensoras denuncian y ponen en evidencia a quienes abusan de su posición de


poder y autoridad. También destapan violaciones de derechos humanos, las someten al escrutinio
público y presionan para que los responsables rindan cuentas. Pueden empoderar a particulares y
comunidades para que reivindiquen sus derechos básicos. Otras se niegan a aceptar como natural
o inamovible cualquier orden político, social o económico que condene a sectores enteros de
población a vivir en la miseria, el temor y la indignidad.

Y diverso es el ámbito de los derechos que defienden. Civiles y políticos,


como el derecho a no sufrir tortura o a tener un juicio justo. Económicos y
sociales, como el derecho al mejor nivel de salud posible o a la
educación. Y culturales, como el derecho de los pueblos indígenas a
tener el control de sus tierras y sus recursos, o los derechos sexuales y
reproductivos.

Donde no hay diferencias es en su respeto al principio fundamental de


universalidad, que reconoce a todos los seres humanos como iguales en
dignidad y derechos, sin importar el género, la raza, la etnia o cualquier
otra condición.

Amnistía Internacional trabaja para visibilizar y respaldar públicamente a


las defensoras y defensores tanto dentro como fuera de su país,
difundiendo la importancia de su labor y las normas internacionales que
los protegen.

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