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\mathbb{Q}. Al igual que con los números enteros se puede calcular el resultado de cualquier resta, con
los racionales es posible efectuar divisiones que no tienen resultado entero, como 15/2 = 7,5 o 7½.
Los números racionales permiten resolver gran cantidad de problemas prácticos, pero desde los antiguos
griegos se conoce que ciertas relaciones geométricas (la diagonal de un cuadrado de lado unidad) son
números no enteros que tampoco son racionales. Igualmente, la solución numérica de una ecuación
polinómica cuyos coeficientes son números racionales, usualmente es un número no racional. Puede
demostrarse que cualquier número irracional puede representarse como una sucesión de Cauchy de
números racionales que se aproximan a un límite numérico. El conjunto de todos los números racionales
y los irracionales (obtenidos como límites de sucesiones de Cauchy de números racionales) es el
conjunto de los números reales
\mathbb{R}. Durante un tiempo se pensó que toda magnitud física existente podía ser expresada en
términos de números reales exclusivamente. Entre los reales, existen números que no son soluciones de
una ecuación polinomial o algebraica, y estos reciben el nombre de transcendentales. Los más conocidos
de estos números son el número π (Pi) y el número e (este último base de los logaritmos naturales), los
cuales están relacionados entre sí por la identidad de Euler.
Uno de los problemas de los números reales es que no forman un cuerpo algebraicamente cerrado, por
lo que ciertos problemas no tienen solución planteados en términos de números reales. Esa es una de
las razones por las cuales se introdujeron los números complejos
\mathbb{C}, que son el mínimo cuerpo algebraicamente cerrado que contiene a los números reales.
Además, en algunas aplicaciones prácticas, así como en las formulaciones estándar de la mecánica
cuántica se considera útil introducir los números complejos. Al parecer, la estructura matemática de los
números complejos refleja estructuras existentes en problemas físicos, por lo que en física teórica y en
diversas aplicaciones los números complejos se usan en pie de igualdad con los números reales, a pesar
de que inicialmente fueron considerados únicamente como un artificio matemático sin relación con la
realidad física. Todos los conjuntos de números
�
,
Al margen de los números reales y complejos, claramente conectados con problemas de las ciencias
naturales, existen otros tipos de números que generalizan aún más y extienden el concepto de número
de una manera más abstracta y responden más a creaciones deliberadas de matemáticos. La mayoría de
estas generalizaciones del concepto de número se usan solo en matemáticas, aunque algunos de ellos
han encontrado aplicaciones para resolver ciertos problemas físicos. Entre ellos están los números
hipercomplejos, que incluyen a los cuaterniones, útiles para representar rotaciones en un espacio de tres
dimensiones, y generalizaciones de estos, como octoniones y los sedeniones.
A un nivel un poco más abstracto también se han ideado conjuntos de números capaces de tratar con
cantidades infinitas e infinitesimales, como los hiperreales
{\displaystyle {}^{*}\mathbb {R} } y los transfinitos. E igualmente los números racionales pueden
extenderse de otras maneras, como por ejempo para formar los números p-ádicos, entre los cuales se
encuentran los enteros p-ádicos
�
{\displaystyle \Omega =\mathbb {C} _{p}}, que satisfacen
�
⊂
�
⊂
{\displaystyle \mathbb {Z} _{p}\subset \mathbb {Q} _{p}\subset \mathbb {C} _{p}}.
La teoría de los números trata básicamente de las propiedades de los números naturales y los enteros,
mientras que las operaciones del álgebra y el cálculo permiten definir la mayor parte de los sistemas
numéricos, entre los cuales están:
Números naturales
Número primo
Números compuestos
Números perfectos
Números enteros
Números negativos
Números pares
Números impares
Números racionales
Números reales
Números irracionales
Números algebraicos
Números trascendentes
Números hipercomplejos
Cuaterniones
Octoniones
Números hiperreales
Números superreales
Números surreales
Números ordinales
Números cardinales
Números transfinitos
Estructura de orden, usualmente un conjunto ordenado, en el caso de los números naturales, enteros,
racionales y reales se trata de conjuntos totalmente ordenados, aunque los números complejos e
hipercomplejos solo son conjuntos parcialmente ordenados. Los reales además son un conjunto bien
ordenado y con un orden denso.1
Estructura topológica, los conjuntos numéricos numerables usualmente son conjuntos disconexos, sobre
los que se considera la topología discreta, mientras que sobre los conjuntos no numerables se considera
una topología que los hace adecuados para el análisis matemático.
Otra propiedad interesante de muchos conjuntos numéricos es que son representables mediante
diagramas de Hasse, diagramas de Euler y diagramas de Venn, pudiéndose tomar una combinación de
ambos en un diagrama de Euler-Venn con la forma característica de cuadrilátero y además pudiéndose
representar internamente un diagrama de Hasse (es una recta). Tanto históricamente como
conceptualmente, los diversos conjuntos numéricos, desde el más simple de los números naturales,
hasta extensiones transcendentes de los números reales y complejos, elaboradas mediante la teoría de
modelos durante el siglo xx, se construyen desde una estructura más simple hasta otra más compleja.2
Sheldon: el número 73, es el 21° número primo, que al multiplicar 7 x 3 = 21; Y al dar la vuelta a sus
dígitos da 37 que es el 12° número primo.
Narcisista: número de n dígitos que resulta ser igual a la suma de las potencias de orden n de sus dígitos.
Ejemplo: 153 = 1³ + 5³ + 3³.
Omirp: número primo que al invertir sus dígitos da otro número primo. Ejemplo: 1597 y 7951 son
primos.
Vampiro: número que es el producto de dos números obtenidos a partir de sus dígitos. Ejemplo: 2187 =
27 x 81.
Hamsteriano: Su estructura aritmética N= (a×b)2-1, donde a y b son primos los dos, la suma de sus
divisores sobrepasa N, y la cantidad de sus divisores es > a×b/2; va como ejemplo: 1224 = (5×7)2-1
Pitagórico: una terna pitagórica son tres números que cumplen las siguientes condiciones: el cuadrado
de uno de ellos, más el cuadrado de otro, es igual al cuadrado del tercero, por ejemplo: (3, 4, 5) ya que
32 + 42 = 9 + 16 = 25 = 52
Una vez entendido el problema de la naturaleza y la clasificación de los números, surge otro, más
práctico, pero que condiciona todo lo que se va a hacer con ellos: la manera de escribirlos. El sistema
que se ha impuesto universalmente es la numeración posicional, gracias al invento del cero, con una
base constante.
Más formalmente, en Los fundamentos de la aritmética, Gottlob Frege realiza una definición de
«número», la cual fue tomada como referencia por muchos matemáticos (entre ellos Bertrand Russell,
cocreador de Principia mathematica):
«n» es un número, es entonces la definición de «que existe un concepto “F” para el cual “n” aplica», que
a su vez se ve explicado como que «n» es la extensión del concepto «equinumerable con» para «F», y
dos conceptos son equinumerables si existe una relación «uno a uno» (véase que no se utiliza el símbolo
«1» porque no está definido aún) entre los elementos que lo componen (es decir, una biyección en otros
términos).
Véase también que Frege, tanto como cualquier otro matemático, se ve inhabilitado para definir al
número como la expresión de una cantidad, porque la simbología matemática no hace referencia
necesaria a la numerabilidad, y el hecho de «cantidad» referiría a algo numerable, mientras que
números se adoptan para definir la cardinalidad de, por ejemplo, los elementos que se encuentran en el
intervalo abierto (0, 1), que contiene innumerables elementos (el continuo).
Peano, antes de establecer sus cinco proposiciones sobre los números naturales, explícita que supone
sabida una definición (quizás debido a su «obviedad») de las palabras o conceptos cero, sucesor y
número. De esta manera postula:
0 es un número natural
y la propiedad inductiva
Sin embargo, si uno define el concepto cero como el número 100, y el concepto número como los
números mayores a 100, entonces las cinco proposiciones mencionadas anteriormente aplican, no a la
idea que Peano habría querido comunicar, sino a su formalización.