Acto Jurídico

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Acto jurídico

El acto jurídico es la declaración o manifestación de voluntad, sancionada por el


Derecho, destinada a producir efectos jurídicos queridos por su autor o por las
partes, que pueden consistir en crear, modificar, transferir, transmitir o extinguir
derechos y obligaciones.1
La doctrina alemana distingue el acto del negocio jurídico, siendo este último una
especie de acto jurídico, caracterizado por tener una declaración de voluntad, a
diferencia del acto jurídico como concepto más amplio que abarca los hechos
voluntarios (tanto lícitos como ilícitos).2
Acto jurídico deriva del latín actus, -us, de verbal de ago -ere; así en el mismo
sentido se nos señala que acto jurídico es " todo comportamiento
humano valorado por el derecho".
Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya un sujeto y un objeto con
bastante capacidad, se necesita algo que los ponga en relación, estableciendo un
lazo o un vínculo que los una, haciendo pasar la relación jurídica del estado de
posibilidad al estado de existencia. Este tercer elemento es un hecho, que por ser
productor de efectos jurídicos se denomina hecho jurídico, cuando
tal hecho procede de la voluntad humana recibe el nombre de acto jurídico.
Usualmente la doctrina indica que son actos jurídicos solamente los típicos o
formales previstos y descritos explícitamente por la ley.
Hechos Jurídicos: Acciones con consecuencias jurídicas. Se denominan
Naturales, ya que se generan espontáneamente, no por la voluntad humana.

Índice

 1Elementos del acto jurídico

o 1.1Elementos esenciales

 1.1.1Requisitos de existencia

 1.1.2Requisitos de validez

o 1.2Elementos naturales

o 1.3Elementos accidentales o modalidades

 2Clasificación del acto jurídico

o 2.1Actos positivos y negativos

o 2.2Actos unilaterales y bilaterales


o 2.3Actos entre vivos y actos mortis causa

o 2.4Actos gratuitos y onerosos

o 2.5Actos formales y no formales

o 2.6Actos patrimoniales y extrapatrimoniales

o 2.7Actos de administración y de disposición o enajenación

o 2.8Actos abstractos de causa y causados

 3Ineficacia del acto jurídico

 4Véase también

 5Referencias

 6Bibliografía

Elementos del acto jurídico[editar]


Los elementos del negocio jurídico se clasifican en esenciales, naturales y
accidentales. Los sujetos, o partes, que pueden ser uno o varios, son aquellas
personas físicas o jurídicas que realizan el acto y se verán afectados por el mismo,
ya que en su virtud, adquirirán, modificarán, transferirán o extinguirán derechos.
Los que no forman parte del acto jurídico se denominan terceros.
Elementos esenciales[editar]
Los esenciales son aquellos sin los cuales el negocio jurídico no puede darse aún.
Son los componentes imprescindibles de todo acto jurídico, sin que la autonomía
de la voluntad pueda soslayarlos, además estos elementos son los que permiten
que un acto jurídico se concretice y pueda alcanzar su denominación
distinguiéndose de otros actos jurídicos. La doctrina y la ley en casi todos los
países de sistema de derecho continua uniforme en señalar que estos requisitos
son la manifestación de la voluntad, la capacidad, el objeto, la causa y la forma o
solemnidad. Sin embargo debe distinguirse entre los elementos esenciales de
carácter general (los ya expuestos) y los de carácter especial que son los que
requieren cada acto jurídico en particular, pero que deben concurrir con los
elementos de carácter general, en una compra-venta por ejemplo los elementos
esenciales especiales serían el bien que se vende y el precio que debe ser
pactado.
Requisitos de existencia[editar]
Los requisitos de existencia son aquellos sin los cuales el acto no genera efecto
alguno y su omisión acarrea la inexistencia o nulidad absoluta del acto. Son
requisitos de existencia:
 voluntad
 objeto
 solemnidad
Véase también: Perfeccionamiento (Derecho)

Requisitos de validez[editar]
Los requisitos de validez son aquellos que no obstan a la generación del acto
jurídico, pero su omisión no le brinda una existencia sana al acto, por lo que puede
acarrear la nulidad relativa del acto.

 Voluntad exenta de vicios.


 Objeto Lícito
 Causa lícita
 Capacidad de ejercicio.
 Formalidad
Algunos autores sostienen que las solemnidades que la ley impone a ciertos actos
también son requisitos de validez, como también lo sería la ausencia de lesión.
Elementos naturales[editar]
Los elementos naturales son lo que normalmente llevan consigo cada negocio
jurídico, a no ser que sus autores los eliminen. Son los que están insertos en la
naturaleza de un acto jurídico concreto y determinado, de tal manera que el
derecho se los atribuye aun cuando las partes no los hayan incluido. Su presencia
en el contenido de un acto jurídico determinado con prescindencia de la voluntad
de las partes es lo que los hace elementos naturales. Messineo señala que se les
suele considerar así, pues no son verdaderos y propios elementos sino más bien
efectos implícitos de determinados negocios. No obstante que la ley reconoce la
presencia de estos elementos, la autonomía de la voluntad puede separarlos del
acto jurídico sin que su separación afecte la validez del acto jurídico. En un
préstamo de dinero, por ejemplo, los intereses.
Elementos accidentales o modalidades[editar]
Los elementos accidentales son los que solo existen cuando las partes los
determinan y agregan expresamente al negocio. Son incorporados al acto jurídico
por voluntad de las partes en ejercicio de su autonomía sin que esto afecte la
validez del acto jurídico, pero siempre que no se desvirtúe la esencia del acto y no
exista prohibición de la ley. Los elementos accidentales se diferencian de los
naturales porque son ajenos al acto jurídico, así estos serán modalidades
alternativas de realizar el acto jurídico. Algunos de los elementos accidentales (o
modalidades) del negocio jurídico son:

 Condición es el acontecimiento futuro e incierto del que depende el nacimiento o


extinción de un derecho o de una obligación.
Se clasifica en:

o Resolutoria: es aquella condición que, una vez cumplida pone fin a un derecho o a
una obligación( "te daré mil dólares mensuales "hasta" que te cases" en este
caso, el derecho del deudor se extinguirá cuando el acreedor contraiga
matrimonio).
o Suspensiva- aquella condición que superdita el nacimiento de la obligación al
cumplimiento de un hecho futuro. ("te regalo mi carro "cuando" te cases". Hasta
que no se verifique la condición (matrimonio), la persona a la que se le regalaría el
carro no tiene derecho a exigir su entrega).
Con la finalidad de proteger a que la condición no sufra interferencias se ejercen
"actos conservatorios" (llamados en algún sector de la doctrina efectos
prolegómenos o prodrómicos).

 Plazo es el tiempo que se fija para el cumplimiento de una obligación, también se la


define como un hecho futuro y cierto del que depende la exigibilidad o extinción de
una obligación y del derecho que le es correlativo.
 Modo o cargo es una obligación accesoria impuesta al adquirente de un derecho con
la finalidad de fijar como debe conducirse para su ejecución - por ejemplo, un
millonario puede donar una herencia para una fundación con el fin de que esta destine
el dinero a la construcción de una escuela.

Clasificación del acto jurídico[editar]


El negocio jurídico es una manifestación de voluntad que tiene por objeto la
producción de ciertos y determinados efectos jurídicos. Es un acto integrado por
una o varias declaraciones de voluntad privada, dirigidas a la producción de un
determinado efecto jurídico y en el que el derecho objetivo reconoce como base,
cumplidos los requisitos y dentro de los límites que el ordenamiento establece.
Actos positivos y negativos[editar]
En los primeros, el nacimiento, modificación, extinción, etc. de un derecho,
depende de la realización del acto; tal es, por ejemplo, la firma de un pagaré, la
entrega de una suma de dinero, la realización de un trabajo o de una obra de arte.
En los segundos, en cambio, la conducta jurídica consiste en una omisión o
abstención; tal es el caso de las obligaciones de no hacer. El propietario de
una casa alquilada a un tercero debe abstenerse de perturbarlo en el goce de ella;
en este hecho negativo, en esta abstención, consiste el cumplimiento de su
obligación.
Actos unilaterales y bilaterales[editar]
Los actos jurídicos son unilaterales cuando para su perfección, requieren de la
voluntad de una sola parte, que puede ser una sola persona, en el caso del
testamento; o la voluntad de varias personas pero que son una sola parte, pues su
voluntad es expresada con el mismo sentido, como por ejemplo en el caso de las
comunidades que son representadas por un administrador. Dentro de los actos
unilaterales se pueden clasificar entre actos recepticios y no recepticios.
Son bilaterales cuando requieren el consentimiento de dos o más voluntades
(consentimiento), como los contratos.
Esta clasificación no debe confundirse con la de contratos que son unilaterales y
bilaterales. Los contratos son siempre actos jurídicos bilaterales, desde que no
existen sin el concurso de voluntades; pero en orden a sus efectos, se llama
unilaterales a los que crean obligaciones a cargo de una sola de las partes, tales
como el depósito, la donación y bilaterales a aquellos que las crean para ambas,
como la compraventa y el contrato de trabajo.
Actos entre vivos y actos mortis causa[editar]
Los actos jurídicos cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de cuya
voluntad emanan, se llaman actos entre vivos, como son los contratos. Cuando no
deben producir efectos sino después del fallecimiento de aquellos de cuya
voluntad emanan, se denominan actos mortis causa o actos de última voluntad,
como son los testamentos.
Actos gratuitos y onerosos[editar]
Actos a título gratuito o simplemente gratuitos son aquellos en que
la obligación está a cargo de una sola de las partes y responden a un propósito de
liberalidad; tales los testamentos, la donación, la renuncia sin cargo a un derecho.
En cambio, en los actos onerosos las obligaciones son recíprocas y cada
contratante las contrae en vista de que la otra parte se obliga a su vez; así ocurre
en la compraventa, la permuta, etc.
Actos formales y no formales[editar]
Actos formales o solemnes son aquellos cuya eficacia depende de la observancia
de las formalidades ordenadas por la ley. Son no formales o no solemnes aquellos
cuya validez no depende del cumplimiento de solemnidad alguna. Los actos
jurídicos, en general, pueden ser formales o no formales. Son formales aquellos
actos jurídicos para cuya existencia o validez es necesaria la manifestación de
ciertos caracteres externos, en vista a producir plenos efectos jurídicos. Ejemplo
de esto son los contratos solemnes, que requieren de una solemnidad
propiamente tal, o los contratos reales, que requieren de la entrega de todas.
Las formalidades, tal como las reconoce la doctrina, pueden ser:

 Formalidades ad solemnitatem: Se refiere a aquellas formalidades que constituyen


requisito de existencia o validez del acto en cuestión, y ante cuya omisión el acto es
nulo, inexistente, o no produce efecto jurídico alguno. Por ejemplo, en la mayoría de
los países, la compraventa de bienes raíces debe celebrarse en escritura pública, sin
la cual se entiende que la venta es nula. Dichas solemnidades se establecen en
consideración a la naturaleza del acto, dada la importancia que el
determinado negocio jurídico tiene para el ordenamiento jurídico nacional.

 Formalidades habilitantes: Son aquellas formalidades establecidas en consideración


de las personas incapaces o ausentes, en vistas de proteger su patrimonio con ciertas
cortapisas legales que impiden a sus representantes disponer libremente de
su patrimonio. Tal es el caso, por ejemplo, de las restricciones de los guardadores de
la venta de bienes raíces de sus pupilos, la que, en la mayoría de los países, debe
hacerse en pública subasta previa autorización de juez competente. Su omisión
implica la nulidad del acto en cuestión.

 Formalidades ad probationem: Aquellos requisitos externos al acto jurìdico que se


exigen en consideración a la acreditación formal de un acto ante la sociedad o
las autoridades. Por regla general, se traduce en la escrituración del determinado
acto, como es en el caso de los contrato de trabajo, donde es de interés
del legislador que dichos actos se mantengan escriturados o registrados, en
protección de los trabajadores. Su omisión jamás acarrea la nulidad, sino que formas
distintas de ineficacia de los actos jurídicos, tales como la inadmisibilidad de la prueba
testimonial.

 Formalidades de publicidad: Aquellas formalidades destinadas a dar publicidad al


determinado acto jurídico, y que por regla general se traducen en la inscripción del
negocio en un registro público, de modo que todas las personas tengan acceso al
conocimiento de su contenido y efectos. Su violación acarrea, como norma general, la
inoponibilidad del acto frente a tercero.

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