Complot Contra La Iglesia I
Complot Contra La Iglesia I
Complot Contra La Iglesia I
Capítulo Primero:
1
León de Poncins, Las fuerzas secretas de la revolución: Francmasonería – Judaísmo. Madrid: Ediciones Fax,
1932, p. 161.
14 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
2
S. P. Melgunov, La terreur rouge en Russie: de 1918 a 1923 (El terror rojo en Rusia). Payot, 1927.
3
Latsis, “El terror rojo” del 19 de noviembre de 1918.
4
S. P. Melgunov, obra citada, p. 161.
CAPÍTULO I: “EL COMUNISMO ASESINOY DESTRUCTOR” 15
“La comisión de información de Denikin sobre las intrigas bolcheviques durante el período
1918-1919, en un ensayo sobre el terror rojo, contó en sólo estos dos años, un millón
setecientas mil víctimas” 5.
Ev. Kommin, en el “Roul” del 3 de agosto de 1923, hace la siguiente consideración:
“Durante el invierno de 1920 la URSS comprendía 52 gobiernos, con 52 comisiones
extraordinarias (Tchecas), 52 secciones especiales y 52 tribunales revolucionarios. Además de
innumerables `Erte-Tchecas´, redes de transporte, tribunales de ferrocarriles, tribunales de
tropas de seguridad interior. A esta lista de cámaras de tortura hay que añadir las secciones
especiales, o sea, 16 tribunales de ejército y división. Entre todo, hay que contar mil cámaras
de tortura, y si se toma en consideración que en ese tiempo existían comisiones cantonales,
hay que contar más. Luego, los muchos gobiernos de la URSS aumentaron; la Siberia; la
Crimea, y el Extremo Oriente fueron conquistados. El número de Tchecas (comisiones)
aumentó en proporción geométrica”.
“Según los datos soviéticos (en 1920, cuando no había disminuido el terror y no se habían
reducido las informaciones), se podía establecer una cifra media al día para cada tribunal; la
curva de las ejecuciones se eleva de uno a cincuenta (en los grandes centros), y hasta ciento
en las regiones recientemente conquistadas por el ejército rojo. Las crisis del terror eran
periódicas, y luego cesaban; de manera que puede fijarse el número (modesto) de cinco
víctimas diarias...que, multiplicado por los mil tribunales, dan cinco mil cada día. Y al año,
alrededor de millón y medio” 6.
Recordamos estas matanzas inauditas no porque sean las más cuantiosas en conjunto ni las
más inmisericordes, sino porque al encontrarnos a cuarenta y cinco años de estas masacres
pueden haberse borrado del cuadro actual comunista, incluso para las personas que todavía
alcanzaron a ser contemporáneas de los acontecimientos, y, que viviendo aún, se han olvidado
de esas tragedias con esa facilidad con que los humanos olvidan no solamente los hechos
desagradables que no les afectan directamente, sino aun aquellos de los que fueron víctimas.
Desgraciadamente el tiempo ha venido a mostrarnos una superación verdaderamente
demoníaca del comunismo en sus actividades asesinas, de las cuales no damos los detalles ni
presentamos las monstruosas estadísticas por ser de todos conocidas, máxime que algunas de
estas feroces matanzas han sido tan recientes que parecen escucharse todavía los gritos de
terror de los torturados, los lamentos de los acosados, los estertores de los moribundos y la
muda, pavorosa y constante acusación de los cadáveres.
Basta recordar las gigantescas y recientes matanzas de Hungría, de Katyn, de Polonia, de
Alemania Oriental y de Cuba; las anteriores purgas masivas de Stalin y el aniquilamiento de
millones de chinos por el gobierno comunista de Mao Tse-tung. Una estadística valiosa de las
víctimas del comunismo obra en la publicación titulada “Rivelazione d’interesse mondiale”,
Vermijon, Roma, 1957, reproduciendo a su vez información tomada del “Russkaja Mysl”,
periódico ruso publicado en Francia el 30 de noviembre de 1947.
Pero aun los ensayos comunistas que no pudieron tener permanencia definitiva, como el
del comunista Bela Kun, que de manera rapsódica ocupó Hungría a mediados del año 1919; el
de España de 1936 en que los bolcheviques se apoderaron de Madrid y parte de las provincias
hispanas, asesinando “más de 16000 sacerdotes, religiosas, religiosos y doce obispos” 7; y el
ensayo, felizmente fracasado, de Alemania de 1918 dirigido por Hugo Haase y que tuvo su
mejor realización en la República roja de Baviera en 1919, fueron verdaderas orgías de sangre
y de bestialidad desenfrenada.
Y no hay que olvidar que esta apocalíptica tormenta que va formando un henchido cauce
de cadáveres, sangre y lágrimas, se desploma sobre el mundo con un solo fin: destruir no sólo
5
León de Poncins, obra citada, pp. 164-165.
6
S. P. Melgunov, obra citada, p. 104.
7
Traian Romanescu, La gran conspiración judía. 3ª ed. México, D.F. 1961. p. 272.
16 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
N o cabe la menor duda de que los inventores del comunismo son los judíos. Ellos han
sido los forjadores de la doctrina sobre la cual se fundamenta todo ese monstruoso
sistema que actualmente domina con poder absoluto en la mayor parte de Europa y
Asia, que convulsiona a los países de América y que invade progresivamente a todos los
pueblos del mundo como un cáncer letal, como un tumor que va comiendo las entrañas de las
naciones libres, sin que parezca encontrarse un remedio eficaz contra él.
También son los inventores y directores de la práctica comunista, de las eficientes tácticas
de lucha, de la insensible y precisa política inhumana de gobierno y de la agresiva estrategia
internacional.
Que los teóricos comunistas fueron todos judíos, es cosa que está plenamente comprobada,
pese al sistema que constantemente usaron los judíos –tanto los teóricos como los
revolucionarios prácticos- de adquirir a modo de sobrenombre un apellido y un nombre que
velara su origen a los ojos del pueblo en donde vivieron.
1.- El fundador del sistema fue, como es sabido, Karl Heinrich Marx; judío alemán, cuyo
verdadero nombre era el de Kissel Mordecay, nacido en Treves, Prusia Renana, hijo de un
abogado judío. A sus doctrina comunista le dio el nombre de socialismo científico, nombre
injustificado ya que los hechos han demostrado que ninguna base científica tiene muchos de
sus postulados básicos.
Antes de su famosa obra “El Capital” –concepción fundamental del comunismo teórico y
cuyas ideas se dedicó a propagar por el mundo con inagotable actividad hasta su muerte en
1887- había escrito y publicado en Londres el “Manifiesto Comunista” en compañía del judío
Engels el año de 1848. Anteriormente, entre 1843 y 1847, había formulado en Inglaterra –
cuyos gobiernos en forma extraña lo protegieron- la primera concepción moderna del
nacionalismo hebreo a través de sus artículos, como el publicado en 1844 en la revista
“Deustch-Französische Jahrbücher” titulado “Zur Judenfrage” (Sobre la cuestión judía) y
que tiene una tendencia ultranacionalista judía.
2.- Frederik Engels, creador junto con Marx de la Primera Internacional y colaborador
íntimo de Marx. Judío, nació en Barmen, Alemania, siendo su padre un comerciante judío de
algodón de la localidad. Murió en 1894..
3.- Karl Kautski, cuyo verdadero apellido fue Kaus; autor del libro. “Los orígenes del
cristianismo” en donde principalmente combate los fundamentos del cristianismo. Fue el más
importante intérprete de Marx. Publicó en 1887 “Las enseñanzas económicas de Karl Marx
para el entendimiento de todos”; “La matanza de Chisinaw” y “La cuestión judía” en 1903;
“La lucha de clases”, que fue para Mao Tse-tung, en China, el libro fundamental para la
instrucción comunista; y la obra intitulada “La vanguardia del socialismo”, en el año 1921.
Fue también el autor del “Programa socialista” de Ehrfurt, Alemania. Este judío nació en
Praga en 1854 y murió en 1938 en La Haya, Holanda. Debido a esos pleitos de familia que
surgen con frecuencia entre los dirigentes judíos, se vio envuelto con posterioridad en una
enconada lucha con Lenin.
4.- Ferdinand Lassalle, judío nacido en Breslau en 1825; después de haberse mezclado en
la revolución democrática de 1848, publica en el año de 1863 su obra titulada “Contestaciones
abiertas”, en la que traza un plan revolucionario para los obreros alemanes. Desde entonces
trabajó incansablemente en una intensa campaña “socialista” tendiente a la rebelión de los
obreros, para lo cual publica otra obra con el título de “Kapital und Arbeit”.
18 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Su socialismo, aunque en algunos aspectos difería del de Marx, coincidía con éste en sus
resultados finales, o sea, suprimir la propiedad privada para ponerla en manos del Estado,
controlado por el judaísmo, naturalmente.
5.- Eduard Bernstein, judío nacido en Berlín en 1850. Sus principales obras son:
“Suposiciones sobre el socialismo”, “Adelante socialismo”, “Documentos del socialismo”,
“Historia y teoría del socialismo”,
“Socialdemocracia de hoy en teoría y práctica”, “Los deberes de la socialdemocracia” y
“Revolución Alemana”, todas ellas estructurando la doctrina comunista y fundamentadas en
las concepciones de Marx. En 1918 fue nombrado ministro de Hacienda del Estado alemán
socialista, que felizmente no llegó a sostenerse sino unos meses.
6.- Jacob Lastrow, Max Hirsch, Edgar Löening, Wirschauer, Babel, Schatz, David Ricardo
y otros muchos escritores del comunismo teórico, fueron judíos. En todos los países se
encuentran casi exclusivamente escritores judíos predicando el comunismo a las masas,
aunque tratando en muchas ocasiones de proceder con cautela en sus escritos, dándoles
siempre un sentido de humanidad y hermandad que ya hemos visto en la práctica lo que
significan 8.
Todos los judíos anotados –por muy teóricos que hayan sido- no se han contentado
solamente con sentar las bases doctrinarias del socialismo marxista o comunismo, sino que
cada uno de ellos ha sido un revolucionario práctico que se ha dedicado en el país donde se
encontraba a preparar, dirigir o ayudar la subversión de hecho, y, como jefes o miembros
connotados de asociaciones revolucionarias, han tomado siempre parte activa en el desarrollo
del marxismo.
Pero aparte de los judíos considerados como principalmente teóricos, encontramos que casi
todos los dirigentes materiales que desarrollan las tácticas comunistas son también de esta
misma raza y llevan a cabo su cometido con la máxima eficiencia.
Por lo pronto, en los países en donde abortó la conjuración judía comunista ya a punto de
estallar o en donde el marxismo se apoderó del gobierno inicialmente, aunque después haya
sido expulsado, los datos verídicos con que se cuenta hoy en día demuestran la plena y
total.responsabilidad judía. Como ejemplos incontrovertibles pueden señalarse dos
movimientos de este tipo:
A.) Alemania en 1918 es teatro de una revolución comunista dirigida por los judíos. La
República de los Consejos de Munich era judía, como, lo prueban sus jefes Liebknecht, Rosa
Luxemburgo, Kurt Eisner y otros muchos. A la caída del imperio, los judíos se apoderaron del
país y el gobierno alemán queda dominado por los judíos: Haase (ministro de estado) y
Landsberg, apareciendo con ellos Kautski, Kohn y Herzfeld. El ministro de Hacienda,
también judío, tiene como ayudante al judío Bernstein y el del Interior, Preuss, también judío,
busca la colaboración de su hermano de raza el doctor Freund quien lo auxilia en sus
labores.Kurt Eisner, presidente de la República Bávara de los Consejos, fue el jefe de la
revolución bolchevique de Munich.
“Once hombrecillos hicieron la revolución –decía Kurt Eisner en la embriaguez del triunfo
a su colega el ministro Auer-. Es muy justo conservar el recuerdo imperecedero de estos
hombrecillos, que son los judíos: Max Löwenberg, el doctor Kurt Rosenfeld, Gaspar
Wollheim, Max Rotschild, Carlos Arnold, Kranold, Rosenhek, Birnbaum, Reis y Kaisser. Los
diez, con Kurt Eisner van Israelovitch, estaban al frente del `tribunal revolucionario de
Alemania´. Los once son francmasones y pertenecían a la logia secreta número 11, que tenía
su asiento en Munich, Briennerstrasse 51” 9.
“El primer gabinete de Alemania en 1918 estaba compuesto por los judíos:
1.- Preuss, ministro de Gobernación.
8
Datos tomados de Traian Romanescu, obra citada, pp. 19-23.
9
Monseñor Jouin, Le péril judéo-maçonnique (El peligro judeo-masónico). (5 vols. 1919-1927). Vol. I, p. 161.
CAPÍTULO III: “LA CABEZA DEL COMUNISMO” 19
“Aquel tren de la muerte atravesaba rugiendo la negrura de las noches húngaras; donde se
detenía había hombres colgados de los árboles y sangre que corría por el suelo. A lo largo de
la vía, se veían cadáveres desnudos u mutilados. Szamuelly, dicta sus sentencias en aquel tren,
y nadie que se vea obligado a subir a él podrá contar nunca lo que vio”.
“Szamuelly vive en él constantemente. Una treintena de terroristas escogidos velan por su
seguridad. Verdugos seleccionados le acompañan. El tren está compuesto de dos coches-
salón, de dos coches de primera clase, que ocupan los terroristas, y de dos coches de tercera
para las víctimas. Allí se perpetran las ejecuciones. La tarima de estos coches está manchada
de sangre. Los cadáveres son arrojados por las ventanillas, mientras Szamuelly, cómodamente
sentado en el despacho coquetón de su departamento tapizado de damasco rosa y adornado
con lunas biseladas, con un gesto de la mano decide la vida o la muerte” 13.
El periódico italiano “La Divina parola” (La Divina Palabra) del 25 de abril de 1920,
resalta cómo en Hungría:
“...durante la reacción antibolchevique contra el israelita Bela Kun, fueron encontrados
cadáveres de frailes amontonados confusamente en unos subterráneos. Los diplomáticos
extranjeros llamados por el pueblo para constatarlo con sus propios ojos, han atestiguado que
vieron muchos cadáveres de religiosos y religiosas que tenían clavado en el corazón el
crucifijo que solían llevar sobre el pecho”.
13
Cécile de Tormay, Le livre proscrit (El libro proscrito). Plon Nourrit, 1919. p. 204.
Capítulo Tercero:
N o cabe la menor duda de que la teoría marxista (comunista) es obra judía, como lo es
también toda acción encaminada a poner en práctica esta doctrina y los millones de
asesinatos cometidos.
Los directores y organizadores de cualquier movimiento comunista anterior al
establecimiento definitivo del bolchevismo en Rusia fueron judíos en su casi totalidad, como
también la gran mayoría de los dirigentes materiales de las revoluciones a que dieron origen.
Pero en Rusia, primer país en donde triunfó definitivamente el bolchevismo y que ha sido y
es en estos momentos el centro motor de la comunización mundial, la paternidad judía del
sistema, de la organización y de la práctica soviética no deja tampoco lugar a error.
De acuerdo con los datos incontrastables, plenamente demostrados y aceptados por todos
los escritores imparciales que han tratado este tema, la obra comunista de los hebreos en la
nación de los zares, queda tan patente, que sería vano empeño negarles este ominosos triunfo
en exclusiva.
Basta con recordar los nombres de los que formaron los gobiernos y los principales
organismos directivos en la Unión Soviética para saber a qué atenerse, ante la clara y rotunda
demostración de los hechos.
*(Nota del editor: Esta aclaración corresponde a la 1ª ed. mexicana de Complot contra la
Iglesia, México, D. F.: Ed. Mundo Libre, 1968).
10.- Nicolás Schvernik, miembro del Politburó hasta 1952; luego miembro del Partido
Supremo y miembro del Presidium del Comité Central del Partido Comunista; judío.
11.- André Andreievich Andreiev, que era conocido como el `Politburócrato´ de las 3 A;
miembro de Politburó entre 1931 y 1952; judío de Galitzia, Polonia; utiliza seudónimo ruso.
12.- P. K. Ponomarenko; judío; miembro del Orgburó en 1952; después miembro del
presidium Supremo y ministro de Cultura en el gobierno de Malenkov, 1953; judío.
13.- P. F. Yudin (Iuden), miembro suplente del Presidium Supremo y titular del ministerio
de Materiales de Construcción en el gobierno de Malenkov, 1953; judío.
14.- Mihail Pervukin; judío, miembro del Presidium del Comité Central del Partido
Comunista desde 1953.
15.- N. Schalatin, potentado en el sub-secretariado del Comité Central del Partido
Comunista; judío.
16.- K. P. Gorschenin; judío, ministro de Justicia en el gobierno de Malenkov.
17.- D. Ustinov (Zambinovich); judío, embajador soviético en Atenas, Grecia, hasta la
Segunda Guerra Mundial. Ministro de Defensa en el gobierno de Malenkov.
18.- V. Merkulov, ministro del Control del Estado en el tiempo de Malenkov; judío.
19.- A. Zasyadko, ministro de la Industria del Carbón con Malenkov; judío.
20.- Cherburg, jefe de Propaganda soviética; judío.
21.- Milstein, uno de los jefes del Espionaje soviético en Europa; judío.
22.- Ferentz Kiss, jefe del Servicio de espionaje soviético en Europa; judío.
23.- Potschrebitscher (Poscrevichev), ex-secretario particular de Stalin; actualmente jefe de
los Archivos secretos del Kremlin; judío.
24.- Ilya Ehremburg, diputado de Moscú en el Soviet Supremo; escritor comunista; judío.
25.- Mark Spivak, diputado de Stalino (Ucrania) en el Soviet Supremo de Moscú; judío.
CAPÍTULO III: “LA CABEZA DEL COMUNISMO” 25
17
Traian Romanescu, obra citada, pp. 174-176.
26 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
A.- HUNGRÍA:
18
Traian Romanescu, obra citada, pp. 176-178.
19
Duque de la Victoria, Israel manda. México: Editora Latino Americana, S.A., 1955. pp. 287-288.
CAPÍTULO III: “LA CABEZA DEL COMUNISMO” 27
1.- El jefe comunista más importante desde que el país fue ocupado por las tropas
soviéticas es Mathias Rakosi; israelita cuyo verdadero nombre es Mathew Roth Rosenkranz,
nacido en el año 1892 en Szabadka.
2.- Frenk Muennich; judío, primer ministro de Hungría en 1959, después de Janos Kadar.
3.- Ernö Gerö, ministro del Interior hasta 1954; judío.
4.- Szebeni, ministro del Interior antes del judío Gerö, israelita.
5.- General Laszlo Kiros, ministro del Interior desde julio de 1954; al mismo tiempo jefe
de la A.V.O. (policía secreta) correspondiente húngara de la M.V.D. soviética; judío.
6.- General Peter Gabor, jefe de la Policía Política comunista de Hungría hasta 1953; judío,
llamado en realidad Benjamin Ausspitz, antiguo sastre de Sátoraljaujhely, Hungría.
7.- Varga, secretario de Estado para la Economía Planificada; judío, llamado en realidad
Weischselbaum; ex-ministro del gobierno de Bela-Kun. También presidente del Consejo
Superior Económico.
8.- Beregi, ministro de Asuntos Exteriores.
9.- Julius Egry, ministro de Agricultura de la R.P.H.; judío.
10.- Zoltan Vas, presidente del Consejo Superior Económico; judío llamado en realidad
Weinberger.
11.- Josef Revai, dictador de la prensa húngara y director del periódico rojo `Szabad Nep´
(El pueblo libre); judío, llamado en realidad Moisés Kahána.
12.- Révai (otro), ministro de Educación Nacional; judío, llamado Rabinovits.
13.- Jozsef Gerö, ministro de Comunicaciones; judío, llamado Singer.
14.- Mihály Farkas, ministro de Defensa Nacional; judío, llamado Freedmann.
15.- Veres, ministro de Estado; judío.
16.- Vajda, ministro de Estado; judío.
17.- Szántó, comisario para la Depuración, encviado desde Moscú en 1951; judío, llamado
Schreiber; ex-ministro del gobierno de Bela Kun.
18.- Gyula Déssi, ministro de `Justicia´hasta 1953; hoy, jefe de la Policía Secreta; judío.
19.- Emil Weil, embajador de Hungría en Washington. Es el doctor judío que torturó al
Cardenal Mindszenty.
Entre otros potentados judíos de marca, hay que mencionar a:
1.- Imre Szirmay, el director de la sociedad magyar de radiodifusión.
2.- Gyula Garay, juez `popular´del tribunal comunista de Budapest.
3.- Coronel Caspo, sub-jefe de la Policía Secreta.
4.- Profesor Laszlo Benedek; judío, dictador en cuestiones de enseñanza. El único
comunista importante de origen cristiano fue el masón Laszlo Rajk, ex-ministro de Asuntos
Exteriores, juzgado y condenado bajo culpa de `traición´ por sus `hermanos´ judíos 20,
como.les ha pasado en las dictaduras comunistas a todos los masones de origen cristiano o
gentil, engañados por el poder oculto judaico que controla tras bambalinas la fraternidad
masónica, que los ha empujado en algunos países a trabajar por el triunfo de la revolución
socialista, para después al instaurarse la llamada `dictadura del proletariado´ irlos matando en
las famosas purgas.
B.- CHECOSLOVAQUIA:
1.- Clement Gottwald, uno de los fundadores del Partido Comunista en Checoslovaquia y
presidente de este país entre 1948 y 1953; judío, muerto poco después de Stalin.
2.- Wladimir Clementis, ex-ministro comunista de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia,
`juzgado y condenado´ en 1952; judío, víctima de esas pugnas internas surgidas entre los
hebreos comunistas.
3.- Vaclav David, el actual ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia (1955);
judío.
20
Traian Romanescu, obra citada, pp. 206-207.
28 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
4.- Rudolf Slaski, ex-secretario general del PCCH, `condenado´ en 1952; judío, llamado
Rudolf Salzmann.
5.- Firi Hendrich, el actual secretario general del P.C.; judío.
6.- General Bendric Reicin, `condenado´ en 1952; judío.
7.- Andrés Simón, `condenado´ en 1952; judío, llamado Otto Katz.
8.- Gustav Bares, secretario general adjunto del P.C.; judío.
9.- Iosef Frank, ex-secretario general adjunto del P.C., `condenado´ en 1952; judío.
10.- Karel Schab, ex-ministro de Seguridad, `condenado´ en 1952; judío 21.
C.- POLONIA:
1.- Boleislaw Beirut, presidente de Polonia hasta 1954; judío.
2.- Iacob Berman, secretario general del P.C.P.; judío.
3.- Iulius Kazuky (Katz), ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, bien conocido por sus
discursos violentos en la ONU; judío.
4.- Karl Swierezewsky, ex-viceministro de la Defensa Nacional de Polonia, muerto por los
campesinos anticomunistas ucranianos en el sur de Polonia; judío. (No siempre es amorfa la
masa del pueblo).
5.- Iosif Cyrankiewicz, primer ministro de Polonia desde 1954, después de Beirut; judío.
6.- Hillary Mink, vice-primer ministro desde 1954; judío.
7.- Zenon Nowek, segundo primer ministro de Polonia desde 1954; judío.
8.- Zenon Kliszko, ministro de Justicia; judío.
9.- Tadeo Kochcanowiecz, ministro de Trabajo; judío.
El único comunista polaco de origen cristiano, importantes, es Wladislaw Gomulka, que
fue alejado de la dirección política desde 1949 cuando perdió el cargo de primer ministro, y
más tarde o más temprano, pasará con él lo que ha pasado con Rajk en Hungría 22.
Últimamente fue repuesto en la dirección del Partido y del Estado.
D.- RUMANÍA:
1.- Ana Pauker; judía, ex-ministra de Asuntos Exteriores de la `República Popular Rumana
´ y agente No. 1 del Kremlin en Rumanía hasta el mes de junio de 1952 cuando pasó a la
sombra, pero libre en Bucarest hasta hoy día. Esta hiena judía llamada originalmente
Anna.Rabinsohn, es hija de un rabino judío venido a Rumanía desde Polonia. Nació en
Moldavia en 1892.
2.- Ilka Wassermann; ex-secretaria particular de Anna Pauker; actualmente la verdadera
dirigente del ministerio de Asuntos Exteriores; judía.
3.- Iosif Kisinevsky, el actual agente No. 1 del Kremlin en Rumanía; miembro del Comité
Central del Partido Comunista y vice-presidente del Consejo de Ministros. Es judío de
Bessarabia; su nombre real es Ioska Broitman. Es el verdadero jefe del Partido Comunista en
Rusia, aunque `oficialmente´ el secretario general de este partido es el cerrajero rumano
Gheorghe Gheorghiu Dez, que juega un simple papel de pantalla política. Kisinevski tomó su
actual seudónimo del nombre de la ciudad de Kisinau, Bessarabia, donde antes de la llegada
del Ejército Rojo tenía una sastrería; judío.
4.- Teohari Georgescu, ministro de Asuntos Interiores en el gobierno comunista de
Bucarest entre 1945 y 1952; en la actualidad está relegado a un cargo secundario, aunque
`oficialmente´ fue `expulsado´ del Partido Comunista. Está en la misma situación que Anna
Pauker. Su nombre verdadero es Burach Tescovich, y es un judío originario de Galatz, puerto
rumano del Danubio.
5.- Avram Bunaciu, es el actual (1955) secretario general del Presidium de la Gran
Asamblea Nacional de la `República Popular Rumana´, o sea el verdadero jefe de esta
21
Traian Romanescu, obra citada, pp. 210.
22
Traian Romanescu, obra citada, p. 213.
CAPÍTULO III: “LA CABEZA DEL COMUNISMO” 29
asamblea, ya que Petru Groza, el presidente `oficial´, es solamente un viejo maniquí, masón,
casado con una judía, cuyo papel es puramente decorativo. Avram Bunaciu se llama en
realidad Abraham Guttman (Gutman traducido es el nombre correspondiente en rumano a
`Bunaciu´, o sea el seudónimo adoptado por este judío).
6.- Lotar Radaceanu, otro ministro del gobierno comunista de Bucarest `depuesto´ en 1952
y reaparecido en la tribuna de honor en 1955. Es judío de Transilvania. Se llama Lothar
Würtzel. Como la palabra `würtzel´ traducida al rumano significa `radacina´, o sea `raíz´ en
castellano, este judío ha transferido sencillamente su nombre hebreo al rumano y se llama
ahora `Radaceanu´.
7.- Mirón Constantinescu, miembro del Comité central del Partido Comunista y ministro
de las Minas y el Petróleo, cambia de vez en cuando sus cargos ministeriales. Es un judío de
Galatzi, Rumanía, llamado en realidad Mehr Kohn, y usa, como es costumbre en ellos,
seudónimo rumano.
8.- General Locotenent Moisés Haupt, comandante de la Región Militar de Bucarest; judío.
9.- Coronel General Zamfir, jefe de la `Seguridad General´ comunista de Rumanía y el
responsable de millares de asesinatos ejecutados por esta policía secreta. Es judío originario
del puerto de Braila, sobre el Danubio. Se llama Laurian Rechler.
10.- Heim Gutman, jefe del Servicio Secreto Civil de la `República Popular Rumana´;
judío.
11.- Mayor General William Suder, jefe del Servicio de Información y Contraespionaje del
Ejército comunista rumano. Es judío llamado Wilman Süder. Ex-oficial del Ejército soviético.
12.- Coronel Roman, ex-director del Servicio E.C.P. (Educación, Cultura y Propaganda)
del Ejército rumano hasta 1949, y actualmente ministro en el gobierno comunista. Su nombre
judío es Walter.
13.- Alejandro Moghiorosh, ministro de la Nacionalidad en el gobierno rojo; judío de
Hungría.
14.- Alejandro Badau, jefe del Servicio de Control de los Extranjeros en Rumanía. Es judío
originario de la ciudad de Targoviste cuyo nombre auténtico es Braunstein. Antes de 1940 su
familia tenía un gran almacén comercial en Targoviste.
15.- Mayor Lewin, jefe de la censura de la Prensa; judío, ex-oficial del Ejército Rojo.
16.- Coronel Holban, jefe de la `Seguridad´ comunista de Bucarest; judío, llamdo
Moscovich. Ex-jefe sindical.
17.- George Silviu, secretario general administrativo del ministerio de Asuntos Interiores;
judío, llamado Gersh Golinger.
18.- Erwin Voigulescu, jefe de la división de pasaportes en el ministerio de Asuntos
exteriores; judío, llamado Erwin Weinberg.
19.- Gheorghe Apostol, jefe de la Confederación General del Trabajo de Rumanía; judío,
llamado Gerschwin.
20.- Stupineanu, jefe del Servicio de espionaje Económico; judío, llamado Stappnau.
21.- Emmerick Stoffel, ministro de la `República Popular Rumana´ en Suiza; judío de
Hungría, especialista en cuestiones bancarias.
22.- Harry Fainaru, `ex-consejero´ (jefe) de la Legación comunista rumana en Washington
hasta 1954; y actualmente potentado en el ministerio de Asuntios exteriores de Bucarest;
judío, llamado Hersch Feiner. Antes de 1940 su familia tenía un comercio de cereales en
Galatzi.
23.- Ida Szillagy, la verdadera jefa de la Legación rumana de Londres; judía, amiga de
Anna Pauker.
24.- Lazarescu, el `chargé d´affaires´, del gobierno rumano en París; judío, llamado en
realidad Burach Lazarovich, hijo de un comerciante judío de Bucarest.
25.- Simón Oieru, sub-secretario de estado rumano; judío, llamado Schaffer.
26.- Aurel Baranga, inspector general de la Artes; judío, llamado Ariel Leibovich.
30 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
E.- YUGOSLAVIA:
1.- El mariscal Tito, cuyo verdadero nombre judío es el de Iosif Walter Weiss, originario
de Polonia.
2.- Moisés Pijade, secretario general del Partido Comunista y en realidad la `eminencia
gris´ del régimen; judío sefardita.
3.- Kardelj, miembro del Comité Central del P.C. yugoslavo y ministro de Asuntos
Exteriores; judío de origen húngaro, llamado en realidad Kardayl.
4.- Rankovic, miembro del Comité Central del P.C. yugoslavo y ministro de Asuntos
Interiores; judío austríaco, llamado antes Rankau.
23
Traian Romanescu, obra citada, pp. 187-193.
CAPÍTULO III: “LA CABEZA DEL COMUNISMO” 31
5.- Alejandro Bebler, miembro del Comité Central del P.C. y delegado permanente de
Yugoslavia en la ONU; judío austríaco.
6.- Ioza Vilfan (Joseph Wilfan), consejero económico de Tito, en realidad el dictador
económico de Yugoslavia; judío de Sarajevo 24.
Como en Yugoslavia no había tantos judíos como en otros países, encontramos mayor
número de nacionales en el gobierno comunista de su país, pero siempre en puestos
secundarios, porque los principales dirigentes antes señalados son los que en realidad
dominan totalmente el gobierno yugoslavo.
Numerosos autores católicos han realizado estudios estadísticos que también demuestran
que el comunismo es obra judía. En el libro “La guerra oculta” de Malinski y de Poncins,
edición italiana, Milán, 1961, recientemente publicado, se incluye un apéndice de Monseñor
Jouin con datos estadísticos muy reveladores al respecto. Es importante también el estudio
sobre la materia aparecido en Roma con el título: “La rivoluzione mondiale e gli hebrei” (La
revolución mundial y los hebreos), publicado por la revista de los jesuitas en esta ciudad,
titulada “Civiltà cattòlica” en el opúsculo 17361 del año de 1922.
24
Traian Romanescu, obra citada, pp. 200-201.
Capítulo Cuarto:
“El pueblo judío tomado colectivamente será él mismo su Mesías. Su reino sobre el
universo se obtendrá por la unificación de las otras razas humanas, la supresión de las
fronteras y de las monarquías que son los baluartes del particularismo, y el establecimiento de
una república universal que reconocerá por doquier los derechos de la ciudadanía a los judíos.
En esta nueva organización de la humanidad, los hijos de Israel diseminados actualmente
sobre toda la superficie del globo, todos de la misma raza y de igual formación tradicional, sin
formar no obstante una nacionalidad distinta, llegarán a ser sin oposición el elemento
dirigente en todas partes, sobre todo si llegan a imponer a las masas obreras la dirección
estable de algunos de entre ellos. Los gobiernos de las naciones al formar la república
universal pasarán todos sin esfuerzo a manos de los israelitas a favor de la victoria del
proletariado. La propiedad individual podrá entonces ser suprimida por los gobiernos de raza
judía que administrarán en todas partes la fortuna pública. Así se realizará la promesa del
Talmud que cuando los tiempos del Mesías hayan llegado los judíos tendrán bajo sus llaves
los bienes de todos los pueblos del mundo” 26.
Siguiendo esta táctica de acaparamiento económico, es perfectamente natural que veamos a
los más ricos financieros y a los banqueros más importantes del mundo financiar las
revoluciones comunistas; y no es difícil, teniendo en cuenta los datos citados, aclarar una
situación que superficialmente parecería paradójica y absurda al contemplar siempre unidos a
los más acaudalados judíos del mundo con los dirigentes israelitas de los movimientos
comunistas.
Si las explicaciones de los más connotados judíos son suficientes para mostrarnos esta
estrecha relación con claridad meridiana, más ilustrativos son los hechos tan notorios que nos
permiten borrar hasta el más leve resquicio de incertidumbre.
Después de la derrota francesa de 1870 y la caída del Imperio de Napoleón III, los
marxistas, dirigidos desde Londres por Karl Marx, se adueñaron de París el 18 de marzo de
1871 por más de dos meses, con apoyo de la guardia nacional que se había constituido en un
organismo armado totalmente dependiente de la Internacional marxista.
Cuando la Comuna no pudo resistir el ataque de las tropas del gobierno que tenían su sede
en Versalles, y al considerar los comunistas segura su derrota, se dedicaron al robo, al
asesinato y al incendio para destruir la capital de acuerdo con la consigna dada anteriormente
por Clauserets en 1869:
“¡Nosotros o nada! Yo os afirmo: París será nuestro o no existirá más”.
En esta ocasión quedó claramente manifiesta la complicidad de los banqueros judíos
franceses con los comunistas, al constatar –como lo señala Salluste en su libro “Les origines
secrètes du bolchevisme”- que Rothschild, por una parte, hacía presión en Versalles ante
Thiers, presidente de la República, para evitar una acción decidida del ejército en contra de
los comunistas marxistas, hablando de posibles entendimientos y acomodos con el Comité
central de los Federados (marxistas); y por otra parte, gozaba de una total impunidad tanto en
su persona como en sus bienes en la ciudad de París, sumida en un espantoso y sangriento
caos.
A este respecto nos dice Salluste en su obra citada, pág. 137:.“M. de Rothschild es cierto
que tenía buenas razones para creer posible la conciliación: su chalet de la calle Saint-
Florentin estaba protegido día y noche por un piquete de federados (marxistas) encargados de
evitarle cualquier depredación, piquete que estuvo renovándose durante dos meses hasta el
momento en que la gran barricada que se levantaba a dos pasos de ahí fue tomada por las
tropas de Versalles”.
“Cuando los rehenes eran fusilados, cuando los más bellos palacios de París ardían y
millares de franceses morían víctimas de la guerra civil, es curioso constatar que la protección
26
Salluste, Les origines secrètes du bolchevisme: Henri Heine el Karl Marx (Los orígenes secretos del
bolchevismo: Enrique Heine y Carlos Marx). París: Jules Tallandier, 1929, p. 23.
34 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
acordada por los comunistas al gran banquero judío no cesó por un momento”. Otro ejemplo
acaecido ya en nuestro siglo, mencionado por Esteban J.
Malanni en su obra “Comunismo y Judaísmo” es el siguiente:
“En 1916 el teniente general del ejército imperial ruso A. Nechvolodof transcribe una
información secreta de uno de los agentes del Estado Mayor, con fecha 15 de febrero de ese
año, recibida en el Estado Mayor del generalísimo ruso en los siguientes términos: El Partido
revolucionario ruso en Norteamérica ha determinado llegar a los hechos. En consecuencia, de
un momento a otro, se pueden esperar revueltas”.
“La primera reunión secreta que señala el principio en la era de los actos de violencia se
verificó el lunes por la tarde del 14 de febrero, en el East End de Nueva York. Debían reunirse
sesenta y dos delegados, de los cuales cincuenta eran `veteranos´ de la revolución de 1905, y
los demás, miembros nuevos. La mayor parte de los asistentes eran judíos, y entre ellos,
muchos eran gente instruida, como doctores, publicistas, etcétera...También se encontraban
entre ellos algunos revolucionarios de profesión...”.
“Los comienzos de esta primera reunión fueron casi totalmente dedicados a examinar los
medios y posibilidades de hacer en Rusia una gran revolución. El momento era de los más
favorables.
“Se dijo que el partido acababa de recibir de Rusia informes secretos, según los cuales la
situación era del todo propicia, porque ya estaban concluidos todos los acuerdos preliminares
para una sublevación inmediata. El único obstáculo serio era la cuestión del dinero; pero
apenas se hizo esta observación, contestaron inmediatamente algunos miembros que eso no
debía suscitar ninguna duda, porque en el momento que se necesitare, darían sumas
considerables personas que simpatizaban con el movimiento para libertar al pueblo ruso. Y a
este propósito se pronunció repetidas veces el nombre de Jacobo Schiff (acaudalado banquero
judío) ” 27.
A principios de 1919, el servicio secreto de Estados Unidos de Norteamérica, entregó al
alto delegado de la República Francesa en ese país un memorial en el que categóricamente
señala la participación de los principales banqueros en la preparación de la revolución
comunista rusa:
“ 7-618-6
No. 912-S. R. 2 Transmitido por el Estado Mayor
II del ejército 2º. despacho
En febrero de 1916, se supo por primera vez que en Rusia se estaba fomentando una
revolución. Se descubrió que las personas y firmas bancarias que se mencionan estaban
complicadas en esta obra de destrucción:
1.- Jacob Schiff; judío.
2.- Kuhn, Loeb and Co., firma judía. Dirección: Jacobo Schiff, judío; Félix Warburg, judío;
Otto Kahn, judío;.Mortimer Schiff, judío; Jerónimo H. Hanauer, judío;
3.- Guggenheim, judío;
4.- Max Breitung, judío “. 28
“A principios de 1917 el poderoso banquero Jacobo Schiff comenzó a proteger a Trotsky,
judío y francmasón, cuyo verdadero nombre es Bronstein; la misión que se le encomendaba
era dirigir en Rusia la revolución social. El periódico de Nueva York “Forward”, cotidiano
judío y bolchevista, también le protegió con el mismo objeto. También le ayudaban
financieramente los grandes bancos: Casa judía Max Warburg, de Estocolmo; el Sindicato
“Westphalien-Rhenan”, por el judío Olef Aschberg de la Nye-Banken de Estocolmo y por
Jivotovsky, judío, cuya hija se casó con Trotsky y de este modo se establecieron las relaciones
entre los multimillonarios judíos y los judíos proletarios...”
27
Esteban J. Malanni, Comunismo y judaísmo. Buenos Aires: Editorial La Mazorca, 1944. pp. 54-55.
28
Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 56-57.
CAPÍTULO IV: “LOS FINANCIEROS DEL COMUNISMO” 35
“La firma judía Kuhn, Loeb and Co., está en relación con la Sindical “Westphalien-
Rhenan”, firma judía de Alemania; lo mismo que los hermanos Lazare, casa judía de París, lo
está con la Gunzbourg, casa judía de Petrogrado, Tokio y París; si observamos además que
todos los asuntos se resuelven también con las casas judías Speyer and Co., de Londres,
Nueva York y Francfort-sur-le-Mein, y lo mismo con las casas Nye Banken, que es la
encargada de los negocios judíos-bolchevistas de Estocolmo, podremos deducir que la
relación que tiene la Banca con todos los movimientos bolchevistas, debe pensarse que en la
práctica representa la expresión verdadera de un movimiento general judío, y que ciertas
Casas de banca judías están interesadas en la organización de esos movimientos”
“En el folleto de S. de Baamonde vuelvo a encontrar más sobre la banca Kuhn and Co.
Jacob Schiff era un israelita de origen alemán. Su padre, que vivió en Francfort, fue en esa
ciudad un modesto corredor de la casa Rothschild. El hijo emigró a los Estados Unidos y allí
hizo una rápida carrera que le convirtió pronto en jefe de la gran firma Kuhn, Loeb and Co.,
principal banco israelita de (Estados Unidos) América”.
“En el mundo bancario judío Jacobo Schiff no se significó solamente por su ciencia en los
negocios y por el atrevimiento de sus concepciones. Aportó también proyectos e intenciones
muy decididas, aunque no nuevas ni propias, sobre la acción política dirigente que esa banca
debe ejercer sobre los destinos del mundo: `The spiritual direction of human affairs´.”
“Otra de las constantes preocupaciones del plutócrata, era la intervención a toda costa en
los asuntos políticos de Rusia para provocar en ese país un cambio de régimen. La conquista
política de Rusia que hasta entonces había escapado a la influencia masónica, gracias a un
régimen nacional, debía ser el mejor medio de asegurar en el Universo entero el poder de
Israel” 29.
“En la primavera de 1917, Jacobo Schiff comenzó a comanditar a Trotsky (judío) para que
hiciera la revolución social en Rusia. El diario judío bolchevique de Nueva York, “Forward”,
se cotizó también con el mismo objeto”.
“Desde Estocolmo, el judío Max Warburg habilitaba igualmente a Trotsky y Cía; y lo
mismo hacían el Sindicato Westfaliano-Renano, importante consorcio judío; el judío Olef
Aschberg, del Nye Banken de Estocolmo; y Yivotovsky, un judío con cuya hija está casado
Trotsky”.
“Al mismo tiempo, un judío, Paul Warburg, demostraba tener relaciones tan estrechas con
los personajes bolcheviques que no fue reelegido en la `Federal Reserve Board´. “ 30
El “Times” de Londres del 9 de febrero de 1918 y el “New York Times”, en dos artículos
de Samuel Gompers publicados en los números de 1º. De mayo de 1922 y 31 de diciembre de
1923, decía lo siguiente:
“Si tenemos en cuenta el hecho de que la firma judía Kuhn-Loeb and Co. está en relaciones
con el Sindicato Westfaliano-Renano, firma judía de Alemania; con Lazare Frères,.casa judía
de París; y también con la casa bancaria Gunzburg, firma judía de Petrogrado, Tokio y París;
y si advertimos además que los precedentes negocios judíos mantienen estrechas relaciones
con la casa judía Speyer and Co., de Londres, NuevaYork y Francfort del Meno; lo mismo
que con el Nye Banken, casa judía bolchevique de Estocolmo; comprobaremos que el
movimiento bolchevique en sí, es, hasta cierto punto, la expresión de un movimiento general
judío y que determinadas casas bancarias judías están interesadas en la organización de este
movimiento” 31.
El general Nechvolodof apunta en su obra el fuerte financiamiento judío a la revolución
comunista de Rusia:
“Durante los años que precedieron a la revolución, doce millones de dólares habían sido
entregados por Jacobo Schiff a los revolucionarios rusos. Por otra parte, según M. Bakmetieff,
29
Duque de la Victoria, obra citada, pp. 318-319.
30
Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 58-60.
31
Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 62-63.
36 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
embajador del gobierno imperial ruso en Estados Unidos, fallecido en París, hace algún
tiempo, los bolcheviques triunfantes habían remitido, entre 1918 y 1922, 600 millones de
rublos de oro a la firma Kuhn, Loeb and Co.” 32.
Después de estas pruebas tan concluyentes, no creo que a ninguno se le ocurra llegar a la
optimista conclusión de que hay judíos malos (los comunistas) y judíos buenos (los
capitalistas); y que mientras unos tienden a acabar con las riquezas de los particulares y a
hacer desaparecer la propiedad privada, otros tienden a defender ambas cosas para no perder
sus enormes fortunas. Desgraciadamente para nuestra civilización el complot judío presenta
caracteres de absoluta unidad y el judaísmo constituye una fuerza monolítica tendiente a
acaparar, por medio del socialismo comunista de Marx, todas las riquezas del mundo sin
excepción.
El hecho de que –como en todas las instituciones humanas- en el judaísmo surjan a veces
rivalidades y luchas internas no altera esta situación.
Estos pleitos de familia surgen generalmente por ambiciones de mando, aunque sean
disfrazados por razones religiosas o de estrategia a seguir, pero los bandos en pugna siempre
coinciden en desear el dominio del mundo (en los órdenes político, económico y religioso) y
en que el mejor medio de lograr ese dominio total es por medio de la dictadura socialista o
comunista, que permitirá a los judíos adueñarse de la riqueza de todos los pueblos de la
Tierra.
Hoy en día, en nuestro mundo civilizado se considera el racismo como el mayor pecado en
que pueden incurrir los humanos, falta que deja perenne y escandaloso estigma de salvajismo
y brutalidad, siempre que no sea el pueblo judío el que lo practique. Gracias a la propaganda
(casi totalmente acaparada en el mundo por los israelitas: cine, radio, prensa, televisión,
editoriales, etc.), el antisemitismo es la manifestación racista más abominable de todas. Los
judíos han hecho del antisemitismo un arma verdaderamente demoledora, que sirve para
nulificar el esfuerzo de las innumerables personas u organizaciones que habiendo
comprendido claramente cuál es la verdadera cabeza del comunismo –pese a los disfraces y
estratagemas usados por esta raza para ocultar sus verdaderas actividades-, han querido dar la
voz de alerta horrorizados ante el ominoso fin que cada vez está más próximo.
Su labor mendaz ha sido tan efectiva, que la mayoría de los anticomunistas queriendo
acabar con el monstruo marxista lanzan sus valerosos y decididos ataques a los tentáculos del
pulpo, ignorando la existencia de la terrible cabeza, que regenera los miembros destruidos,
dirige los movimientos y armoniza las actividades de todas las partes de su sistema.
La única posibilidad de destruir el socialismo comunista de Marx, es atacar a la cabeza del
mismo, que actualmente es el judaísmo, según nos lo indican los.hechos más incontrovertibles
y los testimonios más irrecusables de los mismos judíos.
Mientras los países cristianos son anti-racistas porque fundamentan su idea en el concepto
del prójimo, los judíos has sido siempre y son en la actualidad los racistas más furibundos.
Basan su racismo en las ideas del Talmud, partiendo del principio de que el no judío ni
siquiera es un ser humano.
Pero este anti-racismo cristiano es explotado muy hábilmente por los judíos y, a la sombra
del mismo, tejen sus infernales maquinaciones en contra de la Iglesia Católica y de todo orden
cristiano, estructurando el sistema comunista en donde no hay Dios, no hay Iglesia, ni hay
principios trascendentales de ninguna clase. En cuanto son atacados, se quejan con
clamorosas lamentaciones presentándose como víctimas del racismo inhumano, con el fin de
paralizar cualquier labor de defensa que se oponga a sus ataques destructores.
Sin embargo, la verdadera defensa contra el comunismo, que forzosamente tiene que
dirigirse contra los judíos (contra la cabeza), no puede considerarse de ningún modo como
una pecaminosa manifestación de un sentimiento de aversión a una raza determinada, ya que
el criterio de discriminación racial es totalmente ajeno a nuestra cultura y a nuestros
32
Esteban J. Malanni, obra citada, p. 63.
CAPÍTULO IV: “LOS FINANCIEROS DEL COMUNISMO” 37
“TESTIMONIOS JUDÍOS”
Los mismos judíos –no obstante su hermetismo acostumbrado e incluso a pesar de sus tácticas
de engaño y ocultamiento con que han logrado permanecer generalmente en la oscuridad para
no revelar su plan comunista de conquista mundial- han sufrido algunos momentos de
debilidad, llevados por el optimismo o el excesivo júbilo ante la contemplación de sus éxitos,
que han provocado en determinadas ocasiones algunas declaraciones indiscretas, sumamente
ilustrativas.
Kadmi-Cohen, prestigiado escritor judío, señalaba:
“En lo concerniente a los judíos, su papel en el socialismo mundial es tan importante que
no puede pasar en silencio. ¿No basta recordar los nombres de los grandes revolucionarios
judíos de los siglos XIX y XX, como los Carlos Marx, Lasalle, Kurt Eisner, Bala Kun,
Trotsky y León Blum, para que aparezcan así los nombres de los teóricos del socialismo
moderno?”.
“¡Qué confirmación brillante no encuentran las tendencias de los judíos en el comunismo
fuera de la colaboración material en organizaciones de partidos, en la aversión profunda que
un gran judío y gran poeta, Enrique Heine, sentía por el derecho romano! y las causas
subjetivas, las causas pasionales de la rebelión de Rabbi Aquiba y Bar-Kochba del año 70 y
132 después de Jesucristo contra la paz romana y el derecho romano, comprendidas y sentidas
subjetiva y pasionalmente por un judío del siglo XIX que aparentemente no había conservado
ningún lazo con su raza”.
“Y los revolucionarios judíos y los comunistas que atacan el principio de la propiedad
privada, cuyo monumento más sólido en el Código de derecho Civil de Justiniano, de
Ulpiano, etc...., no hacen sino lo que sus antepasados, que resistían a Vespasiano y a Tito. En
realidad, son los `muertos que hablan´”33.
El blasfemo escritor judío, Alfredo Nossig, nos dice:
“El socialismo y el mosaísmo de ninguna manera se oponen; sino, por el contrario, entre
las ideas fundamentales de ambas doctrinas hay una conformidad sorprendente. No debe
desviarse más el nacionalismo judío del socialismo, como de un peligro que amenaza su ideal,
que el socialismo judío, del mosaísmo, pues ambos ideales paralelos se han de realizar en el
mismo camino” 34.
“Del examen de los hechos resulta de modo irrefutable que no sólo los judíos modernos
han cooperado de una manera decisiva a la creación del socialismo; sus propios padres ya
eran los fundadores del mosaísmo...La semilla del mosaísmo obró a través de los siglos en
cuanto a doctrina y a ley de un modo consciente para unos e inconsciente para otros”.
“El movimiento socialista moderno es para la mayoría obra de judíos; los judíos fueron los
que imprimieron en él la marca de su cerebro; igualmente fueron judíos los que tuvieron parte
preponderante en la dirección de las primeras repúblicas socialistas...”.
“El socialismo mundial actual, forma el primer estado del cumplimiento del mosaísmo, el
principio de la realización del estado futuro del mundo anunciado por los profetas” 35.
En su libro, “Integrales Judentum”, ratifica esta idea del socialismo como doctrina judía,
cuando escribe lo siguiente:
“Si los pueblos quieren progresar de veras deben despojarse del temor medieval de los
judíos y de los prejuicios reaccionarios que tienen contra ellos; deben reconocer lo que son en
realidad: los precursores más sinceros del desarrollo de la humanidad. Hoy exige la salvación
33
Kadmi-Cohen, Nomades; essai sur l´âme juive (Nómadas; ensayo sobre el alma judía). F. Alcan, 1929, p. 86.
34
“Westfällschen Merkur”, diario de Münster, no. 405 de 6 de octubre de 1926.
35
Alfred Nossig, Integrales Judentum (El judaísmo integral). París: L. Chailley. pp. 68, 71, 74.
CAPÍTULO V: “TESTIMONIOS JUDÍOS” 39
del judaísmo que reconozcamos el programa del socialismo abiertamente a la faz del mundo.
Y la salvación de la humanidad en los siglos venideros depende de la victoria de ese
programa” 36.
La razón de esta postura revolucionaria judía está claramente explicada por el conocido
escritor judío E. Eberlin, en la siguiente cita:
“Cuanto más radical es la revolución, tanta más libertad e igualdad para los judíos resulta
de ella. Toda corriente de progreso no deja de consolidar la posición de los judíos. Del mismo
modo, todo retroceso y toda reacción los alcanza en primer lugar. A menudo basta una simple
orientación en las derechas para exponer a los judíos al boicoteo...Bajo este aspecto, el judío
es el manómetro de la caldera social”.
“Como entidad, la nación judía no puede colocarse al lado de la reacción, porque la
reacción, es decir, la vuelta al pasado, significa para los judíos la continuación de las
condiciones anormales de su existencia” 37.
El connotado judío Jacob de Haas en “The Maccabean”, nos dice claramente que:
“La revolución rusa es una revolución del judaísmo. Ella significa un cambio en la historia
del pueblo judío. Digamos francamente que era una revolución judaica, porque los judíos eran
los revolucionarios más activos de Rusia”.
En el periódico judeo-francés, titulado: “Le Peuple Juif”, del 16 de febrero de 1919, se lee
lo siguiente:
“La revolución rusa que estamos viendo, será obra exclusivamente de nuestras manos”.
Por su parte Ricardo Jorge, que prologa un libro del famoso escritor judío Samuel
Schwarz, dice lo siguiente:
“Si de las cumbres de la ciencia pura descendemos a la arena en que se entrechocan las
pasiones y los intereses de los hombres, surge ante nosotros el oráculo de la nueva religión
socio-política, el judío Karl Marx, el caudillo doctrinario de la guerra sin cuartel del
proletariado, que encuentra en la cabeza y en el brazo de Lenin, la realización de sus credos,
inspiradores del estado soviético, que amenaza subvertir los fundamentos de las instituciones
tradicionales de la sociedad ” 38.
Asimismo, otro judío, Hans Gohen, en “Die Politische Idee”, afirma que:
“El socialismo de Marx es el fin de nuestras aspiraciones”.
En el Nº. 12 del periódico “El Comunista”, publicado en Karkoff con fecha 12 de abril de
1919, el judío M. Cohen, escribía:
“Sin exageración puede asegurarse que la gran revolución social de Rusia se llevó a cabo
por medio de los judíos...Cierto es que en las filas del ejército rojo hay soldados que no son
judíos, en cuanto toca a los soldados rasos, pero en los comités y en la organización soviet,
como los comisarios, los judíos llevan con valor a las masas de proletariados rusos ante la
victoria”. 39
“Al frente de los revolucionarios rusos iban los alumnos de la Escuela Rabínica de
Lidia...Triunfó el judaísmo sobre la espada y el fuego...mandando con nuestros hermano
Marx, que es el encargado de cumplir con lo que han mandado nuestros profetas, elaborando
el plan conveniente por medio de las reivindicaciones del proletariado. Todas estas frases
aparecen en el periódico judío “Haijnt” de Varsovia del 3 de agosto de 1928” 40.
El “Mundo Judío” del 10 de enero de 1929, expresaba esta blasfema opinión:
“El hecho del bolchevismo mismo, y que tantos judíos son bolcheviques, y que el ideal del
bolchevismo está sobre muchos puntos de acuerdo con el más sublime ideal del judaísmo, del
36
Alfred Nossig, obra citada, p. 79.
37
Elie Eberlin, Les juifs d´aujourd´hui (Los judíos de hoy). París, 1928, p. 201.
38
Ricardo Jorge, Pró Israel, prólogo a la obra de Samuel Schwarz Os cristiãos-novos em Portugal no século XX.
Lisboa, 1925, p. XI.
39
Citado por Nesta H. Webster en World Revolution; The Plot Against Civilization (La revolución mundial;
Complot contra la civilización), 2ª ed. Constable & Co., 1922.
40
Alfonso Castro, El problema judío. México, D. F.: Editorial Actualidad, 1939. pp. 152-153.
40 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
que una parte formó la base de las mejores enseñanzas del Cristianismo, todo eso tiene gran
significación, que examinará cuidadosamente el judío reflexivo” 41.
Para no extendernos demasiado, citaremos por último las referencias que hace
orgullosamente el israelita Paul Sokolowski, en su obra titulada “Die Versandung Europeas”,
en las que se vanagloria del papel preponderante que jugaban los judíos en la revolución rusa,
dando detalles de las claves que.usaban para comunicarse entre ellos, incluso por medio de la
prensa, sin llamar la atención de las autoridades y de cómo repartían la propaganda comunista
que elaboraban por medio de los niños judíos, a los que entrenaban cuidadosamente en sus
colonias para estos menesteres 42.
Este odio infernal judeo-comunista, principalmente manifestado hacia la civilización
cristiana, no es meramente gratuito, sino que tiene sus causas muy hondas, que pueden
apreciarse con claridad en este párrafo del “Sepher-ha-Zohar”, libro sagrado del judaísmo
moderno, que se transcribe y que representa el sentir de todos los judíos:
“Jeshu (Jesús) Nazareno, que ha apartado al mundo de la fe del Santo, que bendito sea,
será juzgado eternamente en esperma hirviente; su cuerpo es reconstituido todos los viernes
por la tarde, y al amanecer del sábado es arrojado en la esperma hirviente. El infierno se
consumirá, pero su castigo y sus tormentos no acabarán nunca. Jeshu y Mahoma son esos
huesos impuros de la carroña de que dice la Escritura: `Los arrojaréis a los perros´. Son la
suciedad de perro que mancha, y por haber seducido a los hombres, los han arrojado al
infierno, de donde no saldrán jamás” 43.
41
“The Ideals of Bolshevism”, “Jewish World” del 10 de enero de 1929, no. 2912.
42
Alfonso Castro, obra citada, p. 153.
43
Sepher-Ha-Zohar, II, tr. Jean de Pauly. París: Ernest Leroux, 1907, p. 88.
SEGUNDA PARTE
Capítulo Primero
E n vista de que el tema de este Segundo Libro ha sido tratado con tal maestría y
profundidad por personalidades eminentes y copiosamente documentadas, como Su
Santidad el Papa León XIII, el Eminentísimo Cardenal José María Caro R., Arzobispo
de Santiago de Chile, por Mons. León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis y otros
varios eruditos escritores eclesiásticos y seglares, nos limitaremos a transcribir literalmente
tan autorizadas opiniones para no desvirtuar en lo más mínimo su gran autoridad.
Su Santidad León XIII, en su Encíclica “Humanum Genus”, dice literalmente:
“Los Romanos Pontífices, Nuestros Antecesores, velando solícitos por la salvación del
pueblo cristiano, conocieron bien pronto quién era y qué quería este capital enemigo apenas
asomaba entre las tinieblas de su oculta conjuración, y cómo, declarando su santo y seña,
amonestaron con previsión a Príncipes y pueblos que no se dejaran coger en las malas artes y
asechanzas preparadas para engañarlos. Dióse el primer aviso del peligro el año 1738 por el
Papa Clemente XII (Const. In eminenti, die 24 Aprilis 1738), cuya Constitución confirmó y
renovó Benedicto XIV (Const. Providas, die 18 Maii 1751), Pío VII (Const. Ecclesiam a Iesu
Christo, die 13 Septembris 1821) siguió las huellas de ambos, y Leon XII, incluyendo en la
Constitución Apostólica Quo graviora (Cont. Apost. data die 13 martii 1825) lo decretado en
esta materia por los anteriores, lo ratificó y confirmó para siempre. Pío VIII (Encicl. Traditi,
die 21 Maii 1829), Gregorio XVI (Encicl. Mirari vos, die 15 Augusti 1832) y Pío IX (Encicl.
Qui pluribus, die 9 Novemb. 1846; Aloc. consist. Multiplices inter, die 25 Septemb. 1865, etc.)
por cierto (...) repetidas veces, hablaron en el mismo sentido...”
“Ahora a ejemplo de Nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la
misma sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina, sus intentos y manera de sentir y
obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de tan
funesta peste (...). No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos
frutos (Matth. cap. VII, v. 18), y los frutos de la secta masónica son, además de dañosos,
acerbísimos. Porque de los certísimos indicios que hemos mencionado antes resulta el último
y principal de sus intentos, a saber: el destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y
civil establecido por el Cristianismo, levantando a su manera otro nuevo con fundamentos y
leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo...”
“Sin esto, los turbulentos errores que ya llevamos enumerados han de bastar por sí mismos
para infundir a los Estados miedo y espanto. Porque quitado el temor de Dios y el respeto a
las leyes divinas, menospreciada la autoridad de los Príncipes, consentida y legitimada la
manía de las revoluciones, sueltas con la mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno
que la pena, ha de seguirse por fuerza universal mudanza y trastorno. Y aún precisamente esta
42 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
44
León XIII, Carta Encíclica Humanum Genus, abril 20 de 1884.
Capítulo Segundo
“LOS JUDÍOS: FUNDADORES DE LA MASONERÍA”
“D
obedecen.
esenmascarar a la masonería es vencerla”, dijo León XIII. Si la desnudamos de
sus velos, todo espíritu recto, todo corazón honrado se apartará de ella con
horror; y por este solo hecho caerá anonadada y execrada por los mismos que la
El Ilustre sabio jesuita Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis, en
su laboriosísima obra “Simbolismo de la Masonería”, nos demuestra con documentación
aplastante que los judíos son los fundadores, organizadores y dirigentes de la masonería, la
cual utilizan para lograr el dominio mundial, destruir a la Santa Iglesia Católica y demás
religiones existentes. Entre la autorizada bibliografía que presenta al respecto figuran algunas
citas que mencionaremos a continuación:
“El Primer Consejo Supremo, como ya hemos dicho, fue constituido el 31 de mayo de
1801, en Charleston, grado 33 de latitud norte, bajo la presidencia del judío Isaac Long, hecho
Inspector General por el judío Moisés Cohen, que había recibido su grado en Spitzer, de
Hyes, de Franken y del judío Morin” 45.
“Eran pues judíos los fundadores del primer Gran Consejo que había de convertirse en el
centro de la masonería cosmopolita. Y lo situaron en América, en una ciudad elegida
precisamente en el grado 33 de latitud norte. El Jefe Supremo vive desde 1801 en Charleston.
Este jefe era en 1889 Albert Pike, a quien ya hemos nombrado en su Carta Encíclica, fechada
el 14 de julio de 1889, aniversario y centenario célebres, él toma los títulos de cada uno de los
33 grados y añade los siguientes: `Muy Poderoso Soberano Comendador, Gran Maestre del
Supremo Consejo de Charleston, Primer Consejo Supremo del Globo, Gran Maestre
Conservador del Palladium Sagrado, Soberano Pontífice de la Masonería Universal´. Con
estos títulos pomposos, publicó su carta Encíclica, en el año trigésimo primero de su
pontificado, asistido por diez Ilustrísimos, Muy Iluminados y Muy Sublimes hermanos,
Soberanos Grandes Inspectores Generales, Magos Elegidos, que componen el Serenísimo
Gran Colegio de los masones eméritos, Consejo de la Falange de Selección y del Batallón
Sagrado de la Orden” 46.
“La Encíclica enumera a los 23 Consejeros Supremos `engendrados´ hasta el presente, ya
directamente, ya indirectamente, por el de Charleston, esparcidos por el mundo entero.
Luego.enumera cien Grandes Orientes y Grandes Logias de todos los Ritos en comunicación
con el Supremo Consejo de Charleston como soberana Potencia masónica; por ejemplo, el
Gran Oriente de Francia, el Consejo General del Rito de Misrain, el Gran Consejo de los
masones Oddfellows, etc. De lo que antecede hemos de concluir que la Masonería es una
sobre todo el globo, con formas innumerables, pero bajo la dirección suprema del Soberano
Pontífice de Charleston...” 47.
ORIGEN JUDÍO
Los ritos y símbolos de la masonería y de otras sociedades secretas recuerdan
constantemente la cábala y el judaísmo: la reconstrucción del Templo de Salomón, la estrella
de David, el sello de Salomón, los nombres de los diferentes grados, como por ejemplo:
Caballero Kadosh (“Kadosh” en hebreo significa santo), Príncipe de Jerusalén, Príncipe de
45
Pablo Rosen, Satán y Cía. Buenos Aires, 1947. p. 219.
46
Adolphe Ricoux, L´existence des loges de femmes (La existencia de logias femeninas). París: Téqui, 1891. pp.
78-95.
47
Monseñor León Meurin, S.J. Arzobispo Obispo de Port-Louis, Simbolismo de la masonería. Madrid: Editorial
Nos, 1957. pp. 201-202.
44 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
48
“Revue Internationale des Sociétés Secrètés” (RISS). París, 1913, no. 2, p. 58
49
Albert Pike, La moral y el dogma en el rito escocés. Anno mundi 5641 (1881).
50
Maurice Fara, La masonería en descubierto. Buenos Aires: La hoja de roblre, 1960. p. 23.
51
Rabino Benamozegh, Israel y la humanidad. París, 1914. p. 71.
52
Gougenot des Mousseaux, Le juif, le judaïsme et la judaïsation des peuples chrétiene (El judío, el judaísmo y la
judaización de los pueblos cristianos). París, 1869. pp. 338-339.
53
León de Poncins, Les forces secrètes de la Revolution (Las fuerzas secretas de la revolución), pp. 139-140 de la
edición francesa.
CAPÍTULO II: “LOS JUDÍOS FUNDADORES DE LA MASONERÍA” 45
54
“Revue Internationale des Siciétés Secrètes” (R.I.S.S.), 1926, no. 8, p. 269.
55
“Archivos Israelitas”, 1864, p. 335.
56
“Almanaque de los franc-masones”. Leipzig, 1884.
57
“Les cahiers de l´ordre”, 1926, no. 3-4, p. 22.
58
“Les cahiers de l´ordre”, 1926, no. 3-4, p. 23.
59
Maurice Fara, obra citada, p. 111. (A cuya diligencia debemos los datos anteriores sobre la Sociedad de las
Naciones).
46 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
masones en la Revolución Francesa. Los ejecutores son distintos; la doctrina que mueve y
autoriza y la dirección es la misma” 60.
60
José María Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, El misterio de la masonería. 2ª ed.
Buenos Aires: Editorial Difusión, 1954, p. 258. (Col. Hoy, no. 49).
Capítulo Tercero
61
Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. Filosofía de la masonería. Madrid: Editorial
Nos, 1957. pp. 30, 211-212.
62
Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. Filosofía de la masonería. Madrid: Editorial
Nos, 1957, p. 212.
63
Monseñor León Meurin, S. J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. Filosofía de la masonería. Madrid: Editorial
Nos, 1957, pp. 41-42.
48 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
los negocios del mundo. En esto no tratamos de hipótesis sino de hechos basados sobre
evidencia documentada...” 65
“Los judíos han sido los más conspicuos en conexión con la Francmasonería en Francia
desde la Revolución” 66.
65
José María Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 263, 265-266.
66
Jewish Encyclopedia. New York: Funk and Wagnalis Company, 1903. Vol. V, p. 504.
Capítulo Cuarto
“CRÍMENES DE LA MASONERÍA”
S obre los monstruosos crímenes de esa obra maestra del judaísmo moderno que es la
masonería, dice textualmente el Emmo. Cardenal Caro:
“La lectura del Ritual masónico deja ver, al menos en varios grados, que prepara a sus
adeptos para la venganza, la revolución y, por lo tanto, el crimen. `En todos sus ritos´ dice
Benoit, `los masones son sometidos a una educación que les enseña, en la teoría y en la
práctica, la violencia. Se les dice que la Orden masónica tiene por fin vengar la muerte de
Adonhirán, de sus tres compañeros traidores, o la de Jacobo Molay, de sus asesinos, el Papa,
el Rey y Noffodai. En un grado, el que va a iniciarse ensaya su valor sobre el cuello y cabezas
guarnecidas de tripas llenas de sangre; en otro grado, el que va a ser recibido debe derribar
cabezas colocadas sobre una serpiente, o aun degollar un cordero (grado 30 del Rito Escocés
A.A.), creyendo matar a un hombre. Aquí debe trabar sangrientos combates con enemigos que
le disputan la vuelta a la patria; allí hay cabezas humanas expuestas sobre estacas, hay un
cadáver encerrado en un ataúd y, alrededor, los hermanos, de duelo, conciertan la venganza´”.
“Estas ceremonias diversas.tienen como fin enseñar a los adeptos que es por medio de la
violencia como la masonería ha de destruir a sus enemigos, los sacerdotes y los reyes...” 67.
Pero suspendamos por un momento la cita que transcribimos del Cardenal Caro R., para
preguntar: ¿Por qué la masonería considera sus enemigos a los sacerdotes y a los reyes y ha
luchado por destruirlos?.La contestación la encontrará el lector a partir de la Cuarta Parte de
esta obra, en que con vasta documentación demostramos que fueron durante casi dieciocho
siglos, precisamente los sacerdotes y los reyes, quienes, una vez tras otra, hicieron fracasar las
actividades judías tendientes a dominar al mundo.
Pero sigamos con lo que afirma el Cardenal Caro R. en su documentada obra:
“Todos conocen el asesinato de Rossi, Ministro de Pío IX, por sus antiguos hermanos de la
Carbonaria. Todos saben que Orsini fue encargado por las logias, en 1858, para atentar contra
la vida de Napoleón III...” (el intento de asesinato fracasó).
“En el último siglo, el caballero Lescure, que quiso renunciar a la Logia Ermenonville, fue
envenenado: `Muerto víctima de esta infame horda de los iluminados...´”.
“El 22 de octubre de 1916 fue asesinado el conde Stürgkh, canciller de Austria. Fritz
Adler, el asesino, era masón o hijo de masón, miembro de una logia de altos dignatarios
masónicos en Suiza. En su declaración defendió el derecho de hacer justicia por sí mismo...”.
“En Francia, con ocasión del asunto Dreyfus, fueron asesinados el Cap. d´Attel, que
declaró contra él; el diputado Chaulin Serviniere, que había recibido de d´Attel los detalles de
la confesión de Dreyfus; el prefecto Laurenceau, que denunció sumas de dinero enviadas al
extranjero a los amigos de Dreyfus, a su parecer para soborno; el empleado del presidio,
Rocher, que sostenía haber oído a Dreyfus confesar parcialmente su delito. El Cap. Valerio,
uno de los testigos contra Dreyfus, y el presidente Faure, que se había declarado contrario a la
revisión del proceso, desaparecieron también en breve. Todos los defensores de Dreyfus eran
masones, especialmente judíos”.
“En Suecia, el Hermano Gustavo III fue asesinado por el H. Ankeström, Emisario de la Gr.
Log. que presidía Condorcet, según acuerdo de los masones reunidos en 1786, en Francfort
sur Maine...”.
“En Rusia, fue asesinado Pablo I, masón, que, conociendo el peligro de la Hermandad, la
prohibió estrictamente. Igual suerte y por igual motivo tuvo su hijo Alejandro I, asesinado en
Taganrog, 1825. (`Los grandes crímenes de la masonería’ . Trad.)”
67
José María Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 190-191.
52 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
ASESINATOS DE PROFANOS
“En Francia, se les atribuye la muerte de Luis XVI. El Card. Mathieu, Arzob. De
Besançon, y Mons. Bessan, Ob. de Nimes, han referido en cartas conocidas de todo el mundo,
las revelaciones que les han sido hechas sobre la resolución tomada en 1787, por el convento
de Wilhelmsbad, de asesinar a Luis XVI y al rey de Suecia. Estas revelaciones les habían sido
hechas por dos antiguos miembros de este convento...El asesinato del duque de Berry...el del
gran patriota y ardiente católico de Lucerna, Suiza, Leu..., han sido resueltos y ejecutados por
sectarios...”
“En Austria, el famoso crimen de Sarajevo, ocasión de la Gran Guerra, fue decretado,
anunciado con anticipación y ejecutado a su tiempo por la masonería. `Un suizo, alto
dignatario masónico, se expresó en el año 1912, sobre este hecho, de la siguiente manera: El
heredero es un personaje de mucho talento, LASTIMA QUE ESTE CONDENADO;
MORIRÁ EN EL CAMINO AL TRONO. Madame de Tebes anunció su muerte los dos años
que la precedieron. Los principales culpables eran en su totalidad masones´. Todo esto, dice
Wicht, no es suposición, sino hechos judicialmente comprobados que se silencian
intencionalmente...”.
“En Alemania fueron asesinados el mariscal Echhorn y su ayudante, el capitán von
Dressler, el 30 de julio de 1918. El día antes el diario masónico de París. `Le Matin´, escribía
que una `sociedad secreta patriótica´ había ofrecido un subido premio por la cabeza de
Echhorn. Ya se puede suponer qué clase de sociedad suministraría a `Le Matin´ la
noticia”..“En Italia fue asesinado Umberto I por el anarquista Pressi, masón de una logia de
Paterson, en Nueva Jersey, Estados Unidos, aún cuando él mismo no había estado en
América. Así se ponía en práctica la explicación que en ciertos grados daban los carbonarios a
la inscripción de la cruz: I.N.R.I. `iustum necare reges Italiae´: es justo asesinar a los reyes de
Italia”.
“El 26 de marzo de 1855 cayó asesinado en Parma el duque Carlos III; el asesino Antonio
Carra, había sido escogido y estimulado por Lemni el día antes en reunión secreta presidida
por Lemni, que fue más tarde Soberano Gran Maestre de la Masonería Italiana y mundial,
según parece. Un tal Lippo había confeccionado un maniquí para enseñar a dar golpes de
puñal más terribles y el ejecutor fue sorteado”.
“El 22 de mayo murió Fernando II de Nápoles; se le dio en una rebanada de melón un
veneno que le ocasionó una muerte horriblemente dolorosa. El autor de este regicidio fue un
francmasón afiliado a una de las ramas más criminales de la secta, la llamada de los `Sublimes
Maestros Perfectos´. Era discípulo de Mazzini y una de las personas más respetables de la
corte. Margiotta no se atreve a dar su nombre (Marg., A.L. 21-34). En este autor se pueden
leer innumerables crímenes más cometidos por la masonería en Italia”.
“En Portugal fue asesinado el rey Carlos y su hijo Luis. Los masones prepararon la caída
de la monarquía. El Ven. H. Magalhaes da Lima fue a París, en diciembre de 1907, donde el
H. Moses, miembro del Consejo de la Gr. Lo. lo recibió solemnemente. Magalhaes dio
conferencias en las que anunciaba `el hundimiento de la monarquía en Portugal, la próxima
constitución de la República´. El conocido adversario de la masonería, Abbé Tourmentin,
escribía entonces que los masones estaban preparando manifiestamente un golpe contra la
casa real portuguesa, expresando el temor de que dentro de poco se arrojaría o se asesinaría al
rey Carlos. Diez semanas después se cumplían sus temores y Tourmentin inculpaba pública y
francamente a los masones de ese asesinato. Estos han preferido el silencio”.
“En América. Se puede leer en Eckert algunos detalles de la persecución y del asesinato de
que fue víctima Morgan, en Estados Unidos, por querer publicar un libro para revelar los
secretos de la Masonería, y la destrucción de la imprenta y persecución del impresor, y de
otros odiosos crímenes que sucedieron a ese asesinato, y la indignación pública que hubo al
CAPÍTULO III: “LOS JUDÍOS: DIRIGENTES DE LA MASONERÍA” 53
saberse todo el favor que las autoridades, masones por lo general, prestaron a los asesinos y el
favor con que las logias los miraron. (Eckert, II, 201 y sigs.)”.
“Es sabido también el asesinato del presidente del Ecuador, García Moreno...”.
68
José María Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 190-191, 193-201.
Capítulo Quinto
una poderosa influencia sobre los movimientos de nuestro tiempo y del progreso de la
civilización hacia la republicanización de los pueblos´. Otro jefe masónico, el judío Louis
Boerne,.decía, también en un escrito secreto: `Hemos sacudido con mano poderosa los pilares
sobre los que se asienta el viejo edificio, hasta hacerles gemir´.
“Mendizábal, también judío, alma de la revolución española de 1820, llevó a cabo la toma
de Oporto y Lisboa y, en 1838, realizando, mediante su influencia masónica, la revolución en
España, llegando a primer ministro”.
Y sigue diciendo el Excmo. Sr. Arzobispo:
“El judío Mendizábal, había prometido como ministro, restaurar las precarias finanzas de
España, pero, en corto espacio de tiempo, el resultado de sus manipulaciones fue un terrible
aumento de la deuda nacional, y una gran disminución de la renta, en tanto que él y sus
amigos amasaban inmensas fortunas. La venta de más de 900 instituciones cristianas,
religiosas y de caridad, que las cortes habían declarado propiedad nacional a instigación de los
judíos, les proporcionó magnífica ocasión para el fabuloso aumento de sus fortunas
personales. Del mismo modo, fueron tratados los bienes eclesiásticos. La burla impudente de
los sentimientos religiosos y nacionales, llegó hasta el punto de que la querida de Mendizábal
se atrevió a lucir en público un magnífico collar que, hasta poco tiempo antes, había servido
de adorno a una imagen de la Santa Virgen María, en una de las iglesias de Madrid.”
“El masón berlinés de que hacíamos mención al principio continuaba diciendo: “El peligro
para el trono y el altar, amenazados por el poder de los judíos, según acaban de hacer los jefes
de la Masonería Alemana´, al decir: `Los judíos han comprendido que el `arte real´ (el arte
masónico) era un medio capital para establecer sólidamente su propio reino esotérico...El
peligro amenaza, no solamente a la masonería, nuestra Orden, sino a los estados en
general...Los judíos encuentran en las logias múltiples ocasiones para practicar su
archiconocido sistema de corrupción, sembrando la confusión en muchos asuntos...Si se tiene
presente el papel que jugaron los judíos en los crímenes de la Revolución francesa y en la
usurpación corsa; si se tiene en cuenta la obstinada creencia de los judíos en un futuro
Reinado israelita sobre todo el universo y su influencia sobre el gran número de ministros de
Estado, se advertirá cuán peligrosa puede ser su actividad en los asuntos masónicos. El pueblo
judío forma una casta en oposición hostil a toda la raza humana, y el Dios de Israel no ha
elegido más que a un pueblo, al que todos los demás han de servir de `escabel´”.
“Considerad que entre los 17 millones de habitantes de la Prusia, no hay más de 600.000
judíos; considerad con qué ardor convulsivo trabaja esta nación, de vivacidad oriental e
irreprimible, para lograr por todos los medios subvertir el estado; por ocupar, incluso
mediante dinero, los establecimientos de enseñanza superior y monopolizar en su favor los
puestos del Gobierno...”
Y continúa diciendo el ilustre Arzobispo:
“Carlyle, una de las mayores autoridades masónicas, dice, (pág. 86): `La Masonería de la
Gran Logia es, en la actualidad, enteramente judía’.”
“La `Gaceta de la Cruz´, órgano principal de los conservadores prusianos, dedicó, del 29
de junio al 3 de julio de 1875, una serie de artículos en los que se demostraba que los
principales ministros de los gobiernos alemán y prusiano, sin exceptuar al príncipe de
Bismarck, estaban en manos de los reyes judíos de la Bolsa, y que los banqueros judíos eran
quienes, de manera práctica, gobernaban Prusia y Alemania. Esto hizo decir al judío
Gutzkow: `Los verdaderos fundadores del nuevo Imperio alemán son los judíos; judíos son
los adelantados en todas las ciencias, la prensa, la escena y la política´ “.
“M. Stamm escribió en 1860 un libro sobre este tema, en el que se prueba que `el reino de
la libertad universal sobre la tierra será fundado por los judíos´. En el mismo año, Sammter
publicó en el Volsblait una larga carta para demostrar que `los judíos ocuparán muy pronto el
lugar de la nobleza cristiana; la aristocracia caduca debe perder su puesto en esta época de luz
56 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
69
Monseñor León Meurin, S. J., Arzobispo Obispo de Port-Louis, Filosofía de la masonería. Madrid: Editorial
Nos, 1957. pp. 212-215, 217-218.
70
Von Haugwitz, Memorias.
71
Declaración del P. Abel en “La nueva prensa libre”. Viena, 1898.
72
Barruel, Mémoires pour servir a l´histoire du Jacobinisme. (Memorias para historia del jacobinismo). Citado
por Maurice Fara, obra citada, p. 62.
73
P. Deschamps, Cardenal Mathieu, Monseñor Besson y otros.
CAPÍTULO V: “LA MASONERÍA PROPAGADORA DE LAS 57
REVOLUCIONES JACOBINAS”
Gustavo III es asesinado por Aukastrem, discípulo de Condorcet. El mismo año desaparece
misteriosamente el emperador Leopoldo”.
“En un discurso pronunciado el 4 de marzo de 1882 en la logia `Libre Pensamiento´, de
Aurillac, decía el masón Paul Roques: `Después de haber trabajado en la revolución política,
la Franc-Masonería debe trabajar en la revolución social...´ “ 74.
Y en la Memoria del Gran Oriente de Francia se afirma:.“Que Francia, para vivir, no
sacrifique la razón misma de su existencia: el ideal filosófico, político y social de sus
antepasados de 1789; que no apague la antorcha del genio revolucionario con la que ha
iluminado al mundo”. Y añade el mismo orador: “La peor humillación para Francia consistiría
en renegar de la obra de la revolución...que perezca al menos sin haber abdicado su ideal”. 75.
Otros documentos masónicos de indiscutible valor nos informan que:
“Nunca se podrá olvidar que fue la revolución francesa la que dió realidad a los principios
masónicos preparados en nuestros templos”, decía un orador en el Congreso Masónico de
Bruselas 76 y en una reunión de la logia de Angers celebrada en 1922 exclamaba uno de los
hermanos: “La Franc-Masonería, que ha desempeñado el papel más importante en 1789, debe
estar dispuesta a suministrar sus cuadros de combate a una revolución siempre posible” 77.
“Pasemos al estudio de la participación de los judíos en las revoluciones en general. Ya en
1648 el gran jefe revolucionario Cromwell estaba sostenido por los judíos; una delegación
venida `del fondo de Asia y dirigida por el rabino Jacob ben Azabel´ se presentó ante el
dictador inglés. No se hicieron esperar los resultados de las conversaciones que se entablaron
y Cromwell usó de todo su poder para derogar las leyes de restricción impuestas a los judíos
en Inglaterra 78. Uno de los más íntimos colaboradores de Cromwell fue el rabino de
Amsterdam, Manassé ben Israel”. 79
El famoso investigador de la masonería Maurice Fara, nos cita que:
“Ernesto Renán, que no puede ser sospechoso de antisemitismo, escribía lo que sigue: `En
el movimiento revolucionario francés el elemento judío desempeñaba un papel capital´ y es
muy difícil no estar de acuerdo con él. Es verdad que hacia 1789 los judíos operaban con
mucha prudencia y se ocultaban tras las organizaciones masónicas y las sociedades
filosóficas, pero esto no impedía que algunos de los hijos de Israel tomaran parte activa en los
acontecimientos revolucionarios y se aprovecharan de ellos desde el punto de vista material.
El primer tiro contra los guardias suizos de la Tullerías, el 10 de agosto de 1791, fue
disparado por el judío Zalkind Hourwitz Lang 80. pero como este ardor bélico encierra muchos
peligros, prefieren los judíos dedicarse a otras actividades menos peligrosas y sobre todo más
lucrativas. El viejo hebreo Benoltas, hombre millonario de esta plaza (Cádiz) queda nombrado
por ahora tesorero general de la Orden, y cuenta ya con un fondo disponible de trescientos mil
pesos fuertes (Máxima 44 del Grande Oriente Español, 1º de abril de 1824)” 81.
P. Gaxotte, en su obra “La Revolución Francesa”, afirma que:
“El avituallamiento de los Ejércitos republicanos se realizaba por los israelitas Bidermann,
Max Beer, Moselmann y otros, y esto dio lugar a las quejas formuladas por el comandante
Bernanville, del Ejército del Mosela, porque se le enviaban para las tropas calzados de
adolescente con suela de cartón, medias de niño y lonas para tienda completamente podridas”
82
.
74
“Cadena de Unión” de julio de 1882. Citado por Maurice Fara en “La masonería en descubierto”, p. 63.
75
“Memoria de la Asamblea General del G. O. de Francia”, 1913. p. 337. Citado por Maurice Fara, obra citada,
pp. 63-64.
76
“Memoria del congreso masónico internacional de Bruselas de 1910”, p. 124.
77
“Boletín oficial del G. O. de Francia”, oct., 1922. p. 281.
78
León Halevy, Resumen de la historia de los judíos.
79
R. Lambelin, Las victorias de Israel, p. 44.
80
León Kahn, Los judíos de París durante la revolución. Citado por Maurice Fara, obra citada, pp. 82-83.
81
Maurice Fara, obra citada, p. 83, nota n. 28 del traductor.
82
P. Gaxotte, La revolución francesa, pp. 279-280.
58 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
83
Capefigue, Histoire des grandes opérationes financières (Historia de las grandes operaciones financieras).
84
“Archivos Israelitas”, 1847. Vol. VIII, p. 801.
85
Bédarride, Les juifs en la France, l´Italie et l´Espagne (Los judíos en Francia, Italia y España), pp. 428-430.
86
R. Lambelin, obra citada, p. 62.
87
R. Lambelin, obra citada, p. 10.
88
Edouard Drumont, La France juive (La Francia judía). París, 1888.
89
Maurice Fara, obra citada, p. 85.
CAPÍTULO V: “LA MASONERÍA PROPAGADORA DE LAS 59
REVOLUCIONES JACOBINAS”
sus miembros. Son las condiciones más enérgicamente vitales para la existencia expansiva y
el mayor desarrollo del judaísmo” 90.
“En muchos aspectos la revolución no ha sido sino una aplicación del ideal que `Israel
había traído al mundo´ “ 91 según escribe Leroy Beaulieu, autor nada tachado de
antisemitismo. Es preciso darle la razón porque no se puede negar la importancia de la
intervención judía en la obra revolucionaria.
Por su parte, el “The British Guardian” (13 Marzo 1925), hace esta afirmación: “...la
Iglesia Cristiana es atacada hoy como no lo ha sido jamás durante siglos, y este ataque es casi
exclusivamente la obra de los judíos” 95.
Añade el Excmo. Mons. Cardenal José Mª Caro:
“Por lo demás, las relaciones de la Masonería o del Judaísmo perseguidor de la Iglesia
Católica y, según los casos, de todo el Cristianismo, con el Bolchevismo y Comunismo, en
Méjico, en Rusia, en Hungría y con la amenaza de hacerlo en todas partes, es cosa pública,
como lo es la relación del Judaísmo con la Masonería” 96.
95
“Revue Internationale des Societés Secrètes” (R.I.S.S.), 1925, p. 430.
96
José Mª Cardenal Caro, Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 267-268.
TERCERA PARTE
LA SINAGOGA DE SATANÁS.
Capítulo Primero
E l pueblo hebreo fue escogido por Dios como depositario de la verdadera religión, cuya
conservación le fue confiada en medio de los pueblos idólatras, hasta la venida del
Mesías prometido con Quién se cumplirían las profecías del Antiguo Testamento. Pero
los judíos empezaron, ya antes de la venida de Cristo, a tergiversar las profecías dándoles una
interpretación falsa, racista e imperialista.
La promesa de un reinado del verdadero Dios en la Tierra –reinado espiritual de la religión
auténtica-, lo interpretaron los judíos como el reinado material de su raza, como la promesa de
Dios a los israelitas de un dominio material de su raza, como la promesa de Dios a los
israelitas de un dominio mundial y de la esclavización, por ellos, de todos los pueblos de la
Tierra.
Como ejemplo de esas falsas interpretaciones se pueden citar los siguientes pasajes. En el
Génesis (capítulo XXII, versículos 17 y 18) el Ángel del Señor dice a Abraham:
“17. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la
arena que está a la ribera del mar: Tu posteridad poseerá las puertas de sus enemigos, 18. Y en
tu simiente serán benditas todas las naciones de la Tierra...” 97.
Los judíos imperialistas han dado a estos versículos una interpretación material al
considerar que Dios les ofrece, como descendientes sanguíneos de Abraham, adueñarse de las
puertas de sus enemigos, siendo sólo en ellos, en los de raza judía, en quienes podrán ser
benditas todas las naciones de la Tierra. En cambio, la Santa Iglesia interpreta espiritualmente
estas profecías:
“...cual es la victoria, que por virtud de Jesucristo y por el don de una justicia perseverante
habían de conseguir los hijos espirituales de Abraham (es decir los cristianos) de todos los
enemigos visibles e invisibles de su salud. Y así el cumplimiento a la letra de esta profecía se
verificó después del establecimiento de la Iglesia, cuando se sometieron a Jesucristo todos los
pueblos del mundo, y recibieron de Él la bendición y la salud” 98.
En el Deuteronomio (capítulo II, versículo 25), dice el Señor:
“25. Hoy comenzaré a poner tu terror y espanto en los pueblos, que habitan debajo de todo
el cielo: para que oido tu nombre se pongan despavoridos y como las mujeres que están de
parto tiemblen, y sean poseídos de dolor”.
También a este pasaje la Santa Iglesia da una interpretación restringida, completamente
distinta del sentido imperialista judío, traducido, a través de la historia, en hechos palpables
97
Biblia Scio traducida al español de la “Vulgata” latina por el Ilmo. Sr. D. Felipe Scio de San Miguel, 5 vols.
Madrid: Gaspar y Roig, Editores. 1852. Tomo I, p. 59.
98
Biblia Scio, anotaciones autorizadas a la sagrada Biblia. Tomo I, p. 59.
62 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
que demuestran la aplicación práctica de esta interpretación falsa. Dondequiera que triunfaron
a través de la Edad Media los movimientos heréticos dirigidos por judíos (aunque tales
triunfos fueran locales y efímeros), iban siempre acompañados del crimen, del terror y del
espanto. Lo mismo ha ocurrido con sus revoluciones masónicas, como la de 1789 en Francia
o la de 1931-1936 en España. ¡Y ya no se diga de las revoluciones judeo-comunistas! En la
Unión Soviética, donde los hebreos han logrado.implantar su dictadura totalitaria, han
sembrado el pavor y la muerte de manera tan cruel que los pobres rusos esclavizados al oir
actualmente la palabra “judío” tiemblan de terror.
Otro ejemplo de este tipo nos lo proporciona la falsa interpretación que hacen los israelitas
del versículo 16, del capítulo VII del citado Deuteronomio, que dice:
“16. Devorarás todos los pueblos, que el señor Dios tuyo te ha de dar. No los perdonará tu
ojo ni servirás a sus dioses...”.
Mientras la Santa Iglesia da a este pasaje una interpretación igualmente restringida, los
judíos lo entienden de una manera monstruosa, en el sentido de que Dios les ha dado el
derecho para devorar a todos los pueblos de la Tierra y adueñarse de sus riquezas. ya vimos
(en el capítulo IV de la Primera Parte de esta obra), lo que el rabino Baruch Levi escribía a su
discípulo el joven judío Karl Marx (más tarde fundador del socialismo malamente llamado
científico), dando supuestos fundamentos teológicos al derecho de los judíos para adueñarse
de las riquezas de todos los pueblos de la Tierra mediante los movimientos proletarios
comunistas, controlados por el judaísmo.
El versículo 24 del mismo capítulo VII, reza así:
“24. Y entregará sus reyes en tus manos, y borrarás los nombres de ellos de debajo del
cielo: nadie te podrá resistir, hasta que los desmenuces”.
Esta profecía que la Santa Iglesia refiere a los reyes pecadores que gobernaban en la tierra
de Canaán, los judíos la entienden con carácter universal: consideran todas sus revoluciones y
conspiraciones contra los reyes de los tiempos modernos como empresas santas realizadas en
cumplimiento de las profecías de la Sagrada Biblia y además como un medio útil para lograr
el dominio del mundo, que también creen les fue ordenado por Dios en las Sagradas
Escrituras.
La constante tergiversación del sentido verdadero de las profecías de la Biblia por los
judíos, se encuentra nuevamente al leer el versículo 27 del capítulo VII de la profecía de
Daniel:
“27. Y que todo el reino, y la potestad, y la grandeza del reino, que está debajo de todo el
cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo: cuyo reino es reino eterno, y todos los
reyes le servirán, y obedecerán”.
Mientras la Santa Iglesia interpreta esta profecía en relación al reinado eterno de N.S.
Jesucristo, los judíos consideran que ese reinado eterno sobre el mundo será el de su raza
sobre los demás pueblos, que llegarán a formar un solo rebaño con un solo pastor, salido,
naturalmente, de la grey de Israel.
La profecía de Isaías señala: (capítulo LX, versículos 10, 11 y 12), “10. Y los hijos de los
extraños edificarán tus muros, y los reyes de ellos te servirán...11. Y estarán tus puertas
abiertas de continuo: de día y de noche no se cerrarán, para que sea conducida a ti la fortaleza
de las naciones, y te sean conducidos sus reyes. 12. porque la nación y el reino, que a ti no
sirviere, perecerá; y las naciones serán destruidas y desoladas”.
Esta profecía, que se refiere al reinado de Cristo y de su Iglesia 99, adquiere para los judíos
un sentido totalmente diferente que viene a cristalizar en hechos, claramente reconocibles,
dondequiera que se haya impuesto la dictadura judeo-comunista en los diversos países que
han tenido la desgracia de caer en las garras del monstruo..En todos estos pueblos, los que no
han servido a los judíos o han osado rebelarse contra su servidumbre, han sido destruidos. No
99
Biblia Scio, Profecía de Isaías, Cap. IX, Vers. 10-12. Tomo IV, p. 115.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 63
DE LOS JUDÍOS”
hay más dueño que los judíos, porque ellos se apoderaron de la fortaleza de todas esas
naciones.
Así, podrían seguirse citando versículos del Antiguo Testamento que han sido falsamente
interpretados por el imperialismo judaico. Hay que tener presente que muchos de los profetas
fueron asesinados por los judíos sólo porque contradecían y censuraban sus perversidades.
Pero lo más grave de esas interpretaciones falsas de las profecías de la Biblia fue la que se
relacionó con la venida del Mesías, Redentor del género humano, que establecería el reinado
del verdadero Dios en el mundo. Aquí fue donde los judíos se desviaron en forma más grave
de la Verdad Revelada, dando a las promesas sublimes relacionadas con el Mesías un carácter
racista e imperialista.
Ya en tiempo de N. S. Jesucristo estaba tan arraigada entre los israelitas esa interpretación
falsa, que la generalidad pensaba en el Mesías prometido como en un rey o caudillo guerrero,
que, con la ayuda de Dios, conquistaría a todas las naciones de la Tierra por medio de guerras
sangrientas en las que Israel resultaría siempre vencedor y acabaría por dominar
materialmente al mundo entero. Por ello, cuando Jesús ante tales pretensiones se opuso a todo
derramamiento de sangre, manifestando que su reino no era de este mundo, los imperialistas
judíos sintieron naufragar todas sus esperanzas y ambiciones y empezaron a temer seriamente
que la doctrina de Cristo llegara a convencer a todos los hebreos, y los hiciera reconocer en El
al Mesías prometido.
Cuando Jesús predicó la igualdad de todos los hombres ante Dios, los judíos pensaron –y
con muy justa razón- que Cristo con sus doctrinas echaba abajo sus equivocadas creencias
acerca de Israel como pueblo escogido de Dios para dominar materialmente al mundo,
anulando, al mismo tiempo, la idea de un pueblo superior a los demás por voluntad divina que
estaba, según ellos, destinado por orden de Dios a esclavizar a los demás pueblos y a
adueñarse de sus riquezas.
Por ello, los dirigentes del judaísmo en esa época, sacerdotes, escribas, etc., sintieron que
Jesús amenazaba el brillante porvenir acordado al pueblo de Israel como futuro amo del
Universo, ya que al ser todos los pueblos iguales ante Dios, como lo predicaba N.S.
Jesucristo, no había lugar en la Tierra para uno de ellos, escogido a manera de futura casta
privilegiada y dominante de la humanidad.
En defensa de la tesis imperialista judía, Caifás, sumo pontífice de Israel, señalaba la
conveniencia de que muriera un hombre, Jesucristo, para salvar a un pueblo.
Con posterioridad al crimen más negro y trascendental cometido en la historia de la
humanidad, o sea, el asesinato de Dios Hijo por los judíos, éstos siguieron empecinados en
sus ambiciones imperialistas, tratando de compilar y justificar en un nuevo libro sagrado sus
falsas interpretaciones de la Sagrada Biblia. Así, surgió el Talmud, especie de Nuevo
Testamento de los judíos, condenado por la Santa Iglesia y en el cual, según ellos por
inspiración divina, se contiene la más perfecta interpretación del Antiguo Testamento.
Después surgió la recopilación de la Cábala judía, que quiere decir tradición, en la que fue
consignada –también por inspiración divina, según los judíos- la interpretación esotérica, es
decir, oculta y verdadera de las Sagradas Escrituras. A continuación pasamos a citar unos
cuantos pasajes de esos.“libros santos” del judaísmo moderno, ya que la índole de este trabajo
nos impide extendernos más sobre la materia.
“Vosotros israelitas, sois llamados hombres, en tanto que las naciones del mundo no
merecen el nombre de hombres, sino el de bestias” 100.
“La progenie de un extranjero es como progenie de animales” 101.
100
Talmud tratado “Baba Metzia”. Folio 114, columna 2.
101
“Jebamoth”. Folio 94, columna 2.
64 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
En los anteriores pasajes dan los falsos intérpretes de las Sagradas Escrituras un paso de
gran trascendencia: el de quitar a los cristianos y gentiles, es decir, a todos los pueblos de la
Tierra, su carácter humano, dejándolos en la categoría de bestias.
Para darse cuenta de la importancia de este paso infame hay que tener en presente que,
según la Revelación Divina del Antiguo Testamento, todos los animales y bestias fueron
creados por Dios para servicio del hombre, el cual puede comer su carne, utilizar su piel como
vestido, matarlos, desollarlos y hacer con ellos todo aquellos que le convenga. En cambio,
obligó al hombre a guardar los Mandamientos respecto a sus semejantes, los demás hombres.
Para los judíos –según la falsa interpretación que dan de las Escrituras-, tanto los cristianos
como los gentiles son simples animales y no seres humanos, por lo que automáticamente, los
hebreos quedan sin obligación de guardar los Mandamientos con respecto a ellos, sintiéndose,
al mismo tiempo, con todo el derecho de matarlos, desollarlos y privarlos de todo lo que
tengan, como a cualquier animal. Jamás ha existido, ni existe sobre la Tierra, un imperialismo
tan implacable y totalitario como el de los judíos.
Este concepto trascendental acerca de la animalidad de los demás pueblos explica
claramente la conducta implacable, cruel y despectiva hacia todo derecho humano, observada
por los jerarcas judíos del comunismo internacional.
Su desprecio por los demás llega al extremo de hacerlos afirmar:
“¿Qué es una prostituta? Cualquier mujer que no sea hebrea?” 102.
Esto explica, según lo han repetido y denunciado varios escritores de distintas
nacionalidades, el hecho de que los judíos hayan sido en todas partes los más inescrupulosos
comerciantes en la trata de blancas y los más asiduos defensores de las doctrinas disolventes,
el amor libre y la promiscuidad, mientras mantienen a sus familias en la más absoluta
disciplina y moralidad. Es que siendo animales los cristianos y gentiles, nada de extraño tiene
que vivan en la prostitución y en la promiscuidad.
En cuanto a los instintos asesinos de los judíos, manifestados a través de los siglos, se ven
alentados con la que ellos creen inspiración divina del Talmud y de la Cábala, pero que según
la Santa Iglesia, no es sino obra satánica.
“Al mejor entre los gentiles, mátalo” 103.
Si Dios les ordenó tal cosa, tratándose como se trata de un pueblo cruel y sanguinario,
como lo demuestra la Pasión y Muerte de Cristo, las torturas y matanzas de la Rusia
comunista, etc., ¿qué de extraño tiene que, donde pueda hacerlo, asesine a todos aquellos que
en alguna forma se oponen a sus
perversas maquinaciones?
Ese odio diabólico, ese sadismo que han demostrado siempre los judíos en contra de los
demás pueblos, tiene también su origen en la interpretación falsa de la Revelación divina, es
decir, en la cábala y el Talmud. Sirva de ilustración el siguiente ejemplo:.“¿Qué significa `Har
Sinai´ ¿ Significa el monte desde el cual se ha irradiado el Sina, es decir, el odio contra todos
los pueblos del mundo” 104.
Es necesario recordar, que fue en el Monte Sinaí donde Dios reveló a Moisés los Diez
Mandamientos; pero los judíos modernos consideran, en forma tan equivocada como absurda,
que allí fue revelada la religión del odio que ellos observan hasta nuestros días; odio satánico
contra los demás pueblos que ha tenido su manifestación extrema en los tormentos y matanzas
perpetradas por el comunismo internacional.
La Cábala, reservada para los altos iniciados del judaísmo, no para la plebe, llevó la
división entre judíos y gentiles –entre los que incluyen a los cristianos- a los extremos más
absurdos. Mientras por una parte, se rebajaba a los gentiles a la categoría de simples animales,
por otra parte, se elevaba a los
102
“Eben Ha Eser” 6 y 8.
103
“Aboda Sara” 26B Tosephot.
104
“Shabbath”. Folio 89, columna 2.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 65
DE LOS JUDÍOS”
judíos a la categoría de dioses, identificándolos con la divinidad misma. ¡Hasta ese grado han
falseado los judíos el significado del Pentateuco y en general del Antiguo Testamento!
El blasfemo pasaje que aparece a continuación, es sumamente ilustrativo al respecto:
“Dios se exhibe en la Tierra en las semblanzas del judío. Judío, Judas, Judá, Jevah o
Jehová, son el mismo y único ser. El hebreo es el Dios viviente, el Dios encarnado, es el
hombre celeste, el Adán Kadmon. Los otros hombres son terrestres, de raza inferior; sólo
existen para servir al hebreo, son pequeñas bestias” 105.
Es natural que semejante manera de pensar haya llevado a los judíos a la conclusión lógica
de que todo cuanto existe en la Tierra les pertenece, incluso las bestias –entre las que nos
incluyen a los demás hombres- y todo lo que a esas bestias pertenece.
Los falsificadores de las Sagradas Escrituras intentaron, tanto en el Talmud como en la
Cábala, fortalecer el imperialismo judaico dándole el carácter de mandato divino. Los
siguientes pasajes lo demuestran:
“El Altísimo habló a los israelitas así: Vosotros me habéis reconocido como único
dominador del mundo y por esto yo he de haceros los únicos dominadores del mundo” 106.
“Dondequiera que se establezcan los hebreos, es preciso que lleguen a ser amos; y mientras
no posean el absoluto dominio, deben considerarse como desterrados y prisioneros. Aunque
lleguen a dominar naciones, hasta que no las dominen todas, no deben cesar de clamar: `¡Qué
tormento!´ `¡Qué indignidad!´” 107.
Esta falsa revelación divina, contenida en el Talmud, es una de las bases teológicas de la
política del judaísmo moderno, que realizándola al pie de la letra cree cumplir con la voluntad
de Dios.
Cuando los pueblos cristianos y gentiles han abierto generosamente sus fronteras a los
emigrantes judíos, equiparándolos a los de otras naciones, jamás han podido imaginar que dan
albergue a eternos conspiradores, siempre dispuestos a trabajar en la sombra y sin descanso
hasta dominar al pueblo ingenuo que les abrió sus puertas.
El Talmud claramente señala que los judíos no deben descansar hasta que el dominio sea
absoluto. Los judíos Los judíos han comprendido que la democracia y el capitalismo –que les
ha permitido dominar a los pueblos- no les ha proporcionado ese dominio absoluto ordenado
por el Dios de que habla el Talmud; por eso, los judíos Karl Marx y Federico Engels
inventaron un sistema totalitario que les asegure poder quitar a cristianos y gentiles todas sus
riquezas, todas sus libertades y, en general, todos sus derechos humanos, hasta igualarlos con
las bestias.
La dictadura del socialismo comunista de Marx permite a los judíos alcanzar ese dominio
absoluto; por ello, desde que la implantaron en Rusia, han trabajado sin descanso para destruir
el régimen capitalista que ellos mismos habían creado, pero que fue incapaz de hacerlos llegar
a la meta deseada.
Como revela el Talmud, no basta a los judíos dominar algunas naciones, sino que deben
dominarlas todas; mientras no lo logren, deben clamar: “¡Qué tormento!” “¡Qué indignidad!”.
Esto explica el por qué es insaciable el imperialismo judío comunista. Pone de manifiesto
lo absurdo que es creer en una sincera convivencia pacífica o en la posibilidad de que el
comunismo cese en su ambición de conquistar a todas las naciones de la Tierra. Los judíos
creen que Dios les ha ordenado imponer un dominio total a todas las naciones y que ese
dominio total lo conseguirán sólo por medio de la dictadura totalitaria socialista del
comunismo.
Como ese dominio integral debe extenderse a todas las naciones del mundo, no
descansarán hasta imponer la esclavitud comunista a todos los pueblos de la Tierra.
105
Kabala ad Pentateucum. Folio 97, columna 3.
106
“Chaniga”. Folio 3ª. 3b.
107
Talmud de Babilonia, tratado “Sanhedrín”. Folio 104, columna 1.
66 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Es indispensable que los cristianos y gentiles acaben tan tremenda tragedia. La existencia
de un totalitarismo cruel e imperialista, impulsado por un grupo de místicos, fanáticos y locos
que realizan todos sus crímenes y todas sus perversidades creyendo firmemente que están
cumpliendo con fidelidad los mandatos de Dios, es una ominosa realidad. Llega su maldad
hasta tal grado, que creen moralmente lícito hacer triunfar el ateísmo y el materialismo
comunista en todo el mundo, de manera transitoria, mientras ellos, que son religiosos y
creyentes, logran destruir “al odiado cristianismo y demás religiones falsas”, con el fin de
hacer imperar sobre las ruinas de todas, la religión actual de Israel, la cual reconoce el
derecho de los judíos a dominar el mundo y su carácter de casta privilegiada –por derecho
divino- en la humanidad de los tiempos venideros.
Por otra parte, el Talmud dice dar a los judíos la verdadera interpretación de las promesas
bíblicas acerca del Mesías:
“El Mesías dará a los hebreos la dominación del mundo y a ella estarán sometidos todos
los pueblos” 108.
Podría seguirse citando pasajes de los distintos tratados del Talmud y de la Cábala judía –
tan elocuentes como los anteriores- que nos permitirían percibir cuál es el significado y
trascendencia de la actual religión de los judíos y el peligro que ella significa para la
Cristiandad y para el resto de la humanidad. Cuanto más se profundice en esta materia, más
claro se verá el abismo que media entre la primitiva y verdadera religión revelada por Dios a
los judíos a través de Abraham, Moisés y los profetas, y la falsa religión que fueron
elaborando a base de la falsa interpretación de la Sagrada Biblia, tanto aquellos hebreos que
crucificaron a Cristo Nuestro Señor como sus descendientes, sobre todo, a partir de la
aparición del Talmud de Jerusalén y el de Babilonia y de la posterior elaboración de los libros
cabalísticos “Sepher-Ha-Zohar” y “Sepher-Yetsirah”, libros sagrados que son la base de la
religión de los judíos modernos.
Si media un abismo entre la religión de Abraham y de Moisés y la del judaísmo moderno,
éste se hace insondable entre el cristianismo y dicho judaísmo moderno; puede decirse que
este último es la antítesis y la negación.misma de la religión cristiana, contra la cual destila
odio y afán destructor en sus libros sagrados y en sus ritos secretos.
La lucha de siglos, emprendida por la Santa Iglesia en contra de la religión judía y sus
ritos, no tuvo por origen, como falsamente se ha dicho, la intolerancia religiosa del
catolicismo, sino la maldad inmensa de la religión judía, que presentaba una mortal amenaza
para la Cristiandad.. Esto fue lo que obligó a la Iglesia –tan tolerante en un principio- a
adoptar una actitud decidida en defensa de la Verdad, de la Cristiandad y de todo el género
humano.
Es, pues, errónea y sofística la opinión de algunos clérigos que se dicen cristianos, pero
que le hacen el juego a los judíos en forma bastante sospechosa, en el sentido de que es ilícito
combatir al judaísmo porque los judíos fieles –los judíos creyentes- tienen una religión afín y
hermana de la cristiana.
En primer lugar, es falsa la base de su tesis. Lo hemos demostrado en este capítulo y podrá
comprobarlo quien profundice su estudio en los secretos de la religión judía postbíblica;
secretos que fueron condenados en la doctrina de los Padres de la Iglesia, en los concilios
ecuménicos y provinciales y en los estudios de ilustres clérigos católicos de la Edad Media y
de los siglos anteriores al presente.
En segundo lugar, lo que los judíos pretenden realmente con imponer a los católicos esa
tesis de la ilicitud de combatir a la criminal secta judaica, es lograr la adquisición de una
nueva patente de corso que les permita, sin exponerse a contraataques directos, seguir
adelante en sus movimientos revolucionarios masónicos o comunistas, hasta lograr la
destrucción de la Cristiandad y la esclavización de la humanidad.
108
Talmud de Babilonia, tratado “Schabb”. Folio 120, columna 1; tratado “Sanhedrín”. Folio 88, columna 2 y
folio 89, columna 1.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 67
DE LOS JUDÍOS”
Los judíos y sus cómplices dentro del cristianismo quieren asegurar, en forma cómoda el
triunfo definitivo del imperialismo judaico, ya que si los cristianos se abstienen de atacar y
vencer a la cabeza de toda la conspiración, reduciéndose a atacar únicamente su rama
masónica, anarquista, comunista o cualquier otra, la cabeza –el judaísmo-, libre de ataques,
conservará todo su vigor mientras sus tentáculos masónicos y comunistas, con todos sus
derivados, se dedicarán a atacar de manera inmisericorde, como lo han venido haciendo, a las
instituciones religiosas, políticas y sociales de la Cristiandad y del mundo entero..
Capítulo Segundo:
L a falsa interpretación de las Sagradas Escrituras hizo a los judíos apartarse cada día
más de la primitiva religión de los hebreos que les fue revelada por Dios a través de
Abraham, Moisés y los profetas, para llegar, con la aparición del Talmud y de la
Cábala, a una creencia sectaria, anticristiana e imperialista, que nada de común tiene con la
primitiva Verdad Revelada.
Utilizamos para demostrarlo, entre otras pruebas, pasajes de esos mal llamados libros
sagrados que sirven de base a la religión del judaísmo moderno.
En el presente capítulo se verá algo más sobre las creencias religiosas de los llamados
judíos fieles para poder demostrar, con mayor claridad, que ninguna afinidad o parentesco
existe entre éstas y la religión de los cristianos.
Lo primero que debe tomarse en cuenta al abordar el problema de la religión judía
moderna, es que se trata de una religión secreta, a diferencia de las demás religiones cuyos
dogmas, doctrinas y ritos son de carácter público y, por lo tanto, pueden ser conocidos por
cualquier extraño a ellas.
Los judíos, después de la crucifixión del Señor, fueron –a través de los siglos- ocultando a
los cristianos y a los gentiles todas aquellas doctrinas y ritos que, por constituir una amenaza
contra los demás hombres, necesitaban mantener en secreto. Temían, con toda razón, que al
conocer su doctrina, las gentes reaccionaran violentamente en contra de los judíos.
Ya en un texto talmúdico puede leerse lo siguiente:
“Comunicar algo de nuestra ley a un gentil equivale a al muerte de los hebreos, pues si los
Goyim (gentiles) supieran lo que nosotros enseñamos a propósito de ellos, nos exterminarán
sin más” 109.
La mentira ha sido el arma principal de lo que Cristo Nuestro Señor llamó, ya desde
entonces, la “Sinagoga de Satanás”. Con mentiras y engaños han controlado a los pueblos en
sus revoluciones masónicas y con mentiras y engaños llevan a las revoluciones comunistas.
baste decir que hasta se valen de la mentira para los asuntos relacionados con su propia
religión.
A los cristianos y a los gentiles los engañan haciéndoles creer que la actual religión judía
es como todas las demás: que se limita a rendir culto a Dios, a fijar normas de moralidad y a
defender los valores del espíritu. Pero tienen mucho cuidado de ocultar que su religión es, en
realidad, una secta secreta que conspira para destruir a la Cristiandad, que sigue odiando a
muerte a Cristo y a su Iglesia y que trata de dominar primero y esclavizar después a los demás
pueblos de la Tierra.
No es de extrañar, por lo tanto, que en su propio libro sagrado, el Talmud, afirmen que si
los gentiles (entre los que incluyen a los cristianos) “supieran lo que nosotros enseñamos
acerca de ellos, nos exterminarían sin más”.
La historia nos demuestra lo acertado de esta previsión talmúdica. La Santa Iglesia, al
descubrir lo que en secreto enseñaban los maestros o rabinos a sus fieles, mandó requisar y
destruir en diversas ocasiones los libros del Talmud, ante el peligro que significaban sus
enseñanzas para los judíos, convirtiéndolos en una secta de conspiradores, ladrones y hasta
asesinos; peligro mayor para aquellos que, siendo más fervorosos en su religión,.aceptaban
sin condiciones y con fanatismo las enseñanzas del Talmud y de la Cábala.
109
Divre en “Dav”. Folio 37.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 69
DE LOS JUDÍOS”
De nada sirvió otro fraude judío, consistente en hacer textos apócrifos del Talmud, dados
después a conocer a las autoridades civiles y eclesiásticas sin los pasajes cuya lectura se
consideraba peligrosa para los cristianos. Con frecuencia, tanto la Santa Iglesia como los
gobiernos civiles descubrían los textos auténticos ante la indignación general, manifestada a
menudo en reacciones violentas contra la secta religiosa del judaísmo, cuyos auténticos libros
sagrados contienen ya los lineamientos de la conspiración que han venido desarrollando en
contra de la humanidad entera.
El escritor judío Cecil Roth, en su obra “Storia del pòpolo ebraico”, habla con extensión
de la condenación del Talmud por el Papa Gregorio IX y demás condenaciones sucesivas
hasta aquella del Papa León X, en el siglo XVI, que tuvo su origen en una denuncia al
Cardenal Carafa, de que la obra era perniciosa y blasfema. Esta denuncia fue hecha por el
judío Vittorio Eliano, que era sobrino del sabio judío Elia Levita y tuvo como consecuencia,
la quema pública del Talmud en el “Campo dei fiori”, de Roma, en el otoño de 1553 110.
En los procesos de la Inquisición, seguidos en contra de los judíos clandestinos, llamados
por la Santa Iglesia, “herejes judaizantes”, se encuentra otra fuente muy copiosa sobre las
ocultas y verdaderas creencias religiosas de los judíos. Quienes deseen profundizar en este
estudio necesitarán consultar los archivos de la Inquisición de esta capital del mundo católico;
los de las ciudades italianas donde más se introdujeron los judaizantes; de Carcasona, de
Narbona y de otros lugares de Francia; de Simancas, en España; de la Torre do Pombo, en
Portugal; de México y de otros países de la catolicidad. Por nuestra parte, nos limitaremos a
citar los “Procesos de Luis de Carvajal” (El Mozo), en donde se puede apreciar la mentalidad
de los judíos y conocer ciertas creencia religiosas de los mismos, muy reveladoras.
Se trata de una edición del Gobierno de México del año de 1935, publicación oficial del
Archivo General de la Nación. En éste se encuentran los manuscritos originales con las
consiguientes firmas del judío procesado, de los inquisidores, testigos, etc. La autenticidad de
estos valores manuscritos queda fuera de duda; ni los mismos judíos contemporáneos han
podido negarla jamás, por el contrario, los consideran como valiosos documentos históricos y
los citan en algunas obras hebreas.
El contenido de estos documentos es algo espantoso: monstruosas blasfemias contra
Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima; odio satánico hacia el cristianismo; odio que
nada tiene que ver con la auténtica ley dada por Dios a Moisés en el Sinaí, pero que es la
esencia de la religión oculta del judaísmo moderno; religión de odio, de odio feroz contra la
Cristiandad; odio que inspira las matanzas de cristianos y las persecuciones contra la Santa
Iglesia y que se ha desatado en forma explosiva, irrefrenable y ominosa en todos los lugares
donde han triunfado las revoluciones judeo-masónicas y
judeo-comunistas.
Del segundo proceso contra Luis de Carvajal, iniciado a fines del siglo XVI, en el año
1595, nos atrevemos a transcribir con verdadera repugnancia lo que sigue, porque es urgente
desagraviar a Cristo Nuestro Señor y a María Santísima de las blasfemias que lanzan los
judíos; y porque es necesario demostrar palpablemente la mendacidad de esta tesis extraña,
sostenida actualmente por algunos clérigos que afirman que es indebido combatir al.judaísmo
por su afinidad con la religión cristiana, afirmación que raya en la demencia y que sólo puede
prosperar entre quienes, desconociendo el problema, caen víctimas de las fábulas judaicas.
La intensa religiosidad de Luis de Carvajal se manifiesta en diversos pasajes del proceso.
Transcribimos a continuación el testimonio de Manuel de Lucena, judío, amigo de Luis de
Carvajal:
“...y lo que pasa es que habrá año y medio que yendo éste a Santiago a ver a Luis de
Carvajal y visitándole en el colegio de los indios en un aposento de él, que estaba sacando
moralidades de la Biblia, y éste le dijo: `cosas lindas estáis escribiendo´ ; y el dicho Luis de
110
Cecil Roth, Storia del popolo ebraico. Milán: 1962. pp. 327, 408.
70 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Carvajal le respondió que tales eran, y que se espantaba cómo no abría los ojos tosa criatura, y
que quebrantado fuese quien quebrantaba la palabra del Señor, diciéndolo por los cristianos
que fuesen quebrantados, porque quebrantaban la Ley de Moisén, que llamaba la Ley del
Señor;...”
Después, sigue diciendo Manuel de Lucena, que manifestándole algunas dudas:
“...al dicho Luis de Carvajal como a hombre que guarda la Ley de Moisén y es muy leído
en la Biblia, se las declaraba y le satisfacía; y el dicho Luis de Carvajal le decía a éste cómo
vio que guardaba la Ley de Moisén y que también estaba en ella por habérsela comunicado a
Ley y tratado de autoridades del Testamento Viejo: que de allí en adelante le tendría por
hermano y aunque indigno, lo encomendaría a Dios en sus oraciones...” 111.
Hasta aquí aparece Luis de Carvajal como un piadoso judío, fervorosamente religioso; pero
que ya demuestra su odio al cristianismo cuando dice: “quebrantados sean los cristianos”,
porque quebrantan la Ley de Moisés.
El mismo judío, Manuel de Lucena, afirma que en cierta ocasión preguntó a Luis de
Carvajal
“...cómo se entendía un capítulo de Zacarías que comienza, que el principio de él no se
acuerda más de que se dice en él: `despierta, cuchillo, contra mi pastor y contra el hombre,
conjunto amigo, etc.´. Y el dicho Luis de Carvajal le respondió que aquella autoridad y
aquello que en aquello se contiende, diría el Señor el día del Juicio a Jesucristo, por haberse
hecho Dios, condenándole a Él y a todo su reino a los infiernos;...” 112.
Aquí, las interpretaciones equivocadas del Antiguo Testamento levan a un judío piadoso en
su religión, a destilar odio contra Cristo Nuestro Señor, al afirmar que Este y su reino serán
condenados a los infiernos, blasfemia lanzada contra el Hijo de Dios por un hebreo
intensamente religioso, considerado actualmente por los judíos como un santo varón y mártir.
Sigue diciendo después el mismo Lucena, en su testimonio, que cierto día fue a casa de
Luis de Carvajal y halló “...al dicho Luis de Carvajal, doña Francisca su madre, doña Isabel,
doña Leonor y doña Mariana, sus hermanas, hincadas de rodillas hacia el Oriente, rezando
Salmos y oraciones de la Ley de Moisén, y con voz baja y llorando el dicho Luis de Carvajal,
decía los dichos Salmos y oraciones; y las dichas doña Francisca, doña Isabel, doña Leonor y
doña Mariana respondían de la misma manera, la voz baja y llorando; todo lo cual hacían en
guarda y observancia de la Ley de Moisén y del Día Grande del Señor...” 113.
La religiosidad y piedad de este ferviente judío quedan, por tanto, fuera de duda.
Los frailes dominicos inquisidores, para ayudarse en el esclarecimiento de la verdad,
utilizaban, además de los testimonios de algunos judíos, un medio consistente en introducir a
la celda del reo a un sacerdote católico, que conociendo las creencias y ritos secretos del
judaísmo, apareciera ante el preso como otro judío encarcelado en la misma celda. Con esta
estratagema,.se logró que Carvajal, creyéndose acompañado por un hermano y
correligionario, externara los verdaderos sentimientos ocultos en su corazón. El clérigo
escogido fue don Luis Díaz, cuyos testimonios constan en las actas de la audiencia celebrada
en la ciudad de México, el 9 de febrero de 1595.
Ante el Inquisidor Don Alfonso de Peralta, el sacerdote mencionado, bajo juramento
prestado, hizo, entre otras, las siguientes declaraciones:
“...que es verdad que él ha pedido audiencia, para decir y declarar dichas cosas que le han
pasado con Luis de Carvajal, compañero de cárcel de éste, acerca de la Ley de Moisén; y en
aprobación de ella le dijo a éste el dicho Luis de Carvajal que no se encomendase a Ntra. Sra.
la Virgen María, porque era una mujercita embaidora, mujer de un carpintero, para que éste
viese lo poco en que la había de estimar, le hacía saber que estando un día la Virgen
111
Gobierno de México, Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). México: Publicaciones del Archivo General de
la nación, 1935. XXVIII, pp. 127-128.
112
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, p. 128.
113
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 130-131.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 71
DE LOS JUDÍOS”
Santísima, apartada de José, su santo esposo, vino a visitarla un herrero que andaba
enamorado de su Divina Majestad, y estando con su menstruo tuvo acceso carnal con ella y
entonces engendraron a Nuestro redentor Jesucristo, llamándole el perro embaidor, barbillas,
y que por él había venido la perdición de todo el género humano y la que agora había entre
todos los cristianos que guardaban su secta, y que por esta causa están Nuestro redentor
Jesucristo y su Santísima Madre y todos los Apóstoles y Stos. que los cristianos llaman
mártires, ardiendo en los infiernos; y porque la creyese éste y no tuviese duda, le dijo el dicho
Luis de Carvajal que Adonay, verdadero Dios de los Ejércitos y de las hazañas, había
pronosticado al profeta Daniel que había cuatro reinos, y que en el postrero vio el dicho
profeta que había una figura espantable, y que le salían de la frente diez cornezuelos y entre
los cuales había uno muy pequeño que tenía ojos y boca, y daba a entender esta bestias fiera
que era Jesucristo Ntro. Redentor, llamándole bestia abominable; y que esta visión que vio el
dicho profeta pronosticaba la perdición que (a la venida de Jesucristo, habría en el mundo, y
que como Cristo había sido tan gran pecador, lo eran también los Sumos Pontífices y todos
los prelados de las iglesias) que seguían su doctrina y que cuando la magdalena fue a pedir
perdón a Cristo y le ungió y le dijo: `Remitunt tibi peccato´, la estaba contemplando para
pecar con ella” 114.
Sigue la declaración del clérigo católico, Luis Díaz, en los siguientes términos:
“Item, dijo: que queriendo éste saber del dicho Luis de Carvajal qué cómplices había que
guardasen la Ley de Moisén, fingiendo éste que la quería guardar, para venir luego y
manifestarlos ante los Sres. inquisidores, le dijo el dicho Luis de Carvajal que pues él estaba
determinado a confesar y a morir en la Ley de Moisén, podría acudir éste a Manuel de Lucena
y a Manuel Gómez Navarro y a Pedro Enríquez, que eran grandes judíos y guardaban con
perfección la Ley de Moisén...” 115.
A continuación, se transcribe una escena inmunda relatada por el padre Luis Díaz, en la
que se ve de lo que pueden ser capaces esos judíos muy fervorosos y apegados a su fe
religiosa. Se trata del propio Luis de Carvajal, cuya religiosidad es ya conocida, de Manuel
Gómez Navarro, de quien dice aquél ser gran judío y guardar con perfección la Ley de Moisés
y de Diego Enríquez, de quien dice ser el mayor judío que había en la Nueva España. La
declaración del R.P. Díaz dice:
“...se acuerda que el dicho Luis de Carvajal dijo a éste que Diego Enríquez, penitenciado
por este Santo Oficio, hermano del dicho Pedro Enríquez, era aunque mozo, el mayor judío
que había en al Nueva España y de mayor pecho y valor, y que estando en esta ciudad, en casa
del dicho Diego Enríquez, se quedaron a dormir con el dicho Diego Enríquez en una misma
cama el dicho Luis de Carvajal y Manuel Gómez Navarro, y toda la noche estuvieron en
mucha chacota comiendo nueces y pasas, y el dicho Luis de Carvajal les hizo una plática en
alabanza de la Ley de Moisén, y el dicho Diego Enríquez, después de una plática, se levantó
al servicio, y habiendo puesto un Cristo que tenía a la cabecera de la cama, atado a los pies de
ella, estándose.proveyendo, decía: por Nuestro Redentor Jesucristo, esto puedo almorzar este
perro por la mañana; y volviéndose a la cama, como dormía el dicho Diego Enríquez en
medio del dicho Luis de Carvajal y Manuel Gómez Navarro, teniendo el rostro de Cristo a sus
pies, alzaba la copa y ventoseaba diciendo al Cristo: bebe, perro, juro a Dios que os he de
poner las barbas bermejas; y el dicho Manuel Gómez Navarro, no pudiendo sufrir el hedor,
dijo al dicho Diego Enríquez: idos de ahí, lleva a ese perro con todos los diablos, y ponelde en
otra parte y allí dalde de beber cuanto vos quisiéredes; y entonces dijo el dicho Luis de
Carvajal: dexaldo estar que yo me huelgo mucho y no hay agua rosada ni agua de ángeles
para mí, como ver tratar mal a este perro ahorcado, embaidor y hechicero” 116.
114
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 140-141.
115
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 141.
116
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 158-159.
72 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
La terrible escena demuestra que, el odio satánico de los judíos hacia Cristo Nuestro Señor
seguía siendo el mismo mil seiscientos años después de su crucifixión. Y, del mismo modo,
evidencia que es falsa la tesis sostenida por muchos israelitas en el sentido de que, los
enemigos implacables de Cristo y de su Iglesia son los judíos descreídos y no los judíos fieles
a su religión, la cual es pariente cercana de la cristiana.
Es evidente, que los judíos más fieles a su monstruosa religión son los más enconados
enemigos de Cristo y de la Cristiandad, ya que es en tal secta religiosa donde beben el odio
implacable contra Jesús y contra todo lo cristiano. Por el contrario, los pocos hebreos que
venciendo el temor a las terribles amenazas –incluso el asesinato de los llamados apóstatas y
de represalias contra sus familias- logran desligarse de la secta demoníaca y adquieren el
calificativo de judíos de sangre; pero incrédulos en su religión, acaban por perder su odio
hacia la Cristiandad y hacia la humanidad entera, al dejar de absorber constantemente ese
ambiente de odio contra la Iglesia, ese afán de esclavizar y odiar a la humanidad, que infesta
las Sinagogas de Satanás. Desgraciadamente son poquísimos los que lo hacen, puesto que casi
nadie se atreve a desafiar las iras de los dirigentes judíos manifestadas, a menudo, por
represalias y bloqueo económico, excomuniones terribles y amenazas de muerte, siempre
pendientes sobre las cabezas de los incrédulos que se atrevan a desligarse de la Sinagoga.
Siguiendo con las constancias del expediente del segundo proceso en contra del judío Luis
de Carvajal, encontramos en las declaraciones del Padre Díaz que habiendo preguntando al
primero con qué otros judíos de confianza podía tratar, respondióle Carvajal:
“...con el dicho Antonio Díaz Márquez, porque era gran siervo de Dios y guardaba la Ley
de Moisén y que si no fuera casado con una perra cristiana, hija de villanos, se hubiera ido a
una judería...que el dicho Antonio Díaz Márquez, cuando iba a la iglesia y se hincaba de
rodillas y hacía que rezaba y decía a las imágenes de los santos semejantes sean a vosotros los
que en vosotros adoran...y que cuando salía el sacerdote a decir misa al altar, de la hostia
decía el dicho Antonio Díaz Márquez, en un solo Dios creo, en un solo Dios adoro y no en
este perro que no es sino un pedazo de engrudo...y luego se apartó hacia donde tenía el dicho
Luis de Carvajal un Cristo y unas imágenes, y se llegó al Cristo y le dio una higa,
metiéndosela en los ojos por dos veces y diciéndole: ¿qué secreto nos tendrá este perro de
barbillas? y entonces le escupió en el rostro y luego se levantó el dicho Luis de Carvajal,
diciendo: no me habéis de llevar en eso ventaja; y escupiendo a la imagen de Nuestro Señor
Jesucristo, dijo: no habéis de llamar a éste perro, sino Juan Garrido...y que cuando la dicha
Constanza Rodríguez va a la iglesia, cuando el sacerdote alza la hostia, dice: encomendado
seas a los diablos tú y quien te alza, confundido seas por misterio del cielo, caiga aquí un rayo
y confunda a todos estos herejes, diciéndolo por los cristianos...” 117.
Lo que sigue es algo terrible; pero es preciso citarlo para que los católicos se den cuenta
del peligro que encierra la llamada religión judía.
En el testimonio de Pedro de Fonseca, mandado por los inquisidores a petición del Padre
Díaz, para que escuchara junto a la puerta de la cárcel la conversación sostenida por el
sacerdote con Luis de carvajal, afirmó que pudo escuchar, en la hora fijada por el Padre Luis
Díaz, entre otras cosas, lo siguiente:
“...que el Mesías no había venido y que Jesucristo era profeta falso, y que era el Antecristo
que dicen los cristianos y que cuando venga el Antecristo, vendrá el Mesías prometido en la
Ley, y que los cristianos andan engañados y están en los infiernos, y que el que tiene mayor
dignidad entre ellos, terná (tendrá) mayor pena en los infiernos, y que el Papa y el rey y todos
los grandes inquisidores y ministros del Santo Oficio, perseguidores de los que guardan la
Ley de Moisén que es la verdadera, y que los apóstoles están también en el infierno, y que no
hay santos en el cielo, y que Jesucristo estuvo amancebado con la Magdalena, y que Nuestra
Señora está en los infiernos y era una puta que había parido cinco veces, y entonces el dicho
Luis Díaz de Carvajal, respondió: cómo se ha de creer en María Hernández, madre de Juan
117
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 143-144, 150.
CAPÍTULO II: “ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS 73
DE LOS JUDÍOS”
garrido, que asó los llaman los judíos, diciendo María Hernández, por Nuestra Señora y Juan
Garrido, por Nuestro Redentor Jesucristo...tenía una imagen de Juan Garrido, diciéndolo por
Jesucristo, a los pies de su cama, y que cuando se bajaba de ella para sus necesidades, pasaba
por encima de él y lo ventoseaba, para ver si le respondía, y que algunas veces lo ensuciaba, y
que el dicho Juan Garrido (diciéndolo por el Cristo), le tenía buen secreto y se reía de él” 118.
Estos eran los judíos que la Inquisición, con la autoridad de la Santa Iglesia, relajaba a la
justicia y brazo secular para que fueran quemados en la hoguera o muertos por medio del
garrote. Sólo la ignorancia de los que es la secta religiosa del judaísmo, puede hacer que
gentes de buena fe acusen a la Santa Iglesia de intolerancia por tales motivos. En realidad, se
requiere mucha ignorancia o mala fe, para asegurar a los cristianos que puede haber un
convenio entre la Santa Iglesia y la Sinagoga de Satanás; ya que, si es imposible concebir un
pacto o entendimiento entre el catolicismo y el comunismo o entre aquél y la masonería, tanto
más imposible es un pacto entre la Santa Iglesia y el judaísmo satánico, que es la cabeza del
comunismo y la masonería, impregnados –por los judíos- de ese odio diabólico a Cristo, a
María Santísima y a la Cristiandad.
Luis de Carvajal, judío ejemplar, maestro de la –ya falsificada- ley de Moisés, identificó al
Mesías que ellos esperaban con el Anticristo de los cristianos. Es muy significativo que, por
otra parte, diversos concilios de la Santa Iglesia católica, con su gran autoridad, hayan
afirmado que los judíos son verdaderos ministros del Anticristo.
Desde el año 633, el Concilio IV de Toledo, integrado por los metropolitanos y obispos de
España (incluyendo la actual Portugal) y las Galias visigodas, aseguraba en el canon LVIII
que eran del cuerpo del Anticristo los obispos, presbíteros y seglares que prestaran apoyo a
los judíos en contra de la fe cristiana, declarándolos sacrílegos y excomulgados 119.
En su Canon LXVI llama a los hebreos “Ministros del Anticristo” 120.
No deja, pues, de ser muy notable que personas tan autorizadas de las dos partes en pugna,
es decir, de la Santa Iglesia de Cristo y de la Sinagoga de Satanás, hayan establecido
alrededor del problema del Anticristo posiciones similares, aunque desde un ángulo opuesto.
Por otra parte, del estudio profundo de la secreta religión de los judíos en la Era Cristiana –
cuyos secretos se han ido descubriendo a pesar de las precauciones tomadas por ellos
para.evitarlo-, se llega a la conclusión cierta, de que dicha religión, lejos de tener parentesco y
afinidad con el cristianismo, es la antítesis y la negación suprema de la fe de Cristo, con la
que no hay la más remota posibilidad de entendimiento.
118
Procesos de Luis de Carvajal (el mozo). Edición citada, pp. 162-164.
119
Juan Tejada y Ramiro, Colección de cánones y de todos los concilios de la Iglesia en España y América.
Madrid, 1859. Tomo II, p. 305.
120
Juan Tejada y Ramiro, Colección de cánones y de todos los concilios de la Iglesia en España y América. Tomo
II, p. 308.
Capítulo Tercero:
121
Cecil Roth, Storia del pòpolo ebraico. Milán, 1962. p. 477.
CAPÍTULO III: “MALDICIONES DE DIOS A LOS JUDÍOS” 75
Los falsos conversos tomaban las aguas del bautismo y seguían siendo en secreto tan
judíos como antes; aunque adoptaban nombres cristianos, iban a misa y hasta recibían
sacrílegamente los sacramentos.
Asistían a sinagogas secretas; se reunían en casas particulares y en otros sorprendentes
lugares, como después se verá. Estas familias cristianas en apariencia, observadoras –hasta
ostentosas- del culto, ritos y oraciones cristianos, no sólo practicaban el judaísmo en secreto,
sino lo transmitían a sus hijos, que a determinada edad eran iniciados ocultamente en el
judaísmo por medio de secretas e imponentes ceremonias, que nos recuerdan las iniciaciones
masónicas.
Este sistema de judaísmo subterráneo ha existido desde los primeros siglos del cristianismo
hasta nuestros días, sin solución de continuidad.
Pronto se vio que la Cristiandad entera estaba amenazada de muerte si no tomaba con
urgencia las medidas necesarias para contrarrestar las organizaciones secretas del judaísmo y
las asociaciones ocultas que los judíos clandestinos estructuraban entre los verdaderos
cristianos; llegándose a la conclusión de que la Santa Iglesia sólo podría defenderse y
defender a la humanidad de la destrucción, formando una organización represiva, también
secreta. No quedaba más remedio que oponer a las organizaciones ocultas anticristianas,
estructuras de represión también secretas. Así nació la eficacísima organización oculta del
Santo Oficio de la Inquisición.
Mucho se ha criticado el procedimiento secreto empleado por la Inquisición, así como el
sigilo absoluto que rodeaba a todas sus actividades. La Santa Iglesia no tuvo alternativa, y
hubo de comprender lo infructuoso que resulta combatir a una organización secreta con
simples actividades públicas. También los gobiernos han necesitado combatir las actividades
secretas de espionaje y sabotaje de sus enemigos, con servicios secretos equivalentes, ya que
de lo contrario, sucumbirían.
Siendo las organizaciones secretas la única medida verdaderamente efectiva contra el
judaísmo emboscado, no es extraño que éstas hayan sido las que con más saña han combatido
los judíos por todos los medios posibles. Así, cuando Santo Domingo de Guzmán y otros
santos varones de su época lucharon por la creación de la Inquisición, los judíos ocultos,
metidos en el clero, organizaron innumerables intrigas para impedirlo, tratando incluso de
sublevar a los obispos en contra de la medida y atacando sistemáticamente lo relativo al
secreto. No hay cosa que tema más la quinta columna judía, que el que la Santa Iglesia y los
católicos utilicen para combatirla, las mismas armas secretas que ella..Por eso aún en nuestros
días, cuando para combatir a la masonería o a las organizaciones secretas del comunismo,
algún grupo de católicos quiere oponerles organizaciones también reservadas,
inmediatamente, los judíos subterráneos, organizan intrigas para que el obispo de la diócesis o
sus superiores condenen y destruyan la organización reservada. Los judíos y sus agentes
dentro del clero católico, saben muy bien que contra una organización oculta fracasarán todas
las de carácter público que se le enfrenten y que para dominarla serán precisas estructuras
también de carácter secreto que, como la Santa Inquisición, funcionen de acuerdo con la
Doctrina católica.
Otro aspecto muy atacado de la Inquisición, es el relativo a la quema de judíos y herejes o
a su ejecución por el garrote; siendo difícil precisar las cifras exactas de los ejecutados por
herejes de distintas sectas o por herejes judaizantes, como llamaba la Iglesia a los que, siendo
cristianos en apariencia, practicaban en secreto el judaísmo.
Muchos calculan en millares y otros hasta en decenas de miles, tan sólo los judíos
clandestinos muertos por la Inquisición en la hoguera y por medio del garrote; pero sea la
cantidad que sea, los enemigos de la Iglesia han lanzado contra ésta injustificados ataques por
estos procedimientos. La defensa que se ha hecho de la Iglesia, sobre la base de que ella no
los ejecutaba directamente, sino que los relajaba al brazo seglar para que éste dictara las
sentencias de muerte y las ejecutara, es fácilmente refutada por los enemigos del catolicismo,
76 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
diciendo que aunque la Iglesia no los condenara ni matara directamente, había dado su
aprobación a los procedimientos inquisitoriales y a las leyes que penaban con la muerte a los
herejes judíos relapsos y que, además, durante seis siglos había dado su aprobación a estas
ejecuciones. Otro argumento débil de los defensores de la Iglesia, ha sido el pretender que la
Inquisición de España y de Portugal eran instituciones de Estado, no dirigidas por la Iglesia;
pero el razonamiento es endeble, puesto que éste no puede aplicarse a la Inquisición pontificia
que funcionó durante tres siglos en toda la Europa cristiana y que estaba dirigida, nada menos
que por Su Santidad el Papa, quien personalmente nombraba al Gran Inquisidor. Los demás
inquisidores, franciscanos o dominicos, ejercían sus funciones como delegados papales con
autoridad papal.
Es cierto que la Inquisición Pontificia llevó a la hoguera a millares de judíos y herejes que,
aunque ajusticiados por el brazo seglar, morían, no obstante, con la aprobación de la Santa
Iglesia que había sancionado los procedimientos para juzgarlos, las leyes que los condenaban
y las ejecuciones mismas. Si la Iglesia no hubiera estado de acuerdo con las condenaciones a
muerte de judíos y herejes, las hubiera evitado con sólo ordenarlo.
Incluso, en lo referente a la Inquisición española y portuguesa, que eran instituciones de
Estado donde el Gran Inquisidor era nombrado por el rey y no por el Papa, la Santa Iglesia
autorizaba a la Orden de Santo Domingo para constituir los tribunales de la Inquisición, para
perseguir y descubrir a los judíos y herejes, para encarcelarlos y para llevar todo el proceso
hasta la relegación al brazo seglar.
También en estos casos, la Iglesia había dado su aprobación a las leyes que autorizaban al
brazo seglar para quemar o dar garrote a estos delincuentes.
Para lograr una defensa eficaz y contundente de la Santa Iglesia y de la Inquisición, es
preciso tener el valor de recurrir a la verdad y a toda al verdad..La Santa Iglesia no podrá
jamás temerla ya que sus actos han sido siempre normados por la equidad y la justicia. Por
eso, con la verdad, que es siempre arrolladora, -expuesta ampliamente en la Cuarta Parte de
este libro (“La quinta columna judía en el clero”)-, se logrará una defensa colectiva de la
Santa Iglesia Católica, en lo que respecta a su política inquisitorial.
Por lo pronto, empezaremos demostrando que los judíos no son un pueblo intocable por el
hecho de haber sido un tiempo el pueblo escogido de Dios, sino que, por el contrario, Dios
predijo que si no cumplían con todos sus mandamientos, serían castigados muy severamente.
Por esta consideración, la política de la Iglesia contra los judíos, en materia inquisitorial, tiene
una base teológica amplia.
Mucho se vanaglorian los judíos de ser todavía, en la actualidad, el pueblo elegido de Dios,
basándose para fundamentarlo en ciertos pasajes de la Sagrada Biblia, a los que dan una
interpretación falsa o imperialista, cuidándose mucho, sin embargo, de considerar otros
pasajes en los que Dios claramente condicionó aquel privilegio al hecho de que se cumplieran
fielmente con los mandamientos y demás órdenes del Señor, amenazándolos, si no lo hacían,
con retirarles la distinción de pueblo escogido para convertirlos en un pueblo maldito, sobre el
que caerían varios anatemas señalados expresamente por Dios al propio Moisés. Pero los
judíos tratan de ocultar esta situación, así como tratan de hacerlo también ciertos clérigos
cristianos, cuya conducta, que parece inexplicable, más beneficia al judaísmo y a sus planes
subversivos que a la Santa Iglesia de Cristo.
En el Deuteronomio (capítulo XXVIII, versículos 1 y 2), Moisés, transmitiendo a los
hebreos la voluntad divina, define claramente esa situación.
“1. Y si oyeres la voz del Señor Dios tuyo, para cumplir y guardar todos sus
mandamientos, que yo te intimo hoy, el Señor te ensalzará sobre todas las gentes, que hay
sobre la Tierra. 2. Y vendrán sobre ti, y te alcanzarán todas esa bendiciones: con tal que
escuches sus mandamientos”.
CAPÍTULO III: “MALDICIONES DE DIOS A LOS JUDÍOS” 77
Hay que tener presente que después de mencionar Moisés todas las bendiciones que
otorgaría Dios a los israelitas si cumplían con todos los mandamientos y oían la voz del
Señor, enumera las tremendas maldiciones que haría caer sobre ellos si hacían lo contrario.
Quien quiera conocerlas íntegras puede consultar el propio Deuteronomio, capítulo
XXVIII; y Levítico, capítulo XXVI. Nos reduciremos aquí únicamente a insertar algunas de
las más importantes:
En el Deuteronomio (capítulo XXVIII), dice Moisés, transmitiendo lo ordenado por Dios:
“15. Pero si no quisieres escuchar la voz del Señor Dios tuyo, para guardar, y cumplir
todos sus mandamientos y ceremonias, que yo te prescribo hoy, vendrán sobre ti, y te
alcanzarán todas estas maldiciones. 16. Serás maldito en la ciudad, maldito en el campo. 17.
Maldito tu granero, y malditas tus obras. 18. Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu
tierra, las manadas de tus vacas, los rebaños de tus ovejas. 19. Serás maldito cuando entres, y
maldito cuando salgas. 20. El Señor enviará sobre ti hambre y ansia por comer, y maldición
sobre todas tus obras, que tú hicieres: hasta que te desmenuce, y pierda prontamente, a causa
de tus malísimas invenciones, por las cuales me abandonaste. 22. El Señor te hiera con suma
pobreza, con calentura y frío, con ardor y bochorno, y aire corrompido, y añublo, y te persiga
hasta que perezcas. 24. Dé el Señor a tu tierra polvo en vez de lluvia, y descienda del cielo
ceniza sobre ti, hasta que seas desmenuzado. 25. Haga el Señor que caigas delante de tus
enemigos (tremenda amenaza de destrucción). Salgas por un camino contra ellos, y huyas por
siete, y seas disperso.por todos los reinos de la Tierra. 43. El extranjero, que vive contigo en
tu tierra, subirá sobre ti, y estará más alto: y tú descenderás, y quedarás más bajo 122. 45. Y
vendrán sobre ti, y te perseguirán y alcanzarán todas estas maldiciones, hasta que perezcas:
por cuanto no oíste la voz del Señor Dios tuyo, ni guardaste sus mandamientos y ceremonias
que te mandó. 48. Servirás a tu enemigo, que el Señor enviará contra ti, con hambre y con
sed, y con desnudez, y con todo género de carestía: y pondrá un yugo de hierro sobre tu
cerviz, hasta que te desmenuce. (Tremenda profecía de esclavitud primero, y luego, de
aniquilamiento de los judíos, a manos de enemigos que el mismo Dios les echará encima,
como castigo y maldición). 54. El hombre más delicado de los tuyos, y el más entregado a
placeres, será mezquino con su hermano, y con su mujer, que duerme en su seno. 55. Para no
darles de las carnes de sus hijos, que se comerá: por cuanto ninguna otra cosa tendrá en el
cerco y en la penuria, con que te habrán destruido tus enemigos dentro de todas tus puertas.
62. Y quedaréis en corto número, los que antes por la multitud erais como las estrellas del
cielo, por cuanto no oíste la voz del Señor Dios tuyo” 123.
El Levítico (capítulo XXVI), también hace mención al dilema presentado por Dios al
pueblo judío, prometiéndole que será su pueblo escogido y bendito si cumple con los
mandamientos y lo maldecirá si no los cumple; profetizando además, los castigos con que
penará su mala conducta. De las maldiciones lanzadas directamente por Dios contra los
israelitas, en este último caso, insertaremos sólo las que consideramos de mayor
trascendencia, remitiendo a los quieran conocerlas todas a la propia Sagrada Biblia, que nos
sirvió en este asunto.
“14. Mas si no me oyéreis, ni cumpliéreis todos mis mandamientos. 15. Si despreciáreis
mis leyes, y no hiciéreis aprecio a mis juicios, de manera que no cumpláis las cosas que yo he
establecido, e invalidáseis mi pacto: (Aquí alude Dios Nuestro Señor, al hecho de que los
judíos, con sus pecados, son los que invalidan y rompen el pacto o alianza que celebró Dios
con dicho pueblo). 16. Yo también haré esto con vosotros: Os visitaré prontamente con
carestía, y con un ardor que acabe con vuestros ojos, y consuma vuestras almas. En vano
sembraréis granos, que serán devorados por vuestros enemigos. 17. Pondré mi rostro contra
122
“Los Padres de la Iglesia entienden en esta profecía la vocación de los gentiles a la fe, los cuales fueron por
esta causa gloriosamente preferidos a los judíos” (San Cipriano, Contra Judae. Libro I, Cap. 21) en Biblia Scio,
edición citada. Tomo I, nota 2, p. 447.
123
Biblia, Deuteronomio, Cap. XXVIII, Vers. 43, 45, 48, 54, 55, 62.
78 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Europa ocupada por los nazis, se podrá comprobar que una vez más, en la historia, se
cumplieron las maldiciones y castigos anunciados por Dios Nuestro Señor hace miles de años
para el pueblo judío. Evidentemente, Dios Nuestro Señor ha utilizado incluso a los pueblos
paganos –como los caldeos, los romanos y últimamente los nazis -, como instrumentos de la
Divina Providencia para castigar los delitos y pecados del pueblo judío y hacer cumplir las
maldiciones predichas por el mismo Dios. La Santa Inquisición, al castigar con la muerte a los
judíos infiltrados en la Iglesia y en el clero, no fue más que otro instrumento de la Divina
Providencia para aplicar sobre ellos los castigos anunciados por Dios al propio Moisés.
Si los hebreos o sus instrumentos dentro de la Cristiandad se sienten molestos al leer estas
líneas, deben reconocer, sin embrago, que ni debemos ni podemos modificar los mandatos
divinos..En el capítulo siguiente veremos cómo los profetas bíblicos, transmitiendo la
voluntad de Dios, fueron todavía más claros que Moisés en lo que respecta a los castigos que
azotarían a los judíos en virtud de sus pecados y crímenes.
Capítulo Cuarto:
D e los tremendos castigos prescritos por Dios en contra de los judíos, hablan también,
constantemente, los profetas de la Sagrada Biblia.
En la profecía de Isaías, Dios, por boca de aquél, predice contra los israelitas varias
sanciones que sería largo transcribir, reduciéndonos solamente a estos dos versículos del
capítulo LXV (remitiendo a quienes quieran profundizar este tema a las Sagradas Escrituras):
“11. Mas vosotros que desamparásteis al Señor, que olvidásteis mi santo monte, que ponéis
mesa a la Fortuna, y derramáis libaciones sobre ella. 12. Por cuenta os pasaré a cuchillo, y
todos caeréis en la matanza: porque llamé, y no respondísteis: hablé, y no oísteis: y hacéis el
mal delante de mis ojos, y escogísteis lo que yo no quise” 125.
El profeta Ezequiel narra que, indignado el Señor por la idolatría de los judíos (¿cómo
estará indignado ahora con ese tipo nuevo de idolatría del Estado socialista y de otros fetiches
que los judíos han instaurado en los infiernos comunistas?), le había revelado Dios:
Capítulo VIII. “18. Pues también yo haré en mi furor: no perdonará mi ojo, ni tendré
piedad: y cuando gritaren a mis orejas a grandes voces, no los oiré” 126.
Capítulo IX. “1. Y gritó en mis orejas con grande voz, diciendo: Se han acercado las visitas
de la ciudad, y cada uno tiene en su mano un instrumento de matar. 5. Y les dijo, oyéndolo
yo: Pasad por la ciudad siguiéndole, y herid: no perdone vuestro ojo, ni os apiadéis. 6. Matad
al viejo, al jovencito, y a la doncella, al niño, y a las mujeres hasta que no quede ninguno: mas
a todo aquel, sobre quien viéreis el tháu no le matéis, y comenzad por mi santuario.
Comenzaron pues por los hombres más ancianos, que estaban delante de la casa. 7. Y les dijo:
profanad la casa, y llenad los patios de muertos: salid. Y salieron, y mataban a los que estaban
en la ciudad. 8. Y acabada la mortandad, quedé yo: y me postré sobre mi rostro, y dije a
voces: Ah, ah, ah, Señor Dios: ¿por ventura destruirás todas las reliquias de Israel,
derramando tu furor sobre Jerusalén? 9. Y me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá
es grande muy en demasía, y llena está la tierra de sangres, y la ciudad llena está de aversión:
porque dijeron: Desamparó el Señor la tierra, y el Señor no ve. 10. Pues tampoco mi ojo
perdonará, ni tendré piedad: retornaré su camino sobre sus cabezas” 127.
La palabra de Dios Nuestro Señor habla por sí sola. No podemos, sin blasfemar,
contradecirla o criticarla. Es la justicia divina, tal como nos la revelan las Sagradas Escrituras,
y no como la falsifican tanto los judíos declarados como los clérigos que se dicen cristianos,
pero que obran como si fuesen
judíos, haciéndole el juego a la Sinagoga de Satanás.
En la profecía de Oseas, se habla de los crímenes de Israel y de Judá y de los castigos que
Dios les impondrá:
Capítulo IV. “1. ...porque no hay verdad, ni hay misericordia, ni conocimiento de Dios en
la tierra. 2. La maldición, y mentira, y homicidio, y robo, y adulterio la inundaron, y un
homicidio se toca con otro homicidio” 128.
Capítulo V. “2. Y las víctimas hicísteis caer en el abismo...5. Y se mostrará la arrogancia
de Israel y Ephraím caerán en su maldad, caerá también Judá con ellos” 129.
125
Biblia, Profecía de Isaías, Cap. LXV, Vers. 11-12.
126
Biblia, Profecía de Ezequiel, Cap. VIII, Vers. 18.
127
Biblia, Profecía de Ezequiel. Cap. IX, Vers. 1, 5-10.
128
Biblia, Profecía de Oseas. Cap. IV, Vers. 1-2.
129
Biblia, Profecía de Oseas. Cap. V, Vers. 2, 5.
CAPÍTULO IV: “MATANZAS DE JUDÍOS ORDENADAS 81
POR DIOS COMO CASTIGO”
Al tiempo que se refiere a las maldades de Israel, expresa Dios Nuestro Señor, en la
profecía de Amós, su resolución de no permitir que esas maldades pasen más adelante:
Capítulo VIII. “2. Y dijo: ¿Qué ves tú, Amós? y dije: Un garabato para frutas. Y me dijo el
Señor: Venido es el fin sobre mi pueblo de Israel: no le dejaré ya pasar más adelante” 130
Capítulo IX. “1. Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere en el quicio, y
estremézcanse los dinteles: porque hay avaricia en la cabeza de todos, y mataré a espada hasta
el ínfimo de ellos: ninguno escapará. Huirán y ninguno de los que huyere se salvará” 131.
En la profecía de Daniel, menciona éste lo que le reveló el Arcángel San Gabriel acerca de
la muerte de Cristo, manifestando que el pueblo que lo repudió no sería ya más el pueblo
escogido de Dios, sino que vendría la desolación a Israel hasta la consumación y el fin del
mundo:
Capítulo IX. “25. Sabe pues, y nota atentamente: Desde la salida de la palabra, para que
Jerusalén sea otra vez edificada, hasta Cristo príncipe, serán siete semanas, y sesenta y dos
semanas: y de nuevo será edificada la plaza, y los muros en tiempos de angustia. 26. Y
después de sesenta y dos semanas será muerto el Cristo: y no será más suyo el pueblo que le
negará. Y un pueblo con un caudillo que vendrá, destruirá la ciudad, y el santuario: y su fin
estrago, y después del fin de la guerra vendrá la desolación decretada. 27. Y afirmará su
alianza con muchos (es decir, con lo que abracen el cristianismo que sustituirá al antiguo
pueblo elegido) en una semana: y en medio de esta semana cesará la hostia y el sacrificio: y
será en el templo la abominación de la desolación: y durará la desolación hasta la
consumación y el fin” (es decir, hasta el fin del mundo) 132.
Es increíble que algunos clérigos que se dicen buenos cristianos, pero que más se
preocupan por defender al judaísmo que por defender a la Santa Iglesia, se atrevan a sostener,
en nuestros días, que el pueblo deicida sigue siendo todavía el pueblo escogido de Dios, a
pesar de todos sus crímenes y de los pasajes de las Sagradas Escrituras, que demuestran qué
lejos de ser en la actualidad el pueblo elegido –como lo fue antes de Jesucristo-, es un pueblo
maldito de Dios por haber caído sobre él las maldiciones que el Señor le lanzó en caso de que
no cumpliera con todos sus mandamientos; maldiciones que con mayor razón cayeron sobre
los judíos por haber cometido el crimen más atroz y punible de todos los tiempos: desconocer,
martirizar y crucificar a Dios Hijo en persona.
Es muy duro comprender toda la verdad sobre este asunto. Sobre todo la verdad desnuda
en un mundo influenciado, desde generaciones atrás, por un cúmulo de mentiras y de fábulas
judaicas, usando las propias palabras de San pablo 133; fábulas que han ido deformando la
verdad acerca del problema judío, en la propia mente de los católicos. Es, pues, urgente que
alguien se atreva a hablar claro, aunque resulte desagradable a todos los que en la Cristiandad,
con sus actitudes erróneas o de mala fe, se sientan heridos en carne propia. Recordemos que el
mismo Cristo Nuestro Señor nos dijo claramente que sólo la verdad nos haría libres 134.
Por otra parte, la palabra de Dios antes transcrita, nos demuestra que así como Dios fue
enérgico e implacable en su lucha contra Satanás, también es implacable en su lucha contra
las fuerzas de Satanás en la Tierra.
Esto deja sin fundamento los intentos del enemigo de maniatar a los cristianos con una
moral derrotista y cobarde, basada en la idea de una supuesta caridad cristiana que ellos
modelan a su antojo y cuyo uso prescriben.para enfrentarse a las ya señaladas fuerzas de
Satanás en la Tierra; moral que contradice visiblemente la actitud combativa y enérgica de
Dios Nuestro Señor en estos casos.
130
Biblia, Profecía de Amós. Cap. VIII, Vers. 2.
131
Biblia, Profecía de Amós. Cap. IX, Vers. 1.
132
Biblia, Profecía de Daniel. Cap. IX, Vers. 25-27.
133
San Pablo (Epístola a Tito, Cap. I, Vers. 13-14) le decía: “Y que no den oído a las fábulas judaicas, ni a
mandamientos de hombres, que se apartan de la verdad”.
134
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. VIII, Vers. 32.
82 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Con los anteriores pasajes del Antiguo Testamento, que contienen lo que Dios Nuestro
Señor reveló por conducto de Moisés y de los profetas, queda echado por tierra el mito de que
el pueblo judío es intocable, que nadie puede combatir sus crímenes porque es una especie de
pueblo sagrado, pues ya se ha visto que Dios prescribió los castigos que haría caer sobre él si
lejos de cumplir con todos los mandamientos, los violara. La Santa Iglesia, al dar su
aprobación a la política represiva del Santo Oficio de la Inquisición. Obró en armonía con lo
que Dios había previsto en el Antiguo Testamento y defendió a toda la humanidad,
deteniendo durante varios siglos el progreso de la conspiración sangrienta que está por hundir
al mundo en el caos y en la esclavitud más monstruosa de todos los tiempos.
Nosotros, sinceramente, somos enemigos del derramamiento de sangre; nuestro fervoroso
anhelo es que las guerras desaparezcan de la faz de la Tierra. Pero los judíos deben
comprender que esas terribles matanzas que han sufrido a través de los milenios, además de
estar anunciadas en el Antiguo Testamento como castigo divino, han sido la consecuencia, en
su mayor parte, de una conducta criminal observada por los israelitas en el territorio de los
pueblos que generosamente los dejaron inmigrar y les brindaron cordial hospitalidad.
Si los hebreos en cada país que los recibe con los brazos abiertos pagan esa bondadosa
acogida iniciando una traidora guerra de conquista, organizando complots, haciendo estallar
revoluciones y matando por millares a los ciudadanos de esa nación, es natural que sufran las
consecuencias de sus actos criminales. Y si nosotros lamentamos el derramamiento de sangre
hasta de los criminales (aunque tenga su justificación), con mayor razón, lamentamos el
derramamiento de sangre cristiana y gentil que los judíos hacen verter a torrentes con sus
revoluciones masónicas y comunistas o con el terror rojo donde logran imponerlo.
Si los judíos no quieren que en el futuro los pueblos reaccionen violentamente contra ellos,
es necesario que demuestren su buena voluntad con hechos y no con promesas que nunca han
cumplido; y que se abstengan de seguir agrediendo a dichos pueblos con sus organizaciones
revolucionarias y terroristas de distinto género. Deberían disolver la masonería, los partidos
comunistas y demás asociaciones que ellos utilizan como medio de dominación; también
deberían libertar a los pueblos esclavizados por sus dictaduras comunistas, permitiéndoles la
realización de elecciones libres. En una palabra, cesar la agresión que en todo el mundo
realizan contra las distintas naciones, pues deben comprender que quien inicia una conquista,
está expuesto al contraataque que en legítima defensa le lance el agredido.
Capítulo Quinto:
“ANTISEMITISMO Y CRISTIANISMO”
E n todas sus empresas imperialistas y revolucionarias, los judíos han empleado una
táctica inconfundible para engañar a los pueblos, utilizando conceptos abstractos y
vagos o juegos de palabras de significado elástico que pueden entenderse en forma
equívoca y aplicarse de diferentes maneras.
Aparecen, por ejemplo, los conceptos de igualdad, libertad, fraternidad universal y, sobre
todo, el de antisemitismo, vocablo este último de elasticidad enorme; abstracción a la que van
dando distintos significados y aplicaciones tendientes a encadenar a los pueblos cristianos y
gentiles, con miras a impedir que puedan defenderse del imperialismo judaico y de la acción
destructora de sus fuerzas anticristianas.
La engañosa maniobra puede sintetizarse como sigue:
PRIMER PASO. Lograr la condenación del antisemitismo por medio de hábiles campañas
y de presiones de todo género –insistentes, coordinadas y enérgicas-, ejercidas por fuerzas
sociales controladas por el judaísmo o ejecutadas por medio de sus agentes secretos
introducidos en las instituciones cristianas, en sus iglesias o en sus estados.
Para poder dar ese primer paso y lograr que los dirigentes religiosos y políticos de la
Cristiandad vayan, uno tras otro, condenando el antisemitismo, dan a éste un significado
inicial que lo representa:
1º Como una discriminación racial del mismo tipo que la ejercida por los blancos de ciertos
países contra los negros o por los negros contra los blancos. También presentan el
antisemitismo como un racismo que discrimina por inferiores a otras razas, contrario a las
enseñanzas y a la doctrina del Mártir del Gólgota, que estableció y afirmó la igualdad de los
hombres ante Dios.
2º Como simple odio al pueblo judío, que contradice la máxima sublime de Cristo:
“Amaos los unos a los otros”.
3º Como ataque o condenación al pueblo que dio su sangre a Jesús y María. A éste, los
judíos le han llamado el ”argumento irresistible”.
Dando al antisemitismo inicialmente esos u otros significados análogos, han logrado los
judíos o sus agentes infiltrados en la Cristiandad, sorprender la caridad, la bondad y buena fe
de muchos gobernantes cristianos e incluso de jerarcas religiosos, tanto de la Santa Iglesia
Católica como de las iglesias protestantes y disidentes 135 para que, cediendo a tan bien
organizadas como oscuras y persistentes presiones, se formulen censuras o condenaciones
abstractas y generales contra el antisemitismo, sin entrar en detalles sobre lo que realmente se
condena o sobre lo que significa ese antisemitismo censurado, dejando así, impreciso y vago,
lo que fue realmente objeto de condenación, con peligro de dejar a los judíos y a sus agentes
dentro de la Cristiandad como únicos intérpretes de tan graves decisiones.
Cuando los jerarcas religiosos –sometidos a inconfesables presiones- tienen por lo menos
el cuidado de definir lo que entienden por ese antisemitismo que condenan, el peligro es
menor, ya que en la condenación quedan bien precisos los términos de lo que se condena, por
ejemplo, la discriminación racial o el odio a los pueblos.
Así, aunque los judíos tengan, de todos modos, la audacia de pretender
una interpretación más amplia del antisemitismo para extender mañosamente.el radio de
acción de la condenación, es más fácil descubrir y demostrar el
sofisma en todos sus alcances.
135
Nos abstenemos de emplear términos más duros para designar a las iglesias protestantes y cismáticas,
atendiendo al deseo que tenemos de lograr la unidad de los cristianos, sobre las bases de la auténtica ortodoxia.
84 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
SEGUNDO PASO. Después que los judíos o sus agentes secretos logran esas
condenaciones del antisemitismo, dan a este vocablo un significado muy distinto del que le
asignaron para obtener tales condenaciones.
Entonces, serán antisemitas:
1º Los que defienden a sus países de las agresiones del imperialismo judaico, haciendo uso
del derecho natural que tienen todos los pueblos de defender su independencia y su libertad.
2º Los que critican y combaten la acción disolvente de las fuerzas judaicas que destruyen la
familia cristiana y degeneran a la juventud con la difusión de falsas doctrinas o de toda clase
de vicios.
3º Los que en cualquier forma censuran o combaten el odio y la discriminación racial, que
los judíos se creen con derecho a ejercer en contra de los cristianos, aunque hipócritamente
traten de ocultarlo; y los que, en alguna forma, denuncian las maldades, delitos y crímenes
cometidos por los judíos contra los cristianos, musulmanes o demás gentiles y demandan el
merecido castigo.
4º Los que desenmascaran al judaísmo como dirigente del comunismo, de la
francmasonería y de otros movimientos subversivos, pidiendo que se adopten las medidas
necesarias para impedir su acción disolvente en el seno de la sociedad.
5º Los que en cualquier forma se oponen a la acción judía tendiente a destruir a la Santa
Iglesia y a la civilización cristiana en general.
Este juego sucio salta a la vista: obtienen censuras o condenaciones contra un
antisemitismo que identifican con una discriminación racial o con una manifestación de odio a
los pueblos ejercida contra los judíos, ambas contrarias a la Doctrina cristiana, para después
dar al vocablo nuevos significados y tratar de que quienes defienden a la Santa Iglesia, a sus
naciones, a sus familias o sus derechos naturales en contra de las agresiones del imperialismo
judío, queden atados de pies y manos e impedidos para realizar tan justa defensa.
Para lograrlo, las fuerzas hebreas públicas y secretas montan un aparato estruendoso de
propaganda y de lamentos, quejándose clamorosamente de los antisemitas, que son los que
hacen uso de tales derechos de legítima defensa.
Se desgañitan afirmando que la Iglesia condenó el antisemitismo y condenan en su nombre
a dirigentes que, según aseguran, ningún creyente debe secundar en esa antisemítica labor de
defensa de sus pueblos, de sus familias y de la Santa Iglesia contra la acción revolucionaria
del imperialismo judío; maniobra burda, pero que logra sembrar la desorientación y provocar
la desbandada, debilitando la acción de esos respetables caudillos en defensa de sus naciones
y de la civilización cristiana. Es la forma más segura que ellos han ideado para conseguir el
triunfo de las revoluciones judeo-masónicos o
judeo-comunistas.
Estas tácticas han asegurado el triunfo del judaísmo en los últimos tiempos y han
provocado la consiguiente catástrofe que amenaza al mundo cristiano. Por ello, este asunto
debe ser estudiado a fondo y meditado por todos.los que estamos obligados a defender a la
Santa Iglesia y a nuestra patria del imperialismo anticristiano que representa el judaísmo
moderno.
Un ejemplo de estas increíbles maniobras nos lo presenta el siguiente caso: el respetable
escritor católico don Vicente Risco, nos describe cómo ciertas organizaciones, fundadas para
lograr la conversión de los judíos, han sido más eficaces para defender a la raza judía que para
convertirla. Los hermanos Lemann, por ejemplo, aprovecharon el celo evangélico de la Santa
Iglesia, más para defender al pueblo judío que para lograr resultados eficaces en la
conversión. Así, cuando el escritor católico Drumont denunció el siglo pasado en su obra “La
France Juïve”, la conspiración judía para destruir a la Cristiandad y dominar al pueblo
francés, el P. Lemann contestó en defensa de su raza, colaborando con ello a la derrota de los
católicos en Francia y al triunfo judeo-masónico. Otro tanto ocurre con la Orden de Nuestra
CAPÍTULO V: “ANTISEMITISMO Y CRISTIANISMO” 85
Señora de Sión, fundada por judíos conversos, la cual se dedica más a defender a los hebreos
afiliados a la Sinagoga de Satanás, que a convertirlos de verdad.
En el presente siglo se fundó otra asociación (“Amigos de Israel”) destinada a incorporar a
los judíos a la Iglesia, mediante su conversión. Tan evangélico ideal captó muchas simpatías,
logrando atraer innumerables adhesiones de clérigos y seglares. El culto historiador Vicente
Risco dice al respecto:
“De ella formaban parte numerosos fieles influyentes y ricos, obispos y hasta cardenales.
Hacían propaganda, y publicaron un folleto favorable a los judíos, titulado “Pax Super
Israel”.
“Esta asociación comenzó a sostener doctrinas extravagantes `un poco al margen del
genuino espíritu de la Iglesia católica, separándose paulatinamente de la tradición y de las
enseñanzas de los Santos Padres y de la Liturgia´, dice una revista católica”.
“Decían que no debía hablarse de `conversión´ de los judíos, sino solamente de `ingreso´
en la Iglesia, como si los judíos no tuvieran para ello que abandonar sus errores. Rechazaban
los calificativos de pueblo `deicida´ aplicado a los judíos, de ciudad `deicida´ aplicado a
Israel, como si los judíos no hubiesen contribuido a la muerte de Jesús, y como si la liturgia
no les llamase `pérfidos´.
“Incriminaban a los Santos Padres por `no haber comprendido al pueblo judaico´, como si
éste no fuese culpable al persistir voluntariamente en el judaísmo.
“Por último, insistían en la nacionalidad judía de Jesucristo, y hacían observar que los
cristianos, por medio de la Sagrada Comunión, nos unimos con los judíos y contraemos con
ellos parentesco de sangre...”
Naturalmente, esto era ya demasiado aventurado. La Iglesia no podía tolerarlo y la Sagrada
Congregación del Santo Oficio no tuvo más remedio que intervenir. Como entre tan
temerarios `Amigos de Israel´ había muchos fieles de buena fe, obispos y cardenales, la
Congregación, en su decreto, que es del año 1928, no pronunció una condena formal, sino
implícita, suprimiendo la asociación y el folleto `Pax Super Israel´, origen de la intervención”
136
.
La revista de la Compañía de Jesús “Civiltá Cattòlica” editada en Roma, dedicó –en el año
de 1928- el opúsculo 1870 a combatir esa infiltración judía bajo el título de: “El peligro
judaico y los `Amigos de Israel´”.
La asistencia divina fue patente, una vez más, al quedar desbaratada esta nueva conjura
llevada a las más altas esferas de la Santa Iglesia. Este ejemplo tiene gran actualidad, porque
según hemos sabido, los israelitas están tramando algo mucho más grave para el Concilio
Vaticano II, en donde aprovechándose del santo celo de la unidad cristiana y de al conversión
de los judíos, tratan de lograr que se aprueben resoluciones respecto a los hebreos que no sólo
contradigan la Doctrina sostenida por la Santa Iglesia durante.siglos, sino que, en forma casi
imperceptible para la gran mayoría de los Padres del Concilio, constituyan, tales resoluciones,
una condenación tácita de la política observada por Papas y concilios anteriores, durante mil
quinientos años.
Respecto a la asociación filosemita “Amigos de Israel”, de la cual formaban parte
cardenales, obispos y fieles, y su folleto “Pax Super Israel”, su condenación implícita por el
Santo Oficio –mediante el decreto de supresión del año 1928-, no fue cosa fácil. Hubo lucha
encarnizada en las más altas esferas de la Iglesia, según se dice en fuentes dignas de crédito; y
cuando sus miembros vieron inevitable la disolución de la sociedad y la prohibición
consiguiente, dieron un contragolpe desesperado, aprovechándose nuevamente de la caridad
cristiana y de la buena fe de los altos jerarcas de la Santa Iglesia para lograr que se condenara
también el antisemitismo, considerándolo como una manifestación del odio de razas contrario
a las prédicas de Cristo Nuestro Señor, basadas en el sublime lema: “Amaos los unos a los
otros”. Así lograron, después de ejercer influencias y presiones múltiples, que el Santo Oficio
136
Vicente Risco, Historia de los judíos. 3ª edición. Barcelona: Editorial Surco, 1960, 1960. pp. 430-431.
86 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
que disolvía a la asociación filosemita, promulgara un decreto el 25 de marzo del mismo año
en el cual se establecía que la Santa Iglesia:
“Así como reprueba todos los odios y animosidades entre los pueblos, así condena el odio
contra el pueblo en otros tiempos escogido por Dios, este odio que hoy de ordinario se
designa con la palabra antisemitismo”.
Como de costumbre, el judaísmo –por medio del grupo condenado “Amigos de Israel” y su
publicación “Pax Super Israel”- consiguió también una condenación del antisemitismo,
identificándolo como un odio a determinado pueblo, odio incompatible con las prédicas de
amor de Cristo Nuestro Señor; con posterioridad ha tratado de hacer caer esa condenación
sobre los católicos que defienden de la conspiración judía a la Santa Iglesia, a su patria y a sus
hijos, dándole a la palabra antisemitismo otro significado distinto del que sirvió de base a la
condenación.
Con esta técnica seguida por los judíos, cuando algún católico de estados Unidos pide que
se castigue a los espías hebreos por entregar secretos atómicos a Rusia dando al comunismo
poder para avasallar al mundo, se le dice que eso es antisemitismo, condenado por la Iglesia y
que debe callarse. Si alguien denuncia a los judíos como dirigentes del comunismo y de la
masonería y pone en claro sus deseos de destruir a la Santa iglesia, será también condenado
por antisemita. El resultado de estos sofismas e intrigas, es lograr que se considere a los judíos
como intocables, para que puedan cometer toda clase de crímenes contra los cristianos,
musulmanes y demás gentiles; urdir las más destructoras conspiraciones en contra de la
Iglesia y de los estados cristianos y realizar las más demoledoras revoluciones francmasónicas
o comunistas, sin que nadie pueda tocarlos, castigarlos ni mucho menos impedir sus
actividades, pues sería acusado de antisemitismo y caería dentro de la condenación del Santo
Oficio. Si los dirigentes de esta benemérita Institución (Sagrada Congregación del Santo
Oficio), que disolvieron la organización filojudía “Amigos de Israel” y su folleto “Pax Super
Israel”, se hubieran dado cuenta del mal uso que iban a hacer –el judaísmo y todos sus
agentes- del decreto que condena el odio a todos los pueblos y por lo tanto, al pueblo judío, se
habrían quedado, sin duda, horrorizados..Si se quiere ver más claramente la patraña urdida por
el judaísmo a este respecto, basta con tener en cuenta un ejemplo muy elocuente que hace ver
lo malévolo de estos verdaderos malabarismos, realizados por los hebreos y sus cómplices,
con la palabra antisemitismo.
¿Qué les parecería a los judíos, si partiendo de la base de que la Santa Iglesia condena el
odio de unos pueblos contra otros, se hubiera llegado durante la guerra pasada a la conclusión
de que dicha condena incluye el odio al pueblo alemán, llamado por analogía antigermanismo,
para luego declarar ilícita toda lucha contra los nazis, ya que éstos eran alemanes, y que
combatirlos es una manifestación de antigermanismo, condenado previamente? ¿Hubieran los
judíos aceptado semejante manera de razonar, permitiendo que al amparo de estos juegos de
palabras se pretendiera declarar intocable a la Alemania nazi?
Ante un silogismo semejante, los judíos, como su antecesor Caifás, hubieran desgarrado
sus vestiduras protestando contra los criminales juegos de palabras, lo cual no obsta para que
los hebreos, con tranquilidad y cinismo utilicen estos equívocos para tratar de impedir que los
cristianos puedan defenderse.
Los judíos acechan actualmente a la Santa Iglesia como antes acechaban a Cristo Nuestro
Señor. Recordemos cuántas veces sus dirigentes, sacerdotes, escribas y fariseos, le tendían
lazos y le ponían trampas para lograr que se contradijera y perdiera su influencia sobre el
pueblo o para tratar de colocarlo en una situación falsa que les permitiera justificar su
asesinato.
Algo similar ocurre ahora con la Santa Iglesia, que habiendo condenado al judaísmo y a los
judíos en repetidas ocasiones, durante mil ochocientos años y habiendo también luchado
contra ellos en forma tenaz y enérgica durante mil quinientos años, está teniendo que sortear
más que nunca, las trampas y lazos que le preparan los hebreos para hacerla contradecirse a sí
CAPÍTULO V: “ANTISEMITISMO Y CRISTIANISMO” 87
misma, utilizando a sus espías dentro del clero con el fin de empujarla por medio de engaños
sutiles a condenar la doctrina y la política de los padres de la Iglesia, de SS. SS. los Papas y
de los concilios ecuménicos y provinciales que durante tantos siglos condenaron
repetidamente a los judíos como ministros del demonio, y también a quienes, dentro del clero,
los ayudaban en perjuicio de la fe cristiana. En cuanto a las condenaciones del racismo, ocurre
algo por el estilo. Los israelitas y sus cómplices dan al vocablo racismo un significado
restringido, equiparándolo a la pretensión de determinada raza de considerar inferiores a los
demás o a un racismo antisemita que sacrílegamente incluye en sus diatribas a Cristo Nuestro
Señor y a la Santísima Virgen. Los judíos y sus colaboradores dentro del clero quieren lograr
con tan impresionantes argumentos, una condenación del racismo en general, para luego
acusar los judíos y a sus colaboradores dentro del clero como racistas a todos los que luchan
en defensa de la Iglesia y de su patria en contra de la agresión, infiltración y dominio judaicos.
Además, debemos tomar en cuenta que eso de condenar al racismo en una forma explotable
por los hebreos es peligrosísimo para la Iglesia católica, ya que existen bulas de SS. SS. los
Papas Paulo III y Paulo IV, prohibiendo y confirmando la prohibición del acceso a las
dignidades de la iglesia a los católicos de raza judía; existen también bulas que definen esta
doctrina –las cuales estudiaremos mas adelante- por lo que una condenación al concepto
abstracto del racismo, al que los hebreos le van dando la interpretación y significado que
mejor les conviene, según las.circunstancias, se prestará a que los malintencionados puedan
afirmar que la Santa iglesia se contradijo a sí misma, y lo que es más grave aún, que condena
tácitamente a algunos de sus más ilustres Papas, que confirmaron los llamados Estatutos de
Limpieza de Sangre.
Capítulo Sexto:
P ara que se den cuenta los clérigos católicos bienintencionados de lo peligroso que es
este asunto del antisemitismo, deben saber que los hebreos en distintas épocas han
considerado como antisemitas a Nuestro Señor Jesucristo, a los Evangelios, a diversos
Papas, concilios y santos de la Iglesia.
Y es natural que lo hayan hecho, ya que consideran como antisemita a todo aquel que
critica o combate sus maldades, sus crímenes o sus conspiraciones contra la humanidad; tanto
Nuestro Señor Jesucristo como los apóstoles y demás autoridades católicas mencionadas,
criticaron y combatieron en diversas ocasiones las depredaciones de los judíos.
El Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia, los cánones de los concilios, las bulas y breves
de los Papas y los testimonios fidedignos de santos canonizados por la Iglesia, así como las
confesiones de parte hechas por los mismos judíos, lo demuestran irrecusablemente las
depredaciones de los judíos.
Para que los católicos no tengan la menor duda sobre los testimonios que se señalan,
vamos a transcribir, por principio de cuentas, lo que el destacado escritor sionista, Joseph
Dunner, escribió en su libro “La República de Israel”, en el cual afirma lo siguiente:
“Para toda secta creyente en Cristo, Jesús es el símbolo de todo lo que es limpio, sano y
digno de amar. Para los judíos, a partir del siglo IV, es el símbolo del antisemitismo, de la
calumnia, de la violencia, de la muerte violenta” 137.
Al considerar a Cristo Nuestro Señor como símbolo del antisemitismo, o mejor dicho, del
antijudaísmo, los israelitas tienen toda la razón, pues si llaman antisemita a todo aquel que
censura y combate sus maldades, nuestro Divino Redentor fue el primero que lo hizo.
Jesucristo Nuestro Señor, discutiendo con unos judíos entabló con ellos el siguiente
diálogo, según lo narra el Evangelio de San Juan:
Capítulo VIII. “39. Respondieron, y le dijeron: NUestro padre es Abraham. Jesús les dijo:
Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. 40. Mas ahora me queréis matar,
siendo hombre, que os he dicho la verdad, que oí de Dios: Abraham no hizo esto. 41.
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Y ellos le dijeron: Nosotros no somos nacidos de
fornicación: un Padre tenemos que es Dios. 42. Y Jesús les dijo: Si Dios fuese vuestro Padre,
ciertamente me amaríais. Porque yo de Dios salí, y vine: y no de mí mismo, mas El me envió.
43. ¿Por qué no entendéis este mi lenguaje? Porque no podéis oir mi palabra. 44. Vosotros
sois hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre: él fue homicida desde el
principio, y no permaneció en la verdad: porque no hay verdad en él: cuando habla mentira,
de suyo habla, porque es mentiroso, y padre de la mentira. 47. El que es de Dios, oye las
palabras de Dios. Por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios. 48. Los judíos
respondieron, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres Samaritano, y que tienes
demonio? 49. Jesús respondió:.Yono tengo demonio: más honro a mi Padre, y vosotros me
habéis deshonrado. 52. Los judíos le dijeron: Ahora conocemos, que tienes demonio.
Abraham murió y los profetas: y tu dices: el que guardare mi palabra, no gustará muerte para
siempre”.
Y este pasaje de Evangelio termina con estos versículos:
137
Joseph Dunner, The Republic of Israel. Edición octubre de 1950. p. 10.
CAPÍTULO VI: “CRISTO NUESTRO SEÑOR, SÍMBOLO DEL 89
ANTISEMITISMO SEGÚN LOS JUDÍOS”
“57. Y los judíos le dijeron: ¿Aún no tienes cincuenta años, y has visto a Abraham? 58.
Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo, que antes que Abraham fuese, yo soy. 59.
Tomaron entonces piedras para tirárselas: mas Jesús se escondió, y salió del templo” 138.
En el pasaje anterior del Evangelio de San Juan, se ve cómo Cristo Nuestro Señor, con
palabras serenas les echa en cara sus intentos homicidas, llamando concretamente a los judíos
hijos del diablo.
Este pasaje tan ilustrativo muestra cómo los hebreos desde esos tiempos tenían las mismas
malas ideas que ahora.
En efecto, los judíos no pueden sostener una discusión en forma serena y honesta sin hacer
intervenir en ella los insultos, la calumnia o la acción violenta, según les conviene. Y si con
nuestro Divino Salvador emplearon la mentira y el insulto tratando de deshonrarlo –como El
mismo lo testifica en el mencionado versículo 49- o pretendiendo terminar la discusión a
pedradas; ¿qué podemos esperar de ellos nosotros, pobres seres humanos?
En el capítulo XXIII del Evangelio según San Mateo, Nuestro Señor Jesucristo,
refiriéndose a los dirigentes judíos que tanto lo combatieron 139, los llama hipócritas
(versículos 13, 14, 15); llenos de iniquidad (versículo 28); necios, ciegos (versículo 17);
limpios por fuera y llenos de rapacidad y de inmundicia por dentro (versículo 25); sepulcros
blanqueados, que parecen de fuera hermosos a los hombres y dentro están llenos de huesos de
los profetas (versículo 31); terminando dicho capítulo de los Santos Evangelios con esta
terminante acusación de Nuestro Señor Jesucristo contra los judíos que renegaron de su
Mesías y lo combatían y que por su importancia insertamos completa:
“33. Serpientes, raza de víboras, ¿cómo huiréis del juicio de la gehenna (infierno)? 34. Por
esto he aquí, yo envío a vosotros profetas y sabios, y doctores, y de ellos mataréis, y
crucificaréis y de ellos azotaréis en vuestras Sinagogas; y los perseguiréis de ciudad en
ciudad: 35. Para que venga sobre vosotros toda la sangre inocente, que se ha vertido sobre la
tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual
matásteis entre el templo y el altar. 36. En verdad os digo, que todas estas cosas vendrán sobre
esta generación. 37. Jerusalén, que matas los profetas y apedreas a aquellos que a ti son
enviados, ¿cuántas veces quise allegar a tus hijos, como la gallina allega sus pollos debajo de
las alas, y no quisiste?” 140.
Cristo Nuestro Señor, mejor que nadie, denuncia aquí los instintos asesinos y crueles de los
judíos, siendo comprensible por qué en la revelación que hizo a su discípulo amado y que éste
consignó en el Apocalipsis, llamó a los judíos que desconocieron a su Mesías, la “Sinagoga
de Satanás” 141; denominación tan acertada, como divina, que en los siglos posteriores fue
usada por la Santa Iglesia Católica, con mucha frecuencia, como designación del judaísmo
criminal y conspirador, ya que desde que asesinó al Hijo de Dios no ha cesado de cometer
toda clase de crímenes contra Dios y contra la humanidad. Por nuestra parte, en el presente
libro utilizaremos el término Sinagoga de Satanás para identificar con frecuencia al judaísmo
moderno, ya que difícilmente se podrá encontrar un calificativo más apropiado que el
concebido por Cristo Nuestro Señor.
Muy difícil será encontrar entre los caudillos, que han combatido al judaísmo en la Era
Cristiana, quiénes hayan usado palabras tan duras en su contra como las que usó el propio
Jesucristo. No es, pues, de extrañar que el escritor judío Joseph Dunner, en su obra citada,
asegure que los judíos consideran a cristo como “símbolo del antisemitismo”, máxime cuando
muchos cristianos y gentiles han sido acusados de antisemitismo por ataques mucho más
leves.
138
Biblia. Evangelio según San Juan, Cap. VIII, Vers. 39-44, 47, 48, 49, 52, 57, 58, 59.
139
Nuestro Divino Redentor increpa aquí a los escribas, fariseos y rabinos, gentes todas que integraban la
intelectualidad dirigente del pueblo judío.
140
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. XXIII, Vers. 33-37.
141
Biblia, San Juan, Apocalipsis, Cap. II, Vers. 9; Cap. III, Vers. 9.
90 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Por eso es tan peligroso que los clérigos cristianos bienintencionados se dejen arrastrar por
aquellos que no lo son, a lanzas condenaciones generales y vagas del antisemitismo que los
expone a condenar al propio Cristo Nuestro Redentor, a sus apóstoles, santos y papas –
calificados como antisemitas por la Sinagoga de Satanás-. También es peligroso que lo hagan,
porque los judíos tratan luego de utilizar tales condenaciones como una nueva patente de
corso capaz de facilitarles la ejecución y garantizarles la impunidad en toda clase de crímenes,
delitos y conspiraciones contra la humanidad, que ni siquiera podrá defenderse eficazmente de
ellos.
Es preciso tener en cuenta que en todo país o institución en que el judaísmo llega a tener
influencia suficiente, ya sea con sus actividades públicas o de manera secreta, por medio de su
quinta columna, lo primero que hace es lograr una condenación del antisemitismo que impida
o paralice, según el caso, cualquier intento de defensa. Cuando logran con sus engaños
imponer una situación tan irregular, cualquier complot, cualquier traición, cualquier crimen o
delito político tan sólo podrá ser castigado si es cometido por un cristiano o un gentil; pero no
si los cometen uno o más judíos. Si alguien quiere imponer en este caso la sanción a los
responsables, escuchará el clamor de las campañas de prensa, radio y de cartas, artificialmente
organizadas por el poder oculto judaico, protestando airadamente contra el brote de
antisemitismo que, cual peste odiosa, acaba de surgir.
Esto es a todas luces injusto, increíble y absurdo, ya que los judíos carecen del derecho de
exigir un privilegio especial que les permitía impunemente cometer crímenes, traicionar a los
pueblos que les dan albergue y organizar conspiraciones y revueltas con el fin de asegurar su
dominio sobre los demás.
Sin distinción de razas o religiones, toda persona u organización
responsable de la comisión de esta clase de delitos, debe recibir el merecido castigo. Esta
verdad no puede ser más evidente y simple y aunque los judíos no lo quieran, está plenamente
vigente también para ellos.
Es también muy frecuente que los judíos además de aprovechar las condenaciones del
antisemitismo en la forma que ya se ha visto, utilicen otro ardid con iguales fines. Este
artículo se basa en el sofisma, urdido por los mismos judíos y secundado por clérigos
católicos y protestantes que consciente o inconscientemente les hacen el juego, consistente en
afirmar en forma solemnemente dogmática “que es ilícito luchar contra los judíos porque son
el pueblo que dio su sangre a Jesús”.
Tan burdo sofisma es muy fácil de refutar, citando tan sólo el pasaje de los Santos
Evangelios en que Cristo Nuestro Redentor, después de llamar una vez más a los judíos que lo
combatían “raza de víboras” 142; rechaza claramente, para lo sucesivo, los parentescos de
carácter sanguíneo, reconociendo sólo los de carácter espiritual. En efecto, en este pasaje se
lee lo siguiente:.San Mateo (capítulo XII). “47. Y le dijo uno: Mira que tu madre, y tus
hermanos (es decir, tus parientes cercanos) 143, están fuera y te buscan. 48. Y El respondiendo
al que le hablaba, le dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? (es decir, mis
parientes). 49.
Y extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: Ved aquí mi madre, y mis hermanos. 50.
Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos: ese es mi
hermano, y hermana y madre” 144.
Por ello, aunque Jesús tuvo parentesco sanguíneo por parte de su madre con el antiguo
pueblo hebreo de los tiempos bíblicos, es evidente que para el futuro daba valor sólo a los
parentescos espirituales, prescindiendo de los nexos sanguíneos existentes con sus allegados y
con mayor razón con el pueblo judío, que lo rechazó como Mesías, renegando de El; lo
142
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. XII, Vers. 34.
143
Es común en el lenguaje bíblico llamar hermanos a los parientes cercanos.
144
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. XII, Vers. 47-50.
CAPÍTULO VI: “CRISTO NUESTRO SEÑOR, SÍMBOLO DEL 91
ANTISEMITISMO SEGÚN LOS JUDÍOS”
martirizó y asesinó en medio de lento y cruel suplicio hasta consumar el crimen más atroz de
todos los tiempos, convirtiéndose en el pueblo deicida.
Pero al llamar Cristo a los judíos –que lo repudiaron- hijos del diablo y raza de víboras,
afirmaba ser Él el Hijo de Dios; haciendo ver que ningún parentesco podía vincularlo a ellos,
ya que ninguno puede haber entre el Hijo de Dios y los hijos del demonio, ni puede existir
nexo alguno entre el bien y el mal.
Es, pues, completamente falsa y hasta herética la tesis de que la Sinagoga de Satanás, es
decir, el judaísmo moderno, haya dado su sangre a Cristo y que por ello no pueda
combatírsele. Si fuera cierta tan infame tesis ni Jesucristo mismo, ni sus apóstoles, ni muchos
santos, concilios y Papas, lo habrían combatido.
Es absurdo identificar al primitivo pueblo hebreo de Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, María
Santísima y los apóstoles, que recibió el privilegio divino de ser el pueblo escogido del Señor,
con los judíos posteriores, quienes al violar la condición impuesta por Dios para ser pueblo
escogido, se hicieron acreedores por sus crímenes, apostasías y maldades al título de la
Sinagoga de Satanás.
El privilegio de pueblo escogido de Dios ha sido heredado por la Santa Iglesia de Cristo,
verdadera sucesora espiritual del primitivo pueblo hebreo de los tiempos bíblicos. Las
profecías del Antiguo Testamento respecto al verdadero pueblo de Dios rigen para la Iglesia
de Cristo, que actualmente es, según la Doctrina de la Iglesia, el verdadero pueblo de Dios.
Por lo tanto, considerar ahora pueblo de Dios al de Israel, es negar los efectos de la venida de
Cristo y negar la razón de ser del cristianismo. Sólo los clérigos sucesores de Judas Iscariote
podrían afirmar semejante aberración.
En la misma confusión en que incurren los clérigos cristianos que hacen el juego a la
Sinagoga de Satanás, cayeron –aunque con objetivos completamente opuestos- ciertos
sectores extremistas del nazismo, los cuales en su afán de combatir al judaísmo internacional,
inventaron una doctrina racista que identificando en forma tan absurda, como blasfema, al
pueblo escogido de Abraham, Isaac, Moisés, María Santísima y los apóstoles con la Sinagoga
de Satanás, o sea, con el judaísmo moderno, repudiaron por igual a unos y a otros, como
miembros de una raza indeseable, sosteniendo una tesis inaceptable para los cristianos.
Los alemanes anticomunistas que en forma tan heroica están luchando contra el
imperialismo soviético, deben meditar serenamente este asunto, para que aquellos que están
combatiendo contra el judaísmo satánico no cometan de nuevo el error de los nazis
extremistas que los lleve a esa absurda y.anticristiana confusión de tipo racista, que además de
ser injusta, equivocada y blasfema, provocaría la indignación de los cristianos en estos
momentos en que es necesaria la unión de todos los hombres honrados del mundo, de todos
los que creen en Dios y en la causa del Bien, para combatir a la bestia judeo-comunista que
avanza incontenible y sanguinaria, amenazando por igual a toda la humanidad, sin distinción
de razas o de religiones.
Para dar un prueba contundente de lo peligroso que es formular condenaciones generales
del antisemitismo, vamos por último a citar un documento irrefutable, el de una de las obras
oficiales más importantes del judaísmo contemporáneo, la “Enciclopedia Judaica castellana”
(publicada en 1948 por la Editorial Enciclopedia Judaica, México, D. F.), y en cuya
elaboración colaboraron, entre otros: Ben-Zion Uziel, gran rabino de Tierra Santa; máximo
Yagupsky, del departamento latinoamericano del “American Jewish Commitee” de Nueva
York; Profesor Dr. Hugo Bergmann, catedrático y ex-rector de la Universidad Hebrea de
Jerusalén; Isidore Meyer, bibliotecario de la “American Jewish Historical Society” de Nueva
York; Haim Nahoum Effendi, gran rabino de Egipto; Dr. Georg Herlitz, director de los
archivos centrales sionistas de Jerusalén y muchísimos otros destacados dirigentes y hombres
de letras del judaísmo mundial.
92 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
145
Enciclopedia Judaica Castellana, México, D. F.: Editorial Enciclopedia Judaica Castellana, 1948. Vocablo
“antisemitismo”. Tomo I, pp. 334-337.
146
Carlo Bo, E ancora deficile dire ebreo, artículo de la revista “L´Europeo”.
Capítulo Séptimo:
R ecordemos que la asociación “Amigos de Israel” –de la que formaban parte incluso
cardenales y obispos- fue disuelta por S.S. Pío XI, por conducto de la sagrada
Congregación del Santo oficio, en el año de 1928. Entre las novedades escandalosas
que dicha asociación divulgó, se encuentra la afirmación de que el pueblo judío no fue
deicida; contradiciendo lo sostenido por la Santa Iglesia durante casi veinte siglos. Condenada
implícitamente por la Iglesia, esta asociación fue disuelta por el decreto mencionado. Nadie
imaginaba que volvieran a resurgir sus aventuradas y –según algunos- hasta heréticas tesis
hasta que, con gran sorpresa, se comprobó que más de treinta años después, los judíos las han
hecho resucitar, siendo secundados por un grupo numeroso de clérigos que, desafiando la
condenación implícita del Santo Oficio, aseguran que es completamente falso que Nuestro
Señor Jesucristo haya sido muerto por los judíos, siendo los romanos los verdaderos
responsables del asesinato; debido a lo cual, es injustificado llamar deicida al pueblo judío.
La audacia de los nuevos amigos de Israel raya en los límites de lo inconcebible, puesto
que se atreven a contradecir no sólo a los apóstoles del Señor sino al propio Cristo, como se
demostrará a continuación con textos del Nuevo testamento que revelan las siguientes tesis:
1ª Que Cristo acusó a los judíos y no a los romanos de quererlo matar.
2ª Que fueron los judíos y no los romanos quienes planearon matar a Jesús y quienes
intentaron destruirlo en varias ocasiones antes de su Pasión y Muerte.
3ª Que fueron los judíos y no los romanos los instigadores y verdaderos responsables del
crimen..4ª Que los apóstoles culparon a los judíos y no a los romanos de la muerte de Jesús.
TESIS PRIMERA. – Cristo acusó a los judíos y no a los romanos de quererlo matar.
PRUEBAS:
En el Evangelio según San Juan (capítulo VIII), narra el apóstol que, discutiendo Jesús con
unos judíos les dijo: “37. Yo sé que sois hijos de Abraham: mas me queréis matar, porque mi
palabra no cabe en vosotros”.
Y después, según lo indica el apóstol, (capítulo VIII, versículo 40), Jesucristo Nuestro
Señor vuelve a decir a los judíos:
“40. mas ahora me queréis matar, siendo hombre que os he dicho la verdad, que oí de Dios:
Abraham no hizo esto” 147.
Y en otro capítulo (VII) señala el discípulo amado que cierto día habiendo subido Jesús al
templo a predicar, decía a los judíos:
“19. ¿Por ventura no os dio Moisés la ley: y ninguno de vosotros hace la ley? 20. ¿Por qué
me queréis matar?...” 148.
En ningún pasaje de los Santos Evangelios aparece que Cristo Nuestro Señor haya dicho
que los romanos querían matarlo, sino por el contrario, acusa a los judíos de quererlo hacer.
¿Creen, pues, los clérigos que sostienen la novedosa tesis, que Cristo Nuestro Señor se
equivocó y que ellos acaban de descubrir en este siglo lo que Nuestro Señor Jesucristo no
pudo ni sospechar o sea, que eran los romanos y no los judíos los que lo querían matar?.
TESIS SEGUNDA.- Fueron los judíos y no los romanos quienes repetidamente planearon e
intentaron matar a Jesús, antes de su pasión y Muerte.
PRUEBAS:
147
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. VIII, Vers. 37 y 40.
148
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. VII, Vers. 19, 20.
94 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
El Evangelio según San Mateo (capítulo XXI), nos narra que Cristo Nuestro Señor, “23. Y
habiendo ido al templo, los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se llegaron a
Él a sazón que estaba enseñando, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y
quién te dio esta potestad?”.
A continuación, el evangelista sigue narrando la discusión sostenida por Jesús con tan altos
dirigentes del pueblo judío; para terminar el pasaje con estos dos versículos:
“45. Y cuando los príncipes de los sacerdotes, y los fariseos oyeron sus parábolas,
entendieron que de ellos hablaba. 46. Y queriéndole echar mano, temieron al pueblo: porque
le miraba como un profeta” 149.
Este pasaje muestra que los intentos de agresión no partían de judíos irresponsables, sino
de los principales dirigentes del pueblo judío que eran entonces los príncipes de los sacerdotes
y los ancianos del pueblo, así como los fariseos que también eran de influencia decisiva en el
gobierno de esa nación.
En el Evangelio de San Marcos (capítulo III), se lee lo siguiente:
“1. Y entró Jesús de nuevo en la Sinagoga, y había allí un hombre que tenía una manos
seca. 2. Y le estaban acechando, si sanaría en día de sábado, para acusarle. 5. Y mirándolos
alrededor con indignación, condolido de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende
tu mano. Y la extendió, y le fue restablecida la mano. 6. Mas los fariseos saliendo de allí,
entraron luego en consejo contra Él con los herodianos, buscando medios de hacerle perecer”
150
.
Se ve entonces, que los sectores dirigentes del pueblo judío habían tramado la muerte de
Jesús mucho antes de que fuera llevado a Pilatos, sin que exista, en cambio, ningún pasaje de
los Evangelios que indique alguna intención o plan de los romanos tendiente a realizarla.
San Juan consigna que habiendo sanado en sábado Jesús al paralítico, los judíos lo
perseguían, diciendo (capítulo V, versículo 18):
“18. Y por esto los judíos tanto más procuraban matarlo: porque no solamente quebrantaba
el sábado, sino porque también decía que era Dios su Padre, haciéndole igual a Dios...” 151.
En el Evangelio de San Lucas, el apóstol nos relata cómo estando Cristo en Nazaret fue el
sábado a la sinagoga y empezó a predicar, causando gran disgusto en muchos de los asistentes
con sus prédicas. Dice el evangelista (capítulo IV, versículos 28, 29):
“28. Y fueron en la sinagoga todos llenos de saña, oyendo esto. 29. Y se levantaron, y lo
echaron fuera de la ciudad: y lo llevaron hasta la cumbre del monte, sobre la cual estaba
edificada su ciudad, para despeñarlo” 152.
Si en su propio pueblo intentaron matarlo, quiere decir que, los deseos de asesinarlo eran
generales, no sólo confinados a los dirigentes judíos de Jerusalén.
Nuevamente San Juan señala (capítulo VII, versículo 1):
“1. Y después de esto andaba Jesús por la Galilea, porque no quería pasar a la Judea, por
cuanto los judíos le buscaban para matarle” 153.
Más claro no puede ser este pasaje. En toda Judea los judíos buscaban a Jesús para
matarlo; mas no habiendo llegado su hora El prefería no entrar a esa región.
Fueron varios los intentos y conjuras previas para matar a Jesús; fueron los judíos también
y no los romanos los que prepararon la conspiración final que dio como resultado su muerte.
TESIS TERCERA.- Fueron los judíos y no los romanos los instigadores y verdaderos
responsables del crimen.
PRUEBAS:
En el Evangelio de San Lucas (capítulo XXII), dice el apóstol:
149
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. XXI, Vers. 23, 45 y 46.
150
Biblia, Evangelio según San Marcos, Cap. III, Vers. 1, 2, 5, 6.
151
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. V, Vers. 18.
152
Biblia, Evangelio según San Lucas, Cap. IV, Vers. 28, 29.
153
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. VII, Vers. 1.
CAPÍTULO VII: “PUEBLO DEICIDA” 95
“1. Y estaba ya cerca la fiesta de los Azimos, que es llamada Pascua. 2. Y los príncipes de
los sacerdotes, y los Escribas, buscaban cómo harían morir a Jesús...” 154.
A su vez, en el Evangelio según San Juan (capítulo XI), se encuentra lo que sigue:
“47. Y los príncipes de los sacerdotes, y los fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué
hacemos, porque Este hombre hace muchos milagros? 49. Mas uno de ellos llamado Caifás,
que era el sumo pontífice de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada. 50. Ni pensáis que
os conviene que muera un hombre por el pueblo, y no que toda la nación perezca. 53. Y así
desde aquel día pensaron cómo le darían la muerte. 54. Por lo cual no se mostraba ya Jesús en
público entre los judíos...” 155.
San Lucas dice que fueron los judíos y no los romanos quienes sobornaron a Judas, para
que entregara a Cristo (capítulo XXII):
“3. Y Satanás entró en Judas, que tenía por sobrenombre Iscariotes, uno de los Doce. 4. Y
fue, y trató con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de cómo se lo
entregaría. 5. Y se holgaron, y concertaron de darle dinero. 6. Y quedó con ellos de acuerdo.
Y buscaba razón para entregarlo sin concurso de gentes” 156.
Fueron, por tanto, los judíos y no los romanos, quienes tramaron el complot final para
asesinar a Cristo Nuestro Señor y quienes además pusieron los medios para capturarlo, dando
dinero a Judas Iscariote.
San Juan (capítulo XVIII) deja constancia en su Evangelio de cómo fue aprehendido Jesús:
“1. Cuando Jesús hubo dicho estas cosas, salió con sus discípulos de la otra parte del
arroyo de cedrón, en donde había un huerto, en el cual entró El, y sus discípulos. 2. Y Judas,
que lo entregaba, sabía también aquel lugar: porque muchas veces concurría allí Jesús con sus
discípulos. 12. La cohorte pues, y el tribuno, y los ministros de los judíos prendieron a Jesús,
y lo ataron. 13. Y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, el cual era
pontífice aquel año. 14. Y Caifás era el que había dado el consejo a los judíos: Que convenía
que muriese un hombre por el pueblo. 24. Y Anás lo envió atado al pontífice Caifás. 28.
llevan pues a Jesús desde casa de Caifás al pretorio. Y era por la mañana: y ellos no entraron
en el pretorio, por no contaminarse, y por poder comer la Pascua. 39. Costumbre tenéis
vosotros de que os suelte uno en la pascua: ¿queréis pues que os suelte al Rey de los Judíos?
40 Entonces volvieron a gritar todos diciendo: No a éste sino a Barrabás. Y Barrabás era un
ladrón” 157.
Y en el capítulo XIX sigue narrando que después de azotar Pilatos a Jesús, con el fin
(según comenta la nota 3 de la Biblia de Scio, tomo V, página 255), de que viendo a Jesús en
ese estado que podía mover a compasión a las mismas fieras, se ablandara su corazón:
“4. Pilato pues salió otra vez fuera, y les dijo: Ved que os le saco fuera, para que sepáis que
no hallo en Él causa alguna. 5. (Y salió Jesús llevando una corona de espinas, y un manto
púrpura). Y Pilato les dijo: Ved aquí al hombre. 6. Y cuando le vieron los pontífices, y los
ministros daban voces diciendo: Crucifícale, crucifícale. Pilato les dice: Tomadle allá
vosotros, y crucificadle: porque yo no hallo en Él causa. 7. Los judíos le respondieron:
Nosotros tenemos una ley, y según la ley debe morir, porque se hizo Hijo de Dios. 15. Y ellos
gritaban: Quita, quita, crucifícale. Les dice Pilato: ¿A vuestro Rey he de crucificar?
Respondieron los pontífices: No tenemos Rey, sino a César. 16. Y entonces se lo entregó para
que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús, y le sacaron fuera. 17. Y llevando su cruz a cuestas
salió para aquel lugar, que se llama Calvario, y en hebreo Gólgotha. 18. Y allí lo crucificaron,
y con El a otros dos, de una parte, y a Jesús en medio” 158.
A Pilatos le ocurrió lo que a otros que no son de esa “raza de víboras” – utilizando las
propias palabras de Cristo- quien no se imaginó hasta qué grado llegaría su crueldad, pues es
154
Biblia, Evangelio según San Lucas, Cap. XXII, Vers. 1, 2.
155
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. XI, Vers. 47, 49, 50, 53, 54.
156
Biblia, Evangelio según San Lucas, Cap. XXII, Vers. 3-6.
157
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. XVIII, Vers. 1, 2, 12, 13, 14, 24, 28, 39, 40.
158
Biblia, Evangelio según San Juan, Cap. XIX, Vers. 4, 5, 6, 7, 15, 16, 17, 18.
96 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
besare, Aquel es: prendedle, y llevadle con cuidado. 46. Entonces ellos le echaron las manos,
y le prendieron. 53. Y llevaron a Jesús a casa del sumo sacerdote: y se juntaron todos los
sacerdotes, y los escribas, y los ancianos. (Es decir, los dirigentes del pueblo judío, la más
amplia representación de Israel). 55. Y los príncipes de los sacerdotes, y todo el concilio
buscaban algún testimonio contra Jesús para hacerle morir, y no lo hallaban. 56. Porque
muchos decían testimonio falso contra Él. 59. Y no se concertaba el testimonio de ellos. 60. Y
levantándose en medio el sumo sacerdote, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes alguna
cosa, a lo que estos atestiguan contra Ti? 61. Mas El callaba, y nada respondió. Le volvió a
preguntar el sumo sacerdote, y le dijo: ¿Eres ti el Cristo, el Hijo de Dios bendito? 62. Y Jesús
le dijo: Yo soy: y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y venir con
las nubes del cielo. 63. Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestiduras, dijo: ¿Qué
necesitamos ya de testigos? 64. Habéis oído la blasfemia: ¿Qué os parece? Y le condenaron
todos ellos a que era reo de muerte. 65. Y algunos comenzaron a escupirle, y cubriéndole las
cara, le daban golpes, y le decían: Adivina: y los ministros le daban de bofetadas” 160.
Durante cerca de dos mil años, todo el mundo se ha quedado horrorizado de la crueldad y
dureza de corazón demostradas por los judíos en el martirio de su propio Dios, crueldad y
sadismo que se ha manifestado con posterioridad en dondequiera que intervienen,
especialmente en aquellos países en los que han logrado imponer su dictadura totalitaria,
socialista o comunista.
Los santos Evangelios nos muestran claramente tres –de las que han sido y siguen siendo-
armas favoritas del judaísmo en su lucha contra la Cristiandad: el engaño, la calumnia y el
crimen; las tres, utilizadas implacablemente hasta contra su Dios y Señor. Posteriormente las
utilizan contra toda la humanidad, habiéndoles valido el nombre que tan justamente ostentan
de “padres del engaño y de la calumnia”.
Con estas innobles armas abaten fácilmente a los más firmes defensores de nuestra fe,
quienes caen sin remedio ante el ataque traidor de los agentes del judaísmo metidos en la
Iglesia.
Los supremos gobernantes y dirigentes de Israel –el sumo pontífice Caifás, los príncipes de
los sacerdotes, los ancianos, magistrados, escribas, herodianos y hasta los influyentes
fariseos- fueron responsables del deicidio, puesto que en un principio la masa seguía a Cristo
y los que planeaban su muerte temían al pueblo; pero, poco a poco, fueron los sacerdotes y
dirigentes envenenando el ambiente y convenciendo al pueblo en contra de Jesús, hasta que
por fin consiguieron enfrentar a las turbas contra su Mesías, como lo prueba el siguiente
pasaje del Evangelio según San Mateo:
Capítulo XXVII. “1. Y venida la mañana, todos los príncipes de los sacerdotes, y los
ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a la muerte. 2. Y lo
llevaron atado, y lo entregaron al presidente Poncio Pilato. 15. Por el día solemne
acostumbraba el presidente entregar libre al pueblo un preso, el que querían. 16.- Y a la sazón
tenía un preso muy famoso, que se llamaba Barrabás. 17. Y habiéndose ellos juntado, les dijo
Pilato: ¿A quién queréis que os entregue libre? ¿A Barrabás, o por ventura a Jesús, que es
llamado el Cristo? 20. Mas los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos persuadieron al
pueblo que pidiese a Barrabás, y que hiciese morir a Jesús. 21. Y el presidente le respondió, y
dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os entregue libre? Y dijeron ellos: a Barrabás. 22. Pilato
les dice: ¿Pues qué haré de Jesús, que es llamado el Cristo? 23. Dicen todos: Sea crucificado.
El presidente les dice: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos levantaban más el grito, diciendo: Sea
crucificado. 24. Y viendo Pilato que nada adelantaba, sino que crecía más el alboroto;
tomando agua, se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de
este justo: allá os lo veáis vosotros.
160
Biblia, Evangelio según San Marcos, Cap. XIV, Vers. 1, 10, 11, 43, 44, 46, 53, 55, 56, 59-65.
98 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
25. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Sobre nosotros, y sobre nuestros hijos sea su sangre.
26. Entonces les soltó a barrabás: y después de haber hecho azotar a Jesús, se lo entregó para
que lo crucificasen” 161.
Este pasaje, por sí solo, constituye una prueba de plena culpabilidad de los judíos en el
asesinato de Cristo Nuestro Señor. Demuestra también, la responsabilidad que tuvo el pueblo
judío en este crimen, pues, no obstante que sus dirigentes religiosos y civiles y sus
representantes legales lo premeditaron, lo prepararon y lo consumaron, a última hora el
pueblo en masa pudo haberlo salvado, pidiendo a Jesús en lugar de barrabás, en vez de lo cual
pidió que se dejara libre a este último y exigió que se crucificara a Jesús, aunque cayese sobre
ellos y sus descendientes la sangre del Hijo de Dios.
161
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. XXVII, Vers. 1, 2, 15, 16, 17, 20-26.
Capítulo Octavo:
T ESIS CUARTA.- Loa apóstoles culparon a los judíos y no a los romanos de la muerte
de Cristo.
PRUEBAS:
En el libro de la sagrada Biblia los Hechos de los Apóstoles (capítulo II), San Pedro,
dirigiendo la palabra a los judíos de diversos países reunidos en Jerusalén, en donde cada cual
(después de la venida del Espíritu Santo) entendía la palabra del apóstol en su propia lengua,
les dijo:
“14....Varones de Judea, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd
con atención mis palabras. 22. Varones de Israel, escuchad estas palabras: A Jesús Nazareno,
Varón aprobado por Dios entre vosotros, como también vosotros sabéis. 23. A Este que por
determinado consejo y presciencia de Dios fue entregado, lo matasteis, crucificándole por
manos de malvados” 162.
San Pedro echa, pues, claramente la responsabilidad des asesinato de Cristo sobre todo el
pueblo judío y no culpa a los romanos. ¿Supondrán los clérigos que sostienen en forma tan
increíble lo contrario, que San Pedro mintió cuando dice a los judíos venidos de otras tierras:
“Varones de Israel, lo matasteis, crucificándolo”?
En el Capítulo III de los Hechos de los Apóstoles, encontramos el pasaje relativo a la
curación del cojo de nacimiento:
“11. Y estando asido de Pedro, y de Juan, vino apresuradamente a ellos todo el pueblo al
pórtico, que se llama de Salomón, atónitos. 12. Y viendo esto Pedro, dijo al pueblo: Varones
Israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto, o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por
nuestra virtud o poder hubiéramos hecho andar a éste? 13. El Dios de Abraham, y el Dios de
Isaac, y el Dios de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien
vosotros entregasteis, y negasteis al Santo, y al Justo, y pedísteis que se os diese un hombre
homicida. 15. Y matásteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de
lo cual nosotros somos testigos” 163.
En este pasaje del Nuevo Testamento, estando reunido todo el pueblo, San Pedro echó en
cara a los judíos el haber matado a Cristo.
Aún encontramos en los hechos de los Apóstoles (capítulo V), un pasaje en que no sólo
San Pedro sino también los demás apóstoles acusan categóricamente de la muerte de Cristo al
Concilio de Ancianos de Israel, convocado por los sacerdotes:
“29. Y respondiendo Pedro y los Apóstoles, dijeron: Es menester obedecer a Dios antes
que a los hombres. 30. El Dios de nuestro padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matásteis,
poniéndole en un madero” 164.
Tenemos aquí, un testimonio colectivo de los apóstoles acusando a los judíos y no a los
romanos de haber dado muerte a Cristo.
Por si todo esto no fuera suficiente, citaremos los testimonios de San Pablo y de San
Esteban primer mártir del cristianismo..San Pablo, en su Epístola Primera a los
Tesalonicenses (capítulo II), refiriéndose a los judíos, dice:
“15. Los cuales también mataron al Señor Jesús, y a los Profetas, y nos han perseguido a
nosotros, y no son del agrado de Dios, y son enemigos de todos los hombre” 165.
162
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. II, Vers. 14, 22, 23.
163
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. III, 11-15.
164
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. V, Vers. 29, 30.
165
Biblia, Epístola I de San Pablo a los Tesalonicenses, Cap. II, Vers. 15
100 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
San Pablo, en este versículo, calificó contundentemente a los judíos como “enemigos de
todos los hombres”, realidad que no puede ser puesta en duda por quien haya estudiado a
fondo la ideología y las actividades clandestinas del pueblo judío.
Pero es muy probable que si San Pablo hubiera vivido en nuestros días, habría sido
condenado por antisemita al declarar públicamente una verdad que, según los judíos y sus
cómplices dentro del clero, no debe jamás mencionarse.
Por su parte, el protomártir San Esteban, dirigiéndose a los judíos de la sinagoga de los
libertinos, de los cireneos, de los alejandrinos y de aquellos que eran de Cilicia y del Asia, es
decir, a judíos de distintas partes del mundo, les dijo en presencia del sumo sacerdote, jefe
espiritual de Israel:
“51. Duros de cerviz, e incircuncisos de corazones y de orejas, vosotros resistís siempre al
Espíritu Santo, como vuestros padres, así también vosotros. 52. ¿A cuál de los profetas no
persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, del cual
vosotros ahora habéis sido traidores, y homicidas” 166.
El testimonio de San Esteban coincide, pues, con el de los apóstoles y el de San pablo, al
considerar a los judíos globalmente como pueblo, es decir, tanto a los de Jerusalén y demás
lugares de Judea, como a los que vivían en otras partes del mundo, responsables del deicidio.
Todo esto consta en los libros sagrados; donde no se encuentra un solo versículo que culpe a
los romanos del asesinato.
En resumen, tanto las denuncias previas de Cristo Nuestro Señor, como los testimonios de
los apóstoles, de los Santos Evangelios, de san Pablo y de San Esteban, constituyen una
prueba irrefutable de que la Santa Iglesia, lejos de haber estado equivocada durante
diecinueve siglos al considerar deicida al pueblo judío, ha estado en lo justo; y que al achacar
a los romanos la responsabilidad del crimen, carece de todo fundamento.
En consecuencia, es de sorprender la postura de ciertos clérigos al pretender adulterar la
verdad histórica en forma tan increíble, en un intento verdaderamente audaz y demente,
consistente en tratar de realizar casi una nueva reforma en la Santa Iglesia, al pretender
hacerla renegar de su pasado y contradecirse consigo misma.
Si Cristo Nuestro Señor condenó a los judíos que lo desconocieron, si los apóstoles
tuvieron que combatir sus maldades, si San pablo y San Esteban lucharon constantemente en
contra de ellos, si los Papas y los concilios ecuménicos y provinciales durante varios siglos les
lanzaron las más tremendas condenaciones y lucharon en contra de la Sinagoga de Satanás,
los nuevos reformadores pretenden, no obstante, contradiciendo la Doctrina tradicional de la
Santa Iglesia, que ésta se alíe con la Sinagoga de Satanás y entre en arreglos con ella. Esta es
una de las cosas que desea imponer al Concilio Vaticano II este grupo de clérigos, en el que a
semejanza de la asociación “Amigos de Israel” –condenada por el Santo Oficio en 1928-
figuran hasta cardenales y según hemos sabido, dicho grupo trata de cambiar a la Santa Iglesia
de ruta, pugnando porque se tomen acuerdos que impidan a los cristianos defenderse de las
agresiones del imperialismo judío.
En estas circunstancias, no podría lograrse que un concilio ecuménico anulara lo
establecido por otros al respecto, sin antes establecer la creencia de que fueron los romanos y
no los judíos los responsables del crimen deicida.
Con este fin están realizando una activa propaganda tendiente a lograr sus objetivos.
También proyectan –si no les da resultado culpar a los romanos de la muerte de Cristo- hacer
recaer esa culpa en toda la humanidad, empleando el sofisma de confundir la causa eficiente
con la causa final y afirmando que, puesto que Cristo murió con el fin de redimirnos, nosotros
fuimos los asesinos y no los israelitas. Este burdo sofisma equivaldría al que se utilizara
diciendo que, puesto que muchos judíos han sido muertos por los árabes por defender a su
Estado de Israel, fue este último el que los mató y no los patriotas árabes que en esas luchas
les dieron muerte. Esto es el colmo. No sólo tratan de obligar a la Iglesia que les retire a los
166
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. VI, Vers. 9; Cap. VII, Vers. 51, 52.
CAPÍTULO VIII: “LOS APÓSTOLES CONDENAN A LOS JUDÍOS 101
POR EL ASESINATO DE CRISTO”
judíos su responsabilidad en la muerte del Señor, sino que pretenden hacernos creer a los
fieles cristianos, que nosotros fuimos los asesinos. Los planes judíos para convertir a la Iglesia
en un dócil instrumento a su servicio, llegan a los límites de la locura.
Hemos sabido, además, que los judíos ya cantan victoria asegurando que han logrado
mover con todo éxito sus influencias para conseguir que en breve se haga también una
verdadera reforma en la liturgia católica, de todos los ritos alusivos a las “supuestas” perfidias
y maldades del pueblo judío.
En una palabra, entre las reformas a la Iglesia que proyectan los judíos, por medio de sus
amigos, figura la supresión en la liturgia y en los ritos católicos de todo aquello que tiene por
objeto prevenir a los cristianos y a la Santa Iglesia en contra del peligro judío y de las
acechanzas de la Sinagoga de Satanás, para que, al desconocer los clérigos y los fieles la
gravedad de esos peligros, sean vencidos y dominados más fácilmente por el judaísmo.
Pero por más que realicen toda clase de ardides para tratar de engañar a Su Santidad o para
controlar el Concilio Ecuménico Vaticano II, se estrellarán ante la asistencia Divina a la
Iglesia. Confiamos tranquilos en la sublime promesa hecha a Pedro por Dios Nuestro Señor
de que “las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella”.
Capítulo Noveno:
U no de los más perversos ardides, de magnífico resultado para los judíos es su lucha
por el debilitamiento del cristianismo con el fin de lograr su destrucción, ha sido el de
explotar la idea de una supuesta moral y caridad cristiana –creada a su arbitrio- que
utilizan con demoledora precisión como arma destructiva contra la Cristiandad. Parece
increíble que cosas tan nobles como la moral y la caridad cristiana queden convertidas a su
influjo maléfico, en peligrosas emboscadas. Los judíos han venido haciendo esta hábil y letal
transmutación con resultados tan destructivos para la Santa Iglesia, que es preciso dar la voz
de alerta, exponiendo el peligro con claridad para evitar a los cristianos una fatal caída en la
trampa.
Para la mejor comprensión de este asunto, se puede recurrir a comparaciones, que si bien
son un tanto vulgares, resultan, sin embargo, muy.ilustrativas: supongamos que en una pelea
de boxeo se obliga en los momentos decisivos de la lucha a uno de los boxeadores a seguir
peleando con una mano atada, dejándoles la posibilidad de utilizar sólo la otra para golpear al
adversario, mientras éste sigue utilizando las dos, ¿cuál sería el resultado de tal pelea? No
sería de extrañar que sucumbiera en ella el infeliz al que ataron una mano. Pues bien, esto es
precisamente lo que ha logrado en diversas ocasiones el pérfido judaísmo con los pobres
cristianos, al deformar la caridad y la moral cristianas que luego serán utilizadas para atarlos
de pies y manos y lograr así su derrota en las luchas que tiene emprendidas el judaísmo para
dominarlos y esclavizarlos.
Así, cada vez que los cristianos reaccionan en un intento de defenderse de la Sinagoga de
Satanás, de defender a la Santa Iglesia, a su patria, o de preservar los derechos naturales que
tienen como personas, como padres de familia, etc., siempre que están a punto de obtener la
victoria, de derrotar y de castigar a los judíos o sus satélites, éstos recurren a la tabla de
salvación: a la caridad cristiana, tratando de conmover a los cristianos con ese recurso para
lograr que suspendan la lucha o se abstengan de coronar la victoria a punto de lograrse.
También recurren a este ardid para impedir que se les imponga el castigo que proceda,
como criminales responsables de la agresión repelida. Todo con el fin de que al amparo de esa
tregua o perdón obtenidos, gracias a un abuso de la caridad cristiana, puedan las fuerzas del
judaísmo rehacer sus huestes, recuperar el poder necesario e iniciar de nuevo el ataque
arrollador e inmisericorde, demoledor e irremediable, tras de cuya victoria no habrá que
esperar ninguna clase de moral ni de caridad judía.
Para lograr sus intentos de maniatar a los cristianos e impedir que se defiendan eficazmente
del imperialismo judaico, los israelitas echan mano de juegos de palabras y de conceptos
sofísticos. Dicen por ejemplo: si Dios perdona a cualquier pecador que se arrepiente antes de
la muerte, ¿por qué ustedes, cristianos, no imitan a su Dios y Señor? Parten, pues, de una
premisa verdadera, la Doctrina cristiana acerca del perdón de los pecados, para tratar de
aplicarla de forma sofística, sacando consecuencias falsas, olvidando además que Dios castiga
a los pecadores que no se arrepienten, con el terrible infierno eterno y a los que sí se
arrepientes, con el purgatorio; castigos divinos estos, más duros que los que los hombres
puedan aplicar. Pero los judíos quieren tergiversar lo relativo al perdón cristiano.
En esta forma deducen, por ejemplo, con base en dichas premisas, que los cristianos están
obligados a dejar sin el justo castigo a los criminales judíos que asesinan a reyes, presidentes
de república o a cualquier otro cristiano.
Sacan también en consecuencia que los católicos están obligados a dejar en libertad a los
espías que entreguen secretos vitales a una potencia enemiga, para que puedan seguir en sus
actividades traidoras y faciliten la derrota de la patria. Llegan, asimismo, a la conclusión de
CAPÍTULO IX: “MORAL COMBATIVA Y NO DERROTISMO MORTAL” 103
que los cristianos están obligados a dejar sin castigo –y aun a poner en libertad a los
conspiradores- a los que urden una revolución sangrienta y a los que la realizan, para que
libres y sin castigo puedan seguir conspirando hasta implantar la dictadura judeo-comunista
en el país, con todo su aparato de represión sangrienta y de tiranía.
Con juegos sofísticos como estos, sorprenden los judíos y sus agentes infiltrados en el
clero cristiano la buena fe de muchos que caen fácilmente en el.engaño, dando a los
conspiradores judíos y sus satélites la posibilidad de triunfo en sus satánicos propósitos.
Sin embargo, está bien claro que el hecho de que la Iglesia Católica acepte el perdón de los
pecados, no implica la aceptación de que los criminales y los delincuentes deban escapar a la
justicia humana y menos a la justicia divina.
En muchas ocasiones, los judíos y sus satélites tienen el cinismo y el atrevimiento de
utilizar ese ardid de la moral y de la caridad cristiana incluso para impedir que los cristianos
se defiendan y defiendan a sus naciones e instituciones religiosas de las conspiraciones y
agresiones provenientes de la Sinagoga de Satanás, para lo cual utilizan siempre clérigos
católicos o protestantes que, diciendo ser buenos cristianos, hacen el juego constantemente a
la masonería, al comunismo o a cualquier otra empresa judía, y mientras hablan como
cristianos devotos, actúan en beneficio de la revolución judaica y en perjuicio de la Santa
Iglesia.
El escritor filosemita, Ernesto Rossi, cita como un llamado de atención a los cristianos –en
un capítulo dedicado a la defensa de los judíos- las palabras del evangelista San Mateo:
“Entonces Pedro, acercándosele, le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
haya pecado contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le responde: Yo no te digo que hasta siete, sino
setenta veces siete 167. Y Julien Green, citado por Carlo Bo, en el artículo a que nos hemos
referido, dice: “No se puede golpear a un judío sin tocar al mismo tiempo a aquél que es el
hombre por excelencia y la flor de Israel: Es Jesús...Cristiano, seca las lágrimas y la sangre de
tu hermano judío y el rostro de Cristo resplandecerá”.
Los clérigos filosemitas han llegado al extremo de recordar a los cristianos el Sermón de la
Montaña y otras prédicas de Nuestro Señor Jesucristo sobre el perdón a los enemigos, el amor
a los enemigos, etc., con vistas a conmover y hasta presionar espiritualmente a los fieles, por
medio de semejantes sofismas, debilitándolos en algunos hasta paralizar su lucha contra las
fuerzas del mal. La acción de estos típicos clérigos ha sido con frecuencia responsable en gran
parte de los triunfos masónicos y comunistas.
Podemos asegurar, sin temor a duda, que estas perversas maquinaciones han sido en gran
parte las que permitieron a la Sinagoga de Satanás cambiar, al menos hasta ahora, el rumbo de
la historia en forma desastrosa para las fuerzas del bien y de manera favorable para las huestes
del mal. la Santa Iglesia pudo, durante mil años, hasta fines del siglo XV, derrotar a la
Sinagoga de Satanás en todas las batallas que año tras año tuvo que librar contra ella. la
Cristiandad estuvo, entonces, a punto de obtener una victoria definitiva que hubiera salvado al
cristianismo del cisma protestante, de las sangrientas guerras de religión, de las revoluciones
masónico-liberales que ensangrentaron al mundo entero y de las revoluciones socialistas del
comunismo, todavía más sangrientas y amenazadoras.
El Santo Oficio de la Inquisición tan calumniado por la propaganda judía –que fue creado
con el fin de combatir y vencer al judaísmo y a los movimientos subversivos que en forma de
herejías utilizaba para dividir y desgarrar a la Cristiandad- habría podido, con lo medios con
que contaba, obtener una victoria definitiva de la Santa Iglesia si los pérfidos judíos no
hubieran logrado impedirlo, utilizando los ardides que estamos analizando, precisamente en
los momentos decisivos de esas luchas, esgrimiendo sofísticamente la caridad cristiana (que
los judíos nunca practican) para.conmover a los jerarcas cristianos, eclesiásticos y civiles, y
lograr su protección contra los celosos inquisidores y conseguir aun perdones generales de los
criminales, quienes en vez de agradecerlos, los utilizaban sólo para rehacer en secreto sus
167
Ernesto Rossi, Il manganello e l´aspersorio, Florencia, p. 356.
104 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
fuerzas y volver años después a la lucha con nuevas herejías una, otra y más veces. por fin, a
principios del siglo XVI, la judería internacional logró quebrar la unidad de la Cristiandad y
abrir el boquete a través del cual se lanzó al asalto de la ciudadela cristiana, con las
consecuencias catastróficas que en la actualidad todos podemos percibir.
Se aprovecharon, por tanto, muy astutamente de la bondad de los cristianos, utilizando las
medidas de perdón y de tregua logradas por medio de engaños de todo género, para cambiar el
rumbo de la historia en sentido favorable a las fuerzas de Satanás y de su Sinagoga.
La Santa Iglesia puede medir la magnitud de la catástrofe, considerando los millones y
millones de almas que se perdieron para el catolicismo con la escisión protestante, las
revoluciones masónico-liberales y sobre todo con las revoluciones comunistas de nuestros
días.
Es preciso hacer constar esta significativa coincidencia: aquellos períodos de la historia en
que los jerarcas cristianos, civiles o eclesiásticos han tolerado y protegido más a los judíos,
son los períodos en que la Sinagoga de Satanás ha hecho más progresos en su lucha contra la
Santa Iglesia y los pueblos cristianos logrando victorias arrolladoras.
Por el contrario, aquellas otras etapas históricas en que los Papas, los concilios ecuménicos
y los monarcas cristianos observaron una política enérgica contra el judaísmo, fueron de
triunfo para la Santa Iglesia y para los pueblos cristianos en su lucha contra los hebreos y las
herejías que éstos organizaban y esparcían; triunfos logrados a veces hasta con la fuerza de las
armas y que permitieron salvar millones de almas cristianas. No es idea nuestra criticar o
censurar a los jerarcas cristianos, religiosos y civiles, que de muy buena fe cometieron errores
políticos al dar al enemigo una protección que a la larga facilitó a éste sus triunfos sobre la
Cristiandad. Lo que realmente ocurrió, fue que sucumbieron frente a los hábiles engaños de la
Sinagoga atraídos por el señuelo de esas temibles “fábulas judaicas” de que hablaba San
Pablo. Es preciso recordar que el Demonio es el padre de la mentira y maestro en el arte de
engañar a los hombres, arte que fue heredado por sus hijos espirituales, los judíos modernos,
de quienes Cristo Nuestro Señor dijo que eran “hijos del Diablo”.
No es el momento de criticar a nadie ni de lamentaciones inútiles sobre lo que otros
pudieron hacer y no hicieron; lo que urge es que nosotros actuemos con rapidez y energía
antes de que sea demasiado tarde. Es apremiante que los católicos y demás cristianos
interrumpamos nuestro sueño y despertemos a la actual realidad.
En Rusia, al implantarse la dictadura socialista, millares de arzobispos, obispos, dignidades
eclesiásticas y sacerdotes, fueron sumidos en cárceles inmundas donde pasaron años enteros
hasta su muerte; otros muchos fueron torturados cruelmente y asesinados; millones de
cristianos de todas las clases sociales estuvieron sujetos a indecibles tormentos e introducidos
en oscuras y sucias prisiones por años y más años; otros millones de ellos sufrieron espantoso
aniquilamiento a manos de los judíos implacables que no perdonan, que destruyen y
esclavizan..Estos tremendos peligros amenazan a todo el mundo por igual. Si el comunismo
llegara a triunfar en la totalidad del planeta, como va a suceder si no nos unimos para
impedirlo –ya que Dios no ayuda al que no se ayuda- entonces, cardenales, arzobispos,
obispos, canónigos, sacerdotes y frailes serían internados en oscuras cárceles y horrendos
campos de concentración por largos años, torturados y finalmente asesinados. Sirvan de
ejemplo Rusia, China comunista y todos los demás países en donde va triunfando el arrollador
alud del comunismo judaico.
Karl Marx, Engels y Lenin, cuyas doctrinas siguen los comunistas, lo dijeron claramente
en sus obras: el clero de las distintas religiones y sobre todo el cristiano, debe ser
exterminado. La clase burguesa tiene que ser destruida, aniquilada totalmente; entendiendo
por clase burguesa a los propietarios de fincas urbanas o rurales, de fábricas, de servicios
públicos, de talleres y de comercios. Todos deben ser asesinados sin distinción de ideología,
sean derechistas, centristas o izquierdistas, pues se trata no de la destrucción de tal o cual
CAPÍTULO IX: “MORAL COMBATIVA Y NO DERROTISMO MORTAL” 105
sector burgués, sino de la totalidad de la clase burguesa. Así está decretado por los fundadores
y jerarcas del comunismo.
Los únicos que se escapan de la matanza, como es natural, son los judíos, aunque
pertenezcan a cualquiera de las clases sentenciadas, ya que ni siquiera se salvan los masones
burgueses de origen cristiano, quienes también son asesinados. Con esto último, demuestra
una vez más el judaísmo su ingratitud hacia los que lo ayudan, a los cuales aprovecha
mientras los necesita para luego eliminarlos.
Tampoco se salvarán del desastre las clases obreras y campesinas utilizadas por el
judaísmo como escalón para instaurar las dictaduras socialistas, porque el experimento ruso y
el chino han demostrados claramente que dichas clases sociales, además de haber sido
cruelmente esclavizadas, fueron diezmadas por el asesinato de millones de sus componentes,
que habían cometido el grave delito de protestar por el engaño urdido en su perjuicio por
aquellos que prometiéndoles un paraíso les habían dado el infierno.
Esta es la tremenda realidad. Es inútil que se trate de ocultarla, restarle importancia o hasta
negarla. Los miembros de esa “quinta columna” enemiga introducidos en las filas de la
Cristiandad y cuya existencia demostraremos –en la Cuarta Parte de esta obra- con pruebas
evidentes e irrefutables; estos falsos católicos quintacolumnistas al servicio del enemigo,
tratan de hacer creer que el peligro no existe o cuando menos de restarle la importancia e
inminencia que realmente tiene, para adormecernos a todos e impedir que nos defendamos
con eficacia.
Si a esto se añade la hábil explotación malintencionada y sofística de la caridad y de la
moral cristiana, se dará una idea de los demoledores recursos con que cuenta el enemigo para
desarmarnos, impidiéndonos luchar contra el comunismo ateo y contra la Sinagoga de
Satanás. No hay que olvidar que la caridad cristiana obliga a proteger a los buenos de la
corrupción de los malos, dejándoles manos libres para que puedan pervertir a los buenos,
robarlos y esclavizarlos, al mismo tiempo que se ata de pies y manos con una moral falsa, a
las fuerzas del bien para que puedan ser dominadas por las fuerzas del mal.
Es evidente, sujetándonos absoluta e incondicionalmente a las declaraciones de SS. SS. los
Papas –al hablar ex-cátedra- y a las de los concilios ecuménicos, que cualquier interpretación
que se quiera hacer de la.moral o de la caridad cristiana, que tenga por resultado facilitar el
triunfo de las fuerzas del mal sobre las fuerzas del bien, estará equivocada, pues Dios Nuestro
Señor hizo la moral y la caridad para lograr el triunfo del bien sobre el mal y no a la inversa.
El judaísmo, por medio de su quinta columna en el clero cristiano, utiliza a esos sacerdotes y
jerarcas que le sirven de instrumento para paralizarnos e impedir nuestra defensa contra las
fuerzas de Satanás y sus cómplices, llenándonos de escrúpulos contra la licitud de los medios
más necesarios en un momento dado para detener el triunfo del bien sobre el mal,
tergiversando el objeto básico de la moral cristiana, que es precisamente lograr dicho triunfo
del bien sobre el mal, el cual jamás podrá obtenerse con una moral derrotista y falsa sino con
una moral combativa que llene su objetivo básico.
Las palabras del Señor, transcritas en el capítulo tercero de esta parte de la obra, dan cuenta
de cómo Dios, en su lucha contra Satanás o contra los judíos, que siguieron la senda de éste,
fue enérgico y no débil; fuerte y no derrotista.
No vale alegar con recursos de pillo, como lo hacen los quintacolumnistas, que Cristo
Nuestro Señor predicó el amor a los enemigos y el perdón a los mismos, poniendo una
aparente y sofística contradicción entre lo dicho por Dios Hijo en el Nuevo Testamento y lo
establecido por Dios Padre en el Antiguo; los teólogos saben muy bien que esas
contradicciones no existen y que el amor y el perdón a los enemigos –doctrina sublime de
nuestro Divino Salvador-, se refiere a los enemigos de orden personal y privado que surgen a
cada momento en nuestras relaciones sociales; pero no al enemigo malo, a Satanás, ni a las
fuerzas del mal encabezadas por él. Ni amor ni perdón predicó jamás Cristo para Satanás y
sus obras, sino todo lo contrario.
106 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Cuando se trató de atacar a las fuerzas del mal, fue tan terminante y enérgico Jesús como
su Padre Eterno. En vano se trataría de hallar contradicción entre la actitud de una y otra
Persona Divina.
Por lo que respecta a los judíos –que renegaron de su Mesías- fueron denominados por
Cristo mismo “la Sinagoga de Satanás”. Jesús lo trata en forma enérgica e implacable en
varios pasajes del Evangelio; sobre todo cuando el apóstol San Mateo expresó textualmente:
“11. Y os digo, que vendrán muchos de Oriente, y de Occidente, y se asentarán con
Abraham, y Isaac, y Jacob en el reino de los cielos. 12. Mas los hijos del reino (es decir los
hebreos) serán echados en la tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de dientes” 168.
Este pasaje de los Santos Evangelios demuestra cómo Cristo anuncia que los gentiles
venidos de fuera, por su fe en el Mesías, heredarían el privilegio que el pueblo de Israel no
supo conservar; mientras que éste –el judaísmo que desconoció a Cristo- será lanzado al
infierno donde imperará el llanto y crujir de dientes.
Contra las fuerzas del mal Jesús fue estricto como Dios Padre; y existe congruencia y
armonía entre la actitud de ambas personas del mismo Dios. Por eso, nuestra lucha contra las
fuerzas de Satanás debe ser lo suficientemente enérgica, lo suficientemente eficaz, para
permitirnos derrotarlas; los judíos y los clérigos que les hacen el juego tratan de llenar nuestra
conciencia con escrúpulos de una falsa moral cristiana que ellos mismos nos han inoculado,
para hacer nuestra postura tan débil y derrotista que asegure el triunfo de las fuerzas del
infierno, aunque sea temporalmente y con pérdida de millones de almas para la Santa Iglesia y
asesinatos en masa de millones de inocentes,.como ocurre en los países que por nuestras
debilidades y falta de acción enérgica, sigue conquistando el comunismo ateo.
“L´Osservatore Romano”, citando una importante publicación dice:
“La revista `Time´, en su número del 6 de marzo de 1956, menciona que en China, en 5
años de dominación comunista, han sido asesinadas 20 millones de personas y otros 23
millones retenidas en campos de trabajos forzados” 169.
Para terminar, aduciremos la autoridad de los grande Padres de la Iglesia y el significado
que daban a la caridad cristiana. Vamos a utilizar como fuente la “Historia de la Iglesia
Católica” , escrita por tres padres jesuitas, Llorca, García-Villoslada y Montalbán, por todos
conceptos insospechables de antijudaísmo y por cuya razón preferimos utilizarla en este caso,
ya que se limitan a seguir la corriente unánime de los historiadores de la Santa Iglesia.
Al efecto dice tal obra textualmente:
“5.- Grandes figuras de la caridad cristiana en el Oriente.- En medio de este ambiente tan
cristiano, no es de sorprender sobresalieran algunas figuras por su acendrada caridad para con
los pobres y necesitados, las cuales contribuyeron a su vez poderosamente a fomentar ese
mismo espíritu. En la imposibilidad de enumerarlas todas, escogeremos algunas de las que
más se distinguieron en los siglos IV-VII”.
Después de citar los mencionados padres jesuitas a San Basilio, pasan a describir la figura
del gran Padre de la Iglesia, San Juan Crisóstomo y dicen:
“No menos ilustre es San Juan Crisóstomo como gran promotor de la caridad cristiana”. A
continuación, los autores siguen relatando una serie de hechos que presentan al Crisóstomo
como ejemplo de la caridad cristiana y pasan, luego, a referirse a otros dos grandes Padres de
la Iglesia, San Ambrosio, obispo de Milán, y San Jerónimo. Del primero, entre otras cosas,
afirman:
“6.- Grandes figuras de la caridad en Occidente.- San Ambrosio ha sido siempre el modelo
de un Obispo católico. Por esto no es de sorprender que fuera también el ejemplo más
acabado de la caridad y de la beneficencia”. A continuación siguen narrando los citados
jesuitas, hechos que comprueban su aserto de que San Ambrosio fue el ejemplo más acabado
de la caridad cristiana.
168
Biblia, Evangelio según San Mateo, Cap. VIII, Vers. 11, 12.
169
“L´Osservatore Romano” del 19 de abril de 1956, p. 3.
CAPÍTULO IX: “MORAL COMBATIVA Y NO DERROTISMO MORTAL” 107
170
B. Llorca, S.J., R. García-Villoslada, S.J. y F. J. Montalbán, S.J., Historia de la Iglesia Católica. Madrid:
Biblioteca de Autores Cristianos, 1960. Tomo I, pp. 927, 928.
171
Heinrich Graetz, History of the Jews. Filadelfia: Jewish Publication Society of America, 5717 (1956).
172
Graetz, obra citada, edición citada. Tomo II, pp. 625-626. Tomo II, pp. 613-614.
108 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Los católicos sabemos que la opinión unánime de los Padres de la Iglesia en materia
doctrinal es, en muchos casos, norma obligatoria de conducta para todos los fieles y en todos
los casos, sin excepción, ejemplo digno de imitar; solamente el complejo de Judas Iscariote
puede explicar el hecho de que muchos clérigos que se nombran católicos, pero que sirven
más a a la Sinagoga de Satanás que a la Iglesia, pretendan darnos falsas normas de moral y de
caridad cristiana para atarnos de manos e impedir que luchemos con toda energía y eficacia
contra el judaísmo y sus satélites: la masonería y el comunismo.
Capítulo Décimo:
E l judaísmo hizo una guerra a muerte a la iglesia desde el nacimiento de ésta, sin
motivo alguno, sin provocación, sin que la Iglesia durante sus tres primeros siglos
contestara siquiera a la violencia con la violencia. Los judíos abusaron en forma cruel
de la mansedumbre de los primeros cristianos que se redujeron a combatir a sus mortales
adversarios, simplemente, con bien fundamentados razonamientos, teniendo que sufrir en
cambio, las demoledoras calumnias de los judíos, sus encarcelamientos, asesinatos y todo
género de persecuciones.
Empezaron por matar a cristo Nuestro Señor en forma injusta y cruel; siguieron con el
homicidio de san Esteban, que la Sagrada Biblia, en “Los hechos de los Apóstoles”, nos
describe en todo su horror desde la planeación del crimen en el seno de las sinagogas, pasando
por el soborno empleado para que algunos lo calumniaran lanzándole acusaciones venenosas,
hasta el empleo de falsos testigos para comprobar estas acusaciones y el final asesinato del
santo por los judíos, consumado a pedradas en forma fiera, sin que San Esteban haya
cometido otro delito que predicar la verdadera religión 173. Fue el protomártir del cristianismo;
y fueron los israelitas quienes tuvieron el honor de ser los primeros en derramar la sangre
cristiana, después del deicidio de Jesús.
La misma Biblia, en los hechos de los Apóstoles (capítulo XII), señala cómo el rey judío
Herodes:
“1. ...envió tropas para maltratar a algunos de la Iglesia. 2. Y mató a cuchillo a Santiago
hermano de Juan. 3. Y viendo que hacía placer a los judíos, pasó también a prender a
Pedro...” 174.
Los hebreos no contentos con iniciar el asesinato de los santos dirigentes del naciente
cristianismo, se lanzaron a realizar crueles persecuciones que degeneraron en tremendas
matanzas, según nos narra la Biblia en los hechos de los Apóstoles, que dieron al cielo los
primeros mártires de la Iglesia. En estas persecuciones participó Saulo –el futuro San pablo-
antes de convertirse 175, con un celo que él mismo describe en su Epístola a los Gálatas
(capítulo I), de la siguiente manera:
“13. Porque ya habéis oido de qué manera vivía en otro tiempo en el judaísmo: y con qué
exceso perseguía la Iglesia de Dios, y la destruía” 176.
173
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. VI, Vers. 7-15; Cap. VII, Vers. 54-59.
174
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XII, Vers. 1, 2, 3.
175
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. VIII, Vers. 1, 2, 3; Cap. XXVI, Vers. 10, 11; Cap. XXII, Vers. 4, 5.
176
Biblia, Epístola de San Pablo a los Gálatas, Cap. I, Vers. 13.
177
Biblia, Epístola I de San Pablo a los Tesalonicenses, Cap. II, Vers. 14, 15.
110 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Es, por ende, falso que los judíos sean del agrado de Dios, como están afirmando los
clérigos que les hacen el juego con el fin de paralizar la defensa de los pueblos católicos en
contra del imperialismo judaico y su acción revolucionaria.
¿Será posible que esos eclesiásticos filosemitas pretendan tener razón y que San Pablo
mintió cuando aseguró que los judíos no eran del agrado de Dios? Sin embrago, bien claro se
ve que las fuerzas del mal, los hijos del Diablo –como les dijo Cristo- integrantes de la
Sinagoga de Satanás, no pueden ser del agrado de Dios.
Los judíos con frecuencia encarcelaron a los apóstoles. En “Los Hechos de los Apóstoles”,
se afirma que los sacerdotes judíos, los saduceos y el magistrado del templo, echaron mano de
San Pedro y San Juan “...y los metieron en la cárcel...” 178.
Y en el capítulo V se narra lo siguiente:
“17. Mas levantándose el príncipe de los sacerdotes y todos los que con él estaban (que es
la secta de los saduceos), se llenaron de celo: 18. Y prendieron a los apóstoles, y los pusieron
en la cárcel pública” 179.
Entre las persecuciones desatadas por los judíos contra los primeros cristianos caudillos de
la Iglesia destaca, por su encarnizamiento, la que llevaron a cabo contra San Pablo. En los
Hechos de los Apóstoles (capítulo IX), se señala:
“22. Mas Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en
Damasco, afirmando que Este es el Cristo. 23. Y como pasaron muchos días, los judíos
tuvieron juntos consejo para matarlo” 180.
Después, en Antioquía, discutiendo San Pablo y San Bernabé sobre cuestiones religiosas
con los judíos, éstos acabaron con su acostumbrado fanatismo e intolerancia; empleando el
argumento de la violencia. Los citados “Hechos de los Apóstoles”, lo consignan:
“50. Mas los judíos concitaron a algunas mujeres devotas e ilustres, y a los principales de
la ciudad, y movieron una persecución contra Pablo, y Bernabé: y los echaron de sus
términos” 181.
Luego (capítulo XIV), sea firma que en la población de Iconio, después de otra discusión
teológica de San Pablo y San Bernabé con los judíos, ocurrió que:
“4. Y se dividieron las gentes de la ciudad: y los unos eran por los judíos, y los otros por
los apóstoles. 5. Mas como los gentiles, y los judíos con sus caudillos se amotinasen para
ultrajarlos, y apedrearlos, 6. Entendiéndolo ellos, huyeron a Lystra, y Derbe, ciudades de
Lycoania...18. Mas sobrevinieron algunos judíos de Antioquía, y de Iconio: y habiendo
ganado la voluntad del pueblo, y apedreando a Pablo, le sacaron arrastrando fuera de la
ciudad, creyendo que estaba muerto” 182.
Se ve por tanto, que ya para estas fechas la división estaba clarísima: por una parte los
partidarios de los apóstoles, es decir los cristianos; y por otra parte, los judíos.
El Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia –ya en estos libros- se sirve de la palabra
“judíos” para designar a los miembros del antiguo pueblo elegido que asesinaron a Dios Hijo
y combatían a su Iglesia. Asimismo se señala que los que se habían convertido a la fe del
Señor no eran hebreos, sino cristianos.
El Evangelio de San Juan –el discípulo amado- también ya titula “judíos” en.forma expresa
a los miembros del antiguo pueblo de Dios, que se negaron a reconocer a Cristo, lo llevaron a
la muerte y combatieron a los apóstoles.
El Evangelio de San Juan ha sido considerado por los israelitas como el más antisemita de
los evangelios; el judaísmo proyecta eliminarlo de la Santa Misa y para lograrlo dice tener
poder suficiente en el Vaticano. Tal eliminación la proyecta –según hemos sido informados-
recortando la Misa para que termine con la Bendición, suprimiendo así el Evangelio de San
178
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. III; Cap. IV, Vers. 1, 2, 3.
179
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. V, Vers. 17, 18.
180
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. IX, Vers. 22, 23.
181
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XIII, Vers. 44-50.
182
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XIV, Vers. 1-6, 18.
CAPÍTULO X: “LOS JUDÍOS MATAN CRISTIANOS Y PERSIGUEN 111
A LOS APÓSTOLES”
Juan, el másantisemita de los evangelios, con el que actualmente finaliza la Misa. Nos parece
increíble que los judíos tengan tantas infiltraciones en el Vaticano como para poder lograr
esto. Pero ante cualquier eventualidad, hemos considerado necesario denunciar esto para que
las autoridades eclesiásticas impidan este atraco a la Santa Misa por parte del judaísmo y sus
agentes secretos en el alto clero.
Los judíos, que en nuestros días siguen persiguiendo a la Iglesia y amenazan con dominar
y esclavizar a la humanidad, son los descendientes de esos mismos judíos ya designados por
el Nuevo Testamento como los peores enemigos de Cristo y de su Iglesia, que nada de
espiritual tenían de común con el antiguo pueblo escogido de Dios en los tiempos bíblicos. El
pueblo escogido fue amado de Dios, pero los judíos –que renegaron de su Mesías, que lo
asesinaron y que combatieron y combaten al cristianismo, siguiendo aferrados a sus
organizaciones criminales en nuestros días, como dijera antaño San Pablo- no son del agrado
de Dios.
Los clérigos que en lugar de servir a la Iglesia están sirviendo a la Sinagoga de Satanás,
hacen una sofística mezcla de conceptos para engañar a los sinceros católicos y hacerles creer,
en contradicción con lo asegurado por San Pablo, que los criminales judíos modernos son del
agrado de Dios, con el fin de impedir que los cristianos defiendan a sus pueblos y a sus
familias contra sus pérfidas empresas imperialistas y su acción corruptora.
En el capítulo XVII del antes citado libro del Nuevo Testamento, se dice que San Pablo y
Silas:
“1...llegaron a Thesalonica, en donde había una sinagoga de judíos. 5. Mas los judíos,
movidos de celo, y tomando consigo algunos de la plebe, hombres malos, y haciendo gente,
levantaron la ciudad: y asediaron la casa de Jasón, queriendo presentarlos al pueblo. 6. Y no
hallándolos, trajeron violentamente a Jasón y a algunos de los hermanos a los magistrados de
la ciudad, gritando: Estos son los que alborotan la ciudad, y vinieron acá. 7. A los cuales ha
acogido Jasón, y todos éstos hacen contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey:
que es Jesús. 8. Y alborotaron al pueblo y a los principales de la ciudad al oir estas cosas. 9.
Mas recibida satisfacción de Jasón, y de los otros, dejáronlos ir libres” 183.
Los pasajes citados de las Sagradas Escrituras, demuestran claramente que fueron los
judíos los únicos enemigos del naciente cristianismo; pero en todas partes no sólo perseguían
directamente a los cristianos sino que con calumnias, trataban de sublevar contra ellos a los
pueblos gentiles y lo que es más grave, a las autoridades del Imperio Romano. En el anterior
pasaje de “Los Hechos de los Apóstoles” se ve diáfanamente cómo empleaban la calumnia en
un criminal intento de lanzar toda la fuerza del entonces invencible Imperio Romano sobre la
Santa Iglesia, acusando a los cristianos, ni más ni menos, que de reconocer a otro rey en
substitución del César, delito que enfurecía al máximo a los emperadores romanos y a sus
colaboradores, ya que esta forma de traición contra el César acarreaba la inmediata pena de
muerte.
Por ello, no cabe duda alguna de lo que pretendían los israelitas. Estos.siguieron durante
muchos años empleando todo el veneno de sus calumnias e intrigas, no logrando sin embargo,
lanzar al Imperio Romano contra los cristianos; hasta que por fin, a fuerza de insistir tanto, lo
lograron con Nerón.
Hubo también un intento de lanzar a los gobernantes de Roma contra San Pablo, como lo
muestra el siguiente pasaje del Nuevo Testamento:
“12. Y siendo Galión procónsul de la Achaya, los judíos se levantaron de acuerdo contra
Pablo, y le llevaron al tribunal. 13. Diciendo: Que éste persuade a los hombres que sirvan a
Dios contra la ley. 14. Y como Pablo comenzase a abrir su boca, dijo Galión a los judíos: Si
fuese algún agravio, o enorme crimen, os oiría, oh judíos, según derecho. 15. Mas si son
cuestiones de palabra, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo allá vosotros: porque yo no
183
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XVII, Vers. 1, 5-9.
112 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
quiero ser juez de estas cosas. 16. Y los hizo salir de su tribunal. 17. Entonces ellos echándose
sobre Sóstenes príncipe de la sinagoga, le daban golpes delante del tribunal: sin que Galión
hiciese caso de ello” 184.
Este pasaje de la Sagrada Biblia nos hace ver por una parte, la tolerancia religiosa de las
autoridades romanas y la falta absoluta de interés en hostilizar a los cristianos; por otra parte,
que los hebreos eran los que constantemente estaban buscando medios para lanzar a los
gobernantes del Imperio Romano contra los cristianos en intentos repetidos, aunque carentes
de éxito; y por último, que como buenos paranoicos, los judíos, al fracasar en un intento
malvado, acaban por pelearse unos contra otros con una furia de verdaderos locos. Aquí fue
Sóstenes, el príncipe de la sinagoga, el infeliz objeto de esa rabia y furor hebreos. Y desde
luego, no podemos dudar de la veracidad de estos hechos, ya que se trata de un pasaje literal
del Nuevo Testamento.
Es pues, muy explicable, que cuando esta jauría de lobos quedó desatada y además con
plenos poderes al triunfar las revoluciones comunistas, haya realizado increíbles matanzas
haciendo correr torrentes de sangre cristiana y gentil para terminar despedazándose, tanto en
la Unión Soviética como en los estados satélites, unos a otros sin respetar nada, ni siquiera la
dignidad rabínica, como en el caso del pobre Sóstenes, citado en el anterior pasaje bíblico. No
cabe la menor duda que siguen siendo los mismos de siempre.
El apóstol San Lucas, en los hechos de los Apóstoles nos narra otra de las persecuciones
llevadas a cabo por los judíos contra San Pablo, y al pintarnos la manera de ser de los hebreos
en esos tiempos, cualquiera diría que nos los está describiendo ahora. Nada parece haber
cambiado en casi dos mil años. Cuenta que estando el santo de Jerusalén:
“27. ...los judíos que estaban allí del Asia, cuando le vieron en el Templo, alborotaron todo
el pueblo, y le echaron mano, diciendo a gritos: 28. Varones de Israel, favor: éste es aquel
hombre, que por todas partes enseña a todos contra el pueblo y contra la ley, y contra este
lugar, y demás de esto ha introducido los gentiles con él por la ciudad a Trophimo de Epheso,
creyeron que le había metido pablo en el templo. 30. Y se conmovió toda la ciudad, y
concurrió el pueblo. Y trabando de pablo, le arrastraron fuera del templo: y luego fueron
cerradas la puertas. 31. Y queriéndole matar, fue dado aviso al tribuno de la corte: Que toda
Jerusalén estaba en alboroto. 32. El tomó luego soldados y centuriones, y corrió allá. Ellos,
cuando vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo” 185.
Este pasaje del Nuevo Testamento nos señala cómo los judíos acusaban a san Pablo de
“enseñar a todos contra el pueblo”, es decir, lo hacen aparecer calumniosamente como
enemigo del pueblo, para ellos justificar su asesinato. Más de diecinueve siglos después,
cuando los judíos en la Unión.Soviética y países comunistas quieren matar a alguien, lo
acusan de ser enemigo del pueblo y enemigo de las clases trabajadoras. Los métodos son los
mismos; no han cambiado en cerca de dos mil años. Lo acusan calumniosamente de predicar
contra el templo, igual que en los simulacros de procesos de los países comunistas acusan a
las futuras víctimas de hacer labor subversiva contra la Unión Soviética o contra el estado
proletario. Finalmente, acusan también a San Pablo de introducir gentiles al templo
profanando ese santo lugar, ya que los judíos para tales fechas consideraban cerrado el templo
para los gentiles, como ahora consideran cerrado el judaísmo para los hombres de otras razas.
Si entonces admitían sólo a los prosélitos de la puerta, que nada más podían asistir al templo
de puertas para afuera, dejándolos en organizaciones periféricas, comunidades de judaísmo
espiritual, engañándolos sin introducirlos nunca en las verdaderas sinagogas y comunidades
de la judería. También en esto, los métodos siguen siendo los mismos.
Siguen narrando las Sagradas Escrituras que cuando el tribuno permitió a Pablo dirigir la
palabra a los judíos amotinados, tratando con palabras serenas de suavizarlos, ocurrió que:
184
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XVII, Vers. 12-17.
185
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XXI, Vers. 27-32.
CAPÍTULO X: “LOS JUDÍOS MATAN CRISTIANOS Y PERSIGUEN 113
A LOS APÓSTOLES”
“22. Y le habían escuchado hasta esta palabra, mas levantaron entonces el grito, diciendo:
Quita del mundo a un tal hombre: porque no es justo que él viva. 23. Y como ellos diesen
alaridos, y echasen de sí sus ropas, y arrojasen polvo al aire” 186.
Ya vemos aquí a los verdaderos energúmenos, que siglos después, en medio del terror
judío comunista, despedazarán a sus infelices víctimas con todo lujo de crueldad.
Esta narración del Nuevo Testamento continúa después diciendo que el tribuno romano
quiso saber al día siguiente:
Capítulo XXII. “30. ...de cierto la causa que tenían los judíos para acusarle, le hizo desatar,
y mandó que se juntasen los sacerdotes y todo el concilio, y sacando a Pablo, lo presentó
delante de ellos.
Capítulo XXIII. 6. Y sabiendo Pablo, que una parte era de los saduceos, y la otra de
fariseos, de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado. 7. Y cuando esto
dijo, se movió una grande disensión entre los fariseos y los saduceos, y se dividió la multitud.
8. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu: mas los fariseos
confiesan lo uno y lo otro. 9. Hubo pues grande vocería. Y levantándose algunos de los
fariseos altercaban diciendo: No hallamos mal ninguno en este hombre: ¿cuánto más, si le ha
hablado espíritu, o ángel?” 187.
Magnífica lección de cómo pueden utilizarse, en beneficio de la causa del Bien, las
discordias internas de los bandos y sectas judaicas; cosa que puede hacerse con eficacia
conociendo las intimidades secretas del judaísmo que permitan evitar el engaño de falsas
pugnas, con frecuencia simuladas entre sí, para lograr fines políticos determinados.
Después de la violenta pugna entre los citados dirigentes judíos, que obligó al tribuno
romano a hacer intervenir a los soldados, sigue narrando el apóstol (capítulo XXIII):
“12. Y cuando fue de día, se coligaron algunos de los judíos, y se maldijeron, diciendo:
Que no comerían ni beberían hasta que matasen a Pablo. 13. Y eran más de cuarenta hombres
los que habían hecho esta conjuración: 14. Los cuales fueron a los príncipes de los sacerdotes
y a los ancianos, y dijeron: Nosotros nos hemos obligado so pena de maldición a no gustar
bocado, hasta que matemos a Pablo. 15. Pues ahora vosotros con el concilio significad al
tribuno, que os lo saque fuera, como que queréis conocer con más certidumbre de su causa. Y
nosotros estaremos esperando para matarle antes que llegue”..La visión del tribuno, que
conocía bien a los judíos, frustró sus planes criminales mandando a San Pablo escoltado por
doscientos soldados al mando de dos centuriones, aclarando el versículo lo que hizo el tribuno
romano:
“25. (Porque temió no se lo arrebatasen los judíos, y lo matasen, y después le calumniasen
a él de haber recibido dinero:)” 188.
Este ilustrativo pasaje del Nuevo Testamento pone en evidencia que los judíos farsantes,
inventores de las huelgas de hambre, ya las ponían en práctica en tiempos de San Pablo,
cuando juraron no comer ni beber hasta que lograran matarlo. Los Hechos de los Apóstoles no
nos aclaran si después de salvado San Pablo por la previsión del tribuno romano, sostuvieron
los judíos huelguistas su juramento hasta la muerte, pero el silencio que guarda al respecto el
apóstol, nos hace suponer que en esa, como en las huelgas de hambre de nuestros días, los
comediantes hebreos al no lograr sus propósitos, encontraron el pretexto adecuado para
suspender la huelga.
Por otra parte, se ve que ya desde lejanísimas fechas, practicaban el sistema de asesinar a
los presos al ser trasladados en el camino de una población a otra; y se observa que hasta los
romanos tenían miedo a las calumnias de los judíos, a quienes sin duda conocían como
maestros en este arte maléfico.
186
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XXI, Vers. 35-40; Cap. XXII, Vers. 19-23.
187
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XXII, Vers. 30; Cap. XXIII, Vers. 1-9.
188
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XXIII, Vers. 12-15.
114 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Para dar a conocer las actividades siniestras del judaísmo y su manera de actuar, para nada
se necesitan los famosos “Protocolos de los Sabios de Sión”; basta con las enseñanzas de la
Sagrada Biblia y otros documentos fidedignos e indiscutibles, muchas veces procedentes de
las más insospechadas fuentes hebreas.
Después de conducido San Pablo ante el gobernador, siguen narrando los Hechos de los
Apóstoles:
“2. Y los príncipes de los sacerdotes, y los principales de los judíos acudieron a él contra
Pablo: y le rogaban. 3. Pidiendo favor contra él, para que le mandase venir a Jerusalén,
poniéndole asechanzas para asesinarle en el camino. 4. Mas Festo les respondió, que estaba
guardado Pablo en Cesarea: y que él cuanto antes partiría. 5. Y los principales (dijo) de
vosotros vengan conmigo, y si hay algún delito en este hombre, acúsenle. 7. Y cuando fue
llevado, le rodearon los judíos, que habían venido de Jerusalén, acusándole de muchos y
graves delitos, que no podían probar. 8. Y Pablo se defendía, diciendo: En nada he pecado, ci
contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César” 189.
Para comprender esta terrible tragedia, hay que tomar en cuenta que San pablo era un
hombre virtuoso e iluminado por la gracia divina, en forma que le ha hecho digno de ser
considerado como uno de los más grandes santos de la Cristiandad; pero a pesar de ello, los
judíos, con su perfidia peculiar y su perseverancia paranoica, se ensañaron contra él en la
forma descrita por los anteriores pasajes de la Sagrada Biblia, agravándose el problema
porque no fueron sólo los judíos de Palestina sino los de las más diversas partes del mundo,
los que demostraron sus instintos asesinos y malvados; y que no fueron sólo los de la secta de
los fariseos sino también los saduceos, rivales de los anteriores. No fueron individuos aislados
y sin representación los que destilaron tanta maldad sino los príncipes de los sacerdotes, los
escribas, jerarcas y hombres más ilustres de Israel. Todos cortados con la misma tijera.
Los pasajes del Nuevo Testamento, nos enseñan a conocer el peligro que significa para la
humanidad el judaísmo moderno, cuya maldad traspasa los límites de todo lo que otras
naciones pueden imaginar. Por ello los Papas y.los concilios les llamaron repetidamente
“judíos pérfidos”; haciendo figurar éste y otros elocuentes términos en la liturgia y ritos de la
Santa Iglesia, que los israelitas quieren ver del todo eliminados para sumirnos a los católicos
en mayor ignorancia todavía, acerca de la inmensa perversidad de nuestros milenarios
enemigos y así podernos vencer más fácilmente, utilizando con mayor éxito sus engaños y sus
acostumbrados golpes de sorpresa.
Lo más significativo es que en la descripción de la perfidia de esta raza de víboras –como
los llamó Cristo Nuestro Señor- coinciden perfectamente el Nuevo Testamento de la Sagrada
Biblia con los escritos elaborados siglos después por los Padres de la Iglesia, con los
conceptos contenidos en el Corán de Mahoma, con los cánones de diversos concilios de la
Iglesia, con los procesos de la Santa Inquisición, con las opiniones de Martín Lutero y con las
acusaciones que en distintos siglos, en los más diversos países, fueron lanzadas por
conocedores del problema, católicos, protestantes, ortodoxos, rusos, mahometanos e
incrédulos como Voltaire y Rosemberg, que sin haberse puesto de acuerdo, han coincidido en
denunciar la perfidia y maldad extremas de los judíos a través de los últimos dos mil años.
Esto demuestra que por desgracia esa maldad y perfidia, peligrosísimas para los demás
pueblos, corresponden a una realidad comprobada e incontrovertible.
San Matías apóstol propagó largamente la palabra de Dios, primero en Macedonia y
después en Judea, convirtiendo a muchos a la fe de Jesucristo con su predicación y prodigios.
Se dice que no pudiendo los judíos sufrir esto, le echaron mano, le apedrearon hasta el punto
de dejarlo poco menos que muerto y por último fue degollado 190.
189
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XXV, Vers. 2-5, 7, 8.
190
San Jerónimo en el Catálogo citado en las tablas cronológicas de Adricomio (compendiadas por la Biblia Scio, edición citada, Tomo V, p.
670, columna 2). Esta misma fuente cita otra versión distinta sobre la muerte de este apóstol (San Matías), en la cual se señala Egipto o
Etiopía como el lugar de su fallecimiento. Sin embargo, dada la persecución desatada por los judíos contra los cristianos en todo el mundo, la
primera versión nos parece muy factible; además, la fuente que señalamos, la cita en primer término.
CAPÍTULO X: “LOS JUDÍOS MATAN CRISTIANOS Y PERSIGUEN 115
A LOS APÓSTOLES”
Capítulo Undécimo:
Y a estudiamos en el capítulo anterior diversos intentos hechos por los judíos para
lanzar a las autoridades romanas en contra de San Pablo, acusando a éste de ir contra
el César y reconocer a otro rey en su lugar, diciéndolo por Jesús. Sobre estas intrigas
y calumnias constantes nos da noticia un documento incontrovertible, o sea el Nuevo
Testamento de la sagrada Biblia. Estas repetidas tentativas de lanzar el poderío del Imperio
Romano en contra de la naciente Cristiandad se sucedieron con frecuencia; aunque
infructuosamente durante algún tiempo.
Que los romanos eran tolerantes en materia religiosa es un hecho históricamente
incontrovertible y también que no eran hostiles por ningún concepto a los cristianos, como lo
demuestran además de la postura de Pilatos en el caso de Jesús, las intervenciones favorables
de las autoridades del Imperio en las persecuciones desatadas por los judíos contra San Pablo
y los primeros cristianos.
El siguiente hecho es del todo significativo y es consignado por Tertuliano y Orosio, al
señalar que “ante los conatos de persecución hebrea surgida contra los cristianos, el
emperador Tiberio hizo publicar un edicto amenazando de muerte a los que acusen a los
cristianos”. 191
El año noveno de su imperio, manda Claudio que todos los judíos salgan de Roma porque
según testimonio de Josefo, habían hecho abrazar los ritos.judaicos a Agripina su mujer; o
también, como escribe Suetonio, porque a impulso de las persecuciones de los cristianos,
movían frecuentes sediciones 192.
Se ve pues que el emperador pagano Claudio fue en extremo tolerante hacia los cristianos
y harto ya de los motines que promovían los hebreos, los expulsó de la ciudad de Roma. De
esta expulsión hablan también los Hechos de los Apóstoles 193.
Se ve aquí la tendencia hebrea de hacer subir su valimiento hasta las gradas del trono
controlando a la emperatriz para poder ejercer –por medio de ella- su influencia sobre el
emperador, observando al parecer, las enseñanzas todas desfiguradas por una interpretación
imperialista, tomadas del libro bíblico de Esther; esa judía que ocultando su judaísmo, logró
convertirse en reina de Persia y ejerció su influencia decisiva sobre el rey para destruir a los
enemigos de los israelitas. Sin embargo, en el caso del emperador Claudio fracasó, por lo
visto, el intento; cosa que no sucedió con Nerón, a quién lograron acercarle una judía llamada
Popea, quien pronto se convirtió en amante del emperador y, según algunos cronistas hebreos,
en la verdadera emperatriz de Roma, la cual llegó a ejercer una influencia decisiva sobre este
emperador.
Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia, quien en su obra “Scorpiase” dice: “Las
sinagogas son los puntos de donde salen las persecuciones de los cristianos”. Y en su libro
“Ad nationes” escribe el mismo Tertuliano: “De los judíos es de donde salen las calumnias
contra los cristianos” 194.
Durante el reinado de Nerón hubo en un principio tolerancia hacia los cristianos, pero
acabó el emperador por ceder a las intrigas persistentes de su amante judía Popea, a quien se
señala como autora de la idea de inculpar a los cristianos por el incendio de la ciudad de
191
Tertuliano, Apologeticum, Libro V; Orsio, Libro VII, Cap. II.
192
Tablas cronológicas de Adricomio, citadas en Biblia Scio, Tomo V, p. 662, columna II.
193
Biblia, Hechos de los Apóstoles, Cap. XVIII, Vers. 2.
194
Tertuliano, Scorpiase y Ad Nationes, citado por Ricardo C. Albanés en Los judíos a través de los siglos,
México, 1939, p. 435.
CAPÍTULO XI: “LAS PERSECUCIONES ROMANAS PROVOCADAS 117
POR LOS JUDÍOS”
Roma, hecho con el cual se justificó la primera y cruel persecución de los cristianos llevada a
cabo por el Imperio Romano.
Los padres jesuitas B. Llorca, R. García-Villoslada y F. J. Montalbán, reconocen, en
relación con las persecuciones iniciales de la Roma pagana contra los débiles e inermes
cristianos, a partir de Nerón, lo siguiente:
“Los judíos fueron los elementos más activos en fomentar el ambiente de odio contra los
cristianos, a quienes consideraban como suplantadores de la ley mosaica...”
“Esta actividad de los judíos debió ejercer notable influencia, pues nos consta que ya en el
tiempo de Nerón gozaban de gran ascendiente en Roma, y es bien sabido que, con ocasión del
martirio de san Pedro y San pablo, algunos insinuaron la idea de que habían muerto por celos
de los judíos”.
“Existiendo, pues, este ambiente, azuzado por el odio de los judíos, se concibe fácilmente
la persecución de Nerón. Como capaces de toda clase de crímenes, fue fácil señalar a los
cristianos como causantes del incendio de Roma. Al pueblo no le costó mucho creerlo” 195.
En efecto, los judíos llegaron a acusar a los cristianos calumniosamente hasta de cometer el
nefando crimen de comerse a los niños en sus ceremonias 196, lo que indignaba como es muy
natural, a las autoridades y al pueblo romano.
Es comprensible que esta intriga constante, esta persistente labor de calumnia y difamación
que los hebreos lanzan siempre contra quienes estorban sus planes, realizada en el Imperio
Romano por miles de individuos mes tras mes, año tras año, haya por fin logrado sus
objetivos un buen día, lanzando contra la naciente Cristiandad, que ellos no podían aniquilar
por sí solos, todo.el gigantesco poderío del Imperio Romano en un afán destructor jamás
conocido en la historia de la humanidad.
En apoyo de esta verdad citaremos el testimonio incontrovertible de una autorizada fuente
judía:
“El Rabino Wiener, que en su libro “Die Juvisechen Speisegsetz”, confiesa que los judíos
fueron los causantes de las persecuciones de Roma contra los cristianos; observando que en el
reinado de Nerón y en el año 65 de nuestra Era, cuando Roma tenía por emperatriz a una
judía, Popea, y por Prefecto de la Ciudad a un judío, se inicia la era de los mártires, que debía
prolongarse 249 años” 197.
En estas instigaciones de los hebreos para provocar las persecuciones de los romanos en
contra del cristianismo, intervinieron incluso rabinos tan destacados en la historia de la
Sinagoga como el famoso “...Rabino Jehuda, uno de los autores del Talmud (que como se ha
dicho, es uno de los libros sagrados, fuente de la religión del judaísmo moderno), obtuvo en el
año 155 de nuestra Era una orden para que fueran sacrificados todos los cristianos de Roma,
muriendo en virtud de ella muchos miles, siendo precisamente judíos los verdugos de los
Papas mártires Cayo y Marcelino” 198.
El Arzobispo Obispo de Port-Louis, Monseñor León Meurin, S.J., en su obra “Filosofía de
la Masonería”, página 172, afirma que cuando los judíos acaudillados por Bar Kochba, un
falso Mesías, se sublevaron contra Roma y recobraron por tres años (132-135 d.C.) su
independencia, en ese corto espacio de tiempo asesinaron por lo menos a ciento cuatro mil
cristianos.
Cantidad exorbitante en relación con la población cristiana de Palestina en esa época. Esto
nos da una idea de lo que sucederá cuando los judíos impongan a todo el mundo su dictadura
totalitaria.
195
B. Llorca, S.J., R. García-Villoslada, S.J. y F.J. Montalbán, S.J., Historia de la Iglesia Católica, edición citada,
Tomo I, pp. 172, 173.
196
Ricardo C. Albanés, obra citada, p. 435.
197
Rabino Wiener, Die Jüdischen Speisegesetze, citado por Ricardo C. Albanés, obra citada, p. 435.
198
August Rohlieng, sacerdote católico, Die Polemik und das Manschenopfer des Rabbinismus, citado por
Ricardo C. Albanés, obra citada, p. 435.
118 “COMPLOT CONTRA LA IGLESIA” MAURICE PINAY
Durante tres siglos, los cristianos resistieron heroicamente sin contestar a la violencia con
la violencia; pero es comprensible que cuando el cristianismo –después de tres siglos de
persecuciones- logró un triunfo completo en el Imperio Romano con la conversión de
Constantino y la adopción de la religión cristiana como religión de estado, se haya por fin
resuelto a contestar a la violencia con la violencia, para defender de las conspiraciones
constantes del judaísmo, tanto a la triunfante Iglesia como a los pueblos que habían
depositado su fe en ella y que también se encontraban siempre amenazados por la acción
destructiva y demoledora del imperialismo judaico.
Por otra parte, es preciso que los cobardes que ante la situación actual piensan capitular por
miedo a las persecuciones, al poderío u la influencia de la Sinagoga de Satanás, tomen en
cuenta que las terribles amenazas de nuestros días están muy lejos de ser tan graves como las
que tuvieron que afrontar Cristo Nuestro Señor, los apóstoles y los primeros cristianos,
enfrentados no sólo al poderoso judaísmo sino al entonces aparentemente invencible poderío
del Imperio Romano, el más grande y fuerte de todos los tiempos. A estas amenazas mortales,
hay que añadir la originada por la desintegración interna que los hebreos, por medio de su
quinta columna, provocaron en el seno del cristianismo, con el gnosticismo y otras
destructoras herejías.
Tomen en cuenta que si a pesar de esa situación mucho más difícil y trágica que la actual,
la santa iglesia no sólo pudo salvarse sino hasta lograr una completa victoria sobre sus
mortales enemigos, fu porque contó con unos pastores que jamás desmayaron, jamás se
acobardaron ni aceptaron pactos vergonzosos con las fuerzas de Satanás. En ningún momento
pensaron buscar situaciones de componenda, basadas en una tan pretendida como
falsa.prudencia, ni coexistencias pacíficas, ni capitulaciones diplomáticas, que son siempre
sofismas empleados por los clérigos cobardes o cómplices del enemigo, los cuales pretenden,
en nuestros días, que la santa iglesia y sus pastores entreguen en las garras del lobo las ovejas
cuya custodia celosa les encomendó Cristo Nuestro señor, con perjuicio del prestigio de la
misma Iglesia y de la fe que en ella han depositado los fieles católicos.
APÉNDICE
Datos estadísticos sobre los organismos del gobierno comunista de la Unión Soviética, del
Partido, del Ejército, de la Policía y los Sindicatos.
.
3.- Petz, consejero particular de Trotsky; judío.
4.- Gerschfeld, consejero particular de Trotsky; judío.
5.- Fruntze, comandante supremo de los Ejércitos Comunistas del Sur; judío.
6.- Fichman, jefe del Estado Mayor de los Ejércitos Comunistas del Norte; judío.
7.- Potzern, presidente del Soviet (Consejo de Dirección) del Frente del Oeste; judío.
8.- Schutzman (Schusmanovich), consejero militar de la Región de Moscú; judío.
9.- Gübelman, comisario político de la Región Militar de Moscú; judío americano.
10.- Levensohn, consejero jurídico del Ejército Rojo; judío.
11.- Deitz, consejero político de la Región Militar de Vitebsk; judío.
12.- Glusman, consejero militar de la Brigada Comunista de Samara; judío.
13.- Beckman, comisario político de la Región de Samara; judío.
14.- Kalman, consejero militar de las Fuerzas Comunistas de Slusk; judío.
.
21.- Krasicov, miembro del comité; judío.
22.- Knitzunck, miembro del comité; judío.
23.- Radner, miembro del comité; judío.
24.- Haskyn, miembro del comité; judío.
25.- Goldenrubin, miembro del comité; judío.
26.- Frich, miembro del comité; judío.
27.- Bleichman (Soltntzev), miembro del comité; judío.
28.- Lantzer, miembro del comité; judío.
29.- Lishatz, miembro del comité; judío.
30.- Lenin, miembro del comité; judío en línea materna.
(Aquellos apellidos que aparecen dos o más veces en estas listas representan a individuos
distintos, que tenían los mismos apellidos o a veces los mismos individuos que entre 1918 y
1923 han tenido diversos cargos).
.
23.- Latz, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
24.- Heinika, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
25.- Ripfkin, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
26.- Katz (Kamkov), comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
27.- Alexandrovich, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; ruso.
28.- Jacks, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
29.- Woinstein (Zwesdin), comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
30.- Lendovich, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
31.- Gleinstein, comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
32.- Helphand (Parvis), comisario ejecutivo de la C.E.K.A.; judío.
33.- Silencus, comisaria ejecutiva de la C.E.K.A.; judía.
34.- Iacob Model, jefe de la guardia comunista “Pedro y Pablo”, para represiones en masa;
judío.
.
22.- Fritz; judío.
23.- Najamkes; judío.
24.- Ludberg; judío.
25.- Dand (Dauzewsky); judío.
26.- Goldenbach (Riazanov); judío.
27.- Kusinen; finlandés.
28.- Weltman; judío.
29.- Salomón Olansky; judío.
30.- Ursiner (Ursinov); judío.
31.- Gurivich; judío.
32.- Rosa Luxemburg; judía alemana.
33.- Eichenkoltz; judío.
34.- Tzerkina; judía.
35.- Gatze; judío.
36.- Moisés Ulansk; judío.
37.- Broito (Broitman); judío.
.
XXXVII. MIEMBROS DE LA SECCIÓN FILOLÓGICA DEL PROLETARIADO
(Encargados de la creación de un nuevo diccionario propagandístico comunista).
1.- Veniamin Zeitzer; judío.
2.- Pozner; judío.
3.- Maxim Gorky; ruso.
4.- Alter; judío.
5.- Eichenkoltz; judío.
6.- Schwartz; judío.
7.- Berender; judío.
8.- Kalinin; judío.
9.- Hadasevich; judío.
10.- Leben (Lebedeef); judío.
11.- Kersonskaya; judía.
[ Transcripción fiel del tomo I del libro de Pinay, Maurice. Complot contra la Iglesia
(1962). Ediciones “Mundo Libre”. México. 1985. ]