Aprender en Siglo 21-MÓDULO 3
Aprender en Siglo 21-MÓDULO 3
Aprender en Siglo 21-MÓDULO 3
El bienestar
Si pensamos en la construcción de bienestar, nos acercamos a la idea del bienestar
personal, junto con la búsqueda de felicidad. Si bien la felicidad no deja de ser una
cuestión subjetiva, ya que cada quien contiene una serie de condiciones que conforman su
percepción de felicidad, la ciencia ha demostrado que la felicidad existe. No se trata de un
todo o nada, sino de un continuo que incluye pequeños detalles que nos acercan a un
estado de bienestar.
En la lista de variables encontramos: la importancia de la vida social, la familia, los amigos.
Estar en contacto con gente y evitar la soledad es sin lugar a dudas una variante relevante.
Son factores que producen mayor satisfacción que la acumulación de cosas materiales y la
preocupación extrema por el dinero. Otros elementos que contribuyen de manera
significativa son: mantenernos activos, hacer cosas que nos salen bien, gustarnos a
nosotros mismos, tomarnos las cosas con calma, la libre determinación, el bienestar
subjetivo. Este es un conjunto diverso de componentes, basados en evidencia científica,
que nos permite enfocarnos en encontrar la preciada felicidad.
Tradicionalmente, la psicología orientó resultados de diversos estudios a patologías y
enfermedades mentales, lo que permitió alcanzar diversas teorías acerca del
funcionamiento de la mente humana y el desarrollo de variadas terapias orientadas a la
recuperación de las personas. Seligman y Csikszentmihhalyi postularon que este esfuerzo
de la psicología enfocado en las enfermedades descuidó aspectos tan importantes o
relevantes como el bienestar, la satisfacción, el optimismo, y la felicidad; estos autores
rescatan los amplios beneficios que estos elementos nos otorgan a los individuos en
general. Con este antecedente surge la psicología positiva, que tiene como propósito
investigar acerca de las fortalezas y virtudes de las personas, los efectos que tienen en
nuestras vidas y, a su vez, en la sociedad.
A nivel individual, la psicología positiva se enfoca en las fortalezas como la capacidad para
el amor, el talento, el perdón, etc. A nivel social, explora virtudes como el altruismo, la
civilidad, la tolerancia, el trabajo ético.
Las 3 c:
Consciencia de nosotros mismos: conocernos y saber cuánto es bueno regular nuestras
ilusiones, nuestros pensamientos, nuestras emociones.
Creatividad: para encontrar el contraste, y descubrir qué brilla más. Como la experiencia
de los colores similares, si colocamos dos colores similares podremos darnos cuenta cuál
es más brillante
Conexión: la atención lo es todo. Si abordamos con apertura lo que el día nos trae para
descubrir, estamos cercanos a emocionarnos. Si nos emocionamos, aprendemos. Se trata
de permitir que el día cambie a partir de nuestro cambio de actitud, para poder descubrir.
Aportes del modelo PERMA, creado por Martin Seligman, padre de la psicología positiva.
El foco está puesto en identificar con énfasis aquellas cualidades positivas o
potencialidades (fortalezas) humanas. Identificar experiencias positivas, rasgos positivos
individuales, institucionales y de organizaciones, que generan ecosistemas de bienestar.
Resulta complejo acceder a una definición precisa de un fenómeno tan complejo como lo
son las emociones. Las diversas definiciones han dependido fundamentalmente de la
posición teórica de los investigadores. Los neurocientíficos han indicado la importancia de
los mecanismos hormonales implicados en la emoción, o las distintas funciones
cerebrales. Desde la perspectiva cognitiva se ha enfatizado en la importancia de los
procesos cognitivos: atención, valoración, etc. Otros estudios han puesto el foco en la
expresión de las emociones y sus aspectos comunicativos, y dejaron de lado otros
aspectos como los fisiológicos periféricos (tensión muscular, taquicardias, etc.). Pese a las
diferencias, todas estas miradas confluyen en la existencia de al menos 3 sistemas a los
cuales afecta la emoción y a su vez la retroalimenta: el fisiológico, el motor o conductual, y
el cognitivo o experiencial.
La emoción implica un sistema de procesamiento de la información altamente
jerarquizado cuya principal función es la organización de toda nuestra actividad, para lo
que pone a disposición los restantes procesos psicológicos como la percepción, la
atención, la memoria, el pensamiento, la comunicación verbal y la no verbal, y también la
motivación.
Positive emotions (emociones positivas)
Las emociones positivas refieren a un conjunto de emociones que tienen la característica
de generar estados subjetivos agradables. En 1998, Bárbara Fredickson publica un artículo
sobre la importancia del rol de las emociones positivas, se vale de grandes aportes como
los de Paul Ekman y otros. Postula que nuestro foco de atención se centra
fundamentalmente en aquello que nos permite asegurar nuestra supervivencia. Sin
embargo, las emociones positivas nos traen un complemento: amplían nuestra atención,
en oposición a lo que nos sucede con emociones negativas.
Es más posible que algo molesto capte nuestra atención con más potencia y mayor
actividad de alerta que algo agradable. Aunque las emociones positivas están ligeramente
más presentes que las negativas, no son tan intensas en su experimentación. Se postula
así la teoría de la ampliación y construcción emocional.
La ampliación: significa que en el momento en el que se experimenta una emoción
positiva, se amplía nuestra capacidad de atención, se amplían recursos cognitivos.
La construcción a largo plazo: experimentar emociones positivas permite experimentar
expansión de nuestra conciencia, lo que nos ayuda a modificar quienes seremos en el
futuro próximo.
Al incorporar una de emociones positivas experimentaremos, al cabo de 3 meses, cambios
en nuestro bienestar a niveles físicos, interpersonales e intrapersonales. Generar micro
momentos positivos cada vez más frecuentes nos dará como resultado macro momentos
positivos, y con ello la sensación de bienestar.
Mihaly Csikszentmihalyi estuvo presente desde los inicios de los estudios de psicología
positiva, en primeras publicaciones junto a Seligman, dejándonos el legado del fluir que es
un estado que mezcla una tarea de absorción y concentración alta: como la creación de
una burbuja que favorece el bienestar. El fluir, según este autor, es un estado psicológico
universal que podemos experimentar todos y está estrechamente asociado al rendimiento
óptimo. El estado de fluir es otra forma de construir felicidad. Una característica de un
estado de flow es que no experimentamos conscientemente ninguna emoción.
Cuando nos comprometemos con una tarea o con un proyecto experimentamos un estado
de flujo donde el tiempo parece detenerse y perdemos sentido de nosotros mismos,
concentrándonos intensamente en el presente.
El fluir es un estado de rendimiento óptimo que surge a partir de un reto o una meta que
nos planteamos y que nos motiva.