Gonzalez y Reveron Auditoria Forense

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González María Gabriela V-27712254

Reveron Fabiola V-27400440

AUDITORIA FORENSE

Resumen

La Auditoria Forense es una técnica que tiene por objeto participar en la


investigación de fraudes, en actos conscientes y voluntarios en los cuales se eluden las
normas legales. El fraude es la mayor preocupación en el ambiente de los negocios en
la actualidad, por lo que combatir el flagelo del fraude y la corrupción se ha convertido
en uno de los objetivos corporativos tanto a nivel privado como gubernamental, debido
a estas crecientes necesidades surge la denominada: Auditoría Forense.

El término forense, proviene del término latino forensis, que significa público. Lo
forense, por lo tanto, está estrechamente vinculado a la administración de justicia en el
sentido de aportar pruebas de carácter público, que pueden ser discutidas y analizadas
a la luz de todo el mundo (el foro).

Según la Normal Internacional de auditoría 240 Fraude: Acto intencional de una o


más personas, relacionadas a la entidad que pueden ser de la administración, empleados
o terceros, que implica el uso de engaño para obtener una ventaja injusta e ilegal, y da
como resultado una representación errónea en los estados financieros y que puede
implicar: manipulación y falsificación de documentos, malversación de activos,
supresión u omisión de transacciones, mala aplicación de políticas contables, entre
otros.

En sus inicios la auditoria forense se aplicó en la investigación de fraudes en el


sector público, considerándose un verdadero apoyo a la tradicional auditoria
gubernamental, en especial ante delitos tales como: enriquecimiento ilícito, peculado,
cohecho, soborno, malversación de fondos, etc., sin embargo, la auditoria forense no
se ha limitado a los fraudes propios de la corrupción administrativa, sino que también
ha diversificado su portafolio de servicios para participar en investigaciones
relacionadas con crímenes fiscales, el crimen corporativo, el lavado de dinero y
terrorismo, entre otros.

En la actividad empresarial, la auditoría forense surge con los intentos por detectar
y corregir el fraude en los estados financieros. Posteriormente ha ido ampliando su
campo de acción en la medida que ha desarrollado técnicas específicas para combatir
el crimen y trabaja estrechamente en la aplicación de la justicia. La auditoría forense,
parte del supuesto de que no hay empresa que no pueda estar expuesta al fraude, por lo
tanto, se requiere aplicar un conjunto completamente nuevo de técnicas para la
detección y análisis de la corrupción.

Tipos de fraude

El fraude puede implicar:

 Manipulación, falsificación o concepciones de registros y documentos.


 Las acciones impropias resultantes en una declaración incorrecta o falsa
de los estados financieros y que hace daño a los accionistas o a los
acreedores;
 Las acciones impropias resultantes en la defraudación del público
consumidor (tales como una publicidad falsa);
 Malversación de activos.
 La corrupción.
 Venta o cesión de activos falsos o ficticios.
 Representaciones impropias o valoración incorrecta de transacciones,
activos, pasivos o utilidades.
 Supresión u omisión de los efectos de transacciones en los registros o
documentos.
 Registros de transacciones sin sustancia.
 Pagos impropios, así como donaciones ilegales, con operaciones,
fraudulentas y pagos hechos las autoridades oficiales o intermediarios
de autoridades, clientes o proveedores.
 Transferencias impropias de manera intencional (valuación incorrecta
de bienes intercambiados entre entidades relacionadas) con el propósito
de estructurar técnicas de precios impropias, de esta manera la gerencia
puede mejorar los resultados de operación en detrimento de otra
organización.
 Descuido intencional de los registros o revelación de información
significativa para mejorar el panorama financiero dela organización o
de otras organizaciones ajenas.
 Mala aplicación de políticas contables.
 Otras acciones impropias tales como sobornos, comisiones, violaciones
de las reglas de las agencias reguladoras y las fallas para mantener un
sistema adecuado de control interno

Si bien el fraude es un concepto legal amplio, en el contexto de la auditoria de


estados financieros, el fraude se define como un error intencional en los estados
financieros. Las dos principales categorías de fraude son: informes financieros
fraudulentos y malversación de activos, y la corrupción.
Informes financieros Fraudulentos

Los informes financieros fraudulentos son un error u omisión intencional en las


cantidades o revelaciones con la intención de engañar a los usuarios. La mayoría de los
casos de informes financieros fraudulentos implican errores intencionales de
cantidades, y no revelaciones. Las omisiones de cantidades son menos comunes, pero
una compañía puede sobrevaluar los ingresos al omitir las cuentas por pagar y otros
pasivos financieros. Aunque la mayoría de los casos de informes financieros
fraudulentos comprenden la sobrestimación de activos e ingresos u omisión de pasivos
financieros y gastos en un intento por sobrevaluar los ingresos, es importante observar
que las compañías con frecuencia sobrevaluan sus ingresos. Para las compañías que no
cotizan sus acciones al público, esto se puede hacer con el propósito de reducir el
impuesto sobre la renta. Las empresas también pueden sobrevaluar los ingresos cuando
las entradas son altas, para crear una reserva de entradas o «reservas de colchón» que
se pueden utilizar para incrementar los ingresos en periodos futuros. A esta práctica se
le conoce como manejo del ingreso o administración de ingresos. La administración de
ingresos comprende las acciones deliberadas que implementó la administración para
cumplir con los objetivos de ingresos. El manejo de ingresos es una forma de
administración de ingresos en la cual los ingresos y egresos se cambian entre periodos
para reducir la fluctuación de las entradas. Una técnica para el manejo de ingresos es
reducir el valor del inventario y demás activos de una compañía adquirida al momento
de la adquisición, lo que generan entradas altas cuando se vendan los activos
posteriormente. Las compañías también pueden sobrevaluar de manera deliberada las
reservas para obsolescencia de inventario y las estimaciones para cuentas dudosas en
periodos de ingresos más altos.

Malversación de activos

La malversación de activos es el fraude que involucra el robo de los activos de una


entidad. En varios casos, las cantidades involucradas no son materiales para los estados
financieros. Sin embargo, la perdida de los activos de la empresa es una preocupación
importante de la administración, y es probable que el umbral de materialidad de la
administración para el fraude sea mucho menor que el umbral de materialidad utilizado
por el auditor para los fines de los informes financieros. EI termino de malversación de
activos, por lo general, se utiliza para referirse al robo que involucra a empleados y
otras personas dentro de la organización. La malversación de activos normalmente se
perpetra a niveles inferiores en la jerarquía de la organización. Sin embargo, en algunos
casos excepcionales, la administración está implicada en el robo de activos de la
compañía. Debido a la gran autoridad de la administración y control sobre los activos
de la organización, los desfalcos en los que la alta administración está involucrada,
pueden implicar cantidades importantes.

La corrupción

La corrupción es el fenómeno por el cual el funcionario, servidor o trabajador


público o privado, es impulsado a actuar de modo distinto a los estándares normativos
del sistema para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. se
pueden manifestar, entre otros, a través de sobornos, extorsión, tráfico de influencias.

Es una alternativa para combatir la corrupción, porque permite que un experto emita
ante los jueces conceptos y opiniones de valor técnico, que le permiten a la justicia
actuar con mayor certeza, especialmente en lo relativo a la vigilancia de la gestión
fiscal.

Sin embargo, la auditoría forense no solo está limitada a los hechos de corrupción
administrativa, también el profesional forense es llamado a participar en actividades
relacionadas con investigaciones sobre:

 Crímenes fiscales
 Crimen corporativo y fraude.
 Lavado de dinero y terrorismo
 Discrepancias entre socios o accionistas.
 Siniestros asegurados.
 Disputas conyugales, divorcios y
 Pérdidas económicas en los negocios, entre otros

Sobre este tema, la actitud de los contadores y auditores ha generado un gran giro,
especialmente al comprender cómo su labor facilita el apoyo a las investigaciones
judiciales que mediante evidencias contables aclaran diferentes disputas legales.

El Triángulo del Fraude

La teoría del Triángulo del Fraude destaca la importancia de tres factores que
determinan el comportamiento de los defraudadores: la oportunidad, la presión o
incentivo y la racionalización del acto. El riesgo de que ocurran actividades
fraudulentas en las compañías incrementa cuando estos tres elementos se dan de
manera simultánea. En la siguiente figura se muestra el Triángulo del Fraude y los tres
componentes que lo forman.
Desde esta perspectiva, al individuo se le presenta la oportunidad de defraudar y, el
incentivo o la necesidad percibida lo motiva, junto con la capacidad de racionalizar o
justificar el acto. A continuación, se analiza el alcance y la repercusión de cada factor.

Oportunidad

La oportunidad se refiere a la conveniencia que percibe el propio defraudador para


llevar a cabo una actividad delictiva, incluyendo la probabilidad de ser o no
descubierto. Estos individuos valoran tanto la percepción de control, es decir, el temor
a ser descubiertos y el posterior descrédito que ello puede ocasionarles, como la
percepción de castigo que se deriva de estas actuaciones. Por lo tanto, los defraudadores
actúan cuando la actividad les supone menores riesgos. El potencial defraudador puede
cometer un delito de forma efectiva cuando encuentra la oportunidad para ello. Dentro
de las compañías existen ciertas circunstancias que pueden favorecer especialmente las
oportunidades de llevar a cabo delitos económicos, como las que se detallan a
continuación.

 El exceso de confianza. A algunos trabajadores se les concede excesiva


responsabilidad y confianza sin ningún tipo de control, ni rendición de cuentas. Este
es uno de los factores principales que ocasiona la oportunidad de defraudar dentro
de la entidad.
 El acceso privilegiado. Ciertos empleados debido a su posición dentro de la
empresa gozan de facilidades para acceder a lugares exclusivos, archivos
confidenciales, bases de datos… Estas ventajas abren las puertas a posibles fraudes.
 Conocimiento del entorno laboral. Los individuos tantean los riesgos que las
actividades irregulares pueden ocasionarles una vez conocido y analizado el
funcionamiento de la entidad.
 Debilidades internas o ausencias de controles de seguridad, como ausencia de
personal de seguridad y cámaras en zonas clave, archivos y puertas sin llave… son
algunos de los factores que proporcionan la oportunidad para perpetrar actos contra
los intereses de la empresa. Los delitos económicos generalmente se producen por
no haber implantado un control antifraude básico.
 Los fallos, incompetencia o desconocimiento debido a la falta de formación son
las causas principales que inducen a cometer inicialmente irregularidades
administrativas, operacionales o financieras. Posteriormente, estas irregularidades
pueden desembocar en delitos, porque la percepción de poder ser descubierto es
baja para algunos empleados.

Presión o incentivo

La presión engloba la necesidad percibida o las razones que tienen las personas
para cometer un delito, es decir, los estímulo o incentivos que motivan a los individuos
a llevar a cabo prácticas irregulares en las organizaciones. En la mayoría de los casos,
el afán de lucro y las razones económicas suelen ser los motivos más relevantes a la
hora de cometer un delito. Sin embargo, es igualmente necesario tener presentes las
circunstancias o las necesidades básicas como causas que propician el fraude, aunque
éstas sean menos habituales.

Actualmente, en un contexto de crisis económica, los incentivos que los


trabajadores tienen en sus propias compañías para defraudar se han visto incrementados
debido a las circunstancias personales de muchos de ellos. Los empleados
experimentan diferentes presiones a nivel personal debido a la situación económica y
sus circunstancias particulares, lo que a su vez puede condicionar la actitud y el
comportamiento que tienen hacia la organización.

 La situación económica. La crisis, el estilo de vida de los trabajadores, la baja


remuneración o la mala gestión del presupuesto personal pueden originar cambios
de actitud hacia la entidad, y como consecuencia puede que ciertos trabajadores
encuentren incentivo para la práctica de actividades ilícitas con el fin de compensar
sus necesidades económicas.
 Circunstancias personales o necesidades legítimas. Diversas situaciones
personales que pueden incluir problemas familiares pueden impulsar la búsqueda
de oportunidades para defraudar en la compañía.

Racionalización

La racionalización es la capacidad que tienen las personas para justificar las


actividades fraudulentas que han cometido. El elemento de justificación se refiere a la
percepción que tiene el defraudador de que su actividad ilícita es aceptable y correcta,
cuando no lo es. De esta manera, el defraudador es capaz de llevar a cabo actos ilícitos
sin ningún sentido de culpabilidad.

Los individuos que cometen delitos tienen la capacidad de justificar actividades


irregulares debido a sus habilidades personales, y especialmente, a su código ético.
Esto a su vez está relacionado con la cultura y la ética general del país, y con el hecho
de que el fraude esté tolerado y aceptado en dicha sociedad o no.

Con frecuencia los defraudadores justifican las actividades irregulares dentro de la


compañía debido a:

 Sentimiento de injusticia. Ciertos trabajadores perciben un trato injusto,


desigualdad, maltrato psicológico, abuso de poder, acoso o intimidación por parte
de la empresa. La sensación de desigualdad puede deberse a la falta de
comunicación y reciprocidad. Los trabajos extras sin remunerar, los incentivos no
cumplidos, las falsas expectativas de ascenso establecidas por la compañía y las
actitudes totalitarias de los responsables son algunas de las actuaciones que pueden
desmoralizar al personal. Estas situaciones pueden resultar perjudiciales para la
entidad, ya que es posible que el trabajador descontento se quiera vengar
cometiendo actividades irregulares cuando se le presenta la ocasión.
 Motivo ideológico. Los defraudadores pueden guiarse por un razonamiento
erróneo que justifique cometer delitos, como el altruismo hacia los demás.

Indicios de fraude

 La falta de gobierno corporativo


 No hay políticas y/o procedimientos escritos
 Falta de controles internos
 Transacciones frecuentes o inusuales con Partes Relacionadas Actividades de
contabilidad cuestionables
 La administración sobrepasa los controles internos
 Cuentas importantes sin conciliar
 Ajustes continuos de los libros de contabilidad por inventarios físicos
 Ajustes de los asientos de diario
 Número excesivo de cheques manuales

El peritaje contable

El perito en Contabilidad Forense es el especialista en Contabilidad, disciplina que


se encarga del control y registro de los gastos e ingresos de una empresa, aplicada a la
resolución de procedimientos judiciales asistiendo a jueces y tribunales.

Su colaboración con los despachos de abogados es constante cuando hay que


investigar cómo de eficiente ha sido la gestión de una empresa privada o una entidad
pública, o averiguar el grado de responsabilidad en los hechos de cada una de las partes
intervinientes.

El peritaje contable es un examen crítico y sistemático de hechos controvertidos de


índole económico - financiero, a indagarse a través de la contabilidad y de la auditoría.

Los elementos de juicio y evidencias contables constituyen la base fundamental de


un peritaje contable, pues a través de su examen crítico y sistemático, el perito contador
llegará a conclusiones que serán de ayuda, a quién lo solicite, en la compatibilización
y evaluación de evidencias en torno a lo que investiga. Luego en la medida que
disponga de todos los elementos de juicio relacionados con el peritaje, su opinión
tendrá la validez que el caso requiera.

Los elementos de Juicio son:

 Indagación.
 Observación.
 Inspección.
 Confirmación.
 Análisis y recalculo.
 Todas las técnicas de auditoría, son aplicables al peritaje contable.

El papel del auditor

El auditor forense debe ser un profesional altamente capacitado, experto conocedor


de: contabilidad, auditoria, control interno, tributación, finanzas, informática, técnicas
de investigación, legislación penal y otras disciplinas. en cuanto a su formación como
persona el auditor forense debe ser objetivo, independiente, justo, honesto, inteligente,
astuto, sagaz, planificador, prudente, precavido. Sobre la base de su experiencia y
conocimiento el auditor forense debe ser intuitivo, un sospechoso permanente de todo
y de todos, capaz de identificar oportunamente cualquier síntoma de fraude, su trabajo
debe ser guiado siempre por el escepticismo profesional, el auditor forense es un
profesional valioso y altamente necesario en nuestra sociedad actual, es uno de los
llamados a combatir la Corrupción financiera, pública y privada

El auditor forense puede desempeñarse tanto en el sector público como privado,


prestando apoyo procesal que va desde la recaudación de pruebas y el peritaje. Desde
la misma forma, su trabajo no solamente se destaca en las investigaciones en curso,
sino en etapas, previas al fraude, es decir, el contador público actúa realizando
investigaciones y cálculos que permitan determinar la existencia de un delito y su
cuantía para definir si se justifica el inicio de un proceso; esta situación, que aplica
también para las investigaciones de crimen corporativo que se relacionan con fraude
contable ante la presentación de información financiera inexacta por manipulación
intencional, falsificación, lavado de activos, etc.

El auditor debe ser consciente mediante la aplicación diligente de las normas y


procedimientos de auditoria se llega a la detección de este tipo de prácticas que pueden
dar lugar a las siguientes responsabilidades:

 Responsabilidad Civil.

Tiene como sanción el resarcimiento económico al afectado; debido al accionar del


contador por dolo o negligencia, esto por parte de la gerencia de la entidad que comete
el fraude.

 Responsabilidad penal.

Art. 464 del Código Penal: El que, con artificios o medios capaces de engañar o
sorprender la buena fe de otro, induciéndole en error, procure para sí o para otro un
provecho injusto con perjuicio ajeno, será penado con prisión de uno a cinco años.
La pena será de dos a seis años si el delito se ha cometido: 1.- En detrimento de
una administración pública, de una entidad autónoma en que tenga interés el Estado o
de un instituto de asistencia social. 2.- Infundiendo en la persona ofendida el temor de
un peligro imaginario o el erróneo convencimiento de que debe ejecutar una orden de
la autoridad.
La NIA 240, responsabilidad del auditor de considerar el fraude y el error
establece normas y proporciona lineamientos sobre la responsabilidad del contador
público como (de aquí en adelante, el auditor) auditor de considerar el fraude y error
en una auditoria de estados financieros. Si bien esta NIA se centra en las
responsabilidades del auditor con respecto al fraude y al error, la responsabilidad
primordial para la prevención y detección de fraude y error compete tanto a los
encargados del mando como a la administración de una entidad. Al planear y llevar a
cabo procedimientos de auditoria y al evaluar e informar los resultados
correspondientes, el auditor deberá considerar el riesgo de representaciones erróneas
de importancia relativa en los estados resultados financieros de fraude o error.

El término “error” se refiere a equivocaciones no intencionales en lo estados


financieros, incluyendo la omisión de una cantidad o una revelación, tales como:

 Una equivocación al reunir o procesar datos con los cuales se preparan los estados
financieros
 Una estimación contable incorrecta que se originó por descubrimiento o mala
interpretación de los hechos
 Una equivocación en los principios de contabilidad relativos a valoración,
reconocimiento, clasificación, presentación o revelación.

Cuando hablamos de fraude, lo relacionamos con un concepto que tiene


implicaciones legales, sin embargo, el auditor no hará consideraciones legales de si ha
ocurrido un fraude, el auditor lo entenderá como la causa de errores intencionales de
importancia relativa en los estados financieros. De esta manera podrá establecer errores
que son resultado de información financiera fraudulenta, y errores que son resultado de
malversación de activos. El fraude puede presentarse como resultado de la presión que
ejercen terceros sobre la administración o empleados para cumplir con metas
establecidas, sobrepasando el control interno y principios y valores.
La administración y/o encargados de la entidad, tienen la responsabilidad de la
prevención y detección de fraude. La administración debe considerar que existe la
posibilidad de que se sobrepasen controles o haya influencias que pueden afectar el
proceso de la información financiera, donde se manipule la información presentando
información falsa en los estados financieros. Es por esto que la entidad debe enfocarse
a la prevención del fraude, lo que puede reducir la posibilidad de que se presente, para
esto debe crear controles en las diferentes áreas. Una manera efectiva es inculcar una
conducta ética, actuar bajo los principios tanto personales como profesionales, creando
así una cultura de honestidad e integridad en el personal. De acuerdo con las normas
internacionales de auditoría, el auditor debe obtener una seguridad razonable de que
los estados financieros como un todo, estén libres de representaciones erróneas de
importancia relativa debidas a fraude o error, trabajando bajo los principios
fundamentales del código de ética, y con juicio profesional y escepticismo profesional.
Sin embargo siempre existe una posibilidad de que no se puedan detectar por completo
las representaciones erróneas, y es mayor el riesgo de no detectar un error resultado de
fraude, que un error por equivocación, debido a que cuando se trata de fraude que
implica información financiera fraudulenta se presenta acciones más sofisticados para
ocultarlo, como lo son la falsificación, no registro de transacciones, colusión, omisión
intencional, alteración de registros e incluso errores intencionales dentro del fraude.
Cuando se trata de malversación de activos, lo que implica robo de activos de la
entidad, pueden presentarse desfalcos, robo de activos físicos o propiedad intelectual,
pagos por bienes y servicios no recibidos y uso de activos para fines personales.

El auditor debe ayudarse de aspectos como la pericia del perpetrador, frecuencia y


extensión de la manipulación, grado de colusión, entre otros, para detectar el fraude,
además puede ayudarse de su experiencia para detectar los aspectos importantes
durante la auditoría que presenten más riesgo de tener errores de importancia relativa
debida a fraude. Cuando se encuentra involucrada la administración en el fraude, es
más difícil para el auditor detectar el fraude, debido a que la administración tiene
contacto directo con los estados financieros, y hay más riesgo de que se presente
información fraudulenta y que se sobre pasen procedimientos de control, es por eso que
se identifica como un riesgo de importancia relativa. En este aspecto las normas
internacionales de auditoría están diseñadas para ayudar al auditor a detectar y evaluar
estos riesgos.

Herramientas y técnicas de investigación reconocidas utilizadas por los especialistas


forenses y los examinadores de fraude

Orientados a la detección de sustracción de activos:

 Pruebas cuadradas de conciliaciones bancarias.


 Entrevistas y confirmaciones con terceros.
 Evaluación de transacciones con las condiciones de mercado.
 Examen detallado de documentos.

Orientados a la detección de corrupción:

 Análisis de evolución patrimonial.


 Análisis de redes de contactos y transacciones.
 Además de utilizar técnicas verbales, escritas, documentales, y de Inspección física.

Otras pruebas:

 Revisiones de documentos públicos e investigaciones de antecedentes


 Entrevistas de personal capacitado
 Fuentes confidenciales
 Análisis de laboratorio de evidencias físicas y electrónicas
 Vigilancia física y electrónica
 Análisis de transacciones financieras

Objetivos del auditor


De acuerdo con la Norma internacional de auditoría 240 debe identificar y evaluar
los riesgos de errores de importancia relativa debidos a fraude en los estados
financieros, obteniendo la evidencia suficiente y apropiada, para diseñar e implementar
los procedimientos necesarios y responder de manera apropiada.

Enfatiza en el escepticismo profesional: los integrantes del equipo de auditoría


deben dejar de lado cualquier preconcepto sobre sus clientes, Requiere y establece
distintas evaluaciones y procedimientos a considerar durante el proceso de la auditoria

Comunicación

Cuando el auditor identifica una representación falsa resultante defraude, o un


presunto fraude y/o error, deberá considerar la responsabilidad del auditor de
comunicar esta información a la administración, a los encargados del mando y, en
algunas circunstancias, a las autoridades de vigilancia y control de la entidad.
Comunicación de representaciones erróneas resultantes de error a la administración ya
los encargados del mando Si el auditor ha identificado una representación errónea de
impacto importante resultado de error, deberá comunicarla al nivel apropiado de
administración en forma oportuna y, considere la necesidad de informarla a los
encargados del mando de acuerdo con la NIA 260 “comunicación de asuntos de
auditoría con los encargados del mando”.

El auditor deberá informar a los encargados del mando el total de las


representaciones falsas no corregidas, detectadas por el auditor durante la auditoría, las
cuales las administraciones consideraron que no afectaron significativamente, tanto en
lo individual como en su totalidad, los estados financieros tomados en conjunto.

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